Saab J35 Draken: el dragón nórdico que descubrió accidentalmente la maniobra Cobra
En el mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de tecnología avanzada de aviones de combate se perfilaba con fuerza. En la década de 1960, el Saab J35 Draken no era más que un destello en el ojo de los ambiciosos ingenieros suecos. Tan emocionante como fue el concepto de un avión de ala doble delta sin cola, fue un salto a un territorio desconocido. Sin embargo, al igual que un dragón escupe fuego, los ingenieros de Saab aceptaron el desafío con determinación: el tipo del que están hechas las leyendas.
Desarrollo del Saab J35 Draken
La Fuerza Aérea Sueca, ansiosa por no quedarse atrás en la carrera por la tecnología avanzada de aviones de combate, comenzó a imaginar un caza supersónico capaz de interceptar bombarderos a gran altura. Una idea audaz echó raíces y la Administración de Material de Defensa anunció un conjunto de requisitos para un interceptor de última generación.
A diferencia de su contemporáneo, el Lockheed F-104 Starfighter de la Fuerza Aérea de EE. UU ., esta creación nórdica tenía un papel único que desempeñar; debía operar desde vías públicas reforzadas, una estrategia desarrollada por el Ministerio de Defensa sueco durante la Guerra Fría para protegerse contra posibles amenazas nucleares. También tenía que ser capaz de realizar operaciones en todas las condiciones climáticas.
Ingrese al Saab J35 Draken, el "Dragón nórdico", que estuvo a la altura del desafío.
El J35, un testimonio del diseño innovador y la destreza de la ingeniería, nació de una decisión audaz de adoptar la configuración de ala doble delta. A pesar de no haber sido probado y potencialmente lleno de problemas, ofreció una solución a la mayoría de los problemas críticos. El ala delta, con su estructura robusta y gran volumen interno para almacenamiento de combustible, parecía prometedora, aunque propensa a la resistencia.
En ausencia de ayudas modernas como pruebas asistidas por computadora y simulación de vuelo, los ingenieros suecos se embarcaron en una tarea lenta y laboriosa. Después de extensas pruebas en el túnel de viento y vuelos de prueba, construyeron un prototipo pequeño pero volable, el Saab 210, o "Pequeño Dragón". Con un desempeño espléndido en su primer vuelo sobre Estocolmo en enero de 1952, el Little Dragon insufló vida al J35 Draken.
Las especificaciones del Saab J35 Draken
El diseño del J35 Draken fue único, con una configuración de ala doble delta, un concepto pionero. Esta estructura, con sus ángulos claramente definidos, fue fundamental para lograr el equilibrio deseado entre el rendimiento a alta velocidad y la estabilidad a baja velocidad.
El diseño aerodinámico del J35, optimizado para vuelos de alta velocidad, se complementó con un motor turborreactor equipado con poscombustión que le otorgó extraordinarias capacidades de velocidad. De hecho, fue uno de los primeros aviones construidos en Europa occidental en romper Mach 2.
El cuerpo de la aeronave fue diseñado meticulosamente, con la cabina proporcionando un amplio campo de visión para el piloto. Estaba equipado con sistemas avanzados de radar y control de tiro, que eran lo último en tecnología para su época. El fuselaje del J35 se dividió en secciones delantera y trasera, atornilladas y alojando varios sistemas.
El armamento principal del J35 se transportaba externamente y consistía en hasta cuatro misiles aire-aire de corto alcance AIM-9 Sidewinder. El avión también podía transportar internamente varios tipos de cohetes y bombas, y también permitía la instalación de dos cañones de 30 mm o tanques de combustible externos adicionales.
Un comienzo bastante animado
El comienzo de la vida útil del Saab J35 Draken no fue precisamente fácil.
La configuración de doble ala delta, una idea revolucionaria en ese momento, resultó ser una bestia malvada para domar. Con su naturaleza inestable, aterrizar el avión era un juego de alto riesgo que requería estabilización manual, una hazaña difícil para cualquier piloto. Sin embargo, como dice el refrán, cada nube tiene un lado positivo. En este caso, el desafío presentó una oportunidad inesperada: el descubrimiento de una maniobra desconocida para cualquier otra nación en ese momento.
Maniobra Cobra
En su búsqueda por dominar a la bestia impredecible, los pilotos de pruebas suecos se toparon con un arma secreta: la maniobra Cobra. Cuando el J35 Draken entró en pérdida incontrolable con alfa alto, descubrieron que podían controlarlo negando rápidamente el ángulo de ataque para contrarrestar la suspensión.
¡Voila! Habían convertido el J35 en su propio freno de aire, reduciendo su velocidad instantáneamente.
Con su excepcional velocidad, alcance y sistemas complejos, el J35 trajo una nueva dimensión al término "superstack". La maniobra Cobra fue una exhibición técnicamente desafiante de estancamiento controlado. Demostró la tremenda maniobrabilidad de la aeronave, convirtiéndola en un enorme aerofreno para reducir la velocidad de la aeronave lo más rápido posible.
El legado de Saab J35 Draken
El J35 Draken no solo fue un interceptor de gran altitud, sino que también demostró ser un caza aéreo capaz. Con una impresionante capacidad de giro rápido y su alta velocidad, el caza sueco tenía el doble de capacidad que otros aviones a reacción monomotor de la misma época. El modelo J35B mejorado presentaba una planta de energía mejorada, un postquemador ampliado, un fuselaje trasero rediseñado e integrado con la red de control de defensa aérea, STRIL 60.
Si bien la maniobra Cobra ahora se asocia con aviones más modernos como el Sukhoi Su-27 y el Mikoyan MiG-29, es importante recordar dónde comenzó todo. El J35 Draken arrasó en el mundo de la aviación y será recordado como el avión que accidentalmente descubrió la maniobra.
Que lindos "fierros" fabrican los suecos
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