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sábado, 1 de octubre de 2022

Sierra de la Ventana: La expedición punitiva de Juan de la Piedra de 1785

Cerro Ventana: morada del Dios del Mal

Sierra de la Ventana




Por Sergio Marto

Las Sierras de la Ventana fueron escenario de diferentes batallas entre los mal llamados “Indios” y el hombre blanco con sed colonizadora.

Una de esas batallas, fue gestada en 1826 por un europeo que tenía en su haber, estado bajo las órdenes de Napoleón. Fue así que el gobierno de Rivadavia, contrato a Federico Rauch para “limpiar” la pampa de los indios.

Esta batalla se desarrolló en las proximidades del actual Cerro Bahía Blanca (próximo a Villa Ventana), y fue recordada por la peculiaridad de que los nativos no querían subir al actualmente denominado “Cerro Ventana” , ni a sus cerros aledaños, por su creencia de que allí habitaba “el dios del mal”, o más conocido comúnmente como “Gualichú”. Estaban convencidos de que el hueco era por donde miraba para ambos lados del cerro.

Otra de esas batallas se registró muchos años antes, sobre las márgenes del Río Sauce Grande, en las proximidades de la actual Sierra de la Ventana. A continuación, un relato del libro «El Fortín» por María C. Torelli:

En 1785, una expedición comandada por Juan de la Piedra, junto a Basilio Villarino, salen de Patagones con rumbo hacia las Sierras de la Ventana. Cuando atraviesan el Rio Colorado, sin argumento, matan a unos aborígenes que encontraron, entre ellos a uno de los hermanos del Cacique Chanel, el cual los había recibido diciéndoles “amigos”. Muchos murieron y otros escaparon.

Este era el cuarto hermano del Cacique Chanel que De la Piedra mataba. Las noticias llegaron a Chanel ubicado en Sierra de la Ventana, por lo que convocó a otros Caciques en su auxilio, entre ellos a Lorenzo Calpìsquis.

El 22 de enero de 1785, llega y acampa la expedición, que provenía desde Patagones, en la zona de Sierras de la Ventana al mando de Juan De la Piedra y secundado por Basilio Villarino. Una patrulla de exploración adelantada regresó al campamento un día después informando que a 25 km. adelante había 6 toldos.

El 24 antes del alba, De la Piedra ordena “…y ataca las tolderías más cercanas, pero lejos de sorprender a los indios, es sorprendido por éstos, que caen como una avalancha sobre su campo, y después de arrebatarle el ganado, lo cercan obligándole a retroceder, ante cuyo inesperado contraste se rompen las fibras de su corazón y cae muerto como fulminado por un rayo” (citado por María C. Torelli en su libro El Fortín).

Envía una partida de 98 jinetes para atacarlos. Los tehuelches septentrionales, venían siguiendo y observando ocultos a la expedición de De la Piedra. A la mañana del 24, luego de que los jinetes se fueran a buscar a los toldos que habían sido identificados, los serranos sorprenden a las fuerzas que se habían quedado en el campamento principal, robándoles todo el ganado e inmovilizando a las tropas. Tal fue la sorpresa, que le produzco un infarto a De la Piedra.

Los serranos sitian el campamento todo el día y en la mañana del 25, reclaman parlamentar con Villarino. Cuando éste se encontraba parlamentando, vuelve la expedición que había salido el día anterior a atacar las tolderías, que es atacada por los serranos a campo abierto sobre los márgenes del Rio Sauce Grande, en dirección a Saldungaray. En esta acción muere Villarino.

El Cacique Lorenzo, aliado del Cacique Chanel, les perdona la vida a los 157 sobrevivientes e insiste en volver a los tratados de paz firmados con el Virrey. A pesar de todo lo que habían hecho, le ofrece caballos a los sobrevivientes para que puedan llegar a Patagones.»

… fín del relato de Maria C. Torelli en su libro “El Fortín”.

Estas historias de batallas en nuestras Sierras de la Ventana, representan un patrimonio que no debemos desconocer ni olvidar, por las vidas que en ambos bandos se perdieron, y por todo lo demás que culturalmente nos heredan con su tradición oral, en la memoria colectiva de nuestra comunidad.

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