Mostrando las entradas con la etiqueta Armada del ELP. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Armada del ELP. Mostrar todas las entradas

viernes, 4 de agosto de 2023

DDG: El poderosísimo Tipo 055

Nanchang, el primer destructor de la clase Tipo 055 Ejército Popular de Liberación de China Omicrono

Así es Nanchang, el buque de guerra más poderoso del mundo: es chino y está desplegado en Taiwán

Al menos uno de los superdestructores Tipo 055, un auténtico arsenal flotante, se encuentra ya en las inmediaciones de la isla.





La tensión sigue creciendo en el estrecho de Taiwán, con China exhibiendo músculo militar tras la polémica visita de Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, a la isla antiguamente conocida como Formosa. Además de maniobras con misiles balísticos y el despliegue de cazas y aviones espía, el Ejército Popular de Liberación cuenta con un poderoso as en la manga. Se trata del Nanchang, el primer superdestructor de la clase Renhai (Tipo 055), que ya se encuentra en las inmediaciones de Taiwán según confirman imágenes emitidas el 1 de agosto por una cadena estatal china.



Son esas imágenes las que permiten conocer un poco más en profundidad el amplio catálogo de armamento y contramedidas del buque, considerado por expertos chinos como "el más potente del mundo", por encima del USS Zumwalt estadounidense. Mientras este último está especializado en los ataques terrestres, el Nanchang es un buque de asalto anfibio, capaz de destruir objetivos hostiles en tierra, mar y aire. El Nanchang es además un 25% más grande que los cruceros equivalentes de la clase Ticonderoga de la marina estadounidense.

"Este barco tiene un diseño sofisticado, características de sigilo, radares y un gran inventario de misiles. Es más grande y potente que la mayoría de los destructores estadounidenses, japoneses y surcoreanos", declaró a la CNN Thimothy Heath, analista principal de RAND Corp, el think tank más influyente de EEUU. Según el diario chino Global Times, su principal misión antes de la reciente escalada militar era precisamente disuadir la intervención extranjera en caso de que China llevara a cabo un ataque contra Taiwán.

Monstruo marino

El Nanchang es la materialización de un antiguo deseo de la Armada del Ejército Popular de Liberación, que buscaba la construcción de un gran destructor desde finales de la década de 1960. Un fallido programa de desarrollo, llamado 055, fue cancelado en 1983 debido al insuficiente desarrollo industrial del país, que impedía la construcción de las turbinas de gas pensadas para propulsar el barco.

Ya en 2014 se mostró una primera maqueta a escala real del Tipo 055 en el campo de pruebas de electrónica naval de China, en Wuhan, pero no fue hasta junio de 2017 cuando se botó el primero de su clase, el Nanchang, que entró en servicio en enero de 2020.



Maniobras con fuego real del destructor chino Nanchang

Con algo más de 180 metros de eslora y un desplazamiento total de entre 12.000 y 13.000 toneladas, los destructores de la clase Tipo 055 utilizan cuatro turbinas de gas que generan un total de 150.000 caballos de potencia. Gracias a ellos alcanza una velocidad de crucero de 30 nudos, el equivalente a 56 km/h, y sus grandes dimensiones le permiten acoger más de 300 tripulantes a bordo.

Estos buques de guerra cuentan con auténtico arsenal a bordo. Su mayor baza es su sistema de lanzamiento vertical (VLS) de 112 celdas. La característica que diferencia este sistema de sus homólogos estadounidenses es que utiliza celdas más grandes, para poder lanzar misiles tanto en caliente como en frío. Los misiles lanzados en caliente son los que encienden su cohete principal cuando todavía están dentro del lanzador, y los misiles lanzados en frío, en cambio, son expulsados antes de que se encienda el cohete, a menudo utilizando un generador de gas comprimido.


Esta peculiaridad permite que el Nanchang y los destructores de su misma clase se carguen con una gran diversidad de tipos de misiles para hacer frente a amenazas aéreas, terrestres y marinas. Entre ellos estarían los misiles de crucero antibuque y de ataque terrestre YJ-18 y CJ-10, el misil de crucero antibuque YJ-83, los misiles tierra-aire HQ-16 y HQ-9, además del torpedo asistido por cohete Yu-8.

Actualmente, China está desarrollando la tecnología necesaria para que otros misiles, como los balísticos, sean compatibles con el VLS de sus superdestructores. En un futuro, tampoco se descarta la presencia de láseres y cañones de riel electromagnéticos para las nuevas variantes del buque.

A estas armas de largo alcance, el Nanchang suma un cañón naval H/PJ-38 de 130 mm en una torreta en la proa, así como con un sistema de armas de corto alcance de 11 cañones de 30 mm delante de la superestructura principal. Otro lanzador de misiles con capacidad para 24 proyectiles, en este caso de tierra-aire y corto alcance (HQ-10), se sitúa en la parte superior de los hangares de helicópteros y está destinado a la defensa contra misiles antibuque.

Tanto los hangares como un amplio espacio en forma de cubierta de vuelo ofrecen una gran capacidad para albergar helicópteros utilitarios Harbin Z-9 y Z-20F, que se utilizan sobre todo para transporte y emergencias. Según el Global Times, versiones modificadas de estas aeronaves podrían encargarse también de operaciones de guerra antisubmarina.

A la defensiva

Una de las características principales del Nanchang es su capacidad furtiva, proporcionada por el casco y los diferentes recubrimientos que le permiten evitar ser detectado por los radares. Y es que el Nanchang no sólo destaca por su poderío ofensivo, sino que dispone de numerosas contramedidas.

Por ejemplo, para hacer frente a objetivos marítimos, como submarinos, torpedos o buzos de combate, este destructor dispone de cuatro lanzadores defensivos de la serie Tipo 726, de 24 celdas cada uno. En ellos la tripulación puede cargar bengalas, cartuchos para cegar radares, señuelos activos  y cohetes antisubmarinos con pequeñas cargas de profundidad.

El Nanchang en unas maniobras conjuntas con Rusia Creative Commons Omicrono

Una de las piezas clave del buque, aparte de su supuesta capacidad de guerra electrónica (EW) y de medidas de apoyo electrónico (ESM), de la que el secretismo chino no ha dejado entrever ningún detalle, es su radar multifunción Tipo 364B Dragon Eye de banda S. Este sistema es el que permite al barco detectar, rastrear y categorizar objetivos hostiles, radares y otros emisores de señales.

Los sistemas de detección se completan con un radar de banda X, que se encarga del guiado de armas y misiles. Situado en el mástil integrado en la superestructura del Nanchang, también cumple la función de seguimiento preciso de objetivos más pequeños, sigilosos y rápidos, como drones o pequeñas embarcaciones. La clase Tipo 055 cuentan además con radares de navegación básicos, sonares montados en la proa y sistemas de sensores electroópticos e infrarrojos.

De momento, China tiene seis de estos buques de guerra en servicio, pero sus planes son llegar a tener una flota de 16 superdestructores en los próximos años. Su función principal es escoltar a potaaviones como el Tipo 003, el último en salir de los astilleros de Shanghái, pero su potencia, sus misiles de largo alcance y la versatilidad de su equipamiento lo convierten en una de las mayores amenazas para Taiwán... y también para Estados Unidos.



jueves, 21 de octubre de 2021

China: Analizando sus gastos militares

Comprendiendo el gasto militar de China


En lo que respecta al fortalecimiento militar de China, agregar algo de contexto para compensar la falta de transparencia en su presupuesto anual nos brinda una mejor, aunque todavía limitada, apreciación de las asignaciones presupuestarias del Ejército Popular de Liberación.
por Richard A. Bitzinger James Char || The National Interest

A UN AÑO de la pandemia global, las dos sesiones de China declararon que el gobierno del Partido Comunista Chino (PCCh) estaba aumentando el presupuesto oficial de defensa del país en un 6,8 por ciento, además de declarar un objetivo de producto interno bruto (PIB) de más un 6 por ciento para 2021. En En un momento de crecientes tensiones entre China y Estados Unidos, se informó que los principales generales de China también pidieron un mayor gasto militar para enfrentar la “Trampa de Tucídides” con Estados Unidos.



Como de costumbre, la mayor parte de la atención de los medios se centró en el aumento del presupuesto oficial de defensa, que ahora se acerca a los 209.000 millones de dólares, en comparación con el aumento del 6,6 por ciento del año pasado. Dados estos continuos aumentos en el gasto militar, muchos han inferido que Beijing se está inclinando cada vez más a utilizar la fuerza (o amenazar con el uso de la fuerza) para realizar sus ambiciones nacionales.

Lo que falta en estas inquietantes inferencias de que “la guerra está en el horizonte” es el contexto más amplio. Las tendencias recientes en los gastos militares chinos, junto con otros pronunciamientos contemporáneos del PCCh sobre defensa nacional, dejan en claro que el Ejército de Liberación Popular (ELP) ve el período actual más como una ventana estratégica mediante la cual puede reorganizar y reestructurar sus fuerzas.

CHINA HA participado en un esfuerzo agresivo de varias décadas para modernizar sus fuerzas armadas y mejorar sus capacidades. Al menos sobre el papel, el ELP espera lograr la mecanización y lograr un "progreso importante" hacia la "informatización" para principios de la década de 2020, lograr la "modernización militar completa" para 2035 y convertirse en un ejército de "clase mundial" para 2049.

Al documentar cómo llegó el ELP a esta etapa, primero hay que ser consciente de los muchos años que le tomó al ELP perseguir un enfoque de mecanización e informatización de “construcción doble” para actualizarse y digitalizarse simultáneamente. Este enfoque de "dos vías" había exigido tanto la "mejora del equipo existente a corto plazo, combinada con la introducción selectiva de nuevas generaciones de armas convencionales", junto con una transformación a más largo plazo del ELP en la línea de las tecnologías de la información -denominada "revolución en los asuntos militares". Crítico para las capacidades militares emergentes de China es el énfasis del ELP en "luchar y ganar guerras informatizadas", definido como el proceso de "utilizar información para llevar a cabo operaciones militares conjuntas en los dominios de tierra, mar, aire, espacio, ciberespacio y espectro electromagnético. durante un conflicto ". La “informatización” enfatiza particularmente las capacidades mejoradas de comando, control, comunicaciones, computación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento (C4ISR). En ese sentido, el ELP
... considera que los sistemas C4I en red y tecnológicamente avanzados son esenciales para proporcionar comunicaciones confiables y seguras a puestos de mando fijos y móviles, lo que permite una toma de decisiones rápida, eficaz y en varios niveles. Estos sistemas fueron diseñados para distribuir datos que incluyen inteligencia, información del campo de batalla, información logística e informes meteorológicos a través de redes de comunicaciones resistentes y redundantes para mejorar el conocimiento de la situación de los comandantes ... [haciendo] que los datos ISR casi en tiempo real estén disponibles para los comandantes de campo.

Pero incluso mientras el ELP se esfuerza por adoptar la "guerra informatizada", ya está planificando la siguiente fase de su modernización, que ha denominado "guerra inteligente". Esto implicaría la militarización de la llamada cuarta revolución industrial (inteligencia artificial, big data, interfaz hombre-máquina, sistemas autónomos no tripulados, redes 5G y similares) con el fin de crear nuevas ventajas tecnológicas militares dominantes, particularmente sobre el Militar de Estados Unidos. Dicha inteligenteización se basa en las primeras fases de mecanización e informatización del ELP. Como dice su libro blanco de defensa de 2019, "la guerra está evolucionando hacia una guerra informada, y la guerra inteligente está en el horizonte".

De acuerdo con los recientes libros blancos de defensa de China, el ELP continúa subordinando las operaciones terrestres al poder marítimo y la proyección de fuerzas. Si bien el libro blanco de 2015 declaró que “[l] a mentalidad tradicional de que la tierra es más importante que el mar debe abandonarse, y se debe otorgar una gran importancia a la gestión de los mares y océanos y a la protección de los derechos e intereses marítimos”, la iteración de 2019 afirma aún más explícitamente el cambio deseado de la mentalidad tradicional de "Gran Ejército" del ELP.

En lo que respecta a los posibles despliegues navales, la Armada del ELP (AELP) está pasando rápidamente de ser principalmente una fuerza de aguas marrones a convertirse en una marina de aguas azules, y como tal está mejorando sus capacidades de proyección de poder y operaciones marítimas conjuntas. Y en cuanto a la Fuerza Aérea del ELP (FAELP), también está pasando de la defensa aérea territorial a operaciones más agresivas, mejorando sus capacidades de alerta temprana estratégica, ataques aéreos, defensa aérea y de misiles y operaciones aerotransportadas.

ADEMÁS, existe un método para el pensamiento de los líderes del PCCh en lo que respecta a la proporción del PIB asignada para fines militares bajo su "principio de desarrollo económico-militar". Desde la reforma y apertura, el desarrollo del EPL ha estado indisolublemente ligado a la suerte económica del país. Es un hecho bien conocido que durante las fases iniciales de liberalización económica de China, el liderazgo del EPL tuvo que ceder al mandato de Deng Xiaoping de que el ejército chino subordinara sus intereses profesionales a los de la economía civil y ayudarla a crecer.

A partir de entonces, cuando el desarrollo económico del país comenzó a despegar, el ELP recibió posteriormente recursos económicos cada vez mayores (en términos absolutos). De hecho, incluso cuando el gasto militar chino como proporción del PIB comenzó a caer antes de estabilizarse a alrededor del 1,3 por ciento en el papel desde la década de 2000, el pastel económico total de hecho había crecido más. Dado el PIB de más 6 por ciento estipulado este año, totalmente alcanzable en vista de la aberración que es el modesto 2,3 por ciento del año pasado, es probable que la línea de tendencia de alrededor del 1,3 por ciento persista.

De acuerdo con el principio del régimen de "luchar por el desarrollo coordinado de la defensa nacional y la economía", como se estipula en el libro blanco de defensa de 2019, el gasto militar de China ha crecido a una tasa bastante constante como porcentaje del PIB más la inflación. Por lo tanto, además de estar subordinado a la producción económica total como se ve bajo Deng, el gasto militar de China después de Deng también está coordinado con el PIB total de China. Como bien sabe Xi Jinping, la ex Unión Soviética se había desintegrado en gran parte debido a una economía nacional sobremilitarizada. Por lo tanto, se puede esperar que el principio de "subordinación" y "coordinación" continúe en China, incluso si el ELP ha ganado mayor prominencia bajo el actual presidente de la Comisión Militar Central.

DADA LA falta de datos desglosados ​​en su presupuesto militar anual y cómo los fondos se canalizaron previamente directamente desde el Consejo de Estado chino hacia la investigación de armas, no es de extrañar que el gasto militar real de China supere las cifras oficiales desde que se publicaron en 1978. En las últimas décadas , una serie de estimaciones fiables sitúan su gasto real en un 1,36 por ciento mayor que las versiones aprobadas, aunque la evidencia creciente sugiere que la discrepancia entre las dos ha ido disminuyendo. Independientemente, el fortalecimiento militar de China ha sido respaldado por un crecimiento sostenido considerable en los gastos militares del país durante más de dos décadas y este seguirá siendo el caso.

El enfoque nacional de China hacia la modernización tecnológico-militar está impulsado por dos "M": la motivación y el dinero. En primer lugar, el liderazgo civil-militar de China compuesto por el PCCh y el EPL está unido en torno a la idea central de que el brazo armado del Partido debe convertirse en una fuerza de combate moderna del siglo XXI, con el régimen inquebrantable en su compromiso con la modernización. la pla. Esa firmeza, a su vez, se ha manifestado en grandes y constantes aumentos anuales de los gastos militares del país a lo largo de los años. Durante varios años, de hecho, China experimentó un crecimiento real anual de dos dígitos en su gasto militar (es decir, después de tener en cuenta la inflación). Según sus propias estadísticas nacionales oficiales, el presupuesto de defensa chino de 1999 a 2008 se expandió a una tasa del 16,2 por ciento anual.

Esta tendencia se mantuvo básicamente sin cambios a lo largo de la segunda década del siglo XXI. Entre 2009 y 2020, por ejemplo, el gasto militar chino creció de $ 70,3 mil millones a alrededor de $ 179 mil millones. En general, entre 1997 y 2020, el presupuesto del PLA creció al menos un 600 por ciento, después de tener en cuenta la inflación. Beijing nunca ha sido muy comunicativo en cuanto a cómo gasta su dinero de defensa. Los libros blancos de defensa chinos solían desglosar los gastos por personal, capacitación y mantenimiento, y equipo (presumiblemente, incluida la investigación y el desarrollo de defensa, o I + D). Curiosamente, estos documentos revelaron consistentemente una división casi pareja entre estas tres categorías, es decir, aproximadamente de un tercio a dos quintos del presupuesto de defensa se destina a cada una de ellas.

Si esta misma fórmula se aplicara al presupuesto de 2021, significaría que China podría gastar hasta $ 70 mil millones este año solo en equipos (es decir, adquisiciones e I + D militar). Dicho gasto colocaría el presupuesto del ELP para equipos como mayor que los presupuestos combinados de defensa de Japón, India o cualquiera de sus otros rivales de Asia y el Pacífico. Solo Estados Unidos gasta más en sus fuerzas armadas.

Si algo ha apoyado la expansión de Beijing en el poder militar, es este aumento en el gasto de defensa, lo que ha permitido al ELP aumentar significativamente las adquisiciones. Al mismo tiempo, China ha podido eliminar gradualmente las importaciones de armas en favor de armas de cosecha propia. Los aumentos constantes y considerables del presupuesto de defensa se han traducido en más dinero para innovación, adquisiciones e I + D, así como en mayores fondos para actualizar su industria de defensa local con nuevas herramientas, nuevas computadoras y nuevas habilidades técnicas. Esto también ha permitido el crecimiento y la modernización de la fuerza laboral militar-industrial de la nación, desde sus institutos de investigación y desarrollo hasta su fuerza laboral en las fábricas.

En consecuencia, la industria de defensa nacional del país ha comenzado a producir decenas de nuevos y modernos sistemas de armas para el ELP. Estos incluyen los aviones de combate J-10 y J-11 (copiados Su-27) fabricados en China, cruceros Tipo-055, destructores Tipo-054D, submarinos diesel-eléctricos clase Yuan y al menos tres portaaviones. Además, los presupuestos en expansión del EPL también le han permitido financiar una serie de nuevos proyectos militares de I + D, como su caza J-20 de quinta generación, su misil balístico antibuque DF-21D y su programa de submarinos nucleares de gran alcance. .

SIN EMBARGO, el deseo declarado de BEIJING en el informe de trabajo de este año de "promover el apoyo mutuo entre civiles y militares" da crédito a la idea de que el PCCh tiene la intención de modernizar sus fuerzas coercitivas sin tener que agotar las arcas nacionales, prefiriendo en cambio utilizar el uso dual tecnologías como parte de su nueva estrategia de “fusión militar-civil”. Además, el mismo documento también se destaca por su mayor atención al personal y los veteranos del ELP. Mientras que los sirvientes armados del Partido, pasados ​​y presentes, siguen siendo denominados "grupos clave" y "grupos autorizados", el informe de este año ha subrayado el compromiso del régimen de garantizar que las autoridades "en todos los niveles" apoyen "enérgicamente" el desarrollo de la "defensa nacional y […] fuerzas armadas" del país. La declaración para mejorar el bienestar de los soldados puede ser una prueba más de que el gasto de defensa chino este año se orientará cada vez más hacia el personal y la capacitación, los otros dos componentes del presupuesto principal del ELP junto con los costos de equipo. Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, la compensación económica para los veteranos del ELP solo en 2019 costó alrededor de $ 20 mil millones, o alrededor del 12 por ciento del presupuesto militar de ese año. A pesar de la reciente reducción de 300.000 efectivos, los fondos sobrantes (si los hubiere) probablemente se compensarán con mayores gastos de personal (incluidos salarios, alimentos y seguros), además de mejoras en el costo de su capacitación y sostenimiento (como capacitación, educación , y la “construcción y mantenimiento de instalaciones e instalaciones”).

Otro evento importante pero menos cubierto en China también lleva a la conclusión de que el EPL está entregando programas más costosos a su personal en servicio activo. En ese sentido, las reformas que comenzaron a fines de 2015 ahora se centran directamente en mejorar los elementos humanos del EPL. Con el Ministerio de Defensa Nacional dando a conocer un importante cambio de política el 28 de enero de un sistema de gestión de oficiales "centrado en el grado" a "centrado en el rango", ahora también se ofrecen paquetes de remuneración más generosos junto con trayectorias profesionales más claramente definidas. Asimismo, los mejores y más brillantes de China reciben más incentivos para unirse a sus filas. La mejora del atractivo profesional del PLA continúa la tendencia de la búsqueda del PCCh de los intereses corporativos del primero. Pero para que pueda competir eficazmente con el sector privado chino, estas iniciativas no serán baratas.

En lo que respecta al fortalecimiento militar de CHINA, agregar algo de contexto para compensar la falta de transparencia en su presupuesto anual nos brinda una mejor, aunque todavía limitada, apreciación de las asignaciones presupuestarias del ELP. En ese sentido, esas tendencias en sus gastos anteriores y sus publicaciones oficiales nos ayudan a acercarnos un paso más a comprender para qué se podrían utilizar los 209.000 millones de dólares este año. A pesar de que el gasto militar de China ha crecido exponencialmente en las últimas décadas hasta convertirse en el segundo más grande del mundo desde 2008, todavía sigue siendo alrededor de un tercio del presupuesto de defensa de Estados Unidos, según el último recuento. Con las continuas deficiencias del ELP con respecto a otros ejércitos avanzados (particularmente en términos de armas combinadas y operaciones conjuntas), se puede hacer la evaluación racional de que Beijing preferiría actuar con prudencia en sus tratos con Washington y otros países de la región, en lugar de contemplar la guerra total.

Ciertamente, durante los próximos quince años, se espera que China haga un gran progreso hacia la mecanización y la informatización, con el objetivo de lograr una "modernización militar completa" para 2035. Si eso llegara a buen término, la infraestructura C4ISR del ELP debería mejorarse enormemente, con satélites. y otras plataformas / sensores (por ejemplo, UAV HALE) para vigilancia, comando y control, comunicaciones, navegación y configuración de adquisición de objetivos. Otras mejoras incluirían la modernización de sus capacidades para realizar operaciones cada vez más agresivas contra rivales regionales y la expansión de su capacidad de proyección de poder sostenida, además de operaciones en el espacio, el ciberespacio y en los dominios electrónicos. Estos también incluirían mejoras en las capacidades del EPL para realizar vigilancia y reconocimiento en tiempo real, operaciones conjuntas y logística conjunta.

Si llega ese día, es probable que el EPL posea activos navales y aéreos capaces de proyectar energía sostenible hacia la segunda cadena de islas y, de forma intermitente, hacia los océanos de agua azul. La AELP estaría integrado por 530 combatientes de superficie y submarinos, lo que confirma su estatus como la armada más grande del mundo. En particular, la adquisición de cuatro (o más) portaaviones para entonces probablemente significaría la reorientación de la AELP en torno a los grupos de batalla de portaaviones; con tal desarrollo que constituye un cambio importante en la dirección estratégica de AELP.

Mientras tanto, para 2035, la FAELP debería recapitalizarse con aviones de combate de cuarta y quinta generación, junto con una flota de aviones de transporte y cisterna modernos, aviones de alerta temprana aerotransportados y sistemas aéreos no tripulados cada vez más sofisticados. En conjunto, un creciente inventario de buques de guerra y submarinos modernos en el AELP, junto con aviones de combate recargables por aire y aviones de transporte de largo alcance, respaldados por bases en el extranjero expandidas (como la primera base militar extranjera de China en Djibouti), expandirá particularmente el Huella global de ELP: primero en el Pacífico occidental, luego en el Océano Índico y, finalmente, en casi todas partes. Las actividades militares de China en la última década y su diplomacia del "guerrero lobo" sugieren que Beijing probablemente será cualquier cosa menos una hegemonía benigna, si de alguna manera logra alcanzar a Washington. Al mismo tiempo, sugerir, como han sugerido algunos medios de comunicación, que China de alguna manera está “ansiosa por pelear” en el futuro previsible es inútil.

miércoles, 1 de enero de 2020

AELP: Publica más fotos del portaaviones Shandong

China publica primeras imágenes del portaaviones Shandong de fabricación china en un puerto naval en Sanya

Navy Recognition


El sitio web oficial del Ministerio de Defensa chino ha publicado las primeras imágenes del portaaviones Shandong de fabricación china en un puerto naval en Sanya, China. El primer portaaviones de fabricación nacional de China, Shandong (Hull 17) fue comisionado oficialmente a la Armada del EPL en un puerto militar en Sanya, provincia de Hainan, sur de China, en la tarde del 17 de diciembre de 2019.


China publica las primeras imágenes del portaaviones hecho en China Shandong, un puerto naval en Sanya 925 001 El portaaviones hecho en China Shandong, un puerto naval en Sanya. (Fuente de imagen China MoD)

China es ahora uno de los pocos países del mundo que tiene múltiples operadores. El presidente chino, Xi Jinping, asistió a la ceremonia de puesta en servicio del nuevo portaaviones, que lleva el nombre de la provincia oriental china de Shandong, y entregó la bandera militar al capitán mayor Lai Yijun, comandante del barco.



El Shandong es un portaaviones chino de primera generación que se lanzó el 26 de abril de 2017 para la Armada del Ejército de Liberación Popular (AELP) de la República Popular de China (RPC). Es el segundo portaaviones del país después de la finalización de Liaoning, y el primero construido a nivel nacional. Shandong se designó inicialmente como una compañía aérea Tipo 001A durante el desarrollo, pero se finalizó como Tipo 002 en la puesta en servicio.

La primera prueba en el mar del portaaviones Shandong tuvo lugar en mayo de 2018 en el mar de Bohai. Esto fue seguido por ocho pruebas más hasta noviembre de 2019 durante un total de aproximadamente 19 meses antes de que se comisionara al transportista. La novena y última prueba en el mar, que comenzó el 14 de noviembre de 2019, se realizó simultáneamente con un ejercicio de entrenamiento en el Mar del Sur de China.

El portaaviones Shandong se basa en un diseño soviético con una cubierta de vuelo de estilo de salto de esquí para despegues en lugar de las cubiertas planas utilizadas por portaaviones estadounidenses mucho más grandes. Está alimentado por una central eléctrica convencional de turbina de vapor alimentada con petróleo, en lugar del combustible nuclear que utilizan los transportistas y submarinos estadounidenses.



Se estima que el portaaviones Shandong tiene un rango de desplazamiento de 60,000 a 70,000 toneladas y puede transportar 40 y 50 aviones, así como helicópteros y drones, incluidos 32 aviones de combate Shenyang J-11 o J-15, 6 x helicópteros Changhe Z-18, 2 x Harbin Z-9 helicópteros y 2 x KJ-600 transporte / AEW (Airborne Early Warning). También presenta sistemas de procesamiento avanzados, sensores y un ajuste de radar para incluir la serie Tipo 346A.

El portaaviones Shandong está armado con 3 x sistemas de misiles tierra-aire (SAM) HQ-10 (18 celdas) y 3 x 30 mm de sistemas de armas de cerca tipo 1130 (CIWS).

jueves, 28 de noviembre de 2019

Armadas: Tácticas de flota con características chinas (4/4)

Tácticas de flota con características chinas

Parte IV




Preferencia estratégica n. ° 3: Mao Zedong, conoce a Alfred Thayer Mahan


Las preferencias estratégicas que estamos discutiendo no son fijas; Son inclinaciones. A medida que la Armada del EPL se acerque a la paridad con la Armada de los EE. UU., La gramática de defensa activa de Mao se parecerá al esquema de Mahan para los compromisos concentrados de flota en flota. Recordemos que la tercera y última fase de la estrategia de los débiles de Mao es la contraofensiva convencional que produce la victoria final. Lo que viene antes —la defensiva estratégica, el equilibrio estratégico— son expedientes transitorios, no estados deseables. Si Beijing cree que el EPL ahora es el contendiente más fuerte, puede saltarse las fases que presuponen que China es superada y pasar directamente a una ofensiva convencional.

El final del juego de Mao fue una victoria convencional en el campo de batalla. Mahan esperaba abrir con un compromiso de flota en flota que también produjo la victoria. Ambos estrategas acordaron el imperativo de vencer a la fuerza principal del enemigo en un combate decisivo en algún momento. La única diferencia era cómo secuenciar las operaciones y los compromisos para lograr una acción de flota.

El tercer escenario de Hughes, el ataque masivo, ahora puede ser parte de la cartera de opciones de los comandantes del EPL. Como se señaló anteriormente, algunos estrategas chinos miran directamente a Mahan para obtener información estratégica. El conocido experto Zhang Wenmu cita la máxima de Mahan de que la prosperidad económica depende del despliegue de fuerzas navales más fuertes en ubicaciones estratégicas. A partir de esto, Zhang concluye que China debe "construir nuestra armada lo más rápido posible" en preparación para la "batalla naval" que constituye la "forma definitiva para que las grandes potencias" resuelvan las disputas económicas. Zhang, al parecer, prevé acciones decisivas de la flota.

¿Cómo podría surgir tal compromiso? Un escenario plausible: una estrategia secuencial de PLA podría desarrollarse por incrementos, culminando en una prueba de armas de Mahanian. Los compromisos a pequeña escala progresarían paso a paso hacia el cálculo final. O, si el EPL sintió que el equilibrio de fuerzas lo favoreció desde el principio, Beijing podría buscar una batalla decisiva con el ejército de los Estados Unidos de inmediato en lugar de avanzar en las fases de guerra de Mao Zedong. Los fuertes tienen poca necesidad de las estrategias de los débiles.

Aventurar todo para ganar todo no es una ruptura tan dramática con Mao como parece. Mao ordenó poderes más débiles, no más fuertes, para ceder terreno y concentrarse contra unidades enemigas aisladas. Una vez que las fuerzas chinas se acumulen a la paridad o superioridad relativa sobre sus enemigos, disfrutarán de muchas más opciones operativas y tácticas, incluida la opción de inaugurar la contraofensiva convencional que Mao cree que eventualmente deben perseguir para lograr la victoria. Si el entorno estratégico favorece la acción ofensiva, entonces, no hay ninguna razón para que el EPL no haga lo correcto.

De hecho, Mao se apartó de su propio patrón cuando las circunstancias lo justificaron. A pesar de las graves reservas entre sus camaradas, Mao prevaleció sobre ellos para intervenir decisivamente en la Guerra de Corea, convencido de que un golpe inicial masivo empujaría a las fuerzas de la ONU fuera de la península. Su apuesta fracasó miserablemente. Aún así, tal lógica, quizás agravada por una ilusión, podría volver a atrapar a los comandantes chinos. A continuación, analizamos algunos factores que podrían impulsarlos a arriesgarse a una acción de la flota antes de tiempo.

La gramática operacional maoísta no es tan diferente de la de Mahan después de todo

Como señalamos anteriormente, la batalla ofensiva de Mahanian es compatible con las tradiciones maoístas cuando las condiciones se adaptan. Habiendo atrapado a las fuerzas estadounidenses en el interior de la zona disputada de China, el EPL puede asumir las líneas exteriores, aplicando la lógica operativa de Mao mucho más ampliamente de lo que esperaba. El mismo Mao contempló líneas exteriores que abarcan todo el mundo, aunque en un sentido diplomático más que operacional. Sus seguidores contemporáneos podrían aplicar su teoría de manera ambiciosa, persiguiendo una contraofensiva y prometedora victoria naval absoluta. La teoría maoísta convergería con la teoría mahaniana, instándolos a continuar.

Tierra de la muerte

El régimen del PCCh podría encontrar su supervivencia en juego en algunas contingencias del mar de Taiwán o del sur de China. La autoconservación es la máxima prioridad para el PCCh, como lo es para los gobernantes de cualquier estado. Una guerra a través del Estrecho, por nombrar la contingencia más obvia, pondría en duda la unidad nacional china y la legitimidad del régimen junto con él. La intervención de los Estados Unidos podría convocar un asalto total del EPL. Si la longevidad del régimen comunista dependiera de la victoria, la moderación disminuiría en importancia. O podría establecerse un cálculo similar si los Estados Unidos bloquean los envíos de recursos chinos, poniendo en peligro la vitalidad económica de China y, por lo tanto, el nivel de vida de la población. Todas las apuestas están canceladas si alguna acción de los EE. UU. Coloca al liderazgo de China en lo que Sun Tzu llama "campo de la muerte", donde es imperativo luchar al máximo o perecer.

Ahora o nunca

China a menudo desprecia el poder de permanencia política de Estados Unidos, pero puede temer una repetición de diciembre de 1941, cuando una potencia marítima asiática subestimó por última vez la voluntad y la capacidad de Estados Unidos de luchar en el Pacífico y pagó el precio. Los comandantes chinos que renunciaron a la lucha armada contra las fuerzas estadounidenses podrían apuntar a las fuerzas de tareas navales estadounidenses que se aventuran en los mares de China. Sin embargo, si las fuerzas chinas no lograran una victoria sólida, Beijing podría provocar el tipo de contraataque masivo de Estados Unidos que siguió al ataque del Japón imperial en Pearl Harbor. Pero hay una gran diferencia: la contraparte actual de "Pearl Harbor" se encuentra al alcance de las fuerzas de ataque con base en el continente chino. El EPL no necesita replicar el largo y tortuoso viaje que emprendió el IJN para atacar a Oahu en 1941. Puede llover misiles en las bases de la Séptima Flota de los Estados Unidos, como Yokosuka y Sasebo desde cerca. Y a diferencia de los aviadores de la compañía aérea IJN que operan al final de su conexión logística, los cohetes PLA pueden sostener su bombardeo hasta que el trabajo esté completo. Un derrame cerebral anularía la posibilidad de una represalia estadounidense masiva, y tal derrame cerebral es cada vez más pensable para Beijing.

Atrévete a ganar todo

Si el EPL ofrece una batalla decisiva y gana, su triunfo aceleraría el ascenso de China a la eminencia regional y mundial, reordenando los sistemas asiáticos y quizás globales. Estados Unidos no reconstruiría rápidamente su armada, ni recuperaría su estatus de superpotencia, que se convierte en supremacía en los bienes marítimos comunes, luego de una derrota catastrófica. Dudamos que Beijing inicie la guerra únicamente para noquear a la Marina de los EE. UU. Los pensadores chinos comprenden los costos políticos, económicos y militares de la guerra de las grandes potencias y muestran poco apetito por ella. Aún así, el atractivo de un cálculo final podría incitar a los comandantes chinos a arriesgar la flota si ya se inclinaban de esa manera por las razones discutidas anteriormente.

Que los tomadores de decisiones chinos puedan poner en peligro una acción climática de la flota no significa que estén destinados a hacerlo. Mucho dependerá de cómo estimen el equilibrio militar en Asia. Por lo tanto, monitorear cómo Pekín evalúa su poder nacional integral en relación con el de Estados Unidos y otras potencias rivales proporcionará pistas importantes sobre la estrategia y tácticas marítimas chinas.

¿Pueden los Estados Unidos preservar su dominio naval?

Los funcionarios, comandantes y armadores de barcos de los EE. UU. Deben ejercer previsión, perfeccionar el entrenamiento y la doctrina para el combate marítimo asiático y prestar atención constante a la mejora de la dimensión material de la estrategia. A los profesionales militares les gusta señalar que trafican con capacidades en lugar de intenciones. ¿Cómo deben prepararse los comandantes navales estadounidenses para los ataques integrados chinos en el mar?

Al abrazar el consejo de Wayne Hughes, por un lado. Hughes insta a los diseñadores de barcos a ampliar el alcance de los misiles estadounidenses al tiempo que refuerza la capacidad de detección y ataque de las fuerzas expedicionarias de la Marina de los EE. UU. El trabajo constante en barcos, aviones y armamentos es crucial. Así es el trabajo constante en el factor humano. Hughes ordena a los comandantes que refinen sus tácticas para preservar o restaurar su ventaja sobre posibles adversarios como China. En particular, la gente de mar estadounidense necesita recuperar la competencia de la Marina en el control de emisiones electromagnéticas (EMCON), que gestiona las emisiones electromagnéticas, como el radar y la radio, para evitar que las fuerzas enemigas detecten a las fuerzas de tarea estadounidenses. Significa amortiguar la firma electrónica de la fuerza o silenciarla por completo. Hecho correctamente, EMCON obstaculiza la exploración y el objetivo del enemigo. La guerra electrónica agresiva también es fundamental para la superioridad de la información de los EE. UU.

¿Quién tiene la ventaja en el alcance de armas y la efectividad de exploración en la actualidad? Hasta la fecha, China ha ganado el concurso de mayor alcance. Cada uno de sus misiles antibuque supera al Harpoon de la Marina de los EE. UU., Lo que otorga a los capitanes de la Marina del EPL múltiples oportunidades de compromiso antes de que los barcos estadounidenses puedan cerrar el alcance lo suficiente como para devolver el fuego. El YJ-18 del PLA cuenta con cuatro veces el rango del Harpoon. Sin embargo, la Marina de los EE. UU. Y las empresas de defensa ahora están compitiendo en la guerra de rango. La Oficina de Capacidades Estratégicas del Pentágono ha reutilizado el interceptor SM-6 para enfrentamientos de guerra de superficie, se está desarrollando un nuevo misil antibuque de largo alcance, y los ingenieros han equipado el misil de crucero de ataque terrestre Tomahawk con sensores y software para realizar enfrentamientos de superficie. Si se persigue, este último en particular aumentará el alcance de ataque de los barcos a cientos de millas. Los comandantes navales dormirán más profundamente una vez que dicho armamento llegue a la flota. Más rápido es mejor al colocar estos armamentos.

Sin embargo, cuando y si el EPL perfecciona sus ASBM, las fuerzas estadounidenses se verán obligadas a operar dentro de los envoltorios de amenazas DF-26 o DF-21D, especialmente si los desarrollos confirman las estimaciones superiores del alcance de esos misiles. Estas cifras exceden el alcance máximo anunciado para cualquier misil de crucero de ataque terrestre de los EE. UU. O para cualquier avión lanzado en barco armado con misiles antideslizantes o de ataque terrestre. Dependiendo de la variante, los misiles de crucero de ataque terrestre Tomahawk de la Marina de los EE. UU. Cuentan con rangos informados oficialmente de 1,600 a 2,500 kilómetros. El F / A-18 E / F Super Hornet, el pilar de las alas aéreas de los transportistas de hoy en día, tiene un radio de combate de 723 kilómetros con una carga de bomba estándar y tanques de combustible externos. Agregue otros más de 321 kilómetros para los misiles de separación aire-superficie conjuntos de Super Hornet (JASSM) y más de 804 kilómetros para la variante de rango extendido (JASSM-ER).

A una distancia extrema, entonces, el F / A-18 puede alcanzar objetivos a aproximadamente 1,500 kilómetros de distancia. Esa es casi exactamente la estimación de gama baja para el rango DF-21D y muy dentro del rango DF-26. El caza furtivo F-35C Lightning II mejorará en el rango del Super Hornet, marcando un radio de combate estimado en 1,111 kilómetros. Para el F-35, eso hace que el alcance de ataque extremo sea de 1,915 kilómetros, más allá de la estimación mínima para el alcance del DF-21D, pero dentro del máximo. Si el DF-26 se demuestra, los transportistas tendrían que aventurarse profundamente dentro del sobre ASBM para hacer su trabajo. La acumulación de Beijing de su flota, y de su arsenal de energía marítima en tierra, está empujando el punto culminante del ataque más lejos de la costa para las fuerzas de tarea estadounidenses, elevando los costos de entrada del ejército estadounidense en aguas asiáticas.

Con respecto a los aviones tripulados, el avión de combate / ataque J-11 de la Armada del EPL, un derivado del ruso Su-27 y Su-30, cuenta con un radio táctico de 2.000 kilómetros si se reabastece de combustible en vuelo. En teoría, podría mantener en riesgo a los buques estadounidenses a una distancia de hasta 2.400 kilómetros de su base si está armado con ASCM YJ-12 que cuentan con un alcance estimado de 250 a 400 kilómetros. Esto empuja la zona de compromiso mucho más allá de la cadena de islas interiores, apoyando el objetivo de China de la negación del mar en y alrededor de Taiwán y los enfoques del Mar del Sur de China. Y esta discusión deja de lado las contribuciones que podría hacer el J-15 de China. El J-15, en desarrollo para su uso a bordo de los transportistas de PLAN, tiene un radio de combate de alrededor de 1.500 kilómetros, y se está desarrollando una familia de aviones furtivos que parece capaz de operar en la segunda cadena de islas.

El balance favorable de las gamas de aviones y misiles ahora permite a los estrategas chinos mirar más allá del punto muerto de Taiwán. Parecen cómodos que pueden negar el acceso de los Estados Unidos a las aguas costeras de la primera cadena de islas. Ahora mira el lado estadounidense. Para encuentros cercanos como uno fuera de Taiwán, que podría involucrar el aterrizaje de los marines estadounidenses o la intercepción de las fuerzas de aterrizaje chinas, las fuerzas estadounidenses deben aventurarse dentro del sobre de misiles de crucero y dentro del alcance de los aviones armados con misiles que vuelan desde los campos de aviación en el continente. Las defensas en capas para los grupos de portadores y anfibios serán más delgadas y más permeables en estos cuartos estrechos. Como resultado, los tiempos de respuesta para los defensores de EE. UU. Se desplomarán. Esto es lo que significa operar dentro del alcance de Fortress China y su flota de fortaleza.

Las defensas a bordo tendrán una nueva importancia en estas circunstancias. El principal sistema de autodefensa de la Marina de los EE. UU., El misil RIM-162 Evolved Sea Sparrow Missile (ESSM), es un misil semiactivo guiado por radar disparado desde sistemas de lanzamiento vertical o lanzadores montados en la plataforma. Sin embargo, se informa que su alcance es de solo cuarenta y cinco kilómetros, lo que comprime los tiempos de reacción de las fuerzas de tarea estadounidenses contra el arma antideslizante china como el Sunburn, con su altitud de crucero que roza el mar, la velocidad máxima de Mach 3 y la capacidad de maniobras evasivas radicales en La fase terminal. El YJ-18 navega a velocidades subsónicas pero acelera a Mach 3 cuando se acerca a su objetivo.

Un estudio estima la probabilidad de un impacto para un misil Mach 2.5 en un 40 por ciento contra un grupo de portaaviones seleccionado por combatientes de Aegis. La ventana para múltiples compromisos de ESSM, entonces, se cerrará rápidamente en condiciones de batalla. El Close-In Weapon System (CIWS), la defensa puntual de los buques de guerra de la Marina de los EE. UU. Contra ataques aéreos, es un arma Gatling guiada por radar capaz de disparar hasta 4.500 disparos penetrantes por minuto. Sin embargo, la gama de monturas CIWS es tan corta que su cadencia de tiro proporciona una comodidad fría para los defensores de a bordo contra las amenazas aéreas. La Armada está mejorando las defensas de puntos con "SeaRAM", un sistema de defensa que combina el radar CIWS y el control de fuego con misiles de fuselaje rodante para atacar a los misiles entrantes más lejos del tablero. El rango del sistema está clasificado pero parece estar alrededor de ocho kilómetros. Esto representa una mejora con respecto a los disparos, pero nuevamente, equivale a un corto alcance cuando se enfrentan con misiles supersónicos que intentan evadir las defensas a bordo.
Un descargo de responsabilidad importante está en orden. Las especificaciones técnicas de los armamentos de China parecen imponentes, pero los rangos de misiles dependen de la capacidad del EPL para detectar, identificar y rastrear buques de guerra estadounidenses a distancias extremas. El Océano Pacífico es grande, y la mayor flota es extremadamente pequeña en comparación. Este factor impone un elemento disuasorio para los enfrentamientos de superficie de largo alcance. La doctrina de la Marina de los EE. UU. Desaprueba los ataques antideslizantes de muy largo alcance por temor a golpear a los no combatientes. Hay pocas razones para pensar que la Marina del EPL, que nunca ha sido probada en combate en alta mar, ha superado este intrincado desafío técnico y doctrinal. Tampoco hay razón para pensar que los comandantes del EPL se soltarían indiscriminadamente, sin prestar atención al peligro para el envío civil o el desperdicio de gastar las escasas municiones contra los no combatientes, excepto como una medida de desesperación si el régimen del PCCh se encuentra pisando terreno de muerte.

Por ahora, nuestro diagnóstico es el siguiente: China tiene la ventaja en el armamento antideslizante de largo alcance, pero Estados Unidos está comenzando a desplegar sistemas que reducirán esa ventaja. Los comandantes navales de EE. UU. Ya no deberían esperar atacar con impunidad contra los activos militares chinos, en tierra o en el mar, mientras mantienen sus propias plataformas de alto valor (portaaviones, barcos de desembarco anfibio y cruceros y destructores Aegis) fuera de peligro. Los comandantes también deben darse cuenta de que la flota se basa en un grado poco saludable en el ala aérea del portaaviones para su ataque ofensivo contra objetivos marítimos y costeros. Estos hechos se suman a un resumen convincente no solo para los nuevos armamentos a bordo, sino también para iniciativas como la "letalidad distribuida", que dispersará la potencia de fuego en toda la fuerza de la superficie. Una vez que cada barco es un barco de combate, la dependencia de la flota de unos pocos escuadrones de aviones de combate / ataque debería disminuir.

Qué tan lejos de la costa operará la Marina del EPL depende de la confianza que tengan los comandantes chinos en sus defensas anti-acceso, cuánto riesgo están dispuestos a asumir los comandantes chinos y los líderes del partido, cuánta marinería y destreza táctica exhiben los marinos y aviadores chinos, y La viabilidad técnica de sistemas como el ASBM. Juntos, estos factores gobernarán el punto en el que las fuerzas de tarea de EE. UU. Estarán amenazadas cuando se acerquen a los mares asiáticos.

Si nuestro diagnóstico es correcto, Estados Unidos y sus aliados están en una zona peligrosa. Si la ingeniería estadounidense está a punto de igualar el desequilibrio de rango, y si los comandantes chinos lo saben, los chinos pueden verse tentados a actuar antes de que su ventaja desaparezca. Esta puede ser la razón por la cual Beijing ha mostrado signos de urgencia en el Mar del Sur de China al dragar el fondo marino para crear instalaciones militares. Pekín se arriesgó a unir una coalición hostil, pero tal vez el liderazgo del PCCh califica ese riesgo como menos que el riesgo de adoptar un enfoque pausado que alivia las animosidades, pero permite que Estados Unidos recupere su supremacía marítima en Asia. La región podría tener un viaje lleno de baches en la próxima década más o menos.

Mirando hacia el futuro, es seguro decir que el alcance táctico del EPL ya se extiende más allá de la primera cadena de islas. También es seguro decir que Beijing pronto podrá disputar el mando de los Estados Unidos sobre las aguas y los cielos entre las dos cadenas de islas, si es que no puede hacerlo. Hasta qué punto la marina de China lleva a cabo ejercicios y lo que dicen los oficiales y expertos chinos sobre su doctrina proporcionará los mejores indicadores disponibles.

Para fines de planificación, la suposición más sólida es que las fuerzas estadounidenses se enfrentarán a amenazas superficiales, subterráneas y aéreas a lo largo de más de un eje de amenaza, especialmente cuando cierran en las costas chinas. Dentro de la zona disputada de China, el EPL luchará en líneas tácticamente exteriores, montando ataques dispersos para dominar las defensas antiaéreas, antisip y antisubmarinas de EE. UU. En consecuencia, los comandantes estadounidenses deben pensar en cómo las unidades estadounidenses pueden prestarse mutuamente apoyo mutuo y hacer de la fuerza expedicionaria una fuerza única y cohesiva. Esto ayudará a obstaculizar las estrategias maoístas basadas en derrotar una fuerza que se aproxima poco a poco, eliminando unidades aisladas y aniquilándolas. Hughes llama a esta estrategia de apoyo mutuo "concentración para la defensa".

El equilibrio marcial puede continuar desplazándose hacia el EPL en los próximos años a medida que las fuerzas chinas se expandan, mejoren su arsenal y refinen sus tácticas para hacer el mejor uso de la zona en disputa. Ciertamente continuará cambiando si Estados Unidos se niega a tomar la decisión política consciente de seguir siendo el poder marítimo predominante del mundo y garante de la libertad del mar. La primacía requiere recursos. El almirante J. C. Wylie señala que el Congreso toma decisiones estratégicas todo el tiempo a través del proceso presupuestario. En efecto. Ninguna cantidad de marinería o magia táctica llevará a la Marina de los EE. UU. A la victoria en el Lejano Oriente si los marineros estadounidenses tienen muy pocos implementos para la lucha.

jueves, 24 de octubre de 2019

Armadas: Tácticas de flota con características chinas (3/4)

Tácticas de flota con características chinas

Parte  III
Weapons and Warfare


El Mar del Sur de China en el "Día después de Taiwán"


El Mar del Sur de China ofrece un estudio de caso ideal para futuros conflictos frente a las costas chinas. Los estrategas chinos y occidentales pronosticaron una vez que el Océano Pacífico constituía el teatro más probable de la competencia marítima del siglo XXI entre Estados Unidos y China. El almirante Liu Huaqing, el padre fundador de la moderna Marina del ELP, propuso una estrategia orientada hacia el este, tal vez derivada de la preocupación de China por una posible contingencia de Taiwán. Incluso Liu, sin embargo, incluyó el Mar del Sur de China entre los "mares cercanos" donde la armada china debe ceñirse para procesar las operaciones de defensa activa. Y, de hecho, el Mar del Sur de China es un lugar más probable para contingencias que enfrentan al ELP contra la Marina de los EE. UU. el reclamo de Beijing de soberanía "indiscutible" o "irrefutable" sobre la mayor parte de esa extensión, su construcción y armamento de islas artificiales, y su conducta dura hacia los vecinos del sudeste asiático han desplazado el centro de gravedad de la competencia en alta mar hacia el sur.

El Mar del Sur de China es la puerta de entrada crucial de China al Océano Índico. Al menos cuatro desafíos estratégicos atraen la atención de los estrategas chinos hacia el sur. Ante todo, Taiwán, en el extremo norte del mar, continúa obsesionando el liderazgo de China. Una declaración formal de independencia o una violación taiwanesa de una línea roja china, como la reforma constitucional, sigue siendo el caso más probable para Beijing. Pero la disputa a través del Estrecho ya no es el tema que todo lo consume, lo que alguna vez fue. Si aún no lo ha hecho, China pronto ganará la confianza para comenzar a mirar más allá de Taiwán a otras actividades en el sudeste y el sur de Asia.

La solución satisfactoria de los asuntos en el estrecho de Taiwán liberará recursos y energías chinas, avanzará la causa de la unificación nacional y romperá el perímetro de la cadena de islas de Dean Acheson. Para tomar prestado del general Douglas MacArthur, la recuperación de la isla también le daría al ELP su propia costa afuera, e insumergible (si también inmóvil), un portaaviones y un submarino. Además, si China ocupa Taiwán, que el almirante Ernest King llamó "el corcho en la botella del mar del sur de China", los envíos chinos con destino a Oriente Medio, el Cuerno de África o el mar Mediterráneo pueden llegar sin problemas a los puertos chinos.

El segundo desafío estratégico que deja perplejos a los académicos y altos funcionarios chinos es el "dilema de Malaca" o "la situación de Malaca". El ex presidente Hu Jintao articuló por primera vez este problema estratégico, que implica un intento por parte de Estados Unidos y sus aliados de cerrar Malaca. , Lombok, o Estrecho de Sunda al envío chino como una respuesta indirecta durante un conflicto de Taiwán o algún otro embrollo del Pacífico.

Asegurar el paso libre a través de las líneas de comunicación marítimas que unen la región del Golfo Pérsico y África con los puertos marítimos chinos, en particular a través del Estrecho de Malaca, ha adquirido una importancia superior para el régimen comunista de China. El flujo ininterrumpido de petróleo, gas natural y otras materias primas a través de las masas de agua al sur y suroeste del continente, el Mar del Sur de China y el Océano Índico, ocupará un lugar cada vez más destacado en el cálculo marítimo de China. Este imperativo emergente de seguridad energética sugiere que rastrear las intenciones chinas a largo plazo y la gran estrategia en aguas del sur constituye una tarea urgente para los Estados Unidos.

En tercer lugar, China ha reclamado las aguas, el aire y las islas de la mayor parte del Mar del Sur de China a expensas de sus vecinos. De hecho, el Congreso Nacional del Pueblo en efecto escribió las reclamaciones de China en la legislación nacional en 1992. En 2009, el gobierno presentó un mapa a las Naciones Unidas delineando sus reclamaciones. Una "línea de nueve puntas" que encierra un 80-90 por ciento del Mar del Sur de China limita el área donde China reclama soberanía indiscutible. En su forma más básica, soberanía significa control físico del espacio dentro de un área en un mapa. Lo que el soberano dice que existe es la ley, y otros obedecen. Como era de esperar, los reclamos de soberanía de China en la región y los intentos de hacer cumplir esos reclamos han generado una tensión considerable.

Tanto el sentimiento nacional como el valor de la región como vía marítima animan la política de Beijing, al igual que los recursos submarinos que se dice que se encuentran alrededor de las muchas islas en las que China, Filipinas, Taiwán y Vietnam han presentado reclamos. Los mares también son una fuente creciente de nutrición, ya que una ciudadanía china que disfruta de un aumento de los ingresos disponibles convierte su apetito en los mariscos. Incluso los cartógrafos se han unido a la refriega. Uno lamenta que la masa de tierra de China se parezca a un gallo, una imagen indigna de la majestad de China; pero incluir las áreas marítimas que China ha afirmado le da a la nación una forma atractiva en el mapa: una antorcha. "El mapa chino", proclama el cartógrafo, "usted es la emoción y la sabiduría del pueblo chino, su sangre coagulada y su furioso fuego, símbolo de su poder y personalidad, la encarnación de su valor y espíritu".
Esto transmite no solo la importancia de la región para la dignidad nacional china, sino también la interdependencia entre el mar y el desarrollo económico chino. Pekín ha tratado de dar efecto a la ley nacional, ya que acumula el poder marítimo dominante, confiando en una milicia marítima y una moderna guardia costera respaldada por la Marina del ELP. Los estados costeros del sudeste asiático aún no han determinado cómo defender sus derechos y privilegios bajo la ley del mar frente a una China cada vez más belicosa.

Cuarto, se ha hecho evidente que la guerra submarina imparte impulso al giro marítimo hacia el sur de China. En abril de 2008, la revisión de inteligencia de Jane reveló que el ELP había construido una impresionante base naval completa con corrales subterráneos para los SSBN de la flota, en Sanya, en la isla de Hainan, en el extremo norte del Mar Meridional de China. La noticia provocó una oleada de especulaciones entre los pensadores estratégicos de Occidente y Asia. "¿Debe la India estar ansiosa?", Preguntó un comentarista indio.

Muchos países deberían serlo. Para tomar prestada una metáfora que usan los funcionarios chinos, la base de Sanya le da a Beijing el primero de los "dos ojos" de China en el mar: Taiwán es el otro. Dejando a un lado las metáforas, basar los SSBN en el Mar del Sur de China permitiría que la Marina del EPL superara los esfuerzos de ASW de EE. UU. Y Japón en el noreste de Asia al tiempo que permitía a la fuerza submarina china operar en líneas exteriores. Sanya le da a la marina una base avanzada no solo para SSBN sino también para submarinos de ataque, aviones y unidades de superficie, proyectando el alcance de combate de China hacia afuera de la misma manera que lo haría Taiwán en el Océano Pacífico. Los reductos de islas artificiales al sur de Hainan han ayudado a Beijing a consolidar su control sobre esta reserva en alta mar.

En resumen, el Mar del Sur de China ofrece un teatro ideal para que el ELP luche en líneas tácticamente exteriores mientras que Estados Unidos opera a lo largo de líneas estratégicamente exteriores. El Estrecho de Luzón, que separa a Taiwán de Filipinas, ha adquirido un nuevo protagonismo ahora que las unidades operativas chinas están estacionadas en Sanya. Recuperar Taiwán agilizaría el acceso militar chino al estrecho, su salida al Océano Pacífico. En un escenario de un día después de Taiwán, después de haber emplazado fuerzas aéreas y marítimas del EPL en la isla, China extendería su alcance hacia el mar mientras ocupaba una posición de mando frente a Luzón.

Este posicionamiento haría que la lógica de ataque disperso de China sea aún más convincente. Las fuerzas del EPL podrían atacar a las fuerzas de tareas de la Armada de los EE. UU. no solo desde las unidades de la AELP en el mar sino también desde sitios en el continente y, lo que es igualmente importante, desde Hainan y Taiwán, sus portaaviones gemelos y ofertas de submarinos, para tomar prestada la metáfora de MacArthur. Una vez armadas con misiles antisip, las islas artificiales podrían prestar potencia de fuego adicional a la mezcla, lo que complica aún más la imagen táctica para los comandantes estadounidenses. Al obligar a los Estados Unidos a la defensa perimetral, el ELP podría abrir perspectivas tácticas prometedoras para sí mismo. Podría fingir en el Mar del Sur de China, por ejemplo, estirando las defensas estadounidenses y la conciencia situacional hacia el sur mientras organizaba una ruptura hacia el norte, a través de los estrechos pasajes que perforan las Islas Ryukyu o el propio archipiélago japonés.

En conjunto, esta estrategia se suma a un esfuerzo similar al que Estados Unidos montó en los días de Mahan, cuando la Marina de los EE. UU. Se propuso establecer la ascendencia local sobre las armadas europeas superiores en el Mar Caribe y el Golfo de México. Estas fueron extensiones de importancia económica y militar primordial para un Estados Unidos en ascenso que fijó su mirada en los mercados y bases de Asia y el Pacífico. En consecuencia, para los comandantes navales de EE. UU., Revisar la historia marítima de EE. UU. Mientras se monitorea cómo China maneja su "Caribe" podría ser un presagio de futuras acciones chinas en el Mar del Sur de China.

Preferencia estratégica n. ° 1: Negación marítima dispersa

Para volver a la plantilla analítica de Wayne Hughes, ¿cuáles son las preferencias estratégicas de China para la guerra naval? ¿Cómo aplicará China su panoplia de nuevo hardware para lograr el objetivo de la negación marítima? Siguiendo los tres factores determinantes de la efectividad táctica de Hughes, los defensores chinos intentarán interrumpir la exploración de los EE. UU., Indignar el armamento estadounidense y explotar los defectos en las tácticas de la flota estadounidense, manteniendo a los comandantes estadounidenses fuera de balance. En consonancia con la orden de Mao de cortar uno de los dedos de un enemigo en lugar de aplastarlos a todos, los defensores del EPL se concentrarán en unidades individuales de EE. UU. O pequeñas formaciones que se encuentran alejadas del apoyo mutuo. Operarán a lo largo de líneas tácticamente exteriores, concentrando la potencia de fuego en el espacio y el tiempo en el último minuto para dominar las defensas estadounidenses. En resumen, lucharán de acuerdo con la forma de guerra maoísta, derrotando a un antagonista más fuerte poco a poco.

Al jugar victorias tácticas en la prensa mundial, Beijing puede desalentar al pueblo estadounidense, despegar a aliados ambivalentes de Estados Unidos como Japón o Australia, y colapsar el esfuerzo general de Estados Unidos. Los analistas occidentales deben monitorear el ELP para usos ingeniosos de las ventajas tácticas y geoestratégicas de China. Algunos sistemas de armas representativos útiles para ataques dispersos pero integrados incluirían lo siguiente.

Misiles de crucero antibuque

El EPL ha invertido grandes esfuerzos y recursos en la adquisición y desarrollo de misiles de crucero. Los misiles antisip se pueden disparar desde barcos, aviones y baterías de superficie, lo que obliga a los defensores antiaéreos de la Marina de los EE. UU. A hacer frente a múltiples ejes de amenaza. Por ejemplo, el rápido y ágil SS-N-22 Moskit (conocido en los círculos navales de los EE. UU. Como Sunburn) a bordo de los DDG de la clase Sovremennyy de la Armada del ELP tiene excelentes perspectivas incluso contra el sistema de combate Aegis de la Armada de los EE. UU., lo último en magia técnica estadounidense y el sistema fue diseñado para penetrar. Hace una década, un informe de RAND situó a los misiles antibuque SS-N-22 y SS-N-27 en el corazón de la estrategia de China para una contingencia de Taiwán, lo que sugiere que Estados Unidos se encontraría en el extremo perdedor de un encuentro a través del Estrecho. en 2020. El misil YJ-18 que ahora ingresa al servicio cuenta con un alcance de 290 millas náuticas, aproximadamente cuatro veces mayor que el Harpoon, el arma antisip estándar en la flota de superficie de la Marina de los EE. UU. por ahora. Los barcos que llevan el YJ-18 podrían ser atrapados mucho antes de que los buques de guerra estadounidenses pudieran responder. Dicho armamento, en resumen, es un candidato ideal para el ataque antiship ortodoxo o no ortodoxo.

Misiles balísticos anitbuque

En 2010, el almirante Robert Willard, comandante del Comando del Pacífico de los EE. UU., anunció que el misil balístico antideslizante DF-21D (ASBM) del ELP había alcanzado la "capacidad operativa inicial", lo que significa que el ASBM había hecho su debut operativo mientras aún se sometía a pruebas y refinamiento. El DF-21D cuenta con un alcance de 1.500 a 2.000 kilómetros y, según los informes, puede atacar barcos en movimiento en alta mar. En un desfile militar de 2015 en Beijing, el EPL mostró el DF-26, un misil balístico con alcance para atacar a Guam. Según los informes, el DF-26 tiene una variante ASBM, que proyecta el alcance de las defensas anti-acceso chinas de 3.000 a 4.000 kilómetros de la costa. Si están a la altura de sus expectativas, el DF-21D y el DF-26 ampliarán enormemente los terrenos operativos para la flota de la fortaleza de China.

Una China capaz de atacar con eficacia más allá de la segunda cadena de islas con un número suficiente de ASBM podría esperar replicar la estrategia del Japón imperial, que tenía como objetivo reducir la línea de batalla de la Flota del Pacífico de EE. UU. en el Pacífico como precursor de un compromiso decisivo en aguas asiáticas. Sin embargo, a diferencia de las fuerzas japonesas, el ELP podría montar esa estrategia sin molestarse en apoderarse y fortificar las islas del Pacífico. Una capacidad ASBM funcional indicaría que el ELP puede actuar a lo largo de líneas exteriores contra las fuerzas navales de EE. UU. a través de distancias mucho mayores de lo que se creía posible. Podría ejecutar una estrategia maoísta a escala regional.

Aviones furtivos

Los aviones de combate / ataque furtivos como el J-20 de la FAELP serían un implemento ideal para el ataque no ortodoxo contra los aviones estadounidenses de alerta temprana y aviones cisterna. El J-20 tiene un radio de combate de dos mil kilómetros. Los vuelos de los esquivos J-20 podrían atacar la capacidad de vigilancia y logística de la Marina y la Fuerza Aérea de los EE. UU., Cegando a los aviadores estadounidenses y negando a los aviones de combate el combustible que necesitan para mantener las operaciones de vuelo sobre el Pacífico occidental. En resumen, los aviadores furtivos del ELP podrían obstaculizar el poder aéreo de los EE. UU. sin pelear una gran batalla aérea contra los cazas furtivos de vanguardia F-22 o F-35 de EE. UU. Esa es la definición misma de un ataque poco ortodoxo.

Y estaría bien dirigido. Exhibido en Afganistán, en dos guerras contra Irak y en otros conflictos de las últimas dos décadas, la forma de guerra estadounidense moderna se basa en ganar el concurso por la supremacía de la información al estallar la guerra. Las fuerzas estadounidenses han prevalecido en gran parte porque la tecnología superior les ha dado una "imagen operativa común" de las condiciones en el espacio de batalla que ningún oponente puede igualar. Los sensores aéreos detectan y atacan aviones, barcos o vehículos terrestres enemigos desde lejos. Los jammers y los misiles antirradiación incapacitan a los sensores enemigos que intentan recopilar datos y atacar activos estadounidenses. Estas tácticas paralizan efectivamente a los adversarios estadounidenses durante las fases iniciales de una campaña militar, allanando el camino para una condición de campo de batalla aún más importante: la supremacía aérea.

Los jets furtivos J-20 o J-31 podrían degradar seriamente la efectividad de exploración de EE. UU., uno de los principales determinantes del éxito táctico de Hughes. El alcance de las armas significa poco sin la capacidad de encontrar y atacar a las fuerzas enemigas a largas distancias. Desde los albores de la guerra de los transportistas, la estrategia marítima de EE. UU. ha visto el comando del aire como un requisito previo para las operaciones de la flota de superficie. Una operación cerca de las costas chinas no sería diferente. Si los pilotos chinos derribaran el Sistema de Advertencia y Control Aerotransportado o los aviones de alerta temprana E-2D, anularían total o parcialmente la ventaja de los EE. UU. En la guerra de información, disminuyendo la velocidad y complicando los esfuerzos de los aviadores estadounidenses para dominar los cielos. Al hacerlo, frenarían la acción ofensiva de los Estados Unidos al exponer los buques de guerra estadounidenses, incluidos los portaaviones, a los contraataques aéreos y de misiles.

Una sólida flota aérea furtiva china obligaría a los comandantes estadounidenses a dedicar energía y activos aéreos a asegurar los cielos. Por ejemplo, los comandantes podrían verse obligados a asignar combatientes escasos para escoltar aviones de alerta temprana o de tanques, sacando a los escoltas de la lucha principal y diluyendo así el poder de combate de los EE. UU. incluso si la aviación furtiva del ELP sigue siendo inferior a su contraparte estadounidense, podría abrir el camino para operaciones ofensivas-defensivas del ELP en el sentido de Mao Zedong. Debilitar al enemigo aumentaría las posibilidades del ELP de negar el mando marítimo.

Guerra submarina

La flota de submarinos AELP ha despertado una creciente preocupación en los círculos de defensa de Estados Unidos, a juzgar por los comentarios académicos y los informes anuales del Pentágono al Congreso sobre el poder militar chino. Los submarinos diesel-eléctricos letales y furtivos, como los Kilos de fabricación rusa y los yuanes o canciones indígenas, pueden merodear por la zona disputada en alta mar de China mientras los barcos nucleares se extienden más lejos, indicando a los comandantes del ELP a medida que las fuerzas estadounidenses se acercan o lanzando ataques molestos en alta mar. Armados con torpedos orientados hacia la estela, incluso los barcos diesel pueden obligar a los barcos estadounidenses a realizar maniobras evasivas radicales. Los torpedos pueden distraer y obstaculizar el equipo de combate de un barco, mientras que el EPL bombardea la flota con misiles balísticos o de crucero. En resumen, el combate subsuperficial agrava un problema táctico ya perverso.64 Podría ayudar a desanimar a las fuerzas estadounidenses o imponer tales costos que los funcionarios estadounidenses abjuren del esfuerzo de perforar la zona disputada de China, lo que aumenta las perspectivas de China de una exitosa negación marítima.

En resumen, si el AELP logra obligar a las fuerzas estadounidenses a fijarse en un solo dominio (superficial, subsuperficial o aéreo), puede plantear nuevos desafíos a los otros dominios. Los submarinos de ataque nuclear y diésel, las naves de patrulla rápida armadas con misiles como el Tipo 022 Houbei de la AELP , o los sistemas de "mazas de asesinos" como los campos minados son buenos complementos para sistemas más tradicionales como los ASBM y los aviones en tierra. Los comandantes del ELP podrían combinar y recombinar estos sistemas a mareados defensores estadounidenses. En cierto sentido, entonces, estamos presenciando una fusión de conceptos estratégicos de larga tradición: los combatientes al estilo jeune école libran una guerra agresiva contra intrusos de alto nivel, la artillería costera presta apoyo de fuego a gran escala, y una flota de fortaleza ultramoderna merodea el mar al alcance de estos brazos de apoyo. Las estrategias de los débiles se están haciendo realidad.

Un paquete de fuerza chino bien diseñado impondría una amenaza tridimensional a las fuerzas estadounidenses, lanzando ataques ortodoxos y ortodoxos a lo largo de múltiples vectores. Cuantas más tensiones puedan imponer los chinos, menos probable será que las fuerzas estadounidenses se aventuren hacia tierra firme de las cadenas de islas o hacia el Mar del Sur de China. Si China puede cancelar parcialmente las tecnologías estadounidenses que manejan la niebla de la guerra, puede restringir severamente la libertad de maniobra de las fuerzas estadounidenses a lo largo de las costas asiáticas: el acceso a la Marina de los EE. UU. siempre ha dado por sentado. En resumen, el efecto combinado de los ataques de múltiples ejes podría inducir a las fuerzas estadounidenses a operar más lejos de las costas chinas, ayudando a China a lograr su objetivo de negación marítima en los mares de China.

Vale la pena agregar una advertencia. A pesar del tenor sombrío de nuestro comentario, no estamos manteniendo que estas capacidades, solas o combinadas, le darán a China una ventaja decisiva en la guerra litoral, y mucho menos la superioridad militar absoluta sobre los Estados Unidos. La Marina del EPL no es una fuerza sobrehumana. Sigue siendo un recién llegado a la guerra naval. Si bien Beijing divulga pocos detalles sobre presupuestos o adquisiciones de armas, el PLAN no está exento de las restricciones de costos familiares para los servicios militares en todo el mundo. Debe superar los obstáculos tecnológicos después de comenzar desde atrás. Los oficiales y marineros deben llevar sus barcos al mar por intervalos sostenidos para refinar su habilidad marinera y su habilidad táctica. Cuándo la Marina del ELP será igual a la Marina de los EE. UU. En términos materiales y humanos, si alguna vez, sigue siendo una pregunta abierta.

Además, la AELP tendría que coordinarse estrechamente con la Fuerza Aérea del ELP y la Fuerza de cohetes para procesar la campaña conjunta que estamos describiendo, a fin de amplificar los efectos tácticos de los ataques multidimensionales contra las fuerzas enemigas. La interoperabilidad y la cooperación entre servicios (habilidades que requieren años de práctica para perfeccionarse) serían muy importantes. Si las armas de combate del ELP están a la altura de estos y los desafíos afines sigue siendo una pregunta abierta.

Ciertamente, el ELP presionará las ventajas operativas y tácticas que posee mientras se esfuerza por superar sus persistentes deficiencias. Beijing puede esperar aumentar los costos de entrada a las aguas y los cielos que le importan, disuadiendo u obstaculizando la participación de Estados Unidos en los conflictos asiáticos. Si tiene éxito, habrá cumplido sus objetivos estratégicos defensivos. Si el ELP puede negar a las fuerzas estadounidenses la capacidad de dictar eventos, habrá alcanzado el objetivo más importante de la negación del mar: tomar el control local del mar y el cielo el tiempo suficiente para alcanzar los objetivos operativos y estratégicos. El enfoque que hemos planteado aquí concuerda con las experiencias de los últimos cuarenta años de guerra naval. Desde el hundimiento de Egipto del destructor israelí Eilat con misiles Styx en 1967, hasta el hundimiento argentino del HMS Sheffield en 1982, hasta el ataque Exocet de Iraq contra el USS Stark en 1987, hasta la incapacidad de Hezbollah de la corbeta israelí Spear con una superficie C-802 misil de superficie en 2006, la experiencia demuestra que una armada inferior pero determinada puede dañar a una superior.

Los chinos han permitido que estos estudios de casos históricos se analicen detenidamente. Han aprendido que los débiles pueden obligar a los fuertes a cambiar su comportamiento incluso sin ganar directamente. En cada incidente, un solo golpe de misil provocó importantes efectos tácticos. En los casos de Eilat y Sheffield, un misil hundió una nave por completo. O los ataques con misiles pueden sumar un "asesinato de misión", dejando fuera de acción el conjunto de sistemas de combate de un barco y evitando que su tripulación cumpla su misión. Pueden desactivar el recipiente afectado. A veces, sin embargo, no se requiere un misil. El USS Samuel B. Roberts, el USS Princeton y el USS Tripoli sufrieron daños de gran alcance por minas marinas iraquíes crudas y baratas a fines de la década de 1980 y principios de la década de 1990, lo que proporciona un ejemplo aún más sorprendente de cómo funciona la negación del mar. Por lo tanto, las tácticas que involucran ataques dispersos y multifacéticos prometen al EPL un buen retorno de una inversión modesta. Dichas tácticas tienen sentido según los sólidos principios de la guerra naval elaborados por Wayne Hughes. Y se ajustan a las tradiciones estratégicas y operativas chinas. Si lo que viene natural funciona, tiene sentido que China lo haga.

Preferencia estratégica n. ° 2: cortar los "dedos" de la Marina de los EE. UU. uno por uno

Los planificadores navales del ELP no pueden contar con derrotar a los Estados Unidos paralizando o hundiendo una pequeña porción, aunque políticamente significativa, de la flota estadounidense. La estrategia podría funcionar. Podría elevar los costos de luchar contra China por encima del valor que Washington asigna al objeto en juego. O tal vez no. Estados Unidos podría ser menos frágil moralmente de lo esperado. Los estrategas chinos pueden extraer una lección de la guerra del Pacífico, la Guerra de Corea, la primera Guerra del Golfo y los ataques terroristas del 11 de septiembre: no descarten la voluntad de Estados Unidos de luchar. Japón de Hideki Tojo, Corea del Norte de Kim il-Sung, China de Mao Zedong, Irak de Saddam Hussein y Al Qaeda de Osama bin Laden calcularon que la sorpresa, la velocidad y el impacto de las campañas iniciales exitosas sorprenderían a los Estados Unidos. Todos estaban equivocados.

Por lo tanto, la prudencia exige que Pekín considere lo que sucede. ¿Qué debe hacer el ELP si su estrategia de negación marítima no logra expulsar a las fuerzas navales de EE. UU. de importantes áreas marítimas? Su alternativa más obvia sería seguir haciendo lo que funciona. Eliminar los buques de guerra y las formaciones de Estados Unidos poco a poco podría crear un ambiente favorable para la negación del mar, siempre y cuando los comandantes estadounidenses sigan jugando en manos chinas y presenten un "adversario cooperativo".

Las sucesivas victorias menores en el mar se parecerían a las batallas que el Ejército Rojo de Mao libró en líneas estratégicamente interiores pero tácticamente exteriores contra el Ejército Imperial Japonés y el Ejército Nacionalista. Las tácticas de ataque secuencial permitirían que el ELP redujera el tamaño de la Marina de los EE. UU. con el tiempo, tal vez cumpliendo sus objetivos tácticos y operativos en la lógica esbozada anteriormente. Como mínimo, las tácticas inclinarían gradualmente el equilibrio militar hacia China, mejorando las perspectivas del ELP para una contraofensiva decisiva, como predijo Mao. Sin duda, esto presupone que Beijing tiene una gran confianza en su capacidad para gestionar la escalada en la guerra náutica. Corresponde a los planificadores navales de EE. UU. vigilar los discursos estratégicos chinos, evaluando si los estrategas del ELP tienen tanta confianza.

En resumen, el segundo escenario táctico de Wayne Hughes, el ataque secuencial, probablemente ocuparía el segundo lugar en la jerarquía de tácticas navales de China. El ELP puede dispersar ataques tácticos ofensivos tanto en el tiempo como en el espacio.

lunes, 21 de octubre de 2019

Armadas: Estrategia del poder naval chino (2/4)

Tácticas de flota con características chinas

Parte 1 || Parte 2 || 

Weapons and Warfare



SSN Tipo chino 039A (clase Yuan)


Escenarios tácticos: cerca de la costa y en alta mar

Hughes considera dos categorías muy amplias de contingencias en tiempos de guerra: (1) las fuerzas estadounidenses podrían acercarse a la costa de un adversario que cuenta con considerables defensas terrestres pero que carece de una flota capaz de enfrentarse a la Armada estadounidense en aguas abiertas; (2) un posible oponente podría poseer una flota capaz de enfrentarse a la Marina de los EE. UU. En combate en alta mar, operando más o menos independientemente del apoyo terrestre. Las permutaciones entre los dos paradigmas son infinitas, como sugiere Barry Posen en su definición de "zonas en disputa".

Como observa Posen, un adversario hábil pero más débil disfruta de ciertas ventajas cuando opera en su tierra natal, incluidos los activos y la mano de obra cercanas a la costa, las líneas cortas de comunicación y el conocimiento íntimo del entorno táctico. Un poder inteligente puede combinar estas ventajas en distintas ventajas estratégicas y operativas sobre los Estados Unidos, imponiendo costos que Washington podría encontrar políticamente inaceptables. Si los costos de luchar contra China son más elevados que el mérito de las apuestas, los líderes racionales de EE. UU. pueden negarse a pagarlos. Incluso un enemigo menor podría inducir a los responsables de la toma de decisiones de EE. UU. a dudar o tal vez incluso a retirar las fuerzas de EE. UU. después de un evento traumático, por ejemplo, la incapacidad o el hundimiento de un gran combatiente de superficie o portaaviones. Esta dinámica, y vale la pena destacar su pronunciado componente psicológico y no técnico, caracterizará cualquier encuentro militar frente a las costas chinas en el futuro previsible.

Las perspectivas de variedad en el entorno operativo, especialmente en el combate litoral, deberían hacer pensar a los sabios tácticos de la flota. El estratega Bernard Brodie señala una faceta perversa de la guerra naval: "Hay muy pocas guerras navales y muy pocas batallas navales importantes que nos permitan probar la exactitud de una teoría táctica" (su énfasis). Incluso una batalla épica, un Trafalgar o Tsushima, representa un solo punto de datos para evaluar una teoría. La Marina de los EE. UU. peleó su último compromiso importante en el Golfo de Leyte en 1944; La Armada del ELP de China nunca ha luchado contra uno. Las acciones de la flota rara vez tienen lugar para permitir un análisis de tendencias riguroso o resultados confiables. Es una falacia extrapolar de un bit de información que ni siquiera puede ser precisa.

Como señala Brodie, incluso una configuración marginalmente diferente de fuerzas o tácticas por parte de un combatiente u otro podría haber producido un resultado diferente para un enfrentamiento particular. Los analistas emitirían un veredicto diferente, y posiblemente defectuoso, pero igualmente confiado, sobre la eficacia de las tácticas implementadas. Brodie podría agregar que los tiempos y la tecnología cambian entre las principales batallas que constituyen los puntos de datos para el análisis. Es difícil trazar líneas de tendencia entre combatientes dispares, épocas históricas y entornos geográficos, y quienes lo hacen deben tener cuidado de dejar márgenes generosos por error.

Con todo eso en mente, Wayne Hughes plantea tres escenarios representativos para enfrentamientos navales en alta mar: ataque de fuerzas en masa sobre fuerzas en masa, ataques dispersos que llegan a las fuerzas objetivo casi simultáneamente y ataque secuencial. Este último se refiere esencialmente a ataques dispersos en el tiempo en lugar del espacio.

Dos advertencias están en orden. Primero, no estamos prediciendo tácticas chinas específicas; Utilizamos estas tres posibilidades solo como crudos indicadores de cómo las fuerzas chinas podrían responder a una ofensiva naval estadounidense.

La fuerza de ataque, "Fuerza B" en la nomenclatura de Hughes, podría representar una mezcla de tiradores de misiles chinos en tierra y mar complementados por plataformas como minas o submarinos que disparan torpedos. La pregunta importante es si las preferencias estratégicas y operativas chinas inclinan a los comandantes chinos hacia un ataque masivo, disperso o secuencial. Una pregunta relacionada: ¿preferirían los comandantes chinos mantener a la Marina del EPL más cerca de casa, de acuerdo con el enfoque de la flota de fortaleza, o se sentirían cómodos enviando la flota para operaciones independientes más allá de la cobertura en tierra?


Tácticas para atacar a una fuerza naval que se acerca

En segundo lugar, en las fórmulas que Hughes desarrolla para medir las probabilidades de que las defensas estadounidenses sean abrumadas o penetradas por "filtradores" (plataformas o municiones que superan la defensa en capas del grupo de batalla), evita usar las características: rangos, tamaños de ojivas, etc. adelante — de sistemas de armas específicos. Seguimos su ejemplo en su mayor parte. Las capacidades cambian, mientras que los principios tácticos se aplican en muchas contingencias. A quienes están más cerca de las preguntas tácticas y técnicas les corresponde poner en práctica el análisis y los resultados presentados aquí.

En resumen, la zona disputada de China en las áreas del mar litoral comprenderá un compuesto de defensas terrestres y marítimas. A medida que el ejército chino extiende su alcance hacia el mar, especialmente si alguna vez se produce una era posterior a Taiwán, el componente de alta mar naturalmente prevalecerá. En términos clausewitzianos, a medida que el ELP extiende el alcance del armamento terrestre y continúa construyendo su flota oceánica, China empujará el "punto culminante del ataque" para sus enemigos hacia afuera de sus costas. Clausewitz observa que cuando un estado invade otro, el poder de combate del ejército invasor comienza a disminuir mientras el ejército defensor se fortalece más y más a medida que las líneas de comunicación con sus bases se acortan y se aprovecha de un entorno familiar.

El punto culminante representa el punto de cruce en el que la fuerza del defensor comienza a superar a la del atacante. Una flota que se encuentra en la zona disputada marítima de un enemigo se enfrenta a la misma dinámica. Las fuerzas de socorro de la Flota del Pacífico de EE. UU. se agotarán si presionan demasiado frente a la resistencia china. Este fenómeno reforzará las perspectivas de China de negar el acceso militar de los EE. UU. a aguas importantes y de ejercer el control del mar en esas aguas. Ampliar el alcance de la armería antiacceso del ELP más allá del mar significa que el ELP puede atacar a la Flota del Pacífico más lejos y acelerar el inicio del punto culminante estadounidense. Con toda probabilidad, el ELP atacará de manera dispersa, concentrando el poder de combate de muchos ejes sobre sus objetivos de la Marina de los EE. UU. al mismo tiempo.

Aplicación de la gramática maoísta de defensa activa a las operaciones en alta mar

Las guerras no son, y no deberían ser, peleadas por sí mismas. La política y la gran estrategia imparten la lógica o el propósito de la guerra, asignando a estadistas, soldados y marineros los fines hacia los que se esfuerzan. La gramática de la guerra, por otro lado, es la forma en que los combatientes en guerra intentan alcanzar esos fines. Alfred Thayer Mahan ofreció una lógica clausewitziana del poder marítimo basada en el acceso comercial, político y militar a regiones importantes y una gramática de estrategia, operaciones y tácticas navales.

La lógica del poder marítimo de Mahan sigue siendo persuasiva en China, al parecer. Beijing ha resuelto obtener o preservar el acceso comercial, político y militar a los teatros que considera importantes para los intereses nacionales de China. Los escritos de Mahan sobre asuntos operativos y tácticos, por otro lado, tienen una sensación de humedad, si no arcaica, sobre ellos. Afirmó que el "elemento ofensivo en la guerra" era "la superestructura, el fin y el objetivo para el cual existe la defensa, y aparte de lo que es para todos los propósitos de la guerra peor que inútil. Cuando la guerra ha sido aceptada como necesaria, el éxito significa nada menos que la victoria; y la victoria debe buscarse con medidas ofensivas, y solo con ellas se puede asegurar ".
Esta visión de batalla ofensiva concuerda con las inclinaciones estratégicas chinas, al igual que la defensa de Mahan de bases avanzadas y una sólida marina mercante. Pero la doctrina de batalla de Mahan entre los acorazados de grandes cañones es obsoleta en una era de combates de alta tecnología. Los analistas chinos tampoco extraen lecciones detalladas de sus trabajos más allá de sus mandatos al poder de combate masivo en el lugar crítico para procesar un compromiso de flota y dimensionar flotas en consecuencia.

Que Mahan haya caído en descrédito en asuntos operativos y tácticos no es sorprendente. Como admitió ante Theodore Roosevelt, era un indiferente oficial de la flota: "Soy el hombre de pensamiento, no el hombre de acción", confió, y más de una vez se encontró en el corto final de un debate técnico. Se peleó con W.S. Sims, por ejemplo, sobre la cuestión de si los nuevos acorazados estadounidenses deberían estar equipados con baterías principales de armas grandes o con una batería compuesta de armas grandes y rifles navales de menor calibre. Richard Hough señala que Sims administró una réplica "aniquiladora" a la defensa de Mahan de armamento mixto, reprendiendo a Mahan por ignorar el golpe de combate de los disparos japoneses de 12 pulgadas en Tsushima.

El pobre desempeño de Mahan en los debates tácticos en su propio día hace que sea poco sorprendente que los tácticos estadounidenses y extranjeros hoy en día busquen información en otro lugar. Los funcionarios, marineros y eruditos chinos consultan otras tradiciones marciales mientras elaboran una gramática de combate marino, incluida la suya. Las tradiciones chinas ofrecen una amplia gama de conceptos de guerra terrestre, incluidos los escritos de Sun Tzu y, en particular, Mao Zedong, quien definió su perspectiva estratégica sobre la China contemporánea a través de ejemplos personales y voluminosos escritos sobre asuntos políticos y militares.

El almirante Xiao Jinguang, por ejemplo, se inspiró en los escritos de Mao para desarrollar su doctrina naval de "guerra de sabotaje en el mar". Un componente de la estrategia marítima actual de China, la "defensa de las aguas en alta mar", toma sus preceptos orientadores de la doctrina maoísta de la defensa activa, un enfoque para la lucha contra la guerra extraído de las experiencias de Mao en campañas terrestres contra los ocupantes imperiales japoneses y el Ejército Nacionalista Chino. De hecho, Deng Xiaoping rindió homenaje explícitamente a la fórmula de Mao cuando articuló su visión de la estrategia marítima de China en la era de la reforma y la apertura.

Mao despreciaba la defensa pasiva. Sus escritos militares son de carácter totalmente ofensivo, incluso el material escrito durante los años salvajes cuando su Ejército Rojo era muy inferior a sus enemigos y tenía pocas opciones además de permanecer en la defensiva estratégica. La defensa pasiva representaba "un tipo de defensa espuria" para él, mientras que la defensa activa significaba "defensa con el objetivo de contraatacar y tomar la ofensiva". Incluso los objetivos estratégicamente defensivos, entonces, se lograban mejor a través de formas y medios ofensivos. Se necesitaban medidas pasivas por un equilibrio desfavorable de fuerzas. Eran transitorios. No eran el núcleo de la estrategia nacional de China, y mucho menos su preferencia estratégica. Esta perspectiva presta gran parte de su gramática a la búsqueda de energía marina en China.

Para los ojos chinos, el dominio estadounidense de los mares del este asiático se asemeja a la estrategia del Ejército Nacionalista de "cerco y represión" transpuesta a los mares del este, amarillo y sur de China. El Ejército Rojo no respondió a las ofensivas terrestres del Ejército Nacionalista por medios pasivos. Desencadenó ofensivas tácticas de manera oportunista para alargar la guerra, cansar a las fuerzas enemigas y cambiar el equilibrio de fuerzas a favor de los comunistas. La acción del paciente representó un precursor de una contraofensiva y, en última instancia, una victoria decisiva.

Impulsados ​​por Mao y Mahan, los estrategas navales chinos hoy hablan rutinariamente del control indiscreto de las aguas hacia el oeste de la primera cadena de islas del alcance de la Marina de los EE. UU. Tienen la intención de rodear y controlar estas aguas por medios ofensivos, incluso si Estados Unidos todavía domina las aguas asiáticas en general.
Es cierto que Mao advirtió contra arriesgar compromisos en los que la victoria no estaba asegurada, pero representa un grave error equiparar tal prudencia con aquiescencia en la inferioridad militar. La defensa estratégica era un recurso para el presidente Mao, no un estado de cosas deseable o permanente. Si el EPL presta atención a su consejo, su gramática de la guerra naval debería hacer que la Marina de los EE. UU. Haga una pausa. El control estadounidense de las aguas asiáticas no hace que todas las batallas navales sean imposibles de ganar para Beijing. Washington debe tomar en serio la realidad de que Beijing ha adoptado una estrategia naval intensamente ofensiva en sus aguas litorales. La Marina del EPL se está convirtiendo en una fuerza a tener en cuenta.

En este contexto, los ataques dispersos en las líneas exteriores son cada vez más pensables para el EPL, como lo fueron para el Ejército Rojo en sus luchas contra el Ejército Imperial Japonés y el Ejército Nacionalista. (Operar a lo largo de las líneas exteriores es como operar alrededor de la circunferencia de un círculo mientras que el competidor en las líneas interiores se encuentra en el centro del círculo y opera a lo largo de sus radios, con las ventajas que confiere una ubicación central). El enfoque disperso confiere una variedad de beneficios. Primero, las preferencias maoístas predisponen a los defensores chinos a dejar que las fuerzas estadounidenses se acerquen a las costas chinas, lanzando a los estadounidenses a la parte del boxeador "tonto" de Mao que "se apresura furiosamente y usa todos sus recursos desde el principio". la zona atenúa la fuerza de las fuerzas estadounidenses, debilitándolas antes de que los defensores del EPL realicen ataques con armamento en tierra y en el mar dispersos por la zona de batalla.

El ELP tampoco limitará sus tácticas de flota a ningún dominio de guerra en particular. Desencadenará bombardeos de misiles complementados por ataques submarinos, campos minados y la panoplia de otras tácticas y sistemas en los que China ha prestado atención. A medida que las fuerzas estadounidenses se encuentren bajo la sombra de las costas chinas, el EPL asumirá las líneas exteriores, haciendo posibles ataques dispersos a lo largo de múltiples ejes de amenaza. Al desplegar implementos de energía marítima en tierra, Beijing puede ejercer toda la fuerza de su zona en disputa, creando una amenaza de 360 ​​grados para los grupos expedicionarios de EE. UU. En el caso ideal, si esas fuerzas terrestres tienen éxito, el ELP puede que ni siquiera necesite amenazar a la flota de combate de la Marina de ELP en acción.

En segundo lugar, los comandantes del ELP concentrarán sus esfuerzos en buques individuales o pequeños destacamentos. A pesar del tenor de los comentarios chinos, los comandantes estadounidenses no deberían suponer automáticamente que los portaaviones serán el objetivo principal para la acción del ELP. Los barcos anfibios, por ejemplo, serían objetivos tentadores en una contingencia de Taiwán, suponiendo que los marines estadounidenses intentaran aterrizar para socorrer a las fuerzas de defensa taiwanesas. Inhabilitar o hundir uno de los buques de guerra Aegis de la Marina de los EE. UU. Sin duda le daría una pausa a Estados Unidos, agitando los recuerdos del ataque de octubre de 2000 contra el destructor USS Cole y, por lo tanto, magnificando el impacto político de tal hazaña de armas en el electorado estadounidense.

La AELP incluso podría apuntar a los buques de logística de combate de EE. UU. que transitan hacia o desde la zona de conflicto. A pesar del perfil político más bajo de los buques cisterna y de las tiendas, privar a los transportistas o grupos de tareas anfibios de "balas, frijoles y aceite negro" detendría el esfuerzo de los Estados Unidos. Incluso un transportista nuclear exige reabastecimiento de combustible cada pocos días. De lo contrario, su complemento de avión no puede volar, y bien podría haber sido desarmado.

Tercero, y estrechamente relacionado, el ELP incorporará métodos y armamento ortodoxos y no ortodoxos en su esquema defensivo de acuerdo con los preceptos de guerra de Mao y Sun Tzu. Los analistas navales occidentales comúnmente invocan el concepto de ataque de saturación, lo que implica que los misiles de crucero serán los únicos implementos de China en tal confrontación, o en cualquier caso, sus implementos de elección. Esto puede ser cierto. Sin embargo, es más probable que los ataques de saturación de ELP impliquen el uso concertado de misiles de crucero, balísticos e hipersónicos; ataque aéreo desde aviones de combate tripulados o no tripulados; minas ataque de torpedos; guerra electrónica; y guerra cibernética. Todas esas armas son ideales para una zona disputada y complementan medios más convencionales.

Por lo tanto, los misiles antisip pueden representar no el elemento primario ortodoxo de una campaña de defensa activa, sino el elemento secundario no ortodoxo. Por ejemplo, el ataque con misiles obligaría a los tácticos estadounidenses a mirar hacia el cielo, mientras que los barcos diésel de clase Kilo soltaron salvamentos de torpedos dirigidos hacia la estela (torpedos que encuentran su objetivo en la superficie siguiendo las turbulencias de agua producidas por las hélices del barco objetivo) contra los combatientes de la superficie de EE. UU. debajo. También vale la pena repetir que las tácticas maoístas enfatizan la fluidez. Los comandantes astutos cambian entre ejes según lo permitan las circunstancias, convirtiendo el ataque no ortodoxo en el ataque ortodoxo si parece más prometedor, y cambiando de nuevo si es necesario. Distinguir las tácticas ortodoxas de las no ortodoxas puede resultar casi imposible en el fragor de la batalla, que es el punto de este enfoque flexible.

Y cuarto, Beijing fusionará instrumentos no militares en sus esfuerzos defensivos mediante el uso de la diplomacia para aumentar la defensa activa maoísta. China constantemente paga lo que los estrategas llaman "tres guerras", implementando medidas psicológicas, mediáticas y legales para dar forma a la opinión a favor de China. Lleva a cabo este esfuerzo de formación tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz, en el espíritu del dictamen del ex primer ministro Zhou Enlai de que "toda diplomacia es una continuación de la guerra por otros medios".

Por ejemplo, Beijing podría impresionar a Washington las duraderas repercusiones diplomáticas y económicas de enfrentarse a China sobre Taiwán. Lleva tiempo debatir si una empresa militar vale su precio y sus riesgos. Estados Unidos podría detenerse para reflexionar, y su vacilación podría otorgarle al ELP suficiente tiempo para lograr sus objetivos antes de que intervengan las fuerzas estadounidenses. Además, los diplomáticos chinos podrían actuar como partidarios de la coalición que intentan debilitar o elegir a los aliados de EE. UU. Desalentar a Japón de otorgar el uso de bases en su territorio o impresionar a Australia de que pagará un precio por apoyar la acción militar de EE. UU. afectaría la posición estratégica de Estados Unidos en Asia. De hecho, sin acceso a bases aliadas, Estados Unidos no tiene una posición estratégica en Asia. Negarles el acceso los incapacita, lo que es casi tan bueno como destruirlos desde el punto de vista de China.

Beijing convertiría los logros operacionales de las armas chinas en una ventaja de propaganda utilizando su estrategia de tres guerras. Incluso los pequeños triunfos tácticos cansarían a la población estadounidense al tiempo que darían dudas a los aliados de Estados Unidos sobre el apoyo a Estados Unidos contra el poder político y económico central de Asia. Los asiáticos entienden que ganen o pierdan en una guerra marítima, tendrán que vivir con una China vengativa que tiene una larga memoria. Las asimetrías en el compromiso con la causa aliada podrían abrir fisuras que China podría abrir aún más, degradando o desmantelando el sistema de alianza que permite a las fuerzas estadounidenses operar en líneas exteriores lejos de las costas de América del Norte.