martes, 26 de noviembre de 2024
lunes, 25 de noviembre de 2024
domingo, 24 de noviembre de 2024
sábado, 23 de noviembre de 2024
Malvinas: El desembarco secreto de 1966 en bahía Vaca
Desembarco secreto en Bahía Vaca
La Operación Playa Vaca se gestó en las sombras de un tiempo turbulento, un capítulo épico en la historia de la Armada Argentina, donde se conjugaron la determinación y el sigilo para enfrentar un desafío latente desde hacía más de un siglo. Corría el año 1966, y la Argentina, gobernada por una junta militar tras derrocar al presidente Arturo Illia, veía cómo su paciencia ante los reclamos diplomáticos por la soberanía de las Islas Malvinas se agotaba. La sombra de una incursión británica, que se había extendido sobre las islas desde 1833, pesaba sobre las mentes de los estrategas navales.
El incidente del Vuelo 648 de Aerolíneas Argentinas, secuestrado por un grupo de extremistas que lo desvió hacia el archipiélago, había agitado las aguas ya turbulentas. Era un recordatorio claro de que la situación en las Malvinas podría escalar sin aviso, y que la Argentina necesitaba estar preparada para un escenario de confrontación. Así, en los despachos oscuros de Buenos Aires, se trazó un plan que involucraría uno de los submarinos más veteranos de la flota, el ARA "Santiago del Estero", un ex-USS Lamprey de la Segunda Guerra Mundial, reconvertido en el custodio de una misión secreta.
El Vuelo 648 de Aerolíneas Argentinas secuestrado por extremistas argentinos el 28 de septiembre de 1966 y desviado a Malvinas, donde bien mansitos se entregaron a las autoridades coloniales británicas.
El 28 de octubre de 1966, con sus motores diésel rugiendo bajo las olas, el ARA "Santiago del Estero" navegó en silencio por las gélidas aguas del Atlántico Sur. Bajo el mando del Capitán de Fragata Horacio González Llanos y del Capitán de Corbeta Juan José Lombardo, el submarino se acercó sigilosamente a la costa de la Isla Soledad, a tan solo 40 kilómetros de Puerto Stanley, la capital de la colonia británica. A bordo, doce hombres de la Armada, entre ellos el Teniente de Corbeta Oscar Héctor García Rabini, esperaban con tensión el momento de la acción.
Diagrama de la navegación realizada por el submarino S-12 ARA "Santiago del Estero" de la Armada Argentina durante la Operación "Playa Vaca" a finales de octubre de 1966.
Bahía Vaca, Isla Soledad (República Argentina)
El plan era claro: debían desembarcar en una playa remota, a pocos kilómetros al norte de la posición británica, para recolectar información vital para futuros desembarcos. La playa debía ser estudiada a fondo: su gradiente, los posibles obstáculos bajo el agua, las rutas de aproximación, todo debía ser cartografiado sin dejar rastro. En la penumbra de la noche, los hombres armaron sus kayaks sobre la cubierta del submarino apenas emergido, y el silencio se rompió solo por el suave golpeteo de las olas.
Dotación y plana mayor del submarino S-12 ARA "Santiago del Estero" de la Armada Argentina.
Llegada a la Base Naval Mar del Plata del S-12 ARA "Santiago del Estero" (SS-372 USS "Lamprey") desde Estados Unidos, año 1960 (Foto de Enrique Mario Palacio)
Los dos submarinos Clase "Balao", S-11 ARA "Santa Fe" y S-12 ARA "Santiago del Estero", que sirvieron en la Armada Argentina entre 1960 y 1971, no deben confundirse con los submarinos de la misma clase modernizados al estándar GUPPY IA, S-21 y S-22, que los reemplazaron a partir de 1971 y llevaban los mismos nombres. En esta imagen, se puede ver a los veteranos S-11 y S-12 al final de su vida útil en la Base Naval Mar del Plata, mientras que el nuevo S-22 ARA "Santiago del Estero", su reemplazo, se encuentra al fondo, preparado para asumir las tareas que sus predecesores dejaron atrás. El S-12 ARA "Santiago del Estero" se retira después de una década de servicio, habiendo sido protagonista de importantes misiones como la Operación "Playa Vaca", que quedó inscrita en la historia de la Armada Argentina.
El S-12 ARA "Santiago del Estero" de la Armada Argentina amarrado en el muelle de su apostadero en la Base Naval Mar del Plata.
La primera incursión fue un éxito. Los hombres desembarcaron y exploraron la costa, mapeando cada detalle. Sin embargo, la segunda noche trajo un giro inesperado. En la penumbra, García Rabini divisó a un kelper, un colono de las islas, observándolos desde la cima de un risco. Sabían que ser descubiertos podría desatar una crisis diplomática sin precedentes. Rápidamente, capturaron al isleño y lo maniataron mientras debatían qué hacer con él. Matarlo no era una opción; la misión era de inteligencia, no de combate. Pero tampoco podían arriesgarse a que el hombre alertara a las autoridades británicas.
Entonces, surgió una idea tan audaz como insólita: algunos tripulantes regresaron al submarino para buscar una botella de whisky del camarote del capitán. Regresaron al risco y obligaron al kelper a beber hasta dejarlo semiinconsciente, abandonándolo en el mismo lugar donde lo encontraron. Con la misión abortada para evitar mayores complicaciones, el grupo regresó al submarino, llevando consigo la valiosa información que habían recopilado.
El Vicealmirante Juan José Lombardo, nacido el 19 de marzo de 1927 en Salto, provincia de Buenos Aires, fue un protagonista clave en la historia de la Armada Argentina. Siendo Teniente de Corbeta, ocupaba el puesto de Segundo Oficial al mando del submarino S-12 ARA "Santiago del Estero" durante la exitosa Operación "Playa Vaca" en las Islas Malvinas, el 28 de octubre de 1966, una misión que quedó marcada como un hito en las operaciones de inteligencia argentina en el Atlántico Sur. El 15 de diciembre de 1981, ya con el rango de Vicealmirante, fue convocado por el entonces Jefe de Estado Mayor de la Armada, Almirante Jorge Isaac Anaya, a su despacho para recibir una misión que cambiaría el curso de la historia argentina: Malvinas.
La travesía de regreso a Mar del Plata fue tan sigilosa como su ida. A su llegada, se les ordenó un silencio absoluto sobre los eventos ocurridos. Ninguno de los participantes, ni siquiera a sus familias, debía contar lo que había sucedido en esas aguas gélidas del Atlántico Sur. La misión, a pesar de sus imprevistos, había sido un éxito. Los datos recabados quedaron en manos del Estado Mayor de la Armada, una herramienta estratégica que podría haberse convertido en clave si las negociaciones diplomáticas hubieran fracasado.
Los dos submarinos Clase "Balao", S-11 ARA "Santa Fe" y S-12 ARA "Santiago del Estero", que prestaron servicio en la Armada Argentina entre 1960 y 1971, no deben confundirse con los submarinos de la misma clase, modernizados al estándar GUPPY IA, S-21 y S-22, que los reemplazaron a partir de 1971 y portaban los mismos nombres. En esta imagen, se observa a uno de los primeros en plena navegación tras su llegada a Argentina, ya sin la pieza de artillería de proa que había sido desmontada como parte de su proceso de adaptación y modernización para las nuevas misiones en el Atlántico Sur.
Años después, el Capitán de Fragata García Rabini recordaría aquellos días con un orgullo sereno, consciente de la importancia de su misión. Aunque el informe de la Operación Playa Vaca no se utilizó directamente en la recuperación de las islas en 1982, quedó como testimonio del compromiso y la audacia de aquellos marinos, que desafiaron a la historia para mantener viva la llama de la soberanía argentina.
La historia de la Operación Playa Vaca permanece, entremezclada con la leyenda y la realidad, un episodio oculto en la vasta lucha por las Malvinas, donde un puñado de hombres se enfrentó al mar, a la oscuridad y a las sombras de una guerra que, aunque aún no había comenzado, resonaba con la fuerza de lo inevitable. Es un recordatorio de que la lucha por la soberanía no solo se libra en los campos de batalla, sino también en los silencios, las olas y el susurro del viento en una playa solitaria del Atlántico Sur.
El Capitán de Fragata retirado Oscar Héctor García Rabini, hoy con 83 años, es el marino argentino que, en 1966 y con el grado de Teniente de Corbeta, lideró una de las misiones más audaces de la Armada Argentina. Al frente de una incursión de Fuerzas Especiales, desembarcó en las costas de la Isla Soledad el 28 de octubre de aquel año, durante la secreta Operación "Playa Vaca". Desde las profundidades del océano, el submarino S-12 ARA "Santiago del Estero" los lanzó en una misión envuelta en el silencio y la penumbra, con el objetivo de recabar información vital para la defensa de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
Plata Vaca, extremo Sur, imagen tomada desde el ARA "Santiago del Estero" por Miguel Salvatierra el 28/10/1966
El submarino Clase "Balao" ex-US Navy SS-372 USS "Lamprey", que había servido a la Marina de los Estados Unidos desde 1944 hasta 1960, fue transferido ese año a la Armada Argentina, donde tomó el nombre de S-12 ARA "Santiago del Estero". En la imagen, se le ve zarpando de la Base Naval Mar del Plata, sede de la Fuerza de Submarinos de la Armada Argentina, donde operó hasta su reemplazo en 1971 por el S-22 ARA "Santiago del Estero", un submarino de la misma clase pero actualizado al estándar GUPPY IA. La llegada de esta nueva unidad marcó el fin de una era para el veterano submarino, que había sido parte de operaciones tan destacadas como la Operación "Playa Vaca", demostrando el compromiso de la Armada en la defensa de la soberanía nacional.
La fragata antisubmarina P-36 ARA "Piedrabuena" en la mira a través del periscopio del submarino ARA "Santiago del Estero" en unas maniobras de combate.
Traspasando carga entre el submarino ARA "Santiago del Estero" y el destructor D-10 ARA "San Luis"
El S-12 ARA "Santiago del Estero" navegando en superficie rumbo a su objetivo. Puesto a que era un Clase "Balao" que no había recibido la modificación GUPPY IA, carecía de snorkel y baterías de alta resistencia, y por lo tanto era un submarino que aún debía operar como los de la Segunda Guerra Mundial, mayoritariamente en superficie, por lo menos en horas de la noche y zonas fuera de peligro
viernes, 22 de noviembre de 2024
CEV: Visto Pampa III con bomba planeadora Dardo 2
Imagen editada de un Pampa 3 con 4 mockups de Dardo 2C en sus alas
Pampa con Dardo 2C
Un Pampa III del CEV (Centro de Ensayos de Vuelo) de la Fuerza Aérea Argentina fue fotografiado, gracias a la labor del profesional Jorge Méndez, ayer volando con una bomba planeadora Dardo 2, proyecto cancelado por el gobierno peronista, junto a bomba inerte de 250kg y un pod con camáras en la misma ala. Por ahora se desconoce el alcance del proyecto de evaluación pero no es difícil suponer que la Dardo 2 pase a integrar la dotación de armas del futuro F-16 argentino.
La bomba Dardo 2 es del tipo stand-off y puede llegar a un alcance de 200km guiada por INS/GPS. Para ello requiere de un motor impulsor y luego, con la extensión de las alas plegables, puede volar hacia el blanco.
Un legendario M4A4 Sherman en Argentina
El tanque de la Segunda Guerra Mundial que fue traído a la Argentina y tiene un curioso vínculo con Carlitos Balá
El histórico blindado llegó al país en la década del 40 y estuvo expuesto frente al Edificio Libertador hasta 2017, cuando casi se convierte en chatarra; ese año un aficionado decidió adquirirlo y restaurarlo a fondo
Iñaki Zubiaur || La Nación
“Rueda de tanque ideal para mesa de cervecería” no suele ser una publicación común en los sitios de marketplace. Sin embargo, el título tampoco espanta: hoy en día está lleno de ese tipo de cosas, como vagones de trenes transformados en pequeñas casas, sillones hechos con tambores de petróleo reciclados e incluso mesas confeccionadas con ruedas de carretas.
Cuando Martín Monteverde, socio de la Asociación Argentina de Coleccionistas de Vehículos Militares (Aacvm), leyó la publicación, decidió que esa rueda de tanque no iba a estar destinada a ser una mesa de bar, sino parte de un proyecto mucho más grande que tenía el sueño de llevar adelante junto a sus compañeros en la asociación. “Era original de un Sherman M4A4 de los 40´, y para comprarla nos tuvimos que hacer pasar por una cervecería, porque si decíamos que era para una restauración, nos iban a sacar la cabeza”, recuerda el aficionado a los vehículos militares, entre risas, en diálogo con LA NACION.
El sueño de Monteverde y de los demás integrantes de la Aacvm era restaurar un tanque Sherman M4A4 original de la Segunda Guerra Mundial que había llegado a fines de la década del 40 a la Argentina. Lo estaban por chatarrear, pero la asociación logró salvarlo comenzar un trabajo de reconstrucción que llevó seis años y estuvo a cargo de Monteverde. El resultado final fue de tan buen nivel que se llevó el Primer Premio de Vehículos Militares en Autoclásica 2024, el pasado mes de octubre.
Ese Sherman tiene una historia que vale la pena repasar: desde
su rol fundamental en el desembarco de Normandía, la tarea de traerlo a
la Argentina y su exhibición al público, hasta su posible destino como
chatarra, la restauración final y el vínculo que mantiene con Carlitos Balá.
El tanque “clave” para ganar la Segunda Guerra Mundial y sus características
El Sherman M4 surgió avanzada la Segunda Guerra Mundial. “Es la evolución del M3, un modelo de blindado que no era apto para combatir contra los Panzer alemanes”, explica en una charla con este medio el coronel Gastón Marmonti, director de Asuntos Históricos del Ejército Argentino, quien agrega que Estados Unidos llega a producir 50.000 Sherman M4. Estos tanques tenían una dotación que posibilitaba agilidad en los enfrentamientos, pero con un cañón corto para proyectiles 75 mm que era deficiente en el ataque a otros blindados.
“Los
norteamericanos suplen lo poco mortífero del armamento con cantidad de
vehículos”, agrega al detallar las características del blindado
A partir de 1941 y hasta 1945, Estados Unidos aplicó la llamada Ley de Préstamo y Arriendo en la cual compartía armamento con sus aliados. De esta manera, los británicos recibieron grandes dotaciones de estos tanques Sherman y optaron por rediseñar el modelo M4: cambiaron a un cañón más largo (de 76,2 mm de diámetro) y aumentan el blindaje. Así surgió el modelo Firefly, que superó a cualquiera de los vehículos del Eje.
Una curiosidad poco recordada es este modelo de tanque fue tomado para crear el denominado “ejército fantasma”, donde artistas y otros profesionales se unieron para crear la ilusión óptica de un gran batallón en las costas inglesas y así dividir las fuerzas del Eje en el Viejo Continente. En este escuadrón fantasma se recrearon versiones inflables del tanque para simular una legión de estos vehículos, mientras
los blindados reales descansaban bajo hojas y parasoles en otro lado
del territorio aliado. Este osado acto llevó a las fuerzas del Eje a
dividir sus tropas entre distintas zonas de la costa francesa y aseguró
el éxito del llamado Día D, el desembarco en Normandía.
La llegada a la Argentina de los tanques Sherman M4A4
A fines de la década del 40, el gobierno argentino logró comprar tanques a un chatarrero europeo que tenía material bélico en desuso, y entre 1946 y 1947 llegan a la Argentina alrededor de 500 tanques Sherman M4A4 (muchos originales de Estados Unidos; otros, con las modificaciones británicas), según recuerda el especialista.
De esta forma, el país se abasteció de tanques Sherman M4 con
motores Chrysler Multibank. “Eran de mecánica muy compleja, solo a los
ingleses les parecía agradable: tenían cinco motores de camión de seis
cilindros colocados en forma de estrella”, afirma Monteverde, el socio
de la Aacvm. En el país, a muchos se les simplificó la mecánica, pero
algunos otros quedaron originales.
Uno de esos ejemplares que mantuvo el motor estadounidense utilizado en la Segunda Guerra Mundial es el que muchos recordarán por haber estado expuesto desde 1953 hasta 2018 en la Plaza de las Armas Ejército Argentino, frente al Edificio Libertador, en la ciudad de Buenos Aires. “Ese es el Sherman modelo M4A4 que donaron a la asociación″, sostiene el encargado de la restauración del tanque.
De chatarra a pieza de museo: el Sherman M4A4 restaurado que ganó un premio por su originalidad y mantiene un vínculo con Carlitos Balá
La Asociación Argentina de Coleccionistas de Vehículos Militares (Aacvm)
consiguió el tanque por mero interés. “Vi en un grupo de Facebook que
el Ejército iba a empezar a usar los últimos Sherman que quedaban (unos
40 o 50) como blanco de artillería, porque eran obsoletos. Entonces
el coronel Malosetti, socio de la AACVM, consiguió hacer los trámites
para comenzar la donación de un ejemplar”, detalla Monteverde al momento
de narrar la historia de cómo comenzó la difícil tarea de conseguir el tanque y restaurarlo.
El Sherman que llegó a las manos de la Aacvm nunca fue utilizado por el Ejército Argentino más que para ser expuesto. Lo retiraron de la plaza a una cuadra de la Casa Rosada cuando comenzaron las obras del Paseo del Bajo, en 2017. Al tanque lo mandaron a un chatarrero para ser destruido, pero la gestión del Aacvm lo salvó de un final poco glamuroso. Sin embargo, no estaba en las mejores condiciones: “Cuando lo donaron era lo más parecido al Titanic que se consigue —asegura el restaurador, entre risas—. Estaba completamente pelado y podrido por dentro y por fuera, ¡y claro, si estuvo 60 años expuesto al aire libre!”.
Desde la donación en 2018, comenzó un proceso de seis años de reconstrucción
donde el blindado se desarmó y se puso en valor. Se trabajó la chapa,
se buscaron las piezas faltantes en la Argentina y en el exterior, y se
empezó a restaurar a su estado original. “Estaba extremadamente destruido”, resalta Monteverde.
“Uno
de los trabajos más grandes fue buscar las piezas. Sin la colaboración
de todos los socios dela Aacvm no hubiésemos podido lograrlo. Nos
tomó años encontrar los repuestos necesarios, pensar sinónimos para
consultar en las plataformas digitales, o para encontrar piezas que no
estaban catalogadas porque ni el vendedor siquiera sabía lo que eran”,
explica el encargado de llevar adelante la reparación del blindado.
Entre las piezas que consiguió está la rueda que compró a través de un
sitio de marketplace y que cambió de destino para formar parte del proyecto.
Uno de los momentos de la restauración que más conflictos trajo fue cuando tuvieron que pintar el tanque, principalmente por sus números de identificación, aquellas marcas que llevan los vehículos militares para posibilitar el seguimiento interno.
“Decidimos que íbamos a seguir la estética del Ejército Argentino. Empezamos a buscar y a debatir sobre el número de identificación, hasta que dimos con uno en particular que, todos coincidimos, era el indicado: el del tanque de la película Canuto Cañete, conscripto del siete, con Carlitos Balá. Este es el mismo modelo que limpia Balá, así que le hicimos ese homenaje”, expresa Monteverde.
El
valor del M4A4 que posee la asociación es inmenso a nivel histórico.
Funciona, y no es un decir: “Lo único que no anda, por razones obvias de
seguridad, es el cañón, que fue inutilizado por el Ejército antes de la donación”, comenta Monteverde, aunque afirma que la torre del cañón gira. El restaurador, además, destaca el valor histórico de la unidad confirmando
algunas fechas: “No podemos asegurar que el tanque estuvo en el Día D,
particularmente, porque los registros originales pintados al costado del
blindado se borraron, pero sí pudimos confirmar con Chrysler, por el
número de serie, que nuestro tanque fue producido en febrero de 1943, por lo que podemos entender que estuvo en Inglaterra en 1944 y seguramente estuvo en el desembarco de Normandía”.
En octubre pasado, el tanque Sherman M4A4 estuvo expuesto en AutoClásica 2024, en el stand de la asociación, y fue premiado como el mejor vehículo militar de la edición. Entre los jurados estaba el coronel Marmonti, quien expresó: “Salió primero por la terminación que lograron: quedó realmente muy bueno”.
jueves, 21 de noviembre de 2024
Argentina va por más de 100 blindados Stryker
El Gobierno está a un paso de comprar más de 100 vehículos de guerra para el Ejército: cómo son los Strykers
Los rodados blindados 8X8 son fabricados por una empresa estadounidense y cuentan con un importante armamento. Son uno de los productos más buscados en el mercado militar
Por Federico Galligani || Infobae
Los vehículos Stryker son muy usados por las fuerzas armadas de los Estados Unidos y de otros países (REUTERS)
Luego de varias negociaciones y análisis por parte de las autoridades de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa, el Gobierno está a un paso de comprar más de 100 vehículos de combate para modernizar la flota del Ejército, en medio de las conversaciones para tratar de ingresar a la OTAN.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes oficiales, en las próximas 48 horas se podría firmar una carta de intención para la adquisición de rodados blindados 8x8, con tecnología anti-tanques, algunos de los cuales serán nuevos y otros, usados.
Si bien todavía hay varios modelos en carpeta, quienes están al frente del proceso se inclinan casi de manera definitiva por los Strykers, que son fabricados por la empresa estadounidense General Dynamics Land Systems y utilizados por varios países.
La incorporación de estos vehículos para el Ejército, según indicaron a este medio, está “al mismo nivel que los F-16 que se sumaron a la Fuerza Aérea″, ya que le permitirá a la Argentina “contar con una gran movilidad y capacidad de despliegue de tropas” mucho mayor a la actual, lo cual es importante teniendo en cuenta que se trata de la octava nación con mayor territorio del mundo.
Serán, al menos, 109 vehículos los que se comprarán y que irán arribando al país en tandas, aunque primero las autoridades nacionales evaluarán las diferentes ofertas, por lo que se espera que el trámite demore varios años.
Estados Unidos es el principal operador de estos vehículos militares
“Una de las principales prioridades de Argentina es modernizar a sus fuerzas militares. Hay mucho equipamiento antiguo que no ha sido modificado y esa es claramente una de las cosas con las que Argentina quiere avanzar. Estamos muy entusiasmados por eso”, destacó meses atrás la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, en diálogo con DEF.
En diciembre del año pasado, el Parlamento de Bulgaria aprobó la compra de 198 vehículos blindados Stryker de Estados Unidos por un valor de 1.208 millones de dólares, aunque estos rodados también son utilizados por las fuerzas armadas de Canadá, que cuentan con una variante denominada LAV III (por las siglas en inglés de vehículo blindado ligero).
El rodante de guerra es un blindado de transporte de tropas diseñado por General Dynamics Land Systems, los cuales destacan por su alta movilidad, versatilidad y capacidad para operar en diversos terrenos y condiciones de combate.
El Stryker está equipado con un motor diésel turboalimentado Caterpillar de 350 caballos de fuerza, que le permite alcanzar velocidades máximas de aproximadamente 100 km/h en carretera y una autonomía cercana a los 500 kilómetros con un solo tanque de combustible.
Su tracción en las ocho ruedas proporciona una capacidad todoterreno mejorada, lo que es vital para operaciones en terrenos irregulares o poco accesibles, y tiene una longitud aproximada de 6,95 metros, un ancho de 2,72 metros y una altura de 2,64 metros.
Con un peso operativo de alrededor de 19 toneladas, su diseño modular permite su adaptación a diferentes configuraciones, lo que lo hace apto para una variedad de misiones.
La adquisición de los rodados se sumará a los F-16 que se compraron paras las Fuerzas Armadas
El armamento del Stryker varía según su modelo y función específica, siendo el estándar el M1126 Infantry Carrier Vehicle (ICV), que está equipado con una estación remota de armas denominada Common Remotely Operated Weapon Station (CROWS), la cual puede montar una ametralladora M2 calibre .50 o un lanzagranadas automático MK19 de 40 mm, proporcionando así capacidad de ataque a distancias medias.
En cuanto a las cualidades defensivas, tiene un blindaje que protege contra armas ligeras y esquirlas de artillería, aunque algunas versiones han sido mejoradas con sistemas de blindaje reactivo para mayor protección contra explosivos improvisados (IED) y amenazas de RPG.
El Stryker también puede ser configurado para funciones específicas, como el M1128 Mobile Gun System, equipado con un cañón de 105 mm, o el M1135 Nuclear, Biological, Chemical Reconnaissance Vehicle (NBCRV), diseñado para detectar y analizar amenazas químicas y biológicas, aunque estos no son los que está buscando la Argentina.
En operaciones, este 8x8 se utiliza habitualmente para transportar tropas con rapidez y seguridad, proporcionando soporte de fuego móvil y desempeñando funciones de reconocimiento y evacuación médica.
Las altas autoridades de las Fuerzas Armadas están muy interesadas en la compra de estos vehículos, para dar un mensaje de apoyo al Ejército, que se vio relegado en el último tiempo, a partir de los F-16 que se adquirieron para la Fuerza Aérea y los P3 Orion que se incorporaron a la Armada.
miércoles, 20 de noviembre de 2024
APCA: Diputada nacional visita las instalaciones
La Diputada Luciana Montenegro (@LMontenegrochdk) visita a los Comandos Anfibios
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Tuve el honor de compartir un día de entrenamiento con los COMANDOS ANFIBIOS de la Infantería de Marina de la Armada Argentina. Grupo especializado en tácticas de combate en territorio enemigo, por aire, tierra o mar. Es el primer Grupo Comando Anfibio de Sudamérica, respetado en el mundo entero.
Fueron los primeros en pisar las Islas Malvinas, a las 22:00 hs. del jueves primero de Abril de 1982 y crear las condiciones para el desembarco siguiente día.
La preparación de estos guerreros desafía los límites de la condición humana, haciendo que la guerra para ellos resulte un paseo.
Un día inolvidable, GRACIAS.