
Preparación para la batalla – Guerra de trincheras
Este artículo del Battle Lab del Ejército ofrece una introducción y varios consejos sobre la guerra de trincheras.
Por Army Battle Lab || The Cove
Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania en 2022. Una de las características de este conflicto ha sido el uso intensivo de trincheras. Esto llevó a muchos países a revisar sus conocimientos sobre guerra de trincheras y a considerar qué implicancias podría tener esto en conflictos futuros.
El Army Battle Lab pronto publicará un manual sobre guerra de trincheras basado en lecciones aprendidas durante la Primera Guerra Mundial, así como también en lo observado en la guerra entre Rusia y Ucrania. Este artículo ofrece algunas enseñanzas de la Gran Guerra que siguen siendo relevantes hoy.
“Cuando llegué por primera vez, lo único que hacíamos en las trincheras era andar chapoteando como patos y usar los fusiles. No pensábamos en ellas como lugares para vivir... Ahora trabajamos acá todo el tiempo, no solo por seguridad, sino también por salud. Día y noche.”
Stewart Ross, La guerra en las trincheras
¿Por qué trincheras?
Las trincheras son efectivas porque mover grandes fuerzas mecanizadas a través de territorio defendido resulta muy costoso: defensas como minas, búnkeres y fortificaciones obligan a los atacantes a pagar un alto precio en tiempo, vidas y recursos. Las trincheras y otras estructuras defensivas ayudan a que fuerzas más pequeñas o con menor movilidad puedan resistir.
La importancia de los drones (tanto para reconocimiento como para ataque), la artillería de precisión, la vigilancia aérea, etc., hace que las posiciones expuestas sean extremadamente riesgosas. Las trincheras ofrecen cobertura contra fuego indirecto, drones y observación aérea.
Atacar posiciones atrincheradas es difícil; muchas veces, es más simple y menos costoso (al menos a corto plazo) atrincherarse y defender, o bien prepararse intensamente antes de un ataque (bombardeos, campos minados, etc.).
Rockets, artillería guiada y sistemas antitanques hacen que incluso las trincheras sigan siendo vulnerables, no solo a la artillería masiva sino también al fuego dirigido. Para contrarrestar esto, las fortificaciones hoy son más profundas y multifuncionales: combinaciones de trincheras, búnkeres, campos minados, obstáculos antitanques, camuflaje, señuelos, etc.
Qué está pasando: guerra de trincheras en Ucrania
Tanto las fuerzas rusas como las ucranianas se han atrincherado extensamente: redes de trincheras, búnkeres, líneas fortificadas, trincheras de comunicación y suministro se han vuelto comunes a lo largo de muchos frentes.
En muchos sectores, el conflicto se ha vuelto una guerra estática o de posiciones – es decir, las líneas de frente se mueven lentamente y los avances se miden en cientos de metros, no en kilómetros.
Ejemplo de sistemas de fortificación complejos incluyen la Línea Surovikin, una línea defensiva construida por las fuerzas rusas en el sur y este de Ucrania. En Crimea y otras regiones donde Rusia espera contraofensivas ucranianas, se han construido redes de trincheras, zanjas antitanques, campos minados, posiciones camufladas y defensas en capas.
Configuración típica de líneas defensivas rusas en Zaporiyia y Jersón (Nacho Catalán / El País)
Lecciones de las trincheras en la Primera Guerra Mundial
Trincheras de fuego (líneas del frente).
Quedó demostrado que es indispensable establecer tantas líneas de trincheras continuas como sea posible. Puntos de apoyo aislados son fácilmente detectables mediante fotografías aéreas y pueden convertirse en verdaderas trampas de artillería.
En la Primera Guerra Mundial, la falta de líneas continuas fue una de las razones por las cuales los alemanes lograron infiltrar pequeñas unidades en los espacios entre los puntos de apoyo franceses. Una línea de trincheras continua no elimina la necesidad de puntos de apoyo, pero estos pueden ocultarse dentro de una red de trincheras de fuego, trincheras de comunicación y trincheras falsas.
Las trincheras continuas también tienen un valor psicológico, ya que los defensores no sienten que están aislados, como sí puede pasar cuando se los ubica en puntos aislados.
Debe haber observadores en todas las trincheras, ya sean avanzadas o de primera y segunda línea. Su tarea es alertar a sus compañeros, dar la señal para abrir fuego de barrera o repetir señales de las tropas al frente. Para esto deben contar con bengalas.
Soldados combatiendo en trincheras del Medio Oriente durante la Primera Guerra Mundial
Comunicaciones
Cueste lo que cueste, deben construirse numerosas trincheras de comunicación profundas hacia la retaguardia. No hacerlo bajo la excusa de que se trata de un sector “tranquilo” y que los accesos están protegidos del fuego enemigo es un acto criminal. Al momento crítico, esos accesos serán bombardeados y quedarán bloqueados, dejando aisladas a las tropas en la primera línea.
Si no hay trincheras de comunicación suficientes, se necesitarán más mensajeros, más envíos de suministros y, posiblemente, refuerzos, todo lo cual incrementará las bajas.
“Las llamadas trincheras eran apenas unos centímetros de tierra raspada con nuestras herramientas, con la tierra amontonada delante. Nos formamos en línea y nos pusimos a cavar a toda velocidad. Apenas habíamos cavado 30 cm, tuvimos que repeler un ataque. Y así seguimos hora tras hora: cavar y disparar. Esto duró días.”
Fremantle to France, 11° Batallón AIF 1914–1919
Pioneros (zapadores) australianos construyendo una trinchera de comunicación hacia el frente.
Relevo de trincheras
Toma de posición.
Siempre que sea posible, un oficial y el sargento encargado de logística deben llegar varias horas antes para hacerse cargo de la trinchera: el oficial verifica los límites de la zona de la compañía, ubicación de los pelotones y puntos especiales que conviene observar de día; el sargento toma control de los materiales.
El pelotón, una vez en la trinchera de fuego, se mantiene en alerta hasta que el relevo haya sido completado y los centinelas estén apostados.
Aspectos clave que deben conocer el oficial y el sargento:
Cantidad de compartimentos (bays) y cuántos soldados por compartimento.
Número de centinelas de día y de noche y cuántos deben permanecer despiertos.
Horarios de “alerta” diurna y nocturna.
Ubicación y distancia de las líneas enemigas.
Si hay patrullas que saldrán, avisar a las compañías vecinas.
Posiciones y horarios habituales del fuego enemigo (artillería, morteros, ametralladoras).
Lugares usados por francotiradores enemigos.
Dónde reubicar a los soldados en caso de bombardeo.
Cantidad y ubicación de la munición en reserva (pelotón, compañía y batallón).
“El daño causado por el fuego enemigo era tan grande que en muchas partes del sendero, el barro nos llegaba hasta los muslos. La oscuridad total, la lluvia constante y el bombardeo sin pausa hicieron que el avance nos llevara ocho horas. Entre las 2 y las 3 a.m., el relevo se completó. Ninguno llegó a la trinchera sin haberse caído al menos una vez.”
El 43° Batallón
Ejemplo de un sistema de trincheras en la Primera Guerra Mundial
Funciones del comandante de sección al llegar:
Distribuir a las tropas en sus compartimentos.
Asegurarse de que cada jefe de compartimento entienda su tarea.
Cada soldado debe poder disparar hacia la base de su propio alambre de púas.
Todos deben saber qué hacer ante una alarma o ataque con gas.
Marcar los sectores peligrosos y advertir a los soldados.
Tener periscopios listos al amanecer.
Mantener contacto con las secciones vecinas (derecha e izquierda).
Disciplina en trincheras
Por la noche, se dispara por encima del parapeto, no por las troneras.
Los oficiales no deben disparar, sino dirigir el fuego.
Siempre debe haber un observador con binoculares y registro escrito de lo que ve.
Estar alerta ante francotiradores. No permitir que los soldados se expongan.
Garantizar horas de descanso durante el día. Dormir es esencial.
“Los otros cinco turcos tiraron granadas dentro de la trinchera, hiriendo levemente a tres hombres, y luego huyeron. Nadie les disparó, lo cual habla muy bien de la disciplina de las tropas, que se abstuvieron de abrir fuego ante un blanco tan tentador.”
Historia del 17° Batallón AIF, 1914–1918
Patrullas
Todo movimiento debe tener un objetivo claro, y todos los soldados deben conocerlo.
Desplazarse de forma lenta, por etapas, de cobertura en cobertura.
Aplicar los principios básicos de protección: exploradores al frente, en los flancos, cuerpo principal y retaguardia.
Conocer la ubicación y horarios de otras patrullas amigas.
Saber a qué hora se parte, cuándo se regresa y dónde enviar los reportes.
Conocer y usar señales de reconocimiento.
No llevar nada que pueda dar información al enemigo (cartas, insignias, documentos, etc.).
“Nuestra patrulla subestimó totalmente la vigilancia enemiga. En lugar de arrastrarse por tierra de nadie, simplemente caminaron agachados, y Fritz, al verlos, esperó hasta que estuvieran bien cerca para abrir fuego.”
El 41°
Francotiradores
Lecciones aprendidas en el servicio:
Se necesita un tirador y un observador por puesto.
Las troneras deben estar reforzadas con madera para no alterar el terreno.
El oficial encargado y los tiradores deben estar asignados exclusivamente a esta tarea durante el turno.
Se deben organizar relevos regulares para mantener la vigilancia de amanecer a anochecer.
“Una vez, un francotirador bien ubicado nos molestaba mucho. Como serpientes, dos australianos se arrastraron por el pastizal. El turco seguía disparando sin darse cuenta, hasta que sonaron dos tiros y los nuestros regresaron agitando el sombrero del francotirador, su equivalente a un cuero cabelludo. Desde entonces, tuvimos relativa paz.”
ANZACs imperecederos
Un observador usando un periscopio para detectar blancos.
Pie de trinchera
Prevención del pie de trinchera. Recomendaciones básicas:
Buen suministro de medias secas (una o dos mudas por día). No deben ajustar.
No apretar demasiado los cordones de las botas. Quitarlas un rato cada día.
Limpiar, secar y aceitar los pies después de usar medias mojadas. Aceitar también las piernas.
Mantener la circulación con pequeños ejercicios, sobre todo luego de estar quietos.
Proveer comida y bebida caliente.
Mantener las trincheras secas.
Hacer dos inspecciones diarias.
“Pese a todas las precauciones, no pudimos evitar del todo el temido pie de trinchera. Algunos hombres llegaban cojeando, con las botas que debían ser cortadas para revelar la hinchazón y decoloración de un principio de congelamiento.”
Historia del 48° Batallón
Conclusión
Este artículo presenta solo una pequeña muestra de consejos sobre guerra de trincheras extraídos de la Primera Guerra Mundial. Para más información sobre este tema y experiencias actuales en Ucrania, el Army Battle Lab está preparando un manual titulado Insights from Trench Warfare. Una vez publicado, podrá ser consultado por personal militar a través de la Defence Protected Network. Buscá “Army Lessons portal” y abrí “Other Lessons Publications” para ver si ya está disponible.





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