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jueves, 25 de julio de 2019

Armas químicas: USA y el desarme químico

USA y la química militar. Convenciones en espera

Revista Militar

Desarme estancado

El desarme químico mundial tomó forma solo en 1993, cuando se aprobó una convención en París que prohibía el desarrollo, la producción, la acumulación y, por supuesto, el uso de tales armas de destrucción masiva. En este momento, 193 países se han unido a este acuerdo y han destruido las existencias de armas químicas o están en proceso. Israel se encuentra en un estatus especial: el país ha firmado pero no ha ratificado la convención. Además, no tiene la intención de abandonar la "química" de combate Sudán del Sur, Egipto y Corea del Norte. Para crédito de Rusia, sus fuerzas armadas hace dos años destruyeron completamente sus arsenales de armas químicas; de los medios de destrucción masiva, el estado ahora tiene solo una tríada nuclear.


El proceso de destrucción de armas químicas en los Estados Unidos.

Cabe señalar que Rusia tuvo que deshacerse de su considerable reserva de "química" hasta 2020. Todo resultó hecho mucho antes, a pesar de que resultó ser mucho más caro. El costo total del desarme químico costó al presupuesto astronómico 330 mil millones de rublos. Y esto no tiene en cuenta las inversiones financieras en el programa de reciclaje doméstico de Canadá, Alemania, Italia, Gran Bretaña y los Estados Unidos a principios de la década de 2000. En total, cerca de 40 mil toneladas de sustancias tóxicas fueron transferidas a un estado relativamente seguro. Por fin se ocuparon de lewisite y soman.

¿Y qué hay de los Estados Unidos? En 1997, cuando entró en vigor la convención sobre la destrucción de armas químicas, había 28,572 toneladas de gas mostaza, sus derivados, VX y sarin. Tal arsenal de energía industrializada tuvo que reciclarse durante cinco años, como máximo, diez. Rusia logró gestionar con 40 mil toneladas en 2017. Sin embargo, Estados Unidos extendió el procesamiento de la "química" de combate hasta diciembre de 2023 y no parece que vaya a acelerar este proceso. En realidad, ahora el ejército estadounidense es el único en el mundo que posee una reserva tan seria de armas químicas: aproximadamente el 10% de su tamaño anterior permanece en los almacenes.

Todos los demás países que han entrado en la convención se deshicieron de esas armas en 2012 o, como Rusia, en 2017. En los Estados Unidos, solo dos plantas de reciclaje operan a intervalos regulares: en Pueblo (Colorado) y en Blue Grasse (Kentucky). Y el ciclo tecnológico de la destrucción del arsenal estadounidense no puede llamarse único y muy caro. Reciclar incluso el VX paralítico del nervio más peligroso y tóxico no es fundamentalmente diferente del proceso de destrucción del gas mostaza o del soman.


Bomba química bajo escrutinio

Para justificarse, los estadounidenses están hablando de una manera específica de almacenar sus propias armas químicas. Muchas de las reservas no se almacenan en tanques y tanques, sino que ya están en la munición cargada. Por lo tanto, es necesario cumplir con medidas de seguridad especiales y construir estructuras a prueba de explosiones para su eliminación. Cabe destacar que la notoria Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz, pasó por alto esa política de los Estados Unidos. Ahora, los estadounidenses realmente han cerrado el acceso a la información sobre el momento y la dinámica de la eliminación de sus propias armas químicas. Sin embargo, el "enfoque especial" de la superpotencia estadounidense se expresa no solo en retrasar los plazos del desarme químico.

Las sutilezas legales de la disposición.

Para los Estados Unidos creó una lista de reservas, que fue acompañada por la firma de la Convención de 1992. Hay un total de 28 puntos especiales que permiten a los Estados, en particular, rechazar que los equipos de inspección realicen inspecciones tanto de los sitios de almacenamiento como de eliminación de armas de destrucción masiva. Una formulación universal que permite evitar a los observadores es "crear una amenaza para la seguridad nacional". Naturalmente, el gobierno de los EE. UU. determina de forma independiente el borde de tal amenaza. A su discreción, calcula el grado de letalidad de las armas químicas. Para esto, se acuñó un término específico "armas químicas no letales", que los estadounidenses pueden usar en respuesta a la agresión contra su país. Esto, por cierto, contradice la letra y el espíritu del Convenio de Ginebra de 1925, firmado por los Estados Unidos. Hay muchas preguntas sobre la química de combate no letal. Hasta ahora, no hay métodos uniformes para evaluar el efecto de tales armas en el cuerpo humano, que, como se sabe, responde muy individualmente a varias amenazas externas. Y como no hay estándares generalmente aceptados, es demasiado pronto para hablar sobre la seguridad de un tipo particular de arma no letal. Muchos analistas generalmente dudan de la existencia de tal categoría de armas. Más bien, es una especie de oxímoron, "arma no letal".



Los estadounidenses se han liberados muy lentamente de las armas químicas.


En los Estados Unidos, entienden esto muy bien y están desarrollando rápidamente sus propios programas para desarrollar armas químicas que no están comprendidas en las convenciones. En 2007, se adoptó la carta general de armas No. FM-3-22.40 "Armas no letales", y en 2015, el comité de jefes de personal desarrolló la instrucción CJCSI 2030.01D "Pautas para implementar las disposiciones de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas" (información de la Revisión de Extranjería Militar) . Estos documentos se refieren al uso de armas químicas no letales para fines militares, que en los Estados Unidos incluyen misiones de mantenimiento de la paz, operaciones humanitarias y de lucha contra el terrorismo. En otras palabras, es suficiente para el liderazgo militar de los Estados Unidos llamar a su próxima agresión un proceso de paz y una mejor misión antiterrorista, y las manos se desatarán. Anteriormente, la discusión en relación con la química no letal era solo sobre la supresión de disturbios y la dispersión de los ciudadanos insatisfechos. Un aspecto importante de las nuevas reglas adoptadas es la capacidad de usar armas químicas de toxicidad limitada de forma unilateral. Hasta ahora, los estadounidenses han hablado sobre el uso de tales armas solo en respuesta a la agresión química del enemigo. Y el arsenal de esta química no convencional en los estadounidenses es extremadamente amplio. Uno de los más famosos es el CS, o clorobenzalmalonodinitrilo, que se ha utilizado en los Estados Unidos desde 1959, se usó activamente en Vietnam (7,000 toneladas), y en 1979 se convirtió en una verdadera salvación en la operación antiterrorista en La Meca. Luego, los fundamentalistas islámicos tomaron como rehenes a más de 6.000 peregrinos, y solo dos toneladas de CS irritante, junto con los comandos franceses, permitieron una operación de liberación exitosa. Ahora en los Estados Unidos, las minas de 81 mm y 120 mm, la artillería de 155 mm y los disparos de tanques de 120 mm están equipados con productos químicos y mezclas similares. Las pruebas del proyectil XM1-63 de 155 mm mostraron excelentes resultados: con una sola toma puede inhabilitar a las personas en un área de más de 1 hectárea y una distancia de hasta 28 km. No es realmente una operación contraterrorista, ¿verdad?



Ojiva submarina de Estados Unidos con sarin

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas todavía no puede o no está dispuesta a hacer nada con las armas químicas que Estados Unidos ha dejado en el territorio de otros países. Y esto es una violación directa de los artículos de la Convención de 1992 referida por los Estados Unidos. Entonces, Washington no reconoció sus siete bombas aéreas y un contenedor de vertido que permaneció después de la invasión de Panamá. También en Camboya, se encontraron varias docenas de municiones equipadas con CN y CS, junto con una docena de tanques de vertido abandonados por los estadounidenses durante la guerra. Y esos puntos "químicamente peligrosos" dejados por los estadounidenses en el mapa mundial se escribirán para un buen diez. Los dobles estándares en relación con los Estados Unidos y su arsenal no permiten en la actualidad hablar de desarme químico en toda regla. Y esto, a su vez, conduce a la relajación de la carrera de armamentos "química". Un nuevo capítulo nace en la historia del desarrollo de armas de destrucción masiva, que requieren las nuevas convenciones de Ginebra y París.

jueves, 17 de mayo de 2018

Sanidad militar: Síndrome de la Guerra del Golfo



El Síndrome de la Guerra del Golfo. 

El síndrome de la Guerra del Golfo (SGG) es un término ampliamente utilizado para referirse a las enfermedades sin explicación que ocurren en los veteranos de la Guerra del Golfo. 

A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del SSG. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes: fatiga, dolor en el sistema musculoesquelético, problemas cognoscitivos, erupciones cutáneas y diarrea, entre otros. 

Los síntomas del SGG pueden parecerse a los de otras condiciones médicas y continúan representando un problema frustrante para los veteranos afectados y para sus médicos. A pesar de las exhaustivas investigaciones, la causa del síndrome permanece sin explicación. 

El impacto del síndrome de la Guerra del Golfo. 

De acuerdo al Instituto Americano de Medicina Laboral y del Medio Ambiente (American College of Occupational and Environmental Medicine), al menos el 12 por ciento de los veteranos de la Guerra del Golfo están actualmente recibiendo alguna forma de compensación por discapacidad debido al SGG. 

 
Entre las causas posibles se incluyen las siguientes: 

Armas químicas, especialmente el gas neurotóxico, o el bromuro de piridostigmina, que se dio como una medida preventiva a los soldados con probabilidad de estar expuestos a armas químicas. 

Factores psicológicos, tales como el desorden de estrés post-traumático. Los veteranos con el síndrome de la Guerra del Golfo tienen mayores índices de enfermedades psiquiátricas acompañantes. 

Otros agentes químicos, tales como el humo proveniente de los incendios de las refinerías de petróleo, pesticidas, uranio agotado o la exposición a disolventes o líquidos corrosivos durante los procesos de reparación y mantenimiento. 

Tratamiento del síndrome de la Guerra del Golfo. 

Aunque no existe tratamiento específico para el SGG, las investigaciones sugieren que una propuesta llamada terapia conductista-cognoscitiva puede ayudar a los pacientes con síndromes sin síntomas específicos a llevar vidas más productivas al controlar activamente sus síntomas. 

El Departamento de Asuntos de los Veteranos (Department of Veterans Affairs) está dirigiendo un estudio de dos años, científicamente controlado, para determinar la efectividad de la terapia conductista-cognoscitiva en los veteranos con estos síntomas. 

Fuente:www.terra.com/salud

viernes, 23 de septiembre de 2016

Ejércitos: Fuerzas Terrestres del Reino de Suecia

 
El ejército sueco 

 

El Ejército sueco se entrena en combate terrestre y con unidades de defensa aérea que, en conjunto con la Fuerza Aérea y unidades navales, se puede implementar operativamente tanto en misiones nacionales como internacionales. 

El ejército, las fuerzas de tierra se reorientan hacia un cada vez más claro rol de respuesta rápida, la para cumplir una función que incluye la participación en operaciones internacionales. 

El fuerzas internacionales del ejército tienen que estar listas inmediatamente, una vez que la aprobación parlamentaria se ha dado, a participar en operaciones militares fuera de Suecia, las fronteras oficiales administrativas. Un número de unidades del ejército han sido incluidos en los registros de la fuerza internacional. Partes de estas unidades se encuentran en implementación en el contexto de las operaciones de mantenimiento de la paz. 



El ejército sueco se incluyen las unidades de los siguientes tipos: 

-Unidades mecanizadas, equipadas con tanques y otros vehículos blindados, poseen el mayor poder de fuego, y el poder de ataque general, de todas las unidades del ejército. Las unidades están entrenados y equipados para el combate contra cualquier adversario, tanto en zonas urbanas y en diferentes tipos de terreno. 
-Unidades de Caballería, que forman a los tropas especiales y especialistas de inteligencia y policía militar. Los soldados, que incluyen a las tropas aerotransportadas, tienen que ser capaces de operar tras las líneas enemigas, a menudo durante largos períodos, en todos los tipos de terreno y bajo cualquier condición climática. Las unidades de caballería también incluyen a la policía militar y unidades de seguridad. 



-Unidades de artillería que proporcionan formación en las operaciones de fuego en tierra indirectos, que abarca toda la cadena de sensores, a través de sistemas de mando y control para los sistemas de armas sí mismos. Los sistemas son capaces de lograr efectos de precisión a larga distancia y no se ven afectados por las condiciones climáticas. 
-Unidades de defensa aérea que entrenar a las unidades de defensa en tierra contra objetivos aéreos, que abarca toda la cadena de sensores, a través de los sistemas de mando y control, al aire armas de defensa propios sistemas. La tarea de estas unidades es de proteger, por ejemplo, los centros de población, las unidades militares y bases aéreas de los ataques desde el aire. 




-Unidades de Comando y Control de las unidades que forman el personal de las unidades de enlace y sobre todo para el comando y el control de las fuerzas de combate y de los deberes del personal superior, sino también unidades especiales en el campo de la guerra electrónica. 
-Unidades de ingenieros son las responsable del trabajo de campo, es decir, la alteración del terreno de varias maneras que impiden a un adversario, sino ayudar a las actividades de las propias unidades. despacho de las municiones es también una parte importante del trabajo de campo. 




-Unidades de logística que son responsables de mantener fuerzas de combate se suministra con, por ejemplo, la restauración, médicos e instalaciones de reparación. 



-Unidades QBRN que se ocupan de las amenazas e incidentes QBRN. Las principales funciones incluyen la detección, identificación, vigilancia, alerta, información, protección física y la gestión de riesgos. (CBRN Química =, Biológica, Radiológica y Nuclear). 

Organización 
El Inspector General del Ejército es el representante de más alto rango de las fuerzas terrestres del ejército sueco. Junto al Estado Mayor del Ejército en la Sede de las Fuerzas Armadas, el Inspector General lleva a la adquisición de materiales y otras actividades generadoras de capacidad, es decir, desarrollo de la fuerza y la formación de oficiales y reclutas del servicio nacional. 

El Comando Táctico del Ejército lidera las actividades de la utilización de estas capacidades, por ejemplo, en las operaciones y despliegue actuales y en los ejercicios más importantes, tanto en Suecia como en el extranjero. 


La Guardia Nacional 

 
La Guardia Nacional en Gotemburgo Fotógrafo: Lundahl Johan / Karlsson Alexander 

La Guardia Nacional constituye la mayor parte de las fuerzas de defensa territorial de Suecia. Inicio personal de la Guardia son voluntarios y son reclutados localmente. Sus deberes son para guardar y proteger la infraestructura sueca contra el sabotaje. 
Territorio de vigilancia, el trabajo de campo, proporcionando escoltas, la protección del transporte, la identificación de objetivos y la artillería manchas son otras tareas que la Guardia Nacional se puede esperar para llevar a cabo. Especial pelotones de respuesta rápida y las empresas tienen tareas más especializadas, un mayor periodo de formación y están equipadas con sus propios vehículos para garantizar la movilidad. Todas las unidades deben ser capaces de apoyar a la comunidad civil en tiempos de crisis o de desastres en tiempo de paz. 




Ocho de las organizaciones de defensa de voluntarios con personal de la Guardia Nacional, proporcionando las habilidades especiales y experiencia. 

Inicio unidades de la Guardia están capacitados tanto a nivel local como regional. Los comandantes, oficiales y otros especialistas también reciben capacitación en la Guardia Nacional de Lucha contra la Escuela de Vällinge, al sur de Estocolmo. 

Para ser aceptado en la Guardia Nacional debe ser un ciudadano sueco, por lo menos 18 años de edad y con al menos 85 días de entrenamiento militar básico. 

Logística de las Fuerzas Armadas 
 


Una organización logística eficaz es esencial para que las unidades operativas de las Fuerzas Armadas suecas han de tener éxito en sus tareas. La Logística de las Fuerzas Armadas de Suecia (SWAFLOG o FMLOG) tienen un papel clave en este sentido. Durante todo el día, durante todo el año, las FMLOG prestan apoyo logístico en forma de transporte, suministro de material, mantenimiento y una gama de servicios, principalmente en relación con las unidades de servicio. 

Cuando FMLOG proporciona apoyo a las unidades operativas en las misiones en el extranjero, trabajan estrechamente desde el principio, a la derecha a través hasta que el trabajo está hecho. Cuando la misión se ha completado, FMLOG asegura que la cadena logística se mantiene durante todo el camino a Suecia. 

Las tareas de las Fuerzas Armadas suecas también incluyen la prestación de apoyo a la comunidad civil en caso de crisis graves, como incendios forestales, tormentas e inundaciones. La FMLOG está siempre dispuesto a ayudar en estas situaciones. La ayuda proporcionada a raíz de las violentas tormentas de Per y Gudrun son ejemplos de cómo los recursos, el conocimiento y el equipo se puede poner a buen uso. 


Unidad de Telecomunicaciones y Redes de las Fuerzas Armadas 

 
La Unidad de Telecomunicaciones y Redes de las Fuerzas Armadas es una unidad de respuesta permanentemente desplegada, operativa, tanto a nivel nacional e internacional, en todos los niveles de respuesta. El FMTM es responsable de la infraestructura técnica de las Fuerzas Armadas y es una iniciativa conjunta de funcionamiento unidad de las Fuerzas Armadas en 16 localidades. 

Unidades de fuerzas especiales 


 
Operación Artemis en Congo de 2003. 
Fotógrafo: Försvarsmakten 


Las unidades especiales de las Fuerzas Armadas suecas "constituyen un recurso estratégico nacional directamente responsable ante el Comandante Supremo. Se componen de personal escogido puntualmente, especialmente entrenados y equipados para misiones que no podrían llevarse a cabo por las unidades convencionales. Sus tareas se podrían, por ejemplo, incluir la recolección de inteligencia o el rescate de ciudadanos suecos que desempeñan funciones en misiones internacionales. 
Las unidades de fuerzas especiales constan de un comando de fuerzas especiales y elementos de control y dos unidades, el grupo de protección especial (SGE) y el grupo especial de inteligencia (SIG), que están especialmente equipadas para el combate y la recolección de inteligencia, respectivamente. Hay también especialmente seleccionados, elementos de apoyo capacitado y equipado para el transporte aéreo y marítimo, asistencia técnica, logística y las funciones de médico. En conjunto, todos estos elementos constituyen un sistema capaz de trabajar solo o en conjunto con las unidades convencionales. 

Ámbito del empleo 
Las unidades de fuerzas especiales más frecuentemente empleado en las operaciones multinacionales. En estas situaciones el sistema de fuerzas especiales puede contribuir de un grupo específico integrado por un Grupo de Tareas de Operaciones Especiales, capaz de cumplir las principales tareas de combate, inteligencia y apoyo militar. 

La composición del grupo de tareas depende, y se adapta a la naturaleza de la tarea en sí. Esto significa que los soldados deben ser capaces de operar en elementos de la fuerza que van desde los pares de combate a grandes fuerzas de operaciones especiales. Debido a la naturaleza particular de las misiones que las fuerzas especiales para llevar a cabo, tienen que estar compuesto por personal muy selecta, en un constante estado de preparación y contará con un dispositivo que se adapta a la tarea y de muy alta calidad. 

Características 
Las principales características de las unidades de fuerzas especiales son su alta calidad, disponibilidad y movilidad, y su escaso número. Esto significa que tienen que trabajar con parámetros diferentes en comparación con las unidades convencionales. Las unidades de fuerzas especiales de luchar por la simplicidad en la planificación y ejecución de sus tareas, la imprevisibilidad a través de la utilización de métodos flexibles y no convencionales, la determinación en la ejecución de la tarea y un claro enfoque en la seguridad operativa en todas partes. Las unidades deben ser ligeramente armados para garantizar la alta movilidad, tanto táctica como estratégica. La seguridad operativa, la acción rápida y el poder de fuego son aspectos vitales de la protección. 

Los mismos criterios de disponibilidad y de alta calidad también se aplica a las unidades de apoyo en sus propios ámbitos de competencia. Esto coloca a estrictas exigencias sobre el personal que integran estas unidades, y pide que el más alto grado de dedicación. 

Fuente 1 

Fuente 2
Fuente 3
Fuente 4
Fuente 5





viernes, 11 de marzo de 2016

SGM: La trama del ataque de Doolittle a Japón

La historia no contada del vengativo ataque japonés después de la incursión de Doolittle
Cuando los EE.UU. respondió a Pearl Harbor con un bombardeo sorpresa de Tokio, el Ejército Imperial sacó su furia sobre el pueblo chino



La cubierta de vuelo del portaaviones Hornet estadounidense, unos 800 kilómetros de Tokio, Japón, donde muestra algunos de 16 Billy Bombers Mitchell (B-25), bajo el mando del Mayor Jimmy Doolittle, justo antes de que se guiaron fuera de la cabina de vuelo para histórico Incursión en Tokio, abril de 1942. (Bettmann / Corbis)

Por James M. Scott - SMITHSONIAN.COM

Al mediodía del 18 de abril de 1942, 16 bombarderos del Cuerpo Aéreo del Ejército estadounidense, bajo el mando del piloto temerario teniente coronel Jimmy Doolittle, tronó en los cielos de Tokio y otras ciudades industriales japoneses clave en un ataque sorpresa diseñado para vengar el ataque a Pearl Harbor . A los 80 pilotos de bombardeo voluntarios, que despegó de la mañana desde el portaaviones Hornet, la misión era unidireccional. Después de atacar a Japón, la mayoría de las tripulaciones aéreas volarían a la China Libre, donde el poco combustible, los hombres o bien rescatados o aterrizaron en la costa y fueron rescatados por los pobladores locales, la guerrilla y los misioneros.

Esa generosidad mostrada por los chinos desencadenaría una represalia horrible por los japoneses que se cobró un estimado de cuartos de millón de vidas y llevarían a comparaciones con la Violación de Nanking de 1937-1938. Autoridades militares estadounidenses, conscientes de que una incursión en Tokio se traduciría en un contragolpe feroz en la China libre, vieron la misión a través independientemente, incluso manteniendo la operación en secreto de sus aliados de teatro del Pacífico. Este capítulo de la incursión de Doolittle ha ido en gran parte no declarada, hasta ahora.

Registros largamente olvidados de misioneros descubiertos en los archivos de la Universidad DePaul, por primera vez arrojan nueva luz sobre el grado en que los chinos sufrieron a raíz de la incursión Doolittle.

'Target Tokio: Jimmy Doolittle y el
RAID que Avenged Pearl Harbor
En los momentos después del ataque a Tokio, los líderes japoneses analizaron la redada, que se había puesto de manifiesto las provincias costeras de China como un peligroso punto ciego en la defensa de la patria. Los portaaviones estadounidenses no sólo podrían lanzar ataques por sorpresa de los mares y la tierra de forma segura en China, sino que podría posiblemente incluso volar bombarderos directamente desde aeródromos chinos para atacar Japón. El ejército japonés ordenó de inmediato una campaña contra los aeródromos de importancia estratégica, con la emisión de un plan operativo a finales de abril, pocos días después de la incursión Doolittle.

Los relatos de los sobrevivientes apuntan a un objetivo ulterior: castigar a los aliados chinos de las fuerzas de Estados Unidos, en especial los pueblos donde los aviadores estadounidenses habían rescatados después de la redada. En ese momento, las fuerzas japonesas ocuparon Manchuria, así como los puertos costeros clave, ferrocarriles y centros industriales y comerciales en China.

Los Estados Unidos no tenía ni botas sobre el terreno ni la fe de que el ejército chino podría repeler cualquier avance más lejos por las fuerzas de ocupación japonesas. Los detalles de la destrucción que pronto seguimiento del mismo modo los funcionarios en Washington y Chungking, la capital provisional de China, e incluso Doolittle, había predicho-serían mucho provenir de los registros de los misioneros estadounidenses, algunos de los cuales habían ayudado a los asaltantes. Los misioneros sabían de la ira potencial de los japoneses, que han vivido bajo una tenue paz en esta región fronteriza al sur de la China ocupada. Las historias de las atrocidades de Nankín, donde el río se había vuelto rojo de sangre, habían circulado ampliamente. Cuando los japoneses entraron en una ciudad, "lo primero que se ve es un grupo de soldados de caballería," Herbert Vandenberg, un sacerdote estadounidense, recuerda. "Los caballos tienen en las botas de color negro brillante. Los hombres llevan botas y un casco. Están llevando metralletas ".


Restos del avión de mayor general Doolittle en algún lugar de China después de la redada en Tokio. Doolittle está sentado sobre los restos de la derecha. (Corbis)

Vandenberg había escuchado las transmisiones de noticias de la incursión de Tokio en el compuesto misión en la ciudad de Linchwan, hogar de cerca de 50.000 personas, así como a la iglesia católica más grande en el sur de China, con una capacidad para atender a todos los que un millar. Días después de las letras de raid alcanzaron Vandenberg de las misiones cercanas en Poyang y Ihwang, informándole que los sacerdotes locales atendidos algunos de los aviadores. "Ellos vinieron a nosotros a pie," Vandenberg escribió. "Estaban cansados ​​y hambrientos. Su ropa estaba hecha jirones y arrancado de bajar por las montañas después de rescatar. Les dimos pollo frito. Nos vestimos sus heridas y lavaron sus vestidos. Las monjas cocieron tortas para los aviadores. Les dimos nuestras camas ".

A principios de junio, la devastación había comenzado. Padre Wendelin Dunker observó el resultado de un ataque japonés a la ciudad de Ihwang:

"Le dispararon a cualquier hombre, mujer, niño, vaca, cerdo, o cualquier cosa que se moviera, Violaron a cualquier mujer de las edades de 10 a 65, y antes de la quema de la ciudad saquearon a tope."

Continuó, escribiendo en su libro de memorias inéditas, "Ninguno de los seres humanos asesinados fueron enterrados tampoco, pero se quedaron a sentar en el suelo a la putrefacción, junto con los cerdos y vacas."

Los japoneses entraron en la ciudad amurallada de Nancheng al amanecer en la mañana del 11 de junio, a partir de un reinado de terror tan horrendas que los misioneros serían posteriormente copiados en  "la Violación de Nancheng." Los soldados detuvieron a 800 mujeres y ellos hacinados en un almacén fuera la puerta del este. "Durante un mes los japoneses permanecieron en Nancheng, vagando por las calles llenas de escombros en la ropa de lomo de gran parte del tiempo, bebido una buena parte del tiempo y siempre en la búsqueda de mujeres", escribió el reverendo Frederick McGuire. "Las mujeres y los niños que no se escapan de Nancheng se recordará por mucho tiempo los japoneses-las mujeres y las niñas, ya que fueron violadas una y otra vez por las tropas imperiales de Japón y ahora están asolados por las enfermedades venéreas, los niños porque ellos lloran sus padres, que habían sido muertos a sangre fría por el bien del "nuevo orden" en el este de Asia ".

Al final de la ocupación, las fuerzas japonesas destruyeron sistemáticamente la ciudad de 50.000 habitantes. Los equipos despojaron a Nancheng de todas las radios, mientras que otros saquearon los hospitales de medicamentos e instrumentos quirúrgicos. Los ingenieros no sólo destruyeron la planta eléctrica, sino que detuvieron las líneas de ferrocarril, el envío del hierro a cabo. Un escuadrón incendiaria especial comenzó a funcionar el 7 de julio en la sección sur de la ciudad. "Esta quema planificada se realizó durante tres días", un periódico chino informó, "y la ciudad de Nancheng convirtió en la tierra chamuscada."

Durante el verano, los japoneses arrasaron unos 20.000 kilómetros cuadrados. Saquearon las ciudades y pueblos, y luego robaron miel y colmenas dispersas. Soldados devoraron, se alejaron, o simplemente sacrificados miles de vacas, cerdos y otros animales de granja; algunos naufragó sistemas de riego vitales y establecer cultivos en el fuego. Destruyeron puentes, carreteras y campos de aviación. "Al igual que un enjambre de langostas, que dejaron más que destrucción y el caos", escribió Dunker.


Cuatro de los aviadores americanos que asaltaron Tokio mueca de debajo de sombrillas chinas que les prestaron. (Bettmann / Corbis)

Aquellos descubierto de haber ayudado a los asaltantes Doolittle fueron torturados. En Nancheng, los soldados obligaron a un grupo de hombres que habían alimentado los aviadores para comer heces antes alineando diez de ellos para un "concurso de bala" para ver cómo muchas personas una sola bala atravesaría antes de detenerse. En Ihwang, Ma Ing-lin, que había acogido piloto herido Harold Watson en su casa, estaba envuelto en una manta, atado a una silla y empapado en queroseno. Entonces los soldados obligaron a su esposa que le antorcha.

"Poco los hombres se dan cuenta de Doolittle", el reverendo Charles Meeus más tarde escribió, "que esos mismos pequeños regalos que dieron sus salvadores en agradecido reconocimiento de sus paracaídas hospitalidad-, guantes, cinco, diez, paquetes-haría cigarrillos, unas semanas más tarde, convertido en la evidencia inequívoca de su presencia y llevan a la tortura y la muerte de sus amigos! "

Un misionero con la Iglesia Unida de Canadá, el reverendo Bill Mitchell viajó en la región, la organización de ayuda en nombre del Comité Church sobre China Socorro. Mitchell se reunió estadísticas de los gobiernos locales para proporcionar una instantánea de la destrucción. Los japoneses volaron 1.131 incursiones contra destinados destino mata 10.246 personas de Chuchow-Doolittle y dejar otro 27.456 indigentes. Destruyeron 62.146 casas, robaron 7.620 cabezas de ganado, y quemaron el 30 por ciento de los cultivos.

"De veintiocho mercado de ciudades en esa región", informe de la comisión señaló que "sólo tres escaparon la devastación." La ciudad de Yushan, con una población de 70.000 -muchos de los cuales habían participado en un desfile encabezado por el alcalde en honor raiders de Davy Jones y Hoss Wilder-sierra 2.000 muertos y 80 por ciento de las casas destruidas. "Yushan fue una vez una gran ciudad llena de casas mejores que el promedio. Ahora usted puede caminar a través de la calle tras calle sin ver nada más que ruinas, "Padre Bill Stein escribió en una carta. "En algunos lugares se puede ir a varios kilómetros sin ver una casa que no se quemó."

Ese mes de agosto, el grupo de Japón secreto bacteriológica guerra, Unidad 731, lanzaron una operación para que coincidiera con la retirada de las tropas japonesas de la región.

En lo que se conocía como el sabotaje bacteriana tierra, tropas contaminar pozos, ríos y campos, con la esperanza de enfermar a los pobladores locales, así como las fuerzas chinas, que, sin duda, regresar a casa y reocupar la región fronteriza, tan pronto como los japoneses partieron. En el transcurso de varias reuniones, la Unidad 731 oficiales al mando debatieron las mejores bacterias de usar, de decidirse por la peste, el ántrax, el cólera, la fiebre tifoidea, paratifoidea y, todo lo cual se extiende a través de aerosol, las pulgas, y la contaminación directa de las fuentes de agua. Para la operación, se les ordenó a casi 300 libras de paratifoidea y ántrax gérmenes.

Técnicos llenaron botellas de peptona con la bacteria tifoidea y paratifoidea, ellos empaquetan en cajas etiquetadas "Abastecimiento de Agua", y volaron a Nanking. Una vez en Nanking, los trabajadores transfirieron a las bacterias a matraces metálicas-sólo las que se utilizan para beber agua y ellos volaron en las zonas de destino. Tropas luego arrojaron los frascos en pozos, pantanos, y los hogares. El japonés también prepararon 3.000 rollos, contaminados con fiebre tifoidea y paratifoidea, y se los entregó a los prisioneros chinos hambrientos de guerra, que fueron liberados luego ir a casa y propagar enfermedades. Los soldados dejaron otros 400 galletas infectadas con cerca de vallas tifoidea, bajo los árboles, y alrededor de las áreas de vivac para hacer que parezca como si las fuerzas en retirada ellos habían dejado atrás, sabiendo que los lugareños hambrientos los devorarían.


Pilotos del Mayor General Doolittle en China después de la incursión de Doolittle sobre Tokio de 18 de abril de 1942. (Corbis)

Devastación de la región hacía difícil concuerda que se enfermó y por qué, sobre todo desde que los japoneses habían saqueado y hospitales y clínicas quemados. Los miles de cadáveres putrefactos humana y el ganado que obstruyen pozos y cubrían los escombros también contaminaron el agua potable. Por otra parte, la empobrecida región, donde los aldeanos a menudo defecaban en agujeros al aire libre, había sido propenso a este tipo de brotes antes de la invasión. La evidencia anecdótica obtenida de los misioneros y los periodistas demuestra que muchos chinos cayó enfermo de malaria, la disentería y el cólera, incluso antes de que los japoneses los informes, comenzó la operación.

Periodista chino Yang Kang, quien viajó la región para el periódico Takung Pao, visitó el pueblo de Peipo a finales de julio. "Los que regresaron a la aldea después de que el enemigo había evacuado cayó enfermo con nadie salvo," ella escribió. "Esta era la situación que tuvo lugar no sólo en Peipo sino en todas partes."

En diciembre de 1942, la radio de Tokio informó brotes masivos de cólera, y en la primavera siguiente, los chinos informaron de que una epidemia de peste obligó al gobierno a poner en cuarentena la ciudad Chekiang de Luangshuan. "Las pérdidas sufridas por nuestro pueblo", una más tarde escribió, "era inestimable." Algunas de las víctimas de la Unidad 731 incluidos los soldados japoneses. Un cabo de la lanza capturado en 1944 dijo a los interrogadores estadounidenses que al alza de 10.000 soldados se infectaron durante la campaña Chekiang.

"Las enfermedades fueron particularmente el cólera, sino también la disentería y las plagas", un informe de inteligencia estadounidense afirmó. "Las víctimas eran por lo general se apresuraron a hospitales de retaguardia, en particular el Hospital del Ejército Hangchow, pero las víctimas del cólera, por lo general se tratan demasiado tarde, en su mayoría murieron." El prisionero vio un informe que enumera 1.700 muertos, la mayoría de cólera. Muertes reales probablemente eran mucho más altos, dijo, "que sea una práctica común para recortar figuras desagradables."

La campaña de tres meses a través Chekiang y Chiangsí enfureció a muchos en el ejército chino, que entendía que, como consecuencia de un ataque estadounidense diseñado para levantar el ánimo de los estadounidenses. Funcionarios en Chungking y Washington habían retenido deliberadamente detalles de la incursión de Estados Unidos desde gobernante chino Chiang Kai-shek, asumiendo los japoneses tomar represalias.

"Después de haber sido tomado por sorpresa por la caída de las bombas estadounidenses sobre Tokio, las tropas japonesas atacaron las zonas costeras de China, donde muchos de los aviadores americanos habían aterrizado", Chiang telegrafió a Washington. "Estas tropas japonesas sacrificados cada hombre, mujer y niño en esas áreas. Permítanme repetir-estas tropas japonesas sacrificados cada hombre, mujer y niño en esas áreas ".

Noticias goteaba en los medios de comunicación de Estados Unidos en la primavera de 1943 como misioneros que fueron testigos de las atrocidades volvieron a casa. The New York Times publicó un editorial, "Los japoneses han elegido como quieren representarse a sí mismos en el mundo. Vamos a llevarlos a su propia valoración, por su propia actuación. No debemos olvidar, y veremos que se paga una multa ".

El diario Los Angeles Times fue mucho más contundente:

Decir que estos asesinatos fueron motivados por la cobardía y salvajismo es decir lo obvio. Los señores de la guerra Nippon así mismos han demostrado estar hecho de metal más vil ...

Esos avisos, sin embargo, no obtuvieron mucha tracción, y la masacre se olvidan pronto. Fue una tragedia mejor descrito por un periodista chino en el momento. "Los invasores hechas de un país floreciente rico un infierno humano", escribió el reportero, "un cementerio horripilante, donde el único ser vivo que vimos por millas era un perro como un esqueleto, que huyeron despavoridos ante nuestra aproximación."

sábado, 29 de agosto de 2015

Guerra de Vietnam: Operaciones de manipulación de clima

La manipulación del tiempo durante la guerra de Vietnam



Distribución Agente Naranja en la guerra de Vietnam
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miércoles, 10 de junio de 2015

SGM: 10 extraños inventos militares (3/3)

10 máquinas de guerra, prototipos y diseños bizarros de la Segunda Guerra Mundial

Parte 3/3
Parte 1 Parte 2 Parte 3

War History Online


(8) Landkreuzer P. 1000 Ratte, diseño de super tanque experimental (1942-1943)


Comparación de tamaño entre tanks- alemán Landkreuzer P. 1000 Ratte, Panzer VIII Maus y tanques Tiger II
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viernes, 4 de julio de 2014

PGM: 14 herencias de la contienda

Catorce herencias que cambiaron el mundo
El mundo cambió radicalmente después de la Gran Guerra. Cayeron los valores tradicionales y aparecieron movimientos alternativos como el pacifismo o el feminismo. Se desarrollaron las las armas químicas y la cirugía estética. Cuatro imperios desaparecieron para dar lugar a las grandes transformaciones europeas
El País


La agricultura en Francia durante la Gran Guerra recayó sobre las mujeres. / CORBIS

1. La guerra se vuelve tecnológica

La guerra que tenía que servir para acabar con todas las guerras fue en realidad el comienzo de todos los conflictos modernos, el arranque de las "tempestades de acero" que describió Ernst Jünger. El historiador Max Hastings lo relata con precisión en su libro 1914. El año de la catástrofe cuando narra cómo los soldados franceses, vestidos con sus colores brillantes, avanzaban hacia el fuego enemigo bajo la música de tambores y clarines. "Las consecuencias fueron evidentes", escribe Hastings. "El 22 de agosto el Ejército francés sufrió bajas en una escala nunca superada por ningún otro ejército en una guerra".

Con la I Guerra Mundial, la revolución técnica llegó a los campos de batalla y cambió para siempre la forma en que se enfrentaban los Ejércitos. La tecnología se convirtió en un elemento esencial en el arte de la guerra. Se podría argumentar que ya lo había sido a lo largo de la historia (¿Se hubiese producido la Conquista de América sin la pólvora? ¿Roma hubiese conquistado el mundo conocido sin la superior organización de sus Ejércitos?); pero nunca fue tan importante y, sobre todo, tan destructiva aunque muchos militares tardaron demasiadas batallas y bajas en reconocerlo. Adam Hochschild describe en su ensayo sobre el conflicto Para acabar con todas las guerras cómo fueron entrando esas novedades en el campo de batalla: el submarino y los bombardeos aéreos de civiles, el carro de combate (pesaba 28 toneladas y avanzaba a tres kilómetros por hora), los ataques con gases tóxicos… Pero, por encima de todo, la innovación más importante fueron las alambradas de espino, el arma definitiva y también la más sencilla, que permitió que la guerra se estancase en las trincheras.

Douglas Haig, el discutido jefe de las fuerzas británicas en Francia, escribió con indudable lucidez al final del conflicto: "Algunos entusiastas de ahora profetizan que el avión, el carro de combate y el automóvil reemplazarán al caballo en las guerras del futuro pero yo creo que es probable que, en el futuro, el valor y las oportunidades del caballo sean tan grandes como siempre. Los aviones y los carros de combate solo son accesorios para el hombre y el caballo". Como tantas otras veces, no podía estar más equivocado. Guillermo Altares (El País)

2. Las armas químicas en Europa

Los intentos de limitar las armas químicas con la Conferencia de Bruselas en 1874 y el Convenio de La Haya en 1899 no sirvieron para nada. Entre 1914 y 1918, los ingleses, los alemanes y los franceses recurrieron al uso de sustancias tóxicas, a veces mortales, en el campo de batalla.

Ya en otoño de 1914, los frenceses emplearon gas lacrimógeno que arrojaban a las trincheras enemigas. En abril de 1915, los alemanes, con una industria química más desarrollada que sus adversarios, esparcieron sustancias cloradas con ayuda de unas garrafas cuyo contenido se propagaba con la ayuda del viento. La escalada continuó con el uso de obuses cargados de gases nuevos como el fosgeno, más tóxico que las moléculas anteriores. En julio de 1917, los alemanes fueron más allá con el gas mostaza, también conocido como yperita, por el nombre de la ciudad (Ypres) en la que se utilizó por primera vez. Se trata de una molécula que no ataca solo las vías respiratorias sino también los ojos y la piel. Además, en las zonas por las que se ha propagado, el gas persiste y crea complicaciones para los combatientes.

Las armas químicas se convirtieron en un símbolo, pero su papel estratégico y militar no fue tan importante"
Olivier Lepick, autor de La Grande guerre chimique
"Pese a todo, el número de víctimas de las armas químicas, menos de 500.000, es limitado en relación con el número total", afirma Olivier Lepick, autor de La Grande guerre chimique (PUF, 1998). "Las armas químicas dejaron huella en el ánimo y se convirtieron en un símbolo de la guerra, pero su papel estratégico y militar no fue tan importante". Tras el conflicto, se firmaron nuevos acuerdos para prohibir su uso, en especial el Protocolo de Ginebra de 1925, pero que no preveía ningún método de control. Para eso hubo que esperar al acuerdo firmado por Naciones Unidas en 1993, que, además de declarar ilegales alrededor de 40 moléculas, crea un cuerpo de inspectores, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, que en 2013 recibió el Premio Nobel de la Paz. David Larousserie (Le Monde)

3. La transformación de Oriente Próximo

La Primera Guerra Mundial y los tratados que la siguieron transformaron el mapa de Oriente Próximo al crear nuevos Estados y nuevas realidades políticas en el territorio del derrotado imperio otomano. La rivalidad entre Gran Bretaña y Francia, la expansión del nacionalismo árabe, las ambiciones sionistas en Palestina y el nacimiento de la Turquía moderna cambiaron la faz de la región. Una de las ironías más formidables de la historia es que las líneas que se trazaron en las arenas de la guerra están empezando a difuminarse un siglo después.

El acuerdo Sykes-Picot de 1916 dividió en secreto los antiguos territorios otomanos en zonas de influencia británica y francesa. El sistema de mandatos creado por la Liga de Naciones en el periodo de entreguerras solo prometió llegar a un autogobierno, no a la independencia inmediata por la que Sharif Hussein había lanzado desde La Meca una revuelta en el desierto contra los turcos, con la ayuda del coronel T. E. Lawrence ("de Arabia"). Y, en otro ejemplo de promesas contradictorias, la Declaración Balfour de 1917 ofreció el apoyo del Reino Unido a la creación de un "hogar nacional" para los judíos en Tierra Santa, y así sentó las bases para el nacimiento de Israel y el conflicto más difícil de resolver del mundo contemporáneo. Desde entonces, los historiadores no dejan de discutir sobre este enredo diplomático y sus funestas repercusiones.

Los mayores perdedores de la lotería de la posguerra en Oriente Próximo fueron los kurdos

Las diferencias étnicas, sectarias y tribales importaban poco a los encargados de diseñar el mapa en la era colonial. Irak se formó mediante la fusión de tres provincias otomanas, dominadas respectivamente por los chiíes, los suníes y los kurdos. Además, quedó separado de Kuwait, un dato que posteriormente daría pie a conflictos. Su rey era hachemita, procedía de la Península Arábiga y había sido expulsado de Siria; también lo era el rey de la vecina Jordania, nacida de un plumazo de Winston Churchill después de un almuerzo empapado en alcohol, celebrado en El Cairo en 1921. Líbano se arrancó a la "Gran Siria" con el propósito de establecer un hogar para los cristianos cuyo apoyo reforzaría la influencia de Francia.

Los mayores perdedores de la lotería de la posguerra en Oriente Próximo fueron los kurdos. Hoy, este pueblo, que aún carece de Estado, al menos disfruta de un gran grado de autonomía regional, además de una paz relativa, en el Estado federal de Irak, mientras que sus compatriotas en Siria controlan áreas a las que no llegan las fuerzas de Bashar el Asad. La propia idea del nacionalismo árabe está en peligro, por culpa de los extremistas sectarios que apelan al islam para crear un nuevo califato (abolido por los turcos recién secularizados en 1922). Entre los enemigos de El Asad se encuentra un grupo yihadista vinculado a Al Qaeda. Su nombre en árabe es "El Estado Islámico en Irak y al Sham (Siria y Líbano)", una eliminación deliberada de las fronteras posteriores a la Primera Guerra Mundial. Ian Black (The Guardian)

4. La guerra y el movimiento obrero

Para el movimiento obrero y socialista europeo, así como para el incipiente movimiento sindical, el estallido de la Primera Guerra Mundial representa un golpe terrible. A pesar de la gran fuerza organizada de países como Alemania, Gran Bretaña y Francia, las direcciones de los partidos socialistas y socialdemócratas no acaban de movilizarse contra la guerra en el fatídico verano de 1914; la Internacional se hace añicos. Los partidos y las primeras organizaciones sindicales (con la excepción inicial de Italia, que conserva su neutralidad hasta mayo de 1915 y donde los socialistas mayoritarios seguirán oponiéndose a la guerra) se ven absorbidos en el esfuerzo productivo y bélico. Durante mucho tiempo, los obreros de las grandes industrias —en especial los obreros especializados, decisivos para la producción de maquinarias y armas indispensables para alimentar la monstruosa guerra de materiales en el frente— no solo están exentos de llenar las filas de un ejército que está formado en casi todas partes por campesinos, sino que además gozan de condiciones salariales y alimentarias especialmente favorables. A cambio, se prohíben las huelgas y los sectores estratégicos quedan sometidos a la disciplina militar.

Los partidos y las primeras organizaciones sindicales se ven absorbidos en el esfuerzo productivo y bélico

Pero la guerra, año tras año, destruye vidas y recursos: al tiempo que, en el frente, la situación militar parece estancada, empeoran gradualmente el abastecimiento de comida, el nivel de vida de las poblaciones civiles y las condiciones de los obreros en la fábrica. A partir de 1916, en los partidos socialistas, las facciones minoritarias empiezan a entablar un diálogo para buscar una solución pacífica al conflicto, mientras que en Rusia estalla la Revolución de febrero y después octubre de 1917. La situación cambia por completo: la presión política y social revolucionaria, la imposibilidad de sostener el sacrificio y el deseo desesperado de paz revitalizan y transforman de manera radical los partidos y las organizaciones sindicales de todos los países beligerantes. El fin del conflicto, en noviembre de 1918, deja como legado histórico un movimiento sindical europeo agresivo y organizado. Roberto Giovannini (La Stampa)

5. El gas venenoso

En verano de 2013 se podía sentir. Las imágenes de los niños muertos en Damasco. La indignación en la voz del presidente de Estados Unidos, Barak Obama. Habló de una "línea roja", y no se trataba de las meras cifras de muertos, sino de un tabú moral. Hoy día, la utilización de gas tóxico como arma de guerra es considerada universalmente un crimen, porque el recuerdo de 1915 —de un cruel experimento con horribles derivaciones— sigue vivo.

La prueba comenzó el 22 de abril de ese año. Los soldados alemanes, atrincherados cerca de la ciudad belga de Ypres, abrieron casi 6.000 recipientes de acero con cloro líquido. El viento transportó el gas, 2,5 veces más pesado que el aire, hasta sus enemigos británicos sobre un frente de unos seis kilómetros de ancho. El gas, que dañaba los pulmones, cogió desprevenidos a los soldados británicos. Mató a 3.000 de ellos. Poco después, todas las partes beligerantes lo empleaban: flotaba viscoso sobre los campos de batalla, provocaba la creación de zonas de restricción, causó lesiones a más de un millón de personas y mató a 70.000.


Un lancero alemán protegido con máscara de gas en marzo de 1917. / CORBIS

Una característica del gas tóxico, que hizo que finalmente fuese prohibido por el Derecho Internacional en 1925, es su crueldad: el 10 de julio de 1917, las tropas alemanas lanzaron por primera vez el agente "cruz azul", que atravesaba los filtros de las máscaras de gas y obligaba a quitárselas por la insoportable irritación que producía. Su apodo: rompemáscaras.

La segunda característica es que mata sin distinción. Es imposible alcanzar a un objetivo preciso. Mata a los soldados exactamente igual que a los civiles o a los niños. Ronen Steinke (Süddeutsche Zeitung)

6. Desarrollo de la cirugía

La cirugía se ha desarrollado en gran parte gracias a lo que ha ido aprendiendo en las guerras. La Primera Guerra Mundial no fue ninguna excepción, pero, cuando estalló, era un arte que acababa de entrar en la modernidad. Hubo que esperar a la Segunda Guerra Mundial para que llegasen los antibióticos capaces de curar e incluso prevenir infecciones que hasta entonces dejaban impotentes a los cirujanos, así como para la implantación de las técnicas de reanimación. Sin embargo, durante la Gran Guerra, y sobre todo inmediatamente después, los hospitales civiles y militares fueron escenario de una cirugía experimental.

En aquel conflicto, la utilización de armas nuevas, en particular los bombardeos masivos y los gases de combate, transformó la situación. La guerra de posiciones y las trincheras provocaron un aumento de las heridas en la cabeza y el rostro, las partes más expuestas a los disparos enemigos. Muchos combatientes salieron vivos pero lisiados, mutilados, desfigurados. Eran los gueules cassées (los caras rotas), según la expresión acuñada en Francia por el coronel Yves Picot, primer presidente de la Unión de heridos en el rostro y la cabeza, fundada en 1921.

Al acabar la Primera Guerra Mundial, Francia tenía alrededor de 6,5 millones de inválidos de guerra. Los cirujanos de los países implicados tuvieron que enfrentarse a una avalancha de gueules cassées, a los que trataron de devolver un rostro humano y mitigar su calvario en el momento de la vuelta a la vida civil. Faltaba carne, faltaba hueso, así que hubo que hacer injertos, una técnica que se desarrolló a tientas, igual que lo hizo, en la misma época y por las mismas razones, la transfusión sanguínea. Y junto a los injertos óseos o cutáneos, también empezaron a utilizarse prótesis y aparatos que parecían más instrumentos de tortura, sin lograr siempre, ni mucho menos, hacer milagros. Paul Benkimoun (Le Monde)

7. "Tu país te necesita"

"Tu país te necesita". Cuando en septiembre de 1914 los británicos comenzaron a ver este lema en carteles pegados por las calles de todo el país todavía no se habían apagado los ecos de los vítores, las canciones patrióticas y las marchas militares que resonaron en la estación Victoria de Londres como despedida a los soldados que marchaban al continente para luchar contra los soldados del Kaiser Guillermo II. Similares escenas se produjeron en París y Berlín. En la opinión pública europea estaba instalada la idea de que la guerra sería corta. A los sumo, unas pocas batallas, decisivas eso sí y naturalmente ganadas por el propio bando. Y luego todos a casa. La guerra era cosa de caballeros y las noticias de las sucesivas victorias de las tropas imperiales en lugares remotos de la geografía mundial multiplicaban esa idea romántica del riesgo y la muerte heroica.

Pero esa guerra, “la Gran Guerra”, se llevaría muchas cosas por delante. Apenas un mes después Lord Kitchener, secretario de Estado de Guerra, supo que ni la guerra sería corta, ni el problema serían la falta de balas, sino la falta de combatientes. Que una cosa era luchar contra ejércitos indígenas, o muy por detrás en términos de tecnología bélica, y otra contra un Ejército moderno extremadamente entrenado y dirigido por una selecta élite militar y militarista. "Esto no es la guerra, esto es el fin del mundo", escribía un muchacho de un regimiento británico de la India a su padre. Hacían falta hombres y urgentemente. Y es que con el nuevo armamento los muertos diarios no se contabilizaban por decenas sino por miles. Francia tenía ejércitos de leva prácticamente desde la Revolución, Alemania desde 1870, Rusia desde 1905. Millones de hombres disponibles, si no para luchar, al menos si para ser enviados al frente. Pero Reino Unido jamás en su historia, al menos desde la existencia de señores feudales, había recurrido al reclutamiento forzoso.

Sirvieron y murieron juntos. Muchos pueblos vieron como en una tarde morían casi todos sus hombres jóvenes

La respuesta al "Tu país te necesita" fue entusiasta. Cientos de miles de personas se apuntaron y se aplicó la regla de "quienes se alistan juntos, combaten juntos". Fueron destinados, o formaron los mismos batallones, que se autodenominaban "colegas" y "camaradas". Así se formaron por ejemplo el Batallón de Camaradas de Liverpool, formado principalmente por corredores de comercio de la city de esa ciudad inglesa, o los Colegas de Accrington o los Camaradas de Oldham, en referencia a sus localidades. Pero el índice de mortalidad en el campo de batalla era de una crueldad jamás vista en la historia de la humanidad. Se apuntaron juntos, sirvieron juntos y murieron juntos. Muchos pueblos vieron como en una tarde morían casi todos sus hombres jóvenes.

La guerra se enfangó. Literalmente. Los primeros aviadores que surcaban los cielos de Europa veían una cicatriz negra que durante cientos de kilómetros rompía el verde los campos. Una línea de frente que prácticamente durante dos años permaneció invariable. Lo único que cambiaba eran los hombres que ocupaban las trincheras. Nuevas remesas que reemplazaban sin cesar a los muertos y heridos. En marzo de 1916 Reino Unido adoptó una decisión drástica. Por primera vez en su historia, todos los hombres solteros de entre 18 y 41 años fueron reclutados con la excepción de religiosos, profesores, algunos profesionales metalúrgicos y los declarados incapaces. Si alguno se casó para evitar el frente, erró en su decisión. En mayo la medida afectaba también a los casados.

El reclutamiento obligatorio, y las causas que lo provocaban, dio una nueva perspectiva a la idea de la guerra. Unas 200.000 personas se manifestaron en el centro de Londres. En Francia, que sólo en los primeros meses de la contienda perdió 300.000 hombres fue causa de extendidos motines en 1917 que hicieron tambalearse el frente. En Rusia, la presencia de reclutas en San Petersburgo durante los disturbios de febrero de ese mismo año fue decisiva en la caída del zar Nicolás II.

“Tu país te necesita” se convirtió en un símbolo de sacrificio que los civiles británicos pagaron con creces

Los conscriptos británicos tuvieron su bautismo de fuego apenas semanas después de ingresar a filas. Ataviados con sus ropajes en los que no había ninguna protección excepto un casco plato fueron lanzados a la batalla de Somme, el 1 de julio de 1916 y durante los meses siguientes protagonizaron lo que constituye la mayor tragedia militar de Reino Unido en el siglo XX y en toda su historia. Los muertos británicos ascendieron a 419.654. El entusiasmo había dado paso al desengaño y este al horror.

La guerra no cesó en su demanda de combatientes. En los últimos meses de la guerra el Gobierno amplió la edad de reclutamiento a los 51 años y lo mantuvo hasta 1920. Acabada la contienda en 1918 el Ejército profesional estaba tan diezmado que era imposible mantener el imperio si los reclutas forzosos volvían a la vida civil. "Tu país te necesita" se convirtió en un símbolo de sacrificio que los civiles británicos pagaron creces. Jorge Marirrodriga (El País)

8. La emancipación de la mujer

Una de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial fue la emancipación de la mujer: este es uno de los clichés que distorsionan en numerosos relatos la realidad del conflicto.

Es una cuestión que los historiadores siguen debatiendo. No cabe duda de que, durante la guerra, las mujeres se ocuparon de tareas que antes habían sido fundamentalmente masculinas, no cabe duda de que obtuvieron derechos políticos más importantes en varios países como el Reino Unido, no cabe duda de que ciertas modas como él estilo à la garçonne representaron una liberación de los códigos femeninos tradicionales. Pero en realidad, el trabajo femenino ya estaba aumentando antes de 1914, y, al terminar la guerra, muchas mujeres regresaron a sus tareas anteriores.

La feminización del trabajo fue limitada y dependía de los sectores. Se incrementó en el comercio, las profesiones liberales y la banca. Por otro lado, a la mujer se le negaban todavía muchos derechos. (En Francia no pudo votar hasta 1944, mientras que en Alemania lo hizo en 1919 y en el Reino Unido obtuvo el derecho al voto en 1918 para las mayores de 30 años y en 1928 a los 21, igual que los hombres.) Y, sobre todo, las formas de emancipación de los papeles tradicionales solían ser muy limitadas, social y cuantitativamente. Varios estudios recientes destacan este periodo como una etapa de transición que prepara el terreno para las evoluciones posteriores. Nicolas Offenstadt (Le Monde)

9. Los aristócratas y la guerra

Los hijos de las clases altas británicas que tuvieron la suerte de sobrevivir a la Primera Guerra Mundial se encontraron a su regreso un país en plena transformación, en el que ya no tenían su sitio automáticamente garantizado.

La reducción de su número —hasta finales de 1917, los aristócratas sufrieron proporcionalmente más bajas en combate que ninguna otra clase social— hacía que recuperar el statu quo anterior a la guerra fuera físicamente imposible.

"Después de la guerra se encontraron con que faltaban los herederos: yacían en los campos de Flandes", dice Joanna Bourke, profesora de historia en Birbeck College, Londres. "El efecto fue devastador: murió el hijo del primer ministro, los hijos de varios miembros del gobierno, y eso significó que, en la inmediata posguerra, los pupilos que en el orden natural de las cosas habrían llegado a ser los nuevos dirigentes —sobre todo en política y en los negocios— habían desaparecido".

Pero no solo habían disminuido enormemente los miembros varones de las clases altas; también había mucha menos gente dispuesta a servir a sus familias como lo habían hecho durante cientos de años.

Se deslegitimó toda la estructura que mantenía el estilo de vida de la clase media alta”
Joanna Bourke, profesora de historia en Birbeck College
Muchas mujeres a las que la guerra obligó a dejar el servicio doméstico para incorporarse a las fábricas se negaron a renunciar a su nueva independencia. "Se deslegitimó toda la estructura que mantenía el estilo de vida de la clase media alta", explica Bourke.

"Hasta entonces, los criados de los hogares de clase media alta eran personas con una tradición familiar de trabajar allí. Cuando alguien se iba, la cocinera recomendaba a su sobrina. Pero eso dejó de ser así, y entonces se produjo una auténtica crisis de la mano de obra necesaria para mantener esa forma de vida".

El declive de las clases altas se aceleró aún más con la aprobación, en junio de 1917, de la Ley de Representación Popular, que otorgó el voto a cinco millones más de hombres y a casi nueve millones de mujeres.

La ampliación del derecho al voto, unida a la expansión del sindicalismo, dio a las clases trabajadoras una mayor representación social y, con ella, la libertad de desafiar el poder de los partidos establecidos y poner en tela de juicio la capacidad y la prudencia de quienes habían enviado a tantos soldados a la muerte.

Pero quizá el mayor presagio de la decadencia de la aristocracia surgió en el barro y la sangre del Frente Occidental, cuando se vio que la institución encargada de proteger el modo de vida británico tradicional se había convertido a su pesar en el instrumento de su disolución.

La introducción de la leva obligatoria en 1916 transformó un ejército profesional en un ejército de civiles, y llenó sus filas de hombres de clase media cuyas madres y cuyos padres ocupaban puestos importantes en la sociedad y exigían que los sacrificios de sus hijos no fueran en vano. También significó el ascenso de nuevos oficiales de origen humilde, que, como tantos miles de mujeres en la retaguardia, no estaban dispuestos a renunciar a la posibildiad de mejora social que les había deparado la guerra.

Como dice Bourke: "Esos combatientes regresaron —algunos, con medallas—, sin ningún deseo de volver a ser tenderos". Sam Jones (The Guardian)

10. El cine de propaganda

En una conversación con el filósofo Bogdanov, en 1907, Lenin habla del cine como “uno de los medios más importantes de instrucción de las masas”. En Italia, en 1922, Mussolini declara que el cine es "el arma más fuerte del Estado", y en 1936 pone la primera piedra para la construcción de Cinecittà. Bastarían estas dos proclamas para dar fe del vínculo existente, desde sus albores, entre la gran pantalla y la propaganda. Solo en Estados Unidos, donde David W. Griffith había rodado en 1914 El nacimiento de una nación, sobre la fundación del país, se produjeron entre 1915 y 1918 2.500 películas. Y durante la Gran Guerra, la mayor parte de la producción norteamericana y europea, tanto de noticiarios como de filmes de ficción, tuvo fines propagandísticos.


Fotograma de la película 'Armas al hombro' de Charles Chaplin en 1918. / IMDB

En Civilización (1916), Thomas H. Ince lanzaba, entre metáfora y fantasía política, un grito en favor de la paz. En Francia, en 1919, Abel Gance transmitía un poderoso mensaje antibélico en J’accuse, subrayado por el final de la película, en el que las jóvenes víctimas de la guerra se despiertan para reprochar a los vivos lo inútil de su sacrificio. En Italia, en la estela del éxito obtenido por Cabiria, de Giovanni Pastrone, Maciste alpino, de Luigi Romano Borgnetto y Luigi Maggi (1916), exalta los valores de la batalla y empuja al público a identificarse con el héroe protagonista. Pero la joya de la época, rodada en 1918, es Armas al hombro, de Charles Chaplin, que ilustra, suspendidos entre la ligereza y la tragedia, los horrores de la vida en el frente.

Muchos años después, cuando el cine de propaganda se haya convertido ya, tanto en la U.R.S.S. como en la Alemania nazi, en la Italia fascista como en Estados Unidos, en instrumento fundamental para orientar las conciencias, será de nuevo Charles Chaplin quien, con El gran dictador, demostrará que, al tiempo que se hace reír, es posible lanzar el más antibelicista de los mensajes. Fulvia Caprara (La Stampa)

11. El Sillon, antepasado de la democracia

La dimensión de la catástrofe que fue la Primera Guerra Mundial empujó a numerosos intelectuales y políticos franceses a alzarse en nombre de un lema: "Nunca más". Entre ellos destacaba un personaje, Marc Sangnier, que había fundado el Sillon a finales del siglo XIX. Esta corriente del cristianismo social proponía la reconciliación entre Iglesia y República, una tercera vía entre el capitalismo y el socialismo. Sangnier, como Jean Jaurès, fue enemigo acérrimo de los católicos monárquicos de Charles Maurras. Movilizado durante el conflicto como teniente de ingenieros, Sangnier recibió de Aristide Briand en 1916 el encargo de ir a ver al Papa encabezando una misión de paz, que fracasó. Terminó la guerra con el grado de comandante y condecorado con la Legión de Honor y la Cruz de Guerra.

Entre 1919 y 1924, Sangnier fue diputado. Se ganó el sarcasmo de sus colegas al proponer una colaboración internacional que no excluyera ni a Rusia ni a Alemania para restaurar Europa. Los miembros de la izquierda y la extrema izquierda eran los únicos que aplaudían a este curioso cristiano, pacifista radical y visionario, elegido en las filas de la derecha moderada pero al que los conservadores calificaban de "bolchevique cristiano". Su idea era organizar "la paz a través de la juventud", mediante los cauces de la internacional democrática. Esta última celebró varios congresos internacionales, el más numeroso el de Bierville, en 1926, que congregó a más de 5.000 participantes de 33 naciones, la mitad de ellos alemanes.

Cuando falleció Marc Sangnier, en 1950, las ideas que había defendido ocupaban el poder encarnadas en la democracia cristiana en Francia, Alemania e Italia. La idea europea que culminaría en el tratado de Roma en 1957 había empezado a andar. Michel Lefèbvre (Le Monde)

12. Los nuevos países en Europa

El fin del año 1918 reorganizó radicalmente el mapa de Europa central y del Este. En lugar de las tres potencias —Alemania, Rusia y el Imperio austrohúngaro— surgieron algunos países nuevos (o resucitados después de siglos). Los países de reciente creación eran pobres y estaban enemistados y cuidadosamente separados por los cordones de fronteras y aduanas. Fue una época de nacionalismos triunfantes. Tuvieron mala suerte aquellos que, como los ucranios, no fueron capaces de luchar por su país porque los rivales resultaron ser más fuertes.

Cuando en septiembre de 1918 el Imperio austrohúngaro intentó por su cuenta establecer contacto con las potencias occidentales y pedir el alto el fuego, el gobierno de Estados Unidos, la mayor potencia a la que la guerra no agotó, respondió que su posición ya la había expuesto el presidente Woodrow en los "14 puntos" en enero de 1918. Aparte de exigir la conclusión manifiesta de los acuerdos internacionales, la libre navegación en alta mar y la supresión de barreras en el comercio internacional, abordaban también las nuevas fronteras en Europa, basadas en los principios étnicos, así como el renacimiento de Polonia.

Las naciones de Europa central muchas veces se entremezclaban y reclamaban los mismos territorios

Durante la conferencia de Versalles, en 1919, el postulado de las "fronteras basadas en principios étnicos", resultó ser no solo utópico, sino que se convirtió en el foco de muchos conflictos. Las naciones de Europa central muchas veces se entremezclaban y a menudo reclamaban los mismos territorios. Cualquier resolución tomada por las grandes potencias originaba protestas diplomáticas y, a menudo, también conflictos armados.

El país de nueva creación más grande fue Polonia, renacida después de 123 años de ocupación. Ganó sus fronteras después de una serie de conflictos armados con Alemania, Letonia, Ucrania, Checoslovaquia y la gran guerra con la Rusia roja. En 1923, cuando por fin se acordaron las fronteras de Polonia, la república mantenía relaciones medianamente amistosas con solo dos países vecinos, la diminuta Letonia, al norte, y la alejada Rumanía al sur. Esta situación iba a tener en breve malas consecuencias. Adam Leszczyński (Gazeta Wyborcza)

13. La economía planificada

Antes de que la URSS impusiera la economía planificada a la mitad de Europa, la inventaron los alemanes. Las primeras leyes que limitaban la libertad económica se introdujeron el 3 de agosto de 1914. El Estado fue asumiendo sucesivamente el control sobre los ahorros de los ciudadanos, el comercio exterior, la producción y la venta de productos alimenticios, estableció los precios máximos de distintos bienes e introdujo las "asociaciones de materias primas", que dirigían la distribución de las escasas materias primas de acuerdo con las necesidades de la economía de guerra.

En noviembre de 1916 se creó la Oficina de Planificación y se introdujo la movilización total de los recursos y de la mano de obra. La industria se organizó en 170 "sociedades de guerra", basadas en las antiguas asociaciones sectoriales. El programa detuvo la caída de la producción para el Ejército, aunque la industria de productos de consumo y la agricultura seguían reduciéndose. Los precios de los alimentos básicos se multiplicaron por ocho durante la guerra y millones de alemanes tuvieron que pasar hambre; las raciones eran de 700–900 calorías al día.

Los que vivieron esa época tenían claro que la movilización militar de Alemania fue un logro importante. La movilización impresionó a los bolcheviques, que por aquel entonces estaban a la espera de hacerse con el poder en Rusia. Cuando Lenin tomó el poder en 1918, introdujo en Rusia el "comunismo militar", una economía basada en la nacionalización universal, las requisiciones y las expoliaciones. Esta economía les dio a los bolcheviques el control sobre la vida económica, así como los recursos necesarios para ganar la guerra civil, pero trajo también el desplome del nivel de vida, la miseria generalizada y la destrucción de la capacidad productiva.

La economía planificada gustaba a políticos y periodistas con puntos de vista políticos muy dispares

A comienzos de la década de 1920, los comunistas rusos anunciaron la "Nueva Política Económica" y asumieron un compromiso con el mercado, al cual dejaron una gran parte de la producción de bienes de consumo.

La economía planificada gustaba a políticos y periodistas con puntos de vista políticos muy dispares. En el período de entreguerras, sacudido por la hiperinflación y por la Gran Depresión, la creencia general era que el capitalismo era el origen del caos y asignaba las fuerzas productivas de manera inefectiva. Tanto la extrema izquierda como la extrema derecha creían que el capitalismo favorecía el enriquecimiento de unos pocos y la pobreza de las masas, y que la economía planificada permitía igualar los ingresos y fomentaba una mayor solidaridad social. Después de la Gran Depresión, se experimentó con distintas formas de planificación económica en muchos países europeos, no solo en los regímenes totalitarios de Alemania y Rusia, sino también en Polonia. Adam Leszczyński (Gazeta Wyborcza)

14. Un pacifismo más modesto

Bertha von Suttner, la primera mujer en recibir el Premio Nobel de la Paz, decía con ironía en una ocasión que humanizar la guerra era como meter a alguien en aceite hirviendo y bajar la temperatura un par de grados. O también como si a un esclavo se le prometiese a secas que en el futuro recibiría algunos latigazos menos.

A principios del siglo XX, la austríaca Suttner ocupaba la cúspide de un pacifismo europeo absolutamente puro. Pero cuando más tarde estalló la guerra en el Continente, la experiencia de las trincheras provocó que muchos belicistas entusiastas se convirtiesen en arrepentidos pacifistas: por ejemplo, en los primeros días de la contienda, Kurt Tucholsky, el escritor alemán, había corrido como loco a alistarse; después, decepcionado, calificaba a la guerra de "letrina de dimensiones mundiales llena de sangre, alambre de espino y cantos de odio". Tampoco los veteranos pacifistas de la escuela de Suttner la superaron incólumes.

Es cierto que, después de la guerra, los pacifistas tenían muchos más seguidores que antes: en Alemania, los grupos antibélicos contaban con unos 70.000 miembros, lo cual, aun así, seguía siendo poco comparado con los 500.000 integrantes de las asociaciones de soldados. Pero, sobre todo, la guerra acabó con una parte de su seguridad en sí mismos. Antes de 1914, los pacifistas todavía soñaban con que podría existir un contrato que prohibiese las guerras, una idea ajena al mundo, como se ha demostrado. Actualmente, los movimientos antibélicos aspiran a alcanzar principalmente metas más modestas y realistas: desarme, acuerdos entre las naciones, reconciliación, y también una humanización de la guerra a través de la renuncia a determinadas armas. Ronen Steinke, Süddeutsche Zeitung