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domingo, 7 de agosto de 2022

Malvinas: Capitán Enrique Fader, un genio en las islas

Un genio en la guerra


Por Nicolás Kasanzew || La Prensa



Enrique Roberto Fader.­

En el 2016 falleció quien fuera capitán de Ejército en Malvinas, Enrique Roberto Fader, del arma de Comunicaciones, cuya amistad cultivé durante la contienda. Este verdadero genio trabajó en la electrónica del radar Rasit, integrando la electrónica del Exocet Mar-Mar, lanzado desde tierra, que impactó al buque inglés "Glamorgan". También distorsionó la frecuencia del radar de nuestras baterías antiaéreas, logrando confundir las frecuencias de los aviones Harrier, consiguiendo así que fueran derribados tres de ellos, hasta que no vinieron más a atacarnos a baja altura.­

En una de sus manipulaciones recibió una descarga de un transformador. Lo llevaron inmediatamente al Hospital de Puerto Argentino... y allí reparó un electrocardiógrafo que no funcionaba. La Escuela Superior Técnica del Ejército Argentino le quedaba chica y se iba a los laboratorios para poner a funcionar y a experimentar todo. Contaban sus camaradas, que fue echado de allí porque olímpicamente ignoraba a todo el mundo.­

Algunos, cariñosamente, lo llamaban "el loco Fader". Muy querido entre los oficiales de Comunicaciones de su generación. Por mucho tiempo se escucharon sus anécdotas. Era mendocino y sobrino del gran pintor argentino Fernando Fader. Vivía al Noroeste de La Cumbre, en una casa aislada cerca de un pueblo muy pequeño. El lugar se llama Ischilin. Allí murió, sin el reconocimiento de sus compatriotas.­

viernes, 28 de enero de 2022

Malvinas: ¿Primera imagen del HMS Invincible impactado?

Histórico: La foto de los daños en el HMS Invincible revelada

Fuente: La verdad sobre el HMS Invincible -Tell the truth-




En una exclusiva entrevista del día 25 de enero de 2022, un veterano de guerra argentino brindó detalles de la única fotografía que se conoce de los daños causados en el portaaviones HMS Invincible por el ataque argentino del día 30 de mayo de 1982.
Se trata de una comunicación telefónica que el equipo de la página "La verdad sobre el HMS Invincible" mantuvo con el Suboficial Mayor (R) VGM Mario "Perro" Rodríguez, ex integrante del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Argentina. Según relató Rodríguez, la mencionada fotografía fue mostrada por el Comandante Ian Inskip, quien participó en el conflicto de Malvinas como tripulante del destructor HMS Glamorgan.
Luego de la entrevista, el equipo de esta página elaboró una recreación de la foto del Invencible, la cual se confeccionó siguiendo estrictamente las especificaciones ofrecidas por el Suboficial Rodríguez quien, posteriormente, aprobó la imagen resultante.
Los integrantes de esta página desean expresar sus más sinceros respetos hacia el fallecido Comandante Inskip, oficial que ha dado ejemplo en vida de que los militares de honor saben ofrecerles justicia y reconocimiento a sus adversarios.
Finalmente, agradecemos de manera especial la colaboración del Suboficial Auxiliar (R) Gabriel Fonseca Esquivel por facilitarnos el contacto para realizar esta entrevista. Es importante destacar que él también fue testigo de la fotografía del Invencible y confirma los dichos del Suboficial Mayor Rodríguez.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Malvinas: Estación Aeronaval Calderón (2/2)

La Estación Aeronaval Calderón y la Escuela de Aviación Naval en Malvinas

Texto de Lorenzo Borri en Gaceta Marinera
Parte 1 || Parte 2


UNIDADES AÉREAS DESPLEGADAS A MALVINAS



T-34C-1 Turbomentor en la Estación Aeronaval Calderón (Foto: Fundación Histamar)

4 Beechcraft T-34-C1 “Turbo Mentor”:
1-A-401
1-A-408
1-A-411
1-A-412

MISIÓN DE LA UNIDAD

Este destacamento debía cumplir tareas de Reconocimiento Armado, Ataque a helicópteros y anti terrestre y Apoyo Cercano.

El personal de tierra informaba partes meteorológicos, posición y horarios de las Patrullas Aéreas de Combate y observación de unidades de superficie enemigas en las proximidades de la isla.

El personal de Infantería de Marina debía dar seguridad terrestre al personal y material.

DESARROLLO DE LAS OPERACIONES


La primera misión desde Calderón con los Turbo Mentor la realizaron el 30 de abril, un reconocimiento armado sobre las Islas Sebaldes, en el despegue el avión del Teniente Pereyra Dozo rompió el parante de nariz en la corrida de despegue por lo que debió cambiar de avión.

El día 1 de mayo a 08:20 horas aterrizaron dos aviones Pucará al mando del Capitán Jorge Benítez y Teniente Alcides Russo. Se tomó conocimiento del ataque a Puerto Argentino y Darwin.

El avión del Teniente Russo no volvió a despegar debido a que tenía una falla en el tren de aterrizaje.

A las 11:45 horas se ordenó desde Rio Grande que despegaran 3 T-34 con la misión de interceptar y destruir helicópteros enemigos que se encontraban aproximadamente al 090/10 millas náuticas de Puerto Argentino.

La sección fue integrada por el Teniente de Navío Pereyra Dozo en el 401, Teniente de Fragata Uberti en el 408 y el Teniente de Corbeta Manzella en el 411.



Capitán de Fragata Niguel Ward, quien el XX tuvo una escaramuza con una sección de T-34C-1. (Foto: Vía Lorenzo Borri)

Despegaron a las 12:25 horas y luego de lograr la autorización del Control Radar Malvinas, la división se aproximó a Puerto Argentino. El líder (Teniente De Navío Pereyra Dozo) informó a la Torre de Control.

El líder de la sección ordenó invertir el rumbo, a fin de salir rápidamente del alcance de las baterías antiaéreas propias volando hacia el Este; breves instantes después, el Nº 2 (Teniente de Corbeta Manzella) informó haber visto un helicóptero “Sea King” enemigo que volaba a baja altura y al ser confirmado por el líder, éste ordenó atacarlo. En el mismo instante en que se inició el ataque, el Nº 3 (Teniente de Fragata Uberti) informó que dos aviones Sea Harrier atacaban y disparaban sus cañones contra el Nº 1 y Nº2 de la formación, aparentemente el Nº 3 se quedó retrasado y no fue avistado, razón por la cual pudo dar la voz de alarma.

Los pilotos eyectaron su armamento (1 góndola con dos ametralladoras cada una y 3 coheteras con 7 cohetes cada una por avión).

Pereyra Dozo y Manzella realizaron una ruptura defensiva, separándose y lograron avistar los aviones enemigos que disparaban sus cañones a la cola de los T-34C-1.

A continuación, los dos efectuaron maniobras defensivas para evitar el ataque de los Sea Harrier (se les colocó la proa y en el cruce, una tijera vertical) los interceptores enemigos con un gran excedente de velocidad sobre los T-34 no pudieron seguir a los Turbo Mentor que se ocultaron en las nubes bajas y decidieron abandonar la persecución.

El combate había sido contra dos “Sea Harrier” del Escuadrón 801 (HMS Invincible) tripulados por el Capitán de Fragata Nigel Ward (XZ495) y el Teniente Mike Watson (ZA175) quienes habían sido dirigidos hacia los “Turbo Mentor” por la fragata HMS Brilliant.

Ward disparó sus cañones contra Manzella y Pereyra Dozo, alcanzando al aparato de este ultimo detrás de la cabina, pero sin causarle daños.

El regreso se realizó en forma independiente hasta aproximadamente el Estrecho San Carlos, donde los tres aviones lograron reunirse y bajo silencio de radio efectuaron el aterrizaje en la Estación Aeronaval Calderón.

A las 16:00 horas se observó un combate aéreo entre aviones propios y enemigos en la vertical de Bahía Elefante. Como resultado de este cayó el Mirage IIIEA I-015. El piloto, Teniente Carlos Perona de la Fuerza Aérea Argentina fue rescatado por personal naval, con golpes en los tobillos.

A las 17:00 horas aterrizaron seis aviones Pucará a cargo del Capitán Benítez provenientes de la atacada Base Aérea Militar Cóndor.

El día 2 de mayo a 08:30 horas aterrizó el B-200 4-G-45 con el Capitán De Fragata Jorge R. Fiorentino y el Teniente De Corbeta Jorge E Pittaluga, para trasladar al Teniente Perona y traer repuestos y armamento para los T-34C-1. Ese mismo día el Teniente Perona llegó a Rio Grande y luego a Buenos Aires.



1-A-411 mientras era reparado para su traslado al Reino Unido. (Foto: Autor desconocido)

A las 12:00 horas se ordenó realizar reconocimiento armado a fin de batir personal desembarcado en helicópteros entre Cabo Leal y Punta León. A las 12:30 horas, despegó la sección, integrada por el Teniente de Navío Pereyra Dozo y el Teniente de Fragata Fernández Vidal. Regresó sin novedad a las 14:00 horas.

El avión 1-A-401 quedó nuevamente en servicio, al serle reemplazado el parante de rueda de nariz.

A las 13:00 horas despegaron cinco aviones Pucará de la Fuerza Aérea Argentina hacia Darwin.

El día 3 de mayo las condiciones meteorológicas fueron malas (lluvia-baja visibilidad); la pista resultó deteriorada por los aterrizajes de los aviones Pucará.

A 15:00 horas se ordenó cubrir alerta un minuto para brindar escolta aérea al avión Skyvan que se tendría que dirigir a Calderón.

El día 4 de mayo a las 09:00 horas aterrizaron cinco aviones Pucará a cargo del Capitán Ricardo Grunert; uno de ellos a cargo del Teniente Roberto Cimbaro, quedó prácticamente destrozado al tratar de rodar por una de las pistas auxiliares (se metió el tren de nariz y tuvo detención brusca de ambas turbinas, desprendiéndose las palas de ambas hélices).

A partir de las 11:00 horas los T-34C-1 pasaron a cubrir “alerta a un minuto” con los pilotos en cabina.

El día 5 de mayo las condiciones meteorológicas no permitieron operar desde Calderón. A las 19:00 horas se recibieron instrucciones para la operación Margarita (Reconocimiento armado y apoyo aéreo en las Islas de los Leones Marinos).

El día 6 de mayo la operación Margarita fue cancelada por meteorología. La lluvia y el aterrizaje de los aviones Pucará dejaron la pista en condiciones riesgosas de operación.



1-A-411 en su destino final, el Museo de la Aviación Naval de Yeovilton, en la foto se encuentra el Capitán de Navío VGM (Ret) Rodolfo Castro Fox. (Foto: Rodolfo Castro Fox)

El día 7 de mayo a 1300 horas se ordenó una misión de reconocimiento armado a fin de batir comandos y helicópteros enemigos al Nor Oeste y Norte de las Isla Soledad.

Salió la sección de guardia compuesta por el Teniente de Navío Pereyra Dozo y Teniente de Fragata Fernández Vidal, despegando a las 13:30 horas y regresando sin novedad una hora y media después.

A continuación de esta misión se cerró el campo por condiciones meteorológicas.

El día 8 de mayo no se operó en todo el día y el aeródromo continuó cerrado por meteorología.

El día 9 de mayo a las 07:10 horas se recibieron órdenes de realizar un reconocimiento armado a lo largo del Estrecho San Carlos, pero quedó cancelado por meteorología.

A las 08:30 horas logró aterrizar un Pucará a cargo del Capitán Roberto Vila, el mismo quedó enterrado de nariz al rodar por la pista, pero no sufrió averías. Otro avión Pucará que seguía al primero regresó a Darwin ya que no pudo utilizar la pista.

El día 10 de mayo las condiciones de mala meteorología no mejoraron, continuó lloviendo, y en la pista de aterrizaje, se formaron pequeños charcos de agua.

Se informó a Puerto Argentino que un Conscripto de Infantería de Marina tenía apendicitis y se solicitó un helicóptero para su evacuación.

El día 11 de mayo continuaron las malas condiciones meteorológicas; quedó sin servicio la pista de aterrizaje.

El día 12 de mayo la pista continuó sin servicio y se necesitaron dos días sin lluvia y sol para el secado y reparación.

A las 10:00 horas se ordenó desde Rio Grande el relevo de dos pilotos (Teniente de Navío Pereyra Dozo y Teniente de Fragata Uberti) y del Conscripto que tenía apendicitis.

No se registraron actividades aéreas.

El día 13 de mayo los pilotos de T-34C no fueron relevados debido a que los B-200 no realizaron el vuelo.

Se realizaron trabajos de mantenimiento logístico.

El día 14 de mayo se realizaron trabajos de mantenimiento de la pista, a pesar de que comenzó a llover nuevamente.

Durante la noche del 14 al 15 se produjo el desembarco en la isla de 45 hombres del Escuadrón D del S.A.S bajo las órdenes del Mayor Cedric Delves, junto con el Capitán Christopher Brown y su equipo de apoyo de fuego, de la Batería 148, Comando 29 de Fusileros, utilizando dos helicópteros Westland Sea King HC.Mk.4 del 846 Naval Air Squadron.

El punto de descenso estaba a unos 6 km de la pista de aterrizaje. Encargaron a la tropa de montaña la destrucción de los aviones argentinos, mientras que el personal restante actuaba como fuerza de protección, asegurando la aproximación a la pista de aterrizaje, y formando una reserva operacional. El grupo de ataque descargó más de 100 bombas de mortero L16 de 81 mm, cargas explosivas, y cohetes antitanques de 66 mm HEAT L1A1.

Cuando el grupo de ataque se acercó al blanco colocó cargas explosivas en siete de los aviones. Una vez que todos los aviones habían sido preparados, el equipo de ataque abrió fuego con las armas ligeras y los cohetes L1A1. Todos los aviones fueron dañados. Después de esa señal el HMS Glamorgan comenzó a bombardear las posiciones argentinas adyacentes al campo de aviación, golpeando los almacenes de municiones y de combustible.

Rápidamente se puso en marcha el plan de defensa. Los infantes se abocaron a la defensa de la pista y las aeronaves y todo el personal aeronáutico al sector de alojamientos, central de operaciones y pañoles.

El Guardiamarina Montalvo y sus infantes formaron bajo la lluvia una barrera de disparos que impidió a los SAS seguir avanzando hacia las edificaciones. Fue herido un soldado británico como resultado de la metralla producida por el estallido de las cargas colocadas por las fuerzas argentinas debajo de la pista de aterrizaje para impedir su uso al enemigo. Las cargas explosivas fueron accionadas por el Cabo Sánchez en la creencia que la operación era un asalto completo para asumir el control la base aérea.

El ataque fue certero y muy rápido resultando dañadas en mayor o menor grado todas las aeronaves, tanto de la Armada como de Fuerza Aérea y Prefectura Naval.


1-A-408 destruido en la Estación Aeronaval Calderón (Foto: Ian Howat vía Javier Mosquera/Avialatina para el libro “Jamás Serán Olvidados” Segunda Edición, Claudio Meunier)

El equipo de combate Marega había hecho todo lo humanamente posible y si hubiera tenido disponible el material y refuerzos solicitados con anterioridad el resultado de la incursión británica habría sido otro muy distinto.
Aviones destruidos:

Fuerza Aérea Argentina: 6 Pucará
A-502 Destrucción total.
A-520 Daños en las alas y motores.
A-523 Daños por explosiones y metralla.
A-529 Daños menores por explosión en los motores.
A-552 Daños menores.
A-556 Daños por explosión en los motores y alas.

Aviación Naval: 4 T-34C-1
1-A-401 Destrucción total.
1-A-408 Destrucción total.
1-A-411 Daños por esquirlas y metralla (inutilizado el cono de cola y alas).
1-A-412 Impacto directo de cohetes en la planta propulsora.

Prefectura Naval Argentina: 1 Skyvan.
PA-50 Destrucción total.

Una vez hecho un reconocimiento y determinada la inutilidad de las aeronaves, ese mismo día, el personal de la Fuerza Aérea y Prefectura se replegó en un helicóptero Chinook de la FAA.

Ese mismo helicóptero había traído dos secciones de la Compañía de Comandos 601 del Ejército Argentino, al mando de su jefe, el Mayor Mario Castagneto, que realizaron una inspección profunda de la isla encontrando algunos puntos de observación abandonados, utilizados recientemente, en el morro que estaba frente a la pista.

Como saldo del ataque resultó dañada la pista por la voladura que se había efectuado durante la defensa, por lo que la comunicación sería desde ese momento por medio de helicópteros. En un principio se hicieron los preparativos para un repliegue de todo el personal que allí se encontraba, pero, por diferentes causas, eso se fue demorando por lo que se inició una nueva etapa que tendría como puntos principales el apoyo que se pudiera prestar a las operaciones y la propia supervivencia. Los recursos de armamento que se poseían en la isla eran muy escasos por lo que se fabricaron montajes con las coheteras de los aviones y fueron colocados en prevención de posibles ataques terrestres.

Los pilotos de la Aviación Naval pasaron a cumplir un nuevo rol, el de observadores adelantados que indicaban a Río Grande la presencia de PAC y los rumbos de estas. Esto fue de gran ayuda para planificar los sucesivos ataques.

El día 16 de mayo se recuperaron algunos repuestos críticos de los aviones que quedaron destruidos.

El día 17 de mayo se continuó con la recuperación del material y acondicionamiento de la pista.

El día 18 de mayo se continuó con los trabajos.

El día 19 de mayo aviones Harrier bombardearon la pista; los aviones recibieron más impactos de esquirlas y quedó inutilizado el sector izquierdo de la misma.

El día 20 de mayo se hicieron detonar algunos explosivos que no explotaron cuando fueron arrojados por los Harrier y se acondicionó la pista.



1-A-401 destruido, julio de 1982. (Foto: Malvinas la Guerra Aérea)

A las 02:15 horas se produjo un incendio en el alojamiento de suboficiales. La casa quedó totalmente destruida.

Los días 21 y 22 de mayo transcurrieron sin novedad. En esos días se estaba produciendo el desembarco en San Carlos.

El día 23 de mayo se intentó el rescate de un piloto derribado, pero solamente se encontró el avión totalmente destrozado y sin indicios de sobreviviente.

Los aviones Harrier volvieron a bombardear la pista.

El día 24 de mayo se realizaron reparaciones en la pista, dejando habilitados 300 metros.

Se rescató al Capitán Raúl Diaz (piloto del Dagger C-430) derribado tras otro combate aéreo, quien presentaba fractura de un codo y un golpe en la columna vertebral.

El día 25 de mayo fue un día exitoso para las Fuerzas Argentinas, donde el personal naval de la Estación Aeronaval Calderón intervino en dos hechos destacados.

A las 09:22 Calderón informó a GT 80.1 (en Rio Grande) que se localizó el Mirage V matrícula C-437 con su piloto fallecido (1er Teniente Ricardo Volponi). Esta lamentable novedad fue informada a FT.80 y al Comodoro Corino, jefe del Grupo Mirage V en Rio Grande. Improvisaron un ataúd con un cajón de munición de 75 mm del cañón sin retroceso de la Infantería de Marina y depositaron en él sus restos a la espera de su traslado al continente.

Simultáneamente una patrulla que recorría la costa localizó al Mayor Luis Puga (Dagger C-419) que se había eyectado el día anterior y había pasado toda la noche caminando para evitar congelarse.

En esa oportunidad fueron avistados dos buques ingleses en proximidades de la costa (330º – 7 millas), por lo que de inmediato se informó a GT 80.1.

Con esta información, GT 80.1 impuso un mensaje a COATLANSUR (Comando Atlántico Sur) y FT 80, y lo retransmitió al Grupo Coordinador Naval en la Fuerza Aérea Sur (FAS).

COATLANSUR, que se encontraba en Comodoro Rivadavia, comunicó a GT 80.1 que la FAS estaba planificando un ataque, que se mantuviera actualizada la situación y que se diera apoyo de comunicaciones al grupo de ataque.

El GT 80.1 a 1248 retransmitió estos requerimientos a Calderón.

En Calderón, se destacó al Guardiamarina IM Montalvo con una patrulla a un punto de observación en un morro para transmitir por UHF a la Central de Operaciones de la Estación Aeronaval la posición y movimientos de los buques.

Esta posición era obtenida por marcación tomada con brújula y apreciación de distancia.

El Teniente de Corbeta Manzella se ubicó en proximidad de la pista y trasmitía a la Central por VHF la posición de patrullas de Harrier que sobrevolaban la zona.

Toda esta información era recibida por el Teniente de Fragata Batllori, que estaba en la Central y retransmitida por él a GT 80.1 por HF, quien, a su vez, la pasaba a COATLANSUR y FAS.

La FAS informó a GT 80.1 que efectuaría un ataque con A-4 y un Lear Jet como retransmisor, quien se ligaría con GT 80.1 en Río Grande para recibir información.



Destructor HMS Coventry hundiéndose luego del ataque de la Fuerza Aérea Argentina (Foto: Archivo fotográfico MUAN)

La posición de los buques, que resultaron ser el Destructor HMS “Coventry” y la Fragata HMS “Broadsword”, era prácticamente constante, entre el 330º y 350º del morro y 8/10 millas. También era constante la presencia de cuatro Harrier en la zona, según lo informaba el Teniente Manzella.

La FAS informó a GT 80.1 que a 13:35 despegó un Lear Jet (1er Teniente Alberto Williams – Capitán Carlos Pane – Vicecomodoro Pereyra) y a 14:00 y 14:05, dos secciones de A-4B “Vulcano”(C-225 -Capitán Pablo Carballo – C-214-Teniente Carlos Rinke) y “Zeus” (C-212-1er Teniente Mariano Velasco – C-207-Alférez Jorge Barrionuevo).

Durante el vuelo, GT 80.1 mantuvo actualizada la situación de los buques y de las PAC al Lear Jet.

A 15:20 iniciaron el ataque, que fue presenciado por el Guardiamarina IM Montalvo.

Los A4B lanzaron sus bombas sin poder ser interceptados por los buques ni los Harrier debido a interferencias mutuas inglesas y a un “desenganche” del sistema misilístico Sea Wolf de la “Broadsword”.

Mientras regresaba a Rio Gallegos, el Lear Jet solicitó a GT 80.1 los resultados del ataque.

A las 15:30 Calderón informó a GT 80.1 que no apreciaba daños en los buques, y que los aviones regresaban sin novedad. A las 15:35 Calderón informó a GT 80.1 que se veían salir helicópteros desde San Carlos hacia los buques, llegando a contar 10. Además, informó que se veían balsas amarillas. Todo esto fue retransmitido al Lear Jet.

La “Coventry” recibió tres bombas de 500 kg que provocaron su hundimiento en aproximadamente media hora, y la “Broadsword”, una de 500 kg. que la atravesó después de un rebote, entrando de abajo hacia arriba, rompiendo el helicóptero Sea Lynx y cayendo al agua sin explotar.

Durante el rescate, se incrementó la PAC, llegando a seis aviones. A las 17:05 una sección de Harrier sobrevoló a 200 metros al Guardiamarina Montalvo.

El personal de Calderón informó con precisión los movimientos del enemigo, colaborando eficientemente en el hundimiento de la “Coventry” y averías en la “Broadsword”.


Cañoneo naval a la Estación Aeronaval Calderón en la isla Borbón, 15 de Mayo de 1982, desde el HMS "Glamorgan", en apoyo a la incursión del SAS. Fotografía tomada por Lt.Cdr. Ian Inskip


Los días 26/27 de mayo se adaptó el armamento de los T-34 para la defensa terrestre de las pistas.

Día 28 de mayo Calderón recibió la orden de preparar y balizar 300 metros de la pista para permitir el aterrizaje durante el crepúsculo de un avión Twin Otter de la FAA, que evacuaría a los pilotos heridos (Mayor Puga y Capitán Diaz). Este vuelo fue apoyado por un Fokker F-27, pero no se pudo cumplir por fallas en las comunicaciones.

El día 29 de mayo aviones Harrier bombardearon la pista, parte de esta quedó fuera de servicio. A las 17:30 horas aterrizó un avión Twin Otter (T-82) de Fuerza Aérea Argentina La tripulación estaba formada por el 1er Teniente Marcelo Uriona, el Teniente Omar Poza y el Cabo Principal Pedro Bazán, para evacuar a los pilotos rescatados y parte del personal de la Armada (Teniente de Fragata Castro, Teniente de Fragata Fernández Vidal, Teniente de Corbeta Manzella), el Conscripto IM enfermo y los restos mortales del 1er Teniente Volponi. El traslado se realizó a Comodoro Rivadavia.



1-A-408 Después del ataque del 14/15 de mayo.
(Foto: Blog FDRA – Malvinas – Esteban McLaren)

EL día 30 de mayo se acondicionó Calderón para recibir helicópteros y aprovisionarlos de combustible.

El día 1 de junio es evacuado el resto del personal (Teniente de Fragata Batllori y 10 hombres de Personal Subalterno), mediante dos Sea King (2-H-233 y 2-H-234) de la Segunda Escuadrilla Aeronaval De Helicópteros. Quedaron el Cabo Principal Sosa y el Cabo Primero Avogadro en Calderón, junto al personal de Infantería de Marina.

El 15 de junio Marega recibió la orden de rendirse a las tropas británicas, la guarnición se rindió no sin antes destrozar los equipos de comunicaciones, de puntería, cañones, brújulas, prismáticos, reglamentos y toda la documentación.

El 16 de junio fueron trasladados al campo de prisioneros de Ajax Bay y luego al continente.
CONCLUSIONES

El personal de Aviación Naval y De Infantería de Marina estacionado en una pequeña isla y con medios precarios, cumplió las siguientes tareas:

– Observación meteorológica y de PAC, constante.

– Rescate de tres pilotos de la FAA (Mayor Puga – Capitán Diaz -1er Teniente Perona).

– Localización y mantenimiento de la información sobre dos unidades de superficie británicas, posibilitando el hundimiento del “Coventry” y averías en la “Broadsword”.

– Presencia argentina en la isla Borbón hasta el 14 de junio.

La Escuela De Aviación Naval voló 43 hs. durante el conflicto, cumpliendo tres misiones de combate y perdiendo cuatro aviones.

OPERACIONES EN LA ISLA GRANDE DE TIERRA DEL FUEGO


Durante el conflicto un destacamento de 4 aviones entre los que se encontraba el 1-A-406 realizó patrullas en la frontera con Chile en la Patagonia para prevenir ataques del país trasandino. No ha sido posible hasta el momento identificar a todos los integrantes de dicho destacamento, siendo uno de los pilotos el Teniente de Corbeta Sergio Richmond y el personal de apoyo Cabo Rubén de la Cruz, Cabo Segundo Julio C. Araoz, David Salatino, Oscar Giornado, Jorge Quinteros, Roberto Amer, Raúl De Meo, Alfredo Saucedo, Jorge Lasalle, Néstor Guerra, Rodolfo Ortiz, Raúl Chiabrando, Alejandro Sequeira y Walter E. Soto.



Preparación de defensas terrestres con el armamento de los T-34C-1 destruídos. (Foto: Vía Lorenzo Borri) 

MENCIONES


La Bandera de Guerra fue condecorada por: “OPERACIONES DE COMBATE”

La ARMADA condecoró al Suboficial Primero Aeronáutico Rubén Laureiro, Suboficiales Segundos Aeronáuticos Federico Leu y Pablo Chiodini y Cabo Segundo Aeronáutico Marcelo Iturbe: “AL ESFUERZO Y ABNEGACION”. Por: “Demostrar esfuerzo y abnegación al emprender y continuar tareas de alistamiento del grupo de aviones destacados en la estación aeronaval calderón de la isla borbón, durante periodos de alarma antiaérea, constituyéndose en ejemplo para el resto del personal por su espíritu de sacrificio y arrojo”.

FUENTES CONSULTADAS

  • BLOG FDRA – Malvinas – Esteban McLaren
  • COMANDOS EN ACCION – 1986 – Isidoro J Ruiz Moreno.
  • FUNDACIÓN HISTAMAR
  • HISTORIA DE LA AVIACION NAVAL ARGENTINA – TOMO III – Héctor A. Martini.
  • INFORME AERONAUTICO (Enlace y nota relacionada).
  • INSTITUTO AERONAVAL (FOTOS)
  • JAMAS SERÁN OLVIDADOS – 2012- Claudio Meunier.
  • LA BATALLA POR LAS MALVINAS – 1984 – Max Hastings y Simon Jenkins.
  • MALVINAS LA GUERRA AÉREA – VERSIÓN EN CASTELLANO – 1988.
  • MUSEO DE LA AVIACIÓN NAVAL ARGENTINA
  • Rubén de la Cruz
  • Julio C. Araoz

domingo, 19 de enero de 2020

Malvinas: Análisis de la guerra aeronaval y sus consecuencias

La muerte de los barcos: Episodios de la guerra de las Malvinas

Revista Militar (original en ruso)




La verdadera guerra, desde el punto de vista del orden y la organización, es sorprendentemente similar a un burdel envuelto en fuego. El conflicto de Malvinas no fue la excepción: la cadena de batallas navales y terrestres en el Atlántico sur, que se produjo en mayo-junio de 1982, fue un buen ejemplo de cómo se ven las operaciones militares modernas en la práctica.

Un conflicto delirante en el borde de la Tierra, en el que Argentina se empobreció con la empobrecida Gran Bretaña. El primero necesitaba urgentemente una "pequeña guerra victoriosa" y no encontró nada mejor que desatar una disputa territorial hace 150 años. Los británicos aceptaron el desafío y se pusieron en marcha para defender el honor del Imperio Británico a 12,000 millas de sus costas nativas. El mundo entero observó con sorpresa "una disputa entre dos calvos a causa de un peine".

Como suele suceder, la "pequeña guerra victoriosa" se convirtió en una brutal derrota. Argentina no estaba preparada para ninguna operación militar seria. Solo seis misiles antibuque AM38 Exoset, dos aviones de reabastecimiento de combustible y dos aviones de detección de radar de largo alcance Neptuno SP-2H más o menos útiles. Flota - estúpidos "trozos" de flotas de potencias líderes:

- El terrible crucero General Belgrano - El viejo crucero estadounidense Phoenix, que escapó milagrosamente de la muerte en Pearl Harbor Bay durante el ataque japonés. No puedes escapar del destino, después de 40 años el Fénix, Belgrano todavía estaba hundido en el Atlántico.

- Portaaviones 25 de Mayo - el ex holandés Karel Dorman, originalmente el portaaviones británico HMS Venerable, botado en 1943;

- destructores Hipólito Bouchard y Luis Piedrabuena - antiguos destructores estadounidenses del tipo Allen M. Sumner, también de la Segunda Guerra Mundial.

¿No son fuerzas dudosas para atacar un país que desde 1588 hasta principios de los años 40 del siglo XX no conocía a sus pares en mar abierto?

La flota de la reina va hacia el sur.

La "gran victoria" de la flota británica no puede calificarse de accidente: ¡un tercio de los barcos del escuadrón de Su Majestad fue alcanzado por bombas argentinas! Afortunadamente para los británicos, los pilotos argentinos usaron municiones oxidadas estadounidenses, después de permanecer en el almacén durante treinta años, por alguna razón se negaron a explotar.

Explosión de la bodega de municiones fragata "Antilope"

La pequeña fragata "Plymouth" recibió 4 "regalos" del cielo, pero ninguna de las bombas funcionó correctamente.

El destructor de Glasgow es un golpe directo de una bomba de 1000 libras. Después de atravesar varias cubiertas, un objeto peligroso entró en la sala de máquinas, pero ... no hubo explosión.

Fragata "Antrim" - golpe directo 1000-fn. Bombas de aire. Pilotos argentinos nuevamente fallaron fusible.

La Fragata Broadsword: sin éxito cayó 500 fn. La bomba rebotó en la cresta de la ola y rasgó el lado de la fragata. Pasó una sombra negra por el interior de la nave, estrelló mamparos y mecanismos débiles en su camino, voló a la cubierta de vuelo, aplastó el helicóptero y ... despidiéndose de los tocones de los estabilizadores, cayó al agua.

Fragata "Argonaut": daños graves causados ​​por dos bombas sin explotar. La nave perdió su preparación para el combate.


La muerte de la fragata "Antilope"

El desembarco del desembarco británico colgaba en la balanza:

Barco de desembarco "Sir Lancelot" - en el camino a las Islas Malvinas recibió un golpe directo de 1000 fn. bomba de aire Afortunadamente para los británicos, la detonación no sucedió; de lo contrario, el barco, cargado hasta el borde con marines y equipos, se habría convertido en un brasero infernal.

El barco de desembarco, Sir Galahad, también podría morir en el camino: en el océano abierto, Sir Galahad recibió un terrible ataque de 1000 pies. una bomba que una vez más salvó a los británicos
Sin embargo, el barco nunca pudo escapar del destino: el avión de ataque de la Fuerza Aérea Argentina quemó "Sir Galahad" durante el aterrizaje en Bluff Cove. Para ese momento, la mayoría de los marines desembarcaron, sin embargo, 40 personas fueron quemadas junto con el barco.

El tercer barco de desembarco, Sir Tristram, durante el desembarco de los Marines en Bluff Cove, fue sometido a feroces ataques por parte de aviones argentinos, lo que resultó en un atasco de 500 pies. la bomba Los marineros y marines británicos se lanzaron horrorizados al agua helada, lejos de la peligrosa "atracción". La bomba "humana", después de haber esperado que el último marinero abandonara el barco, se activó de inmediato. "Sir Tristram" se quemó durante varias horas; da miedo imaginar si en ese momento cientos de marines estaban a bordo.


"Sir Tristram" regresa de la guerra

Por cierto, durante la incursión en Bluff Cove, los argentinos, además de dos barcos de desembarco, lograron dañar gravemente uno de los encendedores de 200 toneladas con un aterrizaje británico (posteriormente se hundió).

En total, según las estadísticas, ¡el 80% de las bombas y misiles argentinos que golpearon los barcos de Su Majestad no funcionaron correctamente! Es fácil imaginar lo que sucedería si todos explotaran: Glasgow, Plymouth, Argonaut, barcos de desembarco, todos morirían inevitablemente. Habiendo perdido un tercio del escuadrón, Gran Bretaña perdió la oportunidad de conducir hostilidades en el otro lado de la Tierra y perdió la Guerra de Malvinas. ¡En verdad, los británicos estaban a un paso del desastre!

¡Pero el 20% de la munición detonada fue más que suficiente para destruir seis barcos del escuadrón británico!
  • destructor "Sheffield" - quemado por el sistema de misiles antibuque sin explotar "Exoset";
  • Destructor Coventry: murió bajo las bombas de los aviones de ataque argentinos;
  • Fragata "Ardent" - numerosos golpes de bombas de aire, explosión de bodegas de municiones;
  • Fragata "Antilope" - dos bombas sin explotar, detonación cuando se intenta minar;
  • Transporte aéreo del Atlantic Conveyor: impacto simultáneo de dos misiles antibuque Exozet;
  • el barco de desembarco mencionado anteriormente "Sir Galahad" - el daño fue tan grave que los británicos tuvieron que inundar el barco en el Atlántico.

Fuerza Aérea Argentina, el camino hacia la victoria

Es simplemente sorprendente cómo la Fuerza Aérea Argentina pudo infligir tal daño con sus fuerzas limitadas. En ese momento, los argentinos tenían solo seis (!) Misiles antibuque basados ​​en aviones y la misma cantidad de sus portaaviones: los últimos cazabombarderos Super-Etandar de fabricación francesa. Además, el último sexto Super-Etandar, que logró llegar a Argentina antes del comienzo de la guerra, no pudo volar en el aire por una razón muy banal: la falta de una parte de la aviónica.

10 bombarderos Canberra obsoletos adquiridos en Gran Bretaña a principios de los años 70 ocasionalmente participaron en hostilidades: los argentinos solo lograron el hecho de que perdieron 2 autos sin ningún éxito.

¡Ataque de A-4 Skyhawk!

El uso efectivo de las Daggers y Mirages argentinos no fue posible: la pista en las Islas Malvinas era demasiado corta para los aviones supersónicos modernos, y la Fuerza Aérea Argentina tuvo que operar desde los aeródromos del continente. Debido a la ausencia de un sistema de reabastecimiento de combustible en el aire en Daggers and Mirages, podían llegar a la zona de combate con solo una carga mínima de bombas. Las salidas de combate en el límite del alcance no prometían nada bueno, y el uso activo de los cazabombarderos modernos tuvo que ser abandonado.

Nota Dagger, también conocido como Nesher, es una copia israelí sin licencia del cazabombardero francés Mirage 5. Después de servir sus autos israelíes, después de la modernización, fueron vendidos a Argentina. ¡Aquí en semejante "basura" tuvieron que volar los pilotos argentinos!

El avión de ataque subsónico Skyhawk A-4 se convirtió en la fuerza de ataque clave de la aviación argentina: ya inicialmente adaptado para salidas de largo alcance, vehículos viejos convertidos en armas formidables: ¡la abrumadora mayoría de las pérdidas de la flota británica son a su costa! Los pilotos argentinos tuvieron que actuar a una distancia de cientos de millas de la costa, atravesar a una altitud extremadamente baja a través de cargas de lluvia y nieve, evitando encuentros con patrullas enemigas de combate aéreo. En la honda externa: una tonelada de bombas. Delante está el océano sin fin, en cuya inmensidad se esconde el escuadrón británico. ¡Encuentra y destruye! Y en el camino de regreso, debe encontrarse con un camión cisterna, de lo contrario, el avión caerá en las aguas frías del Atlántico con tanques vacíos.


Avión de ataque subsónico Douglas A-4 Skyhawk. Héroe de guerra de las Malvinas


Solo la estupidez y el descuido del comando británico permitieron a los Skyhawks atacar tan descaradamente a los barcos y sentirse como "reyes del aire". Los británicos fueron a la guerra, ahorrando incluso en sistemas de defensa personal de artillería antiaérea (como el Phalanx, el AK-630 o el Portero). En los destructores y fragatas no había nada más que un SAM imperfecto, incapaz de luchar contra objetivos de bajo vuelo. En la zona cercana, los marineros británicos tenían que, en el mejor de los casos, confiar en un par de cañones Oerlikon controlados manualmente y, en el peor de los casos, disparar a aviones de bajo vuelo con rifles y pistolas.
El resultado fue predecible: un tercio de las naves de Su Majestad fueron alcanzadas por ataques con misiles y bombas y recibieron heridas graves.

En términos de orden y organización, la Guerra Falkled fue realmente un desastre. Una mezcla explosiva de errores, cobardía, negligencia, soluciones originales y características insatisfactorias de los equipos militares. Con un conocimiento cercano de los episodios del conflicto de Malvinas, parece que la lucha se filmó en los pabellones de Hollywood. Las acciones de los británicos y los argentinos a veces parecen tan ingenuas y paradójicas que es imposible creer que esto pueda suceder en la vida.

Un ejemplo sorprendente es el hundimiento triunfal del último destructor de Sheffield

"El nuevo destructor de Sheffield era, de hecho, una pequeña" pelvis "con un desplazamiento de alrededor de 4000 toneladas, ahora estos barcos se denominan comúnmente fragatas. Las capacidades de combate del "nuevo destructor" eran idénticas en tamaño: el sistema de defensa aérea Sea Dart con 22 misiles, un cañón universal de 114 mm, un helicóptero antisubmarino ... eso es probablemente todo lo que la tripulación de Sheffield podía contar.




Sin embargo, incluso el último superdestructor estadounidense Zamvolt no habría salvado a los marineros británicos. En una fatídica mañana, mientras estaba en la zona de combate, el comandante de Sheffield ordenó que se apagaran todos los radares y dispositivos electrónicos de la nave para no interferir con sus conversaciones a través del canal de comunicaciones por satélite Skynet.

Un cohete volador fue visto visualmente desde el puente solo un segundo antes de que golpeara al destructor. El Exocet golpeó el costado, voló a través de la cocina y se derrumbó en la sala de máquinas. La ojiva del misil argentino, como se esperaba, no explotó, pero el destructor tenía una antorcha del motor del cohete: las estructuras del casco de aluminio se encendieron, la decoración sintética brilló con un calor insoportable y las fundas de los cables se rompieron. La tragicomedia terminó tristemente: "Sheffield" se quemó por completo y se hundió una semana después durante el remolque. De la tripulación de su equipo mató a 20 personas.




La victoria no fue fácil para los argentinos: el avión SPAC-2H Neptune AWACS, debido a la falla del equipo a bordo, pudo establecer contacto por radar con barcos británicos solo por quinta vez, lo cual no es sorprendente, era un avión de mediados de los años 40.
Por cierto, el día 15 de la guerra, ambos Neptuno argentinos estaban completamente fuera de servicio, y el reconocimiento naval posterior se llevó a cabo de formas aún más sofisticadas: utilizando el avión Boeing-707, el avión cisterna KS-130 y el avión Liarjet 35A de clase empresarial.

No menos maravilloso es el hundimiento del destructor de Coventry.

Los Skyhawks argentinos lo alcanzaron a 15 millas de la isla Pebble, apareciendo repentinamente desde los acantilados rocosos de la isla, cuatro aviones de ataque llovieron sobre el destructor y la fragata Broadsword que lo acompañaba.
El complejo británico estaba cubierto por los SyCarriers de Decker, pero en el momento del ataque los cazas fueron retirados debido a la amenaza de fuego antiaéreo de los barcos. Sin embargo, no pudieron hacer frente por su cuenta: el destructor SAM no funcionó. Coventry intentó ahuyentar a los aviones enemigos con fuego de cañón universal, pero fue en vano: los aviones ya estaban en curso de combate. Por suerte, la ametralladora antiaérea Oerlikon se atascó; como resultado, el equipo destructor disparó desde aviones de bajo vuelo junto con rifles y pistolas.


La fragata escapó con relativa facilidad: una de las bombas la atravesó de abajo hacia arriba (este caso se consideró un poco más alto) y no explotó. El destructor de Coventry fue menos afortunado: de tres 500 fn. Estallaron dos bombas de aire: 20 minutos después del ataque, el barco se volcó y se hundió.

Los argentinos también tenían muchos problemas en ese momento: de seis aviones del grupo de ataque, solo cuatro alcanzaron el objetivo. Otro Skyhawk en mal estado no pudo realizar bombardeos debido a una falla en el mecanismo de caída de la bomba.

Los eventos de la Guerra de Malvinas se distinguieron por un conjunto completo de decisiones sorprendentes e ingenio del ejército.

Habiendo agotado un stock de Exocets antibuque de aviación, los argentinos pasaron a improvisaciones. Los artesanos locales retiraron y reprogramaron dos Exocets basados ​​en barcos del viejo destructor Segui: ambos misiles fueron transportados a las Islas Malvinas, donde fueron desplegados en secreto a la costa en anticipación de los barcos británicos. La designación del objetivo fue emitida por el radar móvil del ejército RASIT.

El 12 de junio de 1982, el destructor Glamorgan cayó bajo fuego desde la orilla: el primer misil falló, el segundo golpeó la cubierta superior cerca del helipuerto y explotó, formando un agujero de 5 metros. Fragmentos y productos de la explosión penetraron en el hangar del helicóptero, donde en ese momento había un helicóptero totalmente reabastecido. El fuego se prolongó durante cuatro horas, 14 marineros murieron en la lucha contra el fuego. Al día siguiente, con la ayuda de los talleres flotantes, el destructor logró recuperar la efectividad de combate limitada.

Como en cualquier guerra, hubo una gota de humor negro aquí.
Intentando detener el avance de la flota de Su Majestad, los argentinos comenzaron a usar como bombarderos todo lo que podía volar y bombardear, incluido el avión de transporte militar Hércules S-130 (un análogo del An-12 doméstico). El 29 de mayo de 1982, Hércules descubrió un único buque cisterna de la flota británica, el British Way: 500 fn inmediatamente voló. Las bombas rodaron a mano desde una rampa de carga inclinada. A pesar de la ausencia de dispositivos de observación, más de la mitad de la munición alcanzó el objetivo y, por supuesto, no explotó.

Las audaces incursiones del bombardero S-130 terminaron tristemente: dos días después, el Hércules argentino fue descubierto y atacado por el SeaHarrier cubierto. Sin embargo, derribar un avión de transporte militar resultó ser difícil: el enorme Hércules ignoró el misil Saudwinder AIM-9 y continuó tirando hacia la costa con los tres motores restantes. El piloto de SeaHarrier, L-Ward, tuvo que liberar toda la carga de municiones de armas: 260 proyectiles para destruir el "corsario marino" argentino.

La tragicomedia en el Atlántico Sur duró 74 días y costó, según cifras oficiales, 907 vidas humanas. Vale la pena reconocer que ambas partes en guerra trataron de minimizar las pérdidas humanas: ante la menor amenaza, las unidades prefirieron no tentar al destino y se rindieron. Afortunadamente, las hostilidades se libraron sobre el océano y sobre islas desiertas, casi deshabitadas, lo que eliminó las bajas civiles: los militares resolvieron sus problemas en una lucha justa.

En los indudables éxitos militares de Argentina, las tradiciones de la Wehrmacht desempeñaron cierto papel: después del final de la Segunda Guerra Mundial, América del Sur se convirtió en un refugio para muchos especialistas militares alemanes. Y vale la pena admitir que no fueron en vano comiendo su pan en un lugar nuevo: la capacitación de los oficiales argentinos fue mucho mejor de lo que nadie esperaba.

Por desgracia, a pesar de todos los esfuerzos, Argentina perdió la Guerra de las Malvinas en pedazos: cuando el 80% de las bombas que alcanzaron el objetivo no explotan, no se puede soñar con la victoria. La flota británica no fue un simple adversario: con la ayuda de submarinos atómicos, los británicos llevaron a la flota argentina a sus bases en cuestión de días. La guarnición de las Islas Malvinas estaba aislada, y la victoria era solo cuestión de tiempo. Los británicos vengaron costosamente la muerte de sus buques de guerra: 74 aviones de la Fuerza Aérea Argentina no regresaron a los aeródromos. Es de destacar que los aviones de combate SiHarrier basados ​​en portaaviones representaban solo el 28% del equipo aéreo argentino; el resto de la aeronave se registró a expensas de los sistemas de defensa aérea y la artillería antiaérea de los barcos de Su Majestad.

sábado, 15 de junio de 2019

Malvinas: Intimidades de Pérez desarrollando la ITB

Malvinas: el argentino que durante la guerra inventó un arma “berreta” que dejó fuera de combate al poderoso destructor Glamorgan 

Por Daniel Guillermo Gionco  ||  Infobae
* El autor es Ingeniero Electricista (UBA) e integró el Apostadero Naval Malvinas








 
El invento de Pérez: parte de la batería terrestre de misiles Exocet MM-38 montada sobre un trailer en una calle de Puerto Argentino. (Terence Laheney)

El día 4 de mayo de 1982, la Aviación Naval Argentina obtuvo una resonante victoria al destruir al poderoso buque inglés HMS Sheffield, utilizando aviones Super Étendard equipados con misiles Exocet AM-39 (Aire-Mar). Tras ese exitoso ataque, el Estado Mayor de la Armada estudió la posibilidad de emplear también su arsenal de misiles Exocet MM-38 (Mar-Mar), para detener la acción de los buques de guerra británicos, que efectuaban un persistente cañoneo naval nocturno sobre las unidades argentinas destacadas en las Islas Malvinas.

 
El Ingeniero Julio Marcelo Pérez a fines de 1982

Si bien los misiles Exocet MM-38 están diseñados para ser lanzados desde un buque contra otro buque, a mediados de mayo se encomendó al capitán Julio Marcelo Pérez y a un grupo de colaboradores de la Base Naval Puerto Belgrano que intentaran desarrollar los equipos que permitieran lanzar esos misiles desde instalaciones terrestres de las Malvinas.

El hombre preciso en el momento indicado

En aquel entonces Pérez tenía 45 años, y se había graduado de ingeniero con orientación electrónica en la Universidad de Buenos Aires, con un posgrado en Ingeniería Aeroespacial obtenido en la Universidad de Roma. Había además desarrollado la carrera de Oficial de la Armada Argentina, Cuerpo Comando, hasta alcanzar el grado de capitán de fragata.

Entre otras cosas, Pérez trabajó en Investigación y Desarrollo en el área de misiles de CITEFA, proyectó y ejecutó el montaje de los Exocet MM-38 en varios destructores de la Armada, y había viajado a Francia recientemente para supervisar la recepción de los misiles AM-39 destinados a los aviones Super Étendard (SUE).

 
Corte de una unidad contenedor-lanzador de misiles Exocet Mar-Mar (Wilfried Kartonbau)

Con astucia, charlando con ingenieros de la empresa Aérospatiale, Pérez les sacó cierta información "no escrita" sobre los misiles que fabricaban, lo que resultaría de primordial utilidad para el futuro éxito de los SUE y también para encarar el diseño, construcción y operación de un sistema para el emplazamiento terrestre de un lanzador de misiles Exocet MM-38.

Engañar al misil

Los estudios preliminares determinaron que para desmontar de un buque los misiles como su compleja instalación se necesitaría un tiempo demasiado prolongado, considerando la urgencia en detener el bombardeo naval enemigo.



 
Debajo del puente, el montaje de 6 unidades contenedor-lanzador de misiles Exocet MM-38 en el buque francés Jeanne d´Arc. (Franck Sourot)

Por lo tanto, se debió diseñar un equipamiento totalmente nuevo que fuese transportable por avión, sin contar con mucha información técnica, que sólo el fabricante de los misiles poseía.

Para ello, Pérez junto a los técnicos Luis A. Torelli y Antonio Shugt, encararon un relevamiento experimental que identificó las señales que el Exocet intercambiaba con su unidad de control, en cada una de las situaciones de tiro.

"Cortábamos cables y probábamos señales mediante cablecitos, y estos cablecitos se juntaban con otros para simular otras señales, y éstas otras eran aplicadas con pilas, y así obteníamos, sucesivamente, indicios, marcas, signos que nos permitían reconstruir un sistema", describió Pérez. "Al cabo de numerosos ensayos, llegamos a la conclusión, casi fantástica, de que sí, podíamos engañar al misil".

A partir de aquella seguridad se construyó un sistema que simulaba las señales eléctricas de control que la verdadera computadora de a bordo enviaba al misil en su montaje original, una plataforma inercial de lanzamiento terrestre, un carretón para transportar los misiles, un equipo de detección del blanco y un grupo electrógeno que proveía la alimentación eléctrica.

Construcción muy "berreta", según su inventor

Esta serie de equipos debieron fabricarse velozmente, utilizando los elementos ordinarios que pueden hallarse en un taller naval, lo que provocó que la instalación resultase más grande que lo técnicamente necesario y tuviese componentes algo obsoletos.

 
Mayo de 1982: vista de la plataforma inercial de lanzamiento con sus tacos de fijación durante la construcción de la batería terrestre de misiles Exocet MM-38 (Chacho Rodríguez Muñoz)

Así la plataforma de lanzamiento se fabricó con un carretón y se usó el generador de un antiguo reflector antiaéreo. Además, los hijos de Julio Pérez, Marcelo y Fernando, revelaron que esa improvisada batería misilística terrestre, que el Capitán había bautizado "Instalación de Tiro Berreta – ITB", funcionaba con válvulas de vacío que tardaban un tiempo en calentarse (como las radios de 1940), pues su padre no tuvo tiempo suficiente para crear ni el software ni una computadora adecuada.

 
Mayo de 1982: la unidad que incluye los equipos electrónicos de control de tiro y el grupo electrógeno de la batería terrestre de misiles Exocet (ITB), dentro del Taller de Misiles de Puerto Belgrano. (Carlos Ries Centeno)

El gobierno de la ITB también requirió soluciones algo "cavernícolas" para simplificar el equipo. En operación normal, la computadora del buque envía un paquete de datos de 64 bits y espera que el Exocet lo devuelva sin errores. Luego desafía al misil con un paquete ligeramente diferente, para ver si lo replica correctamente. Finalmente le manda el paquete con todos los datos de distancia, altura de vuelo, región donde debe buscar el blanco y muchos otros parámetros para asegurar el disparo a efectuar.

En la ITB, "a lo bestia", se decidió mandar 3 veces el mismo paquete de datos reales de disparo, programados con la zona más grande de búsqueda admitida por el misil, y como dijo el capitán Pérez: "Que sea lo que Dios quiera".

La instalación en Malvinas

Tras muchas jornadas de febril trabajo en Puerto Belgrano, y dos peligrosos vuelos que debieron suspenderse, los equipos, el personal técnico, y los contenedores-lanzadores de los misiles llegaron a Puerto Argentino el 31 de mayo de 1982, a bordo de aviones Hércules.



 
En una calle de Puerto Argentino, las dos unidades contenedor-lanzador de misiles Exocet MM-38 sobre su carreton de transporte (Chacho Rodríguez Muñoz)

Rápidamente el Apostadero Naval Malvinas se puso a colaborar con el proyecto. Se colocaron los equipos en la zona del Muelle Este de Puerto Argentino, disimulando su presencia con redes de enmascaramiento. Los componentes se dispersaron y se ubicaron lejos del lugar de lanzamiento, para que en las fotos tomadas por aviones y satélites no se descubriera lo que se estaba preparando.

Se ordenó el más estricto secreto sobre la operación, pues se sospechaba que los kelpers enviaban información a los británicos. Asimismo se dispuso una guardia reforzada sobre los equipos, ya que eran un objetivo apetecible para un ataque de comandos enemigos.

Analizada la situación, se llegó a la conclusión de que el mejor sitio para emplazar la plataforma de lanzamiento era en el camino asfaltado que atraviesa el istmo que une a la península del aeropuerto con el resto de la Isla Soledad, y que el armado de la instalación misilística en ese lugar debía comenzar al anochecer con la mayor discreción posible.

 
Croquis del sitio de emplazamiento de la batería terrestre de misiles Exocet MM-38 en cercanías de Puerto Argentino y trayectoria del impacto sobre el HMS Glamorgan (Daniel Gionco)

Para obtener información precisa sobre la ubicación de los buques a abatir se disponía de un radar antipersonal del Ejército. Los datos que brindaba tenían un formato distinto al que usaba la ITB, por lo que mediante cálculos manuales debían convertirse en determinados valores de tensión, que se ajustaban mediante potenciómetros a fin de programar el misil a disparar.

Pero como desde que el radar detectaba el blanco hasta que los datos se convertían manualmente y llegaban al Exocet, el buque enemigo se seguía moviendo, el capitán Pérez rápidamente debía ajustar la programación a enviar, estimando "a ojímetro" la nueva posición.


Carlos Ries Centeno operando el radar antipersonal Rasit en Puerto Argentino (1982)

Primeros intentos

Para efectuar un lanzamiento exitoso, alrededor de las 18:30 se instalaba el radar y la plataforma inercial de lanzamiento que pesaba 6 toneladas, necesitándose casi una hora para orientar la plataforma en la dirección de disparo, nivelarla y afirmarla con sus tacos de fijación, pues dichas maniobras se realizaban usando sólo la fuerza muscular de los conscriptos del Apostadero de Puerto Argentino.

Luego, cerca de las 20:00 arribaba el carretón con dos contenedores de misiles, y también llegaba una grúa autopropulsada que servía para levantar los contenedores y montarlos sobre la plataforma de lanzamiento.

Finalmente, a eso de las 20:30 se presentaba el dispositivo electrónico de control de tiro con su grupo electrógeno, y se realizaba el cableado de todos los equipos. Tras verificar la instalación, se encendía el grupo electrógeno y todo quedaba listo para el disparo de los Exocet.

A partir de entonces debía aguardarse que alguno de los buques que realizaban el bombardeo nocturno pasase por delante de la batería misilística costera. De no ser así, se desmontaba todo antes del amanecer y los componentes se volvían a ocultar.


 
La batería terrestre de misiles Exocet MM-38 en una calle de Puerto Argentino (Terence Laheney)

El 1º de junio se presentó la primera oportunidad. En el primer intento falló la ignición del propulsor del misil, por causas que no pudieron determinarse. Rápidamente se preparó el lanzamiento del segundo misil, que partió con una trayectoria incorrecta por errores originados en el apuro de efectuar el disparo antes de que el buque enemigo se alejase.

En los días siguientes se suspendieron las operaciones por falta de misiles y se descubrió que un pequeño componente de la ITB fallaba, por lo que rápidamente se lo reemplazó.

Recién el 5 de junio un avión Hércules transportó dos nuevos Exocet desde el continente. A partir de entonces todas las noches se repetía la maniobra de armado de la instalación, espera de la presa y posterior desmontaje. El autor de este artículo participó de esas largas noches de tensa espera, en las cuales los buques enemigos no llegaban a cruzar la línea de tiro de la improvisada instalación misilística, la cual tenía una orientación fija de disparo.

El disparo estelar de la ITB

Finalmente en la madrugada del 12 de junio de 1982 se presentó la ocasión largamente esperada por los hombres comandados por el capitán Pérez.

 
El lanzamiento del misil plasmado en una aguada sobre papel de Daniel Bechennec

Esa noche el radar detectó un buque británico que se encontraba a 29.960 metros en dirección 201º 22´, habiendo así ingresado en la zona de alcance de los misiles.

Rápidamente se ejecutaron todos los pasos para el disparo del Exocet, que esta vez salió correctamente orientado e impactó en el blanco luego de algunos minutos que parecieron interminables, originando un gran resplandor que indicaba el éxito obtenido.

Esta acción sin precedentes en el mundo fue filmada por el equipo de Carlos Ríes Centeno, productor del programa de televisión "La aventura del hombre", que a la sazón operaba el radar antipersonal Rasit.

 
Dos fotogramas de la historica filmacion del 12 de junio de 1982. A la izquierda, una camioneta y la ITB tras disparar el Exocet y a la derecha el misil volando hacia el blanco (Carlos Ries Centeno)

En ese momento, los que peleaban en los montes vieron la gran explosión en el mar, los canales radiales de ambos bandos se saturaron de mensajes y se escucharon expresiones de júbilo en las trincheras argentinas, que venían soportando el bombardeo naval británico.

 
El destructor (D19) HMS Glamorgan . (Jess James)

Según pudo saberse meses más tarde de fuentes británicas, el buque alcanzado fue el HMS Glamorgan y el impacto se produjo en el sector de popa. Su oficial de guardia, Ian Inskip, ordenó una oportuna maniobra de giro a estribor al detectar el misil que se acercaba, evitando así que el impacto ocurriera en el centro del buque, donde podría haber provocado un daño devastador.



 
Vista parcial del Glamorgan, tras el impacto del misil argentino ( Jess James)

En la acción fallecieron 13 personas y 22 resultaron heridas. El buque no se hundió pero quedó fuera de combate, por lo que no pudo volver a atacar las posiciones argentinas hasta el fin del conflicto.


 
La explosión dentro del destructor en la que murieron 13 tripulantes y otros 22 resultaron heridos

El éxito logrado tuvo una amplia repercusión en los altos mandos navales de todo el mundo. Después de la caída de Puerto Argentino, los británicos realizaron un profundo análisis de la instalación misilística que quedó en las islas. Se asombraron de que con esos medios tan improvisados se hubiera logrado poner fuera de combate a un navío de guerra tan poderoso.

Este logro del capitán Pérez, alcanzado con equipos de muy bajo costo e información incompleta, le valió condecoraciones de la Armada Argentina y del Congreso de la Nación. Además se lo designó Agregado Naval en Francia, donde fue condecorado con la "Ordre National du Mérite" en el grado de Comandante.

 
El almirante Anaya le entrega a Julio Pérez la medalla “al esfuerzo y la abnegación”

 
El representante de la empresa Aérospatiale y Julio Pérez, formalizando la donación de una maqueta del misil Exocet AM-39, para el Museo Naval de Tigre.

Tras retirarse con el grado de contraalmirante, desarrollar una fecunda carrera de profesor universitario en las mejores instituciones educativas de nuestro país y escribir varios libros de matemáticas y electrónica Pérez falleció el día 28 de junio de 2014.

Con total naturalidad, Julio Pérez siempre decía que él sólo había hecho bien su trabajo, por lo que nunca buscó reconocimientos ni se esforzó en difundir la historia de su "berreta" creación misilística, que en su estelar disparo logró averiar al navío inglés.

Sin embargo, es justo dejar de lado el deseo de Don Julio y homenajear su memoria a 5 años de su fallecimiento, pues encarna los valores de los grandes hombres: una voluntad tenaz y equilibrada, aplicación al estudio, ingenio para operar con recursos limitados, trabajo duro, modestia tras algún éxito ocasional, cierta picardía para obtener datos ocultos, y sobre todo, una notable inteligencia.


sábado, 11 de mayo de 2019

Malvinas: La ITB ataca al Glamorgan

Exocet en Puerto Argentino

Weapons and Warfare



Exocet: disparo por tierra de la batería MM38 en Hooker's Point, cerca de Puerto Argentino, que golpeó y dañó el HMS Glamorgan el 12 de junio. La BAM Puerto Argentino en el fondo. DANIEL BECHENNEC

Para entonces, la evaluación general de la inteligencia era que Argentina había aceptado que la defensa militar de las Malvinas era inevitable y que Gran Bretaña debía ser arrastrada a la mesa de negociaciones al organizar un incidente de alto perfil, por ejemplo, al HMS Hermes o Invencible. Pero la armada argentina había perdido la batalla marítima. Fortalecer su presencia militar en Gran Malvina para amenazar a San Carlos y emparedar a los británicos entre Puerto Argentino y Gran Malvina con la Reserva Estratégica aerotransportada era otra opción (Operación Buitre). La Fuerza Aérea tenía suficiente transporte con sus C-47s Dakotas, F-27 Fellowships y C-130 Hercules para un lanzamiento masivo. La Armada podría ayudar con sus tres Electras L-188, al igual que el Ejército con sus tres transportes G-222. Pero la Fuerza Aérea no podía garantizar un largo período de superioridad aérea a menos que los dos portaaviones británicos fueran neutralizados, ya sea por el clima o por el ataque.



Poco después del inicio de los ataques británicos el 1 de mayo, la Argentina Argentina evaluó la posibilidad de instalar un sistema de superficie a superficie Exocet en Puerto Argentino para disuadir a la Marina Real de bombardear posiciones militares. El transporte de un sistema de a bordo demoraría al menos cuarenta y cuatro días y, cuando era necesario idear un sistema simple, un oficial de ingeniería, el comandante Julio Pérez, y dos civiles recibieron la tarea de encontrar una solución, lo cual hicieron dentro de diez días. Bautizada como la "Instalación de cocción de hágalo usted mismo", el desarrollo de Pérez consistió en un generador, hardware de apoyo y dos rampas para los lanzadores de la caja Exocet, todo montado en dos remolques. Los lanzadores mismos fueron canibalizados de dos de las corbetas A-69 de Argentina.



El equipo de Pérez diseñó una secuencia de disparo desde una caja con cuatro interruptores de teléfono; Estos eran manuales para ahorrar tiempo. Cada uno tuvo que ser lanzado en un orden específico cronometrado por un cronómetro. Este sistema terrestre estaba listo a mediados de mayo, pero un intento de volarlo y Pérez a Puerto Argentino el 24 de mayo se vio frustrado por la actividad aérea británica. Finalmente, a principios de junio, el sistema se aterrizó, pero para entonces ya se había establecido un clima muy húmedo y, dado que existía el peligro de que el remolque de la Instalación de Incendio se atascara en el lodo, un corto tramo de la carretera asfaltada entre la ciudad y El aeropuerto fue seleccionado como el punto de disparo. Cada noche a las 6 pm el sistema fue arrastrado desde debajo de una red de camuflaje y colocado detrás de un bunker de 16 pies de altura. Tenía que estar listo a las 8.30 pm cuando los barcos británicos tendían a comenzar sus bombardeos. Los radares Westinghouse de la Fuerza Aérea con el Segundo Grupo de Control y Vigilancia Aérea barrieron un arco de 60 grados hacia el sur de Puerto Argentino Common para realizar búsquedas de largo alcance. El Ejército proporcionó control de fuego con su radar de alerta temprana AN-TPS 43. Se enviaron tres misiles Exocet. El primero demostró ser defectuoso, el segundo se desperdició cuando una conexión al transformador se ajustó incorrectamente y se desvió a la derecha, en lugar de a la izquierda. El tercero tuvo más éxito.



En la noche del 27/28 de mayo, un gran proyectil atravesó la cubierta de vuelo del HMS Avenger mientras estaba en la línea de armas al sur de Port Harriet y fuera del alcance de la artillería convencional. Luego se evaluó correctamente que Argentina podría haber instalado un sistema Exocet en las Malvinas y, para minimizar el riesgo, el Contraalmirante Woodward creó una circunferencia desinfectada de 25 millas desde la plataforma de lanzamiento que presuntamente no debía ingresar ninguna nave. Es significativo que Exocet sea un misil que se desliza por el mar y, por lo tanto, se sugiere que los argentinos tendrían algunas dificultades para golpear algo hacia el oeste debido a la masa de tierra. El problema para la Royal Navy era que Exocet era un arma ampliamente utilizada por la OTAN y, en consecuencia, no se había desarrollado una contramedida. El hundimiento del HMS Sheffield y el Atlantic Conveyor llevó a que algunos comandantes de la Royal Navy se preocuparan por él casi hasta la exclusión de asumir riesgos.



Cuatro misiles más llegaron por C-130 durante la noche del 5 de junio, pero no fue hasta las 2.35 de la noche del 12 de junio cuando se presentó un objetivo. A las 2.15 am, el HMS Avenger y el destructor de la clase del condado, HMS Glamorgan, habían completado la misión de la noche de brindar apoyo a los disparos navales a la 3ª Brigada de Comandos que atacaba a Monte Longdon, Two Sisters y Monte Harriet, y se fueron para regresar al Grupo de Batalla del Portaaviones. Desafortunadamente para su comandante en jefe de HMS Glamorgan, el capitán Michael Barrow, su destructor recortó el área saneada y cuando el equipo de lanzamiento de Exocet detectó su huella de radar, lanzó un misil. Originalmente, confundiéndolo con una munición de 155 mm, el HMS Avenger reconoció que la configuración del radar era un Exocet y que el objetivo era HMS Glamorgan. Barrow mantuvo el fuego y luego, cuando el misil estaba a una milla y media, se abrió con un Seacat pero falló. Sin embargo, el misil entrante se desvió lo suficiente hacia arriba para perder el casco del destructor, pero se deslizó a través de la plataforma de lanzamiento hacia el hangar y explotó. El combustible quemado de un helicóptero Wessex naufragado se derramó por un agujero en la cubierta hacia el área de la cocina, causando un gran incendio y una bola de fuego arrancó en la sala de máquinas de la turbina de gas. Un oficial, seis miembros del equipo de mantenimiento aéreo, cuatro chefs, un administrador y un ingeniero marino, con un total de trece hombres, murieron y catorce resultaron heridos. Muchos de los que estaban en tierra presenciaron el resplandor del misil y la pequeña explosión en el horizonte cuando el Exocet explotó. Aunque el HMS Glamorgan tenía una lista de 8 grados debido al peso del agua necesaria para combatir los incendios, mantuvo 18 nudos constantes y se mantuvo en pleno funcionamiento a pesar del daño.

domingo, 21 de junio de 2015

AShM: El legendario Exocet en combate (2/2)

El Exocet en combate 

Sistema de Armas
Parte 1 -  Parte 2

El AM39 es la versión del Exocet más utilizado en combate. Fue utilizado en la Guerra de las Malvinas e Irak contra Irán. Logró tres hits en las Malvinas mientras que con el Mirage F-1EQ iraquí alcanzó a 135 barcos. 14 fueron hundidos (430.173 toneladas) y otros 60 buques (4.404.261 toneladas) declarados una pérdida total.

Argentina compró 30 AM39 misiles para equipar sus Super Etendard y Sea King. Cinco misiles estaban disponibles en la guerra y el resto fue entregado más tarde. Los cinco misiles disparados así consiguieron tres impactos confirmados y uno probable.

La MM40 se utilizó en la Guerra del Golfo en 1991 con las lanchas rápidas kuwaitíes Al Sandbouk y Istioqbal que atacaron un buque iraquí no identificado. Era un dragaminas, pero también puede haber sido atacado por un misil estadounidense Harpoon.

La guerra entre Irán e Irak

El Exocet ha sido ampliamente utilizado en combate. La primera versión de entrar en combate fue el AM39 durante la primera Guerra del Golfo entre Irán e Irak de 1980 a 1988. Alrededor de 200 misiles AM39 fueron disparados en el conflicto incluidas en las plataformas petroleras.

Mientras que Francia ha desarrollado el AM39, Irak recibió diez helicópteros Súper Frelon SA.321 transporte. Luego se compraron nuevos helicópteros con el radar ORDB 31D Heracles I. Estos helicópteros fueron entregados entre 1980 y 1981, cuando Irak ya estaba en guerra con Irán.

Los ataques comenzaron ya en octubre de 1981. Los helicópteros Súper Frelon iraquíes lanzaron varios AM39, hundiendo tres buques de guerra iraníes, como el hundimiento de una corbeta clase Bayandor , así como varios tanqueros desarmados. Irak tenía unos 150 misiles AM39 temprano en la guerra y citaron 25 impactos en buques militares.

Como parte de la estrategia de guerra contra Irán, Saddam ordenó ataques a instalaciones costa afuera para la extracción y distribución de petróleo y los civiles que trabajan para Irán o que transportan petróleo iraní. La acción estaba destinada a estrangular a las exportaciones iraníes y obligar al país a tomar medidas extremas como cerrar el Estrecho de Ormuz para cualquier navegación. Saddam cree que otros países pueden arrastrar al conflicto mediante el apoyo a Irak.

La "Guerra del Petróleo", aunque no todos los barcos son atacados cisterna, comenzando el 1 de febrero 1984 con ataques navales en mercader Skaros, Ciudad de Río y Neptune con misiles Exocet AM.39. Irak Gobierno estableció una zona de exclusión de 50 millas alrededor de la terminal del ferry en la isla de Kharg y cualquier comerciante en esta área sería atacado.

Irak no tenía medios para hacer cumplir, pero cree que inhibe las empresas a utilizar la isla a la terminal petrolera de Khark. Luego se pasó a utilizar el Super Etendard y Super Felon con AM39 partir de marzo de 1984 a bloquear el terminal. Inicialmente utilizado cinco Super Etendard, alquilada antes de recibir su Mirage F1, volando solo en el Golfo. El avión se subió para adquirir el blanco y el ataque. A veces volando con cazas escoltas.

Irak pasó ocho años tratando de desactivar el terminal Khark. Los ataques incluyen salidas de MiG-25 y Tu-22 con Kh-22 / AS-4 misiles y KSR-5 / AS-6. El efecto de Exocet fueron siempre exagerado. Las defensas locales fueron intensas y tres cazas fueron derribados por las defensas iraníes de Tomcats y misiles Hawk SAM en la isla.

Hasta 1984, Irak alcanzó cerca de 50 barcos con Exocet en el norte del Golfo. En mayo de 1984 Irán tomó represalias contra los partidarios de Bagdad como Arabia Saudita y Kuwait con el ataque a comerciante Umm Casbah el día 13, el orgullo Bahrah y Yanbu (Kuwait) los días 14 y 16, respectivamente. Hasta agosto de 1988 fueron 185 los barcos atacados por aviones, fragatas y lanchas rápidas. Ataques navales iraníes fueron hechos por F-4Es con misiles AGM-65A Maverick, Sidewinder AIM-9P y cañones de 20mm.

El resultado político de las acciones no esperaba exactamente para Saddam, porque Irán no cerró el estrecho de Ormuz y se contentó con responder de una manera limitada, restringiendo los ataques solamente a los buques de Kuwait y Arabia Saudita, dos financistas máquina fuertes la guerra de Irak. Durante tres años, más de 300 barcos fueron atacados por ambos lados, la mayoría por parte de Irak.

El F-14 Tomcat de Irán afirma algunas victorias contra Exocet de Irak. El 07 de agosto 1984 cita derribando uno de dos AM39 disparados por un Super Etendard. El otro fue derribado por un F-4E. El 14 de enero 1985 un Mirage F1 fue derribado, así como el misil Exocet que acaba de disparar, también por un misil AIM-54 Phoenix. En 1987 se citan otra Exocet derrocado en un Tomcat.

Los iraquíes han interesado en la instalación de AM39 en el ataque naval Mirage F1EQ y pagaron por la integración del misil. La versión F1 Mirage capaz de disparar el Exocet convirtió desarrolló a principios de 1980 Aunque no recibieron su Mirages, Irak arrendaron el Super Etendard por dos años. Había cinco aviones que llegaron en octubre de 1983.

Acerca de 350 a 400 misiles AM39 fueron adquiridos entre 1979 y 1988. Una fuente cita 352 misiles comprados. El primer disparo de un Super Etendard fue el 27 de marzo de 1984 contra la mercantil Filikon L. En 1984, 70 fueron afectados barcos. Los tres años anteriores eran 40 barcos afectados.

Irak compró 20 Mirage-5 F1EQ especializado en ataque marítimo con Exocet. El primero fue entregado en diciembre de 1983. El otro Mirage F1 iraquí hizo misiones de interceptación, escolta, huelgas tácticos, el apoyo a las tropas de tierra y ataques navales incluso con bombas convencionales.

El Mirage-5 F1EQ sólo toma un Exocet en el bastidor central. El avión es lento y no muy maniobrable con dos tanques RP.15 en las alas. En 1985 los iraquíes recibieron pods de ECM y dispersores de chaff y bengalas para equipar a sus Mirages. Dos aviones An-12 se utilizaron para repostar el Mirage en pleno vuelo desde el año 1986 para apoyar las misiones de largo alcance.

Después de Irak compró 18 Mirage F-1EQ-6 que podría tomar dos Exocet en las alas. Fue un Mirage F-1EQ-6 que atacó la fragata Stark y no sabía lo que estaba disponible. Ambos modelos utilizan el radar Cyrano IVM.


Aviation Art mostrando un Super Frelon iraquí disparando un AM39 Exocet.
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