



El A-4C Skyhawk C-321 tuvo una trayectoria excepcional, operando en dos fuerzas aéreas y participando en dos crisis militares clave. Inicialmente en servicio con la Armada de los Estados Unidos (USN), tuvo un papel destacado en la Crisis de los Misiles en Cuba (1962). Más tarde, fue adquirido por la Fuerza Aérea Argentina (FAA), participando en la crisis del Canal de Beagle (1978) y en la Guerra de Malvinas (1982), donde integró la escuadrilla que atacó al portaaviones HMS Invincible.
El BuNo 147741, fabricado para operaciones en portaaviones, fue asignado a varias unidades de la US Navy. En 1962, se desplegó en el portaaviones USS Shangri-La en el Mediterráneo y participó en el bloqueo de Cuba.
El BuNo 147741 haciendo «toque y motor» abordo del portaaviones USS John F. Kennedy (CVA-67) mientras volaba con el escuadrón VA-83 Rampagers (foto: US Navy, 1967)
A diferencia de otros A-4 utilizados en Vietnam, su actividad operativa se concentró en misiones en el Atlántico y el Mediterráneo, sirviendo en los escuadrones VA-46 "Clansmen" y VA-83 "Rampagers", entre otros. En la Base Naval Cecil Field, Florida, fue parte del primer escuadrón en lanzar misiles aire-superficie AGM-12 "Bullpup".
En 1971, tras 11 años de servicio y 3.824 horas de vuelo, el A-4C fue retirado y almacenado en la Base Aérea Davis Monthan (Arizona), donde permanecería hasta su venta a Argentina.
El BuNo 147741 con las distintivas marcas escocesas del escuadrón VA-46 «Clansmen» en el plano de la deriva, fotografiado en la pataforma de NAS Cecil Field, Florida (foto: USN, circa 1960).
La Fuerza Aérea Argentina (FAA) compró el avión en diciembre de 1974, en el contexto de una modernización de su flota. Antes de su envío, fue despojado de tecnología sensible en Lockheed Aircraft Services (California).
Una vez en Argentina, fue restaurado y puesto en condiciones operativas en el Área Material Río Cuarto (ARMACUAR), realizando su primer vuelo el 29 de marzo de 1978.
A diferencia de su versión original, el avión recibió equipamiento británico y israelí, incluyendo:
Perdió, sin embargo, tecnologías clave de su versión estadounidense, como:
El C-321 entró en servicio el 19 de mayo de 1978 en la IV Brigada Aérea (Mendoza), participando en entrenamientos y pruebas con los misiles Shafrir I en Bahía Blanca.
En la plataforma de El Plumerillo (Mendoza), el día que entró en servicio operativo con la Fuerza Aérea Argentina (foto: Vía Jorge Núñez Padín, 19/05/1978).
El A-4C C-321 fue desplegado a Puerto San Julián (Santa Cruz) el 13 de diciembre de 1978, junto a otros once Skyhawks, en el contexto del conflicto con Chile por el Canal de Beagle.
El avión estuvo en estado de alerta para misiones de ataque, aunque la guerra no se produjo debido a la mediación papal.
Equipado con misiles IAI Shafrir I en sus pilones subalares exteriores, el C-321 fue uno de doce A-4C Skyhawk desplegados en Puerto San Julián por la crisis del Canal Beagle (foto: vía Fernando Benedetto, circa 12/1978)
En abril de 1982, al estallar la Guerra de Malvinas, el C-321 regresó a Puerto San Julián, completando siete salidas de combate.
El 30 de mayo de 1982, el C-321 integró la escuadrilla "Zonda", en un ataque conjunto entre la FAA y la Armada Argentina contra el portaaviones británico HMS Invincible.
Orden de batalla:
Primer plano de la trompa que muestra las marcas de unidad y misión usadas por el C-321, como se observaron en la ceremonia de las 100.000 horas de vuelo del A-4 Skyhawk en la Fuerza Aérea Argentina (foto: Carlos Ay, Villa Reynolds, 29/11/1985)
Fase de ataque:
El C-321 aterrizó en Río Grande tras 3 horas y 40 minutos de vuelo, en lo que sigue siendo una de las misiones más audaces de la FAA.
Detalle de la instalación del misil Matra Magic II durante su pruebas de certificación (foto: Matra vía Carlos Ay, El Plumerillo, 05/1983).
Tras la guerra, el C-321 continuó operando en la V Brigada Aérea (San Luis), junto con otros Skyhawks supervivientes.
Modernización y nuevos armamentos:
Esta modernización lo convirtió en un A-4C "Variante Halcón", mejor adaptado a la guerra moderna.
El C-321 con la actualización “Halcón I” (foto: Paolo Rollino, Villa Reynolds, 26/11/1990).
El 10 de marzo de 1995, el C-321 sufrió una falla de motor mientras volaba cerca de la ciudad de San Luis.
El piloto, Primer Teniente Mario Bordagaray, intentó recuperar el control, pero la aeronave se estrelló, resultando en su fallecimiento.
Restos del avión fueron preservados en el Museo de los Veteranos de la Guerra de Malvinas en Villa Mercedes (San Luis), como tributo a su historia.
Restos de la cola del C-321 en el Museo de los Veteranos de la Guerra de Malvinas en Villa Mercedes (foto: Guillermo Canosa, 09/10/2022).
El A-4C Skyhawk C-321 fue uno de los aviones más emblemáticos de la Fuerza Aérea Argentina, con un historial de servicio que abarcó más de tres décadas y dos conflictos internacionales.
Desde su participación en la Crisis de los Misiles (1962) hasta el ataque al HMS Invincible (1982), su historia refleja el papel clave de la aviación de combate argentina.
A pesar de su trágico final en 1995, el C-321 sigue siendo un símbolo de coraje y determinación en la historia de la aviación militar argentina.
Perfil del C-321 que con el esquema de pintura utilizado por la escuadrilla “Zonda” para el ataque al portaaviones británico HMS “Invincible” el 30/05/1982 (Arte: Javier “Javo” Ruberto).
Fuente:
La mayoría de las fotos y un resumen del texto proviene de este artículo de Gaceta Aeronáutica
La Guerra del Beagle en 1978 casi ocurrió entre Argentina y Chile debido a la disputa por las islas Picton, Lennox y Nueva. Vamos a explorar un escenario alternativo en el que la guerra efectivamente comienza el 22/23 de diciembre de 1978 con los eventos que has descrito: un asalto argentino a Punta Arenas y un desembarco en las islas disputadas, junto con una invasión desde Neuquén a través del paso Puyehue/ Cardenal Samoré hacia Puerto Montt y desde Pino Hachado hacia Temuco.
Esta operación tenía como objetivo cerrar el asedio a la capital trasandina, el cual se había iniciado desde el flanco norte en el valle del Aconcagua. No obstante, en este sector la distancia hasta la capital sería mayor, y a diferencia del flanco norte, donde la propia cordillera dificultaba el flanqueo desde el noroeste o el este (dado que las ciudades costeras se encuentran a pocos kilómetros), aquí podrían existir flancos expuestos en un arco de 180°, con poblaciones de tamaño mediano como Osorno, Talca, Concepción, Talcahuano y Valdivia. En consecuencia, el combate urbano se presentaría como una posibilidad real, lo que ralentizaría el avance. Bajo esta perspectiva, estas campañas podrían entenderse más como un esfuerzo estratégico para dividir al país en dos y dificultar sus comunicaciones, en lugar de ser un apoyo directo al ataque sobre la capital, que se hallaría a cientos de kilómetros al norte. Concentrarse en dominar el territorio implicaba imbricarse en un desgaste de tropas. Mucho más efectivo hubiese sido, tal vez, incursionar para destruir activos de combate en todos los niveles (infraestructura, depósitos, aeropuertos, aeronaves, vehículos de transporte, etc.)
Otros escenarios ya se han analizado el asalto blindado a Santiago por el Norte, la especulación de una invasión chilena hasta Bahía Blanca, el asalto blindado a Punta Arenas, la batalla naval del Beagle, el ataque contra-aéreo sobre Chabunco y el asalto helitransportado a las islas del canal. En cualquier caso, todos estos escenarios así como este mismo es un trabajo en constante actualización y evolución dado que mucha información todavía no es pública y diversos puntos de análisis no han sido explorados. Versiones mejoradas se irán actualizando a futuro: empecemos entonces.
Geografía de referencia: Paso Puyehue (Cardenal Samoré) y Temuco (Norte) y Paso Pino Hachado y Puerto Montt (Sur)
Aquí corresponde una observación. Según algunas fuentes argentinas, las unidades encargadas de invadir territorio chileno a través de los pasos Puyehue y Pino Hachado (ambos en la provincia de Neuquén) estaban bajo el mando del general de división Menéndez. Sin embargo, la información recopilada por el teniente coronel Madrid Murúa indicaba que el avance por el paso Puyehue estaría a cargo del comandante del V Cuerpo de Ejército, el general de división Vaquero, y no mencionaba una invasión por el paso Pino Hachado (Soprano, 2021).
Esta discrepancia podría deberse a las fuentes de planificación a las que cada uno tuvo acceso. La fuente, un oficial de una unidad de artillería prevista para participar en el ataque a Chile a través del paso Puyehue en octubre de 1978, pudo haber conocido una versión preliminar del plan. En cambio, Madrid Murúa, al analizar los hechos con posterioridad, pudo haber accedido a otras fuentes de información o al planeamiento definitivo. En cualquier caso, ambas rutas de invasión fueron analizadas.
La zona es central e histórica para Chile, posee regimientos tradicionales basados en la región así cómo la principal base naval del país.
Argentina:
5ª Brigada de Infantería (Montaña): Con base en Mendoza, esta unidad tendría la responsabilidad principal en la invasión a través del paso Puyehue. Equipados con artillería ligera de montaña, morteros, y algunas unidades de apoyo blindado ligero. Compuesta por:
VI Brigada de Infantería de Montaña: Con base en Neuquén, apoyaría el avance desde el sur, proporcionando refuerzos y cubriendo flancos. Compuesta por:
XII Brigada de Infantería Mecanizada: Con base en Río Gallegos, tendría la responsabilidad del ataque a Punta Arenas. Compuesta por:
Chile:
Fase 1: Paso Puyehue/Cardenal Samoré
Fase 2: Avance hacia Osorno
Fase 3: Toma de Puerto Montt
Defensa Inicial:
Resistencia en Puerto Montt:
Operaciones de contención y contraataque:
Guerra de guerrillas:
Este escenario alternativo habría resultado en un conflicto extremadamente costoso para ambas naciones, con combates intensos en las regiones montañosas y urbanas del sur de Chile.
En el contexto de una invasión argentina hacia Puerto Montt a través del paso Puyehue/Cardenal Samoré, habría varios puntos críticos donde el avance argentino podría estancarse debido a la combinación del terreno difícil, la defensa chilena, y las limitaciones logísticas. A continuación, se detallan los puntos más probables de estancamiento.
Lo más caótico y ridículo era que los medios más poderosos, los ya viejos tanques AMX-13, iban a ser empleados en la zona de Pino Hachado, en la provincia de Neuquén. Estos blindados penetrarían en un área conocida como La Horqueta, por la boca ancha de un embudo, para luego salir —en columna y desfilando— por la boca estrecha de ese embudo, a través de un desfiladero montañoso. Esta maniobra facilitaría al adversario la destrucción de nuestros blindados con fuerzas de poca magnitud, equipadas con armas antitanques. Una vez más, quienes concibieron el plan se olvidaron de los manuales y de la doctrina más elemental. (Balza, un ex-militar muy citado por los trasandinos más no por sus connacionales)Habría que recordar que con ese criterio jamás se hubiese invadido Normandía ni San Martín hubiese cruzado los Andes. Se debe tener en cuenta que Argentina iba a operar en condiciones de superioridad aérea, por lo que las dificultades en el plano bidimensional podían ser enfrentadas desde el plano tridimensional, sin grandes amenazas de contraataque aéreo.
Terreno y clima: El paso Puyehue es una ruta de alta montaña que, especialmente en invierno, puede ser extremadamente difícil de cruzar debido a la nieve, el hielo y las condiciones climáticas adversas. Incluso en verano, el terreno montañoso y boscoso presenta serios desafíos logísticos y de movilidad. Este sería el primer punto donde el avance podría estancarse, ya que las fuerzas argentinas tendrían que asegurar el paso mientras enfrentan posibles defensas chilenas o sabotajes de las rutas.
Defensa chilena: Las fuerzas chilenas podrían utilizar unidades ligeras de infantería y artillería de montaña para hostigar a los invasores en el estrecho y accidentado terreno del paso. Tácticas de demolición y emboscadas podrían retrasar significativamente el avance argentino.
Importancia estratégica: Osorno es un centro urbano clave, controlando el acceso al sur de Chile a través de la Ruta 5 Sur. La ciudad tiene una importancia estratégica debido a su red de carreteras y comunicaciones, por lo que las fuerzas chilenas seguramente establecerían una fuerte defensa aquí.
Defensas urbanas: Combates urbanos en Osorno podrían causar un estancamiento del avance argentino, ya que las tropas tendrían que lidiar con posiciones defensivas preparadas, posibles barricadas, francotiradores, y el uso del terreno urbano para ralentizar el avance. Las fuerzas chilenas, apoyadas por artillería y tanques ligeros de la Brigada Acorazada "Coraceros", podrían convertir a Osorno en un punto de resistencia significativo. Podría ser una opción para las fuerzas argentinas desviarse de tomar esta posición aislarla o someterla a bombardeo de artillería y aéreo.
Ríos como Obstáculos Naturales: Los ríos Bueno y Maullín, cerca de las ciudades de Río Bueno y La Unión, representan importantes obstáculos naturales. Estos ríos, con sus puentes y vados limitados, serían puntos ideales para que las fuerzas chilenas intentaran detener o retrasar el avance argentino.
Destrucción de Infraestructura: Chile podría destruir puentes clave y usar artillería para impedir la construcción de puentes temporales o cruces anfibios, causando un estancamiento significativo en el avance argentino.
Terreno Controlado: Entre Llanquihue y Puerto Montt, la Ruta 5 Sur es un corredor clave que pasa a través de un terreno que, aunque más plano que el paso de montaña, sigue siendo ideal para la defensa en profundidad por parte de los chilenos.
Defensa en Profundidad: Las fuerzas chilenas podrían emplear tácticas de defensa en profundidad, con líneas defensivas sucesivas a lo largo de la Ruta 5 Sur. Los constantes ataques de artillería y posibles contraofensivas acorazadas desde Puerto Montt podrían causar un estancamiento argentino antes de llegar a la ciudad.
Defensa Urbana Intensa: Puerto Montt, al ser el objetivo principal, vería una defensa urbana intensa. El terreno costero, combinado con las infraestructuras urbanas, permitiría a los defensores chilenos organizar una defensa sólida y bien atrincherada.
Refuerzos Navales y Aéreos: Chile podría emplear su marina y aviación para reforzar la defensa de Puerto Montt, atacando las líneas de suministro argentinas y evitando un avance rápido. Además, el terreno costero permitiría un uso efectivo de artillería naval y ataques aéreos para hostigar a las fuerzas invasoras.
En este escenario, el avance argentino hacia Puerto Montt se estancaría probablemente en el Paso Puyehue/Cardenal Samoré, Osorno, y los ríos cercanos a Río Bueno y La Unión, antes de encontrar una defensa urbana intensa en Puerto Montt. La combinación de terreno difícil, defensas en profundidad y tácticas de guerrilla podría frenar considerablemente el avance argentino, haciendo que la campaña se prolongue y se vuelva más costosa.
La crisis del Beagle de 1978 estuvo al borde de un conflicto armado entre Argentina y Chile, con el Plan "Soberanía" diseñado por Argentina para invadir Chile en múltiples frentes. En este escenario de historia alternativa, ahora nos enfocaremos en la hipótesis de que Argentina busca tomar Temuco, una ciudad clave en el sur de Chile, lo que implica un cruce por la cordillera de los Andes en una de sus zonas más difíciles.
Para esta ofensiva, el Ejército Argentino habría empleado unidades de montaña y blindadas, con apoyo aéreo y fuerzas especiales.
Apoyo de la Fuerza Aérea Argentina (FAA):
Para llegar a Temuco desde Argentina, los principales pasos cordilleranos utilizables en una ofensiva serían:
Paso Cardenal Samoré (Bariloche - Osorno - Ruta 5 Sur - Temuco)
Paso Pino Hachado (Zapala - Lonquimay - Temuco)
Plan de avance:
En 1978, el Ejército Chileno tenía menos efectivos y material pesado que Argentina, pero contaba con experiencia en guerra de montaña y un profundo sentido de defensa territorial.
Unidades en la zona de Temuco:
Apoyo de la Fuerza Aérea de Chile (FACh):
La captura de Temuco no habría sido una tarea sencilla para Argentina debido a la combinación de obstáculos geográficos, la resistencia chilena y la logística extendida de las fuerzas invasoras.
📌 Posibles desenlaces:
Si bien Argentina tenía superioridad numérica y material, Chile poseía la ventaja defensiva del terreno y un mando cohesionado con tropas más numerosas. La toma de Temuco habría requerido una operación relámpago extremadamente bien ejecutada, y cualquier retraso habría dado tiempo a los chilenos para reorganizarse y contraatacar.
En este escenario alternativo, el destino de la batalla habría dependido de la velocidad argentina y la capacidad chilena de resistir y desgastar al enemigo. En cualquier caso, el objetivo principal de estas dos campañas (Puerto Montt y Temuco) debería haber sido destruir la mayor cantidad de activos militares chilenos para deshabilitar su uso con el fin de interrumpir el avance hacia Santiago por el Paso Puyehue desde el Sur. Dentro de esta dinámica, no se debiera retener terreno por mucho tiempo debido a la enorme probabilidad de ser rodeados por la misma ubicación geográfica de los objetivos en el centro del dispositivo enemigo.
🇦🇷 Crisis del Beagle, 1978: La defensa aérea argentina en Tierra del Fuego.
🔺 21 cañones Bofors y ametralladoras en Ushuaia.
🔺 Misiles Tigercat en Río Grande.
🔺 Estrategia sin radares: vigías y observadores del aire.
Así se preparó Argentina para el conflicto del Beagle.
Pieza de Puerto Almanza
Para proteger los puntos estratégicos en el sur de Tierra del Fuego, particularmente en Ushuaia, que incluían el aeropuerto, la planta de combustibles Orion de YPF, la Intendencia Naval (con sus depósitos logísticos), el muelle y la Base Naval, se desarrolló una defensa aérea puntual. Esta se llevó a cabo utilizando cañones Bofors 40/60 y ametralladoras dobles de 20 mm.
Pieza de Monte Gallinero
Primero, fue necesario determinar la mejor ubicación para las baterías antiaéreas, colocándolas cerca de cada objetivo a proteger. Aunque el corredor marítimo estaba claramente delimitado por el Canal Beagle, las vías de aproximación aéreas tuvieron que establecerse de manera práctica. Para ello, se utilizaron dos helicópteros navales SA 316 B Alouette III (de la EAH1 bajo el mando del entonces TNCD Espilondo), sin limitaciones de horas de vuelo. Estas aeronaves sobrevolaban diariamente las zonas importantes junto al TFIM Marín, simulando los perfiles de ataque de aviones de bombardeo, para determinar la posición ideal de cada pieza antiaérea.
La defensa antiaérea se diseñó con la distribución de 21 montajes fijos de 40/60 mm Breda Bofors (bitubo tipo "B"), uno de ellos monotubo (tipo "C" de 1700 kg) y cuatro móviles (montados en afustes modificados de los antiguos cañones antitanque Krupp 88).
Baterías costeras en Tierra del Fuego
El sistema, meticulosamente planificado, se distribuyó de la siguiente manera:
Monte Gallinero, Ushuaia
Las piezas estaban operadas por personal de mar y servicios, con cinco (5) hombres por cañón. Contaban con depósitos de munición listos (almacenes o santabárbaras) en las cercanías y parapetos o albardones defensivos.
Los montajes móviles utilizados en la defensa de Almanza permanecen allí con sus carros de transporte. Otros tres afustes fijos se encuentran almacenados cerca de los automotores de la Base Naval de Ushuaia, mientras que el resto se ha replegado y reutilizado como material ornamental.
En Río Grande, la cobertura antiaérea fue proporcionada por el Batallón de Artillería Antiaérea (BIAA) de la Infantería de Marina, con su batería de 12 cañones rápidos monotubo Hispano-Suizos de 30 mm (11 disparos por segundo) y tres lanzadores de misiles radioguiados Tigercat, casi en la Base Aeronaval "Almirante Quijada". Después de establecerse el área vital (que incluía la pista del aeropuerto) y las vías de aproximación aérea, se colocaron las bases lanzadoras triples de misiles en un triángulo isósceles, integradas a los cañones que cubrían todo el perímetro. Sin radares de detección temprana ni sistemas remotos de dirección de tiro, se desplegaron observadores del aire (ROA) y vigías adelantados. Estos se complementaron con una red más amplia que daba alarma a todo el dispositivo insular.
SAM Short Tigercat de la IMARA