jueves, 19 de diciembre de 2013
Brasil: ¿La NSA arruinó al Super Hornet?
Brasil desairó a Boeing en un acuerdo jet después que el caso de espionaje de la NSA agriara las relaciones
Por Tim Fernholz @ timfernholz
Es lo más cercano a Río que los F-18 Super Hornet van a conseguir estar en el corto plazo. Reuters / Ricardo Moraes
Hoy el gobierno de Brasil anunció que no va a comprar $ 4,5 mil millones de dólares en aviones de combate de Estados Unidos en una acción atribuida a la ira por la controversial recopilación de inteligencia de EE.UU. que tenía como objetivo a los ciudadanos y funcionarios brasileños, entre ellos la presidenta Dilma Rousseff.
Declaraciones oficiales del gobierno brasileño apuntaban a problemas de rendimiento y de coste como la razón para escoger a la sueca Saab AB para desarrollar 36 cazas, aunque muchos observadores creían Boeing tenía la sartén por el mango, mientras que la licitación buscaba ampliar a la fuerza aérea de Brasil.
Llamando a la decisión como "decepcionante" en un comunicado, Boeing dice que no lleva más a cabo el intento de vender a Brasil, un cliente importante para el negocio aéreo comercial de la empresa, señalando que "en las próximas semanas, vamos a trabajar con la Fuerza Aérea Brasileña para comprender mejor su decisión."
Una forma de entenderlo: "El problema de la NSA arruinó a los estadounidenses", dijo un funcionario del Gobierno brasileño a Reuters. La opinión pública se volvió contra los EE.UU. y Brasil está liderando la carga para una resolución de Naciones Unidas que limitaría la vigilancia electrónica. Edward Snowden, el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional cuya fugas revelaron la vigilancia EE.UU., ubicuamente solicitó asilo en Brasil a principios de esta semana, pero parece que el país no está interesado en acoger la denunciante.
Hoy en día, un panel de la Casa Blanca encargado de evaluar espionaje electrónico estadounidense publicó un informe instando a nuevos límites a las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Una de sus recomendaciones es evaluar más cuidadosamente los costos de la vigilancia de líderes extranjeros como Rousseff de Brasil. En este frente, la decisión de Brasil de los aviones de combate es una lección objetiva costoso para el gobierno de los EE.UU.
Quartz
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