sábado, 4 de mayo de 2013

Malvinas: Hundimiento del HMS Sheffield

El hundimiento del HMS "Sheffield" 


 




 

Primeras misiones aéreas 
A las 08:07Z (11.07 hora argentina) del 4 de mayo de 1982, un avión Neptune 2P-2H matrícula 0708/2-P-112 despegó de Río Grande al mando del capitán de corbeta Ernesto Proni Leston con la misión de verificar si había ruta despejada para tres Hércules KC-130 a Puerto Argentino. 
Los Neptune eran viejos aviones de exploración norteamericanos, cuyos radares eran inadecuados para ese tipo de operaciones, hecho que obligaba a sus pilotos a aproximarse a unas 100 millas del objetivo, misión sumamente peligrosa ya que ponía al aparato al alcance de las defensas antiaéreas que el enemigo tenía a bordo. 




 
Detección del enemigo – preparando el ataque 
Eran las 07:03Z (10.05) cuando la Base Naval de Espora y el TOAS recibieron la comunicación del radarista Pernusi, a bordo del SP-2H, informando que se había detectado lo que parecía un posible blanco enemigo; un "duende" según la expresión utilizada. Fue el cabo Yerba el encargado de transmitirlo al Comando de Aviación Naval. 
Eran las 07:30Z (10.30), cuando el teniente de fragata Carlos Machetanz salió corriendo de la sala de pilotos de la Base Aérea de Río Grande para dirigirse al edificio de oficiales, procurando no resbalar sobre el piso cubierto de escarcha. Soplaba un viento helado y la temperatura estaba por debajo de los 0 grados. 
Cuando entró en el recinto, el teniente de fragata Armando Mayora se hallaba recostado sobre un camastro, del que se incorporó velozmente al ver entrar a Machetanz. Preocupado le preguntó que ocurría y Machetanz le explicó que se había detectado un posible blanco y que debía dirigirse a la sala de prevuelo donde se encontraban reunidos los otros pilotos. 
Una vez en la sala vieron al capitán de navío Augusto Bedacarratz, segundo comandante de la Escuadrilla, dialogando con otros colegas. Para ese momento, él y Mayora habían sido designados para efectuar el ataque. 
Realmente la elección no podía haber sido mejor. Ambos pilotos habían volado juntos en innumerables misiones de entrenamiento y se conocían lo suficiente como para no tener que utilizar demasiado la radio. 
Cuando todo estuvo listo, los aviadores se encaminaron a sus aparatos. Comenzaban a vivirse momentos de ansiedad, ansiedad que iba en aumento a medida que pasaban los minutos. 
Mientras los mecánicos supervisaban los aviones, los pilotos se colocaron sus equipos de supervivencia, sus cascos y sus trajes antiexposición que les permitirían sobrevivir en las aguas heladas durante media hora y se aprestaron a tomar ubicación dentro de sus cabinas. 


Se alista la Sección “Vincha” en Río Grande 
 Desde el primer contacto anunciado esa mañana, la actividad en Río Grande era febril, la EA32 de inmediato se avocó a alistar sus dos cazas Super Etendard que ese día estaban en plena alerta (3-A202 y 3-A-203), sus pilotos comenzaron la planificación de la ruta de vuelo, mientras se coordinaba el repostaje en vuelo desde un avión cisterna KC-130H “Hércules” de la Fuerza Aérea Argentina. Paralelamente, se comenzaba el proceso de montaje de los misiles AM-39 “Exocet” en los cazas y se los alistaba para el inicio de lo que podría ser, después de varias cancelaciones, su primera misión de combate real. En la sala de pilotos de Río Grande los dos pilotos asignados a esta misión, el capitán de corbeta (CC) Augusto Bedacarratz y el teniente de fragata (TF) Armando Mayora, daban los últimos retoques a su plan de misión, revisaban su uniforme y se dirigían a sus aviones.
A las 0944 horas despega los dos aviones que conformaban la sección “Vincha”, con el CC Bedacarratz como líder, desde Río Grande, cada avión transportaba un misil antibuque AM-39 “Exocet”, el misil antibuque de lanzamiento aéreo más moderno de Occidente hasta ese momento y nunca probado en combate. Las aeronaves siguieron su itinerario previsto rumbo a la posición de los blancos reportados por el 2-P-112, volando a gran altura con rumbo Este.

A 250 millas del blanco toman contacto con el avión cisterna KC-130H de la Fuerza Aérea, matriculado TC-70, el cual les suministró el combustible necesario para continuar con su misión y alcanzar los blancos previstos, hasta esos momentos, los más modernos aviones argentinos no mostraron ningún inconveniente y todo seguía como estaba planeado. A las 1035 horas, el patrullero pudo actualizar nuevamente la posición de la flota británica, aunque los continuos problemas con el radar y demás sistemas electrónicos comenzaron a causar preocupación. Ya para entonces, la sección “Vincha” había actualizado la información sobre los blancos y ponía rumbo hacia los mismos: tres buques habían sido detectados en la posición 53º 4’ Sur; 58º 1’ Oeste. Ahora el CC Bedacarratz y su punto, el CF Mayora, volaban a 115 millas de sus blancos y cargaban sus datos en la computadora de misión mientras volaban a baja altura.


El Super Etendard numeral 3-A-203 fue uno de los integrantes del ataque contra el destructor británico, en el cual ambos aviones dispararon sendos AM-39 "Exocet". La foto fue tomada en el transcurso de una de las dos salidas de ataque en las que este avión participó contra la flota británica. (Foto: MUAN).

A las 1100 horas, ambos aviones trepan hasta los 300 metros de altura y durante tres segundos emiten el barrido de radar necesario para obtener la posición final de sus blancos. Ya con la lectura de radar, los aviones vuelven a rasante e ingresan los datos necesarios para que los misiles pudieran ser disparados. A las 1104 horas ambos aviones iniciaron la fase de ataque, trepan hasta la altura de lanzamiento y de inmediato el CC Bedacarratz dispara su misil AM-39 “Exocet”, pocos segundos después, el TF Mayora dispara el suyo, ambos se transformarían en los primeros pilotos en disparar en combate este tipo de misiles. La distancia aproximada de lanzamiento, con respecto a los blancos, fue de unas 30 millas (54 Km.), culminada la secuencia, los dos cazas argentinos rompen el ataque, vuelven a rasante y emprenden el retorno a casa, arribando a las 1210 horas, minutos antes había llegado su avión guía, el SP-2H matrícula 2-P-112. 


El ataque 
Cuando todo estubo listo, Mayora y Bedacarratz subieron las escalinatas y se acomodaron dentro de las estrechas cabinas, sujetándose con las correas y cinturones. Bedscarratz abordó el avión matrícula 3-A-202 y su numeral el 3-A-203. 
Fue entonces que el nerviosismo dio paso al entusiasmo. Se lanzaron vítores a la patria y a los dos valientes que estaban por partir mientras se agitaban brazos, gorras y pañuelos en señal de despedida, deseando con los pulgares en alto, la mejor de las suertes. Los pilotos respondieron alzando los suyos y echaron a andar. 
Las máquinas carretearon lentamente hacia la pista haciendo rugir sus turbinas. Debajo de sus alas derechas, se distinguía la silueta de los temibles Exocet AM-39, que en el transcurso de la guerra se convertirían en el verdadero terror de los ingleses. Los pilotos dieron plena potencia a sus motores y despegaron, ascendiendo a 15.000 pies (4500 metros de altura). 
Ya en el aire, Bedacarratz y Mayora enfilaron hacia el punto de reunión con el avión-tanque KC-130, para efectuar el reabastecimiento. El encastre fue perfecto; los tanques se llenaron sin problemas y a las 10.04Z (13.04) se desengancharon. Se hallaban a unas 250 millas del objetivo. 




El Hércules se alejó lentamente mientras los Super Etendard iniciaban su viaje de 800 km/h. A todo esto, el Neptune de Proni Leston ya había confirmado la detección del objetivo (10:50Z), permaneciendo durante tres horas en el área con el objeto de controlar la posición. Durante ese período se detectaron un total de cuatro buques enemigos en un sector ubicado a 85 millas al sur de Puerto Argentino. 
Temiendo que los ingleses hubiesen detectado su presencia, Proni Leston comenzó a volar en zig-zag simulando que se trataba de un avión de rescate en busca de sobrevivientes. 
A los 10:35 (13.35Z) el aparato ascendió hasta los 3.500 pies y transmitió las posiciones a los Super Etendard que venían en camino. Finalizada su tarea, se retiró a toda prisa, pegándose al mar, para aterrizar con sus doce tripulantes en Río Grande a las 15.04; había partido desde ese mismo lugar a las 08.07 hora argentina. 
Bedacarratz y Mayora continuaron su avance al ras del agua, repasando la isla Beauchene por el lado sur, un promontorio rocoso envuelto en brumas, que emergía fantasmagóricamente del helado mar. Los pilotos alimentaron con la información recibida los sistemas de la unidad de Ataque (UAT) y ascendieron hasta los 500 pies para localizar los blancos con sus radares. No hallaron nada. Inmediatamente volvieron a descender y volaron otras 25 millas, al termino de las cuales, repitieron la operación. Fue entonces que aparecieron en sus pantallas los ecos de cuatro unidades de superficie, una grande, dos medianas y una más pequeña hacia la izquierda. En ese momento comenzaron a sentir las contramedidas electrónicas británicas cuando las luces de sus tableros se encendieron dando las señales de alarma. Eran las 10.50Z (13.50). 
Tras otros 25 millas de vuelo volvieron a repetir la operación comprobando que los barcos se habían desplazado de sus posiciones. Los pilotos programaron sus instrumentos orientando las memorias de sus computadoras de a bordo así como también, las de sus misiles que, en los últimos 10 kms., serían guiados hasta el objetivo. 

Eran las 11:04Z (14:04) cuando Bedacarratz disparó su Exocet, a una distancia aproximada de 30 millas. Mayora hizo lo mismo cuando vio salir al misil de su jefe, siendo aquella la primera vez que se disparaba este tipo de proyectil desde un Jet. 
Mientras los proyectiles emprendían su vuelo a velocidad supersónica, los pilotos viraron bruscamente hacia la izquierda e iniciaron el escape a unos 1000 km/h al ras del agua o, como suele decirse en esos casos, “peinando las olas”. Había poca visibilidad y el mar, debajo, estaba encrespado. Bedacarratz advirtió a Mayora sobre el peligro de chocar contra el oleaje. 
En plena trayectoria de regreso, el jefe de la formación creyó ser perseguido por un par de Harriers pero la voz de su numeral lo tranquilizó al advertirle que era él quien iba casi pegado a su cola. 


Los 19 minutos previos al hundimiento del Sheffield
A pesar de contar con 19 minutos para hacerlo, los oficiales británicos a bordo del portaaviones Invincible no alertaron a la flota del primer ataque argentino con un Exocet, el 4 de mayo de 1982, en la guerra de Malvinas. El misil impactó en la fragata británica Sheffield, mató a 20 hombres e hirió a 24. 

El Ministerio de Defensa británico confirmó que los oficiales consideraron "espurias" las visiones de los radaristas y que el alerta "no fue pasado". La cadena de mandos no creyó a los dos operadores de radar y los acusaron "de estar cazando conejos". 

El diario The Guardian inició una investigación sobre el incidente, lo dejó al descubierto y obtuvo el testimonio de los dos operarios del radar que vieron el Exocet. 

David Forster, que ha vuelto a la vida civil y vive en Australia, dijo: "Yo quiero que pidan disculpas" y pidió que el oficial que adoptó la decisión de no dar el alerta "explique su decisión". 

"Esta idea ha estado en mi mente por 18 años. Murieron 20 personas porque no se dio el alerta. Yo debería haberme parado y gritado: ''Hay algo que viene. Alerten a la flota''. Yo me castigo en mi conciencia por la muerte de esos hombres. El remordimiento y la tristeza están en mi corazón", dijo Forster, que no fue escuchado por sus superiores en la sala de operaciones electrónica del portaaviones y nunca había hablado antes del episodio. 

Junto a él, en la sala de radares estaba Mark Booth, hijo de un oficial de señales de la Marina y ahora golfista profesional. 

"Nosotros hicimos lo que el entrenamiento nos ordenaba. Era para otra gente en la sala de operaciones tomar la decisión y actuar con esa información. Cualquier responsabilidad está en otras personas, no en la espalda de David", aclaró Booth. 

"Si él armaba un griterío en la sala de operaciones, hubiera sido tratado de histérico. Nosotros sólo teníamos 19 años pero estábamos muy bien entrenados. Eramos muy buenos en nuestro trabajo y tuvimos reacción rápida", dijo. 

El Ministerio de Defensa no ha identificado al oficial involucrado y no va a hacer una investigación del episodio. 

El capitán del Invincible, sir Jeremy Black, se retiró de la Marina en 1992 y se negó a comentar el hecho. Pero el incidente había sido descripto en un libro de los oficiales del portaaviones que comentaban los problemas de la guerra. Según la historia británica oficial de Malvinas, un destructor cercano a la Sheffield le advirtió de la presencia de dos aviones Super Etendart de la Armada Argentina a 25 millas de la fragata. Su radar estaba paralizado porque oficiales del Sheffield hablaban por teléfono satelital al cuartel general de la marina británica en Londres. La interferencia magnética del teléfono había bloqueado su capacidad de detección. La advertencia a la tripulación fue: "Ataque de misiles. Pegó en cubierta". 

El ataque al Sheffield fue el encuentro entre la Armada británica y los misiles franceses Exocet, que se usaron por primera vez, dos días después del hundimiento del crucero General Belgrano, donde más de 300 argentinos murieron. 

......
Así fue como aquel 4 de mayo el "Sheffield” se encontraba a unos 35 kms. delante del grupo de portaaviones. Hacía frío pero el cielo se hallaba totalmente despejado y el mar estaba calmo, cosa rara en el Atlántico Sur. 
El radarista de a bordo detectó repentinamente señales en su pantalla indicando la proximidad de un avión, lo que informó inmediatamente al lugarteniente Peter Walpole, oficial de guardia. Este se dirigió a cubierta e informó el hecho al teniente Brian Layshow, piloto del helicóptero Lynx de la dotación y entre ambos comenzaron a vigilar el horizonte. Pocos minutos después, creyeron distinguir algo a lo lejos, una especie de nube de humo muy confusa en la lejanía, dándose cuenta al instante de lo que se trataba. Los dos dijeron lo mismo a la vez; - "¡Por Dios, es un misil!" 
El Exocet dio de lleno cuatro segundos después, por la banda de estribor, en medio del buque, a pocos centímetros de la línea de flotación. Al instante se produjo una terrible explosión que sacudió toda la nave, desencadenando un verdadero infierno. 

 
 








 
El proyectil penetró en línea oblicua, perforando el casco y estallando con inusitada violencia en su interior. Arrasó el centro de control de máquinas, la sala de operaciones, el cuartel general de control de daños, los pasillos, camarotes y otras secciones, al explotar hacia arriba y al exterior. El barco quedó sin energía en el acto, flotando sin rumbo y emanando mucho humo. 

 


 


Versión inglesa
Siendo aproximadamente las 10.00 del 4 de mayo, el HMS Sheffield estaba en "modo visualización de defensa", con lecturas de 2º grado, como parte de la Fuerza de Tareas Británica dispuestas en el interior de las Islas Malvinas durante la Guerra de las Malvinas. El Sheffield estaba relevando a su gemelo el HMS Coventry (D118) porque éste tenía dificultades técnicas con su "Radar Tipo 965".1 Y entre el Sheffield y el Coventry había intercomunicación intermitente sobre una banda de UHF. Las comunicaciones cesaron cuando se recibió un mensaje no identificado señalando simplemente "Sheffield is hit!".1 El portaaviones HMS Hermes (R12) despachó a sus escoltas HMS Arrow (F173) y HMS Yarmouth (F101) para investigar, y también salió un helicóptero. Reinaba la confusión, hasta que inesperadamente apareció y abordó al Hermes, el helicóptero Lynx del Sheffield, llevando al oficial de "Operaciones Aéreas" y al de "Operaciones,1 que confirmaban el impacto.
El Sheffield identificó el misil entrante, en su aparentemente viejo radar Type 965 (que era temporal pues se esperaba poder dotarlo del Type 1022" en cuanto estuviese disponible), cinco segundos antes del impacto. Y el oficial de Operaciones informó al Director de Misiles, quien se aprestó a dar esos datos al Sistema de Control de Fuego ADAWS 4.1
El avión argentino que disparó su misil no había sido detectado como aguardaban los británicos que sucediese, y hasta alcanzaron a tomar contacto visual con su traza de humo, confirmando que se trataba de un misil rasante al mar. Cinco segundos después, el Exocet impacta al Sheffield. Tal fue la sorpresa, que tampoco se realizaron las maniobras defensivas evasivas que suelen darse en estos casos como por ejemplo:
-cambiar violentamente de curso
-acelerar todo lo posible
-disparar cartuchos de bolas de aluminio (chaff), como contramedida hacia el radar del misil, y otras posibles capturas de blanco.


El Exocet disparado desde uno de los dos Super Étendards que habían despegado desde la Base Río Grande, Tierra del Fuego, era pilotado por el Capitán Augusto Bedacarratz, comandante de misión. Habría sido disparado en un modo de alcance de 11 km que era lo menos esperado por la armada británica que consideraba que los misiles serían arrojados desde una distancia de 80 km, a media altitud. Por este motivo resultó imposible detectarlo a tiempo y tomar las contramedidas que fueran efectivas. Hizo blanco, aproximadamente a 2 metros de la línea de flotación en el Deck 2, abriendo un boquete de 1 x 2,5 m cerca del centro de comando.1
El "Reporte MOD" acerca del hundimiento del Sheffield concluye que: "La evidencia indica que la cabeza explosiva no detonó".2 Sin embargo, algunos miembros de la tripulación y de la Task Force creen que si bien el misil 363 no explotó con el impacto;1 fue el incendio del motor del cohete lo que produjo que el Shefield se quemara. Por su parte, el capitán Sam Salt y otros integrantes de la dotación de a bordo han asegurado con vehemencia que la cabeza del misil sí explotó y que la detonación fue lo que causó el mayor daño así como la mayor cantidad de muertos y heridos. Sugieren que la explosión inutilizó inmediatamente los sistemas generadores de electricidad, haciendo cesar el suministro de agua, quebrando los mecanismos antifuego y permitiendo que el buque se consumiera por el fuego incontrolable.
También se da por sentado que el radar del buque antimisil era incompatible con los enlaces de satélite de comunicaciones lo cual reducía las posibilidades de interceptar a un misil Exocet con vuelo rasante. Por tanto, se concluyó que ni el radar Type 965 ni el misil Sea Dart que llevaban los destructores Tipo 42 estaban preparados para interceptar un misil que venía a ras de las olas.
Tras el ataque, la tripulación, mientras esperaba el rescate se puso a cantar Always Look on the Bright Side of Life de la Vida de Brian.
Los restos flotantes y quemados, fueron remolcados por la fragata Clase Rothesay HMS Yarmouth (F101); pero se abortó tal misión; mientras era remolcado, el barco se hundió en las 53°04′″S 56°56′″O, el 10 de mayo de 1982. Así se convirtió en el primer navío de la Royal Navy hundido en guerra en al menos cuarenta años. Veinte hombres de su tripulación (principalmente en el área de la cocina) murieron durante el ataque. El pecio es un cementerio de guerra y está señalado como un sitio controlado bajo el "Acta de Protección de Restos militares de 1986".
El hundimiento del Sheffield es achacado a veces al uso indiscriminado de aleaciones de aluminio, ya que sus puntos de fusión y de ignición son significativamente inferiores al del acero. Sin embargo, hay un error de base y es que la superestructura del Sheffield' fue hecha totalmente de acero.3 La confusión puede deberse a que las Armadas de EE.UU. y británicas abandonaron el aluminio luego de varios incendios en los años setentas. Los hundimientos de las fragatas Tipo 21 HMS Antelope (F170) y HMS Ardent (F184), ambas con superestructuras de aluminio movieron a cambiar el modo de trabajar con este material. De todos modos, para estos dos casos, se hubieran hundido del mismo modo si hubieran estado construidas con otros materiales ya que los daños producidos por las explosiones eran considerables. La Ardent en particular tras un severo bombardeo de once bombas, con cinco explociones; ningún barco de su tipo hubiera sobrevivido a semejante ataque. El fuego en ambas naves contribuyó a que se cambiara el uso de ropa con nylon y demás sintéticos, por vestidos ignífugos. El "Reporte Oficial" del hundimiento del Sheffield fue desclasificado según las leyes de Libertad de Información del Reino Unido, después de una campaña de ex personal de la marina británica que ha estado criticando los equipos de lucha contra el fuego del barco, el entrenamiento, los procedimientos y a ciertos miembros de la tripulación.4

Versión argentina
El Sheffield fue detectado por primera vez por un avión de reconocimiento argentino P-2 Neptune a las 7.50 AM del 4 de mayo. El avión mantuvo a los barcos ingleses bajo vigilancia, verificando de nuevo la posición del Sheffield a las 8.14 y a las 8.43. Dos aviones Super Étendard armados con misiles Exocet despegaron desde Río Grande a las 9.45 y se encontraron con un avión Hércules C-130 a las 10.00. A las 10.35, el avión de reconocimiento se elevó a 1,1170 metros y detectó dos contactos en las coordenadas 52º 33 55 Sur, 57º 40 55 Oeste mapa. Pocos minutos más tarde, se puso en contacto con los Super Étendards con esta información. Al volar a muy poca altitud, alrededor de las 10.50, ambos cazas se elevaron a 160 metros para verificar el contacto, pero, al no encontrarlos, decidieron continuar. Se acercaron 40 kilómetros y se elevaron de nuevo y tras unos pocos segundos de rastreo, sus objetivos aparecieron en las pantallas del radar. Ambos pilotos cargaron las coordenadas en sus armas antibuque, descendieron y después de una revisión de último minuto arrojaron sus misiles Exocet a las 11.04 desde unos 30 a 50 kilómetros de sus objetivos. No fue necesario que los aviones volvieran a cargar combustible en el aire y aterrizaron en Río Grande a las 12.04. Como unidad de apoyo estaba un Learjet 35 y dos IAI Dagger así como los escoltas del KC-1305 6 


El regreso 
Mientras esto ocurría en alta mar, los dos Super Etendard continuaban su viaje de regreso al continente. El comandante del KC-130 pidió el resultado de la misión y una vez transmitido, lo informó a Río Grande, donde era aguardado con mucha ansiedad. 
El oficial de guardia llamó desde la torre a la sala de pilotos y cuando atendió el teniente Barraza, pasó la novedad. La alegría se adueñó de la situación. Hubo gritos, aplausos, vivas y gran algarabía, hasta tal punto, que los mecánicos en los hangares corrieron a sumarse al festejo. 
Poco tiempo después se recibió la información de que los Super Etendard se acercaban, momento en que Bedacarratz informaba a Mayora que a partir de ese momento, pasaban a frecuencia de torre. Cuando se encontraban a 10 millas de distancia se puso en contacto con ella para indicar que se incorporaban a circuito de aterrizaje y de ese modo la torre los fue guiando hasta aterrizar sin inconvenientes. 
El recibimiento fue apoteótico. Integrantes de las escuadrillas aeronavales y de la Fuerza Aérea, así como también personal civil y militar de la base gritaban eufóricos agitando en alto sus brazos y lanzando al aire sus gorras. Algunos corrían detrás de las aeronaves mientras estas carreteaban hacia los hangares. 
Los pilotos descendieron mientras eran abrazados y felicitados por los presentes. Fueron momentos de mucha emoción. 
Aqiel fue un vuelo impecable llevado a cabo por aviadores de elite. Bedacarratz y Mayora dispararon sus mísiles cuando el sistema de detección de sus aviones indicaba que habían entrado en la zona de alcance del objetivo, a unos 35 kms aproximadamente. 
El ataque al “Sheffield” motivó la detención momentánea de toda la flota enemiga. Sus jefes, sumamente impresionados, emprendieron un cambio en las tácticas y las operaciones, convencidos de que si no lo hacían, los golpes que recibirían en el futuro serían demoledores. Nadie imaginaba que la Argentina era capaz de llevar a cabo un ataque de tal envergadura y eso desconcertó a muchos. 
El "Sheffield” se hundió seis días después, mientras era remolcado lentamente hacia la isla Ascención, desapareciendo bajo las heladas aguas del Atlántico Sur. 





Marinos caídos
Los 20 marinos abatidos, bajas de la jornada, cuando el HMS Sheffield fue impactado por un misil Exocet fueron los siguientes marinos del Reino Unido: 


Oficial de Maestranza David R. Briggs, D.S.M.
Asistente de Catering Darryl M. Cope
Tte. Comandante David I. Balfour
Ing. de Armas Artificer Andrew C. Eggington
Subteniente Richard C. Emly
Oficial de Maestranza Cook Robert Fagan
Cocinero Neil A. Goodall
Ing. Mecánico Guardiamarina Allan J. Knowles
Lavandero Lai Chi Keung
Jefe de la cocina Tony Marshall
Oficial de Maestranza Anthony R. Norman
Cocinero David E. Osborne
Ing. de Armas Kevin R. F. Sullivan
Cocinero Andrew C. Swallow
Jefe de Armas Mecánico Michael E. G. Till
Ing. Mecánico de Armas Barry J. Wallis
Jefe de Cocina Adrian K. Wellstead
Artillero Brian Welsh
Tte. Comandante WEO John S. Woodhead, D.S.C.
Cocinero Kevin J. Williams

Fuente 1 Fuente 2 Fuente 3 Fuente 4



viernes, 3 de mayo de 2013

Video del día: Hermoso TAM 2C en acción

TAM 2C en movimiento

Realizando desplazamientos, girando la torreta y realizando disparos contra blancos en movimiento. Hermoso.



Radares de barrido electrónico: Radares AESA americanos

Radares AESA Americanos 

APG-63(V)2. 

Los F-15C de la Tercera Ala de Cazas (3rd Fighter Wing) en Alaska fueron los primeros cazas de la USAF que usaron una antena AESA con el radar APG-63(V)2.

Este radar tiene cerca de 1500 TRM y no necesita de unidades de sustitución en línea (LRU) lo que facilita el mantenimiento. El sistema de apuntar antena era principal fuente de problemas. La antena del radar de la F-15 es uno de los ítems más caros de mantener. La nueva antena irá a disminuir en mucho el mantenimiento. Los sistemas eléctricos y hidráulicos fueron removidos y pasó a tener enfriamiento líquido.

El problema es que mantuvo el procesador que tiene capacidad limitada. El alcance en general aumentó en cerca de un 40% pudiendo detectar un blanco con RCS de un misil cruise la 100 km comparado con 60 km del modelo anterior.


El radar APG-63(V)2 fue instalado en sólo 18 aeronaves con un coste de US$277 millones en 2002. La modernización también incluye nuevo IFF y control ambiental. Los F-15K de Corea del Sur podrán ser equipados con el APG-63(V)2.

La Northrop Grumman fue contratada para proyectar y construir el radar AN/APG-80 Agile Beam Radar que irá a equipar los 80 cazas F-16Y/F Block 60 de los Emiratos Árabes Unidos, sustituyendo el APG-68(V)9 con un radar AESA. El radar usa tecnología de la F-35 con cerca de 1000 TRM y será integrado con los sensores infrarrojos AN/ASQ-28 IFTS (Internal FLIR and Targeting System) que usa el mismo espacio, energía y refrigeración. El AN/APG-80 ABR fue proyectado inicialmente para futuras modernizaciones de los F-16 Block 40 y 50 de la USAF y otros programas de modernización. El MTBF es de cerca de 500 horas contra 250 del APG-66/68.

AN/APG-79. 

El proyecto del radar AN/APG-79 de la F/A-18 fue iniciada en 1999 por la Raytheon Space and Airborne Systems (RSAS) junto con Boeing. La US Navy planea comprar 411 radares y debe entra servicio en 2006 y debe ser instalado nos cazas del Block 27 en 2005-06 y sustituyendo el APG-73 en los Block 26. Deberá ser la modernización más importante del Super Hornet.

El nuevo radar dará aumento en el alcance para 180 km, casi doble del actual y acompañar hasta 20 blancos simultáneamente. El modo search-while-track cubrirá todas necesidades y piloto no tiene que escoger modos. Podrá localizar blancos en el aire y suelo operando en los dos modos simultáneamente. El nuevo radar tendrá mayor resolución, mayor capacidad de identificación y antena fija que disminuye el RCS. Los costes también serán menores.

En el modo aire-suelo el AN/APG-79 tendrá modos SAR en tiempo real mientras el APG-73 no tiene está capacidad. Este modo es ideal para indicar blancos para bombas guiadas por GPS (JDAM y JOWS). El AN/APG-79 voló en junio de 2003 y alcanzó todos los requerimientos.


El APG-79 tiene 1.100 TRM. Fue llamado de AN/APG-73 RUG III inicialmente. 

La antena es inclinada para encima para disminuir el RCS. 

El APG-79 tiene capacidad multifuncional. 

AN/APG-77. 

En 1980 la USAF inició el programa Pave Pillar para desarrollar una nueva arquitectura avionica avanzada para producir módulos de circuitos digitales. Con esto sería posible que los sistemas de navegación, comunicaciones, sensores y armas y subsistema de gerencia interaccionar uno con el otro en una LAN.

Esto permitiría que informaciones procesadas sean presentadas para tripulación cuando necesarias. En vez de que controlen sensores complejos que pueden sobrecargar el piloto con datos, el piloto se concentraría en volar y alcanzar los objetivos. La F/A-22 Raptor sería la primera aeronave a beneficiar de esta tecnología con procesadores 100 veces más rápidos que los de la F-15E Strike Eagle.

Una de las piezas de este programa era el radar AN/APG-77 proyectado por la Northrop/Grumman y Texas Instruments (ahora parte de la Raytheon TI System) con división trabajo en un 60%/40%. La Northrop-Grumman es responsable por el proyecto del sensor, software e integración. Los prueba de ingeniería fueron iniciado en 1995. El primer radar voló en el Boeing 757 de pruebas en 1999 y después en la F-22.

El APG-77 es el sensor primario de la F-22. Será uno de los sensores de la aeronave junto con RWR y sistemas de Guerra Electrónica con los datos mostrados fundidos en las pantallas multifuncionales en la cabina. Es un radar de barrido electrónico AESA y no un radar de barrido pasivo.

El APG-77 tiene forma elíptica con 1500 TRM. Cada TRM es un mini-radar del tamaño de un dedo de adulto pesando 15 gramo y con potencia de 4W. Cada uno cuesta 500 dólares dependiendo de la cantidad encomendada.

Los TRM permiten eliminar la mayoría de las partes mecánicas que estaban presentes radares anteriores. Esto disminuye el RCS, aumenta la agilidad de frecuencia y permite operar en una banda mayor.

El programa ATF tenía requisito inicial de un radar con gran campo de visión de 120 grados para cada lado de la nariz con tres radares y un IRST en cada raíz de las alas con ventanas enfocadas. Los radares laterales fueron abandonados debido al coste, y se quedó con campo de visión imitado la 120 grados para frente.

El radar es capaz de barrer 120 grados instantáneamente con haces múltiples en seis barras de 1,5 grados en altitud que cambian instantáneamente mientras el APG-70 de la F-15 lleva 14 segundos para cubrir esta área. El alcance es de cerca de 400 km, casi próximo a los 480 km del radar de lo E-3 AWACS.

El procesador permite realizar agilidad del haz - el haz cambia de dirección y forma. Son 18 modos que cambian rápidamente y son coexistentes.

Las técnicas de baja probabilidad de interceptación (LPI) son varios. Como el haz puede barrer instantáneamente, no esparce radiación en todo el cielo al barrer de un blanco para el otro. El sistema de potencia también responde rápido y los modos LPI nunca usa más potencia que necesita.

El pico de potencia es de megawats y puede concentrar mucha potencia en el blanco en corto espacio de tiempo, recolectar datos antes del sistema de guerra electrónica y RWR del blanco pueda responder. Los radares convencionales emite pulsos de gran energía y banda angosta.

El radar cambia la señal de emisión en emisión en frecuencias aleatorias, lo que es más difícil de detectar (salto de frecuencia). Si enemigo detectar, entonces está en el alcance y puede ser atacado.

Los fajos y radar de baja energía son transmitidos en una banda ancha (espaciamiento de frecuencia). Cuando los múltiples retornos son recibidos del blanco, el procesador de señal integra todos como un pulso de radar de alta energía.

El radar también puede ser usado para interferir que si se esta próximo al enemigo y evitar detección, pero no tiene capacidad de interferencia la larga distancia.

El radar puede usar modos avanzados para identificar blancos no cooperativos la larga distancia (NCTR). El radar tiene capacidad de formar imagen alta resolución del blanco con modo ISAR. El modo ISAR usa el cambio Doppler causada por el cambio de posición del blanco en relación al radar para crear una imagen tridimensional blanco. La imagen es comparada con un bando de datos para identificación positiva.

En el modo "track before detect" el umbral puede ser determinado a un nivel pequeño el suficiente para coger una alarma falsa como un blanco genuino. Cuando el radar encuentra un blanco sospecho el haz se concentra en el contacto y confirma se es o no un blanco válido. Los retornos que exceden el limitar, pero no son confirmados, aún pueden ser acompañados hasta que se hagan un blanco.
En el futuro deberá recibir modos de apertura sintética (SAR), Automatic Target Direct and Target Cueing y GMTI (Ground Moving Target Indication).

El tiempo entre fallos (MTBF) del radar es de más de 450 horas. Usa arquitectura abierta y tecnología comercial (COTS).



APG-77 en una cámara anecóica. 

Modos del APG-77. El APG-77 tendrá TRM comunes con el APG-81 del F-35 JSF para reducir costes. Esto debe acontecer alrededor de la configuración Block 5 configuración con modos aire-suelo adicionales.

AN/APG-81. 

La Northrop Grumman Electronic Sensors and Systems Sector (ES3) recibió un contrato de US$ 42 millones de 4 años para desarrollar un radar AESA para la F-35 JSF llamado Multifunction Integrated RF System/Multifunction Array (MIRFS/MFA), ahora llamado de AN/APG-81. La Lockheed y Boeing también participan del proyecto. El AN/APG-81 usa procesador COTS y módulo TRM único.

El AN/APG-81 ya fue probado en varios modos operacionales desde 1998 en el BAC 1-11. Las pruebas mostraron TRM sin fallas en varios ambientes. Todavia se debe mejorar los costos logísticos y apoyo en más del 50%.

El radar de la F-35 es más ambicioso que el APG-77 de la F/A-22 debiendo costar la mitad del precio (tiene cerca de 1200 TRM contra 1500 de la F-22), ser dos veces más confiable y tendrá modos aire-superficie. El APG-77 podrá crear mapas 16 veces el tamaño de los actuales para vigilancia de áreas grandes y designación de blancos.

El APG-81 podrá ser usado para detectar e interferir en radares siendo difícil decir donde comienza el radar e inicia un sistema de guerra electrónica. Está siendo estudiado el uso de los modos de guerra electrónica para cobertura. Un par de cazas F-35 actúa como un equipo, con un arriba y atras para interferir en los radares enemigos.

El AN/APG-81 tiene campo de visión pequeño y la aeronave interferidora tiene que estar a varios kilómetros atras para cubrir las estaciones de radar en el suelo en potencia. Después del ataque inicial las aeronaves invierten la posición. Un "tren" de F-35 podría atacar un blanco con lo de tras cubriendo lo del frente con interferencia. Otra táctica es un par de F-35 volando en un patrón circular sobre territorio amigo de modo que un siempre esté enfocado en un sector.


TRM del radar AN/APG-81.

Nariz del JSF

Sistema de Armas 

jueves, 2 de mayo de 2013

MBT: Nueva foto del TAM 2C

El TAM 2C en la Dirección de Remonta y Veterinaria, durante el acto central del Día del Arma de Caballería 



Fuente: Soldados Digital

Guerra hispano-norteamericana: Batalla de Cavite

Batalla de Cavite 



Pintura estadounidense que muestra al USS Olympia liderando el ataque a la flota española en la Batalla de Cavite 

La batalla de Cavite fue el enfrentamiento entre fuerzas navales estadounidenses y españolas ocurrido el 1 de mayo de 1898 en la bahía de Manila en el contexto de la guerra hispano-estadounidense. 

Preparativos estadounidenses 
Diez días después de la explosión del acorazado USS Maine (15 de febrero de 1898), el comodoro Dewey, al frente del Escuadrón Asiático en Yokohama, recibió la orden de dirigirse a Hong Kong y allí prepararse para atacar Filipinas en caso de estallar la guerra con España. Dejó en Shanghái el anticuado buque de madera Monocacy y se dirigió acto seguido a Hong Kong, donde reunió sus buques, 4 cruceros protegidos, Olympia, Raleigh, Boston y Concord y el cañonero Petrel. 
Una vez llegado allí -2 de marzo-, instruyó a sus tripulaciones, saliendo de la bahía de Hong Kong a hacer prácticas de tiro cada pocos días. En el mes de abril, adquirió dos mercantes, el Nanshan y el Zafiro, con carbón y otros pertrechos, e incorporó el aviso MacCulloch, armado ligeramente y perteneciente al Departamento del Tesoro. Además, reparó, pintó y puso a punto todos sus buques en los astilleros de Hong Kong. 
El 22 de abril llegó un refuerzo sustancial con repuesto de municiones para el resto de la escuadra, el crucero protegido Baltimore. El mismo día recibía el telegrama de que estuviese listo para zarpar inmediatamente, ya que la guerra era inminente. 
Al día siguiente estalló la guerra, teniendo 48 horas de plazo para abandonar Hong Kong según las leyes de neutralidad británica. La escuadra de Dewey salió de Hong Kong el 25 de abril y se dirigió a la vecina bahía de Mirs, donde completó su alistamiento durante otros dos días, recibiendo noticias del Consulado estadounidense sobre los preparativos españoles hasta que finalmente, el 27 de abril zarpó hacia Filipinas. 

Preparativos españoles 
Las fuerzas navales del Apostadero se reducían a dos cruceros de más de tres mil toneladas, el Reina Cristina y el Castilla -este último, de casco de madera- y 5 cruceros de mil toneladas. Sin embargo, dos de los últimos, el crucero Velasco y el Ulloa tenían sus máquinas inútiles. Además había tres cañoneros de 500 t con algunas piezas de mediano calibre, de los que uno estaba inútil y otro destacado al sur de las Filipinas. Aparte, algunos transportes de guerra, cañoneros y lanchas guardacostas, todos armados ligeramente y que no podían intervenir en el combate. 
Debido a ello, el contraalmirante Montojo pidió buques, cañones de costa y minas a Madrid, que finalmente decidió enviar minas, demasiado tarde para ser utilizadas en el combate. 
El Ejército disponía de algunas piezas de artillería: 4 obuses de 240 mm y 6 cañones de 150 mm que pese a estar anticuados podían causar algún daño a la escuadra de Dewey, además de cañones y obuses de avancarga de escaso poder militar. A su vez, la Armada disponía de una decena de cañones de retrocarga, procedente de buques inútiles o dados de baja en Filipinas, de 160 a 120 mm, que también podrían causar daños, además de cañones de avancarga. También disponía de 14 minas de funcionamiento eléctrico. 
Mientras el Capitán General de las Filipinas, Fernando Primo de Rivera, era partidario de defender a toda costa Manila, el contralmirante Montojo consideraba que la ciudad podía sufrir numerosas pérdidas materiales y humanas exponiéndose a un bombardeo, y prefería batirse en Subic, bahía de excelentes condiciones de defensa. Ordenó que se instalaran en Subic todas las minas y 4 de los 6 cañones de 150 mm del Ejército. Las otras dos se instalarían junto al arsenal de Cavite. El resto de la artillería la repartió entre Manila (4 obuses de 240 mm y una treintena de piezas de avancarga) y las islas de Corregidor, Fraile y Caballo, en la entrada de la bahía de Manila (los cañones de la Armada). En Manila se fabricaron de forma artesanal e improvisada más de veinte minas adicionales que se situaron frente a la ciudad y junto a Cavite. Montojo decidió no hacer por su parte prácticas de tiro debido a su escasez de municiones. El 12 de abril el General Basilio Augustín y Dávila (sin experiencia en el archipiélago), sustituía como Capitán General de Filipinas a Primo de Rivera. 
Al tener noticia el 25 de abril de que la escuadra de Dewey había zarpado de Hong Kong, Montojo zarpó con la suya hacia Subic. Allí no se había completado las obras, por negligencia o mala voluntad. En la entrada de la bahía se averió el crucero Castilla, que debió ser remolcado. Por todo ello, Montojo decidió que presentaría batalla en Cavite, ya que ni él mismo ni tampoco el nuevo Capitán General querían ver Manila expuesta a un bombardeo. Fondeó junto al arsenal el 30 de abril, cuando Dewey ya había llegado a las costas filipinas. 

Flotas enfrentadas 

Flota española 
Al mando de Patricio Montojo y Pasarón. Su buque insignia, el Reina Cristina. 
El crucero de primera clase Reina Cristina de 3520 t, con 6 cañones de 160 mm Hontoria y 2 tubos lanzatorpedos. 
El crucero de madera Castilla de 3342 t, con 4 cañones de 152 mm y 2 de 120 mm (Armstrong). Sin capacidad de movimiento. 
Los cruceros de segunda clase Isla de Cuba e Isla de Luzón de 1045 t con cubierta protectriz y 4 cañones Hontoria de 120 mm. 
Los cruceros de segunda clase Don Antonio de Ulloa y Don Juan de Austria de 1150 toneladas, 4 cañones Hontoria de 120 mm (aunque al Ulloa se le habían desmontado los 2 de una banda) y 2 tubos lanzatorpedos cada uno. El primero sin capacidad de movimiento. 
El cañonero Marqués del Duero de 500 t y 1 cañón Hontoria de 120 mm. 
Reunía en total 27 cañones con calibres comprendidos entre los 160 mm y los 120 mm. 


Flota estadounidense 
Al mando, el Comodoro George Dewey. 
Su buque insignia USS Olympia (C-6) de 5870 t, con blindaje de 120 mm, 4 cañones de 203 mm y 10 de 127 mm. 
Los cruceros protegidos USS Baltimore (C-3) de 4413 t, USS Raleigh (C-8) de 3640 t y el USS Boston de 3189 t 
El clasificado como cañonero, pero de hecho con cubierta protectora, USS Concord (PG-3) de 1710 t 
El cañonero USS Petrel (PG-2) de 892 t 
Reunía en total 10 cañones de 203 mm, 23 de 152 mm y 20 de 127 mm, la mitad de ellos de tiro rápido. 



El combate 
La escuadra de Dewey llegó la noche del 30 de abril a Subic. Al no encontrar allí a Montojo, entró en la bahía de Manila sin que los cañones de la entrada hiciesen apenas un par de disparos contra él, sin ningún efecto, y llegó frente a la ciudad. Al no ver allí a la escuadra española, se dirigió hacia Cavite, donde la encontró bastante agrupada en la mañana del 1 de mayo. 
Los españoles abrieron fuego cuando los norteamericanos estaban todavía a más de seis kilómetros, distancia demasiado alejada para poder hacer blanco con los medios de la época. Los norteamericanos esperaron a estar a unos 4 km para responder. Eran las seis menos cuarto de la mañana. 
La escuadra americana hizo varias pasadas en línea de fila, disparando ora por una banda ora por otra, mientras los buques españoles, casi parados o totalmente quietos, les respondían. Los americanos dispararon nueve veces más proyectiles que los buques españoles, debido a sus cañones de tiro rápido. Viendo que no conseguía nada, Montojo se lanzó con su insignia Cristina y el Don Juan de Austria armados de tubos lanzatorpedos, para intentar torpedear el buque insignia de Dewey. Un chaparrón de proyectiles detuvo el ataque, averiando gravemente al crucero insignia de Montojo, y forzando la retirada hacia la línea española. Los americanos prosiguieron con su fuego ya a unos 2 kilómetros entre las dos escuadras. 


Como consecuencia de ello, los cruceros españoles mayores, el Reina Cristina y el Castilla resultaron incendiados. Habían sufrido daños considerables también el Ulloa y el Marqués del Duero. Montojo trasladó su insignia al Isla de Cuba. 
A las 7:35 horas, Dewey recibía una nota borrosa que parecía indicar que solo quedaban 15 granadas por cañón de 127 mm en su buque insignia, el Olympia, por lo que decidió retirarse, sin dejar de disparar en el proceso, con toda la escuadra a la ensenada de Pampanga, donde le esperaban el McCulloch y los transportes Nanshan y Zafiro. 
Mientras tanto, Montojo ordenó abandonar los incendiados Cristina y Castilla. En el proceso, murió alcanzado por una granada enemiga el comandante del Cristina, Luis Cadarso y Rey. Montojo desembarcó en Cavite para curarse de una contusión en la pierna. Allí fue felicitado por el comandante del Arsenal, Enrique Sostoa Ibáñez, por haber rechazado el ataque estadounidense. Montojo le replicó que estaba vencido y le encargó, si Dewey regresaba, varar los buques y desembarcar a las tripulaciones. Mientras tanto él mismo se marchaba a Manila. 



Dewey transbordó carbón y municiones de sus transportes. Entonces se comprobó que la nota anterior era un error, y que solo se habían disparado 15 granadas por cañón de 127 mm Sin embargo, Dewey decidió esperar a que se dispersase el humo del combate para ver cómo había quedado la escuadra española. Los incendiados Cristina y Castilla, abandonados a sus incendios, explotaron. Al oír las explosiones, Dewey regresó, disparando sobre los buques que estaban siendo varados, contra los inútiles y sin tripulación Velasco y Lezo, explotando este último por la pólvora que tenía a bordo, y también sobre el arsenal de Cavite. 
De los dos cañones de 150 mm que defendían éste, solo uno pudo hacer fuego durante el combate y no alcanzó ningún blanco, por tener las alzas marcando ocho kilómetros, muy por encima de la distancia real del enemigo. 

Consecuencias 

Los americanos prefieron disparar mucho a disparar bien, logrando un 1% de impactos que alcanzaron sobre todo a los dos buques mayores de Montojo. Los españoles solo lograron alcanzar al "Baltimore", que perdió dos cañones por un único y afortunado disparo español, y provocar un pequeño incendio en el Boston. 
Los americanos únicamente reconocieron 1 muerto y algunos heridos. Los españoles sufrieron 60 muertos en la escuadra y 17 más en el arsenal. Con esta batalla, Dewey logró el dominio de la bahía de Manila y esto animó a los filipinos a sublevarse contra los españoles. A Dewey se le ascendió a Contraalmirante por esta victoria. 
Por haber abandonado a su escuadra antes de haber finalizado el combate, Montojo fue encausado y expulsado de la Armada, readmitiéndosele más tarde en la reserva. 
De los buques españoles perdidos en el combate, los americanos pusieron en servicio una vez finalizada la guerra los Isla de Cuba, Isla de Luzón y Don Juan de Austria, que apenas habían sufrido daños durante el combate, y que estuvieron en servicio en Filipinas durante varias décadas sufriendo después suerte diversa. 

Wikipedia

Malvinas: El "25 de Mayo" se prepara para atacar a la Task Force

El '25 de Mayo' en las Malvinas


El portaaviones argentino ARA "25 de Mayo", ex HNLMS Karel Doorman, fue el buque insignia de la Armada Argentina en la Guerra de las Malvinas en 1982. La misma clase ("Colossus") del portaaviones brasileño Minas Gerais, el 25 de Mayo fue un portaaviones de ataque, equipado con jets A-4Q Skyhawk.

 

El portaaviones argentino ARA 25 de Mayo, un ex HNLMS Karel Doorman (Holanda) fue el buque insignia de la Armada Argentina en la Guerra de las Malvinas en 1982.

La misma clase ("Colossus") que el portaaviones brasileño Minas Gerais, el ARA 25 de Mayo fue un portaaviones de ataque, equipado con jets Skyhawk A-4Q.

El rendimiento del ARA 25 de Mayo en el conflicto no está muy extendida, y pocos saben que el buque y su grupo aéreo se embarcó estaban muy cerca de cambiar el curso de la guerra, que habría sido la primera batalla librada entre portaaviones desde la Segunda Guerra Mundial.

 

Cuando el Fuerzas de Tareas británica llegó a recuperar las Malvinas, la Armada Argentina puso el Grupo de Tareas 79 en el mar (divididos en tres grupos de tareas) para tratar de detener su: GT 79.1, dirigido por el ARA 25 de Mayo, acompañado por un destructor Tipo 42 (Santísima Trinidad), GT 79.2, que consiste en el destructor clase "Gearing" FRAM II Comodoro Py, tres corbetas A69 y el destructor Tipo 42 Hércules, más la GT79.3, que consistía en el crucero General Belgrano y dos destructores "Allen M. Summer", el Piedrabuena y Bouchard. La FT Argentina estuvo encabezada por el almirante Walter Allara a bordo del ARA 25 de Mayo.

En la mañana del 1 de mayo Allara fue avisado por el Alto Mando argentino que los británicos habían atacado a las Islas Malvinas. Los Grupos de Trabajo 79.1 y 79.2 navegaron hacia el este-sureste, mientras que los S-2E Tracker buscaban a la FT del Reino Unido.



A las 15:30 el S-2E envió por radio el mensaje siguiente: "Un gran objetivo y seis objetivos de mediano tamaño en el marcado 031 distante 120 kilómetros de Puerto Argentino" La posición de la FT británica era de 49° 34' de latitud sur y 57° 10' de longitud oeste, así que entre 200 y 300 millas de distancia del ARA "25 de Mayo". Durante todo el día el 1 de mayo el almirante Allara navegó hacia la FT británica para acortar la distancia más. El contacto se reanudó por otro S-2E a las 23:00.

De hecho, el almirante Sandy Woodward, comandante de la FT británica dice en su libro "One Hundred Days", que en la madrugada del 2 de mayo de 1982, se acordó por el centro de operaciones del HMS Hermes, con la advertencia de que su Fuerza de Tarea había sido iluminada por el radar de un S-2E Tracker argentino. Era sólo una aeronave, del 25 de Mayo, como la foto de abajo.



En ese momento, los argentinos estaban en ventaja táctica, porque sabían la posición exacta de la Fuerza de Tareas Británica, que fue era de unos 200 kilómetros de distancia. El trabajo de intentar encontrar la FT de Woodward se llevó a cabo de manera competente por los S-2E argentinos que volaron "colados" en el mar para evitar la detección por radar y hacían periódicamente "pop-ups" (elevaciones) para darle algunas exploraciones fuera del radar poco después de minimizar el riesgo de los sistemas de detección de los MAGE (ESM) británicos.

A las 10.30 el 1 de mayo, el almirante Allara recibió la información errónea de que los británicos estaban desembarcando al oeste de Puerto Argentino. Al mismo tiempo hizo hincapié en que las corbetas A69 del grupo principal, con el objetivo de atacar a los buques británicos con misiles MM38.

 

Los británicos, a su vez, sólo conocía el marcado (dirección), desde donde el avión argentino había enviado la señal y luego un Sea Harrier de combate fue enviado a investigar.

El GT ARA "25 de Mayo" estaba navegando hacia el noroeste de las Islas Malvinas y FT británica fue en el noreste. Los Sea Harrier británicos enviados a investigar terminaron siendo iluminados por un radar de tiro 909 del sistema de control de los Sea Dart de un destructor Tipo 42 (ARA Hércules, foto de abajo), lo que confirmaba que el "25 de Mayo" estaba muy cerca. 



Más tarde se reveló que el Tipo 42 iluminó al Sea Harrier que dispararle con un misil Sea Dart, pero falló el tiro. Irónicamente, el escolta de último generación era inglés (la misma clase que el HMS Sheffield, hundido dos días después por un AM39) y los argentinos todavía estaban aprendiendo a operar su sofisticado sistema antiaéreo.

Almirante Woodward estaba seguro de que los argentinos estaban preparando un ataque en la madrugada con jets A-4Q Skyhawk en contra de su FT y realmente tenía razón.

Cerca de 200 kilómetros de distancia, los técnicos a bordo del portaaviones prepararon a los A-4Q argentios con bombas de 250 kg Snakey. En la famosa foto de abajo (de crédito Phillip CC), una bomba con las palabras del "HMS Invincible" en una percha listos para ser puestos a bordo del A-4Q del ARA 25 de Mayo. El momento de gloria para el que los pilotos navales argentinos habían entrenado tanto había llegado.

 

El grupo aéreo embarcado en el "25 de Mayo"





Los A-4Q Skyhawks se prepararon durante el tránsito, de la siguiente manera: dos aviones de patrulla aérea de combate, estacionados en la cubierta de vuelo y listos para despegar en cinco minutos (Alerta 5), 4 de ataque de superficie, armado con 6 bombas MK 82 de 250 kg cada uno, un avión lanzador de "chaff" listo para despegar en 30 minutos, y el octavo era un avión cisterna para repostar en vuelo de los demás.

El avión interceptor que constituyó la Patrulla Aérea de Combate (PAC) podría esperar el ataque enemigo en el aire o listos para despegar la cubierta de vuelo del portaaviones, permitiendo la interceptación de los aviones enemigos antes de que ataquen el 25 de Mayo .



Teniendo en cuenta la valiosa información obtenida por S-2E Tracker de la posición de la FT británica, el "Comandante de la Flota de Mar", ordenó la planificación del ataque en las primeras horas del 2 de mayo. Se ofrecieron a 6 A-4Q armados con cuatro bombas MK 82. Se mantendría una reserva de avión y otro como reabastecedor de combustible.

De acuerdo con las tablas de probabilidad, en el que se afirmaba que la artillería antiaérea y defensa aérea británica, de los 6 incursores sólo 4 podrán lanzar sus bombas (16 bombas), con un 25% de probabilidad de impacto. De estos, se esperaba que sólo dos volverían al "25 de Mayo". La neutralización de un portaaviones británico justificar la pérdida de 4 Skyhawk.

 

Según el libro "Signals of war" por Lawrence Freedman, en la noche del 01 de mayo del viento en el área donde el 25 de Mayo de vela comenzó a declinar, algo raro en esas latitudes. Cerca de la hora de catapultar a los aviones para atacar a la mañana, cuando se tomó un viento de 30 nudos, lo que ha llegado a ser casi nula, por lo que todos los aviones pudieran despegar con una sola bomba o combustible para un rango de sólo 100 millas.

El 25 de Mayo, lo único que podía hacer 20 nudos, velocidad insuficiente para producir el viento en la pista de vuelo requerido para poner en marcha los aviones con cuatro bombas. La probabilidad de impacto sería insignificante, no lo que justificaba el ataque. La misión fue abortada.

Otro factor que agregó la decisión de abortar el ataque fue la pérdida de contacto con la FT británica dado que un nuevo vuelo del S-2E Tracker no encontró a los barcos británicos.



Coincidentemente, el mismo día 2 de mayo fue el hundimiento del crucero General Belgrano, y desde allí, nadie supo del ARA 25 de Mayo por el resto del conflicto. El submarino nuclear HMS Spartan, había sido asignado para perseguir y "sombrear" al portaaviones argentino, pero no logró localizarlo.

Poder Naval





miércoles, 1 de mayo de 2013

Malvinas: El Mirage III de García Cuerva

El Mirage III de García Cuerva

El Mayor (PM) Gustavo Argentino García Cuerva lo utilizó en su último misión del 1º de Mayo de 1982. Lamentablemente fue derribado por fuego amigo.

FAA: Aniversario de su bautismo de fuego

Día del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina



Aldo Campos (c)