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miércoles, 14 de mayo de 2025

Fuerza Aérea: La Fuerza Aérea Árabe Jamajariya de Libia

Fuerza Aérea Árabe Jamajariya de Libia


DINTEL GID (c)



La naciente Real Fuerza Aérea de Libia

Ocupado por Italia en 1912, este país fue uno de los más importantes bastiones italianos en el Norte de África durante muchos años, sin embargo, desde antes de la derrota italiana en la Segunda Guerra Mundial, los intereses británicos y franceses estaban ya presentes en la zona. En 1951, la ONU acordó la independencia de Libia, ahora bajo poder de Gran Bretaña. Una vez obtenida la independencia, el nuevo rey se apuró a firmar un tratado de alianza y amistad con Gran Bretaña, el cual tenía una duración de 25 años. Entre sus puntos importantes incluía la asistencia financiera como contrapartida a la utilización de diversas bases militares, entre ellas, las bases aéreas de Idris el Awal y El Adem. En 1954, se firma un acuerdo con EE.UU. para que la USAF pudiese utilizar las instalaciones militares de Wheelus y el polígono de tiro de Al Watiyah hasta 1970.



Uno de los primeros aparatos de la Real Fuerza Aérea Libia fue este C-47D cedido por la USAF.
(Foto: Archivo Dintel GID)

En 1959, Gran Bretaña dona dos aviones de observación AOP.5 “Auster” anteriormente utilizados por la RAF, mientras que poco tiempo después llegaron, desde Egipto, dos entrenadores Gomhouria, la versión egipcia del entrenador Bu-181 alemán, del que la fábrica egipcia de Heliopolis produjo cerca de 500 ejemplares.
Con estos cuatro aviones se crea el Arma Aérea de Libia (Libyan Air Arm), siendo basado en las instalaciones de Idris el Awal. En 1962, estos aparatos son reforzados con la llegada de dos helicópteros ligeros Bell 47J donados por la USAF. Ese mismo año, Francia dona tres helicópteros Sud SE.3131 “Alouette II”. Poco después, una comisión arqueológica de la USAF, que investigaba el destino de tripulaciones de bombarderos desaparecidos en ese país durante la Segunda Guerra Mundial, cede los dos helicópteros Bell 47J utilizados en esa función.
En 1963 se descubren las gigantescas existencias de petróleo bajo el suelo libio, de inmediato se pone manos a la obra con el objeto de expandir el Arma Aérea de Libia. Con más interés que nunca en Libia, EE.UU. se apresura a dar apoyo militar a Libia, así, de inmediato, la USAF despliega una unidad de entrenadores avanzados T-33A en la base aérea de Wheelus y ofrece entrenar en ella a pilotos libios. Finalmente, dos entrenadores T-33A y un transporte C-47 son transferidos a la nueva Real Fuerza Aérea de Libia (RFAL). Entre 1965 y 1966, la USAF suministra nuevo material a este país, en la forma de cinco C-47 y un entrenador T-33A adicionales.
Con la inminente retirada del grueso de las fuerzas norteamericanas y británicas de Libia, ambas potencias acordaron que sería necesario dotar a esa nación de un completo sistema de defensa aérea, tarea que, obviamente, fue asumida por EE.UU.



Siete monoplazas F-5A fueron entregados a la FAAL, los cuales constituyeron el principal argumento durante mucho tiempo. Otros siete aviones habían sido embargados por EE.UU. cuando la realeza fue derrocada. (Foto: Archivo Dintel GID)

En 1967 la USAF comenzó un intensivo entrenamiento de pilotos de combate y en 1968 se encargaron 14 cazas ligeros F-5A y dos biplazas F-5B para constituir el principal elemento de combate de esta fuerza. Estos aviones serían transferidos mediante el programa Military Assistance Program y en 1969 se habían entregado siete F-5A y un F-5B a la RFAL, los cuales constituyeron la primera unidad de combate de la RFAL en la base aérea de Wheelus. Para no perder tiempo, los pilotos y técnicos libios fueron entrenados en dicha base por los instructores norteamericanos.
En setiembre de 1969, un golpe de estado, liderado por el Capitán Gaddafi, derroca a la monarquía e instala un nuevo sistema político en el país. Paralelamente, la Real Fuerza Aérea Libia cambia su nombre al más nacionalista Fuerza Aérea Árabe de Libia (FAAL). Las tendencias antioccidentales del nuevo régimen hicieron que el programa de modernización de las FFAA libias cesara rápidamente. EE.UU. embarga los siete F-5A y el F-5B que restaban de ser entregados y para 1970 no quedaban asesores e instructores norteamericanos y británicos en Libia.


Un único F-5B biplaza fue entregado a la RFAL antes de que el golpe de estado hiciera que el restante aparato de este modelo fuese embargado, junto con siete monoplazas más. Aquí, este aparato luce los colores de la antigua Real Fuerza Aérea de Libia. (Foto: Archivo Dintel GID)



Desde entonces, las bases aéreas que habían sido ocupadas por la USAF fueron rebautizadas, así, El Adem recibió el nombre de Nasser, debido al apoyo del presidente egipcio a la causa libia, mientras que la base aérea de Wheelus es llamada Okba ben Nafi. Ambas ceremonias de bautizo fueron realizadas ante una comisión de entrenamiento enviada por el gobierno egipcio.

La nueva Fuerza Aérea Árabe de Libia

El nuevo gobierno comprendió la gran necesidad de reequipar completamente a la nueva Fuerza Aérea Árabe de Libia, y por ello comienza la búsqueda de algún país que suministrara el apoyo necesario para lograrlo. El primer interesado en aparecer fue Francia, quién ofreció una gran cantidad de armamento y asesoramiento para sus fuerzas.
De inmediato, el gobierno libio firmó un contrato para la adquisición de 110 cazas Mirage 5, contando entre ellos 53 cazas monoplazas Mirage 5D, 32 cazas Mirage 5DE, 15 biplazas de transición operativa Mirage 5DD y aviones de reconocimiento Mirage 5DR. También se firmó un contrato para la adquisición de nueve helicópteros pesados SA-321M “Super Frelon”, diez helicópteros ligeros SA-316B “Alouette III” y 12 entrenadores avanzados CM-170 “Magíster”, estos anteriormente empleados por las fuerzas francesas.


Los primeros aviones realmente modernos de la nueva FAAL fueron 110 Mirage 5 en diversas variantes. Aquí vemos un Mirage 5DE libio con tanques de traslado. (Foto: Archivo Dintel GID)

Para entonces, la FAAL había pasado de ser de un pequeño puñado de aviones a ser una potente fuerza de combate. Con la normalización de las relaciones con EE.UU., este país autorizó la venta de 16 aviones de transporte C-130H “Hércules”.
En 1971, Libia tenía muchos problemas para realizar el mantenimiento avanzado de sus aviones, principalmente de los de origen norteamericano, pero también de los más sofisticados Mirage franceses. Por tal motivo, la FAAL decidió contratar técnicos y pilotos pakistaníes y egipcios.
En 1973, la utilización de 38 cazas Mirage 5 durante la Guerra del Yom Kippur en contra de Israel, volando desde bases egipcias, propició un gran escándalo internacional, y para entonces EE.UU. decidió embargar nuevamente a Libia, cancelando la entrega de los ocho C-130H que quedaban por entregar. Francia también estableció un corto embargo de armas sobre Libia.


Los Mirage 5D fueron entregados con los colores nacionales incorporados después del golpe de estado de 1969, los cuales eran muy similares a los egipcios. Posteriormente, estos fueron reemplazados por las actuales escarapelas circulares en verde, junto con la nueva bandera libia, totalmente verde. (Foto: Archivo Dintel GID)



Después de la guerra, el gobierno libio comienza a tener profundos problemas con Egipto, y para entonces se produjo un grave enfriamiento en las relaciones diplomáticas entre ambos países que llevaron a la retirada de las comisiones técnicas y de asesores egipcios. Por tal motivo, los asesores pakistaníes aumentaron en cantidad, con el objeto de dar una mayor operatividad a la poderosa pero problemática FAAL.

La URSS corteja a Libia

Ya a principios de los años 70’s, la URSS había empezado a cortejar a Libia debido a los profundos sentimientos antioccidentales que alentaba el nuevo gobierno nacionalista libio. Después de la guerra del Yom Kippur y los embargos de armas decretados por Francia y EE.UU., la URSS ofrece un gran surtido de armamento a Libia, principalmente para la Fuerza Aérea y el Ejército, este último bastante atrasado.
Libia acepta la oferta soviética y hace un gran pedido de armas, sin embargo, la URSS solicita facilidades portuarias para extender su presencia en el Mediterráneo. La solicitud es rechazada de plano por Libia, quién si accede a que la URSS utilice algunas bases aéreas para sus aviones de reconocimiento marítimo y de vigilancia electrónica. Es así que, en 1974, la V – VS despliega en la base aérea de Okba ben Nafi un cierto número de bombarderos Tu-22 “Blinder” en configuración de reconocimiento. Los aviones fueron pintados con esquemas de pintura libios, en color arena tostado base y bandas marrón chocolate, así como escarapelas libias, pese a que los aviones eran exclusivamente empleados por las fuerzas soviéticas. Con la llegada de las unidades soviéticas hace acto de presencia un gran contingente de asesores de esa nacionalidad destinados a reorganizar completamente las fuerzas libias.


La llegada de los entrenadores avanzados SOKO G-2B "Galeb" permitió modernizar a la Academia de Vuelo, complementando a los MiG-15UTI solicitados a la URSS para reemplazar a los veteranos Fouga "Magister". (Foto: Archivo Dintel GID)

Ese mismo año, 1974, la FAAL emprende un programa de reequipamiento bastante extenso y solicita la transferencia de 52 cazas de ataque MiG-23BN y 14 entrenadores avanzados MiG-15UTI. Paralelamente se contratan en Yugoslavia un total de 50 aviones de entrenamiento avanzado SOKO G-2A “Galeb” destinados a reemplazar a los veteranos “Magíster”, de los que los siete sobrevivientes habían sido dados de baja.
En marzo de 1974 se crea la Academia Aérea, teniendo su base en Zawia. Esta academia tenía como principal función la de empezar a aumentar el número de pilotos libios dentro de las plantillas de la FAAL, para así reemplazar a los pilotos de origen pakistaní y de otros países árabes que volaban los cazas de la FAAL. Sin embargo, la introducción de tecnologías cada vez mayores obligó a contratar un cierto número de mercenarios británicos y franceses, así como los tradicionales asesores soviéticos, polacos, checos y alemanes orientales.
Pronto llegan nuevos materiales de origen soviético, incluyendo 40 interceptores MiG-23F “Flogger E”, unos diez biplazas de transición MiG-23UB, doce helicópteros Mi-8F “Hip C” y los primeros de un gran lote de helicópteros ligeros Mi-2B “Hooplite”.
Para entonces, la FAAL se había reorganizado considerablemente, así, alineaba un Regimiento de Interceptación, con dos Escuadrones que volaban los 32 Mirage 5D, más un Regimiento adicional con dos Escuadrones que volaban los 40 MiG-23F “Flogger E” disponibles.
Alineaba dos Regimientos de Ataque, cada uno con dos Escuadrones de cazas Mirage 5DE, más un Escuadrón de Reconocimiento agregado, que volaba los 10 cazas Mirage 5DR. Otro Regimiento de Ataque se había formado con los 52 MiG-23BN, los cuales estaban distribuidos en dos Escuadrones.


Involucrados en varios incidentes con cazas norteamericanos, los MiG-23F "Flogger E" se convirtieron en el puntal de la fuerza interceptora libia. Estos aviones disponen del radar "Jay Bird" del MiG-21 y aquí se los ve armado con misiles K-13 (AA-2 "Atoll"). (Foto: ACIG)

También se disponía de un Regimiento de Transporte, el cual disponía de dos Escuadrones, uno equipado con ocho transportes tácticos C-130H y otro con nueve transportes medios C-47. La FAAL formó unidades de helicópteros bastante independientes, así, un Escuadrón volaba doce Mi-8F “Hip C”, otro volaba con diez helicópteros ligeros Alouette 3, uno más con nueve “Super Frelon” y dos AB-206 suministrados por Italia.
La Academia Aérea alineaba los biplazas de transición operativa MiG-23UB y los Mirage 5DD, así como los entrenadores avanzados MiG-15UTI y los G-2A “Galeb”.

La normalización de las relaciones con Occidente

Para 1975 las relaciones con Occidente se habían normalizado, el gobierno era capaz de mantener buenas relaciones tanto con la URSS como con Occidente. De esta manera se comienza una serie de adquisiciones a diversos países, incluyendo EE.UU., quién levanta tímidamente el embargo impuesto.
Ese año se compran en Italia un total de 230 aviones de entrenamiento SIAI SF-260W “Warrior”, los cuales se distribuyeron en la Academia Aérea, así como en diversos aeroclubes financiados por el Gobierno. Estos últimos con el objeto de generar una base elemental de pilotos a los que poder recurrir en el futuro para su entrenamiento avanzado en la Academia Aérea.


Cuando Libia normalizó sus relaciones con Occidente, EE.UU. accedió a autorizar la venta de 20 helicópteros CH-47C "Chinook" de producción italiana. (Foto: Archivo Dintel GID)

Ese mismo año, Libia solicitó 20 helicópteros de transporte pesado CH-47C “Chinook” de producción italiana. Estos fueron autorizados por el gobierno norteamericano pese a las restricciones de ventas de armamento a Libia. Los aparatos se entregaron entre 1976 y 1980, de ellos, sus numerales de estos aparatos iban del LC-001 al LC-020 y seis aparatos se destinaron a la FAAL, mientras que los restantes servirían en el Ejército.
Para 1979, el número de asesores soviéticos en Libia había aumentado hasta los 5.000, a los que había que agregarse otros norcoreanos, franceses, italianos, británicos, checos, alemanes, cubanos, yugoslavos y taiwaneses. Con 260 aviones de combate, la Academia Aérea solo había seleccionado solo 140 pilotos aptos, por lo que se deberían incrementar los esfuerzos para lograr solucionar la situación.


Uno de los Mirage F-1ED recibidos por libia a fines de los 70's. Estos fueron los primeros cazas modernos realmente polivalentes que entraron en servicio con la FAAL. (Foto: Archivo Dintel GID)


Aunque no dependía directamente del asesoramiento soviético, la URSS había logrado aumentar su presencia en Libia y había afianzado sus relaciones. Gracias a esto, la URSS destaca, en la base aérea de Okba ben Nafi, los primeros aviones de reconocimiento táctico – estratégico MiG-25RB, realizando misiones de reconocimiento sobre la 6ª Flota de la US Navy.
En 1977, después de los cortos enfrentamientos fronterizos con Egipto, la FAAL comprendió que debía mejorar sus capacidades antiaéreas, por lo que se aumentó el número de sistemas de misiles SA-2 y SA-3, los cuales poco después fueron completados por los más poderosos SA-5, aunque estos, al parecer, fueron manejados por asesores soviéticos.
Por esos años, la FAAL solicita a Francia el suministro de cazas Mirage F-1 como refuerzo a los Mirage 5 en servicio. En total son entregados 16 Mirage F-1ED, 10 Mirage F-1AD y dos biplazas de transición F-1BD, formando así un Regimiento con dos Escuadrones.
Libia también solicita a Italia un cierto número de helicópteros utilitarios AB-205, AB-206 y AB-212, aunque muchos de ellos son distribuidos en las unidades aéreas del Ejército. Estos aparatos, al ser de origen norteamericano, como los CH-47C “Chinook”, también debieron ser autorizados por el gobierno norteamericano.
En 1979, la URSS comienza el suministro de los primeros bombarderos Tu-22 “Blinder” a Libia. Estos aviones formaron un Escuadrón de Bombardeo, totalizando doce aviones, cuatro de los cuales realizan misiones de combate sobre Tanzania en apoyo al régimen ugandés de Idi Amin. Un año después se forma un segundo Escuadrón de Bombardeo, con otros doce bombarderos de largo alcance Tu-22 “Blinder”.
La adquisición de material soviético aumentó debido a las mejores relaciones con la URSS y las complicaciones de los embargos que Occidente entablaba sobre Libia.



Un Tu-22 "Blinder A" con los colores libios posteriores al golpe de estado, años más tarde cambiarían a las insignias totalmente verdes actuales. Estos aparatos fueron utilizados en combate en Tanzania y Chad. (Foto: Archivo Dintel GID)


Por tal motivo, la FAAL comenzó a recibir un mayor número de aviones soviéticos. Inicialmente llegaron 64 cazas MiG-21MF, en 1977, algunos de los cuales fueron suministrados a Uganda en 1979, mientras que otros eran operados por pilotos palestinos que, integrantes de la Fuerza 14, serían la base para la futura Fuerza Aérea Árabe de Palestina.
Asimismo, el número de cazas de geometría variable MiG-23F, MS y BN aumentó hasta alcanzar la cifra de 143 aviones, distribuidos en dos Regimientos de Caza y uno de Ataque. También se recibieron los cazas tácticos Su-22 “Fitter”, y su variante polaca Su-20 “Fitter”. Estos aviones totalizaron las 114 unidades, distribuidas en dos Regimientos.
La pobre fuerza de transporte fue reforzada por nuevas adquisiciones, así, se solicitaron a la URSS aviones de transporte logístico Il-76M. Asimismo, se solicitaron a Italia 20 aviones de transporte táctico G-222L. Estos últimos debieron ser homologados con los motores Rolls Royce Tyne, debido a que para entonces el gobierno norteamericano no autorizó la venta de motores GE T-64 para estos aviones. Checoslovaquia fue contratada para suministrar doce aviones de transporte ligero LET L-410T “Turbolet”, mientras que la URSS suministró 14 aviones de transporte táctico An-26B “Curl”. También fueron adquiridos un puñado de aviones Fokker F-27 a Holanda.
La fuerza de helicópteros había aumentado considerablemente, el número de helicópteros Mi-2B “Hooplite”, producidos en Polonia, había aumentado hasta las 82 unidades, mientras que se disponían de un importante número de helicópteros Mi-8 y Mi-17 “Hip”, así como los de ataque Mi-24 “Hind A” y Mi-25 “Hind D”, los cuales eran completados por los AB-204, AB-205 y AB-212 adquiridos a Italia.


Libia recibió un total de 10 MiG-25RB "Foxbat D" destinados a misiones de reconocimiento táctico y electrónico. La FAAL fue la primera usuaria extranjera de este modelo especializado del MiG-25. (Foto: Archivo Dintel GID)

Esta potente fuerza fue completada, en 1984, con la llegada de 60 interceptores MiG-25PD “Foxbat E”. Estos cazas, capaces de Mach 3, fueron suministrados a la FAAL para que pudiese interceptar a los aviones de reconocimiento norteamericanos U-2 y SR-71. Paralelamente, la URSS había autorizado la transferencia de un puñado de cazas de reconocimiento y ELINT MiG-25RB “Foxbat D”, convirtiéndose en el primer cliente extranjero de este sofisticado modelo. Para no dar lugar a las acusaciones de la presencia de pilotos soviéticos entre las tripulaciones de estos aviones, Gadaffi ordenó que los 160 mejores pilotos libios fueran entrenados en la URSS para volar estos aviones. Para entonces, la FAAL solo alineaba unos 500 pilotos para volar más de 500 aviones de combate, por lo que era un esfuerzo considerable que obligó a incrementar aún más la búsqueda de nuevos pilotos libios.

La guerra en Chad

Cuando Libia decidió intervenir en la guerra civil en el Chad, nunca pensó que la mayor experiencia en combate de la FAAL sería, también, su más sonora derrota.
Libia comenzó a apoyar a los diversos grupos rebeldes que operaban desde territorio libio y que trataban de anexionar el Norte de Chad a Libia. Esta región tenía grandes riquezas, tanto minerales como de petróleo. Para entonces el gobierno libio reclamaba una gran franja de su territorio como propio y estaba dispuesto a integrarlo por medio de la fuerza si era necesario.
Es así que Gaddafi ordena el despliegue de dos Brigadas Mecanizadas y una Acorazada para reforzar a las fuerzas guerrilleras. Estas fuerzas incluían tanques T-55 y T-62, así como transportes de personal BTR-60PB y BMP-1. Paralelamente, el potente elemento aéreo del Ejército despachó una unidad de helicópteros Mi-8 “Hip F”, así como un puñado de helicópteros de ataque Mi-24 “Hind A”.
Pero sin embargo las primeras acciones de combate correspondieron a la FAAL. Así, bombarderos Tu-22 “Blinder A” realizaron una incursión de bombardeo sobre la base aérea de Ndjamena, desde donde operaban los cazas Jaguar y Mirage F-1 franceses. Este ataque fue un rotundo fracaso. Paralelamente, cazas Mirage F-1AD realizaban misiones de ataque contra las fuerzas militares de Chad, incluyendo algunas unidades francesas de la Legión Extranjera allí desplegados. Estos ataques fueron un poco más eficientes, aunque no del todo. Paralelamente, cazas Mirage F-1ED y MiG-23MS realizaban largas patrullas aéreas de combate con el objeto de interceptar cualquier avión francés que penetrara en su espacio aéreo.


Los Mi-24 "Hind A" libios fueron los primeros en ser desplegados en funciones de ataque y apoyo cercano en el Chad, posteriormente fueron reforzados por Mi-25 "Hind D". (Foto: Archivo Dintel GID)

Sin embargo, los problemas de índole estratégica comenzaron a salir a la luz. El frente comenzó a extenderse hacia el Sur, adentrándose en territorio de Chad, esto motivó que los cazas libios no pudiesen brindar el apoyo aéreo necesario y las patrullas aéreas se hicieron prácticamente insostenibles. Asimismo, la total inexistencia de bases aéreas apropiadas para el empleo de reactores de combate llevó a que los pocos aeródromos regionales disponibles fueran utilizados por los SF-260W “Warrior” y los helicópteros Mi-24 “Hind A”. Este problema se agravó con la situación logística, la cual llevó a que los pocos C-130H disponibles, y los G-222L, realizaran un continuo puente aéreo para transportar vituallas al frente, desde donde los CH-47C y los Mi-8 se encargaban de llevarlas a las líneas de combate.
Todo esto sobrecargó la concentración de medios en el frente, se debió despachar el grueso de los helicópteros CH-47C para atender las demandas de apoyo logístico, en tanto que se dobló el número de Mi-8 para atender los requerimientos de transporte aéreo en primera línea. Asimismo, los pequeños aviones de transporte ligero L-410T tuvieron una gran demanda. La FAAL despachó un cierto número de aparatos Mi-2 “Hooplite” para tareas utilitarias menores, mientras que el Ejército aprovechó sus AB-206 para misiones de reconocimiento. Asimismo, hacen su aparición los primeros helicópteros Mi-25 “Hind D” suministrados por la URSS para reforzar a los vetustos “Hind A” ya desplegados en la zona.
El número de aviones SF-260W se había triplicado para poder satisfacer las demandas de apoyo cercano, aunque demostraron ser extremadamente inapropiados, más teniendo en cuenta el aumento de las defensas antiaéreas de las fuerzas en Chad, las cuales incluían misiles FIM-92 “Stinger” suministrados por EE.UU.
Para 1986, la FAAL concluye la construcción de dos bases aéreas suficientemente adecuadas como para operar con aviones de mayores prestaciones. De inmediato se despacharon 30 entrenadores armados L-39ZO, los cuales reforzaron convenientemente el dispositivo de ataque a suelo y apoyo cercano. Paralelamente, se preparaba el despliegue de ocho interceptores MiG-23F y diez aviones de ataque MiG-23BN, sin embargo, su llegada no podría mejorar la crítica situación en el frente.
En 1987 las fuerzas rebeldes apoyadas por Libia habían sido completamente derrotadas y las fuerzas de Chad, apoyadas por elementos de la Legión Extranjera francesa, comienzan a avanzar hacia el Norte en persecución de las fuerzas rebeldes restantes, amenazando las propias fronteras de Libia. Una última ofensiva hace que las fuerzas regulares libias choquen directamente contra las fuerzas de Chad. En los combates posteriores, las fuerzas libias son completamente derrotadas, las pérdidas de material son enormes, mientras que un importante número es capturado prácticamente intacto. Incluso algunos aeródromos en territorio libio caen en poder de las fuerzas de Chad, capturando un cierto número de aviones y helicópteros.
Cuando la guerra de Chad concluye, la FAAL debe lamentar la pérdida de dos bombarderos Tu-22 “Blinder A”, dos cazas de ataque MiG-23BN, un avión de reconocimiento MiG-25RB, once aviones de ataque ligero SF-260W, ocho entrenadores armados L-39ZO y nueve helicópteros Mi-24/25 “Hind”.
Chad se hace con un jugoso botín, en los aeródromos capturados se encontraron seis entrenadores SF-260W, siete entrenadores avanzados L-39ZO y un transporte An-26B, mientras que dos Mi-25 “Hind D” caen en sus manos al ser encontrados abandonados, carentes de combustible. Durante uno de los asaltos a uno de los aeródromos, un transporte An-26B, que iniciaba la evacuación del personal libio, es destruido con un misil Milan.
La FAAL había perdido 24 aviones de combate, dos de transporte y once helicópteros de ataque en una guerra de baja intensidad. Los medios, si bien al principio no eran los idóneos, eran suficientes para lograr una ventaja táctica inicial que nunca se obtuvo, lo que impidió aprovechar la llegada de material eficaz para aprovecharla. Los medios fueron empleados de muy mala forma y los planificadores militares libios demostraron ser extremadamente mediocres, principalmente en el Ejército.


Uno de los dos Mi-25 "Hind D" capturados intáctos por las fuerzas de Chad. Estos aparatos fueron ampliamente utilizados en combate, aunque muchos fueron derribados. (Foto: ACIG)

Como única defensa se podría decir que el apoyo francés y norteamericano también precipitó la derrota libia, siendo su principal artífice. Las fuerzas francesas en Chad no solo desplegaron cazas Jaguar y Mirage F-1C y F-1CR, sino que además sacaron un máximo provecho del empleo de los helicópteros y las fuerzas de infantería ligera. Asimismo, el despliegue de misiles antiaéreos FIM-92 “Stinger” entre las fuerzas ligeras, así como los “Crotale” y “Roland” en puntos estratégicos, fueron los responsables particulares de la derrota de la FAAL. Se dijo, aunque no se ha confirmado, que EE.UU. autorizó el despliegue de baterías de misiles “Hawk” en Chad, posiblemente integrados al contingente francés, o bien operados por mercenarios pagados por la CIA.
Posteriormente vendrían otras, principalmente los enfrentamientos con EE.UU. que culminaron con la incursión aérea contra Trípoli en 1986 y los diversos enfrentamientos aéreos sobre el Mediterráneo entre cazas de la US Navy y la FAAL, material que nos permitirá abocarnos a otro artículo relacionado.

La actual Fuerza Aérea Árabe Jamajariya de Libia

Después de la guerra en el Chad, Francia decretó un embargo de armas sobre Libia, el cual era tan estricto como el instaurado por EE.UU., esto obligó a comenzar a revisar los posibles proveedores de armas futuros para Libia, país que para entonces estaba realizando un análisis de las pésimas actuaciones de sus fuerzas militares durante aquella nefasta campaña.
Para entonces, la FAAL comienza a recibir nuevos equipos, esta vez una de las fuentes más confiables en Europa vuelve a ser Yugoslavia, a quien se le contratan 30 reactores de ataque ligero y apoyo cercano J-1 “Jastreb”, los cuales fueron solicitados después del rotundo fracaso de los entrenadores artillados. Paralelamente, la URSS afianza sus relaciones, para entonces suministra nueve interceptores MiG-25PD “Foxbat E” y dos aviones de reconocimiento MiG-25RB “Foxbat D” para reemplazar las bajas operativas y de combate, a la vez se aumentó el número de biplazas MiG-25PU de cuatro a ocho. También se suministró un nuevo lote de, al menos, una docena de cazas MiG-23MS para reemplazar las bajas de los MiG-23F, que sumaban para entonces unos once aparatos. Estos aviones comenzaron a llegar en 1989.
Con asistencia de asesores soviéticos, se incrementó el reclutamiento de personal idóneo para integrar la Academia Aérea, en tanto que Egipto transfirió unos pocos entrenadores avanzados L-29 “Delfín” y L-39 “Albatros”. Los frutos de las decenas de aeroclubes financiados por el gobierno permitió elevar el número de hombres con capacidad elemental de vuelo para su entrenamiento militar posterior.
En 1988 la FAAL cambia su nombre por la de Fuerza Aérea Árabe Jamajariya de Libia (FAAJL) y para entonces alineaba siete bombarderos Tu-22 “Blinder A”, 50 cazas MiG-21MF “Fishbed”, 87 interceptores MiG-23F/MS, 47 cazas de ataque MiG-23BN, 52 interceptores MiG-25PD, 10 MiG-25RB, 87 cazas tácticos Su-22M2/M3 y algunos biplazas Su-22UM2, 75 cazas Mirage 5D y 35 cazas Mirage F-1ED/AD/BD como principales elementos de combate.
Para entonces, se disponían de asesores soviéticos y polacos para apoyar el mantenimiento de los aviones de ese origen, mientras que posteriormente se contrató personal pakistaní y francés y argentino para el mantenimiento de los cazas de origen francés.


Uno de los MiG-25PD libios recibidos a principios de los 80's. La FAAL recibió 60 de estos aparatos y destinó prácticamente todos sus pilotos capaces para volarlos. Este aparato se lo ve armado con cuatro misiles R-60MK (AA-8 "Atoll"). (Foto: Archivo Dintel GID)

En 1989, las entregas de los nuevos materiales comienza a reforzar a las unidades libias, que incluso habían perdido algunos aviones en combate contra Egipto, Argelia y EE.UU., en tanto que se comienzan a elaborar los planes para adquirir 60 cazas MiG-29S “Fulcrum C”, para reemplazar a los MiG-21MF, algunos transferidos a diversos países árabes, y a los MiG-23F/MS, y 24 aviones de interdicción y ataque Su-24MK “Fencer D” para reemplazar a los bombarderos Tu-22. La URSS decide no dar paso a estas negociaciones y niega la venta de este equipamiento a ese país. Sin embargo, despacha una comisión técnica que pone en vuelo ocho bombarderos Tu-22 “Blinder A” almacenados, reforzando a los siete ya en vuelo.
En noviembre de ese año, la URSS acepta vender Su-24MK a Libia en noviembre de ese año. Seis aviones se solicitaron inicialmente, comenzando las entregas en 1990, de esta manera, la FAAJL se transforma en la primera usuaria extranjera de este modelo soviético. En 1991, la desaparición de la URSS hizo imposible la concreción de un contrato por otros doce aviones que se estaban negociando desde 1990.
Para entonces, la FAAJL comenzó un periodo extremadamente crítico, los aviones de origen occidental estaban prácticamente almacenados, en tanto que a mediados de los 90’s los aparatos de origen soviético sufrían las primeras consecuencias de la desaparición de la URSS. La falta de técnicos y asesores soviéticos puso en crisis a la FAAJL, en tanto que la Academia Aérea estaba bastante resentida al disponer de un elevado personal para pocos cadetes.
En 1997 el abandono del material de vuelo era bastante crítico y ese año los nuevos jefes de la FAAJL comenzaron a recibir el apoyo gubernamental para devolver cierto potencial a esa fuerza, que para entonces era de solo un 20%.
Con el apoyo de instructores sirios, y técnicos rusos contratados, se pusieron en línea de vuelo a todos los MiG-25PD disponibles, a la vez que se incluía una importante serie de mejoras. Paralelamente se contrataron técnicos y empresas de diversos países, dando pié a que la flota de aviones y helicópteros de origen occidental sea atendida por personal francés, italiano, argentino, norteamericano, yugoslavo, alemán y belga, lo que permitió la puesta en vuelo de todos los Mirage 5D/DE/DR/DD y Mirage F-1ED/AD/BD sobrevivientes, entre otros. Los MiG-21MF fueron directamente transferidos a los pilotos palestinos que se venían entrenando en Libia desde mediados de los 70’s, en tanto que algunos aviones pasaron a manos irakíes y ugandesas. La unidad palestina dotada de estos aviones incluye personal palestino, egipcio, irakí y sirio voluntario.
Corea del Norte y Vietnam iniciaron las mejoras del sistema de defensas aéreas, principalmente después del ataque norteamericano de 1986, y posteriormente empresas rusas y chinas fueron contratadas para mantener operativos los sistemas SAM disponibles.
En 1998 el gobierno ruso autorizó la venta de armamentos y de apoyo técnico a Libia, siendo así que se logró instalar una base de reparaciones en Libia, probablemente en Okba ben Nafi. Paralelamente, se entregó un inmenso lote de repuestos para poner en vuelo a los diversos cazas MiG-23, MiG-25, Su-22 y Su-24, se hizo en ellos una pequeña actualización de electrónica para permitir el empleo de nuevo armamento guiado, incluyendo los misiles aire - superficie Kh-29T y Kh-29L, y los antirradar Kh-31. Asimismo, se suministraron nuevos lotes de misiles R-60M y R-60MK (AA-8 “Aphid”) para reemplazar a los obsoletos K-13 (AA-2 “Atoll”), principalmente en los MiG-23F y los Su-22M2/3.
Un año antes, Rusia había suministrado dos Su-24MK, seguidos por otros dos en 1998 y dos más en 1999, elevando a doce el total de aviones de este tipo operativos. Ese mismo año, la Academia Aérea fue revitalizada cuando Rusia suministró 22 L-39ZO “Albatros” desde sus excedentes, mientras que Egipto suministró otros 15 aparatos del mismo modelo.
Las unidades de transporte se vieron revitalizadas, de esta manera, la flota de aviones Il-76 “Candid”, que se había reducido debido a un accidente y a las bajas sufridas durante el ataque norteamericano de 1986, se incrementó con la llegada de cuatro Il-76MD completamente nuevos, además de recibirse ocho An-26B, anteriormente checoslovacos y soviéticos, así como varios aviones de transporte ligero Let L-410T “Turbolet” de procedencia checa. Los G-222L fueron puestos en condiciones de vuelo, junto con los C-130H.
Sin embargo, el refuerzo más espectacular lo representó la adquisición de un gigantesco transporte An-124A “Cóndor”, capaz de transportar 150 toneladas de carga y 88 pasajeros. Si bien este avión es operado por la aerolínea estatal “Libyan Air”, ha sido empleado numerosas veces por la FAAJL, principalmente para el transporte de materiales y aviones, sobre todo de los MiG-23, MiG-25 y Su-22 revisados en Rusia y Ucrania, muchos de los cuales no fueron traídos en vuelo por diversos motivos políticos. El An-124 A ha sido empleado en multitud de oportunidades y actualmente Libia es el único usuario extranjero de este modelo fuera de Rusia y Ucrania, puesto a que los operadores occidentales de este gigante ruso – ucraniano lo alquilan. En 2001, el gobierno libio se interesó en la adquisición de un segundo aparato de este modelo, el cual comenzó a ser negociado un año después. El contrato parece haberse firmado recientemente e incluye un avión An-124-100 de nueva producción y la modernización del ya operativo a este nivel.
En el campo de los aviones de combate, el año 2001 fue el más crítico, después de que EE.UU. incluyese a Libia en el discutible “Eje del Mal”, la FAAJL hizo todo lo posible para poner sus medios a la altura de las consecuencias, mientras que presionaba a Rusia para que suministrara nuevos equipos, previstos desde fines de los 90’s dentro de la esperada modernización.


El An-124A perteneciente a la aerolínea estatal "Libyan Air" es también utilizado por la FAAJL en misiones de transporte estratégico. Se esperaba adquirir un segundo aparato en 2003, pero no hay más noticias. (Foto: www.airliners.net)

Para 2002, la FAAJL había alcanzado una tasa operativa cercana al 65% en su fuerza de aviones de combate, en tanto que se cursaban los pedidos formales para la adquisición de entre 18 y 34 cazas MiG-29S “Fulcrum C” y 18 interceptores Su-27SK. Asimismo, se mostraba interés por la adquisición de unos 40 Su-25K “Fogfoot A” para el reemplazo de los Su-20/22 “Fitter”. Este pedido incluía también la adquisición de helicópteros Mi-35 “Hind F” y casi un centenar de helicópteros de transporte Mi-17-1V “Hip”, así como el fabuloso sistema antiaéreo S-300, entre otros equipos. Aunque este pedido era extremadamente tentador para la debilitada economía rusa, puesto a que alcanzaba casi los US$ 3.500 millones, las presiones norteamericanas impidieron que se hicieran realidad.

viernes, 11 de abril de 2025

Pacto de Varsovia: Cómo se organizaba el frente central

Despliegue del Pacto de Varsovia en la gestión de batalla del Frente Central

Weapons and Warfare


 

 

MBT T-64

El primo más grande del T-62, el T-64, apareció a mediados de la década de 1960, pero solo se construyeron alrededor de 8,000 y ninguno se exportó. El primer prototipo se terminó en 1960 y el segundo tres años después. La primera serie de producción se completó en 1966 con alrededor de 600 tanques que estaban armados con el cañón de ánima lisa de 115 mm. Estos sufrieron problemas con el cargador automático, el paquete de energía (particularmente la transmisión) y la suspensión. Como el T-64 presentaba un sistema de carga automático, la tripulación podía reducirse a tres hombres, lo que ayudaba a mantener bajos el tamaño y el peso del tanque.

Otra innovación en el T-64 que tuvo menos éxito fue la suspensión. Todos los tanques medianos soviéticos desde el T-34 en adelante habían usado cinco ruedas de carretera sin rodillos de retorno, por lo que el cambio a seis ruedas de carretera muy pequeñas y cuatro rodillos de retorno en el T-64 no es evidente, aunque se sabía. que el T-62 tenía la costumbre de perder el rastro. Las características de diseño del T-64 parecen haber fallado, ya que el T-72 empleó un sistema completamente diferente, mientras que los T-62 modificados se vieron con la suspensión estilo T-72, no la del T-64.

Confusamente, el T-64 era muy similar en apariencia y diseño al T-72. La suspensión constaba de seis ruedas dobles pequeñas (aunque estas eran notablemente más pequeñas que las seis que se usaban en el T-72) y cuatro rodillos de retorno (el T-72 solo tiene tres), con la rueda loca en la parte delantera y la rueda dentada de transmisión. en la parte de atrás. Las orugas eran más estrechas que las del T-72 y la torreta era ligeramente diferente. El conductor se sentó al frente en el centro, mientras que los otros dos tripulantes se ubicaron en la torreta, con el comandante a la derecha del arma y el artillero a la izquierda.

El seguimiento T-64A buscó solucionar las primeras fallas de diseño e incluyó elCañón de ánima lisa 2A26M2 de 125 mm alimentado por un cargador automático. Este entró en servicio en 1969 y se vio públicamente por primera vez al año siguiente durante el Desfile de Moscú. El cañón de 125 mm se estabilizó tanto en elevación como transversal con el cañón equipado con un manguito térmico y un extractor de canal. Podía disparar hasta ocho rondas por minuto y tenía un alcance avistado de 4.000 m con la vista diurna y 800 m con la vista nocturna. El cañón 2A26 tenía almacenamiento de munición vertical, mientras que el T-72 y el T-80 están armados con un cañón 2A46 de 125 mm con un sistema de alimentación de munición horizontal. El artillero seleccionaba el tipo de munición que deseaba disparar simplemente presionando un botón. Este era el tipo de carga por separado, en el que el proyectil se carga primero, seguido de la vaina del cartucho semicombustible; todo lo que queda después de disparar es la base del cartucho que se expulsa. La munición de 125 mm es común a los tanques T-64, T-72, T-80 y T-90.

Mientras que los soviéticos habían optado por la facilidad de producción en masa con el T-54/55 y el T-62, la contraparte de este último era mucho más avanzada. Como resultado, el T-62 fue asignado a las divisiones de fusiles motorizados, mientras que el T-64 más nuevo solo sirvió en las divisiones blindadas. Irónicamente, el T-64 entró en producción solo un poco antes que el T-72, que estaba destinado a reemplazar al T-54/55 y al T-62. El T-64, aunque era un tanque superior, sufrió numerosos problemas iniciales que finalmente lo enviaron a la chatarra.

Aunque el T-64 sirvió con los grupos de fuerzas soviéticos estacionados en los países del Pacto de Varsovia, solo entró en combate contra los separatistas chechenos. Solo el ejército soviético lo empleó y con la desintegración de la Unión Soviética, la Federación Rusa se quedó con 4.000 de ellos, mientras que Ucrania terminó con 2.000. Para 2013, Rusia había desechado todos sus T-64, aunque Ucrania modernizó algunos y los mantuvo en servicio. Ninguno parece haber sido exportado.

IFV BMP-2

Las lecciones aprendidas del BMP-1 inevitablemente llevaron a un BMP-2. Este apareció por primera vez en noviembre de 1982 en el desfile de la Plaza Roja, aunque se cree que ya estuvo en servicio durante varios años antes de eso. Si bien visualmente el BMP-2 es casi idéntico a su predecesor, una clara diferencia es el cañón largo y delgado del armamento principal que consiste en el cañón Modelo 2A42 de 30 mm. Está alojado en una torreta de acero totalmente soldado para dos hombres con el comandante sentado a la derecha y el artillero a la izquierda. El artillero tiene una sola escotilla rectangular, que se abre al frente conun periscopio integral orientado hacia atrás y tres periscopios fijos, dos al frente y uno al lado izquierdo. Se llevan un total de 500 rondas para el arma principal.

Desde finales de la década de 1980 en adelante, se llevaron a cabo una serie de mejoras en la producción de BMP-2, la mayoría de las cuales se adaptaron a BMP-1 y BMP-2 anteriores. Este último se suministró al ejército iraquí y se fabricó en India como Sarath y en Checoslovaquia como OT-90. El BMP-3, que presenta ruedas de carretera rediseñadas y un perfil de casco más alto, apareció justo cuando la Unión Soviética se estaba derrumbando. Este es un BMP mejorado que tiene un sistema de armas 2K23 montado en la torreta que comprende un cañón 2A70 de 100 mm, un cañón coaxial 2A72 de 30 mm y una ametralladora coaxial de 7,62 mm.

Además, el BMP-2 tiene un tubo de lanzamiento de misiles antitanque 'Spandrel' AT-5 montado en el techo de la torre entre las escotillas del artillero y del comandante. Además de las armas pequeñas de los soldados de infantería, el BMP-2 normalmente también llevaba un lanzagranadas antitanque y dos misiles tierra-aire. El compartimento de infantería en la parte trasera solo tiene dos escotillas en el techo en comparación con las cuatro instaladas en el BMP-1, aunque el acceso se realiza normalmente a través de las dos puertas traseras. Solo lleva seis soldados de infantería en comparación con ocho en el BMP-1.

Al igual que su predecesor, el BMP-2 es completamente anfibio. Justo antes de entrar al agua, se erige una paleta de compensación guardada en la parte superior de la placa del glacis, se encienden las bombas de achique y se reemplaza el periscopio central del conductor por el TNPO-350B. La parte superior de las orugas tiene una cubierta de chapa más profunda que la del BMP-1, ya que está llena de una ayuda a la flotabilidad.

En el apogeo de la Guerra Fría, la Unión Soviética exportó miles de millones de dólares en armas a numerosos países en desarrollo. Los analistas de inteligencia observaron con una mezcla de alarma y asombro cómo un buque de carga tras otro zarpaba desde Nikolayev en Ucrania apilados hasta las bordas hacia puertos como Assab en Etiopía, Luanda en Angola, Tartus en Siria y Trípoli en Libia. Gran parte de este equipo provenía de reservas estratégicas y era muy antiguo o había sido reemplazado por modelos más nuevos, como en el caso de los MBT T-55 y T-62, que para entonces estaban casi obsoletos. Las exportaciones de vehículos blindados soviéticos también incluyeron el BTR-60 APC de 4 × 4 ruedas y el BMP-1 IFV con orugas.

En muchos casos, los envíos de armas soviéticas se financiaron mediante préstamos generosos, acuerdos de trueque o simplemente obsequios, y las industrias armamentísticas de Moscú rara vez recibieron un centavo a cambio. El resultado neto fue que, durante la Guerra Fría, Moscú alimentó una serie de conflictos regionales prolongados que duraron décadas. En última instancia, Occidente iba a llevar a la Unión Soviética al olvido, pero el legado de la Guerra Fría fue uno de miseria global.



Sistema móvil de misiles tierra-aire con seguimiento SA-4 Ganef

Este sistema de misiles antiaéreos autopropulsados, con el nombre en clave de la OTAN SA-4 Ganef, apareció públicamente en el desfile de la Plaza Roja de Moscú en 1964. Era un arma de defensa aérea de medio a largo alcance que podía alcanzar objetivos de hasta 75 km. Comprendía dos grandes misiles en un lanzador montado sobre el casco de un portaaviones especialmente diseñado. A diferencia del rediseño y la conversión normales de los vehículos blindados existentes, este vehículo tenía su motor y transmisión en la parte delantera, liberando así la parte trasera del casco para el equipo de lanzamiento. Esto también era portátil de aire. La plataforma de lanzamiento se puede girar 360 grados con una elevación máxima de 70 grados.

El misil en sí tenía unos 9 metros de largo y, después de ser despegado por cuatro propulsores de propulsor sólido montados externamente, fue propulsado por un estatorreactor interno alimentado con queroseno. El Ganef operaba con un radar de exploración y con lo que la OTAN llamó radar de control de fuego y adquisición de objetivos Pat Hand transportado en vehículos separados. El SA-4 se desplegó a nivel del ejército en brigadas SAM que constaban de tres batallones cada uno con nueve lanzadores.

Al igual que con los estadounidenses, británicos y franceses, el despliegue soviético a largo plazo en el Frente Central fue, en general, un resultado directo de dónde se detuvo el Ejército Rojo en 1945, aunque hubo algunos ajustes menores durante los cuarenta años de La guerra fria. Las fuerzas estacionadas permanentemente en Alemania Oriental fueron designadas Grupo de Fuerzas Soviéticas de Alemania (GSFG), con su cuartel general en Zossen-Wünstorf, 30 km al sur de Berlín, y comprendían cinco ejércitos, la mayoría de los cuales eran aproximadamente equivalentes a un cuerpo de la OTAN en tamaño.

El ejército soviético creía que la forma básica de la estrategia militar era la ofensiva, y toda su planificación, organización y ejercicios (y los del Pacto de Varsovia) se dedicaron a este fin. Las organizaciones de 1945 duraron poco tiempo, y a partir de 1947 comenzaron a mecanizarse los regimientos de infantería, utilizando camiones con ruedas BTR-40P. Este proceso se aceleró en la década de 1950, hasta 1957, cuando un importante programa de reequipamiento comenzó a dar sus frutos y se introdujeron nuevas divisiones de tanques y fusiles motorizados, que eran más pequeñas, más fáciles de controlar y mucho más duras que sus predecesoras. Estos estaban organizados en dos tipos de ejército: un 'ejército de tanques', en el que normalmente predominaban las divisiones de tanques, y un 'ejército de armas combinadas', en el que predominaban las divisiones de fusileros motorizados, dependiendo el número y tipo de divisiones del combate del ejército. misión.

La historia de GSFG incluyó algunos hitos de equipamiento importantes, que marcaron un aumento significativo en la capacidad táctica. El primero de ellos fue el despliegue de tanques T-62 y vehículos blindados de transporte de personal de ocho ruedas BTR-60 a principios de la década de 1960, mientras que a principios de la década de 1970 el helicóptero Mi-24 (OTAN = 'Hind') dio una capacidad totalmente nueva para el comando de Aviación Frontal de la fuerza aérea soviética. El cambio en la artillería de cañones autopropulsados ​​con ruedas a orugas, que se produjo a fines de la década de 1970, también fue de gran importancia, aunque se hizo considerablemente más tarde que en la OTAN. La etapa final estuvo marcada por el despliegue del nuevo tanque T-80, que se unió a la línea del frente frente a la OTAN a mediados de la década de 1980.

La TVD Occidental

En la guerra, las fuerzas del Pacto de Varsovia en Europa central habrían quedado bajo el Western Teatr Voyennykh Destiviy (Teatro de Operaciones Militares (TVD)), que se habría subdividido en frentes, cada uno compuesto por varios ejércitos y un ejército aéreo. El comandante en jefe de Western TVD controlaba todas las fuerzas soviéticas y del Pacto de Varsovia en Checoslovaquia, Alemania Oriental, Hungría y Polonia, así como los ejércitos de segundo escalón que habrían generado los distritos militares occidentales en la URSS.

Ejércitos soviéticos en Alemania

En 1945, Alemania Oriental fue ocupada por seis ejércitos: el 1.°, 2.°, 3.° y 4.° Ejército de Tanques de la Guardia; el 3er Ejército de Choque; y el 8º Ejército de Guardias. De estos, el 4. ° Ejército de Tanques de la Guardia se retiró gradualmente a la URSS en la década de 1950, seguido por el 3. ° Ejército de Tanques de la Guardia en 1960-1961. Esto parece haber sobrecargado el cuartel general que quedaba, ya que, a raíz de la crisis de Berlín de 1961, se formó una nueva unidad de cuartel general, el 20º Ejército de Tanques de la Guardia. El otro ejército era el 16º Ejército Aéreo de Frontal Aviation, que permaneció en Alemania Oriental desde 1945 hasta el final de la Guerra Fría.

Desde la década de 1960 en adelante, GSFG comprendió lo siguiente. El 2º Ejército de Tanques de la Guardia, la formación más al norte, ocupó un área cerca del Báltico al sur de Rostock, con su cuartel general en tiempos de paz en Fürstenberg-Havel, 60 km al norte de Berlín. A pesar de su título de 'Ejército de tanques', en realidad constaba de una sola división de tanques, más dos divisiones de fusiles motorizados.
El 3.er Ejército de Choque estaba ubicado en el centro y, en vista de su papel previsto de atravesar la llanura del norte de Alemania, constaba de cuatro divisiones de tanques y una sola división de fusileros motorizados, lo que lo convertía, al menos en el papel, en el más formidable. formación de combate en cualquier ejército. El título de 'Choque' se otorgó en 1945, pero el nombre cambió a 3.er Ejército Mecanizado en 1947, antes de volver a 3.er Ejército de Choque en 1957-1958. El cuartel general estaba en Magdeburg, convenientemente cerca del IGB y justo al lado de la autopista E8, que habría sido el eje principal del avance del ejército hacia Alemania Occidental en caso de guerra.
El 8.º Ejército de la Guardia estaba ubicado en el sur y, dado que su función prevista lo llevaría principalmente a través del país de la infantería, constaba de una división de tanques y tres divisiones de fusileros motorizados. Su sede estaba en Nohra, 10 km al suroeste de Weimar.
El 20º Ejército de Guardias estaba ubicado justo al oeste de Berlín, efectivamente en la retaguardia del 3º Ejército de Choque. Consistía en tres divisiones de fusiles motorizados y no tenía una división de tanques integral. Su sede estaba en Eberswalde-Finow, a unos 40 km al noreste de Berlín.
El 1.er Ejército de Tanques de la Guardia era prácticamente idéntico al 3.er Ejército de Choque, con cuatro divisiones de tanques y una división de fusileros motorizados. Su sede estaba en Dresde, en la esquina sureste de la RDA.

GSFG también incluía considerablemente más unidades de apoyo (artillería, ingenieros, servicios de aviación, comunicaciones y logística) que otras organizaciones similares en las fuerzas armadas soviéticas. Así, por ejemplo, GSFG contó con el apoyo de la 34 División de Artillería de la Guardia, que era tres veces más grande que una división de artillería normal.

La naturaleza ofensiva de las misiones de guerra de GSFG fue subrayada por otros seis regimientos puente reforzados y seis batallones anfibios de cruce de ríos, cuya misión en tiempos de guerra era garantizar que los numerosos ríos de Alemania Occidental y Dinamarca se cruzaran rápidamente. También había dos regimientos de ingenieros de asalto, especialmente entrenados en tareas de limpieza urbana, cuyas misiones en tiempos de guerra habrían sido en ciudades como Braunschweig y Hannover y en el Ruhr. Dos regimientos de aviación estaban equipados con helicópteros de ataque Hind, que establecieron una reputación tan temible en Afganistán. También había ocho batallones spetsnaz para el empleo en las áreas de retaguardia de la OTAN y un regimiento aerotransportado integral, aunque GSFG tenía llamada prioritaria en una o más de las divisiones aerotransportadas en la URSS, que normalmente estaban bajo el control centralizado del Ministerio de Defensa.

La fuerza en tiempo de paz de GSFG ascendió a unos 380.000 hombres, con 7.000 tanques, 3.000 vehículos de combate de infantería, 300 helicópteros y una gran cantidad de artillería. Todos estaban tripulados en niveles de Categoría A, que generalmente superaban con creces el 90 por ciento de su cifra en tiempos de guerra.

Otras fuerzas soviéticas en el Frente Central

Situado en Polonia estaba el Grupo de Fuerzas del Norte Soviético (NGF), con su sede en Legnica. En tiempos de paz, sus tropas estaban formadas por dos divisiones de fusileros motorizados y un ejército aéreo. En la guerra, su posición a horcajadas sobre las líneas de comunicación con la patria habría sido absolutamente vital para el éxito de la ofensiva, y habría sido reforzada por unidades de la URSS.

El tercer elemento, además de GSFG y NGF, fue el Grupo Central de Fuerzas (CGF), que se formó en 1968, tras la invasión soviética de Checoslovaquia. El cuartel general estaba ubicado en Milovice, Checoslovaquia, a unos 30 km al noroeste de Hradec Králové, y después de una rápida acumulación en 1968-1971, el CGF estaba compuesto por dos divisiones de tanques y tres de fusiles motorizados.

Ejércitos no Soviéticos del Pacto de Varsovia


Checoslovaquia

Checoslovaquia tenía dos ejércitos: el 1. ° Ejército (checo) (que constaba de una división de tanques y tres de fusiles motorizados), con su cuartel general en Příbram, y el 4. ° Ejército (checo) (dos divisiones de tanques y dos de fusiles motorizados) en Písek. Cada uno de estos ejércitos checos tenía un componente de ingenieros más grande de lo normal, con una brigada de ingenieros, una brigada puente y una brigada de construcción en cada ejército, con más bajo control central. La fuerza total del ejército checoslovaco (1984) fue de 148 000, de los cuales aproximadamente 100 000 eran reclutas.

Alemania del Este

El Nationale Volksarmee (NVA) de la República Democrática Alemana fue considerado el más eficiente y el más leal de los ejércitos satélites, y desplegó dos ejércitos: el 3.er (NVA) Ejército, con sede en Leipzig, y el 5.º (NVA) Ejército en Neubrandenburg. Ambos consistían en una división de tanques y dos de fusileros motorizados, todas las cuales se mantuvieron en la categoría A (90-100 por ciento de efectivos) en tiempos de paz y estaban respaldadas por un sistema de movilización muy eficiente. La fuerza total en tiempos de paz del NVA era de unos 120.000 (1984), de los cuales 71.500 eran reclutas.

Polonia

Polonia proporcionó tres ejércitos, que en tiempos de paz tenían su base en cada uno de los tres distritos militares, y prácticamente todos estaban programados para quedar bajo el mando soviético directo en la guerra: Distrito militar de Silesia: un ejército de tres divisiones de tanques y dos de fusileros motorizados;
Distrito militar de Pomerania: un ejército de dos tanques y dos divisiones de fusiles motorizados;
Distrito Militar de Varsovia: un ejército de tres divisiones de fusileros motorizados pero sin divisiones de tanques.

La 6.ª Brigada Aerotransportada estaba estacionada en el Distrito Militar de Pomerania y la 7.ª Brigada de Desembarco en el Mar estaba estacionada en la costa del Báltico, desde donde habría participado en operaciones anfibias contra Dinamarca en guerra. El ejército polaco no tenía las brigadas de ingenieros especializados que se encuentran en los ejércitos checo y alemán oriental. La fuerza total del ejército polaco en 1984 era de 210.000, de los cuales 153.000 eran reclutas.

A diferencia de sus oponentes en la OTAN, donde las cosas en común cesaron a nivel de cuerpo, las fuerzas del Pacto de Varsovia no soviéticas estaban todas organizadas en líneas soviéticas y utilizaban principalmente equipos soviéticos, algunos de los cuales, como tanques, se fabricaban localmente bajo licencia. Sin embargo, el equipo no era exclusivamente soviético y Checoslovaquia, por ejemplo, producía vehículos blindados de transporte de personal y cañones autopropulsados ​​según sus propios diseños, algunos de los cuales también fueron utilizados por Polonia.

Fuerzas de paracaidistas del Pacto de Varsovia


Fuerzas aerotransportadas soviéticas

A lo largo de la Guerra Fría, los soviéticos mantuvieron, con mucho, las fuerzas aerotransportadas más grandes del mundo y, como en la mayoría de los ejércitos, disfrutaron de un estatus de élite, con equipo especial y uniformes especiales (incluida una boina azul cielo). Su importancia se acentuó aún más por el hecho de que no formaban parte de la cadena de mando normal del ejército, sino que estaban subordinados directamente al Ministerio de Defensa. Había siete divisiones aerotransportadas, todas las cuales se mantuvieron en la categoría A en tiempos de paz, cada una de las cuales constaba de tres regimientos aerotransportados, un regimiento de artillería y un batallón de defensa aérea, junto con comunicaciones, ingenieros y unidades logísticas, un total de unos 8.500 hombres. En la guerra, el Ministerio de Defensa les habría encargado directamente una misión estratégica importante o los habría asignado a un cuartel general inferior para operaciones específicas.

Las fuerzas aerotransportadas soviéticas estaban equipadas con una amplia gama de equipos ligeros, especialmente diseñados para el papel aerotransportado. Dichos artículos aerotransportados iban desde cañones autopropulsados ​​y vehículos de transporte de personal con orugas hasta sierras plegables livianas, y las tropas aerotransportadas siempre fueron las primeras en recibir nuevas armas estándar, como rifles de 5,56 mm.

Las unidades aerotransportadas soviéticas estaban especialmente destinadas a misiones desantnyy, un término ruso que denota operaciones en las áreas de retaguardia enemigas, llevadas a cabo en coordinación con los elementos avanzados de las tropas terrestres y con el objetivo de mantener el alto impulso y la continuidad de la ofensiva. Es casi seguro que tales misiones habrían incluido la tarea aerotransportada tradicional de apoderarse de terrenos o cruces vitales antes de los principales avances de las tropas terrestres, posiblemente como el movimiento inicial de una guerra en Europa occidental. Las misiones probables habrían incluido apoderarse de cabezas de puente a través de los principales ríos, como el Elba, el Weser y el Rin; capturar aeródromos avanzados; y atacar puntos de suministro nuclear, centros de comunicaciones y grandes concentraciones logísticas. Esto fue confirmado por el mariscal Sokolovskiy:

En la última guerra, las tropas aerotransportadas se utilizaron principalmente para apoyar a las tropas terrestres en la derrota de agrupaciones enemigas, mientras que ahora también deben realizar de forma independiente misiones tales como [la] captura y retención o destrucción de misiles nucleares, bases aéreas y navales, y otras objetivos importantes en lo más profundo de los teatros de operaciones militares.

Las tropas aerotransportadas tenían una organización flexible y estaban diseñadas para realizar operaciones en fuerzas de división, regimiento o batallón, según los requisitos. La táctica normal era que los exploradores formaran la primera oleada del asalto, llegando al área de batalla en paracaídas, con el objetivo de asegurar la zona de lanzamiento (DZ) y marcarla para la fuerza de asalto principal, que llegó después de un intervalo mínimo y cayó junto con su equipo pesado. En la mayoría de las operaciones más grandes, asegurar un aeródromo o crear una pista de aterrizaje habría sido una alta prioridad, para permitir que las tropas y el equipo pesado aterrizaran desde el aire en lugar de lanzarlos desde el aire. Las tácticas de las tropas aerotransportadas soviéticas siempre fueron muy agresivas, y tan pronto como hubo suficientes hombres disponibles, comenzaron una rápida expansión para unir las DZ entre sí.

Los aviones de ala fija fueron proporcionados por Voyenno-Transportnaya Aviatsiya (Aviación de Transporte Militar (VTA)), que comprendía unos 1.700 aviones, proporcionando suficiente sustentación para los elementos de asalto de dos divisiones aerotransportadas simultáneamente. Desde mediados de la década de 1970 en adelante, se utilizaron tres aviones básicos, siendo el más pequeño el Antonov An-12 de cuatro turbohélices (NATO = 'Cub'), que transportaba ochenta paracaidistas o una carga equivalente de equipo y era equivalente al Lockheed C- de la USAF. 130 Hércules. El segundo y más grande avión fue el Ilyushin Il-76 (NATO = 'Candid'), propulsado por cuatro turborreactores, que transportaba 150 paracaidistas. El más grande de todos fue el Antonov An-22 (NATO = 'Cock'), que era capaz de lanzar hombres o equipos desde el aire, aunque parece poco probable que esto se hubiera hecho en cualquier entorno que no fuera el más benigno. el avión dependiendo en cambio de la captura temprana de un aeródromo. El VTA se vio reforzado por más aviones de transporte de la aerolínea estatal soviética, Aeroflot, que estaban destinados a ser utilizados prácticamente de inmediato para operaciones de aterrizaje aéreo, aunque requerían largos preparativos antes de realizar lanzamientos en paracaídas.

El VTA participó en todos los ejercicios principales, pero también obtuvo una valiosa experiencia operativa en la realización de puentes aéreos a Praga en 1968, a Egipto y Siria durante la Guerra de Oriente Medio de 1973, a Etiopía en 1978 y en la invasión de Afganistán en 1979.

La doctrina aerotransportada soviética era que los objetivos deberían estar a un máximo de 400 km de la línea del frente para una operación de división y un máximo de 100 km para una operación de batallón. Se pretendía que el relevo de las tropas terrestres tuviera lugar entre dos y siete días después del desembarco, aunque la experiencia de todos los ejércitos en la Segunda Guerra Mundial sugirió que tal reunión rara vez se desarrollaba según lo planeado.

A menos que hubiera una expectativa razonable de sorpresa total, un asalto aerotransportado estaría precedido por intensas operaciones aéreas y de artillería para destruir las defensas aéreas enemigas a lo largo de la línea de la ruta propuesta. Después de eso, los transportes volarían a través del territorio amigo a una altura media antes de descender a un nivel bajo para cruzar la línea del frente para acercarse al área de asalto. La aeronave formó una corriente para el lanzamiento real, que se produjo a una altura de entre 400 y 1.000 my una velocidad de 330 km/h, con intervalos entre las olas. Las operaciones divisionales utilizaron entre cuatro y seis DZ, cada una de aproximadamente 4 km de largo y 3 km de ancho.

Otras fuerzas aerotransportadas del Pacto de Varsovia

Todos los demás países del Pacto de Varsovia mantuvieron una capacidad de paracaidismo: Alemania Oriental, Polonia y Rumania tenían cada uno una fuerza del tamaño de una brigada; Bulgaria y Checoslovaquia un regimiento; mientras que Hungría tenía un batallón. Todos estaban organizados según las líneas soviéticas y utilizaban equipos, métodos y tácticas soviéticos.

Conclusión

Según la evaluación de la OTAN de 1984,2 la Región Central (y la parte sur de la Región Norte) se enfrentaba a unas noventa y cinco divisiones de los ejércitos soviético, alemán oriental, polaco y checoslovaco. De ellos, unas sesenta y una divisiones (16.620 tanques y 10.270 piezas de artillería y morteros pesados) se desplegaron en las áreas de avanzada o se mantuvieron en un alto estado de preparación y podrían haber atacado a los pocos días de la movilización. También había siete divisiones aerotransportadas y dos aeromóviles, con base en la URSS, a las que se les podrían haber asignado misiones específicas dentro de la Región Central, y una fuerza anfibia del tamaño de una división en el Báltico. Estaban armados con algunos de los mejores equipos del mundo, y los tres ejércitos soviéticos de avanzada estaban posicionados mucho más cerca del IGB que sus oponentes. lo que se suma al temor de la Alianza de un 'relámpago inesperado'. Pero nunca atacaron.

miércoles, 5 de febrero de 2025

Organización militar: Composición de un orden de batalla

Organización militar





La estructura y composición de los agrupamientos militares se enseña como parte de la "Organización Militar" o "Orden de Batalla" en los programas de formación militar. Esta temática está relacionada con la doctrina militar y se aborda dentro de materias como Táctica General, Doctrina Operacional, o Principios de Comando y Control. Técnicamente, esta relación entre agrupamientos y su integración jerárquica se denomina "Estructura de Fuerza" o "Escalamiento de Unidades", y puede incluir conceptos como:

  1. Principio de Escalamiento: Explica cómo los agrupamientos inferiores se integran en superiores para formar estructuras jerárquicas. Cada nivel tiene un propósito táctico, operacional o estratégico.

  2. Cadena de Mando: Establece quién ejerce autoridad y supervisión en cada nivel de la estructura. Esto incluye roles específicos como comandante de pelotón, jefe de compañía, y comandante de batallón.

  3. Orden de Batalla (ORBAT): Detalla cómo las unidades están organizadas en una operación, indicando cuántos y qué tipos de agrupamientos forman parte de cada escalón.

  4. Teoría de la Unidad Táctica: Describe cómo cada nivel de organización tiene funciones específicas dentro del espectro operacional, desde unidades básicas (escuadras) hasta niveles estratégicos (cuerpos de ejército).

En las academias militares, esta información se enseña mediante esquemas, diagramas y simulaciones prácticas que muestran cómo las unidades operan juntas en el campo de batalla. A los cadetes se les entrena para comprender no solo las cantidades y composiciones, sino también los roles y capacidades de cada nivel, destacando la importancia de la unidad, mando y función en operaciones militares.

La tabla detalla los principales agrupamientos militares junto con el número aproximado de miembros, los máximos jefes de cada uno y la distribución típica de oficiales, suboficiales y soldados. Estos datos son aproximados y pueden variar según el país y la organización militar.

AgrupamientoCantidad de MiembrosMáximo JefeOficialesSuboficialesSoldados
Escuadra9-13Sargento o Cabo0-11-28-10
Pelotón20-50Teniente o Subteniente1-23-515-40
Sección2-3 Pelotones (40-150)Teniente o Capitán2-55-1530-130
Compañía100-250Capitán o Mayor3-610-2580-220
Batallón300-1,000Teniente Coronel20-5050-150230-800
Regimiento1,000-3,000Coronel50-150150-300800-2,500
Brigada3,000-5,000General de Brigada100-200300-5002.600-4.300
División10,000-15,000General de División200-4001.000-1.5008.500-13.000
Cuerpo de Ejército20,000-50,000General de Cuerpo de Ejército500-8002.000-4.00017.500-45.000
Ejército de Campo50,000-100,000+General de Ejército800+5.000+44.000+

Detalles:

  • Oficiales: Incluyen los líderes en entrenamiento y supervisión táctica y estratégica. Pueden ser tenientes, capitanes, mayores, coroneles o generales según el nivel del agrupamiento.
  • Suboficiales: Cumplen funciones de liderazgo operativo y supervisión de tropas. Pueden ser sargentos, cabos o similares.
  • Soldados: Constituyen la base de las tropas, encargados de ejecutar las órdenes y participar directamente en operaciones militares.

Composición interna

La tabla muestra cómo los agrupamientos militares están estructurados y en qué cantidad conforman la unidad superior:

Agrupamiento SuperiorCantidad de Agrupamientos InferioresTipo de Agrupamiento Inferior
Pelotón2-3Escuadras
Sección2-3Pelotones
Compañía3-4Secciones
Batallón3-5Compañías
Regimiento2-5Batallones
Brigada3-5Regimientos o Batallones
División2-4Brigadas
Cuerpo de Ejército2-5Divisiones
Ejército de Campo2-4Cuerpos de Ejército

Detalles:

  1. Pelotón: Es la unidad básica compuesta por escuadras, donde cada escuadra está formada por soldados que realizan tareas específicas bajo la dirección de un sargento.
  2. Sección: Conformada por varios pelotones, proporciona una mayor capacidad táctica y se lidera por un oficial.
  3. Compañía: Estructura que agrupa secciones, con capacidad operativa independiente en operaciones menores.
  4. Batallón: Compuesto por varias compañías, representa una unidad con capacidad de realizar operaciones tácticas independientes.
  5. Regimiento: Conjunto de batallones que pueden actuar como una fuerza operativa autosuficiente.
  6. Brigada: Unidad con múltiples regimientos o batallones que opera en el nivel estratégico-táctico.
  7. División: Agrupa varias brigadas y es capaz de operar como un cuerpo conjunto en grandes operaciones.
  8. Cuerpo de Ejército: Integra divisiones completas para operaciones de gran escala.
  9. Ejército de Campo: Agrupa cuerpos de ejército bajo un mando único para campañas estratégicas.

Esta estructura puede variar dependiendo de las doctrinas y organizaciones específicas de cada fuerza armada, pero proporciona una visión general de cómo se relacionan las unidades entre sí.

viernes, 31 de enero de 2025

Estrategia de la defensa aérea: Presente y futuro de Polonia

Estado y perspectivas de la defensa aérea polaca





Sistema de misiles antiaéreos "Kub" del ejército polaco. Foto Wikimedia Commons

Una de las principales misiones de las Fuerzas Armadas de Polonia es la defensa del país contra ataques aéreos. Para ello, cuentan con numerosas unidades y subdivisiones especializadas en la defensa aérea de tropas y objetivos estratégicos. Sin embargo, gran parte de su equipamiento sigue siendo heredado de la era soviética, lo que impone ciertas limitaciones operativas. Por este motivo, se han impulsado diversos programas de modernización en esta rama del ejército.

Organización de la defensa aérea

Al igual que en otros ejércitos modernos, la defensa aérea polaca se divide en dos áreas principales: la defensa de tropas y la defensa de instalaciones estratégicas.

Las unidades de cada una de estas ramas tienen misiones distintas, lo que define su estructura, equipamiento y tácticas.

La defensa aérea de instalaciones está equipada con sistemas de misiles antiaéreos, tanto fijos como móviles, diseñados para la protección prolongada de áreas y objetivos clave.

Por su parte, las unidades de defensa aérea de tropas cuentan con armamento autopropulsado o portátil, utilizado para proteger a las fuerzas en movimiento.

La defensa aérea territorial está organizada en estrecha relación con la Fuerza Aérea y está representada por una brigada de misiles antiaéreos. Actualmente, la 3.ª Brigada de Misiles Antiaéreos está conformada por siete "escuadrones" (divisiones), numerados del 32 al 38.

Estas unidades están desplegadas en todo el territorio polaco y tienen la misión de proteger las principales direcciones estratégicas del país.



Los sistemas polacos Osa en un desfile. Foto Wikimedia Commons

Las Fuerzas de Defensa Aérea de Polonia están compuestas por tres regimientos antiaéreos, cada uno con divisiones equipadas con distintos sistemas de armamento. Estos regimientos forman parte de las principales divisiones de las fuerzas terrestres y sus baterías están destinadas a proporcionar cobertura a las unidades de armas combinadas.

Además, algunas tareas de defensa aérea son responsabilidad de las propias tropas. En este sentido, la infantería está equipada con sistemas portátiles de misiles antiaéreos (MANPADS) de diferentes modelos.

Herencia soviética

El período de mayor desarrollo de la defensa aérea polaca tuvo lugar durante la Guerra Fría, cuando el país recibió en grandes cantidades equipos y armamento de fabricación soviética. Durante décadas, no se hicieron intentos serios por desarrollar sistemas propios ni por diversificar los proveedores.

A finales de los años '80 y principios de los '90, con la disolución de la URSS, el suministro de sistemas SAM (Surface-to-Air Missile) soviéticos se interrumpió. Como resultado, Polonia se vio obligada a postergar sus planes de modernización y a mantener en servicio modelos ya envejecidos, muchos de los cuales aún siguen en uso a pesar de sus limitaciones operativas.

El sistema más común dentro de la defensa aérea polaca sigue siendo el soviético S-125. Adquirido en los años '70, este sistema se ha vuelto completamente obsoleto con el tiempo. A finales de los '90, se llevó a cabo una modernización local bajo el proyecto Newa-CS, en el que se actualizó parte de la electrónica, se implementaron mejoras y se convirtió en un sistema autopropulsado. Actualmente, las fuerzas polacas cuentan con hasta 12 divisiones equipadas con el S-125.

La defensa aérea del ejército también sigue dependiendo de equipos soviéticos. A principios de 2024, Polonia operaba alrededor de 20 sistemas de misiles antiaéreos de corto alcance Kub y al menos 60 unidades del Osa-AK.

Además, las fuerzas terrestres disponen de una gran cantidad de misiles antiaéreos portátiles (MANPADS), muchos de ellos suministrados por la URSS en décadas pasadas.




MANPADS Piorun modernos. Foto de Defense24.com

Los misiles de pequeño calibre ocupan un lugar destacado en los sistemas de artillería de defensa aérea de Polonia. Desde la época de la URSS y el Pacto de Varsovia, los cañones ZU-23 de 23 mm han estado en servicio en versiones tanto autopropulsadas como remolcadas. En los últimos años, algunas de estas piezas han sido modernizadas con la incorporación de nuevos sistemas de detección y control.

Programa de actualización

Según la información disponible, la siguiente etapa de modernización de la defensa aérea —tanto militar como estratégica— estaba prevista para finales de los años '80 y principios de los '90. En aquel momento, Polonia tenía la intención de adquirir nuevos sistemas de defensa antiaérea de la URSS, con el objetivo de reemplazar los ya obsoletos S-125 y S-200.

Sin embargo, la disolución del Pacto de Varsovia y el cambio de gobierno en Polonia llevaron a una reducción drástica de la cooperación militar con la URSS y, posteriormente, con Rusia.

Como resultado, la compra de nuevos sistemas se volvió inviable. Inicialmente, se intentó mitigar el problema con modernizaciones locales de los equipos existentes, logrando ciertos avances durante la década del '90. Sin embargo, a largo plazo, resultó evidente que era imprescindible adquirir sistemas y misiles antiaéreos completamente nuevos.

En 2012, tras varios años de análisis y desarrollo, el Ministerio de Defensa de Polonia presentó un plan de modernización de la defensa aérea para el período 2013-2022.

Según este documento, se propuso el desarrollo e incorporación de tres nuevos sistemas antiaéreos:

  • Para la defensa aérea del ejército, se diseñó el sistema portátil Piorun, destinado a su uso tanto de forma independiente como integrado en el sistema Poprad.
  • Para la defensa de corto alcance, se desarrolló el complejo de misiles y artillería Pilica.
  • Para la defensa de corto y mediano alcance, se establecieron los sistemas Narew y Wisła, respectivamente, con el objetivo de fortalecer la capacidad de respuesta frente a amenazas aéreas más sofisticadas.


Complejos Poprad con misiles Piorun. Foto PGZ

Los proyectos Pilica, Poprad y Narew han superado con éxito la fase de desarrollo y han entrado en producción en serie. Hasta el momento, la industria polaca ha logrado suministrar al ejército una cantidad significativa de estos sistemas y continúa con su fabricación. Se espera que en los próximos años estas nuevas incorporaciones cubran por completo las necesidades de defensa aérea del ejército, permitiendo así el retiro definitivo del equipamiento de origen soviético.

Asistencia extranjera

Dada la capacidad limitada de su industria nacional, el Ministerio de Defensa de Polonia recurrió a su principal socio extranjero, Estados Unidos, en busca de apoyo. En 2017-2018, tras llevar a cabo los estudios pertinentes y completar los procedimientos administrativos necesarios, se tomó la decisión de adquirir el sistema de defensa aérea estadounidense Patriot en su versión PAC-3+.

El primer contrato para la compra de estos sistemas se firmó en marzo de 2018. Según este acuerdo, Polonia recibiría dos baterías completas del sistema Patriot por un total de 4.750 millones de dólares. Sin embargo, la primera batería no llegó al país hasta finales de 2022.

En septiembre de 2023, se firmó un segundo contrato para la adquisición de seis baterías adicionales. Este acuerdo contempla el suministro de 12 radares, 48 lanzadores y 644 misiles guiados, además de la organización de programas de formación, mantenimiento y otros servicios relacionados. No obstante, las entregas de estos equipos están programadas para la segunda mitad de la década actual.

Composición mixta

Actualmente, la defensa aérea polaca mantiene una configuración heterogénea que afecta directamente su capacidad operativa. En las unidades de combate coexisten sistemas de defensa aérea de origen soviético y modelos de la OTAN, fabricados en distintas épocas y con niveles tecnológicos dispares.

Esta combinación de equipos antiguos y modernos plantea desafíos en términos de interoperabilidad, logística y mantenimiento, pero también representa una fase de transición hacia una estructura completamente integrada dentro de los estándares de la Alianza Atlántica.




ZRAK Pilica en el campo de entrenamiento. Foto PGZ

Los líderes militares y políticos de Polonia son conscientes de la complejidad de la situación actual y están trabajando para mejorarla. Se están diseñando planes para el desarrollo de la defensa aérea tanto de las fuerzas terrestres como de instalaciones estratégicas, y se han implementado medidas concretas. Algunas de estas acciones ya han dado resultados positivos, y se esperan nuevos avances en el futuro.

Según los planes actuales del Ministerio de Defensa polaco, la industria nacional continuará produciendo sistemas de defensa aérea modernos de diseño propio. Estos sistemas serán suministrados progresivamente a las unidades de combate, reemplazando gradualmente los equipos de fabricación soviética que aún permanecen en servicio.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, por el momento, la industria polaca solo es capaz de producir sistemas antiaéreos relativamente sencillos, con capacidades técnicas limitadas. Para complementar estas capacidades, el país ha optado por la adquisición de sistemas más avanzados en el extranjero. En este sentido, en los últimos años se han firmado contratos para la compra de los sistemas de defensa aérea Patriot a Estados Unidos.

El destino de los sistemas más antiguos

El futuro de los sistemas heredados de la era soviética, como el S-125 o el Kub, ya está definido. Continuarán en servicio durante los próximos años y recibirán mantenimiento en caso de ser necesario. Sin embargo, no está previsto realizar nuevas modernizaciones para extender su vida útil o mejorar su rendimiento, dado que su actualización ya no resulta conveniente ni viable.

A medida que lleguen nuevos equipos, los antiguos sistemas Kub y Osa serán retirados. Lo que sucederá con ellos aún no está claro. En el pasado, el armamento desmantelado se enviaba a almacenamiento o se procedía a su eliminación.

Sin embargo, dado el actual contexto político-militar, no se descarta la posibilidad de que Polonia transfiera estos sistemas a Ucrania para reforzar su defensa aérea.



Lanzador Patriot PAC 3+ SAM/Fotografía del Departamento de Defensa de EE. UU.

Planes y realidad

El actual programa de modernización de la defensa aérea es un elemento clave para las Fuerzas Armadas polacas. Si los planes aprobados se ejecutan dentro de los plazos establecidos, la capacidad de combate de las unidades antiaéreas aumentará considerablemente, lo que fortalecerá la protección de otras unidades e infraestructuras estratégicas. Además, la incorporación de nuevos sistemas permitirá optimizar el funcionamiento de los misiles antiaéreos (SAM) y reducir los costos operativos.

Sin embargo, el proceso de modernización enfrenta diversos desafíos y obstáculos. Dependiendo de su magnitud e impacto, estos problemas podrían provocar desde pequeños ajustes en los cronogramas hasta la cancelación de proyectos completos.

Uno de los principales riesgos es el alto costo de los nuevos sistemas. La defensa aérea polaca necesita una gran cantidad de equipos, y estos no son precisamente económicos. Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa tiene planes de adquisiciones masivas en otras áreas clave, como tanques y lanzacohetes múltiples (MLRS), lo que representa una inversión de decenas de miles de millones de dólares. La gran incógnita es si la economía polaca podrá sostener simultáneamente todos estos proyectos.

Otro aspecto a considerar es la efectividad de las nuevas incorporaciones. Aunque Polonia ha apostado por el desarrollo de sistemas nacionales, no está claro si estos cumplen con los requisitos modernos de la guerra aérea. Además, la evolución de las amenazas en el campo de batalla ha cambiado significativamente en los últimos años, lo que plantea dudas sobre la capacidad de sistemas como Poprad o Pilica para hacer frente a los desafíos actuales.

Un desafío en evolución

Polonia es consciente de sus debilidades en materia de defensa aérea y ha comenzado a tomar medidas para solucionarlas. Sin embargo, esta ha sido una de las ramas más descuidadas de sus fuerzas armadas durante años, y su recuperación exige cada vez más atención y recursos.

El tiempo dirá si el país logrará revertir esta situación y cumplir con todos sus objetivos en materia de defensa aérea.