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jueves, 29 de septiembre de 2016

Teoría de la guerra: El factor genético de nuestra violencia

Cómo los humanos evolucionaron para dañar a los demás
Un nuevo estudio masivo detalla cuando y donde empezamos a cagarnos a palos entre nosotros mismos
Por Samantha Cole - Popular Science


Una ilustración del siglo 14 de los guerreros mongoles.

Los seres humanos evolucionaron hacerse daño entre sí. No fueron siempre así, y que no siempre tiene que ser así.
Para averiguar cómo los seres humanos en comparación con otros mamíferos, y cómo nuestra historia de derramar la sangre del otro llegó a ser lo que es, José María Gómez de la Universidad de Granada y sus colegas utilizaron el análisis filogenético y los datos de más de cuatro millones de muertes. Se cuantificaron los niveles de violencia letal en 1.024 especies de mamíferos a partir de 137 familias taxonómicas y en alrededor de 600 poblaciones humanas, que van desde hace unos 50.000 años hasta el presente. En particular, se miraron "muertes causadas por la guerra, homicidio, homicidio, infanticidio, el sacrificio, el canibalismo y así sucesivamente, sin diferenciar si los eventos letales involucrados único autor o fueron homicidios de coalición y colectivos." Es una gran cantidad de datos. Aquí hay algunos aspectos destacados de lo que encontraron:
El dos por ciento de todas las muertes humanas haber sido causado por la violencia interpersonal.
El período de tiempo más violento fue el de la Edad Media. Estamos hablando de Genghis Khan, las cruzadas, el Santo Imperio Romano y la era de la peste Negro.
Juntar una gran cantidad de personas en un espacio pequeño no tendía a que se elevara la tensión. La densidad de población es un factor ecológico común de la agresión letal en los mamíferos, los investigadores han señalado, pero la densidad "fue menor en los períodos con altos niveles de violencia letal que en las épocas moderna y contemporánea menos violentas."
Las bandas nómadas de hoy son los grupos más violentos interpersonalmente jamás registrados. Estos son "grupos pequeños, nómadas, igualitarios de la gente, por lo general los cazadores-recolectores" tal como se definen en el estudio. Gómez ofrece dos explicaciones: No solo puede haber datos más detallados sobre las personas que viven que en los registros arqueológicos. O, como él mismo explica, "el nivel de violencia letal se ha incrementado en los cazadores-recolectores, ya que ahora viven en las poblaciones más densas donde es más probable conflictos intergrupales, o porque se han puesto en contacto sociedades coloniales donde la guerra y la violencia interpersonal es frecuente."


Nature / José María Gómez

"Los gráficos de caja que muestran una, las inferencias filogenéticas de la violencia letal humana evaluó como el porcentaje de muertes humanas causadas por sus congéneres. B, la agresión letal inferido por seis nodos ancestrales importantes de la evolución humana (monos, primates, Euarchonta, Euarchontoglires, mamíferos placentarios, y todos los mamíferos). c, la violencia letal humana durante diferentes períodos temporales de la historia de la humanidad, de acuerdo con el viejo Mundo y el Nuevo Mundo chronologies27. d, violencia letal humana en diferentes organizaciones sociales y políticas. "

En el lado positivo, los datos muestran que esta unidad de dañar no se mantiene constante a lo largo de la historia. Se ha ido y alcanzó su punto máximo. No es genético, pero ligado a la conducta social y la territorialidad.
¿Podría la humanidad entonces algún día "superan" nuestra unidad evolutivo hacia perjudicar a los demás? "Desde nuestro punto de vista, el mensaje principal de nuestro estudio es que no importa cuán violento o pacífico estábamos en el origen, podemos modular el nivel de violencia interpersonal cambiando nuestro entorno social", dice Gómez. "Podemos construir una sociedad más pacífica si lo deseamos."
"Las raíces filogenéticas de la violencia letal humana" se publica en la revista Nature.

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