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miércoles, 4 de septiembre de 2024
martes, 7 de noviembre de 2023
domingo, 6 de octubre de 2019
Malvinas: ¿Hubo ejecuciones?
Ejecuciones en Malvinas
Ignacio Montes de Oca¿Hubo ejecuciones durante la Guerra de Malvinas? Sí, no solo hay testigos, sino que además hay una confesión, testigos y un fusilado que sobrevivió a su propio fusilamiento. Y además, existe un posible crimen de guerra por el hundimiento del crucero ARA Gral Belgrano.
Vincent Bramley, un ex paracaidista británico en Malvinas y relató su experiencia en el libro “Viaje al Infierno”. Allí, cuenta sobre un soldado argentino prisionero fue ejecutado por el sargento John Pettinger. Luego, como un compañero usó su bayoneta contra otro argentino.
Las ejecuciones fueron corroboradas en el libro de Christian Jennings y Adrian Weale “Muchachos de ojos verdes” donde se eleva la cifra de fusilados de Longdon a un total de ocho prisioneros argentinos. Es decir que de las 47 bajas argentinas, ocho fueron tras la batalla.
El libro del ex veterano británico Ken Lokowiak, “La Canción del Soldado”, confirma que Pettinger ejecutó además a un soldado “de ojos achinados” que se había rendido tras el combate de Monte Longdon. Algunos creyeron reconocer a ese soldado ejecutado.
El soldado de “ojos achinados” fue quizá el cabo José Carrizo, integrante del 7° Regimiento de Infantería Mecanizada. Tras el fin de la batalla, trató de volver a las líneas amigas y fue atrapado por tres británicos. Se supone que fueron Pettinger, Bramely y un tercer desconocido.
Carrizo llegó a ver el caño de un subfusil Sterling y un destello. Horas más tarde un soldado argentino de apellido Leiva lo vio moverse entre los cadáveres. Pese a tener medio cráneo estallado, sobrevivió y volvió a Mendoza para conocer a su hijo nacido durante la guerra.
La evidencia de fusilamientos hizo que una comisión del Scotland Yard iniciara una investigación en agosto de 1992. Tras viajar a Malvinas y a Buenos Aires entrevistando testigos y recogiendo pruebas, concluyeron que hubo ejecuciones.
El cabo Gary Sturge fue identificado como uno de los fusiladores en Longdon. Una corte marcial que se le hizo durante la guerra por matar prisioneros, lo sancionó con un par de días de arresto. Ya no se le podía juzgar otra vez por el mismo delito y no pudo ser acusado.
El 11 de junio el teniente Jorge Vizoso Posse también sobrevivió a un fusilamiento en Monte Dos Hermanas. Pese a rendirse, un británico le disparó en el pecho. Un rosario que portaba frenó la bala. También sobrevivió para atestiguar de los fusilamientos.
El marino Félix Artuso, tripulante del submarino ARA Santa Fe, no sobrevivió. Fue asesinado por la espalda por un marino británico luego de la rendición de la nave cuando creyó que manipulaba las válvulas para hundirla.
El mayor crimen del cual se acusa a Gran Bretaña se origina en el hundimiento del ARA General Belgrano fuera de la zona de guerra y cuando se dirigía a aguas continentales. 323 marinos perdieron la vida. La Corte de la Haya recibió una denuncia de dos familiares de los muertos.
El 16 de julio de 2010, la Corte de La Haya rechazó la demanda por haber sido presentada fuera de término. Los familiares de los marinos, insisten en las apelaciones pero aún no han logrado que sea aceptada su denuncia.
Lo mismo sucedió con la investigación judicial en Argentina. La jueza federal Liliana Herraert de Aquino entrevistó a decenas de testigos y reunió documentación aportada por una Comisión del Congreso Nacional que investigó el tema. Cerró la causa en 1998 por “falta de pruebas”.
En Gran Bretaña, la Procuradora de Justicia de la Corona, Barbara Mill, también tomó el caso y lo cerró alegando falta de evidencias. Unos meses después, el presidente argentino Carlos Menem se reunía con la Reina Isabel II para cerrar el capítulo bélico entre ambos países.
Sturge quedó impune y su superior, David Collet, dudó públicamente de la existencia de la corte marcial en su contra. Pettinger tampoco fue juzgado y Bramley vendió muchas copias de su libro. Carrizo recuerda la guerra cada día. En la Haya, no quieren saber nada del ARA Belgrano.
Es un asunto en el que existen decenas de testigos, confesiones escritas, sobrevivientes de los fusilamientos y documentos que prueban los delitos. Pero los políticos consideraron que era mejor que los crímenes de guerra se mudaran de la justicia a los libros de historia.
PD: ningún gobierno en Argentina o en Gran Bretaña hizo un esfuerzo honesto por aclarar si hubo crímenes de guerra durante la Guerra de Malvinas. Los ejecutores nunca purgaron pena. Y en La Haya nunca se aceptó investigar crímenes, pese a la evidencia con la que contaban
¿Hubo ejecuciones durante la Guerra de Malvinas? Sí, no solo hay testigos, sino que además hay una confesión, testigos y un fusilado que sobrevivió a su propio fusilamiento. Y además, existe un posible crimen de guerra por el hundimiento del crucero ARA Gral Belgrano pic.twitter.com/7bjyN7naCt— Nacho Montes de Oca (@nachomdeo) October 4, 2019
lunes, 12 de marzo de 2018
SGM: Operación Meetinghouse, el mayor bombardeo aéreo de la historia
Estados Unidos destruyó Tokio hace 73 años en el ataque aéreo más sangriento de la historia
Tom Demerly, The Aviationist
Publicado por Business Insider
B-29s lanzando bombas incendiarias durante una incursión de la luz del día sobre Japón. Archivo de USAF
- Hace 73 años, Estados Unidos destruyó Tokio durante el ataque aéreo más sangriento de la historia, conocido como Operation Meetinghouse.
- 300 B-29 Superfortress arrojaron varios tipos de bombas incendiarias, matando a entre 88,000 y 200,000 personas.
- Pero las clases de historia de los Estados Unidos casi nunca lo mencionan.
01:00 Hrs Local, Tokio, Japón. 9 al 10 de marzo de 1945.
Todo Tokio es una pira funeraria.
Ardiendo a más de 595°C, las llamas crecientes crean su propio vacío de huracanes que inhalaban todo lo combustible para alimentar la creciente conflagración de millas de ancho.
Revoloteando hasta el suelo en una caída tambaleante bombetas incendiarias continúan lloviendo desde el cielo nocturno. Estas no son bombas aéreas normales. Las pequeñas bombetas son manchas suaves de terror pegajoso y sin forma. Son bombas incendiarias químicas E-46 o "bombas de fuego".
Los E-46, un tipo de varios incendiarios utilizados en el ataque, son arrojados a una milla sobre la ciudad. Caen dentro de lo que parece una carcasa de bomba convencional construida en Mays Landing, Nueva Jersey. Las nueve correas de retención en el exterior de la bomba se rompen al unísono, lo que permite que se abra el cartucho de la bomba de racimo. Dispensan una ventisca de 47 bolsas de estopilla más pequeñas y suaves. Las bolsas continúan cayendo a tierra. No hay explosión de conmoción ni onda de choque. Sin cristales rotos. Se deslizan silenciosamente sobre techos de paja y edificios de madera y comienzan a arder. Y arden terriblemente.
Es un extraño ataque a cámara lenta. Hay pocas explosiones atronadoras. La sirena antiaérea se eleva en volumen a través del aire nocturno. Luego, el bajo retumbar de los aviones en la oscuridad sobre nuestras cabezas, el estallido silencioso y el estallido de los paquetes incendiarios se abrieron de par en par y aterrizaron en los tejados cuando estallaron las primeras bombas. Un creciente coro de gritos de pánico sigue a medida que los incendios comienzan a extenderse. El pequeño fuego de una bombeta se conecta rápidamente a otra, luego a otra y más. Pronto los incendios consumen una manzana, luego se conectan los bloques de fuego. Más bolsas de fuego aterrizan. El creciente monstruo de fuego necesita aire para sobrevivir, y comienza un enorme bostezo en toda la ciudad en busca de oxígeno para alimentar el infierno de la construcción. Se recogen las velocidades del viento, tirando papel, tela, incluso personas al edificio huracán de fuego.
El infierno ha venido a la tierra
Arriba, una procesión de 300 de los bombarderos estratégicos más grande del mundo, los Boeing B-29 Superfortress, llueven con una muerte fulminante sin cuartel. Esta es la Operación Meetinghouse. Sigue siendo el ataque aéreo más mortífero en la historia de la humanidad, con un número de víctimas atribuidas más alto que las ataques nucleares de Hiroshima o Nagasaki o los ataques con fuego sobre Dresde, Alemania y el bombardeo estratégico de ciudades alemanas como Berlín.
Se discute el número de muertes japonesas en el ataque aéreo Operation Meetinghouse en la noche del 9 al 10 de marzo de 1945. La mórbida contabilidad estima un "bajo" de "88,000" (US Strategic Bombing Survey, 1945) a un máximo de 200,000 muertes, un quinto de un millón, por Elise K. Tipton, profesora de estudios japoneses en la Universidad de Sydney, Australia. . Más de 1 millón de personas no tienen hogar. Más morirán de quemaduras, enfermedades y desnutrición en los próximos días y semanas, ya que cada esfuerzo de socorro no se estira hasta el punto de ruptura, sino que se rompe muchas veces más allá.
El escenario para esta catástrofe humana se estableció años antes, comenzando con el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941. Pero los factores que convergieron para permitir la severidad de Operation Meetinghouse tardaron años en construirse, como una pila de trapos empapados de petróleo acumulándose en una esquina hasta que un día ...
Se discute el número de muertes japonesas en el ataque aéreo... La mórbida contabilidad estima un "bajo" de "88,000" (US Strategic Bombing Survey, 1945) a un máximo de 200,000 muertes, un quinto de un millón, por Elise K. Tipton, profesora de estudios japoneses en la Universidad de Sydney, Australia.
Japón estaba geográficamente aislado. Su conquista de la región del Pacífico fue brutal sin medida. Los prisioneros japoneses a menudo eran torturados, desnutridos y enfermos. Hubo poco tratamiento humanitario de los prisioneros. Muchas poblaciones de las islas fueron forzadas a la esclavitud por los japoneses ocupantes. Durante una marcha forzada de prisioneros estadounidenses y filipinos desde Saysain Point y Mariveles, Bataan a través de casi 70 millas de senderos de la selva hasta una estación de tren en Camp O'Donnell el 9 de abril de 1942, murieron hasta 18,650 prisioneros, incluyendo un estimado de 600 Americanos La atrocidad se conoció como la Marcha de la Muerte Bataan. Siguió de cerca el ataque sorpresa en Pearl Harbor unos meses antes.
Las bombas aéreas incendiarias se probaron en objetivos falsos en los terrenos probados de Dugway en el aceite estándar de EE. UU.
La agresión entre las fuerzas japonesas y aliadas fue avivada fácilmente por los temores de una invasión en los Estados Unidos. Bombardeos de globos volaron sobre la costa oeste de las ciudades estadounidenses. Los temores de que los submarinos japoneses aterrizaran saboteadores en las playas de California corrieron desenfrenadamente. Después de los ataques de Pearl Harbor, los japoneses avivaron el miedo estadounidense al usar bombas de globo crudas lanzadas desde submarinos en un intento ineficaz de iniciar incendios forestales en el oeste de Estados Unidos. Los japoneses-estadounidenses fueron confinados a campos de internamiento por "seguridad" pero fueron tratados humanamente en comparación con los prisioneros aliados de los japoneses.
Ambas partes aprovecharon las diferencias raciales entre los japoneses y los angloamericanos para reforzar la idea de que el otro lado no era humano, sino monstruos que deben ser destruidos. Ambas poblaciones creyeron en la narración de que esta era una batalla titánica por la supervivencia, y que el perdedor sería aniquilado. En términos modernos, la guerra fue retratada como una especie de apocalipsis zombi. La propaganda retrató a los "japoneses" como roedores amarillos en miniatura, desalmados con dientes de león y bebés empalados en sus bayonetas. Los japoneses pintaban a los estadounidenses como pálidos, merodeadores gigantes empeñados en el asesinato, la dominación global, la codicia y la conquista tratando de conducir a los japoneses a la extinción.
En los meses y años que precedieron a Operation Meetinghouse, la campaña pacífica en las islas de los Estados Unidos cobró impulso con las invasiones de Rabaul, Guadalcanal y las Islas Salomón, avanzando a través del Pacífico hacia Japón.
Pero las distancias entre las islas eran enormes, dificultando la logística y creando una furia constante de las batallas navales. Sin embargo, los Estados Unidos estaban progresando. A medida que la sucesión de invasiones se acercaba a las islas de origen japonesas, la lucha adquirió una brutalidad aún más maníaca. En febrero de 1945, los EE. UU. Invadieron la isla de Iwo Jima, el primer desembarco en el territorio de origen japonés. La pelea fue horrible. Más de 6.000 marines, soldados y marineros estadounidenses murieron mientras que las bajas japonesas superaron los 20.000. Iwo Jima solo tenía 9 millas cuadradas. Las fuerzas japonesas y estadounidenses intercambiaron casi 3,000 vidas por milla cuadrada en la isla desierta.
Si se aplicara la relación de 3,000 vidas perdidas por cada milla cuadrada de territorio recuperado a todas las islas japonesas que cubren 145,932 millas cuadradas, el recuento corporal podría elevarse a ... 437,796,000 muertes, un número imposible seis veces mayor que la población total de Japón. La ecuación improbable sugiere que Japón enfrenta la aniquilación si es invadida.
Durante las reuniones de planificación estratégica en las estimaciones de los EE. UU. Del número de bajas aliadas de una invasión a las islas de origen japonesas, se mencionaron números que excedieron el millón de estadounidenses. Las bajas japonesas serían mucho más altas. La población total de Japón registrada a fines de 1945 fue de 71.998.104. En la defensa de su patria por parte de Rusia de la invasión de los alemanes, de alguna manera habían soportado un sorprendente 26.6 millones de muertos según un estudio de 1993 de la Academia Rusa de Ciencias, la mayor pérdida de vidas humanas por cualquier país, en cualquier guerra. Era razonable sugerir que Japón podría perder más de 10 millones de personas si los EE. UU. Intentaran invadir las principales islas japonesas antes de forzar la rendición.
Un B-29 del 468. ° grupo de bombardeo atacando a Hatto, Formosa el 18 de octubre de 1944 con bombas de alto poder explosivo. Pista de aterrizaje excesivo debido al fracaso de la hélice el 17 de junio de 1945 en West Field, Tinian. US Army Air Forces Birdsall, Stephen a través de Wikimedia Commons
En el cálculo brutal de la guerra global tenía que haber una solución descontada a la ecuación horrorosa.
Desconocido para casi todas las personas del gobierno y el ejército de EE. UU., había un pequeño grupo de mujeres y hombres trabajando en un arma de guerra en el remoto desierto del suroeste de los Estados Unidos, pero esa arma secreta, una bomba que liberaba la energía de un átomo de división, estaba a meses de distancia y todavía no es algo seguro.
Mientras tanto, los EE. UU. Sintieron que solo tenía una opción; Incendio masivo de ciudades japonesas para destruir su fabricación de guerra y desmoralizar a su población, forzando la capitulación. Fue a fines de febrero de 1945.
La bomba de fuego del Meetinghouse Conferencehouse del 9 al 10 de marzo se centró en la infraestructura de defensa japonesa. Los japoneses habían dispersado una cantidad significativa de fabricación relacionada con la defensa a las industrias artesanales en las áreas periféricas de Tokio y otras ciudades. Intentar destruir a cada uno con precisión en bombardeos a gran altura era imposible.
Los estadounidenses tenían una nueva súper arma capaz de golpear a Japón. Era un bombardero de plata gigantesco y reluciente, más grande que todo lo visto anteriormente. El enorme avión era elegante y aerodinámico, con alas largas y estrechas y cuatro motores enormes propensos a prenderse fuego. Es largo, el fuselaje cilíndrico fue presurizado para vuelo a gran altura sin oxígeno suplementario y los compartimientos de la tripulación se calentaron. Incluso su sistema defensivo de control de fuego estaba controlado remotamente. La torreta delantera estaba equipada con cuatro ametralladoras calibre .50, el doble del número de la torreta superior del B-17 anterior. A diferencia de los equipos de bombarderos B-17, las tripulaciones del nuevo mega bombardero no tenían que llevar trajes de vuelo pesados con calefacción eléctrica y confiar en el oxígeno para mantenerse con vida en altitud. Estos equipos de bombarderos lucharon con mangas de camisa de utilidad tropical.
El nuevo avión era el Boeing B-29 Superfortress. Mi padre era dibujante e ingeniero de Boeing Aircraft en Seattle, Washington, en "Plant 2", cerca del río Duwamish. Trabajó en el desarrollo ultrasecreto del B-29. Una de sus tareas era ayudar a dibujar los planes para un túnel de tripulación presurizado a través del compartimiento de la bahía de bombas desde la parte delantera del avión hasta la parte trasera. Él juró guardar el secreto durante el desarrollo del avión. Ni siquiera mi madre sabía en qué estaba trabajando. Otro proyecto fue preparar dibujos del sistema de control de armas defensivas controladas a distancia.
El B-29 Superfortress fue diseñado para ataques estratégicos a gran altitud. Pero los primeros ataques aéreos de altura en Japón por B-29 fueron en gran parte ineficaces. Las bombas explosivas convencionales causaron poco daño a una escala lo suficientemente grande. Las tripulaciones de bombarderos también estaban luchando con un nuevo fenómeno meteorológico encontrado por el B-29 de alto vuelo. Descubrieron un viento consistente y ultrarrápido que arruinó la precisión del bombardeo llamado "corriente en chorro".
En enero de 1945, el comandante de las operaciones aéreas estratégicas contra las islas de origen japonesas fue el general de división Curtis LeMay. Una figura un tanto controvertida, LeMay era un pragmático cuando se trataba de lograr la victoria militar. Era simplemente una cuestión de aritmética letal. LeMay ordenó a los B-29 que comiencen a bombardear en la noche desde una altitud baja en lugar de durante el día. Para mejorar el rendimiento de la aeronave y la carga útil de la bomba, ordenó que se retiraran todas sus ametralladoras defensivas y sus artilleros.
Las Superfortalezas de LeMay atacarían Tokio el 9 y 10 de marzo bajo la cobertura de la oscuridad desde la baja altitud, arrojando a los blancos bombas incendiarias. La precisión era innecesaria. La primera ola de bombarderos soltaría sus armas para formar una "X" gigantesca y llameante para marcar el centro del objetivo. El resto de las Superfortresses simplemente dejarían las suyas lo más cerca que pudieran. Los incendios harían el resto.
Era difícil mantener los B-29 en vuelo. Sus cuatro enormes motores radiales Wright R-3350 Duplex-Cyclone, los más grandes, eran propensos a incendiarse. El mantenimiento fue constante para evitar incendios en el motor. Cuando los bombarderos fuertemente cargados se esforzaban por despegar, lanzando enormes bombas y cargas de combustible al aire, los choques eran comunes.
Algunos aviones iban a ser lanzados desde Tinian y Saipan, otros desde Guam. Había dos pistas paralelas de 8.500 pies recientemente construidas en Guam específicamente para apoyar los ataques B-29 en Japón. Desde este campo, las Superfortunas del 421er Escuadrón de Bombardeo, 504 ° Grupo de Bombardeo, despegarían.
Pocas fotos del ataque existen, pero muchos sobrevivientes pintaron sus impresiones de sus horrores en los años posteriores. USAF
El autor Robert F. Dorr escribió lo que podría ser el relato definitivo del ataque con fuego de Tokio en su libro "Misión a Tokio". Dorr escribió que, si bien casi todas las tripulaciones aéreas de los B-29 en la noche del 9 de marzo de 1945 eran veteranos experimentados, muchos de ellos creían que no sobrevivirían a esta misión.
La orden del Mayor General LeMay para que las Superfortunas volaran sin sus armas defensivas no fue bien recibida por los equipos. Robert F. Dorr escribió que el comandante de un B-29 llamado "Lady Annabelle", el Capitán Percy Usher Tucker dijo: "No voy a dejar las armas atrás". Otros miembros de la tripulación dijeron: "No estoy seguro de lo que piensa el general LeMay". Si bien los registros históricos oficiales no lo indicaron, algunas tripulaciones mantuvieron armas y artilleros en sus aviones, sin poner los nombres de los artilleros en los manifiestos de la tripulación para la misión.
Antes de la Operación Meetinghouse, ningún bombardeo tan grande había volado tan bajo. Las misiones de bombardeo a baja altitud eran propensas a grandes pérdidas, como lo demostraron las infames incursiones del campo petrolífero Ploesti en Rumania en 1943. En Ploesti, las pérdidas de los bombarderos B-24 Liberator fueron terribles cuando volaron en una vorágine de humo enemigo y el humo ascendente de la quema de tanques de aceite en el suelo.
Mientras que numerosas cuentas históricas coinciden en que una vez que las tripulaciones B-29 estaban en el aire, eran completamente comerciales, en el despegue era diferente. La mayoría de la tripulación, excepto los pilotos, permanecían sentados ociosamente en la oscura aeronave con la esperanza de evitar una falla catastrófica del motor con una carga completa de combustible y bombas. Un artillero de estribor, Cpl. John R. Dodd, tenía un agarre de nudillo blanco en su rosario. Su voz llegó por el intercomunicador diciendo: "No puedo hacer esto, no puedo hacer esto. No puedo hacer esto".
Curiosamente, los B-29 no volaron en formación en el camino a Japón, sino en una larga procesión de un solo archivo tendida a lo largo de kilómetros y horas.
Los informes difieren sobre las luces encendidas o apagadas en Tokio esa noche. Algunas tripulaciones entrevistadas por el autor Robert F. Dorr le dijeron que vieron luces en las calles de abajo. Los supervivientes japoneses dicen que los protocolos estándar de prevención de ataques aéreos estaban en su lugar, pero a menudo se ignoran. Hubo un cuarto de luna sobre Tokio la noche del ataque, por lo que la mayoría de los B-29 hicieron fácil el trabajo de la larga navegación a Tokio. Llegaron al objetivo con precisión unos minutos después del tiempo asignado al objetivo.
Los pilotos entregaron el control a sus bombarderos que dirigieron el avión a los puntos de lanzamiento precisos utilizando el piloto automático esclavo de sus vistas de la bomba Norden. Luego dejaron caer sus bombas.
Justo antes de las 2:00 AM en Tokio, el ataque aéreo estaba terminando. El aumento del calor de la conflagración a continuación causó una turbulencia masiva para las últimas oleadas de bombarderos cuando llegaron a Tokio. Los aviones se sacudieron violentamente en columnas de aire ascendente. El objetivo a continuación estaba oscurecido alternativamente por el humo o iluminado por oleadas de llamas a continuación. Un bombardeo preciso era imposible. Entonces, los aviones simplemente abandonaron su cargad de bombas letal. Las pérdidas de B-29 sobre el objetivo fueron moderadas.
Cuando todo terminó, Tokio estaba completamente destruido.
Las entrevistas con los sobrevivientes de Operation Meetinghouse en ambos lados son espeluznantes. Ambos dicen algunas de las mismas cosas. El día después del ataque hubo un silencio opresivo. En Tokio, los supervivientes carbonizados, muchos de ellos con ropa chamuscada en sus cuerpos, deambularon indiferentes por el humo y las brasas de las ruinas de Tokio para encontrar todo lo que pudieran salvar. Había poco. Entre los equipos de bombarderos B-29 que regresaron del ataque hubo fatiga, agotamiento y la aparición de un nuevo fenómeno que aún no tenía nombre, Trastorno de estrés postraumático. Ninguno de los lados salió de Operation Meetinghouse sin cambios. Incluso el general Curtis LeMay, con rostro de granito, parecía sereno por las consecuencias.
Una de las dos únicas Superfortunas Boeing B-29 actualmente en vuelo, "FiFi". Tom Demerly / The Aviationist
Los equipos B-29 lucharon con tenacidad para alcanzar sus objetivos y atacar con precisión. Si bien las ramificaciones morales del ataque se debatirán hasta el día de hoy, estas tripulaciones no tuvieron el lujo de reflexionar sobre su misión. Japón era un adversario desesperado y letal que entraba en su agonía. No hubo negociación, ni tiempo ni espacio para la moderación.
Desde la distancia de 73 años de que ha transcurrido desde la Operación Meetinghouse, el bombardeo aéreo ha evolucionado enormemente. Aunque "humanitario" nunca es una palabra para describir el bombardeo aéreo, los ataques aéreos se han vuelto más precisos y producen menos "daños colaterales", el término antiséptico acuñado para víctimas civiles. La operación Meetinghouse fue también una gota más añadida al lomo de la resistencia japonesa que finalmente fue rota por los ataques nucleares en Hiroshima y Nagasaki ese mismo año.
En retrospectiva, Operation Meetinghouse no se encuentra en la historia popular de la participación de los EE. UU. en la Segunda Guerra Mundial. Pocas personas saben que sucedió. Las clases de historia de los Estados Unidos casi nunca lo mencionan, a pesar de que fue el ataque aéreo más grande de la historia. Pero recordar este ataque aéreo catastrófico y mortífero es clave para evitar cualquier repetición similar en el futuro.
Civiles achicharrados por el calor
lunes, 11 de diciembre de 2017
SGM: Conversaciones entre soldados alemanes y la finalidad de la guerra
Los ecos de la Segunda Guerra Mundial
Las conversaciones entre los soldados revelan la lógica secreta de la guerra
Conversaciones grabadas en secreto entre los soldados alemanes prisioneros revela la mentalidad que condujo a los combatientes de la Segunda Guerra Mundial. Las transcripciones fueron encontrados por casualidad.
Cuando, en 2001, el historiador alemán Sönke Neitzel se encontró con una pila de documentos en el Archivo Nacional Británico, apenas podía creer lo que veía. Había encontrado las transcripciones de las conversaciones entre los soldados alemanes como prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial, grababas en secreto. Fue una conversación íntima entre compañeros, sin darse cuenta de que un tercero tomaba notas y escuchaba con atención.
Las fuerzas británicas y estadounidenses, que tenían prisioneros alemanes, tenía la esperanza de que las conversaciones podrían proporcionar información militar importante. Pero poco se ha aprendido acerca de los arsenales secretos. Las transcripciones revelan que, en su mayor parte, era la vida cotidiana de los hombres en una guerra, que como ellos, luchaban, mataban y morían.
"Para mí, jugar con bombas se ha convertido en una necesidad", dice un pasaje. "Da un escalofrío en la espina dorsal, es una gran sensación. Disparar a alguien es tan bueno."
Sönke Neitzel y el psicoanalista Harald Welzer llegaron a estar tan fascinados con las 150 000 páginas de transcripciones que decidieron estudiar este material extraño. Los resultados de sus observaciones fueron publicados en el libro Soldaten - Protokoll vom Kämpfen, sterben und Toten (Los soldados: Protocolos para pelear, matar y morir).
"Tuvimos cuidado de evitar juicios. No queríamos sólo mostrar las cosas terribles que hicieron los soldados", dijo Neitzel. En cambio, queríamos entender los pensamientos de los soldados, y la forma en que fueron traídos estos terribles actos.
Matar por diversión
Sin embargo, los dos investigadores no dejaron de ser movidos por algunos de los informes. En algunos pasajes, se encontraron con historias acerca de cómo los soldados estaban discutiendo entre ellos sobre el gusto por el asesinato, o el número de mujeres que fueron violadas.
En raras ocasiones, algunas de las conversaciones de los participantes expresaron objeciones o criticas a este acto de jactancia. "En cierto modo, eran conversaciones más o menos normales entre dos compañeros", dijo Welzer. La única diferencia es que su trabajo era la guerra.
Cuando Neitzel contó a Welzer de las transcripciones, pronto se hizo evidente hasta qué raros y valiosos eran esos documentos. Aunque los historiadores a menudo tienen la oportunidad de estudiar las memorias de la guerra y las cartas que los soldados enviados a la familia, estas están tienen un valor limitado, dice Welzer.
"Cuando alguien escribe una carta a la madre, ciertamente no escribe cuántas mujeres violó." Estas transcripciones, a su vez, son una sensación para el mundo académico.
"No tenemos ningún material comparable o incluso guerras contemporáneas, como la de Afganistán. Por un lado, estas conversaciones no son probablemente está grabando, por el otro, incluso si lo fueran, no tendrían acceso a ellos."
El nuevo libro escrito por estos estudiosos examinan cuestiones relacionadas con la mentalidad de los militares involucrados en el combate diario y cómo veían la guerra. Uno de los sorprendentes para los autores fue que la actitud de los soldados no variaban mucho según la edad, antecedentes personales o la jerarquía militar.
Un oficio especializado
El dúo está convencido de que las conversaciones abiertas entre los combatientes alemanes de la Segunda Guerra Mundial también penetrar en la mentalidad de los soldados involucrados en otros conflictos. Un hallazgo preocupante es que la misma lógica de la guerra es lo que resulta brutal en los seres humanos.
"El primer día parecía terrible. Pero luego me dije a mí mismo, 'A la mierda, una orden es una orden". En el segundo y tercer día, pensé,' lo que sea, de todos modos. "En el cuarto, me empezó a gustar" dice un pasaje de los archivos.
Para Sönke Neitzel, "librar una guerra es como un oficio especializado, y los mejores soldados dominan estas habilidades, mayores serán las posibilidades de supervivencia y éxito. Y ellos se definen por este éxito."
En este sentido, señala Neitzel, hay poca variación de una guerra a otra. "Al final, un francotirador de la Wehrmacht en la Segunda Guerra Mundial y uno de la Bundeswehr en Afganistán están haciendo el mismo trabajo. El arma y el uniforme es diferente, pero el trabajo es el mismo, es de disparar a matar, es exactamente el lo mismo ".
El historiador está convencido de que en tales situaciones, la ideología no entra en la mente de los soldados, la Wehrmacht no reflexionaba sobre la ideología nazi de sus tropas, las fuerzas armadas alemanas de hoy en día probablemente no reflejen la consciencia de cada soldado por la Constitución alemana.
Una guerra como los otros
Según Neitzel y Welzer, había ciertamente nazis convencidos entre los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial, y estas creencias les hacía decir que el asesinato de judios era lo correcto. Estos, sin embargo, constituyeron una minoría.
Los investigadores también sostienen que los actos de violencia cometidos bajo el régimen nazi fueron más brutales que los cometidos en otras situaciones. Ellos creen que una ideología como el nazismo no es el factor más importante que conduce a las atrocidades, sino un sistema de valor militar que convierte a las personas en asesinos.
Harald Welzer considera inútil protestar públicamente en relación a los crímenes de guerra, porque la lógica de la guerra tiende a generar delitos. "En cualquier guerra moderna, las cosas exactamente el mismo pasará con los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial sostuvieron. La única manera de erradicar que pondría fin a la guerra total y su sustitución por otro camino para que los países resuelvan sus diferencias sin recurrir al asesinato ", concluye el analista.
Autor: Nadine Wojcik (np)
Revisión: Augusto Valente
DefesaNet
Las conversaciones entre los soldados revelan la lógica secreta de la guerra
Conversaciones grabadas en secreto entre los soldados alemanes prisioneros revela la mentalidad que condujo a los combatientes de la Segunda Guerra Mundial. Las transcripciones fueron encontrados por casualidad.
Cuando, en 2001, el historiador alemán Sönke Neitzel se encontró con una pila de documentos en el Archivo Nacional Británico, apenas podía creer lo que veía. Había encontrado las transcripciones de las conversaciones entre los soldados alemanes como prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial, grababas en secreto. Fue una conversación íntima entre compañeros, sin darse cuenta de que un tercero tomaba notas y escuchaba con atención.
Las fuerzas británicas y estadounidenses, que tenían prisioneros alemanes, tenía la esperanza de que las conversaciones podrían proporcionar información militar importante. Pero poco se ha aprendido acerca de los arsenales secretos. Las transcripciones revelan que, en su mayor parte, era la vida cotidiana de los hombres en una guerra, que como ellos, luchaban, mataban y morían.
"Para mí, jugar con bombas se ha convertido en una necesidad", dice un pasaje. "Da un escalofrío en la espina dorsal, es una gran sensación. Disparar a alguien es tan bueno."
Sönke Neitzel y el psicoanalista Harald Welzer llegaron a estar tan fascinados con las 150 000 páginas de transcripciones que decidieron estudiar este material extraño. Los resultados de sus observaciones fueron publicados en el libro Soldaten - Protokoll vom Kämpfen, sterben und Toten (Los soldados: Protocolos para pelear, matar y morir).
"Tuvimos cuidado de evitar juicios. No queríamos sólo mostrar las cosas terribles que hicieron los soldados", dijo Neitzel. En cambio, queríamos entender los pensamientos de los soldados, y la forma en que fueron traídos estos terribles actos.
Matar por diversión
Sin embargo, los dos investigadores no dejaron de ser movidos por algunos de los informes. En algunos pasajes, se encontraron con historias acerca de cómo los soldados estaban discutiendo entre ellos sobre el gusto por el asesinato, o el número de mujeres que fueron violadas.
En raras ocasiones, algunas de las conversaciones de los participantes expresaron objeciones o criticas a este acto de jactancia. "En cierto modo, eran conversaciones más o menos normales entre dos compañeros", dijo Welzer. La única diferencia es que su trabajo era la guerra.
Cuando Neitzel contó a Welzer de las transcripciones, pronto se hizo evidente hasta qué raros y valiosos eran esos documentos. Aunque los historiadores a menudo tienen la oportunidad de estudiar las memorias de la guerra y las cartas que los soldados enviados a la familia, estas están tienen un valor limitado, dice Welzer.
"Cuando alguien escribe una carta a la madre, ciertamente no escribe cuántas mujeres violó." Estas transcripciones, a su vez, son una sensación para el mundo académico.
"No tenemos ningún material comparable o incluso guerras contemporáneas, como la de Afganistán. Por un lado, estas conversaciones no son probablemente está grabando, por el otro, incluso si lo fueran, no tendrían acceso a ellos."
El nuevo libro escrito por estos estudiosos examinan cuestiones relacionadas con la mentalidad de los militares involucrados en el combate diario y cómo veían la guerra. Uno de los sorprendentes para los autores fue que la actitud de los soldados no variaban mucho según la edad, antecedentes personales o la jerarquía militar.
Un oficio especializado
El dúo está convencido de que las conversaciones abiertas entre los combatientes alemanes de la Segunda Guerra Mundial también penetrar en la mentalidad de los soldados involucrados en otros conflictos. Un hallazgo preocupante es que la misma lógica de la guerra es lo que resulta brutal en los seres humanos.
"El primer día parecía terrible. Pero luego me dije a mí mismo, 'A la mierda, una orden es una orden". En el segundo y tercer día, pensé,' lo que sea, de todos modos. "En el cuarto, me empezó a gustar" dice un pasaje de los archivos.
Para Sönke Neitzel, "librar una guerra es como un oficio especializado, y los mejores soldados dominan estas habilidades, mayores serán las posibilidades de supervivencia y éxito. Y ellos se definen por este éxito."
En este sentido, señala Neitzel, hay poca variación de una guerra a otra. "Al final, un francotirador de la Wehrmacht en la Segunda Guerra Mundial y uno de la Bundeswehr en Afganistán están haciendo el mismo trabajo. El arma y el uniforme es diferente, pero el trabajo es el mismo, es de disparar a matar, es exactamente el lo mismo ".
El historiador está convencido de que en tales situaciones, la ideología no entra en la mente de los soldados, la Wehrmacht no reflexionaba sobre la ideología nazi de sus tropas, las fuerzas armadas alemanas de hoy en día probablemente no reflejen la consciencia de cada soldado por la Constitución alemana.
Una guerra como los otros
Según Neitzel y Welzer, había ciertamente nazis convencidos entre los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial, y estas creencias les hacía decir que el asesinato de judios era lo correcto. Estos, sin embargo, constituyeron una minoría.
Los investigadores también sostienen que los actos de violencia cometidos bajo el régimen nazi fueron más brutales que los cometidos en otras situaciones. Ellos creen que una ideología como el nazismo no es el factor más importante que conduce a las atrocidades, sino un sistema de valor militar que convierte a las personas en asesinos.
Harald Welzer considera inútil protestar públicamente en relación a los crímenes de guerra, porque la lógica de la guerra tiende a generar delitos. "En cualquier guerra moderna, las cosas exactamente el mismo pasará con los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial sostuvieron. La única manera de erradicar que pondría fin a la guerra total y su sustitución por otro camino para que los países resuelvan sus diferencias sin recurrir al asesinato ", concluye el analista.
Autor: Nadine Wojcik (np)
Revisión: Augusto Valente
DefesaNet
lunes, 15 de mayo de 2017
Biografías: Reinhard Heydrich, el carnicero de Praga
Reinhard Heydrich
Perfiles de su personalidad
Heydrich es, por su personalidad y sus acciones, una de las figuras más controvertidas y oscuras del régimen nazi, haciendo palidecer incluso a las características de su superior Himmler. Heydrich demostró ser un hombre extremadamente inteligente, de una astucia aguda para urdir complicadas conjuras, minuciosamente estructuradas, con efectos de largo alcance. Era, según Walter Schellenberg, un animal de presa. Además demostró ser un acertado administrador y gobernante al estar a cargo de la administración checa.
Era muy calculador y desconfiado, de claridad en sus pensamientos y exposiciones, además de eficiente y carente de escrúpulos, nada parecía escapársele de las manos. Para muchos era el nazi perfecto. Hitler consideraba a Heydrich un hombre extremadamente dotado y peligroso, y le llamaba "El hombre del corazón de hierro". Incluso Amon Göth lo admiraba.
Por otro lado, tenía una especial afinidad por la música, los deportes, en especial la esgrima, en la cual era muy diestro, y los estudios. Era además un avezado piloto de Messerschmitt Me-109 y Messerschmitt Bf 110.
Su sola presencia marcaba un abismo psicológico que ocasionaba terror físico incluso a sus más cercanos colaboradores. Era muy temido en su círculo personal. Para Wilhelm Canaris, Heydrich era su pesadilla, que lo sumía en trances nerviosos.
En su época de estudiante, Reinhard Heydrich tuvo que soportar las sospechas de sus padres en el Realgymnasium de Dresde, por su probable apellido Süss, hecho que le hizo infeliz y provocó un gran complejo respecto de sus orígenes.
El joven Reinhard incubó un agresivo resentimiento contra sus probables orígenes y se enroló desde 1920 hasta 1922 en la Deutschvölkischer Schutz-und Trutzbund una organización editorial antisemita. Posteriormente Heydrich se enrolaría en la Freikorps; en esta época Reinhard Heydrich participó en reyertas callejeras contra grupos bolcheviques y desarrolló una personalidad fuertemente competitiva.
En la Marina de la República de Weimar
A pesar de que en la Marina de la agitada República de Weimar se prefería a nobles, las aptitudes de Heydrich lo llevan a ser aceptado en 1922.
Estuvo bajo el mando del Almirante Wilhelm Canaris (futuro jefe de la Abwehr) en el crucero Berlín. Con Canaris estableció un vínculo que le permitió ser incorporado al círculo familiar de Canaris. En la Marina se especializó en Radiofonía y prestó servicios como oficial de información en la base naval de Kiel. En esta etapa se especializa en técnicas de espionaje bajo la tutela de Canaris.
El 31 de mayo de 1931 es expulsado de la Marina por un incidente en el que se vio involucrado con una joven. Mientras estaba comprometido con su futura esposa Lina (una joven y ferviente nazi), mantuvo una relación paralela con la hija de un superior de la Marina. Tenía 26 años. Se casó con Lina von Osten y tuvo cuatro hijos: Klaus (1933), Heider (1934), Silke (1939) y Marte (1942), ésta última nacida póstumamente.
El 1 de junio de 1931, Heydrich se afilia al partido nazi con sede en Hamburgo.
El brazo derecho de Himmler
Fuera de la Marina, sus expectativas de futuro se hicieron escasas y después de un tiempo, su situación económica se vio apurada.
Por medio de Von Ebestein, un amigo de su novia Lina, Heydrich supo que había unas plazas en un organismo del NSDAP, el (SD) bajo el mando de Himmler. Se presentó en 1931 y fue inmediatamente aceptado. En ese mismo año Lina y Reinhard se casaron. Himmler apreció inmediatamente las sobresalientes aptitudes de Heydrich, le nombró Sturmbannführer y éste pasó a ser no sólo su brazo derecho, sino que posteriormente llegó a hacerle sombra a su superior. Werner Best, un ayudante de Himmler le describió como un ser infinitamente calculador y diabólico y la personalidad más demoníaca en la dirección del nazismo.
En 1932, Heydrich sufrió una investigación sumaria por sospechas sobre su origen judío, de la que salió bien librado al ocultarse a la opinión pública que era medio judío o Mischling de segundo grado, dato que fue ocultado celosamente por sus superiores nazis.
De hecho, Heydrich hizo todo lo que estuvo a su alcance para borrar de su pasado a su abuela judía Ernestine, llegando incluso a alterar la lápida de su tumba. Sólo una persona sabía la verdad y guardaba celosamente los registros de su pasado como una arma defensiva: ese hombre era Wilhelm Canaris.
Asimismo, Himmler le encargó investigar en el mismo tema, esta vez para la ascendencia de Hitler. Los resultados obviamente fueron satisfactorios. En 1934, Himmler integra bajo su alero a Karl Wolff, un abogado que tenía un pasado militar; este personaje tenía una personalidad totalmente opuesta a la de Heydrich. Wolff se ocuparía del proceso de la posesión de las policías regionales de Prusia y Heydrich de Baviera.
Heydrich, el recién integrado Karl Wolff y Himmler formaron un trío mancomunado para conseguir los objetivos de este último: lograr tener bajo su mano la policía regional, los campos de concentración y posteriormente la Gestapo que estaba bajo las órdenes de Hermann Göring en Prusia. El objetivo de Himmler era unificarlos bajo el alero SS. Asimismo Heydrich al mando del departamento de Seguridad del Reich armó una eficiente red de espías en los orgános de seguridad internos del III Reich cuyas redes abarcaban incluso la Abwehr de su ex jefe y superior Wilhelm Canaris.
En 1933 se le destinó como Jefe de la Policía de Baviera y junto con Himmler conjuró, por encargo de Göring, contra Röhm (Jefe de las SA), quien en la vida privada era hasta ese momento amigo personal y padrino de los hijos del mismo Heydrich, primero difundiendo rumores de una conjuración de Röhm y Gregor Strasser contra Hitler, a lo que se sumaba su inaceptable condición de homosexual.
Este fue detenido por el mismo Hitler y confinado en una prisión. Hitler, aludiendo a sus servicios pasados, intentó salvarle la vida a Röhm; sin embargo, se le convenció de lo contrario e invitó a este a cometer suicidio, a lo que Röhm se negó. Dos agentes de la SD entraron a la celda y dispararon a Röhm, cuarenta y ocho horas después de la llamada "Noche de los cuchillos largos" (el 30 de junio de 1934).
Jefe de la Gestapo
En 1936 se le nombra Jefe de la Policía de Seguridad del Reich y de la Gestapo. En 1939, Heydrich se hace cargo de la dirección del Reichssicherheitshauptamt (RSHA) en el que, por orden de Himmler habían sido centralizadas la Oficina Estatal de la Policía de Seguridad (Gestapo y Policía de Investigación Criminal) y la Oficina de Seguridad del NSDAP, y desde el cual fueron dirigidos todos los órganos oficiales y secretos de la policía y de seguridad del Reich.
Heydrich decìa: "Soy el màximo encargado del vertedero de basura del Reich Alemàn"
Heydrich persiguió con éxito a muchos activistas antinazis, realizando una minuciosa labor de contraespionaje; encarcelò al jefe de la policìa bàvara Schutzel y al lìder de la comunidad judìa de Munich Lewy, àmbos los golpearon y a èste ùltimo le quemaron su casa.
La Oficina 6-F-4. La Operación Krüger
Himmler creó en 1939 una oficina secreta supervisada por Heydrich, de quien provenía la idea. El objetivo de esta oficina era desquiciar el sistema económico monetario del Reino Unido mediante un bien elaborado plan de falsificación de al menos 140 millones de libras esterlinas, que se introducirían en el sistema de divisas inglés y además autofinanciaría a la misma estructura de las SS. El plan meticulosamente ideado por Heydrich tendría efectos tremendamente nocivos para la economía inglesa.
Heydrich encargó al comandante Bernhard Krüger la puesta en marcha del plan. El plan se denominó Operación Krüger y se realizó en un ala del campo de concentración de Sachsenhausen, donde se llegaron a falsificar hasta 140.000.000 de libras esterlinas y algunos miles de dólares. Este dinero financió a la Gestapo, al espionaje en el extranjero, la paga de colaboracionistas, el pago de información y la compra en países neutrales. El efecto de dicho plan ideado por Heydrich tuvo hondas repercusiones en la economía inglesa y sus efectos se dejaron sentir hasta bien pasado el fin de la guerra.
Reinhard Heydrich a la derecha de la fotografía, detrás de Hitler, a la izquierda, Arthur Seyß-Inquart (1938)
El Incidente Skoblin
Heydrich supo a través de informantes que la Abwehr, comandada por quien fue su superior en la Marina, Wilhem Canaris, manejaba información confidencial del ex-general zarista Skoblin, quien afirmaba que el Mariscal de la Unión Soviética Mijaíl Tujachevsky y el general Vladimir Gorev estaban tramando un plan con altos mandos militares alemanes para derrocar a Stalin.
En su libro El Gran Terror (de 1968), el historiador inglés Robert Conquest señaló a agentes alemanes, que bajo la iniciativa de Reinhard Heydrich, implicaron al Mariscal Tujachevski en una conspiración con el Cuerpo de Generales alemanes, con el fin de hacer a Stalin sospechar de él, y todo esto, con el fin de minar la capacidad de defensa de la Unión Soviética. Según Conquest, estos documentos fueron hechos llegar al presidente de Checoslovaquia Edvard Beneš, quien los envió de buena fe a Stalin. Esto desencadenó la llamada Gran Purga. Esta versión, avalada por el líder polaco Władysław Gomułka en 1961, no ha sido corroborada por otros antecedentes o pruebas.
Esta información fue transmitida a Nikolái Yezhov, jefe de la NKVD y antecesor de Lavrenti Beria, su equivalente en la Unión Soviética. Así se desencadenó la sangrienta purga de 1939 (conocida como la Gran Purga), donde se ejecutaron o se deportaron a más de 3000 oficiales del Ejército Rojo. Esta intromisión de la Gestapo en los asuntos de la Abwehr le valió la enemistad de Canaris.
Fue un golpe maestro y táctico para los futuros planes de Hitler, pues ganó tiempo y el apaciguamiento de Stalin, lo que llevó al Tratado de No Agresión entre Alemania y URSS, y de paso se eliminó a la flor y nata de la oficialidad rusa, que tres años más tarde escasearía en la llamada Gran Guerra Patria contra Alemania.
Privó a los soviéticos de su mejor militar, Tujachevsky, y de su mejor general de blindados, Gorev, quien fue fusilado bajo el cargo de alta traición y quien, paradójicamente, fue el mentor de Heinz Guderian, brillante estratega táctico de panzers (véase Historia militar de la Unión Soviética).
Operación Reichsführer o Himmler: Invasión de Polonia
El 31 de agosto de 1939 se llevó a cabo la Operación Reichsführer SS o Himmler, dirigida por Alfred Helmut Naujocks y organizada por Heydrich. En ella un grupo de convictos políticos con uniformes de militares polacos simularon un asalto a una emisora alemana situada en la localidad fronteriza de Gleiwitz y leyeron una proclama antialemana en polaco; el objetivo era justificar la invasión a Polonia que estaba planeada para el día siguiente. Después, a pesar de las promesas de libertad que habían recibido, los falsos polacos fueron asesinados.
En mayo de 1941, intentó sin éxito desenmascarar al médico personal de Himmler, el doctor Félix Kersten, del cual sospechaba fundadamente que tenía conexiones con los gobiernos de Holanda, Suecia y Suiza, pero Himmler lo alejó de Heydrich.
Durante la Operación Weserübung en la Ocupación de Noruega, Heydrich participó en misiones de combate a bordo de un Me-109 y Me-110, lo que le valieron la concesión de la preciada piocha de Piloto de guerra de la Luftwaffe (Frontflugspange) en Bronce (1940) y Plata (1941), luego la concesión de Cruz de Hierro de segunda clase y luego de primera clase.
Conferencia de Wannsee
Carta de Hermann Göring a Heydrich sobre la Reinstalación JudíaEl 20 de enero de 1942, Heydrich participa entre otros en la llamada Conferencia de Wannsee, junto a Adolf Eichmann en un plan de aceleración de la Solución Final en Polonia. En la conferencia, la cual fue documentada en términos eufemísticos, producto de esta conferencia, el genocidio del pueblo judío se aceleró tanto en los campos de concentración como en terreno invadido.
Organización de los comandos de exterminio: Einsatzgruppen
Durante la Invasión de Polonia en 1941, miles de judíos se transformaron en verdaderas colonias errantes de judíos que escapaban a los asesinatos en masa en sus pueblos natales y se abastecían de armas mediante el mercado negro y el asalto a soldadescas nazis. Como respuesta a esta situación Heydrich bajo la autorización de Himmler, instruyó a la RSHA la organización de grupos de liquidación reorganizando los comandos de operaciones especiales de las SS, los einsatzkommandos.
Los einsatzkommandos ya habían actuado como grupos específicos de asesinato en el Anschluss en Austria y en los Sudetes. Estos grupos fueron reorganizados bajo la supervisión de Heydrich en seis batallones SS Einsatzgruppen que actuaron en la frontera de Polonia y Bielorrusia y después muy activamente en la Invasión de la Unión Soviética, cuyo objetivo era la eliminación sumaria de judíos, gitanos, y después a los comisarios políticos.
Se estima que estos grupos de exterminio asesinaron a no menos de un millón de personas, la mayoría civiles.
Carta de Hermann Göring a Heydrich sobre la Reinstalación Judía
Protector de Bohemia y Moravia
Himmler, receloso de la fama lograda por Heydrich, le destina como Protector suplente del Reich de Bohemia y Moravia, como una forma de sacarlo del camino. En Checoslovaquia, el Gauleiter Konstantin von Neurath se había mostrado blando con la población checa, permitiendo que la resistencia pudiera operar tranquilamente. Heydrich lo relevó y además puso en la cárcel al gobernador saliente.
Implantó la Ley Marcial e hizo detener a casi toda la intelectualidad checa, ejecutando a cerca de 550 checos en menos de cinco semanas, y al resto lo envió a los campos de concentración. También persiguió a la población judía checa y deportó a miles al campo de exterminio de Auschwitz.
En Bohemia y Moravia se convierte en una especie de César al ocupar la sede del gobierno del Protectorado, en el Castillo de Praga. Comienza una sagaz política que calificó de «palo y zanahoria». El puño de hierro —que representaban las prisiones, campos de concentración y pelotones de ejecución— estaba cubierto por el guante de seda —raciones extra, vacaciones y un avanzado programa de seguridad social. Lo secunda Karl Hermann Frank en sus labores represivas y políticas. La población checa comenzó a aceptar de buena gana la germanización de la población; aquellos que se resistían eran invariablemente enviados a campos de concentración.
Cometió acciones similares, maniobrando desde Praga, en Noruega, Holanda y Francia, por lo que se ganó el apodo de "El Carnicero De Praga".
Heydrich en el castillo de Praga, 1941.
El atentado en Praga y muerte de Heydrich
La hábil política del "palo y zanahoria" dio sus frutos, y aumentó la producción de los materiales militares en Bohemia y Moravia. Debido a ello, Winston Churchill instruye al presidente checo en el exilio Edvard Beneš y este encarga una operación destinada a desestabilizar al régimen nazi en el Protectorado de Bohemia y Moravia. El 27 de mayo de 1942, Heydrich sufre un atentado con bomba mientras se dirigía en un coche descapotable al Castillo de Praga. Logra salir del coche y disparar a sus agresores, Jan Kubiš y Jozef Gabčík, quienes consiguen huir. Heydrich sufre daños por esquirlas incrustadas en su espalda y no puede perseguir a sus agresores, se apoya en una reja y se desangra. Es auxiliado por una mujer checa y llevado al hospital Bulovka de Praga, donde insiste en ser atendido sólo por médicos alemanes. Esta tozudez le acarrea su propio fin ya que el tratamiento tardío con sulfamidas aplicado por el doctor Karl Gebhart, cirujano jefe de las Waffen SS no impide el desarrollo de una fulminante septicemia.
Muere 8 días después a causa de una septicemia, paradójicamente sus victimarios creen que han fracasado en su misión. Es enterrado con honores militares y a los sones de la marcha Sigfrido interpretada por la Filarmónica de Berlín en Invalidenfriedhof, Scharnhorststraße, Berlín.
Esta acción es organizada por comandos checos entrenados en Inglaterra, quienes creyendo fracasada la operación (Operación Antropoide) se refugian en una iglesia donde finalmente, acorralados por las SS, se suicidan después de ser denunciados por un traidor. Tras la muerte de Heydrich y como represalia por el atentado, un escuadrón de SS arrasó la localidad de Lídice y ejecutaron a 1331 habitantes mayores de 16 años, incluidas 200 mujeres. Este hecho se conoce como "La Matanza de Lídice". En Bohemia y Moravia fueron ejecutadas miles de personas por los ocupadores nazis.
Heydrich fue sucedido por Ernst Kaltenbrunner el 30 de enero de 1943.
La esposa de Heydrich, Lina, y sus hijos, a excepción del mayor que murió a raíz de un accidente callejero, sobrevivieron a la guerra. Lina Osten Heydrich mantuvo el castillo y una pensión jugosa, ya que se aceptó que Reinhard Heydrich "había caído como un soldado".
Un detalle acerca de su expulsión de la Marina. La readcción es algo confusa, lo que ocurrió es que ya comprometido con la hija de un alto oficial de la Kriegsmarine se supo que andaba con otra, por ello se determinó que había incurrido en una "falta al honor de un oficial" y fué dado de baja. De más está decir que en el futuro Heydrich guardó un especial odio por la Marina.
Posteriormente era conocido por su afición a "comerles la color" a otros oficiales, el problema de éstos era que si lo desafiaban a duelo, a Reinhard como desafiado le correspondería elegir el arma, de seguro la espada; magnífico esgrimista que no pudo integrar el equipo olímpico en 1936 por sus responsabilidades, habría dejado ensartado como picaròn a su rival.
Con motivo de su muerte se organizó un imponente funeral de Estado en Berlín al que asistió Hitler y obligaron a presentarse al "Presidente" de Checoslovaquia, el débil y anciano Hacha.
Las primeras escenas corresponden a Praga, de donde fué trasladado el ataúd en un tren especial a Berlín. La voz que se escucha es la del locutor de la Radio Berlín que difundió el funeral por cadena nacional.
Emisión filatélica con la máscara mortuoria de Heydrich
Se iba a construir un panteón monumental donde quedarían sus restos, pero por razones de la guerra no se construyó nunca.
La sencilla tumba fue destruida en 1945, se supone por los rusos y hoy no tiene identificación. Si alguien quiere ir a verla en Berlín, en el Cementerio de los Inválidos, St. Nikolai Friedhof (patio), Sección 1 Fila 11, Sepultura nº 2 y después nos cuenta.
Fuente
Perfiles de su personalidad
Heydrich es, por su personalidad y sus acciones, una de las figuras más controvertidas y oscuras del régimen nazi, haciendo palidecer incluso a las características de su superior Himmler. Heydrich demostró ser un hombre extremadamente inteligente, de una astucia aguda para urdir complicadas conjuras, minuciosamente estructuradas, con efectos de largo alcance. Era, según Walter Schellenberg, un animal de presa. Además demostró ser un acertado administrador y gobernante al estar a cargo de la administración checa.
Era muy calculador y desconfiado, de claridad en sus pensamientos y exposiciones, además de eficiente y carente de escrúpulos, nada parecía escapársele de las manos. Para muchos era el nazi perfecto. Hitler consideraba a Heydrich un hombre extremadamente dotado y peligroso, y le llamaba "El hombre del corazón de hierro". Incluso Amon Göth lo admiraba.
Por otro lado, tenía una especial afinidad por la música, los deportes, en especial la esgrima, en la cual era muy diestro, y los estudios. Era además un avezado piloto de Messerschmitt Me-109 y Messerschmitt Bf 110.
Su sola presencia marcaba un abismo psicológico que ocasionaba terror físico incluso a sus más cercanos colaboradores. Era muy temido en su círculo personal. Para Wilhelm Canaris, Heydrich era su pesadilla, que lo sumía en trances nerviosos.
En su época de estudiante, Reinhard Heydrich tuvo que soportar las sospechas de sus padres en el Realgymnasium de Dresde, por su probable apellido Süss, hecho que le hizo infeliz y provocó un gran complejo respecto de sus orígenes.
El joven Reinhard incubó un agresivo resentimiento contra sus probables orígenes y se enroló desde 1920 hasta 1922 en la Deutschvölkischer Schutz-und Trutzbund una organización editorial antisemita. Posteriormente Heydrich se enrolaría en la Freikorps; en esta época Reinhard Heydrich participó en reyertas callejeras contra grupos bolcheviques y desarrolló una personalidad fuertemente competitiva.
En la Marina de la República de Weimar
A pesar de que en la Marina de la agitada República de Weimar se prefería a nobles, las aptitudes de Heydrich lo llevan a ser aceptado en 1922.
Estuvo bajo el mando del Almirante Wilhelm Canaris (futuro jefe de la Abwehr) en el crucero Berlín. Con Canaris estableció un vínculo que le permitió ser incorporado al círculo familiar de Canaris. En la Marina se especializó en Radiofonía y prestó servicios como oficial de información en la base naval de Kiel. En esta etapa se especializa en técnicas de espionaje bajo la tutela de Canaris.
El 31 de mayo de 1931 es expulsado de la Marina por un incidente en el que se vio involucrado con una joven. Mientras estaba comprometido con su futura esposa Lina (una joven y ferviente nazi), mantuvo una relación paralela con la hija de un superior de la Marina. Tenía 26 años. Se casó con Lina von Osten y tuvo cuatro hijos: Klaus (1933), Heider (1934), Silke (1939) y Marte (1942), ésta última nacida póstumamente.
El 1 de junio de 1931, Heydrich se afilia al partido nazi con sede en Hamburgo.
El brazo derecho de Himmler
Fuera de la Marina, sus expectativas de futuro se hicieron escasas y después de un tiempo, su situación económica se vio apurada.
Por medio de Von Ebestein, un amigo de su novia Lina, Heydrich supo que había unas plazas en un organismo del NSDAP, el (SD) bajo el mando de Himmler. Se presentó en 1931 y fue inmediatamente aceptado. En ese mismo año Lina y Reinhard se casaron. Himmler apreció inmediatamente las sobresalientes aptitudes de Heydrich, le nombró Sturmbannführer y éste pasó a ser no sólo su brazo derecho, sino que posteriormente llegó a hacerle sombra a su superior. Werner Best, un ayudante de Himmler le describió como un ser infinitamente calculador y diabólico y la personalidad más demoníaca en la dirección del nazismo.
En 1932, Heydrich sufrió una investigación sumaria por sospechas sobre su origen judío, de la que salió bien librado al ocultarse a la opinión pública que era medio judío o Mischling de segundo grado, dato que fue ocultado celosamente por sus superiores nazis.
De hecho, Heydrich hizo todo lo que estuvo a su alcance para borrar de su pasado a su abuela judía Ernestine, llegando incluso a alterar la lápida de su tumba. Sólo una persona sabía la verdad y guardaba celosamente los registros de su pasado como una arma defensiva: ese hombre era Wilhelm Canaris.
Asimismo, Himmler le encargó investigar en el mismo tema, esta vez para la ascendencia de Hitler. Los resultados obviamente fueron satisfactorios. En 1934, Himmler integra bajo su alero a Karl Wolff, un abogado que tenía un pasado militar; este personaje tenía una personalidad totalmente opuesta a la de Heydrich. Wolff se ocuparía del proceso de la posesión de las policías regionales de Prusia y Heydrich de Baviera.
Heydrich, el recién integrado Karl Wolff y Himmler formaron un trío mancomunado para conseguir los objetivos de este último: lograr tener bajo su mano la policía regional, los campos de concentración y posteriormente la Gestapo que estaba bajo las órdenes de Hermann Göring en Prusia. El objetivo de Himmler era unificarlos bajo el alero SS. Asimismo Heydrich al mando del departamento de Seguridad del Reich armó una eficiente red de espías en los orgános de seguridad internos del III Reich cuyas redes abarcaban incluso la Abwehr de su ex jefe y superior Wilhelm Canaris.
En 1933 se le destinó como Jefe de la Policía de Baviera y junto con Himmler conjuró, por encargo de Göring, contra Röhm (Jefe de las SA), quien en la vida privada era hasta ese momento amigo personal y padrino de los hijos del mismo Heydrich, primero difundiendo rumores de una conjuración de Röhm y Gregor Strasser contra Hitler, a lo que se sumaba su inaceptable condición de homosexual.
Este fue detenido por el mismo Hitler y confinado en una prisión. Hitler, aludiendo a sus servicios pasados, intentó salvarle la vida a Röhm; sin embargo, se le convenció de lo contrario e invitó a este a cometer suicidio, a lo que Röhm se negó. Dos agentes de la SD entraron a la celda y dispararon a Röhm, cuarenta y ocho horas después de la llamada "Noche de los cuchillos largos" (el 30 de junio de 1934).
Jefe de la Gestapo
En 1936 se le nombra Jefe de la Policía de Seguridad del Reich y de la Gestapo. En 1939, Heydrich se hace cargo de la dirección del Reichssicherheitshauptamt (RSHA) en el que, por orden de Himmler habían sido centralizadas la Oficina Estatal de la Policía de Seguridad (Gestapo y Policía de Investigación Criminal) y la Oficina de Seguridad del NSDAP, y desde el cual fueron dirigidos todos los órganos oficiales y secretos de la policía y de seguridad del Reich.
Heydrich decìa: "Soy el màximo encargado del vertedero de basura del Reich Alemàn"
Heydrich persiguió con éxito a muchos activistas antinazis, realizando una minuciosa labor de contraespionaje; encarcelò al jefe de la policìa bàvara Schutzel y al lìder de la comunidad judìa de Munich Lewy, àmbos los golpearon y a èste ùltimo le quemaron su casa.
La Oficina 6-F-4. La Operación Krüger
Himmler creó en 1939 una oficina secreta supervisada por Heydrich, de quien provenía la idea. El objetivo de esta oficina era desquiciar el sistema económico monetario del Reino Unido mediante un bien elaborado plan de falsificación de al menos 140 millones de libras esterlinas, que se introducirían en el sistema de divisas inglés y además autofinanciaría a la misma estructura de las SS. El plan meticulosamente ideado por Heydrich tendría efectos tremendamente nocivos para la economía inglesa.
Heydrich encargó al comandante Bernhard Krüger la puesta en marcha del plan. El plan se denominó Operación Krüger y se realizó en un ala del campo de concentración de Sachsenhausen, donde se llegaron a falsificar hasta 140.000.000 de libras esterlinas y algunos miles de dólares. Este dinero financió a la Gestapo, al espionaje en el extranjero, la paga de colaboracionistas, el pago de información y la compra en países neutrales. El efecto de dicho plan ideado por Heydrich tuvo hondas repercusiones en la economía inglesa y sus efectos se dejaron sentir hasta bien pasado el fin de la guerra.
Reinhard Heydrich a la derecha de la fotografía, detrás de Hitler, a la izquierda, Arthur Seyß-Inquart (1938)
El Incidente Skoblin
Heydrich supo a través de informantes que la Abwehr, comandada por quien fue su superior en la Marina, Wilhem Canaris, manejaba información confidencial del ex-general zarista Skoblin, quien afirmaba que el Mariscal de la Unión Soviética Mijaíl Tujachevsky y el general Vladimir Gorev estaban tramando un plan con altos mandos militares alemanes para derrocar a Stalin.
En su libro El Gran Terror (de 1968), el historiador inglés Robert Conquest señaló a agentes alemanes, que bajo la iniciativa de Reinhard Heydrich, implicaron al Mariscal Tujachevski en una conspiración con el Cuerpo de Generales alemanes, con el fin de hacer a Stalin sospechar de él, y todo esto, con el fin de minar la capacidad de defensa de la Unión Soviética. Según Conquest, estos documentos fueron hechos llegar al presidente de Checoslovaquia Edvard Beneš, quien los envió de buena fe a Stalin. Esto desencadenó la llamada Gran Purga. Esta versión, avalada por el líder polaco Władysław Gomułka en 1961, no ha sido corroborada por otros antecedentes o pruebas.
Esta información fue transmitida a Nikolái Yezhov, jefe de la NKVD y antecesor de Lavrenti Beria, su equivalente en la Unión Soviética. Así se desencadenó la sangrienta purga de 1939 (conocida como la Gran Purga), donde se ejecutaron o se deportaron a más de 3000 oficiales del Ejército Rojo. Esta intromisión de la Gestapo en los asuntos de la Abwehr le valió la enemistad de Canaris.
Fue un golpe maestro y táctico para los futuros planes de Hitler, pues ganó tiempo y el apaciguamiento de Stalin, lo que llevó al Tratado de No Agresión entre Alemania y URSS, y de paso se eliminó a la flor y nata de la oficialidad rusa, que tres años más tarde escasearía en la llamada Gran Guerra Patria contra Alemania.
Privó a los soviéticos de su mejor militar, Tujachevsky, y de su mejor general de blindados, Gorev, quien fue fusilado bajo el cargo de alta traición y quien, paradójicamente, fue el mentor de Heinz Guderian, brillante estratega táctico de panzers (véase Historia militar de la Unión Soviética).
Operación Reichsführer o Himmler: Invasión de Polonia
El 31 de agosto de 1939 se llevó a cabo la Operación Reichsführer SS o Himmler, dirigida por Alfred Helmut Naujocks y organizada por Heydrich. En ella un grupo de convictos políticos con uniformes de militares polacos simularon un asalto a una emisora alemana situada en la localidad fronteriza de Gleiwitz y leyeron una proclama antialemana en polaco; el objetivo era justificar la invasión a Polonia que estaba planeada para el día siguiente. Después, a pesar de las promesas de libertad que habían recibido, los falsos polacos fueron asesinados.
En mayo de 1941, intentó sin éxito desenmascarar al médico personal de Himmler, el doctor Félix Kersten, del cual sospechaba fundadamente que tenía conexiones con los gobiernos de Holanda, Suecia y Suiza, pero Himmler lo alejó de Heydrich.
Durante la Operación Weserübung en la Ocupación de Noruega, Heydrich participó en misiones de combate a bordo de un Me-109 y Me-110, lo que le valieron la concesión de la preciada piocha de Piloto de guerra de la Luftwaffe (Frontflugspange) en Bronce (1940) y Plata (1941), luego la concesión de Cruz de Hierro de segunda clase y luego de primera clase.
Conferencia de Wannsee
Carta de Hermann Göring a Heydrich sobre la Reinstalación JudíaEl 20 de enero de 1942, Heydrich participa entre otros en la llamada Conferencia de Wannsee, junto a Adolf Eichmann en un plan de aceleración de la Solución Final en Polonia. En la conferencia, la cual fue documentada en términos eufemísticos, producto de esta conferencia, el genocidio del pueblo judío se aceleró tanto en los campos de concentración como en terreno invadido.
Organización de los comandos de exterminio: Einsatzgruppen
Durante la Invasión de Polonia en 1941, miles de judíos se transformaron en verdaderas colonias errantes de judíos que escapaban a los asesinatos en masa en sus pueblos natales y se abastecían de armas mediante el mercado negro y el asalto a soldadescas nazis. Como respuesta a esta situación Heydrich bajo la autorización de Himmler, instruyó a la RSHA la organización de grupos de liquidación reorganizando los comandos de operaciones especiales de las SS, los einsatzkommandos.
Los einsatzkommandos ya habían actuado como grupos específicos de asesinato en el Anschluss en Austria y en los Sudetes. Estos grupos fueron reorganizados bajo la supervisión de Heydrich en seis batallones SS Einsatzgruppen que actuaron en la frontera de Polonia y Bielorrusia y después muy activamente en la Invasión de la Unión Soviética, cuyo objetivo era la eliminación sumaria de judíos, gitanos, y después a los comisarios políticos.
Se estima que estos grupos de exterminio asesinaron a no menos de un millón de personas, la mayoría civiles.
Carta de Hermann Göring a Heydrich sobre la Reinstalación Judía
Protector de Bohemia y Moravia
Himmler, receloso de la fama lograda por Heydrich, le destina como Protector suplente del Reich de Bohemia y Moravia, como una forma de sacarlo del camino. En Checoslovaquia, el Gauleiter Konstantin von Neurath se había mostrado blando con la población checa, permitiendo que la resistencia pudiera operar tranquilamente. Heydrich lo relevó y además puso en la cárcel al gobernador saliente.
Implantó la Ley Marcial e hizo detener a casi toda la intelectualidad checa, ejecutando a cerca de 550 checos en menos de cinco semanas, y al resto lo envió a los campos de concentración. También persiguió a la población judía checa y deportó a miles al campo de exterminio de Auschwitz.
En Bohemia y Moravia se convierte en una especie de César al ocupar la sede del gobierno del Protectorado, en el Castillo de Praga. Comienza una sagaz política que calificó de «palo y zanahoria». El puño de hierro —que representaban las prisiones, campos de concentración y pelotones de ejecución— estaba cubierto por el guante de seda —raciones extra, vacaciones y un avanzado programa de seguridad social. Lo secunda Karl Hermann Frank en sus labores represivas y políticas. La población checa comenzó a aceptar de buena gana la germanización de la población; aquellos que se resistían eran invariablemente enviados a campos de concentración.
Cometió acciones similares, maniobrando desde Praga, en Noruega, Holanda y Francia, por lo que se ganó el apodo de "El Carnicero De Praga".
Heydrich en el castillo de Praga, 1941.
El atentado en Praga y muerte de Heydrich
La hábil política del "palo y zanahoria" dio sus frutos, y aumentó la producción de los materiales militares en Bohemia y Moravia. Debido a ello, Winston Churchill instruye al presidente checo en el exilio Edvard Beneš y este encarga una operación destinada a desestabilizar al régimen nazi en el Protectorado de Bohemia y Moravia. El 27 de mayo de 1942, Heydrich sufre un atentado con bomba mientras se dirigía en un coche descapotable al Castillo de Praga. Logra salir del coche y disparar a sus agresores, Jan Kubiš y Jozef Gabčík, quienes consiguen huir. Heydrich sufre daños por esquirlas incrustadas en su espalda y no puede perseguir a sus agresores, se apoya en una reja y se desangra. Es auxiliado por una mujer checa y llevado al hospital Bulovka de Praga, donde insiste en ser atendido sólo por médicos alemanes. Esta tozudez le acarrea su propio fin ya que el tratamiento tardío con sulfamidas aplicado por el doctor Karl Gebhart, cirujano jefe de las Waffen SS no impide el desarrollo de una fulminante septicemia.
Muere 8 días después a causa de una septicemia, paradójicamente sus victimarios creen que han fracasado en su misión. Es enterrado con honores militares y a los sones de la marcha Sigfrido interpretada por la Filarmónica de Berlín en Invalidenfriedhof, Scharnhorststraße, Berlín.
Esta acción es organizada por comandos checos entrenados en Inglaterra, quienes creyendo fracasada la operación (Operación Antropoide) se refugian en una iglesia donde finalmente, acorralados por las SS, se suicidan después de ser denunciados por un traidor. Tras la muerte de Heydrich y como represalia por el atentado, un escuadrón de SS arrasó la localidad de Lídice y ejecutaron a 1331 habitantes mayores de 16 años, incluidas 200 mujeres. Este hecho se conoce como "La Matanza de Lídice". En Bohemia y Moravia fueron ejecutadas miles de personas por los ocupadores nazis.
Heydrich fue sucedido por Ernst Kaltenbrunner el 30 de enero de 1943.
La esposa de Heydrich, Lina, y sus hijos, a excepción del mayor que murió a raíz de un accidente callejero, sobrevivieron a la guerra. Lina Osten Heydrich mantuvo el castillo y una pensión jugosa, ya que se aceptó que Reinhard Heydrich "había caído como un soldado".
Un detalle acerca de su expulsión de la Marina. La readcción es algo confusa, lo que ocurrió es que ya comprometido con la hija de un alto oficial de la Kriegsmarine se supo que andaba con otra, por ello se determinó que había incurrido en una "falta al honor de un oficial" y fué dado de baja. De más está decir que en el futuro Heydrich guardó un especial odio por la Marina.
Posteriormente era conocido por su afición a "comerles la color" a otros oficiales, el problema de éstos era que si lo desafiaban a duelo, a Reinhard como desafiado le correspondería elegir el arma, de seguro la espada; magnífico esgrimista que no pudo integrar el equipo olímpico en 1936 por sus responsabilidades, habría dejado ensartado como picaròn a su rival.
Con motivo de su muerte se organizó un imponente funeral de Estado en Berlín al que asistió Hitler y obligaron a presentarse al "Presidente" de Checoslovaquia, el débil y anciano Hacha.
Las primeras escenas corresponden a Praga, de donde fué trasladado el ataúd en un tren especial a Berlín. La voz que se escucha es la del locutor de la Radio Berlín que difundió el funeral por cadena nacional.
Emisión filatélica con la máscara mortuoria de Heydrich
Se iba a construir un panteón monumental donde quedarían sus restos, pero por razones de la guerra no se construyó nunca.
La sencilla tumba fue destruida en 1945, se supone por los rusos y hoy no tiene identificación. Si alguien quiere ir a verla en Berlín, en el Cementerio de los Inválidos, St. Nikolai Friedhof (patio), Sección 1 Fila 11, Sepultura nº 2 y después nos cuenta.
Fuente
viernes, 3 de febrero de 2017
JAR: El eterno olvido de uno de los más grandes
La demonización de Roca y el olvido de Sarmiento
Por Mariano Grondona | LA NACION
Para el "kirchnerismo duro", la historia no es algo real -lo que en verdad ocurrió, que sólo puede conocerse mediante serias investigaciones- sino algo imaginario, el relato , esa visión del pasado que impone hacia atrás el grupo dominante. La llamada batalla cultural en que la que están empeñados los ultrakirchneristas consiste en sustituir la visión hasta ahora predominante de nuestro pasado, lo que ellos llaman "el relato liberal", por "otro relato", en el cual los próceres de antaño pasan a ser los villanos y las figuras emblemáticas del proceso nacido en 2003, particularmente Néstor Kirchner, pasan a ser los nuevos próceres. La batalla cultural que ha emprendido el ultrakirchnerismo apunta a dos objetivos centrales: de un lado, beatificar a Kirchner; del otro, demonizar a los representantes de la que ellos llaman "la Argentina liberal" y, particularmente, a Julio Argentino Roca, que presidió nuestro país de 1880 a 1886, y de 1898 a 1904.
La demonización de Roca es un proyecto que discurre a través de tres vías convergentes cuya intención común es destronarlo de la consideración de los argentinos de hoy y, particularmente, de los jóvenes que, a la inversa de los ciudadanos de edad madura, no pueden refutar a los promotores de la "batalla cultural" desde sus propios recuerdos. La primera de estas vías es la publicación de supuestos libros de historia que, en realidad, no son otra cosa que piezas de propaganda para el consumo de los menos informados. La segunda vía tiende a manchar, destruir o mutilar los monumentos que, desde la Patagonia hasta Buenos Aires, han venido exaltando a Roca desde hace un siglo. La tercera vía es borrar su imagen hasta de los billetes de cien pesos.
Bastan algunos ejemplos para ilustrar esta campaña. El escritor Osvaldo Bayer ha propuesto retirar la estatua de Roca de la ciudad de Buenos Aires porque, en su opinión, "fue el Hitler argentino". La diputada Cecilia Merchán propuso reemplazar la figura de Roca de los billetes de cien pesos por la imagen de Juana Azurduy, una heroína indudable de nuestra independencia. Otro diputado, esta vez agrario y radical, Ulises Forte, quiere sustituir a Roca en los billetes de cien pesos por estampas del famoso Grito de Alcorta de 1912, que dio nacimiento a la pujante Federación Agraria. Los diputados del Frente para la Victoria han anunciado que impulsarán el reemplazo de Roca en los billetes por la figura, sin duda elogiable, de Hipólito Yrigoyen. En el imponente Centro Cívico de San Carlos de Bariloche, el monumento a Roca que todavía lo preside ha sido un blanco incesante de pintadas agresivas que anuncian la intención de removerlo.
ATAQUE Y DEFENSA
El principal argumento que se utiliza para denostar a Roca es que en la Campaña del Desierto de 1877, que condujo como ministro de Guerra, incurrió en genocidio para aniquilar a los "pueblos originarios" que poblaban la Patagonia. Bastaría recurrir a verdaderos historiadores como Félix Luna en su espléndida biografía, que lleva por título Soy Roca , o a otros estudiosos, como Luis Alberto Romero, para desenmascarar esta falacia. En primer lugar, porque los mapuches a los que derrotó Roca no eran "pueblos originarios" de la Patagonía sino pueblos "invasores", ya que eran araucanos que provenían de Chile y que habían aniquilado a los verdaderos pueblos originarios, los tehuelches, antes de que llegara Roca. En segundo lugar, porque habría que anotar que muchos mapuches, aunque no todos, sin ser por cierto los idílicos "buenos salvajes" de Rousseau, desataron los malones que mataban a nuestros pioneros rurales, y raptaban a sus mujeres, llevándose el producto de sus sangrientas correrías al otro lado de la cordillera. En tercer lugar, porque Roca, lejos de ser un despiadado "genocida", pactó la paz con casi todas las tribus invasoras.
La calificación de "genocida" mediante la cual se lo pretende demonizar incurre en un pecado que el propio Max Weber denunció cuando sostuvo que el verdadero historiador no es quien retroproyecta sus propios valores al pasado, sino quien describe a los protagonistas del pasado desde los valores que ellos mismos poseían. En la Argentina de 1877 había un consenso prácticamente unánime por librar a los colonos del flagelo del malón, y Roca lo instrumentó no sólo con solvencia militar, sino también con mesura política, reduciendo su acción militar a batir en combate a los pocos miles de lanzas que, pese a sus ofertas de paz, lo desafiaban.
Debe reconocerse también que Roca no consiguió que Chile admitiera nuestra soberanía sobre la Patagonia mediante una guerra que supo evitar, sino que, haciendo gala de su insuperada astucia, justamente cuando Chile libraba contra Perú y Bolivia la Guerra del Pacífico de 1879-1883, con sólo insinuar al gobierno trasandino que, a menos que aceptara nuestros reclamos en el Sur, entraríamos en esa guerra del lado de sus enemigos, obtuvo lo que pretendía sin disparar un tiro. Fue gracias a esta incruenta estratagema como consolidó el dominio argentino de la Patagonia, y logró que millones de pobladores ulteriores, entre ellos el propio Kirchner, pudieran sentir más tarde el aguijón de la argentinidad. Roca nos dio la Patagonia sin derramamiento de sangre. ¿Decretar su demonización agregándole la beatificación simultánea, fulminante y antagónica de Kirchner no es llevar la ideología demasiado lejos?
DE ROCA A SARMIENTO
A Sarmiento no se lo ha demonizado como a Roca. Aún hoy, se lo sigue honrando desde todos los rincones del arco ideológico. Pero ¿estamos prolongando en verdad su legado, que no fue otro que asentar el futuro argentino sobre el pilar de la educación? Sarmiento nos puso a la cabeza de América latina a partir de un acontecimiento sin parangón: la irrupción revolucionaria de la educación pública y gratuita. Fue gracias a su extraordinaria visión como los niños y los jóvenes, sea cual fuere su origen económico, recibieron el don de la igualdad de oportunidades. Una igualdad que estaba fundada, eso sí, sobre la disciplina y el esfuerzo. Hoy, hasta las familias más pobres pugnan por ingresar en la educación privada y pagan lo que no tienen para escapar del derrumbe de la educación pública.
¿A Sarmiento aún lo honramos, entonces, sólo de la boca para afuera? Su obra revolucionaria fue posible porque giró en torno de la exaltación de la figura del maestro , por todos venerada. ¿Qué padre se atrevía a contradecir al maestro, supuestamente en nombre de sus niños? Hoy, hay padres que agreden a los maestros en representación de esos hijos a quienes consienten, si los maestros osan aplicarles una mala nota. ¿Dónde ha quedado el exigente ideal de "mi hijo el doctor"? Llama la atención que los propios docentes hayan sido los primeros en rebajarse a sí mismos al renunciar a su título egregio de "maestros" para autodenominarse modestamente "trabajadores de la educación", como si la dependencia laboral fuera su única condición. Pero ¿no hay acaso entre nosotros miles de docentes que querrían volver a ser considerados maestros y se sienten asfixiados por sus ligaduras sindicales? Con Sarmiento, nuestra tabla de valores ponía en la cumbre al maestro por encima hasta de los propios padres, mientras la misión principal de los niños era, por lo pronto, aprender. A Sarmiento, es verdad, no lo hemos atacado como algunos a Roca. Simplemente, lo hemos olvidado , lo cual es aún más grave porque, en tanto que ya nadie podría quitarnos la Patagonia que Roca nos legó, el olvido de Sarmiento nos está privando de su legado sin que ni siquiera nos demos cuenta.
Por Mariano Grondona | LA NACION
Para el "kirchnerismo duro", la historia no es algo real -lo que en verdad ocurrió, que sólo puede conocerse mediante serias investigaciones- sino algo imaginario, el relato , esa visión del pasado que impone hacia atrás el grupo dominante. La llamada batalla cultural en que la que están empeñados los ultrakirchneristas consiste en sustituir la visión hasta ahora predominante de nuestro pasado, lo que ellos llaman "el relato liberal", por "otro relato", en el cual los próceres de antaño pasan a ser los villanos y las figuras emblemáticas del proceso nacido en 2003, particularmente Néstor Kirchner, pasan a ser los nuevos próceres. La batalla cultural que ha emprendido el ultrakirchnerismo apunta a dos objetivos centrales: de un lado, beatificar a Kirchner; del otro, demonizar a los representantes de la que ellos llaman "la Argentina liberal" y, particularmente, a Julio Argentino Roca, que presidió nuestro país de 1880 a 1886, y de 1898 a 1904.
La demonización de Roca es un proyecto que discurre a través de tres vías convergentes cuya intención común es destronarlo de la consideración de los argentinos de hoy y, particularmente, de los jóvenes que, a la inversa de los ciudadanos de edad madura, no pueden refutar a los promotores de la "batalla cultural" desde sus propios recuerdos. La primera de estas vías es la publicación de supuestos libros de historia que, en realidad, no son otra cosa que piezas de propaganda para el consumo de los menos informados. La segunda vía tiende a manchar, destruir o mutilar los monumentos que, desde la Patagonia hasta Buenos Aires, han venido exaltando a Roca desde hace un siglo. La tercera vía es borrar su imagen hasta de los billetes de cien pesos.
Bastan algunos ejemplos para ilustrar esta campaña. El escritor Osvaldo Bayer ha propuesto retirar la estatua de Roca de la ciudad de Buenos Aires porque, en su opinión, "fue el Hitler argentino". La diputada Cecilia Merchán propuso reemplazar la figura de Roca de los billetes de cien pesos por la imagen de Juana Azurduy, una heroína indudable de nuestra independencia. Otro diputado, esta vez agrario y radical, Ulises Forte, quiere sustituir a Roca en los billetes de cien pesos por estampas del famoso Grito de Alcorta de 1912, que dio nacimiento a la pujante Federación Agraria. Los diputados del Frente para la Victoria han anunciado que impulsarán el reemplazo de Roca en los billetes por la figura, sin duda elogiable, de Hipólito Yrigoyen. En el imponente Centro Cívico de San Carlos de Bariloche, el monumento a Roca que todavía lo preside ha sido un blanco incesante de pintadas agresivas que anuncian la intención de removerlo.
ATAQUE Y DEFENSA
El principal argumento que se utiliza para denostar a Roca es que en la Campaña del Desierto de 1877, que condujo como ministro de Guerra, incurrió en genocidio para aniquilar a los "pueblos originarios" que poblaban la Patagonia. Bastaría recurrir a verdaderos historiadores como Félix Luna en su espléndida biografía, que lleva por título Soy Roca , o a otros estudiosos, como Luis Alberto Romero, para desenmascarar esta falacia. En primer lugar, porque los mapuches a los que derrotó Roca no eran "pueblos originarios" de la Patagonía sino pueblos "invasores", ya que eran araucanos que provenían de Chile y que habían aniquilado a los verdaderos pueblos originarios, los tehuelches, antes de que llegara Roca. En segundo lugar, porque habría que anotar que muchos mapuches, aunque no todos, sin ser por cierto los idílicos "buenos salvajes" de Rousseau, desataron los malones que mataban a nuestros pioneros rurales, y raptaban a sus mujeres, llevándose el producto de sus sangrientas correrías al otro lado de la cordillera. En tercer lugar, porque Roca, lejos de ser un despiadado "genocida", pactó la paz con casi todas las tribus invasoras.
La calificación de "genocida" mediante la cual se lo pretende demonizar incurre en un pecado que el propio Max Weber denunció cuando sostuvo que el verdadero historiador no es quien retroproyecta sus propios valores al pasado, sino quien describe a los protagonistas del pasado desde los valores que ellos mismos poseían. En la Argentina de 1877 había un consenso prácticamente unánime por librar a los colonos del flagelo del malón, y Roca lo instrumentó no sólo con solvencia militar, sino también con mesura política, reduciendo su acción militar a batir en combate a los pocos miles de lanzas que, pese a sus ofertas de paz, lo desafiaban.
Debe reconocerse también que Roca no consiguió que Chile admitiera nuestra soberanía sobre la Patagonia mediante una guerra que supo evitar, sino que, haciendo gala de su insuperada astucia, justamente cuando Chile libraba contra Perú y Bolivia la Guerra del Pacífico de 1879-1883, con sólo insinuar al gobierno trasandino que, a menos que aceptara nuestros reclamos en el Sur, entraríamos en esa guerra del lado de sus enemigos, obtuvo lo que pretendía sin disparar un tiro. Fue gracias a esta incruenta estratagema como consolidó el dominio argentino de la Patagonia, y logró que millones de pobladores ulteriores, entre ellos el propio Kirchner, pudieran sentir más tarde el aguijón de la argentinidad. Roca nos dio la Patagonia sin derramamiento de sangre. ¿Decretar su demonización agregándole la beatificación simultánea, fulminante y antagónica de Kirchner no es llevar la ideología demasiado lejos?
DE ROCA A SARMIENTO
A Sarmiento no se lo ha demonizado como a Roca. Aún hoy, se lo sigue honrando desde todos los rincones del arco ideológico. Pero ¿estamos prolongando en verdad su legado, que no fue otro que asentar el futuro argentino sobre el pilar de la educación? Sarmiento nos puso a la cabeza de América latina a partir de un acontecimiento sin parangón: la irrupción revolucionaria de la educación pública y gratuita. Fue gracias a su extraordinaria visión como los niños y los jóvenes, sea cual fuere su origen económico, recibieron el don de la igualdad de oportunidades. Una igualdad que estaba fundada, eso sí, sobre la disciplina y el esfuerzo. Hoy, hasta las familias más pobres pugnan por ingresar en la educación privada y pagan lo que no tienen para escapar del derrumbe de la educación pública.
¿A Sarmiento aún lo honramos, entonces, sólo de la boca para afuera? Su obra revolucionaria fue posible porque giró en torno de la exaltación de la figura del maestro , por todos venerada. ¿Qué padre se atrevía a contradecir al maestro, supuestamente en nombre de sus niños? Hoy, hay padres que agreden a los maestros en representación de esos hijos a quienes consienten, si los maestros osan aplicarles una mala nota. ¿Dónde ha quedado el exigente ideal de "mi hijo el doctor"? Llama la atención que los propios docentes hayan sido los primeros en rebajarse a sí mismos al renunciar a su título egregio de "maestros" para autodenominarse modestamente "trabajadores de la educación", como si la dependencia laboral fuera su única condición. Pero ¿no hay acaso entre nosotros miles de docentes que querrían volver a ser considerados maestros y se sienten asfixiados por sus ligaduras sindicales? Con Sarmiento, nuestra tabla de valores ponía en la cumbre al maestro por encima hasta de los propios padres, mientras la misión principal de los niños era, por lo pronto, aprender. A Sarmiento, es verdad, no lo hemos atacado como algunos a Roca. Simplemente, lo hemos olvidado , lo cual es aún más grave porque, en tanto que ya nadie podría quitarnos la Patagonia que Roca nos legó, el olvido de Sarmiento nos está privando de su legado sin que ni siquiera nos demos cuenta.
viernes, 8 de julio de 2016
SGM: Stalin asesina a la oficialidad polaca
¿Quiénes fueron los asesinos de Katyn?
por G.F. Hudson
Lo que suele llamarse la matanza del Bosque de Katyn fue denunciado primero por los alemanes en Abril de 1943. En una colina, sembrada de abetos, que mira hacia el río Dniéper, cerca de Smolensk, Rusia, soldados alemanes descubrieron, hacinados en fosas colectivas, los cadáveres de millares de oficiales polacos.
Acusados los rusos de haber cometido la matanza, después de invadir Polonia en 1939, los alemanes enviaron grupos de médicos de otras nacionalidades a Katyn, con el objeto de que confirmaran su descubrimiento y, asimismo, llevaron prisioneros aliados para que vieran los cadáveres.
Inmediatamente, los rusos acusaron a su vez a los alemanes, manifestando que cuando el Ejército Rojo tuvo que retirarse de Smolensk en Julio de 1941, tuvieron que abandonar a los oficiales polacos prisioneros, y que los alemanes fueron quienes fusilaron a los polacos e inventaron el cuento de Katyn con fines de propaganda.
Durante el período post-bélico de cordialidad soviético-occidental se aceptó la versión rusa. Pero unos cuantos legisladores norteamericanos exigieron una nueva investigación del caso. El Congreso designó, entonces, una comisión investigadora para examinar todas las pruebas existentes.
La matanza de Katyn es única entre las más notables atrocidades que registra la Historia, por el hecho de que ha habido dudas durante mucho tiempo con respecto a los verdaderos autores. Sin embargo, hay ya suficientes pruebas para establecer una conclusión. La matanza de Katyn fue para Polonia un desastre nacional. Cerca de una tercera parte del Cuerpo de Oficiales del ejército polaco de la anteguerra, incluyendo a regulares y reservistas y oficiales de policía, había desaparecido en Rusia. Los polacos no podían menos que preocuparse por conocer la suerte que pudieran haber corrido sus oficiales; así que iniciaron una amplia investigación. Los resultados de ella han sido revelados al mundo en tres libros fundamentales: 1) «Katyn», por el general Wladislaw Anders, comandante en jefe del ejército polaco, que había sido prisionero de los bolcheviques en Lubianka y liberado durante la temporada de reconciliación polaco-soviética de 1941-1943; 2) «La tierra inhumana», por Joseph Czapski, que encabezó la misión especial del ejército polaco enviada a Rusia para buscar a los prisioneros desaparecidos; 3) «Los asesinatos del Bosque de Katyn», por Joseph Manckiewicz, periodista y miembro de la resistencia secreta, que presenció la exhumación de los cadáveres por la Cruz Roja polaca en la primavera de 1943.
La historia de Katyn comienza con la captura de una gran parte del ejército polaco, en Septiembre de 1939, por las fuerzas soviéticas que invadieron a Polonia desde el Este, diecisiete días después que los alemanes lo hicieran por el Oeste. Casi todos los oficiales prisioneros, alrededor de 9.000, y un número de suboficiales, gendarmes y guardias de frontera, que constituían aproximadamente unos 15.000 hombres, fueron llevados a tres campos en Kozielsk, Starobielsk y Ostashkov. Allí se les sometió a un prolongado interrogatorio, tendiente a averiguar sus opiniones y actividades políticas anteriores. En Abril de 1940, cerca de 400 a quienes se consideró como amigos, fueron despachados a un campo en Pavlishchev Bor. A los demás se les dio un destino desconocido.
En Octubre de 1940 las tropas alemanas entraron en Rumania y el gobierno ruso, por primera vez, comprendió que Hitler podría intentar, pese al pacto germano-soviético, la ocupación de Ucrania. Tres semanas después un oficial polaco pro soviético, el teniente coronel Berling, y dos más fueron intimados a presentarse ante los jefes del N.K.V.D. (Norodnyï Kommisariat Vnuetrennikh Del - Comisariato del pueblo para asuntos del interior), Laurenti Beria y Vsevolod Nikolayevich Merkulov, en Moscú. Se les preguntó si querrían ayudar a organizar algunas unidades militares polacas para una posible utilización contra Alemania. Berling aceptó y propuso que los oficiales polacos desaparecidos fueran incorporados al plan. A lo que Beria replicó: -«No; esos no. Cometimos un grave error con ellos»- Esta observación misteriosa, que fue repetida por Berling, fue objeto de mucha especulación entre los prisioneros polacos.
Al momento en que Hitler invadió Rusia, la U.R.S.S. convino en decretar una «amnistía» para los prisioneros polacos y en autorizar al gobierno polaco en Londres para que reclutara un ejército entre ellos. De todos los lugares de la Unión Soviética acudieron pronto los polacos a inscribirse. Pero entre ellos no aparecían sino muy pocos de los antiguos oficiales. Los funcionarios soviéticos afirmaban que todos los prisioneros polacos habían sido puestos en libertad, pero que ignoraban el paradero de determinados individuos. Cuando, transcurridos algunos meses, ninguno de los polacos que habían estado en Kozielsk, Starobielsk y Ostashkov (a excepción de los 400 llevados a Pavlishchev Bor) apareció en los centros de reclutamiento, las autoridades militares polacas comenzaron a inquietarse. Por los conductos secretos de la resistencia supieron que las familias de los oficiales desaparecidos no habían recibido correspondencia de ellos desde Mayo de 1940. En Diciembre de 1941 el primer ministro polaco, general Sikorski, presentó el caso directamente ante Stalin. La única explicación que de él obtuvo fue que tal vez los prisioneros hubiesen escapado a Manchuria. Año y medio de averiguaciones, incluyendo presentaciones hechas por los embajadores de Inglaterra y los Estados Unidos en Moscú, no arrojaron el menor indicio de la suerte corrida por los oficiales. Los dirigentes polacos llegaron a la conclusión de que los funcionarios soviéticos mentían y de que los prisioneros ya no existían.
Cuando en Abril de 1943 se hizo el descubrimiento de los cadáveres en el Bosque de Katyin, los alemanes declararon que esos oficiales polacos habían sido víctimas de una matanza a manos de los rusos y pidieron una investigación por parte de la Cruz Roja Internacional. El gobierno soviético, no sólo se opuso a la investigación, sino que rompió relaciones diplomáticas con el gobierno polaco por no haber rechazado inmediatamente los cargos alemanes. Al mismo tiempo, los rusos pusieron a circular una nueva versión acerca de la suerte corrida por los oficiales polacos: que habían sido capturados por los alemanes en el curso de su invasión en Julio de 1941. Si esta versión fuera la verdadera, los dirigentes soviéticos habrían estado en conocimiento del suceso durante todo el tiempo en que se les estuvo pidiendo información sobre los prisioneros. ¿Por qué no dijeron, entonces, que los prisioneros polacos habían caído en poder de los alemanes, junto con miles de soldados rusos? Si los soviéticos fueran inocentes, no habría razón para ocultar la verdad. Pero si eran culpables, tenían una razón de peso para mentir: mientras afirmasen que ignoraban dónde estaban los soldados polacos, nadie podría probar que estuviesen muertos.
Ahora, sin embargo, se habían descubierto los cadáveres. Una jauría de lobos, que acosaba la región del Bosque de Katyn, era perseguida por soldados alemanes. En medio de esa tarea se toparon con huesos en una zona que, aparentemente, había sido removida. Informado el hallazgo a los oficiales alemanes superiores, estos enviaron una patrulla acompañada de un médico de la unidad, quien, después de un minucioso análisis, confirmó que se estaba en presencia de huesos humanos. Se iniciaron, entonces, excavaciones en los alrededores y, finalmente, quedaron al descubierto enormes fosas con miles de cadáveres todos con uniformes polacos. Antes de retirarse de Katyn, los alemanes permitieron a la Cruz Roja polaca desenterrar y examinar los cadáveres. Participaron de esta tarea médicos alemanes, polacos y de otras nacionalidades; se utilizó a prisioneros de guerra como testigos de tan triste tarea y, asimismo, participaron oficiales canadienses, americanos e ingleses comisionados por el gobierno polaco en el exilio. La Cruz Roja no hizo declaración pública alguna, por lo que no podría acusársela de estar apoyando la supuesta «propaganda alemana contra los rusos». Pero un informe completo de sus indagaciones fue enviado secretamente al gobierno polaco con sede en Londres. Luego de desenterrar todos los cadáveres y efectuarles la autopsia, pudo establecerse que se trataba de 4143 oficiales polacos y que esos cadáveres eran los de los prisioneros procedentes del campo de concentración de Kozielsk. La Cruz Roja polaca arribó a la conclusión de que los soviéticos eran los responsables de semejante genocidio. Inclusive, pesquisas ulteriores, demostraron que las balas y casquillos alemanes que se hallaron en el lugar, formaban parte de las ventas efectuadas a la U.R.S.S por Alemania y que constituían el parque habitual del Ejército Rojo y de sus fuerzas armadas. Las pruebas encontradas en los cadáveres consistían en 3.300 cartas y tarjetas postales, ninguna de las cuales tenía fechas o matasellos posteriores a Abril de 1940; un número de diarios personales que finalizaban, en su totalidad, en Abril o en la primera semana de Mayo de 1940 (uno de ellos describía, en su última anotación, un viaje bajo escolta de la N.K.V.D. al Bosque de Katyn); centenares de periódicos o fragmentos en los cuales podían distinguirse las fechas, correspondientes todas a Marzo o Abril de 1940.
El Primer Ministro polaco, Sikorski, solicitó una reunión con el Primer Ministro británico, Winston Churchill y le expresó que todos los elementos remitidos por la Cruz Roja polaca (con la presencia y participación de personas de diferentes nacionalidades) demostraban que los soviéticos eran los culpables de este homicidio generalizado. Churchill le respondió al Primer Ministro polaco que lo más conveniente era olvidarse del asunto porque por un lado los oficiales asesinados no volverían a la vida y, por otro, los rusos eran sus aliados en la guerra contra Alemania. Poco tiempo después, el Primer Ministro Sikorski falleció en un «accidente» de aviación sucedido en la región de Gibraltar.
Al ocupar de nuevo la región de Katyn, en Septiembre de 1943, los soviéticos designaron una «Comisión Especial para investigar y descubrir lo relativo al fusilamiento de oficiales polacos por los agresores fascistas en el Bosque de Katyn». Esta comisión quedó compuesta en su totalidad por ciudadanos rusos. En su informe declara que los alemanes, habiendo fusilado a los prisioneros polacos en el otoño de 1941, decidieron atribuirle el crimen a los soviéticos y que, en consecuencia, en Marzo de 1943 (un mes antes de anunciar el descubrimiento de las fosas) exhumaron los cadáveres, les quitaron cuidadosamente los documentos que tuvieran fechas posteriores a Abril de 1940, y los volvieron a enterrar. El informe de la comisión soviética da a entender, no que la Cruz Roja polaca mintiera en el asunto, sino que fue engañada por los alemanes al retirar estos la documentación fechada después de Abril de 1940.
Joseph Manckiewicz, que visitó Katyn acompañando a la Cruz Roja, no encuentra dificultad en refutar la explicación rusa. «En primer lugar –escribe- no es solamente cuestión de retirar papeles, sino también de sustituir otros; de volver a escribir y falsificar detalles en los diarios personales y, especialmente, de producir o reproducir el número requerido de periódicos rusos de la primavera de 1940. Pero, aún en el supuesto de que tan complicada falsificación fuese cierta, el proceso de volver a su sitio todos los objetos resultaba imposible técnicamente. Puesto que todo estaba empapado y pegado con un líquido cadavérico repugnante y gomoso –explica Manckiewicz-, fue imposible desabotonar bolsillos o sacar botas. Hubo que cortar todo aquello con cuchillos para extraer los objetos personales. Ninguna técnica habría podido permitir registrar aquellos bolsillos, sustituir unos objetos por otros, abotonar los uniformes, y colocar nuevamente los cadáveres en masa, capa sobre capa...»
A todas luces, habría sido imposible ocultar las huellas de una falsificación semejante. Con toda seguridad, los alemanes habrían sido descubiertos si hubieran presentado una obra tal a los peritos de la Cruz Roja y a los médicos y testigos imparciales que participaron de la investigación. Debemos concluir, por lo tanto, que la exhumación y reenterramiento de Marzo de 1943 de que trata la versión rusa, nunca tuvieron lugar, que es una colosal mentira, y que las fechas de los documentos que acompañaban a los cadáveres (Abril de 1940) determinan la fecha de la matanza. Y si sabemos cuándo se realizó el crimen, sabemos también quién fue el criminal.
En el año 1989, con la desaparición de la Unión Soviética, el Primer Ministro Gorbachov, admitió públicamente que la N.K.V.D., obedeciendo una orden expresa de Stalin, había ejecutado aproximadamente a unos 25.700 prisioneros polacos, de los cuales unos 14.700 eran oficiales. Entre estos se contaban los hallados en el Bosque de Katyn. En el año 1992 se descubrieron los restantes oficiales asesinados: en el mes de Mayo, en un bosque próximo a Kharkov fue descubierta una fosa común con los cadáveres de 3.891 oficiales polacos que procedían del campo de Starobielsk en Ucrania. En el mes de Junio, en Miednoje, fueron halladas 30 fosas comunes con 6.287 oficiales polacos provenientes del campo de Ostashkov. En Abril de 1990, el gobierno ruso, admitió oficialmente la responsabilidad de la Unión Soviética en la masacre del Bosque de Katyn y, en 1992, le fueron remitidos al presidente polaco Lech Walesa, los archivos secretos de los organismos de seguridad rusos sobre este crimen.
Los prisioneros del campo de Kozielsk fueron asesinados en el Bosque de Katyn que era, aparentemente, el sitio habitual de las ejecuciones de la N.K.V.D. de Stalin. A los prisioneros del campo de Starobielsk los ejecutaron en el interior de la prisión que la N.K.V.D. tenía en Kharkov. Y a los oficiales del campo de Ostashkov se los asesinó en la prisión de la N.K.V.D. en la localidad de Kalinin. Las ejecuciones en esta última prisión fueron muy metódicas: el 4 de Abril de 1940 fueron asesinados 390 prisioneros, con un disparo en la nuca, utilizando pistolas Walther de fabricación alemana, provistas desde Moscú. Las siguientes ejecuciones se efectuaron de a 250 personas por día. En el Bosque de Katyn, los oficiales polacos eran llevados a las fosas comunes y asesinados con disparos a la cabeza.
Katyn: cadáveres en fosas comunes.
Profesor húngaro Orsós efectuando autopsias.
Cráneos con agujeros de bala.
Katyn: cementerio de guerra.
Katyn: monumento en Wroclaw-Polonia.
Oficiales canadienses, americanos e ingleses (comisionados por el gobierno polaco), junto con oficiales alemanes, inspeccionado restos.
Fragmento de la Orden de Ejecución
Fosas comunes en la actualidad.
Katyn: rostros de prisioneros asesinados.
Orden de Ejecución por Stalin
URSS
Comisariato Nacional
para Asuntos Internos
5 de Marzo de 1940
No 794/
Moscú
A nombre de STALIN
Un gran número de ex oficiales del Ejército Polaco, empleados de la Policía Polaca y servicios de inteligencia, miembros del Partido Nacionalista Polaco, partidos contra-revolucionarios, miembros descubiertos pertenecientes a grupos de resistencia contra-revolucionarios, fugitivos y otros, todos ellos enemigos jurados de la autoridad Soviética, que odian el sistema Soviético, están actualmente en campos de prisioneros de guerra de la NKVD de la URSS y en prisiones de Ukrania y Bielorrusia.
Los oficiales militares y de policía en los campos están conduciendo actividades de propaganda anti-Soviética. Cada uno de ellos esta esperando solamente su liberación para comenzar sus actividades en contra de la autoridad Soviética.
Los órganos de la NKVD en las provincias occidentales de Ukrania y Bielorrusia han descubierto un número de organizaciones rebeldes contra revolucionarias.
Ex oficiales del Ejército Polaco y policía, así como también de gendarmería han mostrado que están participando en espionaje y actividades insurgentes.
Entre los detenidos (sin considerar los soldados y oficiales subalternos) hay 14,736 ex oficiales, funcionarios de gobierno, terratenientes, policías, gendarmes, guardias de prisiones, colonizadores de regiones fronterizas y oficiales de inteligencia -más del 97% son de nacionalidad polaca.
De ellos:
295 generales, coroneles y tenientes coroneles
2080 mayores y capitanes
6049 tenientes, subtenientes y alféreces
1030 Oficiales superiores y subalternos de policía
5138 Agentes de policía, gendarmes, guardias de prisiones y personal de inteligencia
144 Funcionarios de gobierno, terratenientes, curas, colonizadores de regiones fronterizas
En la región occidental de Ukrania y Bielorrusia, hay 18.632 Detenidos, de los cuales 10.685 son polacos, incluyen:
1207 Ex oficiales
5141 ex oficiales de inteligencia de la policía y gendarmería
347 Espías y saboteadores
465 Ex terratenientes, dueños de fábricas y funcionarios de gobierno
5345 Miembros de varias organizaciones contra revolucionarias y otros elementos contra revolucionarios.
6127 Fugitivos
Sabiendo que todos ellos son enemigos declarados de la autoridad Soviética, la NKVD de la URSS considera necesario:
I Autorizar a la NKVD de la URSS para:
(1) instruir los casos de los 14.700 ex oficiales de policía, funcionarios de gobierno, oficiales de policía, oficiales de inteligencia, gendarmes, colonizadores de las regiones fronterizas y guardias de prisiones que están retenidos en campos de prisioneros de guerra,
(2) se debe incluir los 11.000 casos de miembros de varias organizaciones contra revolucionarias, espías y saboteadores, ex terratenientes, dueños de fábricas, ex oficiales de policía, funcionarios de gobierno y fugitivos que han sido arrestados y que están detenidos en las provincias occidentales de Ukrania y Bielorrusia, y se les debe aplicar la pena máxima: ejecución.
II El examen de los casos deberá ser efectuado sin instruir sumario y sin levantar cargos. Los manifiestos con las conclusiones de las investigaciones y los veredictos finales deberán ser como sigue:
(a) para las personas detenidas en campos de prisioneros de guerra, en la forma de certificados emitidos por la NKVD de la URSS;
(b) para los arrestados en la forma de certificados emitidos por la NKVD de la RSS de Ukrania y de la NKVD de la RSS de Bielorrusia.
III Los casos deberán ser examinados y los veredictos pronunciados por un tribunal de tres miembros consistente en los camaradas Merkulov, Kobulov y Bashtakov (Jefe del 1er Departamento Especial de la NKVD de la URSS.)
Comisario Nacional de Asuntos Internos de la URSS
L. Beria
Firmado por: Stalin, Voroshilov, Molotov, Mikoyan, Kalinin y Kaganovich
La firma de L Beria fue añadida a mano y las firmas que siguen fueron borradas del original.
ORIGINAL EN RUSO DE LA «ORDEN DE EJECUCIÓN»
Pасстpела
СССР
НАРОДНЫЙ
КОМИССАРИАТ
ВНУТРЕННИХДЕЛ
марта1940г.
№794/Б
г. Москва
ЦК ВКП(б)
товаpищу СТАЛИНУ
В лагеpях для военнопленных HКВД СССР и в тюpьмах западной области Укpаины и Белоpуссии в настоящее вpемя содеpжится большое количество бывших офицеpов польской аpмии, бывших pаботников польской полиции и pазведывательных оpганов, членов польских националистических к-p паpтий, участников вскpытых к-p повстанческих оpганизаций, пеpебежчиков и дp. Все они являются заклятыми вpагами советской власти, пpеисполненными ненависти к советскому стpою.
Военнопленные офицеpы и полицейские, находясь в лагеpях, ведут антисоветскую агитацию. Каждый из них только и ждет освобождения, чтобы иметь возможность активно включиться в боpьбу пpотив советской власти.
Оpганами HКВД в западных областях Укpаины и Белоpуссии вскpыт pяд повстанческих к-p оpганизаций. Во всех этих к-p оpганизациях активную pуководящую pоль игpали бывшие офицеpы бывшей польской аpмии, бывшие полицейские и жандаpмы.
Сpеди задеpжанных пеpебежчиков и наpушителей госгpаницы также выявлено значительное число лиц, котоpые являются участниками к-p шпионских и повстанческих оpганизаций.
В лагеpях для военнопленных содеpжится всего (не считая солдат и унтеp-офицеpского состава) - 14.736 бывших офицеpов, чиновников, помещиков, полицейских, жандаpмов, тюpемщиков, осадников и pазведчиков - по национальности свыше 97% поляки.
Из них:
Генеpалов, полковников и подполковников - 295
Майоpов и капитанов - 2.080
Поpучиков, подпоpучиков и хоpунжих - 6.049
Офицеpов и младших командиpов полиции, погpаничной охpаны и жандаpмеpии - 1.030
Рядовых полицейских, жандаpмов, тюpемщиков и pазведчиков -5.138
Чиновников, помещиков, ксендзов и осадников - 144
В тюpьмах западных областей Укpаины и Белоpуссии всего содеpжится 18.632 аpестованных (из них 10.685 поляки), в том числе:
Бывших офицеpов - 1.207
Бывших полицейских, pазведчиков и жандаpмов - 5.141
Шпионов и дивеpсантов - 347
Бывших помещиков, фабpикантов и чиновников - 465
Членов pазличных к-p и повстанческих оpганизаций и pазного к-p элемента - 5.345
Пеpебежчиков - 6.127
Исходя из того, что все они являются закоpенелыми, неиспpавимыми вpагами советской власти, HКВД СССР считает необходимым:
I. Пpедложить HКВД СССР:
1) Дела о находящихся в лагеpях военнопленных 14.700 человек бывших польских офицеpов, чиновников, помещиков, полицейских, pазведчиков, жандаpмов, осадников и тюpемщиков,
2) а также дела об арестованных и находящихся в тюpьмах западных областей Укpаины и Белоpуссии в количестве 11.000 человек членов pазличных к-p шпионских и дивеpсионных оpганизаций, бывших помещиков, фабpикантов, бывших польских офицеpов, чиновников и пеpебежчиков -
- pассмотpеть в особом поpядке, с пpименением к ним высшей меpы наказания - pасстpела.
II. Рассмотpение дел пpовести без вызова аpестованных и без пpедъявления обвинения, постановления об окончании следствия и обвинительного заключения в следующем поpядке:
а) на лиц, находящихся в лагеpях военнопленных - по спpавкам, пpедставляемым Упpавлением по делам военнопленных HКВД СССР,
б) на лиц аpестованных - по спpавкам из дел, пpедставляемых HКВД УССР и HКВД БССР.
III. Рассмотpение дел и вынесение pешения возложить на тpойку, в составе тт. Меpкулова, Кобулова и Баштакова (начальник 1-го Спецотдела HКВД СССР)
НАРОДНЫЙ КОМИССАР ВНУТРЕННИХ ДЕЛ
Союза ССР
(подпись)
(Л.БЕРИЯ)
________________________________________
[Подпись в конце - Л.Беpия. На 1-й странице размашисто чеpез весь текст подписи: "И.Сталин", "К.Воpошилов", "В.Молотов", "А.Микоян". Hа полях, мелко: "т. Калинин - за, т. Каганович - за". В п. III в перечне состава "тройки" вычеркнута фамилия "Берия" и от руки вписана фамилия "Кобулов".]
Fuente: Historias Secretas de la Última Guerra (de «Commentary»)
por G.F. Hudson
Lo que suele llamarse la matanza del Bosque de Katyn fue denunciado primero por los alemanes en Abril de 1943. En una colina, sembrada de abetos, que mira hacia el río Dniéper, cerca de Smolensk, Rusia, soldados alemanes descubrieron, hacinados en fosas colectivas, los cadáveres de millares de oficiales polacos.
Acusados los rusos de haber cometido la matanza, después de invadir Polonia en 1939, los alemanes enviaron grupos de médicos de otras nacionalidades a Katyn, con el objeto de que confirmaran su descubrimiento y, asimismo, llevaron prisioneros aliados para que vieran los cadáveres.
Inmediatamente, los rusos acusaron a su vez a los alemanes, manifestando que cuando el Ejército Rojo tuvo que retirarse de Smolensk en Julio de 1941, tuvieron que abandonar a los oficiales polacos prisioneros, y que los alemanes fueron quienes fusilaron a los polacos e inventaron el cuento de Katyn con fines de propaganda.
Durante el período post-bélico de cordialidad soviético-occidental se aceptó la versión rusa. Pero unos cuantos legisladores norteamericanos exigieron una nueva investigación del caso. El Congreso designó, entonces, una comisión investigadora para examinar todas las pruebas existentes.
La matanza de Katyn es única entre las más notables atrocidades que registra la Historia, por el hecho de que ha habido dudas durante mucho tiempo con respecto a los verdaderos autores. Sin embargo, hay ya suficientes pruebas para establecer una conclusión. La matanza de Katyn fue para Polonia un desastre nacional. Cerca de una tercera parte del Cuerpo de Oficiales del ejército polaco de la anteguerra, incluyendo a regulares y reservistas y oficiales de policía, había desaparecido en Rusia. Los polacos no podían menos que preocuparse por conocer la suerte que pudieran haber corrido sus oficiales; así que iniciaron una amplia investigación. Los resultados de ella han sido revelados al mundo en tres libros fundamentales: 1) «Katyn», por el general Wladislaw Anders, comandante en jefe del ejército polaco, que había sido prisionero de los bolcheviques en Lubianka y liberado durante la temporada de reconciliación polaco-soviética de 1941-1943; 2) «La tierra inhumana», por Joseph Czapski, que encabezó la misión especial del ejército polaco enviada a Rusia para buscar a los prisioneros desaparecidos; 3) «Los asesinatos del Bosque de Katyn», por Joseph Manckiewicz, periodista y miembro de la resistencia secreta, que presenció la exhumación de los cadáveres por la Cruz Roja polaca en la primavera de 1943.
La historia de Katyn comienza con la captura de una gran parte del ejército polaco, en Septiembre de 1939, por las fuerzas soviéticas que invadieron a Polonia desde el Este, diecisiete días después que los alemanes lo hicieran por el Oeste. Casi todos los oficiales prisioneros, alrededor de 9.000, y un número de suboficiales, gendarmes y guardias de frontera, que constituían aproximadamente unos 15.000 hombres, fueron llevados a tres campos en Kozielsk, Starobielsk y Ostashkov. Allí se les sometió a un prolongado interrogatorio, tendiente a averiguar sus opiniones y actividades políticas anteriores. En Abril de 1940, cerca de 400 a quienes se consideró como amigos, fueron despachados a un campo en Pavlishchev Bor. A los demás se les dio un destino desconocido.
En Octubre de 1940 las tropas alemanas entraron en Rumania y el gobierno ruso, por primera vez, comprendió que Hitler podría intentar, pese al pacto germano-soviético, la ocupación de Ucrania. Tres semanas después un oficial polaco pro soviético, el teniente coronel Berling, y dos más fueron intimados a presentarse ante los jefes del N.K.V.D. (Norodnyï Kommisariat Vnuetrennikh Del - Comisariato del pueblo para asuntos del interior), Laurenti Beria y Vsevolod Nikolayevich Merkulov, en Moscú. Se les preguntó si querrían ayudar a organizar algunas unidades militares polacas para una posible utilización contra Alemania. Berling aceptó y propuso que los oficiales polacos desaparecidos fueran incorporados al plan. A lo que Beria replicó: -«No; esos no. Cometimos un grave error con ellos»- Esta observación misteriosa, que fue repetida por Berling, fue objeto de mucha especulación entre los prisioneros polacos.
Al momento en que Hitler invadió Rusia, la U.R.S.S. convino en decretar una «amnistía» para los prisioneros polacos y en autorizar al gobierno polaco en Londres para que reclutara un ejército entre ellos. De todos los lugares de la Unión Soviética acudieron pronto los polacos a inscribirse. Pero entre ellos no aparecían sino muy pocos de los antiguos oficiales. Los funcionarios soviéticos afirmaban que todos los prisioneros polacos habían sido puestos en libertad, pero que ignoraban el paradero de determinados individuos. Cuando, transcurridos algunos meses, ninguno de los polacos que habían estado en Kozielsk, Starobielsk y Ostashkov (a excepción de los 400 llevados a Pavlishchev Bor) apareció en los centros de reclutamiento, las autoridades militares polacas comenzaron a inquietarse. Por los conductos secretos de la resistencia supieron que las familias de los oficiales desaparecidos no habían recibido correspondencia de ellos desde Mayo de 1940. En Diciembre de 1941 el primer ministro polaco, general Sikorski, presentó el caso directamente ante Stalin. La única explicación que de él obtuvo fue que tal vez los prisioneros hubiesen escapado a Manchuria. Año y medio de averiguaciones, incluyendo presentaciones hechas por los embajadores de Inglaterra y los Estados Unidos en Moscú, no arrojaron el menor indicio de la suerte corrida por los oficiales. Los dirigentes polacos llegaron a la conclusión de que los funcionarios soviéticos mentían y de que los prisioneros ya no existían.
Cuando en Abril de 1943 se hizo el descubrimiento de los cadáveres en el Bosque de Katyin, los alemanes declararon que esos oficiales polacos habían sido víctimas de una matanza a manos de los rusos y pidieron una investigación por parte de la Cruz Roja Internacional. El gobierno soviético, no sólo se opuso a la investigación, sino que rompió relaciones diplomáticas con el gobierno polaco por no haber rechazado inmediatamente los cargos alemanes. Al mismo tiempo, los rusos pusieron a circular una nueva versión acerca de la suerte corrida por los oficiales polacos: que habían sido capturados por los alemanes en el curso de su invasión en Julio de 1941. Si esta versión fuera la verdadera, los dirigentes soviéticos habrían estado en conocimiento del suceso durante todo el tiempo en que se les estuvo pidiendo información sobre los prisioneros. ¿Por qué no dijeron, entonces, que los prisioneros polacos habían caído en poder de los alemanes, junto con miles de soldados rusos? Si los soviéticos fueran inocentes, no habría razón para ocultar la verdad. Pero si eran culpables, tenían una razón de peso para mentir: mientras afirmasen que ignoraban dónde estaban los soldados polacos, nadie podría probar que estuviesen muertos.
Ahora, sin embargo, se habían descubierto los cadáveres. Una jauría de lobos, que acosaba la región del Bosque de Katyn, era perseguida por soldados alemanes. En medio de esa tarea se toparon con huesos en una zona que, aparentemente, había sido removida. Informado el hallazgo a los oficiales alemanes superiores, estos enviaron una patrulla acompañada de un médico de la unidad, quien, después de un minucioso análisis, confirmó que se estaba en presencia de huesos humanos. Se iniciaron, entonces, excavaciones en los alrededores y, finalmente, quedaron al descubierto enormes fosas con miles de cadáveres todos con uniformes polacos. Antes de retirarse de Katyn, los alemanes permitieron a la Cruz Roja polaca desenterrar y examinar los cadáveres. Participaron de esta tarea médicos alemanes, polacos y de otras nacionalidades; se utilizó a prisioneros de guerra como testigos de tan triste tarea y, asimismo, participaron oficiales canadienses, americanos e ingleses comisionados por el gobierno polaco en el exilio. La Cruz Roja no hizo declaración pública alguna, por lo que no podría acusársela de estar apoyando la supuesta «propaganda alemana contra los rusos». Pero un informe completo de sus indagaciones fue enviado secretamente al gobierno polaco con sede en Londres. Luego de desenterrar todos los cadáveres y efectuarles la autopsia, pudo establecerse que se trataba de 4143 oficiales polacos y que esos cadáveres eran los de los prisioneros procedentes del campo de concentración de Kozielsk. La Cruz Roja polaca arribó a la conclusión de que los soviéticos eran los responsables de semejante genocidio. Inclusive, pesquisas ulteriores, demostraron que las balas y casquillos alemanes que se hallaron en el lugar, formaban parte de las ventas efectuadas a la U.R.S.S por Alemania y que constituían el parque habitual del Ejército Rojo y de sus fuerzas armadas. Las pruebas encontradas en los cadáveres consistían en 3.300 cartas y tarjetas postales, ninguna de las cuales tenía fechas o matasellos posteriores a Abril de 1940; un número de diarios personales que finalizaban, en su totalidad, en Abril o en la primera semana de Mayo de 1940 (uno de ellos describía, en su última anotación, un viaje bajo escolta de la N.K.V.D. al Bosque de Katyn); centenares de periódicos o fragmentos en los cuales podían distinguirse las fechas, correspondientes todas a Marzo o Abril de 1940.
El Primer Ministro polaco, Sikorski, solicitó una reunión con el Primer Ministro británico, Winston Churchill y le expresó que todos los elementos remitidos por la Cruz Roja polaca (con la presencia y participación de personas de diferentes nacionalidades) demostraban que los soviéticos eran los culpables de este homicidio generalizado. Churchill le respondió al Primer Ministro polaco que lo más conveniente era olvidarse del asunto porque por un lado los oficiales asesinados no volverían a la vida y, por otro, los rusos eran sus aliados en la guerra contra Alemania. Poco tiempo después, el Primer Ministro Sikorski falleció en un «accidente» de aviación sucedido en la región de Gibraltar.
Al ocupar de nuevo la región de Katyn, en Septiembre de 1943, los soviéticos designaron una «Comisión Especial para investigar y descubrir lo relativo al fusilamiento de oficiales polacos por los agresores fascistas en el Bosque de Katyn». Esta comisión quedó compuesta en su totalidad por ciudadanos rusos. En su informe declara que los alemanes, habiendo fusilado a los prisioneros polacos en el otoño de 1941, decidieron atribuirle el crimen a los soviéticos y que, en consecuencia, en Marzo de 1943 (un mes antes de anunciar el descubrimiento de las fosas) exhumaron los cadáveres, les quitaron cuidadosamente los documentos que tuvieran fechas posteriores a Abril de 1940, y los volvieron a enterrar. El informe de la comisión soviética da a entender, no que la Cruz Roja polaca mintiera en el asunto, sino que fue engañada por los alemanes al retirar estos la documentación fechada después de Abril de 1940.
Joseph Manckiewicz, que visitó Katyn acompañando a la Cruz Roja, no encuentra dificultad en refutar la explicación rusa. «En primer lugar –escribe- no es solamente cuestión de retirar papeles, sino también de sustituir otros; de volver a escribir y falsificar detalles en los diarios personales y, especialmente, de producir o reproducir el número requerido de periódicos rusos de la primavera de 1940. Pero, aún en el supuesto de que tan complicada falsificación fuese cierta, el proceso de volver a su sitio todos los objetos resultaba imposible técnicamente. Puesto que todo estaba empapado y pegado con un líquido cadavérico repugnante y gomoso –explica Manckiewicz-, fue imposible desabotonar bolsillos o sacar botas. Hubo que cortar todo aquello con cuchillos para extraer los objetos personales. Ninguna técnica habría podido permitir registrar aquellos bolsillos, sustituir unos objetos por otros, abotonar los uniformes, y colocar nuevamente los cadáveres en masa, capa sobre capa...»
A todas luces, habría sido imposible ocultar las huellas de una falsificación semejante. Con toda seguridad, los alemanes habrían sido descubiertos si hubieran presentado una obra tal a los peritos de la Cruz Roja y a los médicos y testigos imparciales que participaron de la investigación. Debemos concluir, por lo tanto, que la exhumación y reenterramiento de Marzo de 1943 de que trata la versión rusa, nunca tuvieron lugar, que es una colosal mentira, y que las fechas de los documentos que acompañaban a los cadáveres (Abril de 1940) determinan la fecha de la matanza. Y si sabemos cuándo se realizó el crimen, sabemos también quién fue el criminal.
En el año 1989, con la desaparición de la Unión Soviética, el Primer Ministro Gorbachov, admitió públicamente que la N.K.V.D., obedeciendo una orden expresa de Stalin, había ejecutado aproximadamente a unos 25.700 prisioneros polacos, de los cuales unos 14.700 eran oficiales. Entre estos se contaban los hallados en el Bosque de Katyn. En el año 1992 se descubrieron los restantes oficiales asesinados: en el mes de Mayo, en un bosque próximo a Kharkov fue descubierta una fosa común con los cadáveres de 3.891 oficiales polacos que procedían del campo de Starobielsk en Ucrania. En el mes de Junio, en Miednoje, fueron halladas 30 fosas comunes con 6.287 oficiales polacos provenientes del campo de Ostashkov. En Abril de 1990, el gobierno ruso, admitió oficialmente la responsabilidad de la Unión Soviética en la masacre del Bosque de Katyn y, en 1992, le fueron remitidos al presidente polaco Lech Walesa, los archivos secretos de los organismos de seguridad rusos sobre este crimen.
Los prisioneros del campo de Kozielsk fueron asesinados en el Bosque de Katyn que era, aparentemente, el sitio habitual de las ejecuciones de la N.K.V.D. de Stalin. A los prisioneros del campo de Starobielsk los ejecutaron en el interior de la prisión que la N.K.V.D. tenía en Kharkov. Y a los oficiales del campo de Ostashkov se los asesinó en la prisión de la N.K.V.D. en la localidad de Kalinin. Las ejecuciones en esta última prisión fueron muy metódicas: el 4 de Abril de 1940 fueron asesinados 390 prisioneros, con un disparo en la nuca, utilizando pistolas Walther de fabricación alemana, provistas desde Moscú. Las siguientes ejecuciones se efectuaron de a 250 personas por día. En el Bosque de Katyn, los oficiales polacos eran llevados a las fosas comunes y asesinados con disparos a la cabeza.
Katyn: cadáveres en fosas comunes.
Profesor húngaro Orsós efectuando autopsias.
Cráneos con agujeros de bala.
Katyn: cementerio de guerra.
Katyn: monumento en Wroclaw-Polonia.
Oficiales canadienses, americanos e ingleses (comisionados por el gobierno polaco), junto con oficiales alemanes, inspeccionado restos.
Fragmento de la Orden de Ejecución
Fosas comunes en la actualidad.
Katyn: rostros de prisioneros asesinados.
Orden de Ejecución por Stalin
URSS
Comisariato Nacional
para Asuntos Internos
5 de Marzo de 1940
No 794/
Moscú
A nombre de STALIN
Un gran número de ex oficiales del Ejército Polaco, empleados de la Policía Polaca y servicios de inteligencia, miembros del Partido Nacionalista Polaco, partidos contra-revolucionarios, miembros descubiertos pertenecientes a grupos de resistencia contra-revolucionarios, fugitivos y otros, todos ellos enemigos jurados de la autoridad Soviética, que odian el sistema Soviético, están actualmente en campos de prisioneros de guerra de la NKVD de la URSS y en prisiones de Ukrania y Bielorrusia.
Los oficiales militares y de policía en los campos están conduciendo actividades de propaganda anti-Soviética. Cada uno de ellos esta esperando solamente su liberación para comenzar sus actividades en contra de la autoridad Soviética.
Los órganos de la NKVD en las provincias occidentales de Ukrania y Bielorrusia han descubierto un número de organizaciones rebeldes contra revolucionarias.
Ex oficiales del Ejército Polaco y policía, así como también de gendarmería han mostrado que están participando en espionaje y actividades insurgentes.
Entre los detenidos (sin considerar los soldados y oficiales subalternos) hay 14,736 ex oficiales, funcionarios de gobierno, terratenientes, policías, gendarmes, guardias de prisiones, colonizadores de regiones fronterizas y oficiales de inteligencia -más del 97% son de nacionalidad polaca.
De ellos:
295 generales, coroneles y tenientes coroneles
2080 mayores y capitanes
6049 tenientes, subtenientes y alféreces
1030 Oficiales superiores y subalternos de policía
5138 Agentes de policía, gendarmes, guardias de prisiones y personal de inteligencia
144 Funcionarios de gobierno, terratenientes, curas, colonizadores de regiones fronterizas
En la región occidental de Ukrania y Bielorrusia, hay 18.632 Detenidos, de los cuales 10.685 son polacos, incluyen:
1207 Ex oficiales
5141 ex oficiales de inteligencia de la policía y gendarmería
347 Espías y saboteadores
465 Ex terratenientes, dueños de fábricas y funcionarios de gobierno
5345 Miembros de varias organizaciones contra revolucionarias y otros elementos contra revolucionarios.
6127 Fugitivos
Sabiendo que todos ellos son enemigos declarados de la autoridad Soviética, la NKVD de la URSS considera necesario:
I Autorizar a la NKVD de la URSS para:
(1) instruir los casos de los 14.700 ex oficiales de policía, funcionarios de gobierno, oficiales de policía, oficiales de inteligencia, gendarmes, colonizadores de las regiones fronterizas y guardias de prisiones que están retenidos en campos de prisioneros de guerra,
(2) se debe incluir los 11.000 casos de miembros de varias organizaciones contra revolucionarias, espías y saboteadores, ex terratenientes, dueños de fábricas, ex oficiales de policía, funcionarios de gobierno y fugitivos que han sido arrestados y que están detenidos en las provincias occidentales de Ukrania y Bielorrusia, y se les debe aplicar la pena máxima: ejecución.
II El examen de los casos deberá ser efectuado sin instruir sumario y sin levantar cargos. Los manifiestos con las conclusiones de las investigaciones y los veredictos finales deberán ser como sigue:
(a) para las personas detenidas en campos de prisioneros de guerra, en la forma de certificados emitidos por la NKVD de la URSS;
(b) para los arrestados en la forma de certificados emitidos por la NKVD de la RSS de Ukrania y de la NKVD de la RSS de Bielorrusia.
III Los casos deberán ser examinados y los veredictos pronunciados por un tribunal de tres miembros consistente en los camaradas Merkulov, Kobulov y Bashtakov (Jefe del 1er Departamento Especial de la NKVD de la URSS.)
Comisario Nacional de Asuntos Internos de la URSS
L. Beria
Firmado por: Stalin, Voroshilov, Molotov, Mikoyan, Kalinin y Kaganovich
La firma de L Beria fue añadida a mano y las firmas que siguen fueron borradas del original.
ORIGINAL EN RUSO DE LA «ORDEN DE EJECUCIÓN»
Pасстpела
СССР
НАРОДНЫЙ
КОМИССАРИАТ
ВНУТРЕННИХДЕЛ
марта1940г.
№794/Б
г. Москва
ЦК ВКП(б)
товаpищу СТАЛИНУ
В лагеpях для военнопленных HКВД СССР и в тюpьмах западной области Укpаины и Белоpуссии в настоящее вpемя содеpжится большое количество бывших офицеpов польской аpмии, бывших pаботников польской полиции и pазведывательных оpганов, членов польских националистических к-p паpтий, участников вскpытых к-p повстанческих оpганизаций, пеpебежчиков и дp. Все они являются заклятыми вpагами советской власти, пpеисполненными ненависти к советскому стpою.
Военнопленные офицеpы и полицейские, находясь в лагеpях, ведут антисоветскую агитацию. Каждый из них только и ждет освобождения, чтобы иметь возможность активно включиться в боpьбу пpотив советской власти.
Оpганами HКВД в западных областях Укpаины и Белоpуссии вскpыт pяд повстанческих к-p оpганизаций. Во всех этих к-p оpганизациях активную pуководящую pоль игpали бывшие офицеpы бывшей польской аpмии, бывшие полицейские и жандаpмы.
Сpеди задеpжанных пеpебежчиков и наpушителей госгpаницы также выявлено значительное число лиц, котоpые являются участниками к-p шпионских и повстанческих оpганизаций.
В лагеpях для военнопленных содеpжится всего (не считая солдат и унтеp-офицеpского состава) - 14.736 бывших офицеpов, чиновников, помещиков, полицейских, жандаpмов, тюpемщиков, осадников и pазведчиков - по национальности свыше 97% поляки.
Из них:
Генеpалов, полковников и подполковников - 295
Майоpов и капитанов - 2.080
Поpучиков, подпоpучиков и хоpунжих - 6.049
Офицеpов и младших командиpов полиции, погpаничной охpаны и жандаpмеpии - 1.030
Рядовых полицейских, жандаpмов, тюpемщиков и pазведчиков -5.138
Чиновников, помещиков, ксендзов и осадников - 144
В тюpьмах западных областей Укpаины и Белоpуссии всего содеpжится 18.632 аpестованных (из них 10.685 поляки), в том числе:
Бывших офицеpов - 1.207
Бывших полицейских, pазведчиков и жандаpмов - 5.141
Шпионов и дивеpсантов - 347
Бывших помещиков, фабpикантов и чиновников - 465
Членов pазличных к-p и повстанческих оpганизаций и pазного к-p элемента - 5.345
Пеpебежчиков - 6.127
Исходя из того, что все они являются закоpенелыми, неиспpавимыми вpагами советской власти, HКВД СССР считает необходимым:
I. Пpедложить HКВД СССР:
1) Дела о находящихся в лагеpях военнопленных 14.700 человек бывших польских офицеpов, чиновников, помещиков, полицейских, pазведчиков, жандаpмов, осадников и тюpемщиков,
2) а также дела об арестованных и находящихся в тюpьмах западных областей Укpаины и Белоpуссии в количестве 11.000 человек членов pазличных к-p шпионских и дивеpсионных оpганизаций, бывших помещиков, фабpикантов, бывших польских офицеpов, чиновников и пеpебежчиков -
- pассмотpеть в особом поpядке, с пpименением к ним высшей меpы наказания - pасстpела.
II. Рассмотpение дел пpовести без вызова аpестованных и без пpедъявления обвинения, постановления об окончании следствия и обвинительного заключения в следующем поpядке:
а) на лиц, находящихся в лагеpях военнопленных - по спpавкам, пpедставляемым Упpавлением по делам военнопленных HКВД СССР,
б) на лиц аpестованных - по спpавкам из дел, пpедставляемых HКВД УССР и HКВД БССР.
III. Рассмотpение дел и вынесение pешения возложить на тpойку, в составе тт. Меpкулова, Кобулова и Баштакова (начальник 1-го Спецотдела HКВД СССР)
НАРОДНЫЙ КОМИССАР ВНУТРЕННИХ ДЕЛ
Союза ССР
(подпись)
(Л.БЕРИЯ)
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[Подпись в конце - Л.Беpия. На 1-й странице размашисто чеpез весь текст подписи: "И.Сталин", "К.Воpошилов", "В.Молотов", "А.Микоян". Hа полях, мелко: "т. Калинин - за, т. Каганович - за". В п. III в перечне состава "тройки" вычеркнута фамилия "Берия" и от руки вписана фамилия "Кобулов".]
Fuente: Historias Secretas de la Última Guerra (de «Commentary»)
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