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sábado, 10 de septiembre de 2022

Malvinas: El plan argentino para derribar los Vulcan si atacaban

 

El gran secreto de Malvinas: el plan de Argentina para destruir bombarderos ingleses si atacaban el continente

En 1982 la Royal Air Force tenía entre sus planes bombardear con aviones Avro Vulcan las bases argentinas en Comodoro Rivadavia, San Julián, Río Gallegos y Río Grande. Recién en 2022 se conoció que la Fuerza Aérea Argentina diseñó la Operación Pampero para contrarrestar la temida amenaza. Los detalles de un operativo top secret que se guardó durante 40 años

Avión Avro Vulcan B.2 utilizado por la Real Fuerza Aérea para cumplir operaciones en el Atlántico Sur. Esta aeronave, matrícula XM597, cumplió misiones sobre Malvinas con misiles antirradar Shrike norteamericanos

Existen documentos desclasificados de la guerra de Malvinas que cuentan como la Royal Air Force británica planeó bombardear con aviones Avro Vulcan bases aéreas argentinas. Los blancos elegidos: Comodoro Rivadavia, San Julián, Río Gallegos y Río Grande. Pero recién 40 años más tarde se reveló uno de los secretos mejor guardados del conflicto armado: los planes que ideó la Fuerza Aérea Argentina para contrarrestar esta temida amenaza.

Los británicos habían considerado el escenario que llevaría la guerra al continente: el ataque a bases argentinas (ver el excelente artículo de Alejandro Amendolara “Opción 13″: el plan secreto de los ingleses para bombardear Buenos Aires durante la guerra de Malvinas en Infobae), pero la decisión política de no escalar el conflicto, en base a la posición de Estados Unidos al respecto y el temor que se activara el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) poniendo a toda Latinoamérica contra Gran Bretaña, hizo que esos planes se dejaran de lado.

Sin embargo, para mediados de mayo, con las grandes pérdidas de la Royal Navy y sin avances significativos en tierra, la Fuerza Aérea Británica decidió reactivar el plan de ataque. La aviación inglesa ya había ejecutado varias de las misiones de bombardeo de largo alcance “Black Buck” (Ciervo Negro), por lo que las preguntas iniciales acerca de “largas travesías aéreas sobre el mar con múltiples reabastecimientos en vuelo” habían sido contestadas. Podía hacerse.

Hay aquí que aclarar que el planeamiento no es siempre la antesala de la ejecución. Los militares muchas veces planean operaciones o misiones para la eventualidad de necesitarlo, lo que estará sujeto a la propia dinámica de la guerra y orientada por los fines políticos que la desencadenaron.

El documento secreto del ministerio de Defensa británico con el plan de las operaciones para los aviones Vulcano,, elegidos para bombardear Buenos Aires y otros blancos del continente

En ese orden de cosas, es más que interesante el memo preparado en el seno de la Royal Air Force el 25 de mayo de 1982, que da cuenta que el ataque a los aeródromos del sur continental era posible y que se justificaba porque “reduciría la efectividad de las fuerzas aéreas argentinas en atacar nuestras unidades marítimas y la efectividad del apoyo terrestre y logístico para las fuerzas argentinas en las Malvinas. Asimismo, esos ataques en las bases continentales tendrían impacto en la opinión pública y oficial argentina, así como serían un visible indicador de la determinación permanente del gobierno de Su Majestad”.

El ataque sería llevado a cabo con los cuatrimotores Avro Vulcan que despegarían desde la Isla Ascensión, y requerirían el apoyo de hasta once aviones reabastecedores Handley Page Victor. Lo cierto es que la carga de bombas a llevar (por la distancia) debería ser reducida, no más de 7 bombas de 1.000 libras (el avión podía cargar 21) de caída libre o solamente 3 bombas guiadas por láser (máxima cantidad de estas bombas que admitía este avión). Las bombas guiadas necesitarían, además, un equipo en tierra que las apunte.

Se volaría a gran altura (también, para ahorrar combustible) y solo en la etapa final del ataque se reduciría la altitud, aún cuando a no menos de 8.000 pies (2.438 metros), ya que las bases argentinas (se conocía) contaban con defensas de artillería antiaérea.

Un Mirage III despega desde una base área. En este caso, lleva misiles MATRA Magic

Las misiones, se consideraba, podrían destruir las pistas y las instalaciones militares cercanas, por lo cual era un riesgo aceptable para correr: un único bombardeo podría destruir varios aviones y equipos y, con ello, aligerar en mucho la presión sobre la Marina Real. Esos ataques serían realmente al límite de las capacidades británicas y, vale decir, requerirían de tripulaciones altamente entrenadas y motivadas.

Si bien todo este planeamiento era, obviamente, secreto, la Fuerza Aérea Argentina no desconocía las capacidades británicas de atacar con bombarderos el continente. Conocían a la perfección el avión Vulcan y su alcance (la Argentina había estado interesada en adquirirlo antes de la guerra, algo que fue finalmente vetado por Gran Bretaña), así como había experimentado sus bombas sobre la pista de Puerto Argentino.

Con la amenaza del continente bombardeado, nació la Operación Pampero el 20 de mayo de 1982 en Merlo (Provincia de Buenos Aires), en el seno del Comando de Defensa Aérea. El plan tenía como claro propósito “detectar, interceptar y destruir material aéreo de bombardeo, reabastecimiento y/o reconocimiento británico en su ruta hacia o desde territorio continental”. Recién en el año 2022 vio la luz, permaneciendo secreta en los archivos hasta hoy.

El Learjet matrícula LV-0AS de la firma Ledesma (enmarcado en el Escuadrón Fénix), que fue el avión que se pensó se desplegaría hacia Mar del Plata para dar apoyo a los Mirage y Dagger

La operación tenía dos fases.

La primera de ellas implicaba desplegar a la Base Aérea Militar (BAM) Mar del Plata dos aviones Mirage III, armados con cañones y un misil Matra 530, dos aviones Dagger armados con cañones y misiles Shafrir y un avión Learjet de apoyo (con matrícula LV-OAS y de la firma Ledesma S.A.A.I.)

Los Mirage III, franceses y los Dagger, una copia israelí del Mirage V, eran de las únicas aeronaves en el inventario militar argentino con posibilidades ciertas de atacar a un bombardero ágil y veloz como el Vulcan.

La segunda fase era la de ejecución. Una vez detectado un despegue de la Isla Ascensión (desde donde operaban los aviones de la Royal Air Force que podían llegar al continente), los aviones argentinos saldrían y se dirigirían a un punto de interceptación prefijado (Puntos A, B y C, según cual fuera el objetivo previsto), para esperar a los enemigos y derribarlos.

Carta aeronáutica que señala el rumbo que debían tomar los aviones para llegar a los puntos de interceptación A, B y C, donde se encontrarían con los bombarderos que quisieran atacar las bases argentinas en el sur del país

La parte más difícil era detectar un despegue de estos aviones y, los documentos de la Operación Pampero solo mencionan que esa información sería dada por una “fuente confidencial”. La Isla Ascensión está, realmente, en medio de la nada y no había casi ojos curiosos que pudieran reportar esa información.

Los únicos ojos que podrían reportarlo eran los de los marinos soviéticos del Zaporozhye, un buque espía de 4.500 toneladas de desplazamiento, de la clase “Primorye” (Proyecto 394B) que llevaba a 160 hombres a cargo del Capitán de Primera Clase P. Zyryanov. Este buque se encontraba desde el 29 de abril frente al aeródromo de la isla.

Sea o no fuera esta la “fuente confidencial”, los documentos indican que la misma proporcionaría específicamente la hora de despegue y el rumbo al cual se dirigían los bombarderos británicos, con lo cual podría inferirse a que base se atacaría.

La interceptación y ataque se haría en medio del océano (entre 500 y 770 kilómetros mar adentro) y, llegado el caso que no se pudiera interceptar a los bombarderos antes de atacar las bases, se procuraría hacerlo en su viaje de regreso.

Ficha del bombardero Avro Vulcan, según el anexo de Inteligencia de la Operación Pampero

Hay que tener en cuenta que iba a ser necesario por lo menos un mínimo de luz solar para poder identificar a las CHINCHES (nombre clave que se deba a los aviones enemigos), en tanto se requería identificación visual para poder disparar (solo los Mirage III poseían radar, los demás aviones solo podían detectar otros aviones a través de la visión de sus tripulantes).

Los indicativos y claves asignados requieren un párrafo aparte. La escuadrilla de interceptación serían los HALCON y el LearJet de apoyo sería LIBRA. Los aviones enemigos serían, como se dijo, las CHINCHE, con diversos colores según el tipo de avión (Vulcan: CHINCHE AZUL, Nimrod: CHINCHE ROJA, etc). Para el caso que se destruyera alguna CHINCHE, se anunciaría que se fue AL BOMBO, si el combustible estaba al mínimo se señalaría que estaba DESINFLADO, la meteorología podría estar DULCE o ACIDA, según buena o mala, entre otros. Y si el enemigo lograba escabullirse, pasando a los interceptores, solo se anunciaría PASARON.

Un avión Dagger despegando durante el conflicto por Malvinas

Pero los británicos, finalmente, nunca pusieron en marcha el plan de bombardear las bases continentales, ni los argentinos desplegaron a los aviones interceptores a la BAM Mar del Plata.

Sin embargo, el día 29 de mayo a las 6:00 hs, se emitió una alerta amarilla por despegue de dos aviones bombarderos Vulcan, con rumbo sur, lo que habría ocurrido a las 3:00 hs desde la Isla Ascensión.

Esta información pudo bien haber provenido del buque de inteligencia Zaporozhye, que seguía en las cercanías de dicha isla en ese momento. Lo cierto es que los datos llegaron al CAE (Comando Aéreo Estratégico) desde Estados Unidos vía el brigadier Peña, quien alertó específicamente que los enemigos llevaban misiles anti-radar. En este caso, la inteligencia militar parece haber alertado de la misión “Black Buck 4″, que consistía en un ataque contra radares emplazados en Malvinas, por parte de un Avro Vulcan, ataque que fue abortado por no poder el avión reabastecer en vuelo.

No había, en ese momento, aviones desplegados en Mar del Plata, pero se pusieron en alerta a los interceptores Mirage argentinos en las bases del sur, por si se acercaban al continente.

La isla Ascensión desde el buque espía soviético Zaporozhye. Son visibles claramente las instalaciones militares del aeropuerto

En la planificación también se consideró defender Buenos Aires y sus alrededores de ataques aéreos británicos, por lo que había en alerta (desde el 19 de abril) dos Mirage III en la Base Mariano Moreno y dos Dagger en Tandil, complementados con aviones IA-58 Pucará en La Plata y aviones MS-760 Paris en Mar del Plata.

¿Qué podría haber sucedido si los británicos intentaban bombardear las bases continentales? Nunca lo sabremos, pero es interesante conocer que la Fuerza Aérea Argentina había previsto ese escenario y planeado como contrarrestarlo.

Quizá hubiera todo terminado con el mensaje de un piloto de Mirage de CHINCHE AZUL AL BOMBO. O un grito de guerra de los aviadores en los combates aéreos de la guerra de Malvinas: “¡No hay quien pueda!”.





sábado, 26 de diciembre de 2020

Malvinas: El gran circo aéreo (3/3)

El gran circo de las Malvinas (Parte 3)

Pierre Closterman

Parte 1 || Parte 2 || Parte 3




El 22 de mayo, el Capitán Puga, durante su novena misión, luego de lanzar sus bombas sobre el "Glasgow", fue tirado por tres Harriers, uno de los cuales disparó, en un pase frontal, dos Sidewinder AIM 9L.



Figura 1: Luis Puga, piloto argentino de Mirage V Dagger

Girando 'el pie en el agujero' y picando desesperadamente, Puga vio que uno de los misiles rozaba su Mirage y fallaba, pero la cabeza infrarroja del segundo, irresistiblemente atraída por la temperatura de 900 ° del CP, alcanzó su avión. Angustiado, el Mirage se abalanzó sobre sí mismo, enrollado en una serie de cañones descontrolados de velocidad creciente. Fue una muerte inevitable. Puga me dijo que, en un instante, pensara en su esposa e hijos y le rogara a Dios que lo perdonara por sus faltas antes, perdido por perdido, expulsándose de lado a 50 metros del mar en el agua helada, protegido por los famosos trajes de supervivencia de neopreno naranja argentino. Incapaz de subirse a su bote, simplemente sostenido por su chaleco salvavidas, nadó en la noche hacia la costa, guiándose por los fuegos de los combates. Tuvo que nadar boca arriba porque boca abajo, sus ojos se congelaron en contacto con el mar helado y se estaba quedando ciego. Finalmente, después de llegar a la costa, tardó una hora en llegar a la sequedad, envuelto por monstruosas olas.

Los asientos eyectables no funcionaron o no funcionaron bien

Hoy, Puga está en España, en la Escuela de Guerra Aérea. Esta historia ya no es una pesadilla para él y sin embargo me dijo, sin afectación: "Por Dios y por mi patria, si tuviera que hacerlo mañana lo volvería a hacer".


Figura  2: Capitán Raúl Díaz durante la Guerra de Malvinas

El Capitán Díaz, en cambio, se expulsa de manera supersónica del sobre autorizado. A esta velocidad, el aire es como un muro de hormigón. La cortina protectora, rasgada, ya no protege su rostro, las mejillas y las fosas nasales estallan. Un brazo está dislocado por el impacto. Se salva con una media rotación del asiento, cuyo respaldo metálico lo cubre ... Cayendo en la costa, al pie del monte Hornby, sufriendo el martirio, pasa la noche abrigado bajo su bote hinchado y volcado. Al amanecer, despertado por el sonido de unos pasos, saca su cuchillo, decidido a no dejarse atrapar vivo y ve, caminando hacia él, tropezando, con los brazos colgando, como su propio doble.

El mismo traje de vuelo francés, el mismo chaleco salvavidas pero hablándole en inglés. Era un piloto de la RAF derribado por un Mirage, el oficial aviador G. aún traumatizado por su expulsión ... Transis, temblando de frío, los dos chicos se apoyan, parten y son recogidos por los más afortunados. en esta costa desierta, por un helicóptero SAR argentino en busca de un tercer piloto, encontrado muerto, atado al asiento eyectable de su A4. El argentino y el inglés serán evacuados juntos durante la noche, a un hospital en Argentina, por una Twin Otter - ambulancia - pilotada por un piloto civil voluntario, y se reunirán durante varias semanas en la misma habitación ...


Figura 4: Armados con armas viejas, no pudieron resistir durante mucho tiempo a los profesionales británicos

La infantería argentina en tierra, jóvenes reclutas de seis meses, armados con rifles viejos, no pudieron resistir por mucho tiempo la embestida de cinco mil soldados británicos profesionales altamente entrenados y experimentados.

Mientras tanto, los misiles aire-aire estadounidenses estaban causando estragos en las filas de los A4 Skyhawks, especialmente porque sus asientos eyectables no funcionaban o no funcionaban correctamente. De los 7 A4 derribados del mismo escuadrón, solo un piloto tuvo que sobrevivir a la expulsión. La razón era simple: unos días antes del inicio de las hostilidades, los argentinos habían enviado para su revisión, como hacen todos los años, los dispositivos explosivos de eyección del asiento A4 a la Estación de Ordenanza Naval de EE. UU. en Indian Head, y al el trabajo estaba terminado cuando llegó el embargo estadounidense. Un entusiasta funcionario bloqueó el equipo y por lo que una quincena de pilotos argentinos A4 tuvieron que volar, conscientes de que no era posible la expulsión o que, al menos, no podían confiar en sus asientos equipados con sistemas obsoletos y peligrosos. Cabe señalar que, de los 11 Mirage III perdidos, 9 pilotos fueron salvados por su asiento eyectable.

"Consigue los portaaviones" fue el grito de guerra del Pacífico en 1943. "Agarre los porta-aviones" fue el eco desesperado a finales de mayo de 1982. Los portaaviones británicos seguían estando muy al este, fuera de alcance, moviéndose bajo fuerte escolta detrás de una pantalla de corbetas-radar.


Figura  5: Ataque del portaaviones HMS Invincible

Para localizarlos, los intercambios de radio entre el Invencible y sus aviones fueron registrados por gonio y por las escuchas de los aviones Neptune y finalmente, en la madrugada del domingo 30 de mayo, se fijó con certeza la posición del portaaviones en un punto. ubicado a 120 millas en 080 ° de las Malvinas.


A 20 millas del objetivo, se lanza el Exocet

La óperación se desencadenó y esta vez dos Super Etendards, uno de los cuales llevaba el precioso último Exocet, fueron acompañados por cuatro A4 con tres bombas de 250 kg cada uno.


Figura 6: Estiba en el A4 de las bombas "dedicadas" al portaaviones Invincible

Los A4 tienen una doble misión: bombardear el portaaviones si es posible y, sobre todo, codificar la pista del radar del Exocet acompañándolo de cerca. Se necesitan tres repostajes en vuelo. Solo se aceptaron voluntarios para esta misión que roza el suicidio.

Dirigiéndose hacia el este, un Super Etendard navegando para todos con su unidad inercial Sagem, los seis aviones hacen un desvío de más de 100 millas al sur de las Malvinas para subir, hacia el norte, después de un segundo repostaje para finalmente girar en dirección 0, 03, siempre a baja velocidad, silencio de radio absoluto, velocidad de crucero económica.

Después de una hora y media de vuelo, el navegador del Etendard comienza a ascender rápidamente a 500 pies cada tres minutos y luego desciende en segundos, aumentando el alcance del radar.

Pronto aparecen los ecos, a la izquierda de la pantalla uno es masivo, rodeado por unos quince más. Es el Invencible que navega 130 ° con todos los medios aéreos y sus radares apuntan hacia las Malvinas porque un ataque solo puede venir desde allí.


Figura 7: Ataque del portaaviones Invincible

A veinte millas de alcance, el último Exocet se lanzó con rumbo 195 ° recuperando así las defensas. Los Etendard se rompieron de inmediato, mientras que los cuatro A4, guiados por la estela de humo del Exocet, se precipitaron desesperadamente hacia el portaaviones.

Cuando el Exocet choca contra el flanco izquierdo del Invencible en una lluvia de llamas que instantáneamente se transforma en una nube de vapor blanco, ¿aspersores? - Los A4 cruzan la primera fila de corbetas. El avión del teniente José Vásquez, No. C-301, alcanzado por un misil a seis millas del objetivo, explotó, esparciendo una larga estela de fuego y escombros sobre el mar ...
Dos docenas de barcos británicos dañados

Inmediatamente después, el avión del teniente Omar Castillo se estrelló contra el mar. Los otros dos todavía corren hacia el Invencible que ahora viene de tres mariscales de campo. Isaac aspirante, uno de los dos supervivientes, me contó este enfrentamiento en Mendoza, base de la 4ta Brigada A4, el 22 de octubre:

- Literalmente fui cegado por los plotters y a través de mi parabrisas cubierto con una costra de sal por el rocío, vi llegar a mi rostro esta enorme masa indistinta con sus dos chimeneas, pareciendo más un transatlántico que un prestamista de aviones tradicional y me dije a mí mismo: "Ya que Dios me permitió llegar aquí no tengo derecho a perderme", y es a quemarropa que solté a mis bebés, al mismo tiempo que mi patrullero también soltó ...


Figura 8: El teniente argentino Isaac me presenta su placa de piloto individual.

El Invencible permaneció en Inglaterra casi tres meses después que el resto de la flota. ¿Dónde estuvo todo ese tiempo?

El heroísmo y las cualidades profesionales de los aviadores argentinos fueron reconocidos por todos. El 25 de mayo de 1982, el Ministro de Defensa británico, juego limpio, declaró en el Parlamento:

“Creo que los pilotos argentinos están mostrando una gran valentía. ¡Sería estúpido decir lo contrario! "
Según los argentinos, en cuarenta y cinco días se hundieron, pusieron fuera de combate o dañaron dos docenas de barcos, o el 32,4% de la flota británica comprometida. Esto contra la pérdida de 34 aviones de pasajeros, o el 41% de los aviones de pasajeros argentinos para 256 salidas de A4, 191 salidas de Mirage, 54 de Canberra.

Veinticuatro pilotos de combate, incluidos dos oficiales generales, uno pilotando una foto de Learjet derribada por un Harrier y el otro un C-130 de reconocimiento probablemente derribado por un misil.


Figura 9: Pierre Clostermann posa frente a un A-4 Skyhawk argentino

Preocupaciones por el futuro de los buques de guerra

¿Qué piensan hoy Estados Unidos y la OTAN de estos barcos, estas frágiles fragatas que, sin embargo, constituyen, bajo diferentes banderas, el grueso de las flotas de la OTAN? ¿Y si estas flotas fueran atacadas, ya no por un puñado de pilotos valientes y hábiles, sino por la armada de aviones navales soviéticos que, olvidamos, posee varios cientos de los bombarderos supersónicos más poderosos y rápidos el mundo, los TU-22 Blinders, los TU-26 Blackfire y otros TU-28 Fiddlers, armados con misiles y equipados con contramedidas electrónicas?

En Washington, me dijeron con preocupación sobre las Malvinas "antes" y "después" de las armadas.

Los argentinos pueden haber hecho un servicio a la OTAN al derrotar a la Royal Navy en puntos de la batalla aérea naval, ya que todo el diseño y la arquitectura de los cruceros ligeros y las escoltas tendrán que ser revisados.

Hemos visto el material francés, admirablemente dirigido y servido por pilotos de primer nivel, demostrando su robustez y eficiencia y todo lo demás, todo lo que se ha escrito en la prensa anglosajona, es solo literatura comercial y egoísta.

Permítame concluir, como en el mensaje de amistad que envié el 15 de mayo a los pilotos argentinos, que son nuestros hermanos latinos en el más francés de los países sudamericanos:

"Las causas son tan buenas como el derramamiento de sangre y el mundo ya no cree en la verdad de los testigos que están siendo asesinados por ella".


Pierre Clostermann