Mostrando las entradas con la etiqueta AShM. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta AShM. Mostrar todas las entradas

lunes, 14 de abril de 2025

AShM: Pruebas de misil balístico antibuque Khalije Fars


Misil antibuque balístico Golfo Pérsico (Khalije Fars) (Irán)


Basado en el artículo de Revista Militar

Alcance: 300 km
Cabeza de combate: 650 kg
Velocidad: supersónica, Mach 3
Guiado:
- Primera fase: Inercial
* Fase terminar: Probablemente Infrarroja, TV & Radar
Característica: Picando hacia el blanco incrementa el ángulo y el impacto

El primer misil balístico antibuque en ser incorporado al servicio fue el DF-21D, desarrollado por China. A pesar de la escasa información disponible, este sistema continúa generando gran interés tanto entre expertos como en la opinión pública, siendo objeto de numerosos debates y controversias. Años después, se dio a conocer un nuevo sistema similar desarrollado por la industria de defensa de Irán. Según diversas fuentes, Irán no solo habría completado su diseño, sino que también habría integrado un nuevo misil balístico antibuque en su arsenal, bajo el nombre de Khalij Fars ("Golfo Pérsico").

Durante las últimas décadas, Irán ha centrado sus esfuerzos en el desarrollo de diversos tipos de misiles, priorizando especialmente los balísticos, capaces de portar ojivas convencionales y, en el futuro, posiblemente especiales. A partir de sus avances en misiles tierra-tierra, se tomó la decisión de adaptar esta tecnología para crear un proyectil capaz de atacar embarcaciones enemigas. El resultado de ese trabajo fue el misil Khalij Fars.

Según informes de medios internacionales, los primeros lanzamientos de prueba del Khalij Fars se realizaron en 2008, durante maniobras navales iraníes. Esto indica que el desarrollo del sistema comenzó probablemente a principios de la década de 2000. En febrero de 2011, Irán anunció oficialmente una prueba del misil. En esa ocasión, aunque no se revelaron todos los detalles técnicos, las autoridades militares ofrecieron información sobre sus principales características y conceptos de diseño. Desde entonces, se han realizado múltiples pruebas adicionales y el misil ha sido empleado en repetidos ejercicios militares.




 
Este misil balístico inteligente de la Guardia Revolucionaria, llamado El Golfo Pérsico, ha pasado recientemente en la producción en masa.

En 2011, las autoridades iraníes ofrecieron detalles sobre las características del misil Khalij Fars. Indicaron que se trata de una evolución del misil balístico táctico Fateh-110, un sistema de una sola etapa desarrollado en la década de 1990 y adoptado por las fuerzas armadas iraníes en 2002. Algunos informes señalan que en el desarrollo de esta nueva versión, Irán contó con la colaboración de expertos chinos. El Fateh-110 continúa operativo actualmente y ha sido exportado a países como Corea del Norte y Siria. Su función principal es atacar blancos preestablecidos utilizando plataformas móviles.

Tras evaluar las capacidades del Fateh-110, los ingenieros iraníes concluyeron que ofrecía una base ideal para desarrollar un nuevo misil destinado a atacar buques enemigos. Esto permitió reutilizar numerosos componentes ya existentes, lo que facilitó una alta compatibilidad entre ambos sistemas. Sin embargo, el proyecto Khalij Fars requirió el diseño de nuevos subsistemas que no estaban presentes en el modelo original. La información disponible indica que el desarrollo del misil continuó al menos hasta mediados de la década de 2000.

Como evolución directa del Fateh-110, el Khalij Fars conserva muchas de sus características estructurales. El misil presenta un fuselaje cilíndrico alargado con una cabeza cónica. A diferencia del modelo original, carece de un carenado puntiagudo; en su lugar, incorpora una cúpula hemisférica transparente en la sección frontal, diseñada para el sistema óptico de guiado. Justo detrás de esta cúpula se encuentran aletas de control en configuración de cruz. En la parte trasera del misil se disponen dos grupos de superficies aerodinámicas —una combinación de estabilizadores de forma triangular y trapezoidal— que contribuyen a su estabilidad en vuelo.


 
El misil antibuque Golfo Pérsico puede impactar y destruir objetivos con gran precisión.

El misil antibuque Khalij Fars tiene una longitud total de 8,86 metros y un diámetro de 0,6 metros. Su diseño es de una sola etapa, sin capacidad de separación por bloques, lo que incluye la imposibilidad de desprender la ojiva. Esta configuración simplifica la estructura general del misil, aunque implica ciertas limitaciones en cuanto a su rendimiento. En términos de parámetros de vuelo principales, el Khalij Fars no presenta diferencias significativas respecto al misil base, el Fateh-110.

El Khalij Fars mantiene el mismo motor que el Fateh-110: un propulsor de combustible sólido que proporciona el empuje necesario para alcanzar la velocidad y trayectoria deseadas. Este motor le permite alcanzar una autonomía de hasta 300 kilómetros. Además, cuenta con capacidad para ajustar su trayectoria en la fase inicial del vuelo, lo que le permite variar el alcance dentro de un margen considerable.

El Fateh-110, en su versión original tierra-tierra, emplea un sistema de guía inercial diseñado para atacar objetivos fijos con coordenadas previamente determinadas. Sin embargo, un misil antibuque requiere una capacidad de guiado distinta, capaz de detectar y seguir blancos móviles en superficie. De acuerdo con la información disponible, el Khalij Fars incorpora un sistema de guía combinado, que utiliza tanto navegación inercial como un sensor térmico (infrarrojo).

Durante la primera fase del vuelo, el sistema inercial guía el misil hasta aproximarse a la zona del objetivo. Una vez en esta área, el sistema de detección infrarroja se activa para localizar y seguir al blanco. En la fase terminal, el misil utiliza superficies de control (timones) para corregir su trayectoria y asegurar el impacto sobre el objetivo en movimiento.


 
Comandante de los Guardianes de la Revolución, Mohammad Ali Jafari, dijo que el nuevo misil cuenta con una velocidad supersónica y no puede ser rastreado o interceptado por el enemigo.

Sin embargo, algunas fuentes afirman que el cohete no recibió una señal térmica, sino un cabezal de televisión con la capacidad de transmitir una señal de video a la consola del operador del complejo de misiles. Ambas versiones pueden encontrar evidencia de un tipo u otro. En particular, la apariencia característica de los barcos objetivo utilizados durante las pruebas y los ejercicios, así como algunas tomas del video publicado por el ejército iraní, pueden hablar a favor de la versión sobre el buscador de televisión.

De este modo, los ingenieros iraníes pudieron resolver exitosamente una de las tareas más difíciles en el desarrollo de misiles balísticos: la búsqueda de un objetivo de superficie móvil, seguido de señalarlo. Se propone la focalización para el complejo mediante radar y otros medios de detección. Según sus datos, el sistema de misiles debe calcular el programa de vuelo para la parte activa del vuelo, con la ayuda de la cual el misil, después de moverse hacia la parte descendente de la trayectoria, debe ir al área objetivo. Se propone la detección y el seguimiento del objetivo con la orientación posterior del cohete para llevar a cabo un GOS de infrarrojos o de televisión.

Según las declaraciones de los funcionarios iraníes, durante las primeras pruebas realizadas en 2011, el jefe de orientación de Khalij Fars golpeó un objetivo de superficie móvil con una desviación de 30 m. Después de eso, el cliente, en la persona del comando de las fuerzas armadas, recibió la tarea de duplicar la precisión del disparo. Después de terminar el producto y mejorar el sistema de guía, las siguientes pruebas terminaron con la derrota del objetivo con una desviación de 8,5 desde el punto de mira. Como resultado de las mejoras necesarias, el cohete pudo atacar efectivamente a las naves enemigas. Cabe destacar que solo pasaron dos meses entre dos pruebas con indicadores de precisión radicalmente diferentes.


 
Irán dijo que ahora está en la producción masiva de los misiles Golfo Pérsico, diseñados para atacar y destruir objetivos basados ​​en el mar con alta precisión.

Para destruir el objetivo, el misil Khalij Fars está equipado con una ojiva altamente explosiva de 650 kg. Al impactar a gran velocidad, esta carga puede actuar como penetrante, explotando tras atravesar el casco u otras estructuras de la nave. De esta manera, al dañar el interior del buque, se pueden desactivar varios sistemas críticos o provocar inundaciones, dependiendo de las condiciones específicas. Mientras que en embarcaciones de menor desplazamiento una ojiva de 650 kg garantiza su destrucción, en objetivos de mayor tamaño es probable que se inflija un daño severo, impidiendo que la nave continúe operando de manera efectiva.

El lanzamiento de los misiles Khalij Fars se realiza mediante un sistema móvil basado en un semirremolque. Este vehículo, remolcado por un tractor adecuado, dispone de una plataforma giratoria especial que integra el sistema de guía del misil. Según lo mostrado en diversos videos, antes del lanzamiento se posiciona el misil en el semirremolque, el cual es transportado a un sitio seguro por el tractor. Una vez allí, se ajusta el ángulo de elevación deseado, se enciende el motor y el misil sale de la plataforma de guía. Para el traslado y la recarga, se utiliza nuevamente un semirremolque equipado con los accesorios necesarios. Al igual que otros sistemas de misiles desarrollados en Irán, el Khalij Fars se transporta y despliega sin el uso de contenedores especializados, contando en su lugar con cubiertas protectoras de tela y otros elementos de resguardo.

Diversas fuentes indican que las pruebas del Khalij Fars habrían comenzado a finales de la década anterior, aunque no se dispone de información precisa sobre el cronograma. El primer lanzamiento de prueba, anunciado en febrero de 2011, se efectuó desde uno de los sitios costeros de pruebas en territorio iraní. Para estos ensayos se empleó un buque (ya fuera de servicio, ya fuese una cisterna o buque de carga seca) como blanco de prueba; en algunos casos se instalaron escudos especiales en la cubierta del objetivo para facilitar la evaluación de la precisión y simplificar el funcionamiento del sistema de guiado. Según los informes de las autoridades militares iraníes, en el primer ensayo el prototipo alcanzó una precisión en torno a los 30 metros. Tras este lanzamiento inicial, se continuó trabajando en el desarrollo del misil, con el objetivo de mejorar los sistemas integrados.


 
Momento en que una unidad de la Guardia Revolucionaria dispara un Golfo Pérsico.

Aproximadamente seis meses después del primer ensayo, es decir, en el verano de 2011, se llevó a cabo un nuevo lanzamiento de prueba del misil Khalij Fars. En esta ocasión, el equipo de desarrollo recibió la instrucción de duplicar la precisión del sistema. El objetivo fue alcanzado con éxito: mientras que se requería reducir el margen de error a entre 10 y 15 metros, el misil experimental logró una precisión de aproximadamente 8,5 metros respecto al punto de impacto previsto. También existen informes sobre un lanzamiento adicional a mediados de 2012, aunque no se dispone de confirmación oficial sobre otros ensayos que posiblemente se hayan realizado en ese período.

Ya en 2011, las autoridades iraníes anunciaron que el misil Khalij Fars entraría en fase de producción en masa en un futuro cercano. Todo indica que estos planes se materializaron rápidamente, permitiendo que las fuerzas armadas comenzaran a recibir y operar con este nuevo sistema. En 2012, el misil fue presentado por primera vez al público. Durante el desfile militar de septiembre de ese año, se exhibieron diversos equipos militares, entre ellos vehículos tractores con semirremolques de transporte que portaban misiles Khalij Fars.

La información disponible sugiere que el misil Khalij Fars ya ha sido oficialmente incorporado al arsenal de Irán y asignado a unidades específicas encargadas de la defensa costera. De esta manera, las fuerzas armadas iraníes disponen de un sistema de armas avanzado y con considerable potencial operativo. Los datos conocidos hasta ahora permiten vislumbrar algunas de las capacidades reales del sistema en condiciones de combate.





El nombre “Khalij Fars” (Golfo Pérsico) para este misil antibuque parece ir más allá de lo simbólico. Con un alcance estimado de hasta 300 kilómetros, un misil lanzado desde cualquier punto estratégico de la costa iraní puede cubrir prácticamente toda el área del Golfo Pérsico, incluyendo las costas opuestas en la Península Arábiga. Además, su zona de acción se extiende al Golfo de Omán en su totalidad y abarca una porción considerable del norte del mar Arábigo. En consecuencia, los misiles Khalij Fars permiten a Irán establecer un perímetro de defensa contra amenazas marítimas en prácticamente todas las direcciones desde su litoral.

El desempeño real del misil Khalij Fars en combate contra buques enemigos es objeto de debate. Por una parte, representa una amenaza seria para embarcaciones en su radio de alcance, debido a su velocidad, poder destructivo y sistema de guiado. Sin embargo, por otra parte, muchas fuerzas navales modernas están equipadas con avanzados sistemas de defensa antimisiles, que podrían reducir significativamente la efectividad de este tipo de armamento. Por lo tanto, el impacto real del Khalij Fars en un conflicto armado dependerá de múltiples factores —incluyendo la preparación del adversario, la táctica de uso, el entorno operativo y las condiciones del enfrentamiento— lo que hace difícil prever con precisión su efectividad en combate.

A pesar de estas incertidumbres, el Khalij Fars cumple con eficacia una función estratégica clave: la disuasión. En un contexto regional marcado por tensiones entre Irán y varios países del Medio Oriente, la mera presencia de este tipo de armamento puede influir en los cálculos estratégicos de un adversario. Cualquier intento de ataque contra Irán conlleva el riesgo de sufrir ataques directos contra embarcaciones situadas dentro del radio de alcance del misil. Un análisis geográfico de la región demuestra que, con un sistema como el Khalij Fars en operación, las fuerzas navales enemigas se verían forzadas a retirarse más allá del área de influencia o, en caso contrario, quedarían expuestas a ataques que podrían neutralizar su capacidad ofensiva contra la costa iraní.


 
El Golfo Pérsico puede portar una cabeza de guerra de 650 kg.

El elevado riesgo de perder embarcaciones ante un posible ataque con misiles como el Khalij Fars constituye un factor disuasorio significativo frente a cualquier intento de agresión por parte de estados hostiles. En cuanto a la efectividad real de estos misiles, su verdadero potencial solo podría comprobarse en el contexto de un conflicto armado. Sin embargo, recurrir a la guerra para evaluar capacidades militares es un método inviable y altamente indeseable, por lo que es poco probable que un adversario se arriesgue a ponerlo a prueba directamente. En su lugar, los analistas militares de los países de Medio Oriente deben limitarse al estudio teórico y a la elaboración de estimaciones basadas en información parcial y modelos predictivos.

Actualmente, existen únicamente dos misiles balísticos antibuque en servicio operativo a nivel mundial: el DF-21D desarrollado por China y el Khalij Fars producido por Irán. Aunque difieren significativamente en aspectos técnicos, alcance, diseño y concepto operativo, ambos sistemas están concebidos para cumplir la misma función estratégica: disuadir la presencia de fuerzas navales enemigas o, en caso de conflicto, atacar formaciones navales a gran distancia de la costa con el objetivo de destruir buques clave.

Los misiles balísticos antibuque representan, por ahora, una categoría poco común dentro del armamento naval. No obstante, el desarrollo de nuevos sistemas de este tipo en los últimos años indica un creciente interés por parte de las fuerzas armadas de varios países. A pesar de ello, muchas naciones siguen apostando por el uso de misiles de crucero, más tradicionales y probados en combate. Es posible que en el futuro se sumen nuevos modelos balísticos antibuque al arsenal mundial, pero hasta el momento, esta clase de armamento está representada únicamente por dos sistemas conocidos. No existe evidencia verificable sobre el desarrollo avanzado o la inminente incorporación de otros misiles balísticos de esta categoría.


 
Según los comandantes iraníes, el Golfo Pérsico posee un alcance de 300 km y viaja a velocidad supersónica.

 

 
 
 
El Golfo Pérsico alcanza y destruye un blanco localizado en el mar.



Nave objetivo después de ser golpeado por el cohete Khalij Fars.




Fuente: Fars News

martes, 1 de abril de 2025

Guerra naval: El legado del Exocet

 

El legado del Exocet

Por Steven Iacono || Naval Institute

En 1982, Gran Bretaña se encontró en guerra con Argentina, y las lecciones aprendidas del conflicto impactarían enormemente el futuro de la guerra naval mundial. En la superficie, las fuerzas aéreas navales argentinas parecían limitadas, teniendo solo cuatro aviones de ataque Super Etendard de fabricación francesa operativos, varios venerables A-4 Skyhawks y un puñado de ligeros Aermacchi MB-339. Sin embargo, también poseían cinco misiles antibuque AM39 Exocet, que emplearon con efecto devastador.

El 4 de mayo, el destructor HMS Sheffield estaba en servicio de patrulla protegiendo la flota británica cuando fue atacado por dos Super Etendard, cada uno disparando un Exocet a un rango de aproximadamente 12 millas. Los misiles de 1.500 libras viajaron a altitud rasante con una velocidad de casi 10 millas por minuto. Debido a una variedad de razones, la nave no estaba al tanto de su aproximación y no inició ningún esfuerzo de autodefensa. Uno de los misiles golpeó en el centro del buque, su ojiva de 364 libras encendiendo un incendio que pronto se volvió incontrolable y eventualmente llevó al hundimiento del Sheffield. Veinte marineros murieron y 26 resultaron heridos—casi el 17 por ciento de toda la tripulación.

La Royal Navy de repente se encontró enfrentando una amenaza importante—y una capacidad defensiva limitada para contrarrestarla. Solo sus dos portaaviones estaban armados con el sistema de misiles Sea Wolf, diseñado para derrotar objetivos de baja altitud y alta velocidad. Sin sistemas de armas de proximidad (CIWS) guiados por radar, los británicos tendrían que depender de los valientes esfuerzos de sus jóvenes marineros operando ametralladoras en posiciones expuestas en la cubierta para defender sus barcos. Irónicamente, al final de la guerra, se acreditaría a los cañones navales y al fuego de armas ligeras haber derribado más aviones que el Sea Wolf.

Tres semanas después, otro Exocet golpearía el buque de carga SS Atlantic Conveyor. Su pérdida cambió literalmente el curso de la guerra porque transportaba una cantidad desproporcionada de material. Se hundió con tres helicópteros Chinook y seis Wessex de transporte pesado a bordo. Esto estiraría enormemente los esfuerzos para proporcionar reabastecimiento a las fuerzas terrestres británicas y llevaría a que tuvieran que caminar hacia la batalla a través de las Malvinas en lugar de ser transportadas por aire—todo esto en condiciones climáticas difíciles. Junto con la muerte de 12 tripulantes, también se perdieron enormes cantidades de queroseno, tiendas de campaña, generadores, equipos de desalinización, bombas de racimo y municiones. El Atlantic Conveyor también transportaba 14 aviones Harrier de despegue y aterrizaje vertical/corto, que constituían una parte sustancial del total de aviones de ala fija disponibles para el combate, pero afortunadamente estos habían sido trasladados a los portaaviones unos días antes.

Mientras los británicos intentaban desarrollar tácticas para minimizar la amenaza de los misiles mediante ataques aéreos, los argentinos demostraron ser ingeniosos y lograron retirar un lanzador Exocet de uno de sus buques de guerra (el Seguí) y adaptarlo a una plataforma móvil basada en tierra. El 12 de junio, el destructor HMS Glamorgan fue alcanzado por este misil, resultando en 14 muertes y la destrucción de su helicóptero Wessex.

La amenaza que el Exocet representaba para la Royal Navy era inmensa. Según la mayoría de los relatos, si uno de sus dos portaaviones se perdía, entonces no era probable que las Malvinas pudieran ser recuperadas. Los Servicios Especiales Aéreos y de Botes Especiales de las fuerzas británicas fueron asignados con misiones para asaltar bases aéreas en el territorio continental argentino con el fin de destruir los misiles y las aeronaves que los transportaban. Se planearon tres audaces operaciones (Plum Duff, Mikado y Kettledrum). Sin embargo, para el 30 de mayo, el suministro de Exocets se había agotado, y la guerra terminaría dos semanas después. Además, el servicio de inteligencia británico MI6 hizo que sus agentes intentaran obstaculizar la venta de estos misiles en el mercado global a Argentina durante la guerra.

El mundo tomó nota de los éxitos militares argentinos. Un informe desclasificado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) señaló que muchas naciones en desarrollo comenzaron a ver las armas de alta tecnología como un medio para compensar las ventajas militares de posibles adversarios, así como un medio para aumentar su propio prestigio. La Guerra de Malvinas impulsó una proliferación de armas en Sudamérica, y Francia vendió extensamente su armamento a múltiples compradores en la región. Un funcionario dentro de la compañía que produjo el Exocet señaló en junio de 1982 que el fabricante estaba recibiendo muchas consultas de todo el mundo sobre su adquisición. Para 1985, las ventas de la división de misiles de la compañía se habían cuadruplicado en comparación con los diez años anteriores, y el Exocet generaba casi tanto dinero como toda la línea de aviones de pasajeros Airbus de la empresa.

Se podría decir que el Exocet francés creó una industria artesanal para misiles antibuque a lo largo de la década posterior a la Guerra de Malvinas, con 182 vendidos a Argentina, 40 a Egipto, 24 a Perú y 24 a los Emiratos Árabes Unidos, solo por nombrar algunos. Sin embargo, el mayor comprador fue Irak. Un informe de RAND señala que entre 1983 y 1988, aproximadamente 734 Exocets fueron entregados a Irak, con otros 18 en 1989—junto con 60 más que habían sido comprados en 1979. En total, Irak había adquirido 812 Exocets en un período de diez años. Francia también alquiló cinco aviones Super Etendard a los iraquíes y entrenó a sus pilotos como parte del acuerdo.

A lo largo de la década de 1980, Irán e Irak estuvieron en guerra, lo que incluyó ataques contra 451 petroleros y otros barcos en un esfuerzo por incapacitar económicamente al enemigo. El conflicto de diez años se convertiría en una auténtica época dorada para el Exocet. Su primer uso exitoso fue en octubre de 1981 contra el petrolero Al Tajdar, y el último ocurriría en julio de 1988 contra el Star Ray. El uso de esta arma se volvió tan ubicuo que las rutas de navegación del Golfo Pérsico ganaron el apodo de "Exocet Alley".

En mayo de 1987, la fragata USS Stark (FFG-31) estaba en patrulla en el Golfo Pérsico cuando fue atacada por dos Exocets disparados por un avión iraquí. Los impactos resultantes y el incendio causaron la muerte de 37 marineros junto con 21 heridos. El informe oficial de la Marina de los EE.UU. señaló que uno de los misiles no detonó, pero aún así causó daños extensos porque inyectó cientos de libras de combustible sin quemar en llamas dentro del barco.

El éxito del Exocet durante la década de 1980 no solo llevó a una proliferación de la adquisición y desarrollo de misiles, sino que también impulsó el crecimiento extensivo de las defensas navales para contrarrestar la amenaza. Sistemas de armas de proximidad guiados por radar (CIWS) con altas tasas de disparo ahora son ubicuos en las flotas navales modernas. La corporación Raytheon ha construido más de 1.000 cañones Phalanx, que ahora arman barcos pertenecientes a 22 naciones.

El Exocet ha estado en servicio por casi 50 años y ha sido modificado numerosas veces. Ahora hay variantes lanzadas desde aire, barcos, tierra y submarinos. Ha sido comprado por al menos 38 países y todavía está en producción. Su capacidad para hundir o dañar buques multimillonarios lo convierte en un poderoso equilibrador en la guerra—proverbiales matadores de gigantes.

Incluso después de casi medio siglo de servicio, el Exocet sigue siendo relevante. En junio de 2022, el Ministro de las Fuerzas Armadas de Francia señaló que estaba siendo considerado como parte de un paquete de asistencia a Ucrania en su guerra en curso con Rusia. Hoy en día, decenas de países poseen el Exocet, y su presencia sigue sintiéndose en regiones estratégicamente importantes, incluyendo el Mar de China Meridional y el Golfo Pérsico.


Referencias

  1. David Brown, The Royal Navy and the Falklands War (Annapolis, MD: Naval Institute Press, 1987).
  2. The Falklands Campaign: The Lessons (London: British Ministry of Defence, 1982).
  3. Steven Iacono, “A Failure in the Falklands,” Naval History 36, no. 2 (April 2022), 20–27.
  4. Brown, The Royal Navy and the Falklands War.
  5. Ewen Southby-Tailyour, Exocet Falklands: The Untold Story of Special Forces Operations (Barnsley, UK: Pen & Sword Books, 2017).
  6. Nigel West, The Secret War for the Falklands: SAS, MI6 and the War Whitehall Nearly Lost (London: Time Warner Books UK, 1998).
  7. Central Intelligence Agency, “The Changing High-Technology Arms Market in the Aftermath of the Falklands and Lebanon Conflicts.,” https://www.cia.gov/readingroom/document/cia-rdp85t00176r000900070001-0.
  8. Jozef Goldblat and Victor Millán, “In the Wake of the Falklands/Malvinas War: A New Cycle of the Arms Race,” Bulletin of Peace Proposals 14, no. 3(1983): 253–61.
  9. David R. Francis, “French Company Sees Sales Boost for Exocet Missiles, The Christian Science Monitor, 25 June 1982, www.csmonitor.com/1982/0625/062545.html.
  10. Richard Evans, “Arms Sales Mean Big Business for France,” The Christian Science Monitor,  15 July 1985, www.csmonitor.com/1985/0715/ffren-f1.html.
  11. William M. Despain, “The French Navy: Friend or Rival?” Naval War College Review 44, no. 1 (Winter 1991): 62–75.
  12. Rachel Schmidt, Global Arms Exports to Iraq, 1960–1990 (Santa Monica, CA: RAND, 1991).
  13. Bernard Gwertzman, “French Agree to Lend Iraq Planes to Use in Firing its Exocet Missiles,” The New York Times, 28 June 1983.  
  14. Ronald O’Rourke, “The Tanker War,” U.S. Naval Institute Proceedings 114, no. 5 (May 1988): www.usni.org/magazines/proceedings/1988/may/tanker-war.
  15. Martin Navias and E. R. Hooton, Tanker Wars: The Assault on Merchant Shipping During the Iran-Iran Conflict, 1980–1988 (London: I. B. Tauris & Co., 1996).
  16. U.S. Department of the Navy, “Formal Investigation into the Circumstances Surrounding the Attack on the USS Stark (FFG-31) on 17 May 1987,” https://stjececmsdusgva001.blob.core.usgovcloudapi.net/public/documents/USS_STARK_BASIC.pdf.
  17. “Phalanx Weapon System,” Raytheon, www.rtx.com/raytheon/what-we-do/sea/phalanx-close-in-weapon-system.
  18. “Exocet Missile Threat,” Center for Strategic & International Studies Missile Defense Project, https://missilethreat.csis.org/missile/exocet/
  19. John Schulte, “An Analysis of the Historical Effectiveness of Anti-ship Cruise Missiles in Littoral Warfare,” Naval Postgraduate School thesis, 1994.
  20. “Russia-Ukraine News,” CNN, 28 June 2022, https://edition.cnn.com/europe/live-news/russia-ukraine-war-news-06-28-22/h_7ea43ee9673957a79390ce311f31861b.



sábado, 22 de marzo de 2025

Argentina: Un potencial mercado perdido de los MP-1000/AS-25K


Imaginando un F-5F iraní portando dos MP-1000 Martín Pescador bajo sus alas en la Primera Guerra del Golfo

Mercados perdidos de armas argentinas: El caso del MP-1000 Martín Pescador

 Esteban McLaren

 


El MP-1000 Martín Pescador, un misil aire-tierra (ASM) argentino guiado por radio comando, tuvo un ciclo de vida operativo desde mediados de los 70 hasta 1990. Sin embargo, a pesar de su potencial como exportación militar, Argentina no logró insertarlo en el mercado internacional de armas. ¿Por qué pudo ser valorado en el mercado internacional? Unas primeras razones se pueden asociar al hecho que era un misil de baja tecnología, el cual permitía a un avión atacar a la distancia (10-15km) blancos ligeros, sin ser afectado por la artillería antiaérea. No era ningún producto de tecnología compleja y sus capacidades eran aproximadas a las del AGM-12 Bullpup americano. De todos modos, era un arma que podría haber jugado un rol importante en conflictos de baja intensidad.

Tengamos en cuenta siempre que la venta de armas es una venta política. Muchas variables se combinan para que un arma no sea un bien transable cualquiera. Los efectos de proveer y adquirir armas tienen implicaciones más allá de cambiar dinero por cosas. Alteran las capacidades de proyección de fuerza de los participantes en la transacción y esa alteración extienden el efecto de la transacción a otras dimensiones más allá de las comerciales. Este tema será ampliado más adelante.



Para evaluar los mercados potenciales perdidos y las oportunidades que podría haber capitalizado Argentina, es esencial considerar los conflictos en curso durante ese período, los competidores y los posibles compradores interesados en un misil de estas características. 

Las primeras evaluaciones se llevaron a cabo en 1975 disparándose alrededor de 60 misiles de prueba en el lapso de dos años. La Fuerza Aérea Argentina se bajó del proyecto, aduciendo absurdamente como lo demostraría la Guerra de Malvinas, que no estaba para "hundir barcos", y la Armada lo ralentizó, aunque hay fotos que muestran que fueron desplegados en el Conflicto del Beagle de 1978, al menos una docena, sobre todo para utilizar desde los Aermacchi de la Aviación Naval. No obstante, no fueron utilizados en la Guerra de las Malvinas, aduciendo entre otras cosas, la naturaleza de las defensas antiaéreas británicas. ¡Qué interesante hubiese sido que Owen Crippa hubiese podido atacar un par de barcos con MP-1000 sobre el estrecho de San Carlos! Finalmente, fueron homologados tras realizarse disparos desde aviones T-28P Fennec, y el primer disparo relacionado fue realizado por el capitán Rodolfo Castro Fox (primero desde la derecha en la foto debajo) de la Armada Argentina.


¿Qué escenarios/mercados existían en en los 1970s y 80s para intentar vender este producto? Repasemos someramente a quienes se podría haber enfocado la venta de este producto.


Aproximadamente así era disparar y guiar un MP-1000 viendo cómo se lo hacía con un AGM-12 Bullpup. La cabeza de guerra del misil norteamericana era de 110 kg comparado con los 40kg del modelo argentino.


Otro ejemplo de un Bullpup disparado desde un A-4 Skyhawk en Vietnam


Contexto geopolítico y mercados potenciales

Entre 1975 y 1990, el mundo experimentó una serie de conflictos y tensiones geopolíticas que generaron demanda de armamento aire-tierra. Entre ellos se destacan:

  1. Guerra Irán-Irak (1980-1988): Ambos países buscaron constantemente mejorar sus capacidades militares. Irak, en particular, adquirió misiles aire-tierra de diversas fuentes, incluyendo Francia (AS-30) y la Unión Soviética (Kh-25). Irán, por su parte, tenía un acceso limitado a tecnología occidental debido al embargo, por lo que podría haber sido un cliente potencial del MP-1000 si Argentina hubiera ofrecido acuerdos favorables. Si Chile con Cardoen proveyó a Irak con bombas cluster, ¿por qué no pudimos venderles ASM?

  2. Conflictos en América Latina: Durante los 80, países como Perú y Ecuador estaban en procesos de modernización militar debido a sus disputas fronterizas. Perú, que ya había adquirido armamento argentino, podría haber sido un comprador natural.

  3. Sudáfrica y conflictos en África: Sudáfrica estaba en conflicto con Angola y necesitaba armamento sofisticado debido a su aislamiento internacional. La Fuerza Aérea Sudafricana podría haber estado interesada en un misil aire-tierra como el MP-1000.

  4. India y Pakistán: Ambos países estaban en una constante carrera armamentista. India, con una relación positiva con Argentina en ciertos ámbitos militares, podría haber considerado el MP-1000 como una opción si el precio era competitivo.

  5. Países del Pacto de Varsovia: A pesar de la predominancia de los sistemas soviéticos, algunos países del bloque socialista buscaron diversificar su armamento en los años 80. Argentina podría haber intentado vender su misil a países como Yugoslavia, que tenía una industria militar independiente.



Factores de competencia y precio

Uno de los problemas más serios que enfrentó el MP-1000 fue su alto costo unitario, estimado en 2,5 millones de dólares por unidad (la fuente de este dato es Wikipedia), lo que lo hacía significativamente más caro que alternativas como el AS-30 francés (aproximadamente 500.000 dólares por misil) o el Kh-25 soviético (entre 100.000 y 200.000 dólares por unidad). Para ser competitivo, Argentina habría necesitado subsidiar el costo del MP-1000 o buscar acuerdos de financiamiento militar con compradores potenciales. Los competidores era técnicamente buenos y competitivos en precios, mucho trabajo debía enfocarse en esas dimensiones del producto.

AS-25K

El AS-25K fue la reconversión de los MP-1000 Martín Pescador devueltos por el COAN a CITEFA para su overhauling. Reconvertidos, se les agregó cabezas buscadoras de guiado por radiocomando, láser, infrarrojo o televisión con un alcance de 25 kilómetros. El Bullpup se convirtió en un Penguin. Ese cambio de capacidades les permitió nuevos horizontes, que ni siquiera fueron adoptados por los aviadores navales nacionales debido a la desmalvinización de las fuerzas armadas por parte de los gobiernos del período. Otro caballo de carreras muerto.



Posibles estrategias de reducción de costos

Para mejorar la competitividad del MP-1000, Argentina podría haber aplicado varias estrategias:

  • Producción en serie: Un ejemplo directo para reducir el costo unitario de producción es el aumentar la escala de producción. Algo que puede favorecer el aumento de la producción es ampliar la base de plataformas capaces de operar el misil. En el caso inicial, podría haber sido adaptado para ser empleado por la mayor cantidad de tipos posibles de aviones en servicio en las fuerzas armadas argentinas. Para la época, las plataformas que podían o podrían haber portado el misil en Argentina eran:
    • Aermacchi MB326/339 (en servicio ya para la crisis del Beagle)
    • North American T-28P Fennec (en servicio para la crisis del Beagle)
    • FMA IA-58 Pucará (probado para la guerra de Malvinas) 
    • Toda la línea Mirage (Mirage 3, 5/Finger, IAI Nesher/Dagger) (factible).
    • Toda la línea de A-4 Skyhawk (B,C y P así como Q) (factible).
    • Morane-Saulnier MS-760 Paris (factible) 
    • Aviones de transporte (C-130 Hercules, DC-3, entre otros) y MPA (Lockheed L-188 Electra) para uso COIN o ataque a embarcaciones ilegales: Factible.
    • Helicópteros ligeros/medianos en servicio (UH-1H Huey, SA330 Puma, SH-3 Sea King): Adaptable.
  • Acuerdos de coproducción: Ofrecer licencias de fabricación a países interesados como Irak, Irán, Perú o Egipto. Otra excelente opción para apalancar los costos de producción. Asimismo, dentro del plano nacional, la producción debiera hacerse licenciado a empresas locales o emprendimiento híbridos privado-estatal, con mayor experiencia ingenieril en producción en masa, para producir y montar las armas en instalaciones sin uso. De hecho, Argentina proveyó con diversos productos de producción nacional (TAM, ATGM CIBEL 2K y Mathogo, entre otros) a Irán pero por diversas razones nunca se concretó ninguna operación.
  • Venta con financiamiento flexible: Similar a lo que hacía Francia con sus misiles aire-tierra. Aquí debieran aparecer tasas subsidiadas o extensión de períodos de repago.
  • Subsidios estatales: Reducir el precio de venta para facilitar la exportación, absorbiendo costos a través de otras partidas del presupuesto militar.

Si Argentina hubiera subsidiado el MP-1000 para alinearlo con el costo de sus competidores, el precio objetivo habría estado entre 500.000 y 1.000.000 de dólares por unidad. A este precio, habría sido más atractivo para países con presupuestos militares limitados, sujetos tal vez a sanciones o restricciones de los principales productores la cual podía saltearse de manera legal o vía mercado negro.

Estimación de ventas perdidas

Dado el número de conflictos activos y la demanda de misiles aire-tierra en la época, se puede hacer una estimación conservadora de ventas perdidas. Supongamos que Argentina hubiese logrado captar una porción mínima del mercado, con ventas aproximadas a los siguientes países:

PaísPotencial de compra (misiles)Precio ajustado por subsidio (USD)Ingreso potencial (USD)
Irak50750,00037,5 millones
Irán30750,00022,5 millones
Perú20600,00012 millones
Sudáfrica20800,00016 millones
India/Pakistán50700,00035 millones
Otros (Egipto, Yugoslavia, Ecuador, etc.)30750,00022,5 millones

Total estimado: 200 misiles vendidos, con un ingreso de aproximadamente 145 millones de dólares.

Es fundamental considerar que esos ingresos representarían una fuente directa de financiamiento para las Fuerzas Armadas, permitiéndoles continuar con proyectos de investigación, desarrollo y perfeccionamiento de los sistemas ya diseñados. A partir de este punto, inevitablemente surgirán una infinidad de factores condicionantes —desde la dinámica de la geopolítica internacional hasta las particularidades de la política interna pasando también por la meramente anecdótica— que ayudarán a explicar, en parte, los vaivenes y limitaciones del desempeño argentino en el mercado global de armamento.



Conclusión preliminar

El MP-1000 tenía el potencial de convertirse en un producto de exportación viable, pero su elevado costo y la falta de una estrategia comercial agresiva, pudieron ser las principales causas de condenar su destino al fracaso. No iba a ser un camino fácil pero si nunca se da el primer paso, el camino se hace imposible. Argentina, lejos de diseñar un plan para posicionar su industria de defensa en el mercado internacional, se limitó a producir armamento con un enfoque autárquico, basado en los preceptos de Savio, sin contemplar que la ampliación de la escala productiva, sustentada en exportaciones, habría reducido costos y permitido mayor competitividad. Si el país hubiera adoptado un modelo similar al de naciones con tradición exportadora en materia de defensa, como Francia, podría haber subsidiado el MP-1000 inicialmente y luego ajustado su precio según la demanda y las circunstancias del comprador. En términos prácticos, esto habría significado atraer clientes con un precio accesible en tiempos de paz y luego elevarlo en situaciones de conflicto o sanciones, como ha sido la práctica habitual de las potencias exportadoras de armas. Pregunten a la FACH cuánto pagó por sus primeros Mirage 50 en épocas de plena sanciones políticas o también a cuánto cotizaba el misil Exocet antes y después de la Guerra de Malvinas.

Sin embargo, la industria militar argentina siempre ha carecido de una verdadera visión comercial. Una actitud que comenzó a mostrar sus exponenciales desatinos cuando una industria aeronáutica rezagada como brasileña entró al mercado con una clara visión comercial y desbarrancó en muy pocos años los acervos de producción de la empresa estatal argentina. En general, las empresas de armamento, lejos de operar con una lógica de mercado, han sido administradas como organismos burocráticos o depósitos de favores políticos. En lugar de contar con gestores que comprendieran la dinámica del comercio internacional de armas, muchas veces han estado dirigidas por militares retirados sin formación en negocios o políticos con una visión pacifista ingenua, incapaces de entender que vender armas no es un acto ideológico sino una cuestión estratégica y económica. La falta de una política de exportación consistente ha hecho que Argentina sea un gran comprador de armas extranjeras, pero un pésimo vendedor de su propia producción. 

La falta de apoyo del Estado ha sido otro factor determinante en la imposibilidad de insertar productos como el MP-1000 en el mercado internacional. Ni los gobiernos militares, que supuestamente debieron haber impulsado la industria bélica como una prioridad estratégica, ni los gobiernos democráticos posteriores promovieron activamente la exportación de armamento argentino. En el caso de los regímenes militares, su aislamiento internacional y la falta de visión comercial impidieron la construcción de alianzas sólidas para colocar productos en el exterior. Pero el golpe de gracia lo dio la democracia con decisiones que rozan lo absurdo. El mejor ejemplo de esta miopía lo protagonizó Raúl Alfonsín, quien, en su afán de debilitar a las Fuerzas Armadas, declaró con orgullo que "Argentina no vende armas a zonas calientes", como si una farmacéutica decidiera no vender medicamentos a personas enfermas. Esa postura, más ligada a un discurso ideológico que a una política de Estado pragmática, condenó aún más a la industria militar local al ostracismo comercial.  

Por si fuera poco, la Cancillería argentina nunca tuvo una estrategia proactiva para insertar la producción de defensa en mercados internacionales. Mientras otros países han sabido mover sus piezas diplomáticas para colocar su industria militar en conflictos ajenos, Argentina se ha destacado por hacer exactamente lo contrario. Se ha mostrado sumamente activa en la compra de material extranjero, incluso en condiciones desventajosas, como demuestra la adquisición de los tanques SK-105 ex-chilenos, pero prácticamente ausente en términos de éxitos de ventas a la hora de promover sus propios desarrollos. Cuando se han dado intentos de venta de material bélico argentino, la reacción de ciertos sectores políticos y mediáticos ha sido de rechazo inmediato, como si la exportación de armas fuera un pecado capital que conllevara una sanción moral internacional. 

Un problema de fondo es que la producción militar en Argentina ha estado siempre dirigida por personas ajenas al mercado. Primero, han sido en muchos casos militares retirados que vieron la administración de empresas estatales como un premio de jubilación, sin interés en la expansión comercial, reducir costos o ampliar la oferta de productos atentos únicamente a los requisitos de fuerzas nacionales y no de clientes extranjeros. En segundo lugar, hemos sufrido de políticos empapados en una moral pacifista culposa, temerosos de que vender armas genere reacciones adversas en la izquierda local o represalias de organismos internacionales. En tercer lugar, la misma cultura desmalvinizadora hizo que desmantelara todo el sistema de producción de armas en el país haciendo fracasar potenciales negocios como la venta del TAM VC a Ecuador o de los TR-1700 a Taiwán. Esta falta de pragmatismo ha condenado a la industria militar argentina a la irrelevancia en el comercio global de armamento, perpetuando la paradoja de un país que ha desarrollado tecnología bélica sofisticada pero que nunca ha sabido —o querido— venderla.

Entonces, por ejemplo, ¿cuál debería ser el camino lógico para la bomba inteligente FAS-850 Dardo 3? Una vez superadas las pruebas que validen sus especificaciones técnicas, su comercialización debería activarse de inmediato. Se necesita un paquete de presentación profesional, con dossier técnico, videos promocionales y plataformas digitales dedicadas, listo para ser distribuido a clientes potenciales. Cada embajada, consulado y agregado militar argentino debe convertirse en un punto de contacto clave para su promoción, generando interés antes incluso de su adopción oficial por la Fuerza Aérea Argentina.



Para consolidar su valor en el mercado, la Dardo 3 debe demostrar su capacidad en combate real. Mediante canales oficiales o acuerdos estratégicos discretos (mercado negro), una cantidad limitada de unidades debería ser utilizada en un conflicto activo—como el de Ucrania, Yemen o cualquier otro escenario donde la demanda por armamento de precisión esté en auge. La etiqueta "Combat Proven" no solo multiplica el atractivo del producto ante compradores internacionales, sino que fija un precio premium que eleva su rentabilidad y posiciona a la industria de defensa argentina en un nuevo nivel de competitividad global. ¿O vamos a seguir en la mediocridad medieval de ver con desdén a quiénes tienen éxito en los negocios y pensando que las armas se producen por un amor sanmartiano desinteresado a la Patria?

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este texto son exclusivamente del autor y no representan necesariamente la postura de ninguna organización o entidad con la que esté vinculado.

sábado, 30 de noviembre de 2024

Malvinas: El disparatado intento de hundir al '25 de Mayo' en Puerto Belgrano


Reino Unido canceló misión de ataque al portaaviones argentino ARA '25 de Mayo' en 1982, a última hora

  • La sangre en el ojo de la Armada Real por el ataque al HMS Invincible

Poder Naval (con modificaciones propias)


Bucaneer con misiles Martel

El 8 de junio de 1982, durante la Guerra de las Malvinas, en un cambio de último minuto, el Reino Unido canceló una misión planeada para atacar al portaaviones argentino ARA 25 de Mayo en el puerto. La operación implicaría dos aviones de ataque Buccaneer de la RAF, guiados por un avión Nimrod y reabastecidos de combustible por aviones cisterna Victor desde la Isla Ascensión, utilizando misiles Martel AJ-168 y ocho bombas de 1.000 libras.

Durante una visita a los Archivos Nacionales del Reino Unido, la “rata de biblioteca” Chris Gibson descubrió una serie de documentos intrigantes enterrados en una carpeta aparentemente inocua sobre el reabastecimiento de combustible aéreo durante el conflicto de las Malvinas. El primero detallaba el uso potencial de los Buccaneers de la
RAF para llevar a cabo un atrevido ataque contra el activo naval más importante de Argentina en su puerto base.

Según el escritor Chris Gibson la misión del Buccaneer era «degradar la capacidad de combate de los principales buques de la Armada Argentina (ARA) que operaban dentro del límite de las 12 millas náuticas». Y sin duda el objetivo de mayor valor del ARA era el portaaviones '25 de Mayo'.


El portaaviones ARA 25 de Mayo en Puerto Belgrano, en 1979. Al fondo, el crucero ARA General Belgrano y una corbeta A69. Foto: Marina de los EE. UU.

El plan detallado requería destruir el radar del portaaviones a distancia, luego avanzar y dejarlo inoperativo, antes de que los Buccaneers se dirigieran a Chile. Chile iba a actuar como cobijo a estos atacantes exponiendo su participación activa en el conflicto. Aunque la viabilidad y necesidad de tal misión eran cuestionables, el ataque habría representado una importante victoria moral para el Reino Unido.

La localización del "25 de Mayo"

Los Buccaneers habrían recibido información sobre la ubicación del Veinticinco de Mayo (fecha en la que comenzó la revolución argentina de 1810) a partir de un avión de patrulla de largo alcance Nimrod de la Royal Air Force. A su vez, la tripulación del Nimrod obtendría una estimación del área de búsqueda a partir de «inteligencia colateral».

Según documentos recientemente desclasificados, la fuente de la «inteligencia colateral» que habría proporcionado los datos del área de búsqueda necesarios para que el Nimrod encontrara al portaaviones (y dirigiera el ataque de los Buccaneers) habría sido el satélite de inteligencia electrónica estadounidense ultrasecreto llamado FARRAH.

A partir de las emisiones del radar de vigilancia aérea Hollandse Signaalapparaten LW-01 con el que estaba equipado el buque, interceptadas por el satélite FARRAH, se pudo determinar que se encontraba operando en la zona de Puerto Belgrano.

Con la información del área general de operaciones del portaaviones, sería el turno del Hawker Siddeley Nimrod de aproximarse a la zona (luego de algunos reabastecimientos en vuelo) y encontrar y determinar su ubicación y rumbo precisos, para transmitir esa información al paquete de ataque.

El ataque lo llevarían a cabo los Blackburn Buccaneers, que habrían estado armados con dos misiles antibuque Martel AJ.168 TV guiados por TV en los pilones de las alas como armas principales. También habrían llevado cuatro bombas de 454 kilogramos en el compartimento de armas. Los aviones habrían lanzado un TV-Martel cada uno, manteniendo el segundo como reserva por si tuvieran que realizar un segundo ataque, y las bombas en reserva por si los misiles fallaban.

Sin embargo, en el último momento, las autoridades británicas decidieron que la misión no era necesaria y optaron por cancelar el ataque planeado. La decisión reflejó un cambio estratégico, quizás influido por consideraciones políticas y militares, que evitó una mayor escalada del conflicto.



¿Para qué, por qué, en serio?


Analicemos este escenario. Existen falencias de planificación y, por sobre todo, de interés militar y temporalidad en el objetivo:

  1. En primer lugar, es interesante notar que esta supuesta "misión", de la que habría que confirmar su existencia real mas allá de los dichos de este investigador, se produce luego del 30 de mayo. En esa fecha, efectivamente los aviones argentinos (A-4C de la Fuerza Aérea Argentina y AMD Super Etendard del Comando de Aviación Naval) habían golpeado al HMS Invincible
  2. En segundo lugar, desde el 4 de Mayo el portaaviones se hallaba amarrado en la Base Naval Puerto Belgrano debido a la amenaza submarina de los SSN británicos. Es decir, el portaaviones no representaba amenaza alguna a la Marina Real. 
  3. Por otra parte, la principal amenaza para los Bucanners no serían los A-4Q Skyhawk dado que se encontraban desplegados en la Patagonia. El principal problema de este ataque serían los Tipo 42 (ARA Hércules y ARA Santísima Trinidad)  que poseían misiles antiaéreos Sea Dart con 40 km de alcance. 
  4. Detectar el radar del 25 de Mayo para dirigir un ataque con Martel guiados por TV se debía principalmente a que la Royal Navy no poseían AM39 Exocet de lanzamiento aéreo, como los usados por el Super Etendard, y necesitarían impactar un blanco muy específico en un aérea muy protegido esquivando blancos no prioritarios. La principal amenaza que enfrentarían hubiesen sido los dos Tipo 42 mencionados. 
  5. Finalmente, suena más a un plan completamente teórico, muy lejos de cualquier implementación seria, pero probablemente sea un reconocimiento indirecto de la espina clavada en el orgullo de la Marina Real por el ataque "real" (aunque tercamente no reconocido) al HMS Invincible. Esta misión es probablemente otra evidencia circunstancial que confirma el ataque a ese buque ¿Cómo podía ser que los argentinos golpearan al HMS  Invincible y esa armada latinoamericana saliera impune?


Sobre el misil Martel

El Martel era un misil antirradiación (ARM) anglo-francés. El nombre Martel es una contracción de Missile, Anti-Radiation, Television, en referencia a las opciones de orientación. Existen dos variantes, el guiado por radar pasivo (AS 37) y el guiado por vídeo (AJ 168).

Los aviones que utilizaron estos misiles fueron el Blackburn Buccaneer (hasta tres TV o cuatro variantes ARM), el SEPECAT Jaguar (dos), el Mirage III/F1 (uno o dos) y el Hawker Siddeley Nimrod (al menos uno). El Martel era muy adecuado para ataques antibuque con su pesada ojiva de largo alcance.

En ese momento, no existía ningún misil pequeño guiado por radar como el AGM-84 Harpoon con radar activo, por lo que la única solución viable era un sensor TV o ARM. Tenía un alcance relativamente largo (60 km), una gran carga útil y una velocidad subsónica.



Fue posible adaptar el Martel ARM para usarlo contra radares de diferentes longitudes de onda. Fue una mejora en comparación con los primeros misiles ARM estándar, que solo tenían un sensor de banda estrecha. Pero el sensor ARM sólo se podía seleccionar en tierra, no en vuelo, por lo que antes del despegue era necesario saber qué tipo de radar debía atacarse.

El Reino Unido utilizó ambos tipos, los franceses sólo la variante equipada con radar. El Martel fue construido por Hawker-Siddeley en el Reino Unido y Matra en Francia.



lunes, 7 de octubre de 2024

FAA: Plan de adaptar a los F-16 para lanzar misiles israelíes


Adaptación de misiles Rafael Python y Derby en aviones F-16: Un análisis detallado de un programa para Argentina

 




La modernización y la mejora de las capacidades de combate aéreo de las plataformas F-16 a nivel global ha sido un tema clave en la industria de defensa en los últimos años. Una vez desplegados los Fighting Falcon MLU ex-Dinamarca en la Fuerza Aérea Argentina (FAA), un paso de flexibilización operativa y ampliación de capacidad debe incluir la apertura a la utilización de munición israelí. Ello brindaría dos fuentes de suministros de armas (USA e Israel) y permitiría acceder a elementos de ataque, defensa y guerra electrónica, entre otros, no disponibles en ningún otro mercado. En este sentido, los programas de integración de los misiles aire-aire Rafael Python y Derby han demostrado ser fundamentales para garantizar que estas aeronaves sigan siendo competitivas en el campo de batalla moderno.

1) ¿Qué comprende el programa de adaptación de los misiles Rafael Python y Derby para los F-16?

El programa de integración de misiles Rafael Python y Derby para los F-16 involucra la instalación de equipos avanzados que permiten el lanzamiento de estos sistemas de armas aire-aire. Estos misiles, reconocidos por su capacidad de combate en el ámbito de corto y mediano alcance, han sido incorporados en varios tipos de aeronaves a nivel mundial, como una solución efectiva para ampliar las capacidades de combate de las fuerzas aéreas. En el caso específico de los F-16, este programa incluye la integración de un casco con visor montado, el cual permite a los pilotos apuntar y disparar con precisión los misiles Python y Derby sin necesidad de que el avión esté alineado directamente con el objetivo. Esto aumenta significativamente la efectividad en combates cercanos.



Además, el programa incluye modificaciones en el software y en los sistemas de misión del avión, para que los F-16 puedan gestionar las nuevas capacidades de misiles. Este proceso es parte de una actualización más amplia, conocida como "avionics upgrade", que también puede incluir mejoras en radares, sistemas de guerra electrónica y navegación.

2) Casco para disparo de los misiles

El sistema de disparo mediante un casco con visor montado está integrado en este programa. El casco, conocido como Helmet Mounted Cueing System (HMCS), permite a los pilotos designar objetivos simplemente mirando en su dirección, facilitando así una respuesta mucho más rápida y precisa en combates aéreos de corto alcance, donde la maniobrabilidad es crucial.

3) ¿Cuál es el costo aproximado por aparato?

El costo por aparato puede variar dependiendo de los requerimientos específicos de cada fuerza aérea y de los paquetes adicionales que se integren, como mejoras en la aviónica o capacidades adicionales de guerra electrónica. Sin embargo, los costos documentados de programas de actualización para integrar los misiles Rafael Python y Derby en aviones como el F-16 rondan los 15 a 20 millones de dólares por avión, dependiendo de la configuración final, el tipo de casco incluido, y la cantidad de aviones involucrados en el contrato.

4) ¿Qué tiempo lleva implementar este tipo de programas?

La implementación completa de este tipo de actualizaciones, que incluye la integración de misiles aire-aire, puede llevar entre 12 a 24 meses, dependiendo de la complejidad del sistema, el estado de los aviones antes de la modernización, y el nivel de formación requerido para los pilotos y personal de mantenimiento. Este proceso incluye pruebas iniciales de vuelo, certificaciones y la entrega final de los aviones con todas las capacidades operativas plenamente funcionales.

5) Programa para adaptar misiles de lanzamiento aéreo Rafael Sea Breaker

La integración de otros sistemas de armas israelíes, como las bombas Rafael Sea Breaker, probablemente requeriría programas adicionales de adaptación. Aunque estos sistemas son compatibles con muchas plataformas de lanzamiento aéreo, las modificaciones específicas para los F-16 incluyen mejoras en el software de misión y en los sistemas de control de fuego. Además, al tratarse de sistemas de armas con características muy distintas a los misiles aire-aire (ya que los misiles Rafael Sea Breaker son proyectiles de ataque a superficie), los aviones requerirían una adaptación en su capacidad de gestión de municiones y sistemas de puntería. Estas dos armas serían ideales para cualquier avión del Comando del Aviación Naval.




Rafael Sea Breaker


Conclusión

El programa de adaptación de los misiles Rafael Python y Derby para los F-16 ha demostrado ser una opción viable y efectiva para mantener la relevancia de esta plataforma de combate en los escenarios actuales. No obstante, la incorporación de otros sistemas de armas israelíes como el Sea Breaker requeriría programas adicionales de integración para optimizar el uso de estas bombas en misiones aire-superficie.

Países que han adaptados sus aviones a los misiles israelíes:

  • Chile (F-5E III/F-16)
  • Brasil (F-5E II)
  • Colombia (Kfir)
  • Singapur (F-16)
  • India


Fuentes

Para ver imágenes y notas de estos programas, les recomiendo explorar sitios especializados en defensa como Defensa.com o Jane's Defence que frecuentemente publican fotos y análisis detallados sobre estas modernizaciones. Sino, los principales diarios de cada país suelen publicar datos también.