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sábado, 24 de agosto de 2024

Crisis del Beagle: La inteligencia argentina doma a Pinochet


El arte de la doma: Cuando Argentina le quitó los SK-105 a Chile

Esteban McLaren para FDRA


Imagine que usted tiene un problema grave con un vecino. Compra un rifle para defenderse. Luego, se entera que su vecino comprará una escopeta con el mismo propósito. Aprovecha esa información y desbarata esa operación ofreciéndole más dinero al armero y se queda también con la escopeta. La situación es doblemente peor para su vecino: no solamente no tiene arma, sino que ayudó a que su vecino duplique las armas que posee. Así fue como Argentina convirtió la provisión de protección blindada a la Patagonia Austral en un juego de suma cero: lo que Chile perdió, lo ganó Argentina. ¡Una domada histórica!




La operación de inteligencia para re-adquirir los tanques ligeros Steyr SK-105 Kürassier es una de las historias más interesantes de inteligencia militar en Sudamérica, involucrando a Argentina y Chile durante un período de alta tensión en sus relaciones bilaterales. Los tanques Steyr SK-105 Kürassier adquiridos por el Ejército Argentino a principios de los 1980s provenían de un lote originalmente construido para Chile. En 1981, estos tanques llegaron rápidamente a unidades acorazadas en la Patagonia, una región de alta tensión. Para asegurarse estos vehículos, las autoridades argentinas tuvieron que pagar un precio superior, lo que no solo reforzó inmediatamente su capacidad blindada, sino que también impidió la modernización militar de Chile. Aunque más onerosos, la maniobra colocó a Argentina en una posición de clara superioridad mecanizada.

Contexto histórico

En la década de 1970, las relaciones entre Argentina y Chile se encontraban en un estado de tensión extrema, en parte debido a disputas territoriales como la del Canal de Beagle. En 1978, la situación se agravó al punto de casi estallar en un conflicto armado. En este contexto, ambos países comenzaron a reforzar sus capacidades militares.

Esa situación suena como una pesadilla geopolítica y militar, un escenario donde la planificación meticulosa se ve frustrada por factores fuera del control de los expertos. Imaginar a esos técnicos chilenos analizando cada detalle del terreno del sur de Chile—con sus montañas escarpadas, ríos, canales y caminos difíciles—y luego seleccionar cuidadosamente un tanque ligero que prometía cumplir con todas sus necesidades, sólo para descubrir que su adquisición ha sido frustrada por una jugada estratégica de último momento, añade un nivel de complejidad emocional e histórica.


"los tanques que solicitaron y fabricaron para nosotros quedaron del otro lado de la frontera"


Este tipo de situaciones no solo representa una derrota técnica, sino también una derrota moral, ya que esos tanques, diseñados para enfrentar desafíos similares en terrenos duros, están ahora en manos de una nación vecina con quien hay tensiones históricas. Además, podría verse como un reflejo de las dinámicas geopolíticas de la región, donde las decisiones de compra de armamento no solo dependen de las capacidades técnicas, sino también de las alianzas y rivalidades internacionales.

La ironía de que todo ese esfuerzo técnico y logístico haya terminado beneficiando indirectamente al "enemigo" sería devastadora para los involucrados. Además, esa situación pone en evidencia la fragilidad de la seguridad nacional cuando se depende de proveedores externos para equipos de defensa, y cómo un cambio inesperado puede alterar significativamente el equilibrio de poder en una región tan volátil como la del Cono Sur de América.

Por otro lado, también subraya la importancia de la diplomacia y la inteligencia en la adquisición de equipo militar, donde no solo se evalúan las capacidades del material, sino también la confiabilidad de los socios comerciales y las posibles consecuencias geopolíticas de tales adquisiciones.


La decisión de Chile de adquirir el tanque ligero austríaco SK-105 Kürassier en la década de 1980 se enmarca dentro de un contexto geopolítico y militar complejo, influenciado por diversas restricciones y necesidades operativas específicas del país.

Contexto de restricciones y sanciones

Durante los años 70 y 80, Chile, bajo la dictadura de Augusto Pinochet, enfrentaba importantes restricciones internacionales para la compra de armas, en gran parte debido a sanciones impuestas por varios países occidentales y la ONU debido a las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen. Estas restricciones limitaban las opciones de Chile para adquirir material bélico de países con los que tradicionalmente había mantenido relaciones comerciales en defensa, como Estados Unidos y algunos países europeos. Por ejemplo:

  1. Estados Unidos: Impuso un embargo de armas a Chile tras el golpe de Estado de 1973, lo que impidió la adquisición de material bélico de origen estadounidense.
  2. Reino Unido: Si bien hubo ventas a Chile, también existían tensiones y restricciones debido a la política interna y la presión internacional.
  3. Otros países europeos: Algunos países europeos también adoptaron una política restrictiva en relación con las ventas de armas a Chile debido a las sanciones por violaciones a los derechos humanos. Austria terminó adhiriendo también debido a fuertes presiones internas.

Elección de Austria y el SK-105 Kürassier

En este contexto, Austria emergió como una opción viable para Chile, dado que no estaba alineada con los bloques de poder que imponían sanciones. Austria, siendo un país neutral y no perteneciente a la OTAN, no tenía restricciones políticas significativas para la venta de armas a Chile en ese momento. Además, la industria de defensa austríaca buscaba expandir sus mercados y el SK-105 Kürassier representaba una oportunidad para ellos.

Características del SK-105 y su adecuación a las necesidades chilenas

El SK-105 Kürassier fue diseñado por Austria como un tanque ligero destinado a la defensa territorial, particularmente adaptado para operar en terrenos montañosos y accidentados, lo cual coincidía con las necesidades geográficas de Chile, un país con extensas zonas montañosas en la Cordillera de los Andes. 

Aunque muy similar al AMX-13, el SK-105 Kürassier es 4 toneladas más pesado, con una presión sobre el suelo de 0,78 kg/cm². Su chasis es más grande que el del tanque francés, y está equipado con un motor más potente de 320 HP, refrigerado por agua. La transmisión es manual, con 6 velocidades hacia adelante y una marcha reversa. Estas mejoras permiten que el vehículo alcance una velocidad máxima de 70 km/h en carretera.

El sistema de rodadura consta de cinco pares de ruedas de rodamiento, tres rodillos de apoyo, y dos ruedas dentadas: una tensora y otra tractora. La primera rueda de rodamiento está equipada con un amortiguador y un resorte para mejorar la suspensión.

El vehículo cuenta con un tanque de combustible interno de 350 litros de gasoil, lo que le otorga una autonomía de 520 km en asfalto. Su cañón principal de 105 mm, el mismo utilizado en la versión AMX-13 105, es capaz de penetrar 360 mm de blindaje y está montado en una torreta oscilante.

Entre las características que hicieron al SK-105 atractivo para Chile están:

  • Movilidad en terreno montañoso: Su peso ligero (alrededor de 17 toneladas) y su capacidad de operar en terrenos difíciles lo hacían ideal para las zonas montañosas del país. Este vehículo está diseñado específicamente para el terreno montañoso y tiene una capacidad mejorada para subir, en comparación con los tanques de combate más pesados.
  • Armamento: Equipado con un cañón de 105 mm, el SK-105 ofrecía un poder de fuego significativo para un tanque ligero, adecuado para enfrentar amenazas blindadas en el contexto sudamericano.
  • Torreta oscilante: El cañón montado en una torreta oscilante (o basculante) permite disparar en ángulos más pronunciados que una torreta tradicional. La torreta oscilante presenta tres ventajas principales: una alta posición del cañón que mantiene la capacidad de depresión del arma, un bajo perfil que mejora la discreción en el campo de batalla, y un cargador automático que incrementa la cadencia de tiro. Sin embargo, estas ventajas se ven eclipsadas en la práctica por el bajo rendimiento del cargador automático. Además, el cañón principal experimenta un retroceso reducido, una ventaja menor atribuida a la mayor masa involucrada en la disipación de la energía durante el disparo. En terreno montañoso ello otorga una ventaja.
  • Costo y mantenimiento: Comparado con otros tanques más pesados, el SK-105 era más económico de operar y mantener, lo que lo hacía una opción práctica en términos logísticos y financieros para Chile.

 



Desarrollo de la operación

En los anales de la historia militar, pocas operaciones han sido tan cargadas de intriga y controversia como la que involucró a Chile, Austria y, finalmente, Argentina. La historia, digna de un thriller cinematográfico, comienza con un pedido ambicioso: Chile ordena a la Steyr austríaca una lista de 100 cazatanques SK-105 Kurassier, seis tanques de recuperación, tres vehículos de combate de infantería Saurer, tres vehículos de combate de infantería de mando, 360 metralletas y 124 ametralladoras. Todo ello, a un costo de unos 2.075 millones de chelines austríacos, lo que se traduce en unos 148.1 millones de dólares de 1978, o cerca de 721 millones de dólares a valores de 2024 (Pilz, 1982, págs. 125-127).

Chile, en medio de su dictadura militar, estaba a punto de recibir estos tanques Steyr SK-105 Kürassier cuando un giro inesperado cambió el rumbo de la historia. Bajo una presión política abrumadora, el gobierno austríaco canceló el envío. Este pedido, desde el principio, había sido una fuente de intensa controversia. En una Austria democrático, vender armamento a un régimen acusado de violaciones sistemáticas a los derechos humanos resultaba impensable. Exiliados chilenos y movimientos políticos de izquierda se movilizaron con fuerza, exigiendo al gobierno austríaco que bloqueara la exportación, aunque los vehículos ya estaban listos para ser enviados (Kabl, 2022).



Las justificaciones morales se convirtieron en el eje de las protestas: ¿Cómo podía Austria, un país comprometido con la defensa de los derechos humanos, vender armas a un dictador como Pinochet, señalado por la represión y las ejecuciones extrajudiciales? Por otro lado, existían un dilema de reputación que enfrentaba Austria al incumplir un contrato tan significativo. Ello se "mitigaba" al señalar que Chile podría adquirir vehículos similares en otros mercados, como el AMX-13 francés. También se había buscado que Chile firmara un condicionante con la compra, difícilmente controlable a posteriori: los tanques no podían ser usados para reprimir a la población, solo para la defensa en caso de ataque exterior. Así y todo, el envío fue cancelado, y los tanques fueron enviados a depósito, lo que desató una nueva polémica en Austria, pues la cancelación de la operación amenazaba con pérdidas económicas y la eliminación de puestos de trabajo.

En medio de este escándalo, la inteligencia militar argentina, siempre atenta a las oportunidades, vio la ocasión de convertir la desgracia de Chile en una victoria para Argentina. Con una astucia digna de una novela de espionaje, los servicios de inteligencia argentinos orquestaron un plan para desviar esos tanques a su propio país. El 15 de junio de 1981, el New York Times (haga clic aquí) reveló la audaz maniobra: Argentina había adquirido los vehículos austríacos por un sobrecosto de 32 millones de dólares respecto al pedido original de Chile. La noticia sacudió al mundo.

La operación no estuvo exenta de drama en su fase final. Manifestantes se congregaron a las puertas de Steyr-Werks, la fábrica donde se construyeron los tanques, con la intención de impedir su salida hacia Argentina. Sin embargo, la historia tomó un giro violento cuando los propios trabajadores de la planta, furiosos por la posible pérdida de sus empleos, arremetieron contra los manifestantes, dejando a 60 de ellos malheridos y allanando el camino para que los tanques partieran.

La historia culminó con un giro irónico: al año siguiente, Steyr, que había estado en una delicada situación económica, pasó de tener un déficit a un superávit, gracias en gran parte a esta operación. Así, lo que comenzó como una disputa moral en Austria terminó con un beneficio económico inesperado, recordando al mundo que, en el intrincado juego de suma cero de la política y la guerra, siempre hay vencedores y vencidos.

En el mundo de la diplomacia y la venta de armas, nada es lo que parece, y la historia de cómo Argentina logró desviar los tanques destinados a Chile es un ejemplo perfecto de intriga y corrupción. Es casi seguro que el plan argentino incluyó sobornos a funcionarios y personas clave involucradas en el proceso de entrega de los tanques. No hay que olvidar que todo el proceso de venta de armas en Austria estaba profundamente politizado, un terreno fértil para maniobras bajo la mesa.

A través de un intermediario astuto, los argentinos ofrecieron a Austria un precio mayor que el acordado con Chile. De este modo, los tanques, que originalmente debían ser enviados a Santiago, terminaron en Buenos Aires. Pero aquí surge una pregunta incómoda: ¿por qué Austria prohibió la venta al régimen de Pinochet, pero no aplicó el mismo criterio a la junta militar argentina? La respuesta sigue siendo esquiva para los historiadores, aunque es probable que los problemas económicos de Steyr, que amenazaban con llevar a la empresa a la quiebra, hayan influido significativamente en la decisión de permitir esta segunda operación. Cabe aquí mencionar que de no haber presentado
Argentina la oferta, esos tanques hubiesen quedado en depósito, produciendo costos de almacenamiento y hubiesen sido el recordatorio de una mala decisión. La oferta de Buenos Aires fue una segunda oportunidad para Viena para entender que era un negocio y no una lucha por principios.

¿Por qué se aceptó la venta a Argentina? Primero, a
pesar de las similitudes en cuanto a violaciones de derechos humanos, la relación diplomática entre Austria y Argentina era diferente. Austria consideraba a Argentina un mercado estratégico en Sudamérica y, en parte, la decisión de vender los Kürassier fue influenciada por el interés económico y las relaciones comerciales entre ambos países. En segundo lugar, aunque Argentina también estaba bajo una dictadura militar, la percepción internacional de su situación de derechos humanos, aunque también condenada, no tuvo el mismo nivel de escrutinio que Chile en algunos círculos europeos en ese momento. Esto facilitó que la venta pudiera justificarse de manera diferente ante la comunidad internacional.

El desenlace de esta historia tuvo lugar en 1981, cuando, en el puerto francés de Le Havre, se embarcaron los primeros 57 cazatanques austriacos SK 105 Kürassier a bordo de un buque argentino, con destino a Argentina. Este envío inicial formaba parte de un pedido mayor de 120 unidades. Para noviembre de 1982, los últimos 27 cazatanques completaron el lote. Pero la relación entre Argentina y Steyr no terminó ahí; en 1985 se enviaron diez vehículos de recuperación adicionales, y en 2006, cuatro SK-105 más.

Hoy en día, estos tanques están en servicio en el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 11 “Coronel Juan Pascual Pringles,” con cuartel general en Rospentek Aike, y en el Regimiento de Caballería de Tanques 11, con sede en Puerto Santa Cruz. Curiosamente, Rospentek Aike está ubicado a pocos kilómetros de la frontera con Chile, un recordatorio silencioso de las tensiones que alguna vez llevaron a esta compleja danza de poder y engaño.



Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 11 “Coronel Juan Pascual Pringles” (Rospentek Aike) y Regimiento de Caballería de Tanques 11 (Puerto Santa Cruz)

Es importante destacar que la operación no solo implicó un acto de inteligencia y potencial soborno, sino también una táctica de desinformación para asegurarse de que las autoridades chilenas no descubrieran lo que estaba ocurriendo hasta que ya fuera demasiado tarde. Chile, descubrió con la nota del New York Times, que "sus" tanques pasaban al otro lado de la frontera, que habían sido desviados a Argentina, y con ello se vio obligado a buscar una solución alternativa para reforzar su capacidad militar en medio de una escalada de tensiones con su vecino.

Así, lo que comenzó como una simple transacción comercial se convirtió en una obra maestra de intriga internacional, donde la necesidad económica de una empresa se encontró con la ambición militar de un país. Y en este juego de suma cero, Argentina salió ganando, dejando a Chile con las manos vacías y a Austria con una conciencia pesada, pero con las arcas llenas.

Impacto y repercusiones

La operación tuvo un impacto considerable en las relaciones diplomáticas y militares entre Argentina y Chile. Si bien no desencadenó un conflicto abierto, precisamente porque jamás Chile podía haber resistido un conflicto en el Teatro de Operaciones Austral con este desbalance militar, aumentó la desconfianza entre ambos países y evidenció las tensiones subyacentes en una época de dictaduras militares y rivalidades regionales.

Desde un punto de vista militar, Argentina logró reforzar su flota de tanques en un momento crítico, aunque a un costo considerable debido al sobreprecio pagado y al riesgo involucrado en la operación. Chile, por su parte, tuvo que reevaluar sus estrategias de adquisición de armamento y la seguridad de sus operaciones internacionales.

Razones por las que es fascinante este caso

Esta historia es fascinante por varias razones:

  1. El engaño y la audacia: La operación fue un acto de espionaje y negociación encubierta que involucró una serie de movimientos rápidos y arriesgados. La capacidad de Argentina para ganar de mano y comprar un cargamento de tanques destinados a su enemigo potencial y adquirirlos para su propio ejército demuestra un nivel de audacia y habilidad en operaciones encubiertas que es digno de mención.

  2. Las repercusiones geopolíticas: El evento exacerbó las tensiones en una región ya volátil. Aunque no llevó directamente a una guerra, contribuyó al clima de desconfianza y paranoia que caracterizó las relaciones entre los dos países durante esa época.

  3. El costo de la operación: Desde un punto de vista económico y estratégico, el hecho de que Argentina pagara un sobreprecio para adquirir estos tanques muestra hasta qué punto estaba dispuesta a llegar para mantener una ventaja militar sobre Chile, subrayando la importancia que ambos países otorgaban al poder militar en su relación bilateral.

En resumen, la operación para re-adquirir los tanques Steyr SK-105 Kürassier es un ejemplo de la compleja y a menudo oscura interacción entre espionaje, diplomacia y estrategia militar en América del Sur durante la Guerra Fría. Es una historia que resalta cómo los países pueden recurrir a métodos extraordinarios para asegurarse una ventaja estratégica en situaciones de alta tensión.

Referencias

  • Knabl, Leonhard Lorenz, Österreichische Waffenexporte in den Globalen Süden. Der Diskurs um Panzerexporte im öffentlich-rechtlichen Rundfunk, in: Historia.Scribere 14 (2022), S. 229–255. DOI 10.15203/historia.scribere.14.614
  • Pilz, Peter, Die Panzermacher. Die österreichische Rüstungsindustrie und ihre Exporte, Wien 1982.


miércoles, 30 de agosto de 2023

Subfusiles: Steyr MPi 69 y MPi 81

Éxito limitado: las metralletas austriacas Steyr MPi 69 y MPi 81






El Steyr MPi 69 (derecha) y MPi 81 (izquierda) eran armas robustas y fiables, pero la competencia interna impidió el éxito de ventas en Austria.





por Michael Heidler

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, no había necesidad de nuevas armas en Austria. Tanto Rusia como los aliados occidentales proporcionaron grandes cantidades de su armamento, como el PPSh-41 o el M3A1. No fue hasta mediados de la década de 1960 que se hicieron nuevamente esfuerzos para desarrollar metralletas domésticas y más modernas. Lamentablemente, el éxito deseado fue negado.

La industria armamentística de Austria había sufrido grandes daños en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial y estaba en gran parte en ruinas. Por lo tanto, por el momento no era posible pensar en una producción propia de armas a mayor escala. Sin embargo, las unidades armadas que poco a poco se fueron creando pudieron equiparse sin problemas gracias a un gran número de armas de guerra, principalmente de producción extranjera.


Steyr -Daimler- Puch intentó estimular la exportación del MP 69 y logró algunos éxitos de ventas.

El 1 de agosto de 1952 se creó oficialmente la Gendarmería B. A diferencia de la fuerza policial, que normalmente estaba armada con pistolas y carabinas viejas, la Gendarmería B recibió armas de infantería ligera de existencias estadounidenses, especialmente carabinas M1 y Garands M1 , incluidos sus accesorios. A finales de 1953, la Gendarmería B estaba formada por más de 4.000 hombres. Gracias a la existencia de esta organización fue posible construir el nuevo Österreichisches Bundesheer (Fuerzas Armadas de Austria) relativamente rápido después de la conclusión del Tratado de Estado el 15 de mayo de 1955. Su armamento de nuevo vino de los depósitos Aliados.




El MPi 69 se mantiene relativamente fluido; sólo hay unas pocas perillas o tornillos que sobresalen. Para armar, la eslinga de transporte se fija al cerrojo. No existe una palanca de armado convencional.

Mientras tanto, muchas cosas habían sucedido a nivel internacional en el campo de la tecnología armamentística. Austria también se esforzó por conseguir un armamento más moderno a partir de los años sesenta. Los intentos de convertir el PPSh-41 ruso al calibre 9x19 mm y reemplazar las culatas de madera desgastadas por otras de plástico fueron poco entusiastas. En la tradicional empresa Steyr -Daimler- Puch AG, los dos ingenieros Karl Wagner y Karl Moser trabajaban desde hacía tiempo en un nuevo subfusil, prestando especial atención a los costes de producción y la seguridad funcional. En 1968 el ejército austríaco recibió tres prototipos de esta arma para su evaluación.


El desmontaje es muy sencillo y no hay piezas pequeñas que puedan perderse.

Al parecer, la metralleta causó buena impresión, porque al año siguiente el ejército austríaco encargó otras 50 unidades para una prueba de tropas más amplia. Había dos cargadores para cada arma, uno con 25 balas y otro con 32 balas. La Heeressport - und Nahkampfschule (Escuela de deportes militares y combate cuerpo a cuerpo) del Jagdkommando (JaKdo) recibió 30 metralletas. El Jagdkommando es una unidad especial del ejército austríaco, estacionada en Wiener Neustadt. Sus tareas incluyen el rescate de rehenes en el extranjero, la lucha contra el terrorismo, así como la construcción de protección para las embajadas austriacas y las operaciones en zonas de guerra o de crisis. Las otras 20 armas fueron enviadas para pruebas como armamento de emergencia para las tripulaciones del cazacarros Kürassier. (Jagdpanzer K), también desarrollado y construido recientemente por Steyr -Daimler- Puch.


El cerrojo cuadrado es similar al utilizado en la UZI israelí.

En referencia al año de su primer uso, la metralleta recibió la designación "MP 69". El diseño del arma era un simple mecanismo de retroceso, disparando con el cerrojo abierto. El receptor de sección cuadrada está fabricado de chapa. Toda la empuñadura de pistola y gran parte de la carcasa están recubiertas de plástico resistente a los impactos. Gracias a una pieza de chapa giratoria en la parte trasera, no se puede perder ninguna tapa final desenroscable . El cerrojo encierra el cañón con su mitad delantera, de modo que una gran parte de su masa se encuentra en el centro de gravedad. Esto ahorra longitud del receptor y es más agradable disparar el arma en modo completamente automático. Un botón permite cambiar entre fuego seguro (posición derecha, S blanca), fuego semiautomático (posición media) y fuego completamente automático (posición izquierda, D roja). Una característica digna de mención es la forma de amartillar el arma: la correa de transporte está unida al cerrojo. No existe una palanca de armado común. El tirador simplemente agarra la eslinga y la retira.


Después de presionar la varilla guía del resorte recuperador, la tapa final se puede girar hacia arriba.

Durante las pruebas militares, el MP 69 causó buena impresión y los soldados participantes quedaron satisfechos con él. Steyr -Daimler- Puch parecía no tener muchas dudas sobre su inminente adopción en el ejército austríaco y ya estaba produciendo material. En 1970 ya había más de 5.000 piezas listas para su entrega, pero todavía faltaban pedidos de Austria. Por otro lado, el negocio de exportación funcionó un poco mejor: Grecia compró 415 armas para la policía de Atenas; Tailandia también ordenó llamar a su policía; y se vendieron cantidades mayores al Cercano y Medio Oriente, donde todavía hoy aparecen ocasionalmente en manos de combatientes locales.


Amartillar con la eslinga no tuvo éxito y el MPi 81 recibió nuevamente una manija de amartillar convencional.

Más de 10 años después, pequeñas mejoras y modificaciones del MPi 69 condujeron al MPi 81, visualmente muy similar. La diferencia más llamativa es que nuevamente tenía una manija de carga convencional en el lado izquierdo del receptor. Además, se podría acoplar un visor con un aumento de 1,5x. Para ello, de serie se pegaron de forma permanente dos puntos de montaje en forma de disco en la parte superior del receptor. Una tira de chapa encima de la ventana de expulsión servía como desviador de cajas vacías y guiaba las cajas hacia abajo. Los avances en los dos puntales de la montura de la mira permitieron apuntar por encima de la mira trasera y delantera si era necesario. Mediante un casquillo extensible que se podía fijar al cañón, el arma también podía usarse para disparar desde escotillas especiales en vehículos blindados . Se entregó una bayoneta, pero se utilizó principalmente como herramienta. La velocidad de disparo de 750 rpm era claramente mayor que la del MPi 69 con sólo 400 rpm.


El soporte para mira telescópica se puede fijar a dos puntos de montaje pegados en forma de disco. La tira de chapa sirve como deflector de cajas vacías.

Las exportaciones se dirigieron a Argentina, Grecia y Arabia Saudita. En Austria el MPi 81 sólo se utilizó de forma limitada. La propia Steyr -Daimler- Puch tuvo parte de culpa en las malas ventas de ambos modelos en su propio país, ya que desde finales de los años 60 se comercializaba el nuevo Armee -Universal- Gewehr AUG (Army Universal Rifle) en diseño bullpup y calibre 5,56x45mm. en desarrollo allí. Entre otras cosas, el MPi 69 estaba destinado a reemplazar las metralletas y, comprensiblemente, los clientes potenciales querían esperar y ver el resultado de este desarrollo antes de comprar mayores cantidades de MPi 69. En 1977, el ejército austríaco decidió introducir el AUG como el nuevo rifle de asalto estándar con la designación "Sturmgewehr 77". Debido a sus diferentes variantes, ya no era necesaria una metralleta adicional.

En el caso de Argentina, los ejemplares en servicio corresponden a un cargamento de armas capturadas al grupo terrorista Montoneros en los 70s, las cuales fueron derivadas para su uso en la Agrupación Buzos Tácticos de la ARA. El modelo fue reemplazado actualmente por el FN P90.

DATOS TÉCNICOS


MPi 69

MPi 81

Calibre

9x19mm

9x19mm

Longitud (stock extendido)

26,4 pulgadas

26,6 pulgadas

Longitud (culata retraída )

18,3 pulgadas

18,3 pulgadas

Longitud del cañón

10,0 pulgadas

10,0 pulgadas

Peso ( vacío )

7,1 libras

6.3 libras

Revista capacidad

25 y 32 rondas

25 y 32 rondas

cadencia de fuego

400 disparos/min.

750 disparos/min.




Este artículo apareció por primera vez en Small Arms Review V24N8 (octubre de 2020)






martes, 10 de enero de 2023

Ametralladora: La Schwarzlose Modelo 07/12 austríaca

 

La ametralladora austriaca Schwarzlose Modelo 07/12 refrigerada por agua


Andreas Wilhelm Schwarzlose de Charlottenburg, Alemania, era un inventor y diseñador de armas muy conocido y respetado que trabajaba en el centro de fabricación de armas de Suhl, Thüringen a fines de la década de 1890 y tenía muchos diseños en su haber; particularmente para pistolas de carga automática. Para 1900, sus pistolas se vendían ampliamente en el continente europeo e incluso tenían ventas modestas en América del Norte y del Sur. Pero es más conocido y siempre será recordado por su ametralladora; que inventó y patentó en 1902.

Todas las ametralladoras en ese momento operaban por retroceso (como la Maxim), que usaba las fuerzas de retroceso para empujar el cañón hacia atrás que a su vez desbloqueaba el cerrojo para el movimiento hacia atrás, o por gas (como Hotchkiss o Colt Automatic Gun) , que extraía los gases en expansión del cartucho disparado a través de un pequeño orificio dentro del cañón cerca de la boca que luego impulsaba un pistón hacia atrás que desbloqueaba el cerrojo o golpeaba un martillo y una palanca que luego desbloqueaban y empujaban el cerrojo hacia atrás. Ambos tipos de diseños operativos eran complicados de hacer y tenían una gran cantidad de piezas móviles pequeñas e intrincadas que los hacían susceptibles a una multitud de problemas en el campo de batalla. Schwarzlose tuvo la idea en 1902 de diseñar una ametralladora que fuera simple de fabricar y mucho menos complicada mecánicamente. El diseño que se le ocurrió se conoce como el método de operación de retroceso retardado. Este método permite que la caja del cartucho sople directamente el cerrojo hacia atrás después de un breve retraso sin ninguna característica de bloqueo del cerrojo y sin movimiento del cañón. Una simplificación adicional de esta operación, el método de retroceso directo, ahora es común en las ametralladoras calibre pistola. Pero para una pistola de calibre de rifle con presiones de cámara altas, esto requería un enfoque único del diseño mecánico para evitar daños en la pistola y posibles lesiones graves al operador. El problema era controlar el movimiento hacia atrás del cerrojo en las etapas iniciales de disparo. Con la alta presión en la recámara mientras la bala aún viaja por el cañón, cualquier movimiento prematuro hacia atrás del cerrojo hará que la caja del cartucho se rompa al perder el apoyo de las paredes de la recámara y el cerrojo. El diseño que inventó Schwarzlose usaba un resorte de retroceso excepcionalmente fuerte y un cerrojo muy pesado con una serie de palancas y una junta articulada que operaba con una desventaja mecánica, lo que resultó en un retraso del movimiento hacia atrás del cerrojo antes del retroceso. El último y más importante elemento de su método de operación de retroceso retardado fue la necesidad de tener que usar un cañón corto. El cañón del Schwarzlose mide solo 20,75 pulgadas de largo, lo que garantiza que la bala salga del cañón antes de que las fuerzas de retroceso comiencen el movimiento hacia atrás del cerrojo y se pueda disipar la alta presión. A diferencia de Máxima, el cañón está estacionario y no se mueve en ningún punto del proceso de disparo y en ningún momento el mecanismo de la recámara está bloqueado positivamente. Debido a que todavía quedaban presiones muy altas en la cámara cuando comenzó la extracción de la vaina del cartucho gastado, la vaina del cartucho tendería a "pegarse" en la recámara causando fallas operativas. Esto se solucionó colocando una bomba de aceite dentro de la cubierta superior. La bomba, con cada ciclo de extracción y carga del arma, arrojaría un chorro de aceite en el área de la cámara, lubricando así las cajas. La acción desbloqueada diseñada por Schwarzlose con sus cartuchos lubricados, resorte de retroceso grande, conjunto de cerrojo pesado que funciona con una desventaja mecánica, cañón corto y la velocidad de disparo cíclica lenta resultante demostró ser fácil de hacer,

Lado izquierdo del Schwarzlose Model 07/12. Las cajas de cartuchos vacías se expulsan a través del puerto de expulsión del lado izquierdo. El puerto del cinturón gastado se encuentra delante y debajo del puerto de expulsión.

El mecanismo de alimentación fue diseñado con peso y simplicidad y consta de solo dos partes móviles. Ubicado en el lado inferior derecho del receptor detrás de una puerta de carcasa de acero o bronce hay un rodillo de rueda de estrella. El cinturón de municiones se inserta hacia arriba y sobre el rodillo donde el cartucho se acopla con la rueda dentada. El rodillo está unido mecánicamente con el cerrojo de modo que cuando el cerrojo está en la posición más hacia atrás, el cartucho que se extrajo de la correa es empujado y rodado sobre una rampa que está en línea con la recámara. El movimiento hacia adelante del cerrojo asienta el cartucho en la recámara. Al insertar un cinturón nuevo, la acción debe repetirse tres veces antes de que el arma esté lista para disparar.


Las empuñaduras y el gatillo también tienen un diseño poco convencional. Las empuñaduras de madera se pliegan y bloquean en posición vertical u horizontal. Las manijas normalmente estarían bloqueadas en la posición horizontal para disparar, pero el gatillo se puede activar con las manijas en cualquier posición. El gatillo es un disco de madera ubicado entre las manijas y debajo de la pistola y se acciona empujando con los pulgares. Hay un interruptor de seguridad vertical de metal colocado en el centro del gatillo. Esto debe empujarse hacia un lado con uno de los pulgares para desbloquear el gatillo y permitir el movimiento hacia adelante. Una vez que se presiona el gatillo, el arma continuará disparando hasta que se gaste toda la munición o se suelte el gatillo. El arma dispara completamente automático solo sin interruptor de disparo seleccionado. Sin embargo, debido a la lenta velocidad cíclica de fuego de aproximadamente 400 disparos por minuto,

La cubierta superior levantada y la carcasa de la rueda de alimentación bajada permiten un fácil acceso a los componentes internos. Tenga en cuenta el diseño simple de la rueda de alimentación.

El trípode pesa 44 libras y es una plataforma muy estable para el arma lenta y deliberada. En la parte delantera del trípode hay un perno de metal al que se adjuntó un escudo blindado opcional que protege al artillero. Las patas plegables están bloqueadas en su lugar mediante barras de retención y las patas son extensibles. El mecanismo de elevación consiste en un par de cremalleras arqueadas dentadas simples que son ajustables por un engranaje reductor conectado a una perilla giratoria que permite un ajuste preciso en elevación y depresión. El mecanismo transversal es un simple deslizamiento en el que encaja el pivote trasero del arma y se desplaza a lo largo de un plano horizontal curvo. Los pasadores de tope se pueden colocar en orificios específicos para restringir el movimiento lateral del arma hacia la izquierda o hacia la derecha para campos de tiro controlados.


Desmontar el Schwarzlose en el campo es un ejercicio de simplicidad, ya que el arma se descompone en unas pocas partes. Para desmantelar el arma, gire la palanca grande que se encuentra en la parte superior del receptor trasero hacia la izquierda tanto como sea posible. Esto desbloquea la cubierta superior que ahora se puede levantar y bloquear en la posición abierta mediante un bloqueo de cubierta ubicado cerca de la bisagra. En la tapa del extremo, justo a la derecha y encima del gatillo hay un pasador de bloqueo giratorio. Desenrosque el pasador de bloqueo. Esto permite que la tapa del extremo y el grupo de disparo se giren hacia la derecha. Se debe tener mucho cuidado en este punto, ya que el poderoso resorte de retroceso ejercerá mucha presión sobre la tapa del extremo y el grupo de gatillo una vez que esté completamente desbloqueado. Retire el grupo de culatas y retire el resorte recuperador y el tapón guía del resorte recuperador de la pistola. Ahora levante el bloque de la recámara, el percutor, enlace de manivela y manivela. El arma ahora está completamente desmontada. Para volver a montar, simplemente vuelva a colocar las piezas en orden inverso.

Vista de las empuñaduras traseras bajadas en posición de disparo horizontal y el gatillo de madera y el seguro en el centro. El riel de montaje de la culata de hombro está ubicado en el lado trasero izquierdo directamente debajo de las marcas.

Aunque fue diseñado y patentado en 1902, no fue hasta 1905 que el arma entró en producción en Österreichische Waffenfabrik Gesellschaft, Steyr, Austria. Después de un par de años de pruebas, el gobierno de Austria-Hungría adoptó el arma como Schwarzlose Maschinengewehr Modell 07. En 1912, la acción del arma se perfeccionó aún más agregando más peso al cerrojo, aumentando el tamaño del resorte de retroceso y aumentando el ángulo en la acción de enlace permitiendo una fracción adicional de un segundo aumento en el retraso de las partes de retroceso. Esto permitió que la presión de la cámara cayera aún más, lo que significaba que no era necesario engrasar los cartuchos durante el funcionamiento. Sin embargo, la bomba no fue eliminada y quedó como un accesorio operativo de uso opcional. La nueva pistola se convirtió en Schwarzlose Model 07/12 y todos los modelos anteriores se actualizaron a esta configuración. Waffenfabrik Steyr fabricó el arma hasta el final de la guerra en 1918. Hubo dos modelos adicionales de Schwarzlose. Uno fue el Modelo 07/12/16 desarrollado para la caballería. Aunque todavía refrigerado por agua, tenía un soporte de bípode más liviano, una culata para el hombro y un cinturón de 100 rondas más corto. El otro era el Modelo 07/12/R16 para uso aeronáutico. Al principio, la camisa de agua tenía persianas y se cortó para enfriar y luego se eliminó por completo. Se instalaron manijas de extensión para que el artillero aéreo del asiento trasero pudiera apuntar el arma en ángulos obtusos. Ni la caballería ni las versiones aéreas estaban muy extendidas. En los años de entreguerras, el arma fue utilizada por los italianos que obtuvieron un gran número al final de la guerra como reparación. Otros países que también utilizaron Schwarzlose fueron Holanda, Austria, Hungría, Yugoslavia, Checoslovaquia, Suecia y Grecia en una variedad de calibres. Bajo un acuerdo de licencia con Steyr, las ametralladoras Schwarzlose se fabricaron más tarde en Janecek Arms Works en Praga y también se produjeron en Carl Gustaf State Rifle Factory en Suecia. En total, se construyeron más de 43.000 ametralladoras Schwarzlose.

El modelo Schwarzlose 07/12 fue un caballo de batalla confiable para varios países durante muchos años. Aunque ya no se considera un arma de primera línea después de la Primera Guerra Mundial, el Schwarzlose todavía tuvo un servicio considerable durante la Segunda Guerra Mundial como arma secundaria. Incluso en 1948, el viejo Schwarzlose todavía estaba en funcionamiento sirviendo a los israelíes durante su guerra de independencia. La simplicidad del diseño, la facilidad de fabricación y la absoluta fiabilidad aseguraron su lugar en la historia. Solo hay un puñado de ametralladoras Schwarzlose en los Estados Unidos, lo que hace de esta una rara e importante adición a cualquier colección.

Marcas del receptor del modelo en el lado derecho del arma.
El conjunto de cerrojo masivo/resorte de operación se puede ver con la cubierta superior en la posición elevada.
Debido a que el Schwarzlose tenía un cañón corto, producía un fogonazo bastante pronunciado. El gran bocacha fue necesario para contener el destello. Las muescas grandes ubicadas en el extremo frontal del apagallamas son para una herramienta que se usa para desenroscar el apagallamas de la camisa de agua. A diferencia de la mayoría de las otras pistolas enfriadas por agua, Schwarzlose no tenía un conjunto de corcho y cadena para tapar el orificio de escape de vapor para evitar la pérdida de agua durante el transporte. En cambio, tenía una válvula de espiga a la que se conectaba la manguera de condensación que, cuando se giraba hacia atrás, estaba abierta y cuando se giraba hacia adelante, estaba cerrada. La válvula de drenaje de la camisa de agua está ubicada en la parte inferior delantera de la camisa de agua. Cuando se giró hacia atrás, la válvula estaba cerrada. Al girar la palanca de la válvula hacia abajo y hacia adelante, se abrió la válvula, lo que permitió que el agua se drenara de la chaqueta.
La mira trasera tangente es ajustable tanto para el viento como para la elevación con una graduación de alcance máxima de 2400 metros. El tapón de llenado del depósito de aceite del cartucho se puede ver directamente en frente de la base de la mira.
Las cajas de munición son de madera con un asa de alambre de metal y un cierre simple asegurado por una tira de cuero. La caja tendrá un cinturón de lona y latón que contiene 250 cartuchos. La lengüeta inicial del cinturón está hecha de cuero.