Mostrando las entradas con la etiqueta estrategia del combate terrestre. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta estrategia del combate terrestre. Mostrar todas las entradas

martes, 20 de febrero de 2024

SGM: La ofensiva de las Ardenas pudo haber tenido éxito

Hitler no jugó tan mal su última carta

Christer Bergström sorprende con su revisión de la batalla de las Ardenas, la última ofensiva alemana en el frente occidental, de la que se cumplen 70 años
Los tabúes de la Segunda Guerra Mundial

Jacinto Antón - El País



Soldados estadounidenses entre la nieve durante la batalla de las Ardenas, en diciembre de 1944

La batalla de las Ardenas, o del saliente, librada en condiciones penosísimas en el invierno de 1944-45, durante casi siete semanas, fue uno de los grandes enfrentamientos de la II Guerra Mundial y la última gran ofensiva del ejército alemán en el frente occidental. Las imágenes de los tanques Tiger y Panther avanzando apresuradamente sobre la nieve, de los soldados estadounidenses cavando trincheras en el suelo helado y de los combates sin cuartel en los bosques, pueblos y encrucijadas forman parte de las más icónicas de la contienda, al igual que figuran entre sus nombres emblemáticos los de Malmedy, Bastogne, la operación aérea Bodenplatte, el Kampfgruppe Peiper o los comandos de Skorzeny -que causaron gran confusión infiltrándose con uniforme enemigo-. Hitler lanzó lo mejor que le quedaba, 300.000 soldados (muchos fantasmagóricamente vestidos de blanco), 1.800 tanques y cazacarros, 2.400 aviones, en un desesperado intento por cambiar el curso de la guerra. El ataque, iniciado el 16 de diciembre, cogió a los Aliados, que, medio año después del desembarco en Normandía, daban la guerra casi por acabada, completamente desprevenidos. Tras un inicio prometedor, luchas de una brutalidad tremenda y una tenaz defensa de las tropas de EE UU –es famosa la contestación del general McAuliffe de la 101ª Aerotransportada al exigirle la rendición de Bastogne: “¡Nuts!” (¡y un huevo!, en versión libre)- , los alemanes se vieron obligados a detener su avance sin conseguir el nuevo Dunkerque que ambicionaba su Führer. Numerosos libros y películas han recreado la lucha, entre estas últimas, la más conocida La batalla de las Ardenas (1965) –con su conocida escena de las jovencísimas tripulaciones de carros alemanas entonando llenas de sprit de corps el Panzerlied-, Fuego en la nieve (1949) y En la línea de ataque (1992), sin olvidar los dos capítulos correspondientes de la serie televisiva Hermanos de sangre (sin duda lo mejor).

En el 70º aniversario de la batalla, y a la espera de la inminente publicación del nuevo y esperado libro de Antony Beevor sobre ella, ha aparecido en España Ardenas, la batalla (Pasado & Presente), un monumental y pormenorizado ensayo del historiador militar sueco Christer Bergström que ofrece, además de una perspectiva insólita una sorprendente reinterpretación de aquel choque, del que subraya que ningún veterano de los que ha entrevistado cuenta ninguna anécdota amable y solo cosas terribles. “Está claro que fue una de las experiencias bélicas más espantosas de esos hombres”, dice. Algunas imágenes del libro quedan grabadas en la memoria, como el regimiento alemán avanzando a la carrera gritando “¡yanquis hijos de puta!”, los soldados estadounidenses que descubren el 13 de enero que los cadáveres congelados de los prisioneros ejecutados por las SS en la carretera de Malmedy en diciembre siguen tirados en el lugar en que los abatieron, el Panther que se confunde y se mete en una columna de carros Sherman o la lucha con granadas en una casa de Thirimont en la que cada bando ocupaba un piso.

Bergström, autor de 22 libros sobre la II Guerra Mundial, arranca su detalladísimo relato de la batalla de más de setecientas páginas desde el punto de vista de una de las unidades blindadas lanzadas hacia el Mosa con la mira puesta en el puerto de Amberes: toda una declaración de principios pues una de las cosas del libro que más sorprende al lector, acostumbrado a las versiones anglosajones, es que muy a menudo la narración de los hechos se ofrezca desde la perspectiva del bando alemán. Pero hay mucho más: Bergström considera que los alemanes estaban mejor preparados de lo que se suele considerar, que su moral era alta, su material excelente, sus comandantes muy buenos y que Hitler no andaba tan desencaminado como se cree en sus planes. La operación no estaba en absoluto condenada al fracaso y en algunos de sus aspectos era incluso “magistral”.

“La ofensiva no estaba condenada al fracaso”, sostiene el historiador sueco
Vayamos por partes, ¿la situación del ejército alemán no era entonces tan mala al final de 1944? “En noviembre-diciembre en absoluto”, explica el autor, que estuvo con veteranos en Bastogne el pasado diciembre con motivo del aniversario de la batalla. “El hecho de que los alemanes hubieran conseguido detener a los Aliados occidentales en la frontera de su país, la victoria de Arnhem, la promesa de las nuevas armas maravillosas (reactores, cohetes, submarinos eléctricos, etcétera) y -no menos importante- el plan Morgenthau de los británicos y estadounidenses que establecía más o menos la destrucción industrial de Alemania habían elevado la moral de lucha de manera que en muchos casos incluso excedía el nivel de lo acostumbrado en los primeros compases de la guerra”. En cuanto al material militar, el historiador sueco lo tiene clarísimo: “Los alemanes eran absolutamente superiores en los campos más importantes, en realidad por primera vez en la guerra. El tanque pesado Königstiger o Tiger II sobrepasaba cualquier cosa que los Aliados tenían –en enero de 1945, dos de ellos aniquilaron a una compañía entera de tanques Sherman, sin sufrir un rasguño-, y ningún tanque medio podía competir con el Panther. Tenían el primer fusil de asalto del mundo, el Sturmgewehr 44, y los aviones a reacción Me-262 y Ar 234 eran totalmente superiores en el aire”.


Prisioneros alemanes pasan junto a un Sherman y un jeep Willys durante la batalla de las Ardenas.

Del libro se desprende que la ofensiva alemana de las Ardenas no fue un intento tan desesperado sino que tenía opciones reales de éxito. “De hecho, desde la perspectiva de Hitler, era lo más inteligente que se podía hacer, mientras esperaba la siguiente ofensiva rusa en el Vístula. Fue cuidadosamente planeada y preparada y fracasó sobre todo por dos factores que podían no haberse producido: primero, porque las líneas de suministros alemanas fueron cortadas por la aviación Aliada cuando el tiempo mejoró el octavo día de la ofensiva, y segundo, porque las SS, menos competentes que el ejército regular, la Wehrmacht, recibieron en cambio la responsabilidad de conseguir los objetivos más importantes. Pero esos dos factores, como le digo, podrían haber variado. Si los alemanes hubiesen reposicionado su aviación de élite, desplegada en el frente del Este, en el Oeste, la aviación Aliada probablemente no habría sido capaz de cortar las líneas de suministros alemanas. Entonces, los alemanes habrían tenido un 50% de posibilidades de alcanzar Antwerp, cortar en dos las fuerzas Aliadas y rodear el grupo de ejércitos de Montgomery". ¿La mejor aviación alemana estaba en el Este? “Exactamente. Había una enorme diferencia entre los pilotos de uno y otro frente. Mientras la mayoría de aviadores en el Oeste eran en 1944 novatos inadecuadamente entrenados, una parte importante de los pilotos alemanes en el Este eran lo que los estándares estadounidenses describen como ases. Allí tenías pilotos como Erich Hartmann y Gerhard Barkhorn con 300 victorias cada uno, o pilotos de ataque a tierra como Hans-Ulrich Rudel con experiencia en 2.000 misiones de combate. Los pilotos alemanes con experiencia en 500 o más salidas de combate no eran infrecuentes en el Este a finales de 1944. Los pilotos Aliados en el Oeste no tenían esa experiencia".

En términos claros y futbolísticos: ¿eran los alemanes mejores en el campo que los estadounidenses? “Sí, sus mandos eran mejores, sus tácticas eran mejores, muchas de sus tropas estaban más motivadas (con la excepción de las tropas aerotransportadas de EE UU), y su armamento era mejor, con la excepción también de la artillería de EE UU”. Bergström es aún más polémico cuando le pregunto si deberíamos replantearnos la (in) capacidad de Hitler como comandante militar. “Creo que deberíamos. Aunque Hitler carecía de alta educación militar, había probado tener una intuición de las posibilidades en el campo de batalla. Los ataques en el Oeste en 1940 y en 1944 son buenos ejemplos. Sin embargo, esa intuición le falló en varias ocasiones al final de la guerra, la más notable quizá en Falaise en agosto del 44. Pero la idea de atacar en las Ardenas con el objetivo de atrapar luego los ejércitos de Montgomery fue brillante”.
Los alemanes disponían de mejores tanques y la moral era alta
Volviendo a lo de las SS, en el libro se recalca una y otra vez que la Wehrmacht luchó mejor en las Ardenas que las SS, en contra del tópico de que las Waffen SS eran superiores. “Sin ninguna duda fue así. Muchos testimonios, de mandos de la Wehrmacht y de los EE UU dan prueba del hecho de que las SS combatieron de manera bastante chapucera, como aficionados, durante la batalla de las Ardenas. Esa era la regla general –aunque con notables excepciones- para las tropas novatas de las SS en su primer despliegue en el campo de batalla durante toda la II Guerra Mundial”.

¿Y qué tal lucharon los estadounidenses la que fue su peor batalla de la guerra, en intensidad y bajas? “Según todos los testimonios las tropas aerotransportadas lo hicieron muy bien al igual que otras unidades como la 30ª y la 84ª divisiones de Infantería. Pero en general tengo que decir que considerando su creciente ventaja numérica uno habría esperado que el Ejército de EE UU se comportase mejor en buen número de casos durante la batalla. La contraofensiva de Patton, que en realidad fue un gran fracaso si se compara con sus objetivos, es un buen ejemplo en el que uno puede ver que, de haber disfrutado los alemanes de las mismas ventajas, probablemente habrían tenido mucho más éxito”.
“Las tropas de las SS combatieron de forma bastante chapucera”
Ser sueco parece aportar una visión diferente, acaso más objetiva, más neutral a la historia de la II Guerra Mundial. “Creo que simplemente es natural que estés influenciado por la perspectiva de la sociedad en la que vives, que en muchos casos es tu propio país. Más aún, cuando se trata de historia militar mucho de lo que piensas está influenciado por la propaganda de guerra de la época. Eso obligadamente tiene una gran influencia en la forma en que se aprende la historia. Así que ser de un país neutral es una gran ventaja si tu deseo es proporcionar una descripción neutral y objetiva de una batalla como esta”. Una de las conclusiones más sorprendentes de Bergström es que la batalla fue una victoria para... los soviéticos. “Absolutamente. La ofensiva de las Ardenas debilitó a los Aliados occidentales; de manera material y particularmente psicológica tuvo un impacto perjudicial en sus propios planes de ofensiva, y los volvió extremadamente cautos. Gracias a eso, la Unión Soviética consiguió el crédito de capturar Berlín”. La historia tiene, según el historiador, un corolario estremecedor: una victoria alemana en las Ardenas podría haber supuesto que fueran dos ciudades alemanas las víctimas de las bombas atómicas en lugar de Hiroshima y Nagasaki. “Si Hitler hubiera conseguido rodear y quizá aniquilar el ejército de Montgomery, puede que hubiera sido capaz de aguantar hasta el verano de 1945. En ese caso, las bombas atómicas probablemente se habrían lanzado contra Alemania, como era el plan original. Tal y como sucedió, los alemanes se rindieron antes de que las bombas atómicas estuvieran disponibles”.


Soldados estadounidenses se desplazan en el frente durante la batalla de las Ardenas

Christer Bergström está de acuerdo en que ha llegado el momento de hacer un buen filme moderno sobre la batalla. "Así es, la batalla de las Ardenas tiene todo lo que hace falta para realizar una gran película de guerra de éxito: el drama del combate, el milagro cuando los cielos se despejan en el último minuto permirtiendo a las fuerzas aéreas de EE UU salvar a sus tropas terrestres, el inesperado regreso de los alemanes en enero de 1945, la lucha interna entre los generales Aliados (particularmente Patton y Montgomery), y los dos ángeles femeninos que trabajaron como enfermeras y salvaron tantas vidas en la asediada Bastogne". El historiador recuerda bien la escena de los carristas alemanes cantando el Panzerlied en el filme de 1965. "Esa escena fue idea del general Meinrad von Lauchert, un veterano de la batalla de las Ardenas, Cruz de Caballero con hojas de roble, que comandó una de las puntas de lanza alemanas durante la ofensiva, y que fue asesor de la película". Del último filme sobre la II Guerra Mundial, Fury, con Brad Pitt, dice que recientemente ha hablado con varios veteranos de las fuerzas acorazadas estadounidenses que sirvieron en la batalla de las Ardenas y todos acuerdan que Fury es una de las películas de guerra más realistas que han visto nunca. Lógicamente, yo tengo que compartir esa opinión".

La batalla que conmocionó Europa, sobre la batalla de Poltava, de Peter Englund, La belleza y el dolor de la batalla, del mismo autor, y su propio Ardenas parecen mostrar un auge de la historia militar sueca. "El primer libro de Englund que menciona allanó el camino para un nuevo interés por la historia militar en Suecia. Los libros de Historia, particularmente historia militar y en especial sobre la II Guerra Mundial son muy populares en Suecia. La edición sueca de mi libro de las Ardenas vendió 3.000 copias en seis meses y se ha hecho una segunda edición, lo que no está mal en un país de 9 millones de habitantes".

Combate editorial por una batalla


Oficiales alemanes en una reunión durante la batalla de las Ardenas.

El libro de Bergström, de 780 páginas, ha llegado a las librerías españolas antes que el de Antony Beevor, de 570, sobre el mismo tema. Así que, de alguna manera, Gonzalo Pontón, el editor de Pasado & Presente, ha conseguido una ventaja inicial en la batalla de las Ardenas de papel en este 70º aniversario del enfrentamiento. Se da la circunstancia de que Pontón fue editor de Beevor en Crítica y luego, al salir de esa editorial y crear la nueva, le publicó al historiador británico su libro La Segunda Guerra Mundial (2012). Pero ahora Beevor, el nombre de referencia actual de la historia militar, ha regresado a Crítica donde publicará Ardenas 1944, que se pone a la venta el 19 de mayo (la traducción española aparece casi al mismo tiempo que el original inglés, que se publica estos días). ¿Ha tenido Bergström la sensación de haber ganado una batalla? “En realidad yo no sabía que Beevor planeaba escribir un libro sobre las Ardenas cuando escribí el mío, que data de 2013”, explica el historiador sueco. “Mi objetivo era acabar mi libro para el 70 º aniversario. Nunca pensé en una competición entre Beevor y yo si eso es lo que sugiere. No sé cómo analiza él la batalla, pero será interesante verlo. Estoy seguro que ambos, él y yo tenemos cosas que aprender de la batalla de las Ardenas el uno del otro”.
En una rápida comparación de urgencia, el análisis de Beevor es más clásico: el historiador británico se ciñe a la versión canónica de que la ofensiva alemana, que menospreció enormemente la capacidad de lucha de los soldados estadounidenses, no tenía futuro y Hitler se equivocó al lanzarla sacrificando hombres y material que hubieran sido de más provecho en el Este. El británico destaca de nuevo por su calidad literaria, su claridad, su amenidad, su ironía, su capacidad para la anécdota humana (el alcoholismo de Von Rundstedt, la sugerencia de que Monty padecía síndrome de Asperger, los granjeros manitas que aprovechan los restos de los blindados y demás vehículos militares para su uso agrícola y personal, incluido el instalar los sillones de un Kübelwagen en el salón de casa), y su inteligencia para captar puntos de vista poco tenidos en cuenta, como el sufrimiento de los civiles belgas o la atrocidad de las bombas de fósforo.
Sorprende ver el poco espacio que Bergström –mucho más centrado en los aspectos militares más técnicos que Beevor- dedica a la tristemente célebre matanza de 84 prisioneros estadounidenses en Malmedy (en puridad Baugnez). El sueco opina que ya se ha hablado bastante de ella; mientras que británico la explica en profundidad, incluido el detalle de la nieve en las cuencas vacías de los cadáveres: puro Beevor. En todo caso ambos subrayan que esa masacre, que rápidamente se difundió entre los combatientes, contribuyó a embrutecer la contienda y, como recalca Beevor puso la venganza “en la orden del día”, trasladando “la horrorosa brutalidad del Frente Oriental al Occidental”.
Los dos coinciden también en que los que sacaron realmente tajada de la batalla fueron los soviéticos. Beevor añade que los británicos resultaron derrotados moralmente frente a los EE UU por su poco relevante papel.

domingo, 31 de octubre de 2021

SGM: La blitzkrieg soviética sobre Manchuria

Una "guerra relámpago" al estilo soviético. El modelo manchuriano.

“Si ellos [el comando militar japonés] hubieran estudiado nuestras muchas operaciones ofensivas en el frente occidental, podrían haber aprendido la simple verdad: cuando el Ejército Rojo ataca, da un golpe fatal. ". Así es como el mariscal de artillería soviético Kazakov, en sus memorias publicadas en 1973, resume el significado de la victoria del Ejército Rojo en Manchuria, contra Japón, en agosto de 1945. El "modelo manchú" del Ejército Rojo es un especial Enfoque de la Guerra Fría a la última gran campaña soviética de la Segunda Guerra Mundial contra el ejército japonés de Kwantung. La elección de este modelo manchú por parte del Ejército Rojo en la era de la guerra nuclear viene dictada por la ofensiva. Es una aceptación deliberada de la ofensiva, dentro de la guerra moderna. También es una idealización de la campaña de 1945, que gozó de cierto apoyo institucional y gran publicidad en el entorno militar soviético a partir de 1960.Se basa en el deseo de realizar ofensivas estratégicas, basadas en la combinación de armas, y que permitan ganar la decisión en la fase inicial de las hostilidades. Este modelo manchuriano se presenta, en particular, después de la caída de Jruschov en 1964, cuando las fuerzas soviéticas revisan su doctrina estratégica y se preparan para una ofensiva que no se limita solo al caso de un conflicto fronterizo con Estados Unidos, China. Contribuirá a una cierta reestructuración de las fuerzas convencionales del Ejército Rojo y, sin duda, llevará a su cúspide la eficacia de este aparato militar, a finales de los años setenta y ochenta, a riesgo de desencadenar un conflicto generalizado con Estados Unidos. Estados Unidos y sus aliados.basado en la combinación de armas, y permitiendo que la decisión se tome en la fase inicial de las hostilidades. Este modelo manchuriano se presenta, en particular, después de la caída de Jruschov en 1964, cuando las fuerzas soviéticas revisan su doctrina estratégica y se preparan para una ofensiva que no se limita solo al caso de un conflicto fronterizo con Estados Unidos, China. Contribuirá a una cierta reestructuración de las fuerzas convencionales del Ejército Rojo y, sin duda, llevará a su cúspide la eficacia de este aparato militar, a finales de los años setenta y ochenta, a riesgo de desencadenar un conflicto generalizado con Estados Unidos. Estados Unidos y sus aliados.basado en la combinación de armas, y permitiendo que la decisión se tome en la fase inicial de las hostilidades. Este modelo manchuriano se presenta, en particular, después de la caída de Jruschov en 1964, cuando las fuerzas soviéticas revisan su doctrina estratégica y se preparan para una ofensiva que no se limita solo al caso de un conflicto fronterizo con Estados Unidos, China. Contribuirá a una cierta reestructuración de las fuerzas convencionales del Ejército Rojo y, sin duda, llevará a su cúspide la eficacia de este aparato militar, a finales de los años setenta y ochenta, a riesgo de desencadenar un conflicto generalizado con Estados Unidos. Estados Unidos y sus aliados.después de la caída de Jruschov en 1964, cuando las fuerzas soviéticas revisan su doctrina estratégica y se preparan para una ofensiva que no solo se limita al caso de un conflicto fronterizo con China. Contribuirá a una cierta reestructuración de las fuerzas convencionales del Ejército Rojo y, sin duda, llevará a su cúspide la eficacia de este aparato militar, a finales de los años setenta y ochenta, a riesgo de desencadenar un conflicto generalizado con Estados Unidos. Estados Unidos y sus aliados.después de la caída de Jruschov en 1964, cuando las fuerzas soviéticas revisan su doctrina estratégica y se preparan para una ofensiva que no solo se limita al caso de un conflicto fronterizo con China. Contribuirá a una cierta reestructuración de las fuerzas convencionales del Ejército Rojo y, sin duda, llevará a su cúspide la eficacia de este aparato militar, a finales de los años setenta y ochenta, a riesgo de desencadenar un conflicto generalizado con Estados Unidos. Estados Unidos y sus aliados.y sin duda llevaría a su cúspide la efectividad de este aparato militar, a la vuelta de los años 1970 y 1980, con el riesgo de iniciar un conflicto generalizado con Estados Unidos y sus aliados.y sin duda llevaría a su cúspide la efectividad de este aparato militar, a la vuelta de los años 1970 y 1980, con el riesgo de iniciar un conflicto generalizado con Estados Unidos y sus aliados.

Stéphane Mantoux || L'autre cote de la colline



Marinos soviéticos izan la bandera sovíética en Port Arthur marcando el fin de la ofensiva manchuriana, 1 de Octubre de 1945.

La evolución de la estrategia militar soviética desde 1945

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la estrategia soviética ha dependido de su experiencia bélica y de la redistribución de las cartas político-militares en todo el mundo. En la década de 1950, los soviéticos buscaron así proteger los logros de la Segunda Guerra Mundial, frente al monopolio nuclear estadounidense, roto en 1949, y las alianzas pro estadounidenses forjadas por Estados Unidos en todo el mundo, incluida, principalmente, la OTAN. . Como resultado, la URSS mantiene un vasto potencial militar convencional, dispuesto principalmente en Europa.

La situación cambia bajo Khrushchev, quien aplica en particular las ideas desarrolladas en el trabajo del mariscal Sokolovsky, Military Strategy (1962) : se trata entonces de lograr la paridad en armas termonucleares con las estadounidenses para reducir el dispositivo convencional. La premisa es que de ahora en adelante una guerra será nuclear, por definición. La situación no cambia realmente hasta unos años después de la caída de Jruschov, en 1964: la opción totalmente nuclear pierde su fuerza y ​​se produce un reequilibrio a favor de las fuerzas convencionales. De 1970 a 1985, fue la operación de teatro estratégico la que dominó el pensamiento militar soviético. El Ejército Rojo busca desarrollar conceptos estratégicos para lograr la victoria en las operaciones de teatro y mediante la combinación de armas, de ahí el estudio en profundidad de los éxitos de la Gran Guerra Patria, cuyas lecciones se consideran aún relevantes.

El estudio de las operaciones de la Segunda Guerra Mundial produce una serie de modelos que sirven de base para forjar conceptos adecuados para las operaciones del teatro soviético moderno. Los modelos se eligen de acuerdo con los elementos que más interesan al Ejército Rojo: gran escala de operaciones, grandes movimientos de fuerzas móviles, desarrollos en la profundidad operativa y estratégica del adversario, conducción a gran escala de misiones complejas, apoyo logístico en el espacio. y en la duración de campañas a gran escala. Los soviéticos seleccionan cuatro operaciones de la Segunda Guerra Mundial en particular: Operación Bagration(Junio-agosto de 1944), Operación Iassi-Kishinev (agosto de 1944), Operación Vístula-Oder (enero de 1945) y la campaña en Manchuria (agosto de 1945). Los dos últimos se convirtieron en modelos para las ofensivas teatrales estratégicas de los pensadores soviéticos de los años ochenta.
 
Un ISU-122 entra en Lodz, durante la Operación Vístula-Oder. Esta operación soviética se convertirá, con la de Manchuria, en el modelo de las ofensivas teatrales previstas desde los años sesenta hasta los ochenta. - Fuente: Wikipedia.

Análisis de la campaña de Manchuria por parte del Ejército Rojo

Para los planificadores soviéticos, la campaña del Lejano Oriente es la primera oportunidad para organizar y ejecutar una ofensiva a gran escala en la que son libres de definir el tiempo, la escala y el tipo de operaciones. La planificación de la campaña de Manchuria, entre febrero y junio de 1945, marca la elección de una ofensiva para obtener la sorpresa estratégica. Stalin sabe de hecho que una guerra contra Japón no puede beneficiarse del mismo apoyo de la población que contra Alemania; además, hasta al menos octubre de 1944, todavía creía en la posibilidad de un ataque japonés en el Lejano Oriente 1. Es por esto que el Estado Mayor concibe una campaña corta, que permita obtener la decisión rápidamente, evitar una guerra prolongada y ganar terreno antes del final de la guerra entre Japón y los angloamericanos. La ofensiva contra Manchuria es, por tanto, el prototipo de una " guerra relámpago " al estilo soviético.

A partir de junio de 1945, Stalin indujo voluntariamente a los japoneses a creer que estaba abierto a la negociación, para disipar su desconfianza. No se dejan engañar, pero ya han tomado la decisión de defender las islas de la Patria: incluso si hubieran anticipado correctamente la operación en Manchuria, sin duda no habrían podido fortalecer el Ejército de Kwantung. A partir de diciembre de 1943 y la conferencia donde Teherán, donde Stalin se comprometió a atacar Japón tras la derrota de Alemania, las tropas soviéticas del Lejano Oriente empezaron a poner munición en sus depósitos. La planificación de la operación en realidad comenzó en septiembre-octubre de 1944. Pero fue retrasada por la campaña contra Alemania, que continuó; esto no lo haceEs que el 11 de febrero de 1945 Stalin finalmente indica que el Ejército Rojo irá de campaña contra Japón dos o tres meses después de la derrota de los nazis. A partir de junio de 1945, la ofensiva estaba prevista para agosto, a pesar de las malas condiciones meteorológicas. Stalin inicialmente pensó en atacar el 11 de agosto, pero ante la insistencia de Vassilievsky, pospuso el lanzamiento a las 9 y firmó la orden ofensiva pocas horas después del lanzamiento de la bomba atómica estadounidense en Hiroshima. Los japoneses, por su parte, siguen convencidos hasta el final de que el ataque no puede tener lugar antes de septiembre como mínimo.a pesar de las malas condiciones meteorológicas. Stalin inicialmente pensó en atacar el 11 de agosto, pero ante la insistencia de Vassilievsky, pospuso el lanzamiento a las 9 y firmó la orden ofensiva pocas horas después del lanzamiento de la bomba atómica estadounidense en Hiroshima. Los japoneses, por su parte, siguen convencidos hasta el final de que el ataque no puede tener lugar antes de septiembre como mínimo.a pesar de las malas condiciones meteorológicas. Stalin inicialmente pensó en atacar el 11 de agosto, pero ante la insistencia de Vassilievsky, pospuso el lanzamiento a las 9 y firmó la orden ofensiva pocas horas después del lanzamiento de la bomba atómica estadounidense en Hiroshima. Los japoneses, por su parte, siguen convencidos hasta el final de que el ataque no puede tener lugar antes de septiembre como mínimo.2 , y sus tropas también están en pleno apogeo para reposicionarse de acuerdo con la nueva estrategia defensiva, lo que aumenta la sorpresa estratégica de la operación soviética. Sin embargo, los japoneses anticiparon correctamente el principal eje de ataque soviético, a través del gran macizo de Khingan, por obvias razones geográficas y logísticas, pero nunca pensaron que podrían tener lugar grandes ataques mecanizados allí: las lecciones de Khalkhin-Gol no se mantuvieron. La inteligencia japonesa es consciente de la fuerza soviética total involucrada, pero el Ejército Rojo, gracias a la maskirovka , pudo ocultar la ubicación precisa de sus fuerzas.

A nivel operativo, los soviéticos primero tuvieron que definir la escala del teatro de operaciones. Las operaciones aerotransportadas y anfibias contra Japón fueron consideradas, luego descartadas, debido a las fuertes bajas que esto podría causar y la previsible falta de apoyo aliado. También se deja de lado la opción de atacar el norte de China porque los objetivos abordados no tienen el valor suficiente. El asalto a Sakhalin y las Kuriles, también mencionado, se mantiene como un ataque secundario, a expensas de la Armada y la Fuerza Aérea soviéticas. Manchuria y el norte de Corea fueron finalmente elegidos como el principal escenario de operaciones para destruir al ejército de Kwantung, con el fin de asestar un golpe final al esfuerzo bélico japonés. También entran en juego consideraciones políticas:se trata de adelantarse a los aliados occidentales y, además, las reservas de armas japonesas capturadas se cederán muy rápidamente a los comunistas chinos que luchan contra los nacionalistas durante la guerra civil, sin que esto se haya previsto necesariamente en 1945. El plan operativo prevé grandes concentraciones de batallones mecanizados en destacamentos avanzados, así como en las brigadas, divisiones y ejércitos de las fuerzas del primer escalón de los frentes enfrentados, en particular para el 6 Ejército de Tanques de la Guardia, que asegura el avance principal a través del Gran Khingan.El plan operativo prevé grandes concentraciones de batallones mecanizados en destacamentos avanzados, así como en las brigadas, divisiones y ejércitos de las fuerzas del primer escalón de los frentes enfrentados, particularmente para el 6 Ejército de Tanques de la Guardia, que asegura el avance principal a través del Gran Khingan.El plan operativo prevé grandes concentraciones de batallones mecanizados en destacamentos avanzados, así como en las brigadas, divisiones y ejércitos de las fuerzas del primer escalón de los frentes enfrentados, particularmente para el 6 Ejército de Tanques de la Guardia, que asegura el avance principal a través del Gran Khingan.
 
El terreno sobre el que se desarrolla la ofensiva en Manchuria. Fuente: GLANTZ, (Teniente Coronel), David M., August Storm. La ofensiva estratégica soviética de 1945 en Manchuria.

Se trata de rodear el cuerpo principal de las fuerzas enemigas y luego cortar los elementos rodeados y separarlos de su reserva estratégica en el norte de China. Los ataques secundarios fijaron a las fuerzas japonesas a lo largo de todo el frente y les impidieron bloquear los ejes principales de ataque. A diferencia de lo que sucedió en el oeste contra Alemania donde los frentes lideran una sucesión de operaciones para obtener el resultado estratégico, aquí los frentes solo realizan una operación cuya profundidad coincide con la estrategia. Uno de los principales preparativos de los soviéticos se refiere a la prevención del uso de armas bacteriológicas por parte de los japoneses. Un informe de la profesión médica, de marzo de 1945, insistía en la necesidad de prestar especial atención a los recursos sanitarios del campo.Las tropas del Ejército Rojo están vacunadas masivamente contra la peste y otras enfermedades sensibles, cuya diseminación es temida por las fuerzas japonesas. Un puesto de comandante en jefe del teatro, forjado para Vassilievski, fue creado el 30 de julio de 1945: cubría las armas aéreas y navales representadas después del 3 de agosto por sus respectivos líderes, Novikov y Kouznetsov. Fue entonces la primera vez durante la Segunda Guerra Mundial que el Ejército Rojo creó tal puesto de comandante en jefe de un teatro de operaciones.cubre las armas aéreas y navales representadas después del 3 de agosto por sus respectivos líderes, Novikov y Kouznetsov. Fue entonces la primera vez durante la Segunda Guerra Mundial que el Ejército Rojo creó tal puesto de comandante en jefe de un teatro de operaciones.cubre las armas aéreas y navales representadas después del 3 de agosto por sus respectivos líderes, Novikov y Kouznetsov. Fue entonces la primera vez durante la Segunda Guerra Mundial que el Ejército Rojo creó tal puesto de comandante en jefe de un teatro de operaciones.

Los soviéticos tienen poca información sobre el ejército de Kwantung, que de alguna manera trató de ocultar que había sido vaciado gradualmente de su sustancia, esparcido por el Pacífico para apoyar la defensa de las posesiones japonesas. Es por eso que el Ejército Rojo duplicó su fuerza en la primavera y el verano de 1945 para poder tener un millón de hombres en sus unidades de combate y medio millón en los servicios de retaguardia, mediante la transferencia de 4 ejércitos completos y otras unidades específicas. , es decir, 750.000 hombres, entre mayo y julio. Por definición, los reconocimientos se limitan a mantener el efecto sorpresa:en particular, los soviéticos desconocen si las reservas de tanques y aviones japoneses en la llanura central de Manchuria pueden ser importantes para un contraataque. Es por esta razón que el 6 Ejército de Tanques de la Guardia se refuerza considerablemente: dos divisiones de rifles motorizados3 , dos brigadas de armas de asalto y cuatro batallones de tanques independientes. Los ejércitos del primer escalón también reciben un suplemento de fuerzas mecanizadas: los batallones reforzados que constituyen destacamentos avanzados operan de 10 a 50 km al frente de las divisiones, y los destacamentos especiales de reconocimiento también operan a más de 40 km al frente. Por lo tanto, se espera que el 6 Ejército de Tanques de la Guardia avance en promedio 82 km por día (!), Beneficiándose del reabastecimiento de combustible aéreo; además, el avance en profundidad operativa está previsto en no menos de 820 km.


El dispositivo del ejército de Kwantung en Manchuria. Fuente: GLANTZ, (Teniente Coronel), David M., August Storm. La ofensiva estratégica soviética de 1945 en Manchuria.

La ofensiva soviética tiene su eje principal en el oeste, a través del ataque del Frente Transbaikaliano que empujará hacia el este, mientras que el 1er Frente del Lejano Oriente ataca en el este hacia Harbin y que el 2o Frente del Lejano Oriente, al norte, lideró asaltos para asegurar las fuerzas japonesas. Totalmente sorprendidos, los japoneses sufrieron grandes pérdidas (de 5 a 10 hombres para un soviético puesto fuera de combate) y se rindieron en diez días. El Ejército Rojo aisló al ejército de Kwantung, impidiendo que fuera evacuado o recibir refuerzos, gracias al uso de múltiples destacamentos de avanzada, aunque la falta de combustible y medios de transporte obstaculizó en ocasiones el durante las operaciones.

La campaña de Manchuria fue sobre todo un éxito para las fuerzas terrestres del Ejército Rojo, el mismo que presentó el modelo manchuriano de 1960. La infantería constituía el grueso de los destacamentos avanzados que eran los medios de la ofensiva relámpago. Y este es el que también hizo el avance inicial. Los batallones especiales se infiltraron 5 km detrás de las líneas enemigas antes del ataque para neutralizar las posiciones defensivas japonesas. Los ataques nocturnos o con mal tiempo confunden considerablemente a los japoneses. El primer escalón de infantería que sube en línea tiene, en los puntos de ruptura elegidos del 1er Frente del Lejano Oriente, una concentración de 200 piezas de artillería y 30 tanques por kilómetro.Los refuerzos escalonados se masajean detrás para inyectarlos inmediatamente si es necesario. Los destacamentos avanzados suelen estar comandados por oficiales de infantería. Sin embargo, están limitados por la falta de medios motorizados, hasta tal punto que a veces es necesario convertir los transportes de artillería en transportes de tropas.

La decisión estratégica de involucrar a grandes fuerzas mecanizadas en el nivel de entrada también dio sus frutos. El 6º Ejército de Tanques de la Guardia, en particular, desempeñó su papel de ariete a la perfección. Fue reforzado para cumplir su misión en las profundidades del dispositivo enemigo, a tal punto que entonces contaba con más batallones de infantería motorizada que batallones de tanques (44 contra 25). En los otros ejércitos del Frente Trans-Baikal, los elementos mecanizados y blindados también están en el primer escalón. Los tanques contribuyeron al avance y, por lo tanto, permitieron una explotación profunda, una novedad que no fue unánime durante la planificación inicial. Por otro lado, las grandes formaciones mecanizadas se vieron perjudicadas por la falta de combustible,problemas mecánicos vinculados al clima y recursos técnicos insuficientes. Los regimientos de cañones autopropulsados ​​o las brigadas de tanques adjuntos a ejércitos combinados han demostrado ser más efectivos. Por otro lado, el VI Ejército de Tanques de la Guardia colaboró ​​estrechamente con la fuerza aérea para sus suministros, lo que también benefició a los equipos especiales de reconocimiento de motocicletas que preceden al cuerpo de tanques, responsables de tomar puntos estratégicos.aviación para su abastecimiento lo que también benefició a los equipos especiales de reconocimiento de motocicletas que preceden al cuerpo de tanques, encargados de tomar puntos estratégicos.aviación para su abastecimiento lo que también benefició a los equipos especiales de reconocimiento de motocicletas que preceden al cuerpo de tanques, encargados de tomar puntos estratégicos.
 
Las operaciones del Frente Transbaikaliano - Fuente: GLANTZ, (Teniente Coronel), David M., August Storm. La ofensiva estratégica soviética de 1945 en Manchuria.

La artillería no jugó el papel considerable que juega en las ofensivas soviéticas del conflicto, a pesar de la presencia de unas 26.000 piezas. En primer lugar porque no podía ser lo suficientemente móvil para seguir el ritmo de las operaciones, pero también, por ejemplo, porque la ofensiva inicial se llevó a cabo en la oscuridad, por comandos, sin preparación para la artillería o la aviación. Difícil de mover, también consume muchos recursos para el transporte de municiones: es más eficiente a nivel de cañones autopropulsados, o de brigadas antitanques o de mortero más móviles, por ejemplo. Los guardias fronterizos soviéticos, bajo el mando del Ejército Rojo, jugaron un papel importante, componiendo algunos destacamentos de avanzada y ayudando a asegurar la retaguardia.Contribuyen a la ofensiva nocturna inicial, a veces en coordinación con la armada, participando así en la sorpresa táctica. De marzo a abril de 1945, patrullaron para evitar que el reconocimiento contrario descubriera preparaciones y concentraciones soviéticas, lo que también llevó a su piedra a una sorpresa estratégica. En cuanto a los ingenieros, construyeron, solo para los preparativos del ataque, 1.390 kilómetros de carretera y repararon otros 5.000. También cavan pozos para encontrar agua y refugios de camuflaje para los tanques del 6º Ejército de Tanques de la Guardia. Dentro del 5º Ejército del 1º Frente del Lejano Oriente, los ingenieros entrenan a 5.000 hombres para asaltar fortificaciones, divididos en 106 grupos de asalto y 163 más para derribar obstáculos.Un comando de 120 zapadores de una brigada motorizada salta sobre Harbin para apoderarse de puentes, bases y otros puntos importantes para evitar su destrucción por parte de los japoneses.

Si la fuerza aérea soviética domina a su contraparte japonesa, no obstante realiza misiones de apoyo terrestre y otras más originales, para merodear su experiencia. Además de los suministros ya mencionados, participa en operaciones aerotransportadas y, en ocasiones, también guía el avance de las tropas en tierra. Las unidades de largo alcance y los aviones de transporte apoyan principalmente al Frente Transbaikaliano, mientras que los cazabombarderos y los cazas están más presentes por encima del Segundo Frente del Lejano Oriente. Los problemas encontrados están esencialmente relacionados con la reubicación de los aviones lo más cerca posible del progreso, lo que no se puede hacer de inmediato. La Armada Soviética juega un papel esencial en las operaciones del Segundo Frente del Lejano Oriente, en particular con la Flotilla de Amur. VS 'también dirige las operaciones anfibias en Sakhalin y las islas Kuriles, aunque los resultados están por debajo de las expectativas debido a una mala planificación. Además, la armada soviética fue la primera en interesarse por la campaña de Manchuria, a través de dos publicaciones publicadas en 1958 y 1959, antes de que el ejército adoptara el modelo de Manchuria.



La adopción del " modelo manchuriano "

El Estado Mayor del Ejército Rojo encargó una serie de estudios sobre las operaciones de la Segunda Guerra Mundial mientras las tensiones con China seguían aumentando a principios de la década de 1960. Desde septiembre de 1960, el Mariscal Zakharov, nuevo Jefe de Estado Mayor del Ejército Rojo (y Jefe de Estado Mayor del Transbaikal Frente durante la ofensiva de Manchuria de 1945), llama la atención sobre la campaña de Manchuria como posible modelo de operaciones modernas, en la revisión de la historia militar del Ministerio de Defensa 4 . Los soviéticos están especialmente interesados ​​en el hecho de que la decisión se tomó, en esta campaña, durante la fase inicial de operaciones, a la que el Ejército Rojo concede la mayor importancia en el marco deguerra moderna.
 
El mariscal Matvei Zakharov, que participó en la campaña de Manchuria, alentará el estudio de la operación a partir de 1960. -Fuente : Wikipedia.

La literatura sobre la campaña de Manchuria en realidad toma tres formas distintas: las memorias de los comandantes de las fuerzas del Lejano Oriente de la época; el relato oficial de la actuación de las distintas ramas del ejército soviético en la campaña; y análisis más completos de toda la operación. Después del artículo del mariscal Zakharov, no fue hasta varios años, en 1962 y 1963, que aparecieron los primeros libros sobre la campaña: un estudio de las operaciones realizadas por el 6 Ejército de Tanques de la Guardia (Krupchenko) y otro sobre el suministro de agua, que siempre puede resultar útil en una guerra nuclear (Tsirlin).

En 1965, el general Pliev, que comandaba el grupo de caballería mecanizada soviético-mongol dentro del Frente Trans-Baikal, publicó sus memorias. El mismo año, el general Liudnikov, que comandaba el 39º Ejército que protegía el flanco izquierdo del 6º Ejército de Tanques de la Guardia, también compartió su experiencia en una revisión militar. A esto le sigue un estudio sobre el papel de los guardias fronterizos (Platonov y Bulatov), ​​un relato de la invasión del sur de Sakhalin (D'iakonov) y un artículo sobre la campaña en su conjunto. Finalmente, dos obras importantes, la de los mariscales Zakharov y Malinovsky (que comandó el Frente Transbaikaliano durante la campaña), Estudio político-militar soviético clásico y final , y la otra, Victoria en el Lejano Oriente., más destinado a los militares, por LN Vnotchenko, apareció en 1966. Fueron actualizados en 1969 y 1971 respectivamente. El mismo año, el mariscal Meretskov, que comandaba el 1er Frente del Lejano Oriente, compartió sus recuerdos en una revisión militar.
 
Rodion Malinovsky, ministro de Defensa soviético y que estuvo al mando del Frente Transbaikal durante la campaña de Manchuria, es uno de los principales partidarios del "modelo manchuriano" .- Fuente: Wikipedia.

Las publicaciones se generalizaron después de 1966. En 1967, el general Lioudnikov publicó un libro; Se reimprimen las memorias del general Shtemenko relacionadas con la campaña; El comandante adjunto del Cuerpo de Señales del Lejano Oriente, Kourochkin, publica un artículo sobre el tema. Los mariscales Meretskov y Vassilievski también analizan las dos obras publicadas en 1966. El año 1968 vio una verdadera proliferación de publicaciones relacionadas con la operación. Se publican las memorias de los mariscales Meretskov y Shtemenko. El trigésimo aniversario de las batallas del lago Khasan y Khalkhin-Gol en 1968-1969 también vio un florecimiento de publicaciones. En 1969, justo después de los primeros incidentes con China, el general Toloubko, comandante del distrito militar del Lejano Oriente,vuelve en un artículo sobre la lucha con China en Manchuria en 1929. Zakharov publicó un artículo el mismo año sobre las soluciones encontradas durante la campaña de 1945 a una serie de problemas, como el ocultamiento de la concentración de tropas, y otro artículo el siguiente año en el que fomentó el estudio de las batallas del lago Khasan y Khalkhin-Gol. El mariscal de campo Kazakov publicó sus memorias en 1973. Al año siguiente, un artículo revisa el desempeño de los vehículos blindados del 1er Frente del Lejano Oriente a través de la taiga (Ezhakov). Le siguió en 1975 el trabajo del comandante del 25º Ejército del 1º Frente del Lejano Oriente, Chistiakov, quien colaboró ​​con la armada y utilizó las brigadas de tanques para romper las líneas fortificadas;y otro escrito por dos miembros del consejo militar del Comando del Lejano Oriente, Shikin y Chapochnikov.

La adopción del modelo manchú responde tanto a las crecientes tensiones con China como a un reposicionamiento del ejército soviético ante los recortes realizados por Jruschov, partidario de las fuerzas nucleares. El mariscal Malinovsky, ministro de Defensa, Zakharov, en el Estado Mayor, y Chouikov, que comanda las fuerzas terrestres soviéticas, se opusieron enérgicamente a la reducción llevada a cabo por Jruschov hasta su caída en 1964. El coronel general Pavlovskii fue ascendido en 1967 a general del ejército y comandante de las fuerzas terrestres después de haber estado a cargo del distrito militar del Lejano Oriente, donde construyó una base sólida para grandes operaciones convencionales. Fue él quien dirigió el primer ejercicio militar en todo el teatro enoperaciones, con maniobras en torno a la combinación de armas, que no implica el uso de armas nucleares por parte del Ejército Rojo, en el escenario seleccionado. Además, el mismo año, éste se asegura de incrementar la reserva entrenada para inflar sus números potenciales en caso de conflicto.

La operación en Checoslovaquia en agosto de 1968 y las maniobras paralelas a las escaramuzas con China en el verano de 1969 confirmaron el interés del Ejército Rojo por pensar en el modelo manchú. Los estudios de la campaña van en aumento, en particular porque su contexto parece parecerse más al patrón de una guerra corta contra un enemigo más pequeño favorecido por los soviéticos en ese momento. La campaña también refleja una imagen mucho más positiva del Ejército Rojo que el enfrentamiento con Alemania. Paradójicamente, en sus reflexiones, los soviéticos a veces llegan a descartar cualquier posible uso de armas nucleares, no sin vergüenza. De 1965 a 1972, el Ejército Rojo presentó oficiales generales dispuestos a llevar a cabo este concepto estratégico en un posible conflicto con China.mientras se renegocia un tratado con Mongolia para el emplazamiento de las tropas del Ejército Rojo. Por lo tanto, el modelo manchú sirvió de base para la modernización de la combinación de armas soviéticas y la instalación de estructuras avanzadas para operaciones, particularmente en Asia.

Un modelo característico

La ofensiva de Manchuria en agosto de 1945 se basó en la sorpresa estratégica y en la planificación logística iniciada la primavera anterior. El plan operativo exige aislar y destruir al ejército de Kwantung en una breve campaña. El plan final incluye ataques simultáneos en varias líneas del frente; un grupo móvil que ataca por sorpresa desde Mongolia; y un ejército de tanques que lidera el ataque principal a través del desierto de Gobi, la Gran Cordillera de Khingan y la Llanura de Manchuria Central. El resultado no depende de la superioridad numérica de los soviéticos, sino de una cierta superioridad cualitativa: mayor movilidad, mayor potencia de fuego, mejor control de la guerra moderna por parte de las unidades del Ejército Rojo que participan en la operación.Tres meses después de la rendición de Alemania, los soviéticos transfieren cuatro ejércitos completos al Lejano Oriente.5 . La ofensiva se combina en el sentido de que incluye a los componentes terrestre, aéreo y marítimo de las fuerzas armadas soviéticas, pero también a las tropas mongolas. El teatro de operaciones se extiende sobre 5.000 km de frente y las maniobras en la profundidad operativa del enemigo se extienden sobre 300 a 800 km.

Para los soviéticos, el éxito de la campaña se debió principalmente a la sorpresa, el poder, la velocidad y el avance. Sin embargo, reconocen que la inferioridad numérica y tecnológica de los japoneses, especialmente en los campos antiaéreo y antitanque, ha influido. Los recuerdos soviéticos evocan muchas dificultades ligadas a la naturaleza dispersa de las operaciones y al avance en largas distancias. Pero el diseño estratégico, la planificación operativa, el esquema táctico y su ejecución siguen siendo modelos para los pensadores soviéticos. Varios factores, en su opinión, han contribuido a un éxito tan impresionante: sorpresa, dominio aéreo casi completo sobre el campo de batalla y el mayor dominio de las armas modernas en el Ejército Rojo. También informan que el ejército de Kwantung no preparó suficientemente sus defensas en profundidad, aunque al hacerlo también minimizó el impacto de la guerra contra los angloamericanos sobre la efectividad de las tropas japonesas a las que se enfrentó el Ejército Rojo.



El ejercicio Dnieper , en 1967, demostró el renovado interés del Ejército Rojo en las operaciones convencionales a gran escala. La dimensión de los vehículos aéreos también se experimenta allí por primera vez.

A nivel estratégico, el diseño de la campaña refleja un estilo de mando colectivo bajo el liderazgo del mariscal Vasilievsky del Estado Mayor del Ejército Rojo. El maskirovka soviético fue particularmente riguroso al engañar a los japoneses: en particular, como antes de la ofensiva del 20 de agosto de 1939 en Khalkhin-Gol, el Ejército Rojo sugiere que está en una postura defensiva. Una de las principales lecciones aprendidas de esta campaña por los teóricos soviéticos es que uno puede obtener una sorpresa estratégica completa para la primera operación de la guerra, o casi.

Si los soviéticos están tan interesados ​​en la Campaña de Manchuria de 1945 es porque tienen un interés particular en las operaciones convencionales, y que buscan evitar las inmensas pérdidas de los inicios de la Gran Guerra Patria o las que serían causadas por una conflicto nuclear a gran escala. La evolución de las relaciones internacionales también pesa en la balanza. Se trata de aprovechar al máximo la maskirovkano para obtener una sorpresa estratégica completa sino para ocultar en la medida de lo posible el alcance de los preparativos. El Ejército Rojo busca llevar la decisión en la fase inicial de las hostilidades: en consecuencia, favorece concentraciones enormes en sectores de ataque estrechos para el avance, bombardeos repentinos y avances rápidos en los principales puntos de comunicación y centros de control opuesto. También se trata de desorganizar al máximo la retaguardia del enemigo, no de destruir su fuerza principal. El plan operativo del modelo manchú incluye, por tanto, el uso masivo de fuerzas especiales, avances repentinos de destacamentos avanzados, seguidos del avance de inmensos ejércitos mecanizados.

A nivel táctico, este modelo incluye determinadas opciones y favorece determinadas armas, en el marco de una guerra corta basada en una única ofensiva a gran escala. Requiere fuerzas mecanizadas, suministros móviles, ingenieros mecanizados, defensa aérea y transmisiones móviles. Requiere movimientos rápidos por fuerzas compactas en diferentes ejes y terrenos, lo que implica maniobras regulares, materiales preposicionados y transferencias de tropas muy rápidas. Una penetración en profundidad y brevemente en el tiempo del dispositivo contrario también requiere capacidades aéreas y anfibias, y una prohibición realizada por tropas aerotransportadas. En consecuencia, el Ejército Rojo aumenta su infantería mecanizada, sus paracaidistas, sus servicios de retaguardia, su artillería autopropulsada,sus zapadores, marines, transporte y aviación de apoyo táctico. Como resultado, esto impide, dada la falta de medios económicos, el desarrollo de equipos más modernos (tanques, aviones, etc.). El modelo de Manchuria incluye además la movilización total del aparato militar y el sector civil para proporcionar reservas capacitadas, una flota de aviones de transporte y servicios de retaguardia sustanciales. Es un modelo que, por tanto, es muy costoso en tiempos de paz: armas modernas, tropas especializadas, fuerzas de reacción rápida, reservas adiestradas, organizaciones de apoyo.El modelo de Manchuria incluye además la movilización total del aparato militar y el sector civil para proporcionar reservas capacitadas, una flota de aviones de transporte y servicios de retaguardia sustanciales. Es un modelo que, por tanto, es muy costoso en tiempos de paz: armas modernas, tropas especializadas, fuerzas de reacción rápida, reservas adiestradas, organizaciones de apoyo.El modelo de Manchuria incluye además la movilización total del aparato militar y el sector civil para proporcionar reservas capacitadas, una flota de aviones de transporte y servicios de retaguardia sustanciales. Es un modelo que, por tanto, es muy costoso en tiempos de paz: armas modernas, tropas especializadas, fuerzas de reacción rápida, reservas adiestradas, organizaciones de apoyo.

Conclusión

El Ejército Rojo, a nivel estratégico, está interesado principalmente en el modelo manchuriano por la amenaza de varios frentes simultáneos en caso de conflicto, y en particular durante la ruptura con China en la década de 1960, con la adquisición de armas nucleares por parte de este. contra el fortalecimiento convencional del Ejército Rojo en Asia y su acercamiento con Estados Unidos y Europa. Para resolver este dilema, los soviéticos están aumentando sus capacidades ofensivas en todos los frentes. Al jugar el " gatillo " en un frente, también es posible concentrar fuerzas rápidamente y movilizarse rápidamente para una ofensiva corta en el otro frente. Marshal Zakharov resume el interés del modelo manchuriano en 1969: " C"es [el campo de Manchuria]un ejemplo distinguido de resolución de grandes problemas estratégicos en el menor tiempo posible. ". Y Shtemenko agrega: " Esta es una de las operaciones estratégicas soviéticas más grandes, una de las más magistralmente planeadas y ejecutadas ". Esto no impide que el modelo manchuriano sea criticado como una construcción puramente intelectual basada en la historia militar, una receta milagrosa para una guerra corta y decisiva: a partir de 1975, el mariscal Grechko recuerda así que este postulado fue uno de los principales motivos de la catástrofe. derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Otros pensadores soviéticos también han enfatizado cuánto este culto a la ofensiva y la " guerra relámpago " Presenta un mayor riesgo de guerra y equivale a una especie de aventurerismo peligroso. Afortunadamente, esta absolutización de valores militares como la sorpresa, un primer rayo y una guerra sin pausa o casi nunca se hizo realidad.


Para saber más :
  • DESPRES, John, DZIRKALS, Lilita y WHALEY, Barton, Timely Lessons of History: The Manchurian Model for Soviet Strategy , The Rand Corporation, julio de 1976.
  • DZIRKALS, Lilita, "Lightning War" en Manchuria: Análisis militar soviético de la campaña del Lejano Oriente de 1945 , The Rand Corporation, enero de 1976.
  • GLANTZ, (Teniente Coronel), David M., August Storm. La ofensiva estratégica soviética de 1945 en Manchuria , Leavenworth Papers No. 7, Instituto de Estudios de Combate, Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos, febrero de 1983.
  • GLANTZ (col.), David M., LAS BASES DE LA FUTURA ESTRATEGIA MILITAR SOVIÉTICA , Oficina de Estudios del Ejército Soviético, Comando de Armas Combinadas del Ejército de los EE. UU., Fort Leavenworth, Kansas, agosto de 1990.
  • SAPIR, Jacques, Manchuria olvidada. La grandeza y la desproporción del arte de la guerra soviética , Editions du Rocher, 1996.

1 El Ejército Rojo mantiene nada menos que 40 divisiones en el Lejano Oriente, incluso después de la firma del pacto de neutralidad con Japón en 1941 y después del inicio de la Operación Barbarroja . El ejército de Kwantung, a pesar de sus deficiencias, mantuvo una postura ofensiva hasta ... septiembre de 1944, no aceptando una postura de retrasar las fronteras y retirar la defensa, dentro de Manchuria, solo en mayo de 1945.

2 El comandante del 4º ejército japonés del ejército de Kwantung, el general Uemura, presagia una ofensiva soviética en agosto de 1945 y prepara sus unidades en consecuencia. Pero no lo siguen.

3 Basado en el modelo de estructura de fuerza soviético de 1941. Este refuerzo coloca al 6 Ejército de Tanques de la Guardia en pie de igualdad con lo que será el Ejército Mecanizado Soviético de 1946 después del final de la Segunda Guerra Mundial, que está reforzado con rifles motorizados en comparación con el tanque. ejército de 1945.

4 “ Se debe prestar atención al estudio de determinadas operaciones. Su estudio, teniendo en cuenta los medios actuales del arte de la guerra, permitirá sacar ciertas conclusiones útiles para llevar a cabo la fase inicial de operaciones en las condiciones modernas. (...) La ejecución de una campaña ofensiva estratégica a tan gran escala, con las fuerzas de tres frentes, a cierta profundidad y con un tempo rápido en un teatro de operaciones inusualmente difícil por sus características naturales, es un ejemplo instructivo. en la historia de las fuerzas armadas soviéticas. ".

5 El Ejército Rojo elige deliberadamente personal y formaciones experimentadas: los 39º y 5º ejércitos que participaron en la conquista de Prusia Oriental; el 6º Ejército de Tanques de la Guardia y el 53º Ejército estacionados en el área de Praga.

martes, 12 de mayo de 2020

Guerra asimétrica: Guerra entre la gente

Ganar pequeñas guerras para ganar el favor del pueblo

M. Knight || Small Wars Journal



Introducción

En 425 a. C., durante la Guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta, un contingente de hoplitas espartíacos de élite se encontraron varados y rodeados en la isla de las Esfacterias. No habían podido someter a sus oponentes que insistían en usar hondas y flechas como un arma de distancia efectiva para contrarrestar las tácticas de infantería pesada de los espartanos. Los atenienses se negaron a enfrentarse a los espartanos de una manera que asegurara su propia derrota, para disgusto de los espartanos. Al enfrentarse a la derrota, las fuerzas espartanas en Esfacterias envían un mensaje a Esparta preguntando qué deben hacer. La respuesta fue clara: "No hagas nada vergonzoso" (Nichols, 2015). Después de las discusiones, los espartanos sobre las esfacterias decidieron que su mejor curso de acción, y que no tenía vergüenza, era rendirse.

Un dilema similar se enfrenta ahora a los militares occidentales, en la medida en que el terreno contextual ha cambiado tanto que sus enemigos se niegan a enfrentarse a ellos de una manera que asegure su propia destrucción. Centrarse en este moderno dilema de los esfacterianos ha llevado a discusiones y debates que se resumen en la arena de "Guerra entre la gente". Una adición reciente notable a este discurso es "La guerra entre las personas: evaluaciones críticas" (“War Amongst the People: Critical Assessments”) (Brown, et al. 2019) que resume el pensamiento actual y destaca temas comunes junto con preguntas críticas. Este documento es una respuesta a la 'Evaluación crítica' en Brown (2019), y tiene como objetivo ofrecer una respuesta igualmente lacónica como la recibida por los espartanos sobre las esfacterias, a los dilemas identificados en 'Guerra entre la gente' (Rossi. N, & Riemann. M. 'Conclusion' en Brown, et al.2019). [I]

Dilema esfacteriano

El resumen de Rossi y Riemann (2019) de los dilemas que afectan la aplicación práctica de la "guerra entre las personas" incluye la fluidez contextual a nivel operativo, doméstico e internacional que recuerda los principios de un "problema perverso"; es decir, que es resistente a la solución debido a las interdependencias complejas, los esfuerzos para resolver un aspecto de un "problema perverso" crean otros problemas que hacen que los esfuerzos iniciales sean redundantes [ii]. Por lo tanto, se argumenta que "para comprender la guerra entre la gente, es necesario romper con los dualismos y los binarios que dominan las interpretaciones convencionales del conflicto y, en cambio, abrazar las realidades culturales, contextuales e históricamente cambiantes de la guerra" (ibid : pp254). Destacando las paradojas inherentes dentro de la 'guerra entre la gente', esta misma fluidez se cita en argumentos contrarios a la necesidad de reforzar los 'dualismos y binarios', como las distinciones entre combatientes y no combatientes, política y guerra, y guerra y paz. sido erosionado durante los conflictos intraestatales contemporáneos.

Brown (et al. 2019) hace referencia a experiencias operativas para demostrar que los objetivos estratégicos en la "guerra entre las personas" no han quedado claros, y que esta ambigüedad estratégica se ve agravada por el dilema de que las acciones tácticas pueden tener impactos estratégicos. Recordando la observación del general Smith de que "cada acción realizada por cada soldado, en todos los niveles, tiene un significado estratégico" (ibid: pp261), se argumenta que vincular la estrategia y las tácticas sigue siendo un problema sin resolver en la "guerra entre las personas". Además, Smith observó que las guerras entre la gente son disputas sobre la legitimidad en las que el objetivo político general de las partes en conflicto es ganar la voluntad de la gente (ibid: pp259), una afirmación que destaca la centralidad de la legitimidad, cuya atribución se identifica como vital para la ejecución exitosa de la "guerra entre la gente". Se demostró que un elemento de legitimidad es la relación entre la 'victoria' y el respeto a los derechos humanos internacionales, “[esto] plantea la cuestión de si es necesario lograr el equilibrio correcto entre ambos o si estos objetivos están intrínsecamente vinculados y, por lo tanto, mutuamente dependientes ". (ibid: pp258).
Finalmente, Brown (et al. 2019) argumenta que en la "guerra entre la gente", el paradigma clausewitziano - la secuencia de decisiones políticas que conducen a la acción militar - ha sido revocado. Esta inversión de la afirmación de que "la guerra es una continuación de la política por otros medios" coloca a los militares en el centro de la arena política, con una característica clave de la "guerra entre la gente" que la política se convierte en la continuación de la guerra por otros medios . Se ha demostrado que la paradoja final inherente a la 'guerra entre la gente' es que las victorias tácticas en el campo de batalla no se corresponden necesariamente con el éxito estratégico a nivel político, por lo tanto, "[usted] puede ganar cada pelea y perder la guerra" ( ibid: pp260).

A partir de estas conclusiones, está claro que el dilema que enfrenta la aplicación práctica de la 'guerra entre las personas' es el requisito de un enfoque replicable que se adapte a la fluidez de los contextos (operacional, doméstico e internacional) y que vincule lo estratégico y lo estratégico. táctico, al tiempo que reconoce la centralidad de los derechos humanos en una lucha por la legitimidad. Cualquier enfoque de este tipo debería funcionar dentro de un modelo que reconozca y permita la inversión del paradigma clausewitziano al facilitar la aplicación no lineal de las decisiones y acciones políticas y militares.

"No hagas nada vergonzoso"

Al tratar de abordar los dilemas identificados, y haciéndose eco de Brown (2019), este documento trata la "guerra entre las personas" menos como un fenómeno fijo y establecido y más como un prisma conceptual a través del cual los conflictos intraestatales contemporáneos pueden leerse y cuestionarse. En consecuencia, este documento no intenta describir de manera más completa un fenómeno fijo, sino más bien comprender mejor cómo ver los conflictos contemporáneos existentes para que los recursos puedan utilizarse de manera más efectiva en la búsqueda del resultado deseado, incluida la victoria militar. Desde este punto de vista, el prisma requerido no debe centrarse únicamente en el contexto en el que tiene lugar la "guerra" - "entre la gente" - sino que debe abordar principalmente los dilemas identificados que insisten en que el enfoque debe estar en cómo "ganar el" personas'. El general Smith identificó ese enfoque en términos de disputas sobre legitimidad en las que el objetivo político general de las partes en conflicto es ganar la voluntad del pueblo (ibid: pp259).

Smith (2007) nos recuerda aún más los límites de las capacidades militares, al afirmar que hay "solo cuatro cosas que los militares pueden lograr cuando se los pone en acción en una confrontación o conflicto político dado: mejorar, contener, disuadir o coaccionar y destruir" . Es axiomático que las capacidades militares que generan estos impactos son insuficientes para "ganar la voluntad del pueblo" a través de un concurso sobre la legitimidad. Por lo tanto, el prisma existente de "guerra entre la gente" requiere una expansión del enfoque actual en la "guerra" y los militares para abarcar todo el espectro de las capacidades de un estado y, si pueden aprovecharse, las capacidades y procesos internacionales. A través de tal prisma, los conflictos contemporáneos dentro del estado no se consideran como "guerra entre la gente", sino más bien como una "competencia para la gente".

En este entendimiento, una resolución exitosa del conflicto intraestatal contemporáneo requiere un enfoque que tenga como objetivo 'ganar la voluntad del pueblo' a través de una lucha por la legitimidad, que incluye la fuerza militar pero que también utiliza capacidades estatales e internacionales no coercitivas, y que aborda los dilemas identificados en Rossi y Riemann (2019) que requieren un enfoque que:
  • Vincula lo estratégico y táctico;
  • reconoce la centralidad de los derechos humanos en una lucha por la legitimidad;
  • es adaptable a la fluidez de los contextos: operacional, nacional e internacional; y
  • permite la aplicación no lineal de las decisiones y acciones políticas y militares.
Estratégico y táctico: el dilema principal en el conflicto intraestatal contemporáneo, y el problema que se ha identificado persistentemente como perjudicial para el éxito, es la incapacidad de vincular lo estratégico y lo táctico. Al abordar este dilema, es necesario ver los conflictos intraestatales contemporáneos como un "concurso para las personas" y construir un marco de derechos humanos dentro del cual establecer una estrategia coherente, y sobre el cual construir un enfoque unificado e integrado que sirva de puente entre los ciudadanos y los ciudadanos. táctica y estratégica De esta manera, los resultados estratégicos y tácticos se centran en la protección y el disfrute de los derechos humanos.

Al adoptar dicho enfoque, el objetivo estratégico se convierte en el logro de un entorno en el que los derechos humanos estén protegidos por el estado de derecho, de modo que las personas puedan vivir con dignidad (Naciones Unidas. 1948) La articulación del objetivo estratégico en términos de derechos humanos establece Un enfoque común y dirección de viaje para las capacidades militares y civiles, tanto a nivel nacional como internacional. Lograr este objetivo claramente requiere un esfuerzo coordinado que utilice capacidades coercitivas y no coercitivas, en un esfuerzo a largo plazo. Dentro de un marco de derechos humanos, la participación de las capacidades militares puede definirse, enfocarse y limitarse claramente a dicho tiempo, y durante el tiempo que sea necesaria la fuerza coercitiva para avanzar en el objetivo estratégico. En contextos donde no se requiere fuerza coercitiva, las capacidades civiles estatales e internacionales tendrán como objetivo lograr el objetivo estratégico a través de medidas no coercitivas, incluidas la diplomacia y la ayuda internacional.

Por lo tanto, un marco de derechos humanos une lo estratégico y lo táctico al garantizar que las acciones tácticas se basen en la misma base de derechos humanos que el objetivo estratégico y, por lo tanto, estén alineadas con el propósito estratégico y apoyen la dirección del viaje hacia ese objetivo. En términos militares, un marco táctico de derechos humanos se entiende como la base de las reglas sobre el uso de la fuerza, con soldados individuales confiados en su derecho a usar la fuerza en defensa propia y la defensa de los demás, así como estándares mínimos de tratamiento durante la detención. Un marco de derechos humanos para la acción militar táctica no resta valor a la capacidad de intensificar la fuerza según lo dicte el contexto. Los militares que participan en conflictos intraestatales contemporáneos deben poder reaccionar tácticamente a contextos fluidos a través de la escalada de fuerza según sea necesario, reconociendo y aplicando el marco prevaleciente de los derechos humanos y, según corresponda, durante la escalada de conflictos para incluir el Derecho Internacional Humanitario.



Acciones operativas
[iii]: La aplicación efectiva de lo estratégico y táctico dentro de "un concurso para la gente" requiere un enfoque operativo que sea capaz de explotar las ventajas de las cohesiones estratégicas y tácticas, que ofrece el marco de derechos humanos. El enfoque operativo requiere el compromiso coordinado de todas las capacidades del estado con un alcance internacional, incluida la ayuda diplomática, internacional, inteligencia, militar, etc. En este enfoque operativo, las acciones se centran en los actores dentro del ámbito de las operaciones, que poseen la capacidad de influir positiva o negativamente en el logro del objetivo estratégico. Las capacidades de estos actores se entienden en términos de activos y / o legitimidad.

Los activos se entienden en primera instancia como recursos físicos, incluidos equipos, dinero, propiedades y medios de comunicación, así como entendimientos más complejos, como estructuras y redes de grupos formales o informales. La legitimidad es un concepto mucho más complejo y fluido. La legitimidad incorpora una aceptación de autoridad por parte de los grupos de élite y no élite, aunque no todos los individuos son igualmente capaces de conferir legitimidad. Diferentes grupos confieren grados de legitimidad a diferentes individuos y estructuras. Dentro del modelo operativo presentado, el tipo de acciones requeridas en "un concurso para las personas" se divide en tres categorías:
  • Influir en la posición de un actor.
  • Capacitar la legitimidad y / o los activos de un actor.
  • Desactivar la legitimidad y / o los activos de un actor.
Influir en la posición de un actor requiere convencer al actor para que apoye el logro del objetivo estratégico, tal influencia puede ser promulgada a través de procesos diplomáticos tradicionales, así como por otros medios, centrados en las comunicaciones y el compromiso. Además, los actores que apoyan el logro del objetivo estratégico, pero que se evalúa que tienen una baja capacidad de activos, requieren acciones destinadas a capacitar sus activos. Dichas acciones pueden llevarse a cabo, en parte, a través de iniciativas de creación de capacidad que utilizan procesos y estructuras de ayuda / desarrollo existentes. Además, los actores que apoyan el logro del objetivo estratégico pero que se evalúa como de baja legitimidad, requieren acciones destinadas a capacitar su legitimidad.

Alternativamente, los actores que se oponen al logro del objetivo estratégico y se les considera que tienen una alta capacidad de activos, requieren acciones que nieguen o inhiban su acceso o capacidad para utilizar estos activos. La denegación de acceso o la utilización de estos activos incluye la eliminación de activos, la inhibición de su función y / o su destrucción. Los actores que se oponen al logro del objetivo estratégico pero que se evalúa como de alta legitimidad, requieren acciones destinadas a deshabilitar la legitimidad.

Ejerciendo fuerza

Abordar los conflictos intraestatales contemporáneos como una "lucha por el pueblo" permite aprovechar al máximo las capacidades del estado y, cuando sea posible, las capacidades internacionales para lograr un objetivo estratégico coherente. Como tal, la "lucha por el pueblo" no se considera predominantemente como una empresa militar, aunque hay margen para utilizar las capacidades militares en todas las acciones operativas descritas, así como en escenarios específicos donde los militares se desplegarían para entregar su combate central. capacidades. El enfoque contempla múltiples acciones operativas que se ejecutan simultáneamente a través de los diversos niveles de compromiso - operacional e internacional - por las diversas capacidades del estado. En tales circunstancias, la comprensión tradicional de arenas políticas y militares separadas y exclusivas es redundante, al igual que la aplicación lineal de decisiones y acciones políticas y militares.

La adaptabilidad a contextos fluidos es una fortaleza clave del enfoque, ya que la arena operativa no está definida por la geografía sino por las ubicaciones de los "actores" priorizados para las "acciones operativas". Esto puede abarcar no solo el estado en el que tiene lugar el conflicto intraestatal, sino también los estados vecinos y regionales, el estado de hogar interno, junto con cualquier otro lugar donde las 'acciones operativas' se consideren necesarias en función de los 'actores' presencia. Por ejemplo, esto puede incluir participar en la "influencia" como una acción operativa centrada en el ámbito internacional con el fin de alinear los recursos de las organizaciones intergubernamentales, con el objetivo estratégico. Además, el marco de derechos humanos respalda las comunicaciones dentro del ámbito doméstico-doméstico al facilitar la aceptación, legitimidad y validez de los compromisos extranjeros cuando se ven y se comunican a través de una lente de derechos humanos.

Al abordar los dilemas identificados en Rossi y Riemann (2019) se argumenta que una resolución exitosa del conflicto intraestatal contemporáneo requiere un enfoque que apunta a 'ganar la voluntad del pueblo' a través de una lucha por la legitimidad que incluye la fuerza militar, pero que también utiliza capacidades estatales e internacionales no coercitivas. Este enfoque holístico se resume como un "concurso para el pueblo", término que pretende encapsular las diferencias con el enfoque predominante de "guerra entre el pueblo". Dentro de este enfoque, un marco de derechos humanos une lo estratégico y táctico y proporciona un modelo para las Acciones Operativas, ya sea: (a) influir en la posición de un actor; (b) capacitar la legitimidad y / o los activos de un actor; (c) deshabilitar la legitimidad y / o los activos de un actor. Las acciones operativas apuntan a apoyar el objetivo estratégico, definido como: ‘El logro de un entorno donde los derechos humanos estén protegidos por el estado de derecho, para que las personas puedan vivir con dignidad’.

Bibliografía

Brown. D, Murray. D, Riemann. M, Rossi. N, & Smith. M. (Eds). 2019. War Amongst the People: Critical Assessments. Howgate Publishing Limited.

Knight. M. 2019. Security & Human Rights in Peace Processes: Advising armed-insurgents. CSG Paper 19, May 2018. Centre for Security Governance, Ontario.

Knight. M. 2016. Reversing the Stabilisation Paradigm: Towards an Alternative Approach, Stability: International Journal of Security & Development, Centre for Security Governance, Canada.

Nichols, P.M. ‘Thucydides and the pursuit of freedom’ Ithaca ; London : Cornell University Press, 2015.

Smith, R 2007 The utility of force: the art of war in the modern world. New York, Knopf.

United Nations (1948). Universal Declaration of Human Rights. United Nations.

Notas al final

jueves, 9 de enero de 2020

Guerra mexicano-estadounidense: Razones de la victoria norteamericana

¿Que hubo detrás de la victoria de EE. UU. en la guerra mexicano-estadounidense?

W&W



Como había sido el caso una década antes en Texas, el "Destino Manifiesto" formó el leitmotiv de la guerra entre México y Estados Unidos. En su biografía de Polk, Eugene McCormac observó:

Decidido desde el principio a agregar California y Nuevo México a nuestro dominio nacional, persiguió su objetivo con una persistencia obstinada que ni la oposición ni la denuncia podrían debilitar. Independientemente de lo que se piense de sus motivos o sus métodos, a él se le debe el crédito (o la censura, si lo desea) de extender al Pacífico los límites de los Estados Unidos.

La prensa mexicana limitó las posibles acciones de los líderes de México al instarles a la guerra y alentar el sentimiento público para favorecer la guerra. El hecho de que los mexicanos no evaluaran con precisión la fuerza militar relativa de los Estados Unidos y México perjudicó su capacidad de toma de decisiones. Finalmente, muchos en México sintieron que si México no tomaba una postura firme contra su vecino del norte, Estados Unidos continuaría presionando para siempre, mordisqueando el territorio mexicano hasta que la nación dejara de existir.

Dado que Estados Unidos tenía largas líneas de suministro, una economía preindustrial y un pequeño ejército permanente, y que se vio obligado a atacar la fuerte posición defensiva ofrecida por la Sierra Madre Oriental, vale la pena considerar por qué Estados Unidos triunfó sobre Mexico La victoria estadounidense sorprendió a los observadores europeos. Un periodista británico comentó: "Debe haber algún misterio, alguna causa principal, entendida de manera imperfecta en nuestro lado del Atlántico".

Los factores que contribuyen a la victoria de EE. UU. Incluyen:

■ La población de los Estados Unidos en el momento de la guerra consistía en 17 millones de blancos y 3 millones de esclavos, más del doble del número de mexicanos. Esto permitió a los Estados Unidos recurrir a una población mucho mayor para soldados y producción de guerra.

■ Los afroamericanos formaron un elemento significativo de la presencia de los Estados Unidos en México, realizando labores en el campo y sirviendo a soldados blancos. La guerra entre México y Estados Unidos es la única guerra de los Estados Unidos en la que los afroamericanos no fueron movilizados como combatientes, un indicador de las sensibilidades raciales de la época. Superando por mucho la contribución de los afroamericanos en México, los esclavos negros en los Estados Unidos producían alimentos y algodón para uniformes militares y para la exportación.

■ Estados Unidos hizo un amplio uso de artillería ligera "voladora" que podía moverse rápidamente, manteniéndose al día con las tropas y avanzando para disparar contra las posiciones enemigas. A los oficiales de artillería se les permitía moverse y disparar sin tener que esperar órdenes de un comando central. La artillería estadounidense jugó un papel crucial en varias batallas, como las de Palo Alto, Monterrey y Veracruz. En Buena Vista, el general John Wool declaró: "Sin nuestra artillería no hubiéramos mantenido nuestra posición ni una hora".

■ Los mosquetes de ánima lisa que eran el arma de infantería estándar de EE. UU. Se encontraban entre las armas de hombro más avanzadas del mundo. Las fresadoras utilizadas en su fabricación producían piezas intercambiables y un diámetro de barril uniforme. Los mosquetes de Estados Unidos tenían un alcance de 220 yardas, considerablemente mayor que el alcance de cien yardas de los mosquetes de los mexicanos.

■ En el momento de la guerra entre México y Estados Unidos, la mayoría de los tenientes y capitanes eran graduados de West Point. Años de campaña contra la elusiva guerrilla india en la frontera occidental acostumbraron a estos oficiales a tomar decisiones rápidas y descentralizadas. Dichos oficiales eran especialmente valiosos cuando las fuerzas estadounidenses operaban en unidades pequeñas, como en Resaca de la Palma. Después de la guerra, Scott comentó:

Doy mi opinión fija de que, de no ser por nuestros cadetes graduados, la guerra entre Estados Unidos y México podría haber durado, y probablemente habría durado, unos cuatro o cinco años, con, en su primer semestre, más derrotas que victorias. , mientras que en dos campañas conquistamos un gran país y una paz sin la pérdida de una sola batalla o escaramuza.

■ El ímpetu de la fuerza estadounidense de voluntarios fue crucial. Muchas unidades de la milicia existentes se ofrecieron como voluntarias en masa, reforzando la camaradería. Las victorias estadounidenses iniciales levantaron los espíritus y los triunfos adicionales los mantuvieron en alto. Este ímpetu y patriotismo se hizo evidente en un oficial que vio la bandera de los Estados Unidos en Monterrey y comentó: “Un resplandor de orgullo sincero iluminó mi rostro, y le agradecí a Dios que era estadounidense, y que había dotado a mi propio país de tanto amar y venerar ".

■ Aunque algunos estadounidenses se opusieron a la guerra, Estados Unidos estaba mucho más unido que México. El deseo de adquirir California era un objetivo generalmente compartido, al igual que la expansión en el valle del Mississippi había sido una generación antes. Herman Melville describió el sentimiento a favor de la guerra en una pequeña ciudad de Nueva York: “La gente aquí está en un estado de delirio acerca de la guerra mexicana. Un ardor militar impregna todos los rangos ... y "los chicos pretenciosos corren a las guerras por puntajes. No se habla de nada más que de los" Salones de los Montezumas "".

■ La economía de Estados Unidos, a diferencia de la economía mexicana, que aún no había recuperado el terreno perdido durante la lucha por la independencia, estaba comenzando su industrialización. Estados Unidos podría lograr lo que, para la época, fueron proezas logísticas prodigiosas. Por ejemplo, dentro de un período de cuatro meses, se ordenaron, fabricaron y transportaron cuarenta y nueve morteros de diez pulgadas y 50,000 proyectiles a Veracruz.

Varios factores contribuyeron a la pérdida mexicana:

■ La población mexicana de siete millones era sustancialmente más pequeña que la población de los Estados Unidos. Solo se movilizó una pequeña proporción de la población de México, unos 70,000 de los 7 millones, o el 1 por ciento. Esto contrasta con la Guerra Civil de los EE. UU., En la que aproximadamente 3 millones, o el 10 por ciento de la población, se movilizaron para los ejércitos de la Unión y Confederados.

■ Los estadistas mexicanos no pudieron ver a tiempo que Estados Unidos constituía una amenaza para México. Ya en 1825, el gobierno mexicano convocó una comisión especial para asesorar sobre el desarrollo de California. No advirtió del peligro de Estados Unidos sino de Rusia. Incluso el normalmente perceptivo Humboldt escribió en la primera década del siglo XIX que

Los principios de sabiduría y moderación por los cuales se anima el gobierno de los Estados Unidos nos llevan a esperar que un acuerdo amistoso pronto fije los límites entre las dos naciones, que poseen más terreno del que posiblemente puedan cultivar.

■ Algunos mexicanos vieron el peligro que representaba Estados Unidos antes de que estallara la guerra. Por ejemplo, el ex presidente Valentín Gómez Farías escribió en 1843 que Texas era la clave, que si caía en manos estadounidenses, abriría la última barrera para el resto del norte de México. Al dar este "paso gigante" hacia California, escribió, los Estados Unidos se extenderían "de mar a mar" y las esperanzas de México de un futuro próspero se habrían ido. Para entonces ya era demasiado tarde para salvar a California.

■ Los frecuentes cambios en el gobierno a mediados de la década de 1840 socavaron la débil estructura financiera del gobierno. La ocupación estadounidense de las aduanas de Veracruz, Tampico y Matamoros empobreció aún más al gobierno.

■ La posibilidad siempre presente de un golpe hecho que los presidentes vigilen a los Estados Unidos y el otro a los posibles rivales. El conflicto interno más grave, conocido como la Revuelta de los Polkos, ocurrió justo antes de la invasión de Veracruz cuando los conservadores se rebelaron contra los liberales en la capital. En lugar de apresurarse a defender el puerto, los mexicanos participaron en un duelo de artillería en el centro de la ciudad de México. La revuelta fue provocada por el presidente interino liberal, Gómez Farías, que autorizó al gobierno a confiscar los bienes de la Iglesia para financiar la guerra.

■ Las acciones de los estados mexicanos individuales también debilitaron el esfuerzo de guerra. Yucatán se declaró independiente el 1 de enero de 1846. Este estado renegado no solo no contribuyó al esfuerzo de guerra, sino que vendió suministros a las fuerzas navales estadounidenses que bloquearon Veracruz antes de la invasión. California, Tabasco, Sinaloa y Chihuahua no pudieron contribuir al esfuerzo de guerra nacional porque estaban luchando contra lo que equivalía a guerras civiles internas. Por defecto, gran parte de la carga de defensa recayó en el estado individual que estaba siendo invadido. Puebla no aceptó esta carga de defensa, y el Estado de México, por el cual las fuerzas estadounidenses tuvieron que pasar para ingresar a la Ciudad de México, se declaró neutral. Muchos gobernadores estatales se mostraron reacios a formar unidades de milicia debido a la percepción de larga data de que los comandantes militares eran abusivos y autoritarios. Los gobernadores conservadores se mostraron reacios a ver a las unidades de milicias reclutar miembros de las clases bajas políticamente poco confiables. El gobierno municipal de la Ciudad de México se opuso a los intentos de fortificar la ciudad.

■ Las divisiones políticas, de clase y raciales obstaculizaron el esfuerzo de guerra. En 1848, el periódico El Siglo XIX comentó:

Las fuerzas de desintegración, anteriormente conflictos civiles y más recientemente una guerra extranjera, se han ido acumulando en nuestro país. Han reunido tanta fuerza, son tan numerosos y son tan palpables que a primera vista uno puede dudar si nuestra república es realmente una sociedad en lugar de simplemente una reunión de hombres sin lazos, derechos y deberes.

■ Muchos mexicanos ricos no solo no contribuyeron al esfuerzo de guerra, sino que en realidad dieron la bienvenida a los invasores. A menudo, los comerciantes preferían a Scott a Santa Anna y sus préstamos forzosos. Santa Anna se quejó de que los ricos se escondieron cuando las tropas estadounidenses se acercaron a la Ciudad de México, para que pudieran evitar contribuir a su defensa. Ciertamente, la vista de los ricos que asistieron a la ópera y las corridas de toros no hizo nada para alentar a los defensores de la Ciudad de México, que comían mal y prácticamente estaban vestidos con harapos.



■ Los ricos y la Iglesia querían mantener sus propiedades y prerrogativas. Estados Unidos dejó en claro que ninguno de estos intereses se vería comprometido. Después de tomar Veracruz, Scott publicó un manifiesto declarando que los estadounidenses eran amigos de los mexicanos y que la Iglesia Católica y los derechos de propiedad serían respetados. Él y su personal asistieron a misa en la catedral en uniforme de gala. Ordenó a sus hombres que saludaran a los sacerdotes. El presidente Polk solicitó que los obispos católicos en los Estados Unidos informaran a sus homólogos mexicanos que los Estados Unidos respetarían a la Iglesia.

■ A diferencia de los esclavos en Estados Unidos, los indios mexicanos, aproximadamente la mitad de la población, producían pocos excedentes que pudieran apoyar el esfuerzo de guerra. Tenían poco en común con el resto de México y poco sentido de pertenencia a una "nación". Aprovechando la crisis nacional para avanzar en sus propias causas, los pueblos indígenas organizaron levantamientos generalizados en las regiones centrales y meridionales después de la invasión estadounidense. En el norte de Veracruz, los indios, presionados por la invasión de ganaderos, se levantaron, incendiando pueblos y haciendas. El Hacendado Manuel Soto escribió: "La sangre corrió en torrentes, y durante diez meses la Huasteca [región de Veracruz] fue el escenario de las escenas más horribles". La supresión de tales levantamientos desvió a hombres y armas de la lucha contra los estadounidenses.

■ El conflicto prolongado con grupos indios independientes como los apaches había dejado grandes áreas del norte de México incapaces y no dispuestas a resistir al ejército estadounidense. Las tropas estadounidenses con frecuencia encontraron casas abandonadas, campos cubiertos de maleza y tumbas terminadas a toda prisa, como resultado de las redadas indias, en las partes del norte de México que ocuparon. Antes de la Batalla de Buena Vista, los estados de Chihuahua, Durango y Zacatecas ordenaron a los soldados que permanecieran en sus hogares para protegerse contra las redadas indias.

■ La población civil con frecuencia reaccionó como si la guerra fuera librada por dos potencias extranjeras. Oficiales estadounidenses y terratenientes mexicanos frecuentemente fraternizaron. Otros terratenientes, como la familia Sánchez Navarro en Coahuila, vendieron grandes cantidades de ganado, maíz y trigo al ejército estadounidense. Para asegurarse de que las fuerzas estadounidenses no se oponían a los terratenientes, los generales Scott y Taylor insistieron en que todos los alimentos y suministros necesarios para las tropas estadounidenses se pagaran en ventas voluntarias y negociadas. Otros mexicanos sirvieron a las tropas de los EE. UU. Como guías, maquinistas y espías y les suministraron mulas, ganado y maíz.

■ El ejército reflejó los problemas financieros crónicos de los gobiernos mexicanos de principios del siglo XIX. La falta de finanzas dio como resultado un ejército que estaba mal equipado al estallar las hostilidades y dificultó la acumulación de material de guerra más adelante.

■ El ejército profesional que defendió a México reflejó la sociedad mexicana en su conjunto. El ejército estaba mal dirigido, ya que las personas con poco entrenamiento militar usaban sobornos o influencia política para obtener posiciones de liderazgo. El cuerpo de oficiales era conservador y elitista. De los 137 oficiales de mayor rango, todos menos unos veinte habían luchado en el lado español en la lucha por la independencia. Los cambios en el gobierno generalmente resultaron en cambios en la estructura de comando del ejército. Estos cambios de personal repetidos deterioraron la capacidad de lucha. El ejército hinchado de México tenía 24,000 oficiales al mando de 20,000 hombres alistados. El embajador británico escribió en 1846 que el ejército era "el peor que se puede encontrar en cualquier parte del mundo". Zeh, mientras marchaba hacia la Ciudad de México, comentó: "La caballería enemiga ahora tenía una maravillosa oportunidad de capturar a nuestro generalísimo; pero hacer esto requería coraje y un espíritu de audacia que, afortunadamente, les faltaba ".

■ La moral entre las tropas mexicanas era baja, ya que a menudo estaban impresionadas o tomadas de las cárceles. Recibieron poco entrenamiento y, como resultado, no pudieron realizar maniobras tácticas en grupos grandes. La historiadora Josefina Vázquez describió al ejército que defiende a México como

un fantasma compuesto por reclutas no entrenados que desertaron en cuanto se presentó la oportunidad, y liderados por oficiales que se dedicaron a la política. La caballería y la artillería, que habían adquirido cierta fama, habían disminuido debido a la falta de fondos y la imposibilidad de mantener niveles adecuados de alistamiento.

■ Waddy Thompson, embajador de EE. UU. en México desde 1842 hasta 1844, señaló que el reclutamiento mexicano consistía principalmente en la captura de indios, de los cuales no más de uno de cada diez había visto un arma y ninguno de cada cien había disparado.

  • La efectividad de los cañones mexicanos se vio limitada por ser de una variedad de calibres y por una logística deficiente. La inyección sólida utilizada por los mexicanos fue menos efectiva que la inyección de uva y bote utilizada por los estadounidenses. Los mosquetes mexicanos se habían comprado a las existencias británicas después de haber sido declarados obsoletos y, a menudo, inservibles. Zeh comentó que después de Cerro Gordo, "los mosquetes capturados generalmente se recolectaban en grandes pilas y se incendiaban, porque no tenían valor".

■ Los oficiales mexicanos tendían a ver batallas como juegos de ajedrez. Esperaban que los eventos se desarrollaran dentro de un área claramente definida. Los estadounidenses extenderían repetidamente los límites del campo de batalla y ganarían. Esto ocurrió en Resaca de la Palma, Cerro Gordo y Contreras.

■ Las fuerzas mexicanas se retiraron repetidamente antes de ser atacadas. La lista de tales posiciones abandonadas incluye Matamoros, Tampico, Jalapa, Mazatlán, Tucson, El Paso, Santa Fe y la ciudad de Chihuahua. No existía fuerza militar en otras ciudades como Puebla. Otros, como Veracruz, Monterrey y Ciudad de México, fueron defendidos por un tiempo y luego se rindieron. La fortaleza de Perote fue abandonada junto con una considerable cantidad de guerra matériel. Una defensa más decidida habría aumentado el número de bajas estadounidenses, lo que posiblemente socavaría el apoyo estadounidense a la guerra.

■ La guerra de guerrillas también podría haber derrotado a los Estados Unidos. Sin embargo, Santa Anna se opuso a una estrategia guerrillera, sintiendo que podía ganar en el campo de batalla. Los ricos se opusieron a la guerra de guerrillas, ya que la interrupción resultante y la movilización social serían perjudiciales para sus intereses. Esto, y la falta de un líder creíble, impidió la creación de una fuerza guerrillera fuerte comparable a la fuerza que se oponía a Maximiliano en la década de 1860. La acción más seria de los irregulares fue un ataque a un tren de suministros entre el Río Grande y Monterrey. En ese ataque, murieron entre cuarenta y cincuenta equipos, y se capturaron 110 vagones y 300 mulas de carga. Taylor se refirió a ese ataque como "una barbarie atroz sin precedentes en la guerra existente".

■ Scott hizo todo lo posible para acabar con cualquier brote de guerra de guerrillas. Durante sus seis años de lucha contra los Seminole, había aprendido lo difícil que era reprimir una insurrección guerrillera a gran escala. Ordenó la ejecución sumaria de partisanos y la destrucción de las aldeas que los apoyaban. Además, responsabilizó a los alcaldes locales de capturar y entregar a los estadounidenses a cualquiera que matara o robara a soldados estadounidenses. Los alcaldes que no lograron capturar a tales atacantes enfrentaron fuertes multas. Para evitar enemistarse con los mexicanos, Scott también tuvo especial cuidado al ver que sus fuerzas evitaban las repetidas atrocidades cometidas por algunas de las fuerzas de Taylor.

■ Scott comentó sobre estas atrocidades:

Nuestra milicia y voluntarios, si una décima parte de lo que se dice que es cierto, han cometido atrocidades (horrores) en México, suficientes para hacer llorar al Cielo, y a todos los estadounidenses, de la moral cristiana sonrojarse por su país. Asesinatos, robos y violaciones a madres e hijas, en presencia de los varones atados de las familias, han sido comunes en todo el Río Grande.

■ Muchos de los problemas de México fueron el resultado de no haber formado una conciencia nacional en el cuarto de siglo después de la independencia. En 1848, el estadista Mariano Otero comentó: "No ha habido ni podría haber habido un espíritu nacional, porque no hay nación".

Hasta la fecha, a los mexicanos les molesta la pérdida de aproximadamente el 40 por ciento de "su" territorio. Sin embargo, tal como fue el caso con el Tratado Adams-Onís, los más afectados por el Tratado de Guadalupe Hidalgo no fueron los aproximadamente 85,000 hispanos en tierras cedidas a los Estados Unidos, sino los 160,000 indios cuyas tierras ancestrales pasaron al control de los Estados Unidos sin que ellos tuvieran sido consultado

En México, la guerra fue un choque doloroso pero quizás necesario para la nación, provocando un autoexamen. Las preguntas planteadas por la guerra dieron forma a una nueva generación y condujeron a un estado consolidado y un mayor nacionalismo, evidente en la década de 1860 durante la lucha contra Maximiliano. A raíz de la guerra, el dominio del ejército, la Iglesia y los hacendados comenzó a cuestionarse con más fuerza que nunca.

Durante la mayor parte del siglo XX, la Revolución mexicana de 1910–1917 eclipsó la Guerra mexicano-estadounidense. Sin embargo, para fines de siglo los efectos de la Revolución habían seguido su curso. Los resultados de la guerra entre México y Estados Unidos, por el contrario, siguen siendo evidentes. Los cuatro estados, California, Arizona, Nuevo México y Texas, que forman la mayor parte del territorio perdido en los Estados Unidos tenían un PIB casi cuatro veces mayor que el de México en 2000.