por Narrado por Baby Mejía
El asalto al palacio lo decidió Francis (refiriendose al lider de los rebeldes Coronel Francisco A. Caamaño), supongo que en coordinación con Fernández Domínguez (Coronel que inicia el movimiento rebelde y llega desde Chile a combatir). A mí se me llamó y se me dijo que preparara las unidades móviles porque se iba a hacer el asalto al palacio. Tengo entendido que después de las conversaciones entre Francis y Fernández Domínguez, se llamó a Juan Miguel y a los estamentos superiores del 1J4, pero ahí no participamos. El asalto al palacio, visto posteriormente se puede considerar como un disparate, pero en ese momento se creyó como algo necesario porque Caamaño consideraba que era un símbolo de poder y que había que tornarlo.
Había tres columnas. Una donde estaba Monte Arache, que era la que iba a tomar los garajes del palacio. Una columna que iba a atacar por la Dr. Báez, comandada por el italiano Capocci y nosotros con Fernández Domínguez, Juan Miguel Román, Pichi Mella, Botello y yo, que íbamos a tomar los garajes e íbamos a apoyar a Monte Arache que iba detrás de nosotros, a atacar al DNI.
Mercenario Ilio Capocci muestra a periodistas rifles M16 capturados a soldados americanos. El mismo tiene puesto un casco norteamericano. Foto Times
Ya dentro del Palacio, las dos columnas
iban a apoyar a Capocci, que iba a penetrar con un tanque por la Dr. Báez. A
Capocci lo mataron en el jardín del Palacio, ya que no logró entrar.
La primera columna cayó en una
emboscada en el caución de la 30 de marzo. Y antes de avanzar hacia el Palacio
comenzaron a dispararnos con morteros. Nos habían detectado porque había un
helicóptero yanqui encima de nosotros que se mantenía permanentemente
informando. No creo que el movimiento estuviese infiltrado, como se ha dicho:
le que pasa es que se trataba de demasiada gente para pasar desapercibida, eran
tres columnas grandes con unos doscientos nombres, y un movimiento así
despierta inmediatamente sospecha. Incluso, para corroborar con lo que digo,
informo que les posiciones del enemigo no cambiaron en ningún momento.
Vehiculos
como este fueron usados por los Constitucionalistas durante el ataque.
Interpretación de la Administración de las FMD.
Cuando avanzamos y salimos a la 30 de
marzo, bajo el fuego de mortero, nos tiraron con todo lo que tenían. Detuvieron
la columna de Montes Arache y dividieron la de nosotros. Nos quedamos
conformando un grupo donde estaban Pichi Mella. Fernández Domínguez, Juan
Miguel Román, Marques, unos combatientes haitianos. En fin, unos doce. Ahí es
donde hieren gravemente a Euclides Morillo.
Avanzamos y entramos por la casa del
Dr. Marcelino Vélez, que quedaba pegada a los garajes del Palacio, pero caímos
en una emboscada en un callejón y Botello y yo pudimos tirarnos y nos
protegimos con un montículo de tierra, pero no podíamos movemos. Ahí mataron a
tres compañeros nuestros, porque el callejón era muy estrecho. Quienes nos
sacan a nosotros son Domínguez y Juan Miguel, que entran por el otro lado y
tumban una ametralladora 30, con la que nos estaban tirando. Y podemos así
salir. Ahí es donde hieren a Botellito, porque un disparo dio en una piedra y
una esquirla le dio en la frente. Ya la columna de Montes Arache se había
reagrupado, pero nos seguían tirando desde la Caribbean. Uno de las ranas
(aludiendo al equipo de Hombre Ranas de la Marina de Guerra), que eso fue algo
milagroso, pudo cruzar la 30 de marzo, que tenía todo el fuego concentrado ahí,
Fernández Domínguez pensó que podía salir y ahí mismo lo mataron, entonces Juan
Miguel ha dicho: ¡Mataron a Fernández Domínguez y salió detrás de él y lo
mataron también.
Montes
Arache (centro) y su Comando de Hombres Ranas de la Marina de Guerra.
Botello sale, ve que ambos están
muertos y ahí fue que la columna de Montes Arache logra tumbar la 30 y nos
salimos por un solar contiguo. Pero ya estaba muerto Capocci, y hieren a Amaury
y hieren, también, mortalmente, a Euclides. Tuvimos que replegarnos, hubieron
muchas bajas. Dentro del Palacio también, porque habíamos colocado muchos
francotiradores en todos los edificios. Ahí, gracias a una de las unidades
móviles, fue que pudimos salir. Fue un joven apellido Ramírez, a quien le
dieren un balazo que le recorrió todo el cuerpo, pero no lo mató. Él se metió
con una ametralladora 30 en una unidad móvil, como un loco, y gracias a él
pudimos salir como a las 6:30 de la tarde. Todo había empezado como a las 2.30.
Fue un fracaso muy costoso para nosotros, porque murieron muchos de los mejores
compañeros del movimiento constitucionalista.
Los americanos estaban en estado de alerta y
reforzados. Me dicen, pero no le creo, que Francis planteaba que los americanos
no iban a intervenir en eso, pero no lo creo porque ya ellos nos habían atacado
y Francis era el primero en saberlo.Grupo de Combatientes Constiticionalista.
Recursos usados:
Fuerzas Dominicanas Militares (2003)
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