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sábado, 24 de agosto de 2024

Crisis del Beagle: La inteligencia argentina doma a Pinochet


El arte de la doma: Cuando Argentina le quitó los SK-105 a Chile

Esteban McLaren para FDRA


Imagine que usted tiene un problema grave con un vecino. Compra un rifle para defenderse. Luego, se entera que su vecino comprará una escopeta con el mismo propósito. Aprovecha esa información y desbarata esa operación ofreciéndole más dinero al armero y se queda también con la escopeta. La situación es doblemente peor para su vecino: no solamente no tiene arma, sino que ayudó a que su vecino duplique las armas que posee. Así fue como Argentina convirtió la provisión de protección blindada a la Patagonia Austral en un juego de suma cero: lo que Chile perdió, lo ganó Argentina. ¡Una domada histórica!




La operación de inteligencia para re-adquirir los tanques ligeros Steyr SK-105 Kürassier es una de las historias más interesantes de inteligencia militar en Sudamérica, involucrando a Argentina y Chile durante un período de alta tensión en sus relaciones bilaterales. Los tanques Steyr SK-105 Kürassier adquiridos por el Ejército Argentino a principios de los 1980s provenían de un lote originalmente construido para Chile. En 1981, estos tanques llegaron rápidamente a unidades acorazadas en la Patagonia, una región de alta tensión. Para asegurarse estos vehículos, las autoridades argentinas tuvieron que pagar un precio superior, lo que no solo reforzó inmediatamente su capacidad blindada, sino que también impidió la modernización militar de Chile. Aunque más onerosos, la maniobra colocó a Argentina en una posición de clara superioridad mecanizada.

Contexto histórico

En la década de 1970, las relaciones entre Argentina y Chile se encontraban en un estado de tensión extrema, en parte debido a disputas territoriales como la del Canal de Beagle. En 1978, la situación se agravó al punto de casi estallar en un conflicto armado. En este contexto, ambos países comenzaron a reforzar sus capacidades militares.

Esa situación suena como una pesadilla geopolítica y militar, un escenario donde la planificación meticulosa se ve frustrada por factores fuera del control de los expertos. Imaginar a esos técnicos chilenos analizando cada detalle del terreno del sur de Chile—con sus montañas escarpadas, ríos, canales y caminos difíciles—y luego seleccionar cuidadosamente un tanque ligero que prometía cumplir con todas sus necesidades, sólo para descubrir que su adquisición ha sido frustrada por una jugada estratégica de último momento, añade un nivel de complejidad emocional e histórica.


"los tanques que solicitaron y fabricaron para nosotros quedaron del otro lado de la frontera"


Este tipo de situaciones no solo representa una derrota técnica, sino también una derrota moral, ya que esos tanques, diseñados para enfrentar desafíos similares en terrenos duros, están ahora en manos de una nación vecina con quien hay tensiones históricas. Además, podría verse como un reflejo de las dinámicas geopolíticas de la región, donde las decisiones de compra de armamento no solo dependen de las capacidades técnicas, sino también de las alianzas y rivalidades internacionales.

La ironía de que todo ese esfuerzo técnico y logístico haya terminado beneficiando indirectamente al "enemigo" sería devastadora para los involucrados. Además, esa situación pone en evidencia la fragilidad de la seguridad nacional cuando se depende de proveedores externos para equipos de defensa, y cómo un cambio inesperado puede alterar significativamente el equilibrio de poder en una región tan volátil como la del Cono Sur de América.

Por otro lado, también subraya la importancia de la diplomacia y la inteligencia en la adquisición de equipo militar, donde no solo se evalúan las capacidades del material, sino también la confiabilidad de los socios comerciales y las posibles consecuencias geopolíticas de tales adquisiciones.


La decisión de Chile de adquirir el tanque ligero austríaco SK-105 Kürassier en la década de 1980 se enmarca dentro de un contexto geopolítico y militar complejo, influenciado por diversas restricciones y necesidades operativas específicas del país.

Contexto de restricciones y sanciones

Durante los años 70 y 80, Chile, bajo la dictadura de Augusto Pinochet, enfrentaba importantes restricciones internacionales para la compra de armas, en gran parte debido a sanciones impuestas por varios países occidentales y la ONU debido a las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen. Estas restricciones limitaban las opciones de Chile para adquirir material bélico de países con los que tradicionalmente había mantenido relaciones comerciales en defensa, como Estados Unidos y algunos países europeos. Por ejemplo:

  1. Estados Unidos: Impuso un embargo de armas a Chile tras el golpe de Estado de 1973, lo que impidió la adquisición de material bélico de origen estadounidense.
  2. Reino Unido: Si bien hubo ventas a Chile, también existían tensiones y restricciones debido a la política interna y la presión internacional.
  3. Otros países europeos: Algunos países europeos también adoptaron una política restrictiva en relación con las ventas de armas a Chile debido a las sanciones por violaciones a los derechos humanos. Austria terminó adhiriendo también debido a fuertes presiones internas.

Elección de Austria y el SK-105 Kürassier

En este contexto, Austria emergió como una opción viable para Chile, dado que no estaba alineada con los bloques de poder que imponían sanciones. Austria, siendo un país neutral y no perteneciente a la OTAN, no tenía restricciones políticas significativas para la venta de armas a Chile en ese momento. Además, la industria de defensa austríaca buscaba expandir sus mercados y el SK-105 Kürassier representaba una oportunidad para ellos.

Características del SK-105 y su adecuación a las necesidades chilenas

El SK-105 Kürassier fue diseñado por Austria como un tanque ligero destinado a la defensa territorial, particularmente adaptado para operar en terrenos montañosos y accidentados, lo cual coincidía con las necesidades geográficas de Chile, un país con extensas zonas montañosas en la Cordillera de los Andes. 

Aunque muy similar al AMX-13, el SK-105 Kürassier es 4 toneladas más pesado, con una presión sobre el suelo de 0,78 kg/cm². Su chasis es más grande que el del tanque francés, y está equipado con un motor más potente de 320 HP, refrigerado por agua. La transmisión es manual, con 6 velocidades hacia adelante y una marcha reversa. Estas mejoras permiten que el vehículo alcance una velocidad máxima de 70 km/h en carretera.

El sistema de rodadura consta de cinco pares de ruedas de rodamiento, tres rodillos de apoyo, y dos ruedas dentadas: una tensora y otra tractora. La primera rueda de rodamiento está equipada con un amortiguador y un resorte para mejorar la suspensión.

El vehículo cuenta con un tanque de combustible interno de 350 litros de gasoil, lo que le otorga una autonomía de 520 km en asfalto. Su cañón principal de 105 mm, el mismo utilizado en la versión AMX-13 105, es capaz de penetrar 360 mm de blindaje y está montado en una torreta oscilante.

Entre las características que hicieron al SK-105 atractivo para Chile están:

  • Movilidad en terreno montañoso: Su peso ligero (alrededor de 17 toneladas) y su capacidad de operar en terrenos difíciles lo hacían ideal para las zonas montañosas del país. Este vehículo está diseñado específicamente para el terreno montañoso y tiene una capacidad mejorada para subir, en comparación con los tanques de combate más pesados.
  • Armamento: Equipado con un cañón de 105 mm, el SK-105 ofrecía un poder de fuego significativo para un tanque ligero, adecuado para enfrentar amenazas blindadas en el contexto sudamericano.
  • Torreta oscilante: El cañón montado en una torreta oscilante (o basculante) permite disparar en ángulos más pronunciados que una torreta tradicional. La torreta oscilante presenta tres ventajas principales: una alta posición del cañón que mantiene la capacidad de depresión del arma, un bajo perfil que mejora la discreción en el campo de batalla, y un cargador automático que incrementa la cadencia de tiro. Sin embargo, estas ventajas se ven eclipsadas en la práctica por el bajo rendimiento del cargador automático. Además, el cañón principal experimenta un retroceso reducido, una ventaja menor atribuida a la mayor masa involucrada en la disipación de la energía durante el disparo. En terreno montañoso ello otorga una ventaja.
  • Costo y mantenimiento: Comparado con otros tanques más pesados, el SK-105 era más económico de operar y mantener, lo que lo hacía una opción práctica en términos logísticos y financieros para Chile.

 



Desarrollo de la operación

En los anales de la historia militar, pocas operaciones han sido tan cargadas de intriga y controversia como la que involucró a Chile, Austria y, finalmente, Argentina. La historia, digna de un thriller cinematográfico, comienza con un pedido ambicioso: Chile ordena a la Steyr austríaca una lista de 100 cazatanques SK-105 Kurassier, seis tanques de recuperación, tres vehículos de combate de infantería Saurer, tres vehículos de combate de infantería de mando, 360 metralletas y 124 ametralladoras. Todo ello, a un costo de unos 2.075 millones de chelines austríacos, lo que se traduce en unos 148.1 millones de dólares de 1978, o cerca de 721 millones de dólares a valores de 2024 (Pilz, 1982, págs. 125-127).

Chile, en medio de su dictadura militar, estaba a punto de recibir estos tanques Steyr SK-105 Kürassier cuando un giro inesperado cambió el rumbo de la historia. Bajo una presión política abrumadora, el gobierno austríaco canceló el envío. Este pedido, desde el principio, había sido una fuente de intensa controversia. En una Austria democrático, vender armamento a un régimen acusado de violaciones sistemáticas a los derechos humanos resultaba impensable. Exiliados chilenos y movimientos políticos de izquierda se movilizaron con fuerza, exigiendo al gobierno austríaco que bloqueara la exportación, aunque los vehículos ya estaban listos para ser enviados (Kabl, 2022).



Las justificaciones morales se convirtieron en el eje de las protestas: ¿Cómo podía Austria, un país comprometido con la defensa de los derechos humanos, vender armas a un dictador como Pinochet, señalado por la represión y las ejecuciones extrajudiciales? Por otro lado, existían un dilema de reputación que enfrentaba Austria al incumplir un contrato tan significativo. Ello se "mitigaba" al señalar que Chile podría adquirir vehículos similares en otros mercados, como el AMX-13 francés. También se había buscado que Chile firmara un condicionante con la compra, difícilmente controlable a posteriori: los tanques no podían ser usados para reprimir a la población, solo para la defensa en caso de ataque exterior. Así y todo, el envío fue cancelado, y los tanques fueron enviados a depósito, lo que desató una nueva polémica en Austria, pues la cancelación de la operación amenazaba con pérdidas económicas y la eliminación de puestos de trabajo.

En medio de este escándalo, la inteligencia militar argentina, siempre atenta a las oportunidades, vio la ocasión de convertir la desgracia de Chile en una victoria para Argentina. Con una astucia digna de una novela de espionaje, los servicios de inteligencia argentinos orquestaron un plan para desviar esos tanques a su propio país. El 15 de junio de 1981, el New York Times (haga clic aquí) reveló la audaz maniobra: Argentina había adquirido los vehículos austríacos por un sobrecosto de 32 millones de dólares respecto al pedido original de Chile. La noticia sacudió al mundo.

La operación no estuvo exenta de drama en su fase final. Manifestantes se congregaron a las puertas de Steyr-Werks, la fábrica donde se construyeron los tanques, con la intención de impedir su salida hacia Argentina. Sin embargo, la historia tomó un giro violento cuando los propios trabajadores de la planta, furiosos por la posible pérdida de sus empleos, arremetieron contra los manifestantes, dejando a 60 de ellos malheridos y allanando el camino para que los tanques partieran.

La historia culminó con un giro irónico: al año siguiente, Steyr, que había estado en una delicada situación económica, pasó de tener un déficit a un superávit, gracias en gran parte a esta operación. Así, lo que comenzó como una disputa moral en Austria terminó con un beneficio económico inesperado, recordando al mundo que, en el intrincado juego de suma cero de la política y la guerra, siempre hay vencedores y vencidos.

En el mundo de la diplomacia y la venta de armas, nada es lo que parece, y la historia de cómo Argentina logró desviar los tanques destinados a Chile es un ejemplo perfecto de intriga y corrupción. Es casi seguro que el plan argentino incluyó sobornos a funcionarios y personas clave involucradas en el proceso de entrega de los tanques. No hay que olvidar que todo el proceso de venta de armas en Austria estaba profundamente politizado, un terreno fértil para maniobras bajo la mesa.

A través de un intermediario astuto, los argentinos ofrecieron a Austria un precio mayor que el acordado con Chile. De este modo, los tanques, que originalmente debían ser enviados a Santiago, terminaron en Buenos Aires. Pero aquí surge una pregunta incómoda: ¿por qué Austria prohibió la venta al régimen de Pinochet, pero no aplicó el mismo criterio a la junta militar argentina? La respuesta sigue siendo esquiva para los historiadores, aunque es probable que los problemas económicos de Steyr, que amenazaban con llevar a la empresa a la quiebra, hayan influido significativamente en la decisión de permitir esta segunda operación. Cabe aquí mencionar que de no haber presentado
Argentina la oferta, esos tanques hubiesen quedado en depósito, produciendo costos de almacenamiento y hubiesen sido el recordatorio de una mala decisión. La oferta de Buenos Aires fue una segunda oportunidad para Viena para entender que era un negocio y no una lucha por principios.

¿Por qué se aceptó la venta a Argentina? Primero, a
pesar de las similitudes en cuanto a violaciones de derechos humanos, la relación diplomática entre Austria y Argentina era diferente. Austria consideraba a Argentina un mercado estratégico en Sudamérica y, en parte, la decisión de vender los Kürassier fue influenciada por el interés económico y las relaciones comerciales entre ambos países. En segundo lugar, aunque Argentina también estaba bajo una dictadura militar, la percepción internacional de su situación de derechos humanos, aunque también condenada, no tuvo el mismo nivel de escrutinio que Chile en algunos círculos europeos en ese momento. Esto facilitó que la venta pudiera justificarse de manera diferente ante la comunidad internacional.

El desenlace de esta historia tuvo lugar en 1981, cuando, en el puerto francés de Le Havre, se embarcaron los primeros 57 cazatanques austriacos SK 105 Kürassier a bordo de un buque argentino, con destino a Argentina. Este envío inicial formaba parte de un pedido mayor de 120 unidades. Para noviembre de 1982, los últimos 27 cazatanques completaron el lote. Pero la relación entre Argentina y Steyr no terminó ahí; en 1985 se enviaron diez vehículos de recuperación adicionales, y en 2006, cuatro SK-105 más.

Hoy en día, estos tanques están en servicio en el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 11 “Coronel Juan Pascual Pringles,” con cuartel general en Rospentek Aike, y en el Regimiento de Caballería de Tanques 11, con sede en Puerto Santa Cruz. Curiosamente, Rospentek Aike está ubicado a pocos kilómetros de la frontera con Chile, un recordatorio silencioso de las tensiones que alguna vez llevaron a esta compleja danza de poder y engaño.



Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 11 “Coronel Juan Pascual Pringles” (Rospentek Aike) y Regimiento de Caballería de Tanques 11 (Puerto Santa Cruz)

Es importante destacar que la operación no solo implicó un acto de inteligencia y potencial soborno, sino también una táctica de desinformación para asegurarse de que las autoridades chilenas no descubrieran lo que estaba ocurriendo hasta que ya fuera demasiado tarde. Chile, descubrió con la nota del New York Times, que "sus" tanques pasaban al otro lado de la frontera, que habían sido desviados a Argentina, y con ello se vio obligado a buscar una solución alternativa para reforzar su capacidad militar en medio de una escalada de tensiones con su vecino.

Así, lo que comenzó como una simple transacción comercial se convirtió en una obra maestra de intriga internacional, donde la necesidad económica de una empresa se encontró con la ambición militar de un país. Y en este juego de suma cero, Argentina salió ganando, dejando a Chile con las manos vacías y a Austria con una conciencia pesada, pero con las arcas llenas.

Impacto y repercusiones

La operación tuvo un impacto considerable en las relaciones diplomáticas y militares entre Argentina y Chile. Si bien no desencadenó un conflicto abierto, precisamente porque jamás Chile podía haber resistido un conflicto en el Teatro de Operaciones Austral con este desbalance militar, aumentó la desconfianza entre ambos países y evidenció las tensiones subyacentes en una época de dictaduras militares y rivalidades regionales.

Desde un punto de vista militar, Argentina logró reforzar su flota de tanques en un momento crítico, aunque a un costo considerable debido al sobreprecio pagado y al riesgo involucrado en la operación. Chile, por su parte, tuvo que reevaluar sus estrategias de adquisición de armamento y la seguridad de sus operaciones internacionales.

Razones por las que es fascinante este caso

Esta historia es fascinante por varias razones:

  1. El engaño y la audacia: La operación fue un acto de espionaje y negociación encubierta que involucró una serie de movimientos rápidos y arriesgados. La capacidad de Argentina para ganar de mano y comprar un cargamento de tanques destinados a su enemigo potencial y adquirirlos para su propio ejército demuestra un nivel de audacia y habilidad en operaciones encubiertas que es digno de mención.

  2. Las repercusiones geopolíticas: El evento exacerbó las tensiones en una región ya volátil. Aunque no llevó directamente a una guerra, contribuyó al clima de desconfianza y paranoia que caracterizó las relaciones entre los dos países durante esa época.

  3. El costo de la operación: Desde un punto de vista económico y estratégico, el hecho de que Argentina pagara un sobreprecio para adquirir estos tanques muestra hasta qué punto estaba dispuesta a llegar para mantener una ventaja militar sobre Chile, subrayando la importancia que ambos países otorgaban al poder militar en su relación bilateral.

En resumen, la operación para re-adquirir los tanques Steyr SK-105 Kürassier es un ejemplo de la compleja y a menudo oscura interacción entre espionaje, diplomacia y estrategia militar en América del Sur durante la Guerra Fría. Es una historia que resalta cómo los países pueden recurrir a métodos extraordinarios para asegurarse una ventaja estratégica en situaciones de alta tensión.

Referencias

  • Knabl, Leonhard Lorenz, Österreichische Waffenexporte in den Globalen Süden. Der Diskurs um Panzerexporte im öffentlich-rechtlichen Rundfunk, in: Historia.Scribere 14 (2022), S. 229–255. DOI 10.15203/historia.scribere.14.614
  • Pilz, Peter, Die Panzermacher. Die österreichische Rüstungsindustrie und ihre Exporte, Wien 1982.


martes, 26 de diciembre de 2023

Turquía: Los aviones aliados y del Eje en su inventario

Ausente de la Segunda Guerra Mundial: equipo alemán y aliado utilizado por la República de Turquía


Por Stijn Mitzer y Joost Oliemans
 
Mantenerse neutral durante la Segunda Guerra Mundial fue una forma de arte que Türkiye logró dominar a través de una diplomacia inteligente. Tomaría hasta febrero de 1945 cuando el país finalmente declaró la guerra a la Alemania nazi y Japón, e incluso entonces ninguna tropa turca participó en el resto de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, la entrada tardía de Türkiye en la guerra fue poco más que una formalidad después de que los Aliados condicionaron la beligerancia total de Türkiye para ser invitado a las Naciones Unidas. Sin duda, esta ausencia fue para gran consternación de los británicos, que en realidad esperaban que Türkiye declarara la guerra a Alemania ya el 28 de octubre de 1940, cuando Italia lanzó su invasión de Grecia.

Esta expectativa surgió de una alianza militar concluida entre Türkiye, el Reino Unido y Francia el 19 de octubre de 1939. [1] Ansiosos por asegurar la futura participación de Türkiye en la Segunda Guerra Mundial que había comenzado solo un mes antes, el Reino Unido y Francia prometieron para entregar grandes cantidades de armamento para modernizar significativamente el ejército en ruinas de Türkiye. Ankara se mostró especialmente firme en la construcción de una fuerza de primera línea de 500 aviones modernos que serían superiores o al menos iguales a cualquiera de sus vecinos. [1] Sin los fondos para adquirir siquiera la mitad de ese número, el Reino Unido y Francia finalmente acordaron proporcionar a Türkiye más de 300 aviones de combate modernos.

Incluso entonces, no se esperaba que Türkiye luchara por su cuenta contra una gran potencia como Italia o Alemania. Al tener poca armada a su disposición y con la mayoría de su ejército aún montando a caballo, las Fuerzas Armadas turcas tardarían una cantidad considerable de tiempo en absorber todo su nuevo equipo, desarrollar tácticas de combate para ellos y desplegar ellos en conjunto con otras ramas de las fuerzas armadas. Para compensar la esperada falta de eficacia de combate de Türkiye, se previó un futuro despliegue de fuerzas británicas y francesas en el país en caso de que surgiera la necesidad, y la construcción de unas 95 pistas de aterrizaje en su mayoría rudimentarias en todo Türkiye para uso de los británicos, franceses y turcos. se comenzó. [1]

Pero con la guerra en Europa, Türkiye terminó recibiendo solo una parte del equipo que había pedido. En octubre de 1939, la Fuerza Aérea Turca solicitó la entrega de 159 aviones del Reino Unido, incluidos los cazas Supermarine Spitfire y Hawker Hurricane y los bombarderos ligeros Bristol Blenheim y Fairey Battle. [1] Solo la mitad de los aviones solicitados (y ordenados) finalmente se entregaron, incluidos solo dos Spitfire Mk I. Cuando Italia lanzó su invasión de la vecina Grecia en 1940, las Fuerzas Armadas turcas probablemente apenas eran capaces de defender sus propias fronteras, y mucho menos iniciar operaciones ofensivas contra las fuerzas italianas (y más tarde alemanas) ubicadas en el área.  
 

Una alineación de Spitfires y Hurricanes turcos en 1940. Türkiye recibió solo dos de los quince Spitfires que ordenó en 1939. Otro Spitfire destinado a Polonia se recibió después de la caída de ese país en octubre de 1939. Los tres aviones tuvieron que ser retirados en diciembre de 1940 por falta de repuestos.
 
 
El volumen de armas suministrado desde Francia tampoco estuvo a la altura de las expectativas turcas. Mientras recibía 36 aviones de combate Morane-Saulnier MS.406C1 (visto en la imagen del encabezado) y 100 tanques ligeros Renault R-35 a principios de 1940, las entregas posteriores se detuvieron después de la invasión de Francia en mayo de 1940. El Reino Unido también se vio incapaz de cumplir con las repetidas solicitudes de Türkiye en 1940 y 1941, que mientras tanto había aumentado a 546 aviones, después de sufrir pérdidas significativas en Dunkerque y durante la Batalla de Gran Bretaña. La Batalla de Gran Bretaña presentó una oportunidad única para que Türkiye adquiriera repuestos para sus bombarderos He 111 después de que Alemania notificó a Ankara que ya no podía entregarlos en 1941. [2] Türkiye luego se dirigió al Reino Unido con la peculiar solicitud de si podía suministrar piezas de repuesto He 111 recuperadas de los aviones que se estrellaron durante el bombardeo de 1940, que obtuvo una respuesta positiva de Londres. [3]
 
Otro desarrollo relacionado con la guerra apenas conocido fue la construcción de un extenso búnker y un sistema de túneles subterráneos desde el Mar de Mármara hasta el Mar Negro para proteger Estambul de una posible invasión terrestre alemana. Conocida como la Línea Çakmak, llamada así por su inventor, el mariscal Fevzi Çakmak, la Línea Çakmak se inspiró en la Línea Magniot, que en 1940 fue fácilmente superada durante la Batalla de Francia. Se invirtieron grandes sumas de dinero y hormigón en el proyecto, y se utilizaron aproximadamente 350 000 toneladas de cemento durante la construcción de las fortificaciones, lo que equivalía a un año completo de producción de cemento de Türkiye en ese momento. [4] Después de que los alemanes se retiraran de Grecia en 1944, la Línea Çakmak perdió su único propósito y rápidamente cayó en desuso.


Uno de los muchos búnkeres supervivientes de la línea Çakmak situado al oeste de Estambul.
   
Cuando la guerra comenzó a tornarse a favor de los Aliados a partir de 1942, el Reino Unido (y en menor medida los Estados Unidos) por primera vez pudieron satisfacer las solicitudes de Türkiye de cantidades significativas de material de guerra. En ese momento, los aliados no solo tenían que preocuparse por las capacidades defensivas de Türkiye, sino también por la creciente influencia de Alemania en Türkiye. En enero de 1941, Alemania y Türkiye firmaron un tratado de amistad a pesar de que Ankara todavía estaba oficialmente en una alianza militar con el Reino Unido. Después de que las fuerzas alemanas presionaron en su avance hacia las profundidades de la Unión Soviética, Berlín buscó el permiso turco para que los submarinos alemanes pasaran a través del Bósforo hacia el Mar Negro y la entrega de mineral de cromita. Si bien Ankara rechazó la primera solicitud, en un golpe de genialidad, Ankara luego filtró los detalles de estas negociaciones con Berlín a los británicos y estadounidenses, quienes luego se apresuraron a ir a Ankara para superar a los alemanes. Cuando Berlín se enteró de esto, aceptó de inmediato las condiciones de Ankara, lo que resultó en un pedido de 72 aviones de combate Fw 190 A-3s y 35 tanques Panzer III y 35 Panzer IV en 1943. [5] Las entregas sustanciales de armas aliadas continuaron al igual que Londres. y Washington intentaban nuevamente llevar a Türkiye al pacto. En diciembre de 1943, Churchill, Roosevelt y el presidente İsmet İnönü se reunieron en El Cairo, pero no pudieron llegar a un consenso. Como resultado, los Aliados a principios de 1944 anunciaron que reducirían drásticamente las entregas de armas y cortarían prácticamente todas las exportaciones de petróleo a Türkiye hasta que Ankara terminara con los envíos de cromita a Alemania y abriera sus bases aéreas.

El fin de la exportación de mineral de cromita, que se utiliza para la producción de acero, fue seguido más tarde por un cese total de las relaciones diplomáticas y comerciales con Alemania en agosto de 1944 y una declaración de guerra a Berlín en febrero de 1945. Curiosamente, Berlín tenía ya anticipó una declaración de guerra turca tarde o temprano, planeando bombardeos estratégicos en Estambul en caso de una declaración de guerra. En última instancia, la decisión de Türkiye de elegir un bando llegó demasiado tarde para que tal retribución fuera practicable. [5] Si Alemania hubiera llevado a cabo sus planes originales, los He 111 de la Luftwaffe podrían haber sido interceptados por Fw 190 A-3 de fabricación alemana al servicio de la Fuerza Aérea Turca. Evidentemente, la no participación de Türkiye durante la Segunda Guerra Mundial no significa necesariamente que sus hazañas de guerra sean 
 

Un Supermarine Spitfire Mk Vb (izquierda) y Focke-Wulf Fw 190 A-3 (derecha) de la Fuerza Aérea Turca.
 
La siguiente lista intenta realizar un seguimiento del equipo militar pesado entregado a Türkiye poco antes, durante y poco después de la Segunda Guerra Mundial. Las entradas a continuación están ordenadas por categoría de armamento (con una bandera que indica el país de entrega). La artillería remolcada y los cañones antiaéreos no están incluidos en esta lista. El objetivo de esta lista no es proporcionar una descripción general de la fuerza de Türkiye en tiempos de guerra, sino mostrar el inventario exótico de las Fuerzas Armadas turcas de equipos de la era de la Segunda Guerra Mundial recibidos entre 1933 y 1949.

(Haga clic en el equipo para obtener una imagen de ellos en el servicio turco)
 

ejército turco

 

tanques


Vehículos de combate blindados


Artillería autopropulsada

  • 49 Bishop [1943-194?]
  •  Portadores de armas AEC Mk I Deacon [194?-194?]


Fuerza Aérea Turca


Avión de combate


Bombarderos de ataque

 

Bombarderos


Aviones de entrenamiento

 

Aeronaves utilitarias y de entrenamiento


Aviones de transporte

  • Alemania nazi5 Ju-52 [¿1944-194?] (Utilizados por Turkish State Airlines)
  • ~110 C-47/DC-3 [1947-1998]

Botes voladores


Armada turca

 

submarinos

  • 1 Clase Gür [1934-1947]
  • Alemania nazi3 Clase Saldıray [1939-1958] (Un barco más incautado por la Alemania nazi)
  • 3 Oruç Reis-Class [1942-1958] (Un barco más incautado por los británicos y hundido durante la Segunda Guerra Mundial)
 

Destructores


Minadores y Buscaminas

 

Lanchas torpederas a motor

 
[1] La Fuerza Aérea Turca, 1939-45: El ascenso de una potencia menor https://www.jstor.org/stable/4283380?origin=JSTOR-pdf
[3] La Fuerza Aérea Turca, 1939-45: El ascenso de una potencia menor  https://www.jstor.org/stable/4283380  
[4] Otra sección de la línea de defensa Çakmak en Çatalca salió a la superficie http://en.istanbul.gov.tr/another-section-of-the-cakmak-line-of-defense-in-catalca-surfaced

Un agradecimiento especial a Ole Nikolajsen , Gekho y Mark Bevis .