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domingo, 28 de septiembre de 2025

Malvinas: El ARA San Luis debajo del enemigo

El enemigo desde abajo: la patrulla de guerra del ARA San Luis durante la Guerra de las Malvinas de 1982

El impacto que tuvo el ARA San Luis en la Marina Real Británica

Por el subteniente Grant T. Willis, USAF || Naval Institute

Después de 1945, el uso de submarinos en operaciones de combate se ha limitado al juego del gato y el ratón de la Guerra Fría, con su introducción como plataforma de ataque sumergida guiada con precisión. En 1982, el submarino volvería a hacerse a la mar para hundir buques de guerra enemigos en una batalla convencional, pero estos submarinos no luchaban en nombre de las dos superpotencias de la época. La junta militar argentina, bajo el liderazgo del general Leopoldo Gualtieri, buscó unir a la nación y distraer a su gente de la agitación interna recurriendo a la causa nacional para recuperar las Malvinas, o, como las conocían los británicos, las Islas Malvinas.

Después de mucha presión diplomática de Argentina y reconocidas tensiones económicas y políticas en Gran Bretaña para recortar su gasto militar, la junta lanzó su invasión del archipiélago del Atlántico Sur el 2 de abril de 1982. La primera ministra británica Margaret Thatcher envió una fuerza de tarea naval, cuyo tamaño no se había visto desde la Crisis de Suez de 1956. Los argentinos, después de asegurar las islas con poca resistencia de una unidad ligera de 69 infantes de marina reales, tuvieron que preparar su defensa contra un posible intento de Gran Bretaña de recuperar las islas.

La probabilidad de guerra aumentó a medida que la fuerza de tarea de la Marina Real avanzaba más hacia el sur. Los tres submarinos británicos de propulsión nuclear estacionados en el área dieron la alarma para la flota argentina del almirante Jorge Isaac Anaya. La marina argentina estaba bien armada y era una de las mejores fuerzas navales de América del Sur. El almirante Anaya y su personal habían elaborado el plan para lanzar la invasión y lo presentaron a la junta y al general Leopoldo Gualtieri para su aprobación en 1981. La introducción de los submarinos nucleares de la Marina Real en el Atlántico Sur requirió la implementación inmediata de la invasión el 2 de abril.

Orden de batalla

Muchos de los que estudian la Guerra de las Malvinas de 1982 entienden las hazañas del ARA Santa Fe, un antiguo submarino de la clase Guppy de la Marina de los EE. UU. de la Segunda Guerra Mundial que sufrió graves daños y encalló durante el asalto británico a la isla de Georgia del Sur el 25 de abril. Sin embargo, el Santa Fe no fue el único submarino argentino que participó en combate durante el conflicto de las Malvinas.

Argentina también poseía varios otros submarinos, incluido un nuevo submarino diésel-eléctrico de ataque rápido Tipo 209 construido en Alemania Occidental, el ARA San Luis. El servicio submarino argentino tendría que combinar sus activos de flota y sus camaradas de la Fuerza Aérea y la fuerza aérea naval para intentar cortar la sangre vital de Gran Bretaña y recuperar con éxito las Malvinas en un asalto anfibio. Debido al mantenimiento y la falta de preparación para el mar, solo el San Luis y el Santa Fe estaban listos para el combate durante la Guerra de las Malvinas.1 Si el ARA Salta y el Santiago del Estero hubieran estado listos para el mar a tiempo para la Operación Rosario, tal vez hubieran podido aplicar más tensión y presión sobre los activos de guerra antisubmarina (ASW) de la fuerza de tareas británica.

Muchos de los mejores comandantes de submarinos de la flota argentina en ese momento estaban siendo entrenados en Alemania Occidental, lo que obligó a los oficiales de menor rango y menos experimentados a capitanear sus barcos en el conflicto más importante que los argentinos lucharían en su historia desde su declaración de guerra a la Alemania nazi en 1945.2 Aunque la historia militar de las fuerzas armadas argentinas ha sido ligera, los recursos que Buenos Aires podía aplicar a una guerra en el Atlántico Sur le dieron una ligera ventaja a un ejército argentino que podría, si se hacía correctamente, aplicar sus fuerzas con el máximo efecto en la fuerza de tarea entrante. La aplicación de estos recursos se vería obstaculizada por motivaciones políticas entre sus comandantes superiores y una falta de estándares de entrenamiento y mantenimiento.

Acerca de enfrentar a la flota

Para mantener el poder político en el continente y dentro de la junta, el almirante Anaya regresó su flota de batalla a su puerto de origen en la Base Naval de Puerto Belgrano. 3 Después del hundimiento del General Belgrano, sintió que retener sus buques de guerra restantes mantendría su posición política para ejercer influencia, en lugar de lanzarse a la situación más importante que la Armada Argentina haya enfrentado en su historia. Es fácil decir que la Marina Real hubiera aniquilado a la flota argentina; sin embargo, la combinación de aviones de ataque argentinos con base en tierra, misiles Exocet aéreos, marítimos y terrestres y un portaaviones, la fuerza de tareas de Thatcher, podría haber tenido un resultado mucho más costoso para la recuperación de las Malvinas de lo que experimentó. La fuerza submarina del almirante Anaya parecía ser el único activo de la flota que estaba dispuesto a utilizar en acciones ofensivas de la flota contra la Marina Real.

La patrulla de guerra del San Luis en la guerra del Atlántico Sur ha estado marcada por la controversia. Durante el conflicto, Gran Bretaña perdió seis barcos por bombas y misiles lanzados o lanzados por aviones de ataque argentinos con base en tierra. Estos impactos y hundimientos son, no obstante, notables si se considera la falta de entrenamiento o conocimiento de tácticas antibuque de los pilotos argentinos que volaron contra estos buques fuertemente defendidos. Sin embargo, la guerra en el mar no se limitó completamente al hundimiento del ARA Belgrano (Clase Brooklyn) por el HMS Conqueror (SSN clase Churchill). Después del hundimiento del Belgrano, el resto de la flota argentina fijó un nuevo rumbo hacia su base de origen en Mar del Plata, temiendo nuevos ataques de submarinos nucleares de la Marina Real y pérdidas de más buques capitales que podrían dañar el prestigio y los limitados activos de la junta.

La patrulla de guerra

El San Luis comenzó su patrulla para atacar a la fuerza de tarea al norte de las Islas Malvinas. Durante su única patrulla continua, reivindicó tres ataques con torpedos contra buques británicos. Afirmó haber disparado dos torpedos antisuperficie SST-4 de fabricación alemana y un torpedo antisubmarino Mark 37 estadounidense. Su primer ataque fue contra el HMS Yarmouth (fragata Tipo 12) y el HMS Brilliant (fragata Tipo 22). El ataque del San Luis no tuvo impactos y el buque sostuvo una batalla ASW decidida durante 20 horas, sobreviviendo a cargas de profundidad y un torpedo. El San Luis rompió el contacto y comenzó su segunda incursión el 8 de mayo contra un submarino británico. Doce minutos después de disparar su torpedo, el San Luis escuchó una explosión en el mismo rumbo de su objetivo; sin embargo, la Marina Real no afirmó haber sufrido pérdidas de submarinos durante el conflicto, y se especula que el torpedo del San Luis pudo haber tocado fondo. Su última incursión se llevó a cabo el 10 de mayo contra otros dos buques de guerra, disparando un torpedo contra el HMS Arrow (fragata Tipo 21) y el HMS Alacrity (fragata Tipo 21). Después de seis minutos, se escuchó una pequeña explosión en el rumbo de la fragata, y cuando el HMS Arrow recuperó su contramedida remolcada, fue evidente que había sido alcanzado.4

¿Qué salió mal?

Hubo muchos problemas con el rendimiento de los torpedos SST-4 que había disparado la tripulación del San Luis. Según un análisis de posguerra realizado por el Departamento de la Marina de los EE. UU. en septiembre de 1983:

La principal Fuerza de Tareas británica fue localizada y atacada sin éxito por el Tipo 209, San Luis. Ese submarino estuvo en el mar, y a veces en el área de la fuerza británica, durante aproximadamente 36 días. La amenaza de los submarinos argentinos fue una preocupación constante para el comandante de la Fuerza de Tareas británica, y se realizaron numerosos ataques contra presuntos contactos submarinos, con un gran número de armas ASW que se gastaron. En cualquier caso, el San Luis sobrevivió a todos los esfuerzos ASW británicos, pero al mismo tiempo no pudo infligir daño a la fuerza británica debido a problemas materiales.


Se ha identificado al submarino como alguien que disparaba sus municiones a demasiada profundidad, con un sistema de control de fuego obsoleto que requería que la tripulación calculara sus soluciones manualmente; cables rotos después de que se dispararan los torpedos, lo que impidió la capacidad de dirigir a los peces hacia sus objetivos; la falta de preparación de los SST-4 en los tubos de la sala de torpedos, que no permitían que los torpedos se armaran solos después de dispararse, y una tripulación inexperta.5 Todos estos factores se combinaron para permitir que los buques objetivo escaparan de los ataques del San Luis. Los ataques fueron pobres, pero el hecho de que el San Luis pudiera hacer estas aproximaciones contra lo mejor de la Royal Navy muestra cuán diferente podría haber sido el resultado si el San Luis hubiera estado completamente aprovisionado y preparado para operaciones de combate.

Sin embargo, es significativo que estos ataques y batallas ASW tuvieran lugar. Un submarino de diseño y fabricación alemana había disparado torpedos reales en señal de ira contra buques de guerra de la Royal Navy de Su Majestad por tercera vez en el Atlántico durante el siglo XX. Esta vez, los submarinistas de esta versión latinoamericana de Das Boot habían tenido un golpe de suerte, ya que lograron eludir los decididos ataques con cargas de profundidad y torpedos de la Royal Navy y regresaron a casa sin un rasguño.

Resultados

El 14 de junio de 1982, la Union Jack volvió a ondear sobre Puerto Stanley mientras la guarnición argentina bajo el mando del general Menéndez se rendía. La conmoción y el daño al orgullo nacional argentino dieron como resultado el regreso de la democracia a Buenos Aires, el rechazo del régimen militar y la aplicación por parte del gobierno de la “guerra sucia”, o reinado del terror contra los disidentes del régimen de la junta. Aunque Argentina perdió la guerra, había recuperado su democracia. Para el gobierno de la primera ministra Thatcher, su supervivencia política estaba asegurada y la guerra provocó un aumento del orgullo y el prestigio británicos.6 Lo que comenzó como una humillación nacional había resultado en éxito y redención. La Marina Real sobrevivió y los recortes a sus capacidades y tamaño terminaron debido a la demostración cinética de su importancia para mantener el poder internacional de Gran Bretaña.
Lo que podría haber sido

El resultado de la Guerra de las Malvinas habría sido muy diferente si los torpedos del San Luis hubieran funcionado y golpeado correctamente solo se puede especular. Si las bombas de la fuerza aeronaval y aérea argentina hubieran que impactaron hubieran detonado, tal vez más de nueve barcos podrían haberse hundido. Si el portaaviones ligero ARA Veinticinco de Mayo hubiera podido lanzar un ataque contra los portaaviones británicos con sus diez A-4Q Skyhawks en lugar de abortar debido al mal tiempo y si los torpedos del San Luis hubieran funcionado como se esperaba, la Marina Real podría haber sufrido una humillante derrota a manos de los argentinos. Todos estos factores coincidieron con el hecho de que los británicos tenían poco o ningún avión de alerta temprana y tuvieron que depender de fuerzas especiales, submarinos y radares a bordo de los barcos para detectar aviones que se acercaban en vuelo bajo.

Muchas situaciones contrafácticas posibles podrían resultar en la derrota de un intento británico de recuperar las islas, pero la lucha fue decidida por hombres dispuestos a hacer un esfuerzo extraordinario a pesar del terreno difícil, el clima y las largas distancias. La guerra en el mar puede parecer una cosa de película con capitanes tranquilos y calculadores que atraviesan el periscopio, como cazadores que acechan a sus presas en alta mar, pero guerras como la de las Malvinas aún muestran el papel clave que los submarinos y sus intrépidas tripulaciones pueden desempeñar en la guerra moderna. Hoy, mientras miramos hacia el futuro del combate sumergido, las grandes potencias y sus armadas pueden aprender lecciones valiosas del Atlántico Sur y las hazañas de sus veteranos como el San Luis.

Mirando hacia el futuro desde las Malvinas

En el futuro, los submarinos seguirán desempeñando un papel fundamental en la guerra de expedición, así como en entornos de antiacceso/denegación de área (A2/AD). La combinación de poder aéreo naval y terrestre en un entorno de expedición es un componente clave de las amenazas que enfrentan hoy Estados Unidos y sus aliados del Pacífico. Los oficiales militares estadounidenses deben ser conscientes de la importancia de comprender e integrar todos los dominios de la guerra para mantener la superioridad en los puntos calientes. El Mar de China Meridional, el Pacífico occidental y las aguas del Golfo Pérsico pueden brindar futuras oportunidades para que los buques diésel eléctricos, junto con los submarinos submarinos más modernos, demuestren la importancia de mantener en perfecto estado los procedimientos de guerra antisubmarina, logística, mantenimiento y alerta temprana en tiempos de paz para prepararse para posibles acciones de enfrentamiento y conflictos de mayor alcance. Tal como el Duque de Wellington describió su victoria sobre Napoleón Bonaparte en Waterloo, la Guerra de las Malvinas fue, en efecto, “una cosa condenadamente buena, la más reñida que hayas visto en tu vida”.


Referencias

1. Steven R. Harper,  “Submarine Operations during the Falklands War,” Department of Operations Paper, Naval War College, 1994.

2.Harper, “Submarine Operations during the Falklands War.”

3. Maciej Jonasz “Falklands War: Why Did Argentina Fail?” Modern War, n.d.

4. Harper, “Submarine Operations during the Falklands War.”

5. Harper, “Submarine Operations during the Falklands War.”

6. Bogdanor, Vernon. “The Falklands War, 1982 .” Gresham College, 6 April 2016.




sábado, 26 de julio de 2025

Argentina: Qué recibiremos en 2025/26 y qué se analiza a mediano plazo


Política de defensa de Argentina: Adquisiciones, entrega de material y negociaciones

Esteban McLaren



Argentina se encamina a recuperar el tiempo perdido por gobiernos con políticas de defensa diseñadas directamente por traidores a la Patria. Esta recomposición del gasto y la política de adquisiciones no es en ningún caso una carrera armamentista sino una simple recuperación de capacidades que, desde la guerra del Paraguay, el país había mantenido o incrementado pero que la democracia argentina decidió traicionar. El objetivo lamentablemente ha sido el desvío de recursos públicos más grande de la Historia, demoliendo la provisión de todos los servicios públicos encabezando esta lista los gastos de defensa. Por lo pronto, la Fuerza Aérea, luego de 24 años de espera, empieza a recibir sus F-16s en una versión recuperada a lo mejor que se le podía incluir gracias al reino de Dinamarca. Todavía no se habla pero ya se debe poner manos a la obra en negociaciones por AWACS, que se vienen reclamando desde 1985. La Armada disfruta sus primeros P-3C, espera recibir helicópteros italianos y, Dios quiera, fragatas mientras se discute la reposición del arma submarina, y el Ejército reacondiciona sus amados TAM, compra camiones, espera sus primeros Stryker (también un pedido con 40 años de retraso), negocia Blackhawks americanos mientras se analiza un complemento al fusil FAL.Queda mucho por solucionar, el problema salarial de las fuerzas, la fuga de especialistas al sector privado, las necesarias fábricas de municiones en todos los calibres, el desarrollo de radares y satélites militares, la producción para la defensa y, sobre todo, no caer en el error histórico de producir únicamente para el autoabastecimiento. 

Analicemos qué recibiremos los pagadores de impuestos este año y el que viene, mientras también echamos un vistazo a qué se analiza para un futuro a mediano plazo. Es un cambio que se deja ver bien, pero falta mucho para volver a las mejores épocas.



Gloriosos granaderos nacionales

Cambio de política y prioridades
El gobierno de Javier Milei redefinió la política de defensa argentina orientándola a la recuperación de capacidades y a una cooperación estrecha con EE. UU. La compra de 24 aviones F‑16 a Dinamarca y la firma de un acuerdo con EE. UU. para vehículos Stryker son ejemplos de este giro (breakingdefense.comarmyrecognition.com). El presupuesto 2025 planteado por el Ministerio de Defensa (MinDef) incorpora fondos para recuperarse de años de desinversión: incluye la adquisición de submarinos, fragatas y 8×8, la sustitución de helicópteros y la modernización del Ejército (iprofesional.com).


Stryker evaluado por personal del EA

Contexto general

  • Cambio de política y prioridades – El gobierno de Javier Milei redefinió la política de defensa argentina orientándola a la recuperación de capacidades y a una cooperación estrecha con EE. UU. La compra de 24 aviones F‑16 a Dinamarca y la firma de un acuerdo con EE. UU. para vehículos Stryker son ejemplos de este giro (breakingdefense.com; armyrecognition.com). El presupuesto 2025 planteado por el Ministerio de Defensa (MinDef) incorpora fondos para recuperarse de años de desinversión: incluye la adquisición de submarinos, fragatas y 8×8, la sustitución de helicópteros y la modernización del Ejército (iprofesional.com).




P-3C del COAN


Veamos que va a llegar en lo que queda de este año.

1. Material adquirido con entregas previstas para 2025

ProgramaEstado y entregas previstasDetalle
F‑16AM/BMAdquiridos 24 aviones a Dinamarca. Un F‑16B de entrenamiento ya fue presentado en Buenos Aires. El jefe de la FAA afirmó que los restantes aviones se entregarán en cuatro vuelos de traslado a partir de diciembre de 2025 (flightglobal.com); otras fuentes indican que 6 aparatos estarán en Argentina antes de terminar 2025 (breakingdefense.com).Modernización con apoyo estadounidense; aviones se actualizan al estándar Block 20 MLU (flightglobal.com).
Vehículos 8×8 M1126 StrykerLa carta de aceptación firmada el 2 de julio de 2025 establece la adquisición inicial de ocho transportes Stryker (derechadiario.com.ar). Según el Pentágono, los vehículos llegarán a finales de 2025 o comienzos de 2026 (armyrecognition.com).Parte de la modernización del Ejército y de la alineación con EE. UU. No se ha confirmado el número final de vehículos; hay una oferta estadounidense por 27 unidades (armyrecognition.com).
Segundos P‑3C OrionTras la llegada del primer P‑3C en septiembre de 2024, la Armada alistaba en enero de 2025 el segundo avión ex‑noruego; el MinDef señaló que se encuentra en la etapa final de certificación y fortalecerá la vigilancia de largo alcance, la guerra antisubmarina y las operaciones de interdicción marítima (armyrecognition.com). La recepción se espera para el primer semestre de 2025.El contrato incluye cuatro P‑3 (tres P‑3C y un P‑3N); los dos restantes seguirán en línea de modernización.
Helicópteros Bell 407 GXiContrato de 2022 por seis aparatos (tres para el Ejército y tres para la Fuerza Aérea). Dos helicópteros del Ejército fueron inspeccionados en diciembre de 2024 y se preveía su llegada en el primer trimestre de 2025 (aviacionline.com). La Fuerza Aérea recibió su primer Bell 407 GXi en octubre de 2023 (aviacionline.com).Se emplearán para operaciones de altura y reconocimiento en zonas fronterizas.
Modernización TAM 2C‑A2El programa prevé modernizar 74 tanques medianos hasta 2027. Tras completar diez unidades en 2024, el plan continúa durante 2025–2026 (armyrecognition.com).Mejora sistema de control de tiro, visión nocturna y comunicaciones (armyrecognition.com).
Radres RMF‑200VContrato de enero de 2023 para tres radares tácticos RMF‑200V de INVAP con plazo de 42 meses (aviacionline.com). Su entrega y mantenimiento se extienden hasta 2026.Estos radares complementan los misiles RBS‑70 NG para defensa antiaérea.
Cascos y armamentoEl presupuesto 2025 contempla compra de chalecos balísticos, fusiles y ametralladoras (iprofesional.com). La Fuerza Aérea recibió dos entrenadores IA‑63 Pampa III Block II en junio de 2024 como parte de un contrato plurianual (data24.com.ar).

 

Material esperado para 2026

Partiendo de las decisiones de 2025, entonces para 2026 el panorama de la defensa se completará con la llegada de los siguientes elementos. Entre ellos, los primeros Stryker, AW109SP y los esperados radares de INVAP.

 

2. Material ya adquirido con entregas previstas para 2026

ProgramaEstado y entregas previstasDetalle
F‑16 restantesTras la entrega de 6–8 aviones en 2025, el resto (alrededor de 16–18 cazas) se transferirá desde Dinamarca a lo largo de 2026 (flightglobal.com; armyrecognition.com).Se prevé la modernización logística e infraestructura de bases.
Stryker 8×8Los primeros ocho vehículos se entregarían a comienzos de 2026. El acuerdo podría ampliarse con más unidades si prosperan las negociaciones (armyrecognition.com).
P‑3C Orion 3º y 4ºUna vez entregado el segundo avión, el tercero y el cuarto (P‑3C y P‑3N) se incorporarán durante 2025–2026.Una vez completada la flota, repondrán la vigilancia marítima de largo alcance.
Helicópteros AW109SPLa administración Milei firmó en noviembre de 2024 un contrato por cuatro helicópteros AW109SP que incluyen simulador, entrenamiento y repuestos. Dos aparatos deben entregarse en 12–18 meses (2025) y los otros dos después (2026) (derechadiario.com.ar; derechadiario.com.ar).Equipados con radar de búsqueda, FLIR, grúa de rescate y cabina digital para misiones SAR y vigilancia marítima.
Radares RMF‑200VComo se indicó, la entrega completa se prevé para finales de 2025 o 2026 según el cronograma de 42 meses (aviacionline.com).
Modernización TAM y VCTP/M113El plan de modernización de 74 TAM 2C‑A2 continúa hasta 2027(armyrecognition.com). Además, se estudia modernizar los vehículos de la familia VCTP y los transportes M113 (armyrecognition.com), por lo que podrían firmarse contratos en 2025–2026.




RMF‑200V


Negociaciones en marcha

¿Qué se está negociado para el futuro cercano para recuperar capacidades perdidas? Mucho análisis, todavía en fase especulativa y exploratoria. Diversas opciones danesas y turcas en ofertas navales y norteamericanas en aviación para el ejército.

 

3. Programas en negociación o en evaluación

Programa/temaSituación actualEvidencias
SubmarinosLa Armada busca recuperar la capacidad perdida desde el hundimiento del ARA San Juan. En noviembre de 2024 el MinDef envió a Naval Group una carta de intención para adquirir hasta tres submarinos Scorpène Evolved; no se registran avances posteriores (elsnorkel.com). Otras alternativas son el Tipo 209 NG propuesto por ThyssenKrupp (elsnorkel.com) y modelos europeos (Saab C71, Navantia S‑80) de mayor tamaño (elsnorkel.com).La reducción del presupuesto hace más probable la compra de submarinos de segunda mano. Brasil ofreció vender su clase 209‑1400 (quedando disponible solo el Tupi) (elsnorkel.com); Argentina también solicitó información a Noruega para adquirir dos submarinos Ula (clase 206) (elsnorkel.com) y existen ofertas de Países Bajos (clase Walrus) y Turquía (dos 209‑1200 “Atilay” y fragatas MEKO 200 Barbaros) que podrían entregarse este año o el próximo (elsnorkel.com). Hasta julio de 2025 el MinDef no ha decidido cuál opción seguirá.
Vehículos 8×8 (VCBR)El Ejército reactivó el Programa VCBR para dotarse de vehículos blindados a rueda. En 2023 se firmó una carta de intención con Brasil para 156 Guaraní 6×6, pero el acuerdo no se concretó. En 2024–2025 se evaluaron los Stryker 8×8, Guaraní y el Pandur II: se valoran cuestiones técnicas, logística y financiación (armyrecognition.com). La nueva oferta brasileña incluye financiación y producción local, lo que devuelve competitividad al Guaraní. La elección final aún no está tomada.
Helicópteros medianos y Black HawkEl presupuesto 2025 y declaraciones del ministro Luis Petri priorizan la compra de helicópteros UH‑60 Black Hawk y de 8×8 para el Ejército (ciudad24.com.ar). En diciembre de 2024 se abrió un concurso para tres UH‑60 de segunda mano que fue cancelado en enero de 2025 por falta de crédito y sospechas de irregularidades (aviacionline.com); se barajan alternativas como el Airbus UH‑72B o helicópteros indios, pero no se ha anunciado un nuevo proceso.
FragatasEl presupuesto 2025 prevé la adquisición de dos fragatas (iprofesional.com). La oferta turca de fragatas MEKO 200 Barbaros aparece asociada a la propuesta de submarinos Atilay (elsnorkel.com), pero no hay negociación pública todavía. Recientemente se suma las propuestas dinamarquesas de las FFG clase Iver Huitfeldt (FDRA) y, en una gran especulación, la clase Absalon (FDRA)
Fusiles de asaltoEn septiembre de 2024, delegados argentinos evaluaron en Israel el fusil ARAD 7 de IWI para reemplazar al FAL. La propuesta contempla producción bajo licencia en Argentina; el MinDef estudia opciones y es probable que el presupuesto limite una sustitución masiva (armyrecognition.com).
Otros sistemasAdemás de las adquisiciones ya descritas, el MinDef continúa negociando la modernización de transportes M113, la conversión de aeronaves IA‑58 Pucará a la variante Fénix (ISR), la compra de radar 3D secundarios y posibles sistemas de artillería autopropulsada. Estos proyectos aún no tienen contratos firmes. Asimismo, queda por analizar la adquisición de los UAV MALE y del desarrollo de las bombas guiadas Dardo III.



SSK U209 Atilay

Finalmente, las negociaciones a mediano plazo son analizadas en la sección siguiente. La compra de nuevos SSK, junto con los helicópteros y fusiles del EA, será necesariamente un proceso de varios años.

4. Aspectos que requieren avanzar en negociación

  1. Definición de la línea de submarinos – La carta de intención con Naval Group y las múltiples ofertas de submarinos usados muestran un abanico de opciones. Para recuperar la capacidad submarina en el corto plazo, especialistas sugieren adquirir uno o dos submarinos de segunda mano y planificar un programa de submarinos costeros y oceánicos a más largo plazo (elsnorkel.com).

  2. Reemplazo de helicópteros medianos – Tras cancelarse el concurso para UH‑60 de segunda mano, el MinDef deberá decidir si inicia un nuevo proceso FMS con helicópteros nuevos, opta por alternativas como el UH‑72B, o recurre al mercado indio. La capacidad de transporte táctico del Ejército depende de esta decisión (aviacionline.com).

  3. Modernización del armamento individual – La adopción de un fusil modular como el ARAD 7 requerirá un plan de producción local y financiación que reemplace gradualmente el FAL. El MinDef aún evalúa propuestas (armyrecognition.com).

 

ARAD 7
 
 

Conclusión

El viraje de la política de defensa argentina hacia la modernización y la cooperación con EE. UU. ha generado un paquete de adquisiciones con entregas escalonadas. La Fuerza Aérea recibirá los primeros F‑16 en diciembre de 2025 (flightglobal.com), y el Ejército incorporará vehículos 8×8 Stryker y helicópteros Bell 407 GXi para renovar sus medios. En paralelo, la Armada está a punto de recibir el segundo P‑3C Orion y negocia la recuperación de la capacidad submarina con opciones nuevas y usadas (elsnorkel.com; elsnorkel.com).

Sin embargo, varias iniciativas siguen en el terreno de la negociación: la compra de helicópteros medianos, el programa de fragatas y la modernización del fusil de asalto. La concreción de estos proyectos dependerá de la asignación de recursos en el presupuesto y de la capacidad del Estado para sostener acuerdos con proveedores extranjeros sin desatender la industria nacional. Las noticias son buenas, que no nos mate la impaciencia.



sábado, 26 de abril de 2025

Crisis del Beagle: IKL 209 vs clase Oberon


Crisis del Beagle: ¿Y si se enfrentaban los U209 y los clase Oberon?




El enfrentamiento hipotético entre un submarino alemán IKL 209/1200 y un submarino británico de la clase Oberon, ambos producidos entre 1975 y 1980, en un escenario como la crisis del canal de Beagle, nos ofrece un intrigante análisis sobre cómo se habrían desempeñado dos máquinas de guerra submarina, representativas de la tecnología naval de la época. Si bien cada uno de estos submarinos tenía ventajas únicas, la evaluación de sus especificaciones técnicas, capacidades operativas, armamento y sensores sugiere un duelo que habría sido tan estratégico como letal.

El IKL 209/1200: Furtividad y modernización alemana

El IKL 209/1200 fue un submarino diseñado por los ingenieros alemanes de Howaldtswerke-Deutsche Werft (HDW). Su diseño representaba una evolución de las tecnologías alemanas de posguerra y estaba optimizado para operar en aguas costeras y de mar abierto. Con un desplazamiento en inmersión de alrededor de 1,285 toneladas, el IKL 209/1200 era un submarino ligero y maniobrable. Su diseño compacto le otorgaba una ventaja en términos de furtividad, siendo más difícil de detectar por los sistemas de sonar enemigos.

Este submarino estaba equipado con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm y podía llevar hasta 14 torpedos. El armamento principal consistía en torpedos filoguiados, diseñados para alcanzar con precisión objetivos navales en entornos complejos. Aunque no contaba con misiles como otros submarinos contemporáneos, su poder de fuego era suficiente para comprometer gravemente a cualquier buque de superficie o submarino enemigo en las aguas del canal de Beagle.

En cuanto a los sensores, el IKL 209/1200 integraba sistemas de sonar de casco y pasivo, con una capacidad limitada de detección en entornos de alta profundidad, pero eficiente en aguas costeras. Su autonomía le permitía realizar patrullas prolongadas, siendo ideal para misiones de vigilancia y control en áreas estratégicas. Sin embargo, su tamaño más reducido significaba que su habitabilidad y resistencia oceánica eran inferiores a las de otros modelos más grandes.

El clase Oberon: Tradición y resistencia británica

Por otro lado, la clase Oberon, diseñada y construida por astilleros británicos, representaba una evolución de los submarinos británicos de la clase Porpoise, mejorados para aumentar su durabilidad y capacidades operativas. Con un desplazamiento de 2.410 toneladas en inmersión, el Oberon era un submarino significativamente más pesado que el IKL 209, pero esto le otorgaba una mayor resistencia para misiones en mar abierto y océano profundo.



El Oberon también estaba equipado con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm, pero su capacidad de carga era superior, con la posibilidad de llevar hasta 20 torpedos. Los torpedos Mk 24 Tigerfish eran su principal armamento, y, aunque tenían un rango de precisión considerable, se destacaban en enfrentamientos de largo alcance. Esto habría dado al Oberon una ventaja en situaciones donde la detección a larga distancia era crucial.

En cuanto a sensores, el Oberon estaba equipado con sistemas de sonar activos y pasivos más avanzados que el IKL 209/1200, lo que le otorgaba una ventaja en términos de detección temprana. Estos sistemas, junto con la mayor capacidad de inmersión del Oberon (aproximadamente 300 metros), le permitían operar en aguas más profundas, lo que podía ser una ventaja táctica en el caso de un enfrentamiento submarino prolongado.

¿Qué ocurrió con los Oberon chilenos? Uno se encontraba en mantenimiento mayor (SS O'Brien) y para el otro, el SS-23 Hyatt, hay dos versiones. La oficial dice que se averió dentro de los fiordos chilenos (no se expresa cuál fue la falla exacta) y debió volver a Talcahuano. La segunda versión dice que encontrándose en exploración en el Atlántico fueguino, fue detectado por el ARA Rosales (D-22) el cual eyectó erizos ASW impactando por lo menos uno en su estructura. Producto de ello, tuvo que volver a puerto.

Capacidades oceánicas y furtividad

El diseño del IKL 209/1200 priorizaba la maniobrabilidad y la furtividad en aguas costeras. Esto lo convertía en un depredador formidable en el entorno confinado del canal de Beagle, donde su capacidad para evitar la detección mediante su menor firma acústica le habría permitido acercarse sigilosamente al Oberon. Sin embargo, en mar abierto, las limitaciones de alcance de sus sensores y su menor resistencia lo habrían colocado en una desventaja relativa frente a un adversario como el Oberon.

El Oberon, con su mayor tonelaje y sensores más sofisticados, era una plataforma diseñada para misiones de patrulla oceánica de larga duración. Esto le habría permitido detectar al IKL 209/1200 antes de que el submarino alemán pudiera acercarse demasiado, dándole una ventaja estratégica inicial en mar abierto. No obstante, en un enfrentamiento en aguas poco profundas como el canal de Beagle, la mayor maniobrabilidad y menor firma del IKL 209 habrían compensado su desventaja en términos de tamaño y sensores.

Un enfrentamiento hipotético

Si estos dos submarinos se hubieran enfrentado en el canal de Beagle durante la crisis de 1978, el resultado habría dependido del entorno específico. En un combate en aguas abiertas, el Oberon habría tenido la ventaja con su mejor capacidad de detección y mayor capacidad de inmersión, lo que le permitiría atacar al IKL 209 desde la distancia. Sin embargo, en las aguas costeras más estrechas y menos profundas del canal, el IKL 209 podría haber aprovechado su superior maniobrabilidad y furtividad para acercarse y lanzar un ataque sorpresa.

En resumen, el IKL 209/1200, con su diseño más moderno y capacidad de furtividad, habría sido un oponente difícil de detectar en un combate cercano, mientras que el Oberon, con su mayor capacidad de detección y resistencia oceánica, tendría la ventaja en enfrentamientos de largo alcance. En un enfrentamiento directo en el canal de Beagle, el desenlace sería incierto, pero probablemente dependería de quién pudiera localizar primero al otro submarino y lanzar el ataque inicial.

Para más detalles técnicos sobre el IKL 209/1200 puedes consultar Global Security y sobre la clase Oberon en Naval Encyclopedia.