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sábado, 20 de julio de 2024

Crisis del Beagle: Asalto blindado argentino por el norte a Santiago

Crisis del Beagle: Asalto blindado sobre Santiago

Por Esteban McLaren
FDRA


El 22 de diciembre de 1978, conocido como el Día D, se habrían iniciado de manera coordinada a lo largo de las fronteras con Chile diversas acciones militares dentro del marco de la operación Soberanía. Es muy difícil determinar con certeza cuál de todas las acciones planificadas hubiera iniciado propiamente la guerra, pero está claro que habría sido un asalto simultáneo en, al menos, cuatro frentes. El principal habría sido la batalla naval y el desembarco en el canal de Beagle, donde la Infantería de Marina de la Armada de la República Argentina (IMARA) intentaría desembarcar parte de sus tropas en las islas Lennox, Nueva (ya ocupada por tropas del Cuerpo de Infantería de Marina chileno, CIM) y Picton, mientras otras tropas buscarían ocupar el resto de las islas. El desembarco, por la disposición de recursos, sería una asalto vertical helitransportado. Este frente será objeto de análisis futuro. Sincronizadamente, habría un avance terrestre en el frente central partiendo desde Mendoza (con una posible segunda línea de avance desde el sur por el paso Puyehue, hoy Cardenal Samoré) con el objetivo final de llegar a la capital nacional, Santiago.

El propósito de este artículo es explorar un escenario de historia alternativa centrado únicamente en el frente de ataque de la ruta Mendoza-Santiago. La guerra nunca ocurrió, pero ¿cómo habría sido si Argentina no hubiera aceptado la mediación papal? Ese será nuestro punto de divergencia con la historia real. Apelemos a la racionalidad y la prospectiva en un ejercicio que siempre será incompleto y cuyo resultado final pertenece a otro espacio-tiempo.

En el conflicto del canal de Beagle de 1978 entre Argentina y Chile, se consideró un ataque directo desde Mendoza hacia la capital chilena, Santiago. Esta decisión táctica y estratégica se justificaba desde varias perspectivas. Primero, el foco principal del conflicto estaba en la región austral, lo que significaba que un ataque desde Mendoza podría servir como una maniobra de distracción para dividir las fuerzas chilenas, debilitando así su capacidad de defensa en el sur.

El acceso directo a Santiago desde Mendoza era otra razón clave. Santiago, siendo el centro neurálgico de Chile tanto política como militarmente, representaba un objetivo crucial. Tomar la capital podría forzar una rápida capitulación chilena debido al impacto estratégico y psicológico que ello conllevaría. Las rutas de acceso a través de los Andes, especialmente el Paso de los Libertadores, conectaban directamente Mendoza con la región metropolitana de Santiago, facilitaban un avance argentino hacia la capital.

Además, Mendoza contaba con importantes recursos logísticos, lo que la convertía en una base de operaciones ideal para un asalto sostenido hacia Santiago. Obviamente "detrás" de Mendoza se hallaba todo el complejo industrial militar asentado en Córdoba, Rosario y Gran Buenos Aires, con fábricas de armas y municiones, aviones ligeros y astilleros así como todo el complejo agro-alimentario nacional. Desde el punto de vista argentino, la estrategia implicaba preparativos logísticos y de inteligencia detallados sobre las defensas chilenas a lo largo del Paso de los Libertadores. Establecer líneas de suministro robustas desde Mendoza era esencial para asegurar un flujo continuo de recursos.

La táctica argentina se centraría en un ataque rápido y coordinado, utilizando tropas de infantería mecanizada y apoyo aéreo para penetrar rápidamente las defensas fronterizas y avanzar hacia Santiago. Se desplegarían las unidades mejor entrenadas para maximizar la eficiencia del ataque y mantener la moral de las tropas alta mediante una comunicación efectiva de los objetivos. Además, se planearían operaciones de distracción en otras partes de la frontera para confundir y dispersar a las fuerzas chilenas.

Por otro lado, una estrategia de defensa de la capital implicaría fortificar el Paso de los Libertadores con artillería y tropas bien posicionadas, utilizando la geografía montañosa a favor para establecer posiciones defensivas estratégicas. Mantener una vigilancia constante y activa en la frontera sería crucial para detectar movimientos argentinos y anticipar sus planes. El anecdotario trasandino comenta de tropas desplegadas en los picos cordilleranos para avisar del traspaso de vuelos argentinos como una suerte de observadores adelantados.



La más básica doctrina hacia 1978 indicaba que la defensa chilena se organizaría en profundidad, estableciendo varias líneas de defensa escalonadas para retrasar y desgastar a las fuerzas argentinas, mientras se utilizarían fuerzas de reserva para contragolpes y ataques de flanco. Preparar a la población civil de Santiago para la defensa, construyendo barricadas y organizando milicias, sería esencial para mantener la moral alta. Además, se coordinaría la defensa aérea y de artillería para realizar ataques preventivos sobre las columnas argentinas y responder rápidamente a sus movimientos.

Las fuerzas especiales chilenas, en un número muy pequeño para esas fechas, jugarían un papel importante, implementando operaciones de sabotaje detrás de las líneas enemigas para interrumpir suministros y comunicaciones, y llevando a cabo ataques precisos contra líderes y centros de comando enemigos. Veamos con más detalles estas acciones que nunca ocurrieron aunque bien cerca se estuvo.

Orden de Batalla Regional (ORBAT) en 1978

Argentina

Ejército:

  • IV Cuerpo de Ejército en Mendoza:
    • 8va Brigada de Infantería de Montaña: Unidades de infantería de montaña entrenadas para combate en terreno montañoso.
    • 2da Brigada Blindada: Unidades blindadas con tanques y vehículos de combate.
    • IV Brigada Aérea: Apoyo aéreo cercano y transporte.
    • VIII Brigada de Infantería de Montaña: Especializada en combate en terreno montañoso, equipada con artillería ligera y morteros.
    • Regimiento de Caballería Blindada 11 "Cazadores de Los Andes": Con tanques AMX-13 y vehículos de transporte blindados.
    • Regimiento de Infantería 16: Con infantería mecanizada lista para un asalto frontal.

Fuerza Aérea:

  • IV Brigada Aérea (El Plumerillo, Mendoza): Aviones de ataque como el A-4 Skyhawk, Mirage III, y aviones de transporte para logística y apoyo aéreo cercano.


Chile

Ejército:

  • III División del Ejército en Valparaíso:
    • 1ra Brigada Acorazada “Coraceros”: Unidades blindadas con tanques y vehículos de combate.
    • 2da Brigada de Infantería: Unidades de infantería regular.
    • Brigada de Operaciones Especiales “Lautaro”: Fuerzas especiales y de montaña entrenadas para operaciones en terreno accidentado.
    • Regimiento de Infantería N°1 "Buin": Ubicado en la región del Aconcagua, equipado con artillería ligera y mediana.
    • Regimiento de Caballería Blindada N°1 "Granaderos": Operando en el valle con tanques ligeros y vehículos de reconocimiento.
    • Baterías de Artillería: Posicionadas en puntos estratégicos para cobertura de fuego.
    • Fuerzas menores de Carabineros

Fuerza Aérea:

  • V Brigada Aérea (Base Aérea Cerro Moreno, Antofagasta, altamente improbable por la distancia) y II Brigada Aérea (Santiago): Aviones de combate como el F-5E Tiger II y cazas Hawker Hunter, además de aviones de transporte y apoyo.
  • Brigada de Aviación del Ejército: Proporcionando apoyo aéreo con helicópteros UH-1 y aviones ligeros de reconocimiento.


Rol de las Fuerzas Aéreas

Argentina:

  • La Fuerza Aérea Argentina intentaría mantener la superioridad aérea sobre el Paso Los Libertadores y sus alrededores para proteger el avance de las tropas terrestres y proporcionar apoyo aéreo cercano.
  • Aviones de ataque como el A-4 Skyhawk y Mirage III realizarían misiones de interdicción y bombardeo contra posiciones chilenas. Sin dudas el primer blanco sería la base aérea en Santiago en un estilo de ABA (Airbase Attack) que imposibilite el poder aéreo chileno para el resto de las operaciones.

Chile:

  • La Fuerza Aérea de Chile defendería su espacio aéreo agresivamente, utilizando aviones F-5E Tiger II y Hawker Hunter para interceptar y atacar aviones argentinos. Probablemente ejemplares más antiguos en condiciones de vuelo sería puestos en línea de combate de nuevo.
  • Las unidades aéreas chilenas también atacarían columnas terrestres argentinas y sus líneas de suministro para ralentizar el avance.


En términos de poder aéreo, ambas bases aéreas se encontraban en relativa paridad de poder y calidad de los aviones aunque la información reciente nos presenta a los F-5 Tiger II con baja operatividad debido al embargo norteamericano que ya llevaba años. El tema de guerra aérea sobre la cordillera por las maniobras muy repentinas de aceleración por las trepadas y profundos picados implicados merece un análisis aparte.

Defensa del Valle del Aconcagua

Contexto y Situación:

En diciembre de 1978, en el marco del conflicto del Beagle entre Argentina y Chile, la tensión estaba en su punto álgido. Las fuerzas argentinas, concentradas en Mendoza, estaban listas para un potencial asalto blindado a través de los Andes, apuntando hacia el valle del Aconcagua, al norte de Santiago de Chile. El objetivo era romper las defensas chilenas y avanzar hacia la capital. En este escenario montañoso y estratégico, ambos ejércitos desplegaron sus fuerzas y prepararon tácticas de defensa en profundidad.



Estrategia y Tácticas Chilenas de Defensa en Profundidad:

Conociendo las capacidades del enemigo y la geografía del terreno, las fuerzas chilenas implementaron una defensa en profundidad para proteger el valle del Aconcagua:

1. Reconocimiento y Vigilancia:

Desde tempranas horas de la mañana, equipos de reconocimiento chilenos patrullaban las alturas, observando cualquier movimiento en los pasos de montaña. Utilizando binoculares y radios, estos soldados vigilaban constantemente los senderos que descendían desde Mendoza, atentos a cualquier señal de actividad enemiga.

  • Patrullas de Reconocimiento: Equipos de reconocimiento fueron desplegados en puntos elevados para vigilar los movimientos argentinos a través de los pasos de montaña.
  • Puestos de Observación: Establecieron puestos de observación a lo largo de las rutas posibles de avance, utilizando comunicación por radio para reportar movimientos enemigos.

2. Fortificaciones y Puntos de Resistencia:

A lo largo del valle, los ingenieros militares habían trabajado sin descanso, aprovechando las formaciones rocosas naturales para construir bunkers y trincheras. En puntos estratégicos, se habían colocado nidos de ametralladoras, listos para repeler cualquier intento de avance. Los soldados del Regimiento de Infantería N°1 "Buin" se apostaron en estas posiciones, preparados para ofrecer una resistencia feroz.

  • Fortificaciones Naturales: Aprovecharon las formaciones rocosas y acantilados naturales para construir defensas y trincheras.
  • Bunkers y Nidos de Ametralladoras: Construyeron bunkers y posiciones fortificadas en puntos clave del valle para maximizar la resistencia y retrasar el avance enemigo.

3. Maniobra y Movilidad:

En áreas accesibles, la caballería blindada del Regimiento de Caballería Blindada N°1 "Granaderos" mantenía sus tanques ligeros y vehículos de reconocimiento en constante alerta, listos para moverse rápidamente y reforzar cualquier punto que fuese atacado. Las unidades de reserva se mantenían móviles, listas para intervenir donde se las necesitase.

  • Unidades de Reserva: Mantuvieron unidades de reserva móvil en las zonas más accesibles del valle para reforzar rápidamente cualquier punto que fuese atacado.
  • Despliegue de Caballería Blindada: La caballería blindada se posicionó en áreas donde podían realizar contraataques rápidos y flanquear a las fuerzas argentinas.

4. Uso de Artillería:

En colinas elevadas, las baterías de artillería estaban bien camufladas. Los artilleros mantenían sus ojos fijos en las posiciones de los observadores avanzados, esperando las coordenadas para iniciar un bombardeo preciso. La coordinación con la infantería era vital para maximizar el impacto de los bombardeos y detener el avance enemigo.

  • Bombardeo Preventivo: Utilizaron artillería para realizar bombardeos preventivos en las rutas de acceso conocidas, dificultando el avance argentino.
  • Coordinación con Infantería: La artillería estaba estrechamente coordinada con las unidades de infantería para proporcionar fuego de cobertura durante los enfrentamientos.

5. Obstáculos y Trampas:

Los ingenieros militares habían sembrado minas en los senderos más probables y preparado deslizamientos de tierra controlados para crear obstáculos adicionales. Cualquier avance argentino encontraría un terreno hostil y lleno de trampas mortales.

  • Minado de Senderos: Colocaron minas y trampas en los senderos y rutas de acceso más probables para retrasar y desorganizar a las tropas blindadas argentinas.
  • Obstáculos Naturales: Utilizaron el terreno para crear obstáculos adicionales, como la voladura de puentes y la creación de deslizamientos de tierra.

Tácticas argentinas para desarmar la defensa en profundidad chilena:

Las fuerzas argentinas, conscientes de la defensa chilena, planificaron su ataque con una combinación de tácticas de reconocimiento, maniobra y poder de fuego.

1. Reconocimiento y Inteligencia:

Patrullas de reconocimiento argentinas, incluyendo exploradores de la VIII Brigada de Infantería de Montaña, se infiltraron en el terreno hostil, identificando puntos débiles y rutas menos defendidas. Utilizando métodos tradicionales de inteligencia, como el interrogatorio de prisioneros y la interceptación de comunicaciones, reunieron información crítica.

  • Patrullas de Reconocimiento: Enviaron patrullas de reconocimiento y exploradores para identificar las posiciones defensivas chilenas y encontrar rutas menos defendidas.
  • Interrogatorio de Prisioneros: Recopilaron inteligencia a través del interrogatorio de prisioneros y la interceptación de comunicaciones.

2. Ataques de Flanqueo y Maniobras:

Al amanecer, las fuerzas especiales argentinas, expertos en combate en terreno montañoso, comenzaron a moverse a través de pasos ocultos, flanqueando las posiciones chilenas. Mientras tanto, las unidades mecanizadas del Regimiento de Caballería Blindada 11 "Cazadores de Los Andes" se preparaban para avanzar rápidamente por rutas identificadas como menos defendidas.

  • Rutas Alternativas: Utilizaron rutas menos defendidas y pasos de montaña ocultos para flanquear las posiciones chilenas.
  • Fuerzas Especiales: Desplegaron fuerzas especiales para realizar incursiones detrás de las líneas enemigas, saboteando sus posiciones y líneas de suministro.

3. Coordinación de Ataques:

A medida que los exploradores confirmaban las posiciones chilenas, la artillería argentina comenzó a bombardear los puntos fortificados. El estruendo de los cañones rompió el silencio del valle, mientras las tropas de infantería se preparaban para avanzar. Los ataques se coordinaron desde múltiples direcciones, buscando abrumar y desorganizar la defensa chilena.

  • Ataques Coordinados: Realizaron ataques coordinados desde múltiples direcciones para abrumar y desorganizar la defensa chilena.
  • Uso de Morteros y Artillería: Emplearon morteros y artillería para bombardear las posiciones fortificadas chilenas antes de avanzar con la infantería.

4. Movilidad Rápida:

Utilizando vehículos ligeros y su conocimiento del terreno, la infantería de montaña argentina avanzó a través del terreno difícil, buscando superar las defensas naturales y artificiales. La rapidez y flexibilidad de estas unidades eran clave para mantener el impulso del ataque.

  • Unidades Mecanizadas: Las unidades mecanizadas se movieron rápidamente a través del terreno difícil, utilizando vehículos ligeros y adaptados al terreno montañoso.
  • Infantería de Montaña: La infantería de montaña avanzó utilizando su conocimiento del terreno para superar las defensas naturales y artificiales.

5. Apoyo Aéreo:

A lo lejos, aviones de ataque ligero A-4 de la Fuerza Aérea Argentina rugieron por el cielo, lanzando bombardeos precisos sobre las posiciones chilenas. Estos ataques aéreos proporcionaron cobertura adicional y desestabilizaron aún más las defensas enemigas.

  • Ataques Aéreos Tácticos: Utilizaron aviones de ataque ligero para bombardear posiciones defensivas y proporcionar apoyo cercano a las tropas en avance.
  • Reconocimiento Aéreo: Los aviones de reconocimiento ayudaron a identificar las posiciones enemigas y ajustar el fuego de artillería.

En diciembre de 1978, la batalla por el valle del Aconcagua entre Argentina y Chile habría sido un enfrentamiento feroz y complicado, donde la defensa en profundidad chilena y las tácticas de asalto argentinas se pondrían a prueba en uno de los terrenos más difíciles del mundo. La combinación de tácticas adaptadas al terreno, reconocimiento efectivo y maniobras inteligentes habría sido clave para determinar el resultado de este potencial conflicto.


Conducta de las Tropas Argentinas

Podemos inferir la conducta en combate de las tropas argentinas a partir de su participación en la guerra de las Malvinas, cuatro años después. Las tropas chilenas, por su parte, no habían enfrentado a un enemigo extranjero en un siglo antes del conflicto, y la única escaramuza previa fue en 1965 entre gendarmes y carabineros en Lago del Desierto. Este incidente no demostró una disposición a morir en combate, ya que se rindieron rápidamente, a pesar de haber estado afianzados en el terreno durante semanas, sin aprovechar esa ventaja. Basándonos en la experiencia de las Malvinas:

  • Moral y Motivación: Las tropas argentinas podrían mostrar alta moral y motivación al tener suministro constante y el objetivo de defender el honor nacional, similar a su comportamiento en Malvinas.
  • Tácticas: Las tácticas de ataque frontal vistas en Malvinas podrían repetirse, pero con la diferencia de tener una línea de suministro terrestre constante y apoyo logístico, mejorando su efectividad en el campo.
  • Desempeño: Es probable que muestren mejor coordinación y efectividad operativa debido a la presencia de líneas de suministro y soporte constante, a diferencia del aislamiento en Malvinas. Ahora la provisión estaría más asegurada con los depósito en Mendoza y el interior del país. Asimismo, al igual que en Malvinas, la mayoría de las tropas se rindieron sólo tras agotar munición.


Escenarios probables en el choque de fuerzas

Rutas de Ataque

El ataque desde Mendoza hacia Santiago podría seguir las siguientes rutas principales:

  1. Ruta Nacional 7 (Paso Internacional Los Libertadores):

    • Esta es la principal vía terrestre que conecta Mendoza con Santiago, cruzando la Cordillera de los Andes por el Paso Los Libertadores. Es la ruta más directa pero también la más predecible y, por lo tanto, fortificada.
  2. Ruta Nacional 40 hacia el sur y luego cruzando por el Paso Pehuenche:

    • Una ruta alternativa menos directa pero que podría ofrecer menos resistencia inicial debido a su menor uso comercial y turístico en comparación con Los Libertadores.

 

1. Estancamiento 

Zona de Estancamiento Probable

Valle del Aconcagua:

  • Este valle es un punto crítico antes de llegar a Santiago y sería el lugar donde las fuerzas chilenas probablemente establecerían una línea defensiva fuerte debido a la geografía que permite defensas naturales y al control de las rutas de acceso a la capital.
 

Análisis de un potencial estancamiento en el Valle del Aconcagua

1. Identificación de la Ruta de Ataque

  • Punto de Partida: Las tropas argentinas saldrían desde Mendoza, una ciudad importante con infraestructura militar adecuada para movilizar una ofensiva de gran escala.
  • Ruta de Abastecimiento:
    • Mendoza: Principal centro de logística y abastecimiento.
    • Los Andes: Cruce fronterizo clave. Aquí se acumularían suministros antes de cruzar hacia Chile.
    • Valle del Aconcagua: Primer punto estratégico en territorio chileno donde se establecerían depósitos avanzados para mantener el flujo de suministros.

2. Defensa Chilena en el Valle del Aconcagua

El alto mando chileno al considerar la defensa del Valle del Aconcagua en 1978 se centraría en utilizar el terreno montañoso a favor y establecer una defensa en profundidad. Los recursos disponibles incluirían minas antitanque, artillería, y posiciones de infantería bien fortificadas.

Zonas de Defensa Clave:

  • Mina San José/Las Cuevas: Zona adecuada para la colocación de minas antitanque debido a su terreno angosto y rocoso, dificultando el avance de vehículos blindados (linea Amarilla, debajo).
  • Los Andes: Ubicación ideal para artillería debido a su elevación y vista sobre las rutas de avance. Aquí se podrían emplazar piezas de artillería pesada para atacar formaciones argentinas en movimiento (linea Roja, debajo).
  • Calle Larga: Trincheras y posiciones defensivas de infantería, proporcionando una línea defensiva inicial y conteniendo el avance enemigo lo suficiente para permitir ataques de artillería y preparativos adicionales en retaguardia (linea Roja, debajo).
  • San Felipe: Posición secundaria para artillería y reservas, listo para reforzar las líneas frontales o cubrir la retirada en caso de necesidad (linea Roja, debajo).

 

Mapa Estratégico:

  1. Minas Antitanque: Instaladas en Mina San José y puntos críticos a lo largo del valle.
  2. Artillería: Emplazada en Los Andes y San Felipe.
  3. Trincheras y Fortificaciones: Establecidas en Calle Larga y otros puntos elevados del valle.
  4. Emboscadas y guerrilla: La zona rural, si bien el valle es relativamente ancho y llano, permitiría operaciones de desgaste por parte de tropas y civiles.

El valle del Aconcagua se convertiría en un campo de batalla donde la estrategia y la adaptabilidad de ambas fuerzas se pondrían a prueba. Los soldados chilenos, atrincherados y bien preparados, se enfrentaron con determinación a cada avance argentino. Las minas y trampas ralentizaban el avance, y el fuego de artillería chileno causarían bajas significativas.

Sin embargo, los ataques coordinados y la movilidad argentina podrían romper las líneas defensivas. Los flanqueos y las incursiones detrás de las líneas chilenas desorganizarían a las fuerzas defensoras, obligándolas a retroceder y reagruparse constantemente. La presión sería implacable.





Configurada esta situación, debe remarcarse que éste podría ser el objetivo final de esta fase de ataque. El asalto a Santiago puede caber perfectamente en el concepto de ataque distracción: el asalto a la capital obligaría al Alto Mando chileno a desviar las mejores fuerzas para defensa de la capital. Regimientos, helicópteros, artillería y blindados, los mejores cazas disponibles, se distraerían del frente Sur donde fuerzas militares estarían implicadas en un asalto blindado a Punta Arenas y una operación de desembarco en las islas Picton, Nueva y Lennox. Es decir, esta fase de estancamiento del frente podría ser un objetivo en sí mismo y tendría perfecta lógica. Ahora veremos por qué, avanzar hacia la capital, hubiese sido a todas luces un evento enormemente costoso para atacantes y defensores.

Estrategia Argentina para Romper la Defensa Chilena

Para un general argentino, la clave para superar las defensas chilenas en el Valle del Aconcagua residiría en la combinación de maniobras tácticas y apoyo aéreo.

Acciones probables:

  • Ataques de Artillería y Aérea Preliminares: Bombardeo intensivo de posiciones defensivas en Los Andes y Calle Larga para desestabilizar y debilitar las líneas chilenas.
  • Infiltración y Sabotaje: Unidades de operaciones especiales podrían infiltrarse para desactivar minas antitanque y sabotear posiciones de artillería chilenas antes del avance principal.
  • Ataques de Pinza: Coordinación de ataques en múltiples frentes para diluir las defensas chilenas. Un ataque principal desde el norte del valle y un segundo avance desde el sur para rodear y desbordar las líneas enemigas.
  • Despliegue de Tropas Motorizadas: Aprovechar el terreno abierto tras el valle para un avance rápido hacia Santiago, minimizando el tiempo de respuesta y reagrupamiento de las fuerzas chilenas.


Resumen de esta fase

Defensa Chilena:

  • Minas antitanque en puntos críticos.
  • Artillería en posiciones elevadas.
  • Trincheras en rutas de acceso principales.

Estrategia de Rompimiento Argentina:

  • Bombardeos intensivos iniciales.
  • Infiltración y sabotaje.
  • Ataques coordinados en pinza.
  • Avance rápido de tropas motorizadas.

Esta combinación de tácticas y la adecuada utilización de los recursos disponibles podrían determinar el éxito de la operación argentina y la efectiva defensa chilena durante la crisis del Beagle de 1978.


2. Rompimiento del Frente por Parte de Argentina

Si las fuerzas argentinas lograran romper el frente chileno en el Valle del Aconcagua, avanzarían hacia Santiago tomando las siguientes rutas:

  1. Ruta 5 Norte (Autopista Panamericana):

    • Esta sería la principal vía de entrada a Santiago desde el norte, ofreciendo un acceso directo a la ciudad. Al ser una ruta principal, sería altamente defendida.
  2. Ruta 57 (Los Andes - Santiago):

    • Una alternativa más directa desde Los Andes a Santiago. Esta ruta sería utilizada para aprovechar el impulso de una ruptura rápida y avanzar hacia el corazón de la ciudad.


2.1 Focos de Resistencia Más Duros en Santiago

Dentro de Santiago, los focos de resistencia más duros probablemente serían:

  1. Centro Histórico de Santiago:

    • Concentra muchos edificios gubernamentales y estratégicos, incluyendo La Moneda, el Palacio Presidencial. Este área sería fuertemente defendida por tropas chilenas (Plaza de Armas de Santiago). Ruta 1 debajo, en rojo.
  2. Barrio Independencia y Recoleta:

    • Estas zonas, al norte del centro, serían claves para controlar las rutas de acceso desde el norte y noreste de la ciudad. Ruta 1 debajo, en rojo y amarillo.
  3. Sector Militar de la Escuela Militar Bernardo O'Higgins:

    • Al este de la ciudad, esta área incluye instalaciones militares y de entrenamiento, ofreciendo una base sólida para la defensa. Ruta 2 debajo, línea roja.
  4. Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez:

    • Controlar el aeropuerto sería crucial para cualquier operación militar, tanto para asegurar líneas de suministro como para impedir refuerzos aéreos. Ruta 3 debajo, línea roja.

1. Avance hacia el centro y núcleos de resistencia

2. Desvío a Escuela Militar

3. Desvío a Aeropuerto


Opciones de conducción de las operaciones

Un comando de operaciones arriesgado y agresivo podría tomar las siguientes decisiones:

  • Ataque Rápido al Centro Histórico:
    • Ordenar un avance directo y rápido hacia el centro de Santiago para capturar La Moneda y otros edificios gubernamentales clave, buscando desmoralizar a las fuerzas chilenas y generar un colapso rápido de la resistencia organizada.
    • Ventaja: Potencial para una victoria rápida y decisiva.
    • Riesgo: Alta probabilidad de encontrarse con defensas concentradas y bien organizadas, lo que podría resultar en grandes bajas y una posible contraofensiva.

 

Una aproximación más racional y meditada podría optar por:

  • Asegurar Perímetros y Flancos:
    • Avanzar de manera más cautelosa, asegurando las áreas periféricas y consolidando las líneas de suministro antes de avanzar hacia el centro de Santiago.
    • Priorizar Objetivos Estratégicos:
      • Tomar control del aeropuerto y rutas principales para asegurar el flujo de suministros y refuerzos.
      • Llevar a cabo operaciones para debilitar la moral chilena y desorganizar su mando y control mediante ataques a objetivos clave pero menos defendidos inicialmente.
    • Ventaja: Reducción de riesgos y posibilidad de avanzar de manera sostenida y organizada.
    • Riesgo: Mayor tiempo de campaña, lo que podría permitir a las fuerzas chilenas reorganizarse y recibir refuerzos.


Consideraciones Estratégicas

  • Fuerza Aérea: Ambos generales necesitarían asegurar la superioridad aérea para proteger sus tropas y líneas de suministro, utilizando ataques aéreos para debilitar las defensas chilenas.
  • Tropas de Montaña: Serían esenciales para asegurar los flancos y proporcionar inteligencia sobre las defensas chilenas, así como para realizar operaciones de infiltración y sabotaje detrás de las líneas enemigas.
  • Logística: Mantener líneas de suministro abiertas y seguras sería crucial para sostener el avance argentino, especialmente en un terreno montañoso y urbano como Santiago.

 

Conclusión

La elección de un ataque desde Mendoza hacia Santiago se justificaría por el impacto potencial de capturar la capital chilena y desviar las defensas enemigas. Como general argentino, se priorizaría un ataque coordinado y rápido, aprovechando la sorpresa y el apoyo logístico. Mientras tanto, un comandante chileno centraría la defensa en fortificar las rutas de acceso, utilizar la geografía a su favor, y mantener la moral y preparación de sus fuerzas y población civil. En definitiva, abocarse a una defensa en profundidad.


Un ataque argentino desde Mendoza hacia Santiago durante la crisis del Beagle habría sido un conflicto complejo y multifacético. La geografía, la preparación de las tropas y el apoyo aéreo habrían jugado roles críticos en el desarrollo del conflicto. El Valle del Aconcagua probablemente habría sido el punto de estancamiento, con ambos lados utilizando sus fuerzas aéreas y tropas de montaña para intentar ganar la ventaja en este terreno desafiante. Si era vencido esta obstáculo, las rutas de ataque a Santiago son evaluadas. La lucha hubiese sido cara en términos de bajas para ambos bandos, tanto militares (ambos) como civiles (chilenos). El daño a la infraestructura chilena sería bajo cualquier parámetro una pesada carga para su economía y normal desarrollo futuro.

La estrategia adoptada por el liderazgo argentino en un avance hacia Santiago dependería del balance entre la agresividad y la prudencia. Un avance rápido y decisivo podría ganar terreno rápidamente pero con mayores riesgos, mientras que un enfoque más metódico y racional podría asegurar una victoria más sostenida aunque más lenta. Las fuerzas aéreas y las tropas de montaña jugarían roles cruciales en ambos enfoques, garantizando el apoyo y la seguridad del avance terrestre. 

 

Continuará...


jueves, 18 de abril de 2024

SGM: Norwind sobre Alsacia

Campaña de Alsacia (noviembre de 1944-enero de 1945)

Weapons and Warfare


 





Campaña aliada para capturar Alsacia de las fuerzas alemanas. Formidables barreras al este y al oeste protegían las llanuras de Alsacia de la invasión; al este estaba el río Rin y al oeste las montañas de los Vosgos. Las dos brechas principales en los Vosgos fueron Belfort Gap y Saverne Gap, y la primera desafió la captura por parte del ejército alemán tanto en 1870 como en 1914. La elogiada Wehrmacht hizo lo que los ejércitos alemanes anteriores no lograron cuando el Grupo Panzer Guderian penetró en Belfort Gap. en la campaña francesa de 1940. Las fuerzas alemanas ocuparon Alsacia hasta la campaña aliada del invierno de 1944-1945.

La Campaña de Alsacia fue una campaña conjunta estadounidense-francesa para capturar Alsacia y llegar al río Rin. El teniente general Jacob Devers, comandante del 6º Grupo de Ejércitos Aliados, ejerció el control general de la campaña. Sus fuerzas consistían en el Séptimo Ejército de los EE. UU. al mando del teniente general Alexander Patch y el Primer Ejército francés al mando del general Jean de Lattre de Tassigny. El VI y XV Cuerpos componían el Séptimo Ejército, y el Primer Ejército Francés estaba formado por el I y II Cuerpo. En oposición estaba el Diecinueve Ejército alemán al mando del General der Infanterie (teniente general equivalente a EE. UU.) Freidrich Wiese. Su ejército constaba de ocho divisiones de infantería, seis de las cuales serían casi destruidas en la campaña. La unidad más fiable de Wiese era la 11ª División Panzer (conocida como la División Fantasma por su lucha en el Frente Oriental contra la Unión Soviética).

Sin embargo, el control final de las fuerzas alemanas estaba en manos del Comandante General der Panzertruppen del Grupo de Ejércitos G (teniente general equivalente a EE. UU.) Hermann Balck. El Cuartel General Supremo, Fuerzas Expedicionarias Aliadas (SHAEF) tenía pocas expectativas para la campaña en Alsacia; su atención se centró más claramente en las batallas del norte que involucraban a los Grupos de Ejércitos 12 y 21. El general Devers debía despejar a los alemanes de su frente y asegurar los cruces sobre el río Rin. En la zona del 6.º Grupo de Ejércitos, el XV Cuerpo del General Patch, comandado por el Mayor General Wade Haislip, ocupaba el flanco izquierdo, o norte, y estaba conectado con el Tercer Ejército del 12.º Grupo de Ejércitos del Teniente General George S. Patton. El siguiente en la línea fue el VI Cuerpo bajo el mando del mayor general Edward Brooks, quien asumió el cargo cuando se reasignó al teniente general Lucian Truscott. Sosteniendo el flanco sur estaba el Primer Ejército Francés; este fue también el flanco sur de toda la línea aliada.

La campaña en Alsacia debía comenzar en coordinación con los combates en el norte. El XV Cuerpo debía saltar el 13 de noviembre de 1944 y capturar Sarrebourg y Saverne Gap, luego explotar sus ganancias hacia el este y al mismo tiempo proteger el flanco de Patton. (La ofensiva de Patton comenzó el 8 de noviembre). El VI Cuerpo estaba programado para comenzar su campaña dos días después de que comenzara el XV Cuerpo, o el 15 de noviembre. Atacaría en dirección noreste, irrumpiría en las llanuras de Alsacia, capturaría Estrasburgo y aseguraría la orilla occidental del Rin. Más al sur, el Primer Ejército Francés debía comenzar sus operaciones el 13 de noviembre. El I y II Cuerpo forzarían la Brecha de Belfort, capturarían la ciudad de Belfort y explotarían su éxito. Hubo amplias oportunidades para un éxito espectacular.

El XV Cuerpo atacó en una tormenta de nieve el 13 de noviembre con las 79.ª y 44.ª Divisiones y la 2.ª División Blindada francesa. La 79.ª División capturó Sarrebourg el 21 de noviembre y avanzó tan rápido que el general Patch ordenó al XV Cuerpo que capturara Estrasburgo si podía llegar antes que el VI Cuerpo. El 23 de noviembre, elementos de la 2ª División Acorazada francesa liberaron Estrasburgo, capital de Alsacia. El VI Cuerpo comenzó su ataque el 15 de noviembre con las Divisiones 3, 36, 100 y 103 y logró un éxito similar. Cruzando el río Meurthe, la 100.a División penetró la "Línea de Invierno" alemana el 19 de noviembre, una posición que se derrumbó rápidamente. El ataque en el sector del Primer Ejército Francés comenzó el 13 de noviembre. Las tropas francesas atravesaron con éxito la brecha de Belfort y elementos de la 1.ª División Blindada del I Cuerpo llegaron al Rin el 19 de noviembre.

En medio de este éxito en la zona del 6º Grupo de Ejércitos, los generales Dwight D. Eisenhower y Omar N. Bradley se reunieron con Devers y Patch el 24 de noviembre. El resultado fue una orden para que el Séptimo Ejército girara hacia el norte y atacara el Muro Oeste (la serie de fortificaciones que protegen la frontera occidental de Alemania) junto con el Tercer Ejército de Patton. Los Cuerpos XV y VI, menos dos divisiones, se dirigieron posteriormente hacia el norte, mientras que el Primer Ejército Francés y las Divisiones 3 y 36 centraron su atención en las tropas alemanas alrededor de la ciudad de Colmar.

El ataque hacia el norte comenzó el 5 de diciembre, con el XV Cuerpo a la izquierda y el VI Cuerpo a la derecha. Después de 10 días de intensos combates, elementos del VI Cuerpo entraron en Alemania el 15 de diciembre. El esfuerzo de la 100.a División alrededor de la ciudad francesa Bitche fue tan feroz que se le dio el apodo de "Hijos de Bitche". La ofensiva del Séptimo Ejército se detuvo el 20 de diciembre para permitirle cooperar con la defensa aliada en las Ardenas.

Las tropas alemanas en el frente del 6º Grupo de Ejércitos planearon una ofensiva para fines de diciembre de 1944, conocida como Operación NORDWIND. Justo antes de la medianoche de la víspera de Año Nuevo, comenzó el ataque. Durante gran parte de enero de 1945, el ataque obligó a las tropas aliadas a ceder terreno. Eisenhower incluso jugó con la idea de abandonar Estrasburgo, pero el general Charles de Gaulle se opuso con vehemencia a tal plan. Se controló la ciudad y, el 25 de enero, la ofensiva alemana se agotó y las fuerzas alemanas se retiraron.

Batalla por Colmar Pocket (20 de enero a 9 de febrero de 1945)

El bolsillo de Colmar era la cabeza de puente alemana al oeste del río Rin y al sur de la ciudad de Estrasburgo, en manos del Diecinueve Ejército del Coronel General Friedrich Wiese de ocho divisiones (unos 50.000 hombres). El 7 de enero de 1945, los alemanes lanzaron un gran ataque desde el bolsillo de Colmar, ganando muy poco terreno. Pero los Aliados querían eliminar el bolsillo, y la tarea fue asignada al Primer Ejército Francés del 6º Grupo de Ejércitos del General Jean de Lattre de Tassigny.

El 20 de enero, las tropas de De Lattre atacaron el bolsillo de Colmar. El I Cuerpo francés partió atacando el flanco sur. En la noche del 22 al 23 de enero, el II Cuerpo asaltó el flanco norte. El objetivo era envolver el bolsillo convergiendo en Neuf-Brisach y el Puente del Rin en Breisach. La nieve profunda junto con las minas alemanas, las ametralladoras, los tanques y la artillería impidieron que los ataques ganaran mucho terreno.

La 3.ª División de Infantería de EE. UU., que estaba unida a los franceses, luego cruzó los ríos Fecht e Ill. Los alemanes contraatacaron, pero el tercero los detuvo y reforzó su cabeza de puente. La grave escasez de tropas francesas llevó a la eventual incorporación a la operación de todo el XXI Cuerpo de EE. UU., Compuesto por las Divisiones de Infantería 3, 28 y 75. El Mayor General Frank Milburn comandaba el XXI Cuerpo.

El XXI Cuerpo de Milburn se hizo cargo de la derecha de la zona del II Cuerpo francés y el esfuerzo principal para envolver el bolsillo de Colmar desde el norte. El II Cuerpo custodiaba su izquierda, despejando esa zona hacia el Rin.

El ataque continuó. La 28.ª División llegó a Colmar el 2 de febrero y la 75.ª entró en las afueras de NeufBrisach por la parte trasera de la bolsa. Luego se agregó al ataque la 12.a División Blindada de EE. UU. El 3 de febrero, condujo hacia el sur hasta el 28. Los focos de resistencia alemana sostuvieron un brazo del ataque, pero el otro, conduciendo por la carretera principal, capturó a Rouffach el 5 de febrero. Otros grupos de trabajo rodearon la ciudad y se encontraron con la 4.ª División marroquí del I Cuerpo. Esta maniobra partió el bolsillo.

El 5 de febrero, elementos destacados de la 3.ª División de EE. UU. llegaron a las afueras de la ciudad amurallada de Neuf-Brisach. Temprano a la mañana siguiente, mientras los estadounidenses se preparaban para atacar la ciudad, se encontraron con un francés que los llevó a un túnel de 60 pies que conducía a la ciudad desde el foso seco. Un pelotón estadounidense entró por este túnel y encontró solo a 76 soldados alemanes, que se rindieron sin luchar. Antes de salir del pueblo, sus oficiales les habían dicho que lucharan hasta el final.

Las fuerzas francesas acabaron con el bolsillo el 9 de febrero. En toda la operación, los aliados habían sufrido unas 18.000 bajas y los alemanes entre 22.000 y 36.000. Solo la 708.a División Volksgrenadier, que evacuó el bolsillo el 3 de febrero, escapó razonablemente intacta. La 2.ª División de Montaña alemana tuvo 1.000 bajas en batalla y 4.700 hombres hechos prisioneros. Solo 500 miembros de la 198.ª División de Infantería alemana y 400 hombres de la 338.ª División de Infantería alemana lograron escapar. Los alemanes también abandonaron 55 vehículos blindados y 66 piezas de campaña.

La campaña en Alsacia había terminado. Aunque eclipsado por los Grupos de Ejércitos 12 y 21 en el norte, el Grupo de Ejércitos 6 del General Devers había contribuido con un logro importante.

Referencias: Bonn, Keith E. When the Odds Were Even: The Vosges Mountains Campaign, octubre de 1944 a enero de 1945. Novato, CA: Presidio Press, 1994. Clarke, Jeffrey J. y Robert R. Smith. Ejército de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial: Teatro de Operaciones Europeo: Riviera al Rin. Washington, DC: Centro de Historia Militar, 1993. Lattre de Tassigny, Jean MG de. La historia del primer ejército francés. Trans. Malcolm Barnes. Londres: Allen y Unwin, 1952. Weigley, Russell. Los lugartenientes de Eisenhower: la campaña de Francia y Alemania, 1944-1945. Bloomington: Indiana University Press, 1981. Wyant, William. Sandy Patch: una biografía del teniente general Alexander M. Patch. Nueva York: Praeger, 1991

jueves, 30 de noviembre de 2023

SGM: La invasión de Yugoslavia

Operaciones alemanas contra Yugoslavia - 1941

Parte I  || Parte II
Weapons and Warfare
 








El bombardeo aéreo de Belgrado

La Luftwaffe abrió el asalto a Yugoslavia realizando un bombardeo de saturación sobre la capital en las primeras horas de la mañana del 6 de abril. Volando en relevos desde aeródromos en Austria y Rumania, 150 bombarderos y bombarderos en picado protegidos por una escolta de cazas pesados ​​participaron en el ataque. La redada inicial se llevó a cabo a intervalos de quince minutos en tres oleadas distintas, cada una de las cuales duró aproximadamente veinte minutos. La débil Fuerza Aérea Yugoslava y las defensas antiaéreas inadecuadas fueron rápidamente eliminadas por la primera ola, lo que permitió que los bombarderos en picado descendieran a los niveles de los techos. Contra la pérdida de solo dos cazas alemanes, veinte aviones yugoslavos fueron derribados y cuarenta y cuatro fueron destruidos en tierra. Cuando terminó el ataque, más de 17.000 habitantes yacían muertos bajo los escombros. Este golpe devastador destruyó virtualmente todos los medios de comunicación entre el alto mando yugoslavo y las fuerzas en el campo. Aunque algunos elementos del Estado Mayor lograron escapar a uno de los arrabales, la coordinación y el control de las operaciones militares sobre el terreno se hicieron imposibles desde un principio.

Habiendo dado así el golpe de gracia al centro neurálgico enemigo, el VIII Cuerpo Aéreo pudo dedicar su máximo esfuerzo a objetivos de oportunidad tales como aeródromos yugoslavos, rutas de comunicación y concentraciones de tropas, y al apoyo cercano de las operaciones terrestres alemanas.

El impulso de tres puntas en la capital yugoslava

Tres fuerzas terrestres separadas convergieron en Belgrado desde diferentes direcciones. Fueron lanzados de la siguiente manera:

Primer Grupo Panzer (Duodécimo Ejército)

Temprano en la mañana del 8 de abril, el Primer Grupo Panzer saltó de su área de reunión al noroeste de Sofiya. Cruzando la frontera cerca de Pirot, el XIV Cuerpo Panzer, encabezado por la 11.ª División Panzer, seguido por la 5.ª División Panzer, la 294.ª de Infantería y la 4.ª División de Montaña, avanzó en dirección noroeste hacia Nis. A pesar del clima desfavorable, los numerosos bloqueos de carreteras y la dura resistencia del Quinto Ejército yugoslavo, la 11.ª División Panzer, apoyada eficazmente por fuertes fuerzas de artillería y de la Luftwaffe, rápidamente ganó terreno y atravesó las líneas enemigas el primer día del ataque. El comandante del ejército yugoslavo quedó tan impresionado por este éxito alemán inicial que ordenó a sus fuerzas que se retiraran detrás del Morava. Esta maniobra no pudo ejecutarse a tiempo porque, ya el 9 de abril, los tanques de plomo alemanes retumbaron en Nis e inmediatamente continuaron su avance hacia Belgrado. Desde Nis hacia el noroeste, el terreno se volvió más favorable ya que las columnas blindadas podían seguir el valle de Morava hasta la capital yugoslava.

Al sur de Paracin y al suroeste de Kragujevac, las unidades del Quinto Ejército Yugoslavo intentaron detener la marea del avance, pero fueron derrotadas rápidamente después de intensos combates. Más de 5.000 prisioneros fueron hechos en este encuentro.

Mientras tanto, la 5ª División Panzer se estancó temporalmente a lo largo de las carreteras en mal estado cerca de Pirot. Después de que la división volviera a rodar, se le ordenó girar hacia el sur justo debajo de Nis y aislar a las fuerzas enemigas alrededor de Leskovac. Cuando se hizo evidente que el frente Nis estaba a punto de colapsar, la 5.ª División Panzer volvió al control directo del Duodécimo Ejército y se unió al XL Cuerpo Panzer para la campaña griega.

El 10 de abril, las fuerzas del XIV Cuerpo Panzer avanzaban rápidamente a través del valle de Morava en estrecha persecución de las unidades enemigas que se retiraban hacia su capital. Al día siguiente, las puntas de lanza alemanas se dirigieron repentinamente hacia el ala sur del Sexto Ejército Yugoslavo en retirada, que invadieron durante las primeras horas del 12 de abril. Al anochecer de ese día, los tanques del Primer Grupo Panzer se encontraban a menos de cuarenta millas al sureste de Belgrado. Los dos ejércitos yugoslavos con los que se habían encontrado estaban en tal estado de confusión que ya no podían hacer ningún intento serio de retrasar el ataque alemán o cortar las líneas de comunicación alemanas que se extendían sobre una distancia de aproximadamente 125 millas desde el punto de partida. la entrada en territorio yugoslavo estuvo sujeta a una lluvia de bombas durante casi una hora y media.

XLI Cuerpo Panzer (Fuerza Independiente)

Programado para coincidir con el avance blindado del XIV Cuerpo Panzer desde el sureste, el avance del XLI Cuerpo Panzer atravesó la parte sureste del Banat y hacia la capital yugoslava. Este ataque fue encabezado por el Regimiento de Infantería Motorizada "Gross Deutschland", seguido de cerca por la 2.ª División de Infantería Motorizada de las SS. Después de cruzar la frontera al norte de Vrsac, los elementos de avanzada ingresaron a Pancevo el 11 de abril. Mientras tanto, habiendo avanzado a unas cuarenta y cinco millas al norte de Belgrado, el cuerpo principal del XLI Cuerpo Panzer encontró solo una resistencia aislada al día siguiente mientras corría hacia la capital enemiga.

XLVI Cuerpo Panzer (Segundo Ejército)

Cuando la Luftwaffe lanzó sus ataques el 6 de abril, el Segundo Ejército alemán apenas comenzaba a reunir sus fuerzas de ataque a lo largo de la frontera norte de Yugoslavia en preparación para su salto proyectado el 10 de abril. En un esfuerzo por mejorar sus líneas de partida, algunas de las unidades del Segundo Ejército aprovecharon el período intermedio para lanzar ataques de objetivos limitados a lo largo de la zona fronteriza. Los comandantes de las tropas tenían que mantener sus fuerzas bajo control para evitar que se desarrollaran enfrentamientos importantes prematuramente, lo que posteriormente podría haber afectado la libertad de acción del ejército y puesto en peligro la realización de las operaciones.

El Alto Mando del Ejército estaba decidido a tomar intactos los principales puentes en la zona del XLVI Cuerpo Panzer. Por lo tanto, ya el 1 de abril, se ordenó a los elementos del cuerpo que capturaran el puente en Bares y el puente del ferrocarril a unas diez millas al noreste de Koprivoica mediante un golpe de Ann.

A primera hora de la tarde del 6 de abril, la falta de resistencia enemiga y la situación general parecían indicar que los yugoslavos no harían una resistencia concertada a lo largo de la frontera y, por lo tanto, se ordenó al XLVI Cuerpo Panzer que estableciera cabezas de puente a través de Mura y Drava en Mursko Sredisce. , Letenye, Zakany y Barcs. Los pocos ataques locales llevados a cabo por el cuerpo bastaron para crear disensión en las filas enemigas. Había un alto porcentaje de croatas en las unidades del Cuarto Ejército Yugoslavo que se encargaban de la defensa de esta zona. Los soldados croatas se amotinaron en varios puntos del saliente de Drava, negándose a resistir a los alemanes, a quienes consideraban sus liberadores de la opresión serbia. Cuando fuertes fuerzas alemanas cruzaron el puente Drava en Bares en la mañana del 10 de abril y rompieron las cabezas de puente previamente establecidas, la desintegración de las fuerzas yugoslavas opuestas había llegado a una etapa avanzada. Con el apoyo de poderosas fuerzas aéreas, la 8.ª División Panzer, seguida por la 16.ª División de Infantería Motorizada, lanzó el XLVI Cuerpo Panzer hacia Belgrado conduciendo hacia el sureste entre los ríos Drava y Sava. En la noche del 10 de abril, elementos avanzados de la 8.ª División Panzer, que prácticamente no encontraron resistencia, llegaron a Slating a pesar de las malas carreteras y el clima desfavorable. Los bolsillos enemigos se limpiaron rápidamente y la división siguió en dirección a la capital a través de Osijok, donde las carreteras empeoraron aún más. lanzó el avance del XLVI Cuerpo Panzer hacia Belgrado conduciendo hacia el sureste entre los ríos Drava y Sava. En la noche del 10 de abril, elementos avanzados de la 8.ª División Panzer, que prácticamente no encontraron resistencia, llegaron a Slating a pesar de las malas carreteras y el clima desfavorable. Los bolsillos enemigos se limpiaron rápidamente y la división siguió en dirección a la capital a través de Osijok, donde las carreteras empeoraron aún más. lanzó el avance del XLVI Cuerpo Panzer hacia Belgrado conduciendo hacia el sureste entre los ríos Drava y Sava. En la noche del 10 de abril, elementos avanzados de la 8.ª División Panzer, que prácticamente no encontraron resistencia, llegaron a Slating a pesar de las malas carreteras y el clima desfavorable. Los bolsillos enemigos se limpiaron rápidamente y la división siguió en dirección a la capital a través de Osijok, donde las carreteras empeoraron aún más.

Que la situación del enemigo se estaba volviendo cada vez más desesperada se podía deducir del siguiente llamamiento que el general Simovic transmitió a sus tropas:

Todas las tropas deben enfrentarse al enemigo dondequiera que se encuentren y con todos los medios a su disposición. No esperes órdenes directas de arriba sino actúa por tu cuenta y déjate guiar por tu juicio, iniciativa y conciencia.

El 11 de abril, la 8.ª División Panzer llegó a la región de Osijek, mientras que la 16.ª División de Infantería Motorizada, más atrás, avanzaba más allá de Nasice. Numerosas demoliciones de puentes y malos caminos retrasaron el avance de ambas divisiones, cuya misión era atacar la retaguardia de las fuerzas yugoslavas que se enfrentaban al XIV Cuerpo Panzer, y establecer pronto contacto con el Primer Grupo Panzer.

A las 02:30 del 12 de abril, la 8.ª División Panzer entró en Mitrovica después de que dos puentes vitales a través del Sava fueran capturados intactos. La división continuó su avance con el cuerpo principal avanzando hacia Lazarevac, a unas veinte millas al sur de Belgrado, que era el punto de enlace designado con el Primer Grupo Panzer.

En la tarde del 12 de abril, el XLVI Cuerpo Panzer recibió nuevas órdenes. Según estos, solo elementos de la 8.ª División Panzer continuarían su avance hacia el este para apoderarse y asegurar el puente Sava cerca de las afueras occidentales de Belgrado. A las 18.30, el cuerpo principal de la división giró hacia el sureste y se movió en dirección a Valjevo para establecer contacto con el ala izquierda del Primer Grupo Panzer al suroeste de Belgrado. Simultáneamente, la 16.ª División de Infantería Motorizada, que había estado detrás de la 8.ª División Panzer, giró hacia el sur, cruzó el Sava y avanzó hacia Zvornik. Así, ambas divisiones se desviaron de su objetivo original, Belgrado, para participar en el posterior ataque a Sarajevo.

Mientras tanto, tanto el Segundo Ejército como el Alto Mando del Ejército esperaban ansiosamente las noticias de la caída de Belgrado. De las tres fuerzas blindadas convergentes, el XLI Cuerpo Panzer fue el último que se informó que estaba más cerca de la capital, habiendo llegado a Pancevo en la orilla este del Danubio, a unas diez millas al este de la ciudad. Al sur de Belgrado, la resistencia se endureció cuando la 11.ª División Panzer, que encabezaba las fuerzas del Primer Grupo Panzer, se acercaba a la capital.

La caída de Belgrado

Dado que tres fuerzas de ataque separadas estaban convergiendo en Belgrado simultáneamente, el Alto Mando del Ejército no pudo determinar de inmediato qué fuerza fue la primera en llegar a la capital enemiga. Hacia la tarde del 12 de abril, SS-Obersturmführer (primer teniente) Klingenberg de la 2.a División de Infantería Motorizada de las SS, al encontrar todos los puentes del Danubio destruidos, llevó una patrulla de las SS a través del río en balsas neumáticas capturadas. La patrulla entró en la ciudad sin ser molestada y, a las 17:00, izó la bandera nazi sobre la legación alemana. Aproximadamente dos horas después, el alcalde de Belgrado entregó oficialmente la ciudad a Klingenberg, quien estuvo acompañado por un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, previamente internado por los yugoslavos.

En el cuartel general del Segundo Ejército, no se había recibido ninguna palabra de los elementos de la 8.ª División Panzer, de los que se informó por última vez que se acercaban a las afueras occidentales de Belgrado, durante veinticuatro horas. Finalmente, a las 11:52 del 13 de abril, llegó el siguiente mensaje de radio del oficial de operaciones de la división:

Durante la noche, la 8ª División Panzer entró en Belgrado, ocupó el centro de la ciudad e izó la bandera de la esvástica.

Sin embargo, dado que existían mejores comunicaciones entre el Segundo Ejército y el Primer Grupo Panzer, se recibió el siguiente destello poco antes de que llegara el mensaje de la 8.ª División Panzer:

Panzer Group von Kleist ha tomado Belgrado desde el sur. Patrullas del Regimiento de Infantería Motorizada “Gross Deutschland” han entrado en la ciudad por el norte. Con el general von Kleist a la cabeza, la 11.ª División Panzer ha estado entrando en la capital desde las 06:32.

Así, la carrera por Belgrado terminó en un reñido final con las tres fuerzas alcanzando su objetivo casi simultáneamente. Con la caída de la ciudad, el Primer Grupo Panzer fue transferido del Duodécimo al Segundo Ejército, mientras que el XLVI Cuerpo Panzer quedó bajo el mando directo del grupo panzer para la siguiente fase de la operación: la persecución y destrucción final de los restos del ejército yugoslavo.

Ataques secundarios

Antes y durante el avance principal en Belgrado, se llevaron a cabo una serie de ataques secundarios y acciones de unidades pequeñas a través de la frontera austríaco-yugoslava, donde el terreno no era adecuado para unidades motorizadas. Las siguientes acciones fueron de especial importancia:

Los ataques de sondeo “Feurzauber”

Bajo la designación de código "Feurzauber", las unidades compuestas por personal de cuadro y aprendices recientemente admitidos se organizaron en varias oleadas de tropas especiales de asalto. Los elementos que componían la primera ola consistían en cuatro estados mayores de batallón al mando de nueve compañías de fusileros, dos baterías de artillería de montaña, una batería de artillería media autopropulsada, dos pelotones de ingenieros de montaña, cuatro compañías antitanques y tres pelotones de señales y cuatro de bicicletas. Posteriormente se formaron oleadas adicionales, que involucraron en total a aproximadamente dos tercios de una división de entrenamiento de montaña más algunas tropas especializadas adjuntas.

Originalmente, estas unidades eran simplemente para reforzar los guardias fronterizos y cubrir las fuerzas del Segundo Ejército que se iban reuniendo gradualmente a lo largo de la frontera sur de Carintia y Estiria. Esta misión puramente defensiva, sin embargo, no satisfizo a los agresivos comandantes de las unidades especiales de asalto. Entre el 6 y el 10 de abril, se encargaron de realizar numerosas incursiones en las profundidades del territorio controlado por el enemigo y de apoderarse y mantener muchos puntos fuertes a lo largo de la frontera, contribuyendo así al rápido éxito de la ofensiva propiamente dicha.

La primera oleada de unidades de asalto se desplazó hacia el sur desde Graz en dirección a la frontera con Yugoslavia el 27 de marzo. Uno de ellos, denominado "Force Palten" por el capitán al mando, se reunió cerca de Spielfeld durante los primeros días de abril. Su misión original era asegurar la frontera y el puente vital a través del Mura cerca de Spielfeld. Sin embargo, en la noche del 5 de abril, la fuerza comenzó a atacar búnkeres y terrenos elevados controlados por el enemigo a lo largo de la frontera. En la mañana del 6 de abril, se habían tomado varias colinas y las patrullas de exploración que exploraban profundamente en la línea del búnker al sur de Spielfeld se pusieron en contacto con el enemigo. Determinaron la fuerza y ​​la disposición del enemigo en el área del puesto de avanzada y luego rompieron el contacto. La mayor parte del terreno elevado permaneció en manos alemanas ya que el enemigo no pudo contraatacar. Luego, hacia 1600,

El 8 de abril, el Capitán Palten decidió conducir personalmente a un grupo de sus asaltantes hacia Maribor. Llevó a cabo esta misión en contra de las órdenes del cuartel general superior y a pesar de que prácticamente todos los puentes a lo largo de la ruta de avance habían sido volados. Dado que apenas había interferencia enemiga, las tropas y el equipo podían transportarse a través del arroyo Pesnica en balsas neumáticas. Los vehículos tuvieron que quedarse atrás y los hombres se vieron obligados a llevar su equipo el resto del camino.

Después de formar grupos de asalto en la orilla sur del arroyo, el Capitán Palten continuó avanzando hacia el sur. Durante la tarde entró en Maribor al frente de su fuerza y ​​ocupó la ciudad sin oposición. Para su gran decepción, se ordenó a los asaltantes que se retiraran al área de Spielfeld, donde tuvieron que pasar el resto de la campaña yugoslava haciendo guardia en la frontera. Las pérdidas sufridas por Force Palten fueron un muerto y dos heridos, mientras capturaron a más de 100 prisioneros y mucho botín.


Cuerpo LI

El 6 de abril, el Cuerpo de ELI cruzó la frontera yugoslava en Murk y Radkersburg y se apoderó intacto de ambos puentes a través del Drava. Durante estos ataques de sondeo, la 132 División de Infantería ocupó el arroyo Sejanska y la 183 División de Infantería tomó 300 prisioneros. Un destacamento ciclista de este último entró en Murska Sobota sin encontrar resistencia. Dado que los yugoslavos estaban cediendo terreno a lo largo de la línea, el cuerpo quería explotar la situación. El Segundo Ejército, sin embargo, se sintió obligado a ordenar a ambas divisiones que mantuvieran y consolidaran sus cabezas de puente recién conquistadas. Las dos divisiones tendrían que esperar hasta que sus elementos restantes se hubieran retirado del entrenamiento en las áreas de reunión.

Durante los tres días siguientes, el LI Corps amplió sus cabezas de puente, la 132 División de Infantería ocupó Maribor y la 183 investigó más allá de Murska Sobota. Los informes de reconocimiento aéreo indicaron que las fuerzas del Séptimo Ejército yugoslavo empleadas en este sector se estaban retirando hacia el sur a lo largo de las estrechas carreteras de montaña que conducían a Zagreb. Aparentemente, solo se había dejado una delgada pantalla de seguridad para mantener el contacto con las fuerzas alemanas en las cabezas de puente.

Acto seguido, el Segundo Ejército ordenó al LI Cuerpo que formara columnas voladoras compuestas de elementos motorizados y persiguiera a las fuerzas yugoslavas en retirada en dirección a Zagreb. El 10 de abril, los vientos fríos y las tormentas de nieve intermitentes obstaculizaron los movimientos de los alemanes que avanzaban, y las inundaciones interrumpieron los cruces en Maribor durante el día. Después de reagrupar sus fuerzas al sur del Drava, el LI Corps reanudó su avance hacia Zagreb a las 06:00 horas del 11 de abril. Atravesando terrenos difíciles durante la tarde, los elementos de avanzada llegaron a la salida sur de la cadena montañosa al noroeste de la ciudad al anochecer. Mientras tanto, una tropa de ciclistas de la 183 División que se dirigía hacia el este había tomado Varazdin, donde capturó a una brigada serbia, incluido su comandante general.

XLIX Cuerpo de Montaña

El 6 de abril, mientras la 1.ª División de Montaña todavía se encontraba en la marcha de aproximación, la 538.ª División de la Guardia Fronteriza, estacionada a lo largo de la parte noroeste de la frontera eslovena, logró apoderarse de importantes pasos de montaña, colinas y túneles en territorio yugoslavo. Durante la noche del 9 al 10 de abril, los elementos de combate de la 1.ª División de Montaña, que se habían desembarcado solo unas horas antes, comenzaron a cruzar la frontera cerca de Bleiburg. Avanzando en la dirección general de Celje, las puntas de lanza de la división se encontraban a unas doce millas al noroeste de la ciudad al caer la noche. Después de agotadoras marchas y algunos duros combates, la 1ª División de Montaña tomó Celje el 11 de abril. Los emisarios del gobierno esloveno recién formado pidieron al comandante del cuerpo un alto el fuego. Anticipándose a tales desarrollos,


14a División Panzer (XLVI Cuerpo Panzer)

Temprano en la mañana del 10 de abril, con los bombarderos en picado despejando la ruta de avance, la 14.a División Panzer del XLVI Cuerpo Panzer, dividida en dos fuerzas blindadas, salió de la cabeza de puente de Drava y avanzó hacia el suroeste hacia Zagreb, la capital del estado de Croacia. . Este ataque precedió al ataque principal del XLVI Cuerpo Panzer hacia Belgrado y fue pensado como una distracción.

Aunque se habían detectado grandes concentraciones enemigas frente a la división, el reconocimiento aéreo reveló que estas fuerzas se estaban retirando rápidamente hacia el oeste, hacia Zagreb. Aunque feroz al principio, la resistencia enemiga pronto se derrumbó cuando los tanques alemanes se acercaron a su objetivo. Sin embargo, el clima extremadamente frío y las carreteras cubiertas de nieve obstaculizaron el progreso hasta cierto punto. El 10 de abril de 1930, los tanques de plomo de la 14.a División Panzer llegaron a las afueras de Zagreb, después de haber recorrido una distancia de casi 100 millas en un día.

En algunos casos, las tropas croatas se negaron a luchar, abandonaron sus armas, desertaron de sus posiciones y se rindieron o simplemente se fueron a casa. Un regimiento alemán sorprendió a una unidad enemiga que todavía estaba en guarnición y aún no estaba completamente movilizada. Una fiesta de oficiales del regimiento que estaba en marcha fue interrumpida solo el tiempo suficiente para consumar una rendición rápida, después de lo cual las festividades continuaron como si nada inusual hubiera sucedido.

Tan rápido fue el avance de la división que sus comunicaciones por radio con el cuerpo y el ejército se interrumpieron temporalmente. Se tuvo que enviar un avión de reconocimiento para determinar su ubicación exacta y trazar su progreso. Cuando la 14.ª División Panzer entró en Zagreb desde el noreste, fue recibida por una población pro-alemana que vitoreaba salvajemente. Durante el recorrido por la ciudad se tomaron más de 15.000 prisioneros. Entre los 300 oficiales había veintidós generales, incluidos los comandantes del Primer Grupo de Ejércitos y el Séptimo Ejército.

El 11 de abril, el recién formado gobierno croata instó a sus ciudadanos a cesar la lucha y solicitó que el ejército yugoslavo los liberara de inmediato. Durante las horas de la tarde, los primeros elementos del LI Corps entraron en Zagreb desde el norte y relevaron a la 14ª División Panzer.

Operaciones italianas y húngaras

El curso favorable de los acontecimientos militares a lo largo de su frente llevó al Segundo Ejército alemán a ofrecer su ayuda al Segundo Ejército italiano que se reunía a lo largo de la frontera occidental de Yugoslavia. En la madrugada del 11 de abril, se informó a los alemanes que los cuerpos italianos V, VI y XI estarían listos para atacar hacia las 12:00. Para acelerar el avance italiano y consumar el cerco de las fuerzas del Séptimo Ejército yugoslavo en la cuenca de Ljubljana, el XLIX Cuerpo de Montaña alemán debía realizar los ataques de distracción en el norte, mientras que las fuerzas de la 14ª División Panzer debían cortar la ruta de retirada del enemigo. Como paso preparatorio, la Cuarta Fuerza Aérea Alemana atacó columnas y concentraciones de tropas yugoslavas en el área de Ljubljana. Cuando las fuerzas italianas finalmente saltaron, encontraron poca resistencia por parte de los yugoslavos. que intentaban retirarse hacia el sureste. Se capturó un gran número de prisioneros y mucho botín cuando se rindieron divisiones enteras. Unas 30.000 tropas yugoslavas concentradas cerca de Delnice esperaban rendirse a los italianos que avanzaban hacia el sureste en dirección a la costa dálmata.

El 12 de abril, elementos de la 14.ª División Panzer se unieron a los italianos en Vrbovsk. La línea Novo Mesto-Slunj-Bihac-Livno fue designada como el límite entre los Segundos Ejércitos alemán e italiano al sur del Sava. La ocupación del territorio al oeste de esta línea fue asignada a los italianos. Sin embargo, por el momento las unidades alemanas de extrema derecha del XLIX Cuerpo de Montaña fueron autorizadas a operar en la zona italiana.

Al trasladar su puesto de mando a Maribor el 11 de abril, el cuartel general del Segundo Ejército alemán recibió un mensaje del Tercer Ejército húngaro en el que se notificaba que las tropas húngaras estaban cruzando la frontera yugoslava al norte de Osijek y cerca de Subotica. Al día siguiente, los húngaros persiguieron al Primer Ejército Yugoslavo en retirada y ocuparon el área entre los ríos Danubio y Tisza, sin encontrar prácticamente resistencia.

El último viaje en Sarajevo

Después del colapso del sistema de defensa fronterizo y la caída de Belgrado, los líderes del ejército yugoslavo esperaban retirarse al reducto de montaña en el interior de Serbia, donde tenían la intención de ofrecer una resistencia prolongada. Plenamente consciente de las intenciones yugoslavas, el general von Weichs, comandante del Segundo Ejército, decidió lanzar y mantener una vigorosa persecución de las fuerzas enemigas que se retiraban en dirección general a Sarajevo. La velocidad era ahora esencial, ya que el Alto Mando del Ejército alemán tenía la intención de retirar y redesplegar lo antes posible las divisiones motorizadas y blindadas que debían reacondicionarse para la campaña rusa.

Ya el 12 de abril, tanto el XLIX como el LI Cuerpo habían cerrado y reagrupado sus fuerzas a lo largo del río Sava. Sarajevo, ubicada en el corazón de Yugoslavia, iba a ser el punto focal en el que convergerían las fuerzas alemanas. En consecuencia, el Segundo Ejército reorganizó sus fuerzas en dos grupos de persecución separados. Bajo el mando del cuartel general del LII Cuerpo de Infantería recién llegado, el grupo occidental constaba de cuatro divisiones de infantería bajo el XLIX y el LI Cuerpo, así como de la 14.ª División Panzer, la formación que encabezaría el avance sobre Sarajevo desde el oeste. La fuerza de persecución del este, bajo el mando del Primer Grupo Panzer, estaba compuesta por seis divisiones, con la 8.ª División Panzer liderando el avance hacia Sarajevo desde el este. La Cuarta Fuerza Aérea, que continúa operando en apoyo de las operaciones terrestres,

En la tarde del 13 de abril, el Segundo Ejército trasladó su puesto de mando a Zagreb para facilitar la comunicación con los dos grupos de persecución y dirigir la fase de limpieza de la campaña desde esta ubicación central. El límite entre el Segundo y el Duodécimo Ejércitos alemanes era la línea que se extendía lateralmente a través de Yugoslavia desde Sofiya vía Prizren hasta ya lo largo de la frontera norte de Albania.

En la noche del 13 de abril ya no había ninguna apariencia de resistencia enemiga frente al XLIX y el LI Cuerpo. El cuerpo principal de las fuerzas alemanas llegó al río Kupa y algunos elementos se cruzaron rápidamente. La 14 División Panzer, mientras tanto, aceleró hacia el sureste hacia Sarajevo. A medida que la división se acercaba a su objetivo, comenzaron a circular informes de que habían estallado hostilidades abiertas entre serbios y croatas en Mostar. Los aviones alemanes fueron desviados rápidamente a esta zona donde atacaron las concentraciones de tropas serbias durante tres horas. El 14 de abril, la lucha entre las facciones serbia y croata había cobrado impulso y se había extendido por toda Dalmacia. Ese día, la 14.ª División Panzer llegó a Jajce, aproximadamente cincuenta millas al noroeste de Sarajevo, mientras elementos avanzados del LI Corps, que intentaban mantenerse al día con los blindados,

En la zona del grupo oriental, una división blindada peinó el sector al sur de Belgrado, mientras que dos divisiones de infantería despejaron la región industrial en Nis y sus alrededores. La 8ª División Panzer abrió el camino hacia el suroeste hacia Sarajevo, seguida de cerca por dos divisiones de infantería motorizada que avanzaban con fuerza hacia el corazón de Yugoslavia, una vía Zvornik y la otra desde Uzice. Entre la gran cantidad de botín había setenta y cinco aviones enemigos aún intactos en tierra. Durante las operaciones del 14 y 15 de abril, miles de prisioneros fueron hechos prisioneros. Al norte de Nis, los alemanes capturaron 7.000; en Uzice y sus alrededores, 40.000; alrededor de Zvornik 30.000 más; y en Doboj otros 6.000.

El 15 de abril, ambos grupos de persecución del Segundo Ejército se acercaron a Sarajevo. Como dos divisiones panzer entraron en la ciudad simultáneamente desde. al oeste y al este, el Segundo Ejército Yugoslavo, cuyo cuartel general estaba en Sarajevo, capituló. Dejando solo destacamentos de seguridad en la ciudad para esperar la llegada de las fuerzas de infantería, ambas divisiones continuaron corriendo hacia el sur en estrecha persecución de los restos enemigos que huían.

Negociaciones de armisticio

En vista de lo desesperado de la situación, el mando yugoslavo decidió pedir un armisticio y autorizó a los comandantes de los distintos grupos de ejércitos y ejércitos a enviar negociadores de tregua al puesto de mando alemán dentro de sus respectivos sectores. Sin embargo, los comandantes alemanes rechazaron a los del Segundo y Quinto Ejércitos yugoslavos que solicitaron acuerdos de alto el fuego por separado el 14 de abril porque en ese momento solo la rendición incondicional de todo el ejército yugoslavo podía considerarse como base para las negociaciones.

A última hora de la tarde del 14 de abril, un representante del gobierno yugoslavo se acercó al cuartel general del Primer Grupo Panzer y pidió al general van Kleist un alto el fuego inmediato. Cuando el Alto Mando del Ejército fue informado de este giro de los acontecimientos, designó al comandante del Segundo Ejército, el general von Weichs, para que dirigiera las negociaciones en Belgrado.

Durante la tarde del día siguiente, von Weichs y su personal llegaron a Belgrado y redactaron las condiciones alemanas para un armisticio basado en la rendición incondicional de todas las fuerzas yugoslavas. Al día siguiente llegó a la capital un emisario yugoslavo, pero resultó que no tenía autoridad suficiente para negociar o firmar la rendición. Por lo tanto, se le entregó un borrador del acuerdo con la solicitud de que se enviaran plenipotenciarios competentes a Belgrado sin demora para evitar un derramamiento de sangre innecesario. Para agilizar las cosas, se puso a su disposición un avión.

El armisticio se concluyó y firmó el 17 de abril. (El general von Weichs firmó por los alemanes, y el agregado militar italiano en Belgrado actuó en nombre de su país. Los húngaros estuvieron representados por un oficial de enlace que, sin embargo, no firmó el documento ya que Hungría técnicamente "no estaba en guerra con Yugoslavia". El ministro de Asuntos Exteriores Cincar-Marcovic y el general Milojko Yankovic firmaron por los yugoslavos. El armisticio entró en vigor a las 12:00 horas del 18 de abril de 1941, apenas doce días después del lanzamiento del ataque alemán inicial.

Pérdidas

Las pérdidas sufridas por las fuerzas de ataque alemanas fueron inesperadamente leves. Durante los doce días de combate, las cifras totales de bajas ascendieron a 558 hombres: 151 fueron registrados como muertos, 392 como heridos y 15 como desaparecidos en acción. Durante el avance del XLI Panzer Corps en Bel Grade, por ejemplo, el único oficial muerto en acción fue víctima de la bala de un francotirador civil.

Los alemanes tomaron unos 254.000 prisioneros, excluyendo a un número considerable de ciudadanos croatas, alemanes, húngaros y búlgaros que habían sido reclutados en el ejército yugoslavo y que fueron liberados rápidamente después de la selección.