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viernes, 4 de abril de 2025

Arqueología del campo de batalla en Monte Longdon, Malvinas


Arqueología del campo de batalla en Malvinas




 Sebastian Avila
@ClamaelViento

A pocos días del 2 de abril, fecha central en la memoria colectiva argentina por el inicio de la Guerra de Malvinas, se presenta un trabajo que combina arqueología, ciencia y testimonio para profundizar en el conocimiento del conflicto desde una perspectiva única. Esta investigación, desarrollada por un equipo interdisciplinario argentino, busca entender cómo se vivió y resistió el combate en el terreno, particularmente en el Monte Longdon, epicentro de algunos de los enfrentamientos más feroces de la guerra. Desde la vivencia directa de los soldados bajo bombardeo, hasta el análisis científico de los vestigios que aún persisten en el suelo isleño, el estudio ofrece una lectura renovada del impacto físico y emocional que dejó el conflicto.

La artillería británica fue responsable de la mayoría de las bajas terrestres argentinas durante la guerra. En este contexto, los soldados soportaron durante 45 días un hostigamiento constante desde tierra, mar y aire, una experiencia que dejó marcas físicas, psicológicas y materiales. Uno de los conceptos centrales vinculados a este fenómeno es el “shell-shock”, término acuñado en la Primera Guerra Mundial para referirse al trauma psicológico producido por los bombardeos, y cuya traducción puede entenderse como "conmoción por bombardeo".

Hoy, las Islas Malvinas conservan las cicatrices de aquellos días en forma de cráteres sin vegetación, pozos donde solo persisten la turba y fragmentos de metralla. En noviembre de 2023, el equipo de investigación argentino llevó adelante un relevamiento en el Monte Longdon, registrando 61 rasgos asociados a artillería y 158 posiciones de combate. Al cargar estos datos en un Sistema de Información Geográfica (SIG), se pudo realizar un análisis de concentración de fuego con gradientes de calor, similar a los utilizados en meteorología. Estos mapas permiten observar las zonas donde el combate fue más intenso, aunque no pueden atribuir con certeza los impactos a un bando u otro.

Durante las tareas de campo también se hallaron restos de metralla y municiones sin detonar, que fueron georreferenciadas y reportadas a las autoridades locales para su posterior neutralización. En cuanto al sistema defensivo argentino, el análisis de las posiciones revela la lógica de los rangos de tiro, siempre condicionados por el tipo de armamento, la topografía, la visibilidad y el clima extremo.

Aunque los estudios continúan, los resultados preliminares ya destacan el valor del enfoque arqueológico para comprender mejor la dinámica del conflicto. Esta metodología no solo reconstruye tácticas militares, sino que también abre una puerta al diálogo entre ciencia, memoria y sociedad. A futuro, este tipo de investigaciones podría extenderse a otros escenarios de combate del conflicto, contribuyendo a una visión más integral desde la ciencia social y el testimonio histórico.

Este trabajo se enmarca en un esfuerzo por recuperar la memoria de los caídos, honrar a los veteranos y aportar, desde el conocimiento científico, al entendimiento profundo de un episodio que marcó a generaciones. Desde la arqueología bajo bombardeo, el Monte Longdon vuelve a hablar.

  • "Cuando llovían los bombazos me caía arcilla de turba en el casco. Ahí me comí el rosario bendecido"
  • La artillería británica provocó la mayoría de las bajas terrestres argentinas en la Guerra de Malvinas.
  • Aquí te contamos qué dice la Arqueología sobre sus vestigios.




"Shell-shock" fue un término creado tras la Primera Guerra Mundial para describir el estrés postraumático de los combatientes. Su traducción puede ser: "conmoción por bombardeo".
En Malvinas nuestros soldados resistieron 45 días de hostigamiento continuo desde la tierra, el mar y el aire.




En la actualidad, las Islas Malvinas se encuentran plagadas de cráteres donde no crece vegetación alguna. En estos pozos de muerte solo sobreviven la turba y la metralla.




Durante noviembre de 2023, nuestro equipo mapeó el Monte Longdon en donde se logró registrar 61 rasgos de artillería y 158 posiciones de combate.



Al volcar estos datos en un Sistema de Información Geografía se realizaron análisis de proximidad similares a los que realiza la meteorología. Allí se observa la concentración del fuego de artillería (gradiente azul a rojo) en relación a las posiciones argentinas (amarillo).




Si bien no resulta posible distinguir los rasgos generados por la artillería argentina o británica, estos mapas permiten observar las zonas donde existió una mayor concentración de fuego y donde el combate fue más encarnizado.



Allí se hallaron restos de la metralla que los cañones hicieron llover sobre Longdon, sembrando sus laderas de muerte y destrucción.



También se halló munición sin estallar, la que fue georreferenciada y sus coordenadas enviadas a las autoridades isleñas para su posterior detonación.



En cuánto al sistema defensivo argentino, la ubicación de las posiciones permitió establecer los rangos de tiro, condicionados por el tipo de arma, la visibilidad y el clima.



Si bien los datos obtenidos continúan siendo analizados por el equipo, los resultados preliminares anticipan el potencial del análisis arqueológico para una mayor comprensión de la dinámica del conflicto.




Este tipo de investigaciones, junto a sus protagonistas tanto argentinos como británicos, pueden extenderse en el futuro a los distintos campos de batalla que tuvo la guerra.




A horas del 2 de abril, presentamos aquí parte del aporte que la Arqueología y las Ciencias Sociales pueden realizar al conocimiento de la guerra. Por la memoria de nuestros caídos y de sus familias, por nuestros queridos veteranos y desde la ciencia argentina bajo bombardeo.


sábado, 12 de octubre de 2024

Argentina: Soldados ciudadanos para una Fuerza de Defensa Argentina

Hacia la creación de las Fuerzas de Defensa de la República Argentina

por Esteban McLaren para FDRA


Soldados femenino y masculino de una imaginadas Fuerzas de Defensa de la República Argentina

La idea de vincular directamente a los ciudadanos con la defensa nacional no es nueva. En diversos países como Israel y Suiza, se han implementado modelos de defensa que otorgan un papel central a los ciudadanos en la protección de la nación. En este ensayo, exploraremos cómo estos modelos podrían inspirar un replanteamiento de las Fuerzas Armadas en Argentina, abordando cómo la participación ciudadana puede reforzar el compromiso democrático, reducir costos mediante la optimización institucional y, de ese modo, mejorar la eficiencia del gasto en defensa.

Una cuestión relevante en todo el planteo es la unificación de todas las ramas de la defensa en un componente mas interrelacionado: desaparecen la fuerza aérea, armada y ejército y nace un embrión en donde todos los cruzamientos posibles entre las viejas tres fuerzas se fortalecen. Nace el concepto de soldado ciudadano, un tipo de ciudadano comprometido por sus propios intereses, en temas de defensa que puede estar participando activamente (mediante la educación y capacitación militar, entrando en los rangos de cada rama) o pasivamente, siendo apoyo a las actividades de defensa. Asimismo, emergen elementos directos de interacción entre civiles y militares para arraigar más el concepto de defensa en la consciencia social. A este corpus orgánico se le añade las actuales fuerzas militarizadas de seguridad como la gendarmería y la prefectura las cuales se plegaran al concepto anterior siendo ambas, la seguridad y defensa, dos servicios públicos puros, obligación indelegable, provistos por el Estado Nacional. 

Esta interrelación permite definir carreras de vida compatibles con distintos servicios. Uno puede iniciar su vida como soldado en la rama naval, siendo marino pero luego, y acreditando la preparación necesaria, podría acceder a otra rama como la aérea si así fuese conveniente para los intereses del país. Asimismo, una vez en retiro efectivo de la fuerza, podría desempeñarse naturalmente en el ámbito de la seguridad provincial o nacional, dado que su preparación militar ya le da por convalidado muchas áreas de la función policial.

Finalmente, este esquema permite la confluencia de inteligencia recabada sin que ello afecta la operatividad de unidad independientes decididos por un nuevo órgano central de inteligencia. En ese sentido, la inteligencia es una arma tanto o más importante que cinco mencionadas previamente.

1. La Organización de la Defensa en Israel y Suiza

1.1 Israel: Compromiso democrático y participación ciudadana

En Israel, la noción de un "ejército del pueblo" está profundamente arraigada en la cultura nacional. La conscripción es universal, y tanto hombres como mujeres deben cumplir con el servicio militar obligatorio al alcanzar la mayoría de edad. Este sistema ha creado un sentido compartido de responsabilidad en la defensa nacional. La relación entre el ciudadano y el Estado en temas de defensa es directa, y este sistema ha permitido a Israel mantener una fuerza militar altamente efectiva, alineada con las necesidades estratégicas del país.

Este enfoque tiene una relación directa con el fortalecimiento de la democracia. Al incluir a todos los ciudadanos en la defensa, se asegura una amplia representación de diferentes sectores de la sociedad, lo que evita la creación de una élite militar aislada. Además, el compromiso cívico de servir en el ejército fomenta una cultura de participación y cohesión nacional.


1.2 Suiza: Defensa civil y reducción de costos

Suiza ha adoptado una política de neutralidad armada que implica una organización militar altamente descentralizada. Al igual que en Israel, el servicio militar es obligatorio, pero su enfoque principal es la defensa territorial. Cada ciudadano que ha cumplido con su servicio militar se convierte en parte de la reserva nacional y mantiene sus armas en casa. Este sistema minimiza los costos administrativos y de mantenimiento, ya que no requiere una gran estructura militar activa durante tiempos de paz.

La estrategia de Suiza permite reducir los costos de solapamiento de instituciones militares. La descentralización y la participación de la población civil permite una respuesta rápida y coordinada ante cualquier amenaza externa, lo que optimiza los recursos financieros y mejora la eficiencia. Además, su modelo de defensa tiene un fuerte componente local, con milicias regionales que se movilizan de forma rápida y eficiente​​.

2. Propuestas para la República Argentina

El contexto estratégico de Argentina es diferente al de Israel y Suiza, pero existen principios de estos modelos que podrían ser aplicables, especialmente en un contexto de crisis económica y necesidad de optimización del gasto público.

2.1 Compromiso cívico en la Defensa

En Argentina, el servicio militar obligatorio fue abolido en la década de 1990. Sin embargo, reintroducir un sistema de conscripción podría no ser la solución adecuada. En su lugar, podría adoptarse un sistema de servicio voluntario ampliado, donde se incentive la participación en tareas de defensa, apoyo en desastres naturales y actividades comunitarias. Este sistema, similar al modelo suizo, permitiría a los ciudadanos tener un vínculo más directo con las Fuerzas Armadas, fortaleciendo su papel en la defensa territorial y la protección civil.

La creación de milicias regionales o unidades de defensa civil también podría ser un complemento viable. Estas unidades, compuestas por ciudadanos capacitados, podrían responder rápidamente a amenazas internas o desastres naturales, mejorando la capacidad de reacción del país ante emergencias.



2.2 Reducción de costos y eficiencia institucional

Uno de los principales desafíos para Argentina es reducir los costos asociados al mantenimiento de una estructura militar tradicional, al mismo tiempo que se garantiza una defensa efectiva. La descentralización y el uso de tecnologías emergentes, como los sistemas de información y drones para la vigilancia fronteriza, permitiría a las Fuerzas Armadas argentinas ser más eficientes sin aumentar significativamente el gasto​​.

El modelo suizo de almacenamiento de armas y equipos en manos de reservistas podría ser adaptado, evitando los altos costos de mantenimiento de grandes instalaciones. Además, una fuerza de defensa más flexible, con unidades especializadas en regiones críticas, como la Patagonia o las fronteras norteñas, permitiría una mejor cobertura del vasto territorio argentino​​.

3. La Educación Militar y los Liceos Militares


3.1 Reforma de la Educación Militar

La educación militar en Argentina, que se imparte principalmente en los liceos militares, podría reorientarse hacia un enfoque más integral, que incluya formación en liderazgo, tecnología y defensa cibernética. Los liceos militares, que históricamente han sido un semillero de oficiales, podrían abrir sus puertas a una mayor diversidad de estudiantes, promoviendo valores democráticos y de servicio cívico más allá de la formación militar tradicional.

La formación militar debe adaptarse a las necesidades del siglo XXI, incorporando materias como la seguridad informática, el análisis de inteligencia y la gestión de crisis, asegurando que los futuros oficiales estén preparados para enfrentar las nuevas amenazas del entorno global​.

3.2 Integración de la Educación Militar en la Sociedad Civil

La educación militar no debe estar aislada de la sociedad civil. Los liceos militares podrían servir como centros de formación para ciudadanos interesados en colaborar en la defensa civil o en tareas de apoyo en casos de desastres naturales. Esto no solo ampliaría el papel de estas instituciones, sino que también fortalecería los lazos entre las Fuerzas Armadas y la población civil.

4. Involucramiento civil en la Defensa Nacional

Un sistema de defensa nacional eficaz no depende únicamente de sus fuerzas armadas regulares, sino también del compromiso de su ciudadanía. Argentina podría implementar un sistema de "defensa total" como el suizo, en el que la sociedad civil tenga un papel activo en la protección de la nación.

Esto podría incluir programas de formación en defensa civil, donde los ciudadanos aprendan habilidades básicas de protección, primeros auxilios y apoyo logístico, que podrían ser activados en situaciones de emergencia o conflicto.

El involucramiento de la población civil en la defensa es un tema central en cualquier reforma que aspire a crear una fuerza de defensa eficiente y democrática. Para Argentina, el modelo suizo ofrece una guía útil. Un sistema en el que los ciudadanos reciban formación básica en defensa y luego se integren en una reserva activa permitiría al país mantener una capacidad de respuesta rápida sin los costos de un ejército profesional grande.

Además, este enfoque tendría beneficios adicionales en términos de cohesión social y de compromiso democrático. Al hacer que la defensa sea una responsabilidad compartida, se reforzaría el sentido de pertenencia y de responsabilidad entre los ciudadanos, algo que es crucial en un sistema democrático. La defensa no sería vista como una responsabilidad distante, sino como algo en lo que todos los ciudadanos participan activamente.


4.1 La defensa territorial y las milicias civiles

Como se mencionó anteriormente, las milicias regionales podrían ser una solución eficiente para la defensa territorial. Estas unidades estarían formadas por ciudadanos que recibirían entrenamiento periódico y mantendrían equipo básico de defensa en sus hogares, similar al modelo suizo. Esto no solo reduciría los costos operativos, sino que también aumentaría la capacidad de respuesta del país.

5. El caso de los países Bálticos

Estonia, Letonia y Lituania han adoptado el concepto de "defensa total" para involucrar a la ciudadanía en la seguridad nacional. Este enfoque busca movilizar a la sociedad civil para que participe activamente en la defensa del país, especialmente frente a las amenazas de grandes potencias como Rusia.


 

  1. Conscripción y participación civil: Los estados bálticos han restablecido o mantenido sistemas de conscripción para integrar a sus ciudadanos en las fuerzas armadas. Estonia y Lituania continúan con el servicio militar obligatorio, y Letonia está introduciendo cursos de defensa nacional para estudiantes de secundaria, con el objetivo de aumentar el conocimiento sobre seguridad y crear un sentido de compromiso cívico con la defensa.

  2. Preparación y ejercicios nacionales: Las maniobras militares y ejercicios como "Siil" en Estonia y "Lightning Strike" en Lituania simulan movilizaciones y crisis a gran escala, integrando a reservistas, fuerzas voluntarias, políticos y representantes de organizaciones civiles. Estos ejercicios no solo preparan a los militares, sino que también fortalecen las redes sociales y organizacionales dentro de la población civil, esenciales para implementar el concepto de defensa total.

  3. Conexión entre fuerzas armadas y sociedad: La participación de civiles en la defensa va más allá del combate directo. El entrenamiento civil, la mejora de la preparación ante emergencias y la colaboración entre las fuerzas armadas, el gobierno y las organizaciones civiles son fundamentales para que la población esté lista para apoyar en caso de invasión o crisis. Este enfoque se basa en la creación de una relación sólida entre la sociedad y las fuerzas de defensa.

  4. Desarrollo de la resiliencia: El artículo destaca la importancia de educar a los ciudadanos sobre las amenazas y la defensa nacional, asegurando que estén preparados para contribuir, ya sea en roles de combate o en apoyo logístico, humanitario o informativo. Este enfoque busca disuadir la agresión al fortalecer la capacidad de resistencia de toda la nación, no solo de las fuerzas armadas.


En conclusión, el modelo de defensa total de los estados bálticos es un ejemplo de cómo la integración de la ciudadanía en las estrategias de defensa puede crear una sociedad más resiliente y mejor preparada para enfrentar amenazas modernas. Se puede leer más detalles en Small Wars Journal​ (Small Wars Journal).

4. Cambios necesarios en Argentina para implementar el concepto de fuerzas de defensa

Para reorganizar la defensa de Argentina basándose en modelos combinados de Suiza e Israel, sería necesario implementar varias reformas legales y estructurales que permitan adaptar los principios de alta participación popular en la defensa y flexibilidad profesional dentro de las Fuerzas Armadas. A continuación, detallo algunas propuestas clave que podrían integrarse en un marco legal y organizativo adecuado:

4.1. Participación Popular en la Defensa (inspirado en Suiza)

  • Establecer una "Guardia Nacional Ciudadana": Crear una legislación que permita la formación de una Guardia Nacional o Reservistas con base en la ciudadanía, donde los ciudadanos puedan voluntariamente recibir formación militar básica y especializada. El enfoque estaría en voluntariedad, manteniendo la participación opcional pero incentivada con beneficios educativos, profesionales y fiscales.
  • Centros de Instrucción Militar Civil (CIMC): La ley debe crear centros de entrenamiento accesibles para la población civil donde puedan entrenarse en técnicas militares básicas y de defensa territorial. Esto implicaría una red de centros a nivel regional y municipal para asegurar la formación continua.

4.2 Soldado Voluntario en lugar de Servicio Militar Obligatorio

  • Regulación del servicio militar voluntario: Se requeriría una ley que defina claramente el acceso voluntario al servicio militar, asegurando beneficios competitivos como becas de estudio, acceso preferencial a empleo público y privado, además de incentivos económicos para los voluntarios.
  • Reservas Activas y Pasivas: Se debe definir un marco que permita a los ciudadanos elegir entre diferentes modalidades de servicio, como la reserva activa (con entrenamientos anuales obligatorios) o reserva pasiva (con menor compromiso).

4.3 Participación Civil en Entrenamiento y Capacitación

  • Reforma a la Ley de Defensa Nacional: Implementar una reforma que permita que universidades y centros educativos técnicos desarrollen currículos conjuntos con las Fuerzas Armadas para incluir formación militar en áreas específicas como ciberseguridad, logística, comunicaciones y gestión de crisis​​.
  • Educación militar para civiles: Implementar un programa de formación militar no solo para los ciudadanos voluntarios, sino también para sectores estratégicos de la sociedad, como ingenieros, médicos, informáticos y profesionales de la salud. Esto permitiría a los civiles contribuir con habilidades especializadas.

4.4 Alta Rotación entre Ramas de Defensa

  • Carrera militar flexible: Las leyes de carrera militar deberían permitir la movilidad entre ramas del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina, permitiendo a los militares cambiar de especialización durante su carrera. Este enfoque podría estructurarse mediante un "Sistema de Desarrollo Profesional Militar Integrado", similar al enfoque de las fuerzas de defensa israelíes​​.
  • Escuelas conjuntas de defensa: Desarrollar academias conjuntas donde los futuros oficiales y soldados puedan formarse en diversas ramas desde el inicio de su carrera, facilitando la transición entre diferentes especializaciones.

4.5 Participación civil en el diseño de herramientas y estrategias de defensa

  • Creación de consejos de innovación en defensa: Crear marcos legales para integrar a civiles (académicos, científicos, empresarios) en la innovación tecnológica y el diseño de estrategias de defensa. Estos consejos servirían como think tanks para la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías militares. La defensa debe ser parte integral de los servicios públicos que el Estado brinda a los ciudadanos y ellos mismos pueden y deben participar de su diseño y conformación posterior a recibir educación especializada en el tema.
  • Cooperación Público-Privada en Defensa: Fomentar y legislar la cooperación entre el sector privado y el Estado para el desarrollo de tecnologías duales, que tengan aplicaciones tanto militares como civiles. Esto incentivaría la innovación y la modernización de las fuerzas de defensa mediante la colaboración con la industria y las universidades.

4.6 Fortalecimiento del Control Civil sobre las Fuerzas Armadas

  • Estructura de control democrático: Reflejar en la legislación la importancia de un control civil fuerte sobre las Fuerzas Armadas, garantizando la transparencia en las decisiones estratégicas y presupuestarias, y asegurando la rendición de cuentas al parlamento y al ejecutivo​.

Estas reformas permitirían a Argentina adaptar una estructura de defensa moderna, flexible y participativa que se beneficie de la fortaleza de modelos suizos e israelíes, manteniendo al mismo tiempo un enfoque voluntario y civil en el desarrollo de su capacidad militar.

5. Nuevo organigrama militar

Las fuerzas pasarían a organizar en una forma más entrelazada en aspectos de equipamiento pero también de personal. 





El concepto del "ciudadano soldado" puede representar una visión transformadora para las Fuerzas Armadas Argentinas, que promueve una interacción más estrecha entre los ciudadanos y la defensa de la nación, potenciando tanto la eficiencia en la seguridad como el fortalecimiento de la democracia. Este enfoque reconoce que la defensa no debe ser solo tarea de una elite profesional, sino una responsabilidad compartida por todos los ciudadanos, quienes, con espíritu altruista y guiados por un sentido de deber cívico, se comprometen con la protección y defensa de la patria. La idea del ciudadano-soldado aboga por un servicio militar optativo, donde los individuos seleccionan voluntariamente integrarse en las filas militares, la policía o la gendarmería, con la posibilidad de moverse entre estas carreras en diferentes etapas de su vida profesional.

Esta transformación implica un cambio significativo en la manera en que se concibe el servicio de protección civil y militar. Ya no se trata únicamente de una obligación impuesta por el estado, sino de una oportunidad para que los ciudadanos contribuyan activamente a la seguridad nacional, mientras se benefician de un salario y una formación continua. Esto no solo incentivaría una mayor participación en la vida militar, sino que también reforzaría los principios democráticos, ya que estos ciudadanos-soldados conservarían voz y voto en los asuntos públicos, participando en la vida civil y, al mismo tiempo, siendo reservistas a lo largo de su vida.

Un aspecto crucial de este modelo es el sistema educativo, el cual debe estar diseñado para facilitar el intercambio entre carreras. Los ciudadanos podrían comenzar como soldados del componente terrestre o infantes de marina, avanzar hacia roles especializados como comandos o pilotos de combate, y eventualmente, al retirarse, pasar a roles en la seguridad civil, como en la policía provincial o la gendarmería. Esta flexibilidad promovería una fuerza laboral altamente capacitada, capaz de adaptarse a diversas funciones de seguridad a lo largo de su carrera, enriqueciendo tanto a las fuerzas armadas como a las fuerzas policiales.

Este enfoque se alinea con las tendencias observadas en operaciones militares modernas, donde la guerra de grandes potencias y la competencia en todos los dominios (tierra, mar, aire, ciberespacio y espacio) requieren fuerzas ágiles, versátiles y bien entrenadas. La integración de ciudadanos-soldados no solo aumentaría la disponibilidad de personal capacitado para responder a diversas amenazas, sino que también fortalecería el tejido social y democrático del país. Al integrar a los ciudadanos en las estructuras de defensa, las Fuerzas Armadas no solo mejoran su capacidad operativa, sino que también refuerzan su legitimidad ante la sociedad.

La formación del ciudadano-soldado es una inversión en la resiliencia de la nación. Estos reservistas de por vida actuarían como un vínculo entre las fuerzas militares y la sociedad civil, promoviendo un entendimiento mutuo y una mayor cohesión social en tiempos de paz y conflicto. Además, esta formación crearía líderes cívicos con una comprensión profunda de la defensa nacional, capacitados para tomar decisiones informadas en foros públicos y políticos, promoviendo una mayor transparencia y responsabilidad en la gestión de la seguridad nacional.

Asimismo, y tal como ocurre con las fuerzas francesas, especialmente La Légion Étrangère, sus veteranos reciben pensión y vivienda en barrios especiales donde cohabitan con colegas de la profesión. Debido a los problemas de stress post-traumático (PTSD), el Estado también debiera brindar atención psicológica y socioeconómica, algo tan necesitado por los veteranos de Malvinas que fueron dejados de lado por la mayor parte de las administraciones civiles desde 1984.

En resumen, el modelo del ciudadano-soldado no solo mejoraría la capacidad de defensa de Argentina, sino que también contribuye significativamente al fortalecimiento de su democracia. Ser militar estaría plenamente integrado al tejido social. Una visión así situaría a la nación en el camino hacia una fuerza de seguridad más integrada, flexible y democrática, preparada para enfrentar los desafíos del siglo XXI, desde la competencia en tiempos de paz hasta los conflictos armados, siempre con un pie firme en la protección de la patria y el fortalecimiento del bienestar cívico.

6. El concepto del Soldado Ciudadano en los estudios de defensa

Imagina a un carpintero que deja su taller, a un maestro que cierra su libro de clases, o a un agricultor que abandona su campo para ponerse un uniforme y empuñar un arma. No son soldados profesionales, pero cuando su nación los necesita, se convierten en los defensores de su hogar, su familia y su libertad. Esta es la esencia del soldado ciudadano, una figura tan antigua como las civilizaciones y que sigue siendo relevante en el mundo moderno. En los estudios de defensa, este concepto despierta intensas reflexiones sobre el rol del individuo común en la protección de su país, la conexión entre los civiles y las fuerzas armadas, y el peso que implica la responsabilidad de defender la patria.

6.1 De la vida cotidiana al campo de batalla

El soldado ciudadano simboliza la idea de que, en tiempos de crisis, cualquier persona puede ser llamada a defender lo que más ama. Lejos de ser un soldado entrenado para la guerra desde la juventud, el soldado ciudadano es un hombre o una mujer común que, ante la necesidad, transforma su vida civil para unirse a la defensa nacional. Desde la Antigua Roma, donde los ciudadanos luchaban por la República, hasta los Minutemen que resistieron en la Revolución Americana, la historia está repleta de ejemplos de ciudadanos que se levantaron en armas cuando las circunstancias lo exigieron.

6.2 Milicias y fuerzas de reserva: La base del soldado ciudadano moderno

En el presente, la figura del soldado ciudadano sigue viva en las milicias, las reservas militares y las guardias nacionales de varios países. En lugares como Suiza, Israel y los Estados Unidos, los ciudadanos entrenan periódicamente para estar listos en caso de emergencia. Estos ciudadanos-soldados llevan una vida normal, pero saben que podrían ser llamados al servicio en cualquier momento. En estos países, el deber cívico y la defensa nacional se entrelazan, y millones de personas se preparan mental y físicamente para ese llamado inesperado.

La paradoja es fascinante: estas personas no son soldados de carrera, pero desempeñan un papel clave en la defensa de sus naciones. Es como si la vida cotidiana y la guerra se cruzaran en un punto crucial donde el carpintero, el maestro o el agricultor no tienen más opción que empuñar un rifle y defender su hogar.



6.3 El poder de la democracia y el control ciudadano sobre la fuerza militar

Uno de los pilares del concepto de soldado ciudadano es la noción de que el ejército debe ser, en esencia, un reflejo de la sociedad. La democracia busca evitar que las fuerzas armadas se conviertan en una clase separada y autónoma. En su lugar, el soldado ciudadano actúa como un puente entre el ejército y la vida civil. Son personas comunes que se mantienen conectadas con las realidades cotidianas de la población. De esta manera, los ciudadanos tienen mayor control sobre su fuerza militar, evitando que se vuelva un poder distante y aislado.

6.4 ¿Ciudadano o profesional? Un debate eterno

El soldado ciudadano plantea una pregunta crucial en el campo de la defensa: ¿es suficiente tener una fuerza compuesta mayoritariamente por civiles entrenados, o es más efectivo depender exclusivamente de soldados profesionales? La crítica más común a los soldados ciudadanos es que, debido a que no entrenan constantemente, podrían no estar tan preparados para los desafíos del combate moderno como sus contrapartes profesionales.

Sin embargo, la otra cara de la moneda es que estos ciudadanos traen consigo una pasión y un compromiso que los soldados de carrera no siempre pueden igualar. Ellos están defendiendo su hogar, su familia, su modo de vida. Este debate, que ha existido desde los tiempos antiguos, sigue siendo relevante en la actualidad. ¿Qué es más valioso: la experiencia o el espíritu de lucha?

6.5 Ejemplos históricos y contemporáneos: La relevancia del soldado ciudadano

En momentos clave de la historia, los soldados ciudadanos han demostrado su valía. En la Guerra Civil Americana, en las Guerras Mundiales, y en innumerables movimientos de resistencia, fueron estos ciudadanos comunes quienes lucharon en primera línea. En tiempos contemporáneos, países como Finlandia o Israel han perfeccionado este modelo, combinando a sus reservistas con soldados profesionales para formar una defensa eficaz.

6.6 La dimensión ética del soldado ciudadano

El concepto de que cualquier persona pueda ser llamada a luchar también plantea preguntas éticas: ¿Es justo pedir a los civiles que arriesguen sus vidas? ¿Cómo se equilibran los derechos individuales con el deber colectivo de defender la nación? Estas preguntas no tienen respuestas fáciles, pero el soldado ciudadano sigue siendo una figura central en muchos sistemas de defensa, donde se considera que proteger la patria es tanto un privilegio como una obligación.

6.7 Impacto social: El legado del soldado ciudadano

La idea del soldado ciudadano no solo afecta a los militares, sino también a la sociedad en su conjunto. Cuando los ciudadanos están entrenados y preparados para la guerra, existe una conciencia nacional sobre la importancia de la defensa. Además, la participación de civiles en las fuerzas armadas fortalece el vínculo entre la sociedad y el ejército, lo que refuerza la unidad nacional.

El soldado ciudadano es un recordatorio de que, en los momentos más oscuros, el destino de una nación puede depender de personas comunes. Su sacrificio y su valentía son un testimonio del poder del deber cívico, y su historia, una que sigue escribiéndose, nos enseña que la defensa de la libertad es, en última instancia, una responsabilidad compartida.


7. Conclusión

El establecimiento de un modelo de defensa basado en la participación ciudadana, similar a los de Israel y Suiza, ofrece una oportunidad para que Argentina modernice su sistema de defensa, optimice los recursos y fortalezca el compromiso democrático. Estos cambios no solo mejorarían la eficiencia del gasto en defensa, sino que también crearían una fuerza militar más flexible y capaz de responder a las amenazas contemporáneas. Además, una mayor integración entre la educación militar y la formación cívica fortalecería el vínculo entre los ciudadanos y la nación, asegurando que la defensa sea vista como un deber compartido y no como una responsabilidad exclusiva de las fuerzas armadas profesionales.

La pertenencia a las fuerzas de defensa debe ser automotivada, por auto-selección: quiénes sientan el llamado de las armas deben ser quienes la integren. Debe ser un motivo de análisis permanente la consistencia de dicha motivación con la ejecución real de las funciones asignadas. Un esquema voluntario de este tipo puede sufrir infiltraciones obviamente no deseadas. Tal y como se sufrió durante la guerra contra la subversión en Argentina, debe cuidarse que organismos de extrema izquierda infiltren las fuerzas para desviarlas de su función originaria. Un organismo de este tipo puede auto-preservarse evitando el reclutamiento de miembros con mínimos antecedentes en estos sectores asociados recurrente e irremediablemente a la agitación social.

En definitiva, este modelo también podría adaptarse a las particularidades de Argentina, asegurando que los costos se mantengan bajos mientras se maximiza la eficiencia operativa, permitiendo al país mantener una postura de defensa fuerte y cohesionada en el siglo XXI.


Bibliografía

Para profundizar en los conceptos de defensa ciudadana, compromiso democrático y la optimización del gasto en defensa a través de la participación civil, te recomiendo los siguientes recursos:

  1. Artículos académicos sobre la participación civil en la defensa:

    • "Conscription in Israel" (Springer): Este artículo describe el sistema de conscripción en Israel, donde el servicio militar obligatorio ha sido clave para integrar a la sociedad en la defensa nacional. El servicio militar no solo asegura la disponibilidad de personal, sino que también refuerza el compromiso de los ciudadanos con el Estado​ (SpringerLink).
    • "Total Defense: How the Baltic States Are Integrating Citizenry Into Their National Security Strategies": Aunque el enfoque está en los países bálticos tal como fue citado anteriormente, este artículo resalta cómo la participación ciudadana, a través de la conscripción y la capacitación, mejora la preparación general para situaciones de crisis y defensa nacional, lo que podría ser útil para analizar la implementación de modelos similares en Argentina​ (Small Wars Journal).
  2. Libros y estudios de caso sobre el modelo suizo de defensa:

    • "Participation and Swiss Democracy" (JSTOR): Este estudio destaca cómo la participación ciudadana está profundamente integrada en el modelo democrático suizo, incluyendo la defensa, con su sistema de milicias que permite mantener bajos costos de defensa mientras se garantiza una respuesta efectiva en caso de necesidad​ (Small Wars Journal).
  3. Modelos de defensa comparados:

    • "The Israeli Democracy Index 2022" (Israel Democracy Institute): Este informe ofrece una visión comprensiva de cómo las fuerzas armadas de Israel, a través de su sistema de conscripción, han mantenido un equilibrio entre el poder militar y el compromiso democrático. Es un buen punto de referencia para entender cómo el modelo israelí se podría adaptar a otros contextos ​(Small Wars Journal)​(SpringerLink).

martes, 10 de marzo de 2020

PGM: La neurosis de guerra o shell shock


Neurosis de guerra



La neurosis de guerra (en alemán, Kriegsneurose; en inglés, war neurosis o shell shock;​ en francés, obusite o névrose de guerre)​ es un término acuñado en la Primera Guerra Mundial utilizado para describir el trastorno por estrés postraumático que afectó a muchos soldados durante la guerra, antes de que se descubriera dicha patología. Se trata de una reacción ante la intensidad de los bombardeos y la lucha que produce una impotencia que se traduce en pánico, estar asustado, sentir deseos de huir o en una falta de capacidad para razonar, dormir, caminar o hablar.



Durante la guerra, el concepto de «neurosis de guerra» no estuvo bien definido. Ciertos casos fueron interpretados como heridas físicas o psicológicas o simplemente como falta de coraje. El Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos aún emplea el término para describir algunas instancias del trastorno por estrés postraumático, pero en general forma parte de la imaginación y la memoria popular; frecuentemente se lo considera la herida característica de la guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial y más adelante, el diagnóstico de «neurosis de guerra» se vio reemplazado por el concepto de fatiga de combate, una respuesta similar pero no idéntica al trauma de la guerra y los bombardeos.

Historia y origen del término

Epopeyas y clásicos

La literatura más antigua de la humanidad nos dice que una proporción significativa de las bajas militares son psicológicas y que presenciar la muerte puede dejar síntomas psicológicos crónicos. Como se nos recuerda en Deuteronomio 20: 1-9, los líderes militares han sido conscientes de que muchos soldados deben ser retirados de la línea del frente debido a una crisis nerviosa, que a menudo es contagiosa:
Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos, y veas caballos, carros y un pueblo más que tú ... los oficiales dirán: ¿Qué hombre hay que tenga miedo y un corazón débil? Déjalo ir y volver a su casa, para que el corazón de sus hermanos no se desmaye tan bien como su corazón. (Versión del Rey Jame)

La primera gran epopeya de la humanidad, la historia de Gilgamesh, nos da descripciones explícitas tanto del amor como de los síntomas postraumáticos, lo que sugiere que estos últimos también son parte de la experiencia humana fundamental. Después de que Gilgamesh pierde a su amigo Enkidu, experimenta síntomas de dolor, como es de esperar. Pero después de esta fase de duelo, corre de un lugar a otro en pánico, dándose cuenta de que él también debe morir. Esta confrontación con la muerte cambió su personalidad. El primer caso de síntomas mentales crónicos causados ​​por un susto repentino en el campo de batalla se informa en el relato de la batalla de Maratón por Heródoto, escrito en 440 aC (Historia, Libro VI, transi. George Rawlinson):

Un prodigio extraño también sucedió en esta pelea. Epizelus, el hijo de Cuphagoras, un ateniense, estaba en medio de la refriega y se comportaba como un hombre valiente, cuando de repente fue golpeado por la ceguera, sin golpe de espada o dardo; y esta ceguera continuó desde entonces durante toda su vida después de la muerte. El siguiente es el relato que él mismo, como he oído, dio sobre el asunto: dijo que un guerrero gigantesco, con una barba enorme, que sombreaba todo su escudo, se paró contra él; pero la apariencia fantasmal pasó junto a él y mató al hombre a su lado. Tal como entiendo, fue la historia que contó Epizelus.

Es de destacar que los síntomas no son causados ​​por una herida física, sino por el miedo y la visión de un compañero asesinado, y que persisten cada año. La pérdida de la vista tiene el beneficio principal de borrar la visión del peligro, y el beneficio secundario de obtener apoyo y atención. Hipócrates (4607-377 a. C.) menciona los sueños de batalla espantosos, y en el poema de Lucrecio, De Rerum Natura, escrito en 50 a. C. (Libro IV, transi. William Ellery Leonard):

Las mentes de los mortales ... a menudo dormidas lo harán y se atreverán a lo mismo ... Los reyes toman las ciudades por asalto, sucumben para capturar, luchan en el campo, lanzan un grito salvaje como si sus gargantas estuvieran cortadas allí mismo. Y muchos luchan y gimen con dolores, y llenan todas las regiones de gritos poderosos y salvajes, como si luego los royeran los colmillos de pantera o de león feroz.

Este texto muestra muy vívidamente la experiencia emocional y conductual de una batalla en el sueño. Además de los clásicos de GrecoLatin, la literatura islandesa antigua nos da un ejemplo de pesadillas recurrentes después de la batalla: la Saga Gisli Súrsson nos dice que el héroe sueña con tanta frecuencia con escenas de batalla que teme la oscuridad y no puede quedarse solo por la noche.

Jean Froissart (1337? -1400/01) fue el cronista más representativo de la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia. En 1388 residió en la corte de Gaston Phoebus, conde de Foix, y narró el caso del hermano del Comtc, Pierre dc Beam, que no podía dormir cerca de su esposa e hijos, debido a su hábito de levantarse por la noche y tomar un espada para luchar contra enemigos oníricos. El hecho de que los soldados se despierten con sueños aterradores en los que experimentan batallas pasadas es un tema común en la literatura clásica, como, por ejemplo, el relato de Mercutio sobre la reina Mab en Romeo y Julieta de Shakespeare (I, iv):

En algún momento ella maneja sobre el cuello de un soldado.
Y luego sueña con cortar gargantas extranjeras.
De brechas, emboscadas, espadas españolas,
De salud cinco profundidades de fondo; y luego anon
Tambores en su oído, en el que comienza y se despierta,
Y estando así asustado, jura una oración o dos,
Y duerme de nuevo.

Los médicos del ejército presentaron hipótesis etiológicas durante las guerras revolucionarias francesas (1792-1800) y las guerras napoleónicas (1800-1815). Habían observado que los soldados colapsaron en estupor prolongado después de que los proyectiles pasaron rozando a través de ellos, aunque salieron ilesos físicamente. Esto condujo a la descripción del síndrome de "vent du boulet", donde los sujetos estaban asustados por el viento del paso de una bala de cañón. Goethe describió vívidamente el espeluznante sonido de los proyectiles entrantes, en sus memorias sobre el cañonazo en la batalla de Valmy en 17921: "El sonido es bastante extraño, como si estuviera compuesto por el giro de una tapa, el agua hirviendo, y el silbido de un pájaro ”. En el mismo texto, Goethe da cuenta de los sentimientos de desrealización y despersonalización inducidos por este entorno aterrador:
 
En los comienzos de la Primera Guerra Mundial en 1914, los soldados de la Fuerza Expedicionaria Británica reportaron síntomas después del combate tales como tinnitus, amnesia, cefalea, mareos, temblores e hipersensibilidad a los ruidos. Si bien estos signos eran similares a los esperables tras una herida física en el cerebro, muchos de los que se declararon enfermos no presentaban marcas de lastimaduras en la cabeza.​ Hacia diciembre de 1914, un 10 % de los oficiales británicos y un 4 % de los hombres enlistados sufrían de «conmociones nerviosas y mentales».​

El término shell shock se originó a partir de la teoría supuesta de que los síntomas padecidos por sus víctimas estaban relacionados con las explosiones causadas por los obuses, llamados en inglés shell, que alteraban el funcionamiento normal del cerebro.​ La palabra apareció por primera vez en 1915, en un artículo publicado en The Lancet por Charles Samuel Myers. Entre el 60 % y el 80 % de los casos de neurosis de guerra presentaron neurastenia aguda, aunque el 10 % presentó síntomas de lo que se denominaría trastorno de conversión, como mudez y fuga disociativa.



El número de casos de neurosis de guerra creció durante 1915 y 1916, pero no fue objeto de estudios médicos o psicológicos. Algunos médicos consideraron que era resultado de alguna herida cerebral no visible, ocasionada por las ondas de impacto de los obuses y que podría ser potencialmente fatal. Otra explicación es que era producida por intoxicación con el monóxido de carbono de las explosiones. Según otro punto de vista, la neurosis de guerra implicaba una herida emocional, no física. La evidencia para probarlo era que gran parte de los que sufrían de este trastorno no estaban expuestos a los impactos de la artillería. Por eso la explicación únicamente física no era satisfactoria.

Pese a esta evidencia, el Ejército Británico continuó sus intentos de diferenciar aquellos síntomas que eran consecuencia de las explosiones de otros que no lo eran. En 1915 el cuerpo militar en Francia recibió las siguientes instrucciones:
Los casos de shell shock deben tener agregado a su reporte la letra W [de wounded, «herido»] si los ocasionó el enemigo; en ese caso, el paciente llevará la distinción de «herido» y portará en su brazo una wound stripe. Si, por el contrario, la caída de un hombre no fue precedida de una explosión de obús no se considera ocasionada por el enemigo y será calificada como shell shock o S [de sickness, «enfermedad»] y [ese hombre] no llevará una wound stripe ni [recibirá] una pensión.

Sin embargo, muchas veces resultó difícil diferenciar los casos, dado que pocas veces se daba información acerca de si los accidentes sucedían cerca de una explosión de obús o no.8​ Este sistema fue considerado injusto e imposible de practicar, dado que solo se enviaban de regreso a Inglaterra a los casos más graves.​ A comienzos de la Segunda Guerra Mundial, el término shell shock fue prohibido en el Ejército británico, aunque la frase «síndrome posconmoción» se usó para describir respuestas traumáticas similares.

Tratamiento

Neurosis de guerra aguda

Al principio, a los afectados por neurosis de guerra se los evacuaba pronto del campo de batalla, en parte por miedo a su comportamiento impredecible. A medida que crecía en número el Ejército Británico y la mano de obra comenzó a escasear, el número de casos de neurosis de guerra se convirtió en un problema creciente para las autoridades militares. En la batalla del Somme, en 1916, el 40 % de las bajas fue por shell shock, lo que se convirtió en una epidemia psiquiátrica, insostenible militar o económicamente.​

Entre las consecuencias de esto se incluyen la creciente preferencia oficial de una interpretación psicológica para la neurosis de guerra, junto con un intento deliberado de evitar la medicalización de este trastorno. Si los hombres no estaban heridos, era más sencillo devolverlos al frente para que continuaran peleando. Otra de las consecuencias fue el tiempo y el esfuerzo que se invirtió para tratar los síntomas del shell shock.8​En la batalla de Passchendaele, en 1917, el Ejército Británico ya había desarrollado métodos para reducir la neurosis. A un hombre que sufriera de los síntomas se le otorgaba un descanso de unos días en su oficina médica local.6​ El coronel Rogers (RMO, Black Watch) escribió:

Deben enviar a sus casos de conmoción a descansar. Cuando reciban estos casos emocionales, a menos que sean muy graves, si hablan con los hombres y ellos los conocen y ustedes a ellos —y hay mucho más en que el hombre los conozca que en que ustedes conozcan al hombre— [...] pueden explicarle que no le ocurre nada malo, [le pueden] ofrecer un descanso en el puesto de auxilio si es necesario y un día o dos de sueño, vayan con él a la línea de combate y luego, visítenlo a menudo, siéntense con él y háblenle de la guerra y observen con su periscopio y muéstrenle al hombre que a ustedes él les interesa.​

Si los síntomas persistían después de unas semanas en una Casualty Clearing Station, que normalmente estaban lo suficientemente cerca del frente de batalla como para escuchar el fuego de la artillería, los pacientes eran trasladados a alguno de los cuatro centros psiquiátricos ubicados detrás de las líneas, llamados «Not Yet Diagnosed Nervous», donde quedaban a la espera de los análisis por parte de los médicos especialistas.

Aunque la batalla de Passchendaele generalmente es sinónimo de horror, los casos de neurosis de guerra fueron relativamente pocos. En total se reportaron 5346 casos de neurosis de guerra, es decir, el 1% de las fuerzas británicas. Menos del 75%, 3963 hombres regresaron al servicio activo sin pasar por tratamiento médico en un hospital. El número de casos de shell shock se redujo durante la batalla y la epidemia acabó. En 1917 el shell shock se prohibió como diagnóstico en el Ejército Británico y se censuró toda referencia a él, incluso en revistas académicas de Medicina.


Neurosis de guerra crónica

El tratamiento de la neurosis de guerra aguda variaba ampliamente según los síntomas, la opinión de los médicos y otros factores, como el rango y la clase del paciente. Había tantos oficiales y soldados que sufrían de este trastorno que diecinueve hospitales británicos estaban totalmente dedicados al tratamiento de estos casos. Diez años después de la guerra, 65 000 veteranos aún seguían en tratamiento por shell shock en Gran Bretaña. En Francia era posible visitar en 1960 a ancianos víctimas de neurosis de guerra que estaban hospitalizados.​

Causas físicas

Una investigación reciente de la Universidad Johns Hopkins descubrió que el tejido cerebral de veteranos de combate que se habían expuesto a artefactos explosivos improvisados exhibía un patrón de lesiones en las áreas responsables de la toma de decisiones, memoria y razonamiento. Esta evidencia ha llevado a los investigadores a concluir que la neurosis de guerra puede no solo ser un desorden psicológico, ya que los síntomas exhibidos por las víctimas de la Primera Guerra son muy similares a estas lesiones.



Cobardía


Algunos hombres que padecían de neurosis fueron llevados a juicio, y hasta en algunos casos ejecutados, por crímenes militares que incluían la deserción y la cobardía. Si bien se reconocía que el estrés de la guerra podía debilitar a los hombres, un episodio duradero solía verse como un síntoma de falta de carácter. Por ejemplo, en su testimonio a la Comisión Real posguerra que investigaba la neurosis, Lord Gort afirmó que esta era una debilidad y que no se encontraba en «buenas» unidades. La presión constante en evitar que fuera reconocida médicamente significaba que la neurosis no era una defensa admisible.



La ejecución de soldados en el Ejército Británico no fue algo habitual. A pesar de que hubo 240 000 cortes marciales y se dieron 3080 sentencias de muerte, en solo 346 casos se cumplió con ella.​ Un total de 266 soldados británicos fueron ejecutados por desertores, 18 por cobardía, 7 por abandonar su puesto sin permiso, 5 por desobediencia a una orden legítima y 2 por descartar armas. El 7 de noviembre de 2006, el gobierno del Reino Unido les dio a todos un perdón condicional póstumo.19​

En la sociedad y cultura

La neurosis de guerra tuvo un profundo impacto en la cultura británica y la memoria popular de la Primera Guerra Mundial. Durante la época, escritores de la guerra como los poetas Siegfried Sassoon y Wilfred Owen trataron la neurosis en sus obras.​ Sassoon y Owen pasaron tiempo en el hospital de guerra de Craiglockhart, donde se trataban víctimas de neurosis. La autora Pat Barker exploró las causas y efectos de la neurosis de guerra en su trilogía de Regeneración: Regeneración (1991), El ojo en la puerta (1993) y El camino fantasma (1995). Muchos de sus personajes se basaron en figuras históricas reales y en los escritos de poetas de guerra y el doctor William Rivers.​

En la obra de J. D. Salinger el shell shock es un tema relevante, sobre todo en los cuentos «Un día perfecto para el pez banana» y «Para Esmé, con amor y sordidez». En el primero, el protagonista es Seymour Glass, un veterano de guerra que sufre de shell shock y que por eso se suicida en la playa, de vacaciones con su esposa, muchos años después de que la Segunda Guerra Mundial hubiera terminado. Seymour pasa un par de años en el hospital, aparentemente recuperándose de este trastorno, pero existen indicios narrativos que permiten afirmar que su mentalidad era inestable y que no podía concentrarse, algo frecuente en los pacientes con neurosis de guerra.​ En el segundo cuento, se narra la historia del Sargento X, recientemente tratado por síntomas nerviosos, y su encuentro con Esmé, una niña huérfana. Cuando quiere enviarle una carta, la escribe de forma totalmente ininteligible porque sus facultades mentales no funcionan correctamente.​ Este cuento ha sido utilizado también como material didáctico dentro de la psiquiatría para estudiar el trauma con distancia y empatía.






jueves, 17 de mayo de 2018

Sanidad militar: Síndrome de la Guerra del Golfo



El Síndrome de la Guerra del Golfo. 

El síndrome de la Guerra del Golfo (SGG) es un término ampliamente utilizado para referirse a las enfermedades sin explicación que ocurren en los veteranos de la Guerra del Golfo. 

A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del SSG. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes: fatiga, dolor en el sistema musculoesquelético, problemas cognoscitivos, erupciones cutáneas y diarrea, entre otros. 

Los síntomas del SGG pueden parecerse a los de otras condiciones médicas y continúan representando un problema frustrante para los veteranos afectados y para sus médicos. A pesar de las exhaustivas investigaciones, la causa del síndrome permanece sin explicación. 

El impacto del síndrome de la Guerra del Golfo. 

De acuerdo al Instituto Americano de Medicina Laboral y del Medio Ambiente (American College of Occupational and Environmental Medicine), al menos el 12 por ciento de los veteranos de la Guerra del Golfo están actualmente recibiendo alguna forma de compensación por discapacidad debido al SGG. 

 
Entre las causas posibles se incluyen las siguientes: 

Armas químicas, especialmente el gas neurotóxico, o el bromuro de piridostigmina, que se dio como una medida preventiva a los soldados con probabilidad de estar expuestos a armas químicas. 

Factores psicológicos, tales como el desorden de estrés post-traumático. Los veteranos con el síndrome de la Guerra del Golfo tienen mayores índices de enfermedades psiquiátricas acompañantes. 

Otros agentes químicos, tales como el humo proveniente de los incendios de las refinerías de petróleo, pesticidas, uranio agotado o la exposición a disolventes o líquidos corrosivos durante los procesos de reparación y mantenimiento. 

Tratamiento del síndrome de la Guerra del Golfo. 

Aunque no existe tratamiento específico para el SGG, las investigaciones sugieren que una propuesta llamada terapia conductista-cognoscitiva puede ayudar a los pacientes con síndromes sin síntomas específicos a llevar vidas más productivas al controlar activamente sus síntomas. 

El Departamento de Asuntos de los Veteranos (Department of Veterans Affairs) está dirigiendo un estudio de dos años, científicamente controlado, para determinar la efectividad de la terapia conductista-cognoscitiva en los veteranos con estos síntomas. 

Fuente:www.terra.com/salud