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miércoles, 18 de septiembre de 2024

Costos sociales de armamentismo y el militarismo: Chile, USA, URSS, España y Corea del Norte

Los costos sociales del armamentismo

Por Esteban McLaren
 

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile (1880-1905): Un ejemplo de prioridades nacionales en tensión

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile, que tuvo lugar principalmente entre 1880 y 1905, es uno de los episodios más intrigantes de la historia militar de Sudamérica. A pesar de la tensa rivalidad entre estos dos países, nunca se llegó a una guerra abierta, pero los esfuerzos por mantener la superioridad naval exigieron sacrificios extraordinarios, tanto en términos económicos como sociales. Para Chile, esto significó destinar recursos originalmente previstos para mejorar la infraestructura y el bienestar de la población, sacrificando, entre otros aspectos, los fondos que estaban destinados al alcantarillado de Santiago. Este episodio es un ejemplo elocuente de cómo el gasto militar en tiempos de paz puede afectar negativamente el desarrollo social y económico de un país.

 

Contexto de la carrera naval

Durante el siglo XIX, tanto Argentina como Chile estaban en proceso de consolidar sus fronteras nacionales, especialmente en regiones ricas en recursos naturales como la Patagonia. Las tensiones derivadas de estos territorios compartidos y la ambición de expandir sus zonas de influencia marítima en el Atlántico y el Pacífico contribuyeron a un aumento de las tensiones entre ambas naciones.

Uno de los puntos álgidos de la rivalidad fue la adquisición de buques de guerra. Ambos países, en un esfuerzo por dominar las aguas sudamericanas, buscaron modernizar sus flotas, con un enfoque particular en la construcción y compra de acorazados, cruceros y destructores. Este tipo de armamento era no solo costoso, sino también tecnológicamente avanzado para la época, lo que implicaba la necesidad de adquirirlo a través de países extranjeros como el Reino Unido y Alemania.

Para Chile, este impulso por mantenerse a la par con Argentina en términos navales vino a un costo social significativo. En 1887, el gobierno chileno tomó la controvertida decisión de desviar fondos que originalmente estaban destinados al sistema de alcantarillado de Santiago hacia la compra de buques de guerra. El sistema de alcantarillado era una necesidad urgente en la capital chilena, que enfrentaba serios problemas de saneamiento debido al crecimiento poblacional y la falta de infraestructura adecuada. Esta decisión demostró que la competencia militar, incluso en ausencia de un conflicto armado directo, podía llevar a priorizar la defensa nacional por encima de las necesidades básicas de la población.

Impacto económico y social en Chile

La decisión de Chile de destinar fondos al gasto militar en lugar de a proyectos sociales como el alcantarillado de Santiago tuvo consecuencias a largo plazo. A corto plazo, la falta de una infraestructura de saneamiento adecuada contribuyó a problemas de salud pública, exacerbando la propagación de enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea, que afectaban gravemente a la población urbana. La inversión en defensa, sin duda, fortaleció la posición de Chile en términos de poder naval, pero lo hizo a expensas del bienestar de sus ciudadanos, creando una disonancia entre las necesidades militares percibidas y las necesidades sociales reales.

Aunque la carrera armamentística no culminó en una guerra abierta entre Argentina y Chile, la carga económica de mantener una flota moderna pesó significativamente sobre ambos países. En 1902, ambas naciones firmaron el Pacto de Mayo, un acuerdo que puso fin a la rivalidad naval al establecer limitaciones sobre las compras de armamento naval. Sin embargo, el daño económico ya estaba hecho: Chile y Argentina habían gastado sumas exorbitantes en sus respectivas flotas, fondos que podrían haber sido invertidos en desarrollo económico y social.

Otros ejemplos de sacrificios sociales por gasto militar excesivo

La historia está llena de ejemplos en los que los gastos militares excesivos en tiempos de paz han tenido un impacto devastador en las condiciones de vida de las poblaciones civiles. A continuación, se detallan algunos casos notables de países que sacrificaron el bienestar social en favor de la carrera armamentística o la defensa nacional, sin que esto condujera a una guerra inmediata.

1. La Unión Soviética y la Guerra Fría

Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética gastó una cantidad desmesurada de su presupuesto en la carrera armamentística contra Estados Unidos. Desde la década de 1950 hasta su colapso en 1991, el gobierno soviético destinó una parte significativa de su Producto Interno Bruto (PIB) a la construcción de un ejército gigantesco, el desarrollo de armas nucleares y la carrera espacial.

Aunque la URSS se convirtió en una superpotencia militar, el costo para la economía fue inmenso. La inversión masiva en armas y tecnología militar redujo drásticamente los fondos disponibles para la infraestructura civil, la vivienda, la salud y el suministro de alimentos. Como resultado, la población soviética soportó décadas de escasez de bienes básicos, largas colas para comprar productos esenciales y un sistema de salud pública deteriorado. Al final, el gasto militar contribuyó al colapso económico del país, lo que a su vez condujo a la disolución de la Unión Soviética.

2. Corea del Norte: Militarización en desmedro de la población

Corea del Norte es un claro ejemplo de un país que ha priorizado su gasto militar a costa del bienestar de su población. Desde la Guerra de Corea en los años 50, el régimen norcoreano adoptó la política de Songun ("primero el ejército"), que coloca a las fuerzas armadas en el centro de las decisiones políticas y económicas del país. Esto ha resultado en una de las mayores proporciones de gasto militar en relación con el PIB a nivel mundial, a pesar de ser uno de los países más pobres del mundo.

El régimen ha invertido fuertemente en el desarrollo de su arsenal nuclear y mantiene una de las fuerzas armadas más grandes en términos de personal. Sin embargo, este enfoque ha tenido un costo devastador para la población civil. La gran mayoría de los recursos se destinan a la defensa, dejando a la población en condiciones de pobreza extrema, con graves problemas de desnutrición y falta de acceso a servicios básicos como la salud y la educación.



Los ciudadanos norcoreanos enfrentan restricciones severas en su acceso a alimentos, y los sistemas de atención médica y educativo son deficientes, marcados por la falta de recursos y personal capacitado. A pesar de estas dificultades, el gobierno continúa priorizando su programa militar, reforzando su poderío armamentístico mientras desatiende las necesidades más urgentes de su gente.

Este desequilibrio entre la inversión en defensa y el bienestar social refleja una política centrada en la supervivencia del régimen, dejando a gran parte de la población en condiciones precarias, sin mejoras significativas en su calidad de vida.

En este mismo sentido aunque obviamente sin llegar a estos extremos, tenemos la Ley Reservada del Cobre en Chile, la cual establecía un vínculo directo entre los ingresos generados por la exportación de cobre y el financiamiento de las Fuerzas Armadas del país. Esta ley, promulgada en 1958 y modificada posteriormente en 1973 durante el gobierno de la Junta Militar, dispone que un porcentaje de los ingresos que genera la empresa estatal Codelco (Corporación Nacional del Cobre de Chile) por la venta de cobre sea destinado al financiamiento de las adquisiciones y modernización de las Fuerzas Armadas chilenas.
La Ley Reservada del Cobre establecía que el 10% de los ingresos brutos por la exportación de cobre debía ser destinado a un fondo exclusivo para las Fuerzas Armadas. Este fondo se utilizaba principalmente para la adquisición de equipamiento militar y la modernización de las tres ramas de las Fuerzas Armadas: Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Los fondos generados por la Ley del Cobre se depositaban en un fondo reservado que no formaba parte del presupuesto general del Estado, lo que permitía a las Fuerzas Armadas acceder a recursos financieros considerables de manera automática y sin necesidad de aprobación parlamentaria. Esto proporcionaba estabilidad y previsibilidad en el financiamiento de la defensa.
Gracias a la Ley del Cobre, las Fuerzas Armadas chilenas lograron financiar una serie de programas de modernización durante las décadas posteriores, permitiéndoles adquirir sistemas de armas avanzados, renovar su flota de aviones y buques, y mejorar sus capacidades tecnológicas. Esto se hizo especialmente evidente durante las décadas de los 90 y 2000, cuando Chile invirtió en la compra de aviones F-16, submarinos y otros equipos de alto costo.
Sin embargo, a lo largo de los años, la Ley del Cobre fue objeto de críticas por parte de sectores políticos y sociales, ya que otorgaba a las Fuerzas Armadas un acceso privilegiado y discrecional a fondos públicos sin supervisión civil o control democrático. Además, se consideraba que la ley vinculaba de manera rígida los ingresos del cobre al gasto militar, lo que limitaba la flexibilidad del Estado para utilizar esos recursos en otras áreas, como educación o salud. Finalmente, en 2019, tras años de debate, se derogó la Ley Reservada del Cobre, reemplazándola por un nuevo sistema de financiamiento para las Fuerzas Armadas, basado en un presupuesto plurianual y supervisado por el Congreso. Este cambio buscaba modernizar la forma en que se financia el gasto militar en Chile, dándole mayor transparencia y control civil sobre los recursos destinados a la defensa.

3. La España de Felipe II y la bancarrota del Imperio Español

Durante el reinado de Felipe II en el siglo XVI, el Imperio Español se comprometió en una serie de costosas campañas militares para proteger y expandir su vasto imperio, que abarcaba territorios en Europa, América y Asia. Estas guerras, motivadas tanto por el deseo de preservar la hegemonía española como por razones religiosas y políticas, resultaron en un gasto económico descomunal. A pesar de las enormes riquezas que llegaban de las Américas, España declaró la bancarrota en múltiples ocasiones a lo largo del siglo, ya que los ingresos no eran suficientes para cubrir los inmensos costos militares.

El tesoro español, alimentado principalmente por la plata y el oro del Nuevo Mundo, fue en gran parte destinado a financiar las guerras en Europa, el mantenimiento de grandes ejércitos y la construcción de poderosas flotas navales. Sin embargo, estos recursos, que podrían haber sido utilizados para modernizar la infraestructura, impulsar la industria o mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, fueron canalizados casi exclusivamente hacia el esfuerzo bélico.


Esta estrategia tuvo consecuencias devastadoras para la economía española. La constante necesidad de recursos para sostener el imperio, combinado con una administración ineficaz de las finanzas, generó un estancamiento económico. La industria local no se desarrolló adecuadamente, y España comenzó a depender de productos importados, mientras que el flujo de metales preciosos provocó inflación. La serie de bancarrotas y la incapacidad para adaptarse a las nuevas realidades económicas globales socavaron la estabilidad del imperio y, a largo plazo, contribuyeron a su declive como superpotencia mundial.

La España de Felipe II es un claro ejemplo de cómo el exceso de militarización y la mala gestión económica pueden agotar incluso los recursos más abundantes, dejando a una nación debilitada y vulnerable en el escenario internacional.

4. Estados Unidos en la Guerra de Vietnam

Durante la década de 1960, Estados Unidos se sumergió profundamente en la Guerra de Vietnam, dedicando una gran parte de su presupuesto federal a este conflicto. Este gasto militar no solo fue considerable por el despliegue de tropas y el equipo bélico necesario, sino que también se vio exacerbado por la Guerra Fría, en la que Estados Unidos competía con la Unión Soviética por la supremacía global, lo que implicó una expansión masiva de los programas de defensa.

El impacto económico de la guerra fue significativo. Mientras se destinaban recursos al esfuerzo bélico, los programas sociales que el presidente Lyndon B. Johnson había impulsado como parte de su visión de una "Gran Sociedad" empezaron a sufrir. Estos programas estaban diseñados para combatir la pobreza, mejorar el acceso a la educación y expandir los servicios sociales en todo el país, especialmente para las comunidades más desfavorecidas. Sin embargo, el desvío de fondos hacia la guerra limitó la capacidad del gobierno para implementar plenamente estas reformas.


Aunque Estados Unidos no cayó en la pobreza extrema como otros países que priorizaron el gasto militar, la guerra de Vietnam y el enorme costo asociado exacerbaron las desigualdades sociales. Las tensiones económicas aumentaron y contribuyeron a un periodo de inestabilidad social en los años posteriores, con protestas masivas contra la guerra, el crecimiento del movimiento por los derechos civiles y un mayor malestar entre los sectores más vulnerables de la población.

Además, el elevado costo de la guerra generó inflación y una creciente deuda pública, debilitando la economía y afectando la percepción del gobierno de Johnson, lo que llevó a un profundo escepticismo en torno al involucramiento militar de Estados Unidos en el extranjero. La guerra de Vietnam es un ejemplo de cómo el gasto militar, incluso en una nación rica como Estados Unidos, puede tener efectos colaterales negativos en el bienestar social y la estabilidad económica.

Al final...

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile es un recordatorio de cómo las rivalidades militares en tiempos de paz pueden llevar a decisiones que sacrifican el bienestar de la población civil en nombre de la seguridad nacional. Al igual que otros ejemplos históricos, desde la Unión Soviética hasta Corea del Norte y el Imperio Español, el gasto militar excesivo en ausencia de guerra puede tener efectos devastadores en el desarrollo económico y social de un país.

La clave está en encontrar un equilibrio entre las necesidades de defensa y las necesidades sociales, algo que a menudo se ve comprometido en tiempos de tensión internacional o rivalidad militar.

sábado, 2 de marzo de 2024

Carrera armamentística Argentina-Chile: El abrazo del estrecho

El histórico abrazo del Estrecho: la muñeca diplomática de Roca cuando estuvimos por ir a la guerra con Chile

En 1899 el presidente Julio A. Roca decidió tomar el toro por las astas y viajar a Chile para coronar las negociaciones que se hacían a contrarreloj. Los reclamos de territorios en disputa habían llevado a ambos países a una carrera armamentística que por poco no terminó en un conflicto armado

 
Ya en su segundo mandato, Roca tenía más experiencia. Los que trabajaron entonces con él, lo encontraron más reflexivo y observador

Martín Rivadavia, un marino de 46 años ascendido a comodoro en octubre de 1896 y ministro de Marina en el segundo gobierno de Julio Argentino Roca, no se movía del puesto de mando del Acorazado General Belgrano, comprado a nuevo a Italia el año anterior. Llevaba un pasajero ilustre, al propio Presidente, que iba a reunirse con su par chileno, Federico Errázuriz.

El encuentro sería en Punta Arenas y el ministro tuvo una idea de la que se arrepintió cuando era demasiado tarde: en lugar de acceder a Chile por el Canal de Beagle y el Estrecho de Magallanes, le propuso a Roca hacerlo por los canales fueguinos, lo que representaba una navegación mucho más complicada y riesgosa, pero que sabía que sorprendería a los chilenos. Aclaró que él mismo respondería personalmente por la decisión tomada.

El Presidente aceptó gustoso y cuando llegaron a destino se enteró de que Rivadavia había sudado a mares y que guardaba una pistola con la que pensaba volarse la cabeza si se hundía el acorazado con el Presidente a bordo, en esos canales que no eran del todo conocidos.

Cuando la tensión con Chile iba en aumento, y muchos imaginaban una guerra, el presidente argentino decidió ir a encontrarse con Federico Errázuriz

Había asumido la primera magistratura el 12 de octubre de 1898. En la carrera hacia la Casa Rosada, asomaban dos candidatos potables: uno era él y otro Carlos Pellegrini. El general Bartolomé Mitre intentó cortar el avance de Roca a la presidencia al proponer una alianza entre radicales y nacionalistas. Pero Hipólito Yrigoyen la rechazó de plano. Él era el líder indiscutido desde el suicidio de su tío Leandro Alem el año anterior.

Lo que primó a la hora de ungir a Roca presidente fue la situación internacional, especialmente con nuestros vecinos los chilenos. Ese país venía de proclamarse triunfador en su guerra contra Perú y Bolivia y ese ambiente de un posible enfrentamiento por cuestiones limítrofes amenazaban la paz. Para algunos políticos, la guerra era un hecho, y quién mejor para conducirla que el único militar que nunca había sido derrotado. Así se afianzó la idea de su candidatura.

Invitación cursada por el gobierno de Chile, para participar de la histórica jornada (Gentileza Museo Roca)

Ya no era un joven de 37 años, sino que a sus 55 años se había convertido, según lo describe Ibarguren, en una persona flexible, tolerante, reflexiva y observadora.

Fue elegido gracias al voto de 218 electores. Su vice era Norberto Quirno Costa, con experiencia en política exterior.

“Felizmente, nos hallamos en paz y concordia con todas las naciones del mundo”, señaló Roca. “Las últimas cuestiones de límites, que heredamos del coloniaje, marchan a su solución, por los medios y procedimientos que presenten los tratados internacionales. La cuestión de Chile, resuelta desde 1891, ha sido entregada al arbitraje y de acuerdo con el tratado de este año y el de 1893. Esperamos tranquilos el fallo del árbitro, confiados en que nada turbará nuestras relaciones internacionales y en que la terminación pacífica de este largo pleito que será una victoria de la razón y del buen sentido, influirá en las relaciones de los estados sudamericanos”.

De etiqueta y ambos con la banda presidencial, en la cubierta del O'Higgins (Archivo General de la Nación)

Era consciente de la situación irresuelta con Chile. Unas de las cuestiones que se resolvería entonces sería la Puna de Atacama, un conflicto que se arrastraba desde el fin de la guerra del Pacífico, cuando Chile ocupó tierras que estaban en disputa entre Argentina y Bolivia. A partir de un laudo celebrado en Buenos Aires entre el 1 y el 9 de marzo de 1899, Argentina terminó quedándose con el ochenta por ciento y Chile con el veinte restante del sector en disputa.

De la mano de su ministro de guerra Pablo Riccheri modernizó el Ejército y adquirió armamento. También se creó el ministerio de Marina, a cuyo frente puso a Martín Rivadavia y compró barcos, en un vasto plan que incluyó la ley 4031 del servicio militar obligatorio.

Devolución de gentilezas. Luego del encuentro en el buque chileno, Errázuriz abordó el acorazado Belgrano. Fotografía revista Caras y Caretas.

El objetivo de Roca era mostrarse fuerte, en el ajedrez del cono sur, frente a Chile y a Brasil.

“Roca fue una figura central del proceso de consolidación del Estado nacional entre fines del siglo XIX e inicios del XX, y por aquellos años sus gobiernos tuvieron que enfrentar delicados conflictos con el Vaticano y con países limítrofes. También se retomaron antiguos reclamos de soberanía sobre las Islas Malvinas. Asimismo, se dio gran importancia a la organización y desarrollo de un cuerpo diplomático, enviado a diversas partes del mundo”, explican desde el Museo Roca.

Como los peritos de ambos países no lograban ponerse de acuerdo, Roca tomó el toro por las astas y decidió concretar un viejo anhelo, el de viajar al sur y cerrar él la cuestión.

A comer. El menú que se sirvió la noche del 16 de febrero (Gentileza Museo Roca)

No fue una decisión apresurada: daba el puntapié inicial de los presidentes argentinos que se involucraban personalmente en la solución de diferendos internacionales. Se la llamó la diplomacia presidencial, algo novedoso para la época. “Era consciente que la guerra había sido un impedimento en los procesos de modernización del Estado y de desarrollo económico”, se explica en un trabajo del citado museo. Sabía que su par chileno opinaba lo mismo.

Junto a su ministro de Marina y secretarios, el 20 de enero de 1899 partió en el ferrocarril del Sud hasta Bahía Blanca, donde abordó el acorazado Belgrano. Luego, el ministro de Relaciones Exteriores Amancio Alcorta lo alcanzó con el Transporte Chaco. Una comitiva de periodistas lo seguía en el crucero liviano Patria.

Junto al menú, se distribuyó el programa musical ejecutado en la cena (Gentileza Museo Roca)

En Puerto Belgrano -entonces se llamaba Puerto Militar- visitó las obras que se estaban realizando. A Puerto Madryn llegaron con lluvia y fueron en ferrocarril hasta Trelew. De ahí se trasladó en carruaje a Rawson y Gaiman.

Nuevamente a bordo, continuaron el viaje bordeando la costa patagónica. En Río Gallegos se hospedó en la casa del gobernador del territorio de Santa Cruz, Matías Mackinlay Zapiola. Cuando los pobladores se enteraron se concentraron y Roca les habló desde el balcón, donde prometió la concreción de obras. Era la primera vez que un Presidente los visitaba. Esa casa se demolió pero se conservó el balcón.

Cuando navegaban hacia Ushuaia, quiso visitar la estancia Haberton, donde fue agasajado por la viuda del dueño. El Presidente aprovechó a conversar con los indígenas onas y yaganes que trabajaban allí.

Debía cumplir con la agenda. Para el 15 de febrero al mediodía el mandatario chileno lo esperaba en Punta Arenas, tramo que cumplieron siguiendo la ruta propuesta por el comodoro Rivadavia. Al anochecer del 14, la comitiva argentina fondeó en Puerto Hambre, donde se sumó la fragata Sarmiento, el buque escuela que había decidido modificar su itinerario para sumarse al viaje.


El acorazado General Belgrano, comprado a Italia. En ese buque viajó Roca. Fue desguazado en el Riachuelo en 1947 (Wikipedia)

Los chilenos apostados en el muelle del puerto se sorprendieron al ver cerca de las dos de la tarde que la flota argentina aparecía por el sur y no por el este, el camino fácil y conocido. Junto al buque insignia O’Higgins, estaban los cruceros livianos Zenteno y Errázuriz y el transporte Argamos.

Apenas se avistó a los buques, en un día soleado en el que soplaba una brisa helada, fueron recibidos con interminables salvas de cañones. Había expectativa y ansiedad entre los funcionarios chilenos.

Errázurriz envió una embarcación con una comisión integrada por el general Vergara y el coronel Quintavalla para arreglar los detalles del ceremonial. El chileno ofrecía ir al buque argentino, pero Roca, vestido de civil y con banda presidencial -dejó a bordo su uniforme militar y medallas- se adelantó y abordó el O’Higgins, junto a sus ministros Alcorta y Rivadavia. Su par chileno estaba acompañado por sus ministros de Relaciones Exteriores, Guerra y Marina, Justicia e Instrucción Pública y por el director de la Armada, Jorge Montt, ex presidente.

Se saludó con Errázuriz con un apretón de manos, no con un abrazo. Igualmente pasó a la historia como “El abrazo del Estrecho”. La banda militar de la marina chilena ejecutó los himnos.

Luego, el chileno abordó el Belgrano y repitieron los saludos.

Hubo una reunión importante entre ellos al día siguiente, por la noche, en la que organizó un banquete. Se imprimió el menú, escrito en francés y con platos que aludían a la jornada, como “pigeons aux a vocats, a la Belgrano” y “soufflé de volaille, a la O’Higgins”. Una orquesta ejecutó diversas piezas musicales a lo largo de la velada.

A la hora de los brindis, el mandatario transandino expresó que “la paz, siempre benéfica, es fecunda entre naciones vecinas y hermanas, armoniza sus intereses materiales y políticos, estimula su progreso, da vigor a sus esfuerzos, hace más íntimos sus vínculos sociales y contribuye a la solución amistosa de sus dificultades y conflictos. La paz es un don de la Divina Providencia”.

Por su parte, Roca dijo que “la paz, como medio y como fin de civilización y engrandecimiento es, en verdad, un don de la Divina Providencia, pero es también un supremo deber moral y práctico para las naciones que tenemos el deber de gobernar. Pienso, pues, como el señor presidente de Chile y confundo mis sentimientos y mis deseos con los suyos, como se confunden en estos momentos las notas de nuestros himnos, las salvas de nuestros cañones y las aspiraciones de nuestras almas”.

Acordaron dirimir las disputas de límites por el camino diplomático. Tres años después se firmarían los Pactos de Mayo, donde ambos países renunciaban a reclamos de expansiones territoriales, que alejaron el fantasma de la guerra. Errázuriz falleció en julio de 1901 en el ejercicio de su cargo, y su sucesor Germán Riesco continuó con la misma política.

Roca permaneció tres días en Punta Arenas. El 22 de febrero ya estaba de regreso en Buenos Aires.

Ese mismo año viajó a Uruguay y Brasil. A este último país lo hizo acompañado, entre otros, por los generales Nicolás Levalle, José Garmendia y Luis María Campos, veteranos de la Guerra de la Triple Alianza.

El objetivo principal del viaje fue el encuentro con el presidente brasileño Campos Salles, con quien estableció muy buenas relaciones y le sirvió a Roca para estrechar lazos y mantener el equilibrio en la región.

Algo ducho en la materia debía ser, ya que cuando ya no era más presidente, le encomendaron dos misiones diplomáticas al Brasil, a fin de aquietar tensiones derivadas de la carrera armamentística y de ocupación de territorios. La última la cumplió en 1912, dos años antes de su muerte.

Tapa de Caras y Caretas del 25 de febrero de 1899, ironizando sobre el viaje del presidente. Roca se había transformado en un clásico en el semanario

Pasaron 124 años del aquel histórico encuentro entre Roca y Errázuriz, donde el sentido común solo estuvo ausente en el comodoro Martín Rivadavia, que sorprendió a propios y a extraños con sus dotes de navegante y experto conocedor de los peligrosos canales fueguinos. Todo lo vale para evitar una guerra.

Fuentes: Museo Roca – Instituto de Investigaciones Históricas; Félix Luna – Soy Roca; Carlos Ibarguren – La historia que he vivido; diario El Mercurio; revista Caras y Caretas



domingo, 17 de diciembre de 2023

Crucero protegido ARA 9 de Julio (1892)


Crucero Protegido ARA 9 de Julio (1892)

Argentina (1891-1938)

Aún en la carrera armamentista naval Chile-Argentina de la década de 1890, el seguimiento del 25 de Mayo fue el 9 de Julio, más grande y mejor armado. También un barco de Elswick, era un crucero protegido de 22 nudos que mezclaba 5 y 4,7 en cañones que tuvo una carrera en gran parte sin incidentes hasta que fue atacado en 1838. #ww1 #armadadeargentina #argentiniannavy #cruiser #9dejulio

Diseño Génesis

En 1890, el gobierno argentino encabezado por el presidente Miguel Juárez Celman decidió adquirir nuevos cruceros ante el inminente conflicto con Chile, debido a las disputas por la aplicación del Tratado de 1881. Fue el inicio de la carrera armamentista naval chileno-argentina, una de las más conocidas y costosas de la historia, cada país tratando de superar en adquisiciones a su vecino. Con el tiempo y hasta los “pactos de mayo”, el presupuesto envuelto en esta contienda pronto apareció mucho más de lo que estas economías locales podían soportar. Lamentablemente Brasil lo relanzó en 1907 al adquirir nuevos acorazados… Este considerable esfuerzo pesó también en la forma en que Chile, luego sumido en una crisis económica, pudo modernizar su flota, y aún limitó esfuerzos similares argentinos en el entreguerras.


Diseño detallado de Brassey en el anual 1894

De acuerdo con sus instrucciones, el representante argentino en el Reino Unido, Dr. Luis L. Domínguez, firmó un contrato por £260.000 (1.310.410 m$n de oro) con los astilleros W. Armstrong, Michel & Co., en Newcastleon. -Tyne, Inglaterra, para la construcción de un crucero de 3.500 toneladas de desplazamiento bautizado posteriormente como 25 de Mayo.
Ese mismo año pero posteriormente, Luis L. Domínguez acordó con Armstrong la compra de otro crucero de 3.575 toneladas de desplazamiento por 293.000 libras esterlinas, similar, pero aprovechando la experiencia de su temprana recepción para realizar modificaciones. Los cruceros bot habían sido asociados simplificados como la “clase 25 de Mayo”, pero estos son dos animales diferentes, de ahí la separación en dos artículos.

diseño de la clase

Casco y diseño general


El Nueve Julio tenía un diseño cercano al 25 de Mayo, solo un poco más grande con 3.575 toneladas frente a las 3.500 especificadas para el primero, y de mayores dimensiones: el nuevo crucero medía 113,50 m en total, para 16,10 m de manga y 7,92 m de calado. , el casco en sí tiene 5,60 m de altura por encima de la línea de flotación. Esto es en comparación con 107,90 (6 metros más), 13,41 m de manga (3 metros más) y 4,87 m (en calado, casi 3 metros más). En definitiva, un crucero mucho más grande. 25 De Mayo también divergió en armamento, con una batería de un solo calibre de modernos cañones QF de 6 pulgadas.

También tenía un nuevo motor capaz de 14.500 shp frente a 8.500, por lo que era un gran salto en capacidades. La velocidad era un nudo más rápida, el rango comparable, como la tripulación, que disfrutó de un barco más grande con mejores comodidades.
Tenía dos embudos, dos mástiles militares con una torre de mando hacia adelante y un puente arriba, y seis botes utilitarios, incluidas dos barcazas de carbón, dos yolas y dos cortadores de vapor sobre la cubierta de la batería, montados bajo pescantes. Estas andanadas estaban bastante “ocupadas” con nueve cañones de diferentes calibres a lo largo de las amuradas.

Diseño de protección de armadura

Esta fue una repetición de la clase anterior, con algunos cambios en los detalles, con las siguientes cifras:
Cubierta blindada: 4,5 a 3,5 pulgadas (114 a 89 mm) en pendientes, 3,5 a 1,75 pulgadas (89 a 44 mm) en
Glacis plano sobre motores : 5 in (130 mm)
Escudos de armas: 2 in (51 mm)
Torre de mando: 4 in (100 mm)

Planta de energía

El 9 de Julio estaba propulsado por dos máquinas verticales de 4 cilindros, alimentadas por 8 calderas que proporcionaban hasta 17.000 HP (14.500 shp normales), permitía una velocidad máxima de 22 nudos, velocidad de crucero de 10 nudos. Con una capacidad interna de 770 t de carbón, su autonomía era de 4.872 millas a velocidad de crucero, algo menos que las 5.000 de su hermano 25 de Mayo.

Armamento


Carga de un cañón QF de 6 pulgadas

Principal


En lugar de dos cañones lentos de 210 mm, el almirantazgo prefirió cuatro cañones Armstrong de 150 mm, cañones QF nuevos que tenían un alcance más largo y una velocidad de disparo mucho mejor. Tres se instalaron a proa en forma de triángulo, uno en el castillo de proa y dos en la cubierta de baterías detrás, sponsons, y el último a popa, axial. Usaron municiones separadas, pueden elevarse a +20 grados, disparar de 5 a 7 disparos por minuto a una velocidad inicial de 2154 pies por segundo (657 m/s) y 10 000 yardas (9140 m) a una altura máxima o 15 000 yardas (13 700 m). ) a 28°.

Secundario

Esto se completó con ocho cañones de 120 mm, cuatro por andanada, patrocinadores en la cubierta de la batería. El cañón naval QF Mk II de 4,7 pulgadas usaba municiones separadas, podía elevarse a 20 °, disparar de 5 a 6 rondas por minuto a 2150 pies por segundo (660 m / s) y 10 000 yardas (9100 m) a 20 °. Entonces, la batería completa tenía aproximadamente la misma velocidad de disparo y alcance, lo que era más práctico que las elecciones hechas para el 25 de Mayo.

Terciario

Este armamento se completó con doce cañones de tiro rápido Hotchkiss de 3 libras (37 mm), instalados en la cubierta delantera a ambos lados del puente, en cuatro casamatas del casco a proa y popa, ocho a lo largo de la amurada del costado, la cubierta de la batería y el resto en las peonzas de combate.

Tubos de torpedos

Tenía cinco tubos de torpedos sobre el agua (dos de cada haz, fijos, uno en la proa, para torpedos Whitehead de calibre 460 mm (18 pulgadas) de 5 m de largo. Otras fuentes dicen que 550 mm (21 pulgadas).

Construcción

Construido bajo la inspección del jefe de la Comisión Naval en Londres, el Comodoro Enrique Guillermo Howard, el 25 de Julio fue depositado en gradas el 15 de octubre de 1891. A punto de ser botado, la tripulación y los oficiales arribaron a bordo del ARA Almirante Brown y abordaron el 25 de Mayo. La nueva comisión de inspección estuvo presidida por el comandante designado Capitán Martín Rivadavia, el Teniente Onofre Betbeder y los Alféreces Diego C. García, Ismael Galíndez y Exequiel Guttero. Después de realizar varias modificaciones de última hora en el casco, la botadura procedió en julio de 1892. Se completó en diciembre de 1892, realizando sus primeras pruebas en enero-febrero de 1893.
La construcción tanto de él como del 25 de Mayo tuvo un efecto inmediato en Chile. , que hasta allí había comprado tres buques de guerra en Francia. Un acorazado moderno, Capitán Prat, superando a la clase Libertad argentina, y dos cruceros del Pdt. clase pinto ; Sin embargo, estos últimos fueron bastante mediocres y fueron respondidos en forma por Argentina. Los próximos pedidos decididos serían también a Gran Bretaña, encargando básicamente al mismo astillero (Vickers Arsmtrong) un par de barcos más grandes para superar por completo a los cruceros argentinos: Esmeralda y Blanco Encalada. Pero esto es para la próxima vez...

⚙ 21 de Julio especificaciones

Desplazamiento 3.575 t estándar
Dimensiones 107,9 x 13,4 x 5 m (354 x 44 x 16 pies 6 pulgadas)
Propulsión 2 ejes VTE, 8 cil. Calderas 14.500 HP ihp (10.100 kW)
Velocidad 22 nudos (40 km / h; 26 mph)
Rango 350-750 t de carbón, 4872 nmi (9000 km) a 10 nudos
Armamento 4 Hotchkiss de 6 pulgadas, 8 de 4,7 pulgadas, 12 Hotchkiss de 3 libras, 5 TT de 18 pulgadas.
Armadura Cinturón de 127 mm (5 pulgadas), cubierta blindada de 1 pulgada (25 mm) CT de 1 pulgada
Multitud 346 totales


La página de Brassey comparando ambos cruceros.

Enlaces/Fuentes

Libros

J. Gardiner's Conway's all the world's combat ships 1865-1906
Teodoro Caillet-Bois, Historia Naval Argentina, 1944, Imprenta López, Buenos Aires
Arguindeguy, Pablo E. CL, y Rodríguez, Horacio CL; “Buques de la Armada Argentina 1852-1899 sus comandos y operaciones” Instituto Nacional Browniano 1999.

Enlaces

en es.wikipedia.org
en histarmar.com.ar
en todoababor.es/
en argentina.gob.ar

Carrera


El 24 de noviembre de 1892 Martín Rivadavia tomó el mando de la nave luego de la fase de terminación, supervisó el 24 de enero de 1893 pruebas de maquinaria, pruebas de artillería el 25. El comodoro Howard y representante de la Armada Argentina abordaron el buque durante los festejos que se realizarán en Estados Unidos para conmemorar el Descubrimiento de América. Para ello partió del Tyne el 2 de abril de 1893 con destino a Nueva York.
Después de una violenta tormenta que duró varios días, el 9 de Julio llegó a las Azores el 9 de febrero y a su destino, la ciudad de Nueva York, el 17. Más tarde se fue a la costa sur. El 25 de abril, participó en la Revisión Naval de 1893 en Hampton Roads, junto con el escuadrón estadounidense (Contralmirante Gherardi) a bordo del crucero insignia USS Philadelphia, el primer escuadrón al mando del Contralmirante Benham, con crucerosUSS Newark , Atlanta, San Francisco y Baltimore , las cañoneras Bancroft, Bennington , la 2ª Escuadrilla del Contralmirante Walker (crucero USS Chicago, Charleston y el cañonero dinamitador USS Vesuvius, las cañoneras USS Yorktown y Concord, TB USS Cushing . La RN fue también allí con el buque insignia HMS Blake (Vicealmirante Hopkins), HMS Australia, Magicienne, Tartar, los cruceros rusos General Admiral, Dmitrii Donskoi, Vitiaz, los cruceros franceses Jean Bart y Aréthuse, la cañonera Hussard (Contralmirante Libran), los cruceros italianos Etna , Giovanni Bausany Dogali (Contralmirante Magnaghi), los cruceros españoles Infanta Isabel y Reina Regente, TB Nueva España, el acorazado brasileño Aquidabã, los cruceros Tiradentes y República, los cruceros alemanes Kaiserin Augusta y Seeadler, el holandés Van Speyk y el nuevo Zaragoza mexicano.
El 28 de abril desembarcaron 9 tripulantes de Julio y desfilaron en Nueva York encabezados por el teniente José Quiroga Furque. El 24 de mayo navegó hacia el Caribe, haciendo escala en la Martinica francesa, auxilió al varado Samborombón y arribó el 29 de junio a Punta Indio. No participó en la Revolución de 1893. En diciembre ingresó al dique seco de Montevideo para su mantenimiento.
En 1894 pasó a ser buque insignia de la 2ª División, con su hermana 25 de Mayo y Patagonia. Después de la revisión naval del 14 de octubre, el gobierno chino hizo una propuesta al gobierno argentino para adquirir tanto cruceros argentinos como el Almirante Brown para reforzar su flota (200.000 libras esterlinas para los tres) ya que la Primera Guerra Sino-Japonesa acaba de estallar en agosto. . Esto fue rechazado y la flota china fue derrotada en Yalu en septiembre). Esta negativa fue oficialmente para no romper su relación comercial con el Imperio de Japón.

En marzo de 1895 asumió el mando el capitán de fragata Edelmiro Correa y en agosto XO el teniente Onofre Betbeder llevó la nave al muelle de Cibils en Montevideo. Después del mantenimiento, el crucero volvió a las operaciones de escuadrón en octubre bajo el mando del capitán AS Barilari y en septiembre de 1896 se convirtió nuevamente en buque insignia en Río de Janeiro, recibiendo una nueva bandera honoraria bordada por damas de esa ciudad como señal de buena voluntad diplomática. El 7 de abril de 1897, al mando del capitán Eduardo O'Connor fue destinado a la 1ª División con el nuevo crucero ARA Buenos Aires, 25 de Mayo y Espora hasta octubre y se incorporó a la División de Instrucción, aún con el 25 de Mayo y el acorazados Libertad, Patria y Admiral Brown.

En julio de 1898 asumió el mando el comandante Hipólito Oliva seguido al año siguiente por Gregorio Aguerriberry, participando en las maniobras del Atlántico Sur que la llevaron al sur hasta Ushuaia en el verano para evitar los bancos de hielo. Para septiembre se fue a Río Santiago a hacer una semi-reserva. El siguiente año en la División de Cruceros repitió esta rutina entre semi-reserva, maniobras activas, escuadra de instrucción, bajo el mando sucesivo de los capitanes Lorenzo Irigaray, Hortensio Thwaites ya fines de 1902 estaba nuevamente en Río Santiago al mando del Comandante Mariano Saracho.
En 1903-1904 fueron Manuel Lagos y Servando Cardoso. En septiembre de 1905, en pleno funcionamiento, viajó a Brasil pero el día 29 encalló en la Bahía de Itá Pocoroya. Fue ayudada por ARA Independencia y la 25 de Mayo. En noviembre, Eduardo O'Connor retomó el mando mientras se sometía a reparaciones.
En abril de 1906 asumió el mando el capitán Gregorio Aguerriberry, luego Diógenes Aguirre durante su remodelación de agosto. En 1907 tomó el mando Protasio Lamas, luego Diego García, cuando era utilizado como buque escuela de Aprendices de Artilleros, rumbo a Ushuaia.
De noviembre a febrero de 1908 estuvo a las órdenes de Guillermo Scott, y luego de Alfredo Malbrán para ejercicios de 2da División alternando con funciones de entrenamiento de artilleros, luego Aprendices de Maquinistas y Bomberos a las órdenes de Diego García.
A principios de 1909 salió en plena comisión al mando de Alfredo Malbrán para maniobras de escuadrón de la 2.ª División hasta el 25 de mayo. En octubre al atracar embistió accidentalmente el muelle Dársena Norte, dañando su espolón, lo que lo envió a dique seco para su reparación.
En agosto de 1909, Lorenzo Saborido asumió el mando de las maniobras de la División frente a la costa patagónica en 1910, luego las celebraciones del Centenario Argentino el 10 de junio.
En 1911 al mando del capitán Virgilio Moreno Vera realizó misiones protocolares a Montevideo en agosto ya Río de Janeiro en noviembre. Hasta noviembre de 1913 aún con la 2ª División estuvo anclada en el Río de la Plata al mando de Moreno Vera y Ángel Elias, luego Juan Sancassanni en octubre, antes de ser reasignada a la División de Instrucción, al igual que su hermana cercana 125 de Mayo, encargada de instruir los cres del nuevo acorazado Rivadavia .

En 1915, mientras estaba en mantenimiento, fue asignada a la 2ª División y partió hacia Río de Janeiro para su desfile de fiestas nacionales. En 1916, al mando del capitán Carlos Somosa, realizó un viaje de instrucción para los cadetes de la Escuela Naval y fue asignada a la División de Instrucción en Puerto Belgrano. En diciembre, bajo el mando del capitán Carlos M. Valladares, realizó una misión de vigilancia comercial en el Atlántico sur cuando las actividades de los submarinos aumentaron drásticamente a fines de 1916.
La guerra submarina sin restricciones significaba ahora que cualquier buque argentino estaba bajo amenaza y la Armada argentina estaba completamente movilizada para patrullas de neutralidad. Bajo Valladares y Julio Mendeville para 1917 el crucero 9 de Julio se convirtió en buque auxiliar de la 1ª División con los acorazados Moreno y Rivadavia. El 28 de septiembre partió hacia Comodoro Rivadavia al mando del capitán Gabriel Albarracín para reprimir una huelga de trabajadores petroleros. Capturó barcos de vapor alemanes, el Namplia y el Bahía Blanca en Madryn. Huyeron de un escuadrón de RN que operaba en el Atlántico Sur. Terminada la guerra en noviembre tomó el mando Arturo Cueto y luego Luis Orlandini, luego Francisco de la Fuente, participando en ejercicios de la 1ª División.

En 1919 regresa con la 2ª División, participando en los actos de la “Semana Trágica” y posteriormente condecorada con una placa por parte del gobierno.
En 1920 quedó al mando de Enrique Líate como buque escuela. El 21 de mayo de 1921, al mando de Osvaldo Fernández, participó en las maniobras de la 2ª División.
En diciembre de 1922 fue destinado como auxiliar a la Escuela de Aviación Naval, con sede en Puerto Belgrano. En julio navegó a Ushuaia en previsión de una nueva insurrección. En 1923-1924 estuvo al mando de Tadeo Méndez y Juan G. Ezquerra.
En 1925 permaneció en la Escuela de Aviación Naval pero fue desarmado al mando del capitán Francisco de la Fuente. Para octubre de 1926 estando en Río Santiago, se convierte en buque alojamiento de las Escuelas Torpedo, Electricidad y Fourrier, hasta 1929 a cargo de Rodolfo Barilari y José R. Blanch. El 23 de octubre fue abatido oficialmente pero mantuvo su papel de buque cuartel hasta 1938, completamente desarmado pero con su superestructura restante. Fue trasladada al Muelle “E”, Puerto Nuevo para su desguace. Esto fue realizado por la fábrica de acero militar, pero el 18 de agosto de 1938, el revestimiento cerca de las salas de máquinas cedió y se inundó rápidamente y se hundió. En 1947 se levantaron sus restos y fue remolcado al Dique Dársena Norte para su desguace.

sábado, 14 de octubre de 2023

Acorazado clase Libertad (ARA)

 

Acorazados clase Libertad (1892)

Argentina: ARA Libertad, Independencia (1889-1968)



La clase Libertad fueron dos acorazados costeros encargados por la Armada Argentina en un contexto de extrema tensión con Chile.
Ambos fueron pedidos a un astillero británico y botados en 1887, y diferían en algunos aspectos. Libertad e Independencia provocaron sin embargo una verdadera ola sísmica en América del Sur. El primer acorazado sudamericano fue encargado por Brasil (
Riachuelo) en 1882, convirtiéndose en una llamada de atención para la USN. Pero la clase Libertad fueron los primeros acorazados modernos de la Armada Argentina, una amenaza en el Pacífico (el barco de Brasil estaba en el Atlántico) y el inicio de una carrera naval famosa en la historia, que casi termina en una guerra total con Chile y arruinó a ambas naciones. Después de cubrir el año pasado la segunda carrera armamentista naval, entre estos y Brasil, vamos a sumergirnos en el origen de todo, este mes y hasta finales de julio.

Orígenes y contexto de la carrera armamentista naval


En América del Sur, dos naciones con una gran fachada pacífica estuvieron al borde de la guerra o en plena guerra en varias ocasiones: China y Argentina fueron liberadas del dominio español en xxx y xxx respectivamente. Pero su posición en el “Cono Sur” probablemente se insinuaría mutuamente y fue objeto de varias guerras:
De hecho, esta década de alta tensión fue impulsada principalmente por disputas territoriales por el control de la región sur de la Patagonia y la importancia estratégica del mar. poder en la región.
Las tensiones habían estado hirviendo a fuego lento durante años debido a reclamos territoriales en conflicto, específicamente la propiedad del Estrecho de Magallanes y el Canal Beagle. De hecho, las armadas argentina y chilena poseían fuerzas navales insignificantes en la década de 1860. Estos eran una colección de embarcaciones civiles con la adición especial de varias armas. Solo en el segundo había hasta cinco buques de guerra. Sin embargo, Argentina se preocupó por las ambiciones imperiales recién construidas y el importante programa naval de la Armada de Brasil. La guerra chilena en curso contra España también fue motivo de preocupación, ya que estos últimos estaban aumentando considerablemente su propio programa. Estaban en el proceso de agregar buques de guerra mucho más capaces en la década de 1870.

Las relaciones diplomáticas entre Argentina y Chile se agriaron en ese momento a causa de reclamos fronterizos en la Patagonia y luego de la Guerra del Pacífico , el gobierno chileno logró retomar el liderazgo en las Américas.
La carrera armamentista se intensificó en la década de 1880 cuando después de la adquisición de Brasil, Argentina buscó adquirir modernos buques de guerra de Europa para fortalecer sus capacidades, y bajo el liderazgo del presidente Julio Argentino Roca, el país estaba listo para retomar la ventaja sobre Chile.


ARA Almirante Brown. Encargado antes del Riachuelo de Brasil, este fue un primer acorazado para Argentina. Un pequeño barco de batería central de 14 nudos y 4.200 toneladas largas protegido por placas de 9 pulgadas (230 mm) que estaba armado con ocho cañones de retrocarga, el primero en América del Sur con armadura de acero y el barco más grande de la flota argentina durante más de 15 años.

Argentina compró el crucero acorazado ARA Almirante Brown a Samuda Bros. en Londres en 1879 y fue botado el 6 de octubre de 1880. Este barco realmente marcó el inicio de su expansión naval. Llegaremos a esto más adelante, pero no se cita como parte de la carrera naval, aunque Chile estaba muy preocupado pero aún no respondió.

De hecho, en 1886, Argentina reforzó su esfuerzo con la compra de un nuevo acorazado, esta vez un moderno barco barbette, en Gran Bretaña. Botados en 1887, el Libertad, y más tarde el Indepencia, sumado al anterior y aún vigente Brown, esta vez sonaron las campanas de la Embajada de Chile y Chile, encabezado por el presidente José Manuel Balmaceda, respondió a la acumulación naval de Argentina iniciando su propia construcción naval masiva . programa: La dotación de 1887 fue para un acorazado, dos cruceros protegidos y dos cañoneras torpederas, con la voluntad de adquirir de Europa nuevos buques de última generación, como los acorazados Capitán Prat y Errazuriz, así como cruceros acorazados . Dado que los astilleros europeos ya estaban a plena capacidad, ambos países ordenaron principalmente en Gran Bretaña y Francia, hasta que Italia se convirtió en una opción valiosa en 1894.
Así que es realmente después de este anuncio final que realmente comenzó la carrera armamentista naval.

Los barcos de la Raza

Como suele ser el caso, la carrera comenzó con clases de barcos (acorazados costeros y luego cruceros protegidos), que necesitaban respuesta en ambos lados. Argentina fue la primera en acelerar el juego al ordenar cuatro cruceros blindados a Italia, a lo que Chile trató de responder con cruceros más protegidos y su primer blindado (O'Higgins) y luego una clase de "crucero-asesino" que fueron antepasados ​​​​lejanos y anteriores al acorazado modificados de los cruceros de batalla.

⚙ La carrera armamentista naval

armada argentinaarmada argentina armada chilenaArmada de Chile
Veinticinco de Mayo (PC) 1890
Clase Libertad (BB) 1892
Nueve de Julio (PC) 1891
Buenos Aires (PC) 1894
Garibaldi (AC) 1895
San Martín (AC) 1896
Pueyrredón (AC) 1897
General Belgrano (AC) 1898
Clase Rivadavia (CA) 1901
Capitán Prat (BB*) 1890
Clase Presidente Pinto (PC**) 1887
Blanco Encalada (PC) 1892
Esmeralda (AC) 1894
Ministro Zenteno (PC) 1894
O'Higgins (AC) 1896
Clase Constitución (BB) 1901
Chacabuco (PC) 1901

*BB: Acorazado
**PC: Crucero protegido
***AC: Crucero blindado

En 1891, Argentina tenía así tres acorazados/acorazados, Chile uno, pero la carrera comenzó a evolucionar hacia otro terreno, los cruceros, ya que Chile estaba dispuesto a hacer una guerra comercial contra Argentina y reforzó su acorazado con dos cruceros protegidos, rápidos y bien armados. . De hecho, es con el pedido de la clase Presidente Pinto (también de Francia) siguiendo las teorías de la escuela joven francesa, que Argentina se preocupó y ordenó un barco lo suficientemente rápido para atraparlos en Gran Bretaña, Veinticinco de Mayo (lanzado en 1890). A lo que los argentinos respondieron con un nuevo programa y ordenaron en un corto lapso Veinticinco de Mayo (1890), Nueve de Julio (1891) y finalmente Buenos Aires (1894) mientras los chilenos en el medio se dirigieron a Gran Bretaña para adquirir cruceros protegidos realmente a juego de el renombrado arquitecto naval William Reed,Rurik fue el primero).
En 1895 los argentinos anunciaron sus primeros cruceros acorazados, la clase Gaibaldi, a lo que los chilenos respondieron con el O'Higgins , y mientras Argentina anunciaba dos más, Chile, ahora al borde de la guerra, respondió encargando a Gran Bretaña dos “Garibaldi- killer”, la futura clase Swiftsure, más pre-dreadnought que cruceros acorazados, a la que los argentinos respondieron con la clase Rivadvia.

Los pactos de mayo

Durante todo este tiempo, la carrera armamentista intensificó las tensiones cada año entre los dos países, y la posibilidad de un conflicto armado se avecinaba. Hasta tal punto, tanto para evitar el colapso económico como para preservar el equilibrio y la estabilidad en la región (tanto Argentina como Chile eran importantes exportadores a Gran Bretaña y Estados Unidos), y los esfuerzos de mediación internacional, particularmente encabezados por Estados Unidos y Reino Unido, ayudaron a calmar la situación. En 1902, la disputa se resolvió mediante el arbitraje de la Reina Victoria del Reino Unido, quien otorgó el control del Estrecho de Magallanes a Chile.
La carrera armamentista naval entre Argentina y Chile a fines del siglo XIX destacó la importancia estratégica del poder marítimo en la región y subrayó las disputas territoriales no resueltas entre las dos naciones. El conflicto finalmente se resolvió por la vía diplomática, pero dejó un impacto duradero en la relación entre Argentina y Chile.
Los “Pactos de Mayo” lograron disminuir las tensiones y crear una cuasi-guerra hasta 1904 cuando el congreso de Brasil votó un gran plan de construcción naval (y provocó la segunda carrera de acorazados).

Diseño de la clase

Orden (julio de 1889)

Dispuestos a responder al recién ordenado Capitán Prat chileno, el 24 de julio de 1889, bajo la presidencia de Miguel Juárez Celman y el Ministerio de Guerra y Marina Eduardo Racedo, el Estado Mayor argentino buscó en Gran Bretaña la construcción de un moderno acorazado de acero barbette. El contrato se firmó el mismo julio de 1889 a través de la Comisión Argentina en Londres, contrato con el astillero Cammell Laird, Birkenhead. El pedido era para la construcción de “dos acorazados de espolón de doble hélice para servicio de ríos”, con un costo de £176.000. Esta transacción fue aprobada en septiembre por el Ministerio.
Los navíos fueron denominados en castellano “acorazados fluviales” según sus características generales. No estaban a la altura de los barcos occidentales, sino de naturaleza costera, más en línea con el anterior acorazado Almirante Brown y el capitán chileno Prat, bastante pequeños para el estándar europeo.
En efecto, era un acorazado costero con francobordo y calado relativamente bajos para realizar operaciones costeras e incluso fluviales. De hecho, esto fue confirmado tanto por los registros argentinos ("Acorazado fluvial" o "Acorazado de Río") mientras que el Jane's Fighting Ships de 1902 lo catalogó como "Coast Service Battleship".

Construcción


Vistas lateral y superior del ARA Libertad en la edición de 1899 de Brassey
El primer barco se llamó inicialmente Nueve de Julio. Más tarde pasó a llamarse Libertad ya que al nuevo crucero se le asignó el nombre anterior y la construcción estaba programada para comenzar en 1890, botado en 1891 y completado ese año. Luego de finalizar las pruebas, en noviembre de 1892 el buque fue aceptado formalmente por la Armada Argentina al mando del Capitán Atilio Barilari. Partió de Liverpool el 20 de diciembre de 1892 y llegó a Buenos Aires el 25 de enero de 1893.

Casco y diseño general

La clase Libertad solo medía 73,15 m (240,0 ft) o 70,10 m (230 ft) entre perpendiculares, para una manga de 13,55 m (44,5 ft) haciendo una relación de 5,6/1; En comparación, su calado era bajo debido a su uso fluvial, de solo 3,96 m (13,0 pies). La clase tenía un casco de acero subdividido por mamparos transversales y longitudinales, con un arco de carnero reforzado.
Este era un diseño de barco bastante simple, con un solo embudo en el medio del barco, un solo mástil militar con una plataforma protectora y una parte superior de combate (para el Nordenfelt de 20 mm). La estructura central se organizó en torno a los dos cañones Barbette Krupp principales de 9,4 pulgadas de proa y popa, la estructura delantera soportaba dos cañones en tándem de 47 mm, con una disposición simétrica en la popa. La misma estructura delantera sostenía la torre de mando, y encima se construyó la plataforma de observación. El puente de dirección era una estructura de madera ubicada detrás de él, con una plataforma arriba. Los cuatro cañones Elwick de 120 mm estaban ubicados en dos posiciones intermedias en la cubierta de barlovento. Los barcos de servicio se ubicaron alrededor del embudo como es habitual, al igual que las tomas de aire. El mástil principal estaba atado a la parte trasera de la parte superior de combate. No había telegrafía inalámbrica en ese momento. El mástil militar difería en ambos barcos.

Diseño de protección de armadura

Para su función, esta clase estaba razonablemente bien protegida, al nivel de su propia artillería, ya que la armadura del cinturón era ligeramente inferior al calibre de su arma principal (9 pulgadas frente a 7,9 pulgadas), al igual que las barbetas.
Cubierta: 50 mm (2,0 pulg.)
Cinturón: 200 mm (7,9 pulg.)
Escudos de armas principales: 125 mm (4,9 pulg.)
Barbetas: 200 mm (7,9 pulg.)
Torre de mando: 100 mm (3,9 pulg.)

Planta de energía

La velocidad era coherente para la tecnología de esta época y el papel de los barcos de defensa costeros y fluviales: tenía dos hélices de bronce de cuatro palas y dos ejes, impulsadas por dos motores de vapor Vertical Compound con una potencia nominal de 3000 ihp (2200 kW) o 2070 kilovatios ( 2.780 ihp) dependiendo de la fuente. Se alimentaban de cuatro calderas cilíndricas y transportaban 340 toneladas de carbón (máximo). La velocidad máxima fue, por lo tanto, de 11 nudos (13 mph; 20 km / h) en uso regular, pero según las pruebas, Libertad alcanzó una velocidad máxima de 14,2 nudos (26,3 km / h; 16,3 mph) en sus pruebas de mar. El alcance se limitó a 3.000 millas náuticas a la velocidad de crucero de 10 nudos.

Armamento

Principal: Dos Krupp 24 cm KL/35

Estos barcos estaban equipados específicamente con cañones alemanes (Krupp) ya que ya había un contrato para equipar a las tropas terrestres. Se trataba de dos de 24 cm (9,4 pulgadas) con cañones de calibre 35, colocados sobre monturas Vavasseur y protegidos con escudos blindados. Fueron desarrollados en Alemania a partir de 1888 para los acorazados costeros de la clase Odin contemporánea a principios de la década de 1890.
Pesaba 21,5 t (23,7 toneladas cortas) solo para barriles de 8,4 m (27 pies 7 pulgadas) o 7,8 m (25 pies 7 pulgadas) y disparaba proyectiles de carga en bolsas separadas de 140 a 215 kg (309 a 474 libras) tipo HE.
Utilizaba el bloque de recámara Cylindro-prismatic, podía elevarse a +25°. La velocidad de disparo fue de dos disparos por minuto a una velocidad de 580 a 650 m / s (1900 a 2100 pies / s) y un alcance máximo de 13 km (8,1 millas).

Secundario: 4x 4.7 in/40 Elwick


La clase Libertad también tenía cuatro cañones Elswick de 120 mm (4,7 pulgadas), capaces de disparar más rápido, y naves aliadas ubicadas debajo de los escudos, a ambos lados de la estructura central. El arco de fuego fue habilitado por cortes en la estructura y de alrededor de 110°. Desarrollados a partir de 1885, en resumen, eran capaces de 5 a 6 disparos por minuto (1.786 fps) a 10.000 yardas (9.100 m), por lo que estaban cerca de los cañones principales.

Terciario y TT


La batería era consistente para la década de 1880 y comprendía un conjunto de cuatro cañones Nordenfelt suecos: cuatro QF de 47 mm (1,9 pulgadas) o "3-pdr", que disparaban un QF fijo de 3 lb 4 oz (1,5 kg) 47 milímetros (1,850 en) carcasa HE. El arma usó una recámara de bloque deslizante vertical con cuña de bloqueo. mz 1959 pies / s (597 m / s), alcance máximo 4000 yd (3700 m)
También tenía cuatro cañones Nordenfelt de 25 mm (0,98 pulgadas) o 1 pdr en la parte superior de combate, uno para cada ángulo, sin blindaje. Estas eran armas de corto alcance que disparaban una bala de acero sólido de 7,25 onzas (0,206 kg) con camisa de latón a una velocidad inicial de 1464 pies por segundo (446 m/s). La velocidad de disparo no estaba lejos de una ametralladora gracias a los cargadores de municiones superiores, pero se accionaba a mano para evacuar el cartucho gastado y cargar uno nuevo por gravedad.

Por último, los barcos tenían dos tubos de torpedos Whitehead de 457 mm (18,0 pulgadas). Estos eran del tipo británico estándar; montado en el casco en posiciones laterales fijas por encima de la línea de flotación.

⚙ especificaciones

Desplazamiento 2.336 toneladas
Dimensiones 73,15 x 13,55 x 3,96 m (240 x 44,5 x 13,0 pies)
Propulsión Compuesto vertical SE de 2 ejes 3000 ihp (2200 kW), 4 cil. calderas
Velocidad 11 nudos (13 mph; 20 km / h), pruebas de 14,2 nudos
Rango 340 toneladas de carbón (máximo), 3000 millas náuticas a 10 nudos
Armamento 2× Krupp de 240 mm, 4 Elswick de 120 mm, 4× 47 + 4× Nordenfelt de 25 mm, 2× TT Whitehead de 457 mm
Proteccion Cubierta 50, cinturón: 200, escudos de armas principales 125, barbettes 200, CT 100 mm
Multitud 225

Carrera de los barcos de la clase Libertad

1ª División en 1894, con sus barcos hermanos y el Almirante Brown. En 1905 Libertad fue asignado al levantamiento hidrográfico del Río de la Plata, luego a la División de Capacitación. En 1914 entrenó tripulaciones para el nuevo acorazado clase Rivadavia. En 1915 fue reclasificado como “barco de guardacostas”. En 1918-19 Libertad fue puesta en reserva. Transformada en 1922-23 en un buque escuela y en reserva en 1924-25, se actualizó a fuel oil y en 1927 se convirtió en una cañonera, asignada a la División de cañoneras en 1930. En diciembre de 1946 fue dado de baja, 1947 transferido a la costa Guardia como naves estación para prácticos en el Río de la Plata hasta la desactivación. de nuevo en 1968.
Independencia por su parte tuvo una decisiva intervención en El Espinillo, batalla en la que sus cañones principales penetraron el blindaje de su rival chileno Andes, poniendo fin a la batalla En 1895 participó en
grandes ejercicios navales en alta mar con el Jefe de Estado Mayor Capitán de Estado Mayor de la Armada Manuel José García-Mansilla y también en los ejercicios navales de 1902 y 1909. Desarmado en 1946, golpeado en 1948, en 1947-48 se convirtió en una base y licitación de submarinos. Y al igual que su hermana estuvo bajo la instrucción de los cadetes, entre los que destacan los del nuevo Rivadavia y Moreno y se utilizó después como pantalán faro hasta 1968.

armada argentinaARA Libertad

Luego de realizar sus pruebas de mar en el Mar de Irlanda, el 26 de noviembre de 1892, se izó la bandera argentina mientras el Capitán Atilio Barilari asumía el mando de la comisión, y zarpó de Liverpool el 20 de diciembre con destino a Buenos Aires, recalando en Las Palmas ( Madeira) y San Vicente vía Río de Janeiro, llegando a Buenos Aires el 25 de enero de 1893.

Durante el viaje, cuatro marineros murieron asfixiados en la bodega de torpedos, lo que provocó una investigación cuando regresaron a casa, y el teniente Belisario P. Quiroga (XO) criticó el reclutamiento de personal. Durante la revolución de 1893 el Libertad permaneció movilizado al mando del Capitán Emilio V. Barilari, antes de ser estacionado en el Camino Exterior, como buque sanitario.

Los años 1890-1900

En 1894 participó en las maniobras de la 1ª División Naval frente a Maldonado formando con Almirante Brown como buque insignia e Independencia.
El 6 de febrero de 1895 se incorporó a ejercicios de flota y en abril a maniobras en Bahía Blanca.
En octubre asumió el mando el capitán de fragata Hipólito Oliva y el buque volvió a la escuadra de instrucción, con el crucero Nueve de Julio, Almirante Brown, Patria, Resguardo y Gaviota.
En 1896 fue colocada en la 2ª División, viajando a Brasil en un viaje de buena voluntad. En agosto tomó el mando Eduardo O'Connor, visitando Puerto Belgrano y Puerto Madryn y Río Santiago.
En 1897 se convirtió en buque insignia de la Segunda División, participando en maniobras y para octubre-noviembre operó frente a Santa Cruz, Bahía de San Sebastián, Rada Tilly y Puerto Madryn. Realizó un crucero de entrenamiento a Isla Escondida, Bahía Blanca, Samborombón y Montevideo, y de regreso al Río de la Plata el 28 de diciembre. En mayo de 1898 asumió el mando
Gregorio Aguerriberry y se incorporó a la División “Río de la Plata” con ARA Independencia, Almirante Brown y el transporte Pampa para un crucero al Canal Beagle y en octubre participó en la Revista Naval en Punta Piedras.

En noviembre de 1898, Vicente E. Montes asumió el mando y el ARA Libertad viajó a Ushuaia a principios de 1899, seguido de pruebas de fuego en el Golfo Nuevo. En Buenos Aires fue puesta en reserva en Río Santiago (debido a recortes presupuestarios). En 1901, el capitán Antonio L. Mathé tomó el mando mientras se enviaba a dique seco para su primera revisión.
En 1902, Libertad estaba adscrito a la 3.ª Tercera División pero fue operado con una tripulación mínima en Río Santiago. En 1903 toma el mando el Teniente José M. Mascarello seguido de Ernesto Anabia y el buque es destinado a la Escuela de Marineros.

En abril de 1904 estaba en la División de Instrucción y en junio de 1905 asignada a la Misión Hidrográfica Río de lo Plata, al mando de Ernesto Anabia. Luego de algunas reservas, regresó a la División de Instrucción, parcialmente desarmada en 1906 y removilizada con la División de Instrucción del Río de la Plata al mando de Julián Irizar.
En 1907 Ramón González Fernández se convirtió en su nuevo CO y en febrero de 1908 asumió la jefatura de la División de Instrucción. Hizo uno de sus últimos entrenamientos de artillería con el crucero Veinticinco de Mayo y pasó a las órdenes de González Fernández en 1908 con la 3ª División Río de la Plata.
En 1909 al mando del capitán Carlos G. Daireaux se reactivó para el plan de maniobras en relación con el Centenario Argentino de 1910, saliendo de La Plata hacia las bahías Huevo, Oso Marino, Tetis y estrecho Le Maire, Ushuaia, Cabo de Hornos, Río Gallegos y Bahía de Santa Elena. Más tarde regresó a Río Santiago.
Para 1911 al mando de Eduardo Méndez recibió una radio sin hilos y el indicativo radiotelegráfico “GL”, aún en la 3ª División, Río de la Plata. En 1912, participó en las maniobras de la 3ª división con mantenimiento de artillería en el Arsenal de la Marina de Zárate y fue a Rio Grande do Sul para rescatar al varado vapor Colastiné, remolcado a puerto.

Primera Guerra Mundial

En enero de 1913 asumió el mando el capitán Ricardo Hermelo y para julio se encontraba nuevamente en la División de Instrucción de Cadetes de la Escuela Naval Militar. En febrero de 1914, bajo las órdenes de Carlos Somoza, fue asignada al entrenamiento de las futuras tripulaciones de los nuevos acorazados Moreno y Rivadavia construidos en Estados Unidos.
En 1915 al mando de Eduardo Ramírez fue parcialmente desarmado y en mayo reclasificado como guardacostas (CO Jorge Games) y en 1916 pasó a ser buque auxiliar de la División de Instrucción en Puerto Belgrano.
Hacia 1917 bajo el mando de Arturo Nieva se incorporó a la 2ª División como buque auxiliar. En mayo fue destinado a Comodoro Rivadavia para reprimir el paro de trabajadores de la industria petrolera, y fue anclado en Tierra del Fuego.
El 19 de febrero de 1918, los recortes presupuestarios y la falta de combustible la desarmaron y suspendieron parcialmente la Base Naval Río Santiago.

el entreguerras

Para 1920 estaba completamente reactivada y versada en la 3ra División escolar. En enero de 1921 (Capitán Pascual Brebbia) traslada de regreso a Argentina al Almirante estadounidense GWBasset a Montevideo y Frederic Jesup Stimson (nuevo Embajador en Estados Unidos). Participó en las maniobras de la escuadra fluvial en el Río de la Plata y Paraná. Con los TBs Comodoro Py y Thorne, navegó a Concepción del Uruguay para un bloqueo sanitario frente a Uruguay durante una epidemia masiva.
En agosto, fue anfitriona de la escuela de maquinistas. En diciembre embarcó a cadetes de la Escuela Naval para un crucero de verano a Puerto Madryn. En abril de 1922 se convirtió en su nuevo CO mientras realizaba un viaje de entrenamiento al Sur.
Cuando la Armada Argentina realizó una incursión para unir Buenos Aires con la Base Naval de Puerto Belgrano, se destacó como barco de apoyo en Claromecó.
Más tarde ayudó al vapor Trifussis, remolcado a puerto y asistió a las fiestas patrias de Uruguay. En 1924-1926 permaneció en Río Santiago sin comandante y en dique seco para su segunda y última gran revisión, viendo sus calderas cambiadas por de gasoil y para 1927 hizo sus pruebas de mar al mando de José M. Garibaldi, redesignada como barco de cañón.
En 1928-1929 se sometió a una nueva revisión de su casco y estructura y se convirtió en buque insignia de la División de Instrucción de la costa sur con ARA Independencia, asistido por el engrasador de flota Ministro Ezcurra cuando partía para un crucero de invierno frente a Ushuaia.
En 1930 estaba de vuelta en Río Santiago, 3ra División al mando de Pedro Florido y Gonzalo de Bustamante en 1931 para la División Escuela de Artillería, que con ARA Independencia, Paraná y Rosario, hacía cruceros en ríos interiores.
Fue utilizada para llevar presos políticos a Ushuaia y permaneció allí hasta marzo de 1932 hasta que fue relevada. Volvió a traer sus armas como disuasión en Comodoro Rivadavia durante otra huelga de trabajadores petroleros, y luego en Rosario.
En febrero de 1933 trasladó a los huelguistas detenidos a Ushuaia, pasó el Estrecho de Le Maire y la Isla de los Estados y fue destinado como buque base y auxiliar de sumergibles argentinos hasta que fue reemplazado por el General Belgrano. Fue inactivada parcialmente en 1934 en la Base Naval Río Santiago, división escuela de artillería. Participó en el 50 aniversario de la base de Ushuaia.
En 1935 navegaba para la escuadra fluvial al mando de Raúl Aliaga pero fue enviado a Porto Alegre por el centenario de la Guerra.
Con ARA Bathurst en 1936 partió para un crucero de cadetes hasta finales de 1937 y regresó a la División Rivering Gunboat.
Para 1938 esto se repitió y en mayo participó en las celebraciones de la Revolución en San Nicolás de los Arroyos, seguido de ejercicios de flota.

Segunda Guerra Mundial

A fines de enero de 1939, el Comandante Manuel A. Pardal asumió el mando de la nave, y para el 17 de diciembre de 1939 registró el avistamiento del KMS Admiral Spee con su bandera en alto, saliendo del puerto de Montevideo y posteriormente la gran columna de humo y dos grandes explosiones en su popa cuando se hundió. Libertad se acercó entonces a evaluar los daños, así como otros barcos de Montevideo.
En 1940, al mando del capitán Francisco Álvarez Colodrero fue enviado a San Nicolás por el aniversario de la batalla de la Vuelta de Obligado.
En agosto de 1941 al mando del capitán Vicente Palumbo participó en las fiestas patrias uruguayas en montevideo. En septiembre acompañó a ARA Drummond con Independencia, recibiendo al vicepresidente Ramón S. Castillo al aniversario del Acuerdo de San Nicolás.
De 1942 a 1946 fue buque insignia de la Escuadra de Cañoneras Fluviales, operando en La Plata y Paraná.
El 16 de diciembre de 1946 fue dado de baja de la lista de la Armada y en 1947 transferido a la Prefectura Naval Argentina como buque estacionado de la guardia costera hasta 1968, cuando fue vendido por BU.

armada argentinaARA Independencia


ARA Independencia se colocó el 15 de marzo de 1890, se botó el 26 de febrero de 1891 y se puso en servicio el 5 de marzo de 1892. Había sido construido por el mismo astillero, Laid Bros. de Birkenhead, a un costo de 176.000 libras esterlinas. Estaba muy avanzada para su protección y tenía modernas pistolas Krupp estriadas de retrocarga, armas secundarias de fuego rápido Armstrong y pistolas ligeras Maxim-Nordenfelt probadas. Los que estaban en la parte superior de combate eran removibles para usarse como apoyo para las operaciones de aterrizaje. Su armadura hecha de acero compuesto también se consideró bastante moderna para Argentina.

El 7 de abril de 1893 se embarcó su tripulación y fue inaugurado por el comandante Capitán D. Edelmiro Correa, zarpando el 29 de junio rumbo a Buenos Aires desde Liverpool vía Madeira (Cabo Verde) y Río de Janeiro, llegando el 31 de julio de 1893. Estaba anclado en el Río de la Plata y en agosto había enviado personal armado a tierra para restablecer el orden.
El 27 de septiembre se replegó y fue enviado a Rosario con el TB ARA Espora, tratando de atrapar al buque rebelde “Los Andes” vuelto contra el gobierno federal. El Espora estaba en la vanguardia para tratar de encontrar el navío rebelde y el Capitán D. Eduardo Muscari embarcó para tomar el mando de “Los Andes”, una vez capturado, pero se llevó un combate naval, el único de este navío.

Batalla de Espinillo

El 27 de septiembre, Rosario fue avistado a las 11:00 am fondeado al NW de Martín García y esperando que el TB Espora entregara un documento. Espora encalló por un descuido del práctico, en Las Palmas. También llegó Gaviota y con Bermejo, trabajando para sacar a Espora de su varada. El ARA Independencia prosiguió sin ella y echó el ancla de noche en “La Paloma” al que se unió después Espora. El día 29, a las 10:20 horas Espora en la vanguardia divisó “Los Andes” varado en el banco Espinillo, al norte de la Barranca del Rosario, asistido por el vapor pequeño Victoria R. Dado su calado, el ARA Independencia estaba en desventaja, y no pudo cerrar sobre “Los Andes” en el río. A las 11:25 am “Los Andes” abrió fuego sobre Espora a 4.000 m., finalizando la primera salva a 20 metros de su proa. Esto fue respondido por los principales cañones de 75 mm de Espora.

“Los Andes” disparó dos salvas más sobre Espora, mientras el ARA Independencia se acercaba cautelosamente. Al llegar a 4.000 m de “Los Andes” abrió fuego con sus cañones principales de 240 mm hacia adelante y siguió encajando durante 50 minutos, intercambiando salvas. con Los Andes, incluidos sus cañones secundarios y artillería ligera, pero pronto en la costa, una batería voladora y personas armadas también comenzaron a disparar contra los dos barcos del gobierno (Lealistas). A las 12:32 se dio orden de cese al fuego ya que “Los Andes” se refugió entre barcos extranjeros, aparentemente muy dañados.
A las 21:30 horas del día siguiente, el buque rebelde envió al Teniente de Fragata D. Gerardo Valotta a parlamentar a bordo del acorazado lealista, y el Capitán Correa respondió con un ultimátum de dos horas para entregar el buque, o ser bombardeado hasta la rendición.

Los rebeldes solicitaron una prórroga la cual fue concedida ya las 01:30 horas del 30 de abril el ARA Independencia disparó un tiro de advertencia ante el cual la nave se rindió. Uno de sus impactos de 240 mm lo había inundado, y esto no estaba bien controlado, el barco en peligro de naufragar. Así, el capitán Correa envió una tripulación encabezada por el capitán Muscari, despachada para operar bombas de achique y tratar de salvar el barco; Durante este combate, el ARA Independencia no sufrió ningún golpe salvo la perforación de un proyectil de ametralladora, o la rotura de cristales por la conmoción de sus propios disparos de cañones pesados.
Una vez finalizada la lucha, el acorazado quedó bajo el mando general del General Roca de la Fuerza de Gobierno, quien determinó el bloqueo del puerto y ordenó capturar dos vapores que intentaban abandonarlo. El comandante Correa envió un grupo de desembarco de 50 hombres armados (y tomó su liderazgo) con los comandantes Muscari y García en tierra para recibir la rendición de la ciudad rebelde de Rosario en el Cuartel General de la Policía, poniendo fin a la revolución.

ARA Independencia en 1894-1914

En 1894, hasta mayo el acorazado permaneció en Rosario y en junio estaba de regreso en Buenos Aires. Su CO, el Capitán de Fragata D. Edelmiro Correa permaneció en su puesto mientras el barco se conformaba en la 1ra División, y zarpó de Maldonado para las maniobras de invierno. En agosto de 1894 ingresó a Montevideo por las fiestas patrias uruguayas.
En 1895, de febrero a abril participa en varios simulacros en la zona de Bahía Blanca hasta que Correa es sustituida por D. Luis Barraza. Pasó a ser buque insignia del Jefe del Estado Mayor General, D. Manuel José García Mansilla.

En 1896 integró una de las dos divisiones recién creadas el 24 de junio, en la 2ª, estacionada en el Río de la Plata. En noviembre se dirigió al Golfo Nuevo para perforar con artillería frente a Madryn. En
1897 (marzo a julio) se quedó frente a Montevideo. En agosto pasó a ser buque insignia, 2ª División con ARA Libertad, Patria y el recién comisionado Garibaldi. De octubre a noviembre, los cruceros de entrenamiento los llevaron entre Puerto Belgrano, San Sebastián, Santa Cruz, Bada Tillv y Madryn, y luego a Isla Escondida, Bahía Blanca, Samborombón y Montevideo, de regreso a Río Santiago.
1898 vio su entrenamiento en casa durante la primera mitad del año, y maniobras navales en octubre, y luego la gran revista naval de Punta Piedras, nave 7, primera columna. Posteriormente permaneció durante 80 días consecutivos en el mar para una expedición al canal Beagle y pasó el resto del año en la rada de Buenos Aires.
En 1899 permaneció en la División Río de la Plata al mando del Capitán Díaz. Fue desactivada parcialmente por recortes presupuestarios salvo un viaje que realizó a Ushuaia en febrero-marzo de 1899.
Enero-marzo de 1900 la vio en servicio de cuarentena en la rada de Buenos Aires, siendo su nuevo comandante D. Belisario Quiroga antes de que regresara en medio año. reserva en Río Santiago.
Para 1901 sólo cambia de capitán, a D. Luis E. Calderón. siendo semi-desmantelado en la Base Río Santiago. En 1902 se reincorpora a la 3ª División viendo los “Pactos de Mayo” firmados entre Chile, Argentina, Reino Unido y EE.UU. para poner fin a la carrera armamentista naval. Como resultado, en marzo se la coloca en una comisión reducida con una tripulación mínima en Río Santiago al mando del Capitán Calderón.
Sin cambios para 1903 pero para 1904 se crea en abril la División de Instrucción y ella la integra, realizando navegaciones de entrenamiento por el Río de la Plata al mando del capitán D. Julián Irizar y posteriormente D. Horacio Thwaites. Hacia 1905 inició varias misiones hidrográficas en la desembocadura del Río de la Plata, para actualizar las cartas. En noviembre toma el mando D. José Quiroga Finque.
En 1906 continúan las tareas hidrográficas y en agosto se reincorpora a la División de Instrucción hasta diciembre para ejercicios y ejercicios de combate en el Río de la Plata al mando de Juan Peffabet, entonces D. José Moneta. Es reemplazada en 1907 en comisión reducida y en enero de 1907 es enviada al Arsenal del Río de la Plata en reserva hasta marzo, para los cadetes de la escuela de artillería. En agosto la envían a Puerto Belgrano a la escuela de artillería. En febrero de 1908 regresa a la 3ª División en el Río de la Plata para formar cadetes de la Escuela de Aprendices de Marineros, y procurar instrucción en navegación fluvial al mando de D. Bernardo Meroño.

En 1909 vuelve a la 3ra división en el Río de la Plata hasta que toma el mando Moreno Vera y en diciembre D. Guillermo Jurgensen.
Hacia 1910 participa en el Centenario de Mayo con la 3ª División y participa en maniobras navales, haciendo escalas en los puertos de La Plata, Bahía Gilí, Cabo Blanco, Le Maire, Ushuaia, Cabo de Hornos, San Julián, Bahía Escondida, Rada La Plata finalizando la centenaria Revista Naval de Río Santiago, hasta que tomó el mando D. Pedro Padilla.
En 1911 ha sido equipada con telegrafía sin hilos y se le asigna el indicativo “GI”. Florencio Donovan se convirtió en su nuevo capitán, y ella permanece en el Río de la Plata, en condiciones de semidesarmado salvo dos meses como buque de la policía sanitaria en el Río de la Plata.
En 1912 vuelve a realizar ejercicios con la 3ª División hasta diciembre cuando Donoivan es sustituido por Alberto Moreno. Hizo un simulacro de artillería frente a Zárate y participó en el Campeonato de Tiro Bore de este año. En 1913 regresa a la 3ª División, con un pequeño cuerpo de formación.

ARA Independencia en la Primera Guerra Mundial

Hacia 1914 se le realizó su primera gran revisión en dique seco en el Arsenal de Río Santiago al mando de Manuel Fernández Oro, hasta fin de año. En diciembre se nombra comandante al Capitán Nelson Page y en 1915 permanece en Río Santiago hasta marzo, haciendo pruebas de mar en el Río de la Plata donde se nombra a D. Manuel Trueba y se incorpora a la flota activa como “nave auxiliar” de la División de Instrucción, operando hasta fin de año en aguas de Puerto Belgrano y redesignado posteriormente como Buque Guardacostas.
En 1916 pasó a la División de Instrucción frente a Puerto Belgrano, en la que tomó el mando el Comandante D. Vicente Cabello y August Teodoro Caillet-Bois. Estuvo en Buenos Aires por el Centenario de Julio. A finales de 1917 el Capitán Caillet-Bois es sustituido por D. Julio Ayala Torales. Luego el barco es enviado para otra misión de Hidrografía, una serie de levantamientos hasta abril en el Golfo Nuevo.
Para 1918 se mantiene en servicio hidrográfico en la zona del Golfo Nuevo, buscando fondeaderos para naves mayores en Madryn, Pirámides, Bahía Cracker y Punta Ninfas y cartas náuticas actualizadas.

ARA Independencia En el entreguerras

Para 1919 terminó su misión al mando de la Fragata D. Carlos A. Braña y para febrero fue enviada a la escuela de artillería de Puerto Belgrano, semi inactivada y devuelta en carta para trabajos hidrográficos, para actualizar los mapas de las bahías San Jorge y San José.
En 1920 está en semi-reserva en Río Santiago y se le hace otra revisión, para junio es transferida a la escuela de maquinistas. En 1921 es trasladada nuevamente a la 3ª División en Río de la Plata al mando del T. Méndez Saravia. En enero partió con los barcos escuela de la 3ª división dedicada a la formación de cadetes, y en mayo tomó el mando Dalmiro Sáenz.
En 1922 se descarta la 3ª División, e Independencia se reclasifica como Guardacostas al mando de Juan Ezquerra, adscrito a la División de Buques Escuela con pasantes de la Escuela de Maquinistas. En octubre toma el mando Aquiles Valarche que inicia viajes de entrenamiento por los ríos de La Plata y Paraná.
En 1923 es puesta en semireserva en Río Santiago, al mando de Guillermo Coelho. Al año siguiente queda a cargo de las autoridades del Arsenal del Río de la Plata para una revisión, cambio de calderas (nuevas a gasoil) y una modernización general durante todo el año. Este finaliza en diciembre de 1926 seguido de pruebas de mar y regresa a la División de Instrucción al mando de Ricardo Vago.
En 1927 se adscribe a la Escuela Naval Militar y para febrero-abril realiza una comisión de inspección de las instalaciones navales del sur a San Julián con las Escuelas de Estado Mayor a bordo. Fue a Concepción del Uruguay, Rosario, Zárate para ejercicios de artillería y en noviembre en San Matías para entrenamiento de trabajos hidrográficos. En diciembre se reclasifica como Gunboat.
En 1928 se queda en la División de Instrucción, en Rosario con las cañoneras Rosario y Paraná enviadas para sofocar la huelga portuaria. Es enviada próxima a Buenos Aires a llevar en barco los restos de D. Vicente A. Echeverría a la ciudad de Santa Fe, para enterrarlos en su tierra natal. En diciembre forma parte de una nueva División de Instrucción como buque insignia, e inicia un crucero de verano con cadetes al mando de Jorge Siches y posteriormente Martín Arana.


En el entreguerras, fecha desconocida. Fíjese en su librea gris oscuro y en su puente completamente cerrado de nueva construcción sobre la plataforma CT.

En 1929 realizó un crucero en La Plata, arribando a Cabo Corrientes luego de una navegación fluvial de 90 días. Estuvo en semi-reserva hasta noviembre hasta un crucero a Puerto Madryn con cadetes a las órdenes de Martín Arana y Mario Fincati, luego Arturo Zimmermann y hacia 1930 realizó un crucero a Ushuai, ayudando en el rescate del varado vapor Monte Cervantes. Posteriormente volvió a la división de instrucción con Libertad, Rosario y Paraná al mando de Torcuato Monti, Luis E. Cartasso y Secundino Odriozola.
En 1931 Adolfo P. Garnaud toma el mando y es enviado a la isla Martín García en allí vigilancia reforzada de presos políticos. Posteriormente realizó un viaje entre Buenos Aires y Ushuaia con la división. En 1932 es puesto en semireservado a las órdenes de Carlos A. Moreno Vera hasta 1935, en revisión el año anterior.
Hacia 1936 al mando de Francisco Clariza es transferida a la División de Artillería, escuadra fluvial en el Río de la Plata y Paraná. Ernesto Basílico tomó el mando y en 1937 el capitán Clariza, luego Ernesto Pineyro y en 1938 Ruperto Parodi Lascano. El 25 de mayo es enviada a las fiestas patrias de Concepción del Uruguay. Entrenó en Puerto Belgrano.

ARA Independencia en la Segunda Guerra Mundial

Para 1939 toma el mando Américo Cáceres y es enviada el 25 de mayo a Santa Fe para las fiestas patrias. En 1940 Pedro V. Ghirimoldi tomó el mando y ella siguió ejercitándose en la División de Cañoneras. Hacia 1941 es enviada a Montevideo para las fiestas patrias uruguayas del 22 al 27 de agosto. En septiembre con Libertad y los nuevos escoltas Drummond es enviada a San Nicolás, llevando allí a bordo al Vicepresidente Dr. Ramón Castillo para festejos. José Schwarz luego tomó el mando y en 1942 siguió entrenando con la división de artillería y participó en las fiestas patrias uruguayas de Montevideo en agosto. En 1943 tomó el mando José L. Echavarren y luego de la revolución del 4 de junio de 1943, D. Luis Harriaguc, luego Carlos Rivero de Olazábal, aún en la escuadra fluvial.
En 1944 sin cambios, está radicada en Río de la Plata, Rueños Aires, Dique norte y base Río Santiago y para 1945 Pablo Caillet-Rois, viendo poca actividad.

Años de posguerra


Para enero de 1946 Edgardo Izquierdo Brown toma el mando seguido de Ramón Casanova y no ve actividad en su estado general, informe que aconseja su radiación. Esto se hace por Decreto de 16 de diciembre de 1946 pero no se cumple de inmediato. En 1947 toma el mando D. Néstor P. Gabrielli y se decide utilizarlo como base de submarinos en Mar del Plata. El 10 de diciembre, José Amor asumió el mando de su nuevo cargo en Mar del Plata.

De 1948 a 1951 al mando del Capitán Amor, permaneció como buque nodriza de submarinos, con sus tripulaciones a bordo para su permanencia en puerto, y apoyo logístico inmediato, siendo solicitado posteriormente para utilizarlo como pontón estacionario faro en una importante rada. para la seguridad del comercio. Tenía el casco pintado de rojo cereza con una leyenda en blanco y toda la superestructura también repintada en blanco, incluidas las vergas y la cofa. Sirvió en esta nueva condición de 1949 a 1957, reemplazó a Liberted como Landfall Pontoon. Durante una fuerte tormenta en 1961 arrastró su ancla y resultó dañada. Más tarde lo repararon en el Arsenal Naval y lo volvieron a poner en servicio. En 1964 fue colisionada por el petrolero sueco Hoeg y casi volcó. Fue reparada nuevamente y devuelta al servicio como pontón.

Leer más

Libros

Todos los barcos de combate del mundo de Conway 1865-1905
Las maniobras navales de 1902. La evolución de las tácticas de la Armada Argentina ante el conflicto con Chile, 1881-1902. Boletín del Centro Naval 824, 2009.
Caillet-Bois, Teodoro (1944). Historia Naval Argentina. Buenos Aires, Imprenta López.
Arguindeguy, Pablo E.; Rodríguez, Horacio (1999). Buques de la Armada Argentina 1852-1899 sus comandos y operaciones. Buenos Aires: Instituto Nacional Browniano.
Arguindeguy, Pablo (1972). Apuntes sobre los barcos de la Armada Argentina (1810-1970). Comando en Jefe de la Armada.
Burcio, Humberto (1960). Armada Nacional, Secretaría de Estado de Marina.
Piccirilli, Ricardo; Gianello, Leoncio (1963). Biografías navales, Secretaría de Estado de Marina.
Burzaco, Ricardo and Patricio Ortíz. Acorazados y Cruceros de la Armada Argentina, 1881–1982. Eugenio B. Ediciones 1997
Memoria de Marina; OO. GG.; OO. DD.; circulares; A.G.M.: años 1892/1969.
“La artillería del «Libertad» e «Independencia». Peffabet. BCN Tomo 11.

Enlaces

Carrera_armas_naval_chilena
en.wikipedia.org/ ARA_Libertad
es.wikipedia.org ARA_Libertad_(1892)
es.wikipedia.org ARA_Independencia_(1893)
histarmar.com.ar/ Independencia
argentina.gob.ar/armada