Los nuevos misiles chinos "hablan" en ruso
Vasili Kashin
En China han comenzado las pruebas del sistema de defensa antiaérea SD-10A, que utiliza un nuevo tipo de armamento, el misil modificado aire-aire PL-12, según la revista china Conocimiento sobre armas. El PL-12 es el primer misil chino, creado con la participación de ingenieros rusos y cuyo sistema de colimación se basa en la localización activa, con el uso de componentes rusos.
© Foto: ja.wikipedia.org
La colimación en base al radiolocalización activa significa que el misil no requiere que se le señale el objetivo desde una estación de radiolocalización, sino que posee un pequeño radar propio, con ayuda del cual puede encontrar el objetivo.
A juzgar por lo publicado, el sistema utiliza un misil PL-12 modificado al cual se ha añadido una etapa más: un acelerador de arranque de diámetro aumentado. Según los autores del artículo, el sistema con este misil se convertirá en una “nueva generación” en comparación con el complejo HQ-16 que ya se suministra a las tropas chinas, también diseñado con la ayuda de Rusia, y que utiliza una serie de elementos del complejo ruso Buk. Los autores consideran que este sistema comenzará a ser suministrado como armamento de las tropas de Infantería del Ejército Popular de China. Además, se llega a la conclusión de que sus prestaciones pueden ser sustancialmente superiores que las del sistema perspectivo ruso C-350 y cercanas a las prestaciones del sistema europeo Aster-30.
En realidad, el papel a jugar y las prestaciones del SD-10A pueden resultar más modestas. Conceptualmente el mismo recuerda, en general, no al C-350 ni al Aster, para los cuales se han diseñado misiles antiaéreos especiales y extremadamente sofisticados. Mucho más cercano al prototipo es el complejo misilístico antiaéreo noruego NASAMS, introducido como armamento ya en los años noventa y que utiliza misiles norteamericanos aire-aire AIM-120C. Por sus características son comparables a los misiles rusos P-77 y a los chinos PL-12.
El complejo modernizado NASAMS II tiene un alcance de tan solo veinticinco kilómetros, mientras que el misil aerotransportado AIM-120C utilizado desde una aeronave tiene un alcance de más de cien kilómetros. Los chinos trataron de resolver el problema, modificando sustancialmente el misil al sumarle un acelerador de arranque. Sin embargo, esto apenas permitirá solucionar el problema de todo.
Al fin y al cabo, la variante básica del misil PL-12 pesaba tan solo ciento ochenta kilogramos, mientras que el misil antiaéreo del complejo Aster-30, pesa cuatrocientos cincuenta. Es evidente que para diseñar un sistema que se acerque, por sus prestaciones, al Aster-30, los chinos necesitarán un misil totalmente nuevo.
Los misiles aerotransportados tienen, además, otras deficiencias que surgen del intento de sus diseñadores de disminuir su peso. Ellos tienen ojivas menos potentes, además de que, frecuentemente, tienen un plazo de conservación mucho menor que los misiles antiaéreos. Finalmente, los misiles con colimación por radiolocalización activa, como regla general, son mucho más caros que los misiles con radiolocalización semiactiva. Precisamente a causa de las limitaciones presupuestarias, el programa de elaboración del complejo de misiles antiaéreo con el AIM-120 en EEUU, fue cerrado.
Se puede presuponer que el nuevo sistema chino SD-10A no está destinado a la sustitución de los complejos HQ-16A que se producen actualmente, sino que es, principalmente, un producto de exportación. Si este sistema es introducido como armamento en el ejército chino, lo más seguro es que se utilice para la solución de algunas tareas específicas, como por ejemplo el reforzamiento de la defensa antiaérea de objetivos de particular importancia.
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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