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viernes, 7 de septiembre de 2018

PGM: La Campaña en el África Oriental (Parte 4)

La Campaña en el África Oriental
 

 

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La batalla de Tanga

La batalla de Tanga
Debido a la defectuosa organización solo a las 12.10 hrs se dio la órden de avanzar. El avance fue penosamente lento. Dos hora después, luego de haber cubierto unos cientos de metros, el enemigo no había sido avistado, también era imposible, dada la densidad del bosque ver claramente lo que estaba directamente enfrente. Dado lo desorganizado de la marcha, se abrieron grandes claros entre las diversas unidades. El calor era atroz, muchos hombres caían desmayados. A las 14.30 hrs los alemanes abrieron fuego. Estaban justamente en en las posiciones expectadas. Von Lettow acababa de llegar con resfuerzos y concentró a sus askaris en las afueras de la villa. Al comenzar el combate el batallón de North Lancashire avanzó, dejando atrás a otras unidades de esa brigada a sus flancos. Muchos fueron volteados por el intenso fuego de fusilería y ametralladoras.

El 50% de los efectivos del desdichado 13o. Batallón de Rajputs huyeron despavoridas del campo de batalla, arrastrando tras de si, en su desbandada a otro batallón cercano. En su diario Meinehrtzhagen anotó:


"¡Todos cuchicheaban como monos aterrados!. ¡No tenían deseo alguno de pelear!"

 
Los Rajputs disparaban con los fusiles en cualquier dirección, inclusive sobre las propias tropas que avanzaban. Esas mismas, creyendo que los alemanes atacaban por la retaguardia se dispersaron. 
"Tuve que usar mis botas y mi pistola para detenerlos" observó Meinertzagen, quien disparó contra un oficial hindú que desenvainó su espada y lo amenazó.

La confusión y el pánico ganaban la batalla a pocos minutos de haber comenzado. Parte de la tropa trataba de ocultarse en las rugosidades del terreno, otros oraban. Meinertzhagen ordenó a un cipayo, que temblaba de miedo levantarse. El soldado se negó, apuntándole con el fusil Meinertzhagen agrega lacónicamente


"¡Mate al bruto que se hallaba acostado en el suelo, medio loco de puro miedo!"

 La penosa verdad era que las tropas hindúes estaban completamente fuera de su elemento en este tipo de combate, para el cual jamas habían sido entrenados. Los oficiales británicos, tampoco entrenados, no atinaban sino a tiranizar esos hombres, conduciéndolos al fracaso.

Aitken lamentaba haber declinado la oferta de un destacamento de King's African Rifles!, ya que la tropa de von Lettow daba la impresión de saber lo que estaban haciendo. Un sobreviviente luego comentó: 


"¡Empleaban tácticas de fuego jamas vistas o empleadas en la India!"

Mientras tanto, algunas tropas del Regimiento North Lancashire y de otros batallones lograron llegar a Tanga, a pesar de los esfuerzos del Capitán von Hamerstein, quien arrojaba botellas a los askaris que se batían en retirada. Amigos y enemigos gritaban en una variedad de idiomas. Un grupo del batallón North Lancashire llegó hasta el Hotel Kaiser, un oficial trepó al techo y arrió la bandera alemana, pero a esta altura del entrevero, muchas unidades habían perdido a sus oficiales, y algunas de las compañías en la vanguardia habían sido reducidas al 50% de sus efectivos, Los askaris no solo manejaban bien las ametralladoras, sino que demostraron ser excelentes tiradores con el fusil. La defensa de la villa se hizo fiera,y un feroz combate casa por casa tomó lugar cuando los alemanes intentaron neutralizar a las tropas británicas que habían logrado penetrar en la villa.

Al recibir un pedido de fuego de apoyo, el crucero H.M.S. Fox arrojó una granada que cayó sobre el hospital de Tanga.



Tendiendo líneas del Telegráfo de Campaña

¡Askaris al Ataque! 

Otra granada cayó sobre lo que quedaba de las linéas británicas, arrojando al formidable de Meinertzhagen a la copa de una palmera. Una batería de artillería abordo de las barcazas, sujetada contra las bordas
por sacos de carbón, intento apoyar con sus fuegos a las tropas británicas. A pesar que el jefe de esta batería pretendió dirigir el tiro desde el alto de un mástil, sin lograr su objetivo.

Mientras todo esto ocurría, un grupo de marineros del Fox desembarcó para comprar alimentos. A duras penas lograron regresar al buque bajo un intento fuego de armas livianas.

Al no recibir refuerzos, el batallón North Lancashire no tuvo más remedio que retirarse y los alemanes lograron cerra su línea. Según la historia oficial inglesa: 


"El resto de las tropas que atacaron, desagraciadamente se disperso entre la espesa vegetación o se amontonó en las playas. Los portadores, que fueron los primeros en huir fueron confundidos por askaris alemanes, dada la similitud de sus uniformes khaki, y esto acrecentó aún más el pánico."


Askaritreue "Lealtad Askari"


"Un cálido saludo" para las tropas de desembarco inglesas. La ametralladora es una Hotchkiss de 37 mm.

El "Arma Secreta" de von Lettow 
 Otra desagradable sorpresa aguardaba a los británicos: un feroz ataque por parte de un enjambre de abejas africanas. Los nativos acostumbraban colgar las colmenas de abejas de las ramas de los árboles. Debemos agregar que las abejas africanas son no solo mas grandes que las conocidas en Europa. Su ataque es más persistente, ya que las abejas europeas persiguen a sus presas por unos 30-35 metros, las africanas por 100-120 metros. Estas abejas africanas en particular estaban muy irritadas: las colmenas habían sido acribilladas a tiros. Aunque tanto las tropas alemanas como las británicas fueron el blanco de estos "amables" insectos, un rumor persistente entre las tropas del Regimiento North Lanchasire atribuía el ataque a "una endemoniada treta de los alemanes" Un suboficial de comunicaciones llamado Preston continuó transmitiendo por el telégrafo mientras era blanco de las abejas. Algo mas tarde debieron extirparle mas de 300 aguijones de la cabeza, Por este acto recibió la Distinguished Conduct Medal.

Varios años después del armisticio oficiales británicos le preguntaron a von Lettow si el había empleado "abejas entrenadas" en Tanga. La leyenda pesistió. Un libro de historia de post-guerra afirmaba que: Cañas y alambres habían sido hábilmente desplegados en el monte. Cualquier persona que tropezara con ellos destapaba a los nidos de abejas"

Regresemos a la batalla de Tanga-todo lo que quedaba en pie de la línea británica era un puñado de oficiales luchando solitarias batallas individuales. La estampida hacia las playas motivó que varios oficiales británicos abriesen fuego contra sus propias tropas. A esta altura de los acontecimientos, al ver su carrera militar cayendo en picada y su reputación hecha trizas, el General Aitken se lanzó a la carga con su plana mayor. Según un testigo ocular, apenado, desmoralizado al oir los gemidos y gritos de dolor de la tropa, su juicio y su temperamento fueron naturalmente más afectados aún.

Al caer la tarde la fuerza expedicionaria británica se hallaba en un estado total de confusión. Había sufrido 817 bajas sobre un total de 8.000 hombres. Tighe había perdido la mitas de sus oficiales. Si von Lettow hubiera contra-atacado, aquello hubiera sido una masacre. Pero no fue asi.
No convencido del grado de desmoralización de la fuerza enemiga, y aún temeroso de los cañones del H.M.S. Fox, que batían a Tanga con vigor, von Lettow optó por reunir a sus tropas fuera de la villa.

Mientras los británicos intentaban restaurar el orden y controlar a sus tropas, von Lettow advirtió que el enemigo había sufrido un contraste, aunque no tenía una idea exacta de la gravedad. En su Cuartel General, en el bosque detrás de la villa. Malhumorado por la escasez de agua, hasta que las tropas aliviaron la sed con leche de coco, botellas de vino y de soda. La mayor carnicería de Tanga envió cantidades de salchichas calientes para alimentar a la tropa.
 
H.M.S. Fox

La playa de invasión

Trompa Askari

Por la noche, von Lettow aun estaba en la duda si Tanga estaba en manos del enemigo o en su poder. Para satisfacer su curiosidad, decidió explorar personalmente Por lo tanto, salto sobre una bicicleta y acompañado por dos oficiales se desplazo por las calles de la villa, que estaba totalmente abandonada. Las casas blancas reflejaban los rayos de la luna sobre las calles por las cuales von Lettow y sus oficiales transitaban. Al llegar al pueblo, pudo comprobar que Tanga definitivamente no estaba en manos de los ingleses


"A un cuarto de milla, en la rada se hallaban los buques de transporte británicos, cubiertos por un resplandor de luces. Mucho me lamente que nuestra artillería, dos cañones modelo 1873 aun no habían llegado "

Von Lettow descartó la bicicleta y se dirigió a pie hacia la playa, frente a la cual se hallaba el crucero Fox. Continuó sus observaciones y regreso al pueblo. Momentos después, una patrulla británica hizo fuego. Esta era una patrulla de dos hombres al mando de Meinertzhagen. En las palabras de un historiador inglés. "Si hubieran matado a von Lettow, el desembarco en Tanga hubiera valido la pena"

Al planear esta batalla, el Estado Mayor británico no había considerado la posibilidad de re-embarcar, y por consecuencia, no habían trazado plan alguno que contemplara esta circunstancia. La evacuación comenzó al dia siguiente, en el más completo desorden. Todas las unidades habían quedado desorganizadas, había muchísimos hombres con heridas demasiado graves para someterlos al brusco caminar de los camilleros, y a los sobresaltos que experimentarían al ser embarcados abordo de las barcazas y los 2.000 rechinantes e indisciplinados portadores complicaban aún más la situación.

Finalmente, los mandos ingleses decidieron dejar a los heridos más serios donde estaban y abandonar el grueso de los materiales. En total 130 hombres gravemente heridos fueron abandonados. Para facilitar la tarea de re-embarco, las ametralladoras fueron descartadas.

Al día siguiente, a las 09.00 hrs, Meinertzhagen se hallaba nuevamente en Tanga. Junto a Hamerstein, montados en mula se dirigieron a la playa, que se hallaba completamente abandonada. Alli, Meinertzhagen entregó oficialmente todos los suministros británicos. Estos incluían 16 ametralladoras, 455 fusiles, 600.00 cartuchos, teléfonos de campaña, unifomes etc. Von Lettow estaba encantado, ya que los nuevos uniformes y mantas satisfacerian las necesidades de sus tropas "por un año, por lo menos." De hecho, tres compañías de reciente creación fueron equipadas con estos materiales.

Inspeccionando los materiales, Meinerthagem tomo conocimiento de que el oficial británico a cargo del Cuartel de Maestranza no estaba protegido por la bandera blanca: "Se hallaba levantando inventario de los materiales abandonados en silencio. Hamerstein le preguntó que estaba haciendo detrás de las líneas alemanas, a lo que Meinertzhagen respondió que esto se debía a un error, y ordenó al oficial embarcarse en uno de los botes. Momentos después Hamerstein y Meinertzhagen advirtieron que una barcaza con tropas del North Lanchashire se aproximaba. La tropa saltó por la borda, a unos 50 metros de la playa para bañarse y nadar. Hamerstein le advirtió a Meinertzhagen que el no tendría otro remedio que hacer fuego contra estos hombres. Luego de furiosas señales, Meinertzhagen logró que regresaran al convoy.

Una vez finalizado el inventario de los materiales, Hamerstein y Meinertzhagen dedicieron desayunar: "Buena cerveza, hielo, cantidades de huevos, crema y espárragos"

El alemán y el británico se despidieron amablemente, intercambiaron direcciones y acordaron reunirse en el futuro. Hamerstein obsequió a Mienertzhagen con una foto de su persona. Luego de una buena charla de sobremesa con un joven oficial alemán, entusiasmado por los pájaros Meinertzhagen se marchó. Antes que de embarcarse. Hamerstein le advirtió que si los transportes no se alejaban, daría la orden de abrir fuego con uno de los anticuado cañones de campaña, aunque, agregó: "Nosotros, los alemanes no deseamos abrir fuego contra transportes desarmados"

Al subir a bordo del navío-cuartel del Gral. Aitken, Meinertzhagen reportó este detalle a Aitken. De inmediato, las naves levaron anclas y enfilaron hacia el mar abierto. Durante el día anterior, los jefes y oficiales trataron de separar a la confusa tropa y de darle a las unidades la misma organización prevaleciente al comienzo de operaciones.

Lo mas extraño de esta desdichada procesión era el hecho de que que el crucero H.M.S. Fox, la nave asignada por la Royal Navy a proteger el convoy encabezaba la retirada, encabezaba el convoy. Los alemanes abrieron fuego contra el último de los buques, aunque sin causar daños Meinertzhagen apuntó en su diario: " Me imagino que esta clase de comportamiento en la Royal Navy es caso único". Esta irritación se debía en parte a lo dolores de cabeza que experimentaba en esos momentos, debido a haber quedado colgado de las ramas de una palmera, al explotar una de las granadas del Fox.



El Hospital de Tanga

Askaris de la guardia Tabora

jueves, 30 de agosto de 2018

PGM: La Campaña en el África Oriental (Parte 3)

La Campaña en el África Oriental





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La bandera del gobernador del Africa Oriental Alemana



Tanga: II Parte 
Gracias a periódicos y correspondencia inglesa capturados Von Lettow supo que una fuerza expedicionaria de 10.000 hombres estaba siendo alistada para un ataque en gran escala en las proximidades a Tanga. Von Lettow observa en sus memorias: 


"Me dirigí al puerto a fines de Octubre, y fuimos por todas parte en un automóvil que traje. Discutí el tema, allí, en la campaña con el Capitán Adler, comandante de la 17a. Compañía de Askaris y con el Comisionado del Districto Auracher. Me agrado que este último opinaba que si Tanga estaba realmente amenazada, la necesidad primordial sería la unidad de acción Le asegure que, por supuesto me haría responsable de cualquier consecuencia que pudiera ocurrir. Esto era de suma importancia, en especial porque según las ordenes del gobernador, debería evitarse que Tanga fuese bombardeada bajo cualquier circunstancia."

Poco después que el convoy inglés había zarpado hacia Tanga, dos de los buques de guerra sufrieron serios desperfectos, dejando sólo como escolta al crucero H.M.S. Fox. Aún si los cañones del viejo buque y las fuerzas disponibles eran consideradas adecuadas, la marcha era lenta y penosa del convoy a través de las olas del mar en dirección Sud. A la distancia se apreciaban columnas de humo elevándose sobre la costa; quizás éstas fueran señales de las tribus nativas que observaban el progreso del convoy.



Una postal alemana de Tanga

Von Lettow-Vorbeck y Schnee


A unas 15 millas al Este de Tanga, el convoy hizo ensamble con cuatro remolcadores que arrastraban barcazas que traían abordo 2.000 portadores de Zanzíbar. Ningún ejército podría avanzar en el Africa sin una fuerza de portadores nativos de al menos un cuarto el total de sus efectivos, ya que los caminos eran prácticamente inexistentes. Poco después el convoy se detuvo y el H.M.S. Fox procedió por si solo hacia el canal fuera del puerto de Tanga, bajo una bandera blanca de parlamento. La madrugada brumosa prometía un día realmente caluroso.

El Fox atracó en el puerto con su dotación lista para abrir fuego. Su capitán, F.W. Caulfield envió un mensaje al Comisionado Alemán del Distrito a subir a bordo. Todas las piezas de artillería del crucero apuntaban a la villa. El Comisionado subió abordo inmediatamente. Este funcionario intenso y patriótico era uno de los pocos alemanes en el Africa Oriental que desde el principio admiraban a von Lettow. Cauldfield le pidió que rindiera la ciudad, advirtiéndole que en caso que su respuesta fuera negativa Tanga sería bombardeada, al mismo tiempo preguntó si las cercanías del puerto habían sido minadas

Esta posibilidad preocupaba a Caulfield de sobremanera, y esta preocupación se convirtió en obsesión para el el capitán R. Meinertzhagen, Jefe del Servicio de Inteligencia británico en el África Oriental, anotó en su diario:


"(Caulfield) parecía estar nervioso aunque pomposo, de ojos traicioneros y nada dispuesto a ayudar. Me dio la impresión que definitivamente tenía miedo, y hacia continuas referencias a la seguridad de su maldito buque, ignorando el simple hecho de que era su deber protegernos, aun si llegase a perder su buque"

La voz de Caulfield denotaba tensión al mencionar las minas. El Comisionado se sobresaltó, debido a un error de traducción, que le hizo creer que sería fusilado si no revelaba esa información. Esta es, de todas maneras la versión oficial de esta entrevista. A pesar de todo, el Comisionado no reveló información alguna y le hizo saber al susceptible oficial naval que Tanga era una villa abierta, sin defensas y por lo tanto no podía ser bombardeada. En cuanto a la demanda de rendición, hizo saber a Caulfield que debería consultar con autoridades superiores. Se le concedió un plazo de una hora.


La amenaza sobre Tanga
El Comisionado fue llevado en bote a la costa,. Al tocar tierra corrió hacia su oficina, de donde telegrafió a von Lettow, quien se hallaba en Moshi y precavió a la gente del pueblo que un cañoneo era inminente.

Una vez cumplido su deber civil, vistió el uniforme de teniente de reserva y procedió a reunir a todos los policías disponibles, y los formó con la tropa. La población civil evacuó el pueblo y la compañía de infantería, reforzada por la policía tomó posiciones defensivas en las afueras del pueblo. Todo este proceso tomó menos de media hora.

Mientras tanto, el Fox, con el agua verde obscura lamiéndole y meciendo la obra muerta color gris de la nave. El Sol ardiente comenzaba a surgir en esa mañana azul y diáfana. Las banderas alemanas sobre los techos de los edificios gubernamentales ondeaban lentamente con la brisa. El pueblo parecía haber sido abandonado, los únicos sonidos que se percibían eran el batir de las olas y cantos de pájaros.

Caulfied contactó al General Aitken por radio, detallando la situación y pidiendo naves rastreadoras de minas. Luego de aguardar una hora y diez minutos envió un nuevo mensaje: "¡No se rinden! ¡Regreso al convoy!"

Hacia eso del mediodía, el crucero Fox se había reintegrado al convoy. De esta forma los alemanes habían sido informados del ataque pendiente con medio día de anticipación. Las operaciones de rastreo comenzaron de inmediato, y el Capitán Caulfield se transfirió a uno de los rastreadores, haciéndose cargo personalmente de la operación. Aitken y Caulfield se devanaban los sesos tratando de determinar donde podría efectuarse el desembarco. El puerto parecía irradiar peligro. Varios puntos fueron considerados. A la larga, una playa en un promontorio, a 1,6 km del puerto fue seleccionado. El General Aitken dio órdenes de ocupar a Tanga por la noche, mientras que los transportes se aproximaban a la playa.

Mientras tanto, a muchos kilómetros de distancia, el Coronel von Lettow-Vorbeck, con 1.000 de sus mejores tropas procedía hacia Tanga a bordo de un tren del FFCC de Usambara, a toda velocidad. Los vagones del tren estaban repletos de Askaris. Las bayonetas y los rifles destellaban bajo el sol, mientras que el pito pululante de la locomotora resonaba en cada curva del trayecto.



Caulfield regresó al Fox alrededor de las 15.00 hrs y procedió a reorganizar el convoy mas a su manera, esto a su vez resultó en nuevas demoras, ya que los capitanes de los transportes y buques mercantes tenían poca experiencia en estas tareas y causaron un mar de dificultades. Mientras tanto, los rastreadores proseguían su tarea. Más de dos horas habían transcurrido y el desembarco aun no había comenzado.
 

Askari del Africa Oriental Alemana 

 

A bordo del Fox, Caulfield creó divisar tropas alemanas cerca de la costa y una granada de 152 mm fue disparada contra el monte, que luego se supo, estaba desierto. El sol se puso, y al anochecer las tropas procedieron de los transportes hasta las barcazas. Los remolcadores arrastraron a las barcazas recibieron una larga serie de órdenes contradictorias y los primeros contingentes de tropas con ametralladoras emplazadas en la proa de las barcazas enfilaron hacia la costa a las 22.00 hrs. A unos 300 metros de la costa, las barcazas encallaron en aguas poco profundas. Allí quedaron, incapaces de moverse en dirección alguna, y claramente visibles en una moche de luna.

Si bien las aguas eran poco profundas para las barcazas, eran demasiado altas para la tropa, que sobrecargada con sus equipos marchaba con el agua a la cintura. Las tropas indias debieron aguardar hasta que un oficial logro vadear hasta la costa y regresara para poder intentarlo. Las tropas que vadearon a tierra a través de la noche, eran presas del terror según un observador. Lámparas de señales centellaban mensajes de un buque al otro y con las tropas en tierra. El Brigadier General Tighe y su estado mayor desembarcaron. Abordo de la nave donde había instalado su cuartel general, Aitken aguardaba la captura de Tanga con impaciencia, dando su opinión de vez en cuando, y expresando, según uno de sus oficiales su "supremo desprecio" por las tropas nativas empleadas por los alemanes. Al rayar el alba, el grueso de las tropas de Tighe estaban en las orillas del mar, aunque totalmente exhaustas, ya que habían dormido mal o poco, además de haber sufrido mareos por un mes entero y faltos de ejercicio. Una patrulla que fue enviada a reconocer al bosque y logró alcanzar el perímetro de la villa, desde la que fueron recibidos por el fuego de dos ametralladoras. La patrulla regresó rápidamente, aunque sus informes fueron recibidos con escepticismo.



Todos quedaron sorprendidos por lo espeso que era el bosque, que en partes consistía de palmeras, zarzas y pastizales que a veces solían medir casi dos metros de altura. Los ingleses no volvieron a enviar patrullas, ya que la tropa estaba algo nerviosa, imaginando ver, detrás de cada mata al enemigo.

El Teniente Coronel de uno de los tres batallones de Tighe, ya que no tenía el mas mínimo conocimiento del terreno, donde se hallaba (¿si se hallaba?) el enemigo fue con su ayudante y otro oficial hasta un montículo para poder poder observar el terreno desde un punto ventajoso. El enemigo abrió fuego y dos de estos oficiales cayeron muertos, el tercero fue herido. La brigada de Tighe, compuesta por aprensivas tropas indias comenzó a desplazarse lentamente a través de la maleza. En ese preciso momento, puesto que habían sido advertidos con 24 horas de anticipación del ataque, el primer tren alemán desde Moshi llegó y se detuvo en las afueras de Tanga, donde los Askaris desembarcaron de los vagones playos y corrieron a tomar posiciones, e inmediatamente lanzaron un contra-ataque.

Estupefactos, los portadores de Zanzibar, que llevaban las ametralladoras del 13o. Batallón de Rajputs, abandonaron los bultos apresuradamente, y se echaron a correr hacia la playa. El 13o. Batallón de Rajputs hizo otro tanto, y luego la brigada entera se dispersó presa del pánico, sólo para ser fusilados y ametrallados. Los alemanes, bien versados en esta clase de entreveros habían situado francotiradores y ametralladoras en las copas de los arboles. Debido a la falta absoluta de apoyo de aquellos grupos aislados que trataron de resistir, como el que estaba al mando del Capitán B.E.A. Manson, bravo oficial del 61o. de Ingenieros, fueron aniquilados. Afortunadamente para los ingleses, los alemanes no persiguieron a los derrotados, y el fuego fue amainando, con la excepción de la ocasional granada disparada por el H.M.S. Fox. A eso de las 10.00 hrs de la mañana, la brigada se había reconcentrado cerca de la playa, luego de haber perdido un alto porcentaje de los oficiales británicos. En un batallón, cinco de los 12 oficiales murieron, mientras que otro batalló perdió 25% de sus tropas. Los sobrevivientes quedaron sorprendidos al ver que llegaban dos compañías, las últimas tropas de la brigada. Estas eran las tropas que habían quedado abandonadas a su suerte cuando la barcaza que los transportaba encalló entre los muertos, se hallaba un oficial de inteligencia, el único hombre en la expedición que tenía ciertos conocimientos sobre Tanga y la disposición de la villa.

Transporte de ametralladoras a lomo por los cerros del Africa Oriental Alemán 

 

¿Qué le había pasado a ese "pasito fácil" hacia Tanga? Algo sacudido por lo sucedido, Tighe se reportó a Aitken. Se decidió desembarcar la brigada de Wapshare, y de esta forma con dos brigadas, que incluían un batallón totalmente británico, la extraordinaria resistencia alemana sería desbordada por el pánico.


La brigada de Bangalore, al mando de del Major General R. Wapshare desembarcó por la tarde, bajo un torrencial aguacero. Las tropas y materiales comenzaron a llegar a la playa y en la costa. Algo después, esa tarde desembarcó el General Aitken, quien no estaba de buen talante, por cierto. Aitken y su estado mayor trataron infructuosamente de resolver los problemas que afectaban el desembarco, problemas causaban demoras. Tan ocupado estaba el estado mayor con estos problemas que a nadie se le ocurrió despachar patrullas para reconocer el terreno, durante esa confusa tarde o durante la noche.

Esto probó ser un error colosal, pues si se lo hubiesen propuesto, los ingleses podrían haber caminado hasta Tanga en esos momentos sin oposición alguna, ya que los alemanes, por temor a la artillería del crucero H.M.S. Fox, y el tamaño de la fuerza invasora habían abandonado sus posiciones y se habían replegado tras de las vías del tren. Von Lettow aun no había llegado

La confusión en la playa fue agravada por una muchedumbre de portadores indisciplinados. Poco a poco, las tropas improvisaron un campamento, utilizando cajones y bultos para dormir. Un cipayo disparó su fusil por error y los demás hindúes de la brigada de Tighe corrieron muy de prisa hasta la playa. Solo con gran dificultad lograron los oficiales y jefes que la tropa regresara al campamento

"¡Fantásticos tipos para ir a guerrear con los alemanes!" anotó sarcásticamente Meinertzhagen en su diario. El desembarco de las tropas indias finalizó a la puesta del sol. Uno de los batallones recibió órdenes de regresar a los transportes, sólo para ser enviado otra vez a la playa en la madrugada. Poco durmieron estas tropas ese dia...

Aitken se hizo cargo personalmente de las preparaciones para un ataque. Su plan consistía de tácticas convencionales, sin tomar para nada en cuenta las condiciones excepcionales y el terreno donde este ataque tomaría lugar. La fuerza expedicionaria avanzaría, en un flaco frente a la playa. De esta manera esperaba desbordar a los defensores alemanes, que Aitken presumía estaban alineados en las afueras del pueblo. Las unidades que se habían desbandado el día anterior prestarían apoyo.



Fin de Parte 3

viernes, 17 de agosto de 2018

PGM: La Campaña en el Africa Oriental (Parte 1)

La Campaña en el África Oriental

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Alemania fue la última de las potencias europea en participar,en participar en la "Carrera por posesiones en el África". La colonia alemana en el África Oriental era la joya de la corona, con un territorio casi tan grande como la superficie de Alemania y Francia combinadas. Aunque, a decir verdad, esta colonia mas debía su creación a intereses comerciales por empresas privadas que a los esfuerzos de exploradores nacionalistas, o a la conquista militar.

La labor pionera en estas latitudes fue llevada a cabo por capitales privados, principalmente a La Sociedad de Colonización Alemana. Bismarck solo les acordó reconocimiento oficial y su apoyo después que estos pioneros lograron establecer la influencia alemana en estas regiones. En 1885, durante el breve término de Lord Salisbury en el Ministerio de Relaciones Exteriores esta colonia fue reconocida formalmente por otras potencias europeas y una comisión Anglo-Franco-Alemana fue establecida para determinar los limites.

A título de inventario, debemos señalar que el representante inglés era nada menos que el futuro Lord Kitchener. Las fronteras recién fueron establecidas en 1890. Inglaterra estableció un protectorado sobre las Islas de Zanzibar, y Alemania recibió el territorio designado "África Oriental Alemana",o Tanganyka en nuestros días, ya que el Sultán de Zanzibar había cedido gran parte de ese territorio, sobre el cual tenía poco o ningún control.

De esta manera, Alemania obtuvo un territorio que limitaba con el mar, lagos, así como territorios belgas, británicos y portugueses de unos 1.120 km de Norte a Sur y de unos 960 km de Este a Oeste. A principios del Siglo XX, los colonos alemanes se hallaban enfrascados en la larga y ardua tarea de desarrollar a su colonia en un "Protectorado", y de sojuzgar a los nativos, quienes jamás habían oído hablar de Lord Salisbury y no tenían la más remota idea de que tenían la fortuna de hallarse bajo el dominio de Alemania.

En 1898, los ingleses lucharon contra tribus descontentas en Nyasalad. Los alemanes hacían otro tanto en el Este de África o en vísperas del estallido de la Primera Guerra Mundial. En 1914 las tropas del K.A.R. (King's African Rifles) se hallaban envueltas en una expedición punitiva contra las tribus del Noroeste de Uganda, región para la cual no existía cartografía alguna.

El África Oriental Alemana poseía una población de 8 millones de nativos y unos 5.000 europeos, inclusive varios centenares de Boers que prefirieron el dominio alemán al dominio inglés.

El país estaba siendo abierto a la civilización por dos líneas ferroviarias. El FFCC de Usambara, que cubría el trayecto entre el puerto de Tanga en el Norte hasta Moshi, en los contrafuertes del Kilimanjaro con unos 433 km de vías férreas, mientras que el FFCC Central, con una red de unos 1.253 km de longitud) conectaba a Dar-es-Salaam, la capital de la colonia con el Lago Tanganyka. Esta vía férrea era un todo un triunfo de la ingeniería, ya que atravesaba varias de las regiones mas salvajes del África.


General Paul Lettow-Vorbeck

A los 44 años de edad, el Coronel Paul Lettow-Vorbeck había dedicado gran parte de su vida al Ejército Alemán, institución por la cual profesaba aun más amor que a la propia Alemania. Hijo de un general, y admirador del libro"Comentarios sobre las Guerras Galias" de Julio César, era ya un experto en temas coloniales. Participó en los combates ocurridos durante la rebelión de los Boxers en China (1900-1901) donde llegó a entablar amistad con varios oficiales ingleses. Luego luchó en África, durante la rebelión de los Hotentotes (1904-1906), adquiriendo valiosas experiencias en la lucha en la selva, experiencias que solo serían igualadas por algunos oficiales sudafricanos.

En estos combates, von Lettow-Vorbeck fue herido en el ojo izquierdo, por lo cual fue invalidado en un hospital sudafricano, donde llegó a conocer a quien sería su futuro oponente, Jan Smuts.

En Enero de 1909 von Lettow-Vorbeck comandó el II Batallón de Infantería de Marina (II. Seebataillon Kaiserliche Marine-Infanterie) en Wilhelmshaven (Baja Sajonía) hasta Enero de 1913, cuando fue designado jefe de las fuerzas alemanas de defensa en el Cameron (Kamerun)

Von Lettow-Vorbeck trabó amistad con muchos ex-combatientes Boers, especialmente con Botha, y fue luego parte de su estado mayor. Al ser designado jefe del II Batallón de Infantería de Marina poseía una amplia gama de experiencias, ya que había tomado parte en maniobras navales, a bordo de buques de todo tamaño, luchado en la selva y en China y desempeñado tareas a nivel regimental y de Estado mayor.



El General Paul von Lettow-Vorbeck en su ancianidad.

Postal con la imagen del General von Lettow-Vorbeck 


Al regresar de su recorrido por el interior, von Lettow -Vorbeck halló una confusa escena: Alemania estaba en guerra contra Inglaterra y Francia, y los trabajadores y técnicos alemanes contratados para construir el FFCC no podrían regresar a sus hogares en Alemania. Von Lettow-Vorbeck se reunió con el gobernador de África Oriental alemana, el Dr. Heinrich Schnee. Von Lettow-Borbeck planificó un ataque contra la frontera sur del Africa Oriental Británico utilizando el FFCC de Usambara. Schnee era un visionario llegado a estas regiones en 1912.

Convencido del enorme potencial de esta colonia, Schnee no demostró mayor interés en las operaciones militares. Con mucha dignidad, Schnee, quien se sentía algo inhibido por la personalidad del militar, le hizo saber que intentaría evitar que el África Oriental Alemana se involucrara en el conflicto, y por consiguiente vetó los planes de von Lettow-Vorbeck

Von Lettow-Borbeck se trasladó a un campamento militar en Pugu, a unos 19 km de Dar-es-Salaam, donde procedió a organizar el reclutamiento y entrenamiento de sus fuerzas con la asistencia de su oficial subalterno favorito, el Capitán Tafel. Fue Tafel el primero en realizar el "Valor de camuflar nuestros sombreros con hojas y pasto"

Al estallar la guerra en Europa, las fuerzas regulares en África Oriental Alemana comprendían 216 europeos y 2.540 askaris (Askari es el término árabe para "Soldado").

Veamos lo que opinaba el General...
"A comienzos de Agosto de 1914 mientras me hallaba en camino entre Kidodi y Kilosa, un mensajero me trajo un telegrama del gobernador, indicándome que debía regresar inmediatamente a Dar-es-Salaam. Al dia siguiente tuve noticias que Su Majestad había decretado la mobilzación general, pero que el estado de guerra no incluía a las colonias alemanas en ultramar. Un posterior telegrama del Secretario de Estado de la Oficina Imperial Colonial nos pidió que tranquilizáramos a los colonos.

En vivo contraste a esta comunicación, un mensaje radial del Almirantazgo indicaba que a Inglaterra seria uno de nuestros posibles enemigos

"En mi primer la gira de inspección (Enero de 1914) fui por via marítima desde Dar-es Salaam a Tanga, y luego campo adentro hasta Kilimanjaro y la Montaña de Meru. En Usambara, me topé con un viejo amigo a quien conocía desde nuestros días en el Colegio Militar (Kriegschule)-me refiero al Capitán (E.) von Prince

Von Prince era ardiente partidario de una teoría: en caso de guerra contra Inglaterra, nosotros los "Africanos Orientales" no debíamos ser simples espectadores, y que deberíamos tomar parte en el conflicto, en caso de que existiera la más remota posibilidad de que al hacerlo, lograríamos relevar la presón en Europa.

Von Prince me informó que en los alrededores de Kilimanjaro y el Monte Meru se estaban organizando cuerpos de fusileros, que en breve habrian de incluir a todos los alemanes capaces de portar armas en estos territorios. Dada la densidad demográfica de estas regiones, esto era un hecho de suma importancia"

En el África Oriental Británico (hoy en día Kenya), los ingleses poseían 17 compañías de K.A.R. (King's African Rifles), tropas africanas comandadas por oficiales británicos. No existían reservas organizadas para expander estas fuerzas, aunque había unos 3.000 europeos de edad militar en este territorio. Muchos civiles fueron enrolados para asistir a las fuerzas ya existentes, y en algunos casos para formar nuevas unidades de africanos para proteger y patrullar la frontera.

Uno de los primeros en ir de voluntario fue Lord Delanemre, dotado de una experiencia excepcional y gran influencia sobre la aguerrida tribu de los Masai. Lord Delamere era considerado el "Mas temible cazador de leones en el Africa". Poco antes del conflicto, había recibido a Theodore Roosevelt en su estancia y brindo a ese deportivo presidente gratas horas de cacería. Delamere estableció una sección de "Exploradores Masi".

Entre los demás voluntarios se hallaba el Teniente Grey, hermano de Sir Edward Grey, ex-Secretario de Relacione Exteriores británico. El Teniente Grey fue herido en una de las primeras escaramuzas y perdió el brazo izquierdo

La guerra en el África Oriental comenzó en la mañana del 8 de Agosto de 1914. EL crucero biritánico HMS Astraea se aproximó a Dar-es-Salaam y bombardeó la ciudad, apuntando a la estación de radio-telegrafía, ya que las colonias alemanas dependían de una red de tales estaciones para comunicarse con Europa y Berlín, en contraste con los británicos, que controlaban los cables de telégrafo submarinos. El HMS Astrea desembarcó una partida de infantes de marina, que inutilizó a dos buques en el puerto, sin resistencia alguna por parte de la población, quien por su parte había hundido un buque hidrográfico y un dique flotante en la rada del puerto.

Von Lettow-Vorbeck montó en cólera al enterarse que sus propios compatriotas habían inutilizado a Dar-es-Salaam como base naval.

El HMS Astraea era un crucero liviano botado en 1893 y completado en 1895.


Características Técnicas
Manga: 97,6 m
Eslora: 15 m
Puntal: 6,40 m
Armamento
2 x 152 mm
8 x 120 mm
8 x 57 mm
1 x 3 lb
Tubos Torpederos: 3 x3x 45,7cm
Blindaje:
Cubierta 52 mm
Escotillas, cuarto de maquinas: 127 mm
Torre de Mando; 76,2 mm
Maquinaria: 9.500 hp
Vel. Maxima: 19,5 nudos



Von Lettow-Vorbeck en sus mejores tiempos, al fondo se aprecian los askaris alemanes. Noten el uniforme color marrón. Luego del Armisticio de Noviembre 1918, varios millares de estos uniformes marrones fueron declarados rezagos de guerra y vendidos en el mercado civil. De ahi surgen las camisas marrones de las S.A.


Von Lettow oyó el bombardeo naval mientras se hallaba en Pugu y marchó en busca del enemigo con las siete compañías de askaris a su disposición. pero quedo frustrado al comprobar que los ingleses no habían desembarcado en grandes números. Desde ese momento sus relaciones con el gobernador Schnee fueron aún mas tirantes. Von Lettow tenía otros problemas mayores: sus dos principales vías de comunicación los FFCC Central y Usambara no tenían punto alguno de conexión. La única manera practica de desplazar a sus tropas era por vía marítima, pero buques ingleses patrullaban las costas. No obstante, decidió marchar hacia el Norte con las fuerzas a su disposición, reforzadas por voluntarios, habiendo al fin llegado a un acuerdo con el Dr. Schnee para lanzar un ataque contra el África Oriental Británica.

Pocas personas conocían la ruta por via terrestre, y ninguna de ellas se hallaba presente.
Nadie, excepto von Lettow tenía prisa alguna para emprender esa misión. Sin embargo,las fuerzas alemanas emprendieron el camino, mientras que von Letto y sus oficiales, montados en bicicletas los acompañaban por parte del trayecto. Escaseaban los suministros, pero von Lettow pronto aprendió una lección: sus tropas podían sonsacar víveres de la selva y matar animales con que alimentarse. El calor era verdaderamente abrasador y la marcha duró dos semanas.

Una vez llegado al objetivo, von Lettow organizó a sus compañías para atacar a la colonia inglesa. Un detalle interesante: la campaña en el África Oriental fue llevada a cabo por meses y meses sin mapas confiables de esas regiones, deficiencia que perduró a través de toda la Primera Guerra Mundial. Los mapas alemanes, al menos en papel parecían ser profesionales y detallados, pero en la realidad eran de todo menos certeros. Los mapas ingleses eran peores aún. La situación se complicaba por la variedad de nombres para los mismos puntos geográficos en las diversas lenguas de los nativos. Por otra parte, las distancias en los mapas no eran de nada confiables 8 kilómetros en un mapa por lo general se convertían en 35-40 kilómetros en la práctica.

La vulnerabilidad de la posición inglesa en el África Oriental fue puesta de manifiesto desde el principio. La mayoría de las tropas del K.A.R. se hallaban en el interior, luchando con tribus lugareñas y la frontera con el África Oriental Alemana se hallaba virtualmente indefensa. Las ciudades de Nairobi y Mombasa, las ciudades principales estaban conectadas por el único ferrocarril de ese territorio estaban situadas muy cerca de la frontera. Para paliar la situación, se solicitaron, urgentemente, refuerzos de la India, El 19 de Agosto, el primer contingente de la Indian Expeditionary Force (I.E.F, o Fuerzas Expedicionarias Indias) embarcaron en Karachi.

Tropas coloniales alemanas
 

La I.E.F. era compuesta por diversas unidades, ninguna de las cuales era renombrada por sus aptitudes guerreras, mas bien era una fuerza organizada apuradamente consistente del 29o. Batallón de Punjabis, y dos batallones arrancados de vario estados nativos a ultimo momento, una batería de la Artillería Real, y una batería de voluntarios de artillería de Calcuta. Aparentemente, nadie consideró seriamente las dificultades que confrontarían a esta fuerza, o la peculiar naturaleza del combate en la selva. Peor aún: nadie consideró que una fuerza de voluntarios africanos podría haber dado mejores resultados. Mientras tanto, había que considerar otras posibilidades más allá de la amenaza a la frontera. Entre estos problemas, la serie de lagos de la región, que eran vitales como línea de comunicaciones. El lago Victoria estaba bien asegurados por fuerzas británicas, ya que la flotilla de nueve navíos ingleses eran solo opuestos por un solitario buque alemán.

El Lago Nyasa también estaba asegurado, pero en el Lago Tanganyika los alemanes estaban mejor preparados Allí, los alemanes habían erigido astilleros para botar y reparar buques. Con previsión extraordinaria, los alemanes habían trasportado cañones y blindajes, con gran esfuerzo. Aunque las autoridades del Congo Belga deseaban permanecer neutrales, y los alemanes ya habían atacado a varios bajeles belgas en el Lago Tanganyika. Y como si esto fuera poco, el crucero Königsberg presentaba una amenaza latente.


Fin de la Primera Parte

jueves, 15 de octubre de 2015

PGM: Escenas de las colonias alemanas en África

Las tropas alemanas en las colonias africanas

Impresionantes y legendarias, las tropas coloniales alemanas sobre todo combatieron bien a sus enemigos europeos durante la PGM en el suelo africano.


jueves, 10 de septiembre de 2015

PGM: Von Lettow-Vorbeck detiene la invasión a Tanga

Balas, abejas y chapuzas detienen una invasión
En Tanga, en África oriental, los alemanes consiguieron derrotar en 1914 a una fuerza británica muy superior
La lanza vence al rifle en un mediodía sangriento
JACINTO ANTÓN - El País


Los 'askaris' hicieron posible que los alemanes ganaran la batalla de Tanga.
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