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lunes, 7 de abril de 2014

Sanidad militar: Lesiones por el frío

Lesiones por frío


En la producción de este tipo de lesiones influyen además del descenso de la temperatura ambiente, el viento frío, la humedad, el tiempo de exposición, la inmovilidad prolongada, la fatiga, la embriaguez, los vestidos apretados y rozaduras consecuentes al calzado estrecho. Sobre todos estos factores tendremos que actuar a nivel preventivo. En general la aclimatación al frío no requiere una adaptación del sistema de regulación del calor, sino simplemente una modificación de los hábitos, siendo la adaptación posible si se dispone de ropas adecuadas.

Tipos de lesiones por frío:

- Generales: hablaremos de Enfriamiento o hipotermia
- Locales: hablaremos de congelaciones

Estas alteraciones pueden tener lugar durante largos periodos de trabajo al aire o en cámaras frigoríficas - por ejemplo en operaciones de estiba, en las bodegas de buques frigoríficos y los barcos que acompañan a la pesca de altura.



Las personas con alteraciones en el corazón y sistema cardiovascular, alteraciones metabólicas y propensión a infecciones no deben trabajar en condiciones de frío.

Hemos de tener en cuenta que las lesiones por frío raramente se producen cuando el tripulante ha sido preparado para protegerse adecuadamente. De ahí la importancia de extremar las siguientes

MEDIDAS PREVENTIVAS:


  1. Abundante ropa de abrigo por su elevado efecto de aislamiento y baja permeabilidad al viento y al agua.
  2. Ropa suficientemente amplia, que no comprima.
  3. Calzado ancho y calcetines dobles.
  4. No se desprenda de los guantes.
  5. Reducir al mínimo tiempo la exposición al frío.
  6. Evitar mojaduras.
  7. Protejerse del viento
  8. Luchar contra la inmovilidad y la fatiga
  9. Abstenerse de fumar y tomar alcohol
  10. Al menor síntoma de entumecimiento u hormigueo, calentar las extremidades mediante movimientos.


CONGELACIONES
Las zonas más expuestas a las congelaciones son las llamadas partes acras: dedos de las manos y de los pies, orejas, nariz. Los tipos de congelaciones pueden progresar de uno al otro, sus características según el tipo son:

- Primer grado: piel pálida o moteada rojo-azulada y fría; hormigueo y entumecimiento; enrojecimiento y dolor al recalentamiento.
- Segundo grado: piel rojo-violeta; edema frío (hinchazón); vesículas o ampollas de contenido amarillento y a veces hemorrágico.
- Tercer grado: intenso color azulado; costras en la piel; tejido muerto, grangrena, mutilación.

PRIMEROS AUXILIOS

- Retirar a la víctima de la exposición al frío rápidamente.
- Antes del transporte revisar que no haya lesiones asociadas (fracturas, hemorragias...), tomar las medidas necesarias en cada caso.
- Quitar con sumo cuidado todo lo que pueda comprimir la zona afecta (zapatos, guantes, calcetines ... etc.)
- Animar a la víctima a que movilice por sí misma la zona afectada.
- Evitar masajes, frotaciones con nieve o exposición al fuego.
- No romper las ampollas.
- Proteger la zona con gasas estériles secas.
- Administrar bebidas calientes (sopa, té, café) muy azucaradas.
- Descongelar la zona afecta: baño de agua 40-45 grados C de la zona afecta. Asegurarse de que no se vuelva a exponer al frío, una recongelación de la zona puede ser muy grave. Secar con mucho cuidado.


Ambiente cálido.

- Mantener elevada la zona afectada y cubrirla con apósitos estériles y una venda floja.
- Profilaxis antitetánica, analgésicos y antibióticos según recomendación del Centro Radio-médico.

SEMM

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