Mostrando las entradas con la etiqueta Guerra de Vietnam. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Guerra de Vietnam. Mostrar todas las entradas

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Costos sociales de armamentismo y el militarismo: Chile, USA, URSS, España y Corea del Norte

Los costos sociales del armamentismo

Por Esteban McLaren
 

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile (1880-1905): Un ejemplo de prioridades nacionales en tensión

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile, que tuvo lugar principalmente entre 1880 y 1905, es uno de los episodios más intrigantes de la historia militar de Sudamérica. A pesar de la tensa rivalidad entre estos dos países, nunca se llegó a una guerra abierta, pero los esfuerzos por mantener la superioridad naval exigieron sacrificios extraordinarios, tanto en términos económicos como sociales. Para Chile, esto significó destinar recursos originalmente previstos para mejorar la infraestructura y el bienestar de la población, sacrificando, entre otros aspectos, los fondos que estaban destinados al alcantarillado de Santiago. Este episodio es un ejemplo elocuente de cómo el gasto militar en tiempos de paz puede afectar negativamente el desarrollo social y económico de un país.

 

Contexto de la carrera naval

Durante el siglo XIX, tanto Argentina como Chile estaban en proceso de consolidar sus fronteras nacionales, especialmente en regiones ricas en recursos naturales como la Patagonia. Las tensiones derivadas de estos territorios compartidos y la ambición de expandir sus zonas de influencia marítima en el Atlántico y el Pacífico contribuyeron a un aumento de las tensiones entre ambas naciones.

Uno de los puntos álgidos de la rivalidad fue la adquisición de buques de guerra. Ambos países, en un esfuerzo por dominar las aguas sudamericanas, buscaron modernizar sus flotas, con un enfoque particular en la construcción y compra de acorazados, cruceros y destructores. Este tipo de armamento era no solo costoso, sino también tecnológicamente avanzado para la época, lo que implicaba la necesidad de adquirirlo a través de países extranjeros como el Reino Unido y Alemania.

Para Chile, este impulso por mantenerse a la par con Argentina en términos navales vino a un costo social significativo. En 1887, el gobierno chileno tomó la controvertida decisión de desviar fondos que originalmente estaban destinados al sistema de alcantarillado de Santiago hacia la compra de buques de guerra. El sistema de alcantarillado era una necesidad urgente en la capital chilena, que enfrentaba serios problemas de saneamiento debido al crecimiento poblacional y la falta de infraestructura adecuada. Esta decisión demostró que la competencia militar, incluso en ausencia de un conflicto armado directo, podía llevar a priorizar la defensa nacional por encima de las necesidades básicas de la población.

Impacto económico y social en Chile

La decisión de Chile de destinar fondos al gasto militar en lugar de a proyectos sociales como el alcantarillado de Santiago tuvo consecuencias a largo plazo. A corto plazo, la falta de una infraestructura de saneamiento adecuada contribuyó a problemas de salud pública, exacerbando la propagación de enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea, que afectaban gravemente a la población urbana. La inversión en defensa, sin duda, fortaleció la posición de Chile en términos de poder naval, pero lo hizo a expensas del bienestar de sus ciudadanos, creando una disonancia entre las necesidades militares percibidas y las necesidades sociales reales.

Aunque la carrera armamentística no culminó en una guerra abierta entre Argentina y Chile, la carga económica de mantener una flota moderna pesó significativamente sobre ambos países. En 1902, ambas naciones firmaron el Pacto de Mayo, un acuerdo que puso fin a la rivalidad naval al establecer limitaciones sobre las compras de armamento naval. Sin embargo, el daño económico ya estaba hecho: Chile y Argentina habían gastado sumas exorbitantes en sus respectivas flotas, fondos que podrían haber sido invertidos en desarrollo económico y social.

Otros ejemplos de sacrificios sociales por gasto militar excesivo

La historia está llena de ejemplos en los que los gastos militares excesivos en tiempos de paz han tenido un impacto devastador en las condiciones de vida de las poblaciones civiles. A continuación, se detallan algunos casos notables de países que sacrificaron el bienestar social en favor de la carrera armamentística o la defensa nacional, sin que esto condujera a una guerra inmediata.

1. La Unión Soviética y la Guerra Fría

Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética gastó una cantidad desmesurada de su presupuesto en la carrera armamentística contra Estados Unidos. Desde la década de 1950 hasta su colapso en 1991, el gobierno soviético destinó una parte significativa de su Producto Interno Bruto (PIB) a la construcción de un ejército gigantesco, el desarrollo de armas nucleares y la carrera espacial.

Aunque la URSS se convirtió en una superpotencia militar, el costo para la economía fue inmenso. La inversión masiva en armas y tecnología militar redujo drásticamente los fondos disponibles para la infraestructura civil, la vivienda, la salud y el suministro de alimentos. Como resultado, la población soviética soportó décadas de escasez de bienes básicos, largas colas para comprar productos esenciales y un sistema de salud pública deteriorado. Al final, el gasto militar contribuyó al colapso económico del país, lo que a su vez condujo a la disolución de la Unión Soviética.

2. Corea del Norte: Militarización en desmedro de la población

Corea del Norte es un claro ejemplo de un país que ha priorizado su gasto militar a costa del bienestar de su población. Desde la Guerra de Corea en los años 50, el régimen norcoreano adoptó la política de Songun ("primero el ejército"), que coloca a las fuerzas armadas en el centro de las decisiones políticas y económicas del país. Esto ha resultado en una de las mayores proporciones de gasto militar en relación con el PIB a nivel mundial, a pesar de ser uno de los países más pobres del mundo.

El régimen ha invertido fuertemente en el desarrollo de su arsenal nuclear y mantiene una de las fuerzas armadas más grandes en términos de personal. Sin embargo, este enfoque ha tenido un costo devastador para la población civil. La gran mayoría de los recursos se destinan a la defensa, dejando a la población en condiciones de pobreza extrema, con graves problemas de desnutrición y falta de acceso a servicios básicos como la salud y la educación.



Los ciudadanos norcoreanos enfrentan restricciones severas en su acceso a alimentos, y los sistemas de atención médica y educativo son deficientes, marcados por la falta de recursos y personal capacitado. A pesar de estas dificultades, el gobierno continúa priorizando su programa militar, reforzando su poderío armamentístico mientras desatiende las necesidades más urgentes de su gente.

Este desequilibrio entre la inversión en defensa y el bienestar social refleja una política centrada en la supervivencia del régimen, dejando a gran parte de la población en condiciones precarias, sin mejoras significativas en su calidad de vida.

En este mismo sentido aunque obviamente sin llegar a estos extremos, tenemos la Ley Reservada del Cobre en Chile, la cual establecía un vínculo directo entre los ingresos generados por la exportación de cobre y el financiamiento de las Fuerzas Armadas del país. Esta ley, promulgada en 1958 y modificada posteriormente en 1973 durante el gobierno de la Junta Militar, dispone que un porcentaje de los ingresos que genera la empresa estatal Codelco (Corporación Nacional del Cobre de Chile) por la venta de cobre sea destinado al financiamiento de las adquisiciones y modernización de las Fuerzas Armadas chilenas.
La Ley Reservada del Cobre establecía que el 10% de los ingresos brutos por la exportación de cobre debía ser destinado a un fondo exclusivo para las Fuerzas Armadas. Este fondo se utilizaba principalmente para la adquisición de equipamiento militar y la modernización de las tres ramas de las Fuerzas Armadas: Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Los fondos generados por la Ley del Cobre se depositaban en un fondo reservado que no formaba parte del presupuesto general del Estado, lo que permitía a las Fuerzas Armadas acceder a recursos financieros considerables de manera automática y sin necesidad de aprobación parlamentaria. Esto proporcionaba estabilidad y previsibilidad en el financiamiento de la defensa.
Gracias a la Ley del Cobre, las Fuerzas Armadas chilenas lograron financiar una serie de programas de modernización durante las décadas posteriores, permitiéndoles adquirir sistemas de armas avanzados, renovar su flota de aviones y buques, y mejorar sus capacidades tecnológicas. Esto se hizo especialmente evidente durante las décadas de los 90 y 2000, cuando Chile invirtió en la compra de aviones F-16, submarinos y otros equipos de alto costo.
Sin embargo, a lo largo de los años, la Ley del Cobre fue objeto de críticas por parte de sectores políticos y sociales, ya que otorgaba a las Fuerzas Armadas un acceso privilegiado y discrecional a fondos públicos sin supervisión civil o control democrático. Además, se consideraba que la ley vinculaba de manera rígida los ingresos del cobre al gasto militar, lo que limitaba la flexibilidad del Estado para utilizar esos recursos en otras áreas, como educación o salud. Finalmente, en 2019, tras años de debate, se derogó la Ley Reservada del Cobre, reemplazándola por un nuevo sistema de financiamiento para las Fuerzas Armadas, basado en un presupuesto plurianual y supervisado por el Congreso. Este cambio buscaba modernizar la forma en que se financia el gasto militar en Chile, dándole mayor transparencia y control civil sobre los recursos destinados a la defensa.

3. La España de Felipe II y la bancarrota del Imperio Español

Durante el reinado de Felipe II en el siglo XVI, el Imperio Español se comprometió en una serie de costosas campañas militares para proteger y expandir su vasto imperio, que abarcaba territorios en Europa, América y Asia. Estas guerras, motivadas tanto por el deseo de preservar la hegemonía española como por razones religiosas y políticas, resultaron en un gasto económico descomunal. A pesar de las enormes riquezas que llegaban de las Américas, España declaró la bancarrota en múltiples ocasiones a lo largo del siglo, ya que los ingresos no eran suficientes para cubrir los inmensos costos militares.

El tesoro español, alimentado principalmente por la plata y el oro del Nuevo Mundo, fue en gran parte destinado a financiar las guerras en Europa, el mantenimiento de grandes ejércitos y la construcción de poderosas flotas navales. Sin embargo, estos recursos, que podrían haber sido utilizados para modernizar la infraestructura, impulsar la industria o mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, fueron canalizados casi exclusivamente hacia el esfuerzo bélico.


Esta estrategia tuvo consecuencias devastadoras para la economía española. La constante necesidad de recursos para sostener el imperio, combinado con una administración ineficaz de las finanzas, generó un estancamiento económico. La industria local no se desarrolló adecuadamente, y España comenzó a depender de productos importados, mientras que el flujo de metales preciosos provocó inflación. La serie de bancarrotas y la incapacidad para adaptarse a las nuevas realidades económicas globales socavaron la estabilidad del imperio y, a largo plazo, contribuyeron a su declive como superpotencia mundial.

La España de Felipe II es un claro ejemplo de cómo el exceso de militarización y la mala gestión económica pueden agotar incluso los recursos más abundantes, dejando a una nación debilitada y vulnerable en el escenario internacional.

4. Estados Unidos en la Guerra de Vietnam

Durante la década de 1960, Estados Unidos se sumergió profundamente en la Guerra de Vietnam, dedicando una gran parte de su presupuesto federal a este conflicto. Este gasto militar no solo fue considerable por el despliegue de tropas y el equipo bélico necesario, sino que también se vio exacerbado por la Guerra Fría, en la que Estados Unidos competía con la Unión Soviética por la supremacía global, lo que implicó una expansión masiva de los programas de defensa.

El impacto económico de la guerra fue significativo. Mientras se destinaban recursos al esfuerzo bélico, los programas sociales que el presidente Lyndon B. Johnson había impulsado como parte de su visión de una "Gran Sociedad" empezaron a sufrir. Estos programas estaban diseñados para combatir la pobreza, mejorar el acceso a la educación y expandir los servicios sociales en todo el país, especialmente para las comunidades más desfavorecidas. Sin embargo, el desvío de fondos hacia la guerra limitó la capacidad del gobierno para implementar plenamente estas reformas.


Aunque Estados Unidos no cayó en la pobreza extrema como otros países que priorizaron el gasto militar, la guerra de Vietnam y el enorme costo asociado exacerbaron las desigualdades sociales. Las tensiones económicas aumentaron y contribuyeron a un periodo de inestabilidad social en los años posteriores, con protestas masivas contra la guerra, el crecimiento del movimiento por los derechos civiles y un mayor malestar entre los sectores más vulnerables de la población.

Además, el elevado costo de la guerra generó inflación y una creciente deuda pública, debilitando la economía y afectando la percepción del gobierno de Johnson, lo que llevó a un profundo escepticismo en torno al involucramiento militar de Estados Unidos en el extranjero. La guerra de Vietnam es un ejemplo de cómo el gasto militar, incluso en una nación rica como Estados Unidos, puede tener efectos colaterales negativos en el bienestar social y la estabilidad económica.

Al final...

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile es un recordatorio de cómo las rivalidades militares en tiempos de paz pueden llevar a decisiones que sacrifican el bienestar de la población civil en nombre de la seguridad nacional. Al igual que otros ejemplos históricos, desde la Unión Soviética hasta Corea del Norte y el Imperio Español, el gasto militar excesivo en ausencia de guerra puede tener efectos devastadores en el desarrollo económico y social de un país.

La clave está en encontrar un equilibrio entre las necesidades de defensa y las necesidades sociales, algo que a menudo se ve comprometido en tiempos de tensión internacional o rivalidad militar.

lunes, 12 de agosto de 2024

Combate aéreo: La influencia de John Boyd en el diseño aeronáutico (2/3)

John Boyd, el piloto de combate que cambió el arte del combate aéreo – parte 2




Después de desarrollar la teoría EM, el siguiente objetivo de Boyd fue comparar los cazas estadounidenses con sus rivales soviéticos. Para ello, voló a la base Wright-Patterson para recopilar datos de la División de Inteligencia Exterior.


Boyd y su amiga Christie comenzaron a introducir datos de rendimiento de los cazas soviéticos en la computadora IBM. Boyd había planeado mostrar gráficos de las diferencias entre las clasificaciones energéticas de los cazas estadounidenses y rusos.

Pero para asombro de Boyd, los gráficos mostraban que en una gran parte del espectro de rendimiento, el caza soviético era superior al avión de combate estadounidense.

El F-4 Phantom era muy pesado y no tenía una gran superficie de ala para cerrar los giros como el MiG-21 a gran altura. El único lugar donde el F-4 podía vencer al MiG-21 era en altitudes bajas y altas velocidades.

La peor noticia, sin embargo, fue que el nuevo F-111 era inferior a cualquier avión soviético a cualquier velocidad y altitud. Cuando Boyd terminó los gráficos, comenzó a hacer una lluvia de ideas sobre los pilotos de Eglin y regresó a Nellis para hacer una lluvia de ideas sobre los pilotos allí también.

A principios de 1965, Boyd fue a Vietnam e informó a los pilotos del F-105 sobre tácticas de combate. Posteriormente, Boyd realizó una gira por bases en Europa para dar conferencias sobre teoría EM.

Finalmente, informó al jefe del Comando Aéreo Táctico, el general Walter Campbell Sweeney Jr, y al general Bernard Schriever, jefe del Comando de Sistemas de la Fuerza Aérea, para informar a los generales de cuatro estrellas sobre el pobre desempeño del F-111 en comparación con los aviones soviéticos. .

En Vietnam


En Vietnam, el F-105 y el F-4 Phantom eran los aviones equivocados para las tareas que realizaban. El F-105 se utilizaba como avión de ataque, mientras que el grande y pesado F-4C se utilizaba como caza y no era rival para el MiG.

Boyd también demostró que los misiles aire-aire American Sparrow y Sidewinder tenían un rendimiento deficiente y podían evitarse fácilmente en maniobras evasivas.

En la primavera de 1966, Boyd recibió órdenes de trasladarse a Tailandia como piloto del F-4 Phantom , que era justo lo que quería. La Guerra Aérea en Vietnam fue candente, pero a las fuerzas estadounidenses no les estaba yendo bien. En 1965, los estadounidenses habían perdido 171 aviones.

Para reducir las pérdidas, se ordenó a los F-4C que volaran cubriendo a los F-105, pero el F-4C era demasiado grande y pesado para los combates aéreos contra los MiG-21, más maniobrables y ágiles.

Los F-105 lanzan bombas sobre Vietnam del Norte


No había ningún cañón en el Phantom y la envoltura de lanzamiento de los primeros misiles Sparrow y Sidewinder era tan pequeña que un piloto tenía que ser extremadamente competente para alcanzar la posición de disparo.

Las órdenes de Boyd a Tailandia se suspendieron repentinamente y, en lugar de ir a la guerra, lo enviaron al Pentágono en el verano de 1966. El programa de cazas FX de la USAF estaba en problemas.

El problemático FX siguió la definición de la USAF de “Más grande, más alto, más rápido, más lejos”. La Marina de los EE.UU. desempeñó su papel cuando los almirantes lograron que el Secretario de Defensa McNamara prometiera que la Marina aceptaría el F-111 si podía continuar con el desarrollo del motor TF30 y el misil Phoenix .

La Armada planeaba probar la compatibilidad del F-111 con un portaaviones y luego rechazar el avión, yendo al Congreso a decir que ya tenía motor y misil listos y con el dinero asignado para el F-111 desarrollaría un nuevo caza naval. . Este caza se convertiría más tarde en el F-14 Tomcat .

La USAF corría el riesgo de tener que adoptar en su inventario un nuevo caza diseñado para la Armada, como ocurrió con el F-4 Phantom . Boyd fue llevado al Pentágono para salvar el proyecto FX de la estrategia de la Marina.

divisas

El FX había reducido su peso a 28.735 kg, pero seguía siendo pesado, muy complejo, muy caro y tenía un ala muy pequeña. Se planeó que el avión fuera un caza polivalente. Boyd quería un caza pequeño, monomotor y muy maniobrable que tuviera una mejor relación potencia-peso que cualquier otro caza del mundo.

El FX debería perder y ganar energía más rápido que cualquier otro caza para dominar los cielos en las próximas décadas. El FX fue el primer caza estadounidense diseñado según las especificaciones de maniobra EM teniendo en cuenta las peleas de perros. Boyd quería que el FX fuera más maniobrable que cualquier caza enemigo, pero no estableció ningún valor de rendimiento en cuanto a velocidad o capacidad de giro.

En cambio, Boyd quería un avión con una alta relación potencia-peso para lograr una excelente aceleración . Quería un ala grande con suficiente maniobrabilidad y potencia para retirarse y separarse y volver al combate con ventaja.

Debería haber suficiente combustible para volar dentro del espacio aéreo enemigo y sostener un combate aéreo. Boyd estaba contento con un radar pequeño, pero la gente de electrónica quería detectar un MiG a 40 millas náuticas, lo que resultó en un disco de radar enorme y, debido a eso, una alta resistencia aerodinámica en el fuselaje.

Boyd insistió en tener un cañón interno. Sus cálculos mostraron que el rendimiento aerodinámico obtenido con las alas móviles del F-111 se vio compensado por el peso extra que traía consigo el sistema, pero la USAF aún insistió en estas alas.

La teoría EM de Boyd permitió por primera vez en la historia del desarrollo de cazas el análisis de toda la envolvente de maniobras de un caza desde el diseño y antes del primer vuelo del prototipo.

El año 1967 fue el peor para la USAF en Vietnam. Estaba claro que la Fuerza Aérea no tenía un caza de superioridad aérea. La tasa de muertes de Corea de 10:1 cayó cerca de la paridad e incluso fue ventajosa para los norvietnamitas. Después de la guerra, sólo un piloto de la USAF tenía el estatus de As (los otros dos eran WSO), con 5 derribos, mientras que Vietnam del Norte tenía 16 ases que eran veteranos de combate y lucharon en el aire durante años.

La USAF continuó la tradición de la Guerra de Corea y rotó a los pilotos hacia tareas administrativas después de 100 misiones. Debido a esto, los pilotos de transporte y SAC tuvieron que ser entrenados para pilotar aviones de combate.

En 1967, la Unión Soviética introdujo dos nuevos cazas: el MiG-23 con alas móviles (geometría variable) y el rápido MiG-25. La USAF no tomó tan en serio el MiG-23, pero el MiG-25 fue considerado una amenaza importante. Se dijo que el MiG-25 podría alcanzar velocidades de Mach 2,8 y esto aumentó la prioridad del programa FX.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la USAF declaró que la época de las “peleas aéreas” había terminado y que ahora la guerra sería con misiles y pulsando botones. Pero Vietnam demostró que John Boyd tenía razón acerca de las ineficiencias de los nuevos Sparrow y Sidewinder y que la USAF todavía necesitaba cañones. De hecho, la introducción de misiles requirió que los cazas tuvieran más maniobrabilidad que los anteriores para escapar de los misiles.

El Comando Aéreo Táctico quería que el FX tuviera una velocidad máxima de Mach 3,0, lo que afectaría seriamente la maniobrabilidad del avión. Boyd insistió en una velocidad máxima de Mach 2,0 cuando empezó a perder la batalla por el proyecto. El avión volvió a pesar 19.000 kg, con buenas prestaciones, pero inferior a lo previsto anteriormente.

El mayor temor de la USAF de que la Marina de los EE. UU. no aceptara el F-111B para operaciones basadas en portaaviones se hizo realidad. Los almirantes informaron que la Armada ya había diseñado su propio caza llamado F-14 Tomcat y si el Congreso liberaba el dinero asignado para el F-111B, la Armada construiría el F-14 con él.

La Marina dijo que la velocidad máxima del FX era lenta en comparación con la del MiG-25 y, por lo tanto, el proyecto FX debería cancelarse. Los almirantes dijeron que el F-14 haría todo mucho mejor que el FX y que la Armada estaría feliz de “ayudar” a la USAF y vendería su caza a su servicio hermano.

La USAF enfrentó las acusaciones diciendo que la velocidad máxima del FX era Mach 2,5 y que combinado con el misil AIM-7 Sparrow , sería suficiente para contrarrestar al MiG-25. Boyd celebró audiencias en el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes diciendo que el futuro del FX estaba en juego con el proyecto de ala oscilante.

El Comité acabó no aceptando el proyecto con alas móviles, y el FX pasó a ser el caza F-15 Eagle. La USAF no necesitó comprar otro diseño de caza de la Armada.

A pesar de la popularidad de la película de 1986 “Top Gun”, el diseño de geometría variable del F-14 Tomcat lo hacía pesado, sus motores eran débiles para su tamaño y tenía poca maniobrabilidad.

Mafia de los cazas



Un F-16 demuestra su radio de giro comparado con un F-4E Phantom



John Boyd no abandonó su visión de un caza pequeño, muy maniobrable y con una elevada relación potencia-peso. Sugirió que la USAF debería tener un avión de “respaldo” en caso de que el proyecto F-15 fracasara.

Boyd, el coronel Everest Riccioni y Pierre Sprey formaron la “Lightweight Fighter Mafia” para promover sus ideas en el Pentágono. Boyd no estaba contento con la forma en que la USAF había cambiado el diseño original del F-15.

Quería un proyecto de caza diurno sencillo, que pesara 9.000 kg, con menos resistencia y con un rendimiento mucho mejor que el F-15. Riccioni obtuvo la financiación para que Northrop desarrollara el estudio inicial del YF-17 y General Dynamics para desarrollar el YF-16.

Mientras tanto, los medios se centraron en el alto coste del F-15 y el bajo rendimiento del F-14 Tomcat. La administración Nixon presionó al secretario de Defensa, Melvin Laird, para que armonizara el sistema de adquisiciones militares.

Laird le dio la misión a su asistente David Packard, quien aprobó el proyecto del caza ligero. La USAF activó oficialmente el proyecto en diciembre de 1970. La “Lightweight Fighter Mafia” quería procedimientos realistas para la competencia entre prototipos. Ambos cazas tendrían que volar en escenarios de combate realistas contra cazas MiG mantenidos en secreto en una base en el complejo Nellis.

Los estudios del caza ligero demostraron que el caza tendría mejores prestaciones que el F-15 Eagle , pero esta información tuvo que mantenerse en secreto, porque la Fuerza Aérea no quería que el prototipo fuera superior al F-15.

En abril de 1972, el Secretario de Defensa Laird aprobó la construcción de los cazas competidores. A finales de 1971, Boyd recibió órdenes de viajar a Vietnam en una base secreta en Tailandia y partió de allí en abril de 1972, cuando se aprobó el diseño del prototipo de caza ligero.

>>Continúa en el próximo post


viernes, 26 de julio de 2024

Cazatanques: El M50 Ontos



M50 Ontos: el seis disparos de Vietnam


Jesse b || Tank Historia


Ontos es la palabra griega para “El Ser” o “La Cosa”, un nombre que describe perfectamente el extraño M50 Ontos, un arma de apoyo estadounidense que estaba repleta de armas.



Estas armas eran cañones sin retroceso de 106 mm, y había muchos, ¡seis de hecho! Dándole al Ontos más potencia de fuego que prácticamente cualquier otro vehículo de su época. En un momento, incluso fue considerado como uno de los activos terrestres más valiosos de la Infantería de Marina.

Inicialmente desarrollado como un vehículo utilitario, el Ontos serviría en Vietnam, donde tenía una gran demanda para despejar posiciones enemigas en ciudades y selvas.

Origen de los Ontos

El M50 Ontos se originó durante la Guerra de Corea a partir de un proyecto que buscaba desarrollar un chasis universal, liviano y altamente eficiente.

La experiencia durante esa guerra destacó la necesidad de darle a la infantería un medio móvil de transporte, carga y armas en el campo de batalla.

 

Estados Unidos había producido este vehículo utilitario/transporte de personal blindado bastante moderno, el M44, en 1945, pero se consideró demasiado grande para su producción.

En 1951, las conversaciones entre el Departamento de Artillería, el Ejército de los EE. UU. y el Arsenal de Detroit iniciaron el trabajo en una serie de pequeños vehículos utilitarios que compartían la misma base. Conocidos como “Vehículos de Asalto de Infantería”, cada uno se adaptaría a una función específica, como transporte de tropas, transporte de carga e incluso una variante antitanque.

Se caracterizaban por su pequeño tamaño y el énfasis en la simplicidad y facilidad de fabricación, ya que se esperaba un gran número. El diseño y la fabricación estuvieron a cargo de Allis-Chalmers, que anteriormente había desarrollado los tractores de alta velocidad M4 y M6.

Las versiones armadas fueron particularmente interesantes por el uso de rifles sin retroceso como armamento principal.
 
Cañón sin retroceso disparado en Corea. Estos todavía eran relativamente nuevos en ese momento, pero se consideraban un arma revolucionaria.

Los rifles sin retroceso disparan proyectiles con un cañón como un arma de tanque típica, pero tienen un retroceso significativamente reducido. Esto se logra ventilando los gases de combustión de la munición por la parte trasera, en lugar de impartirlos todos al proyectil.

Esto reduce el retroceso, pero también reduce la velocidad del proyectil. Por lo tanto, los rifles sin retroceso generalmente dependen de municiones antitanque altamente explosivas (HEAT) y altamente explosivas (HE), ya que no dependen de la energía cinética para dañar objetivos.

Los rifles sin retroceso se consideraban armas revolucionarias en ese momento, porque gracias a la munición HEAT, eran capaces de enfrentarse literalmente a cualquier tanque que estuviera en servicio en ese momento.

 
Un rifle sin retroceso M40. Este tipo eventualmente se usaría en el M50 Ontos.

Además, sus presiones más bajas y su falta de retroceso significaban que eran muy livianos y podían montarse en vehículos tan pequeños como un Jeep. De hecho, los franceses los montaron en scooters Vespa.

Teniendo esto en cuenta, estaba claro que estas armas eran perfectas para el Vehículo de Asalto de Infantería. Les daría capacidades para matar tanques con un peso muy ligero.

Mientras tanto, durante la mayor parte de 1951, Caltech llevó a cabo un estudio de gran alcance y altamente secreto que evaluó varios componentes del ejército estadounidense. Aunque el estudio pretendía ser una revisión generalizada, particularmente de cómo trabajaban juntos la Fuerza Aérea y el Ejército de EE. UU., rápidamente se centró en una guerra con los soviéticos en Europa.


 

No estábamos bromeando: Francia realmente montó rifles sin retroceso en las Vespas. Esta es la Vespa 150 TAP.

Una de las muchas cosas identificadas en el estudio fue el valor potencial de los rifles sin retroceso como contraataque al blindaje soviético. El estudio imaginó una gran cantidad de pequeños vehículos armados con rifles sin retroceso conocidos como Ontos, una palabra de origen griego con una serie de definiciones y significados que se relacionan principalmente con el concepto de "ser" y "existir".

Casualmente, lo que el Proyecto Vista describía con los Ontos era esencialmente lo mismo que el Vehículo de Asalto de Infantería, a pesar de que los dos proyectos no se conocían entre sí.

Estos proyectos finalmente se cumplieron antes de finales de 1951, lo que dio un gran impulso al desarrollo y la prioridad del Vehículo de Asalto de Infantería. Se elaboró una familia de vehículos, todos bajo el nombre de Ontos.


El T55, un vehículo utilitario blindado/transporte blindado de personal para seis personas del proyecto Ontos.

Entre ellos se encontraban dos vehículos utilitarios, el T55 y el T56, que podían transportar a seis y diez hombres respectivamente. También hubo varias versiones armadas basadas en el mismo diseño general: T164, T165, T166 y T167. Cada uno estaba armado con cantidades variables de rifles sin retroceso.

Todos tenían superestructuras muy simples, en forma de cuña, con una armadura delgada para mantener el peso bajo.

Los T55 y T56 se construyeron primero, con dos pilotos de cada tipo en total. Las pruebas comenzaron en 1952, pero ambos diseños finalmente se abandonaron porque se descubrió que eran demasiado pequeños.

Los T164 y T167, armados con cuatro y ocho rifles sin retroceso respectivamente, nunca se construyeron.

 
Este es el T56. Su casco se amplió para poder transportar diez hombres.

Sin embargo, se construyeron el T165 y el T166, y las pruebas también comenzaron a mediados de 1952. Estos vehículos compartían esencialmente el mismo chasis y superestructura que el T55, con los mismos motores y tren de rodaje también.

Finalmente, el T166 quedó fuera de carrera, dejando al T165 como el único vehículo superviviente del proyecto Ontos. Es este vehículo el que se convertiría en el M50 Ontos.

El T165 estaba armado con seis rifles sin retroceso M27 de 105 mm. Estos cañones debían montarse encima del T165 en un soporte semitransitable y la tripulación los manejaría desde el interior.

  Modelo piloto T165. Tenga en cuenta los neumáticos de goma llenos de aire.

En 1953, los seis rifles M27 del T165 fueron reemplazados por rifles sin retroceso M40 de 106 mm nuevos y mejorados. En realidad, estos también tenían un calibre de 105 mm, pero fueron designados 106 mm para evitar confusión entre este y el antiguo M27.

El trabajo continuó durante el año siguiente, pero el Ejército finalmente consideró que el T165 no era adecuado debido a una serie de problemas encontrados durante sus pruebas. Estos incluían una baja confiabilidad y el hecho de que un miembro de la tripulación tenía que recargar los rifles externamente.

Afortunadamente para el vehículo, el Cuerpo de Marines de EE. UU. vio interés en él y realizó un pedido de alrededor de 300 en 1955, entrando en servicio como Rifle , Multiple, 106 mm, Self-Propelled, M50 . ¡Intentando decir eso diez veces!

El M50 Ontos

El M50 Ontos es una pequeña máquina bastante simple, inicialmente pensada para ser utilizada como una plataforma antitanque de gran movilidad. A menudo se dice que estaba relacionado con el M56 Scorpion, pero no hemos visto evidencia de ello.

Tiene tres partes principales; el tren de rodaje, la superestructura y la torreta.

  Diagrama del Ontos M50A1.

La superestructura tenía forma de cuña, con 13 mm (0,5 pulgadas) de armadura por todas partes excepto el vientre, que tenía 6 mm (0,25 pulgadas) de espesor. Esto sólo fue suficiente para resistir el fuego de armas pequeñas y la metralla ligera.

El acceso dentro y fuera de la M50 se concedía a través de una gran puerta doble sellada con goma en la parte trasera del casco.

Dentro había una tripulación de tres personas; un conductor delante a la izquierda, un artillero en el centro y un cargador. Al principio, el cargador no tenía asiento, pero finalmente les dieron uno cerca de las puertas traseras.
 
En la parte delantera del casco había una transmisión Allison XT-90 de 3 velocidades, que estaba conectada a los mandos finales montados en la parte delantera. Detrás de esto estaba el motor. El motor del M50 era un modelo 302 de seis cilindros en línea de gasolina de 5 litros (302 pulgadas cúbicas) que producía 145 CV.

El M50A1, una versión ligeramente mejorada del Ontos, estaba propulsado por un V8 de gasolina HT-361 de 5,9 litros (361 pulgadas cúbicas). Este producía 180 CV.

En general, el M50 pesaba alrededor de 19.000 libras (19.000 libras) completamente cargado y tenía una velocidad máxima de 30 mph.

El tren de rodaje constaba de cuatro ruedas y una rueda dentada. En las versiones iniciales, las ruedas de carretera tenían neumáticos de caucho presurizados, pero en la producción fueron reemplazados por neumáticos de caucho macizo.
 
 
El HT-361 V8 del M50A1.

La suspensión estaba compuesta por casquillos de goma, controlados mediante amortiguadores hidráulicos y topes. Para mayor resistencia estructural, se empernó un canal a los brazos oscilantes de las ruedas de carretera que recorrían el exterior del tren de rodaje.

El M50 rodaba sobre orugas de banda de goma reforzadas con acero de 20 pulgadas de ancho. Combinadas con el ya bajo peso del M50, estas orugas dieron como resultado una presión sobre el suelo impresionantemente baja de solo 5 psi.

Pero, por supuesto, la característica principal del M50 Ontos era su disposición salvaje de seis rifles sin retroceso M40 de 106 mm en la parte superior.

 
 

Los cañones sin retroceso del M50 podían dispararse todos juntos o individualmente.

Los cañones estaban numerados del 1 al 6 (comenzando desde la izquierda, vistos desde atrás) y podían dispararse de forma independiente o todos juntos en una andanada devastadora.

Estaban montados en el soporte para rifle T149E5, con tres a cada lado colocados en grupos triangulares. Este soporte podía atravesar 40 grados a cada lado, elevarse +20 grados y bajar -10 grados, pero se operaba manualmente y no tenía controles eléctricos.

Si bien todos los rifles sin retroceso del M50 se podían quitar y disparar desde el vehículo, los cañones 2 y 5 fueron diseñados específicamente para esto.

 
 
La disposición de numeración de los seis cañones del Ontos.

Cuando estaban en el vehículo, estaban conectados a un panel de control bastante impresionante que permitía al artillero elegir qué armas disparar y mostraba el estado actual de cada arma.

El estado de las armas se podía determinar mediante seis luces numeradas, cada una correspondiente al número particular de los rifles mencionado anteriormente. Una luz brillante indicaba que el arma estaba vacía, mientras que una luz tenue indicaba que estaba cargada.

Debajo de las seis luces había otras dos, marcadas con “E” y “L”. Se trataba de “luces de comparación”, que servían de ejemplo para que el artillero comparara el nivel de brillo entre vacío y cargado.

 

El soporte para rifle T149E5 que sostenía los rifles de 106 mm. Fueron sujetos al soporte y conectados a sistemas hidráulicos y eléctricos para facilitar el disparo remoto.

Cuando estaban cargados, el artillero podía abrir y cerrar los pantalones de las armas de forma remota a través de un sistema hidráulico. De manera similar, podrían dispararse de forma remota con solenoides electrónicos.

Encima de las armas 2, 3, 4 y 5 había rifles de detección M8C calibre .50. Eran semiautomáticos y disparaban rondas trazadoras para ayudar al artillero a establecer el alcance del objetivo.

Sin embargo, en el vehículo sólo se utilizaron los rifles de detección de las armas 3 y 4. Los rifles encima de las armas 2 y 5 solo se usaban si las armas se disparaban desde el suelo. Además, estos cañones estaban equipados con miras telescópicas para la función terrestre.

 
El cargador tuvo que cargar las armas desde fuera del vehículo. Debido a esto, los M50 normalmente identificarían posiciones con anticipación a las que recurrir para recargar.

El único armamento adicional del M50 era una ametralladora M1919 calibre .30, montada sobre el artillero entre los grupos de rifles sin retroceso. Esto podría ser disparado de forma remota desde el interior o por el artillero a través de su escotilla.

Recargar los rifles sin retroceso era un asunto bastante peligroso, ya que requería que el cargador saliera del vehículo para acceder a ellos y cargar las balas. El vehículo sólo llevaba 12 cartuchos, aunque este número aumentó a 18 si se tienen en cuenta los cartuchos dentro de las armas.

Cuatro se guardaron en el interior, mientras que los ocho restantes se guardaron en un compartimento debajo del casco, al que se accede desde el exterior desde la parte trasera.

 
Esta vista trasera de un Ontos averiado muestra el compartimento externo para municiones, debajo de las grandes puertas. El Ontos de esta foto acaba de ser alcanzado por una prueba de bomba nuclear.


El M50 en acción

La vida útil del M50 Ontos siguió un camino similar al de su compañero, el M56 Scorpion .

Ambos vehículos fueron diseñados como cazacarros y desplegados en Vietnam, sólo para verse obligados a desempeñar otras funciones debido a la falta de tanques enemigos en esa guerra.

Sin embargo, a diferencia de los 90 mm del M56, los seis rifles sin retroceso de 106 mm del M50 ofrecían una potencia de fuego tremenda y abrumadora que en realidad era una ventaja en las condiciones de la Guerra de Vietnam.

Estos vehículos fueron desplegados en Vietnam con el Cuerpo de Marines de EE. UU. en 1965. Como se describe en un documento del Cuerpo de Marines de 1965, el Ontos se consideraba uno de los equipos más valiosos durante una operación mecanizada en ese momento.

  Ontos del USMC en la provincia de Quang Tin de Vietnam, 1966. Las tripulaciones y los marines adscritos a las unidades Ontos a menudo se sentaban encima de ellas en tránsito, ya que no había espacio en ningún otro lugar.

Vietnam era un lugar difícil para cualquier vehículo blindado. La espesa vegetación, el terreno irregular y blando y las duras condiciones atmosféricas contribuyeron a detener, atascar y degradar el equipo.

La visibilidad también era muy limitada, lo que facilitaba al enemigo tender emboscadas a tanques y otros vehículos desde posiciones ocultas. Con su delgado blindaje, el Ontos era particularmente vulnerable, pero su excelente movilidad demostró ser muy capaz en las duras condiciones de las selvas de la región.

Sin embargo, donde realmente brilló el M50 Ontos fue en su potencia de fuego. Sus seis rifles sin retroceso podían disparar una cantidad devastadora de fuego a gran distancia y, aunque no se usaban como vehículos antitanque, eran excelentes para destruir coberturas y edificios.

 
Un Ontos en el campamento base de combate Evans del USMC en Vietnam, 1967. Observe las fundas protectoras sobre los cañones.

Una bala particularmente aterradora fue la M581, que contenía 9.600 fléchettes (pequeños proyectiles parecidos a dardos) que se disparaban hacia el enemigo como una escopeta de gran tamaño. Una andanada de seis cañones de estas ráfagas desde un solo Ontos lanzó 58.000 proyectiles contra el enemigo, un arma verdaderamente temible.

En general, el M50 Ontos era un vehículo que debía utilizarse y operarse con mucho cuidado para compensar sus vulnerabilidades y el peligro para los demás. No podía enfrentarse directamente al enemigo debido a su delgada armadura y se descubrió que funciona mejor en una función de emboscada.

El inmenso destello producido por sus cañones fue fácilmente detectado por el enemigo, por lo que las tripulaciones de Ontos identificarían múltiples posiciones a las que podrían reubicarse durante los enfrentamientos. Además de esto, las personas cercanas tenían que tener cuidado con los enormes disparos generados por los rifles sin retroceso del M50.

 
Este Ontos está disparando solo uno de sus rifles sin retroceso y está produciendo una gran nube.

La tripulación de tres hombres también era una gran desventaja. El artillero tenía que comandar a los otros dos miembros de la tripulación, encontrar objetivos, disparar rondas con los rifles de localización, elegir el número de armas necesarias, rastrear el objetivo y disparar.

Se trataba de un trabajo exigente que, idealmente, se habría repartido entre un comandante dedicado.

Por otro lado, el enemigo se enteró rápidamente de que la aparición de un único proyectil de calibre .50 cercano significaba que estaban a punto de llegar hasta seis proyectiles de 106 mm, lo que a menudo resultaba en el rápido abandono de la posición.

 
Un Ontos disfrazado de excavadora en 1969. No estamos seguros de por qué se hizo esto.

El momento más importante del M50 llegó en Hue a principios de 1968 durante la Ofensiva del Tet. En esta ofensiva, las tropas del EVN y del Viet Cong asaltaron la ciudad de Hue y comenzaron intensas batallas urbanas contra las fuerzas estadounidenses y de Vietnam del Sur.

Esta antigua ciudad era muy densa y estaba plagada de pequeñas calles no aptas para tanques. Mientras llegaban los tanques, el M50 Ontos se convirtió en un espectáculo popular entre las fuerzas amigas de la ciudad, donde pasó a desempeñar el papel de un cañón de asalto de corto alcance.

Gracias a su pequeño tamaño, podía moverse fácilmente por las calles y callejones de la ciudad y pronto se convirtió en uno de los activos más solicitados de los Marines.

 
M50 Ontos disparando en una calle de Hue, 1968.

Los M50 trabajaron en estrecha colaboración con los marines para despejar calles y edificios, utilizando sus armas para perforar agujeros en las paredes o incluso derribar edificios enteros ocupados por fuerzas enemigas.

Al final, Estados Unidos salió victorioso de la Batalla de Hue, y muchos atribuyen una parte importante de ese éxito al M50 Ontos, incluso frente a tanques mucho más grandes como el M48.

Hacia finales de la década de 1960, la carrera del M50 Ontos llegó a su fin cuando el Cuerpo de Marines de Estados Unidos abandonó Vietnam. En la década de 1970 fueron retirados del servicio y la mayoría fueron desguazados. Afortunadamente, algunos sobreviven hoy en museos y colecciones privadas.

  

lunes, 22 de abril de 2024

Indochina: El efecto dominó de Dien Bien Phu

El primer dominó

Weapons and Warfare



Viet Minh. Dien Bien Phu, 1954. Soldados del Viet Minh atacan una posición francesa. Por Steve Mediodía.



Por John T. Correll

El puesto de avanzada francés en Dien Bien Phu cayó en 1954, 10 años antes de que Estados Unidos entrara en Vietnam.

Durante 56 días en 1954, los ojos del mundo estuvieron fijos en Dien Bien Phu, un remoto puesto de montaña en Vietnam donde 11 batallones del ejército francés fueron inmovilizados por unos 50.000 insurgentes vietnamitas.

Los rebeldes estaban dirigidos por Vo Nguyen Giap, exprofesor de historia y general autodidacta. La artillería de Giap, disparando desde las laderas delanteras de las colinas, golpeó el campamento expuesto en el valle. A costa de grandes pérdidas en sus propias filas, Giap hizo retroceder el perímetro francés con una serie de ataques terrestres de oleadas humanas.

Los aviones no pudieron aterrizar en la pista de aterrizaje sitiada. La única forma de entrar era en paracaídas. No había salida.

Fue la batalla decisiva en lo que comenzó como un intento de los franceses de restablecer su imperio en Indochina después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en poco tiempo, el conflicto escaló a un significado internacional, percibido como un paso crítico en la marcha global del comunismo.


Vietnam fue considerado como una prueba de la “teoría del dominó”, que predecía que si una nación del sudeste asiático caía ante el comunismo, las demás la seguirían como una hilera de fichas de dominó que se derrumban. Para Estados Unidos, esa convicción triunfó sobre su antiguo principio de oposición al colonialismo. La ayuda estadounidense para la guerra francesa en Indochina comenzó en 1950 y en 1954 financiaba el 75 por ciento de los costos.

No fue suficiente. Sin una intervención militar estadounidense directa, Dien Bien Phu estaba condenada. En marzo y abril de 1954, ideas y propuestas de todo tipo iban y venían.

Entre ellos se encontraba la Operación Buitre, un plan, preparado por funcionarios franceses y estadounidenses en Saigón, para que los B-29 estadounidenses bombardearan las posiciones enemigas en Dien Bien Phu. Según el canciller francés, Estados Unidos también abrió la posibilidad de utilizar armas nucleares. Los funcionarios estadounidenses lo negaron.

En cualquier caso, Estados Unidos no intervino. Cuando Dien Bien Phu cayó el 7 de mayo, fue el golpe fatal para el imperio francés en Indochina. Sin embargo, eso no terminó con el enredo de los Estados Unidos que, aún siguiendo la teoría del dominó, se vio envuelto en su propia guerra en Vietnam 10 años después.

Último agarre para el imperio

La posición anterior a la guerra de Francia entre las naciones del mundo no había sido restaurada por el derrocamiento en 1944 del régimen colaboracionista de Vichy. El gobierno provisional de la Francia Libre siguió luchando por influir en los asuntos internacionales.

Si Francia pudiera recuperar su imperio colonial, podría recuperar parte del prestigio que había perdido. “Existía un consenso en torno a la proposición de que la grandeza de Francia dependía de la preservación del imperio”, dijo el historiador Fredrik Logevall.

La Indochina francesa, que consiste en lo que ahora es Vietnam, Laos y Camboya, permaneció leal a Vichy durante la Segunda Guerra Mundial, pero el poder real era la fuerza de ocupación japonesa nominalmente aliada. La parte más importante de Indochina era Vietnam, una posesión francesa desde 1887. El ejército francés regresó en 1945 para retomar el control, pero antes de que llegara allí, Ho Chi Minh, líder del Viet Minh comunista, declaró la independencia de todo Vietnam.

Los intentos de negociar con Ho quedaron en nada. Bajo presión, los franceses ofrecieron "independencia dentro de la Unión Francesa", lo que significaba que Francia conservaría la soberanía, así como todos los aspectos importantes del gobierno, incluidos los asuntos militares y exteriores.

La guerra comenzó en diciembre de 1946 y se extendió desde Tonkin en el norte hasta Annam en el centro de Vietnam y Cochin China en el sur. El Ejército de Liberación Nacional, comandado por Giap, era esencialmente una fuerza guerrillera con solo unas pocas piezas de equipo militar moderno.

Los franceses ocuparon las ciudades y las carreteras principales; el Viet Minh era dueño de las aldeas y los senderos. Fuera de las ciudades, los franceses concentraron sus tropas en puestos fortificados llamados "erizos". Por la noche, el Viet Minh se infiltraba fácilmente en las áreas a su alrededor.

La Fuerza Expedicionaria Francesa en Indochina estaba formada por soldados profesionales, voluntarios y los raspados del imperio: regimientos coloniales, la Legión Extranjera y auxiliares locales. Fueron apoyados por escuadrones de la fuerza aérea que volaban un puñado de aviones desgastados de la Segunda Guerra Mundial. Los reclutas franceses fueron retenidos expresamente del servicio en Indochina, asignados en cambio al Ejército Metropolitano, que permaneció en Europa. Después de varios años de ningún progreso perceptible, la opinión pública francesa comenzó a cansarse de la guerra y envidiar los gastos de la misma.

El fin de la neutralidad

El presidente Franklin D. Roosevelt se opuso obstinadamente al colonialismo. Su sucesor, Harry Truman, adoptó una posición más flexible sobre los imperios coloniales de los aliados de Estados Unidos y, hasta fines de la década de 1940, siguió una política general de neutralismo.

Eso cambió con la erupción de desafíos comunistas en múltiples frentes, incluido el bloqueo de Berlín en 1948, la revolución en China y la invasión de Corea del Sur en 1950. Las facciones comunistas lideraron las insurgencias contra los regímenes coloniales en Malaya e Indochina.

El tema impulsor de la política exterior de Estados Unidos fue el anticomunismo. En 1949, el Consejo de Seguridad Nacional reconoció al Sudeste Asiático como “el objetivo de una ofensiva coordinada dirigida por el Kremlin”, y en NSC 124/2 en 1952 dijo que “la pérdida de un solo país probablemente conduciría a una sumisión relativamente rápida o una alineación con el comunismo por parte de los países restantes de este grupo”.

Para 1952, Estados Unidos había brindado una asistencia financiera sustancial a los franceses, así como 229 aviones y todo tipo de equipo militar para usar en Vietnam.

La Cuarta República en Francia fue notoriamente inestable. Cuando el primer ministro Joseph Laniel asumió el cargo en 1953, se formó el gobierno francés número 19 durante los siete años anteriores. El apoyo al esfuerzo en Indochina aumentó y disminuyó.

La determinación estadounidense de salvar Vietnam fue más constante que la de los propios franceses, pero la motivación fue diferente. Estados Unidos quería que Francia aceptara la plena independencia como parte de la estrategia para derrotar el desafío comunista. Esto no tenía atractivo para los franceses, cuya razón para luchar era preservar el imperio.

“Cuando asumí la presidencia, la nación francesa se había cansado de la guerra”, dijo el presidente Dwight D. Eisenhower. A partir de 1953, la Administración Eisenhower continuó con el enfoque básico anterior pero aumentó la ayuda a los franceses.

En una conferencia de prensa en abril de 1954, Eisenhower declaró el “Principio de la caída del dominó”, a menudo recordado como el compromiso seminal de Estados Unidos con Indochina. “Tienes una fila de fichas de dominó puestas, tiras la primera y lo que va a pasar con la última es la certeza de que va a pasar muy rápido”. Su descripción era más gráfica que la del NSC 124/2 de Truman, pero el significado era exactamente el mismo.

Luz en el túnel

La posición militar francesa en Vietnam había ido disminuyendo desde 1950, pero el general Henri E. Navarre, que llegó en mayo de 1953 para comandar la Fuerza Expedicionaria Francesa, buscó cambiar el impulso pasando a la ofensiva.

El plan de Navarra constaba de varias partes. Emplearía sus mejores fuerzas en un papel más móvil y buscaría llevar al Viet Minh a una batalla abierta. Esperaba hacer esto en algún lugar de la fortaleza de Giap en el noroeste de Tonkin, donde también pensaba cortar la ruta de invasión de Viet Minh hacia Laos.

Las principales potencias mundiales habían organizado una conferencia internacional sobre el restablecimiento de la paz en Indochina con la anuencia de Francia. Estaba previsto que comenzara en Ginebra en mayo de 1954, y una victoria de Navarra en Vietnam podría fortalecer la mano francesa en la negociación.

Confiado en el éxito, uno de los ayudantes de Navarre le dijo a la revista Time: “Ahora podemos verlo claramente, como la luz al final del túnel”. Años después, esa célebre frase sería atribuida erróneamente al general estadounidense William C. Westmoreland, quien nunca la pronunció.

El lugar que Navarre eligió para defender su posición fue identificado en los mapas franceses como Dien Bien Phu, cerca de la frontera con Laos pero a 185 millas de la sede del teatro francés Tonkin en Hanoi. El nombre significaba "gran centro administrativo fronterizo", en referencia a un puesto establecido por los franceses en 1889 en el oscuro pueblo de Muong Thanh.

Dien Bien Phu se encontraba en un valle, de 11 millas de largo y siete millas de ancho, rodeado de montañas. La ruta colonial 41 atravesaba el centro, junto a un río angosto y numerosas aldeas pequeñas. También había una pista de aterrizaje, construida en 1939.

Básicamente, los franceses no creían que los insurgentes coloniales pudieran derrotar a un ejército europeo moderno y, en su arrogancia, cometieron varios errores de cálculo fatales. Asumieron que Giap no podría transportar y sostener una gran fuerza en un lugar remoto y, en particular, que no podría moverse con artillería. El poderío aéreo francés interceptaría las rutas de aproximación. Si Giap de alguna manera lograba poner en acción sus cañones, podrían ser silenciados en minutos por el fuego de contrabatería.

En la Operación Castor, el 20 de noviembre de 1953, tres batallones aerotransportados se lanzaron en paracaídas sobre Dien Bien Phu y lo capturaron de manos de la fuerza defensiva de Viet Minh. Los franceses repararon y reabrieron la pista, que había sido saboteada. No había mucha madera en el valle, por lo que derribaron todas las casas y cobertizos en las aldeas para obtener materiales de construcción para construir fortificaciones.

No equivalía a mucha protección, pero los franceses no creían que necesitaran mucha. Colocaron su propia artillería en pozos abiertos para que pudiera girar libremente sin obstrucciones y disparar en cualquier dirección. El coronel Charles Piroth, comandante de la artillería francesa, aseguró a Navarra que “ningún cañón vietnamita podrá disparar tres rondas antes de ser destruido por mi artillería”.

Cabeza de desembarco aéreo bajo ataque

El comandante en Dien Bien Phu, el coronel Christian de Castries, estableció su cuartel general cerca de la pista de aterrizaje, donde había estado el pueblo de Muong Thanh. El campamento constaba de nueve puntos fuertes llamados Anne-Marie, Beatrice, Claudine, Dominique, Elaine, Francoise, Gabrielle, Hugette e Isabelle. Gabrielle en el punto norte estaba a más de cinco millas de Isabelle en el sur, donde se construyó una pequeña pista de aterrizaje secundaria.

El puesto de avanzada era una cabeza hueca, totalmente sostenida por puente aéreo. La fuerza aérea francesa tenía cuatro escuadrones de C-47 y algunos C-119 en el país, un recurso que también tenía que apoyar operaciones en otros lugares de Vietnam.

En enero, la presencia francesa en Dien Bien Phu había aumentado a unos 11.000 soldados. La mayor parte del apoyo aéreo provino de bases alrededor de Hanoi y Haiphong, pero generalmente había algunos cazas Bearcat en Dien Bien Phu, así como media docena de aviones de observación ligera Morane Criquet para encontrar y marcar las posiciones de artillería enemiga.

Los franceses se habrían asombrado si hubieran sabido el tamaño de la fuerza de Giap en las colinas alrededor de Dien Bien Phu. Tenía cinco divisiones del ejército, 50.000 soldados regulares, que ya no eran las guerrillas andrajosas de antaño. También contaba con 144 piezas de artillería, 36 cañones antiaéreos y algunos lanzacohetes. Muchas de las armas eran de fabricación estadounidense, capturadas por los chinos en Corea. En total, Giap tenía una ventaja de cuatro a uno sobre los franceses en artillería.

Giap mantuvo su fuerza de varias maneras. Las bicicletas modificadas, con puntales de madera para mayor resistencia y extensiones en los manillares, podían transportar hasta 440 libras de suministros. Los porteadores llevaban cargas adicionales en postes de bambú. El Viet Minh tenía alrededor de 600 camiones rusos, que usaban para transportar la artillería desde la frontera china por caminos abiertos por trabajo manual. El historiador John Prados estima que Giap transportó tanto tonelaje a Dien Bien Phu como lo hicieron los franceses.

Increíblemente, los franceses no vieron que Giap estaba colocando sus armas en las laderas delanteras de las colinas, mirando directamente hacia el campamento. Los picos eran empinados y los obuses en las laderas inversas habrían tenido que disparar en ángulos de elevación desfavorables para despejar las crestas. Los cañones habrían sido vulnerables en las laderas delanteras excepto que Giap los colocó en profundas casamatas, estrechas troneras excavadas en la ladera de la colina, protegidas por varios metros de cubierta superior de la que solo sobresalían las bocas. Dado que cada arma estaba asignada a un solo objetivo, no había necesidad de que el cañón se moviera.

Cuando Giap comenzó el bombardeo esporádico en enero, los franceses lo tomaron como un acoso sin sentido. De hecho, las armas apuntaban a sus coordenadas específicas. El ataque principal, que comenzó al anochecer del 13 de marzo, fue devastador. Las baterías francesas no pudieron apuntar a las armas de Giap y sus aviones de observación de artillería fueron destruidos en la pista de aterrizaje.

Los puntos fuertes Beatrice y Gabrielle fueron invadidos la primera noche y Anne-Marie fue tomada poco después. Para el quinto día, los franceses habían perdido el equivalente a tres batallones. Las bajas de Giap fueron aún mayores, pero ahora podía atacar el campamento con morteros y artillería.

El jefe de artillería francés Piroth, que había garantizado que los cañones del Viet Minh no harían daño, se suicidó.

La cuestión de la intervención

A medida que la situación se deterioraba, aumentaba el clamor para que Estados Unidos entrara en el conflicto. Eisenhower descartó efectivamente el envío de tropas terrestres, pero dejó ligeramente abierta la posibilidad del poderío aéreo. Enumeró cuatro condiciones firmes para la intervención estadounidense: una solicitud formal de intervención; sanción de la respuesta por parte de Naciones Unidas; participación de otras naciones; y aprobación del Congreso.

Mientras tanto, los oficiales de estado mayor y los burócratas estaban ocupados realizando estudios y elaborando planes de contingencia. En el cuartel general de Navarre en Saigón, los oficiales franceses y estadounidenses concibieron la Operación Vautour (Buitre), en la que bombarderos B-29 estadounidenses y aviones basados ​​en portaaviones atacarían a los insurgentes alrededor de Dien Bien Phu.

A principios de abril, el gobierno francés solicitó que se llevara a cabo la Operación Buitre, creyendo que ya había sido aprobada en Washington. Aparentemente, habían obtenido esa impresión de las discusiones entusiastas entre el almirante Arthur W. Radford, presidente del Estado Mayor Conjunto, y el general Paul HR Ely, el jefe del Estado Mayor francés.

El mes anterior, Radford había buscado la concurrencia de los otros miembros del Estado Mayor Conjunto en una recomendación de comprometer el poderío aéreo estadounidense en Dien Bien Phu y había sido rechazado. El Departamento de Estado les dijo a los franceses que debían haber entendido mal a Radford y dijeron que no a la Operación Buitre.

Otro malentendido, éste sobre las armas nucleares, también surgió de una idea despreocupada de los planificadores del personal. A principios de 1954, el Comité Conjunto de Estudios Avanzados del Pentágono llegó a la extraña conclusión de que el Viet Minh en Dien Bien Phu podía ser derrotado con tres armas atómicas. Se desconoce cómo el comité pensó en hacer esto sin eliminar también a las fuerzas francesas cercanas.

Por razones que aún no están claras, el secretario de Estado de EE. UU., John Foster Dulles, el más firme defensor de la ayuda militar de EE. UU. a los franceses en el gabinete de Eisenhower, discutió el estudio del Pentágono con el ministro de Relaciones Exteriores francés, Georges A. Bidault, un destacado defensor de la victoria en Indochina. Bidault dijo más tarde que Dulles le ofreció el uso de dos (no tres) bombas atómicas, pero que él se había negado.

Dulles dijo que estaba "totalmente desconcertado" por la afirmación de Bidault.

Estados Unidos prestó a los franceses algunos C-119 adicionales y otros aviones y asignó casi 300 miembros de la Fuerza Aérea de EE. UU. a Vietnam para brindar mantenimiento y apoyo. Los franceses tenían pocas tripulaciones aéreas calificadas en C-119, por lo que contrataron a Civil Air Transport, una aerolínea propiedad de la CIA que luego pasaría a llamarse Air America, para volar los C-119 en la carrera de Dien Bien Phu.

Los bombarderos franceses causaron pocos daños a las posiciones de artillería fortificadas de Giap y los combatientes rara vez atraparon a su infantería al aire libre durante las horas del día. El napalm, empleado por los C-47 y C-119, fue algo más efectivo, principalmente por el miedo que creaba. De principio a fin, Giap tuvo la iniciativa.

El último avión aterrizó el 8 de marzo, después de lo cual los cañones del Viet Minh impidieron cualquier uso posterior de la pista de aterrizaje. Dien Bien Phu dependía totalmente del lanzamiento aéreo para refuerzos y suministros.

Los aviones de transporte, que bajaban directamente por el valle, eran extremadamente vulnerables. Para escapar del fuego antiaéreo, los C-47 franceses volaron a 10.000 pies y los C-119, casi todos tripulados por estadounidenses, volaron a 5.000 pies. Los lanzamientos desde el aire, especialmente desde las altitudes más altas, a menudo se desviaban. Más de la mitad de los alimentos, municiones y otros suministros lanzados desde el aire cayeron en manos enemigas.

Los aviones, tanto franceses como estadounidenses, recibieron cientos de impactos. Solo en abril, los C-119 volados por pilotos de CAT fueron golpeados más de 60 veces.

Los primeros estadounidenses en morir en combate fueron el piloto de CAT James B. McGovern, un hombre grande con una barba poblada, apodado "Earthquake McGoon" por su parecido con un personaje de las tiras cómicas, y su copiloto Wallace A. Buford. En la tarde del 6 de mayo, descendieron por el valle a 3000 pies con seis toneladas de municiones para el punto fuerte Isabelle. Golpeados por fuego terrestre sobre el objetivo, McGovern, Buford y sus dos tripulantes franceses lograron cruzar la frontera de Laos antes de que el C-119 se estrellara y explotara.

La caída de Dien Bien Phu

Los últimos refuerzos se lanzaron en paracaídas sobre Dien Bien Phu el 4 de mayo, tres días antes del final. La posición francesa final no era más grande que un campo de béisbol cuando el Viet Minh la invadió el 7 de mayo.

Los franceses perdieron 2.080 muertos y 5.613 heridos en el compromiso de ocho semanas. Las bajas del Viet Minh fueron mucho mayores, estimadas en 7.900 muertos y 15.000 heridos.

De los 6.500 soldados franceses hechos prisioneros, más de 4.000 murieron o desaparecieron en cautiverio, como resultado de malos tratos, enfermedades, mala alimentación y falta de atención médica. De los 15.000 soldados de la Unión Francesa que sirvieron en Dien Bien Phu, “no más de cuatro de cada 10 volvieron a casa, heridos o ilesos”, dijo el historiador Martin C. Windrow.

Los franceses todavía tenían superioridad militar numérica en Vietnam, pero Dien Bien Phu les había quitado el almidón. Los Acuerdos de Ginebra del 21 de julio de 1954 dividieron Vietnam en el paralelo 17. El Viet Minh se quedó con el norte. El sur permaneció brevemente en la Unión Francesa hasta que el presidente Ngo Dinh Diem declaró la independencia. Las últimas fuerzas francesas abandonaron Indochina en abril de 1956.

El Viet Minh esperó su momento hasta 1959 cuando se movieron para consolidar Vietnam, creando lo que se convertiría en el Camino Ho Chi Minh como una ruta de infiltración hacia el sur. El largo esfuerzo por derrocar al gobierno de Saigón fue implacable.

El presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, elegido en 1960, suscribió plenamente la teoría del dominó, al igual que sus asesores y el Estado Mayor Conjunto. La entrada de EE. UU. en Vietnam comenzó con asesores y entrenadores civiles y evolucionó a un combate mayor antes de la partida, llamada “paz con honor”, ​​en 1973. Vietnam del Sur finalmente cayó ante el Norte en 1975.

Laos y Camboya fueron tomados por los comunistas, pero las fichas de dominó se detuvieron allí. Al lado, Tailandia mantuvo su independencia y una alianza con los Estados Unidos.

En 2005, el embajador de Francia en los Estados Unidos otorgó la Legión de Honor, el premio más importante de Francia por su servicio, a los siete pilotos supervivientes de CAT que volaron en misiones a Dien Bien Phu.

Las cicatrices de la batalla han desaparecido de Dien Bien Phu, que ha sido la capital de la provincia de Lai Chau desde 1993. El valle de la montaña, ahora con una población de 60.000 habitantes, es un destino para turistas vietnamitas y franceses. Los cañones franceses oxidados todavía están dispersos, y hay un pequeño museo. Las exhibiciones incluyen reliquias de ambos lados, incluida una de las bicicletas modificadas para transportar 440 libras de carga a las fuerzas vietnamitas en las colinas.

Lo que Ike (puede haber) dicho

Persisten los desacuerdos, casi 60 años después, sobre lo que los estadounidenses y los franceses se dijeron entre sí sobre la posibilidad de que las fuerzas estadounidenses pudieran entrar en el conflicto en Indochina. La pregunta más polémica de todas es qué tan seriamente se consideró el uso de armas nucleares.

Durante mucho tiempo se supuso que la palabra definitiva sobre la política estadounidense sería una declaración del presidente Eisenhower. Cuando se planteó la idea de usar bombas atómicas en Vietnam, supuestamente dijo: “Ustedes, muchachos, deben estar locos. No podemos usar esas cosas horribles contra los asiáticos por segunda vez en menos de 10 años. ¡Dios mío!

Todas las referencias a esa declaración se remontan a una sola fuente, Eisenhower the President, publicada en 1984 por el popular historiador Stephen E. Ambrose, quien la atribuyó a una entrevista con Eisenhower.

Los problemas surgieron cuando la Biblioteca Eisenhower en Abilene, Kansas, descubrió en 2010 que Ambrose había exagerado su contacto con Eisenhower y que muchas de las entrevistas que informó no habían ocurrido.

Antes de su muerte en 2002, Ambrose admitió haber usado métodos de mala calidad en otros trabajos, pero nada de eso se compara en importancia con el tema de las entrevistas de Eisenhower. Las revelaciones de la biblioteca no invalidaron específicamente la declaración sobre la bomba atómica. Algunas de las entrevistas eran reales y algunas de las atribuciones seguramente eran válidas.

Entre los que están dispuestos a darle a Ambrose el beneficio de la duda sobre esto está Jean Edward Smith, un historiador bien establecido cuyo Eisenhower en Guerra y paz se publicó en 2012. Para él, la cita de la bomba atómica "suena real", dice.