viernes, 16 de mayo de 2025

Crisis del Beagle: El incidente del Jet Ranger y el Alouette (versión chilena)

Las persecuciones que pudieron desatar la guerra en el Canal de Beagle

Bastián Díaz || La Tercera


  • Los episodios bélicos, relatados por el diario La Nación, dan cuenta de un par de acciones que podrían haber significado el enfrentamiento directo entre helicópteros chilenos y argentinos.


Un testimonio publicado por el diario La Nación da cuenta de un momento crítico en la historia de la relación entre Chile y Argentina. Se trata de una persecución entre helicópteros, y dos casi coaliciones entre naves rivales, en medio del conflicto por las islas en el Canal de Beagle.

Corría septiembre de 1980, y el conflicto del Beagle estaba en pausa: ya hace un año que, a través de la “mediación papal”, Santiago y Buenos Aires se comprometieron a no hacer uso de la fuerza para solucionar la disputa, a través del Acta de Montevideo. Así, se había vuelto a un statu quo militar anterior a 1977, en espera de la resolución definitiva del caso.

“Sin embargo, mientras el cardenal Antonio Samoré negociaba con las partes, las dos Armadas pretendieron mantener el control de la zona en conflicto. Tanto la Argentina como Chile patrullaban cada día las islas Picton, Lennox y Nueva, las más importantes joyas en disputa, además de otros islotes en los canales fueguinos”, señala el diario transandino.



El día clave de estos episodios es el 15 de septiembre de 1980, cuando entre patrullajes y desconfianza, marinos argentinos y chilenos se encontraron frente a frente en zona de conflicto. El testimonio de sus protagonistas, aviadores argentinos, retrata el evento. “Miguel Fajre, joven aviador naval argentino con el grado de teniente de corbeta, pilotea un pequeño helicóptero Alouette SA 316B de combate construido en Francia. Patrulla en solitario los canales fueguinos. Despegó desde la cubierta del Crucero ARA General Belgrano en un vuelo de rutina. Va maravillado por el paisaje austral”, relata el medio argentino.

A pesar de que normalmente ese helicóptero tiene capacidad para varias armas, esta vez vuela desprovisto de armamento, fungiendo como “spotter”, la nave que observa para el Crucero General Belgrano. Junto a él lo acompaña el cabo Rubén Cirillo, que cumple como mecánico de la nave. Ahí, reciben una orden desde el Belgrano: ir a la Isla Gable. Camino al objetivo, observa cuatro lanchas torpederas chilenas rodeando la costa en dirección al Crucero. Informando de esas cuatro lanchas al capitán del Belgrano, este último le da una sola orden: “intercéptelas”.

El diario La Nación apunta: “El Alouette inicia su vuelo táctico de combate y alcanza a las lanchas torpederas chilenas. Primero las sobrevuela a baja altura y luego se sitúa detrás de ellas. Los navíos chilenos mantienen su curso navegando en columna directo al islote Snipe, que se encuentra a doce kilómetros de distancia”.

Las lanchas siguen siguiendo al Belgrano, y Fajre recibe otra alerta: un helicóptero perteneciente a la Aviación Naval chilena, un Bell Jet Ranger, se aproxima al crucero para simular un ataque. Fajre “no duda en romper su vuelo e iniciar la persecución sobre el helicóptero naval chileno”, apunta el medio. Así, se aproxima al vehículo chileno y pasa por delante “con riesgo de colisión”, forzando al chileno a evadir al Alouette. “Esta vez, ensaya una arriesgada maniobra: vuela de frente hacia su contrincante, a la misma altura y con rumbo de colisión. El helicóptero trasandino (chileno) lo imita, los dos pilotos sostienen sus comandos, pero a último momento, ante la inminente tragedia, el chileno rompe su trayectoria”, indica La Nación.

Ahí, Fajre pasa a otro espacio, y arriesgándose hace un giro violento para continuar la persecución, forzando al helicóptero chileno a alejarse. Luego de la maniobra, se comunica con el crucero y le indica que el helicóptero enemigo no portaba armamento y tomaba rumbo a territorio chileno.



Pero esto no es todo, porque un rato después otra llamada desde el Crucero General Belgrano alerta a Fajre de un nuevo helicóptero, otro Bell Jet Ranger chileno, volando rumbo a la nave. “Esta vez Fajre no espera para sorprenderlo y, como hace instantes, se muestra de frente y vuela hacia el Bell Jet Ranger con rumbo de colisión, a su misma altura. Si ninguno de los dos helicópteros rompe su línea de vuelo, chocarán en el aire, se destruirán las dos naves y morirán todos sus tripulantes”, señala La Nación.

El mismo protagonista, el entonces teniente de corbeta Miguel Fajre, contó al diario argentino: “El cabo principal Rubén Cirillo, conmocionado por lo que nos tocaba vivir, observaba la escena atento a mis indicaciones. Me aproximé desde 900 metros de frente al otro helicóptero achicando distancias, 800, 700, 600, 500, 400, 300 metros... y no le iba a aflojar nunca. Cien metros antes de una colisión segura, el Bell Jet Ranger rompió su línea de vuelo y viró hacia la derecha con rumbo sur. Yo realicé un viraje cerrado y comencé a perseguirlo”. En ese entretanto, desde la lancha argentina Indómita observan lo que ocurre en el aire y no dudan de retratar la acción con una foto, en la que se ve al Alouette volando a cuarenta metros de distancia del vehículo chileno, y forzándolo a retirarse.



Para terminar el día, una última acción casi retoma el problema. “A continuación, el Alouette toma rumbo hacia el Crucero Belgrano. Fajre observa a los dos helicópteros Bell Jet Ranger agruparse, uno detrás del otro, manteniendo una distancia de cien metros entre sí, en la lejanía. Las siluetas aumentan y se da cuenta que regresan con rumbo al crucero, todo parece que va a comenzar de nuevo…”, apunta el diario, antes de señalar que, a casi dos kilómetros de distancia, terminan cambiando su rumbo al sur: “Han pasado quince minutos interminables, una eternidad”.

En el diario argentino concluyen así: “Es el final de un episodio que en su momento no tuvo mayor trascendencia pero que bien podría haber desatado la guerra entre la Argentina y Chile”.

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jueves, 15 de mayo de 2025

Tanque anfibio: El PT-76 en India, Egipto y muchos escenarios más

La caballería blindada india avanzó—y nadó—hasta Bangladesh

Tanques anfibios ayudaron a las tropas indias a librar una guerra relámpago en una tierra llena de ríos
por Sébastien Roblin || Trench Art

Este es el segundo artículo de una serie de dos partes sobre el tanque anfibio PT-76.

A fines de los años 60, el PT-76 soviético, de blindaje liviano, fue una sorpresa para las tropas estadounidenses en Vietnam. A mil kilómetros al oeste, ese mismo tanque iba a jugar un rol en el destino de lo que entonces era Pakistán Oriental—hoy Bangladés.

Para el otoño de 1971, el ejército indio ya estaba asistiendo activamente a la insurgencia del Mukti Bahini, que se había alzado en armas tras una brutal represión por parte de Pakistán Occidental en marzo. El gobierno de Indira Gandhi esperaba que estallara una guerra a gran escala, y necesitaba una forma de dar apoyo blindado a sus tropas, a pesar de los numerosos ríos del delta del Ganges que bloqueaban el paso.

Por eso, el ejército indio concentró sus dos regimientos de PT-76 en la zona—el Regimiento de Caballería 45 y el Regimiento Blindado 69, además de dos escuadrones independientes, el 1.º y el 5.º. Enfrente tenían cinco escuadrones pakistaníes de tanques livianos M24 Chaffee (66 en total) y tres pelotones de PT-76, algunos capturados a la India en la guerra de 1965.

Antes de que se declararan oficialmente las hostilidades, el 21 de noviembre el ejército indio infiltró a 800 soldados del Batallón Punjab 14 cruzando la frontera cerca del caserío de Garibpur, para asegurar una carretera clave que llevaba a Jessore. Catorce PT-76 del Escuadrón C de la Caballería 45 los apoyaban.

El ejército pakistaní estaba al tanto de la presencia india, y contraatacó a la mañana siguiente con una brigada completa de 2.000 soldados, respaldados por decenas de tanques M24 Chaffee. Este era un tanque liviano de la Segunda Guerra Mundial, armado con un cañón de 75 mm—el mismo que usaba el Sherman—y con blindaje delgado, de no más de 38 mm.

Por una vez, los PT-76 enfrentaban a un enemigo blindado en condiciones relativamente parejas. Sin embargo, los pakistaníes superaban en número a los indios tres a uno.


Tropas indias posan al lado de un tanque M24 pakistaní dejado fuera de combate en la batalla de Garibpur. Esta foto fue enviada a la prensa occidental. Indian Army photo

Pero en la guerra, el factor sorpresa lo es todo. Por suerte para los indios, sus tanquistas anticiparon el ataque: escondieron sus vehículos en posición de emboscada y montaron rifles sin retroceso antitanques. Cuando los tanques pakistaníes avanzaron entre la niebla espesa de la madrugada, las tripulaciones indias corrieron a sus vehículos bajo el mando del Mayor D.S. “Chiefy” Narag.

Los M24 sólo se hicieron visibles a distancias de 30 o 50 metros. Los PT-76 abrieron fuego, destruyendo 10 Chaffees en una intensa batalla de 30 minutos. Los tanques pakistaníes apenas lograban divisar al enemigo en medio de la niebla.

Narag destruyó personalmente dos tanques antes de morir por una ráfaga de ametralladora. Más tarde, los indios repelieron un segundo ataque de un pelotón de M24.

Cuando la niebla se disipó por la tarde, el escuadrón indio había destruido o capturado 14 Chaffees, con la pérdida de seis de sus tanques anfibios. La infantería india, junto con sus armas sin retroceso, causó más bajas y obligó a los pakistaníes a retirarse.

Aviones de combate F-86 Sabre de Pakistán bajaron a dar apoyo aéreo, pero cazas Gnat indios los interceptaron a las 15:00 hs, derribando dos y dañando un tercero.

La victoria del grupo indio, pese a estar en desventaja numérica, levantó la moral antes de que la guerra se declarara formalmente. Las hostilidades comenzaron con fuerza tras un fallido ataque preventivo pakistaní el 3 de diciembre de 1971. El ejército indio cruzó la frontera de Pakistán Oriental con apoyo de guerrilleros del Mukti Bahini.

El ejército pakistaní estaba atrincherado en una ciudad fortificada tras otra, separadas por grandes ríos que dificultaban el avance de tanques y artillería pesada. Sin embargo, la India apostó por una campaña tipo Blitzkrieg, con avances rápidos para rodear y aislar las defensas pakistaníes, usando helicópteros Mi-4 y tanques PT-76 para cruzar los grandes ríos.


PT-76s del Ejército Indio con pelotones de infantería montados encima. Foto via Indian military forums

No todas las operaciones anfibias salieron bien. Los tanques del 5.º Escuadrón se empantanaron varias veces y se atrasaron. El 12 de diciembre, intentaron vadear el río Meghna, pero los sellos del casco resultaron defectuosos, y tuvieron que buscar un camino terrestre.

Además, los vehículos, de blindaje liviano, sufrieron pérdidas ante rifles sin retroceso pakistaníes de 106 mm, incluso cuando los ataques eran exitosos.

En otros frentes, los tanques anfibios demostraron su utilidad. Cuando las tropas indias quedaron frenadas en Gobindganj por un batallón pakistaní con tanques y artillería, el Batallón 63 ejecutó una maniobra de flanqueo cruzando 55 km de ríos y terrenos pantanosos.

Sobre los PT-76 viajaban escuadrones de 12 Gurkhas nepaleses, famosos por su combate cuerpo a cuerpo con cuchillos kukri. Tomaron la ciudad por sorpresa, destruyeron un Chaffee, capturaron una batería de obuses de 105 mm y un escuadrón separado de PT-76 cortó la retirada enemiga, capturando a los que huían.

Antes, el 1.º Escuadrón había expulsado a una tenaz compañía pakistaní de infantería de Mian Bazar el 4 de diciembre, perdiendo cuatro tanques. El 9 de diciembre, el mismo escuadrón asaltó los muelles de Chandpur, también con Gurkhas a bordo, y se topó con tres lanchas artilladas pakistaníes en el río Meghna.

Los tanques hundieron las tres en un intenso tiroteo, rescatando a 180 sobrevivientes de los 540 a bordo.

Dos días después, se encontraron con otra lancha y la destrozaron con 54 proyectiles de 76 mm, hasta que encalló. Luego, los tanques cruzaron el río una y otra vez con tropas y equipo, aunque sus motores a veces se recalentaban y necesitaban ser remolcados por botes civiles.

El 9 de diciembre, los tanques pakistaníes se cobraron venganza en Kushtia, emboscando al Escuadrón A de la Caballería 45. El Mayor Sher Ur Rahman posicionó sus dos pelotones de M24 con infantería en una zona elevada rodeada de campo abierto.

Seis PT-76 indios y un batallón de infantería Rajput 22 cayeron en la trampa. Un tanque fue destruido en la primera ráfaga. Cuatro más resistieron, destruyeron un M24 y luego fueron eliminados. El vehículo líder escapó a toda velocidad, sembrando el pánico en la infantería.

La India tardó dos días en organizar un asalto total a Kushtia... sólo para descubrir que los defensores se habían retirado en silencio.

La Caballería 45 volvió a la acción pronto, nadando por el río Bhairab para tomar el ferry de Syamganj, capturando 3.700 soldados en fuga. El Escuadrón A volvió a mojarse el 14 de diciembre, cruzando el río Madhmuti con infantería encima para tomar el ferry de Kumarkhali, capturando 393 prisioneros más.

Dos días después, el comandante de las fuerzas pakistaníes en el este se rindió en Dacca, dando nacimiento al nuevo estado de Bangladés. El ejército indio había avanzado con velocidad asombrosa por los ríos del delta del Ganges, con el PT-76 como pieza clave del éxito.

Estos tanques livianos sufrieron pérdidas considerables—una fuente habla de 30 destruidos o dañados—y no siempre fueron fiables. Pero flanqueando con agresividad, cortando retiradas enemigas y trabajando codo a codo con infantería, los tanquistas indios sacaron buen provecho de sus vehículos livianos.


PT-76 egipcio capturado en el Museo de Yad-la Shiryon en Israel. Note el rompeolas desplegado. Bukvoed photo via Wikimedia

Cruzando el canal de Suez—en ambas direcciones

Siria y Egipto también usaron PT-76 en sus guerras contra Israel, y Egipto perdió 29 de ellos frente a tanques israelíes durante la Guerra de los Seis Días. Pero El Cairo volvió a invertir en estos tanques anfibios porque tenía un rol específico en mente para ellos: participar en el cruce épico del canal de Suez, que separaba la fuertemente fortificada frontera entre Egipto e Israel en el ataque inicial de la Guerra de Yom Kipur.

Sin embargo, en la práctica, el PT-76 ocupó un papel modesto durante el cruce de 90.000 soldados egipcios y casi 1.000 tanques. Después de un intenso bombardeo de artillería egipcio, el 6 de octubre de 1973 a las 14:00 hs, 20 PT-76 de la Brigada de Infantería de Marina 130 cruzaron a nado el Gran Lago Amargo (Great Bitter Lake), escoltando a mil infantes de marina montados en transportes blindados anfibios BTR-50.

El ejército israelí no había construido fortificaciones ni rampas de arena en la orilla opuesta del lago, así que los marines egipcios cruzaron sin oposición antes de las 14:40, y comenzaron a limpiar los campos minados cercanos. Dos horas después, repelieron un contraataque de una compañía blindada israelí, destruyendo dos tanques y tres vehículos blindados de transporte con la ayuda de misiles antitanque Sagger.

La brigada mecanizada luego llevó a cabo ataques relámpago contra la base aérea israelí de Bir El Thamada y estaciones de radar cercanas.

El Batallón de Infantería de Marina 603 se separó después para capturar y mantener el Fuerte Putzer, tomando la posición (que estaba desocupada) el 9 de octubre y defendiéndola hasta el final de la guerra a pesar de repetidos contraataques. Mientras tanto, el Batallón 602 avanzó hacia el este, donde tuvo la mala suerte de toparse de noche con un batallón de 35 tanques Patton israelíes sobre la carretera de Artillería.

Ese combate nocturno no salió bien para los 10 PT-76 del batallón, que quedaron cegados por los reflectores de xenón de los Patton. Los tanques israelíes devastaron a la unidad egipcia, obligando a los sobrevivientes a replegarse a sus líneas.

Pero la historia del PT-76 y el canal de Suez no termina ahí.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían capturado dos docenas de PT-76 durante la Guerra de los Seis Días, y los reacondicionaron con motores y ametralladoras de fabricación estadounidense. Se sabe que varios de estos tanques se usaron en la Operación Raviv en 1969, una incursión anfibia relámpago con vehículos capturados contra radares egipcios y sitios de misiles antiaéreos sobre el canal de Suez, durante la Guerra de Desgaste.

Una semana después del cruce egipcio en 1973, las FDI ya habían estabilizado la línea del frente en el canal, pero seguían enfrentando al grueso del Tercer Ejército egipcio del lado israelí. En vez de atacarlo de frente, el General Ariel Sharon flanqueó sus posiciones, forzando una ofensiva blindada que cruzó de vuelta hacia el lado egipcio del canal.

El 14 de octubre, siete PT-76 israelíes y ocho BTR-50 anfibios de la 14.ª Brigada Blindada cruzaron el canal a nado. Una vez del otro lado, empezaron a destruir instalaciones egipcias de apoyo, volando bases logísticas, radares y sitios de misiles antiaéreos poco defendidos, permitiendo que la aviación israelí operara con libertad total.

Un informe de la CIA incluso menciona que los tanques llevaban conductores de habla árabe y marcas egipcias falsas para sembrar confusión detrás de las líneas enemigas.

Luego se les unieron muchos tanques israelíes pesados, que cruzaron en pontones y puentes capturados. Estas fuerzas rodearon al Tercer Ejército egipcio en las semanas siguientes, lo que llevó a Estados Unidos a imponer un alto el fuego que puso fin a la guerra el 25 de octubre.

Conflictos posteriores

El PT-76 participó en numerosos conflictos más. Durante más de medio siglo, el ejército de Indonesia lo usó para invadir Timor Oriental, patrullar contra separatistas de Banda Aceh y reprimir disturbios en la isla de Ambón.

En Angola, los PT-76 combatieron contra vehículos blindados Ratel sudafricanos durante la guerra civil. En Irak, los tanques anfibios lucharon durante la guerra Irán-Irak y fueron bombardeados por fuerzas estadounidenses en 1991 y 2003.

Durante las guerras civiles en Yugoslavia, varios bandos usaron PT-76.

El modelo chino, el Type 63, se usó en la guerra sino-vietnamita de 1979, donde sufrió fuertes bajas por cohetes RPG. También se vio en combate en la guerra civil de Sri Lanka.

Incluso Rusia usó PT-76 en Chechenia.

De hecho, la infantería de marina rusa recién retiró los últimos 30 PT-76E mejorados en 2015. Esos modelos llevaban cañones automáticos dobles de 57 mm, motores nuevos y sistemas modernos de puntería.

A día de hoy, cientos de PT-76 siguen en servicio en todo el mundo, así que la historia de este tanque de 60 años, que parecía subarmado y poco protegido desde que salió de fábrica, todavía no terminó.


EA: Nuevo material para la Agrupación de Comunicaciones 601

La Dirección General de Comunicaciones presentó material recientemente adquirido

 
En la Agrupación de Comunicaciones 601 de City Bell, presentamos los nuevos materiales adquiridos, que incluyen desde tecnologías radioeléctricas y satelitales hasta módulos de inteligencia artificial y sistemas de guerra electrónica.




Sin lugar a dudas, en un mundo cada vez más interconectado, estas áreas se han convertido en pilares fundamentales para el desarrollo del Arma de Comunicaciones y del Servicio de Sistemas de Computación de Datos, en el marco de las operaciones multidominio. La capacidad de establecer comunicaciones de manera eficiente, segura y confiable es esencial tanto para la ejecución de las operaciones militares como las de protección civil.

En el mismo contexto, la ciberdefensa se ha vuelto crucial para proteger las infraestructuras críticas y los datos sensibles ante amenazas cibernéticas.




Entre los elementos provistos, se destacan: computadoras militarizadas, equipos de radio de HF y VHF con encriptación y seguridad en las comunicaciones, equipos de ciberdefensa, sistemas de comunicaciones y datos “Última Milla” y servicio de internet satelital para actividades operacionales, en actividades de protección civil y en guarnición.

 

 

miércoles, 14 de mayo de 2025

Fuerza Aérea: La Fuerza Aérea Árabe Jamajariya de Libia

Fuerza Aérea Árabe Jamajariya de Libia


DINTEL GID (c)



La naciente Real Fuerza Aérea de Libia

Ocupado por Italia en 1912, este país fue uno de los más importantes bastiones italianos en el Norte de África durante muchos años, sin embargo, desde antes de la derrota italiana en la Segunda Guerra Mundial, los intereses británicos y franceses estaban ya presentes en la zona. En 1951, la ONU acordó la independencia de Libia, ahora bajo poder de Gran Bretaña. Una vez obtenida la independencia, el nuevo rey se apuró a firmar un tratado de alianza y amistad con Gran Bretaña, el cual tenía una duración de 25 años. Entre sus puntos importantes incluía la asistencia financiera como contrapartida a la utilización de diversas bases militares, entre ellas, las bases aéreas de Idris el Awal y El Adem. En 1954, se firma un acuerdo con EE.UU. para que la USAF pudiese utilizar las instalaciones militares de Wheelus y el polígono de tiro de Al Watiyah hasta 1970.



Uno de los primeros aparatos de la Real Fuerza Aérea Libia fue este C-47D cedido por la USAF.
(Foto: Archivo Dintel GID)

En 1959, Gran Bretaña dona dos aviones de observación AOP.5 “Auster” anteriormente utilizados por la RAF, mientras que poco tiempo después llegaron, desde Egipto, dos entrenadores Gomhouria, la versión egipcia del entrenador Bu-181 alemán, del que la fábrica egipcia de Heliopolis produjo cerca de 500 ejemplares.
Con estos cuatro aviones se crea el Arma Aérea de Libia (Libyan Air Arm), siendo basado en las instalaciones de Idris el Awal. En 1962, estos aparatos son reforzados con la llegada de dos helicópteros ligeros Bell 47J donados por la USAF. Ese mismo año, Francia dona tres helicópteros Sud SE.3131 “Alouette II”. Poco después, una comisión arqueológica de la USAF, que investigaba el destino de tripulaciones de bombarderos desaparecidos en ese país durante la Segunda Guerra Mundial, cede los dos helicópteros Bell 47J utilizados en esa función.
En 1963 se descubren las gigantescas existencias de petróleo bajo el suelo libio, de inmediato se pone manos a la obra con el objeto de expandir el Arma Aérea de Libia. Con más interés que nunca en Libia, EE.UU. se apresura a dar apoyo militar a Libia, así, de inmediato, la USAF despliega una unidad de entrenadores avanzados T-33A en la base aérea de Wheelus y ofrece entrenar en ella a pilotos libios. Finalmente, dos entrenadores T-33A y un transporte C-47 son transferidos a la nueva Real Fuerza Aérea de Libia (RFAL). Entre 1965 y 1966, la USAF suministra nuevo material a este país, en la forma de cinco C-47 y un entrenador T-33A adicionales.
Con la inminente retirada del grueso de las fuerzas norteamericanas y británicas de Libia, ambas potencias acordaron que sería necesario dotar a esa nación de un completo sistema de defensa aérea, tarea que, obviamente, fue asumida por EE.UU.



Siete monoplazas F-5A fueron entregados a la FAAL, los cuales constituyeron el principal argumento durante mucho tiempo. Otros siete aviones habían sido embargados por EE.UU. cuando la realeza fue derrocada. (Foto: Archivo Dintel GID)

En 1967 la USAF comenzó un intensivo entrenamiento de pilotos de combate y en 1968 se encargaron 14 cazas ligeros F-5A y dos biplazas F-5B para constituir el principal elemento de combate de esta fuerza. Estos aviones serían transferidos mediante el programa Military Assistance Program y en 1969 se habían entregado siete F-5A y un F-5B a la RFAL, los cuales constituyeron la primera unidad de combate de la RFAL en la base aérea de Wheelus. Para no perder tiempo, los pilotos y técnicos libios fueron entrenados en dicha base por los instructores norteamericanos.
En setiembre de 1969, un golpe de estado, liderado por el Capitán Gaddafi, derroca a la monarquía e instala un nuevo sistema político en el país. Paralelamente, la Real Fuerza Aérea Libia cambia su nombre al más nacionalista Fuerza Aérea Árabe de Libia (FAAL). Las tendencias antioccidentales del nuevo régimen hicieron que el programa de modernización de las FFAA libias cesara rápidamente. EE.UU. embarga los siete F-5A y el F-5B que restaban de ser entregados y para 1970 no quedaban asesores e instructores norteamericanos y británicos en Libia.


Un único F-5B biplaza fue entregado a la RFAL antes de que el golpe de estado hiciera que el restante aparato de este modelo fuese embargado, junto con siete monoplazas más. Aquí, este aparato luce los colores de la antigua Real Fuerza Aérea de Libia. (Foto: Archivo Dintel GID)



Desde entonces, las bases aéreas que habían sido ocupadas por la USAF fueron rebautizadas, así, El Adem recibió el nombre de Nasser, debido al apoyo del presidente egipcio a la causa libia, mientras que la base aérea de Wheelus es llamada Okba ben Nafi. Ambas ceremonias de bautizo fueron realizadas ante una comisión de entrenamiento enviada por el gobierno egipcio.

La nueva Fuerza Aérea Árabe de Libia

El nuevo gobierno comprendió la gran necesidad de reequipar completamente a la nueva Fuerza Aérea Árabe de Libia, y por ello comienza la búsqueda de algún país que suministrara el apoyo necesario para lograrlo. El primer interesado en aparecer fue Francia, quién ofreció una gran cantidad de armamento y asesoramiento para sus fuerzas.
De inmediato, el gobierno libio firmó un contrato para la adquisición de 110 cazas Mirage 5, contando entre ellos 53 cazas monoplazas Mirage 5D, 32 cazas Mirage 5DE, 15 biplazas de transición operativa Mirage 5DD y aviones de reconocimiento Mirage 5DR. También se firmó un contrato para la adquisición de nueve helicópteros pesados SA-321M “Super Frelon”, diez helicópteros ligeros SA-316B “Alouette III” y 12 entrenadores avanzados CM-170 “Magíster”, estos anteriormente empleados por las fuerzas francesas.


Los primeros aviones realmente modernos de la nueva FAAL fueron 110 Mirage 5 en diversas variantes. Aquí vemos un Mirage 5DE libio con tanques de traslado. (Foto: Archivo Dintel GID)

Para entonces, la FAAL había pasado de ser de un pequeño puñado de aviones a ser una potente fuerza de combate. Con la normalización de las relaciones con EE.UU., este país autorizó la venta de 16 aviones de transporte C-130H “Hércules”.
En 1971, Libia tenía muchos problemas para realizar el mantenimiento avanzado de sus aviones, principalmente de los de origen norteamericano, pero también de los más sofisticados Mirage franceses. Por tal motivo, la FAAL decidió contratar técnicos y pilotos pakistaníes y egipcios.
En 1973, la utilización de 38 cazas Mirage 5 durante la Guerra del Yom Kippur en contra de Israel, volando desde bases egipcias, propició un gran escándalo internacional, y para entonces EE.UU. decidió embargar nuevamente a Libia, cancelando la entrega de los ocho C-130H que quedaban por entregar. Francia también estableció un corto embargo de armas sobre Libia.


Los Mirage 5D fueron entregados con los colores nacionales incorporados después del golpe de estado de 1969, los cuales eran muy similares a los egipcios. Posteriormente, estos fueron reemplazados por las actuales escarapelas circulares en verde, junto con la nueva bandera libia, totalmente verde. (Foto: Archivo Dintel GID)



Después de la guerra, el gobierno libio comienza a tener profundos problemas con Egipto, y para entonces se produjo un grave enfriamiento en las relaciones diplomáticas entre ambos países que llevaron a la retirada de las comisiones técnicas y de asesores egipcios. Por tal motivo, los asesores pakistaníes aumentaron en cantidad, con el objeto de dar una mayor operatividad a la poderosa pero problemática FAAL.

La URSS corteja a Libia

Ya a principios de los años 70’s, la URSS había empezado a cortejar a Libia debido a los profundos sentimientos antioccidentales que alentaba el nuevo gobierno nacionalista libio. Después de la guerra del Yom Kippur y los embargos de armas decretados por Francia y EE.UU., la URSS ofrece un gran surtido de armamento a Libia, principalmente para la Fuerza Aérea y el Ejército, este último bastante atrasado.
Libia acepta la oferta soviética y hace un gran pedido de armas, sin embargo, la URSS solicita facilidades portuarias para extender su presencia en el Mediterráneo. La solicitud es rechazada de plano por Libia, quién si accede a que la URSS utilice algunas bases aéreas para sus aviones de reconocimiento marítimo y de vigilancia electrónica. Es así que, en 1974, la V – VS despliega en la base aérea de Okba ben Nafi un cierto número de bombarderos Tu-22 “Blinder” en configuración de reconocimiento. Los aviones fueron pintados con esquemas de pintura libios, en color arena tostado base y bandas marrón chocolate, así como escarapelas libias, pese a que los aviones eran exclusivamente empleados por las fuerzas soviéticas. Con la llegada de las unidades soviéticas hace acto de presencia un gran contingente de asesores de esa nacionalidad destinados a reorganizar completamente las fuerzas libias.


La llegada de los entrenadores avanzados SOKO G-2B "Galeb" permitió modernizar a la Academia de Vuelo, complementando a los MiG-15UTI solicitados a la URSS para reemplazar a los veteranos Fouga "Magister". (Foto: Archivo Dintel GID)

Ese mismo año, 1974, la FAAL emprende un programa de reequipamiento bastante extenso y solicita la transferencia de 52 cazas de ataque MiG-23BN y 14 entrenadores avanzados MiG-15UTI. Paralelamente se contratan en Yugoslavia un total de 50 aviones de entrenamiento avanzado SOKO G-2A “Galeb” destinados a reemplazar a los veteranos “Magíster”, de los que los siete sobrevivientes habían sido dados de baja.
En marzo de 1974 se crea la Academia Aérea, teniendo su base en Zawia. Esta academia tenía como principal función la de empezar a aumentar el número de pilotos libios dentro de las plantillas de la FAAL, para así reemplazar a los pilotos de origen pakistaní y de otros países árabes que volaban los cazas de la FAAL. Sin embargo, la introducción de tecnologías cada vez mayores obligó a contratar un cierto número de mercenarios británicos y franceses, así como los tradicionales asesores soviéticos, polacos, checos y alemanes orientales.
Pronto llegan nuevos materiales de origen soviético, incluyendo 40 interceptores MiG-23F “Flogger E”, unos diez biplazas de transición MiG-23UB, doce helicópteros Mi-8F “Hip C” y los primeros de un gran lote de helicópteros ligeros Mi-2B “Hooplite”.
Para entonces, la FAAL se había reorganizado considerablemente, así, alineaba un Regimiento de Interceptación, con dos Escuadrones que volaban los 32 Mirage 5D, más un Regimiento adicional con dos Escuadrones que volaban los 40 MiG-23F “Flogger E” disponibles.
Alineaba dos Regimientos de Ataque, cada uno con dos Escuadrones de cazas Mirage 5DE, más un Escuadrón de Reconocimiento agregado, que volaba los 10 cazas Mirage 5DR. Otro Regimiento de Ataque se había formado con los 52 MiG-23BN, los cuales estaban distribuidos en dos Escuadrones.


Involucrados en varios incidentes con cazas norteamericanos, los MiG-23F "Flogger E" se convirtieron en el puntal de la fuerza interceptora libia. Estos aviones disponen del radar "Jay Bird" del MiG-21 y aquí se los ve armado con misiles K-13 (AA-2 "Atoll"). (Foto: ACIG)

También se disponía de un Regimiento de Transporte, el cual disponía de dos Escuadrones, uno equipado con ocho transportes tácticos C-130H y otro con nueve transportes medios C-47. La FAAL formó unidades de helicópteros bastante independientes, así, un Escuadrón volaba doce Mi-8F “Hip C”, otro volaba con diez helicópteros ligeros Alouette 3, uno más con nueve “Super Frelon” y dos AB-206 suministrados por Italia.
La Academia Aérea alineaba los biplazas de transición operativa MiG-23UB y los Mirage 5DD, así como los entrenadores avanzados MiG-15UTI y los G-2A “Galeb”.

La normalización de las relaciones con Occidente

Para 1975 las relaciones con Occidente se habían normalizado, el gobierno era capaz de mantener buenas relaciones tanto con la URSS como con Occidente. De esta manera se comienza una serie de adquisiciones a diversos países, incluyendo EE.UU., quién levanta tímidamente el embargo impuesto.
Ese año se compran en Italia un total de 230 aviones de entrenamiento SIAI SF-260W “Warrior”, los cuales se distribuyeron en la Academia Aérea, así como en diversos aeroclubes financiados por el Gobierno. Estos últimos con el objeto de generar una base elemental de pilotos a los que poder recurrir en el futuro para su entrenamiento avanzado en la Academia Aérea.


Cuando Libia normalizó sus relaciones con Occidente, EE.UU. accedió a autorizar la venta de 20 helicópteros CH-47C "Chinook" de producción italiana. (Foto: Archivo Dintel GID)

Ese mismo año, Libia solicitó 20 helicópteros de transporte pesado CH-47C “Chinook” de producción italiana. Estos fueron autorizados por el gobierno norteamericano pese a las restricciones de ventas de armamento a Libia. Los aparatos se entregaron entre 1976 y 1980, de ellos, sus numerales de estos aparatos iban del LC-001 al LC-020 y seis aparatos se destinaron a la FAAL, mientras que los restantes servirían en el Ejército.
Para 1979, el número de asesores soviéticos en Libia había aumentado hasta los 5.000, a los que había que agregarse otros norcoreanos, franceses, italianos, británicos, checos, alemanes, cubanos, yugoslavos y taiwaneses. Con 260 aviones de combate, la Academia Aérea solo había seleccionado solo 140 pilotos aptos, por lo que se deberían incrementar los esfuerzos para lograr solucionar la situación.


Uno de los Mirage F-1ED recibidos por libia a fines de los 70's. Estos fueron los primeros cazas modernos realmente polivalentes que entraron en servicio con la FAAL. (Foto: Archivo Dintel GID)


Aunque no dependía directamente del asesoramiento soviético, la URSS había logrado aumentar su presencia en Libia y había afianzado sus relaciones. Gracias a esto, la URSS destaca, en la base aérea de Okba ben Nafi, los primeros aviones de reconocimiento táctico – estratégico MiG-25RB, realizando misiones de reconocimiento sobre la 6ª Flota de la US Navy.
En 1977, después de los cortos enfrentamientos fronterizos con Egipto, la FAAL comprendió que debía mejorar sus capacidades antiaéreas, por lo que se aumentó el número de sistemas de misiles SA-2 y SA-3, los cuales poco después fueron completados por los más poderosos SA-5, aunque estos, al parecer, fueron manejados por asesores soviéticos.
Por esos años, la FAAL solicita a Francia el suministro de cazas Mirage F-1 como refuerzo a los Mirage 5 en servicio. En total son entregados 16 Mirage F-1ED, 10 Mirage F-1AD y dos biplazas de transición F-1BD, formando así un Regimiento con dos Escuadrones.
Libia también solicita a Italia un cierto número de helicópteros utilitarios AB-205, AB-206 y AB-212, aunque muchos de ellos son distribuidos en las unidades aéreas del Ejército. Estos aparatos, al ser de origen norteamericano, como los CH-47C “Chinook”, también debieron ser autorizados por el gobierno norteamericano.
En 1979, la URSS comienza el suministro de los primeros bombarderos Tu-22 “Blinder” a Libia. Estos aviones formaron un Escuadrón de Bombardeo, totalizando doce aviones, cuatro de los cuales realizan misiones de combate sobre Tanzania en apoyo al régimen ugandés de Idi Amin. Un año después se forma un segundo Escuadrón de Bombardeo, con otros doce bombarderos de largo alcance Tu-22 “Blinder”.
La adquisición de material soviético aumentó debido a las mejores relaciones con la URSS y las complicaciones de los embargos que Occidente entablaba sobre Libia.



Un Tu-22 "Blinder A" con los colores libios posteriores al golpe de estado, años más tarde cambiarían a las insignias totalmente verdes actuales. Estos aparatos fueron utilizados en combate en Tanzania y Chad. (Foto: Archivo Dintel GID)


Por tal motivo, la FAAL comenzó a recibir un mayor número de aviones soviéticos. Inicialmente llegaron 64 cazas MiG-21MF, en 1977, algunos de los cuales fueron suministrados a Uganda en 1979, mientras que otros eran operados por pilotos palestinos que, integrantes de la Fuerza 14, serían la base para la futura Fuerza Aérea Árabe de Palestina.
Asimismo, el número de cazas de geometría variable MiG-23F, MS y BN aumentó hasta alcanzar la cifra de 143 aviones, distribuidos en dos Regimientos de Caza y uno de Ataque. También se recibieron los cazas tácticos Su-22 “Fitter”, y su variante polaca Su-20 “Fitter”. Estos aviones totalizaron las 114 unidades, distribuidas en dos Regimientos.
La pobre fuerza de transporte fue reforzada por nuevas adquisiciones, así, se solicitaron a la URSS aviones de transporte logístico Il-76M. Asimismo, se solicitaron a Italia 20 aviones de transporte táctico G-222L. Estos últimos debieron ser homologados con los motores Rolls Royce Tyne, debido a que para entonces el gobierno norteamericano no autorizó la venta de motores GE T-64 para estos aviones. Checoslovaquia fue contratada para suministrar doce aviones de transporte ligero LET L-410T “Turbolet”, mientras que la URSS suministró 14 aviones de transporte táctico An-26B “Curl”. También fueron adquiridos un puñado de aviones Fokker F-27 a Holanda.
La fuerza de helicópteros había aumentado considerablemente, el número de helicópteros Mi-2B “Hooplite”, producidos en Polonia, había aumentado hasta las 82 unidades, mientras que se disponían de un importante número de helicópteros Mi-8 y Mi-17 “Hip”, así como los de ataque Mi-24 “Hind A” y Mi-25 “Hind D”, los cuales eran completados por los AB-204, AB-205 y AB-212 adquiridos a Italia.


Libia recibió un total de 10 MiG-25RB "Foxbat D" destinados a misiones de reconocimiento táctico y electrónico. La FAAL fue la primera usuaria extranjera de este modelo especializado del MiG-25. (Foto: Archivo Dintel GID)

Esta potente fuerza fue completada, en 1984, con la llegada de 60 interceptores MiG-25PD “Foxbat E”. Estos cazas, capaces de Mach 3, fueron suministrados a la FAAL para que pudiese interceptar a los aviones de reconocimiento norteamericanos U-2 y SR-71. Paralelamente, la URSS había autorizado la transferencia de un puñado de cazas de reconocimiento y ELINT MiG-25RB “Foxbat D”, convirtiéndose en el primer cliente extranjero de este sofisticado modelo. Para no dar lugar a las acusaciones de la presencia de pilotos soviéticos entre las tripulaciones de estos aviones, Gadaffi ordenó que los 160 mejores pilotos libios fueran entrenados en la URSS para volar estos aviones. Para entonces, la FAAL solo alineaba unos 500 pilotos para volar más de 500 aviones de combate, por lo que era un esfuerzo considerable que obligó a incrementar aún más la búsqueda de nuevos pilotos libios.

La guerra en Chad

Cuando Libia decidió intervenir en la guerra civil en el Chad, nunca pensó que la mayor experiencia en combate de la FAAL sería, también, su más sonora derrota.
Libia comenzó a apoyar a los diversos grupos rebeldes que operaban desde territorio libio y que trataban de anexionar el Norte de Chad a Libia. Esta región tenía grandes riquezas, tanto minerales como de petróleo. Para entonces el gobierno libio reclamaba una gran franja de su territorio como propio y estaba dispuesto a integrarlo por medio de la fuerza si era necesario.
Es así que Gaddafi ordena el despliegue de dos Brigadas Mecanizadas y una Acorazada para reforzar a las fuerzas guerrilleras. Estas fuerzas incluían tanques T-55 y T-62, así como transportes de personal BTR-60PB y BMP-1. Paralelamente, el potente elemento aéreo del Ejército despachó una unidad de helicópteros Mi-8 “Hip F”, así como un puñado de helicópteros de ataque Mi-24 “Hind A”.
Pero sin embargo las primeras acciones de combate correspondieron a la FAAL. Así, bombarderos Tu-22 “Blinder A” realizaron una incursión de bombardeo sobre la base aérea de Ndjamena, desde donde operaban los cazas Jaguar y Mirage F-1 franceses. Este ataque fue un rotundo fracaso. Paralelamente, cazas Mirage F-1AD realizaban misiones de ataque contra las fuerzas militares de Chad, incluyendo algunas unidades francesas de la Legión Extranjera allí desplegados. Estos ataques fueron un poco más eficientes, aunque no del todo. Paralelamente, cazas Mirage F-1ED y MiG-23MS realizaban largas patrullas aéreas de combate con el objeto de interceptar cualquier avión francés que penetrara en su espacio aéreo.


Los Mi-24 "Hind A" libios fueron los primeros en ser desplegados en funciones de ataque y apoyo cercano en el Chad, posteriormente fueron reforzados por Mi-25 "Hind D". (Foto: Archivo Dintel GID)

Sin embargo, los problemas de índole estratégica comenzaron a salir a la luz. El frente comenzó a extenderse hacia el Sur, adentrándose en territorio de Chad, esto motivó que los cazas libios no pudiesen brindar el apoyo aéreo necesario y las patrullas aéreas se hicieron prácticamente insostenibles. Asimismo, la total inexistencia de bases aéreas apropiadas para el empleo de reactores de combate llevó a que los pocos aeródromos regionales disponibles fueran utilizados por los SF-260W “Warrior” y los helicópteros Mi-24 “Hind A”. Este problema se agravó con la situación logística, la cual llevó a que los pocos C-130H disponibles, y los G-222L, realizaran un continuo puente aéreo para transportar vituallas al frente, desde donde los CH-47C y los Mi-8 se encargaban de llevarlas a las líneas de combate.
Todo esto sobrecargó la concentración de medios en el frente, se debió despachar el grueso de los helicópteros CH-47C para atender las demandas de apoyo logístico, en tanto que se dobló el número de Mi-8 para atender los requerimientos de transporte aéreo en primera línea. Asimismo, los pequeños aviones de transporte ligero L-410T tuvieron una gran demanda. La FAAL despachó un cierto número de aparatos Mi-2 “Hooplite” para tareas utilitarias menores, mientras que el Ejército aprovechó sus AB-206 para misiones de reconocimiento. Asimismo, hacen su aparición los primeros helicópteros Mi-25 “Hind D” suministrados por la URSS para reforzar a los vetustos “Hind A” ya desplegados en la zona.
El número de aviones SF-260W se había triplicado para poder satisfacer las demandas de apoyo cercano, aunque demostraron ser extremadamente inapropiados, más teniendo en cuenta el aumento de las defensas antiaéreas de las fuerzas en Chad, las cuales incluían misiles FIM-92 “Stinger” suministrados por EE.UU.
Para 1986, la FAAL concluye la construcción de dos bases aéreas suficientemente adecuadas como para operar con aviones de mayores prestaciones. De inmediato se despacharon 30 entrenadores armados L-39ZO, los cuales reforzaron convenientemente el dispositivo de ataque a suelo y apoyo cercano. Paralelamente, se preparaba el despliegue de ocho interceptores MiG-23F y diez aviones de ataque MiG-23BN, sin embargo, su llegada no podría mejorar la crítica situación en el frente.
En 1987 las fuerzas rebeldes apoyadas por Libia habían sido completamente derrotadas y las fuerzas de Chad, apoyadas por elementos de la Legión Extranjera francesa, comienzan a avanzar hacia el Norte en persecución de las fuerzas rebeldes restantes, amenazando las propias fronteras de Libia. Una última ofensiva hace que las fuerzas regulares libias choquen directamente contra las fuerzas de Chad. En los combates posteriores, las fuerzas libias son completamente derrotadas, las pérdidas de material son enormes, mientras que un importante número es capturado prácticamente intacto. Incluso algunos aeródromos en territorio libio caen en poder de las fuerzas de Chad, capturando un cierto número de aviones y helicópteros.
Cuando la guerra de Chad concluye, la FAAL debe lamentar la pérdida de dos bombarderos Tu-22 “Blinder A”, dos cazas de ataque MiG-23BN, un avión de reconocimiento MiG-25RB, once aviones de ataque ligero SF-260W, ocho entrenadores armados L-39ZO y nueve helicópteros Mi-24/25 “Hind”.
Chad se hace con un jugoso botín, en los aeródromos capturados se encontraron seis entrenadores SF-260W, siete entrenadores avanzados L-39ZO y un transporte An-26B, mientras que dos Mi-25 “Hind D” caen en sus manos al ser encontrados abandonados, carentes de combustible. Durante uno de los asaltos a uno de los aeródromos, un transporte An-26B, que iniciaba la evacuación del personal libio, es destruido con un misil Milan.
La FAAL había perdido 24 aviones de combate, dos de transporte y once helicópteros de ataque en una guerra de baja intensidad. Los medios, si bien al principio no eran los idóneos, eran suficientes para lograr una ventaja táctica inicial que nunca se obtuvo, lo que impidió aprovechar la llegada de material eficaz para aprovecharla. Los medios fueron empleados de muy mala forma y los planificadores militares libios demostraron ser extremadamente mediocres, principalmente en el Ejército.


Uno de los dos Mi-25 "Hind D" capturados intáctos por las fuerzas de Chad. Estos aparatos fueron ampliamente utilizados en combate, aunque muchos fueron derribados. (Foto: ACIG)

Como única defensa se podría decir que el apoyo francés y norteamericano también precipitó la derrota libia, siendo su principal artífice. Las fuerzas francesas en Chad no solo desplegaron cazas Jaguar y Mirage F-1C y F-1CR, sino que además sacaron un máximo provecho del empleo de los helicópteros y las fuerzas de infantería ligera. Asimismo, el despliegue de misiles antiaéreos FIM-92 “Stinger” entre las fuerzas ligeras, así como los “Crotale” y “Roland” en puntos estratégicos, fueron los responsables particulares de la derrota de la FAAL. Se dijo, aunque no se ha confirmado, que EE.UU. autorizó el despliegue de baterías de misiles “Hawk” en Chad, posiblemente integrados al contingente francés, o bien operados por mercenarios pagados por la CIA.
Posteriormente vendrían otras, principalmente los enfrentamientos con EE.UU. que culminaron con la incursión aérea contra Trípoli en 1986 y los diversos enfrentamientos aéreos sobre el Mediterráneo entre cazas de la US Navy y la FAAL, material que nos permitirá abocarnos a otro artículo relacionado.

La actual Fuerza Aérea Árabe Jamajariya de Libia

Después de la guerra en el Chad, Francia decretó un embargo de armas sobre Libia, el cual era tan estricto como el instaurado por EE.UU., esto obligó a comenzar a revisar los posibles proveedores de armas futuros para Libia, país que para entonces estaba realizando un análisis de las pésimas actuaciones de sus fuerzas militares durante aquella nefasta campaña.
Para entonces, la FAAL comienza a recibir nuevos equipos, esta vez una de las fuentes más confiables en Europa vuelve a ser Yugoslavia, a quien se le contratan 30 reactores de ataque ligero y apoyo cercano J-1 “Jastreb”, los cuales fueron solicitados después del rotundo fracaso de los entrenadores artillados. Paralelamente, la URSS afianza sus relaciones, para entonces suministra nueve interceptores MiG-25PD “Foxbat E” y dos aviones de reconocimiento MiG-25RB “Foxbat D” para reemplazar las bajas operativas y de combate, a la vez se aumentó el número de biplazas MiG-25PU de cuatro a ocho. También se suministró un nuevo lote de, al menos, una docena de cazas MiG-23MS para reemplazar las bajas de los MiG-23F, que sumaban para entonces unos once aparatos. Estos aviones comenzaron a llegar en 1989.
Con asistencia de asesores soviéticos, se incrementó el reclutamiento de personal idóneo para integrar la Academia Aérea, en tanto que Egipto transfirió unos pocos entrenadores avanzados L-29 “Delfín” y L-39 “Albatros”. Los frutos de las decenas de aeroclubes financiados por el gobierno permitió elevar el número de hombres con capacidad elemental de vuelo para su entrenamiento militar posterior.
En 1988 la FAAL cambia su nombre por la de Fuerza Aérea Árabe Jamajariya de Libia (FAAJL) y para entonces alineaba siete bombarderos Tu-22 “Blinder A”, 50 cazas MiG-21MF “Fishbed”, 87 interceptores MiG-23F/MS, 47 cazas de ataque MiG-23BN, 52 interceptores MiG-25PD, 10 MiG-25RB, 87 cazas tácticos Su-22M2/M3 y algunos biplazas Su-22UM2, 75 cazas Mirage 5D y 35 cazas Mirage F-1ED/AD/BD como principales elementos de combate.
Para entonces, se disponían de asesores soviéticos y polacos para apoyar el mantenimiento de los aviones de ese origen, mientras que posteriormente se contrató personal pakistaní y francés y argentino para el mantenimiento de los cazas de origen francés.


Uno de los MiG-25PD libios recibidos a principios de los 80's. La FAAL recibió 60 de estos aparatos y destinó prácticamente todos sus pilotos capaces para volarlos. Este aparato se lo ve armado con cuatro misiles R-60MK (AA-8 "Atoll"). (Foto: Archivo Dintel GID)

En 1989, las entregas de los nuevos materiales comienza a reforzar a las unidades libias, que incluso habían perdido algunos aviones en combate contra Egipto, Argelia y EE.UU., en tanto que se comienzan a elaborar los planes para adquirir 60 cazas MiG-29S “Fulcrum C”, para reemplazar a los MiG-21MF, algunos transferidos a diversos países árabes, y a los MiG-23F/MS, y 24 aviones de interdicción y ataque Su-24MK “Fencer D” para reemplazar a los bombarderos Tu-22. La URSS decide no dar paso a estas negociaciones y niega la venta de este equipamiento a ese país. Sin embargo, despacha una comisión técnica que pone en vuelo ocho bombarderos Tu-22 “Blinder A” almacenados, reforzando a los siete ya en vuelo.
En noviembre de ese año, la URSS acepta vender Su-24MK a Libia en noviembre de ese año. Seis aviones se solicitaron inicialmente, comenzando las entregas en 1990, de esta manera, la FAAJL se transforma en la primera usuaria extranjera de este modelo soviético. En 1991, la desaparición de la URSS hizo imposible la concreción de un contrato por otros doce aviones que se estaban negociando desde 1990.
Para entonces, la FAAJL comenzó un periodo extremadamente crítico, los aviones de origen occidental estaban prácticamente almacenados, en tanto que a mediados de los 90’s los aparatos de origen soviético sufrían las primeras consecuencias de la desaparición de la URSS. La falta de técnicos y asesores soviéticos puso en crisis a la FAAJL, en tanto que la Academia Aérea estaba bastante resentida al disponer de un elevado personal para pocos cadetes.
En 1997 el abandono del material de vuelo era bastante crítico y ese año los nuevos jefes de la FAAJL comenzaron a recibir el apoyo gubernamental para devolver cierto potencial a esa fuerza, que para entonces era de solo un 20%.
Con el apoyo de instructores sirios, y técnicos rusos contratados, se pusieron en línea de vuelo a todos los MiG-25PD disponibles, a la vez que se incluía una importante serie de mejoras. Paralelamente se contrataron técnicos y empresas de diversos países, dando pié a que la flota de aviones y helicópteros de origen occidental sea atendida por personal francés, italiano, argentino, norteamericano, yugoslavo, alemán y belga, lo que permitió la puesta en vuelo de todos los Mirage 5D/DE/DR/DD y Mirage F-1ED/AD/BD sobrevivientes, entre otros. Los MiG-21MF fueron directamente transferidos a los pilotos palestinos que se venían entrenando en Libia desde mediados de los 70’s, en tanto que algunos aviones pasaron a manos irakíes y ugandesas. La unidad palestina dotada de estos aviones incluye personal palestino, egipcio, irakí y sirio voluntario.
Corea del Norte y Vietnam iniciaron las mejoras del sistema de defensas aéreas, principalmente después del ataque norteamericano de 1986, y posteriormente empresas rusas y chinas fueron contratadas para mantener operativos los sistemas SAM disponibles.
En 1998 el gobierno ruso autorizó la venta de armamentos y de apoyo técnico a Libia, siendo así que se logró instalar una base de reparaciones en Libia, probablemente en Okba ben Nafi. Paralelamente, se entregó un inmenso lote de repuestos para poner en vuelo a los diversos cazas MiG-23, MiG-25, Su-22 y Su-24, se hizo en ellos una pequeña actualización de electrónica para permitir el empleo de nuevo armamento guiado, incluyendo los misiles aire - superficie Kh-29T y Kh-29L, y los antirradar Kh-31. Asimismo, se suministraron nuevos lotes de misiles R-60M y R-60MK (AA-8 “Aphid”) para reemplazar a los obsoletos K-13 (AA-2 “Atoll”), principalmente en los MiG-23F y los Su-22M2/3.
Un año antes, Rusia había suministrado dos Su-24MK, seguidos por otros dos en 1998 y dos más en 1999, elevando a doce el total de aviones de este tipo operativos. Ese mismo año, la Academia Aérea fue revitalizada cuando Rusia suministró 22 L-39ZO “Albatros” desde sus excedentes, mientras que Egipto suministró otros 15 aparatos del mismo modelo.
Las unidades de transporte se vieron revitalizadas, de esta manera, la flota de aviones Il-76 “Candid”, que se había reducido debido a un accidente y a las bajas sufridas durante el ataque norteamericano de 1986, se incrementó con la llegada de cuatro Il-76MD completamente nuevos, además de recibirse ocho An-26B, anteriormente checoslovacos y soviéticos, así como varios aviones de transporte ligero Let L-410T “Turbolet” de procedencia checa. Los G-222L fueron puestos en condiciones de vuelo, junto con los C-130H.
Sin embargo, el refuerzo más espectacular lo representó la adquisición de un gigantesco transporte An-124A “Cóndor”, capaz de transportar 150 toneladas de carga y 88 pasajeros. Si bien este avión es operado por la aerolínea estatal “Libyan Air”, ha sido empleado numerosas veces por la FAAJL, principalmente para el transporte de materiales y aviones, sobre todo de los MiG-23, MiG-25 y Su-22 revisados en Rusia y Ucrania, muchos de los cuales no fueron traídos en vuelo por diversos motivos políticos. El An-124 A ha sido empleado en multitud de oportunidades y actualmente Libia es el único usuario extranjero de este modelo fuera de Rusia y Ucrania, puesto a que los operadores occidentales de este gigante ruso – ucraniano lo alquilan. En 2001, el gobierno libio se interesó en la adquisición de un segundo aparato de este modelo, el cual comenzó a ser negociado un año después. El contrato parece haberse firmado recientemente e incluye un avión An-124-100 de nueva producción y la modernización del ya operativo a este nivel.
En el campo de los aviones de combate, el año 2001 fue el más crítico, después de que EE.UU. incluyese a Libia en el discutible “Eje del Mal”, la FAAJL hizo todo lo posible para poner sus medios a la altura de las consecuencias, mientras que presionaba a Rusia para que suministrara nuevos equipos, previstos desde fines de los 90’s dentro de la esperada modernización.


El An-124A perteneciente a la aerolínea estatal "Libyan Air" es también utilizado por la FAAJL en misiones de transporte estratégico. Se esperaba adquirir un segundo aparato en 2003, pero no hay más noticias. (Foto: www.airliners.net)

Para 2002, la FAAJL había alcanzado una tasa operativa cercana al 65% en su fuerza de aviones de combate, en tanto que se cursaban los pedidos formales para la adquisición de entre 18 y 34 cazas MiG-29S “Fulcrum C” y 18 interceptores Su-27SK. Asimismo, se mostraba interés por la adquisición de unos 40 Su-25K “Fogfoot A” para el reemplazo de los Su-20/22 “Fitter”. Este pedido incluía también la adquisición de helicópteros Mi-35 “Hind F” y casi un centenar de helicópteros de transporte Mi-17-1V “Hip”, así como el fabuloso sistema antiaéreo S-300, entre otros equipos. Aunque este pedido era extremadamente tentador para la debilitada economía rusa, puesto a que alcanzaba casi los US$ 3.500 millones, las presiones norteamericanas impidieron que se hicieran realidad.

EA: Mantenimiento de blindados en el B Ing 601 y B Ars 602

Mantenimiento de vehículos mecanizados y blindados en Campo de Mayo

Fuente: EA

En el Centro de Educación Operacional Campo de Mayo se realizaron tareas de mantenimiento de segundo y tercer nivel en vehículos mecanizados y blindados.
Las actividades incluyeron servicios programados a los VC TAM y M113, con apoyo del Batallón de Arsenales 602 y del Batallón de Ingenieros 601, y la participación de suboficiales cursantes en formación técnica.

martes, 13 de mayo de 2025

SGM: El legado de los submarinos Tipo XXIX

Un avance fallido


Gerhard von Zwischen || Revista Militar


Serie XXIX de submarinos reconstruidos por HI Sutton.


Actualmente, la información disponible sobre los submarinos alemanes de la serie XXIX continúa siendo escasa y fragmentaria. La mayoría de las referencias conducen, en última instancia, al sitio web del analista naval estadounidense H. I. Sutton y a su artículo publicado el 7 de octubre de 2017, lo que sugiere una carencia de fuentes primarias accesibles. Esta situación se explica probablemente por el hecho de que el proyecto no llegó a materializarse en prototipos físicos, y de la documentación técnica solo se conservan los planos correspondientes a la versión XXIX-H. Por esta razón, dicho modelo suele emplearse como base para las reconstrucciones hipotéticas de la apariencia que habrían tenido los submarinos de esta serie, si bien resulta discutible aplicar el concepto de "serie" a un conjunto de diseños que nunca pasaron de la fase proyectual.

Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, los submarinos alemanes tipo VII comenzaron a sufrir pérdidas cada vez más significativas ante la consolidada superioridad de la guerra antisubmarina aliada, la cual había evolucionado hasta convertirse prácticamente en una ciencia exacta. Esta presión operativa dio origen a una serie de desarrollos innovadores, como los llamados "robots eléctricos" de las clases XXI y XXIII, los submarinos con turbina Walter de la serie XXVI, y otros conceptos navales de carácter experimental.

Entre ellos, el diseño de la clase XXI representó el avance más revolucionario, aunque presentaba una desventaja crítica: su elevado coste de producción. Intentar sustituirlo con unidades más económicas de la clase XXIII no ofrecía una solución adecuada, dado que su desplazamiento reducido implicaba limitaciones en la navegabilidad y en la capacidad de armamento, características que los hacían aptos únicamente para operaciones en mares interiores, pero inadecuados para entornos oceánicos.

Por otro lado, ninguna potencia, incluida Alemania, logró concretar una producción en serie confiable de submarinos equipados con turbina Walter, mientras que la propulsión mediante peróxido de hidrógeno concentrado demostró ser técnicamente viable pero económicamente inviable.

En este contexto, el proyecto Tipo XXIX fue concebido como una alternativa de bajo costo al Tipo XXI, sin que ello implicara una mera simplificación. Al contrario, los submarinos de la clase XXIX constituían un diseño independiente, con soluciones técnicas y características propias. Se desarrollaron nueve variantes de casco dentro del proyecto, con desplazamientos que iban de 681 a 1.035 toneladas, siendo precisamente la forma del casco uno de los elementos más distintivos y novedosos del diseño.


No se sabe si este esquema de invisibilidad de las señales del sonar activo habría funcionado...


Submarinos Tipo XXIX: innovación tardía de la ingeniería naval alemana

Uno de los aspectos más llamativos del proyecto Tipo XXIX fue la adopción de un casco facetado, una solución inusual en la construcción naval de la época. ¿La razón? Según los cálculos de sus diseñadores, dicha geometría debía reflejar las señales activas de sonar lejos de su fuente, reduciendo así la probabilidad de detección. Este principio es, en esencia, el mismo que emplearía décadas más tarde el fuselaje facetado del avión furtivo F-117 Nighthawk.

¿Por qué esta solución no fue adoptada tras la guerra?

Las razones pueden ser múltiples. En primer lugar, los submarinos de la serie XXIX nunca llegaron a construirse, por lo que los ingenieros navales del período de posguerra disponían de poca o nula información técnica sobre este diseño, del cual solo se conservan los planos de la versión XXIX-H. En segundo lugar, el uso de revestimientos de goma anecoica sobre el casco liviano de los submarinos se mostró como una solución más eficaz para la reducción del perfil acústico, sin comprometer las características hidrodinámicas, presumiblemente deficientes, del casco facetado. Por último, en el contexto moderno, la detección pasiva mediante sistemas sonar avanzados ha desplazado a los métodos activos, disminuyendo la relevancia de este tipo de soluciones geométricas.

Especificaciones proyectadas del Tipo XXIX-N

Los submarinos de la subclase XXIX-N fueron diseñados con las siguientes características operativas:

  • Eslora: 52 metros

  • Manga: 6,4 metros

  • Calado: 4,7 metros

  • Velocidad: 13 nudos en superficie / 15,5 nudos en inmersión

  • Autonomía:

    • 9.000 millas náuticas a 10 nudos con propulsión diésel

    • 120 millas náuticas a 6 nudos con propulsión eléctrica

  • Propulsión:

    • 1 motor diésel de 580 HP

    • 1 motor eléctrico principal de 1.400 HP

    • 1 motor eléctrico silencioso para navegación furtiva, de 70 HP

  • Armamento:

    • 6 tubos lanzatorpedos de proa, calibre 533 mm

    • 12 torpedos en total

  • Tripulación: 27 personas

  • Sistemas auxiliares:

    • Tubo de snorkel convencional

    • Sin armamento de artillería ni tubos en la popa

Se contempló una versión experimental del Tipo XXIX con propulsión Walter, equipada con turbina de peróxido de hidrógeno. De haberse concretado, esta variante habría alcanzado, según estimaciones, una velocidad sumergida de hasta 23 nudos.

Características estructurales y electrónicas

La maniobrabilidad del buque se confiaba a planos horizontales retráctiles ubicados sobre los tubos lanzatorpedos y a timones verticales en tándem, combinados con una superficie horizontal de timón situada entre ellos. La hélice proyectada era de cuatro palas.

En cuanto a sus sistemas electrónicos, el diseño del Tipo XXIX preveía una dotación notablemente avanzada para mediados de los años 40:

  • Un radar FuMO-61 con antena direccional montada en la vela.

  • Un sonar pasivo GEI, ubicado en la parte inferior de la proa del casco, destinado a la detección de blancos sumergidos.

¿Qué tan efectivos habrían sido en combate?

Cabe recordar que incluso los submarinos de la clase XXIII, mucho más pequeños y menos armados, lograron hundir cuatro transportes aliados sin sufrir pérdidas en los últimos días de la guerra. Teniendo en cuenta que el proyecto XXIX duplicaba la carga de torpedos (12 unidades contra 2), su potencial de combate habría sido sustancialmente mayor.

Sin embargo, ni el Tipo XXIX ni los diseños más ambiciosos con propulsión Walter tuvieron posibilidad alguna de influir en el curso del conflicto. Para cuando los llamados “robots eléctricos” de las distintas clases estuvieron listos para operar, la guerra ya estaba perdida para el Tercer Reich, y el hundimiento de uno o dos centenares adicionales de buques de transporte no habría alterado el desenlace estratégico.

Factores estructurales y logísticos críticos

Al final del conflicto, Alemania enfrentaba una escasez crítica de tripulaciones calificadas. Más allá de los debates sobre la figura de Alexander Marinesko y el ataque al Wilhelm Gustloff, lo cierto es que el Reich carecía de submarinistas entrenados.

Además, la infraestructura también colapsaba:

  • Se habían perdido las bases atlánticas de Brest, Lorient, La Rochelle y Saint-Nazaire.

  • Kiel era bombardeada sistemáticamente desde los inicios del conflicto. El U-4708, por ejemplo, fue hundido dentro de un búnker por una bomba de alto poder que provocó un tsunami artificial en el puerto.

  • Heligoland, la principal base del Mar del Norte, fue abandonada en 1944.

  • Los búnkeres de Bremen no se completaron.

  • Hamburgo y Trondheim seguían operativos, pero con limitaciones: Hamburgo como astillero y Trondheim con capacidad para no más de 16 submarinos.

  • También existía un búnker en Bergen, destruido por la RAF en 1944 con bombas Tallboy de cinco toneladas.

Reflexión final

Teóricamente, y de acuerdo con los propios cálculos del almirante Karl Dönitz, la guerra submarina podría haber inclinado la balanza a favor de Alemania en 1939–1940, forzando a Gran Bretaña a aceptar una paz negociada. Pero en 1945, incluso con los diseños más innovadores y prometedores de la ingeniería naval alemana, la realidad estratégica era irreversible.



Submarinos alemanes Tipo 206: posibles descendientes de la serie XXIX


PS El proyecto de los submarinos de la serie XXIX puede haber tenido una continuación en forma de submarinos alemanes de posguerra del Proyecto 206, construidos entre 1962 y 1968. Dos de ellos todavía están en servicio, en la Armada de Colombia.