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miércoles, 14 de agosto de 2024

Submarinos de la Thyssen alemana


Oferta de submarinos de la Thyssen alemana






Submarino HDW Clase 209/1400mod

Inspirado originalmente en los principios de diseño de los submarinos costeros alemanes de posguerra, el submarino diésel-eléctrico HDW Clase 209 se ha convertido en parte integral de nuestras exitosas colaboraciones con las armadas de todo el mundo.

Para satisfacer las diversas necesidades y requisitos operativos de nuestros clientes navales, el desplazamiento del submarino ha aumentado de las 1000 toneladas iniciales, en algunos casos hasta en un 50%. Este aumento es compatible con los perfiles de misión en alta mar, lo que requiere un alcance mejorado, mayores profundidades de buceo, sistemas electrónicos actualizados y mejores condiciones de vida a bordo.

Esta evolución ha llevado a la creación de la "familia de submarinos HDW Clase 209", con más de 60 submarinos que prestan servicio a más de una docena de armadas. Se mantiene como el submarino no nuclear más vendido en el mundo occidental. La última versión, el HDW Clase 209/1400mod, incorpora tecnología de vanguardia y ha evolucionado continuamente desde que se firmó el primer contrato.

El flujo constante de pedidos ha permitido realizar mejoras incrementales con cada nueva construcción, incorporando conocimientos de investigación y desarrollo de modelos anteriores. Esto hace que el HDW Class 209/1400mod sea un submarino compacto que se caracteriza por una tecnología confiable, una alta efectividad en combate, un alcance sumergido extendido, altas velocidades bajo el agua, bajas firmas acústicas y un manejo superior.

Características del HDW Clase 209/1400mod

  • Capacidad de despliegue universal
  • Bajas firmas acústicas
  • Cargas útiles de armas flexibles, incluidos torpedos, misiles y minas
  • Capacidades avanzadas de sonar, incluida la detección de sonar de matriz de flanco de baja frecuencia
  • Sistema integrado de comando y control de armas

 


 

Datos técnicos HDW Clase 209/1400mod:

Longitud de todos (aprox.)62 m
Diámetro del casco con presión (aprox.)6.2 m
Desplazamiento en superficie (aprox.)1,450 t
Altura incl. vela (aprox.)12.5 m
Tubos de armas 8
Tripulación30


El costo de un submarino HDW Class 209/1400mod puede variar según configuraciones específicas y acuerdos de adquisición. Por ejemplo, la adquisición de cuatro submarinos HDW Class 209/1400mod por parte de Egipto brinda una idea de los precios. El contrato firmado en 2011 para los dos primeros submarinos fue seguido por una opción para dos unidades adicionales en 2015. Cada submarino de esta serie costó aproximadamente $500 millones (Naval News) (Global Defense Corp) (Naval Post- Naval News and Information) (Naval Today).

Por lo tanto, el rango de precio típico para un submarino HDW Clase 209/1400mod es de alrededor de $500 millones por unidad, dependiendo de los términos del acuerdo y la personalización específica requerida por la armada compradora.


Submarino HDW Clase 212A

El HDW Clase 212A puede considerarse con razón la cumbre de la tecnología submarina alemana. Se ha construido en Alemania en dos lotes de cuatro y dos barcos, así como bajo licencia en Italia (cuatro unidades). Nuestro pionero de la verdadera cooperación europea en materia de defensa tiene numerosas ventajas para ambas partes y está abierto a dar la bienvenida a más miembros.

En línea con los conceptos básicos de diseño alemán, el submarino independiente del aire HDW Clase 212A es compacto y cuenta con altas cargas útiles para sensores, equipos de comunicación, sistemas de control de armas y armas. Se ha prestado gran atención a la eficiencia y la gestión de la energía a bordo. La combinación de estos factores junto con la construcción no magnética única en el mundo y el equipo acústicamente optimizado da como resultado submarinos que son casi imposibles de detectar.



El sistema de pila de combustible HDW acoplado a un motor PERMASYN® permite largos períodos de funcionamiento sumergidos y bajas tasas de indiscreción. Además, el diseño de doble cubierta de la clase HDW 212A se destaca por sus altas cuotas de disponibilidad y el concepto de dotación de dos tripulantes. Al proporcionar capacidades excelentes para llevar a cabo misiones independientes a largo plazo en aguas profundas, así como en aguas extremadamente poco profundas, estos barcos son ideales para el reconocimiento y la vigilancia sin ser detectados, también en áreas donde no es posible o no es deseable emplear otras fuerzas navales.

Los lotes 1 y 2 de los submarinos de la clase HDW 212A incorporan:

  • Sistemas integrados de mando y control de armas.
  • Sonares de flanco y de matriz remolcada.
  • Reducción de la dotación gracias a los altos grados de automatización.
  • Centro de información de combate (CIC) “sin perturbaciones”.
  • Tubos de armas con sistemas de lanzamiento de presión de agua.


El segundo lote incluye además:

  • Integración de un sistema de comunicación adecuado para su uso en escenarios de guerra centrada en redes.
  • Instalación de sistemas integrados de mando y control de armas y sonar alemán.
  • Antenas laterales superficiales que sustituyen al sonar de matriz de flanco.
  • Sustitución de un periscopio por un mástil optrónico.
  • Integración de un sistema de bloqueo de buzos.

El submarino independiente del aire HDW Clase 212A es compacto y cuenta con una gran capacidad de carga para sensores, equipos de comunicación, sistemas de control de armas y armamento.




Datos técnicos del submarino HDW Clase 212A:

Longitud total (aprox.)56 - 58 m
Diámetro del casco con presión (aprox.)7 m
Desplazamiento en superficie (aprox.)1,450 – 1,500 t
Altura incl. vela (aprox.)11.5 m
Tubos de armas
6
Tripulación28

El coste de un submarino de la HDW clase 212, en concreto del modelo más reciente, el Tipo 212CD, puede ser considerable. El reciente acuerdo entre Alemania y Noruega por seis submarinos del Tipo 212CD se valoró en aproximadamente 5.500 millones de euros, lo que se traduce en unos 6.500 millones de dólares. Esto significa que el coste medio por submarino es de unos 916 millones de euros o unos 1.080 millones de dólares.​ (Naval News) (Naval Today) (Naval News).

Estos submarinos son avanzados, cuentan con sistemas de propulsión independientes del aire que les permiten permanecer sumergidos durante períodos prolongados e incluyen tecnologías de sensores y furtividad de última generación, lo que los convierte en unos de los submarinos no nucleares más modernos y capaces disponibles.


Submarino HDW Clase 214

El submarino monocasco de un solo compartimento HDW Clase 214 fusiona los principios de diseño de la familia HDW Clase 209 y las características excepcionales de los barcos HDW Clase 212A para crear una solución inigualable y rentable para las armadas orientadas al futuro.



El probado sistema de propulsión independiente del aire HDW Fuel Cell aumenta significativamente la resistencia bajo el agua y reduce los riesgos de detección. Las mayores profundidades de inmersión, la combinación modular de armas y sensores en combinación con las características AIP completamente integradas hacen que el HDW Clase 214 esté predestinado para todas las operaciones y misiones submarinas modernas. Además, la gran carga útil permite un alcance amplio y flexible de misiones, que van desde operaciones en aguas litorales hasta patrullas oceánicas.

  • Motor PERMASYN® de baja revolución, excitación permanente para velocidades máximas sin conmutación transitoria ni ruidos de engranajes.
  • Altos estándares de impacto.
  • Gestión optimizada de la firma propia.
  • Capacidades de sonar optimizadas para mayores rangos de detección de baja frecuencia (sonar de matriz de flanco expandido).
  • Grandes cargas útiles de armas para una combinación de torpedos, misiles y minas.
  • Integración del sistema de contramedidas de torpedos (TCM).
  • Capacidades de despliegue universal.


Mayores profundidades de inmersión, la combinación modular de armas y sensores en combinación con las características AIP completamente integradas hacen que el HDW Clase 214 esté predestinado para todas las operaciones y misiones submarinas modernas.




Datos técnicos del submarino HDW Clase 214

Longitud total (aprox.)72 m
Diámetro del casco bajo presión(aprox.)6.3 m
Desplazamiento en superficie (aprox.)2,000 t
Alto incl. vela (aprox.)13 m
Tubos de armas
8
Tripulación27

El coste de un submarino HDW Clase 214 varía en función de las configuraciones específicas y los acuerdos involucrados en la adquisición. Por ejemplo, el acuerdo entre Turquía y Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS) para seis submarinos Tipo 214 (clase Reis) se valoró en aproximadamente 2.060 millones de euros, o alrededor de 2.400 millones de dólares.​ (Wikipedia).

De manera similar, Alemania ofreció a la India seis submarinos Tipo 214 por un total de 4.800 millones de dólares en el marco del Proyecto 75I, que incluye una amplia personalización y transferencia de tecnología para satisfacer los requisitos específicos de la Armada india. (SSBCrackExams).

Por lo tanto, el costo unitario de un submarino HDW Clase 214 generalmente oscila entre USD 400 millones y USD 800 millones, dependiendo de las particularidades del contrato y de cualquier requisito o modificación adicional solicitada por la armada compradora.


Submarino de la clase HDW Dolphin AIP

El submarino de la clase HDW Dolphin AIP, hemos establecido estándares en el diseño y producción de embarcaciones personalizadas. Basándonos en los parámetros ya avanzados de su predecesor, el submarino HDW de la clase Dolphin, y junto con expertos de la marina de nuestro cliente, hemos desarrollado este tipo de embarcación que se adapta idealmente a los requisitos del cliente.



El submarino AIP Dolphin de la clase HDW ofrece el alto valor operativo de los activos Dolphin, pero se ha mejorado con el sistema AIP de pila de combustible integrado para una resistencia sumergida significativamente mayor y un nuevo sistema de combate de última generación. Gracias al sistema de expulsión de armas, se pueden lanzar torpedos, misiles y minas desde el conjunto de tubos de armas. Además de la alta potencia de fuego, esta clase de submarinos ofrece un grado de automatización muy alto de los controles para la planta de propulsión, la navegación y el manejo de la embarcación.

  • Mayor resistencia sumergida gracias al sistema de pila de combustible HDW independiente del aire.
  • Nuevo sistema de combate y una potencia de fuego impresionante.
  • Un alto grado de automatización.

 

Datos técnicos HDW Clase Dolphin AIP:

Longitud total (aprox.)68.6 m
Diámetro del casco con presión (aprox.)6.7 m
Desplazamiento en superficie (aprox.)2,050 t
Tripulación35



El costo de un submarino AIP (Air-Independent Propulsion) Dolphin de clase HDW varía en función de varios factores, incluidas las configuraciones específicas y los términos del acuerdo de adquisición. En general, estos submarinos son bastante caros debido a su tecnología y capacidades avanzadas.

Por ejemplo, la adquisición por parte de Israel de submarinos de la clase Dolphin ha supuesto una inversión financiera sustancial. En 2006, Israel firmó un contrato para comprar dos submarinos modernizados de la clase Dolphin por aproximadamente 1.300 millones de euros (unos 1.400 millones de dólares de la época), parte de cuyo coste fue subvencionado por Alemania. (Wikipedia) (Naval Technology). Se informó que un acuerdo posterior en 2011 para un sexto submarino costó alrededor de 500 a 700 millones de dólares, también con un importante apoyo financiero de Alemania. (Thyssem Group) (The Nuclear Threat Initiative).

Por lo tanto, el costo de un solo submarino HDW Dolphin AIP puede estimarse entre 500 y 700 millones de dólares, dependiendo de los términos y configuraciones específicos del acuerdo.


domingo, 28 de abril de 2024

Malvinas: ARA San Luis fotografía el faro de cabo San Felipe en 1975

El Faro Cabo San Felipe de las Islas Malvinas fotografiado desde el periscopio del submarino clase IKL U209/1200 ARA "San Luis" durante una misión de reconocimiento efectuada en el marco de una navegación de 50 días de duración realizada por la entonces recién incorporada unidad entre los meses de octubre y noviembre del año 1975.



Imagen Carlos Bustos. Argentina seguiría operando en las Malvinas con sus submarinos, incluso después la Guerra.


sábado, 4 de septiembre de 2021

Malvinas: ARA San Luis, cuando el enemigo habla bien de tí

La guerra de las Malvinas casi tuvo un final trágico para los británicos

Gracias a un poco de suerte, Gran Bretaña evitó pérdidas masivas.
por Sebastien Roblin || The National Interest



Esto es lo que necesita saber: la breve pero sangrienta guerra naval que ocurrió en 1982 sobre las Islas Malvinas, conocidas como las Malvinas en Argentina, se considera típicamente como un triunfo del poder naval británico. Un grupo de trabajo de la Royal Navy logró rechazar fuertes ataques aéreos para recuperar el archipiélago del Atlántico Sur de manos de las tropas argentinas.

La breve pero sangrienta guerra naval que ocurrió en 1982 sobre las Islas Malvinas, conocidas como Malvinas en Argentina, se considera típicamente como un triunfo del poder naval británico. Un grupo de trabajo de la Royal Navy logró rechazar fuertes ataques aéreos para recuperar el archipiélago del Atlántico Sur de manos de las tropas argentinas.

Durante la mayor parte de la guerra, un submarino diésel argentino solitario, el San Luis, se opuso a la Royal Navy en el mar. El San Luis no solo regresó a casa ileso por las más de doscientas municiones antisubmarinas disparadas por buques de guerra y helicópteros británicos, sino que emboscó dos veces a fragatas antisubmarinas. Si las armas hubieran funcionado según lo previsto, la victoria británica podría haberse comprado a un costo mucho mayor.

La junta militar gobernante de Argentina se apoderó de las disputadas Islas Malvinas de manera oportunista para sumar puntos políticos en casa. Sin esperar una guerra real, la junta calculó mal la rapidez con la que la primera ministra británica Margaret Thatcher escalaría contra el uso de la fuerza con la suya.

Esta falta de planificación se manifestó en la falta de preparación de la flota de submarinos de la Armada Argentina. Uno estaba en tan decrépito estado que no podía sumergirse con seguridad, mientras que el Salta más moderno estaba siendo reparado. El Santa Fe más viejo insertó hombres rana para ayudar en la invasión inicial el 2 de abril. No fue hasta el día siguiente que el submarino más moderno disponible, el San Luis, recibió órdenes en su muelle de Mar de Plata para partir en una patrulla de combate alrededor. la zona de las Malvinas.

El San Luis era un submarino diésel alemán Tipo 209 construido en grandes cantidades para servir como un submarino más pequeño y rentable para los países menos ricos. Desplazando sólo 1.200 toneladas con una tripulación de treinta y seis, el San Luis llevaba catorce torpedos antisubmarinos Mark 37 y diez torpedos guiados por cable SST-4 fabricados en Alemania para su uso contra objetivos de superficie. Podía nadar a cuarenta y dos kilómetros por hora bajo el agua o veintiuno en la superficie, y tenía una profundidad máxima de buceo de quinientos metros.

Sería un cliché común a muchas historias de logros militares inverosímiles enfatizar la habilidad de la tripulación del San Luis, pero de hecho, los mejores oficiales de submarinos de Argentina estaban en Alemania en el momento de la Guerra de las Malvinas. En su lugar, el San Luis se conformó con suboficiales encargados de muchos departamentos claves del barco. Su comandante, el capitán de fragata Fernando Azcueta, era un submarino veterano, pero no tenía mucha experiencia con el modelo Tipo 209.

Además, el San Luis estaba en pésimas condiciones y tuvo que someterse a reparaciones rápidas e incompletas. Su snorkel tenía fugas, sus bombas de achique no funcionaban bien y uno de los cuatro motores diésel no funcionaba. Los buzos pasaron casi una semana entera tratando de limpiar los crustáceos del casco y la hélice del San Luis, que impedían la velocidad y el sigilo de la embarcación.

El submarino argentino finalmente se hizo a la mar el 11 de abril y se colocó en una posición de espera mientras la situación política continuaba deteriorándose. Las cosas no tuvieron un comienzo prometedor. El sistema de control de fuego del San Luis le permitió guiar automáticamente tres torpedos simultáneamente después del lanzamiento. Entonces, por supuesto, se averió después de solo ocho días en el mar, y ninguno de sus suboficiales sin experiencia sabía cómo arreglarlo. La tripulación solo podría lanzar un torpedo a la vez bajo guía manual por cable. Aún así, se decidió que el San Luis debía continuar con su misión.

Mientras tanto, el 17 de abril se envió el Santa Fe, un antiguo submarino de la clase Balao que había servido a la Armada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, para transportar marines y técnicos para reforzar a las tropas que se habían apoderado de la isla de Georgia del Sur. Aunque desplegó con éxito las tropas el 25 de abril, no pudo partir lo suficientemente rápido y fue detectado a las 9 a.m. por el radar de un helicóptero Wessex británico, al que pronto se unieron helicópteros Wasp y Lynx. El Santa Fe fue dañado por dos cargas de profundidad, fallado por un torpedo, alcanzado por misiles antibuque AS-12 y ametrallado por fuego de ametralladora. El capitán hizo varar el submarino, que fue capturado junto con su tripulación por tropas británicas poco después. El ataque al Santa Fe marcó los primeros disparos de la campaña británica.

Al día siguiente, se ordenó al San Luis zarpar hacia las aguas alrededor de las islas en disputa, y el día 29 se le autorizó a disparar contra cualquier buque de guerra británico que encontrara.

Sin embargo, la Royal Navy había interceptado las comunicaciones del San Luis y desplegó sus helicópteros y fragatas para cazarlo. Según un recuento, la Royal Navy tenía diez fragatas o destructores y un porta-helicópteros asignados al menos en parte a tareas antisubmarinas, así como seis submarinos de patrulla.

El 1 de mayo, el sonar pasivo del San Luis detectó el HMS Brilliant y el Yarmouth, ambos fragatas antisubmarinas especializadas. Azcueta lanzó un torpedo SST-4 a una distancia de nueve kilómetros, pero poco después del lanzamiento, los cables de guía del torpedo se cortaron. Azcueta rápidamente se sumergió en su submarino para esconderse en el fondo del mar. El Brilliant detectó el ataque, y las dos fragatas y sus helicópteros iniciaron una frenética búsqueda de posibles contactos de sonar. Lanzando treinta cargas de profundidad y numerosos torpedos, los barcos británicos volaron con éxito varias ballenas por sus esfuerzos.

Al día siguiente, el submarino británico Conqueror torpedeó al crucero argentino General Belgrano, que se hundió junto a 323 miembros de su tripulación. Toda la flota de superficie argentina se retiró posteriormente a las aguas costeras, dejando al San Luis como el único buque argentino opuesto a la fuerza de invasión británica. Los barcos y helicópteros británicos comenzaron a informar contactos de sonar y avistamientos de periscopios en todas partes, y lanzaron nueve torpedos en aguas que el San Luis nunca llegó a acercarse.

La tripulación del San Luis, por su parte, pensó que había sido atacada por un submarino británico el 8 de mayo, y luego de realizar maniobras evasivas, lanzó un torpedo Mark 37 contra un contacto submarino. Se escuchó la explosión del torpedo y se perdió el contacto. Esto también era probablemente una ballena.

Dos días después, San Luis detectó las fragatas antisubmarinas Tipo 21 HMS Arrow y Alacrity en el paso norte del Falkland Sound. Enmascarado por el ruido producido por las rápidas fragatas, el San Luis se deslizó a cinco kilómetros del Alacrity, disparó otro torpedo SST-4 y preparó un segundo para el lanzamiento.

Una vez más, los cables del SST-4 se cortaron poco después del lanzamiento. Sin embargo, algunos relatos afirman que el torpedo en realidad golpeó un señuelo remolcado por el HMS Arrow, pero no detonó. Azcueta desistió de disparar el segundo torpedo y ordenó al San Luis que se retirara para evitar un contraataque.

Sin embargo, los barcos británicos siguieron navegando, sin darse cuenta del ataque. ¡El capitán de la prontitud ni siquiera se enteró de la llamada cercana hasta después de la guerra!

Desmoralizado, Azcueta comunicó por radio que los torpedos eran inútiles y recibió permiso para regresar a la base, lo que logró el 19 de mayo. La guarnición argentina se rindió el 14 de junio antes de que el San Luis pudiera ser devuelto al mar. Quince años después, el San Luis se convirtió en uno de los tres submarinos Tipo 209 que se desmantelaron después de una revisión incompleta. Otros cincuenta y nueve sirven en varias armadas.

¿Qué salió mal con los torpedos del San Luis? Hay media docena de explicaciones, que sostienen que los errores de la tripulación y las fallas técnicas son culpables. El fabricante AEG afirmó primero que los torpedos habían sido lanzados desde demasiado lejos y sin contacto activo con el sonar. Otro reclamo es que las tripulaciones argentinas equivocada y invirtió la polaridad magnética de los giroscopios en los torpedos, haciendo que se desvíen. Sin embargo, también hay evidencia de que los torpedos no armaron sus ojivas y no pudieron mantener la profundidad. Sugestivamente, AEG implementó numerosas mejoras al torpedo después del conflicto de las Malvinas.

El San Luis no era un súper submarino ni tenía una súper tripulación. Sin embargo, beneficiándose de un comandante competente que utilizaba tácticas ordinarias, logró dar vueltas en torno a una docena de fragatas antisubmarinas de una de las armadas más capaces del mundo, y podría haber hundido fácilmente varios buques de guerra si sus torpedos hubieran funcionado como se esperaba.

La Royal Navy, por su parte, gastó cientos de costosas municiones antisubmarinas y envió 2.253 salidas de helicópteros persiguiendo contactos falsos; sin detectar el San Luis en ninguna de las ocasiones, se acercó al campo de tiro.

La guerra submarina real ha sido, afortunadamente, extremadamente rara desde la Segunda Guerra Mundial. La experiencia de Malvinas sugiere que los submarinos diesel baratos podrían ser muy difíciles de contrarrestar incluso cuando se enfrentan a adversarios bien entrenados y equipados.

jueves, 19 de agosto de 2021

Malvinas: Cuando el ARA San Luis pudo afectar el resultado

Cómo un submarino de fabricación alemana pudo haber hundido un portaaviones británico durante la Guerra de las Malvinas

Disparó tres torpedos. Si uno hubiera golpeado, la historia recordaría la guerra de las Malvinas de manera muy diferente.
por Caleb Larson || The National Interest




El submarino Tipo 209, que solo se exporta, fue diseñado en la década de 1970 como una alternativa de submarino pequeño y asequible para países que no podían permitirse, ni tenían la necesidad, de diseños de submarinos estadounidenses o soviéticos grandes y costosos. Aunque el diseño del 209 es bastante pequeño en comparación con otros diseños de submarinos de propulsión nuclear, es bastante capaz y se ha exportado ampliamente a países que carecen de una industria nacional de fabricación de submarinos.

El diseño del Tipo 209 creado por Howaldtswerke-Deutsche Werft de Alemania, utiliza un diseño aerodinámico de casco único impulsado por cuatro motores diésel que cargan las celdas de la batería del submarino cuando salen a la superficie. Sumergido, el Tipo 209 puede alcanzar unos respetables 23 nudos o unas 26 millas por hora. Desde el periscopio, el comandante puede ver toda la longitud del submarino, que tiene un complemento de tripulación relativamente pequeño de solo 36.

El Tipo 209 disfrutó de un éxito considerable como submarino de exportación en el mercado submarino internacional. Se han desarrollado cinco variantes principales para 14 países diferentes, lo que lleva a algunas variaciones entre los cascos optimizados para diferentes requisitos navales. Incluso se construyó un tipo 209 en 2008. Aunque la clase es demasiado pequeña para albergar misiles lanzados verticalmente, sus ocho tubos de torpedos pueden disparar misiles de ataque a la superficie modificados para el lanzamiento de tubos de torpedos.

Clase Chang Bogo

La variante surcoreana del submarino Tipo 209, llamada clase Chang Bogo en honor a un marinero y explorador coreano, es una de las variantes más avanzadas del Tipo 209. Las baterías de plomo-ácido del Tipo 209 principal se cambiaron por baterías de iones de litio de mayor capacidad que amplían el alcance y la resistencia bajo el agua del Chang Bogo.

Además de los torpedos estándar de 21 pulgadas, la clase Chang Bono puede atacar objetivos de superficie con misiles American Harpoon. Estos arpones se disparan desde los tubos de torpedos del submarino dentro de contenedores herméticos que lanzan el misil al aire una vez que se ha hecho contacto con la superficie. Además de Alemania, Corea del Sur es el único otro país que ha puesto a la venta internacionalmente su variante Type 209 construida con licencia, un acuerdo que fue recogido por la Armada de Indonesia a mediados de la década de 2000.

Fuego en ira

Una de las pocas veces que se usó el Tipo 209 con ira fue durante la Guerra de las Malvinas, cuando un Tipo 209 argentino disparó contra un portaaviones británico. Sorprendentemente, el submarino argentino se acercó a 7.000 metros de la flota de superficie británica sin ser detectado y disparó tres torpedos. Sin embargo, debido a giroscopios defectuosos y cables de guía instalados incorrectamente, los torpedos se desviaron violentamente de su curso, perdiendo su objetivo. Si no se hubieran perdido, el curso de la Guerra de las Malvinas podría haber sido muy diferente.

Aunque la clase ha sido suplantada desde entonces por otros diseños alemanes más modernos, como la clase Tipo 214, la clase 209 sigue siendo una plataforma capaz, especialmente para países que no pueden fabricar sus propios submarinos y necesitan una plataforma de capacidad moderada en lo barato. Estos atributos rentables y capaces se reflejan en el éxito de exportación sorprendentemente amplio de la clase, particularmente en América Latina.

martes, 7 de enero de 2020

ARA: Se estudiaría adquirir los UIa noruegos


Argentina: Estudian la compra de dos submarinos noruegos clase 'Ula'

Por Roberto Lopes || El Snorkel



  • El hecho más importante: la llegada del Tipo 210 serviría para reanudar la formación de submarinistas argentinos y reforzar la capacidad defensiva de la marina de su costa.
 
La tradición de operar grandes barcos militares, capaces de operar lejos de sus bases, forjada entre las décadas de 1920 y 1970, parece estar permanentemente interrumpida en la Armada Argentina.

Después de contratar cuatro patrulleros franceses de 1.450 toneladas, más adecuados para tomar medidas enérgicas contra la pesca ilegal, del astillero francés Naval Group, los almirantes argentinos ahora están considerando la adquisición de dos pequeños submarinos costeros noruegos de Ula de 1.040 toneladas )

Hace unos 20 días, en una conversación con parlamentarios en Argentina, el nuevo ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi , admitió que para volver a armar una flotilla de submarinos, el gobierno de Alberto Fernández examina lo que llamó "la posibilidad noruega", y espera una opinión técnica de la industria de construcción naval alemana sobre las posibilidades de devolver el submarino ARA Santa Cruz clase TR-1700 al mar.(hermano gemelo del ARA San Juan)

Según Poder Naval, en la misma conversación, Rossi mencionó, sin comentar, el entendimiento entre los militares argentinos y brasileños sobre los submarinos Tupi y Tamoio Tipo clase 209/1400 (como se ofrecieron Timbira y Tapajó a Perú). ); y el hecho de que el submarino de Salta, un tipo argentino 209/1200 con casi 47 años de vida operativa, ya no puede sumergirse ...


ARA Salta, noviembre de 2008 en Río de Janeiro - Foto: Alexandre Galante

'Tropicalización': la Royal Navy de Noruega tiene seis unidades de clase "Ula" construidas entre finales de los 80 y principios de los 90, aproximadamente al mismo tiempo que la Marina de Brasil (MB) recibió su clase Tupi. pero con características ligeramente diferentes.


La construcción de los submarinos de la clase "Ula" fue un proyecto internacional. Los sistemas de combate fueron fabricados en Noruega por Kongsberg, el sonar de ataque es alemán y el sonar de flanco francés. Las secciones del casco fueron producidas en Noruega y ensambladas en Alemania por Thyssen Nordseewerke. En Alemania, el proyecto se conoce como U-Boot-Klasse 210 o Type 210.

Estas son embarcaciones más maniobrables con una longitud de casco 2.2 m más corta que el Tipo 209; 110 toneladas más ligero (superficie) y también un calado más bajo (4,60 mx 5,50 m), diseñado para aprovechar la irregular costa noruega (y así escapar de la detección del enemigo).

Conscientes de que sus submarinos fueron construidos para navegar desde mares muy fríos en Escandinavia (en Bergen, lugar de nacimiento del arma submarina noruega, enero ofrece temperaturas promedio de 2 ° Celsius), los almirantes noruegos organizaron la "tropicalización" de tres unidades. - la mitad de la flotilla - que se realizó a través de una expansión significativa del sistema de enfriamiento interno.

Estas mejoras permitieron que el Tipo 210 participara en maniobras de la OTAN donde, según fuentes oficiales, lo hicieron bastante bien, especialmente en tareas de infiltración y recolección de inteligencia.

Los "Ula" tienen algunas peculiaridades en términos de comodidad que los distinguen del estilo espartano de los submarinos alemanes, como literas para toda la tripulación.


Submarino noruego de Utstein (KNM 302) Clase Ula fotografiada durante el ejercicio con la OTAN en 2003 - Foto: US Navy

Menos autonomía: los submarinos noruegos están equipados con ocho tubos de lanzamiento de 533 mm (para hasta 14 torpedos Atlas Elektronik DM2A3, también utilizados por Alemania, Turquía, Israel y posiblemente Argentina). Pero no hay noticias de que en los últimos tiempos se hayan adaptado para el lanzamiento (submarino) de misiles antibuque.

Por el contrario, en la década de 2000, sus sistemas de combate se actualizaron con nuevas capacidades de guerra electrónica, sonar y periscopios, un verdadero salto de calidad para los argentinos, no solo en relación con el antiguo ARA Salta, sino también frente al antiguo equipo disponible. a bordo del ARA Santa Cruz.





El hecho más importante: la llegada del Tipo 210 serviría para reanudar la formación de submarinistas argentinos y reforzar la capacidad defensiva de la marina de su costa.

El Tipo 210 tiene un alcance de 5,000 millas náuticas (9,300 km) a una velocidad de 8 nudos (15 km / h); Por el contrario, el Tipo 209 es casi el doble, alrededor de 10,000 millas náuticas, y puede operar hasta 50 días sin tener que reponer.

Por esta gran diferencia se entiende la mayor capacidad del Tipo 209 para transportar más combustible, agua potable y alimentos.

sábado, 8 de junio de 2019

Obrigado: Brasil cedería sus Tupi a la ARA

Brasil cederá 4 submarinos estratégicos a la Armada Argentina 

Tienen origen alemán, serán reparados en Tandanor y llegarán a la Argentina por etapas. Forman parte de un acuerdo celebrado entre Macri y Bolsonaro

Por Martín Dinatale || Infobae


 

Entre todos los acuerdos bilaterales y los gestos de buenas intenciones expuestos ayer por los presidentes Mauricio Macri y Jair Bolsonaro en la Casa Rosada, se firmó un convenio militar que tendrá impacto inmediato para la defensa argentina: la transferencia de cuatro submarinos IKL de la Armada de Brasil a la marina de nuestro país para obturar el vacío estratégico que dejó el hundimiento del ARA San Juan.

En la declaración de intenciones firmada por el ministro de Defensa Oscar Aguad y su par de Brasil Fernando Azevedo e Silva, figura el ítem "g" referido específicamente a "profundizar la cooperación binacional en el área de submarinos convencionales, incluyendo la posibilidad de reparación, mantenimiento y construcción, y el estudio de las posibilidades de transferencia de submarinos IKL de la Armada de Brasil a la Armada Argentina".

En la práctica, el ítem "g" implica que Brasil antes de fin de año entregue dos submarinos IKL de tecnología alemana para ser reparados en Tandanor, y más adelante se evalúa la idea de transferir los otros dos submarinos.

En el Ministerio de Defensa y en la Armada ayer estaban exultantes tras este acuerdo. De hecho, Aguad agradeció al presidente Bolsonaro durante el acto de clausura del seminario de industria de Defensa Brasil-Argentina, realizado en la embajada de Brasil en Buenos Aires.

"Estamos avanzando de una manera muy importante con Brasil en materia de Defensa, la idea de la integración, más allá de la clásica integración aduanera y comercial, empezó a hacerse realidad", expresó Aguad durante ese evento. Y añadió: "Hoy dimos un paso muy importante en la integración regional, que es la integración en Defensa, y partimos de una fortaleza que tienen ambos países, que es la confianza, fundamentalmente entre ambas fuerzas armadas, que nos permite avanzar más rápidamente".

 


Los submarinos IKL de origen alemán tienen una capacidad de 480 baterías

De esta manera, quedó rubricado el acuerdo de compromiso entre los Ministerios de Defensa de Brasil y Argentina, en donde habrá iniciativas de investigación y estudios para el desarrollo e intercambio de tecnologías aplicadas a la defensa en sistemas de armas para la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea de cada país.

En el marco de la cooperación combinada para la vigilancia y control del Atlántico Sur, la Argentina se verá beneficiada con la transferencia de los submarinos IKL de Brasil, que actualmente no están operativos: Tandanor tendrá la responsabilidad de su reparación y puesta a punto.

"La idea es que haya una cooperación de control real del Atlántico Sur en forma conjunta y el traspaso de estos submarinos de Brasil forma parte de este acuerdo incluida la capacitación con personal militar", deslizó un funcionario cercano a Aguad.

Características de los submarinos

Los submarinos clase "Tupi" IKL-209/1400 actualmente en poder del Comando de la Fuerza de Submarinos de Brasil tienen una capacidad de 480 baterías, es decir la mitad de las 970 que tenía el ARA San Juan o que tiene el ARA Santa Fe de Argentina.

 

Sin embargo, en el Ministerio de Defensa y en la Armada creen que la posibilidad concreta de que Brasil transfiera antes de fin de año estos submarinos IKL y se puedan reparar permitirá a la Argentina contar con una capacidad de estrategia de disuasión en el Atlántico Sur que se perdió tras el hundimiento del ARA San Juan.

Los submarinos de Brasil clase IKL-209-1400 son de propulsión diesel-eléctrico proyectados por la ingeniería alemana Ingenieur Kontor Lubeck (IKL). En su momento, Brasil quería vender estos submarinos a Perú pero finalmente se abortó esa operación.

 
El ministro de Defensa Oscar Aguad se puso al frente de las tratativas con Brasil

Estas tratativas de transferencia de buques de Brasil a la Argentina comenzaron a gestarse el año pasado. Pero recién ahora se volcó todo a un documento con una proyección real y una fecha tentativa que sería antes de fin de año.

En Tandanor han planteado ciertas salvedades al asunto. De hecho, el director del astillero estatal Jorge Arosa expresó el año pasado en la Comisión Investigadora del Parlamento del hundimiento del ARA San Juan que veía con reparos la posibilidad de que Argentina reemplace la capacidad de submarinos con los IKL de Brasil por dos motivos: son de menor potencia, no se sabe el costo de reparación total de estos y la capacidad de operatividad de los buques de Brasil es menor que la que tiene el ARA Santa Fe que es de la Armada argentina y podría ser reparado en cualquier momento.

No obstante, desde la Armada y el Ministerio de Defensa se mostraron muy entusiasmados con la idea de transferencia de submarinos de Brasil y avanzarán en un viaje con autoridades de Tandanor y de la Armada a Brasilia en lo inmediato para conocer en detalle el estado de los IKL que ofreció el gobierno de Bolsonaro.

Ayer, al cerrar el encuentro entre los Ministerios de Defensa de ambos países en la embajada de Brasil, el ministro Azevedo destacó: "Esta es una etapa muy importante de un proceso para una efectiva cooperación estratégica entre ambas naciones. Brasil y Argentina pueden y deben trabajar conjuntamente para explotar sus capacidades y potencialidades en las áreas industriales y tecnológicas".

El próximo paso será concretar en hechos estas expresiones de deseo.

lunes, 12 de febrero de 2018

ARA: Antes de ARA San Juan, se planeaba la renovación de la flota de submarinos

Antes de la desaparición del ARA San Juan, la Armada quería renovar la flota de submarinos

Un informe "secreto" al que accedió Infobae, revela las intenciones de la fuerza de adquirir nuevos sumergibles por el mal estado general de los buques argentinos

Por Andrés Klipphan || Infobae




La desaparición del ARA San Juan junto a sus 44 tripulantes, el 15 de noviembre de 2017, sorprendió a la Armada Argentina en medio de un debate interno para renovar la flota de submarinos.

Tres documentos incorporados por la propia Armada a la causa que lleva adelante la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, revela la intención de contar con cinco sumergibles de "sexta generación" por el mal estado general de los sumergibles criollos.

Se trata de papers rotulados con el sello de "SECRETO" fechados en el mes de abril y junio de los años 2016 y 2017.

Además de describir los aspectos técnicos de los buques de guerra disponibles en el mercado (el más votado fue el alemán 209/1400), el "COMANDO DE LA FUERZA DE SUBMARINOS" volcó en papel la descarnada situación de la flota actual a la que calificó en "estado de obsolescencia".


El ministro de Defensa, Oscar Aguad, un incompetente completo

Entre los argumentos principales para la adquisición de los modernos submarinos, se afirma que esa es la única manera de cumplir con las metas pautadas históricamente para esa fuerza por la DEMIL que significa "Directiva Estratégica Militar", y que en tiempo de paz parecen excesivas, pero que internamente es evidente que se siguen proyectando:

– Desgastar a las fuerzas navales y/o tráfico marino del oponente.
– Ataques a fuerzas navales.
– Operaciones de minado.
– Obtención de información.
– Operaciones de ataque con misiles tácticos a objetivos terrestres, entre otras acciones.

Desconocimiento oficial. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, se mostró sorprendido cuando Infobae lo consultó sobre el proyecto que desde hacía dos años venía elaborando el comando de submarinos para la adquisición de cinco nuevos submarinos, los objetivos que aducían en la documentación para sostener la propuesta, y las quejas internas, y volcadas en las actas "secretas", sobre el fallido reequipamiento de las Fuerza Armadas, denominado "PLANCAMIL" (Plan de Capacidades Militares), anunciado en 2011 por Arturo Puricelli, el entonces ministro del área de Cristina Kirchner y que quedó solo en palabras.

Sobre estos temas, Aguad le dijo a Infobae: "Dentro del ministerio de Defensa, o del Estado Mayor Conjunto, en los años 2016-2017 no hay ningún estudio de esa naturaleza. Puede que en la Armada alguien haya hecho eso. Lo desconozco. Ha habido un plan de equipamiento, para las Fuerzas Armadas, ese plan aún existe, pero sobre el plan que me consulta (por la adquisición de submarinos de sexta generación) no solamente no tengo conocimiento, sino que no se conversó de eso. No tengo otra información".

Durante el diálogo telefónico con este medio, Aguad estaba en el norte de nuestro país supervisando el despliegue que realiza el Ejército Argentino en la provincia de Salta azotada por las inundaciones. Esa fuerza militar desplegó, junto a la Cruz Roja, tiendas de campaña con víveres y atención sanitaria. También estaba instalando un puente portátil para unir ciudades aisladas por el desborde del Río Pilcomayo.


La última imagen: dos meses antes de partir a Ushuaia toda la tripulación se sacó una foto arriba del ARA San Juan. Fue el 1º de agosto de este año.

ARA San Juan

En el mismo documento que el ministro Aguad asegura que la Armada Argentina, por entonces a cargo del almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, no elevó a Defensa, y elaborado en el 30 de abril de 2017, en el punto 9 el capitán de fragata Pedro Martín Fernández, brindó detalles sobre las "obras pendientes" en el ARA San Juan.

Las "falencias" que detalla son las siguientes: los sonares tienen "ruido eléctrico"; "el sistema hidráulico tiene pérdidas"; hay "filtraciones en el tanque de combustible"; "está pendiente verificar el ruido en la línea de eje"; entre otras.

Sobre este punto, el comandante -y uno de los 44 tripulantes desaparecidos- informa que sólo es posible repararlo en "dique seco".



El informe recuerda que era imprescindible "tramitar la imperiosa entrada a dique seco del ARA San Juan durante el primer semestre del año 2018 a fin de asegurar su operatividad, dado que lleva en la actualidad 39 meses sin realizar el mantenimiento correspondiente que, de acuerdo con el manual del fabricante, debería ser cada 18 meses".

Como reveló Infobae, esa era la razón por la cual el sumergible no podía navegar a una profundidad mayor de 100 metros ya que a mayor distancia no estaba certificada su "estanqueidad".

"La no renovación de los submarinos existentes implica la pérdida gradual de capacidades únicas de combate y disuasivas de la Armada Argentina", se describe en los documentos.

En el punto 11 del mismo documento titulado: "Estudio de Comando Mayor del COMANDO DE LA FUERZA DE SUBMARINOS. Submarinos de 6ta. Generación" el capitán de navío Claudio Javier Villamide -en la actualidad en disponibilidad preventiva- se queja porque el Plan de Capacidades Militares anunciado durante el gobierno de Cristina Kirchner "era bastante ambicioso", pero que "no pudo cumplirse".

Como ejemplos sostiene que el PLANCAMIL "hablaba de mantener, reparar los actuales submarinos, y recuperar un submarino más, que era el San Luis, ampliar otro submarino, que era el Santa Fe, y comprar cinco submarinos más además de un buque de apoyo de submarinos (un Buque Madres)".

Flota Argentina

El tema de la adquisición de cinco nuevos sumergibles no era sencillo y tenía sus complicaciones. Así queda demostrado en la proliferación de documentos oficiales que analiza la jueza Yañez.

La magistrada ya solicitó la participación de peritos extranjeros para tener una mirada lo más imparcial posible sobre los inconvenientes técnicos con los que el ARA San Juan fue autorizado a navegar.

Sucede que hasta en estos papers, donde el tema principal es la compra de nuevos buques de guerra, las deficiencias del sumergible desaparecido, quedó patentizado.



Bajo el subtítulo de "Análisis del problema", un segundo documento, está fechado en junio de 2017, esto es cinco meses antes de la desaparición del ARA San Juan, se destaca que "en la actualidad la fuerza de submarinos cuenta con tres submarinos; dos de los cuales se encuentran en estado operativo: El submarino ARA Salta, perteneciente a la cuarta generación de submarinos, el cual ha superado ampliamente su vida útil (…)".

En el párrafo siguiente el documento aborda una vez más la situación del sumergible siniestrado. "El ARA San Juan incorporado en 1985, junto con el submarino ARA Santa Cruz, pertenecen a la quinta generación de submarinos".

Allí se describe que el San Juan tuvo su reparación de media vida, que se cortó el casco para el "recambio de los motores diésel y el recambio de los elementos de batería (utilizándose en este caso el replacado de las mismas)", es decir que no se las cambió por otras nuevas.

Sobre el ARA Santa Cruz, los marinos recuerdan que se encuentra en el complejo CINAR (Complejo Industrial Naval Argentino), que depende de Presidencia de la Nación, "realizando reparaciones mayores y cambio de baterías".

Submarinos de sexta generación.

El documento al que Infobae accedió de manera exclusiva, y que está firmado por el ahora ex Comandante de la Fuerza de Submarinos, Claudio Javier Villamide, y por el Jefe de Estado Mayor del Comando de la Fuerza de Submarinos, Héctor Aníbal Alonso, recuerda que "en las anteriores oportunidades que la Armada enfrentó el mismo problema, incorporación/reemplazo de submarinos, lo resolvió comprando submarinos nuevos en tres oportunidades y comprando submarinos usados en dos oportunidades, disponibles luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial".

También reconoce que "en la actualidad no existe abundancia de ofertas de submarinos por Armadas que se encuentren desafectando unidades".

Por esta cuestión el abordaje de los marinos argentinos estuvo centrado los submarinos de sexta generación nuevos disponibles en el mercado.


Submarino clase Scorpene

Algunos de los evaluados fueron:

–Submarino Clase Scorpene, de origen francés, y que es utilizado, entre otras marinas por la chilena, la india, la Marina Real de Malasia y la de Brasil. Esta última, aclara el documento, ya solicitó cuatro submarinos Scorpene de propulsión diésel-eléctricos los cuales "están siendo construidos por una empresa conjunta formada por la francesa DCNS y la compañía brasileña Odebrecht", la misma del escándalo de los sobornos.

-El Submarino Clase 214. De propulsión diésel-eléctrica "se ha convertido en un éxito de ventas para la industria de submarinos alemana", refuerza el documento, y destaca que marinas como la de Grecia, Corea del Sur y Portugal los cuentan entre sus filas.

–Submarino Tipo 209. Fue el más votado por el Consejo Asesor del Arma Submarina y por ende la clase de buque que la Armada recomienda incorporar.



Entre sus virtudes, según los oficiales que lo propusieron, este submarino de sexta generación es "convencional de ataque diésel/eléctricos, desarrollado por un consorcio alemán y a pesar de no ser operado por la Marina de dicho país, ha sido un éxito de exportación".

La Armada de Turquía es el mayor consumidor de ese buque y "el primer usuario fue la Armada de Grecia".

El informe también destaca que el submarino más votado por la armada de nuestro país "tiene capacidad para llevar 14 torpedos" y la tripulación que puede llevar a bordo "es de entre 30 y 36 hombres".

La desaparición del ARA San Juan con sus 44 tripulantes, en primer lugar, interrumpió las disquisiciones de la Marina para la compra de nuevos sumergibles; pero también agravó el estado de una flota ya diezmada y en "estado de obsolescencia", tal la definición que la Armada hace de ella.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Malvinas: El San Luis opera contra el enemigo (2/2)

Uno contra todos (parte II)




La historia secreta de la Argentina submarino ARA San Luis en la Guerra de las Malvinas 
Parte 2
Viene de Parte 1
Por Jorge R. Bóveda 

Como se mencionó al final de la primera parte, el 17 de abril de 1982, ARA San Luis llegó a salvo en su "santuario fijo" o zona de espera, designado con el nombre código de "Enriqueta", ubicado a unas 130 millas al norte de la zona de exclusión establecida por los británicos alrededor de las islas. Dos días más tarde, mientras permanecía en esa estación, se produjo una avería en el ordenador de control de tiro VM8-24. A pesar de los esfuerzos de la tripulación, no hubo manera de reparar el equipo con los recursos disponibles a bordo. 
La tripulación de la nave incluía dos cabos especializada en control de tiro, que también tenía el deber de reparar el sistema en caso de fallo. Esta función fue ocupado previamente por suboficiales experimentados, pero en abril de 1982 fue sólo el personal disponible muy joven, sin el entrenamiento para reparar el sistema y solo para volver a colocar placas de circuito impreso. 
La consecuencia inmediata de esta limitación severa en el uso del sistema de arma fue que a partir de entonces, el disparo de torpedos se haría con cálculos manuales, con el submarino siendo capaz de controlar solamente un torpedo a la vez, en lugar de tres que el sistema permite cuando funciona normalmente. 
Con el ordenador sin funcionar, el submarino operado en modo "emergencia", que sólo servía doctrinariamente para auto-defensa, dada la baja probabilidad de los impactos que generan. 
Paralelamente a los esfuerzos llevados a cabo a bordo para tratar de restaurar el sistema, las autoridades navales en el continente mantenían consultas con el Jefe del Arsenal en el Río de la Plata (CF Edgardo P. Meric), para solicitar asesoría técnica. Pero eso requeriría que el ARA San Luis enviara mensajes largos por la radio que el sistema tenía, por lo que los técnicos sobre el terreno podría diagnosticar el problema. 
La mera posibilidad de que el submarino pudiese revelar su presencia en la zona de operaciones a través de estos mensajes hizo que la idea fuese rechazada de inmediato. 
Dada la imposibilidad de arreglar la computadora, el comandante Azcueta envió un mensaje urgente a COFUERSUB, poniendo el alto mando de la situación y pidiendo instrucciones. 
Contra todos los pronósticos predecibles, se ordenó que el San Luis debe quedarse donde estaba hasta nuevo aviso, porque pensaban [erróneamente] que el enemigo podía ver a su ausencia en el teatro donde se reparaba el buque. 
Al final del conflicto, muchos submarinistas consultados expresaron que el daño podría haber sido reparado en Puerto Madryn, con la simple transferencia del personal técnico a bordo y las piezas necesarias. 
En retrospectiva, esta idea parece haber tenido buenas perspectivas de éxito en ese momento [Abril 19], ya que sólo un pequeño número de submarinos nucleares operaban al oeste de las unidades de las Malvinas y la superficie todavía no habían llegado a la zona de operaciones [llegaron el 22 de abril ], de modo que las capacidades anti-submarinas del enemigo en el área focal de Puerto Madryn era inocuas. 
Mientras que el San Luis continuó su ruta hacia el sur, extendiendo su área de operaciones, los remolcadores Tehuelche y Querandí, bajo el mando del Teniente Navío Araujo (en ese entonces de inmediato aviso ARA Irigoyen) fueron enviados a Puerto Belgrano, con el fin de acompañar a la submarino ARA Santiago del Estero (foto abajo), un IA Guppy que había sido desactivada en 1981, en el tránsito de vuelta a puerto, con la intención deliberada de engañar al enemigo sobre su estado real. 



Para garantizar la operación en su conjunto, se decidió que los remolcadores debían tomar el puerto de Mar del Plata después de las 19h, el 22 de abril, debiendo navegar de nuevo en 72 horas. No hubo necesidad de esperar tanto tiempo. 
A sólo cinco horas más tarde, exactamente a las 00h20, el submarino ARA Santiago del Estero en superficie comenzó a navegar hacia Puerto Belgrano, con sus propios motores, pero incapaz de bucear. 
La operación de transferencia a la principal base naval en la Argentina se llevó a cabo sin problemas y con toda prisa, para aprovechar las condiciones favorables del tiempo. 
El submarino llegó a su destino sano y salvo al día siguiente por la noche, que estaba escondido cuidadosamente entre dos grandes buques mercantes para abastecerse de combustible, convenientemente oculto a la vista por los satélites o aviones. 
El ardid tuvo éxito, a juzgar por las entrevistas dadas por el personal enemigos capturados en las Georgias del Sur, los británicos estaban muy preocupados de saber el paradero del gemelo ARA Santa Fe

En la zona de operaciones 
Faltando pocos kilómetros para entrar en la patrulla, un ruido fuerte de golpeteo se escuchó en el "espacio libre de circulación", es decir, el espacio entre la cubierta y la resistencia del casco, que se inundó por completo bajo el agua. El comandante Azcueta decidió entonces emerger rápidamente antes del atardecer, para investigar la fuente del ruido, ya que aumentan la indiscreción de la nave. 
El misterio se reveló muy pronto: una pistola de soldar que algunos trabajadores desprevenidos había olvidado en la preparación rápida de la nave. El movimiento del submarino hacia que la herramienta se batiese continuamente contra el casco, dando la impresión de que se trataba de algo mucho más serio. 
Se detectó también que había liberado una cubierta de acceso a una válvula, que se reparó con prontitud. Todas las operaciones no tardaron más de 15 minutos, a continuación, se volvió a navegación segura. 
Al final del 28 de abril a las 8, el ARA San Luis arribó a su zona de patrulla, nombre en código "María", al norte de la Isla Soledad, muy cerca de la costa. Al día siguiente, como consecuencia directa de la incursión de la británica Grytviken, Georgia del Sur, que levantó las restricciones sobre el uso de armas. 

 

Si el comandante Azcueta tenía alguna duda sobre la existencia o ausencia de actividad enemiga en la zona, esta se disipó alrededor de las 9:40 pm del 1 de mayo, cuando su sonar detectó un ruido inmediatamente clasificado como un "escolta Tipo 21 o 22" "en función de su tasa de presentación de las hélices y el tipo de sonar 184." 
El objetivo operaba con helicópteros y navegó 18 nudos. Azcueta ordenó a las estaciones de batalla y el aumento de la velocidad máxima para acortar la distancia del objetivo: 13.000, 12.000, 11.000, 10.000, izó el periscopio brevemente, pero una espesa niebla le impidió ver algo. 
Cuando el objetivo se encontraba a una distancia inferior a 9.500 metros, Azcueta ordenó la liberación de los primeros SST-4, el primer torpedo lanzado por primera vez por la Armada Argentina en tiempo de guerra, deteniendo la maquina en el último momento para facilitar la orientación manual del torpedo. Eran las 10:15. dos minutos después de la liberación se recibió la señal de "cable cortado" y no hubo evidencia de que el objetivo hubiese sido alcanzado. Casi de inmediato, el submarino comenzó a maniobras evasivas, en previsión de un contraataque enemigo posible, pero nunca sucedió. Al parecer, los británicos nunca supieron de su presencia. 
Para ahorrar combustible y evitar ser detectados por los helicópteros anti-submarinos operaban en esta zona, el San Luis aterrizó en el lecho marino alrededor de 16:25 y se quedó allí en los próximos cinco horas. Casi todos los días se vieron obligados a jugar al gato y al ratón con los buques de superficie y los helicópteros anti-submarinos británicos que se desplazaban por la zona, teniendo que parar varias veces bruscamente para recargar las baterías, ya que los contactos hidrofônicos que se mantenían con el enemigo eran constantes. 

 

Más Problemas 
El 4 de mayo, que opera un nuevo revés golpeó el San Luis, uno de los dos convertidores de 400 Hz, fue inesperadamente disponible.Sin uno de sus convertidores, el submarino fue aún más limitado, no puede operar plenamente su equipo más esencial, como el sonar, transmisores de radar, girar, y el sistema de armas muy.Con más de este tema, entre otros defectos, el equipo tuvo que reparar el mal, con poca información disponible a bordo del submarino, se convirtió en la operación mucho más arriesgada, a pesar de la moral de la tripulación y la voluntad de seguir luchando contra el comandante no a disminuir en nada. 
Ese mismo día, dos super aviones Etendard pertenecientes a la escuadra de Segunda Naval de Caza y se ataque vetorados por un viejo bimotor P-2H NEPTUNE, hasta que un grupo de blancos que navegaban 100 kilómetros al sur de Puerto Argentino, en una misión de "piquete- radar ". 
Alrededor de las 11:05, el avión argentino disparó misiles Exocet AM39 al mismo tiempo para alcanzar al destructor Tipo 42 HMS Sheffield, de 3660 toneladas. 
Al principio, los británicos creyeron que habían sufrido un ataque con torpedos, pero un vuelo de reconocimiento que se hizo diez minutos después del ataque reveló un gran agujero de 3 metros de diámetro por encima de la línea de flotación en el lado de estribor de la nave, que sólo podría haber llegado por un misil aire-superficie. 
No sólo demostró que el grupo de batalla británico era vulnerable a la aviación argentina, que causó pánico en el alto mando militar británico, para mostrar la posibilidad de perder uno de sus dos valiosos portaaviones, que hasta entonces se consideraba impensable. 
El submarino ARA San Luis recibió un informe sobre el HMS Sheffield a 21h14 [Argentina] y se le ordenó ir a toda velocidad a la última posición conocida de la nave enemiga, para confirmar y obtener los objetivos de hundimiento de oportunidad. Inexplicablemente esta orden fue revocada en unas pocas horas que quedan en la zona de San Luis de las operaciones. 

Nuevos objetivos 
Cuatro días más tarde, los sensores acústicos recogieron otro objetivos, esta vez en la zona de popa del submarino, con todas las características de un contacto inteligente y por lo tanto hostil. 
Un miembro de la tripulación informó: "Nos sentimos muy cerca del casco por encima de la popa, aunque no puedo garantizar que no era un torpedo." De todas formas, el capitán ordenó inmediatamente las maniobras evasivas y lanzamiento de señuelos para evitar una amenaza inminente. 
El 8 de mayo, a las 21h42, el objetivo se detectó a una distancia corta y el comandante Azcueta decidió lanzar un torpedo MK.37 a una distancia inferior a 2500 metros. La explosión ocurrió 16 minutos después del lanzamiento, pero no fue posible determinar el resultado. 
Esta acción despertó después de la guerra, las críticas injustificadas de los que fueron responsables de la evaluación de las acciones de combate, sin tener en cuenta la experiencia de mínimo disponible de la "Fuerza de Submarinos" en la clasificación de los objetivos como en la gran mayoría de los casos, los buques modernos de Armada no se aprovecharon para la formación de los submarinos, dejándolos sólo con el entrenamiento para el combate el submarino contra submarinos. 
La tercera oportunidad para atacar llegó en la madrugada del 11 de mayo, cuando se produjo un nuevo contacto hidrofônico de dos blancos de superficie que navegaban cerca de la desembocadura del Estrecho de San Carlos. El destino había puesto de San Luis entre las dos naves enemigas en una gran posición para un ataque con torpedos.En total oscuridad reinó la superficie, evitando la visualización de los barcos a través del periscopio. El comandante Azcueta decidió en primer lugar atacar al objetivo situada más al sur, ya que había menos probabilidad de error en la estimación de la dirección y distancia. 
Alrededor de 1:40 am, a una distancia de 8.000 m, ordenó la liberación del tubo Nº 1, pero con la falla de éste, tuvo que poner en marcha con tubo Nº8, con la distancia del blanco reducida a 5.200 metros. Después de 3 minutos de funcionamiento de los torpedos, a la luz de la señal "cortar el cable" fue recibido en la consola de control de tiro. 
El San Luis a continuación, se ofreció de inmediato para atacar el segundo objetivo, que se encontraba un poco más al norte, pero esta vez el blanco abandonó el lugar a alta velocidad y Azcueta decidió abortar el lanzamiento. 
Poco después de la operación, el comandante envió un mensaje a COFUERSUB darse cuenta de su frustrado ataque y el comportamiento errático de los últimos torpedo. A pesar de tener información de un objetivo excelente y una posición para hacer el tiro, llegó a la conclusión de que "el sistema de armas no era confiable." 
Este mensaje, finalmente convenció al Alto Mando Naval argentino de que el San Luis tenía que volver a casa. 
Para evitar la interferencia con otras unidades que operaban en aguas cercanas a la costa de Argentina, hubo una ruta directa hacia el extremo sureste del área de formación de submarinos frente a Mar del Plata y desde allí, tomamos una ruta costera para la canal de acceso de la Base Naval de Puerto Belgrano. 
En la noche del 19 de mayo, el ARA San Luis regresaba a la base después de 39 días de patrulla y 864 horas de inmersión. Después de unas pocas horas después de desembarcar, su segundo convertidor de 400 Hz, también estaba totalmente fuera de servicio. 

Poder Naval