Canon de 75, modéle 1897
Por Rafael Mariotti
Aunque hemos visto la participación de las grandes piezas de artillería, los cañones que verdaderamente llevaron el peso de las batallas fueron los cañones de campaña, sí, aquellos que eran transportados tirados por caballos y seguían de cerca a la infantería. Es que eran una mayoría absoluta en los ejércitos europeos, por el mismo concepto, se pensó fundamentalmente en la guerra de movimientos y en la artillería móvil para acompanar las rápidas (si puede llamarse así a la velocidad del movimiento a pié!) maniobras de los cuerpos de infantería.
He aquí que apareció un arma que revolucionó el concepto de la artillería.
El "75" francés, o para ser más preciso: Canon de 75, modéle 1897- fué una nueva y revolucionaria pieza de armamento, tan revolucionaria como otros notables inventos que cambiaron el arte de la guerra, digamos por ejemplo: la bayoneta o el fusil de retrocarga. Hasta entonces las cureñas (carruajes sobre los que iban montados los cañones) de artilleria eran rígidas y fijas, lo que significaba que cuando la pieza era disparada, todo el cañon iba hacia atrás debido al retroceso. Y este había sido el procedimiento normal desde la Edad Media. Habían por supuesto muchos inconvenientes con este sistema. El mayor era que hacía que la cadencia de fuego sea baja: primeramente porque había que reposicionar el cañón entre cada disparo, debido a que salía de posición con cada tiro; segundo porque el ir y venir hacia atrás y adelante demoraban todo el proceso de recarga del arma. Todo esto cambió con la aparicion del "75".
El gran invento real, todo un tributo a la ingeniería francesa, fué el sistema de retroceso hidro-neumático, que permitía que todo el retroceso fuese absorbido por la cureña. El tubo descansa en una especie de cuña, y cuando es disparado, el tubo se mueve hacia atrás, empujando un pistón flotante hacia atrás en otra parte de la cuña, el llamado recuperados, que está lleno de aire. El aire es comprimido por la fuerza del pistón, rápidamente finalizado a medida que el retroceso llega a su máximo, y luego el aire comprimido fuerza el pistón en sentido contrario, empujando al tubo cañón hacia adelante de nuevo.
Pero el sistema hidroneumático no era todo, el "75"era realmente un completo conjunto de nuevos conceptos. Al final de la cureña, se tenía una cuchilla de arado, que introducido en la tierra mantenía la curena fija -lógicamente algo imposible en las curenas rígidas, en las cuales el violento retroceso levantaría los cañones en un salto mortal- además de un freno que mantenía fijas las ruedas del cañón.
Esto implicaba que el cañón -emplazado correctamente- podía ser disparado sin moverse lo que implicaba que
a) no había que posicionar el cañón después de cada disparo
b) podía se disparado múcho más rápidamente, porque el artillero cargador sólo debía esperar que el cañón volviese del retroceso, antes de poner otro tiro en la recámara.
Esto llevó a velocidades de tiro antes impensadas, el cañón francés podía disparar hasta 28 tiros por minuto!! por eso a este tipo de piezas, de retrogarga y con recuperador se las llamada TIR RAPID (T.R.) o en inglés QUICK FIRING (Q.F.). La aparición de esta pieza en 1897, revolucionó la artillería para siempre (a pesar de todos los esfuerzos franceses de mantenerla en secreto) y bien pronto los ejércitos más importantes de Europa tenían sus cañones de tiro rápido.
Los franceses depositaron su orgullo y su confianza en esta extraordinaria arma, de tal manera que para agosto de 1914 disponían de 4.044 cañones "75"!
A continuación publico una animación del sistema de retroceso llamado también FREIN DU TIR.
luego un dibujo del canon de 75 y una foto en colores de una batería de 75 durante la batalla del Marne -setiembre de 1914-.
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