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miércoles, 23 de abril de 2025

Proyección de poder aéreo: China puede atacar desde el espacio con cazas cohetes

Avión cohete chino ataca prácticamente desde el espacio: es muy posible

Roman Skomorokhov || Revista Militar





El 26 de diciembre de 2024, China sorprendió al mundo al lanzar al aire no uno, sino dos nuevos prototipos de cazas que encarnan su visión de los sistemas aéreos de próxima generación: el Chengdu J-36 y el Shenyang J-XX/J-50.

 

A través de una cadena de filtraciones cuidadosamente dosificadas —porque, seamos sinceros, si alguien sabe guardar secretos militares, es el Imperio Celestial—, China ha dejado entrever una jugada que nadie vio venir. Dos aeronaves, completamente nuevas, salieron a la luz: un enorme avión sin cola y con ala en forma de diamante, identificado como J-36 (fuselaje número 36011), fabricado por Chengdu, y otro de menor tamaño —aunque igualmente imponente— de ala lambda, desarrollado por Shenyang, conocido de forma extraoficial como J-XX o J-50.

Que China estuviera trabajando en su propia visión de un sistema de combate aéreo de sexta generación era un secreto a voces. Pero nadie esperaba que dieran este paso tan pronto. Y mucho menos, que lo hicieran con semejante contundencia.

Primero, porque todos asumían que Estados Unidos marcaría el rumbo en este terreno. Su programa NGAD (Next Generation Air Dominance) había dominado el discurso sobre los cazas del futuro, y parecía cuestión de tiempo hasta que los norteamericanos se llevaran el primer aplauso. Pero China se adelantó.

Segundo, porque no se trató de una única plataforma experimental. China reveló dos programas distintos, desarrollados por dos fabricantes competidores, que avanzan en paralelo en investigación, desarrollo y producción. Chengdu y Shenyang, ambos trabajando al unísono, pero por caminos separados, hacia una misma meta: redefinir el dominio aéreo.

Y así, de un momento a otro, China no solo presentó su primer caza de sexta generación. Presentó también el segundo. Con apenas unas horas de diferencia.

No hay otra forma de decirlo: 2025 arrancó con China en el centro del escenario de la aviación militar global. Mientras otros hablaban del futuro, ellos lo pusieron a rodar por la pista.

Hoy, todas las miradas están puestas en una sola silueta: la del Chengdu J-36. No porque sepamos exactamente qué es —todo lo contrario—, sino porque lo que rodea a esta máquina está envuelto en una neblina de misterio, lo que, en tiempos como estos, es casi una invitación a imaginar. Diseño, capacidades, propósito… el J-36, creación inesperada de Chengdu Aerospace Corporation (CAC), nos deja espacio para especular, y eso lo hace aún más fascinante.

Lo que sí se ha filtrado —en fotos y videos cuidadosamente controlados— revela un avión con diseño de ala en diamante, sin superficies de cola. Un auténtico “ala volante” futurista. En sus primeras apariciones, el J-36 estaba propulsado por dos motores turbofán, pero luego surgieron imágenes que mostraban un tercer motor, algo que abrió una cascada de preguntas.

En cuanto a su tamaño, el J-36 es considerablemente más grande que el ya imponente J-20, también desarrollado por Chengdu. Algunos analistas estiman una longitud de 23 metros y una envergadura de 19,2 metros, lo que lo ubica por encima del J-20, que mide 20,3 m de largo con una envergadura de 12,88 m. A partir de eso, se proyecta un peso máximo al despegue (MTOW) de entre 50 y 60 toneladas.

¿Y qué clase de caza necesita ese tonelaje? Para ponerlo en contexto, el Su-34 ruso, que es más un bombardero táctico que un caza puro, tiene un peso bruto al despegue de 45 toneladas. Y aquí estamos hablando de un supuesto caza de superioridad aérea, con una masa comparable —o incluso superior— a la de un bombardero pesado.

Y no olvidemos los tres motores. Una decisión que ha generado tanto desconcierto como teorías. Algunos apuntan a la falta de empuje suficiente de los propulsores chinos más avanzados, como los WS-15, que, según datos disponibles, generan unos 16.000 kgf de empuje cada uno. En comparación, los motores del Su-34 —AL-31F-M1— entregan alrededor de 13.000 kgf. Sobre el papel, los WS-15 superan esa cifra. Pero claro, está el eterno talón de Aquiles de la ingeniería china: la fiabilidad.

Si el J-36 necesitara realmente tres motores para alcanzar su rendimiento esperado, algo no cuadra con la idea de un caza ágil y maniobrable. Con dos WS-15 debería poder despegar… pero no necesariamente combatir con la agilidad que exige el dogfight moderno. Y sin maniobrabilidad, ¿sigue siendo un caza? O estamos, tal vez, ante un nuevo tipo de plataforma, más cercana a un bombardero sigiloso, un lanzador de armas hipersónicas, o incluso un nodo aéreo de guerra electrónica o control de enjambres.

Lo cierto es que, por ahora, el J-36 no despeja las dudas. Las multiplica.
Y eso lo hace aún más intrigante.


La elección de tres motores en el diseño del J-36 no es un simple capricho de ingeniería. Es, en muchos sentidos, una anomalía en el mundo de la aviación de combate moderna, donde la eficiencia, la maniobrabilidad y la reducción de peso mandan. Pero China, una vez más, parece estar jugando con sus propias reglas.

Una posibilidad es que Chengdu esté apostando al desarrollo definitivo del WS-15, el motor de quinta generación chino que promete empuje suficiente para mantener vuelo supersónico sostenido y mejorar radicalmente la relación empuje-peso. Pero lo interesante aquí no es solo el empuje. La adición de un tercer motor podría tener objetivos mucho más ambiciosos.

Más allá de mover una estructura pesada, tres motores significan también una enorme generación de energía eléctrica. Y eso podría ser la clave. Porque un caza de sexta generación no solo debe volar: debe ver más, procesar más, comunicarse más y defenderse más. Sistemas de guerra electrónica avanzados, sensores multifrecuencia, radares AESA, enlaces de datos de alta capacidad, e incluso armamento defensivo de nueva generación —como láseres de alta energía (HEL) o microondas de alta potencia (HPM)— requieren una cantidad colosal de energía y refrigeración.

Visto así, la configuración del J-36 parece mucho menos una rareza y mucho más una pieza central del concepto chino de guerra aérea del futuro. Un sistema de combate aéreo en red, donde el J-36 no es solo un avión de combate, sino el cerebro aéreo que coordina enjambres de UAVs, guía misiles inteligentes, y opera de forma autónoma junto a otras aeronaves, tripuladas o no.

Incluso si su rol se limitara únicamente a actuar como nodo de mando y control, el J-36 necesitaría una capacidad de procesamiento de datos y transmisión en tiempo real sin precedentes. Eso implica potencia bruta, capacidad de enfriamiento, redundancia, y arquitectura electrónica avanzada. Porque controlar un enjambre aéreo no es simplemente cuestión de presionar botones: es gestionar inteligencia, amenazas, objetivos, y trayectorias múltiples en fracciones de segundo.

Por eso, uno o dos motores quizá serían suficientes para una plataforma especializada en tareas limitadas, como el despliegue de drones. Pero China parece querer más: que cada J-36 sea un centro de mando volador, un sistema multirole de largo alcance, capaz de operar por sí solo o en conjunto, y hacer todo eso con autonomía operativa y sostenida.

Y en ese camino, no se descarta que futuras versiones del J-36 estén propulsadas por motores de ciclo variable (VCE), una tecnología emergente que permite que las turbinas operen a velocidades distintas según la necesidad. Esto no solo mejora la eficiencia del combustible, sino que permite gestionar de forma más inteligente el flujo de energía a los distintos subsistemas electrónicos del avión.

Con un peso estimado al despegue de entre 50 y 60 toneladas, el J-36 se sitúa en un terreno poco habitual para un caza. Esa envergadura se traduce en una enorme capacidad interna de combustible y espacios generosos para armamento, lo que le da alcance estratégico y capacidad de carga pesada.

Pero aquí surge la pregunta inevitable: ¿sigue siendo esto un caza? Porque todo en el J-36 —su tamaño, sus motores, su misión, sus sistemas— apunta más bien a una nueva categoría híbrida, algo entre caza, bombardero, centro de mando y lanzador estratégico.

Tal vez no estamos viendo el futuro de los cazas…
Sino el nacimiento de otra cosa completamente distinta.

Por ahora, todo lo que sabemos sobre el alcance y la capacidad de carga del J-36 está cubierto por una neblina de especulación. Pero, incluso en ausencia de cifras oficiales, hay pistas suficientes para armar el rompecabezas.

El objetivo estratégico parece claro: cubrir la primera cadena de islas —Japón, Taiwán, Filipinas e Indonesia— sin depender del reabastecimiento en vuelo. Para ello, el J-36 debería contar con un alcance significativo, lo bastante amplio como para entrar y salir del espacio aéreo hostil con autonomía plena. Y si se incorpora armamento de largo alcance, como misiles de crucero o armas aire-superficie de precisión, el radio de acción se extendería hasta la segunda cadena de islas, abarcando buena parte del sudeste asiático.

En cuanto a su carga útil, se espera que el J-36 esté equipado con una bahía interna de grandes dimensiones, capaz de alojar una variada gama de municiones. Entre ellas, destacan los nuevos misiles aire-aire de ultra largo alcance, como el PL-17, con un alcance estimado de más de 300 kilómetros, además de bombas guiadas por precisión y misiles de crucero lanzados desde el aire.

Pero insistimos: el J-36 no debe entenderse como un caza convencional. Su papel está diseñado para ser el centro de gravedad de un ecosistema aéreo mucho más amplio, que incluiría enjambres de drones, algunos quizás del tamaño de pequeños cazas tripulados, integrados y controlados en tiempo real desde esta plataforma.

Y aquí es donde empiezan a surgir las teorías sobre su enigmático tercer motor.
Tres versiones. Tres formas de intentar entender el propósito de esa decisión poco ortodoxa.

Versión 1: el motor adicional es necesario para mover al gigante.
Con un peso estimado cercano a 60 toneladas, el J-36 requeriría un empuje considerable solo para maniobrar como lo haría un Su-35, uno de los cazas más ágiles de gran tamaño. Pero incluso así, la física es inflexible: la maniobrabilidad del J-36 es, como mínimo, cuestionable. Su tamaño, su masa y su configuración aerodinámica no apuntan a una plataforma diseñada para el combate cercano. Velocidad y alcance, tal vez. ¿Agilidad? Difícil.

Versión 2: el tercer motor es una fuente de energía, no de velocidad.
Más allá de la propulsión, este motor adicional podría estar diseñado para alimentar sistemas de alta demanda energética: radares de largo alcance, sensores múltiples, enlaces de datos de gran ancho de banda, sistemas de guerra electrónica, e incluso armas de energía dirigida como láseres o microondas, necesarias para defensa activa o control de drones en enjambre.

Esta hipótesis tiene lógica. El avión se convierte así en una plataforma de comando, un servidor aéreo en red con capacidades ofensivas y defensivas que trascienden el combate tradicional. Pero incluso esta versión tiene puntos débiles: la complejidad, la fiabilidad, el mantenimiento en combate… todo eso se multiplica con un motor adicional.

Y luego está la versión 3. La más atrevida. La más difícil de comprobar, pero imposible de descartar del todo: el tercer motor no es lo que parece.

Tal vez no sea un motor en el sentido clásico. Tal vez sea una cubierta para otro sistema, un contenedor modular, una bahía adicional camuflada, un emisor de energía, o incluso una plataforma de lanzamiento para drones miniaturizados o sistemas hipersónicos. En un avión diseñado para engañar radares y desinformar al enemigo, nada puede descartarse por completo.

Porque si algo queda claro con el J-36, es que no se trata simplemente de un caza más. Es una declaración estratégica envuelta en incógnitas técnicas. Un enigma de tres motores, dos alas y una función que, quizás, aún no entendemos del todo.

Y es en este punto donde todos se acomodan en sus asientos, tal vez con palomitas en mano, y la película realmente comienza. Porque sí: el tercer motor es un motor… pero no en el sentido tradicional. O al menos, no con la función que todos estamos esperando. Lo que estamos viendo hoy, esa estructura con tres salidas y líneas futuristas, podría no ser más que una ilusión funcional.

Vale la pena recordar que lo que se ha mostrado hasta ahora no es el modelo final. Es un prototipo, un banco de pruebas, un laboratorio volador. Una plataforma pensada para ensayar ideas, validar sistemas, jugar con límites. Lo que salga al otro lado del túnel de desarrollo podría parecerse… o podría ser algo radicalmente distinto.

Y luego está ese detalle que ha empezado a circular en algunos medios especializados: una tercera toma de aire supersónica, ubicada en la parte superior del fuselaje. Un elemento que no encaja del todo con la lógica de un diseño convencional, y que abre nuevas preguntas sobre lo que realmente alimenta ese supuesto tercer motor.

¿Qué es, entonces?
¿Una fuente de energía secundaria?
¿Una entrada para un sistema oculto de propulsión o refrigeración?
¿O simplemente un señuelo, una pieza colocada adrede para confundir a los observadores y analistas occidentales?

Nada puede descartarse. Porque si hay algo que China ha demostrado con el J-36, es que no está jugando bajo las reglas conocidas. Está diseñando algo más. Tal vez una nave polivalente. Tal vez una plataforma modular con funciones intercambiables. Tal vez un caza que no quiere parecerse a ningún caza.

Y ese supuesto tercer motor puede ser la clave o la cortina de humo.
Pero lo más intrigante es esto: el misterio, por ahora, parece completamente intencional.

Le planteé esta hipótesis a un veterano de VASO —un hombre con más de 32 años de experiencia en construcción aeronáutica— y su respuesta fue inmediata: “Es una idea más que interesante.” Según él, lo primero que llama la atención en el diseño del J-36 es el enorme espacio interno disponible. Los chinos, al parecer, tomaron la decisión desde el principio: construir una aeronave con volumen sobrado. Pero lo curioso no es eso. Lo curioso es cómo eligieron usarlo.

En teoría, si se tratara simplemente de alimentar un tercer motor convencional, habría sido mucho más sencillo rediseñar las dos tomas de aire principales, recalcular sus secciones transversales y desviar parte del flujo hacia el tercer motor. Fácil de calcular. Más simple de construir. Menos complicado en el taller.

Pero no. Los ingenieros chinos decidieron hacerlo a su manera. Y ahí es donde aparece la posibilidad más audaz de todas: ¿y si ese tercer motor no es un turborreactor, sino un motor cohete de propulsante líquido?

Parece ciencia ficción, pero no lo es.

El clásico par oxígeno-queroseno ha sido utilizado durante décadas en cohetes como la Soyuz-2 o el Falcon 9. Es un sistema probado, eficiente y relativamente seguro. El oxígeno líquido, aunque frío y volátil, es mucho menos peligroso que oxidantes como el flúor o el amilo. Además, este tipo de motor ofrece un impulso específico altísimo, del orden de los 3.500 m/s, algo que ningún turborreactor podría soñar alcanzar.

Claro que hay obstáculos. Para encender un motor cohete de estas características, se necesita un sistema de ignición externo que sincronice perfectamente el suministro de oxígeno y queroseno a la cámara de combustión. En los cohetes espaciales, se usan arrancadores eléctricos o químicos desechables. Pero en aviación, ya se está empezando a trabajar con encendidos por plasma, sistemas más complejos pero reutilizables, capaces de funcionar a cualquier altitud.

Y aquí entra en juego esa extraña toma de aire superior que tanto ha dado que hablar. Si no está diseñada para alimentar un turborreactor, podría servir como sistema auxiliar para iniciar la ignición del motor cohete, o incluso como parte del sistema de enfriamiento y ventilación interna para el almacenamiento de oxígeno líquido.

Las grandes dimensiones del J-36 no solo lo hacen ideal para transportar más combustible o armamento: también permiten instalar tanques criogénicos de oxígeno líquido dentro del fuselaje, sin comprometer el centro de gravedad ni la distribución estructural. Y como en los motores cohete el oxígeno se bombea hacia la cámara de combustión, no se necesitan tanques de presión excesiva ni paredes ultra reforzadas.

¿El resultado? Un avión con dos motores turborreactores y uno cohete. Una bestia híbrida capaz de funcionar como una aeronave convencional… hasta que necesite un impulso brutal en altitud, velocidad o energía, y entonces active su carta oculta.

Es una idea radical. Pero el J-36, desde el principio, no ha seguido ninguna regla convencional.
Y si la especulación acierta, podríamos estar ante el primer caza-cohete táctico del siglo XXI.


Cualquier persona normal se preguntaría: ¿para qué necesita una cabra un acordeón si ya está alegre? Y para alegrarla aún más.


Los propios desarrolladores chinos no han sido tímidos al describir el J-36: lo han presentado como un prototipo capaz de atravesar cualquier defensa y golpear donde más duele. Una afirmación audaz. Pero que, inevitablemente, lleva a una pregunta fundamental:
¿Cómo se atraviesa una defensa aérea moderna?

La respuesta, en realidad, no ofrece muchas opciones. Y cada una de ellas tiene sus propios límites —teóricos, prácticos o simplemente físicos.

La primera posibilidad es la más popular en la doctrina moderna: la invisibilidad ante el radar. El santo grial de la guerra aérea del siglo XXI. Utilizando diseño furtivo, materiales absorbentes, formas anguladas. El problema es que, con cada año que pasa, la eficacia de esta teoría es más discutida. Porque, a fin de cuentas, la baja observabilidad no significa invisibilidad, y lo que antes era tecnología de vanguardia, hoy empieza a enfrentarse a radares de banda múltiple, algoritmos adaptativos y sensores pasivos. ¿Funciona? A veces. ¿Garantiza atravesar "cualquier defensa"? Muy dudoso.

La segunda opción es más atrevida y, en ciertos contextos, muy efectiva: volar por debajo del radar. Literalmente. Rozando el terreno, aprovechando pliegues del paisaje y obstáculos naturales para esconderse del haz del radar. Lo vemos hoy en Ucrania, con drones y misiles de crucero deslizándose entre colinas y bosques. Pero esto, llevado a un avión del tamaño y peso del J-36 —un ala de 15 toneladas danzando a 50 metros sobre el suelo— es otra historia.
Aquí la física se impone: la inercia, el volumen, el margen de error. Tarde o temprano, un giro mal calculado termina en impacto. Y un sistema tan complejo no puede arriesgarse a un simple bache en el terreno.

Entonces queda una tercera opción. La menos explorada. La más radical:
no esquivar la defensa aérea, sino sobrevolarla completamente.
Romper el tablero y jugar desde otro plano.

Estamos hablando de operar a altitudes estratosféricas, 50, 60 kilómetros, quizás más. Por encima de todos los “paraguas” conocidos de defensa aérea. Y aquí, los números hablan por sí solos.

Tomemos el S-400 ruso, uno de los sistemas de defensa más avanzados del planeta. Su misil más potente, el 40N6E, tiene un techo de interceptación de 30 kilómetros.
El sistema Patriot estadounidense, tan temido como extendido, no supera los 20 kilómetros.
Y aunque Estados Unidos dispone de sistemas navales como el Standard Missile, incluso su versión avanzada, el SM-6, se queda en 33 km de altitud máxima.

Solo una excepción sobresale en este mapa de cifras: el SM-3, un interceptor diseñado no para el combate aéreo convencional, sino para interceptar misiles balísticos en la estratósfera. Un misil cinético, más cercano a un proyectil espacial que a una defensa aérea tradicional.

¿Y si el J-36, con su motor adicional y diseño masivo, no está pensado para evadir… sino para volar más alto que nadie?

Una plataforma que se eleva por encima del alcance de los radares, de los misiles, del ruido del combate.
Un atacante desde las alturas, descendiendo como un cometa en el momento preciso.
Un avión que, literalmente, vuela por fuera de las reglas.

En resumen, estamos hablando de un misil capaz de volar a muy grandes altitudes y velocidades extremas. El SM-3, misil interceptor de tres etapas, puede alcanzar hasta 250 km de altitud y guía su trayectoria mediante un buscador infrarrojo, lo que lo convierte en una plataforma de intercepción extremadamente sofisticada. Pero también tiene sus límites.

Porque el SM-3 fue diseñado con una misión muy concreta: destruir objetos que no maniobran, como la ojiva de un misil balístico o incluso un satélite en órbita baja. Objetivos que siguen una trayectoria perfectamente predecible. Y aquí está el problema: nadie sabe cómo respondería este misil frente a un objetivo que maniobra activamente. Las pruebas necesarias para comprobarlo simplemente no se han realizado.

Además, Estados Unidos no tiene muchos misiles de este tipo. Son caros —muy caros—: cada unidad cuesta entre 18 y 24 millones de dólares, según su variante. Y por eso se emplean con cuenta gotas, solo en escenarios de máxima prioridad estratégica.

Así que si el escenario es un avión que opera a 50 o 60 kilómetros de altitud, justo donde la atmósfera aún permite cierto uso aerodinámico, pero muy por encima del alcance de casi todas las defensas, las posibilidades de interceptarlo son mínimas. Si además lleva un motor cohete, y no depende de oxígeno ambiental, puede alcanzar esa altitud con relativa facilidad.

Y no hablamos de un ataque a territorio continental. Porque China no necesita ni pretende atacar el territorio estadounidense. Lo que le preocupa está más cerca.
Hablamos del Océano Pacífico. De Taiwán. Y de los grupos de ataque de portaaviones (AUG) estadounidenses que se aproximan para defenderlo.

Ahí es donde este tipo de aeronave —una plataforma estratosférica armada, rápida y precisa— entra en juego.

Porque lanzar un misil balístico contra un AUG es una solución limitada. Sí, su ojiva es veloz, difícil de interceptar, pero poco precisa. Por diseño, su guiado final es tosco, y cualquier corrección de trayectoria es difícil debido a la alta velocidad de descenso y la resistencia atmosférica. La física pone sus reglas, y la precisión (CEP) se resiente seriamente.

En cambio, un avión de gran altitud puede detectar, rastrear y elegir su objetivo en tiempo real. Puede lanzar bombas guiadas o cohetes desde 50 km de altitud, sin entrar jamás en el alcance efectivo de los sistemas de defensa aérea de los buques.

Pensemos en eso: una bomba guiada, con bajo perfil radar, lanzada desde el borde de la estratósfera. Su caída sería limpia, rápida, difícil de interceptar, con un perfil térmico reducido. No es un proyectil que desciende como un meteorito desde el espacio, sino algo más controlado, más inteligente. Y si hablamos de municiones pequeñas y sigilosas, el radar del AUG tendrá problemas para verlas llegar… y más aún para detenerlas.

¿Imposible? Tal vez no tanto.
Basta recordar al mayor Bernhard Jope, que el 9 de septiembre de 1943, a bordo de un bombardero alemán, lanzó dos bombas guiadas Fritz X sobre el acorazado Roma de la marina italiana. Dos impactos. Un buque insignia hundido. Una lección temprana de lo que puede hacer un ataque guiado, preciso y desde arriba.

Hoy, casi un siglo después, la historia podría repetirse. Solo que esta vez, a 50 kilómetros de altitud, y con una tecnología que ni siquiera soñaban en 1943.

Un avión cohete estratosférico, armado con bombas guiadas o cohetes precisos, no es ciencia ficción. Es una respuesta táctica elegante y brutal para un problema real: cómo romper un grupo de combate naval sin entrar en su alcance.
Y si el J-36 apunta en esa dirección, no es solo un caza más.
Es un cambio de paradigma.

Dos bombas con un peso de 1.570 kg enviaron al fondo el nuevo acorazado con un desplazamiento de 46 toneladas.



No es difícil predecir lo que dos bombas de este tipo harán a un barco moderno, que prácticamente no tiene blindaje en comparación con los barcos de la Segunda Guerra Mundial.


Un avión cohete como el J-36 tiene una ventaja que cambia las reglas del juego: es reutilizable.
A diferencia de un misil balístico o de crucero, que es por definición un sistema de un solo uso —un billete de ida sin retorno—, un avión puede adaptarse. Puede cambiar de objetivo sobre la marcha, puede retirarse si la situación cambia, puede esperar el momento adecuado para atacar. Y si es pilotado —ya sea por un humano o por una IA autónoma avanzada—, tomará decisiones mucho más complejas que las de cualquier computadora a bordo de un proyectil.

Un misil, por su parte, solo tiene una opción: ser disparado y seguir su trayectoria. Sin corrección. Sin repliegue. Sin margen de maniobra táctica. Solo avanzar… o autodestruirse.

Y cuando hablamos de costos, el panorama es revelador.
Un misil balístico Bulava cuesta alrededor de 10 millones de dólares.
Un Iskander, unos 3 millones.
Incluso un misil de crucero Kalibr ronda el medio millón.
En cambio, una bomba guiada por láser o por satélite, lanzada desde gran altura y con precisión quirúrgica, cuesta una fracción de eso. Y en condiciones ideales, puede ser igual o más efectiva, sobre todo cuando el blanco es móvil y las circunstancias cambian en segundos.

Pero eso no es todo. Las bodegas del J-36 podrían no estar llenas de bombas o misiles. Podrían estar cargadas de drones asesinos. Vehículos autónomos de ataque, lanzables desde la estratósfera, capaces de dispersarse en formación, saturar sensores enemigos, confundir defensas y golpear desde múltiples ángulos. Y si hay un país con los medios para hacerlo, es China. El desarrollo de drones en enjambre, algoritmos de control distribuido y miniaturización armada está muy avanzado en sus laboratorios.

¿Controversial? Tal vez.
¿Audaz? Sin duda.
Pero todo concepto revolucionario comienza con una idea que desafía lo conocido.

El J-36 no es todavía una realidad consolidada. Es un prototipo, una visión, una pieza de ingeniería especulativa que apunta hacia lo que China imagina como el avión de ataque del futuro. Y como dice el proverbio chino:
“El viaje de mil millas comienza con el primer paso.”
Este podría ser ese paso.

La teoría puede parecer atrevida, pero no por eso carece de fundamento.
Y como ocurre siempre con los nuevos desarrollos militares chinos de alto perfil, las imágenes y los vídeos aumentarán. Veremos al J-36 rodar, despegar, maniobrar, tal vez entrenar. Poco a poco, el rompecabezas irá tomando forma, y con él, las respuestas a muchas de las preguntas que hoy solo podemos plantear.

Pero una cosa ya es clara:
China no está imitando el pasado. Está diseñando su propia versión del futuro.


jueves, 22 de julio de 2021

Estrategia de defensa aérea: La impresionante red de radares de advertencia de ataque con misiles de Japón

Radares japoneses de advertencia de ataque con misiles 

Linnik Sergey || Revista Militar 




En relación con la aparición de misiles balísticos en la RPDC, a mediados de la década de 1990, el gobierno japonés decidió comenzar una investigación en el campo de un sistema nacional de defensa antimisiles. El trabajo práctico en la creación de defensa antimisiles comenzó en 1999, después de que el misil norcoreano Tephodong-1 sobrevoló Japón y cayó al Océano Pacífico.

El primer paso en esta dirección fue el uso de radares estacionarios existentes para la detección de misiles balísticos, así como el despliegue adicional del sistema de defensa aérea Patriot PAC-2 de fabricación estadounidense. En diciembre de 2004, se firmó un acuerdo marco con Estados Unidos, según el cual debería crearse un sistema de defensa antimisiles escalonado en el territorio del archipiélago japonés.


Así es como debería funcionar ahora el sistema de defensa antimisiles de Japón.

En el siglo XXI, las Fuerzas de Autodefensa japonesas recibieron nuevos y modernizados sistemas de alerta de ataques con misiles de radar, sistemas de misiles antiaéreos Patriot PAC-3 con capacidades antimisiles ampliadas y, en cooperación con los Estados Unidos, la creación de un sistema naval. comenzó el componente de defensa antimisiles.

Radares japoneses de misiles de alerta temprana


La base de cualquier sistema antimisiles nacional son los medios para detectar y emitir la designación de objetivos: radares terrestres y marítimos sobre el horizonte y sobre el horizonte, así como naves espaciales equipadas con sensores infrarrojos.

Actualmente, Japón está desarrollando satélites terrestres artificiales geoestacionarios diseñados para reparar los lanzamientos de misiles balísticos. La construcción de un sistema de alerta de ataques con misiles basado en una red de radares fijos y móviles japoneses y estadounidenses está a punto de completarse.

El primer radar japonés capaz de detectar y rastrear constantemente objetivos balísticos fue el J / FPS-3. La operación piloto de este tipo de radar de cabeza comenzó en 1995. En 1999, seis de esos puestos ya estaban en servicio.


Antena de radar J / FPS-3 debajo de la cúpula radio-transparente

Un radar de tres coordenadas del rango decimétrico con una matriz de antenas en fase activa que gira en azimut está estacionario sobre una base de hormigón. Para protegerse del viento y la precipitación, el poste de la antena está cubierto con una cúpula de plástico transparente a la radio.


Radar J / FPS-3

Todos los radares J / FPS-3 están construidos en elevaciones más altas, lo que permite aumentar el rango de detección. Inicialmente, el radar J / FPS-3 se diseñó principalmente para trabajar en objetivos aerodinámicos, que puede ver a una distancia de más de 450 km. Se informa que esta estación logró fijar un objetivo balístico real a una distancia de más de 500 km. La altura máxima es de 150 km. Cuando se trabaja con misiles balísticos, se utiliza el modo sectorial de visualización del espacio aéreo.

El radar japonés J / FPS-3 se desarrolló para reemplazar las estaciones estadounidenses de dos coordenadas de la lámpara AN / FPS-20 obsoletas y los altímetros AN / FPS-6, y la función de detección y seguimiento de misiles balísticos comenzó a usarse después de la puesta en servicio. Para aplicaciones de defensa antimisiles y características operativas mejoradas, el fabricante Mitsubishi Electric ha llevado todos los radares disponibles al nivel de J / FPS-3 Kai. La modificación avanzada se conoce como J / FPS-3UG. El radar J / FPS-3ME se ofrece para exportación.

En 2009, después de la modernización, todos los radares japoneses J / FPS-3 se conectaron al sistema automatizado de defensa aérea / antimisiles JADGE (Entorno Terrestre de Defensa Aeroespacial de Japón).


La información del objetivo aerodinámico y balístico en tiempo real se transmite directamente a través de cables de fibra óptica subterráneos. Las estaciones de comunicación de relevo de radio mejoradas construidas durante la Guerra Fría se utilizan como respaldo.

Teniendo en cuenta que los radares J / FPS-3 no son óptimos para detectar misiles balísticos y, cuando operan en modo de defensa antimisiles, no pueden realizar una búsqueda circular de objetivos aéreos, en 1999 el 2do Departamento del Instituto de Investigación y Desarrollo Técnico del Ministerio de Defensa de Japón y el grupo experimental para el desarrollo aviación comenzó a crear un radar especializado con un mayor potencial energético.

La investigación realizada como parte de la I + D del FPS-XX condujo a la creación de un radar experimental en 2004. Las pruebas del prototipo de 2004 a 2007 se llevaron a cabo en un sitio de prueba ubicado al noreste de la ciudad de Asahi, prefectura de Chiba.

El radar experimental era un prisma pseudo-triangular, en dos lados de los cuales había láminas de antenas de diferentes diámetros. La altura del radar es de 34 m, el diámetro de la pista grande es de 18 my el diámetro de la pequeña es de 12 m.


Prototipo de radar experimental J / FPS-5

La pista grande es para seguimiento de misiles, la pista pequeña para aviones. La base del radar se puede rotar en azimut. Los objetivos balísticos se detectan en el rango de frecuencia de 1-1,5 GHz, los objetivos aerodinámicos - 2-3 GHz.

La estación de radar, puesta en servicio con la designación J / FPS-5, tiene un diseño muy inusual. Por la forma característica de la cúpula vertical radio-transparente en Japón, este radar recibió el sobrenombre de "Tortuga".


En 2006, el Gabinete de Ministros de Japón aprobó la asignación del equivalente a 800 millones de dólares para la construcción de cuatro radares de alerta de misiles. La primera estación se puso en servicio en 2008 en la isla Shimokosiki, prefectura de Kagoshima. Anteriormente, el radar J / FPS-2 funcionaba aquí.


Imagen satelital de Google Earth: radar J / FPS-5 en la isla de Sado

La segunda estación se construyó en la isla de Sado (prefectura de Niigata) en la cima del monte Mikoen a una altitud de 1040 m sobre el nivel del mar. La puesta en servicio tuvo lugar a finales de 2009.

En 2010, se lanzó la estación mejorada J / FPS-5B, ubicada en el extremo norte de la isla de Honshu, cerca de la base naval japonesa Ominato.

A finales de 2011, se puso en funcionamiento el radar J / FPS-5C más nuevo. Esta estación fue construida en la parte sur de la isla de Okinawa, junto a la Base Aérea de Naha.


Imagen satelital de Google Earth: radar J / FPS-5C en la parte sur de la isla de Okinawa

No hay muchos detalles sobre las características reales del radar J / FPS-5 en fuentes abiertas. Aunque fuentes japonesas dicen que la base de la estación puede desplegarse, las imágenes de satélite muestran que todos los lechos de radar están constantemente orientados en las mismas direcciones. A diferencia del prototipo, los radares de misiles de alerta temprana en serie tienen tres palas: una para rastrear misiles balísticos y las otras dos para detectar aviones y misiles de crucero.


Radar J / FPS-5С en construcción

Se afirma que varios radares J / FPS-5 pueden operar en paralelo en modo biestático (recepción de radiación transmitida por radares vecinos), mejorando así la capacidad de detectar objetivos aéreos con baja firma de radar. Gracias al diseño modular, la duplicación múltiple y el uso de autodiagnósticos automáticos, fue posible lograr una alta confiabilidad de las estaciones puestas en funcionamiento.

Según los medios japoneses, la detección real del lanzamiento desde la RPDC del misil Gwangmyeongseon-2 utilizando el radar J / FPS-5 se llevó a cabo por primera vez el 5 de abril de 2009. El alcance máximo de seguimiento fue de 2100 km. La estación detectó oportunamente el lanzamiento y en base a los datos obtenidos se determinó la trayectoria calculada. Dado que se suponía que el misil norcoreano sobrevolaría Japón y caería al océano, las fuerzas de defensa antimisiles no se pusieron en alerta. Se informa que con la ayuda del radar J / FPS-5, fue posible rastrear lanzamientos de entrenamiento de misiles balísticos desde submarinos estratégicos rusos en latitudes polares.


Disposición de los radares japoneses de advertencia de ataque con misiles

Actualmente, el radar J / FPS-5 es el principal dispositivo japonés de advertencia de ataque con misiles. Los radares J / FPS-3 más numerosos, también capaces de rastrear misiles balísticos, son auxiliares.

Debido al alto costo de las estaciones sobre el horizonte J / FPS-5 y la necesidad de reemplazar los J / FPS-3 universales que ya no son nuevos, en 2007 el comando de las Fuerzas de Autodefensa Aérea anunció una competencia para un nuevo radar, en que, a un precio relativamente bajo, se combinarían las ventajas de estos dos radares. En 2011, NEC fue anunciado como el ganador del concurso. Se informa que el radar, designado J / FPS-7, tiene tres antenas con AFAR, que funcionan por separado para objetivos aerodinámicos y balísticos. El costo de construir un radar estacionario es de aproximadamente $ 100 millones. Inicialmente, este radar no estaba destinado a detectar misiles balísticos, pero después de la revisión tuvo esta oportunidad.


Antena de radar J / FPS-7

La construcción de la primera estación comenzó en 2012 en la isla Mashima, en la parte norte de la prefectura de Yamaguchi. El lanzamiento del radar tuvo lugar en 2019. La información sobre objetivos aéreos y balísticos se transmite a través de grandes antenas parabólicas del equipo de relevo de radio J / FRQ-503. Además del radar estacionario J / FPS-7, el radar móvil J / TPS-102 con antena cilíndrica opera en el área.


Imagen satelital de Google Earth: centro de comunicaciones en la isla de Mashima

La segunda estación J / FPS-7 se construyó en 2017 en la parte central de la isla de Okinawa, en el territorio del centro de interceptación de radio de Nohara, desde el cual se transmite información de reconocimiento a la base aérea de Naha. El lanzamiento del radar J / FPS-7 en Okinawa tuvo lugar a finales de 2019.


Radar J / FPS-7 en la isla de Okinoerabujima

Desde 2017, en la isla de Okinoerabujima, en la prefectura de Kagoshima, se lleva a cabo la construcción del tercer radar J / FPS-7. Su trabajo en modo de prueba comenzó en el otoño de 2020.

En Japón, está previsto construir dos radares más J / FPS-7, que deberían reemplazar las obsoletas estaciones estacionarias J / FPS-2. Los radares J / FPS-7 se encuentran actualmente en funcionamiento de prueba. Su entrada en servicio de combate permanente está programada para 2023.

Radares de advertencia de misiles de fabricación estadounidense


En junio de 2006, Estados Unidos y Japón llegaron a un acuerdo sobre el despliegue de la estación de radar AN / TPY-2 en las islas japonesas. Este radar móvil de Raytheon opera en el rango de frecuencia de 8,55-10 GHz. El radar AN / TPY-2, diseñado para detectar misiles balísticos tácticos y operacionales-tácticos, rastrear y guiar misiles interceptores hacia ellos, es parte del sistema antimisiles THAAD (Terminal High Altitude Area Defense - un sistema antimisiles móvil para interceptación transatmosférica a gran altitud), pero se puede utilizar por separado si es necesario.


Radar AN / TPY-2

El radar AN / TPY-2 puede ser transportado por transporte aéreo y marítimo, así como remolcado en la vía pública. Con un alcance de detección de ojivas de 1000 km y un ángulo de exploración de 10 a 60 °, esta estación tiene una buena resolución, suficiente para distinguir un objetivo contra el fondo de los escombros de misiles previamente destruidos y etapas separadas.

El primer radar estadounidense AN / TPY-2 se instaló en un área designada cerca del centro de comunicaciones del Ejército de los EE. UU. En las cercanías del pueblo de Shariki (prefectura de Aomori) en octubre de 2006. Dos baterías japonesas de sistemas de defensa aérea Patriot PAC-3 también se encuentran en esta área.

En 2014 se puso en servicio un segundo radar en una base recién construida cerca del puesto de radar de las Fuerzas de Defensa Aérea de Kyogamisaki al oeste de Kyotango en la prefectura de Kioto.

Según la información publicada en los medios de comunicación japoneses, el radar en la instalación de Shariki no está en servicio constante y se activa solo al recibir información de inteligencia sobre la preparación de lanzamientos de misiles en la RPDC.


Imagen satelital de Google Earth: el área asignada a las Fuerzas Armadas de EE. UU. En las cercanías del puesto de radar de las Fuerzas de Defensa Aérea de Kyogamisaki

Para el radar estadounidense AN / TPY-2, desplegado en Kyogamisaki, se construyó una cúpula radio-transparente para proteger contra factores meteorológicos adversos.

El radar, desplegado en Shariki, sirve al personal de la décima batería de misiles antibalísticos del ejército de los EE. UU., La instalación en Kyogamisaki está controlada por la 10a batería de misiles antibalísticos. El número total de ambas unidades es un poco más de 14 personas. Las baterías 100ª y 10ª forman parte de la 14ª Brigada de Defensa Aérea, que está dirigida por el cuartel general del 38º Ejército de Defensa Aérea y de Misiles en Fort Shafter, Hawái.


Visualización de áreas del radar AN / TPY-2 desplegadas en Japón y Corea del Sur

Los radares AN / TPY-2, bajo el control del ejército estadounidense, desplegados en Japón y la República de Corea, controlan los lanzamientos de misiles norcoreanos, escanean parte de la República Popular China y capturan las regiones del sur de Primorie ruso.

En relación con la aparición de información sobre la construcción en Corea del Norte de submarinos capaces de transportar misiles balísticos, el liderazgo japonés está considerando la opción de colocar otro radar AN / TPY-2 en la isla de Okinawa.


Visualización de áreas del radar AN / TPY-2, en el caso de desplegar una estación adicional en Okinawa

Japón está presionando activamente a Estados Unidos para que haga esto, por temor a ataques sorpresa con misiles nucleares en la base aérea de Kadena ubicada en Okinawa, que es un factor clave en la presencia militar estadounidense en la región.

En 2017, apareció información sobre la intención de Japón de construir una estación de radar diseñada para rastrear "desechos espaciales". Se suponía que este radar estaba ubicado en el territorio de una de las instalaciones de las Fuerzas de Autodefensa japonesas en la prefectura occidental de Yamaguchi. Se afirma que la tarea principal de este radar será obtener información operativa sobre el movimiento de escombros cerca de los satélites japoneses para corregir su órbita en caso de una amenaza inmediata de colisión. El Ministerio de Defensa japonés ha solicitado el equivalente a 38 millones de dólares para fines de investigación.

En 2018, se supo que Japón tiene la intención de adquirir dos radares AN / SPY-7 (V) de largo alcance sobre el horizonte. Durante el desarrollo, esta estación Lockheed Martin fue conocida como LRDR (Radar de discriminación de largo alcance). El radar AN / SPY-6 propuesto por Raytheon también participó en la competencia. El lanzamiento del primer radar japonés AN / SPY-7 (V) está programado para 2025.

Es una estación modular con celdas de estado sólido de nitruro de galio, con una rejilla de barrido de electrones activa. La antena consta de bloques de estado sólido individuales que se pueden combinar para aumentar el tamaño del radar. Se afirma que AN / SPY-7 (V) opera en el rango de frecuencia de 3-4 GHz y es dos veces más ancho que el radar AN / SPY-1.


Radar AN / SPY-7 (V)

Según un portavoz de Lockheed Martin, la empresa japonesa Fujitsu participó en el desarrollo del radar AN / SPY-7 (V). El costo de desplegar una estación de defensa antimisiles similar en Alaska superó los 780 millones de dólares. Debido a la participación de empresas japonesas en la construcción de estaciones de radar y al uso de componentes de su propia producción, el mando de las Fuerzas de Defensa Aérea tiene la intención de reducir significativamente el costo del ciclo de vida del radar.

Los radares AN / SPY-7 (V) son parte del sistema de defensa antimisiles terrestre Aegis Ballistic, que, según funcionarios japoneses, podría desplegarse para defenderse de los misiles balísticos norcoreanos.


domingo, 3 de enero de 2021

Rusia prueba su arma antisatélite PL19

Rusia acaba de probar un arma espacial

W&W



Sistema de misiles antisatélite PL-19 Nudol. Representación del artista Nudol montada en TEL del calendario de la empresa.


Probable "Nudol" de Plesetsk lanzado el 15 de diciembre.


USS Lake Erie lanzando el interceptor SM-3 que destruyó USA-193 en órbita, 2008.

Rusia ha llevado a cabo otra prueba de su nuevo sistema de armas antisatélites PL19 Nudol (llamado así por un río ruso), un misil lanzado desde tierra diseñado para destruir satélites estacionados en órbita terrestre baja para negar su uso por parte de los enemigos de Rusia.

Rusia desarrolló el sistema a partir de un sistema antimisiles originalmente destinado a proteger a Moscú de un ataque nuclear.

El 15 de diciembre de 2020, Rusia llevó a cabo la prueba de arma antisatélite (ASAT) desde el cosmódromo de Plesetsk en el Óblast de Arkhangelsk. El gobierno ruso emitió una advertencia para que el tráfico civil se mantenga fuera de las áreas resaltadas en rojo a continuación.

El PL19 Nudol es un arma ASAT de "ascenso directo", lo que significa que se lanza desde un vehículo lanzador móvil en el suelo de la Tierra y luego asciende para interceptar su objetivo en el espacio. Otros vectores de ataque antisatélite incluyen sistemas orbitales (satélites diseñados para atacar a otros satélites), interferencias electromagnéticas que bloquean las señales de los satélites desde el espacio y armas láser terrestres.

Los expertos creen que Nudol es una variante del sistema de misiles antibalísticos A-235. El Tratado original de 1972 sobre misiles antibalísticos prohibió la construcción a gran escala de sistemas de misiles antibalísticos (ABM) bajo la lógica de que permitir su producción sin obstáculos aumentaría la cantidad de misiles con puntas nucleares en todo el mundo. El tratado permitió a ambos participantes, Estados Unidos y la U.R.S.S., mantener dos baterías de 100 misiles cada una. Estados Unidos construyó un sistema y finalmente lo abandonó, pero la Unión Soviética mantuvo uno para proteger su capital, Moscú.



Si bien el Tratado ABM ya no está en vigor, el gobierno ruso mantiene el sistema que protege a Moscú. El misil antibalístico A-235 fue diseñado originalmente para reemplazar los misiles A-135 más antiguos. Los ABM de Rusia están diseñados para derribar ojivas nucleares entrantes con explosiones nucleares de 10 kilotones, similar a destruir una bala entrante con una granada de mano en el momento oportuno.

El PL19 es aparentemente un derivado del sistema A-235. El misil puede alcanzar la altura suficiente para golpear satélites en órbita terrestre baja, que probablemente sea el lugar donde A-235 intercepta ojivas de misiles entrantes. PL19 también aparentemente usa una ojiva convencional, en lugar de una nuclear. Cualquier uso de PL19 en un conflicto probablemente estaría en las primeras etapas, para privar a un adversario de sus activos espaciales desde el principio, y el uso de armas nucleares desde el principio sería una escalada innecesaria.

En una alerta, el Comando Espacial de Estados Unidos tomó nota de la prueba y dijo: “Estados Unidos está preocupado por el continuo desarrollo y despliegue de Rusia de varios tipos de armas ASAT terrestres y espaciales. Estas acciones son contrarias a la postura diplomática y pública de Rusia contra la militarización del espacio ".

Eso es un poco rico, considerando que se cree que EE. UU. tiene al menos dos armas antisatélite de ascenso directo: los interceptores de misiles SM-3 y Ground Based Midcourse Defense (GBMD).

Al igual que el A-235, ambas armas fueron diseñadas originalmente para derribar misiles de alcance intermedio o largo, una misión muy similar a derribar satélites enemigos. El interceptor SM-3 ya ha sacado un satélite: en 2008, el USS Lake Erie llevó a cabo la Operación Burnt Frost, la intercepción de un satélite estadounidense inutilizado en órbita terrestre baja. El satélite, USA-193, fue interceptado a una altitud de 153 millas a una velocidad de 22.000 millas por hora.



Además de los misiles de ascenso directo, la Fuerza Espacial de EE. UU. También tiene un bloqueador terrestre diseñado para evitar que las fuerzas enemigas utilicen señales de satélite, como GPS para apuntar armas, en el campo de batalla.

Rusia ha realizado pruebas anteriores de Nudol durante los últimos tres años. Además de PL19, Rusia tiene al menos otros tres sistemas de armas antisatélite. Una versión lanzada desde un avión, Kontakt, es un misil ASAT de ascenso directo lanzado desde un avión de combate MiG-31 modificado. Mientras tanto, el láser antisatélite Peresvet montado en un camión está diseñado para cegar los sensores ópticos de los satélites espías.

Se cree que Rusia está probando armas ASAT coorbitales que involucran satélites portadores que lanzan satélites interceptores más pequeños bajo el programa Burevestnik.

Las capacidades de DA-ASAT de Rusia consisten actualmente en tres programas principales que tienen capacidades de contraespacio directas o indirectas:

  1. Nudol: un misil balístico lanzado desde tierra de rápida maduración diseñado para ser capaz de interceptar objetivos en LEO;
  2. Kontakt: un interceptor lanzado desde el aire diseñado para ser utilizado contra objetivos en órbitas LEO, en un plazo de desarrollo de varios años; y
  3. S-500: un sistema de defensa de misiles balísticos exoatmosféricos de próxima generación, aún a varios años de su despliegue, que puede tener capacidades contra objetivos en LEO de órbita baja. Los tres tienen sus raíces en programas de la era soviética, pero han sido revividos o reconstituidos en los últimos años.


14A042 Nudol

El sistema de defensa antimisiles soviético A-135, lanzado por primera vez en junio de 1978, fue desarrollado por la división Vympel de Tactical Missile Corporation, que supervisa la arquitectura de defensa antimisiles multicapa de Rusia. 188 El sistema A-135 incluía dos interceptores de misiles, el exoatmosférico 51T6 (designación OTAN “SH-11 Gorgon”) y el endoatmosférico 53T6 (designación OTAN “Gazelle”). Si bien el sistema en ese momento poseía cierto potencial de uso dual para su uso como ASAT, estaba muy limitado y desde entonces probablemente haya sido eliminado por el retiro del 51T6.

Los diseños para el posible reemplazo, el sistema de defensa antimisiles A-235 (bajo el nombre en clave ruso Samolyot-M, aparecieron por primera vez en 1985-1986, aunque poco surgieron en ese momento. El sistema incluye el 53T6M, una versión mejorada de la Gacela, como su interceptor de corto alcance.

En agosto de 2009, la PVO (empresa rusa de defensa espacial) Almaz-Antey firmó un contrato con el Ministerio de Defensa ruso, seguido de subcontratos con OKB Novator y KB Tochmash (también conocido como Nudelman Design Bureau) para trabajar en un programa separado llamado Nudol (designación estadounidense PL-19). KB Tochmash había desarrollado previamente un cañón para la estación espacial militar Almaz y trabajó en varios otros programas contraespaciales de la era soviética y OKB Novator tiene una larga historia en el desarrollo de misiles antiaéreos de largo alcance. En 2010, Almaz-Antey comenzó el trabajo de diseño técnico basado en esos planos iniciales y entró en la creación de prototipos y la producción inicial de varios componentes de software y hardware durante los siguientes años. Los componentes individuales se probaron en 2012 y las pruebas iniciales sin vuelo del sistema en su conjunto se llevaron a cabo con éxito en 2013. En 2013, se firmó un segundo contrato entre el Ministerio de Defensa y Almaz-Antey que también incluye al Instituto de Tecnología Térmica de Moscú. , que se especializa en misiles balísticos de combustible sólido de largo alcance, como subcontratista en lugar de OKB Novator. La implicación es que puede haber dos misiles separados en desarrollo para Nudol, una versión de corto alcance desarrollada por OKB Novator195 y una versión de largo alcance desarrollada por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú.

La evidencia sugiere que Nudol se está desarrollando para el propósito directo de operaciones ASAT de ascenso directo. A lo largo del proceso de desarrollo, Almaz-Antey (cuyo papel dentro del complejo de defensa ruso es el desarrollo de tecnologías para la “defensa espacial activa”) ha presentado el sistema como valioso para mantener en riesgo los activos LEO de EE. UU. Lo poco que se sabe públicamente sobre las pruebas de vuelo de Nudol sugiere más una intercepción de trayectoria balística orbital que una intercepción de misiles a mitad de camino. Lo más significativo es que el sistema en sí es descrito por los informes de la prensa estatal rusa como un “nuevo complejo ruso de intercepción de defensa antimisiles de largo alcance y defensa espacial basado en TEL móvil. dentro del alcance del Nudol OKR [proyecto de desarrollo experimental] ". El sistema parece estar designado como 14Ts033, compuesto por el cohete 14A042 Nudol, el sistema de comando y control 14P078 y el radar 14TS031.

Ha habido nueve pruebas de vuelo conocidas, cuatro de las cuales probablemente tuvieron éxito y dos pruebas adicionales no confirmadas. Las fuentes sugieren que al menos la prueba de noviembre de 2015 fue solo de un cohete y no incluyó un vehículo asesino. Un informe de abril de 2018, que citaba a funcionarios de inteligencia estadounidenses no identificados, declaró que la prueba de Nudol en marzo de 2018 fue la primera vez que se disparó desde el transportador-montador-lanzador con el que se desplegará. La evidencia no es concluyente en cuanto a si alguna de las pruebas restantes incluyó un vehículo de muerte. Rusia emitió avisos de seguridad para cierres de espacio aéreo en junio y noviembre de 2019 que son consistentes con pruebas adicionales de Nudol, pero hasta la fecha no se han confirmado.

Poco se sabe con certeza acerca de las capacidades operativas del Nudol, y las estimaciones disponibles para la altitud máxima varían ampliamente desde aproximadamente 50 km210 hasta casi 1000 km. Es muy probable que haya algo en el medio pero más cercano a lo primero, según las observaciones de las pruebas de vuelo y el análisis de terceros de los componentes sospechosos. Los informes de los medios rusos sobre la falla de abril de 2015 sugirieron una masa del cohete de 9,6 toneladas métricas, lo que, de ser cierto, indicaría solo una capacidad ASAT muy limitada. La designación 14A generalmente se reserva para "cohetes espaciales" y está destinada a interceptar objetos espaciales, ya sean satélites o ojivas nucleares.

Las imágenes del Nudol parecen mostrar una capacidad de lanzamiento móvil pero un radar estacionario, de acuerdo con la aplicación de defensa antimisiles para la que se concibió inicialmente e informa que se basa en el sistema de radar 14TS031. Esto ha llevado a algunos expertos a señalar que si bien el sistema es móvil, sin radar móvil, podría limitarse a alcanzar satélites que pasen sobre territorio ruso. Sin embargo, varios factores reducen la relevancia de este hecho. Primero, en el caso de un conflicto en el extranjero cercano de Rusia, muchos de los activos estadounidenses más relevantes pasarían por encima de sus gastos. Más importante aún, Rusia está madurando rápidamente múltiples tecnologías para la focalización, el seguimiento y la medición avanzados. Estos incluyen, entre otros: láseres terrestres que, mientras están estacionarios, son un medio más flexible de adquisición de objetivos que el radar; radar móvil; capacidades de focalización, seguimiento y medición (TT&M) y SSA basadas en el espacio; expansión y modernización de sitios de monitoreo espacial basados ​​en tierra en toda Rusia; y sistemas de guía a bordo similares a los empleados para la corrección de rumbo en etapa tardía de misiles balísticos y de crucero convencionales y nucleares.

Es posible que se esté considerando el armamento nuclear del Nudol bajo al menos algunas circunstancias, pero la evidencia no es concluyente. Las representaciones disponibles del Nudol TEL tienen características que parecen ser sistemas de control ambiental (ECS) en los tubos de misiles, una característica típicamente asociada con los misiles con armas nucleares. Y existe un precedente para tal decisión: el 51T6 Gorgon tenía punta nuclear debido al escepticismo persistente con respecto a la eficacia y confiabilidad de la defensa antimisiles no nucleares. Algunos estrategas militares soviéticos y rusos han discutido la conveniencia de los ASAT nucleares para obtener un efecto EMP y cinético confiable, rápido y de área amplia, pero no hay evidencia pública concluyente de que la Unión Soviética o Rusia planearan armas ASAT con punta nuclear, incluso cuando parte de su respuesta a la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) de Reagan. También hay quienes argumentan que Rusia ha cambiado su doctrina nuclear hacia el uso de armas nucleares tácticas para la guerra, pero la mayoría de los expertos rusos concluyen que esto aún no ha sucedido. Además, los medios de comunicación en ruso informaron a principios de 2018 que el sistema no estaría equipado con ojivas nucleares. Según se informa, la implementación está programada para fines de 2018.

Los medios de comunicación rusos también informaron que un nuevo tipo de interceptor lanzado desde un vehículo móvil fue probado en julio de 2018 por las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia. Según Andrey Prikhodko, subcomandante de defensa aérea y antimisiles de las Fuerzas Aeroespaciales, "Después de una serie de pruebas, el misil interceptor confirmó sus especificaciones y realizó con éxito su tarea, alcanzando el objetivo simulado con la precisión especificada". Los detalles de la prueba no fueron publicados.

lunes, 21 de diciembre de 2020

Japón: De la destrucción total a la 3ra mejor armada del Mundo

Renacimiento de la Armada japonesa 1945-2014



La "fuerza de autodefensa marítima" japonesa, heredera de la flota imperial que fue completamente desmantelada en 1945, se ha convertido desde 2012 en la tercera armada militar más grande del mundo en términos de tonelaje[1], por detrás de sus contrapartes estadounidenses y rusas. Ahora se encuentra en la primera línea frente a una China que tiene la intención de afirmarse cada vez más en el mar. La Armada del Sol Naciente se encuentra hoy en un punto de inflexión en su historia, dividida entre su estatus, muy restringida por la constitución japonesa , y un contexto geoestratégico tenso. Pero volvamos primero a las circunstancias de la aparición de este gigante marítimo muy discreto y cómo llegó allí.



Jerome Percheron || L'autre côté de la colline


Arriba: el portaaviones Amagi, zozobró en el puerto de Kure en 1946. Abajo: el "destructor portahelicópteros" Izumo, lanzado el 6 de agosto de 2013. Fuentes: Junta de investigación de la Marina de los EE. UU. - Archivos militares de la Marina de los EE. UU. [Arriba] y http://www.mycity-military.com [abajo]


1945, año cero

El 2 de septiembre de 1945, luego de 8 años de una guerra atroz que comenzó con la invasión de China y terminó en un Japón incruenta que los estadounidenses se preparaban para invadir, el gobierno de Tokio firmó la rendición de lo que quedaba de su imperio.
Los pocos barcos supervivientes de su flota de batalla son requisados ​​por los vencedores: algunos servirán como objetivos para pruebas atómicas en el Pacífico, otros serán destruidos. Solo unas pocas unidades auxiliares se mantendrán durante 3 años para repatriar a los soldados japoneses dispersos en el sudeste asiático y el Pacífico.
Con sus fuerzas militares totalmente desmanteladas, Japón depende completamente de Estados Unidos para su defensa. Las fronteras del archipiélago están garantizadas en particular por la Armada de los EE. UU. . 



Los restos de la extinta flota imperial ensucian los puertos japoneses. Aquí, los acorazados Ise, Haruna y Hyuga, hundidos entre el 24 y el 28 de julio de 1945, durante el ataque, por no menos de 7 portaaviones estadounidenses, al puerto de Kure en el que se había refugiado la mayor parte de este. que quedó de la flota.
Fuente: http://ostfront.forumpro.fr/t2441-la-revanche-de-pearl-harbor


Una nueva constitución y un tratado de paz

Los servicios del general MacArthur, comandante en jefe de las tropas de ocupación, dictan2 una nueva constitución para el país, en la que no solo el emperador ya no tiene ningún poder político, sino también, y sobre todo, el país renuncia a cualquier forma. de derecho a la guerra ya poseer fuerza militar.
El artículo 9 de esta constitución, adoptada en 1947, es muy claro en este punto:

“Aspirando sinceramente a una paz internacional basada en la justicia y el orden, el pueblo japonés renuncia para siempre al derecho soberano de una nación a usar la fuerza o la amenaza de tal fuerza en conflictos internacionales. (…) No se poseerá tierra, mar, aire ni ninguna otra fuerza militar. No se reconocerá el derecho de beligerancia del estado. "

Japón es un archipiélago de más de 1000 islas y depende enteramente del mar para su suministro de materias primas y gran parte de su comida (pesca). Por tanto, se siente rápidamente la necesidad de vigilar las costas. Así, en 19483 se creó una agencia civil de guardacostas, la "agencia de seguridad marítima". Heredó algunos dragaminas que habían sobrevivido de la extinta Armada Imperial4. Nos permite conservar el saber hacer y algunos marineros experimentados.
En 1951, en San Francisco, se firma finalmente el tratado de paz, concretización de la capitulación de 1945, entre Japón y sus vencedores: los Estados Unidos por supuesto, pero también 47 de sus aliados (a excepción de los URSS y China Popular que se negaron, habiendo prevalecido ya la Guerra Fría). La ocupación del país terminó oficialmente en 1952 y este último fue autorizado a constituir una "fuerza de autodefensa" no nuclear, no ofensiva, y prohibida las operaciones externas, a las que no supere el 1% del PIB. debe ser dedicado. Una lectura estricta del Artículo 9 podría considerar esta fuerza como inconstitucional, pero Estados Unidos, fuertemente comprometido con Corea, está encantado de poder delegar algunas de sus obligaciones. Todavía conservan importantes bases militares en el archipiélago, particularmente en Okinawa.

La creación de la autodefensa marítima y la guerra fría

En 1952, Estados Unidos cedió buques patrulleros y destructores retirados del servicio a la Agencia de Seguridad Marítima, cuyo número aumentó rápidamente. Al mismo tiempo, se rehabilitan los astilleros japoneses y se lanzan los estudios para un primer destructor de diseño nacional ...
En 1954, las "autodefensas japonesas" fueron creadas bajo el tratado de paz de 1951. Su componente marítimo surgió de la división de la flota gestionada por la Agencia de Seguridad Marítima. Este último conserva la actividad específica de guardacostas, que permanece bajo administración civil y cede los buques de combate, que quedan bajo el control del Ministerio de Defensa. El "núcleo" de marineros experimentados, extraídos de la desaparecida Armada Imperial y retenidos por la Agencia, hizo posible este nacimiento.
La nueva flota tiene la pesada tarea de asegurar las fronteras del archipiélago, para alivio de los estadounidenses que pueden reposicionar sus activos en el contexto de la Guerra Fría:

  • La VII Flota, con base en Yokosuka respeta cualquier inclinación de China o la URSS, y constituye la pieza central del paraguas nuclear estadounidense del archipiélago, que asegura (y aún asegura) la disuasión nuclear de Japón, este último no tiene derecho a poseer armas nucleares en virtud del Tratado de Paz de 1951.
  • La isla de Okinawa, en el sur, ocupada hasta 1972, concentra las tres cuartas partes de las bases estadounidenses del archipiélago y aún cuenta hoy con más de 20.000 soldados estadounidenses (principalmente marines, marina y USAF) [5].

En 1956 entró en servicio el primer buque de guerra diseñado y fabricado en Japón desde 1945. Se trata del Harukaze, un destructor antisubmarino, sin helicóptero a bordo (esta tecnología, apenas madura, todavía no estaba en uso marítimo en ese momento), construido por los astilleros Mitsubishi. en Nagasaki. Este modelo se perfeccionará constantemente y dará lugar a otros 22 destructores que se lanzarán hasta 1978[6]. 



El destructor Harukaze, entró en servicio en 1956 y se retiró en 1985. Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Harukaze-class_destroyer

La industria naval japonesa se volverá muy activa y lanzará nuevos tipos de barcos: destructores de misiles, barcos de guerra antisubmarinos equipados con helicópteros, submarinos de ataque con propulsión convencional (diesel-eléctrica). .. Todos estos edificios se benefician de las transferencias de tecnología estadounidense, en particular en lo que respecta a radares, sonares y armamento (cañones antimisiles Phalanx, misiles antibuque Harpoon, por ejemplo). En la relativa indiferencia del pueblo japonés, ya pesar de un presupuesto de defensa limitado al 1% del PIB, una flota poderosa se acumulará gradualmente. Sin embargo, se mantiene limitado a la protección de los accesos marítimos del país, sin posibilidad de proyección, y enfocado a un rol defensivo: solo se busca la destrucción de submarinos y embarcaciones de superficie de un posible agresor.


El destructor multifunción Asagari, lanzado en 1986. Está equipado con el sistema Phalanx Mk15-CIWS (protección cercana contra misiles antibuque) y misiles antibuque Harpoon. Fuente: http://www.seaforces.org/marint/Japan-Maritime-Self-Defense-Force/Destroyer/Asagiri-class.htm

De hecho, con la Guerra Fría, la defensa del archipiélago se orientó principalmente, hasta la década de 1980, hacia la posibilidad de una invasión soviética desde el Norte7: Sapporo, la quinta ciudad más grande de Japón, ubicada en la isla. el norte de Hokkaido, está a menos de 800 km de Vladivostok, y las islas Kuriles, ocupadas por el Ejército Rojo desde 1945, forman un puente entre Kamchaka, lleno de bases militares soviéticas, en particular el gran puerto de Petropavlosk, y la gran isla del norte de Japón.


Proximidad al norte de Japón con Vladivostok y las islas Kuriles. Fuente: http://www.danube.fr/PDF/MAP/World_map_pol_2005-fr.pdf

El fragmentado archipiélago japonés, con una población y una infraestructura agrupadas principalmente en estrechas franjas costeras, prácticamente no tiene profundidad estratégica: el establecimiento de una sólida cabeza de playa enemiga provocaría rápidamente el colapso de las defensas. Por tanto, es aconsejable prohibir el acercamiento del archipiélago a una flota invasora, de ahí el papel principalmente de "cazadores" de los edificios de las autodefensas, pero también de la aeronáutica naval (patrulla guerra marítima, antisubmarina, etc.).
Afortunadamente, desde finales de los años ochenta este escenario es cada vez menos probable. Pero una nueva amenaza está creciendo en Occidente ...


Frente a Corea del Norte

Infiltraciones y secuestros

El régimen de Pyongyang comenzó a infiltrar espías en Japón durante la Guerra Fría, en su propio nombre o en el de la URSS o China, utilizando pequeñas embarcaciones, poniendo de pie a los guardacostas. De hecho, una fuerte comunidad originaria de Corea vive en Japón: aproximadamente 600.000 personas. Proporciona, a pesar de sí mismo, una cobertura ideal para estos agentes.
La forma más trágica de estas acciones sigue siendo el secuestro de ciudadanos japoneses, utilizado para entrenar espías en el idioma y las costumbres del país. Se produjeron 17 secuestros entre 1977 y 1983, de los cuales 13 fueron reconocidos oficialmente por Corea del Norte en 20028. Se referían a personas de poco más de veinte años, siendo el más joven un estudiante universitario de 13 años. , secuestrado en noviembre de 1977 en la localidad costera de Niigata. Solo cinco de ellos han vuelto a ver Japón, se presume que los demás murieron en cautiverio ... Este tema continúa envenenando las relaciones de Japón con Corea del Norte hasta el día de hoy. Pero los secuestros no solo conciernen a Japón, se han identificado cientos de casos sospechosos en Corea del Sur9, el principal objetivo de los ataques de Pyongyang.

Secuestros de ciudadanos japoneses por norcoreanos. Fuente: http://factsanddetails.com/japan/cat22/sub149/item2923.html

La evidencia de las infiltraciones de Corea del Norte llegó en 1990 cuando una de las plantas de energía nuclear más grandes de Japón fue descubierta cerca de Mihama, un pequeño barco espía varado10 que contenía documentos sellados del régimen de Corea del Norte, armas pequeñas y libros. códigos de cifrado. Seguirán otros descubrimientos de barcos espía, en particular gracias a los aviones de patrulla marítima P3-C Orion de la aeronáutica naval, pero sin que se puedan abordar a tiempo… Hasta 2001 cuando, en el sur de la isla de Kyushu, tuvo lugar la primera "batalla naval" que involucró a las fuerzas japonesas desde 1945: un arrastrero armado norcoreano, bajo una falsa bandera china, fue perseguido por una veintena de guardacostas. Estos lo alcanzaron y realizaron varios disparos de advertencia, a los que la nave espía respondió con fuego de ametralladora y cohetes, causando 3 heridos entre las tripulaciones japonesas, quienes luego respondieron y lo hundieron cuerpo y propiedad11.


La persecución del arrastrero espía norcoreano en 2001. Fuente: http://news.bbc.co.uk/olmedia/1720000/images/_1724913_boat2300ap.jpg

La amenaza balística y los destructores AEGIS

Beneficiándose en las décadas de 1970 y 1980 de las transferencias de tecnología soviéticas y chinas, los norcoreanos diseñaron y fabricaron sus propios misiles balísticos. A partir de 1988, desarrollaron el Hwasong-6, con un alcance de 900 km (exportado en la década de 1990 a Irán y Pakistán). Por tanto, puede llegar a parte de la costa oeste de Japón12. La investigación continúa aumentando su alcance y están surgiendo sospechas de un programa nuclear clandestino ... La amenaza es grave y Japón desea adquirir sistemas antimisiles.
Luego, Estados Unidos les entregará una de sus tecnologías militares más valiosas: el sistema AEGIS ("escudo" en griego). Viene directamente de la Guerra Fría: en la década de 1960, los estadounidenses se dieron cuenta de la vulnerabilidad de sus barcos de superficie, en particular sus portaaviones, a los bombarderos soviéticos equipados con misiles antibuque de largo alcance. Los cazas montados pueden derribar muchos de ellos, pero en los ataques de saturación (donde se lanzan una gran cantidad de misiles a un solo objetivo) algunos aún lograrán pasar. Sin embargo, puede ser necesario incapacitar a un portaaviones, o incluso aniquilar a todo un grupo de ataque de portaaviones si el misil está equipado con una ojiva nuclear. En la década de 1970 se desarrolló un sistema basado en un radar de escaneo electrónico muy potente, que guiaba automáticamente los misiles antimisiles lanzados verticalmente (Standard Missile 1 o SM-1) y destinados a ser embarcados en un barco. , equipa el primer crucero AEGIS (clase Ticonderoga) de la Armada de EE. UU.
Por lo tanto, estos edificios están destinados inicialmente a la protección de los portaaviones estadounidenses. Pero rápidamente nos damos cuenta del potencial del sistema, capaz de alcanzar cualquier misil balístico en su fase descendente. Luego comienza a desempeñar el papel de paraguas antimisiles de teatro (en el sentido de "teatro de operaciones"). Es este uso el que favorecerán los japoneses, manteniendo una fuerte capacidad antisubmarina y antiaérea, con los destructores de la clase AEGIS Kongo, basados ​​en sus homólogos estadounidenses de la clase Arleigh Burke, y destinados a constituyen la columna vertebral de la flota japonesa. La primera de las 4 unidades entró en servicio en 1991 y la última en 1998. Todavía están en uso y se les unieron en esta función dos nuevos destructores clase Atago, derivados mejorados, en 2007 y 2008.


El destructor AEGIS Kongo, que entró en servicio en 1991. En la proa, justo detrás de la torreta del cañón de 127 mm, podemos ver las rejillas de lanzamiento verticales de los misiles SM-2. Las antenas de radar del sistema AEGIS son formas octogonales blancas identificables debajo del puente. Fuente: http://www.defenseindustrydaily.com/up-to-387m-for-japanese-naval-abm-components-0807/

Las nuevas versiones de los misiles, SM-2 y especialmente SM-3, todavía construidos por los estadounidenses, son capaces de alcanzar misiles balísticos intercontinentales en su fase ascendente (antes de que puedan separarse en múltiples cabezas, lo que hace su interceptación difícil), e incluso satélites. Estos mismos misiles son la parte principal del escudo antimisiles estadounidense pero también de la OTAN en Europa. ¿Un derroche de tecnología para interceptar unos torpes misiles norcoreanos? No, porque por un lado Pyongyang está perfeccionando sus misiles que alcanzan un alcance de varios miles de kilómetros en la década de 2000, y por otro lado el objetivo también es frenar los de otro vecino poderoso: China ...


29 de octubre de 2010: el misil SM-3 disparado desde Kirishima (la nave hermana de Kongo), que intercepta con éxito un misil balístico de ejercicio, unos minutos después es lanzado desde Hawai. Fuente: http://www.mda.mil/global/images/system/aegis/jftm4stbd.jpg

El despertar del dragón

Tras la liberalización de la economía lanzada por Deng Xiaoping a fines de la década de 1970, China ha experimentado desde entonces un crecimiento económico sostenido y, como resultado, necesidades cada vez mayores en energía, materias primas e importación / exportación de productos. . Sin embargo, dado que estos flujos transitan principalmente por mar, se da cuenta del interés capital en asegurar sus rutas marítimas. El mar también contiene enormes recursos, pesca, gas, petróleo ... que un país como Japón, con una zona económica exclusiva13 (ZEE) 12 veces el tamaño de su territorio emergido, ha entendido desde hace mucho tiempo.


Zona económica exclusiva de Japón. Podemos ver la ventaja de poseer islas dispersas para agrandar estas últimas. Fuente: http://www.cairn.info/resume.php?ID_ARTICLE=HER_141_0098

Sin embargo, los enfoques marítimos de China están literalmente encorsetados por una cadena de islas pertenecientes a estados que ven su desarrollo con la mayor sospecha (Japón, por supuesto, pero también Taiwán, Singapur, Indonesia, Vietnam). ), con el que Estados Unidos ha estrechado más o menos discretamente sus vínculos.
El almirante chino Liu Huaqing, quien participó en la Gran Marcha junto a Mao, comandante en jefe del Ejército Popular de Liberación de 1982 a 1988, explica que será necesario dominar el espacio marítimo entre las costas chinas y esta cadena de islas (ver mapa más abajo), y en segundo lugar perforarla para llegar a una segunda cadena cuyo dominio le permitiría el libre acceso al Pacífico y asegurar efectivamente la defensa del país . Estos objetivos deben lograrse con una armada poderosa y tecnológicamente avanzada. Inició la modernización y expansión de este último, que en la actualidad es en términos de tonelaje, el tercero del mundo, empatado con Japón, pero de un carácter mucho más ofensivo que la Armada del Sol Naciente. . Tiene un portaaviones (comprado sin terminar a Rusia y modernizado) y está diseñando al menos otro. Por otro lado, ha diseñado, con la ayuda inicial de transferencias tecnológicas rusas más o menos voluntarias14, sus propios homólogos de destructores AEGIS, aunque menos sofisticados (destructores Type-52C y D) y está probando misiles balísticos capaces de '' Golpearon portaaviones y otros buques de superficie de gran tamaño.


Las dos cadenas de islas del almirante Liu Huaqing Fuente: Instituto Naval de EE. UU. Http://www.usni.org/magazines/proceedings/2011-11/drawing-lines-se

Como se puede ver en el mapa, la primera cadena de islas toca Japón, lo que explica un buen número de disputas en el Mar de China ahora, pero la segunda, inicialmente programada para alcanzarse alrededor de 202015, ¡lo abarca! Este deseo de expansión estratégica y tecnológica no es una mera fantasía, sino que refleja un profundo sentimiento chino de no tener que sufrir más las humillaciones que ha conocido el país durante su historia contemporánea desde las guerras de China. opio en el siglo XIX, a través de la firma forzosa de tratados injustos y violaciones de su soberanía (concesiones extranjeras, invasión japonesa, etc.), generalmente interpretado como proveniente de un diferencial tecnológico16. En la historia reciente, dos portaaviones estadounidenses han cruzado el Estrecho de Taiwán (un brazo del mar entre Taiwán y China) para sofocar la crisis de 1996 entre "el Reino Medio" y su "provincia rebelde". Este último ya no lo toleraría hoy en día.


El portaaviones chino Liaoning, escoltado por 3 destructores Tipo 52C. Tener un portaaviones es una cosa, dominar su empleo dentro de un grupo de ataque de portaaviones y optimizar el despliegue de su grupo aéreo es otra. Estos aspectos pueden tardar años o incluso décadas en adquirir. Fuente: http://www.meretmarine.com/fr/content/la-chine-lheure-des-porte-avions

A la vanguardia

Por lo tanto, Japón debe prepararse para proteger sus rutas de suministro y gestionar las disputas fronterizas ubicadas en su ZEE, lejos de la costa del país, evitando ir tan lejos como irreparable con una China que sigue siendo su socio. económico fundamental. Este es el caso, por ejemplo, de las islas Senkaku / Diaoyutai (nombre japonés / nombre chino respectivamente), reclamadas por Beijing (y Taiwán), pero bajo administración japonesa, donde se producen frecuentes enfrentamientos entre la guardia costera y los barcos chinos. Otro ejemplo, aunque la situación es menos tensa: las Islas Kuriles, antiguas posesiones japonesas, ocupadas por la Unión Soviética en 1945 y luego pasadas bajo la autoridad de la Federación de Rusia, una potencia marítima (re) emergente en la región. . Japón ve su relativa proximidad a la isla de Hokkaido como una amenaza potencial. Esta amenaza podría neutralizarse controlando su espacio marítimo.
Por tanto, ya no se trata de defender los accesos inmediatos al archipiélago, sino de asegurar una presencia disuasoria lejos de él. Para que esa presencia sea creíble, tiene que demostrar que la fuerza se puede utilizar de forma eficaz. Para ello, es necesario contar con medios significativos capaces de permanecer durante mucho tiempo en una zona remota y prohibir el paso por ella: esto se denomina estrategia de “denegación de acceso” o “prohibición”. ". La mejor arma para ello, fuera de las zonas litorales, es el submarino de ataque. Este último, difícil de detectar y tanto más peligroso si puede permanecer bajo el agua durante mucho tiempo, es muy eficaz contra los buques de superficie. Sin embargo, su uso es mucho más delicado para contrarrestar a sus contrapartes opuestas. El medio más flexible para la "caza submarina" sigue siendo el helicóptero o el avión de patrulla marítima, por su capacidad para cambiar rápidamente de detección a ataque, por la variedad de equipos de detección que ofrece. usos (barreras acústicas de boyas, detección infrarroja o electromagnética) y especialmente la imposibilidad de replicación de su objetivo17. Por todas estas razones, la armada japonesa adquirirá nuevos tipos de edificios: submarinos de ataque de propulsión anaeróbica o AIP (Air Independent Propulsion) y porta-helicópteros de guerra antisubmarina.

Submarinos



El Hakuryu, tercer submarino de la clase Soryu, visitó Pearl Harbor en febrero de 2013 Fuente: http://www.enderi.fr/Tractations-sous-marines_a233.html


A principios de la década de 2000, Japón ya contaba con una de las flotas de submarinos de ataque más grandes del mundo (18 unidades) y, sin duda, los submarinos convencionales más avanzados y automatizados (propulsión diésel-eléctrica). , gracias a las industrias de defensa a la vanguardia de la tecnología y sin apoyo estadounidense. Dada su historia contemporánea, es comprensible que Japón esté renunciando al uso de la energía nuclear en el campo militar. Por tanto, no se puede plantear la posibilidad de construir submarinos de propulsión nuclear. Para aumentar el tiempo de presencia de los sumergibles y su sigilo sonoro, Kawasaki y Mitshubishi Heavy Industries añadirán a la propulsión convencional, en los nuevos submarinos de la clase Soryu, propulsión anaeróbica, en este caso el sistema sueco Kockum basado en el principio del motor Stirling18: es un gas en circuito cerrado y no el producto de la combustión interna el que proporciona la fuerza de trabajo, siguiendo un ciclo de calentamiento / expansión / enfriamiento / compresión. 4 de estos submarinos, los más grandes (4200 t) construidos en Japón desde la Segunda Guerra Mundial, entraron en servicio entre 2009 y 2013, elevando la fuerza de los submarinos japoneses a 22 unidades, y se planean o ya en construcción, superando en gran medida a sus homólogos chinos. Australia, otra potencia emergente en la región, igualmente preocupada por la expansión china, incluso ha mostrado interés en adquirir estos submarinos, planteando la delicada cuestión de la exportación de armas por parte de Tokio. hasta entonces prohibido por la estricta interpretación de la constitución.

Portadores de helicópteros

En 2001 se tomó la decisión de construir 2 grandes portahelicópteros con el fin de reforzar la flota existente de barcos del mismo tipo pero de dimensiones modestas (clase Shirane de 1980 y Osumi de finales de los 90) y así hacer frente a los nuevos desafíos de proteger la ZEE. Estos son los "destructores de helicópteros" clase Hyuga. No se equivoquen, no son un mero destructor y el nombre es principalmente político, para no parecer que están eludiendo la constitución. Capaces de operar hasta 11 helicópteros y equipados con una balsa19 que les permite realizar operaciones de asalto anfibio, pueden servir como buques insignia en operaciones a gran escala. Son los barcos militares más grandes construidos por Japón desde la Segunda Guerra Mundial. Son bastante similares en tamaño y capacidad a sus equivalentes franceses, los BPC de la clase Mistral. El Hyuga y su barco hermano, el Ise, entraron en servicio en 2009 y 2011 respectivamente.


El portahelicópteros Hyuga, sobrevolado por los Sea Hawks de su escuadrón de guerra antisubmarina Fuente: wikipedia commons

Pero la carrera armamentista está lejos de terminar. En 2013, tuvo lugar un evento que llevó a China a emitir protestas oficiales. El nuevo "destructor de helicópteros" Izumo rompe el récord del buque de guerra japonés más grande lanzado desde la Segunda Guerra Mundial. Una especie de versión ampliada del Hyuga, su longitud es de unos pocos metros la del portaaviones francés Charles de Gaulle. Sus 16 helicópteros (lo que representa una considerable capacidad de guerra antisubmarina) se encuentran cómodos en sus enormes hangares. Ya se está construyendo un segundo edificio de esta clase. Al igual que con la clase Hyuga, estos barcos llevan el nombre de los antiguos acorazados de la Flota Imperial, lo que irrita aún más a Beijing. Aparentemente inocuo pero de gran importancia: solo pasaron 19 meses entre la colocación de la quilla del Izumo y su lanzamiento, lo que es una actuación rara en tiempos de paz para los astilleros militares. Japón quería de esta manera mostrar que su complejo militar-industrial estaba listo, si era necesario, para reaccionar y aumentar rápidamente. China lo ve como un "portaaviones disfrazado" y, por lo tanto, expresa dudas sobre las intenciones pacifistas defendidas oficialmente por Japón. Es cierto que podría, con la adición de un trampolín, implementar cazas de despegue / aterrizaje / verticales cortos F-35B, pero esta versión del F-35 no está actualmente ordenada por Tokio. Un buque de este tipo permite ir más allá de una estrategia de “denegación de acceso” para permitir una estrategia más ambiciosa de “control marítimo” 20, es decir, vigilar y controlar, a largo plazo, un espacio marítimo mucho mayor y resérvelo para su uso personal. Fue, por ejemplo, una estrategia de control de este tipo la que finalmente permitió a la Royal Navy oponerse con éxito a la estrategia de denegación de acceso al submarino de la Kriegsmarine durante ambas guerras mundiales.



El "destructor con helicópteros" Izumo, cuando se botó en 2013. Fuente http://snafu-solomon.blogspot.fr/2013/08/tail-of-tape-wasp-vs-isumo.html

La cara oculta del sol naciente

El público en general japonés está comenzando a darse cuenta del resurgimiento de un complejo militar-industrial. La progresiva desconexión de Estados Unidos en la defensa del archipiélago desde el final de la Guerra Fría y la pobreza de este último en términos de recursos naturales no ofrecen a Tokio otra alternativa que hacer un gran esfuerzo por conservar. control de sus rutas marítimas y su ZEE. Esto requiere tener una armada de eslora suficiente para protegerlos. También es de interés para Japón, ya que le permite adquirir una autonomía estratégica cada vez mayor. Pero este rearme, porque hay que llamarlo así, plantea el problema de la brecha cada vez más notoria entre las capacidades militares reales del país y su constitución pacifista, complementada por el tratado de 1951. Por otro lado, para financiar este esfuerzo en un país que envejece donde la economía se ha estancado más o menos desde principios de la década de 1990, la exportación de equipo militar (submarinos a Australia, por ejemplo) sería bienvenida, aumentando nuevamente la brecha en comparación con los textos ...
Asimismo, sucesivos gobiernos están preparando a la opinión pública, todavía muy apegada al pacifismo, para que la idea de modificar la constitución ya no se considere una locura ... Para atender lo más urgente, Tokio ha tomado, con la bendición de los Estados- Unidos, dos decisiones muy importantes en julio de 2014: el levantamiento de la prohibición de exportación de equipo militar y la posibilidad de involucrar a las autodefensas en operaciones de combate distintas a las relacionadas con la defensa nacional21. . Con la idea de un ejército "estrictamente defensivo" sin una base real, las máscaras están cayendo y el "pacifismo estatal" japonés es ahora solo una fachada ...
A los ojos del gobierno japonés, este proceso está ampliamente justificado por la diferencia de trato que Beijing reserva a sus vecinos del Mar de China. Por mucho que haga falta por el momento con Japón, su política es mucho más agresiva con las naciones más débiles. Este es el caso de India, pero también de Vietnam, por ejemplo, que vio parte de sus islas Paracel invadidas manu-militari en 1974, y Spratly en 1988, rica en petróleo. El caso de Taiwán es emblemático. La "provincia rebelde", para la que los enfrentamientos militares con su hermana continental mayor no son una abstracción, todavía se beneficiaba hace unos años, gracias a la ayuda estadounidense, de una superioridad aérea que le garantizaba su margen de maniobra. Este ya no es el caso hoy en día tras el rápido ascenso de la marina y la fuerza aérea chinas. Sin embargo, Estados Unidos se opuso recientemente a la adquisición por parte de Taipei de equipamiento militar de última generación, por temor a ofender a Beijing, que había alzado la voz ... Este último punto actuó como una descarga eléctrica en Japón, que lo vio como qué le podría pasar si no continuaba con sus esfuerzos. Si el apoyo estadounidense ya no se le otorga automáticamente, ¿a quién podría recurrir Taiwán para evitar la “finlanización” de China? Hacia la única potencia militar capaz de plantar cara a China actualmente en la región: Japón. Este acercamiento ya está en marcha silenciosamente22. Sería un cambio radical que la historia tenga el secreto, sabiendo que la tierra del sol naciente la ocupó desde 1895 hasta 1945.

Juego del gato y el ratón entre patrulleras japonesas y chinas frente a las islas Senkaku Fuente: http://www.csmonitor.com/Commentary/Opinion/2012/1025/US-must-clearly-back-Japan-in-islands -Disputa-con-China-video

Conclusión

La poderosa flota japonesa, nacida de la voluntad estadounidense, está preparada para un papel regional. Actualmente, no es capaz de proyectarse al otro lado del mundo para operaciones ofensivas como pueden hacerlo sus homólogos estadounidenses, británicos o franceses. Sin embargo, es una formidable adversaria para cualquier agresor, sobresaliendo en la guerra antisubmarina. Su desarrollo sostenido en los últimos años lo hace en gran medida capaz de defender su ZEE y tiene el potencial de crecer aún más. De hecho, no es suficiente poseer barcos para hacer una flota de combate efectiva, sino combinar inteligentemente los siguientes factores:

  • Un sólido complejo militar-industrial: la única garantía de estar libre de injerencias externas en el diseño, fabricación y uso de los buques (lo que no excluye la cooperación, al contrario), para poder ganar impulso rápidamente en caso de un conflicto prolongado, y simplemente para mantener los recipientes usted mismo. Japón sobresale en estas áreas y lo ha demostrado en la velocidad de construcción del portahelicópteros Izumo.
  • Tripulaciones experimentadas y capacitadas: es una de las armadas del mundo que más recursos destina a la formación.
  • Una doctrina laboral basada en un estudio claro de necesidades y amenazas, así como materiales efectivos adaptados a la doctrina.

Esta alquimia es difícil y larga de emerger, y característica de naciones con una dilatada experiencia marítima, como es el caso de Japón, que domina perfectamente estos criterios.
Sin embargo, aunque tiene pocas opciones, su oposición frontal a la expansión estratégica de China solo puede conducir a una escalada de las tensiones a mediano plazo. Sin embargo, si China tiene una demografía y un poder económico que le permiten tomarse todo su tiempo, este no es el caso de Japón, que lucha por salir de una crisis económica latente, no tiene recursos naturales en el propio archipiélago y muestra una tasa de natalidad cada vez más baja.

Bibliografía

  • Bernard Prézlin, Flottes de combat 2013, Editions Ouest France, 2013
  • Céline Pajon, Comprendre la problématique des bases militaires américaines à Okinawa, IFRI, Paris, Juin 2010
  • Jun NOHARA, Changement de l’environnement maritime en Extrème-Orient : La force d’autodéfense japonaise, Centre d’Etudes Supérieures de la Marine, 2011
  • William C. Triplett, How a Nuclear North Korea Threatens America, Regenery Publishing, Washington D.C., 2004, p. 114
  • Windy Marty, L’importance de la lutte anti-sous-marine au XXIè siècle, Centre d’études supérieures de la Marine, 2011
  • Julian S. Corbett, Principes de stratégie maritime, Economica, Paris, 1993

Notas

1 D’après : Bernard Prézlin, Flottes de combat 2013, Editions Ouest France, 2013.

2 Morris I., L'évolution politique du Japon d'après guerre. In: Politique étrangère N°3 - 1956 - 21e année p. 326

3 http://www.kaiho.mlit.go.jp/e/pamphlet.pdf

4 All ships of Japan Coast Guard 1948–2003. In : Monthly Ships of the World N° 613, Kaijinsha, Tokyo, 2003.

5 Céline Pajon, Comprendre la problématique des bases militaires américaines à Okinawa, IFRI, Paris, Juin 2010.

6 http://www.helis.com/database/sys/259_Harukaze_class/

7 Jun NOHARA, Changement de l’environnement maritime en Extrème-Orient : La force d’autodéfense japonaise, Centre d’Etudes Supérieures de la Marine, 2011.

8 LeFigaro.fr, 9 Juillet 2014 : http://www.lefigaro.fr/flash-actu/2014/07/09/97001-20140709FILWWW00431-pyongyang-revele-30-noms-de-japonais-enleves.php

9 AsiaTimes online, 26 Février 2005 : http://www.atimes.com/atimes/Korea/GB26Dg01.html

10 William C. Triplett, How a Nuclear North Korea Threatens America, Regenery Publishing, Washington D.C., 2004, p. 114

11 BBC News, 25 décembre 2001 : http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/1727867.stm

12 Edouard Pflimlin, Le programme balistique nord-coréen : quelles menaces ?, LeMonde.fr, 20 avril 2012 : http://www.lemonde.fr/international/article/2012/04/06/le-programme-balistique-nord-coreen-quelles-menaces_1681516_3210.html

13 Zone économique exclusive : d’après le droit de la mer, il s’agit d’un espace maritime sur lequel un état côtier exerce des droits souverains en matière d’exploration et d’usage des ressources.

14 La Chine a profité, dans les années 90, de la situation désastreuse des anciennes républiques d’URSS pour acquérir du matériel moderne à bas prix, l’analyser et ainsi combler son retard

15 Jun NOHARA, Changement de l’environnement maritime en Extrème-Orient : La force d’autodéfense japonaise, Centre d’Etudes Supérieures de la Marine, 2011

16 Guilhen Penent, Défense et Sécurité Internationale n°108, DSI Presse, novembre 2014

17 Windy Marty, L’importance de la lutte anti-sous-marine au XXIè siècle, Centre d’études supérieures de la Marine, 2011, p. 25

18 De l’ingénieur anglais Robert Stirling qui en a élaboré les principes des 1816, confronté aux premières chaudières à vapeur qui avaient tendance à exploser.

19 Hangar immergeable permettant la mise à l’eau de navires de débarquement

20 L’historien et stratège maritime britannique Julian Corbett (1854-1922) est un penseur majeur de la stratégie maritime. Dans son ouvrage le plus célèbre, Some Principles of Maritime Strategy, il est le premier à théoriser et séparer les stratégies de déni d’accès et de contrôle.

21 Défense et sécurité internationale, n°108, Octobre-Novembre 2014, p.24

22 Ibid., p. 69