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miércoles, 19 de febrero de 2025

Argentina: Hora de reformar y actualizar las Fuerzas Armadas

Reforma de las Fuerzas Armadas: ¿estamos a tiempo?

En los últimos 40 años, desde el más alto nivel del Estado, nunca se les expresó a las FF. AA. cuál es su razón de ser en la estructura del Estado, ni para qué están.

*Escrito por el Do-Tank Tabula Rasa (Daniel Martella, Luis Soage y César Yagüe) || Infobae


Las Fuerzas Armadas (FF. AA.) han dado -y dan a diario- sobradas muestras de que cumplen las órdenes que reciben, de que están subordinadas al control civil de la defensa y, por ende, de su acabada comprensión y aceptación de este concepto. Esta última cuestión, pese a que muchos no lo crean y mal que le pese a otros, ha dejado de ser hace décadas tema de conversación en los cuarteles. Es así porque no corresponde que sea de otra manera y las FF. AA. lo han asimilado, comprendido, aprendido; lo enseñan, lo repiten y a ningún militar hoy se le ocurriría pensar de otra manera. Esto puede ser expresado con total seguridad y certeza. El que aún crea que no es así debe profundizar su conocimiento de las instituciones armadas.

Sin embargo, desde el año 1983, a las Fuerzas Armadas de la República Argentina se les ha indicado desde el más alto nivel de la conducción del Estado, de manera clara y detallada, qué es lo que no deben hacer, dónde no deben participar, cómo no deben hacer las cosas, con quiénes no pueden entablar relaciones, qué áreas están excluidas de sus procesos de reunión de información, qué armamento no deben poseer, qué temas no deben formar parte de sus planes de estudio, y qué ejercitaciones combinadas no deben realizar.

Como resultado de tantos "no", a lo largo de los años las FF. AA. han transitado un agónico camino hacia la obsolescencia.



Costumbres argentinas

En los últimos 40 años, desde el más alto nivel del Estado y en especial desde el Sillón de Rivadavia, nunca se les expresó a las FF. AA. cuál es exactamente su razón de ser en la estructura del Estado, ni se les dijo claramente para qué están.

Esto ha ocurrido pese a que la Constitución Nacional es explícita cuando se refiere a la atribuciones del Poder Ejecutivo y establece que el Presidente es el Comandante en Jefe de todas las Fuerzas Armadas de la Nación; y pese a que la Ley de Defensa Nacional prescribe taxativamente que es también al Presidente de la Nación a quien le compete en su carácter de Jefe Supremo de la misma y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, la Dirección de la Defensa Nacional y la Conducción de las Fuerzas Armadas. Tengamos en cuenta que esta atribución constitucional hacia las FF. AA. genera de manera tácita una responsabilidad directa diferenciada hacia ellas, habida cuenta de que no hay en la Constitución mayores referencias hacia otros organismos u organizaciones del Estado. Genera una relación directa del Presidente y las FF. AA. respecto de los ciudadanos que constituyen la Nación. Y esta relación no debiera ser meramente declamativa, sino que tiene que ir necesariamente acompañada de la definición explícita de para qué las quiere el Estado.

Que a las FF. AA. les asignen anualmente una partida presupuestaria determinada no significa que se las tenga en cuenta o que se las valore adecuadamente como parte integrante del Estado. Particularmente, cuando esa partida presupuestaria no responde a ninguna imposición específica proveniente de requerimientos definidos por el máximo nivel de conducción del país. Sólo significa que se les asigna una suma para que sea gastada de acuerdo con prioridades definidas, a propuesta de cada Fuerza, para cumplir con las misiones que dicha Fuerza ha definido como su prioridad. Eso sí, esta suma debe ser aprobada por el Estado; de allí puede originarse la confusión generalizada.

Para que esta situación no continúe con su ejecución consuetudinaria, desde el máximo nivel deberían fijarse prioridades para las FF. AA.y estas deberían ser conocidas y aceptadas por todos los niveles de decisión. Preste atención el lector: no estamos hablando de un incremento de la partida presupuestaria. La asignación que se otorgue, pobre o abundante, debe serlo en pos de un para qué superior; en función de un Master Plan que no solamente indique para qué las necesita el Estado, sino también que oriente su adiestramiento, doctrina, organización, equipamiento y despliegue.

Hace más de 30 años que las FF. AA., con su lógica, tratan de deducir, cual Oráculo de Delfos, lo que el Poder Ejecutivo pretende de ellas. Por ello, de los discursos de inauguración de las sesiones ordinarias del Honorable Congreso de la Nación, de los discursos de la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, de los discursos pronunciados con motivo de los aniversarios de cada componente del Instrumento Militar, e incluso de las expresiones públicas de los distintos presidentes, las Fuerzas (de manera independiente y cada una por su cuenta) extrajeron frases y concluyeron, en forma autónoma, cuál era su misión.



Y rasguña las piedras

La forma en la que, presupuestariamente, el Estado argentino se ha relacionado con su brazo armado durante más de tres décadas es haberle asignado un porcentaje (muy bajo, por lejos, el menor de toda América Latina) para que haga lo que pueda con ello. Es decir, el Estado ahogó en un sinsentido presupuestario al instrumento al que deberá recurrir cuando, acabadas las opciones diplomáticas, tenga que disponer la defensa armada ante el avasallamiento de su soberanía.

Sin una misión definida, se hace prácticamente imposible construir los argumentos que den sustento a reclamos en materia presupuestaria. Sin esa clara, precisa y expresa definición, las FF. AA. no pueden definir los medios necesarios para los fines que se les imponen. El fin orienta el desarrollo de los medios y su ausencia transforma las acciones en gestos sin sentido.

Si se hubiera seguido la secuencia indicada, nadie podría sorprenderse hoy por el alto porcentaje de dinero de la asignación presupuestaria que se destina a sueldos. Tampoco podrían sorprenderse por el grado de mantenimiento de los elementos que el Estado puso a disposición de las FF. AA. hace más de 50 años para pelear una guerra que nunca fue definida y que hoy no existe la más mínima posibilidad de que se pelee.

De esa manera el Estado y el Pueblo de la Nación no deberían sorprenderse de que sus FF. AA ."de repente" estén en una situación terminal. Sí, terminal.

Para ser justos, debemos también expresar que esta situación no es sólo responsabilidad de los distintos decisores estratégicos que ha tenido nuestro país desde hace más de 30 años, ni tampoco de sus ministros de Defensa. El desliz no ha sido solo de los civiles que han descuidado el último recurso que tiene el Estado para oponerse a una voluntad ajena a los intereses de la Nación.

Analizando con rigor científico, teniendo en cuenta los pasos para efectuar los pedidos presupuestarios anuales, los Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y del Estado Mayor Conjunto tienen su cuota de responsabilidad, en particular este último, quien tiene la función expresa de asistir y asesorar al ministro. Ellos, que son los responsables de presentar las necesidades de las organizaciones bajo su comando, debieron haber expresado su desacuerdo ante las reducciones a lo requerido. Y justificar, argumentando cuál era la situación de cada una de sus Fuerzas, las causas por las cuales la reducción efectuada dejaba indefensa a la República, aprovechando, como mínimo una vez al año, la evidente oportunidad para expresar que lo hacían sin una clara misión definida por aquél a quien le elevaban el presupuesto.



Lamentablemente, por motivos nunca absolutamente claros, prefirieron aceptar lo que les ordenaban gastar mediante el presupuesto. Ninguno de los cuatro Jefes de Estado Mayor que tiene la Nación expresó nunca a la ciudadanía, ante la cual juró defender la bandera hasta la perder la vida, que el dinero que se les otorgaba no era el suficiente o que no se le daba una misión clara para conducir la organización que comandaban. Hacerlo no habría implicado deslealtad; al contrario, es lealtad elevada a la máxima expresión.

Bajo esta mirada, la de priorizar la protección de su país y sus ciudadanos como General de la Nación y no como General del Estado de un determinado gobierno, la inmolación del general Pierre de Villiers, jefe del Ejército de Francia que en julio de 2017 dimitió por los recortes presupuestarios ordenados por el presidente Emmanuel Macron, puede ser considerada, a ojos de muchos militares argentinos, como un sincericidio y no como lo que es, un acto de hidalguía republicana motivado por la responsabilidad hacia los subalternos y al pueblo de Francia. Esto no fue siquiera imaginado como un acto de insubordinación ni muchos menos. El General tuvo la habilidad de enmarcar perfectamente su reclamo, plantearlo e irse a su casa con la admiración y el respeto de sus pares y de los ciudadanos por los cuales, llegado el momento y por una decisión política, iba a hacer entregar las vidas de sus hombres y mujeres.

Entre muchas causas por las cuales nuestros cuatro jefes de Estado Mayor no pudieron expresar su desacuerdo por los fondos asignados, se encuentra el hecho de que su misión (la misión del Ejército, de la Armada, de la Fuerza Aérea y del Estado Mayor Conjunto) fue autoimpuesta. Nunca el para qué provino de una fuente de instancia superior a quien reclamarle porque la plata no alcanzaba para lo que pretendía de las FF. AA. Y así administraron los siempre escasos recursos, para repartir la frazada que ayer cubrió los pies y hoy el pecho, pero siempre las FF. AA. pasaron frío.

¿Quién en su sano juicio puede ser el responsable de conducir una organización sin saber exactamente para qué existe realmente la misma? Por ello, y extraídas de la más pura coyuntura, se crearon misiones subsidiarias, secundarias e incluso, en el caso del Ejército Argentino, se habló de "capacidad de disuasión creíble". Si la disuasión no es creíble, no es disuasión. Un oxímoron.



Cuando pase el temblor

Nuestro Estado tiene por delante un gran desafío: crear futuro. En materia militar debe desarrollar el sistema que le permita enfrentar lo que viene, debe concentrarse en los fines y concebir medios acordes a nuestra realidad, en el marco de una visión geopolítica regional y global. Quebrar la inercia de la indiferencia es un desafío de todos como parte integrante de una única voluntad, la de construir un futuro para las generaciones venideras.

La política exterior y la de defensa deben formar parte de un único pensamiento estratégico y geopolítico. Argentina debe transitar las próximas décadas en el marco de fuertes alianzas políticas, económicas y de seguridad. Por consiguiente, conceptos renovados deben motorizar el posicionamiento de nuestro país y de la región.

No es objeto de esta nota el definir un para qué. Sin embargo, estamos convencidos de que esto debería ser expresado considerando al menos la defensa de la vida, los bienes y los recursos naturales de la República, integrándose con el mundo y la región para defender intereses comunes, accionando en forma sistémica (léase, con estructuras cívico-militares) y además teniendo aptitud para enfrentar amenazas definidas en el aire, mar, tierra, ciberespacio y espacio.

El para qué de nuestras Fuerzas Armadas es condición sine qua non para su desarrollo y este sólo puede definirse conociendo el escenario global, regional y local proyectado a 30 años. Un mundo hiperconectado en el que todo sucede en tiempo real, sumado a un tsunami científico tecnológico sin precedentes impondrá, con toda seguridad, la necesidad de crear nuevos instrumentos.

La obsolescencia del Instrumento Militar puede ser una oportunidad. Se debe avanzar en un análisis dejando de lado los paradigmas actuales y desarrollar un método en el que se determinen las amenazas y factores que conforman los escenarios (futuros posibles), se defina una visión (futuro deseado) y se conciban los recursos necesarios para su logro.

En los próximos 20 años seremos testigos de mayores cambios en ciencia y tecnología que en los últimos dos milenios y presenciaremos transformaciones sin precedentes. Lo obsolescente ya forma parte de nuestro día a día, sólo basta con observar la evolución de nuestro teléfono inteligente. Teniendo presente esto, cabe preguntarse qué sistemas debe crear el Estado y para qué. Con certeza, no son los mismos que desde el siglo XX intentan evolucionar y quedan rezagados por una realidad vertiginosa.

A las tres dimensiones espaciales que conocemos se le ha sumado el ciberespacio y, mientras tanto, la órbita espacial se consolida como un ámbito de desafío tecnológico militar. Estas son realidades y no debemos ignorar cómo se configura el escenario en que las FF. AA. deberán actuar.

El mundo transita por la dificultad de solucionar problemas globales sin contar con organizaciones supranacionales con autoridad suficiente para hacerlo. Ejemplo de ello es el cambio climático. A esto se le suma un sector privado hiperactivo que desafía lo público en la generación de ideas y soluciones concretas. La población mundial comparte información y conocimiento en tiempo real y demanda a sus gobiernos respuestas inmediatas.

Crear nuevos instrumentos es el gran desafío. Asumamos la obsolescencia de nuestras Fuerzas Armadas y comencemos a crear futuro.

La mayor certeza de lo aquí expuesto es una sola: así no debemos seguir.

Una cabeza de playa ocupada por 649 valientes y reforzada recientemente por una patrulla de 44 intrépidos marinos reclama que asumamos, de cara al futuro, un compromiso colectivo que trascienda su legado.



miércoles, 18 de septiembre de 2024

Costos sociales de armamentismo y el militarismo: Chile, USA, URSS, España y Corea del Norte

Los costos sociales del armamentismo

Por Esteban McLaren
 

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile (1880-1905): Un ejemplo de prioridades nacionales en tensión

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile, que tuvo lugar principalmente entre 1880 y 1905, es uno de los episodios más intrigantes de la historia militar de Sudamérica. A pesar de la tensa rivalidad entre estos dos países, nunca se llegó a una guerra abierta, pero los esfuerzos por mantener la superioridad naval exigieron sacrificios extraordinarios, tanto en términos económicos como sociales. Para Chile, esto significó destinar recursos originalmente previstos para mejorar la infraestructura y el bienestar de la población, sacrificando, entre otros aspectos, los fondos que estaban destinados al alcantarillado de Santiago. Este episodio es un ejemplo elocuente de cómo el gasto militar en tiempos de paz puede afectar negativamente el desarrollo social y económico de un país.

 

Contexto de la carrera naval

Durante el siglo XIX, tanto Argentina como Chile estaban en proceso de consolidar sus fronteras nacionales, especialmente en regiones ricas en recursos naturales como la Patagonia. Las tensiones derivadas de estos territorios compartidos y la ambición de expandir sus zonas de influencia marítima en el Atlántico y el Pacífico contribuyeron a un aumento de las tensiones entre ambas naciones.

Uno de los puntos álgidos de la rivalidad fue la adquisición de buques de guerra. Ambos países, en un esfuerzo por dominar las aguas sudamericanas, buscaron modernizar sus flotas, con un enfoque particular en la construcción y compra de acorazados, cruceros y destructores. Este tipo de armamento era no solo costoso, sino también tecnológicamente avanzado para la época, lo que implicaba la necesidad de adquirirlo a través de países extranjeros como el Reino Unido y Alemania.

Para Chile, este impulso por mantenerse a la par con Argentina en términos navales vino a un costo social significativo. En 1887, el gobierno chileno tomó la controvertida decisión de desviar fondos que originalmente estaban destinados al sistema de alcantarillado de Santiago hacia la compra de buques de guerra. El sistema de alcantarillado era una necesidad urgente en la capital chilena, que enfrentaba serios problemas de saneamiento debido al crecimiento poblacional y la falta de infraestructura adecuada. Esta decisión demostró que la competencia militar, incluso en ausencia de un conflicto armado directo, podía llevar a priorizar la defensa nacional por encima de las necesidades básicas de la población.

Impacto económico y social en Chile

La decisión de Chile de destinar fondos al gasto militar en lugar de a proyectos sociales como el alcantarillado de Santiago tuvo consecuencias a largo plazo. A corto plazo, la falta de una infraestructura de saneamiento adecuada contribuyó a problemas de salud pública, exacerbando la propagación de enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea, que afectaban gravemente a la población urbana. La inversión en defensa, sin duda, fortaleció la posición de Chile en términos de poder naval, pero lo hizo a expensas del bienestar de sus ciudadanos, creando una disonancia entre las necesidades militares percibidas y las necesidades sociales reales.

Aunque la carrera armamentística no culminó en una guerra abierta entre Argentina y Chile, la carga económica de mantener una flota moderna pesó significativamente sobre ambos países. En 1902, ambas naciones firmaron el Pacto de Mayo, un acuerdo que puso fin a la rivalidad naval al establecer limitaciones sobre las compras de armamento naval. Sin embargo, el daño económico ya estaba hecho: Chile y Argentina habían gastado sumas exorbitantes en sus respectivas flotas, fondos que podrían haber sido invertidos en desarrollo económico y social.

Otros ejemplos de sacrificios sociales por gasto militar excesivo

La historia está llena de ejemplos en los que los gastos militares excesivos en tiempos de paz han tenido un impacto devastador en las condiciones de vida de las poblaciones civiles. A continuación, se detallan algunos casos notables de países que sacrificaron el bienestar social en favor de la carrera armamentística o la defensa nacional, sin que esto condujera a una guerra inmediata.

1. La Unión Soviética y la Guerra Fría

Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética gastó una cantidad desmesurada de su presupuesto en la carrera armamentística contra Estados Unidos. Desde la década de 1950 hasta su colapso en 1991, el gobierno soviético destinó una parte significativa de su Producto Interno Bruto (PIB) a la construcción de un ejército gigantesco, el desarrollo de armas nucleares y la carrera espacial.

Aunque la URSS se convirtió en una superpotencia militar, el costo para la economía fue inmenso. La inversión masiva en armas y tecnología militar redujo drásticamente los fondos disponibles para la infraestructura civil, la vivienda, la salud y el suministro de alimentos. Como resultado, la población soviética soportó décadas de escasez de bienes básicos, largas colas para comprar productos esenciales y un sistema de salud pública deteriorado. Al final, el gasto militar contribuyó al colapso económico del país, lo que a su vez condujo a la disolución de la Unión Soviética.

2. Corea del Norte: Militarización en desmedro de la población

Corea del Norte es un claro ejemplo de un país que ha priorizado su gasto militar a costa del bienestar de su población. Desde la Guerra de Corea en los años 50, el régimen norcoreano adoptó la política de Songun ("primero el ejército"), que coloca a las fuerzas armadas en el centro de las decisiones políticas y económicas del país. Esto ha resultado en una de las mayores proporciones de gasto militar en relación con el PIB a nivel mundial, a pesar de ser uno de los países más pobres del mundo.

El régimen ha invertido fuertemente en el desarrollo de su arsenal nuclear y mantiene una de las fuerzas armadas más grandes en términos de personal. Sin embargo, este enfoque ha tenido un costo devastador para la población civil. La gran mayoría de los recursos se destinan a la defensa, dejando a la población en condiciones de pobreza extrema, con graves problemas de desnutrición y falta de acceso a servicios básicos como la salud y la educación.



Los ciudadanos norcoreanos enfrentan restricciones severas en su acceso a alimentos, y los sistemas de atención médica y educativo son deficientes, marcados por la falta de recursos y personal capacitado. A pesar de estas dificultades, el gobierno continúa priorizando su programa militar, reforzando su poderío armamentístico mientras desatiende las necesidades más urgentes de su gente.

Este desequilibrio entre la inversión en defensa y el bienestar social refleja una política centrada en la supervivencia del régimen, dejando a gran parte de la población en condiciones precarias, sin mejoras significativas en su calidad de vida.

En este mismo sentido aunque obviamente sin llegar a estos extremos, tenemos la Ley Reservada del Cobre en Chile, la cual establecía un vínculo directo entre los ingresos generados por la exportación de cobre y el financiamiento de las Fuerzas Armadas del país. Esta ley, promulgada en 1958 y modificada posteriormente en 1973 durante el gobierno de la Junta Militar, dispone que un porcentaje de los ingresos que genera la empresa estatal Codelco (Corporación Nacional del Cobre de Chile) por la venta de cobre sea destinado al financiamiento de las adquisiciones y modernización de las Fuerzas Armadas chilenas.
La Ley Reservada del Cobre establecía que el 10% de los ingresos brutos por la exportación de cobre debía ser destinado a un fondo exclusivo para las Fuerzas Armadas. Este fondo se utilizaba principalmente para la adquisición de equipamiento militar y la modernización de las tres ramas de las Fuerzas Armadas: Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Los fondos generados por la Ley del Cobre se depositaban en un fondo reservado que no formaba parte del presupuesto general del Estado, lo que permitía a las Fuerzas Armadas acceder a recursos financieros considerables de manera automática y sin necesidad de aprobación parlamentaria. Esto proporcionaba estabilidad y previsibilidad en el financiamiento de la defensa.
Gracias a la Ley del Cobre, las Fuerzas Armadas chilenas lograron financiar una serie de programas de modernización durante las décadas posteriores, permitiéndoles adquirir sistemas de armas avanzados, renovar su flota de aviones y buques, y mejorar sus capacidades tecnológicas. Esto se hizo especialmente evidente durante las décadas de los 90 y 2000, cuando Chile invirtió en la compra de aviones F-16, submarinos y otros equipos de alto costo.
Sin embargo, a lo largo de los años, la Ley del Cobre fue objeto de críticas por parte de sectores políticos y sociales, ya que otorgaba a las Fuerzas Armadas un acceso privilegiado y discrecional a fondos públicos sin supervisión civil o control democrático. Además, se consideraba que la ley vinculaba de manera rígida los ingresos del cobre al gasto militar, lo que limitaba la flexibilidad del Estado para utilizar esos recursos en otras áreas, como educación o salud. Finalmente, en 2019, tras años de debate, se derogó la Ley Reservada del Cobre, reemplazándola por un nuevo sistema de financiamiento para las Fuerzas Armadas, basado en un presupuesto plurianual y supervisado por el Congreso. Este cambio buscaba modernizar la forma en que se financia el gasto militar en Chile, dándole mayor transparencia y control civil sobre los recursos destinados a la defensa.

3. La España de Felipe II y la bancarrota del Imperio Español

Durante el reinado de Felipe II en el siglo XVI, el Imperio Español se comprometió en una serie de costosas campañas militares para proteger y expandir su vasto imperio, que abarcaba territorios en Europa, América y Asia. Estas guerras, motivadas tanto por el deseo de preservar la hegemonía española como por razones religiosas y políticas, resultaron en un gasto económico descomunal. A pesar de las enormes riquezas que llegaban de las Américas, España declaró la bancarrota en múltiples ocasiones a lo largo del siglo, ya que los ingresos no eran suficientes para cubrir los inmensos costos militares.

El tesoro español, alimentado principalmente por la plata y el oro del Nuevo Mundo, fue en gran parte destinado a financiar las guerras en Europa, el mantenimiento de grandes ejércitos y la construcción de poderosas flotas navales. Sin embargo, estos recursos, que podrían haber sido utilizados para modernizar la infraestructura, impulsar la industria o mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, fueron canalizados casi exclusivamente hacia el esfuerzo bélico.


Esta estrategia tuvo consecuencias devastadoras para la economía española. La constante necesidad de recursos para sostener el imperio, combinado con una administración ineficaz de las finanzas, generó un estancamiento económico. La industria local no se desarrolló adecuadamente, y España comenzó a depender de productos importados, mientras que el flujo de metales preciosos provocó inflación. La serie de bancarrotas y la incapacidad para adaptarse a las nuevas realidades económicas globales socavaron la estabilidad del imperio y, a largo plazo, contribuyeron a su declive como superpotencia mundial.

La España de Felipe II es un claro ejemplo de cómo el exceso de militarización y la mala gestión económica pueden agotar incluso los recursos más abundantes, dejando a una nación debilitada y vulnerable en el escenario internacional.

4. Estados Unidos en la Guerra de Vietnam

Durante la década de 1960, Estados Unidos se sumergió profundamente en la Guerra de Vietnam, dedicando una gran parte de su presupuesto federal a este conflicto. Este gasto militar no solo fue considerable por el despliegue de tropas y el equipo bélico necesario, sino que también se vio exacerbado por la Guerra Fría, en la que Estados Unidos competía con la Unión Soviética por la supremacía global, lo que implicó una expansión masiva de los programas de defensa.

El impacto económico de la guerra fue significativo. Mientras se destinaban recursos al esfuerzo bélico, los programas sociales que el presidente Lyndon B. Johnson había impulsado como parte de su visión de una "Gran Sociedad" empezaron a sufrir. Estos programas estaban diseñados para combatir la pobreza, mejorar el acceso a la educación y expandir los servicios sociales en todo el país, especialmente para las comunidades más desfavorecidas. Sin embargo, el desvío de fondos hacia la guerra limitó la capacidad del gobierno para implementar plenamente estas reformas.


Aunque Estados Unidos no cayó en la pobreza extrema como otros países que priorizaron el gasto militar, la guerra de Vietnam y el enorme costo asociado exacerbaron las desigualdades sociales. Las tensiones económicas aumentaron y contribuyeron a un periodo de inestabilidad social en los años posteriores, con protestas masivas contra la guerra, el crecimiento del movimiento por los derechos civiles y un mayor malestar entre los sectores más vulnerables de la población.

Además, el elevado costo de la guerra generó inflación y una creciente deuda pública, debilitando la economía y afectando la percepción del gobierno de Johnson, lo que llevó a un profundo escepticismo en torno al involucramiento militar de Estados Unidos en el extranjero. La guerra de Vietnam es un ejemplo de cómo el gasto militar, incluso en una nación rica como Estados Unidos, puede tener efectos colaterales negativos en el bienestar social y la estabilidad económica.

Al final...

La carrera armamentística naval entre Argentina y Chile es un recordatorio de cómo las rivalidades militares en tiempos de paz pueden llevar a decisiones que sacrifican el bienestar de la población civil en nombre de la seguridad nacional. Al igual que otros ejemplos históricos, desde la Unión Soviética hasta Corea del Norte y el Imperio Español, el gasto militar excesivo en ausencia de guerra puede tener efectos devastadores en el desarrollo económico y social de un país.

La clave está en encontrar un equilibrio entre las necesidades de defensa y las necesidades sociales, algo que a menudo se ve comprometido en tiempos de tensión internacional o rivalidad militar.

jueves, 1 de septiembre de 2022

Argentina: El peronismo destroza a la Armada y la reduce a una fuerza nominal

El recorte de gastos llegó a las FF.AA.

La Armada reduce horarios de trabajo, guardias y también hará home office


Lo dispuso mediante un organigrama interno para achicar gastos por falta de presupuesto. Según diputados de la oposición, el recorte perjudica “la operatividad” del arma. La marina de guerra aseguró que no afecta su operatividad.

 


Reservado. Radiograma interno de la Armada del 22 de agosto que orden drásticos recortes en gastos de funcionamiento.

Daniel Santoro || Clarín.com


La armada dispuso una drástica disminución de sus actividades hasta el extremo de modificar los históricos horarios de trabajo del personal civil y militar para ahorrar en comida y, también, reducir las guardias y hacer home office.

La orden está incluída en un radiograma de carácter reservado enviado el 22 de agosto a las unidades de la Armada, al que accedió Clarín, y está titulado “Restricciones presupuestarias y gastos funcionamiento”.

La nota interna dice textualmente que “hasta tanto se reciba el refuerzo presupuestario necesario para desarrollar las actividades correspondientes al segundo semestre del corriente, los comandos, direcciones y jefaturas arbitrarán, a partir del 01 de septiembre, las medidas necesarias para reducir, a su mínima expresión los costos de funcionamiento”.

Especifica que se refiere a “servicios básicos, racionamiento, combustibles, aceites, lubricantes, vestuario, viáticos, etc..”

El radiograma precisa que “inicialmente, por un período de 60 días, se autorizarán las medidas a implementar, reacomodamiento de horario laboral, licenciamiento de personal, reducción del sistema de guaridas, implementación del trabajo remoto, uso de videoconferencias como herramienta de coordinación”.

El punto de reacomodamiento de horario se decidió para intentar disminuir los desayunos o almuerzos a los efectivos que trabajan por la mañana, la mayoría en las FF.AA., según fuentes militares.

La orden emitida desde el Estado Mayor General de la Armada, especifica, también, que “los comandos, direcciones y jefaturas podrán coordinar el traslado en comisión del personal no residente a aquellos destinos próximos al domicilio real del causante”.

Además, “los destinos racionarán, semanalmente, solo al personal de guardia pudiendo agregar hasta un 10 por ciento de la fuerza efectiva como servicios esenciales”.

Las FF.AA tienen un total de 77 mil efectivos en actividad, sin contar a los retirados. De ese total, 48.193 son del Ejército.

En cambio, la Armada sacó un comunicado afirmando que "podrá cumplir" este año con sus actividades programadas.

El comunicado dice que se mantiene en "ejecución las actividades programadas para el corriente año y el apresto de las unidades para el cumplimiento de los planes en vigor". Luego dice que "la gestio´n del ministerio de Defensa permitirá contar con suficiencia de los recursos necesarios para continuar con las actividades en el segundo semestre del año".

La Armada luego afirma que se hará "a través de un refuerzo presupuestario que permitirá el cumplimiento de las metas fijadas, subsanando los efectos resultantes de la inflación y la falta de aprobación del presupuesto del corriente ejercicio por parte del presupuesto del corriente ejercicio por parte del Congreso Nacional" . Además, que "a la fecha se ha cumplido con todas las actividades operativas resultantes de los compromisos nacionales e internacionales".

El presidente de la comisión de Defensa y diputado de Juntos por el Cambio, Alberto Assef, manifestó su preocupación por este recorte y dijo que estudian convocar al ministro de Defensa, Jorge Taiana, para que de explicaciones.

“Aunque seguro es una consecuencia de los recortes que implementó el ministro de Economía, Sergio Massa, Taiana tiene que dar la cara porque se afecta la operatividad de la Armada”, agregó Assef en declaraciones a Clarín.

El ex ministro de Defensa y miembro de esa comisión, Ricardo López Murphy, se sumó a la preocupación de Assef y reclamó información a Taiana sobre si las cuatro patrulleras compradas a Francia están amarradas en puerto por falta de combustible.

Un vocero de Taiana consultado por Clarín dijo “no hay ningún recorte en Defensa. Son los diputados los que deben explicar de dónde sacan esos datos. Hay que mirar los decretos” sobre el presupuesto.

El problema para los militares es que de los escasos fondos disponibles, casi el 90 por ciento es destinado al pago de sueldos, que son, además, las remuneraciones más bajas de todo el Estado nacional. Taiana había prometido equiparar los sueldos de los militares con los de los efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura pero hasta ahora no lo concretó.

Las tareas urgentes que afrontan los cuadros de las FFAA, como por ejemplo repartir comida durante la pandemia del Covid, ayudar ante las grandes nevadas en la cordillera y ahora con los incendios en el Delta, son cubiertos con partidas extrapresupuestarias, es decir de otras áreas del Gobierno.

Mientras, se hace este ajuste silencioso el ministro de Defensa a cargo de un terrorista asesino de Montoneros anuncia negociaciones por comprar de 12 aviones de combate chinos, submarinos franceses o alemanes y hasta un barco polar finlandés. Los doce aviones de combate JF-17 Thunder cuestan en total unos 770 millones de dólares.

El lunes, el terrorista Taiana, dispuso la implementación de un Plan de Adquisición de Munición a diez años que permitirá la recuperación de las reservas operacionales de los sistemas de armas de cada una de las FF.AA. Este proceso de adecuación es financiado a través del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) y partidas del Presupuesto nacional, con recursos afectados específicamente para garantizar el suministro de municiones destinadas al adiestramiento, alistamiento y eventuales operaciones.

Mientras, hoy en el marco del plan integral de urbanización del predio de Los Hornos en La Plata, Taiana y de Desarollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, acompañados por el general Olegario Pereda, firmaron un convenio entre esta Fuerza y la cartera de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires para la ejecución de obras de apertura, tratamiento de calles y marcado de cunetas que estarán a cargo de Unidades de Ingenieros del arma.

En su último informe, al senado el jefe de Gabinete, Juan Manzur, prometió equipar “a las fuerzas armadas y de seguridad con mayor producción nacional de alta tecnología (por ejemplo, produciendo buques y drones, desarrollando los servicios satelitales, el complejo aeroespacial, la ciberseguridad y las prendas de vestir y calzado para las fuerzas armadas y de seguridad)”. Aunque estos recortes en el Ejército preanuncian menores gastos que los prometidos.

jueves, 21 de octubre de 2021

China: Analizando sus gastos militares

Comprendiendo el gasto militar de China


En lo que respecta al fortalecimiento militar de China, agregar algo de contexto para compensar la falta de transparencia en su presupuesto anual nos brinda una mejor, aunque todavía limitada, apreciación de las asignaciones presupuestarias del Ejército Popular de Liberación.
por Richard A. Bitzinger James Char || The National Interest

A UN AÑO de la pandemia global, las dos sesiones de China declararon que el gobierno del Partido Comunista Chino (PCCh) estaba aumentando el presupuesto oficial de defensa del país en un 6,8 por ciento, además de declarar un objetivo de producto interno bruto (PIB) de más un 6 por ciento para 2021. En En un momento de crecientes tensiones entre China y Estados Unidos, se informó que los principales generales de China también pidieron un mayor gasto militar para enfrentar la “Trampa de Tucídides” con Estados Unidos.



Como de costumbre, la mayor parte de la atención de los medios se centró en el aumento del presupuesto oficial de defensa, que ahora se acerca a los 209.000 millones de dólares, en comparación con el aumento del 6,6 por ciento del año pasado. Dados estos continuos aumentos en el gasto militar, muchos han inferido que Beijing se está inclinando cada vez más a utilizar la fuerza (o amenazar con el uso de la fuerza) para realizar sus ambiciones nacionales.

Lo que falta en estas inquietantes inferencias de que “la guerra está en el horizonte” es el contexto más amplio. Las tendencias recientes en los gastos militares chinos, junto con otros pronunciamientos contemporáneos del PCCh sobre defensa nacional, dejan en claro que el Ejército de Liberación Popular (ELP) ve el período actual más como una ventana estratégica mediante la cual puede reorganizar y reestructurar sus fuerzas.

CHINA HA participado en un esfuerzo agresivo de varias décadas para modernizar sus fuerzas armadas y mejorar sus capacidades. Al menos sobre el papel, el ELP espera lograr la mecanización y lograr un "progreso importante" hacia la "informatización" para principios de la década de 2020, lograr la "modernización militar completa" para 2035 y convertirse en un ejército de "clase mundial" para 2049.

Al documentar cómo llegó el ELP a esta etapa, primero hay que ser consciente de los muchos años que le tomó al ELP perseguir un enfoque de mecanización e informatización de “construcción doble” para actualizarse y digitalizarse simultáneamente. Este enfoque de "dos vías" había exigido tanto la "mejora del equipo existente a corto plazo, combinada con la introducción selectiva de nuevas generaciones de armas convencionales", junto con una transformación a más largo plazo del ELP en la línea de las tecnologías de la información -denominada "revolución en los asuntos militares". Crítico para las capacidades militares emergentes de China es el énfasis del ELP en "luchar y ganar guerras informatizadas", definido como el proceso de "utilizar información para llevar a cabo operaciones militares conjuntas en los dominios de tierra, mar, aire, espacio, ciberespacio y espectro electromagnético. durante un conflicto ". La “informatización” enfatiza particularmente las capacidades mejoradas de comando, control, comunicaciones, computación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento (C4ISR). En ese sentido, el ELP
... considera que los sistemas C4I en red y tecnológicamente avanzados son esenciales para proporcionar comunicaciones confiables y seguras a puestos de mando fijos y móviles, lo que permite una toma de decisiones rápida, eficaz y en varios niveles. Estos sistemas fueron diseñados para distribuir datos que incluyen inteligencia, información del campo de batalla, información logística e informes meteorológicos a través de redes de comunicaciones resistentes y redundantes para mejorar el conocimiento de la situación de los comandantes ... [haciendo] que los datos ISR casi en tiempo real estén disponibles para los comandantes de campo.

Pero incluso mientras el ELP se esfuerza por adoptar la "guerra informatizada", ya está planificando la siguiente fase de su modernización, que ha denominado "guerra inteligente". Esto implicaría la militarización de la llamada cuarta revolución industrial (inteligencia artificial, big data, interfaz hombre-máquina, sistemas autónomos no tripulados, redes 5G y similares) con el fin de crear nuevas ventajas tecnológicas militares dominantes, particularmente sobre el Militar de Estados Unidos. Dicha inteligenteización se basa en las primeras fases de mecanización e informatización del ELP. Como dice su libro blanco de defensa de 2019, "la guerra está evolucionando hacia una guerra informada, y la guerra inteligente está en el horizonte".

De acuerdo con los recientes libros blancos de defensa de China, el ELP continúa subordinando las operaciones terrestres al poder marítimo y la proyección de fuerzas. Si bien el libro blanco de 2015 declaró que “[l] a mentalidad tradicional de que la tierra es más importante que el mar debe abandonarse, y se debe otorgar una gran importancia a la gestión de los mares y océanos y a la protección de los derechos e intereses marítimos”, la iteración de 2019 afirma aún más explícitamente el cambio deseado de la mentalidad tradicional de "Gran Ejército" del ELP.

En lo que respecta a los posibles despliegues navales, la Armada del ELP (AELP) está pasando rápidamente de ser principalmente una fuerza de aguas marrones a convertirse en una marina de aguas azules, y como tal está mejorando sus capacidades de proyección de poder y operaciones marítimas conjuntas. Y en cuanto a la Fuerza Aérea del ELP (FAELP), también está pasando de la defensa aérea territorial a operaciones más agresivas, mejorando sus capacidades de alerta temprana estratégica, ataques aéreos, defensa aérea y de misiles y operaciones aerotransportadas.

ADEMÁS, existe un método para el pensamiento de los líderes del PCCh en lo que respecta a la proporción del PIB asignada para fines militares bajo su "principio de desarrollo económico-militar". Desde la reforma y apertura, el desarrollo del EPL ha estado indisolublemente ligado a la suerte económica del país. Es un hecho bien conocido que durante las fases iniciales de liberalización económica de China, el liderazgo del EPL tuvo que ceder al mandato de Deng Xiaoping de que el ejército chino subordinara sus intereses profesionales a los de la economía civil y ayudarla a crecer.

A partir de entonces, cuando el desarrollo económico del país comenzó a despegar, el ELP recibió posteriormente recursos económicos cada vez mayores (en términos absolutos). De hecho, incluso cuando el gasto militar chino como proporción del PIB comenzó a caer antes de estabilizarse a alrededor del 1,3 por ciento en el papel desde la década de 2000, el pastel económico total de hecho había crecido más. Dado el PIB de más 6 por ciento estipulado este año, totalmente alcanzable en vista de la aberración que es el modesto 2,3 por ciento del año pasado, es probable que la línea de tendencia de alrededor del 1,3 por ciento persista.

De acuerdo con el principio del régimen de "luchar por el desarrollo coordinado de la defensa nacional y la economía", como se estipula en el libro blanco de defensa de 2019, el gasto militar de China ha crecido a una tasa bastante constante como porcentaje del PIB más la inflación. Por lo tanto, además de estar subordinado a la producción económica total como se ve bajo Deng, el gasto militar de China después de Deng también está coordinado con el PIB total de China. Como bien sabe Xi Jinping, la ex Unión Soviética se había desintegrado en gran parte debido a una economía nacional sobremilitarizada. Por lo tanto, se puede esperar que el principio de "subordinación" y "coordinación" continúe en China, incluso si el ELP ha ganado mayor prominencia bajo el actual presidente de la Comisión Militar Central.

DADA LA falta de datos desglosados ​​en su presupuesto militar anual y cómo los fondos se canalizaron previamente directamente desde el Consejo de Estado chino hacia la investigación de armas, no es de extrañar que el gasto militar real de China supere las cifras oficiales desde que se publicaron en 1978. En las últimas décadas , una serie de estimaciones fiables sitúan su gasto real en un 1,36 por ciento mayor que las versiones aprobadas, aunque la evidencia creciente sugiere que la discrepancia entre las dos ha ido disminuyendo. Independientemente, el fortalecimiento militar de China ha sido respaldado por un crecimiento sostenido considerable en los gastos militares del país durante más de dos décadas y este seguirá siendo el caso.

El enfoque nacional de China hacia la modernización tecnológico-militar está impulsado por dos "M": la motivación y el dinero. En primer lugar, el liderazgo civil-militar de China compuesto por el PCCh y el EPL está unido en torno a la idea central de que el brazo armado del Partido debe convertirse en una fuerza de combate moderna del siglo XXI, con el régimen inquebrantable en su compromiso con la modernización. la pla. Esa firmeza, a su vez, se ha manifestado en grandes y constantes aumentos anuales de los gastos militares del país a lo largo de los años. Durante varios años, de hecho, China experimentó un crecimiento real anual de dos dígitos en su gasto militar (es decir, después de tener en cuenta la inflación). Según sus propias estadísticas nacionales oficiales, el presupuesto de defensa chino de 1999 a 2008 se expandió a una tasa del 16,2 por ciento anual.

Esta tendencia se mantuvo básicamente sin cambios a lo largo de la segunda década del siglo XXI. Entre 2009 y 2020, por ejemplo, el gasto militar chino creció de $ 70,3 mil millones a alrededor de $ 179 mil millones. En general, entre 1997 y 2020, el presupuesto del PLA creció al menos un 600 por ciento, después de tener en cuenta la inflación. Beijing nunca ha sido muy comunicativo en cuanto a cómo gasta su dinero de defensa. Los libros blancos de defensa chinos solían desglosar los gastos por personal, capacitación y mantenimiento, y equipo (presumiblemente, incluida la investigación y el desarrollo de defensa, o I + D). Curiosamente, estos documentos revelaron consistentemente una división casi pareja entre estas tres categorías, es decir, aproximadamente de un tercio a dos quintos del presupuesto de defensa se destina a cada una de ellas.

Si esta misma fórmula se aplicara al presupuesto de 2021, significaría que China podría gastar hasta $ 70 mil millones este año solo en equipos (es decir, adquisiciones e I + D militar). Dicho gasto colocaría el presupuesto del ELP para equipos como mayor que los presupuestos combinados de defensa de Japón, India o cualquiera de sus otros rivales de Asia y el Pacífico. Solo Estados Unidos gasta más en sus fuerzas armadas.

Si algo ha apoyado la expansión de Beijing en el poder militar, es este aumento en el gasto de defensa, lo que ha permitido al ELP aumentar significativamente las adquisiciones. Al mismo tiempo, China ha podido eliminar gradualmente las importaciones de armas en favor de armas de cosecha propia. Los aumentos constantes y considerables del presupuesto de defensa se han traducido en más dinero para innovación, adquisiciones e I + D, así como en mayores fondos para actualizar su industria de defensa local con nuevas herramientas, nuevas computadoras y nuevas habilidades técnicas. Esto también ha permitido el crecimiento y la modernización de la fuerza laboral militar-industrial de la nación, desde sus institutos de investigación y desarrollo hasta su fuerza laboral en las fábricas.

En consecuencia, la industria de defensa nacional del país ha comenzado a producir decenas de nuevos y modernos sistemas de armas para el ELP. Estos incluyen los aviones de combate J-10 y J-11 (copiados Su-27) fabricados en China, cruceros Tipo-055, destructores Tipo-054D, submarinos diesel-eléctricos clase Yuan y al menos tres portaaviones. Además, los presupuestos en expansión del EPL también le han permitido financiar una serie de nuevos proyectos militares de I + D, como su caza J-20 de quinta generación, su misil balístico antibuque DF-21D y su programa de submarinos nucleares de gran alcance. .

SIN EMBARGO, el deseo declarado de BEIJING en el informe de trabajo de este año de "promover el apoyo mutuo entre civiles y militares" da crédito a la idea de que el PCCh tiene la intención de modernizar sus fuerzas coercitivas sin tener que agotar las arcas nacionales, prefiriendo en cambio utilizar el uso dual tecnologías como parte de su nueva estrategia de “fusión militar-civil”. Además, el mismo documento también se destaca por su mayor atención al personal y los veteranos del ELP. Mientras que los sirvientes armados del Partido, pasados ​​y presentes, siguen siendo denominados "grupos clave" y "grupos autorizados", el informe de este año ha subrayado el compromiso del régimen de garantizar que las autoridades "en todos los niveles" apoyen "enérgicamente" el desarrollo de la "defensa nacional y […] fuerzas armadas" del país. La declaración para mejorar el bienestar de los soldados puede ser una prueba más de que el gasto de defensa chino este año se orientará cada vez más hacia el personal y la capacitación, los otros dos componentes del presupuesto principal del ELP junto con los costos de equipo. Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, la compensación económica para los veteranos del ELP solo en 2019 costó alrededor de $ 20 mil millones, o alrededor del 12 por ciento del presupuesto militar de ese año. A pesar de la reciente reducción de 300.000 efectivos, los fondos sobrantes (si los hubiere) probablemente se compensarán con mayores gastos de personal (incluidos salarios, alimentos y seguros), además de mejoras en el costo de su capacitación y sostenimiento (como capacitación, educación , y la “construcción y mantenimiento de instalaciones e instalaciones”).

Otro evento importante pero menos cubierto en China también lleva a la conclusión de que el EPL está entregando programas más costosos a su personal en servicio activo. En ese sentido, las reformas que comenzaron a fines de 2015 ahora se centran directamente en mejorar los elementos humanos del EPL. Con el Ministerio de Defensa Nacional dando a conocer un importante cambio de política el 28 de enero de un sistema de gestión de oficiales "centrado en el grado" a "centrado en el rango", ahora también se ofrecen paquetes de remuneración más generosos junto con trayectorias profesionales más claramente definidas. Asimismo, los mejores y más brillantes de China reciben más incentivos para unirse a sus filas. La mejora del atractivo profesional del PLA continúa la tendencia de la búsqueda del PCCh de los intereses corporativos del primero. Pero para que pueda competir eficazmente con el sector privado chino, estas iniciativas no serán baratas.

En lo que respecta al fortalecimiento militar de CHINA, agregar algo de contexto para compensar la falta de transparencia en su presupuesto anual nos brinda una mejor, aunque todavía limitada, apreciación de las asignaciones presupuestarias del ELP. En ese sentido, esas tendencias en sus gastos anteriores y sus publicaciones oficiales nos ayudan a acercarnos un paso más a comprender para qué se podrían utilizar los 209.000 millones de dólares este año. A pesar de que el gasto militar de China ha crecido exponencialmente en las últimas décadas hasta convertirse en el segundo más grande del mundo desde 2008, todavía sigue siendo alrededor de un tercio del presupuesto de defensa de Estados Unidos, según el último recuento. Con las continuas deficiencias del ELP con respecto a otros ejércitos avanzados (particularmente en términos de armas combinadas y operaciones conjuntas), se puede hacer la evaluación racional de que Beijing preferiría actuar con prudencia en sus tratos con Washington y otros países de la región, en lugar de contemplar la guerra total.

Ciertamente, durante los próximos quince años, se espera que China haga un gran progreso hacia la mecanización y la informatización, con el objetivo de lograr una "modernización militar completa" para 2035. Si eso llegara a buen término, la infraestructura C4ISR del ELP debería mejorarse enormemente, con satélites. y otras plataformas / sensores (por ejemplo, UAV HALE) para vigilancia, comando y control, comunicaciones, navegación y configuración de adquisición de objetivos. Otras mejoras incluirían la modernización de sus capacidades para realizar operaciones cada vez más agresivas contra rivales regionales y la expansión de su capacidad de proyección de poder sostenida, además de operaciones en el espacio, el ciberespacio y en los dominios electrónicos. Estos también incluirían mejoras en las capacidades del EPL para realizar vigilancia y reconocimiento en tiempo real, operaciones conjuntas y logística conjunta.

Si llega ese día, es probable que el EPL posea activos navales y aéreos capaces de proyectar energía sostenible hacia la segunda cadena de islas y, de forma intermitente, hacia los océanos de agua azul. La AELP estaría integrado por 530 combatientes de superficie y submarinos, lo que confirma su estatus como la armada más grande del mundo. En particular, la adquisición de cuatro (o más) portaaviones para entonces probablemente significaría la reorientación de la AELP en torno a los grupos de batalla de portaaviones; con tal desarrollo que constituye un cambio importante en la dirección estratégica de AELP.

Mientras tanto, para 2035, la FAELP debería recapitalizarse con aviones de combate de cuarta y quinta generación, junto con una flota de aviones de transporte y cisterna modernos, aviones de alerta temprana aerotransportados y sistemas aéreos no tripulados cada vez más sofisticados. En conjunto, un creciente inventario de buques de guerra y submarinos modernos en el AELP, junto con aviones de combate recargables por aire y aviones de transporte de largo alcance, respaldados por bases en el extranjero expandidas (como la primera base militar extranjera de China en Djibouti), expandirá particularmente el Huella global de ELP: primero en el Pacífico occidental, luego en el Océano Índico y, finalmente, en casi todas partes. Las actividades militares de China en la última década y su diplomacia del "guerrero lobo" sugieren que Beijing probablemente será cualquier cosa menos una hegemonía benigna, si de alguna manera logra alcanzar a Washington. Al mismo tiempo, sugerir, como han sugerido algunos medios de comunicación, que China de alguna manera está “ansiosa por pelear” en el futuro previsible es inútil.

jueves, 14 de octubre de 2021

FAA: Hay una prioridad en conseguir un caza de 4ta generación

X. Isaac (Argentina): "La prioridad absoluta está en la búsqueda de un avión de 4º generación"




El jefe de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Xavier Isaac. Foto: FAA

Gonzalo Mary | Fuente
 
Infodefensa.com entrevistó al jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), brigadier mayor Xavier Julián Isaac. Dialogamos sobre el balance de gestión, principales proyectos, posibles adquisiciones, mayores desafíos y objetivos.
Isaac explicó que actualmente tienen distintas ofertas para la adquisición de un nuevo caza para la FAA, principalmente de Rusia y China, pero que esperan también propuestas de Estados Unidos e India.
"La idea es tener para fin de año todas las ofertas lo más completas posibles y presentarlas al Ministerio de Defensa en el primer trimestre del año que viene para poder definir el avión y su respectivo financiamiento", aseguró el jefe de la FAA.

¿Qué evaluación puede realizar de este período como jefe de la fuerza?

El haber pasado por la Dirección General de Planes, Programas y Presupuestos me permitió tener una idea acabada de la situación general. No era un momento fácil producto de muchos factores y con la autoestima un poco baja, lo que impactaba en la motivación de la gente. Si bien se trabajaba bien, no con el grado de compromiso que uno pretende para la FAA. Apoyo mi gestión en volver a darle valor y proyección al trabajo de la gente para que se sienta involucrado, participe de la FAA y que tenga ese orgullo de pertenecer, que vea que el nuestro es un estilo de vida, una vocación, una familia e implica entregar todo nuestro esfuerzo.

¿Cómo se recibió el cambio de titularidad en la cartera de Defensa?

Fue sorpresiva la salida del ministro (Agustín Rossi) con quien veníamos trabajando, y con el que teníamos una relación muy estrecha.La pandemia acercó mucho a los jefes de Estado Mayor con el ministerio parallevar adelante el trabajo diario. He tenido la posibilidad de reunirme con el nuevo ministro (Jorge Taiana), a quien se le expuso la situación de la fuerza demostrándose muy interesado en los temas de defensa y conocedor de varias actividades de nuestra institución. Hay continuidad, se nota y a modo de ejemplo algo tan importante como el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) continúa y estamos trabajando tenazmente.

El Fondef fue el principal caballo de batalla del ministro Rossi. ¿Qué impacto real se espera del mismo?

Ya lo estamos viendo, no son palabras, son hechos concretos. La recuperación del F-28 TC-53 es resultado directo del Fondef. En cuanto a los B200, si bien el convenio estaba firmado al principio de la gestión, en 2020, los fondos que insume su puesta a punto, modernización, la mejora del sistema, son productos directos de los recursos que brinda el fondo. Otro ejemplo, la inspección de los MI-171, ha comenzado y se espera la primera unidad en servicio a principios del año que viene y tenemos presupuestado la segunda en forma inmediata. Estamos licitando la modernización de la cabina de los Tucano. Seguimos apoyando el sostenimiento de los repuestos de la flota de Hercules. Tenemos grandes proyectos para nuestros UAV que vamos a materializar a fin de año con el traslado a la Base Aérea de Chamical de todos nuestros medios no tripulados. Estamos muy cerca de completar el contrato de los Texan que había quedado una parte de cuotas. Sinceramente podría nombrar varias cosas más. Para la FAA el Fondef tuvo un gran impacto en esta primera etapa.

¿Cuáles son las principales necesidades de la FAA?

Las necesidades, sinceramente, son múltiples. Me gusta dejar en claro que la misión principal de la FAA es la vigilancia y control del espacio aéreo, que se controla efectivamente con aviones caza. La FAA está en la búsqueda incesante para posicionarse íntegramente en un caza de 4º generación; el gobierno, el ministro, y el jefe del Estado Mayor Conjunto están en la misma sintonía. Lo que quiero resaltar fundamentalmente es que la FAA no se acaba en el caza de 4º generación, no se debe minimizar todo lo que se está haciendo, solamente porque no llegó el caza de 4º generación.

¿En qué se está trabajando?

Hay muchas cosas que estamos haciendo. La aviación de transporte estaba con pocos medios aéreos, y la FAA necesita una aviación de trasporte táctico y estratégico, con aviones turbo y a reacción en todos los segmentos. Después de un año y medio, esta capacidad se va recomponiendo lentamente con la incorporación del Boeing 737, con la puesta en servicio de más F-28, con la incorporación de los B200, con la puesta en servicio de un tercer Saab 340 y con la próxima incorporación de otra unidad. Con la decisión de posicionar los MI-171 en la Antártida liberamos Twin Otter para dedicarse a vuelos de transporte en el continente. Estamos redimensionado y relanzando Líneas Aéreas del Estado (LADE), línea insignia de la FAA en el sur, fundamental para los pueblos de la Patagonia. Con la reactivación de la Dirección de Seguridad y Defensa vamos a destinar personal pura y exclusivamente a esta actividad liberando de esa tarea al personal militar subalterno técnico para que dediquen su tiempo al mantenimiento de la flota permitiendo mayor disponibilidad de medios en servicio al disponer de mayor tiempo. Buscamos incorporar más aviadores militares en la Escuela de Aviación Militar, el IA -100 está directamente relacionado con eso. Cuando esté en servicio va a permitir mayores egresos y en vistas que se está volando más y con más medios vamos a necesitar incrementar la cantidad de pilotos, es una realidad.

¿Qué planes hay para recuperar esta capacidad supersónica?

Tenemos varias ofertas, está el JF-17 chino, los MiG-35 y MiG-29 rusos. Si bien no tenemos ninguna oferta concreta por parte de los Estados Unidos, sí sabemos que están preparando una. Tuvimos también un acercamiento con la India, que está queriendo ofrecernos el Tejas pero estamos recién en las primeras conversaciones. Algunas ofertas no tienen el nivel de detalle que queremos en cuanto a armamento, sostenimiento, cadena logística, performance, etc. La idea es tener para fin de año todas las ofertas lo más completas posibles y presentarlas al Ministerio de Defensa en el primer trimestre del año que viene para poder definir el avión y su respectivo financiamiento.

¿Cree que puede haber alguna participación de Fadea?

Eso es fundamental. No nos imaginamos ninguna adquisición sin un grado de offset. Creo que el arte está en lograr el mayor offset posible, no solamente el ensamblado, que es lo más básico. El offset es una condición que pusimos, aunque no la hemos detallado, eso llegará al momento del contrato, pero vamos a tratar de ser inteligentes y ver la mayor capacidad que pueda lograr Fadea.

¿Existieron otros ofrecimientos por parte de Rusia?

Hubo un ofrecimiento informal con respecto a los MI-171. En su momento no sabía cómo iba a llevar a cabo la inspección de los dos MI-171 que tenemos, por lo que no tenía mucho sentido comprar más si no poseíamos la capacidad de sostener dos. Con el Fondef en marcha y avanzando con la inspección de los helicópteros que tenemos, sí hemos estado hablando para ver la probable incorporación de un tercero, algo lógico. La idea es estacionar un MI-171 de manera permanente en la Antártida, tener uno en el continente para mantener a las tripulaciones de relevo adiestradas y un tercero para sostener las actividades cuando alguno entre en inspección. En cuanto a un eventual ofrecimiento de material de defensa antiaérea, es un tema que lo ha tomado el Estado Mayor Conjunto y somos respetuosos de cómo lo está manejandocon los diferentes asesores especialistas de la fuerza.

¿Qué planes hay con los A-4AR? Rossi había anunciado la recuperación de alrededor de ocho para fin de año.

Si bien la prioridad absoluta está en la búsqueda de un avión de 4º generación, no hay que olvidarse que empezamos la gestión con un A4 y medio en la línea, y ya vamos por siete. Proyectamos a tener 12 el año que viene y de ser posible 18 antes del 2023. Hoy la columna vertebral y único avión de combate que tiene la FAA es el A4.

¿Qué vida útil les quedan?

Como están los aviones, todo lo que la FAA lo pueda sostener. Salvo rarísimas excepciones, ningún avión de la FAA se discontinuó porque el avión estaba exhausto en sus células. Hay aviones con menos de 100 horas de célula. Todos los aviones de la FAA, sin distinción, tienen un remanente inmenso en horas de vuelo. Estoy convencido que el A4 tiene tanta vida útil como la FAA lo pueda sostener, lo cual no quiere decir que nos quedemos con el A4 de acá a los próximos 30 años, y no busquemos nada más. Pero si el A4 tiene que volar 10 o 15 años más y tenemos un avión de 4º generación al lado, se va a seguir volando. Es un avión difícil de mantener porque está muy customizado, es verdad, pero también es el único que nos da la capacidad de cazabombardero y no queremos perderla. Hemos logrado recomponer, con mucho sacrificio, la cadena logística y hemos recuperado muchas capacidades propias que no estaban tenidas en cuenta. El T-38 Talon en Estados Unidos es de la década del 60 y sigue siendo el avión principal de la escuela de cazas de la USAF, y recién ahora están viendo para remplazarlos 60 años después, y nadie se cuestiona si el Talon puede o no seguir volando.

¿Cuál es la situación del Pampa?

Hay un contrato plurianual firmado con Fadea en el que está prevista una mayor entrega del Pampa III y la reconversión del Pampa II a Pampa III para llegar a un total de nueve a final del 2023. Por nuestra parte hemos iniciado los ensayos de armamento con cañones de 30mm, y la integración a la aviónica de los pod de 12,7mm y 7,62mm. Vamos decididamente a lograr la capacidad para que los Pampa II y III tiren con cañones, bombas, y puedan compatibilizar su aviónica para las distintas configuraciones de armamento que le pongamos. Hemos hecho un avance bastante grande. Si logramos mejorar sus prestaciones, como avión de ataque ligero, sería más que suficiente.

¿Cómo avanza el proyecto del Pucará Fénix?

Inicialmente vamos a ir por seis Pucará Fénix, a los cuales nunca les hemos quitado su capacidad de autodefensa. Venimos muy avanzados. La remotorización ya está finalizada, creo que falta la certificación de la hélice, que por una cuestión de Covid no se concretó; tenemos que modernizar la cabina, y se está trabajando con Invap por el radar de apertura sintética. El MET 1 debería estar para el primer trimestre del año que viene, como muy tarde, para a partir de ahí, trabajar con Invap para evaluar el segundo radar y ajustar los detalles para tenerlo a fin del año que viene, y de ahí largar la serie. Esto tiene mucho para evolucionar, queremos hacerlo un avión de gran valor táctico y no tengo dudas que va a ser un avión altamente exportable una vez que este operativo.

¿Piensan recuperar la línea de montaje?

Yo creo que reconstituyendo las unidades que ya existen, ya sea para hacerlos Pucará Fénix o volverlos a la versión original del Pucará remotorizado y con otra aviónica, no es descabellado. El remanente de potencial que tienen las células del Pucará, no todas, aparte de las seis destinadas para el Fénix, son altamente recuperables para su versión original. Son ideas que tenemos, pero al ver el estado del material no es descabellado. Pero eso es motivo de estudio a futuro, no por ahora.

¿Y el IA-100 Malvina?

Está en la etapa de diseño. Calculo que para fin de año vamos a tener el diseño inicial. Ahí Fadea, junto con la Secretaría de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Defensa, ya han armado un cronograma de trabajo para que el año que viene esté volando el prototipo y comenzar la producción a partir del 2023. Calculamos que, si en 2023 empieza la producción, van a estar operativos en la escuela en un año, año y medio más como mínimo.

La presidente de Fadea, Mirta Iriondo, habló de la necesidad de remplazar los Hercules y el error que fue no haber comprado los que ofrecía España. ¿Qué opciones hay para mejorar las capacidades de trasporte?

España no ofreció particularmente ningún tipo de aviones. La FAA sabía que España, para priorizar el A400, iba a dejar de lado su flota de Hercules, pero nunca fue motivo de análisis porque no están modernizados. Hoy la Argentina opera un Hercules distinto y no nos hacían falta. No fue un error de la FAA ya que queremos una flota homogénea por cuestiones logísticas. La prioridad es finalizar la inspección del TC-64 y modernizar el L-100.

¿La licitación para la compra de un Twin Otter da respuesta a la imposibilidad de recuperar la aeronave accidentada en febrero?

No hay ninguna licitación por un Twin Otter. Sí se está licitando un Saab 340. Con respecto al Twin Otter que cayó en febrero, si bien se pensaba que se podía poner en servicio, porque no había sufrido daños ni en los motores, ni en la estructura, hicimos el análisis con geólogos y glaciólogos y nadie nos pudo asegurar que el glaciar era estable y fuese seguro trabajar durante 10 a 20 días. Tomamos la decisión de dejarlo ahí, y ahora cuando venga la CAV volveremos al lugar a ver que encontramos. En base a eso hemos destinado plata del Fondef a recuperar dos que teníamos en Quilmes, uno está por salir y el otro calculo que para el año que viene. Tenemos en mente en algún momento, tratar de ir por un Twin Otter, perdimos dos en dos años. Lo más lógico es que si estamos adquiriendo material de transporte, como nos vamos a olvidar del TwinOtter, pero hoy estamos centrados a recuperar lo que tenemos, no hay una licitación por un Twin Otter.

Recientemente llegó al país el primero de los B200 que se adquirieron, ¿Cómo será la entrega de los restantes?

Los B200 van a ser 14, 12 para la FAA y dos para la Armada. A mediados de septiembre se realizó la entrega oficial del primer B200 en Paraná, unidad donde van a estar alojados la mayoría de los B200 y la cual va a estar encargada del mantenimiento. La idea es incorporar de acá a fin de año uno por mes. Como tuvimos una demora con el primero, aspiramos a llegar a cuatro antes de fin de año, no los cinco originales, y a partir de ahí no debería haber una diferencia mayor de mes y medio entre avión y avión. A ese ritmo esperamos completar diez para mediados del tercer trimestre del año que viene. Los últimos cuatro queremos traerlos desarmados y hacerles todo el mantenimiento en el país, ya sea en la Armada, que es la que más experiencia tiene, porque lo viene operando hace muchísimo tiempo o en la Armada con la colaboración de la FAA.

¿En qué estado está la compra de helicópteros de rescate?

Ese es otro tema que lo lleva adelante el ministerio de Defensa y el Estado Mayor Conjunto, quien está a cargo de la evaluación y adquisición de helicóptero de alta montaña. Por lo que sé el proceso está muy avanzado, habían quedado dos modelos el Bell 407 y el B3 de Airbus; para fin de año, primer trimestre del año que viene debería estar resuelto.

¿Cómo avanza el programa de sistemas aéreos no tripulados?

Tenemos varios desarrollos de UAV, fraccionados. Decidimos concentrar el esfuerzo y desplegar todos los medios que tenemos, su gente y sus operadores en la base aérea Chamical como dije anteriormente. Esto ya está en marcha, estamos construyendo viviendas para alojar más personal que ira destinado allí, así que es un proyecto que va tomando cuerpo lentamente.

¿Están relacionados los programas de UAV de las distintas fuerzas?

Por ahora lo tenemos separado, pero el ministerio de Defensa está concentrando en la Secretaría de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa que dirige la licenciada Daniela Castro todo lo que es UAV, y vamos a empezar a centralizar todo lo que es sensores con Invap.

Durante el acto por el día de la FFAA afirmó que tenemos una calidad de instrucción a nivel de las mejores fuerzas. ¿Es posible afirmar esto sin contar con aviones de capacidad supersónica?

Hice referencia a la instrucción primaria y básica para formas aviadores militares y de eso no tengo dudas. La instrucción en los primeros niveles está a la altura de los mejores países del mundo. El binomio Texan-Grob lo tienen varias fuerzas aéreas del mundo, y el IA-100, que va a remplazar el segmento Grob-Tecnam no va a ser menos calificado. Tenemos el Texan, que es un avión de última generación para lo que es el segmento de entrenador básico; el Pampa nos deja listos para operar un avión de 4ta generación en lo que es aviónica, y después el A4 es un avión de 3ra generación. Tenemos que lograr que toda esa capacitación y ese entrenamiento que vamos logrando en los distintos escalones se termine de concretarpara que cuando llegue el avión de 4ta generación estemos listos. Pero como instrucción en sí, estamos a la altura de las mejores fuerzas aéreas del mundo.

¿Qué se sabe del ataque y posible intento de robo a la VII Brigada Aérea de Moreno?

En la madrugada del 29 de agosto un grupo intentó entrar en un depósito, pero el sistema de seguridad funcionó muy bien y se dieron a la fuga, no hubo ningún faltante. Se atendió al problema y simultáneamente se llamó a la policía. La base está en una zona complicada y el intento fue aislado. Me enorgullece que una guardia de la FAA haya respondido con criterio, responsabilidad y de acuerdo a los protocolos que están escritos. Las bases aéreas son difíciles de mantener bien custodiadas, por su extensión y la desinversión. Por eso repito, no todo son los cazas 4º generación. Hay múltiples problemáticas en la fuerza. Como exprese antes, estamos potenciando la especialidad en Seguridad y Defensa. Esto no implica solamente saber defender con armas, hay muchísimos protocolos que respetar, leyes, reglamentos. Empezamos con algunas unidades y de a poco la idea es que la FAA vuelva a tener la seguridad que siempre tuvo que tener.

¿Cuáles son los principales objetivos y desafíos que enfrenta la FAA?

El principal desafío es hacerle sentir a la gente que su tarea es vital para la fuerza, sin importar el cargo ni el lugar geográfico. Fue fundamental haber puesto el foco, no solo en la incorporación de material, sino en la recuperación de las capacidades propias de mantenimiento y servicios. Me informan permanentemente de la recuperación de múltiples capacidades perdidas. Cuando pregunto cómo lo veníamos haciendo hasta este momento, la respuesta se repite; Se mandaba a arreglar a empresas privadas, muchas veces en el extranjero. En forma reiterada el avión permanecía 'parado' 10/15 días. Me enorgullece cuando escucho que un suboficial retirado quiere volver al hangar donde dejo su vida trabajando, para apoyar a los más jóvenes y enseñarles. Ese es el espíritu que quiero en la FAA. El espíritu de pertenencia y las ganas de aportar son vitales. El sentido de pertenencia debe ser transmitido de arriba hacia abajo, creo que es lo más importante. Ese es mi objetivo principal de gestión.


domingo, 16 de mayo de 2021

ORBAT: Las FF.AA. de Chile

Fuerzas armadas de Chile: una de las más fuertes de América Latina

Revista Militar
Original en ruso


Hoy, las fuerzas armadas de Chile son legítimamente consideradas como una de las más poderosas de América Latina. Al igual que las fuerzas armadas de otros estados, su objetivo es proteger la libertad, la independencia y la integridad territorial del país. Actualmente, las fuerzas armadas chilenas están compuestas por las Fuerzas Terrestres, la Fuerza Aérea y la Armada. Por supuesto, según los estándares de Estados Unidos, China o Rusia, los gastos militares de Chile parecen pequeños ($ 4,61 mil millones - 2016, datos SIRPI), pero en comparación con otros países de América Latina, esta es una cantidad adecuada.

El liderazgo de la República de Chile considera que el fortalecimiento de las fuerzas armadas del país es un factor muy importante que contribuye al crecimiento de la influencia del estado, la activación y diversificación de los lazos del país con otros estados en el contexto de la creciente participación de Santiago en la solución no solo de problemas regionales, sino también globales. De acuerdo con la constitución del país, el Presidente es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas chilenas. Es él quien determina la dirección del desarrollo militar y el curso político-militar, nombra al Ministro de Defensa Nacional, al jefe del cuartel general conjunto de las Fuerzas Armadas y a los comandantes en jefe de las fuerzas armadas.

El Ministerio de Defensa de Chile es responsable del desarrollo de documentos doctrinales en el campo de defensa y seguridad, desarrollo y construcción del ejército y la armada. El jefe del departamento militar en Chile es un civil que ejerce el liderazgo de las Fuerzas Armadas a través del aparato del Ministerio de Defensa, así como el cuartel general conjunto de las Fuerzas Armadas. Este último actúa como un órgano asesor permanente del Ministro de Defensa en la preparación para su uso y durante la gestión de las Fuerzas Armadas en caso de una amenaza de agresión externa o el surgimiento de una crisis internacional que amenazaría la seguridad nacional de Chile.


Desfile Militar de Santiago 2014

Dado el tamaño del territorio y las fronteras del país, parece que las fuerzas armadas de Chile deberían tener un tamaño impresionante. De hecho, el país se extiende de norte a sur por 4.300 kilómetros, mientras que su ancho de oeste a este nunca supera los 200 kilómetros. La frontera terrestre y la costa son 6400 kilómetros cada una. Desde un punto de vista puramente militar, sería muy difícil defender un territorio tan grande y alargado. Afortunadamente para Chile, casi toda la frontera terrestre del país cae en un obstáculo natural: los Andes. Superar este macizo es difícil para la infantería, y para el equipo militar pesado las montañas son casi insuperables. También debe tenerse en cuenta que el país no tiene vecinos con gran poder militar. Teniendo en cuenta esto y debido a los ingresos sustanciales de las exportaciones de cobre, Chile logró crear aviones bastante compactos y bien equipados, que hoy se encuentran entre los cinco más fuertes en América Latina, dijo Alexander Khramchikhin, subdirector del Instituto de Análisis Político y Militar.

El número total de fuerzas armadas chilenas es de 73,500, datos de la revista Foreign Military Review No. 8 para 2013. El número de fuerzas terrestres chilenas es de 41.400, la marina de guerra es de 20.700, incluidos 2.800 infantes de marina, y la fuerza aérea es de 11.400. Al mismo tiempo, según el popular recurso estadístico de Internet knoema (atlas mundial de datos), el número de fuerzas armadas chilenas en 2015 fue de 109,450, esta cifra también tiene en cuenta las fuerzas paramilitares que podrían usarse para apoyar o reemplazar a las tropas regulares.

El cobre no se ha mencionado anteriormente en vano en el contexto del desarrollo de las fuerzas armadas de Chile; para Santiago, este metal es un recurso estratégico. El país es el líder indiscutible en la producción de cobre, y Chile también tiene las mayores reservas probadas de cobre (alrededor del 20 por ciento de las reservas mundiales). No es sorprendente que el país gaste parcialmente los ingresos de la venta de cobre en sus fuerzas armadas. Los fondos para la compra de armas y equipo militar en Chile se asignan fuera del presupuesto nacional. Sobre la base de la Ley del Cobre, ya en 1958, la empresa estatal Kodelko transfiere anualmente el 10 por ciento de sus ganancias de exportación (pero no menos de $ 240 millones) para estos fines. Los fondos entrantes se acumulan en las cuentas de un fondo especialmente creado en el Banco Central de Chile, después de lo cual se gastan exclusivamente en la compra y modernización de armas y equipo militar. Debido a los precios estables del cobre y la demanda constante de metal, la cantidad acumulada en el fondo especial, según varios expertos, es de más de 5 mil millones de dólares.


Los principales proveedores de armas y equipo militar para las fuerzas armadas chilenas son tradicionalmente los Estados Unidos e Israel, algunos de los equipos fueron adquiridos en Europa occidental, así como en Brasil. Al mismo tiempo, las posibilidades del propio complejo militar-industrial de Chile son extremadamente limitadas. La proporción de equipo militar obsoleto en el ejército chileno es bastante grande, pero significativamente menor que en la mayoría de los estados latinoamericanos. Según Alexander Khramchikhin, Rusia participa regularmente en exhibiciones militares locales, pero hasta ahora no ha penetrado en el mercado de armas de este estado.

Fuerzas terrestres de Chile

Las fuerzas terrestres son el tipo más numeroso de fuerzas armadas de Chile. Incluyen infantería, blindados, mecanizados, artillería, rifle de montaña, unidades de ingeniería, así como unidades de fuerzas especiales, comunicaciones, aviación del ejército y apoyo trasero. Organizacionalmente, las fuerzas terrestres chilenas se consolidan en 6 divisiones, que se despliegan en las respectivas zonas militares. Además de las divisiones, las fuerzas terrestres tienen una brigada de aviación del ejército separada, dos brigadas de operaciones especiales de Lautaro, y también hay 4 brigadas de infantería blindadas y 2 motorizadas. Para aumentar la efectividad del comando y control operacional, se ha desplegado un comando especial de operaciones en tierra. Las fuerzas terrestres están representadas por las siguientes divisiones de infantería: primera (cuartel general en Antofagasta), segunda motorizada (Santiago), tercera montaña (Valdivia), cuarta (Koyayke), quinta (Punta Arenas), 6- Yo (Iquique)

Las Fuerzas Armadas de Chile tienen la flota de tanques más fuerte de América Latina, 172 MBT alemanes Leopard-2A4 están en servicio con las fuerzas terrestres (se está trabajando para aumentar su nivel de protección) y 105 tanques obsoletos Leopard-1A5. Además, las fuerzas terrestres tienen 411 vehículos de combate de infantería (266 Marders de fabricación alemana y 145 AIFV holandeses), 23 vehículos blindados (15 VAP franceses y 8 M113CR estadounidenses) y al menos 700 vehículos blindados, incluidos M113A1 / 2 vehículos blindados estadounidenses - 472 vehículos, suizos "Pirañas" - 205 autos y "Roland" - 20 autos, así como el VBCL francés - 21 autos.


MBT "Leopard-2A4" del ejército chileno

La artillería de las fuerzas terrestres está representada por 59 cañones autopropulsados, incluidos 48 cañones autopropulsados ​​estadounidenses de 155 mm M109 y 11 cañones autopropulsados ​​franceses AMX Mk F3 del mismo calibre. La artillería remolcada está representada por 82 cañones, la mayoría de los cuales son obuses italianos de 105 mm M-56, también hay 16 obuses estadounidenses de 105 mm M101A1 y 12 obuses israelíes de 155 mm M-68 y M-71. También están en servicio más de 900 morteros de diversos calibres, incluido el FAMAE autopropulsado, principalmente de fabricación chilena. Entre otras cosas, las fuerzas terrestres chilenas tienen 12 MLRS israelíes LAR-160 (calibre 160 mm) y 55 últimos ATGM de Spike israelíes.

La defensa aérea militar incluye dos sistemas de misiles antiaéreos franceses "Krotal", 8 MANPADS ingleses "Blowpipe" y 40 sistemas de misiles antiaéreos israelíes TSM-20 (montados en el chasis del vehículo blindado "Piranha"). Además de esto, hay un ejército de aviación bastante grande y su "rama": la aviación del Cuerpo de Carabineros (Policía Nacional de Chile). Están armados con unos 60 aviones ligeros (principalmente de fabricación estadounidense) y más de 30 helicópteros diferentes.

Fuerza Aérea de Chile

La Fuerza Aérea de Chile es una rama independiente de las fuerzas armadas. La fuerza aérea del país está diseñada para abordar la siguiente lista de tareas clave: obtener y mantener la superioridad aérea; cubriendo los centros administrativos y políticos del país, instalaciones y áreas importantes, así como agrupaciones de tropas y equipos de ataques aéreos; proporcionar apoyo directo de fuego a unidades y formaciones de las fuerzas terrestres y navales; inteligencia transporte aéreo de personal y carga en beneficio de todo tipo de fuerzas armadas chilenas; lanzando fuerzas de asalto en el aire. La Fuerza Aérea de Chile incluye aviones de combate y auxiliares, así como también sistemas y equipos de defensa aérea.

Además, los sistemas de defensa aérea no pueden llamarse una fuerza de las fuerzas armadas chilenas. La defensa aérea terrestre como parte de la fuerza aérea del país incluye 3 baterías del rango medio NASAMS de defensa aérea noruega (2.5-40 km), diseñado para destruir objetivos aerodinámicos en altitudes bajas y medias (0.03 - 16 km). También están en servicio 12 sistemas de defensa aérea Migal de fabricación francesa (que representan 4 MANPADS Mistral montados en un jeep). El resto de los sistemas de defensa aérea están representados por artillería antiaérea, incluidos 44 cañones antiaéreos autopropulsados ​​M163 de fabricación estadounidense (cañón M61 de 6 barriles y 20 mm basado en el BTR M113), así como 90 unidades remolcadas, incluyendo 66 M167 estadounidenses (el mismo cañón 6 Pistola de 20 mm M61) y 24 Swiss Oerlikon GDF-005 (pistola gemela de 35 mm).


Caza F-16 de la Fuerza Aérea de Chile

La Fuerza Aérea de Chile ha sido asignada organizativamente al comando de aviación y a 5 brigadas de aviación: 1ra (Base de la Fuerza Aérea Los Cóndores, Iquique), 2da (Fuerza Aérea Pudauel, Santiago), 3ra (Fuerza Aérea El Tepual ”, Puerto Montt), 4to (VVB Chabunko, Punta Arenas), 5to (VVB Cerro Moreno, Antofagasta).

El avión de ataque de Chile está representado por un avión de ataque ligero: 12 A-29B brasileños (EMB-314), también hay unos 20 A-36 españoles (S-101). La fuerza principal de la Fuerza Aérea de Chile es el relativamente moderno caza multipropósito 46 F-16, también hay 12 cazas F-5 estadounidenses obsoletos. La Fuerza Aérea tiene un avión BRL-707 AWACS, 5 aviones de reconocimiento O-2A y dos aviones cisterna KC-135E y KS-130R cada uno. La aviación de transporte es relativamente numerosa y en su mayor parte representada por aviones estadounidenses, incluidos: 5 S-130, 10 RA-28, 2 Boeing 737, un Boeing 767, 4 Cessna 525, dos cada uno Gulf Stream-4 "y" Lirget-35A ", también hay 3 españoles S-212 y 13 canadienses DHC-6. La aviación de entrenamiento está representada por 6 SR-22T estadounidenses, y también hay hasta 40 aviones T-35. La Fuerza Aérea de Chile también tiene más de 40 helicópteros diferentes, todos de producción estadounidense: hasta 18 UH-1, 17 Bell-412, 5 Bell-206 y un S-70A.

Armada chilena

Las fuerzas navales también son una rama independiente de las fuerzas armadas de Chile. Están diseñados para proteger las comunicaciones marítimas y la zona económica exclusiva del estado; garantizar la seguridad de la navegación marítima en el Estrecho de Magallanes y el Cabo de Hornos; la lucha contra submarinos y grupos de naves de superficie enemigas; brindar apoyo a las fuerzas terrestres del país en direcciones costeras; realizando operaciones de aterrizaje anfibio. La Armada de Chile se compone de fuerzas submarinas, un escuadrón de buques de superficie, grupos de misiles, aviación naval, comando de fuerzas anfibias, comando de marines y fuerzas especiales.

La Armada de Chile y la guardia costera combinados con ellos se dividen organizacionalmente en 5 zonas navales: 1ra (Valparaíso), 2da (Talcahuano), 3ra (Punta Arenas), 4ta (Iquique), 5 Yo (Puerto Montt) Las fuerzas navales incluyen 4 submarinos, incluidos dos de los últimos barcos tipo Carrera (Escorpión francés) y dos barcos Thompson bastante modernos (proyecto alemán 209/1300). Las fuerzas de superficie de la flota se basan en 3 fragatas más nuevas, Almirante Cochrane (inglés Norfolk), 2 Almirante Riveros (holandés Karel Doorman) y 2 fragatas Capitán Prat (holandés Jacob van Heemskerk), fragata "Williams" ("Broadsword" en inglés). Se complementan con 3 barcos de misiles Kasma (Saar-4 israelí). La flota también cuenta con numerosas patrulleras y patrulleros: 6 Ortiz, 4 Piloto Pardo (OPV-80), 8 Grumet Díaz (Dabur israelí) y hasta 100 embarcaciones en la guardia costera. Las fuerzas anfibias de la flota tienen un moderno muelle de desembarco "Sargento Aldea" (francés "Fudr"), dos LPD "Rancagua" (francés "Batral"), un transporte "Aquiles" y una barcaza de desembarco "Elicura".


Fragata chilena Almirante Cochrane

La aviación naval de la Armada de Chile incluye 14 aviones de reconocimiento y patrulla, incluidos: 5 O-2A estadounidenses y dos R-3ASN, 4 EMB-111 brasileños, 3 S-295MRA españoles, 8 aviones de entrenamiento (RS-7 suizo ) Los helicópteros están representados por 5 helicópteros antisubmarinos AS532SC franceses, y también hay unos 20 helicópteros de transporte y multiusos (dos AS332L franceses, 5 AS365N, 3 SA365F1, hasta dos Bell-412 estadounidenses, 5 Bell-206 y 4 Vo-105BCS alemanes).

El Cuerpo de Infantería de Marina de Chile consta de dos grupos de defensa de las bases navales y una brigada expedicionaria anfibia. Los Marines están armados con 30 tanques ligeros Scorpion de fabricación británica, hasta 100 vehículos blindados (40 Bv206 suecos, hasta 30 LVTP-5 estadounidenses y, posiblemente, 25 Roland suizos). También hay 8 morteros y 40 cañones remolcados.

Actualmente, Chile es económica, militar y políticamente uno de los países más estables de América Latina, dijo Alexander Khramchikhin. Al mismo tiempo, las fuerzas armadas chilenas pueden cumplir con todas las funciones que se les asignan para proteger la soberanía y la integridad territorial del país. Una de las principales tareas de las Fuerzas Armadas de Chile es garantizar un alto nivel de equipamiento técnico, lo que garantizaría una respuesta adecuada a las amenazas existentes y potenciales a la integridad territorial y la soberanía del estado, así como contribuir al crecimiento del peso político del estado a nivel regional e internacional.