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miércoles, 4 de septiembre de 2024

Pistola: Su uso por parte de fuerzas especiales

El uso de pistolas en operaciones de fuerzas especiales: pasado, presente y futuro




1. Introducción

Las pistolas han sido una parte central de los arsenales militares durante siglos, ofreciendo beneficios únicos que otras armas no pueden proporcionar. Las unidades de fuerzas especiales, que realizan misiones no convencionales y de alto riesgo, dependen de las pistolas por su versatilidad, tamaño compacto y utilidad en combates a corta distancia. Con el tiempo, estas armas han evolucionado, volviéndose más avanzadas tecnológicamente e integradas en operaciones especializadas. Este informe examina el uso histórico y moderno de pistolas en las operaciones de fuerzas especiales, su utilidad en diferentes tipos de guerra, misiones significativas donde las pistolas fueron clave, la evolución de los accesorios para pistolas (como los kits de conversión a carabina) y el futuro de las pistolas en las fuerzas especiales.

2. Uso histórico de pistolas en operaciones de fuerzas especiales

2.1 Historia temprana y guerras mundiales

El papel de las pistolas en operaciones militares se remonta a principios del siglo XX, cuando pistolas semiautomáticas como la Colt M1911 se hicieron populares en las fuerzas armadas occidentales. Mientras que armas primarias como rifles y ametralladoras dominaban el campo de batalla, las pistolas ofrecían una ventaja crucial en situaciones específicas, especialmente para oficiales y soldados en espacios confinados.

Durante la Primera Guerra Mundial, surgió la guerra de trincheras, donde los soldados luchaban en entornos estrechos y, a menudo, claustrofóbicos. En estos escenarios de combate cuerpo a cuerpo, los rifles de cañón largo eran incómodos, y las pistolas se volvieron herramientas indispensables. La Colt M1911, con munición .45 ACP, se convirtió en una de las favoritas entre las tropas estadounidenses por su poder de detención. Las pistolas eran especialmente útiles en incursiones a trincheras, donde la movilidad y la rápida reacción eran esenciales para sobrevivir.

Para la Segunda Guerra Mundial, unidades de operaciones especiales como el Special Operations Executive (SOE) británico y la Office of Strategic Services (OSS) estadounidense comenzaron a incorporar pistolas para misiones encubiertas, asesinatos y sabotajes. La pistola Welrod, un arma especializada con silenciador, fue diseñada específicamente para estas operaciones, permitiendo a los operativos eliminar silenciosamente objetivos en entornos de alto riesgo.

2.2 Guerra Fría y el auge de las fuerzas especiales

La Guerra Fría marcó el auge de las unidades de fuerzas especiales dedicadas, como los SEALs de la Marina de los EE.UU., el SAS británico y los Spetsnaz rusos. Estas fuerzas se especializaban en la guerra no convencional, operaciones encubiertas y misiones de contraterrorismo. Las pistolas se preferían por su portabilidad y efectividad en situaciones donde las armas más grandes eran imprácticas. Por ejemplo, el Smith & Wesson Modelo 39 fue utilizado por los SEALs en Vietnam debido a su fiabilidad y facilidad de uso en entornos acuáticos.

3. La utilidad de las pistolas en operaciones de fuerzas especiales

3.1 Combate en espacios cerrados (CQB)

Una de las principales razones por las que las pistolas siguen siendo esenciales en operaciones de fuerzas especiales es su utilidad en combates en espacios cerrados (CQB, por sus siglas en inglés). En espacios confinados como edificios, barcos o aviones, donde la maniobrabilidad es limitada, las pistolas permiten a los operadores enfrentarse a amenazas con rapidez y precisión. Un rifle puede ser demasiado incómodo en espacios reducidos, haciendo que la naturaleza compacta de una pistola sea ideal.

Por ejemplo, durante la Operación Entebbe en 1976, los comandos israelíes utilizaron pistolas para neutralizar a los hostiles dentro del entorno confinado de un avión. En estos enfrentamientos a corta distancia, donde la precisión, velocidad y discreción eran cruciales, las pistolas permitieron una adquisición rápida de objetivos y minimizaron el riesgo de daños colaterales.

3.2 Arma de respaldo y último recurso

En las operaciones de fuerzas especiales, la pistola también sirve como arma de respaldo, funcionando a menudo como último recurso. Si el arma principal de un soldado falla o se queda sin munición, la pistola ofrece una solución de emergencia. Esta redundancia es esencial en operaciones de alto estrés, donde una falla del arma podría significar la diferencia entre la vida y la muerte. La capacidad de cambiar rápidamente a una pistola en situaciones de peligro es una habilidad crítica practicada por las fuerzas especiales.

3.3 Operaciones discretas

Las pistolas también son valiosas para operaciones discretas donde el sigilo es crucial. En rescates de rehenes, misiones encubiertas o vigilancia, las fuerzas especiales requieren armas que puedan ocultarse bajo la ropa o llevarse de manera discreta. El uso de pistolas compactas y con silenciadores permite a los operativos mezclarse con su entorno mientras mantienen capacidades letales si la situación escala.


 

4. Pistolas en la guerra urbana y moderna

4.1 Guerra urbana

En la guerra urbana, que a menudo implica combates intensos en áreas construidas, las pistolas son particularmente efectivas. El combate urbano se caracteriza por su naturaleza caótica, con combatientes enfrentándose frecuentemente a corta distancia en entornos llenos de obstáculos y civiles. En este entorno, las pistolas ofrecen maniobrabilidad y capacidad de desenfunde rápido, lo que es ventajoso para operaciones de limpieza de habitaciones o enfrentamientos rápidos en estructuras complejas de varios niveles.

Durante la Batalla de Faluya en 2004, unidades de marines y del ejército de los EE.UU. enfrentaron un feroz combate urbano, donde pistolas como la Beretta M9 se convirtieron en armas secundarias importantes. Los soldados a menudo tenían que despejar habitaciones, enfrentar insurgentes a corta distancia o defenderse de ataques sorpresa en callejones y edificios, escenarios en los que las pistolas proporcionaban una ventaja táctica.

4.2 Guerra de trincheras moderna y enfrentamientos a corta distancia

Aunque la guerra de trincheras está asociada principalmente con la Primera Guerra Mundial, aspectos de los combates en trincheras han resurgido en conflictos modernos, particularmente en regiones donde los entornos urbanos o el terreno montañoso crean espacios de batalla estrechos y confinados. Las fuerzas especiales modernas a menudo operan en condiciones que se asemejan a la guerra de trincheras, donde el combate cuerpo a cuerpo es frecuente, lo que convierte a las pistolas en una herramienta preferida.

Por ejemplo, las operaciones en Afganistán e Irak vieron a las fuerzas especiales despejando túneles, cuevas y recintos cerrados. La Glock 19, ampliamente adoptada por las fuerzas especiales de los EE.UU., resultó especialmente útil debido a su tamaño compacto, durabilidad y fiabilidad en entornos hostiles.


5. Misiones especiales definidas por el uso de pistolas

Las pistolas han desempeñado papeles clave en varias misiones de operaciones especiales de alto perfil a lo largo de la historia. Dos ejemplos notables incluyen:

  • Operación Lanza de Neptuno (2011): Durante la redada que condujo a la muerte de Osama bin Laden, miembros del SEAL Team Six llevaban pistolas Glock 19 como armas secundarias. Aunque los rifles eran las armas principales, la compacidad y fiabilidad de la Glock 19 la convirtieron en una opción ideal de respaldo durante el enfrentamiento en CQB dentro del complejo.

  • Operación Nimrod (1980): Durante el asedio de la embajada iraní en Londres, miembros del SAS británico utilizaron pistolas, en particular la Browning Hi-Power, durante el asalto a la embajada. La Hi-Power fue elegida por su alta capacidad de cargador, tamaño compacto y adecuación para enfrentamientos a corta distancia. El éxito de la misión demostró la importancia de las pistolas en situaciones rápidas de CQB.


6. El uso de kits de conversión de pistolas: de pistola a carabina

En los últimos años, las fuerzas especiales han adoptado cada vez más los kits de conversión de pistolas, que permiten a los operativos convertir sus pistolas en armas tipo carabina. Estos kits, como el CAA MCK (Micro Conversion Kit) o el FAB Defense KPOS, ofrecen varias ventajas tácticas:

  1. Mayor estabilidad: Al agregar una culata y un agarre, los kits de conversión mejoran la estabilidad de la pistola, permitiendo una mayor precisión durante el fuego rápido.
  2. Mayor alcance: Mientras que una pistola es típicamente efectiva solo a corta distancia, un kit de conversión extiende el alcance, haciendo que la pistola sea más versátil en enfrentamientos más allá de las distancias de CQB.
  3. Personalización modular: Los kits de conversión suelen venir con rieles Picatinny, lo que permite a los operativos montar ópticas, linternas o láseres, transformando una pistola básica en un arma más capaz.

Estos kits de conversión son muy valorados en operaciones especiales donde los operadores pueden necesitar alternar entre un arma secundaria discreta y una más estable y precisa para enfrentamientos a media distancia. La Glock 19 es una base popular para los kits de conversión, ya que su armazón compacto y fiabilidad la hacen adaptable a estas configuraciones.


7. Elecciones actuales de pistolas en fuerzas especiales occidentales

Las fuerzas especiales occidentales suelen depender de algunos modelos de pistolas muy respetados, cada uno con ventajas únicas:

  • Glock 19: Ampliamente utilizada por fuerzas especiales estadounidenses, incluidos los SEALs y Delta Force, la Glock 19 es conocida por su durabilidad, fiabilidad y armazón ligero de polímero. Está recamarada en 9mm, un calibre que equilibra poder de detención con controlabilidad. Su simplicidad en operación y facilidad de mantenimiento la convierten en una favorita.

  • Sig Sauer P320/M17: Seleccionada como la nueva pistola de servicio estándar para las fuerzas armadas de los EE.UU., la P320 ofrece modularidad, permitiendo a los operadores cambiar fácilmente los calibres o configurar el arma para diferentes parámetros de misión. Su diseño con disparador de percutor y la personalización de los tamaños de empuñadura aumentan su atractivo.


  • Heckler & Koch USP Compact: La H&K USP es utilizada por fuerzas especiales como el GSG 9 alemán. Conocida por su ingeniería precisa y silenciador opcional, es ideal tanto para CQB como para misiones más orientadas al sigilo.


  • FN Herstal Five-seveN: Utilizada por algunas fuerzas especiales occidentales, la Five-seveN es notable por estar recamarada en 5.7x28mm, una munición de alta velocidad que puede penetrar armaduras corporales, lo que la convierte en una opción útil contra adversarios equipados con protección pesada.

 

8. El futuro de las pistolas en las operaciones de fuerzas especiales

A medida que la tecnología militar evoluciona, el papel futuro de las pistolas en las operaciones especiales probablemente se centrará en varias áreas clave:

  1. Mayor integración de tecnología de supresión: Las pistolas con silenciadores continuarán desempeñando un papel vital en las operaciones encubiertas, con avances en el diseño de supresores que reducirán aún más el ruido y el fogonazo. Las futuras pistolas podrían incluir supresores integrados para mejorar las capacidades de sigilo.

  2. Mejora en ergonomía y modularidad: Las pistolas del futuro probablemente seguirán la tendencia de modularidad, permitiendo a los operadores personalizar sus armas secundarias para misiones específicas. La capacidad de cambiar rápidamente los calibres, empuñaduras y ópticas hará que las pistolas sean aún más versátiles en las operaciones especiales.

  3. Tecnología de armas inteligentes: Ha habido un creciente interés en la tecnología de armas inteligentes, que puede incluir sistemas de reconocimiento biométrico, como escáneres de huellas dactilares, para garantizar que solo los usuarios autorizados puedan disparar el arma. Aunque aún está en sus primeras etapas, esta tecnología podría mejorar la seguridad operativa al evitar que fuerzas enemigas utilicen pistolas capturadas.

  4. Mayor integración con kits de carabina: Los kits de conversión serán más aerodinámicos, con diseños futuros que se centren en mejorar las capacidades de la pistola sin aumentar significativamente su peso o perfil. Las fuerzas especiales podrían usar kits que ofrezcan transiciones sin interrupciones entre modos de pistola y carabina, permitiendo una mayor flexibilidad en varios escenarios de combate.

  5. Avances en la tecnología de municiones: Los futuros desarrollos en munición, como rondas más ligeras y efectivas, podrían mejorar aún más el poder de detención y la precisión de las pistolas, haciéndolas más viables para roles tradicionalmente reservados para subfusiles o carabinas.

9. Conclusión

Las pistolas han desempeñado durante mucho tiempo un papel esencial en las operaciones de fuerzas especiales, ofreciendo una utilidad incomparable en combates cuerpo a cuerpo, guerra urbana y misiones encubiertas. Desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial hasta los campos de batalla modernos en Irak y Afganistán, la pistola ha demostrado su valía una y otra vez. A medida que la tecnología sigue evolucionando, es probable que las pistolas sigan siendo una herramienta crucial en el arsenal de las fuerzas especiales, mejoradas por innovaciones como los kits de conversión a carabina, diseños modulares y tecnologías de armas inteligentes. Ya sea en misiones discretas o en entornos urbanos caóticos, el futuro de las pistolas en las operaciones especiales está asegurado, impulsado por la necesidad de flexibilidad, maniobrabilidad y precisión.







viernes, 13 de octubre de 2023

Israel: Como la FDI combate a Hamas

Cómo las Fuerzas de Defensa de Israel luchan contra Hamás

Justen Charters || Coffee or Die




Hamas, fundado en 1987 por Ahmad Yassin, es un grupo terrorista extranjero que se formó durante la primera intifada contra Israel. Yassin, un líder espiritual sunita radical, creó Hamas durante los disturbios en Gaza para enfatizar los objetivos islamistas de la Hermandad Musulmana.

Hoy, el grupo extremista sunita sigue lanzando cohetes contra objetivos civiles desde el otro lado de la frontera, utiliza niños como escudos humanos y apoya la aniquilación total de Israel. De hecho, Hamas apareció recientemente en los titulares después de que 50 de sus miembros fueran asesinados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) durante las manifestaciones en Gaza, según CNN.


Niños en la ciudad de Kiryat Malachi corriendo en busca de refugio mientras suena una sirena.
Tres civiles murieron por el impacto de un cohete en la ciudad. Foto cortesía de las Fuerzas de Defensa de Israel.


El mayor de las FDI, Amichai Chikli, entiende íntimamente lo que es enfrentarse cara a cara con los islamistas sunitas militantes.

Chikli sirvió en las FDI durante ocho años, incluido un tiempo como miembro de las fuerzas especiales en una unidad de reconocimiento de la guerrilla. Durante su tiempo en la unidad, Hamas apenas comenzaba a construir túneles para transportar a sus yihadistas y armas a Israel.

La inteligencia de la Agencia de Seguridad de Israel (Shabak) descubrió que Hamas tenía lo que sospechaban era un túnel en el barrio de Shuja'iyya, un importante santuario para el grupo terrorista.

“Fue alrededor de Hanukkah”, dijo Chikli. “Shabak estaba observando a Hamas. Los vieron sacar sacos de arena de un gallinero y ponerlos en un camión. Por supuesto, eso levantó sospechas”.


Un soldado israelí tira de la seguridad.
Foto cortesía de las Fuerzas de Defensa de Israel.


Chikli se encargó de liderar su pequeño pelotón junto con otro para destruir el túnel.

“Cruzamos la valla hacia Shuja'iyya”, dijo. “Las imágenes térmicas del dron nos dijeron que había personas junto al gallinero y que estaban despiertas y alertas, así que nos movimos lentamente. Mi misión era rodear el perímetro del gallinero mientras el otro pelotón entraba para investigar más las cosas”.

Chikli continuó, compartiendo lo que escuchó por su radio mientras el pelotón avanzaba: “Cuando llegaron al primer gallinero, no encontraron nada más que gallinas dormidas, por lo que continuaron avanzando”.

El siguiente gallinero era cualquier cosa menos un hogar para pájaros emplumados. “El segundo gallinero estaba vacío”, recordó Chikli. “Antes de que entrara el pelotón, enviaron a un perro y a su adiestrador para buscar explosivos”. Sin embargo, el guía no estaba seguro de que hubiera un túnel en el gallinero.


Soldados beduinos del Batallón de Reconocimiento del Desierto de las FDI realizan un simulacro de guerra urbana, aprendiendo cómo apuntar eficientemente a los terroristas y evitando víctimas civiles. Foto cortesía de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Había una serie de barreras obstruyendo su vista. “Él no vio nada, así que enviamos al pelotón. Entraron y se movieron alrededor de los paneles para ver mejor. Entonces vieron una cámara con una pequeña luz. Por mi radio, pude escuchar al comandante del pelotón ordenando a todos que salieran del gallinero”.

Pero fue demasiado tarde. Dos segundos después, hubo una explosión masiva.

“Estaba lloviendo hierro, piedras y escombros”, dijo Chikli. “Pensé que me iba a morir porque me habían golpeado con un trozo de hierro que caía del cielo. No podías oír nada.

Chikli esperaba que todo el pelotón estuviera muerto, pero por suerte se equivocó.

“La bomba que explotó no estaba diseñada para derribar un edificio; era del tipo que un terrorista usaría para destruir un vehículo blindado, no infantería. Les habían arrancado las armas de las manos, los cascos y la visión nocturna habían desaparecido, pero no estaban muertos”, dijo Chikli.



Un coche dañado en Ashdod tras el impacto directo de un cohete disparado desde Gaza.
Foto cortesía de las Fuerzas de Defensa de Israel.


Sin embargo, todavía estaban en un área hostil, por lo que no había tiempo para asimilar el momento de lo que acababa de suceder.

“El pelotón se reunió de inmediato. Queríamos asegurarnos de que todo estaba bien. Tardó unos 10 minutos en averiguar dónde estaban todos. Todos fueron contabilizados excepto el guía y el perro. Nuestra nueva misión era encontrarlos y rápidamente. Después de que el comandante nos diera nuestra nueva orden, se podían escuchar disparos masivos. Fue Hamas”, relató Chikli.

“Tres militantes de Hamás salían de un túnel y empezaron a dispararnos. Estaban seguros de que toda la compañía estaba herida en el suelo, por lo que esperaban que fuéramos fáciles de matar. Encontrar al guía y al perro tendría que esperar”.

Los pelotones se refugiaron detrás de una pared que era parte del gallinero pero que no se había convertido en escombros en la explosión. Solo una persona resultó gravemente herida, según Chikli.

“Nuestro operador de radio del comandante de la unidad recibió dos balazos en su arma. Explotó, golpeó su rostro y lo abrió”, dijo. Eso presentó un nuevo desafío para Chikli y sus hombres. Necesitaban obtener atención médica para su hermano de armas por su grave lesión y aún así eliminar a los terroristas en el proceso. “Unos cinco minutos después de la batalla, todos los militantes estaban muertos”.

Con el pelotón en su mayor parte contabilizado y la amenaza inmediata neutralizada, la misión volvió a encontrar al adiestrador y al perro. “Los encontramos tirados en el suelo”, dijo Chikli. “Revisé el pulso del manejador. Él estaba muerto. Así es luchar contra Hamas”.

Chikli ahora sirve en las reservas de las FDI y como maestra en una academia israelí para oficiales militares. Hasta el día de hoy, considera a Hamas una organización malvada debido a la constante amenaza de sus ataques contra los israelíes.

“Están cegados por el odio”, dijo. "Ciego".


sábado, 22 de julio de 2023

Guerra Antisubversiva: Combate de Acheral

Combate de Acheral





Los argentinos no quieren recordarlo pero hubo una guerra en Tucumán. Se luchó en la ciudad y en el monte.
Puedo ver una foto de la capilla ardiente en la que se vela a un soldado.
El general Edgardo Adel Vilas rezando ante el cuerpo de un soldado muerto es la prueba de una realidad dolorosa.



Uniforme de combate, fusil terciado en la espalda apuntando hacia el suelo, los dos solos, general y soldado ante la imagen de San Martín y el Cristo en la cabecera del féretro.
Releo relatos, testimonios, experiencias de dos periodistas de medios que entre septiembre y diciembre de 1975 estuvieron en el frente.



Es curioso, los que se autodenominan corresponsales de guerra hoy parece que la hubieran olvidado, pero en esa época contaban que había guerra y como en todas las guerras, las cosas sucedían rápido.
A mediodía, cuenta el corresponsal, cuando el sol es una gota de plomo fundido sobre las calles de la ciudad, cuando una muchedumbre desfila entre vendedores de abanicos mágicos, pilas, fósforos, cordones e indescriptibles costureros hechos de caracoles, un helicóptero los lleva a Acheral, donde ha estallado un combate. Nadie habla a bordo. Miran hacia abajo, hacia los cañaverales verdes y amarillos, hacia los campos prolijos e interminables.
Y tienen miedo, mucho miedo.



De pronto, otros ruidos inconfundibles los ubican de una vez por todas: a menos de 500 metros hay tableteo de ametralladoras, secos estampidos de fusiles FAL, disparos de pistola, humo de cohetes que parten de un helicóptero y revientan en los surcos. Están cara a cara con el horror de la guerra.
Los helicópteros vuelan sobre los surcos y los abren como una maestra revisando piojos entre los pelos de sus alumnos. Los camiones Unimog se bambolean por el terreno irregular y dejan a los soldados en posiciones estratégicas. El cerco se cierra sobre la patrulla subversiva, sorprendida una hora antes…
Uno de los helicópteros sufre una emergencia alcanzado por una bala de FAL en su sistema eléctrico y ha tenido que bajar en el centro mismo de la patrulla enemiga. El piloto ha salvado la máquina pero ha perdido al artillero, una bala le perforó el pecho. El hombre caído era un suboficial y justo ese día se iba de licencia. Fue su última misión.
La danza de los helicópteros no termina, arrojan bombas incendiarias y de demolición sobre los surcos.
  • Ramón Pío Fernández, nacido en Palma Sola, Jujuy.
  • Rogelio Ramón Espinoza, nacido en Caimancito, Jujuy.
  • Juan Carlos Castillo, nacido en Aguaray, Salta.
  • Enrique Ernesto Guastoni, nacido en Córdoba.
  • Freddy Ordoñez (desertor incorporado por su propia voluntad) nacido en Salta.
Todos estos soldados tenían 21 años y murieron en batalla de monte. Eran argentinos. Tanto como nosotros o más porque combatieron en Acheral el viernes 10 de octubre de 1975.




Tenían el rostro aindiado, la piel morena. Sus gestos no sabían de grandilocuencias y sus respuestas eran cortas y seguras. Luchaban por la Patria y tenían las manos acostumbradas al monte. Eran un símbolo, un poco cortados con el mismo molde con el que estaban hechos todos los jóvenes argentinos que pelearon en Tucumán.
No sé cual es la razón por la que nadie habla de ellos. Nadie cuenta sus historias. Nadie hace películas ni escribe libros sobre sus hazañas como han novelado en romance con la historia de los otros muchachos… “los idealistas” que pretendieron hacerse del poder a punta de fusil contra un gobierno constitucional.



Que concepto raro de verdad y justicia que tenemos los argentinos. ¡Que selectivos!.
Para unos el honor y para otros… ni justicia!
Un suboficial va cantando los nombres. Algunos están, otros se fueron de patrullaje. Otros murieron y su carta no tendrá destinatario. Todos abren sus sobres, leen y después… los comentarios: “Tengo un hermanito enfermo” “Mi señora está bien, esperamos un hijo para diciembre” “Mi hermano consiguió trabajo en Salta” “Mi papá me está levantando una piecita en el fondo para mí solo”. “Soy tío de una nena” Y muchos más. Eran cosa de todos los días. Días de guerra en los que una noticia simple de una carta era un canto a la esperanza para los que cumplían con el deber encomendado.
Esto que les cuento no son inventos míos, son crónicas de guerra escritas por corresponsales para las revistas de época extrañamente desterradas al olvido.
Me da asco tanta injusticia.
Por eso escribo y seguiré escribiendo por más que me repudien.
Juan Martin Perkins


NOTA: El Combate de Acheral se desarrolló en Tucumán en el Operativo Independencia, en octubre de 1975 durante el gobierno justicialista de María Estela Martínez de Perón.



lunes, 2 de agosto de 2021

Antiterrorismo: El rol de los francotiradores israelíes

Dando forma a la lucha en Israel

Christopher M. Rance / Small Arms Defence Journal, V11N1, Volumen 11



ARRIBA: El banco de francotirador táctico está siendo empleado por un francotirador de élite de las FDI.

La Escuela de Guerra Contra el Terrorismo (CT) de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se fundó en 1985 como parte integral del recién formado Mitkan Adam, la Instalación de Entrenamiento Especial de las FDI ubicada en Modi'in, Israel.

Las Fuerzas Especiales de Israel siempre se han centrado considerablemente en la formación en la lucha contra el terrorismo. A este respecto, el establecimiento de una Escuela de Lucha contra el Terrorismo fue el punto culminante de un proceso de reorganización masiva que tuvo lugar en la comunidad de las Fuerzas Especiales de Israel. La reorganización israelí de la lucha contra el terrorismo comenzó como resultado del incidente de la escuela secundaria Ma’alot en 1974, en el que murieron más de 20 civiles rehenes en un fallido intento de rescate llevado a cabo por Sayeret Matkal.

Tras el incidente de la escuela secundaria Ma’alot, el liderazgo de las Fuerzas Especiales de Israel comenzó una intensa progresión de entrenamiento contra el terrorismo para combatir las amenazas futuras que podrían dañar a los ciudadanos israelíes. La formación de la escuela aseguró que todas las unidades recibieran la misma formación unificada, lo que a su vez les permitiría cooperar en una crisis a gran escala que requería la participación de más de una unidad. Además, la existencia de la escuela impidió que las lecciones operativas se mantuvieran dentro de las unidades. En cambio, estas lecciones se compartirían con todas las unidades a través del personal de la escuela.

Avance rápido hasta el día de hoy y la Subdivisión de Lucha contra el Terrorismo supervisa continuamente las tácticas utilizadas por los terroristas lobo solitario, así como los incidentes a lo largo de la frontera israelí y en el extranjero. Las Fuerzas Especiales que son entrenadas por la Rama Contra el Terrorismo van desde unidades de comando hasta unidades de élite encubiertas. También incluyen unidades de reconocimiento que forman parte de las brigadas de infantería de las FDI. Después de completar su entrenamiento prolongado y agotador, las unidades se ponen en espera, listas para entrar en acción en varias áreas si se les solicita.


Un equipo de francotiradores de las FDI en posición. La facilidad de uso de TSB y S.P.O.T. permite que el equipo de francotiradores se establezca en un objetivo y se involucre rápidamente.

Departamento de francotiradores de las FDI

El departamento de francotiradores de las FDI actúa como el organismo profesional líder en la comunidad de francotiradores. El departamento se beneficia del conocimiento continuo y la experiencia operativa tanto del departamento como de las unidades de combate del campo. El departamento de francotiradores también se conecta con varias naciones aliadas para avanzar en su entrenamiento. El departamento certifica anualmente a más de 600 francotiradores de infantería, mantiene sus habilidades profesionales y los dirige y guía a lo largo de su servicio operativo.

La rama de francotiradores de las FDI lleva a cabo tres cursos de francotiradores: el curso básico de francotiradores, el curso de comandantes de francotiradores y el curso de francotiradores contra el terrorismo. Todo el entrenamiento de francotiradores se lleva a cabo en Camp Adam y el entrenamiento de recertificación se lleva a cabo a intervalos regulares durante todo el año. El comandante de la rama de francotiradores es responsable de todos los francotiradores de las FDI y, por lo tanto, realiza evaluaciones periódicas de los francotiradores en el campo. Además, todos los instructores de francotiradores son francotiradores activos y trabajan en Camp Adam, y llevan a cabo operaciones de combate si se les solicita. Estas prácticas permiten la retroalimentación inmediata de las lecciones aprendidas y alivian la carga de los Comandantes Combatientes en relación con el entrenamiento de sostenimiento de sus francotiradores.


El punto. es un dispositivo de observación táctica destinado a simplificar el trabajo técnico en la posición designada. Aquí puede ver al observador usando un telescopio Leupold y Vector en conjunto.

Curso de francotirador de las FDI

Para el Curso de francotirador de infantería de las FDI, la mayoría de los instructores son mujeres soldados. Las mujeres son reclutadas para ser instructoras de infantería y completan un curso de capacitación de dos meses que las prepara para el servicio en una unidad de infantería. Al final del curso, según el rendimiento y los resultados de las pruebas, las mujeres están integradas en varios departamentos, uno de los cuales es el Departamento de francotiradores. A partir de ahí, las hembras completarán un curso de dos meses y medio de duración, en el que se convertirán en francotiradores de infantería certificados y se entrenarán para ser instructoras de francotiradores de infantería. Además de las instructoras, hay soldados de combate masculinos que también son instructores de francotiradores de infantería. Para los soldados masculinos, estos son soldados que abandonaron su camino de combate por una razón u otra y eligieron convertirse en instructores en el Departamento de Francotiradores. Los instructores que son soldados de combate certificados también participan en la actividad operativa del departamento, que ha sido especialmente activa en los últimos meses en la frontera de Gaza.

En cuanto a la rutina diaria de los instructores, los cursos se realizan durante todo el año. Antes de que comience un curso, el equipo de instructores generalmente tiene una semana para prepararse. Durante esta semana de preparación, los instructores revisarán el material del curso, prepararán planes de lecciones y pruebas de evaluación y finalizarán el programa del curso.

Un curso de francotirador consta de 12 a 21 soldados, y el equipo de instrucción es tipicamente compuesto por 2 a 6 instructores. Durante todo el curso, los instructores están con los soldados en el campo de tiro desde las 8 a.m. a las 9:30 p.m. y las 10 p.m. Los instructores deben enseñar todo el material tanto de forma teórica como práctica. Algunas lecciones teóricas se imparten en el campo de tiro y en el aula. El curso también incluye 4-6 operaciones simuladas, a menudo involucrando a los soldados de los otros dos cursos de francotiradores, lo que permite la representación de un enemigo y un ejercicio más realista para los francotiradores.

Una vez que se completa un curso de francotirador, los instructores comienzan a prepararse para el siguiente curso o se unen a los equipos de francotiradores existentes que han llegado a Adam Camp para entrenarlos y ayudarlos a mantener su preparación profesional.

Curso de francotirador contra el terror

El curso de francotirador contra el terrorismo tiene una duración de tres semanas y todos los francotiradores que deseen servir en las unidades de CT de las FDI deben aprobarlo con éxito. El curso es un curso avanzado de francotiradores, y sus estudiantes son todos graduados del Curso Básico de Francotiradores de la Escuela de Francotiradores de las FDI, que tiene una duración de siete semanas.
El curso Counter Terror Sniper cubre:

  • Técnicas de camuflaje urbano
  • Adquisición quirúrgica y eliminación de dianas
  • Recopilación de inteligencia en tiempo real, que ayudará a los elementos de entrada a planificar y luego llevar a cabo su incursión de rescate.

El papel de CT de las unidades de las FDI generalmente cae dentro de la responsabilidad de las Fuerzas Especiales de las FDI. En una formación CT, el francotirador es parte de un equipo de intervención. Este equipo está compuesto por un comandante, dos a tres tiradores, dos violadores, un ametrallador, un adiestrador de perros, un médico, un sargento, tres fusileros y dos francotiradores. El objetivo del equipo de intervención es responder a un ataque terrorista o una situación de alto perfil y luego aislar el área. El francotirador CT está capacitado para realizar disparos de incapacitación de alta precisión con el fin de liberar rehenes o eliminar hostiles incrustados. Tienen la misión adicional de proteger las fronteras en áreas como Cisjordania. Para lograr esa misión, emplean el Ruger 10/22, que es un rifle calibre 22. Esta acertada arma "menos letal" está diseñada para realizar disparos desde la rodilla y por debajo. Cisjordania es un lugar de gran controversia y realizar disparos letales es menos que deseable.


El Barrett MRAD es el nuevo sistema de armas de francotirador de las FDI. Aquí se emplea en un TSB. La estabilidad del TSB permite al francotirador de las FDI atacar objetivos con relativa facilidad en cualquier posición.

Equipo crítico utilizado por francotiradores de las FDI

Para obtener un relato de primera mano del equipo que utilizan los francotiradores de Infantería, Reconocimiento y Contraterrorismo de las FDI, me comuniqué con Vova, que opera Zikitec Ltd., una empresa con sede en Israel que comprende veteranos de las Fuerzas Especiales de las FDI. Con su rica experiencia operativa, comprenden las necesidades de los operadores. Sus productos se derivan de años de entrenamiento y operaciones de combate.

Autor: ¿Cuándo se formó Zikitec Ltd. y qué le impulsó a crear su propia empresa y diseñar equipos específicos para aplicaciones de francotiradores?

Vova: Zikitec Ltd. fue fundada en 2012, cuando me dieron de baja de mi servicio militar.

El motivo principal fue producir equipos que fueran adecuados para los desafíos que enfrenté y que no tenían una solución adecuada para cuando estaba sirviendo. La mayor parte de mi actividad en el ejército consistió en operaciones militares y de francotiradores en áreas como el Líbano, Gaza y Cisjordania. Estábamos muy ocupados, usando equipos de diferentes proveedores, tanto equipos militares como equipos que obtuvimos del sector privado, que nos pidió que lo probamos en el campo. Algunos de estos equipos eran mejores que las ofertas militares y otros no eran tan buenos, pero siempre los probamos y aprendimos qué funcionaba, qué no y por qué.

Vova: Las conclusiones fueron bastante simples: cada equipo tiene su propósito: si intentas usar algo para propósitos alternativos, no funcionará tan bien y tendrías que hacer concesiones. Si necesita caminar 500 metros hasta un punto de emboscada, puede llevar el mejor y más cómodo equipo, incluso si es grande y pesado. Pero si su misión va a ser una operación larga que incluye largas caminatas todas las noches, entonces el requisito de equipo será diferente y debe ser pequeño y liviano. No existe ningún equipo que se adapte a todos los propósitos. Cada equipo te ayudará a ser el mejor en diferentes situaciones.

Los principios son siempre los mismos: eficiencia, peso, capacidad, sencillez de uso y mantenimiento. Sin embargo, por simple que parezca, puede llevar años desarrollar un producto. Puede diseñar un producto básico en unos meses, luego llevarlo al campo, aprender cosas nuevas, hacer ajustes, llevarlo al campo nuevamente y aprender más cosas. Es un proceso fascinante. Un gran ejemplo es el TSB (Tactical Sniper Bench). Había ocho versiones del TSB cuando estuvo listo. Siempre aspiras a hacerlo mejor. Cada producto final es el resultado de muchas percepciones de agentes de campo altamente experimentados que nos brindan la retroalimentación que necesitamos para convertirlos en los mejores producto disponible. Tal es el caso del Tactical Sniper Bench y el Tactical Spotter Device.

Banco de francotirador táctico

El TSB es un banco de tiro portátil, cómodo y probado en combate que permite disparar en posición sentada y de pie. El TSB facilita una estancia prolongada, con apoyo para los codos, cómoda disposición del equipo y el uso de bolsas traseras y bípodes para soporte y máxima estabilidad, para que un solo disparo dé en el blanco. El TSB es fabricado en Israel por FAB-Defense.

  • Peso con trípode (carbono / aluminio): 5,1 / 6,4 kg
  • Tamaño del banco doblado: 7x 45x 28cm
  • Tamaño del banco abierto: 3,5 x 80 x 28 cm
  • Tiempo de montaje: 1-2 minutos.
  • Altura (Min - Max): 50 - 180cm

Dispositivo de observación táctica

El punto. es un dispositivo de observación táctica destinado a simplificar el trabajo técnico en la posición designada. Al permitir el acoplamiento y la calibración de los diversos dispositivos utilizados por el observador, reduce el tiempo de adquisición del objetivo y simplifica la operación general del equipo de francotiradores.

El producto es adecuado para cualquier telescopio de observación que tenga un tornillo de 1/4 de pulgada en su base, montaje de un láser RF, puntero láser, dispositivos de visión nocturna, dispositivos térmicos, etc. Además, una calculadora balística, camuflaje y dispositivos adicionales tienen un compartimento designado.

  • Peso: 0.5kg
  • Tamaño: 23 X 10 x 28 cm
  • Altura: 50-180 cm (fijada al trípode)
  • Tiempo de montaje: 1-2 minutos.

Autor: De sus experiencias como francotirador de las FDI de las Fuerzas Especiales, ¿cuál es el mayor desafío al que se enfrentan los francotiradores de las FDI actuales en el campo de batalla?

Vova: Últimamente, los francotiradores de las FDI se han enfrentado a un nuevo desafío complejo con el que, hasta donde yo sé, nunca antes habíamos tenido que lidiar. Todo está documentado hoy, ya que todo el mundo tiene algún tipo de acceso a las redes sociales. Los combatientes enemigos han estado creando medios de propaganda para apoyar sus intereses. En varios incidentes, tomaron imágenes y las manipularon para cumplir su propósito. Esto crea una situación en la que el francotirador debe dar en el blanco y también debe poder tener los medios para documentar su participación y demostrar que estaba justificado. Nuestro enemigo usa la moralidad de manera cínica, ya que enviarán niños a realizar actos terroristas o se disfrazarán de mujeres y tratarán de esconder armas debajo de la ropa. En el peor de los casos, utilizarán civiles como escudos humanos.

Nuestros francotiradores necesitan golpear al enemigo con disparos precisos, además de poder documentar el incidente, para luego poder demostrar que actuaron de la manera más ética. Equipamos a nuestros francotiradores con cámaras de visión militar que desarrollamos para este tipo de incidentes. Ha habido incidentes en los que el enemigo publicó videos de propaganda, pero teníamos la documentación real sin editar. Tener esta capacidad proporcionó a las autoridades legales militares las pruebas necesarias para demostrar que el francotirador actuó de manera ética.

El entrenamiento y las herramientas empleadas por la élite de Israel ayudarán al soldado de las FDI a mantener la ventaja táctica contra aquellos que desean causar daño a los ciudadanos de Israel. Vova y su equipo en Zikitec Ltd. continuarán ampliando los límites para hacer avanzar la mayor plataforma de tiro de día y noche de las FDI para todo tipo de clima: el francotirador.

domingo, 4 de julio de 2021

Israel-Palestina: Operación Escudo Defensivo y la batalla por Jenin, 2002 (2/2)

Operación Escudo Defensivo y la batalla por Jenin, 2002

Parte I || Parte II
W&W


Fotografía aérea del área de batalla en Jenin, tomada dos días después de que terminó la batalla.

Las fuerzas especiales de las FDI llevaron a cabo dos amplios tipos de misiones en la lucha urbana. Un tipo de misión fue en apoyo directo de la brigada de infantería convencional atacante. En ese papel, las fuerzas especiales supervisarían el movimiento regular de infantería y armaduras con francotiradores. Por lo general, los francotiradores se desplegaban en un buen punto de vista a 500 metros (1.640 pies) o más de la parte trasera de las tropas convencionales que avanzaban. Desde su posición, pudieron enfrentarse a cualquier francotirador o pistolero que disparara contra la fuerza convencional. También estaban en una posición ideal para enfrentarse a cualquier militante que intentara huir frente al ataque convencional de infantería. Este tipo de misión fue realizada por una unidad de fuerzas especiales de élite a nivel del ejército o, más típicamente, la compañía de reconocimiento de brigada que era una unidad de élite en todas las brigadas israelíes y tenía entrenamiento y capacidades de fuerzas especiales.

El otro tipo de misiones realizadas por fuerzas especiales como parte de la batalla urbana eran mucho más especializadas y generalmente limitadas a las unidades de fuerzas especiales de élite a nivel nacional. Este tipo de misiones podrían incluir asaltos para capturar o matar a importantes líderes militantes o para rescatar rehenes. Las fuerzas especiales israelíes también llevaron a cabo misiones encubiertas. En estas misiones conducían automóviles civiles especialmente equipados, vestían ropa de civil y se mezclaban con la población civil palestina. Por lo general, pero no siempre, en este papel encubierto las misiones se limitaban al reconocimiento y la recopilación de información.

Otras dos unidades importantes empleadas como parte de la operación de Jenin fueron ingenieros del ejército equipados con excavadoras blindadas D9 construidas por Caterpillar y tanques Merkava del cuerpo blindado. Estos elementos blindados pesados ​​se emplearon de manera similar a su uso en Naplusa. La topadora D9R fabricada por la estadounidense Caterpillar Corporation no era un vehículo militar especialmente diseñado, sino una topadora de construcción civil muy potente. El vehículo tenía 13 pies de alto y 14.7 pies de ancho con su hoja estándar; pesaba 54 toneladas y estaba propulsado por un motor de 405 CV. El primer uso militar importante del D9 fue durante la Guerra de Vietnam, cuando el Ejército de los EE. UU. Lo utilizó para despejar la jungla. El ejército israelí agregó placas blindadas masivas a las máquinas para darles la capacidad de trabajar mientras están bajo fuego. Los soldados israelíes apodaron a las excavadoras gigantes "doobi", que se traduce como "oso de peluche". Su protección de armadura podría desviar todo el fuego de armas pequeñas e incluso granadas propulsadas por cohetes. Hay informes de que las topadoras D9R sobrevivieron a los ataques de artefactos explosivos improvisados ​​(IED) con bombas que pesaban hasta 440 libras y 1,100 libras. El avance inicial hacia el campo de refugiados comenzó con una excavadora blindada que despejó el acceso de tres cuartos de milla al campo. Durante esa operación, un oficial de máquinas notó que la topadora detonó más de 120 IED sin sufrir daños significativos.

La Quinta Brigada entró al campamento desmontada. Los militantes palestinos estaban sorprendidos y complacidos de que los israelíes no lideraran con vehículos blindados. La decisión de comenzar el ataque a pie fue para minimizar las bajas civiles. Durante tres días, la infantería israelí avanzó lenta y metódicamente. Su movimiento se vio enormemente obstaculizado por la extensa explotación minera que hicieron los palestinos en todos los accesos al campo. Los combatientes militantes informaron que desplegaron entre 1.000 y 2.000 artefactos explosivos improvisados. Algunos eran dispositivos antivehículos grandes, pero la mayoría eran pequeños, del tamaño de una botella de agua, diseñados para matar a la infantería. El objetivo de los militantes era infligir tantas bajas como fuera posible a las FDI, y su principal método para hacerlo era instalar trampas explosivas en todos los campamentos. En particular, los palestinos colocaron trampas explosivas en los principales callejones, puertas y ventanas de casas, automóviles y el interior de las casas. Dentro de las casas, los IED se colocaron en puertas, gabinetes, armarios, debajo y dentro de los muebles. Concentraron sus trampas explosivas en casas abandonadas o en las casas de destacados militantes que estaban seguros de que los israelíes buscarían. En los primeros tres días de la batalla se avanzó poco en el campo, siete soldados de las FDI murieron y, en algunos casos, las unidades solo avanzaron a una velocidad de 50 yardas por día.

Las FDI estimaron que la operación de Jenin tardaría entre 48 y 72 horas en completarse. Para el 6 de abril, habían transcurrido cuatro días de la operación, las unidades todavía avanzaban muy lentamente contra una oposición muy dura y las tasas de bajas eran mucho más altas de lo esperado. El cuartel general del ejército israelí comenzó a presionar al comandante de la división para que acelerara el ritmo de las operaciones. Las FDI tenían una larga historia de operaciones rápidas y decisivas. La velocidad fue una cualidad muy valorada porque con ella vino la sorpresa y el efecto de choque. Las FDI también estaban preocupadas por la velocidad por razones estratégicas. La historia de las guerras entre Israel y sus vecinos árabes indicó que en cualquier gran operación militar, especialmente si tiene éxito, se ejercerá presión diplomática internacional y estadounidense sobre el gobierno israelí para que ponga fin a la operación. Esta presión aumentaría constantemente hasta que invariablemente el primer ministro israelí detuviera las operaciones. Por lo tanto, los altos mandos israelíes entendieron que las FDI tenían una cantidad de tiempo desconocida pero finita para limpiar y apoderarse de Jenin. Si eso no ocurría antes de que los diplomáticos detuvieran las operaciones, la operación fracasaría.

Mientras la Quinta Brigada avanzaba lentamente, en el sudoeste, el Batallón 51 avanzaba mejor. Esta diferencia se debió a que el comandante del Batallón 51 decidió utilizar las mismas tácticas que había utilizado la Brigada Golani en Nablus: liderar con topadoras D9, luego infantería mecanizada en sus portaaviones y, finalmente, tanques disparando en apoyo. Sin embargo, el lento avance de la Quinta Brigada permitió a los palestinos concentrarse en el Batallón 51 y, por lo tanto, a pesar de las tácticas agresivas del batallón, estaba luchando ferozmente por cada edificio. El 8 de abril, cuando terminaron los combates en Naplusa, el comandante de la brigada Golani, coronel Moshe Tamir, visitó y evaluó la situación en Jenin. Recomendó que se adoptaran tácticas más agresivas, similares a las del Batallón 51. El cuartel general de la división continuó enfatizando la velocidad a los comandantes en Jenin, y estableció el día siguiente, el 9 de abril, como la fecha en que debía completarse la misión.

Temprano en la mañana del 9 de abril, una Compañía de Infantería de la Quinta Brigada del Batallón de Reserva 7020 avanzó para ocupar un edificio que sirviera de base para las operaciones del día. A medida que avanzaban, usando sus dispositivos de visión nocturna en la oscuridad de la madrugada, se desviaron de su ruta planificada. Mientras avanzaban por un callejón de un metro de ancho entre edificios, fueron atacados repentinamente por bombas que les arrojaron y fuego de armas pequeñas. En segundos, media docena de soldados fueron alcanzados y derribados, incluido el comandante de la compañía. El elemento emboscado de la Quinta Brigada se encontró aislado, rodeado y bajo un intenso fuego de militantes armados que disparaban desde las ventanas del piso superior. Todos menos tres hombres de la unidad murieron o resultaron heridos mientras buscaban refugio en un pequeño patio abierto. Un esfuerzo inicial para rescatar al elemento tropezó inadvertidamente en una habitación con trampa explosiva y disparó un IED que mató a dos hombres más e hirió a varios más.

El reconocimiento aéreo no tripulado merodeó durante el tiroteo y envió imágenes en tiempo real de la difícil situación de las tropas al cuartel general de las FDI, pero la corta distancia del enfrentamiento (los combatientes estaban dentro de los 30 pies) impidió que el comando israelí apoyara a sus tropas con armas pesadas. En medio de la pelea, los palestinos se lanzaron hacia adelante y se llevaron los cuerpos de tres soldados israelíes muertos en la pelea, con la intención de utilizar los cuerpos como palanca de negociación en una fecha posterior. Después de varias horas de frustrante combate, Shayetet 13 entró en la batalla y contraatacó para recuperar los cuerpos. Los comandos navales invadieron rápidamente a los militantes palestinos, recuperaron los cuerpos de los soldados caídos y relevaron a la fuerza rodeada. En total, 13 soldados israelíes murieron y muchos más resultaron heridos. Fue la mayor pérdida de vidas en un solo día para las FDI en 20 años.

La emboscada del 9 de abril consumió la energía del comando israelí ese día y lo retrasó aún más en su cronograma para asegurar el campamento. También demostró que un trabajo cuidadoso y desmontado en los estrechos confines del campamento podía provocar bajas inaceptables. Así, cuando el mando reanudó el ataque al día siguiente, la 5ª Brigada adoptó un enfoque mucho más agresivo. El 10 de abril, el ataque israelí fue dirigido por excavadoras D9, seguidas de infantería montada en los vehículos de transporte de personal Achzarit fuertemente blindados. Tanques y helicópteros de ataque dispararon contra edificios delante de las topadoras y la infantería para expulsar a los militantes. Las topadoras fueron extremadamente efectivas y literalmente enterraron a los militantes que intentaron quedarse y luchar entre los escombros de su edificio. Varios civiles que no pudieron evacuar la zona también fueron víctimas del implacable poder destructivo de las topadoras blindadas. Cuando los israelíes estimaron que habían llegado al centro de la red defensiva palestina, desataron todas las capacidades de las topadoras que, bajo el fuego de cobertura de infantería y tanques, erradicaron sistemáticamente un cuadrado de 200 m por 200 m (650 pies por 650 pies) de dos - y edificios de tres pisos que formaron el corazón del campo de refugiados. A fines del 10 de abril, el complejo urbano central del campo de refugiados, el centro del esquema defensivo de los militantes, se redujo a un área abierta plana, sin rasgos distintivos, desprovista de estructuras o cubiertas. Los combatientes palestinos no tuvieron más remedio que retirarse frente al ataque israelí en el último barrio desocupado que quedaba del campo.

El 11 de abril, las fuerzas israelíes en Jenin se prepararon para continuar el despiadado ataque que las había llevado al corazón del campo el día anterior. Sin embargo, como los vehículos blindados y la infantería de Israel preparados para atacar, los militantes palestinos en el campo comenzaron a rendirse. Durante el día aproximadamente 200 combatientes se entregaron a las fuerzas israelíes. Un pequeño número logró huir a través de la red de seguridad israelí circundante y algunos fanáticos continuaron luchando en focos aislados, hasta que fueron aplastados en sus edificios por excavadoras. A fines del 11 de abril, la batalla por Jenin había terminado.

En la batalla de ocho días por el control del campo de refugiados de Jenin, las fuerzas israelíes perdieron 23 soldados muertos y 52 heridos. Desde el punto de vista de las bajas, fue la acción de combate más importante de las FDI desde la invasión del Líbano en 1982. Un análisis detallado realizado por investigadores no israelíes determinó que los militantes palestinos defensores perdieron 27 combatientes muertos, cientos de heridos y más de 200 fueron hechos prisioneros por las FDI. Los civiles que permanecieron en la ciudad también sufrieron: 23 civiles murieron en la batalla, cientos desconocidos resultaron heridos, más de 100 edificios quedaron completamente destruidos y otros 200 quedaron inhabitables, y más de una cuarta parte de la población del campo, más de 4.000 personas, se quedó sin hogar. Aún así, las FDI estaban satisfechas con los resultados de la operación. Habían matado o capturado a varios líderes militantes clave, detenido a cientos de combatientes y destruido varias fábricas de bombas y cohetes. También habían obtenido una gran cantidad de inteligencia de los interrogatorios y capturado documentos y equipos. Sin embargo, a pesar de su éxito, las FDI cometieron un error crítico en la operación que tendría efectos mucho más allá de los objetivos inmediatos del Escudo Defensivo.



Las operaciones de masacre e información

Antes de que terminara la batalla de Jenin, la prensa internacional comenzó a informar sobre denuncias de una gran masacre de civiles en la ciudad. Mientras se desarrollaba la batalla, los funcionarios palestinos, citando informes de civiles que evacuaron el campo, afirmaron que las FDI estaban ejecutando a civiles, enterrando a familias en sus hogares, enterrando cuerpos en fosas comunes, ejecutando sumariamente a combatientes y civiles por igual y disparando cohetes contra hogares. Las acusaciones fueron ampliamente difundidas en la prensa internacional y, aunque se informó que los relatos no fueron verificados, fueron ampliamente aceptados como al menos basados ​​en la verdad. Dar credibilidad a las acusaciones fue la completa exclusión de las FDI de los medios de comunicación del campo de batalla. Varias declaraciones tempranas inexactas de funcionarios israelíes aludiendo a importantes bajas civiles alimentaron la especulación de los medios y las acusaciones palestinas. Las vagas declaraciones oficiales de las FDI no hicieron nada para sofocar los rumores. Varias organizaciones internacionales, incluidas Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI), comenzaron a recopilar declaraciones de testigos de civiles antes de que terminara la batalla y tenían equipos preparados para ingresar al campamento tan pronto como las FDI lo permitieran. El 18 de abril, el primer equipo de AI ingresó al campamento e hizo una evaluación inicial de que existía una gran posibilidad de que las acusaciones fueran ciertas. Durante los dos meses posteriores a la batalla, AI, HRW, la ONU y varios servicios de noticias, incluidos CNN y BBC, realizaron investigaciones detalladas. Las investigaciones sistemáticas y exhaustivas revelaron que, más que una masacre, la descripción de las FDI de los hechos como una batalla entre las FDI y militantes palestinos era sustancialmente cierta. Todas las organizaciones independientes confirmaron que las bajas, de todo tipo, informadas por las FDI fueron en general precisas.

Aunque las investigaciones finalmente confirmaron la versión de los hechos de las FDI, el hecho de que las investigaciones fueran necesarias fue el resultado de la política de las FDI de aislar el campo de batalla de la cobertura de los medios. Cuando se les negó la posibilidad de cubrir la batalla, los medios de comunicación informaron que la única información que tenían disponible eran los relatos sensacionales y, en última instancia, muy inexactos de una masacre presentados por los palestinos. Una vez que la historia llegó a los titulares de todo el mundo, el daño ya estaba hecho. La presión internacional sobre el gobierno israelí aumentó dramáticamente y muchos países, incluido el principal aliado de Israel, Estados Unidos, cuestionaron la legitimidad de la misión. Una vez que se publicaron las historias de la masacre, se convirtieron en la narrativa aceptada de la batalla para muchas audiencias, a pesar de los hallazgos de las investigaciones posteriores. Para los palestinos, la historia de la masacre fue generalmente aceptada como cierta y Jenin se convirtió en un grito de guerra para la causa palestina, una fuente de propaganda interminable y una importante herramienta de reclutamiento para las filas de los combatientes militantes.

Tácticas de batalla en la Casbah

En las batallas de la Operación Escudo Defensivo, las Fuerzas de Defensa de Israel demostraron una sólida capacidad básica para llevar a cabo operaciones dentro del entorno urbano extremadamente denso de las ciudades de Cisjordania y los campos de refugiados. Muchas técnicas de combate urbano probadas y verdaderas continuaron siendo efectivas y necesarias para el éxito. Las batallas en los campos de refugiados también demostraron nuevas capacidades y amenazas en el ambiente urbano. Finalmente, reflejaron la importancia continua y la creciente necesidad del combate urbano.



El ejército israelí tenía fuerzas blindadas muy poderosas y profesionales, necesarias para combatir las amenazas convencionales que presentan los países árabes en sus fronteras. Las tradiciones del combate blindado influyeron en la tendencia israelí a preferir fuerzas blindadas en el entorno urbano. Los éxitos de las fuerzas armadas y mecanizadas israelíes en 2002 demostraron que la protección, la potencia de fuego y el efecto psicológico de las armaduras en una ciudad seguían siendo una gran ventaja. El uso de blindados también mitigó el número de bajas sufridas por las fuerzas atacantes, una consideración crítica para una fuerza pequeña como las FDI. Sin embargo, a diferencia del despliegue inicial ruso en Grozny, los tanques israelíes operaban en estrecha coordinación con una pantalla de infantería protectora. La Operación Escudo Defensivo también demostró una desventaja particularmente importante de los blindados en un mundo dominado por la cobertura noticiosa global: la cantidad de daño colateral, incluidas las bajas civiles, que se produce siempre que los blindados se operan de forma agresiva en una ciudad donde todavía hay población civil.

El uso extensivo de excavadoras D9 por parte del ejército israelí fue una característica única de la guerra urbana israelí. Las FDI utilizaron las topadoras para compensar un poco la falta de artillería y poder aéreo disponibles. Las topadoras dieron a los israelíes la capacidad de destruir con precisión las posiciones enemigas que, en un entorno de combate menos restringido, habrían sido objeto de artillería y ataques aéreos de forma rutinaria. Los D9 demostraron, sin embargo, ser muy controvertidos. Muchas bajas civiles se atribuyeron a las excavadoras y también destruyeron un gran número de edificios durante la campaña dejando a miles de civiles sin hogar. El uso de las topadoras D9 significó que las FDI incurrieron en la animosidad de la población palestina durante muchos años.

Los israelíes también hicieron un uso extensivo de los helicópteros de ataque Apache en apoyo de sus tropas terrestres. En las FDI, los helicópteros son operados por la fuerza aérea israelí. No hubo informes de pérdidas de helicópteros por fuego terrestre, lo que implica que las aeronaves se emplearon con mucho cuidado y dispararon desde posiciones ya aseguradas por las fuerzas terrestres de las FDI. Las experiencias estadounidenses con helicópteros en operaciones urbanas - Mogadiscio, Somalia (1993) y Ciudad de Panamá, Panamá (1989) - indicaron la vulnerabilidad significativa de los helicópteros al fuego terrestre cuando operan sobre ciudades. Esta experiencia diferente probablemente se debió a que los estadounidenses, cuyos helicópteros forman parte de las fuerzas de maniobra del ejército, integran las operaciones de helicópteros muy de cerca en las operaciones de maniobras terrestres como plataforma de ataque y como transporte, y por lo tanto exponen a la aeronave a mayores riesgos.

Como en todas las operaciones urbanas anteriores, la inteligencia fue la clave del éxito. La batalla por Jenin demostró lo difícil que es, incluso para un excelente servicio de inteligencia como el de las FDI, penetrar en un entorno urbano hostil y determinar con precisión detalles tácticos importantes. Los sensores remotos en forma de vehículos aéreos no tripulados (UAV) aumentaron en gran medida la conciencia de la situación táctica de los comandantes de las FDI y les permitieron cambiar las fuerzas para enfrentar las amenazas. A medida que avanzaba la batalla, mejoró el apoyo de inteligencia a las fuerzas terrestres israelíes atacantes. Esto se debió a que las FDI crearon unidades de interrogatorio táctico que interrogaban a los militantes y civiles capturados tan pronto como estaban bajo el control de las FDI. Estas unidades de inteligencia se organizaron para enviar la información adquirida a la cadena de mando y, lo que es más importante, enviar rápidamente información nueva e importante directamente a las unidades en combate.

Un aspecto final importante del éxito israelí en la batalla urbana de la Operación Escudo Defensivo fue el uso de fuerzas especiales. Los israelíes emplearon un número relativamente grande de fuerzas especiales en las batallas urbanas de marzo y abril de 2002, en particular las operaciones en Naplusa y Jenin. Estos incluyeron las compañías de reconocimiento de cada brigada que fueron entrenadas en tácticas de fuerzas especiales como francotiradores y reconocimiento encubierto. Por lo tanto, los palestinos defensores no solo tuvieron que lidiar con amenazas convencionales de fuerza bruta como las excavadoras D9 y los tanques Merkava, sino también con los francotiradores y asaltantes de las fuerzas especiales igualmente letales.

La topadora D9 era una nueva arma urbana empleada por las FDI. En el lado palestino emplearon un arma vieja, el IED con trampa explosiva, pero lo hicieron en cantidades sin precedentes. Con solo un poco de tiempo para prepararse, los militantes pudieron distribuir miles de dispositivos y, al hacerlo, desaceleraron significativamente el avance de la infantería de las FDI. Los ingenieros de las FDI, tanto operadores de topadoras como especialistas en eliminación de artefactos explosivos (EOD), fueron fundamentales para mantener el impulso del ataque. Las FDI se enteraron de que no tenían suficiente personal especializado en EOD y, por lo tanto, después de la batalla, aumentaron el énfasis en el entrenamiento de EOD entre su infantería.

Operaciones de seguridad de las FDI

Aunque las FDI fueron sensibles a las bajas civiles y no se produjo ninguna masacre en Jenin, es importante comprender el tipo de operación militar que se les encomendó a las FDI durante la Operación Escudo Defensivo. Al entrar en las áreas urbanas de Cisjordania, las FDI estaban invadiendo los centros urbanos de una población extranjera y generalmente hostil. Cisjordania no formaba parte de Israel y, en el momento de la operación, estaba bajo el control político de la Autoridad Palestina. Así, el contexto operativo se parecía más al ejército ruso en Grozny que al británico en Irlanda del Norte o incluso al francés en Argelia. En ambos casos, los militares tenían el objetivo de eliminar al enemigo urbano y al mismo tiempo no alienar a la población urbana, que eran ciudadanos del Reino Unido y Francia respectivamente. La preocupación operacional de las FDI por las bajas civiles obedecía más al respeto del derecho de la guerra y la opinión internacional que a los objetivos militares y políticos de la campaña. Por lo tanto, se sintieron cómodos enfatizando la velocidad, la potencia de fuego y las fuerzas blindadas, y destruyendo tantos edificios como fueran necesarios para lograr el objetivo militar, siempre y cuando se observaran las leyes de la guerra. Por lo tanto, la perspectiva de la batalla de las FDI fue como una batalla contra una amenaza a la seguridad de Israel. El enemigo era una fuerza guerrillera escondida entre una población enemiga simpatizante en una ciudad extranjera.

Por su parte, los defensores palestinos, aunque irremediablemente superados por el poder militar israelí, demostraron, como lo habían hecho los combatientes chechenos, que la hábil manipulación del espectro de la información podría producir algunos resultados estratégicos positivos incluso cuando el resultado de la batalla militar convencional era una conclusión inevitable. . Los palestinos fueron ayudados en esto por las fuerzas israelíes, que demostraron no comprender la importancia vital de involucrar al enemigo en el espectro de información de la guerra.

La capacidad palestina para atacar a Israel fue significativamente disminuida por las batallas urbanas de 2002, pero no eliminada. Las batallas no estaban destinadas a eliminar las razones detrás de la Intifada, y las FDI no fueron capaces de hacerlo. Por lo tanto, tan pronto como las FDI se retiraron y los militantes adquirieron y entrenaron nuevos reclutas, la Intifada continuó. La guerra israelí-palestina no terminaría hasta 2005. Lo mejor que pudo lograr la Operación Escudo Defensivo fue reducir la capacidad de los militantes palestinos para llevar a cabo ataques terroristas dentro de Israel. Logró ese objetivo y, por lo tanto, fue una operación exitosa.

lunes, 10 de mayo de 2021

COIN: Tácticas rhodesianas contra insurgentes africanos

Tácticas COIN rhodesianas

Weapons and Warfare





Si bien las fuerzas de Rhodesia nunca desarrollaron realmente un antídoto exitoso para la movilización de las masas por parte de la guerrilla, mostraron una habilidad consumada para derrotar a las guerrillas en combate. Incluso las unidades de bajo calibre, como la Reserva de Campo de la Policía, podrían repeler fácilmente los ataques de la guerrilla, aunque los insurgentes tendían a ser más agresivos contra unidades como la Fuerza de la Guardia y Asuntos Internos.

En los años 1966-72, la actividad guerrillera, sin importar cuán pequeño sea el grupo, invitaría la atención total de las unidades regulares y la Fuerza Aérea de Rhodesia. Los insurgentes fueron seguidos rápidamente por patrullas a bordo de helicópteros, y si no lograban volver a cruzar la frontera, casi siempre eran perseguidos. Pero desde 1972, tanto el tamaño como la extensión geográfica de las incursiones guerrilleras se expandieron rápidamente. A partir de 1976, todas las áreas del país se vieron afectadas por las operaciones de guerrilla. Simplemente no había suficientes soldados rhodesianos bien entrenados para cubrir todo el terreno, y a medida que se confiaba cada vez más en las reservas, el problema de inmovilizar a las guerrillas para que pudieran ser eliminadas por un poder de fuego y tácticas superiores se agudizó.

La respuesta ideada por los rhodesianos desde 1974 fue la Fuerza de Fuego, una forma eficiente de estirar la fuerza de mano de élite limitada y la flota de helicópteros de la RAF. Una fuerza de fuego típica comprendía cuatro Alouette III. Al menos uno se configuró como un "auto de comando" desde el cual el comandante de la Fuerza de Fuego dirigió la acción. Uno o más de los helicópteros serían una cañonera. Más adelante en la guerra, un DC-3 Dakota con un palo de 15 paracaidistas era un componente estándar de las Fuerzas de Fuego. El apoyo a la huelga fue dado por los cazabombarderos en los primeros días de las operaciones de la Fuerza de Fuego hasta que se adquirieron los Lynx. Después de esto, los cazadores estaban disponibles para acciones particularmente grandes o duras.

La Fuerza de Fuego se desplegó desde un campo aéreo delantero (FAF) a discreción del presidente de JOC o su representante a petición de los puestos de observación o tropas de tierra en contacto visual o de combate con la guerrilla. Inicialmente, las Fuerzas de Bomberos estuvieron disponibles casi de inmediato, pero la gran cantidad de guerrilleros que operaron dentro de Rhodesia desde 1978 causaron retrasos de hasta cuatro horas en las solicitudes de reunión. Las Fuerzas de Fuego podrían esperar dos o tres contactos con guerrilleros cada día en el apogeo de la guerra. En 1978 se creó una Fuerza de Fuego "Jumbo" o "nacional" del tamaño de una empresa. Esto se trasladó de un área operativa a otra, y también operaba rutinariamente en Mozambique.

Las Fuerzas Terrestres hablaron de su Fuerza de Fuego sobre su objetivo, quienes marcaron sus propias posiciones con granadas de humo o fósforo blanco, y luego comenzaron a orbitar la posición guerrillera. Las naves de combate atacaron a la guerrilla y el comandante de la Fuerza de Bomberos convocó ataques aéreos. En una etapa temprana, las tropas terrestres fueron desembarcadas para cortar las rutas de escape de la guerrilla por medio de grupos de "detención". Luego se produjo una acción aérea y terrestre combinada hasta que los guerrilleros fueron asesinados o huyeron.

Tan eficaz fue el concepto de la Fuerza de Fuego que parecía ser la solución para ganar la guerra. Pero el gran número de guerrilleros que operan en el país y las contramedidas guerrilleras alteraron esta táctica extremadamente rentable. Las Fuerzas de Fuego se estiraron cada vez más para hacer frente a los incidentes. Los guerrilleros adoptaron tácticas de evasión basadas en posiciones de vigilancia y simulacros de dispersión, y comenzaron a moverse en pequeños grupos de menos de cinco para evitar ser detectados, concentrándose solo para reuniones u operaciones. Los ataques aéreos fueron evadidos al correr en un ángulo oblicuo a la trayectoria de vuelo del avión. Inicialmente, la llegada de una Fuerza de Bomberos significó una muerte o captura segura, pero 1978-9 ideó contramedidas efectivas. Un comandante de la Fuerza Territorial describió las dificultades de localizar a las guerrillas como si tratara de recoger un puñado de cuentas microscópicas de colores de una alfombra gruesa y de varios tonos.




Los éxitos tácticos del sistema de la Fuerza de Fuego también fueron mitigados por las medidas de la guerrilla contra los puestos de observación. Los campamentos base estaban ubicados lejos de las características prominentes en las que las fuerzas de seguridad podrían vigilar el terreno circundante. Las operaciones de guerrilla en el país plano del sudeste y gran parte de Rhodesia occidental ya fueron facilitadas por la escasez de altas montañas en esas áreas. Mujibas y muchachos de manada en tareas domésticas aparentemente inocentes fueron enviados a través de posiciones de OP probables para comprometer su presencia e incluso se colocaron trampas explosivas en los sitios más obvios. Las guerrillas a menudo usaban dos o tres juegos de ropa civil para confundir a las fuerzas de seguridad. En los últimos años de la guerra, las fuerzas de Rhodesia se vieron obligadas a alejar a los OP de las aldeas y utilizar telescopios con rangos ópticos de hasta 5 km para mantener su secreto. Los Selous Scouts fueron pioneros en nuevas técnicas minuciosas para configurar OP y mantenerlos seguros. Equipos de pseudoguerrilleros, generalmente exploradores Selous o agentes de la rama especial, incluidos guerrilleros amnistiados, reunieron información sobre la ubicación de las bases guerrilleras. Los guerrilleros idearon contramedidas, como colocar tabúes sobre el consumo de ciertos alimentos por parte de sus cuadros. Un jefe de kraal que sospechaba de los grupos que preguntaban el paradero de sus "camaradas" podría probar su identidad ofreciéndoles alimentos prohibidos. Otra identificación favorita fue usar ciertas marcas de cigarrillos. La estratagema debía extenderse ampliamente, pero al mismo tiempo cambiarse con frecuencia, como prueba contra los interrogatorios de las fuerzas de seguridad contra guerrilleros capturados.

La cobertura del terreno y la reacción a los incidentes fueron llevados a cabo por unidades como el RAR, los Scouts de Grey, los batallones territoriales del Regimiento de Rhodesia, la Unidad de Apoyo de la Policía y la PATU. La subdivisión táctica estándar era la compañía (a excepción de PATU, que siempre operaba en pequeños palos de reconocimiento), que establecía una sede en las áreas asignadas para patrullar y reaccionar. La compañía se desplegó en palos y se instalaron OP, se enviaron patrullas terrestres para barrer kraals y terreno, y establecer emboscadas en base a la información suministrada por los agentes locales de la Rama Especial o el Cuerpo de Inteligencia de Rodesia.

Un palo normal comprendería tres o cuatro fusileros armados con rifles FN y un artillero armado con un MAG. El palo también llevaría granadas de mano y rifle. Cada palo tenía una radio para mantener contacto con su cuartel general y otros palos en el área. La provisión lujosa de radios le dio a las fuerzas de Rodesia la flexibilidad táctica que necesitaban para cubrir vastas áreas del campo. Los guerrilleros rara vez operaban radios (que llamaron "over-over") hasta los últimos dos años de la guerra. La mayoría del equipo de Rhodesia fue fabricado y mantenido localmente. La red terrestre de radios de campo estaba unida por una serie de estaciones de relevo encaramadas en lo alto de las colinas. Estos proporcionaron un servicio vital donde los afloramientos de granito y el terreno accidentado a menudo limitaban severamente el alcance de los pequeños equipos de radio portátiles. Las estaciones de retransmisión también eran importantes para unir unidades del ejército y la policía, que operaban en conjuntos de canales incompatibles. En muchos casos, los palos a solo un par de kilómetros de distancia se vieron obligados a comunicarse a través de estaciones de retransmisión en altas características a 20 o 30 km de distancia.

Las escaramuzas de encuentro serían realizadas por la propia unidad, pero los OP generalmente llamarían a la Fuerza de Fuego si estuviera disponible. Muchas de estas unidades resentían la Fuerza de Fuego. Dado que la medida del éxito para las fuerzas de Rhodesia fue la cantidad de cadáveres de guerrillas producidos, se vio que la Fuerza de Bomberos arrebataba las recompensas de las tropas que habían soportado largas marchas y, a menudo, un trabajo arduo para localizar campamentos o posiciones de guerrilla. El hecho de que la Fuerza de Fuego cabalgara hacia y desde la batalla en helicópteros simplemente aumentó los celos, pero muchas de las tropas terrestres, que consideraron que podían manejar estas batallas por sí mismas, olvidaron que la Fuerza de Fuego se introdujo debido a la insuficiencia de la patrulla de rutina.

En 1978 se decidió realizar operaciones de "alta intensidad" en áreas específicas severamente afectadas por las operaciones de guerrilla. Se asignaría un batallón completo a un distrito, a menudo con la incorporación de la Fuerza de Fuego "Jumbo", y lo examinaría minuciosamente, intentando matar a la guerrilla allí y romper su infraestructura. Estas operaciones, un retorno al antiguo patrón de búsqueda y destrucción de los primeros años de la guerra, tuvieron un gran éxito en términos de recuentos de cuerpos en las áreas donde se desplegaron. Pero todo el país no pudo ser cubierto y una vez que la fuerza de alta intensidad se fue a otros distritos, la guerrilla comenzó a filtrarse y resucitar su red.

En las áreas en las que se habían establecido PV, las fuerzas de seguridad destruyeron los cultivos encontrados fuera de las áreas prescritas para el cultivo alrededor del PV. Cuando la gente fue trasladada a un PV, la guerrilla trató de alejar a la mayor cantidad posible para establecer campamentos de povo. Estos fueron tratados como objetivos militares por las fuerzas de Rhodesia. En áreas donde había toques de queda, cualquier persona que se moviera por la noche podría recibir disparos de emboscadas. Los africanos que se negaron a detenerse cuando fueron desafiados por las fuerzas de seguridad fueron fusilados como "personas sospechosas".

También hubo variaciones exóticas en estas tácticas terrestres, como el uso de "Qcars" (vehículos militares repletos de potencia de fuego y disfrazados de vehículos civiles o comerciales) y radios con trampas explosivas. Otras radios, llamadas "correcaminos", contenían sistemas de rastreo. Los Selous Scouts también desarrollaron un gran interés en la guerra biológica y química. Se usó un organofosfato, paratión, para impregnar la ropa. Los tres tipos más comunes de ropa tratada fueron calzoncillos, camisetas y jeans, el código de vestimenta preferido de los guerrilleros de ZANLA. Por lo general, sus camaradas dejaban a los guerrilleros enfermos sufrir una muerte lenta y agonizante sola en el monte. Quizás miles de guerrilleros fueron asesinados por este método. Tales "asesinatos" no se mencionaron en los comunicados oficiales de Rhodesia, pero se describieron con frecuencia en diarios recuperados después de contactos con guerrilleros. Los alimentos estaban contaminados con talio, especialmente carne en conserva enlatada, harina de maíz (maíz), mermelada en lata y cervezas. El talio se inyectó en latas selladas, a través de tapas de botellas y en paquetes con una micro aguja. Las cajas de cigarrillos estaban impregnadas de toxinas. El cólera y el ántrax también se propagaron deliberadamente. En febrero de 1978, el nuevo Comisionado de Policía, Peter Allum, dio una orden directa para detener todas las operaciones encubiertas de envenenamiento, aunque la fabricación y distribución de veneno por SB y los Selous Scouts continuaron hasta mediados de 1979.

El objetivo táctico siempre fue el mismo: precisar a los esquivos guerrilleros y matarlos o capturarlos. Las tropas de combate no participaron en ningún adoctrinamiento político. Su función era puramente militar, y la cumplieron eficientemente. Sin embargo, cada vez más, la única forma de encontrar y destruir grandes concentraciones de guerrilleros era atacar a través de las fronteras. Una red de puestos de observación se extendió a Mozambique y Zambia, y la Fuerza de Bomberos operaba en esos países como si fueran extensiones del territorio de Rodesia. La primera incursión transfronteriza importante se realizó en agosto de 1976. Una incursión de 900 guerrilleros era inminente desde el campamento de Nyadzonya en un afluente del río Pungwe a unos 40 km dentro de Mozambique. El campamento era una instalación guerrillera estándar, una especie de "superpovo" que contenía no solo guerrillas sino también su "cola" normal de mujeres y niños. La incursión fue llevada a cabo por los Selous Scouts con uniformes FRELIMO. Simplemente condujeron a Mozambique y entraron al campamento en la madrugada de guerrilleros, que fueron cortados de vehículos con ametralladoras pesadas. Un número de tropas de FRELIMO que intentaron intervenir fueron asesinadas, y las tropas de Rodesia se retiraron sin bajas graves. La redada causó júbilo entre los blancos en Rhodesia e indignación en el extranjero. Las Naciones Unidas afirmaron que el campo era un centro de refugiados y que más de 600 civiles fueron asesinados y más heridos. Los rodesianos respondieron con reclamos de solo 10 civiles asesinados. El incidente fue explotado despiadadamente con fines de propaganda por ambas partes. Los rodesianos cuestionaron la moralidad de estacionar tropas de combate junto a los civiles en los campamentos base, mientras que la guerrilla respondió que, si había algún soldado, estaban allí para proteger a los refugiados inocentes contra el salvajismo de Rhodesia.

El patrón de las redadas se mantuvo casi igual durante los próximos tres años. Los campamentos en Zambia, Botswana y Mozambique fueron atacados por diferentes métodos para mantener la iniciativa en manos de Rodesia. Las operaciones en tierra fueron preferidas debido a sus resultados más exitosos. En 1979, un oficial de inteligencia de SAS se quejó de que los ataques aéreos no eran efectivos, aunque se dispararon muchos golpes directos en los campamentos guerrilleros, las bombas de alto explosivo y napalm no mataron a tantas guerrillas como se esperaba. Las redadas a gran escala fueron diseñadas para hacer dos cosas: matar guerrilleros donde se concentraban fuera de Rhodesia y destruir o interrumpir su infraestructura, armas y suministros. Se usaron varias tácticas diferentes: vehículos que transportaban tropas, fuertemente armados cruzaron las fronteras, los paracaidistas realizaron saltos de combate a baja altitud, las fuerzas terrestres fueron aterrizadas en helicóptero o entraron y fueron evacuadas en helicóptero. Los SAS se infiltraron en las incursiones a través del lago Kariba con la ayuda de la sección de botes del ejército. Las redadas a pequeña escala se hicieron más frecuentes una vez que se adoptó el principio de atacar a través de la frontera. Durante una pequeña operación típica en agosto de 1979, un pelotón de la Tropa de Apoyo Selous Scouts atacó un campamento base en el interior de Zambia. Los ocupantes del ZIPRA huyeron sin resistirse, pero una columna combinada de ayuda móvil de la guerrilla y el ejército de Zambia intentó eliminar la unidad que se retiraba. Un grupo de parada del tamaño de una sección emboscó y se alejó de la columna numéricamente superior y luego se retiró, colocando minas terrestres en el camino de regreso a Rhodesia. Luego, los guerrilleros prendieron fuego a toda el área en un intento de quemar la cubierta de la unidad en retirada.

Este tipo de operación continuó semana tras semana en los últimos dos años de la guerra. Los guerrilleros a menudo se sentían más seguros dentro de Rhodesia que en las regiones fronterizas de sus estados anfitriones, ya que las tropas merodeadoras eran la élite altamente entrenada y motivada del ejército de Rhodesia. Las ofensivas guerrilleras a menudo fueron interrumpidas por los oportunos ataques de deterioro de Rhodesia, y los campamentos tuvieron que ser trasladados de las fronteras, dispersos y más fuertemente defendidos. La serie de redadas culminó con un ataque a la base guerrillera masiva en New Chimoio en septiembre de 1979. La guerra relámpago de Rodesia presionó significativamente a los líderes del Frente Patriótico para que permanecieran en la conferencia de Lancaster House que puso fin a la guerra.

En una carta al Times en enero de 1978, el general británico retirado Sir Walter Walker escribió sobre las fuerzas de Rhodesia:

Su ejército no puede ser derrotado en el campo ni por terroristas ni por un enemigo mucho más sofisticado. En mi opinión profesional basada en la experiencia de más de veinte años de teniente a general, de operaciones de contrainsurgencia y de tipo guerrillero, no hay duda de que Rhodesia ahora tiene el ejército más profesional y digno de batalla en el mundo hoy para este tipo particular de guerra.
El general probablemente tenía razón. Un cumplido atroz a las fuerzas de Rhodesia fue pagado por un funcionario del gobierno de Mozambique cuando afirmó que habían destruido un puente vital en el interior de su país. "Deben haber sido los rodesianos", dijo, "porque se hizo muy bien". Pero el "campo" en la guerra revolucionaria no es el mismo que en la guerra convencional. En una guerra de guerrillas, el campo de batalla es la lealtad política de la masa de la población. Los rodesianos no desarrollaron tácticas para ganar suficientes batallas en esa guerra más sutil.