La Guerra Franco-prusiana fue un conflicto que marcó definitivamente la historia de Europa y que resultó determinante para el estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Esta guerra tuvo una serie de repercusiones en toda Europa.
Por un lado, Italia consiguió definitivamente expulsar a los franceses de Roma aprovechando la guerra. Por otro lado, Rusia consiguió una derogación de las cláusulas del mar Negro en la Conferencia de Londres, celebrada entre diciembre de 1870 y marzo de 1871. Éste había sido el resultado del acuerdo establecido por Bismarck con el zar de Rusia el 27 de marzo de 1868, según el cual, si se producía el conflicto franco-prusiano, las tropas rusas se concentrarían en la frontera para paralizar a Austria-Hungría.
En cualquier caso, la consecuencia más importante que se puede extraer de este conflicto es el cambio en las relaciones internacionales. A partir de estos momentos se inauguró una nueva constelación de poder cuya potencia hegemónica surgió gracias a la guerra: Alemania.
Las relaciones franco-alemanas serán, a partir de este momento, el eje en el que giren los acontecimientos. Sufrieron sucesivas crisis hasta determinar la configuración de los dos bloques y el inicio de la Primera Guerra Mundial. Solamente con tener en cuenta las negociaciones de paz tras la Gran Guerra y los tratados a los que se llegan, se observa hasta qué punto el paso del tiempo no borró, sino que acrecentó, las ansias de venganza del revanchismo francés.
Causas profundas del conflicto
Pese a todas las anteriores razones de tipo casi caballeresco, en realidad las implicaciones que subyacen en este conflicto son mayores que la simple, aunque importante, candidatura al trono español.
Dos tipos diferentes de motivaciones explican más claramente la guerra:
A- Para Prusia, el conflicto significaba poder concluir la unificación perseguida incorporando a sus dominios los estados alemanes del sur.
Ya con anterioridad, en la guerra austro-prusiana de 1866, se habían enfrentado por la hegemonía en la Confederación Germánica. La victoria de Prusia en Sadowa y, por tanto, en la guerra, trajo como consecuencia que Austria perdiese su posición, surgiendo la Confederación de Estados Alemanes del Norte. Desde entonces, Bismarck tuvo como objetivo incluir bajo su dominio a los estados del sur que estaban protegidos bajo el amparo de Francia, pues deseaban seguir manteniéndose independientes. Este detalle no le haría renunciar al sueño de convertir a Prusia en el motor de construcción de la pequeña Alemania, pues estaba convencido de que incorporaría estos estados sin tardanza. Pero, al ver que ello no ocurría, el canciller aprovechó una fuerza en ascenso durante todo este período en Europa: los nacionalismos. Alimentó y fomentó a base de propaganda la idea de que se trataba de una guerra nacional contra un enemigo histórico, y le funcionó.
B- La otra vertiente que subyace en este conflicto está relacionado con el establecimiento de la hegemonía en el continente europeo. Desde su llegada al poder, Napoleón III deseó convertir a Francia en el lugar que históricamente creía que le correspondía. Tenía ansias tanto imperialistas como hegemónicas y sabía perfectamente que Austria era una potencia en descenso, por lo que deseaba ocupar su influencia en la Mitteleuropa en claro perjuicio para Prusia, que era la potencia mejor colocada para obtener partido del hundimiento austro-húngaro.
Así pues, desde 1867, sobre todo motivado por el retroceso francés en el conflicto austro-prusiano, se supo que el enfrentamiento entre ambas potencias era inevitable.
Ahora vamos a dar un breve sumario de lo ocurrido en esta campaña, por los puntos de contacto que ha de tener con la ambiciosa campaña emprendida por el ejército alemán en 1914.
En los primeros días de Agosto de 1870, el primer ejército alemán, formado por 50,000 hombres, estaba concentrado en Wadern; el segundo, compuesto de 194,000 combatientes, había avanzado hasta la posición de Alsem-Grenstadt, y el tercer ejército estaba aun concentrándose en las orillas del Rhin.
Hasta entonces los franceses no habían hecho ninguna tentativa seria, limitándose a ligeros reconocimientos y pequeños ataques, pero sí habían observado los alemanes que los dos cuerpos franceses formados en Beldfort y Strasburgo se proponían pasar el Rhin y marchar sobre la Selva Negra.
El 2 de Agosto, los franceses, antes de terminar su movilización, iniciaron, con tres divisiones, un ataque contra Saarbruken, sin que entrasen en la plaza, no obstante haberla abandonado los alemanes. Después de esto las tropas francesas se diseminaron en el extenso arco comprendido entre el Nied y el Rhin, en tanto que los alemanes asomaron en grandes masas sobre el Saar.
Desde este punto comenzó la gran campaña, de la que en forma de dietario referiremos los principales acontecimientos.
- 4 de Agosto. En este día, 128 batallones, 102 escuadrones y 80 baterías alemanas, cortaron la frontera francesa y batieron las tropas francesas al mando del general Donay, el cual quedó herido en la acción. Mandaba las fuerzas alemanas el general Kirbash y aquellos llegaron a la vista de Froschviller, Elsasshansen y Eberbash.
- 6 de Agosto. Tuvieron lugar las batallas de Worth y de Spicheren, en las cuales, los generales alemanes Bose y Steriometz, batieron a las fuerzas francesas regidas por los generales Frossard y Mac-Mahon. El resaltado de estas dos acciones empeñadas, fue la retirada de los franceses sobre Luneville, de un lado, y a Octingen, de otro.
El mariscal Mac-Mahon, en su retirada, tomó un camino que cortaba del todo su comunicación con el ejército del general Bazaine.
Se dirigió por el Sur hacia Neufelatran, desde donde marchó con sus fuerzas a Chalons por el camino de hierro.
El 5° cuerpo de ejército francés que primero ocupó Nancy, recibió orden de marchar a Langres, pero al llegar a Charmes una nueva orden del cuartel general le hizo dirigirse a Toul; pero ya en Chaumart se dispuso que dicho cuerpo marchase definitivamente a Chalons para reunirse con el nuevo 12.° cuerpo reorganizado por el general Trochu.
Así se formó un ejército de reserva que quedó al mando del mariscal Mahon. Este ejército, aislado del de Bazaine, no pudo prestar a éste auxilio alguno, dejándole en frente del ejército alemán que avanzaba.
En tanto las divisiones de caballería alemana practicaban bastantes reconocimientos, obligando a los destacamentos de Caurobert a retroceder.
El 11 de Agosto el cuartel general alemán se trasladó a Saint Avolce, en la línea más avanzada.
En vista de la escasa resistencia que ofrecía el ejército francés, el alemán prosiguió su avance, llegando sus exploradores hasta Toul y el camino de Verdun, por un lado, en tanto que el ala derecha del segundo ejército se detenía cerca de Metz.
- 14 de Agosto. Batalla de Colombay Nouilly. Como consecuencia de la nueva disposición del ejército alemán y con objeto de retardar la retirada del ejército francés del general Bazaine, los alemanes emprendieron el ataque y lograron el objetivo que se propusieron, puesto que las fuerzas de Bazaine apenas pudieron avanzar cinco o seis kilómetros, pero dejando el paso franco a los cuerpos del segundo ejército alemán para cruzar el río Mosela.
Mariscal Mac-Mahon
Encargado el mariscal Mac-Mahon del mando y en vista de las noticias recibidas de la situación de las fuerzas de Bazaine, Mac-Mahon resolvió marchar a Reims, desde donde le sería posible, o bien regresar a París, dando un pequeño rodeo, o bien reunirse al ejército de Bazaine, si esto era aún posible.
Se inclinaba ya el general Mac-Mahon a emprender decididamente el regreso a París, cuando recibió la noticia de que el general Bazaine contaba con la seguridad de poder seguir en dirección Norte y abrirse paso hasta Chalons, por Montmedy y Sainte Menchouid, sino ocupaban este camino enemigos excesivamente numerosos, en cual caso marcharía sobre Sedan y hasta por Meziéres hacia Chalons.
Estas afirmaciones de Bazaine decidieron a Mac- Mahon a renunciar a la idea de regresar a París, y el día 23 de Agosto emprendió la marcha hacia Stenay.
Mientras este ejército francés, dando un gran rodeo, se dirigía hacia el Este, el ejército alemán avanzaba en línea recta por el Oeste, de manera que ambos ejércitos, a medida que avanzaban, debían converger, llegando a la línea de Sainte Menchouid y Vitry.
El general Mac-Mahon acampó con su ejército en Reims y procuró unirse con Bazaine, y para impedirlo, los alemanes ocuparon la línea Vitry-Varennes.
Mac-Mahon continuó su marcha por los caminos más septentrionales que podían conducir a Metz, pero al saber que las fuerzas de Bazaine no habían podido romper la barrera alemana, creyó prudente emprender la retirada sobre París.
Y así lo hubiera hecho de no haber recibido del Ministro de la Guerra las más urgentes contraórdenes. "Si abandona usted a Bazaine estallará la revolución,,, había telegrafiado el Ministro al General.
Sacrificó Mac-Mahon sus convicciones de militar y expidió contraórdenes rectificando el movimiento emprendido, y el resultado de ello fue que las tropas, caladas por la lluvia, extenuadas a con- secuencia de las marchas por caminos pésimos, llegaron ya muy entrada la noche a los acuartelamientos que se les había designado.
Transcurrieron así dos días mortales hasta el 30 de Agosto, en que se pusieron en contacto ambos ejércitos.
Batalla de Beaumont
Los alemanes atacaron a las fuerzas francesas por tres puntos: Oches, La Chene y Vouziers.
El general Mac-Mahon había dispuesto para aquel día que todas sus tropas pasaran a la orilla derecha del Mosa, dejando en sus anteriores posiciones solo los bagajes y ambulancia.
Este plan no pudo cumplirse por el ímpetu del ataque alemán y porque los directores comprendieron la intención del mariscal francés.
Por esta causa Mac-Mahon emprendió la retirada lo más ordenadamente que le fue posible, haciendo retroceder a los refuerzos que ya se hallaban al otro lado del río. Solo el quinto cuerpo de ejército francés quedó batiéndose en Beaumont, en tanto que los demás cruzaban el Mosa, y Mac-Mahon daba las órdenes necesarias para que el ejército se concentrase en Sedan.
La intención del Mariscal no era presentar batalla en este punto, sino proveerse de víveres y dar descanso a sus tropas para retirarse sobre Meziéres, hacia donde se dirigía el general Vinoy con un cuerpo de ejército recientemente organizado.
El emperador Napoleón, que procedía de Carignan, se incorporó a Mac-Mahon el mismo día 30 de Agosto, y en la noche del 30 al 31 se practicaron varios reconocimientos para descubrir terreno hacia Meziéres y averiguar las posiciones del enemigo.
Los alemanes, con el objeto de impedir la retirada y detener a los franceses en Sedan, reiteraron sus ataques el día 31.
La posición de los franceses en Sedan, quedaba protegida por la plaza a retaguardia; el Mosa y los valles de Gíronne y del Floing, constituían una excelente línea defensiva, de la que el monte Calvario de Ylly era uno de los puntos más importantes, a causa de hallarse reforzado por el bosque de la Garenne, que detrás de él se extendía y desde el cual se elevaba un cerro que iba descendiendo hasta Bareilles, con numerosas hondonadas que ofrecían buena defensa. El camino que, en caso extremo, podría conducir el ejército francés al territorio neutral de Bélgica, pasaba por Ylly.
Así se llegó al día 1.° de Septiembre.
Sobre la guerra y sus hechos
Esta fue la primera guerra en que ambos contendientes emplearon exclusivamente fusiles de retrocarga, la anterior guerra, la austro-prusiana de 1866, fue ganada por los prusianos que empleaban el fusil de retrocarga Dreyse contra el de avancarga austíaco Lorenz.
Para esta guerra, tán solo 4 años después, ya todo el ejército francés estaba armado con el excelente fusil de aguja Chassepot con el que enfrentó en igualdad de condiciones (cadencia de fuego) al Dreyse prusiano. Pero pudo más la organización superior de los prusianos. Publico una imagen de ambos fusiles de infantería enfrentados.
Obsérvense los cartuchos del Dreyse y del Chassepot, el del francés era más moderno y aerodinámico, pero ambos eran de papel combustible. Faltaba todavía un poco tiempo más para que el cartucho totalmente metálico los reemplazase, que ya existían pero todavía no se habían popularizado.
Un factor fundamental, pero no el único, fué que la Confederación Alemana (convertida en Imperio en 1871, en Versalles), contó con los 2 artífices más destacados, en el plano político: Otto Von Bismarck, Canciller del Reino de Prusia. y de la confederación y el Imperio luego, figura que dominó toda la política alemana y europea de la segunda mitad del siglo XIX; político y diplomático brillante que armó todo el esquema internacional escenario de las 2 guerras victoriosas de Prusia-Alemania: la Austro-Prusiana de 1866 y la Franco-Prusiana de 1870-71 que convirtieron a Alemania en una potencia mundial. Fué muy eficazmente secundado por el jefe de estado mayor alemán Helmut Von Moltke "el viejo" (no se lo confunda con su desventurado sobrino Helmut Von Moltke el joven, que fracasó en la batalla del Marne en 1914), artífice de la potencia militar alemana y minucioso planificador de las 2 guerras antes citadas. Está considerado uno de los grandes capitanes de todos los tiempos. Este brillante dúo :un político y un militar fué en gran medida responsable de los grandes éxitos de Alemania, cuyo centro era el estado Prusiano bajo la dinastía de los Hohenzollern.
Prusia (Alemania) se lanzó de lleno a emplear artillería moderna -casi diríamos experimental- pues todos sus cañones eran de acero (o hierro forjado), estriados y DE RETROCARGA. Los franceses empleaban todavía artillería de avancarga, si bien también estriada -los cañones La Hitte (tan empleados por los aliados en la Guerra del Paraguay).
Aún así, los reportes dicen que 200 cañones alemanes fallaron durante la contienda; por ejemplo esto hizo desistir a los británicos de cambiar su parque de artillería de avancarga por una década más o menos.
En cuanto a las armas de infanteria, el fusil de aguja y cerrojo francés Chassepot 1866 era notablemente superior a su rival prusiano Dreyse 1862, pues su alcance era de 1.200 metros contra 800 del prusiano.
También los franceses emplearon un arma que habían mantenido en secreto antes de la guerra: la ametralladora Montigny ("Mitrailleuse"), que en realidad era un haz de 37 tubos de fusil Chassepot que disparaban al unísono por descargas. Degraciadamente aún no se tenía idea del empleo de estas armas (recuérdese que Gatling había patentado su ametralladora manual en su versión definitiva recién en 1865), y se asignaron a las unidades de artillería, al revés de lo que todos conocemos hoy día que deben emplearse como apoyo directo de la infantería. Aún así cuando estuvieron bien empleadas sus efectos fueron espantosos como en la batalla de Gravelotte (1870). Este mal empleo hizo desistir por muchos años a los ejércitos en el empleo de al ametralladora.
Poniéndolo de esta manera, parecería que había incluso una leve ventaja a favor de los franceses. ¿Cuál fué el factor desequilibrante entonces?
Fué evidentemente el comando y la organización. Von Moltke era un genio en numerosos aspectos y estaba apoyado por un estado que seguía todas sus directivas. Planeó minuciosamente de antemano todas las operaciones y la logística. téngase en cuenta que a los franceses muchas veces les faltaron municiones para sus armas, una enorme cantidad de soldados murieron de tifus, además Napoleón III impuso un desastroso centralismo en las decisiones militares que anuló la iniciativa de sus comandos. Aquí deben buscarse los factores de la derrota francesa.
Cañón Krupp de retrocarga de 80 mm modelo 1868 (obsérvese la culata abierta por donde se cargaba la pieza)
Varias ametralladoras manuales, desde el arma Puckle del siglo XVIII a la ametralladora Gatling (con su inventor) y la Montigny y la Reffye francesa de la guerra franco-prusiana
Mitrailleuse Reffye
Mitrailleuse Montigny
Cañones franceses de avancarga y rayados La Hitte (empleados en la guerra del Paraguay igualmente) (últimas tres imágenes)
Proceso de carga y disparo de un cañón de avancarga
Proyectil elongado La Hitte, empleado en los cañones de bronce estriados del mismo nombre
Fotos: Rafael Mariotti
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