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sábado, 21 de octubre de 2017

Ejército Argentino: Paracaidistas y sus cascos (III)

Paracaidistas y cascos en el Ejército Argentino


 
La confortable guarnición se compone de un acolchamiento frontal, en cuero, sujeto al casco mediante 5 remaches, mas una canana de tacos de neopreno forrados formado una corona que puede separarse del casco mediante 12 botones de presión, cuyas abultadas cabezas sobresalen sobre todo el contorno del casco de acero, ofreciendo una imagen característica. (5*) 
Col: Museo Coronel A. Olmedo 


El complejo atalaje se forma mediante dos tiras dobladas en "V", una a cada lado, fijadas directamente al casco por dos remaches de cabeza plana, uno para cada extremo de la "V" (incomprensiblemente no utiliza anillas que faciliten su sustitución) y que soportan sendas hebillas (como en el sotocasco del M-1-C de Para norteamericano). 

El barboquejo está fabricado de tres piezas de cuero marrón claro, una ancha cazoleta mentonera (forrada de paño o fieltro verde) y dos largas tiras perforadas para su ajuste a las hebillas laterales, cosidas a aquella. 

 
Atalajes con mentoneras forrada. Col: P. Massolo 

Se completa con un atalaje complementario que se desliza sobre una trabilla sujeta por unas anillas de acero soldada en la parte posterior del casco, que abraza formando trabilla, la parte derecha del barboquejo (mediante un diávolo metálico) y con hebilla de ajuste al lado izquierdo. 

Otros juegos suplementarios de anillas laterales parecen permitir la adaptación de un barboquejo simple o de diferente disposición. (6*) 

 
Paracaidistas argentinos durante unos ejercicios, con cascos Mº 44 "circa" cubiertos con red. Foto: vía G. Binnerbini.



Todo ello produce un buen afianzamiento del casco al cráneo del paracaidista, si bien el ajuste puede resultar algo engorroso. 

Las unidades paracaidistas argentinas han evolucionado de acuerdo a las últimas doctrinas tácticas y estratégicas mundiales. (7*) 

 
Efectivos de la Escuela de Tropas Aerotransportadas desfilando en los años 40, con equipo completo y cascos Mº 44. Foto: vía P. Massolo 

(1*) Tanto Inglaterra como Estados Unidos fueron incapaces de valorar suficientemente las posibilidades de la nueva arma. Solo cuando comprobaron la eficacia de los lanzamientos alemanes, trataron de acelerar la creación de unidades similares propias. Por su parte, Francia volvió a enviar observadores a la URSS con el fin de recabar más información, pero finalmente solo se organizarían dos Compañías de Paracaidistas en el Norte de África que serían disueltas definitivamente en 1.940. Los rusos, que habían iniciado la creación de sus unidades ya en 1.929, fueron perfeccionando y fortaleciendo permanentemente estas unidades de Paracaidistas de la Guardia (aunque durante la 2ª GM solo cosecharon fracasos, salvo al final contra los japoneses) hasta crear las actuales fuerzas aerotransportadas que se han convertido en la espina dorsal de las fuerzas de choque e intervención rápida rusas (como se ha podido comprobar en los últimos acontecimientos y crisis en ese país). 

(2*) Aunque sin vinculación directa con la decisión sobre el tema, recordaremos un hecho anecdótico pero relevante al respecto. Con la llegada de 30 aviones Breguet XIX adquiridos a Francia, biplanos biplazas, para bombardeo y reconocimiento, se impuso la obligatoriedad del paracaídas en la aviación y, precisamente el 12 de Abril de 1.927, el propio Ministro de la Guerra, General de División Agustín P. Justo (el futuro Presidente Constitucional de la Nación en 1.932-38) como pasajero de uno de aquellos Breguet XIX, en gira de inspección, fue arrancado de su asiento por una fuerte turbulencia, salvándose gracias a que se abrió su paracaídas (fue el primer argentino beneficiado por ese nuevo ingenio). 

(3*) La concesión del brevet de plata está condicionado al personal que haya realizado el curso de paracaidista militar (sin distinción de jerarquías). 


Paracaidistas argentinos

Para merecer el brevet de oro es necesario cumplir las siguientes condiciones: Poseer el brevet plateado, haber estado destinado en unidades aerotransportadas, de forma continua o alternada, y habilitado para efectuar lanzamientos durante 5 años. Haber efectuado 60 lanzamientos mínimo, 6 nocturnos y 10 con equipo de combate completo (no cuentan los saltos del curso). Estar habilitado para saltar durante 8 años, o 10 alternados. Hacer mínimo 3 de los siguientes cursos: Director vuelo y lanzamiento; Jefe de lanzamiento; Instructor de paracaidista; Apertura manual; Preparador de cargas de acompañamiento y pesadas; Guía y Plegador. Haber participado en no menos de 4 operaciones aerotransportadas, lanzamiento con una fracción, o a cargo de la misma. Los jefes y suboficiales tenían sus cursos específicos. 

Junto con el brevet metálico, en tela y los diplomas, el Sr. Jefe del Estado Mayor del Ejército, a propuesta de la Comisión presidida por el Comandante de la Brigada Aerotransportada IV, entrega un puñal de paracaidista militar en cuya hoja aparece el lema: "Con el cuerpo confiado en la tela. Puesta el alma en las manos de Dios" (anteriormente su lema era: "Hasta la última gota de mi sangre" coincidente con el de las dagas de las SA y SS alemanas). 

 
 
Puñal de paracaidista argentino, en fundado, y desnudo mostrando su lema (en el otro lado de la hoja lleva grabado el emblema). Col: C. Schearer. 

(4*) Este casco de tipo similar al Rubber Bungy inglés, denominado E.T.A. (Escuela de Tropa Aerotransportada), siglas con las que también se reconoce al modelo de acero, contemporáneo en la Brigada, estaba destinado exclusivamente a entrenamientos en aparatos y saltos de la Escuela. A diferencia del casco de acero que estaba reglamentado para saltos de instrucción militar (con equipo completo de combate, mochila y armamento). 

 
Casco E.T.A. para saltos de entrenamiento en la Escuela. Col: Museo Coronel A. Olmedo. 

Su característica más relevante es la protección conseguida con una gruesa pieza de corcho o material elástico ligero tipo "foam". 

Interiormente contaba con un ligero acolchado. La mentonera, independiente, se aseguraba y ajustaba mediante un par de hebillas de clavillo. 
 
Protección de la "chichonera" 

(5*) El desmontaje de la guarnición es muy completo y permite la extracción y sustitución de las piezas de goma o neopreno que lo acolchan, tanto de la parte frontal como la corona de pequeños tacos. 


(6*) La desproporcionada largura de las tiras del barboquejo apuntan la posibilidad de alterar su enganche directamente a estas anillas suplementarias una vez en tierra, eliminando el agobio generado por un barboquejo demasiado complejo. 

También existe una versión de barboquejo más sencilla, con mentonera formada por tira doble y carente de la pieza que enlaza la parte de la nuca, aunque mantiene las dos piezas en "V" y su remachado directo al casco. 

 
En la fotografía del paracaidista argentino, la mentonera del barboquejo se halla formada por dos tiras de cuero.


(7*) En 1.950, de acuerdo con las experiencias de la 2ª GM, la escuela es reintegrada al Ejército, adoptándose las teorías de los vencedores, Inglaterra y Estados Unidos, que consideran al paracaidista como un combatiente que desarrolla sus tácticas en tierra, siendo el avión solo su ocasional transporte hasta el punto de la acción. 

Esta medida que se concretará en 1.952, con el pase del personal y equipo a la instalaciones de Regimiento de Infantería Nº 13, en la misma ciudad de Córdoba. 
 
Paracaidista argentino de la IV Brigada con equipo completo de salto. Se protege con un cascos Mº M-2 (M-I con atalajes específicos para paracaidismo). Cortesía: Museo de Armas Coronel A. Olmedo, La Calera, Córdoba 
 
Este casco Mº M-2 fue utilizado en la Guerra de Las Malvinas en 1982 por tropas paracaidistas empleadas como fuerzas terrestres, dada su calidad de tropas de élite. 
 
Un disco de neopreno suplementó su protección. 

Hay un proyecto del B.A.L. (Base de Apoyo Logístico "Córdoba") que consiste en instalar un atalaje similar al del casco de Kevlar (modificación que ya se ha efectuado en todos los cascos del Regimiento 14 de Paracaidistas (R.I. 14). 

En 1.964 se crea la IV Brigada Paracaidista, ha estado integrada por las siguientes unidades: 

IV BRIGADA PARACAIDISTA 
-Regimiento de Infantería Aerotransportada 2 General Balcarce 
-Regimiento de Infantería Aerotransportada 14 
-Regimiento de Infantería Aerotransportada 17 
-Grupo de artillería Aerotransportada 4 
-Escuadrón de exploración de caballería Aerotransportada 4 
-Cía de Ingenieros Aerotransportada 4 
-Cía de comunicaciones Aerotransportada 4 
-Equipo de saltos especiales 
-Cía de lanzamientos Aéreos Aerotransportados 4 
-Base de apoyo logístico Córdoba 


 

Todos sus integrantes son paras, incluso los miembros de la unidades de logística. 

Junto con la Cía de Comandos nº 601/602, componen la Fuerza de Reacción Rápida, dependiente, en casos de crisis, del Presidente de la Nación. 

En la lucha del Ejército Argentino contra la subversión, los paracaidistas recibieron su bautismo de fuego. Sin embargo, a pesar de su calidad de tropas de élite, en 1.982 durante la Guerra de las Malvinas, de la Brigada Paracaidista solo se concedió el honor del combate al Grupo de Artillería Aerotransportado 4, única unidad enviada a las islas, donde tuvo una destacada actuación, luchando como tropas terrestres. Estos paracaidistas habían sido enviados a defender las islas debido a su alta preparación y profesionalidad. Su lema, originario de aquella actuación, "Luchamos con Honor y Volveremos" da una idea del espíritu que les anima. 

Por su parte la industria argentina es la principal abastecedora del equipamiento de estas unidades. En lo concerniente a los paracaídas, son desarrollados y fabricados por la Fábrica de Paracaídas del Área Material de Córdoba, que pertenece a las Fuerza Aérea. 

  
Diversos parches de unidades paracaidistas argentinas.

Fuente

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