Los prisioneros de la División Azul primero y posteriormente de la Legión Azul que la sustituyó (también se podía hablar de los españoles que se alistaron en las Waffen SS) no fueron numerosos, ya que el español combatía hasta morir y solo caía prisionero ante su total imposibilidad de poder defenderse y por ello no tiene sentido alguno lo que se dice que "el grueso de la Blau Legion marcha prisionera"".
Una interesante foto en color
Cuando se inició la Segunda Guerra Mundial permanecían en la Unión Soviética los españoles procedentes de las tripulaciones de los buques mercantes que permanecían en sus puertos y que no habían podido salir antes del fin de la guerra por orden directa de Stalin; los alumnos de una Promoción de Pilotos de la Escuela de Kirovabad, a los que se les negó el poder marchar a México o Francia; los Oficiales que allí realizaba curas de reposa o estudios, como Juan Francisco Gómez a quien conocí cuando regresó a España en la década de los 80. Y desde luego a una enorme cantidad de niños y niñas que habían sido enviados en buques desde España.
Y efectivamente, cuando los españoles llegaron a los Campos de Concentración se llevaron la sorpresa de encontrarse con muchos de estos españoles, que estaban allí por querer volver a su Patria, siendo recibidos por ellos como hermanos. Lógicamente también hubo traidores, tanto entre los que allí estaban como entre los desertores que hubo, aunque afortunadamente entre estos últimos solo fueron muy pocos.
Cuando a la muerte de Stalin se consiguió por fin su repatriacion, gracias a la Cruz Roja Internacional, en el buque SEMIRAMIS que los traía iban también muchos españoles ex-republicanos, pues esta ideología la habían abandonado al conocer de motu propio lo que era el marxismo imperante en el "Paraíso Soviético"
Y para finalizar, aquí van unas cuantas fotos:
El General Agustin Muñoz Grandes, su primer Jefe.
Esperando al Semiramis en el Puerto de Barcelona
El Semiramis
El Juramento de Fidelidad
El Batallón de Zapadores
Ante la tumba de un camarada.
Uno de los Cementerios Españoles, profanados por los soviéticos posteriormente.
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