En el contexto de la modernización de las fuerzas terrestres argentinas, que incluye tanto al Ejército Argentino (EA) como a la Infantería de Marina Argentina (IMARA), el análisis de vehículos blindados como los Stryker y tanques Merkava Mk.4/Mk.5 resulta de alta relevancia estratégica y operativa. La naturaleza cambiante del combate, caracterizada por escenarios urbanos y amenazas asimétricas como explosivos improvisados (IEDs) y misiles antitanque, plantea la necesidad de reevaluar las capacidades actuales y considerar la incorporación de activos blindados avanzados presentes en el mercado.
Los blindados Stryker, con su capacidad modular de protección y movilidad en entornos urbanos, y los tanques Merkava, optimizados para el apoyo a la infantería y la evacuación bajo fuego, ofrecen soluciones versátiles. Ambos sistemas combinan protección avanzada con capacidades ofensivas y de apoyo que podrían elevar significativamente el nivel operativo de las fuerzas argentinas. Sin embargo, estas adquisiciones no están exentas de desafíos. Entre los principales beneficios, destaca el aumento en la capacidad de respuesta y protección frente a amenazas modernas. No obstante, los contras incluyen limitaciones en infraestructura nacional, como puentes y carreteras que podrían no soportar el peso de estos vehículos, así como los costos asociados al mantenimiento y la capacitación técnica requerida. Hay que tener presente que ambos vehículos son alimentados por motores de origen americano, en el caso del Stryker comparten motor con los camiones Oshkosh ya en servicio en el EA, con muy buena experiencia.
Por lo tanto, este análisis contribuye a fundamentar decisiones estratégicas sobre la actualización y adquisición de capacidades blindadas. Las fuerzas argentinas podrían no solo reforzar su capacidad disuasiva regional, sino también garantizar una mayor preparación para operar en entornos urbanos y geográficamente desafiantes. Este proceso requeriría una evaluación integral que equilibre las capacidades tecnológicas de los vehículos con las limitaciones logísticas y presupuestarias inherentes al contexto nacional.
Protección
Un Stryker con blindaje en rejilla, un kit completo de protección del casco y un escudo balístico para el comandante.
El casco del Stryker está construido con acero de alta dureza, lo que proporciona un nivel básico de protección contra proyectiles de 14,5 mm en el arco frontal. Además, cuenta con protección en todo su contorno contra municiones de 7,62 mm. Los Strykers están equipados con un blindaje cerámico de instalación externa que ofrece protección contra munición perforante de 14,5 mm y fragmentos de artillería de 155 mm.
Se encontraron problemas con el lote inicial del blindaje cerámico, ya que algunos paneles fallaron en las pruebas contra municiones de 14,5 mm. Los oficiales del ejército determinaron que esto fue causado por cambios en la composición y el tamaño de los paneles introducidos por el fabricante, IBD Deisenroth. Como solución temporal, se añadió un blindaje de acero de 3 mm hasta encontrar una solución permanente. En 2003, se resolvió el problema seleccionando a DEW Engineering como proveedor exclusivo del blindaje cerámico.
En 2007, un Stryker fue volcado por un artefacto explosivo improvisado (IED). Toda la tripulación sobrevivió, aunque el vehículo necesitó ser reconstruido en fábrica antes de volver al servicio.
Además del blindaje cerámico integrado, se han desarrollado paquetes opcionales, que incluyen blindaje en rejilla y baldosas de blindaje reactivo (SRAT) para protección contra granadas propulsadas por cohetes (RPG) y otros proyectiles. También se incluye el kit de protección del casco (HPK), faldas blindadas para mayor protección contra dispositivos explosivos improvisados y un escudo balístico para proteger la escotilla del comandante.
APC M1126
El Ejército comenzó a enviar baldosas de blindaje reactivo a los Strykers en Irak en 2004, además de enviar baldosas para los tanques Abrams y los vehículos Bradley. Estas baldosas se fabrican específicamente para cada tipo de vehículo. Los insurgentes intentaron contrarrestar el blindaje reactivo disparando múltiples RPG al mismo tiempo, pero estos grupos podían ser atacados a corta distancia. El blindaje reactivo puede ser superado por armas de carga en tándem, como el RPG-29 o por penetradores formados explosivamente (EFP), aunque las baldosas del Bradley pueden resistir EFPs. En 2005, el blindaje en rejilla para los Strykers fue diseñado y desarrollado por el Laboratorio de Investigación del Ejército y el Centro de Pruebas de Aberdeen en Maryland, para proteger aún más contra RPGs.
La jaula de rejilla se coloca 50 cm delante del vehículo, permitiendo que la cabeza explosiva de un RPG detone a una distancia segura del vehículo. El blindaje en rejilla en los Strykers ha demostrado ser efectivo contra rondas HEAT. En mayo de 2009, General Dynamics y Rafael ganaron un contrato para proporcionar baldosas SRAT para reemplazar el blindaje en rejilla en los Strykers. Aunque el peso de ambos sistemas es comparable, las baldosas de blindaje reactivo ofrecen mayor estabilidad y maniobrabilidad del vehículo, y proporcionan una protección "asegurada" en lugar de "estadística".
El Stryker incorpora un sistema automático de extinción de incendios con sensores en el motor y compartimentos de tropas que activan botellas de halón, además de depósitos de combustible montados externamente y un sistema CBRN (químico, biológico, radiológico, nuclear) que mantiene el compartimento herméticamente cerrado y presurizado.
Informes de personal militar y analistas indican que el Stryker es superior a otros vehículos ligeros militares en términos de supervivencia frente a dispositivos explosivos improvisados (IEDs).
En la primavera de 2016, un regimiento Stryker fue desplegado en Europa con el sistema de camuflaje móvil (MCS) de Saab, el cual cambia la apariencia física del vehículo para mimetizarlo mejor en el entorno e incorpora propiedades que mejoran la gestión de firmas térmicas y de radar.
En 2016, se seleccionó el sistema de protección activa Iron Curtain de Artis LLC para integrarlo en el Stryker como sistema interino, hasta que el Ejército desarrollara el Sistema Modular de Protección Activa (MAPS). Iron Curtain destruye proyectiles a solo unos centímetros del vehículo. En agosto de 2018, el Ejército decidió no continuar con la calificación del sistema Iron Curtain debido a problemas de madurez del sistema.
MBT urbanizados
Los tanques Merkava Mk.4 y Merkava Mk.5 han desempeñado un papel central en las operaciones militares de Israel en escenarios de combate urbano reciente, como en la Franja de Gaza y otras áreas de conflicto. Su diseño y capacidades se han aprovechado para responder a las complejidades del entorno urbano, donde el combate es cercano, impredecible y repleto de amenazas asimétricas, como explosivos improvisados (IEDs), túneles y francotiradores. A continuación, se detalla el rol específico de estos tanques, su integración con otros activos, y su desempeño en combate:
Rol de los tanques Merkava Mk.4 y Mk.5
Vehículos de soporte pesado en combate urbano:
Los tanques Merkava Mk.4 y Mk.5 se utilizan como vehículos de soporte pesado, brindando apoyo de fuego directo a la infantería y sirviendo como una fortaleza móvil. Están diseñados para enfrentar tanto amenazas antitanque como hostiles en posiciones fortificadas dentro de zonas urbanas densamente pobladas.
Su blindaje avanzado y la capacidad de soportar impactos de misiles antitanque han sido fundamentales para proteger a la tripulación y proporcionar una base segura desde la cual operar en territorios hostiles.
Capacidad de transporte de tropas y evacuación de heridos:
Una característica única de los tanques Merkava, especialmente los modelos Mk.4 y Mk.5, es su capacidad de transportar hasta seis soldados adicionales o de servir como ambulancia para evacuar a heridos desde el campo de batalla. Esto ha sido crucial en el combate urbano, donde el acceso rápido a las zonas de enfrentamiento y la capacidad de proteger a los soldados heridos resulta vital.
Esta flexibilidad le permite al Merkava realizar operaciones de evacuación bajo fuego, algo que lo distingue de otros tanques tradicionales que solo se enfocan en el combate.
Combinación con otros activos
Integración con drones:
Los Merkava Mk.4 y Mk.5 trabajan estrechamente con drones de reconocimiento, que proporcionan inteligencia en tiempo real sobre las posiciones enemigas, puntos de entrada a edificios, y posibles emboscadas. Esta información permite que los tanques y la infantería a su alrededor actúen de manera precisa y minimicen los daños colaterales.
Los drones facilitan la identificación de amenazas como lanzadores de cohetes RPG, francotiradores y posibles trampas explosivas, permitiendo al Merkava utilizar su cañón de 120 mm y sus ametralladoras coaxiales para eliminar estas amenazas de forma efectiva.
Apoyo aéreo cercano:
El uso de helicópteros de ataque y aviones de combate ha sido una constante en la doctrina de combate urbana de Israel. Los tanques Merkava a menudo coordinan sus movimientos con helicópteros como el Apache, que proporcionan apoyo de fuego preciso contra objetivos de alto valor o edificaciones fortificadas.
Esto permite que los Merkava se centren en proporcionar fuego de apoyo a la infantería y controlar las calles, mientras que el apoyo aéreo elimina amenazas a mayor altitud o más allá del alcance directo del tanque.
Coordinación con fuerzas terrestres:
Los tanques Merkava son desplegados junto con unidades de infantería mecanizada, utilizando vehículos blindados de transporte de personal como el Namer (basado en el chasis del Merkava). Esta combinación permite a los tanques operar en áreas urbanas mientras la infantería asegura edificios y flanquea posiciones enemigas.
La presencia de infantería cercana ayuda a proteger a los tanques de ataques de corto alcance y facilita la detección de posibles emboscadas en zonas urbanas complejas.
Respuesta a las Fuerzas Defensivas Enemigas
Superar defensas antitanque y emboscadas:
Los Merkava han demostrado ser efectivos contra misiles antitanque portátiles como el Kornet gracias a su sistema de protección activa Trophy. Este sistema detecta y destruye misiles antes de que impacten el tanque, aumentando considerablemente la supervivencia de los vehículos en ambientes urbanos donde estas amenazas son comunes.
El uso de proyectiles de alto poder explosivo (HEAT) y munición de fragmentación permite a los Merkava atacar con precisión posiciones enemigas ocultas en edificios, proporcionando una ventaja frente a fuerzas que usan tácticas de guerrilla.
Movilidad y adaptación a terrenos difíciles:
A pesar de su tamaño y peso, los tanques Merkava han sido adaptados para operar en calles estrechas y terrenos urbanos irregulares, utilizando su suspensión y diseño para mantener la estabilidad en movimiento. Esto les permite atravesar obstáculos urbanos y apoyar a la infantería en áreas de difícil acceso.
Esta movilidad es crucial para moverse rápidamente en zonas de combate donde la velocidad y la sorpresa pueden ser determinantes en el éxito de una operación.
Los tanques Merkava Mk.4 y Mk.5 han demostrado ser elementos clave en la estrategia de combate urbano de Israel, ofreciendo un balance de poder de fuego, protección y capacidad de apoyo a la infantería. Su uso junto con drones para inteligencia en tiempo real, el apoyo aéreo cercano y la coordinación con fuerzas terrestres maximiza su efectividad en el combate urbano. La capacidad única de transportar tropas y evacuar heridos les confiere una versatilidad adicional, lo que los convierte en una plataforma de combate adaptada a las necesidades del entorno urbano moderno. Enfrentándose a tácticas asimétricas y defensas enemigas, estos tanques han sido una herramienta fundamental para mantener el control territorial y proteger a las fuerzas israelíes en escenarios de alta tensión.
Análisis de un potencial incorporación en el EA
La posible incorporación de tanques Merkava Mk.4 o Mk.5 al inventario del Ejército Argentino plantea un análisis complejo, en el que deben considerarse tanto los beneficios estratégicos y operacionales que estos vehículos aportarían como las limitaciones y desafíos logísticos que enfrentaría Argentina al integrarlos en su entorno geográfico e infraestructura. A continuación, se presenta un análisis crítico de los pros y contras de esta incorporación, con especial énfasis en el problema del peso y la movilidad sobre puentes y otras estructuras.
Pros de la adquisición del Merkava para el Ejército Argentino
Capacidades avanzadas de protección y combate:
Los Merkava Mk.4 y Mk.5 son conocidos por su blindaje avanzado y sistema de protección activa Trophy, que proporciona una defensa eficaz contra misiles antitanque y RPGs. Esto sería una mejora significativa en la capacidad de protección para las tropas argentinas, especialmente en escenarios de combate moderno donde las amenazas antitanque son comunes.
Además, su capacidad para transportar tropas o heridos en su interior le confiere una versatilidad superior a la de otros tanques, permitiendo realizar operaciones de evacuación en situaciones críticas y apoyar a la infantería de manera más directa.
Potencial para operaciones en terrenos hostiles:
El diseño del Merkava, adaptado a terrenos difíciles y urbanos, podría ser beneficioso para las operaciones en regiones como la Patagonia, que presenta un terreno desafiante, o en posibles despliegues en áreas urbanas. Su movilidad táctica y potencia de fuego lo harían útil en operaciones defensivas y de proyección de poder en el sur del país o en otros lugares estratégicos.
Fortalecimiento de la disuasión regional:
La incorporación de un MBT (Main Battle Tank) tan avanzado como el Merkava serviría para aumentar la capacidad disuasiva del Ejército Argentino frente a posibles amenazas regionales, mejorando su posición estratégica en Sudamérica. Esto sería especialmente relevante en un contexto de actualización de material militar en la región.
Contras de la adquisición del Merkava para el Ejército Argentino
Problemas de movilidad por infraestructura insuficiente:
Uno de los problemas históricos en Argentina ha sido la capacidad de los puentes y carreteras para soportar el peso de tanques modernos. El Merkava, con un peso superior a las 65 toneladas, podría superar los límites de carga de muchos puentes y caminos en el país, lo que limitaría significativamente su movilidad operativa. Esto haría que su despliegue se restrinja a ciertas regiones donde la infraestructura permita su paso.
Las limitaciones en la movilidad afectarían su capacidad de reacción rápida y la flexibilidad estratégica en caso de necesitar un despliegue en distintas partes del país, algo fundamental para el Ejército Argentino, que debe poder operar en áreas diversas y dispersas geográficamente.
Costos adicionales en infraestructura:
Para poder operar los Merkava a lo largo del territorio argentino, sería necesario invertir en reforzar puentes y otras estructuras para soportar el peso de estos tanques. Esto implicaría un costo adicional significativo, que podría superar los beneficios de adquirir los vehículos si se considera el presupuesto limitado de defensa en Argentina.
Además de los costos financieros, estas obras de infraestructura también requieren tiempo, lo que retrasaría la plena operatividad de los Merkava y podría generar problemas logísticos si las mejoras no se realizan de manera coordinada con la llegada de los tanques.
Complejidad logística de mantenimiento y suministro:
Los Merkava, al ser vehículos de origen israelí, implicarían una dependencia logística para la obtención de repuestos y mantenimiento avanzado. Dado que el Ejército Argentino no tiene experiencia previa con esta plataforma, sería necesario invertir en la capacitación de personal y en la creación de una cadena logística que pueda sustentar su operación a largo plazo.
La complejidad de la tecnología del Merkava, especialmente en los sistemas de protección activa y blindaje avanzado, requeriría de un apoyo técnico especializado, lo que podría representar un desafío en términos de autosuficiencia operativa.
Análisis final y balance
La incorporación del Merkava Mk.4 o Mk.5 al Ejército Argentino traería consigo capacidades de combate significativamente superiores a las que actualmente posee, especialmente en cuanto a protección y versatilidad en el campo de batalla. Sin embargo, estas ventajas deben sopesarse frente a las limitaciones impuestas por la infraestructura argentina y los costos asociados a la adaptación del entorno logístico y estructural del país.
A favor, se obtiene un vehículo que mejora la capacidad de respuesta a amenazas modernas y proporciona una herramienta poderosa para la defensa y disuasión. Además, su diseño permite adaptarse a diversas funciones, desde el combate directo hasta el apoyo humanitario.
En contra, las limitaciones en la movilidad debido a la infraestructura y los costos adicionales de su despliegue representarían un desafío importante. Si el país decide no adaptar la infraestructura, el Merkava perdería gran parte de su potencial estratégico al quedar restringido a áreas específicas, lo cual limitaría su uso en el vasto territorio argentino.
La decisión de incorporar el Merkava al inventario del Ejército Argentino, por lo tanto, no solo dependería de las capacidades técnicas del tanque, sino también de una evaluación rigurosa de los costos logísticos y de infraestructura que garantizarían su operatividad en el terreno. Esto requeriría una planificación a largo plazo, donde la modernización de la flota de tanques esté acompañada de una mejora en la infraestructura de transporte militar del país.
¿La voluntad de lucha de Chile frente a Argentina?
Captura de la bandera chilena, boca abajo por la derrota chilena, en Lago del Desierto.
El estudio de los patrones de conductas repetidas de un individuo para emitir una caracterización se llama análisis de comportamiento o perfilación conductual. Esta disciplina se utiliza en diversas áreas, como la psicología, la criminología, la sociología y la inteligencia, y se enfoca en identificar patrones de conducta para predecir o interpretar las acciones futuras de una persona, así como para construir un perfil psicológico o de comportamiento. Lejos estoy de ser un profesional de la perfilación pero si trato de enfocar los análisis desde el único punto que consideramos válido para inferir la realidad, el estudio de patrones, lo más cercano tal vez a la forma ordenada que tenemos de gestionar el conocimiento, la ciencia.
Este es un ejercicio intelectual que puede tener paralelismo con otros publicados y comentados, muy entretenidos, con el simple objetivo de unir líneas entre puntos. Un poco siguiendo algún aporte que leí de mi amigo intelectual Alberto N. Manfredi (h), me propongo incursionar de una manera metódica sobre patrones de conducta militar chilena cuando se ha enfrentado en casos con Argentina. Al final, uno puede obtener repeticiones de conductas que ayudan a armar una tendencia. Las preguntas que nos guían: ¿qué espíritu de lucha ha mostrado Chile cuando tuvo que chocarse con intereses argentinos?¿qué regularidades se distinguen en el relato de los acontecimientos desde fuentes chilenas?
Las idea es explorar, no de manera exhaustiva, tampoco de manera extremadamente seria y académica, diversos eventos que enfrentaron posiciones argentinas y chilenas en el siglo 20. A veces asuntos importantes, otras veces anecdóticos pero prestaremos atención a cómo respondieron los chilenos a cada situación. Vamos a mencionar repetidamente al capitán Arturo Prat, máximo héroe naval chileno, que tuvo un actuación muy discutida en otros ámbitos, y murió intentando el abordaje de un buque peruano que luego fue robado por Chile, así como el combate de La Concepción donde un grupo de militares chilenos fueron masacrados por la guerrilla peruana, ambos eventos en la Guerra del Pacífico. Los dos ejemplos son enseñados como muestras de patriotismo y valor en Chile. La idea es aportar más conocimiento hacia estos vecinos invasores, como reza la película de animación. Es triste recalcar que sería muy difícil realizar notas similares respecto a otros vecinos de Argentina, lamentablemente es el paciente psiquiátrico nos toca atender.
Podríamos retrotraernos al incidente del Devonshireen el siglo 19 pero sería extendernos demasiado y caeríamos en el mismo error chileno de vivir con dos siglos de recuerdos. Vamos a iniciar con un evento muy poco conocido en Argentina pero que en Chile aparentemente ha sido un tema.
1. Alto Palena/río Encuentro
Cómo dije, un incidente menor, poco conocido en Argentina. Gendarmes argentinos avisan a pobladores ilegales chilenos que tienen que regularizar su situación ante autoridades argentinas en una zona fronteriza. Se genera un conflicto diplomático que llega a la cumbre de las autoridades chilenas en Santiago mientras que en Argentina nadie se entera de semejante nimiedad.
El 26 de julio de 1952, la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) tomó control de las áreas en disputa en Valle Hondo, Valle Horquetas y las Lagunas del Engaño,
notificando a los colonos que tenían un mes para regularizar su
situación ante el Estado argentino. Este acto generó una protesta
diplomática por parte de Chile. El 4 de agosto, los gendarmes argentinos
regresaron a la zona. Se acuerda someter el diferendo a un arbitraje por la jefa de estado británica. Fue resuelta el 24 de noviembre de 1966 por medio del fallo arbitral de la reina Isabel II del Reino Unido que dividió tierras entre los dos países el territorio en disputa que fue distribuido entre la comuna de Palena en la provincia de Palena, Región de Los Lagos en Chile y el departamento Languiñeo en la provincia del Chubut en la Argentina.
Unos 420 km² en disputa fueron reconocidos a la Argentina, mientras el valle California fue reconocido a Chile.
Todo el territorio a los que los gendarmes fueron a exigir regularización eran, efectivamente, argentinos. Pito catalán. Empezamos tranqui.
Moraleja 1: los chilenos caen en un reclamo diplomático pero se quedan con el ojo rojo por la "afrenta" de la GNA.
2. El intento de hecho consumado en Lago del Desierto
¿Qué agregar a lo ya sabido de este caso? Chilenos cambian los mapas unilateralmente, posicionando una región argentina ahora bajo su dominio. La GNA patrulla la región y avisa a extranjeros ilegales chilenos que tienen que regularizar su situación, al igual que en el caso de río Encuentro/Alto Palena. Uno de esos colonos, cuya familia todavía vive en territorio argentino, acude a quejarse a Carabineros de Chile (CC). Y aquí viene la novela: una patrulla de 18 carabineros (con una bandera chilena, nunca voy a dejar asombrarme de este detalle) cruzan la frontera y se instalan armados con fusiles de combate, en territorio argentino. Se retiran 11 y quedan 7, quienes levantan esa bandera como si fuese el monte Suribachi y se parapetan con estas armas para defender la posición.
El oficial que se rinde en Lago del Desierto tiene una pinta de Pinochet Ugarte que mata...
Enteradas las autoridades argentinas, un grupo de GNA se despacha a la zona en avión y termina acercándose a pie a la zona específica en tres grupos de una docena de gendarmes cada uno. Vigilado el retén, se nota que estaban parapetados y armados con un carabinero dando la espalda al grupo de avance. Cuando son informados a viva voz que estaban en territorio argentino, su respuesta fue abrir fuego a lo que los gendarmes devolvieron el fuego centrándolo sobre el carabinero que ahora estaba de frente corriendo y disparando su arma en modo semiautomático. Tres o cuatro impactos de FAL en el pecho lo hicieron volar como Condorito en el remate de un chiste unos 3 o 4 metros en el aire. Ahora ese muchacho es héroe de CC. Otro carabinero fue herido, otro salió huyendo soberanamente a caballo (pagaría miles de dólares por una foto de ese instante) y el jefe de la sección y resto de la tropa se rindieron al instante. Fue un combate entre gendarmes contra carabineros: es decir, colegas. El desbalance numérico de fuerzas es completamente irrelevante: no se trataba de una justa medieval sino de imponer el orden y la tarea que hicieron los gendarmes por llegar al lugar fue completamente titánica. Un resultado plenamente esperable desde el lado argentino: los gendarmes en esa época no solían negociar nada, imponían su autoridad con la fuerza y para eso se les pagaba y entrenaba. Actuaron de manera excelente. De todo este incidente se armó un lío en Chile, que derivó en los 90s en resolver la cuestión también mediante arbitraje quedando todo el territorio "en disputa" en manos argentinas como siempre debió ser. Obviamente, la versión chilena plena de retraso madurativo encogió el número de carabineros en el retén de 7 a 4 y aumentó el número de gendarmes de 36 a 90 (o 100/120 incluso, depende el demente que uno lea en los sitios del país pasillo).
A riesgo de excederme en la verborragia y yendo a lo que nos interesa, me llama la atención la ausencia de voluntad de lucha en los chilenos en este evento. ¿Por qué iban con la bandera chilena si, en teoría, se trataba de tierras chilenas? ¿Acaso iban a territorio que sabía argentino pero esperaban cambiarlo de bandera? ¿No era un burda provocación buscando un fait accompli? ¿Por qué se rindieron tan rápido si estaba en posición parapetada y esperando a los gendarmes (standing the ground)? ¿Prat hubiese hecho eso? ¿Los héroes de La Concepción que opinarían? Mmh, para pensar.
Aclaro, fait accompli es una expresión en francés que significa literalmente "hecho consumado". Se utiliza para describir una situación o acción que ya ha sido realizada, sin posibilidad de ser revertida o modificada, y que las partes involucradas deben aceptar, aunque no estuvieran de acuerdo con ella desde el principio.
En política y diplomacia, se usa para referirse a decisiones o acciones que se toman sin consultar o negociar previamente con las partes afectadas, obligándolas a aceptar la situación como un hecho ya establecido. Por ejemplo, cuando un país toma control de un territorio disputado y luego busca legitimarlo, está creando un "fait accompli" que otros deberán reconocer o enfrentar en sus términos. Los ingleses hicieron eso en Malvinas en 1833 y ahora CC buscaronn asegurar una posición y luego negociar con el terreno tomado.
Moraleja 2: los chilenos se hacen los malos y al primer tiro se rinden o huyen como ratas por tirante. Al pan pan, y al vino, vino.
3. La Quidora es vapuleada
Otro incidente ocurrió el 28 de Noviembre de 1967. La torpedera PTF-82 ACh Quidora iba en ruta desde Puerto Williams hasta la caleta Wulaia. Supuestamente estando en aguas chilenas fue sobrevolada por un par de North American T-28P Fennec del COAN que ametrallaron unos 20 metros cerca de la lancha. La Quidora se preparó para responder la agresión pero los aviones dejaron el área. Los pilotos argentinos reportaron que el bote araucano había penetrado aguas de la bahía de Ushuaia. En el viaje de retorno, la que volvió a sopapear al bote chileno fue la torpedera A-1 ARA Comandante General Irigoyen en el área de Ushuaia: abrió fuego sobre el casco pegando corto. La Quidora fingió demencia y siguió su camino, como si nada. Por esta incompetencia, el Primer Teniente Leonardo Prieto Val, comandante de la Quidora, fue removido del cargo en la Armada chilena (ACh).
La torpedera ACh PTF-82 Quidora. Al lado, un glorioso North American T-28P Fennec del COAN armado con góndolas de ametralladoras M2 de 12,7mm
Nunca el gobierno de Chile protestó formalmente dando a entender tácitamente que la torpedera, efectivamente, había ido a provocar a los militares argentinos.
Moraleja 3: Se hizo el vivo y ligó disparos de advertencia, dos veces en un día sin respuesta. Un mínimo gesto de hombría te pido.
4. Crisis del Beagle
La crisis del Beagle fue una disputa fronteriza entre Argentina y Chile por la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lennox, ubicadas en el canal Beagle. En 1977, un fallo de la Corona británica favoreció a Chile, pero Argentina lo rechazó, provocando tensiones diplomáticas y militares. En 1978, ambos países estuvieron al borde de la guerra, pero la mediación del Papa Juan Pablo II logró detener el conflicto y abrió el camino para negociaciones pacíficas. En 1984, el peor presidente de la democracia, Alfonsín, firmó el vergonzoso Tratado de Paz y Amistad, poniendo fin a la disputa y estableciendo los límites fronterizos: las islas pasaron a manos chilenas.
Analicemos algunos tópicos de esta crisis, provenientes del lado chileno mayormente pero que forman parte de una historia oficial o semi-oficial con enormes omisiones y exceso pornográfico de cherry picking en los eventos relatados. El cherry picking es una falacia que consiste en seleccionar solo los datos o hechos que apoyan un argumento, ignorando aquellos que lo contradicen. Al presentar solo una parte de la información, se da una visión sesgada o incompleta de la realidad. Esto afecta la veracidad de un relato porque no refleja una evaluación imparcial o exhaustiva de la situación, sino una interpretación distorsionada que busca convencer o manipular. El cherry picking puede desinformar al público, generando conclusiones erróneas y debilitando la credibilidad de la fuente que utiliza esta práctica. Disfrute sino de los documentales chilenos que son confesiones de parte
del desabastecimiento de todo tipo de material que se sufría y de cómo
eso se quiere tapar desesperadamente con supuesto patriotismo y coraje la falta de organización y fallas doctrinarias (documental 1; documental 2; documental 3).
4.1 El caso de la "Escuadra" y el mareo
El relato: "La Escuadra chilena iba a derrotar o hacerle frente a la argentina pero los marinos argentinos enfrentaron una tormenta y se marearon". Esta fue la primera estupidez que alguna vez leí de la versión chilena de la crisis del Beagle. Resulta que los marinos que navegaban todo el tiempo el Mar Argentino, pleno de tormentas y mal clima, ahora se habían mareado. Por otro lado, una constante en el realismo mágico vergonzoso de la oficialidad chilena, nunca se cita la fuente de esas historias. Para la fecha del Día D, 22 de diciembre de 1978, la zona del canal de Beagle-isla de los Estados registró vientos y tormentas fuertes, algo común en esas regiones del mar austral. Ello pudo haber retrasado el armado de secciones de ataque aeronaval desde el portaaviones ARA 25 de Mayo hacia la flota enemiga. Inferir que el ataque argentino se suspendió por mareo de la tripulación es exactamente similar a decir que Chile nunca atacó a Argentina porque se cagó en los pantalones y lo segundo es definitivamente más cercano a la realidad que lo primero. Igualmente, una batalla aeronaval no es mencionado nunca en el relato chileno, que siempre da a lugar a entender que el combate iba a ser entre combatientes de superficie (es decir, fragatas, destructores o corbetas) de ambas flotas. El relato chileno jamás bajo ninguna circunstancia profundiza en el tema de los submarinos ni del portaaviones argentinos. Es cherry picking con post-combustión. Ahora veremos por qué.
Moraleja 4: los chilenos caen en acusaciones infundadas e infantiles y recortan la figurita para que queden bonitos ellos. Como si eso fuese posible.
4.2 El caso de el/los submarino/s
Aquí tenemos otro caso digno de análisis. Según algún relato chileno, la "fuerza" de submarinos chilena estaba lista para "hacer Patria" y defender los intereses soberanos de la... bla bla bla. Pero esa "fuerza" consistía en un solo submarino. Sí, un único y viejo submarino estadounidense de la SGM sin modernización alguna, al que, justo antes del conflicto, le habían retirado el cañón de 127 mm de popa. Eso ya da una idea de su antigüedad: en su diseño original, contaba con un cañón para atacar buques mercantes. Este submarino carecía de snorkel, por lo que debía emerger para recargar sus baterías, exponiéndose gravemente en esa posición vulnerable. En dos ocasiones, fue detectado por submarinos argentinos que, literalmente, le perdonaron la vida. Para mayor humillación, el propio capitán chileno negó haber sido seguido y fotografiado, incluso cuando le mostraron la evidencia. El pobre hombre estaba tan desorientado que ni siquiera sabía si navegaban a la par de él. Habría sido hundido sin siquiera darse cuenta de lo que sucedía.
El balance de fuerzas era claramente favorable para Argentina: cuatro submarinos, dos IKL U209 recién incorporados y dos GUPPY recién modernizados, frente a este único y obsoleto submarino chileno, un viejo clase Balao de la Segunda Guerra Mundial, completamente desfasado y con fallas operativas. Sin embargo, para opinólogos como el caradura de @josmarhiguera, el nivel de entrenamiento de las tripulaciones chilenas era supuestamente superior al de las argentinas, y eso, según él, iba a inclinar la balanza en favor de Chile en la guerra naval. Enseguida volveremos a hablar de ese personaje.
Moraleja 5: Los chilenos fingen demencia, recortando la verdad a su conveniencia de manera grosera. Ya sabes, si no hablas de algo, eso deja de existir.
4.3 El caso del portaaviones V-2 ARA "25 de Mayo" Un tema en el
que los chilenos de toda etnia y clase social muestran enorme voluntad
en ocultar es la mera existencia, estado operativo, desempeño, estructura
molecular y análisis fisiológico del portaaviones argentino. "No iba a
jugar ningún rol importante", "era viejo", "no estaba operativo", las frases se repiten. La ordinariez más
grave lo escribe este auto-percibido "analista" mencionado en el punto anterior:
El historiador (@josmarhiguera) agregó que Argentina "descubrió que no podía vencer a
Chile" porque aunque tenía una superioridad numérica y de medios en
tierra, en aire, las fuerzas aéreas eran equivalentes y en el mar "la
marina chilena tenía ventajas cualitativas (naves más modernas y
tripulaciones mejor entrenadas) sobre su par argentina". Según el
experto, el portaaviones argentino era chatarra y tenía graves problemas técnicos, "y el poderío naval era decisivo, porque la motivación y los objetivos del conflicto eran marítimos." (Perfil).
Es difícil no considerar como una "diarrea intelectual" ésta y otras afirmaciones del periodista, de claros rasgos araucanos. Son tan burdas las mentiras y la impunidad que es necesario reestablecer el orden del Universo, cosas así no se pueden dejar pasar. Primero, no había paridad en fuerzas aéreas, la aviación naval argentina sola era más numerosa que la FACh y en cuanto a la calidad de los pilotos, los pilotos aeronavales argentinas estaban mucho mejor preparados también. El mejor piloto de la FACh no le podía ni lustrar las botas a un piloto aeronaval argentino. Ni tengo que incluir a la Fuerza Aérea Argentina en este análisis, va de sobra. Más aún, la FACh estrictamente hablando era una fuerza aérea centroamericana en su capacidad de combate. Ya le dedicaré un artículo a este tema el mes que viene. Al opinólogo Higuera y otros lonkos ¿le recuerdo lo que dijo Matthei de la FAA y de cómo la FACh iba a terminar culo para arriba en 1978? Lo de las tripulaciones navales mejor entrenadas es otro opio de
consumo interno: la ARA tenía un ciclo anual de entrenamiento superior a
la ACh y no se entrenaba con tablas ouijas como el
Redifon (ver el posteo sobre la batalla aeronaval del Cabo de Hornos), tenía 4
submarinos completamente activos en el momento del conflicto como ya se mencionó, y una
aviación naval de casi 100 aeronaves con 8 cazabombarderos embarcados en un portaaviones así como varios aviones ASW (Tracker y Neptune) de los que Chile no tenía nada cercano en capacidades.
Finalmente, la chatarra del portaaviones
entre 1971 y 1993, fue el activo clave en la Armada Argentina que hizo
poner a la cabeza de Latinoamérica hasta su baja de servicio, aunque su estado
operativo varió a lo largo del tiempo debido a refacciones y
actualizaciones. A ver, lonko opinador:
Crisis del Beagle (1978): Durante la crisis fronteriza con Chile, en la denominada Operación Soberanía, el ARA 25 de Mayo
fue desplegado junto a una importante flota para apoyar una posible
invasión de las islas Picton, Lennox y Nueva. El buque estaba
plenamente operativo y listo para su misión en ese momento incluso equipado con redes antitorpedos tomadas de los acorazados Rivadavia y Moreno que actuarían como protección contra Exocet también.
Modernización y problemas técnicos:
A lo largo de los años 70, el portaaviones pasó por varias
actualizaciones, incluyendo mejoras en su radar, catapulta y cubierta de
vuelo, preparándolo para operar con los cazas Super Étendard adquiridos
de Francia a principios de los 80s. Sin embargo, la catapulta tuvo problemas para lanzar estos
aviones, lo que no limitó su capacidad operativa a los A-4Q Skyhawks,
siendo siempre un buque fundamental.
Guerra de Malvinas (1982):
El ARA 25 de Mayo jugó un papel importante al comienzo del conflicto.
Participó en la planificación de un ataque aéreo contra la flota
británica, aunque finalmente no se ejecutó debido a la imposibilidad de
lanzar aviones con carga completa de bombas tras la detección inicial. Después del
hundimiento del crucero ARA General Belgrano, el portaaviones fue retirado a puerto por el riesgo de ataque submarino.
Estado posterior a la guerra:
En 1983, el portaaviones fue adaptado finalmente para operar los Super Étendard y
se modernizó su sistema de combate. Tan chatarra estaba que operó un modelo más moderno que el A-4Q. Obviamente, su estado operativo
comenzó a deteriorarse naturalmente, con problemas en sus motores que
limitaron su despliegue en los años siguientes hasta que fue dado de
baja recién en los 90s.
En resumen, el ARA 25 de Mayo fue
una pieza clave de la Armada Argentina durante la crisis del Beagle y la
Guerra de Malvinas. NADA del lado arauco-mapuche se le parecía en poder
de fuego. Y si, los marinos argentinos estaban muchísimo mejor
entrenados que los chilenos. Sírvase recordar con menos de 6 meses de operar los Super Etendard en Francia fueron capaces de ponerlos en condiciones de atacar a la Royal Navy sin ayuda francesa. Queda probada la calificación de un charlatán de feria para este opinador, su Señoría. ¿En serio le pagan como analista de defensa? Yendo a gente más sería en teoría ¿En serio los trabajos académicos con el sello de la Armada de Chile no mencionan nada del portaaviones y su Grupo Aéreo Embarcado (GAE)? ¿En serio son tan chantas?
Moraleja 6: los chilenos fingen hiper demencia, mienten descaradamente y recortan burdamente los hechos. ¡Higuera, compadre, sos el Arturo Vidal de la defensa!
4.4 La importancia de la guerra naval
Así como el zopenco de @josmarhigueraafirmaba antes "y el poderío naval era decisivo", también ese es un dicho prevaleciente en el relato chileno que probablemente provenga de una fuente naval. En el conflicto, el poder naval sólo iba a definir la capacidad de desembarcar en las islas y ocuparlas. Nos es un evento menor pero en absoluto el poder naval definiría la guerra total. Volvamos a recalcar que nunca hubiese ocurrido que la ACh iba a derrotar a la FLOMAR, pero si imaginamos ese escenario sólo por la gracia de la suposición, la tarea de hundir (no averiarla, sino echarla a pique a todos y cada uno de los buques chilenos) quedaría a cargo de la Fuerza Aérea Argentina, tal y como ocurrió en Malvinas. Nuevamente, el TOA era uno de los tres frentes abiertos y ni siquiera el principal. La invasión a Chile iba por Santiago y la captura o muerte de Pinochet y su gobierno. En el caso extremo de una derrota de la FLOMAR (repito, algo totalmente improbable), la tarea de dar cuenta de la ACh quedaría en la aviación militar y los submarinos. Pero es que incluso si aún si quedara intacta la ACh, ¿que rol jugaría en detener la ofensiva terrestre hacia Punta Arenas? Absolutamente ninguno, del mismo modo que ningún rol iba a cumplir en ninguno de los otros dos frentes donde ni presencia tenía. En definitiva, el poderío naval, activo con el que tampoco contaba Chile aunque si se autoconvencía que lo tenía, no era decisivo ni en la guerra ni tampoco en este frente. Solo un marino chileno pudo afirmar eso simplemente para darse más importancia de la que tenía. De hecho, se lo puede escuchar al Contralmirante López Silva afirmando eso, así que no sería raro que su desastrosa planificación de un ataque a un grupo aeronaval embarcado lo haya querido tapar con estas afirmaciones grotescas como esa.
4.5 El caso de los Carabineros como soldados
Es un hecho que aparentemente solo yo me he obsesionado. Como
reza en su definición, Carabineros de Chile (CC) es una agencia
policial y de guardia de fronteras muy típica de la organización de la
seguridad en ese país. Cumple la función que en Argentina abarcan tres
organizaciones: policía federal (de actuación a lo largo del país en
crímenes federales), policías provinciales (idéntico al caso anterior
pero para las jurisdicciones provinciales) y la Gendarmería Nacional
Argentina (GNA), que es la policía militarizada de fronteras. Nótese que
en esta comparación, la preeminencia de las comparaciones es de CC con
cuerpos de policía argentinos. Bien, durante el conflicto del Beagle, la
defensa de la región de Magallanes, cuya capital es Punta Arenas, quedó
a cargo del general Floody Buxtor. General de ascendencia británica,
piel blanca y ojos claros, admirado por las tribus locales, flaco, alto, narigón y bastante torpe para hablar, sus declaraciones muchas veces han sido
polémicas, por usar un término diplomático. La primera vez que lo vi y escuché por el canal chileno me sorprendió por sus limitaciones para expresarse y las pocas luces que mostraba. Desde quejarse porque
Argentina había echado, con todo el derecho que respalda al país, a mineros
chilenos de la mina de Río Turbio en las vísperas del conflicto hasta
repetir en varias entrevistas que sería capaz de ir a la guerra sólo apoyado en CC. Obviamente hacía referencia al conflicto del Beagle. Vamos de nuevo, un
general del ejército de Chile (ECh) decía que pondría en vanguardia a "tropas" de CC. Es que no invento nada, hay documentales al respecto.
Pero
estaba muy claro observando desde Monte Aymond, en la frontera
chileno-argentina, que se había producido una acumulación de blindados
del lado argentino y que, de iniciarse las hostilidades, el modo de
ataque argentino sería una asalto blindado. Y acá me inunda una duda
personal: ¿Esperaba este general enfrentar una avance blindado con
policía de retenes? ¿Qué entrenamiento de infantería ligera o infantería
mecanizada poseían los integrantes de CC? ¿Es muy raro lo que pregunto?
¿Ese era el nivel de estrategia militar defensiva de este torpe Floody para la
región? ¿No era que 13 años antes los carabineros se habían rendido en Lago del Desierto ante el primer disparo? Doy vuelta la pregunta: el general argentino a cargo de la
ofensiva sobre Punta Arenas, ¿llevaría como vanguardia a tropas de la
GNA? De ser atacados desde Chile por una contraofensiva ¿usaría a tropas de GNA para detener el
avance chileno? Cuesta entender el dispositivo defensivo chileno sin
acercar la palabra desastroso ante esta revelación. Es más, hay libros y documentales que la región se reforzó (si, se enviaron refuerzos) de CC. No sólo eso, es el reflejo flagrante de la mediocridad completa que sumía a los mandos medios y superiores de todas las fuerzas armadas chilenas. Estaban 30 años atrasados doctrinariamente como mínimo pero para eso también va a haber un artículo completo.
Moraleja 7: el alto mando chileno confunde policías con infantería mecanizada. No tiene remate. ¡Plop!
4.6 "Los argentinos nos tenían miedo"
Este es una sección que va a generar mucha controversia pero es conveniente llegar a la verdad de este meollo. De hecho tuve que lidiar con compañeros de primaria chilenos, con la mugre y hambruna que lucían, no dejaban de decir que no fuimos a la guerra por miedo. Veamos.¿Qué eran en 1978 los chilenos desde el punto de vista argentino? Poco y nada se sabía de lo que pasaba del otro lado de la cordillera, salvo que recurrentemente querían quedarse con pedacitos de la Patagonia argentina. Nada se sabía ni se sabe de una "guerra del Pacífico". Ergo, los soldados argentinos desconocían ese conflicto, ni sus causas o consecuencias. Salvo el episodio puntual de que Bolivia había perdido la salida al mar por culpa de Chile, es acertado decir que nada más se conocía de esa contienda. Por lo tanto, suponer que "los argentinos" conocían el desempeño de las tropas araucanas en dicha guerra un siglo antes y que por eso se les tenía miedo/respeto/consideración es completamente errado.
Nuevamente ¿qué información tenían los argentinos de los chilenos en 1978? Hacia 1973 había existido un golpe de estado contra el presidente Allende, algo que sólo importaba a quiénes estaban politizados en Argentina. Pero, y esto sí afectaba la vida de las familias comunes argentinas, producto de los ajustes económicos que había realizado el general Pinochet, una enorme masa de desempleados chilenos había cruzado la frontera y abarrotaban las villas miserias argentinas. Todos los barrios pobres de las principales ciudades, especialmente desde Buenos Aires hacia el sur, se llenaron de familias chilenas empobrecidas. El chileno pasó a sobrevivir de trabajos temporarios (changas, como les dice aquí), albañilería y otros servicios de construcción, trabajos de carga y descarga, crímenes pequeños (pungas), entre otros. Observe el ciudadano chileno actual que de la misma forma que ustedes observan y prejuzgan a la inmigración venezolana o haitiana era como la ciudadanía argentina veía a los chilenos.
Dicho esto, lo poco respetable que podría esgrimir los chilenos para "asustarnos" que podría haber sido el resultado de la Guerra del Pacífico ocurrida un siglo antes se desconocía (y de hecho se desconoce actualmente) y la única visión que tenía la familia promedio de un chileno era la de un inmigrante pobre, mal aseado, andrajoso y asociado también a la criminalidad. ¿Un ciudadano chileno hoy, temería a priori ir a la guerra contra venezolanos o haitianos? ¿Un chileno hoy le tiene miedo a un haitiano o un venezolano? Le ahorro el esfuerzo intelectual: NO.
Lástima era lo que se le tenía al chileno y, nobleza obliga, también indignación por la desfachatez de estos rotos de osar enfrentarnos. ¿No podían asegurarle cuatro comidas diarias a su propia población y venían a querer pelear una guerra? ¿Miedo a priori a los chilenos? No, en la puta vida.
Moraleja 8: el complejo de inferioridad chileno inventa la historia del miedo hacia ellos. Chile evidentemente no produce suficientes espejos para que se vean antes de opinar.
4.7 "La guerra total"
En declaraciones de Pinochet, luego avaladas por diversos contertulios postcordilleranos, si el conflicto se desataba "iba a haber una guerra total". El señor lo decía como velada amenaza. Es decir, era la contingencia que iba a enfrentar Argentina si osaba entrar en guerra con Chile. Porque Chile no se anda con vueltas. Para Chile es todo o nada, ¿no? Más o menos ese era el trasfondo de estas declaraciones si uno quiere ahondar en planos de interpretación de un mensaje tan corto pero viniendo del capo de tutti capi chileno.
A ver, las tropas argentinas, y de esto sí tenía información el señor "que no se mueve una hoja en Chile sin que yo me entere", iban a atacar a lo largo de toda la frontera. El asalto inicial, el ataque de distracción principal, era el asalto blindado a Punta Arenas que concurrentemente era parte de todo un movimiento mucho más amplio que implicaba el enfrentamiento de las flotas (en una batalla que no iba a ser naval sino aeronaval), el ataque preventivo de anulación aérea (Airbase Attack) contra Chabunco y el desembarco helitransportado y naval a las islas en disputa (operación Tronador). Esos tres ataques en el Teatro de Operaciones Austral (TOA), como dije, no representaban el ataque principal. Como se mencionó antes, el ataque principal iba a ser contra Santiago, desde el sur por el paso Puyehue, y desde el norte por el paso Cristo Redentor-valle del Aconcagua. El ataque principal iba por la cabeza del gobierno chileno. Ataques secundarios implicaban la toma de Temuco, Puerto Montt, Puerto Natales, entre otros. Existen entrevistas a soldados, suboficiales y oficiales que, para momentos previos a la Hora H, ya habían ingresado en territorio chileno, otros declaran que efectivamente se les había confirmado que el objetivo era un ciudad específica de Chile, etc (Infobae). No estoy inventando nada, desde Santiago hasta el Cabo de Hornos, siempre se pensó desde este lado de la cordillera en una guerra total. Para ello, las fuerzas armadas habían convocado a dos camadas de conscriptos llegando a 350 mil tropas con las últimas tropas siendo hasta cadetes de liceos militares armados con Mauser a cerrojo. Todos iban a la guerra.
Los altos mandos argentinos habían planeado cruzar la frontera, destruir absolutamente toda capacidad de Chile para pelear cualquier guerra, causar un daño tal que tardase un siglo al país recomponerse y recién ahí volver a cruzar la frontera en sentido opuesto. Luego de este resumen, la conclusión es que Argentina jugaba desde el minuto cero a la guerra total: ¿Qué parte de toda esta descripción no le hace ver que eso era un guerra total? Lo que Chile daba por supuesto es que se iba a una guerra limitada o focalizada abarcando sólo el TOA: la isla de Tierra del Fuego, el canal de Beagle y las islas en disputa. La amenaza de Pinochet es un reconocimiento de que Chile no tenía idea de la escala de lo que se venía. Le estaba advirtiendo a Videla que iba a ser guerra total cuando Videla y la junta nunca pensaron en otro plan. Aún cuando hubo declaraciones de Videla de ida y de Pinochet de vuelta, dimes y diretes trasladados a la prensa por periodistas intelectualmente limitados, queda claro por la planificación que Argentina iba a la guerra en toda la frontera. Anécdotas aparte, en este conflicto nacen las primeras experiencias de lo que sería el Escuadrón Fénix en Malvinas. Es decir, pilotos civiles embarcados por propia voluntad en la guerra. Para el conflicto del Beagle, muchos aviones civiles fueron equipados con ametralladoras que disparaban hacia abajo para ir a tirotear a las tropas chilenas. Eso no lo hace una Nación que no quiere un guerra total.
Moraleja 9: Chile no sabe ni en lo que se mete: amenaza guerra total a un país que ya la planificó desde el vamos la guerra con ese alcance.
4.8 Persecución de helicópteros
Llegamos al incidente del Alouette III del ARA Gral Belgrano y los Jet Ranger de la ACh. Es un incidente puntual, posterior a la crisis del Beagle y previo a Malvinas. Simplemente un helicóptero Alouette III asignado al crucero ARA Gral Belgrano que volaba por el canal de Beagle observa unas torpederas chilenas navegando hacia el islote Snipe. Informa el evento al crucero y se le ordena interceptarlas. Cuando cumple esa misión observa a varios helicóptero Jet Ranger chilenos pero especialmente a uno que se le acercaba para interceptarlo. Por ello, el Teniente de Corbeta, Aviador Naval, Miguel Fajre simplemente hizo el juego de la gallina enfrentando al piloto chileno, encarándolo en vuelo frontal de colisión, y este muchacho araucano no aguantó el embate hasta el final y a 100 metros viró 180 grados para luego ser perseguido por el piloto argentino. La foto de abajo revela ese momento.
Dicho esto: ¿alguien nota una similaridad a la conducta de los carabineros en Lago del Desierto? Pues yo, a riesgo de excederme en la verborragia, noto nuevamente ausencia de voluntad de lucha. Demasiado LGBT todo. ¿Prat hubiese hecho eso? ¿Los héroes de la Concepción que opinarían? Se los dejo a vuestro criterio.
Moraleja 10: El piloto chileno tenía la opción de mostrar cojones y optó por la salida del carabinero de Lago del Desierto que montó a caballo cagado en los pantalones.
4.8 El caso de los SK-105 Kurassier austríacos
¿Podemos parar ya con las humillaciones a Chile? Pues no, apenas terminada la crisis del Beagle y atinando en prever lo que hubiese sido un asalto blindado a Punta Arenas y la certeza de la caída de esa localidad en manos argentinas, los mandos chilenos buscaron una opción de refuerzo del frente magallánico. Las sanciones internacionales le habían cerrado varios mercados a Chile pero Austria lucía ausente de esta interferencia. Chile hace un encargo de 100 magníficos cazatanques Steyr SK-105 Kurassier. Esos tanques, de prestar servicio en la región de Magallanes, literalmente hubiesen blindado ese frente. Argentina hubiese enfrentado bajas calamitosas en un asalto blindado frente a posiciones defensivas cubiertas por estos cazatanques en tamaña dotación. Pero, otra vez los chilenos la cagaron. No los militares chilenos, sino los exiliados chilenos residentes en Austria. Enterados de la operación, solicitaron al Partido Socialista austríaco que pida al presidente federal Rudolf Kirchschläger se suspenda la operación bajo la excusa de las violaciones a los derechos humanos y argumentando malamente que esos blindados podían usarse para reprimir a la población. La presión fue en aumento y finalmente el presidente cedió: el lote completo ya estaba producido, la venta se canceló y los vehículos fueron a depósito. Y entonces, la inteligencia militar y la diplomacia argentinas hicieron una de las maniobras más estupendas de la Historia: compraron ese lote y más (120 cazatanques en total) y blindaron... ¡a la provincia de Santa Cruz!. Perdón, pero esto se merece un: JAJAJA a toda orquesta. Los militares y técnicos chilenos que estudiaron la defensa de la región magallánica, el clima, el terreno, los caminos, analizaron alternativas y encontraron, de forma correcta, al objeto de sus sueños en el Kurassier austríaco, vieron cómo exactamente esos mismos vehículos, exactamente los mismos que los oficiales chilenos montaron y chequearon que estuvieran perfectamente producidos de acuerdo a sus especificaciones... eran embarcados para equipar a aquellos de quiénes ellos se querían cuidar. Por favor, no encuentro en la Historia una operación de inteligencia más estupenda que esta. Quiénes hayan participado de ella, pido a la autoridad competente, la Nación Argentina les debe una condecoración más que merecida. Ni el Mossad llegó a tanto.
Moraleja 10: Meada completa termonuclear. Ni me quedan palabras. Chile por fin se sienta a planificar una compra bien pensada y meditada, hace el encargo y sus propios connacionales logran cancelarla. Para cagarla completa, la inteligencia argenta se adelanta y le compra el lote. Ahora los tanques chilenos apuntan hacia Chile. No puedo más, ¡por favor! Cerrame la 8.
5. Malvinas
Argentina recupera las islas para sorpresa del Mundo, incluyendo el público argentino. Se producen negociaciones por un mes pero finalmente Reino Unido decide efectuar acciones bélicas pensando que sería un picnic. No lo fue. En el camino, sin embargo, se observan helicópteros traspasando la frontera argentina y yendo para Chile así como aviones sobrevolando el espacio aéreo argentino. Se sospecha de la colaboración chilena pero éstos lo niegan enfáticamente.
5.1 La negación de la participación
La actuación de la diplomacia chilena durante la Guerra de Malvinas fue dual y contradictoria. Oficialmente, Chile mantuvo una posición de neutralidad diplomática, apegada al derecho internacional, pero al mismo tiempo colaboraba de manera secreta con Gran Bretaña, proporcionando asistencia militar e inteligencia que fueron cruciales para la victoria británica. Esta colaboración fue coordinada por los militares, al margen del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo que generó tensiones dentro del gobierno chileno.
Chile rompió la neutralidad de facto cuando, aunque públicamente se mantuvo neutral, comenzó a proporcionar apoyo logístico y de inteligencia a los británicos, como el uso de aeropuertos chilenos y la instalación de radares para monitorear los movimientos argentinos (Perfil). Este apoyo ayudó a Gran Bretaña a conocer de antemano los despegues de aviones argentinos desde el sur del país.
Todas las fuerzas gubernamentales chilenas negaron la participación
chilena en el conflicto. Sergio Onofre Jarpa fue uno de ellos (El Mercurio).
De hecho, aseguró que el país "no movió
ninguna influencia ni menos una acción diplomática y militar a favor de
Inglaterra". Más aún, este personaje declaró en una entrevista en Buenos Aires que la colaboración entre Reino Unido y Chile podía ser "el objeto de una tesis", es decir, algo que había que investigar y probar. Bueno, el pez por la boca muere.
Uno encontraba en los foros y blogs de aquellos momentos posiciones inflexibles, burlonas y demandantes de pruebas de parte de los trasandinos que veían como una calumnia de cobardía y conducta taimada injusta hacia la diplomacia chilena. Bueno, ya saben lo que se viene.
Moraleja 12: "No, no, jamás haríamos eso. Habría que ser muy hijo de su madre, cobarde y traidor para hacer eso. Naaaaaah!!! ¡¡¡Traigan pruebas!!!!"
5.2 La justificación de la participación
El general Augusto Pinochet fue arrestado en Londres el 16 de octubre de 1998 por una orden de extradición emitida por España. El juez Baltasar Garzón lo acusaba de crímenes de lesa humanidad, incluyendo tortura y desapariciones durante su régimen entre 1973 y 1990. Pinochet había viajado a Gran Bretaña para recibir tratamiento médico, y su detención fue un evento histórico, marcando la primera vez que un ex-jefe de Estado era arrestado en un país extranjero bajo cargos de violaciones a los derechos humanos.
Mientras se desarrollaba el proceso legal, Margaret Thatcher, ex primera ministra británica y aliada política de Pinochet durante su mandato, salió en su defensa pública. Thatcher argumentó que Pinochet había sido un amigo clave de Gran Bretaña durante la Guerra de las Malvinas en 1982, permitiendo a las fuerzas británicas usar bases chilenas para operaciones contra Argentina. Aunque se sabía de la simpatía de Chile hacia el Reino Unido, los comentarios de Thatcher confirmaron de manera explícita la participación directa de Chile en el conflicto, lo cual fue una revelación importante. Finalmente, tras un largo proceso judicial y por motivos de salud, Pinochet fue liberado y regresó a Chile en marzo de 2000, sin enfrentar juicio en el extranjero (Cortés Díaz, 2023).
Obviamente, todos los chilenos quedaron pedaleando en el aire. Ahora la misma Thatcher lo delataba y no dejaba dudas al respecto. Pero... "chile vencedor, nunca vencido" salió otra vez a la cancha y, cual esporas en primavera, salieron chilenos desde debajo de la alfombra para entender por qué se había hecho eso. Y de entender a justificar hay un solo paso.
Moraleja 13: "Bueno, en realidad lo hicimos pero tenemos una justificación..." Eh..., dejame ver.
5.3 El honor de alcahuetear
Ahora había que dar vuelta la tortilla. No solo estuvo entendible la actitud de Chile, sino que fue magnífica. "Aplausos al Gral. Pinochet que nos salvó". "Así se hace, no nos dejaron otra..., por el discurso de Galtieri, por el gol de Maradona, por el teniente merino..."
No puedo dejar de relacionar este evento con el incidente del Baltimore que ocurrió en 1891, cuando una pelea entre marineros estadounidenses del crucero USS Baltimore y civiles chilenos en Valparaíso resultó en la muerte de dos marinos estadounidenses. Esto generó tensiones diplomáticas entre Chile y Estados Unidos, con Washington exigiendo disculpas y compensación. El gobierno estadounidense amenazó con represalias militares, lo que agravó la situación. Finalmente, Chile aceptó indemnizar a las familias de las víctimas y emitió una disculpa formal, desactivando la crisis y cosiéndose el esfínter en el camino.
Años después, un diplomático brasileño (no sería ni la primera ni la última vez que la diplomacia brasileña accidentalmente soltaría una información para armar cizaña entre las naciones hispanoparlantes del continente) comentó a un colega chileno que durante ese incidente, en el que el USMC quería directamente tomar puertos chilenos y hundir su flota, el canciller argentino Estanislao Zeballos había ofrecido ayuda no militar a las tropas norteamericanas que ocuparan Chile. Específicamente ganado y otras vituallas desde Salta dado que se esperaba que Iquique o Antofagasta iban a ser ocupadas por fuerzas norteamericanas (Sanz, 1998). El incidente se desinfló y en la práctica ni un vaso de agua fue provisto. Solo fueron negociaciones obviamente sotto voce como tantas otras que discurren en la vida diplomática general que nunca legaron a gestión gubernamental. Bueno, para Chile eso fue apoyar a un enemigo en ese momento y una traición de parte de Argentina, de la que lloraron cada vez que pudieron ¿Qué pasa si lo comparamos con Malvinas?
Veamos esta parábola. A lo largo de la vida, uno enfrenta discusiones y momentos de tensión. En ocasiones, esas discusiones pueden llegar a encender pasiones tan intensas que incluso se verbalizan deseos de violencia, como decir: "Te voy a matar". Pero cruzar la línea de lo verbal hacia la acción es un paso irreversible. Quien decide ejecutar esa amenaza se convierte en algo más: un asesino, alguien radicalmente distinto a quien era apenas un instante antes. Sin llegar al asesinato, Chile cruzó una línea vergonzosa en 1982. Y Chile fue plenamente consciente de la gravedad de su acción, razón por la cual intentó ocultarla todo lo que pudo. La negó hasta el hartazgo. Sin embargo, fue su aliada, Margaret Thatcher, quien se encargó de revelar la verdad y exponer la maniobra para que todos supiéramos de qué están hechos realmente los chilenos.
Moraleja 14: Fue lo mejor que hicimos en nuestra historia. Le pasamos información al enemigo de nuestro enemigo, les dimos pistas de aterrizaje, provisiones, todo lo que nos pidieron. ¡Una puñalada por la espalda! ¡Cuánta valentía! ¡Cuánto coraje! ¿el incidente del Baltimore, qué es eso? ¡Chile vencedor, nunca vencido!
6. Vuelta del nacionalismo roquefort
Y llegamos al presente. Desde la década de 1990, Argentina no ha logrado recuperar su posición en términos de defensa. Bajo gobiernos peronistas, como es habitual, el país ha sido desarmado, convertido en un botín de guerra que ha enriquecido a corruptos y delincuentes. La caída de la generación de Aries, que dirigió los destinos militares durante treinta años, dejó un vacío del que poco o nada quedó. Como si fuera poco, llegaron los gobiernos kirchneristas, robando a su paso con la excusa de la reivindicación del terrorismo "privado" de los años 70. Exmiembros de Montoneros y ERP ascendieron al poder, incluyendo a una exterrorista en el Ministerio de Defensa. Fueron veinte años perdidos de indefensión, con el presupuesto de defensa tocando mínimos históricos del 0,4% del PBI. Sistemas de armas enteros fueron dados de baja sin jamás ser reemplazados, sumiendo al país en una grave precariedad militar que incluyó la pérdida de un submarino con toda su tripulación por culpa de la presidente del momento.
Al otro lado de la cordillera, Chile mantenía gobiernos con políticas más estables. En 2002, adquirieron sus primeros F-16 Block 50, y a partir de 2005 compraron 36 F-16 Block 15 MLU adicionales. Mientras tanto, Argentina había programado para 2001 la compra de 12 F-16A Block 15, un complemento ideal para los 36 A-4AR Fightinghawk. Pero nada de eso se concretó. Argentina se hundía cada vez más en la indefensión, mientras Chile modernizaba sus fuerzas con material usado, pero de excelente calidad. Como no hay mal que dure cien años, en 2023 los kirchneristas dejaron el poder, tras haber arrasado con todo. El nuevo gobierno optó por recuperar la normalidad en materia de defensa, comprando 24 F-16 MLU a Dinamarca, que representan la esperanza de los pilotos que buscan finalmente entrar en el siglo XXI. Otras adquisiciones están siendo autorizadas, y el panorama parece volver a la sensatez.
Sin embargo, resurge el conocido "síndrome de micropene" en Chile. En agosto de 2024, dos F-5E Tigre III despegaron de emergencia desde la base aérea Chabunco (la misma que habría sido destruida si la guerra de 1978 hubiera estallado) para interceptar un "intruso" en la entrada del estrecho de Magallanes. ¿Quién podría ser? ¿Qué amenaza mortal representaría ese supuesto peligro para la patria chilena? ¿Un Pampa III armado con los escupitajos del piloto? Todo con un tono de ¡Alerta, violación de la soberanía! A esto se suman declaraciones de modernización de toda la flota chilena de F-16, ante su “actual desventaja” (¿?) por la compra de los F-16s de Argentina, junto con modernizaciones de tanques, maniobras en el canal de Beagle y en los Hielos Continentales. ¡¡¡Tres paneles solares en 3 metros de territorio chileno!!! Todo un acting de indefensión muy (demasiado) infantil.
Así, el nacionalismo chileno, con un tufo que recuerda al queso roquefort por lo podrido y rancio, vuelve a encender sus propios miedos. La derecha chilena, sin quererlo, está llevando a la izquierda a jugar el juego del nacionalismo. Veremos cómo este temor a su propia sombra y la culpa de los pecados de sus antecesores siguen moldeando la política chilena.
Moraleja 3.459: No cambian más.
7. Conclusiones
Permítame disculparme por ofrecer al lector una narrativa tan extensa y cargada de episodios poco gratos. Igualmente quedan cinco o siete incidentes para agregar pero podemos concluir aquí. ¿Qué podemos inferir de esta regularidad de eventos conflictivos entre argentinos y chilenos? Las conclusiones a las que llegamos pueden parecer trilladas: mayormente se observa una actitud no agresiva por parte de los miembros de las fuerzas chilenas. Al contrario, en la mayoría de los incidentes, el militar chileno se muestra prudente, pero con las manos siempre atrás, evitando cualquier provocación. Me hace acordar al chiste que reza "¡Tenés 5 minutos para dejar de tocarle el culo a mi mujer!". En los conflictos fronterizos de los años 60, su respuesta fue siempre reactiva frente a las acciones de fuerzas argentinas. Y en casos como el de Lago del Desierto, su actuación proactiva fue marcada por una cobardía asombrosa. No hay otra forma de decirlo: al primer disparo, se rindieron, y uno de ellos huyó a galope limpio, completamente aterrado. Abajo hay una tabla resumen destacando el sesgo del relato (lleno de medias verdades, ignorancia de eventos, mentiras directas, conteos incompletos, etc.), la pulsión frente al evento (pasivo, es decir no hacer nada, o activo, movilizar hacia un objetivo) y conducta frente a la adversidad (valor se refiere a la disposición y capacidad de un soldado para enfrentar el peligro, asumir riesgos y actuar con firmeza, incluso cuando las probabilidades son adversas o la supervivencia está en juego; cobardía es lo contrario).
Los eventos fronterizos entre Argentina y Chile han variado en intensidad y calidad. Si analizamos la crisis del Beagle, ciertamente fue un evento súbito e inesperado para ambos bandos y fue Argentina la que perfiló una solución militar por el perfil militarista de la Junta. Chile hizo lo que pudo, dentro de sus limitaciones intelectuales y de recursos, pero a pesar de ello, estuvo al borde de perderlo todo. La superioridad argentina era en todos los niveles, incluyendo calidad de la preparación de las tropas y la moral ¿realmente pensaban que podían ganar? El propio general Matthei de la FACh lo dijo en una entrevista: "De
haber ido a la guerra, nos hubieran derrotado completamente" (video). Además, la planificación chilena dejaba mucho que desear: carencia de las más básicos equipamientos y pobremente entrenados amenazaban con una guerra total porque precisamente no lo habían planificado, no habían implementado NADA. Mientras tanto, Argentina estaba varios pasos por delante en la planificación de la invasión y hasta en creatividad del ataque. Algún trasnochado todavía dice que de haber empezado esa guerra total todavía hoy estaríamos peleando. Bueno, no, les tengo malas noticias: hubiese habido rendiciones masivas de chilenos de toda raza, color y altura por carencia de voluntad de lucha y por hambre también. Eso si, los lloriqueos si llegarían hasta el día de hoy.
A este análisis se suma la inconsistencia moral del relato chileno. Como si de niños ignorantes se tratara, inventaron excusas, sugiriendo que Argentina carecía de coraje (¡ellos mismos, hablando de valentía!) para enfrentarse a los chilenos. Sin embargo, solo cuatro años después, las mismas tropas argentinas se enfrentarían a la tercera potencia militar del mundo. ¿Cómo es posible que se tuviera miedo a Chile, pero no a Gran Bretaña? Y cuando llegó la cuestión de Malvinas, la reacción chilena fue la de alguien a quién de ninguna manera se lo puede asociar con la valentía: atacar por la espalda y acusar con cinismo. ¿Desde cuándo un valiente actúa de esa manera? ¿Eso harían los héroes de la Concepción? ¿Eso haría el capitán Prat? Ah, cierto, ... mi error.Eso mismo hizo el capitán Prat: en 1878, se dedicó a espiar en Buenos Aires a los barcos de la Marina Nacional, en un momento en que no existía ningún conflicto con Argentina.Quizás ahí radica la raíz de todo, ese hambre por lo ajeno.
Este repaso deja en claro que cuando los chilenos proclaman "Chile victorioso, nunca vencido", lo que realmente expresan es su miedo, su pánico. El temor los lleva a sobreactuar en estas situaciones. Llámenlo complejo de inferioridad, o como prefieran. La explicación a un infantilismo tan grosero se los debo, no soy psiquiatra y menos de casos extremos. Chile jamás actuará militarmente a menos que se vean completamente acorralados, y aún así, tengo serias dudas. En todos los relatos no hubo nunca mención a una carga de valientes contra nadie ni contra nada, a una estrategia bien pensada, a un plan llevado a cabo perfectamente. La conducta chilena fue mayormente pasiva, nerviosa y cuando se volvió activa, al primer atisbo de enfrentamiento real simple, pues huyeron o se rindieron. Tal vez el arte que más los caracteriza es fingir demencia: "no vi nada, eso no pasó... ¿me hablabás a mí?"
Es cierto que Chile nunca puede, desde 1884, atacar a ningún vecino sin iniciar un conflicto tri-frontal, lo cual podría explicar en parte la repetición de la conducta resumida en la tabla precedente. Es más, si durante el conflicto del Beagle se hubieran permitido solo 12 horas de operaciones militares irrestrictas por parte de Argentina, es decir, si la Junta Militar hubiera autorizado cualquier acción planificada durante ese breve periodo, la flota chilena habría sido irremediablemente hundida y Chabunco (y todas las bases aéreas importantes chilenas) hubiese sido puesta fuera de combate con certeza. Las fuerzas argentinas habrían avanzado y consolidado posiciones dentro del territorio chileno, aunque sin poder cumplir todos sus objetivos, debido al limitado tiempo. A pesar de todo esto, Chile NUNCA habría declarado la guerra. NUNCA.Aún con la "Escuadra" hundida, Pinochet jamás hubiese declarado la guerra. No tenía los cojones y era un bocón de cantina, pero no comía vidrio. Como buen chileno, veinte años después salió a decir que con 10 mil muertos de hambre iba a conquistar Bahía Blanca y dividir a Argentina en dos (escuchen el análisis de este lisiado mental si no). Ni hablar del afeminado del canciller Cubillos que planteaba "invadir Buenos Aires" (que es como si Argentina le declarara la guerra a Río de Janeiro). Amenazas de gente con palabras baratas, amenazas del perro que ladra con la reja de por medio. No hubiesen combatido pero sí, hoy los veríamos llorar ante todos los organismos internacionales, como lo hacen cada vez que pueden. Cuando se trata de lamentaciones, no tienen rival. Pero Pinochet sabía claramente que firmar una declaración de guerra habría sido, para Chile, firmar su sentencia a una guerra total en todos los frentes, que solo terminaría con un acta de rendición, documento que sólo estaba en un escritorio chileno. Chile sabe que que si va oficialmente a la guerra, abre una caja de Pandora producto del karma de haber mostrado la hilacha cuando momentáneamente tuvo superioridad bélica sobre sus vecinos y emergió el verdadero espíritu chileno.
Referencias
Cortés Díaz, Milton (2023), La doble política de Chile en la guerra de las Malvinas: entre la neutralidad diplomática y la cooperación con Gran Bretaña. Encrucijada Americana, 15(2), 72-87. https://doi.org/10.53689/ea.v15i2.215
Sanz, Luis Santiago (1998), El caso Baltimore: Una contribución al esclarecimiento de la actitud argentina, Instituto de Publicaciones Navales. ISBN: 950-899-011-2
Gracias por seguir hasta acá, me divertí mucho escribiendo esto. Amigos han leído una versión anterior y me sugirieron no gastar pólvora en chimangos pero ya tenía la cinta de munición sobre la ametralladora.
El juego de la gallina en las crisis del Beagle y Malvinas
En su exhaustivo análisis titulado “Predicting the Probability of War During Brinkmanship Crises: The Beagle and the Malvinas Conflicts” (haga clic aquí), Alejandro Luis Corbacho explora una cuestión intrigante en la historia reciente de Argentina: ¿por qué el país evitó la guerra con Chile en el conflicto del canal de Beagle, pero eligió confrontar militarmente a Gran Bretaña en el conflicto de las islas Malvinas? El trabajo de Corbacho ofrece una respuesta innovadora a esta pregunta al enfocarse en cómo las presiones políticas internas y las dinámicas de supervivencia del régimen autoritario argentino influyeron en las decisiones de los líderes.
El concepto central que guía el análisis de Corbacho es el brinkmanship o "juego de la gallina", una estrategia de riesgo en la que un país desafía los compromisos de otro con la esperanza de que retroceda para evitar la guerra. Según la teoría clásica, desarrollada por el politólogo Richard Ned Lebow, las guerras en este tipo de crisis surgen principalmente de percepciones erróneas: un país malinterpreta la resolución de su adversario y actúa bajo el supuesto de que éste cederá ante la amenaza de conflicto. Sin embargo, Corbacho introduce una perspectiva diferente. En su análisis, argumenta que en algunos casos, como en el de las Malvinas, no fue la mala interpretación de la disposición británica a defender las islas lo que llevó a la guerra, sino las presiones internas dentro de Argentina. Estas presiones impulsaron a la junta militar a arriesgar una confrontación con un poder superior como parte de un desesperado intento por mantener su control en medio de una crisis política interna.
Un análisis comparativo de las crisis
Para abordar esta cuestión, Corbacho utiliza una metodología comparativa, examinando dos crisis que involucraron a Argentina durante el régimen militar: el conflicto del canal de Beagle con Chile en 1978 y el conflicto de las islas Malvinas con Gran Bretaña en 1982. Aunque ambos eventos tuvieron similitudes superficiales —ambas fueron crisis de brinkmanship, y ambas involucraron disputas territoriales históricas—, los resultados fueron marcadamente diferentes. Mientras que la crisis del Beagle fue resuelta pacíficamente, el conflicto de las Malvinas resultó en una guerra devastadora para Argentina. A través de un análisis detallado de estos dos casos, Corbacho busca entender qué factores llevaron a estos resultados tan distintos.
Las diferencias internas que marcaron otro resultado
El estudio de Corbacho revela que el contexto político interno fue fundamental para determinar el desenlace de ambas crisis. En 1978, durante la crisis del Beagle, la junta militar argentina estaba bajo presiones, pero no enfrentaba una amenaza existencial tan severa como la que experimentaría cuatro años más tarde. Aunque había tensiones con Chile por el control de las islas del canal de Beagle, la dictadura militar contaba con una relativa estabilidad interna, lo que permitió a sus líderes actuar con mayor cautela. Además, la diplomacia internacional —particularmente la intervención del Papa Juan Pablo II, quien ofreció su mediación— proporcionó una salida viable para evitar el conflicto armado sin que los líderes argentinos perdieran legitimidad o poder.
En cambio, el contexto del conflicto de las Malvinas fue completamente diferente. Para 1982, el régimen militar argentino estaba profundamente debilitado. La economía del país estaba en declive, y el gobierno enfrentaba una creciente oposición interna. La junta militar, encabezada por el general Leopoldo Galtieri, necesitaba desesperadamente una victoria que pudiera restaurar su legitimidad y sofocar las crecientes críticas. Según Corbacho, la decisión de invadir las Malvinas fue vista por los militares argentinos como una operación de “rescate del régimen”, un intento de unificar a la nación en torno a una causa nacionalista y consolidar el apoyo popular en un momento de crisis interna.
El brinkmanship y las decisiones de guerra
Uno de los puntos clave del análisis de Corbacho es que, aunque la teoría de Lebow sobre el brinkmanship enfatiza la importancia de las percepciones erróneas del adversario, esta no puede explicar completamente por qué Argentina eligió enfrentar a un enemigo mucho más poderoso en el caso de las Malvinas. Si bien es cierto que los líderes argentinos subestimaron la resolución británica y malinterpretaron la probable respuesta de Estados Unidos, el factor determinante fue la presión política interna. En otras palabras, la junta militar no podía permitirse retroceder, independientemente de las señales que pudiera haber recibido de que Gran Bretaña no cedería fácilmente. La guerra se convirtió en la única opción viable para mantener su control sobre el país.
Este análisis se ve reforzado cuando se compara con el manejo de la crisis del Beagle. En ese conflicto, aunque había facciones dentro de la junta que favorecían una acción militar contra Chile, las presiones internas no eran tan agudas. Esto dio margen para la negociación y permitió que la intervención de terceros, como el Papa, influyera en el resultado. Según Corbacho, en el caso del Beagle, los líderes argentinos tenían más flexibilidad para maniobrar sin perder su posición de poder, lo que les permitió aceptar una solución diplomática en lugar de una confrontación militar.
Conclusiones
El trabajo de Corbacho ofrece varias conclusiones importantes para entender cómo y por qué Argentina actuó de manera tan diferente en estas dos crisis internacionales:
Las presiones internas pueden ser más decisivas que las percepciones erróneas del adversario. Si bien la teoría del brinkmanship se centra en la mala interpretación de las intenciones del otro, Corbacho demuestra que en el caso de las Malvinas, la junta militar argentina estaba motivada principalmente por la necesidad de consolidar su poder frente a una amenaza interna. En ese contexto, las percepciones sobre la respuesta británica eran secundarias ante la urgencia de restaurar la legitimidad del régimen.
La mediación internacional puede ser efectiva cuando las presiones internas no son abrumadoras. En el caso del Beagle, la intervención del Papa Juan Pablo II y el apoyo de la comunidad internacional proporcionaron una salida pacífica. Esto fue posible porque la junta militar aún tenía margen de maniobra política interna. En cambio, en el conflicto de las Malvinas, no hubo tal margen, y la guerra se volvió inevitable.
La guerra de las Malvinas fue, en gran medida, un último recurso político. Corbacho sostiene que la decisión de invadir las Malvinas no fue simplemente un error de cálculo estratégico, sino una respuesta desesperada a una crisis política interna que amenazaba con desmoronar al régimen. La junta no vio otra opción viable para mantenerse en el poder.
El papel de las potencias externas fue decisivo, pero limitado. En ambos conflictos, las potencias internacionales, especialmente Estados Unidos y el Vaticano, jugaron papeles importantes. Sin embargo, su capacidad para influir en los eventos estuvo limitada por la situación interna de Argentina. En el caso del Beagle, la presión internacional ayudó a evitar una guerra. En el caso de las Malvinas, los intentos de mediación de Estados Unidos fueron insuficientes para disuadir a los líderes argentinos, que ya habían decidido que la guerra era su única opción.
Lecciones para futuras crisis internacionales
El análisis de Corbacho tiene implicaciones más amplias para el estudio de las crisis internacionales y la política exterior. Una de las principales lecciones es que, en las crisis de brinkmanship, las decisiones de guerra no siempre se basan en percepciones erróneas sobre el adversario, sino que pueden estar profundamente influenciadas por factores políticos internos. Cuando los líderes enfrentan amenazas a su supervivencia política, pueden verse obligados a adoptar políticas arriesgadas, incluso si reconocen que es probable que el adversario no retroceda.
Además, el estudio destaca la importancia de la intervención diplomática en la resolución de crisis. En el caso del Beagle, la intervención del Papa fue crucial para evitar una guerra. Sin embargo, como muestra el caso de las Malvinas, la diplomacia solo puede tener éxito cuando las condiciones internas permiten a los líderes aceptar una solución negociada.
Finalmente, el trabajo de Corbacho ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo las dictaduras militares pueden utilizar los conflictos externos como una estrategia de supervivencia política. En un contexto donde el poder del régimen está en declive, la guerra puede ser vista como una forma de restaurar la legitimidad y consolidar el apoyo interno, independientemente de las consecuencias a largo plazo.
En conclusión, el análisis de Corbacho proporciona una comprensión profunda de los conflictos de las Malvinas y el Beagle, y ofrece lecciones importantes para el estudio de las crisis internacionales. Al destacar el papel crucial de las presiones internas y la dinámica política, este trabajo desafía las explicaciones convencionales centradas en la percepción errónea del adversario y sugiere que, en algunos casos, la guerra es el resultado inevitable de un régimen en crisis.