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miércoles, 5 de marzo de 2025

Singapur: La envidiable planificación y política de defensa

Resumen de los discursos del Ministro de Defensa de Singapur





La SAF es ahora un ejército moderno de cuatro cuerpos capaz de operar eficazmente en todos los dominios del aire, la tierra, el mar y el espacio digital. El desarrollo de capacidades para la SAF es un ejercicio continuo (infografía: Mindef de Singapur)

En breve hablaré en el Debate del Comité de Abastecimiento 2025. Sintonice aquí para recibir actualizaciones en vivo de mi discurso.

La SAF es ahora un ejército moderno de cuatro cuerpos capaz de operar eficazmente en todos los dominios del aire, la tierra, el mar y lo digital. Pero desarrollar la capacidad y la habilidad de la SAF es un ejercicio continuo: o se mejora o se retrocede.

La Armada también lanzará sus primeros buques de combate multifunción (MRCV) a finales de este año, que sustituirán a nuestras corbetas de clase Victory, en servicio desde 1989. Más grandes y con un alcance tres veces superior al de las corbetas, los MCRV actúan como una nave nodriza con plataformas no tripuladas.

La RSAF está evaluando reemplazos apropiados para los aviones de patrulla marítima Fokker-50, que deben ser reemplazados luego de haber prestado servicio durante 30 años desde 1993.

Los cuatro submarinos de la Armada de la República de Singapur estarán operativos en 2028. La SAF planea adquirir dos más, para completar un total de seis, como medida de estabilidad para su flota de submarinos (imagen: Mindef de Singapur)

Recientemente hemos confirmado la compra de los F-35A de los EE. UU. y esperamos establecer nuestro destacamento de entrenamiento de cazas F-35 y F-16 en la Base de la Guardia Nacional Aérea de Ebbing.

El Ejército contará con un vehículo de combate de infantería de nueva generación, llamado "Titán". Seguirá con ruedas, pero su potencia de fuego se mejorará con un cañón de 30 mm como sistema de armas a distancia y estará equipado con capacidades para contrarrestar sistemas aéreos no tripulados.

El Sistema de Cohetes de Alta Movilidad del Ejército, o HIMARS, en servicio desde 2010 y probado en batalla por Ucrania en la Guerra entre Rusia y Ucrania, se actualizará para integrar cohetes más nuevos y más capaces.

Este nuevo comando se ocupará de las amenazas digitales contra Singapur provenientes de actores estatales y no estatales que amenazan nuestra columna vertebral digital, sin la cual nuestros servicios esenciales se verán paralizados.

Los aviones de patrulla marítima Fokker-50 deben ser reemplazados y la Fuerza Aérea de la República de Singapur está evaluando reemplazos apropiados que incluyen los Boeing P-8A y el Airbus C295 (foto: Mindef de Singapur)

El segundo nuevo comando DIS es el Comando Cibernético de Defensa, que consolida todas las operaciones y capacidades de ciberseguridad del MINDEF/SAF y asocia a todo el gobierno y la industria para fortalecer la ciberdefensa nacional.

Casi tres años después de su creación, el DIS ahora está listo para establecer dos nuevos comandos: el primero es el Comando C4 y Digitalización de SAF (SAFC4DC), que tiene dos centros: el Centro de Tecnología de Operaciones Digitales y el nuevo Centro de Inteligencia Artificial de SAF.

Las Fuerzas Armadas del Sudán ya han desplegado plataformas no tripuladas para sus operaciones. En la actualidad, las patrullas operativas en el estrecho de Singapur se llevan a cabo mediante buques de superficie no tripulados equipados con dispositivos electroópticos, radares y un sistema de armas de 12,7 mm.

Los vehículos aéreos no tripulados también forman parte ahora del arsenal de un soldado en el ejército, como los binoculares para los exploradores, pero con mucho mayor alcance y precisión.

El MINDEF confirmó recientemente la compra de ocho F-35A más, además de los 12 F-35B anunciados anteriormente. También se establecerá un destacamento de entrenamiento de cazas F-35 y F-16 en la base de la Guardia Nacional Aérea de Ebbing (foto: Mindef de Singapur)

Los pequeños UAS comerciales son fáciles de adquirir y pueden reequiparse como armas para causar daño y destrucción. Un grupo de desarrollo y operaciones anti-UAS de la SAF, creado recientemente, será responsable de protegerse contra dichos UAS.

El Ejército también establecerá una oficina similar, llamada Acelerador de Drones para Equipamiento Rápido, o DARE, para ampliar las operaciones de vehículos aéreos y terrestres no tripulados para sus unidades.

La Fuerza Aérea ha establecido un nuevo Centro de Tácticas y Guerra de Sistemas de Aeronaves No Tripuladas (UAS), para impulsar el desarrollo de la guerra de UAS y la integración con otras fuerzas de las SAF para operaciones.

Para garantizar la superioridad tecnológica de SAF, como en IA, la Dirección de Sistemas y Tecnología Futuras y los Laboratorios Nacionales DSO han lanzado dos Grandes Desafíos de IA en asociación con AI Singapore, con los temas “IA robusta” e “IA para el descubrimiento de materiales”.

El ejército de Singapur contará con un nuevo vehículo de combate de infantería llamado Titán. Viene con un cañón de 30 mm como sistema de armas a distancia y está equipado con capacidades antiaéreas no tripuladas (UAS). El sistema de cohetes de alta movilidad (HIMARS) también se actualizará para integrar cohetes más capaces (imagen: Mindef de Singapur)

La SAF también ha creado equipos de adaptación tecnológica, que reúnen tanto a combatientes como a ingenieros de DSO y DSTA, encargados de buscar y adaptar rápidamente nuevas tecnologías para resolver problemas en el campo de batalla rápidamente y en tiempo real.

Las Fuerzas Armadas del Sudán han destinado importantes sumas de dinero a la infraestructura de formación. La Fase 1 de la Ciudad de SAFTI está disponible para formación desde octubre de 2024 con el fin de entrenar a los batallones en operaciones urbanas y seguridad nacional.

Pulau Tekong se ampliará para extenderse 10 km de distancia y servir como la segunda área de entrenamiento de maniobras del Ejército para soldados y vehículos de combate.

Una vez que se complete el Área de Entrenamiento de Greenvale, las SAF tendrán un área de entrenamiento combinada diez veces más grande que Singapur, lo que permitirá desplegar hasta 14.000 personas y 2.400 vehículos por año.

La Armada pondrá en servicio este año sus primeros buques de combate multifunción, que sustituirán a nuestras corbetas de clase Victory, en servicio desde 1989, y actuarán como buques nodriza con plataformas no tripuladas (imagen: Mindef de Singapur)

Se ha ampliado el área de entrenamiento de Shoalwater Bay, lo que permitió realizar la edición más grande del Ejercicio Wallaby el año pasado, con más de 6.200 personas y aproximadamente 490 plataformas.

Pero, dados los rápidos cambios en nuestro entorno externo, continuaremos monitoreando la situación de cerca y, si surge la necesidad, debemos estar preparados para invertir más en el fortalecimiento adicional de nuestras capacidades.

Aun así, durante la última década, el gasto en defensa se ha mantenido dentro del rango del 3% del PIB de Singapur. Espero que el crecimiento del gasto en defensa disminuya a partir del año fiscal 2026 y se mantenga dentro de ese rango durante la próxima década, a menos que surjan conflictos importantes o una incertidumbre económica grave.

Estas inversiones para fortalecer nuestra defensa deben considerarse recursos valiosos. Para este ejercicio fiscal, se prevé que el gasto del MINDEF/SAF sea de unos 23.400 millones de dólares singapurenses, un aumento del 12,4% respecto del ejercicio fiscal 2024.

Equipados con dispositivos electroópticos, radares y un sistema de armas de 12,7 mm, los USV de seguridad marítima de la Armada de la República de Singapur emiten advertencias auditivas y visuales utilizando luces estroboscópicas, sirenas y dispositivos acústicos de largo alcance y, cuando está justificado, disparan con su sistema de armas remotas, lo que agrega otra capa de vigilancia y respuesta operativa al sistema de seguridad marítima de Singapur (foto: Mindef de Singapur)

Tras mi visita al Reino Unido el año pasado, me complace ver que los lazos de defensa entre Singapur y el Reino Unido se están profundizando con el despliegue del Grupo de Ataque de Portaaviones del Reino Unido en nuestra región a finales de este año. Esperamos con interés su posible participación en los ejercicios de la FPDA este año.

Ambas Fuerzas Aéreas también llevarán a cabo la patrulla aérea bilateral inaugural bajo la Patrulla Coordinada Singapur-Indonesia, o PATKOR INDOPURA, a finales de este año.

Tanto el primer ministro Wong como el presidente Prabowo expresaron su apoyo a más enfrentamientos militares entre las SAF y las TNI, incluido el entrenamiento conjunto en Kalimantan.

Con Indonesia, el Acuerdo de Cooperación en Materia de Defensa está en vigor desde marzo de 2024. Proporciona una base sólida para que fomentemos interacciones más estrechas entre nuestros organismos de defensa, especialmente en nuevas áreas de cooperación en materia de defensa.

También tenemos buenas relaciones con Malasia, nuestro vecino más cercano. Malasia está al frente de la ASEAN este año y apoyaremos su presidencia mientras defienda la centralidad y la unidad de la ASEAN, dirigiendo la ADMM y la ADMM-Plus.

La Fuerza Aérea establecerá un nuevo Centro de Tácticas y Guerra de Sistemas Aéreos No Tripulados (UAS), que impulsará el desarrollo de la guerra de UAS y la integración con otras fuerzas de las SAF para operaciones. El Ejército también establecerá una oficina similar para ampliar las operaciones de vehículos aéreos y terrestres no tripulados para sus unidades. Los UAS comerciales pequeños se adquieren fácilmente y se pueden reequipar como armas para infligir daño y destrucción; un grupo de Desarrollo y Operaciones Anti-UAS de la SAF recientemente creado será responsable de protegerse contra dichos UAS (infografía: Mindef de Singapur)

Mi delegación y yo reconocemos y agradecemos el acceso privilegiado tanto al Vicepresidente Zhang como a la clase de comandantes de alto rango en su NDU.

También asistí al 11.º Foro Xiangshan de Beijing, donde me reuní con el vicepresidente de la Comisión Militar Central, general Zhang Youxia, y el almirante Dong. También mantuve una sesión de diálogo con la clase de comandantes de más alto rango del EPL en su Universidad de Defensa Nacional.

En cuanto a China, copresidí el Diálogo de Ministros de Defensa entre Singapur y China en mayo de 2024, al margen del Diálogo de Shangri-La, junto con el entonces recientemente nombrado Ministro de Defensa Nacional, ADM Dong Jun.

Durante mi conversación telefónica con el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, reafirmamos nuestro compromiso con la relación de defensa de larga data que ha beneficiado a Singapur y a los Estados Unidos. Lo invité al Diálogo de Shangri-la y espero seguir fortaleciendo nuestras relaciones de defensa.

El edificio del laboratorio de nivel 4 de bioseguridad se completará en 2026. Cuando esté operativo, y de acuerdo con las directrices de la OMS y el Ministerio de Salud, se certificará como instalación de máxima contención para manipular agentes biológicos letales y desarrollar medidas tempranas de control de enfermedades (foto: Mindef de Singapur)

En 2019, el entonces presidente Trump y el entonces primer ministro Lee Hsien Loong firmaron la Enmienda al Protocolo del Memorando de Entendimiento de 1990, que extiende el Memorando de Entendimiento de 1990 por 15 años. El Memorando de Entendimiento sigue siendo el documento fundamental de nuestros vínculos y compromisos militares.

Con Estados Unidos, un importante socio en materia de cooperación en materia de seguridad, colaboramos ampliamente con su Departamento de Defensa y sus fuerzas armadas. Nuestros compromisos militares y beneficios mutuos han aumentado con el paso de los años.

Nuestros pilotos se han entrenado en Estados Unidos desde principios de los años 70. Los aviones F-16, F-15SG y, pronto, los F-35 son fabricados y comprados a empresas estadounidenses, junto con otras plataformas de armas de alta tecnología. Singapur invierte mucho en su propia defensa y Estados Unidos lo valora.

El año pasado, el Centro de Coordinación de Asistencia Humanitaria y Socorro en Desastres de la Región de Changi de las Fuerzas Armadas del Sudán coordinó una entrega de suministros de ayuda a Gaza a través de Jordania por medio de un avión de transporte cisterna multifunción A330 de la RSAF, un avión de transporte C-130 y un avión comercial.

Pulau Tekong también ha sido ampliada, casi duplicando su tamaño original con un espacio de entrenamiento ampliado a 10 km. Pulau Tekong será la segunda zona de entrenamiento de maniobras del Ejército para soldados y vehículos de combate (imagen: Mindef de Singapur)

En septiembre de 2024, el RHCC coordinó la entrega de suministros de ayuda a las comunidades afectadas por el tifón Yagi en la República Democrática Popular Lao, Myanmar y Vietnam. El RHCC también entregó otro tramo de ayuda a Gaza a través de Jordania con el MRTT a principios de este mes.

Es posible que los equipos médicos de las Fuerzas Armadas del Sudán, junto con los equipos médicos del Ministerio de Salud, puedan desplegarse en ese lugar en los próximos meses.

Las Fuerzas Armadas del Sudán están elaborando planes para proporcionar asistencia médica a la población de Gaza, a través de otras opciones en la región, como Egipto, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos, donde más civiles de Gaza han acudido para recibir tratamiento.

La Red de Expertos en Defensa Química, Biológica y Radiológica (CBR) de la ASEAN continuará y complementará los esfuerzos en el marco del Centro CBR Regional físico que Singapur está estableciendo para fortalecer la capacidad de la región para enfrentar las amenazas CBR.

Una vez que se complete el Área de Entrenamiento de Greenvale en Australia, las SAF tendrán un área de entrenamiento combinada diez veces más grande que Singapur (foto: Sing Mindef)

El edificio del laboratorio de nivel 4 de bioseguridad se completará en 2026. Cuando esté operativo, y de acuerdo con las directrices de la OMS y el Ministerio de Salud, será certificado como Instalación de Máxima Contención para manejar agentes biológicos letales y desarrollar medidas tempranas de control de enfermedades.

Este año, Singapur celebra 60 años de independencia. Seguiremos construyendo unas Fuerzas Armadas Sudafricanas sólidas para proteger y mantener a Singapur como nación soberana e independiente. Agradezco a los miembros su apoyo y su compromiso personal para construir una defensa y una seguridad sólidas para Singapur.

Resumen de los discursos de los Ministros de Estado de Defensa de Alto Nivel, Sr. Heng Chee How y Sr. Zaqy Mohamad, para el Comité de Debate de Suministros 2025. Hablaron sobre las mejoras en la experiencia y la capacitación de nuestros militares nacionales en el país, y sobre la asociación con los singapurenses para fortalecer la resiliencia de la comunidad y la preparación para las interrupciones.

Agradezco a la Cámara por su apoyo al presupuesto del MINDEF y a todos los singapurenses por su participación en la protección de nuestro hogar y nuestro estilo de vida.


Ministro de Defensa Ng Eng Hen_Sing

miércoles, 19 de febrero de 2025

Argentina: Hora de reformar y actualizar las Fuerzas Armadas

Reforma de las Fuerzas Armadas: ¿estamos a tiempo?

En los últimos 40 años, desde el más alto nivel del Estado, nunca se les expresó a las FF. AA. cuál es su razón de ser en la estructura del Estado, ni para qué están.

*Escrito por el Do-Tank Tabula Rasa (Daniel Martella, Luis Soage y César Yagüe) || Infobae


Las Fuerzas Armadas (FF. AA.) han dado -y dan a diario- sobradas muestras de que cumplen las órdenes que reciben, de que están subordinadas al control civil de la defensa y, por ende, de su acabada comprensión y aceptación de este concepto. Esta última cuestión, pese a que muchos no lo crean y mal que le pese a otros, ha dejado de ser hace décadas tema de conversación en los cuarteles. Es así porque no corresponde que sea de otra manera y las FF. AA. lo han asimilado, comprendido, aprendido; lo enseñan, lo repiten y a ningún militar hoy se le ocurriría pensar de otra manera. Esto puede ser expresado con total seguridad y certeza. El que aún crea que no es así debe profundizar su conocimiento de las instituciones armadas.

Sin embargo, desde el año 1983, a las Fuerzas Armadas de la República Argentina se les ha indicado desde el más alto nivel de la conducción del Estado, de manera clara y detallada, qué es lo que no deben hacer, dónde no deben participar, cómo no deben hacer las cosas, con quiénes no pueden entablar relaciones, qué áreas están excluidas de sus procesos de reunión de información, qué armamento no deben poseer, qué temas no deben formar parte de sus planes de estudio, y qué ejercitaciones combinadas no deben realizar.

Como resultado de tantos "no", a lo largo de los años las FF. AA. han transitado un agónico camino hacia la obsolescencia.



Costumbres argentinas

En los últimos 40 años, desde el más alto nivel del Estado y en especial desde el Sillón de Rivadavia, nunca se les expresó a las FF. AA. cuál es exactamente su razón de ser en la estructura del Estado, ni se les dijo claramente para qué están.

Esto ha ocurrido pese a que la Constitución Nacional es explícita cuando se refiere a la atribuciones del Poder Ejecutivo y establece que el Presidente es el Comandante en Jefe de todas las Fuerzas Armadas de la Nación; y pese a que la Ley de Defensa Nacional prescribe taxativamente que es también al Presidente de la Nación a quien le compete en su carácter de Jefe Supremo de la misma y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, la Dirección de la Defensa Nacional y la Conducción de las Fuerzas Armadas. Tengamos en cuenta que esta atribución constitucional hacia las FF. AA. genera de manera tácita una responsabilidad directa diferenciada hacia ellas, habida cuenta de que no hay en la Constitución mayores referencias hacia otros organismos u organizaciones del Estado. Genera una relación directa del Presidente y las FF. AA. respecto de los ciudadanos que constituyen la Nación. Y esta relación no debiera ser meramente declamativa, sino que tiene que ir necesariamente acompañada de la definición explícita de para qué las quiere el Estado.

Que a las FF. AA. les asignen anualmente una partida presupuestaria determinada no significa que se las tenga en cuenta o que se las valore adecuadamente como parte integrante del Estado. Particularmente, cuando esa partida presupuestaria no responde a ninguna imposición específica proveniente de requerimientos definidos por el máximo nivel de conducción del país. Sólo significa que se les asigna una suma para que sea gastada de acuerdo con prioridades definidas, a propuesta de cada Fuerza, para cumplir con las misiones que dicha Fuerza ha definido como su prioridad. Eso sí, esta suma debe ser aprobada por el Estado; de allí puede originarse la confusión generalizada.

Para que esta situación no continúe con su ejecución consuetudinaria, desde el máximo nivel deberían fijarse prioridades para las FF. AA.y estas deberían ser conocidas y aceptadas por todos los niveles de decisión. Preste atención el lector: no estamos hablando de un incremento de la partida presupuestaria. La asignación que se otorgue, pobre o abundante, debe serlo en pos de un para qué superior; en función de un Master Plan que no solamente indique para qué las necesita el Estado, sino también que oriente su adiestramiento, doctrina, organización, equipamiento y despliegue.

Hace más de 30 años que las FF. AA., con su lógica, tratan de deducir, cual Oráculo de Delfos, lo que el Poder Ejecutivo pretende de ellas. Por ello, de los discursos de inauguración de las sesiones ordinarias del Honorable Congreso de la Nación, de los discursos de la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, de los discursos pronunciados con motivo de los aniversarios de cada componente del Instrumento Militar, e incluso de las expresiones públicas de los distintos presidentes, las Fuerzas (de manera independiente y cada una por su cuenta) extrajeron frases y concluyeron, en forma autónoma, cuál era su misión.



Y rasguña las piedras

La forma en la que, presupuestariamente, el Estado argentino se ha relacionado con su brazo armado durante más de tres décadas es haberle asignado un porcentaje (muy bajo, por lejos, el menor de toda América Latina) para que haga lo que pueda con ello. Es decir, el Estado ahogó en un sinsentido presupuestario al instrumento al que deberá recurrir cuando, acabadas las opciones diplomáticas, tenga que disponer la defensa armada ante el avasallamiento de su soberanía.

Sin una misión definida, se hace prácticamente imposible construir los argumentos que den sustento a reclamos en materia presupuestaria. Sin esa clara, precisa y expresa definición, las FF. AA. no pueden definir los medios necesarios para los fines que se les imponen. El fin orienta el desarrollo de los medios y su ausencia transforma las acciones en gestos sin sentido.

Si se hubiera seguido la secuencia indicada, nadie podría sorprenderse hoy por el alto porcentaje de dinero de la asignación presupuestaria que se destina a sueldos. Tampoco podrían sorprenderse por el grado de mantenimiento de los elementos que el Estado puso a disposición de las FF. AA. hace más de 50 años para pelear una guerra que nunca fue definida y que hoy no existe la más mínima posibilidad de que se pelee.

De esa manera el Estado y el Pueblo de la Nación no deberían sorprenderse de que sus FF. AA ."de repente" estén en una situación terminal. Sí, terminal.

Para ser justos, debemos también expresar que esta situación no es sólo responsabilidad de los distintos decisores estratégicos que ha tenido nuestro país desde hace más de 30 años, ni tampoco de sus ministros de Defensa. El desliz no ha sido solo de los civiles que han descuidado el último recurso que tiene el Estado para oponerse a una voluntad ajena a los intereses de la Nación.

Analizando con rigor científico, teniendo en cuenta los pasos para efectuar los pedidos presupuestarios anuales, los Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y del Estado Mayor Conjunto tienen su cuota de responsabilidad, en particular este último, quien tiene la función expresa de asistir y asesorar al ministro. Ellos, que son los responsables de presentar las necesidades de las organizaciones bajo su comando, debieron haber expresado su desacuerdo ante las reducciones a lo requerido. Y justificar, argumentando cuál era la situación de cada una de sus Fuerzas, las causas por las cuales la reducción efectuada dejaba indefensa a la República, aprovechando, como mínimo una vez al año, la evidente oportunidad para expresar que lo hacían sin una clara misión definida por aquél a quien le elevaban el presupuesto.



Lamentablemente, por motivos nunca absolutamente claros, prefirieron aceptar lo que les ordenaban gastar mediante el presupuesto. Ninguno de los cuatro Jefes de Estado Mayor que tiene la Nación expresó nunca a la ciudadanía, ante la cual juró defender la bandera hasta la perder la vida, que el dinero que se les otorgaba no era el suficiente o que no se le daba una misión clara para conducir la organización que comandaban. Hacerlo no habría implicado deslealtad; al contrario, es lealtad elevada a la máxima expresión.

Bajo esta mirada, la de priorizar la protección de su país y sus ciudadanos como General de la Nación y no como General del Estado de un determinado gobierno, la inmolación del general Pierre de Villiers, jefe del Ejército de Francia que en julio de 2017 dimitió por los recortes presupuestarios ordenados por el presidente Emmanuel Macron, puede ser considerada, a ojos de muchos militares argentinos, como un sincericidio y no como lo que es, un acto de hidalguía republicana motivado por la responsabilidad hacia los subalternos y al pueblo de Francia. Esto no fue siquiera imaginado como un acto de insubordinación ni muchos menos. El General tuvo la habilidad de enmarcar perfectamente su reclamo, plantearlo e irse a su casa con la admiración y el respeto de sus pares y de los ciudadanos por los cuales, llegado el momento y por una decisión política, iba a hacer entregar las vidas de sus hombres y mujeres.

Entre muchas causas por las cuales nuestros cuatro jefes de Estado Mayor no pudieron expresar su desacuerdo por los fondos asignados, se encuentra el hecho de que su misión (la misión del Ejército, de la Armada, de la Fuerza Aérea y del Estado Mayor Conjunto) fue autoimpuesta. Nunca el para qué provino de una fuente de instancia superior a quien reclamarle porque la plata no alcanzaba para lo que pretendía de las FF. AA. Y así administraron los siempre escasos recursos, para repartir la frazada que ayer cubrió los pies y hoy el pecho, pero siempre las FF. AA. pasaron frío.

¿Quién en su sano juicio puede ser el responsable de conducir una organización sin saber exactamente para qué existe realmente la misma? Por ello, y extraídas de la más pura coyuntura, se crearon misiones subsidiarias, secundarias e incluso, en el caso del Ejército Argentino, se habló de "capacidad de disuasión creíble". Si la disuasión no es creíble, no es disuasión. Un oxímoron.



Cuando pase el temblor

Nuestro Estado tiene por delante un gran desafío: crear futuro. En materia militar debe desarrollar el sistema que le permita enfrentar lo que viene, debe concentrarse en los fines y concebir medios acordes a nuestra realidad, en el marco de una visión geopolítica regional y global. Quebrar la inercia de la indiferencia es un desafío de todos como parte integrante de una única voluntad, la de construir un futuro para las generaciones venideras.

La política exterior y la de defensa deben formar parte de un único pensamiento estratégico y geopolítico. Argentina debe transitar las próximas décadas en el marco de fuertes alianzas políticas, económicas y de seguridad. Por consiguiente, conceptos renovados deben motorizar el posicionamiento de nuestro país y de la región.

No es objeto de esta nota el definir un para qué. Sin embargo, estamos convencidos de que esto debería ser expresado considerando al menos la defensa de la vida, los bienes y los recursos naturales de la República, integrándose con el mundo y la región para defender intereses comunes, accionando en forma sistémica (léase, con estructuras cívico-militares) y además teniendo aptitud para enfrentar amenazas definidas en el aire, mar, tierra, ciberespacio y espacio.

El para qué de nuestras Fuerzas Armadas es condición sine qua non para su desarrollo y este sólo puede definirse conociendo el escenario global, regional y local proyectado a 30 años. Un mundo hiperconectado en el que todo sucede en tiempo real, sumado a un tsunami científico tecnológico sin precedentes impondrá, con toda seguridad, la necesidad de crear nuevos instrumentos.

La obsolescencia del Instrumento Militar puede ser una oportunidad. Se debe avanzar en un análisis dejando de lado los paradigmas actuales y desarrollar un método en el que se determinen las amenazas y factores que conforman los escenarios (futuros posibles), se defina una visión (futuro deseado) y se conciban los recursos necesarios para su logro.

En los próximos 20 años seremos testigos de mayores cambios en ciencia y tecnología que en los últimos dos milenios y presenciaremos transformaciones sin precedentes. Lo obsolescente ya forma parte de nuestro día a día, sólo basta con observar la evolución de nuestro teléfono inteligente. Teniendo presente esto, cabe preguntarse qué sistemas debe crear el Estado y para qué. Con certeza, no son los mismos que desde el siglo XX intentan evolucionar y quedan rezagados por una realidad vertiginosa.

A las tres dimensiones espaciales que conocemos se le ha sumado el ciberespacio y, mientras tanto, la órbita espacial se consolida como un ámbito de desafío tecnológico militar. Estas son realidades y no debemos ignorar cómo se configura el escenario en que las FF. AA. deberán actuar.

El mundo transita por la dificultad de solucionar problemas globales sin contar con organizaciones supranacionales con autoridad suficiente para hacerlo. Ejemplo de ello es el cambio climático. A esto se le suma un sector privado hiperactivo que desafía lo público en la generación de ideas y soluciones concretas. La población mundial comparte información y conocimiento en tiempo real y demanda a sus gobiernos respuestas inmediatas.

Crear nuevos instrumentos es el gran desafío. Asumamos la obsolescencia de nuestras Fuerzas Armadas y comencemos a crear futuro.

La mayor certeza de lo aquí expuesto es una sola: así no debemos seguir.

Una cabeza de playa ocupada por 649 valientes y reforzada recientemente por una patrulla de 44 intrépidos marinos reclama que asumamos, de cara al futuro, un compromiso colectivo que trascienda su legado.



sábado, 4 de enero de 2025

Argentina: La política de defensa para el 2025

Informe oficial detalló el reequipamiento de las Fuerzas Armadas: de los cazas F16 y la modernización de tanques TAM, a más buques navegando

El documento del Ministerio de Defensa al que accedió Infobae describe las medidas tomadas en el primer año de gestión. Posicionamiento geopolítico, reformas en la legislación y nuevas capacidades


Por Facundo Chaves || Infobae




La incorporación de los F16 será clave para el refuerzo del poder aéreo de la Argentina

Un informe oficial de gestión del Ministerio de Defensa que se terminó en las últimas horas del 2024 detalló las medidas tomadas para reequipar las Fuerzas Armadas, donde se destacan la incorporación de cazas F16, aviones militares de transporte, refuncionalización de tanques medianos y el restablecimiento e incorporación de buques y embarcaciones a la Armada Argentina.

El documento al que accedió Infobae también describe el giro geopolítico de la política defensa de la Argentina a partir de la llegada de Javier Milei al gobierno argentino, alineada con la OTAN, Estados Unidos e Israel, en medio de un escenario internacional de enorme inestabilidad, atravesado por el conflicto de Medio Oriente y, sobre todo, la invasión de Rusia a Ucrania.

Milei puso a la política de Defensa entre las prioridades de la gestión

El informe del ministerio que encabeza Luis Petri precisó las medidas tomadas, como la solicitud para que Argentina pase de ser aliado extra OTAN a “socio global” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte; la incorporación al Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania (Grupo Rammstein) y a la CMF (Combined Maritime Forces), una coalición que integran 33 países, bajo un comando unificado, destinado a proveer materia de seguridad marítima frente a amenazas de terrorismo, piratería y tráfico ilícito.

Respecto a las reformas legislativas, el documento resaltó que modificación del artículo 27 de la Ley de Seguridad Interior, que permite a partir de ahora “la actuación de las Fuerzas Armadas ante hechos de terrorismo”. También el decreto reglamentario de la Ley de Defensa, que “amplía la capacidad de acción, considerando amenazas actuales y agresiones, tanto cibernéticas como de agentes no estatales”. Y la firma por parte del presidente Milei del decreto que habilitó a los militares a participar de la custodia de objetivos estratégicos junto a las Fuerzas de Seguridad Federales.

Se informó que está en elaboración una nueva Directiva Política de Defensa Nacional (DPDN) para reflejar “nuevos desafíos geopolíticos y tecnológicos, alineando el accionar del sistema de defensa con los intereses estratégicos de la Nación”. Se trata de una definición clave, por la definición de hipótesis de conflicto y amenazas.

Entre las medidas que puso en marcha, el Ministerio de Defensa destacó “el desmantelamiento del grupo de derechos humanos para investigaciones para-judiciales” que funcionó hasta abril pasado en ese organismo. “Funcionaba como un grupo para-judicial, con acceso a documentos y poderes que, según la normativa, pertenecen exclusivamente a la Justicia”.

Reequipamiento de las FFAA

El gobierno argentino tiene previsto incorporar 24 F16 a la Fuerza Aérea

La principal acción para reequipar las Fuerzas Armadas que se puso en marcha en 2024 y que tendrá su materialización efectiva en 2025, fue la incorporación del sistema de armas F16M. Se trata de 24 aviones cazas que la Argentina le adquirió con aval de Estados Unidos a Dinamarca. El primero llegó el mes pasado, al mismo tiempo que se iniciaron las obras para dotar de la infraestructura necesaria para que esas aeronaves puedan volar, tanto en Tandil como en Río Cuarto.

Infobae estuvo en el hangar 3 de la Vl Brigada Aérea de Tandil, donde está el fuselaje del denominado “Avión 25″, el primero de los F-16B Block 10 que llegó al país, y que será ensamblado durante todo este mes de enero. Tendrá como función la formación de los pilotos y las tripulaciones en el nuevo Centro de Entrenamiento de la Fuerza. Estos aviones supersónicos reemplazarán a los Mirage que se desprogramaron en 2017.

Pero a esas incorporaciones “estelares” para la Fuerza Aérea se sumaron 2 nuevos IA-63 Pampa III Bloque II, destinadas al adiestramiento de pilotos y la facilitación de la transición al sistema de F16.

En el informe también destacó que se sumaron un dron Tehuelche de fabricación nacional para entrenamiento de pilotos de aeronaves no tripuladas; dos aviones Tecnam P2002, también para capacitación, y se recuperaron ocho aeronaves DHC-6 Twin Otter, Bell 412EP, Bell 212 en Chipre, un Leart Jet LJ-35, PA-25 Puelche y Aero-Boero AB-115. “Se entregó un entrenador de vuelto para aeronaves Pampa III, que será emplazado en Mendoza, complementando la formación de los futuros pilotos de combate”, precisó el documento al que accedió este medio. Asimismo, se adquirió un avión de transporte biturbo Embraer 140, con capacidad para 43 pasajeros, cuatro tripulantes.

El avión Hércules C-130 donado por Estados Unidos

“La Fuerza Aérea recibió un Hércules C-130H donado por Estados Unidos, ampliando así su capacidad de transporte y apoyo aéreo. Recibido en leasing en 2023, fue dado de alta en la flota de la FAA en abril de 2024″, informó el Ministerio de Defensa. Es un recurso de enorme valor, como la adquisición del primero de cuatro P-3C Orion a Noruega, que se completarán entre marzo y diciembre próximos.

Este último avión sirve para misiones de vigilancia de la pesca ilegal: está equipado con sistemas anti-submarino y anti-superficie, que le otorga gran capacidad de exploración. Al ser una aeronave de ala fija, le permite volar a baja altura y velocidad, además de tener un radio de acción de unas 1500 millas náuticas (unos 2780 kilómetros) y una autonomía de 12 horas, por lo que puede cubrir todo el litoral marítimo argentino, la plataforma continental y la Antártida, e incluso permanecer en una zona o área determinada por períodos prolongados.

Tiene sensores infrarrojos y detectores de anomalías magnéticas y de aproximación de misiles, aunque también puede desplegar una balsa salvavidas completamente equipada, que se puede utilizar para rescatar a personas en peligro en el mar. Posee 18 estaciones de armas distribuidas en las alas y en la bahía de bombas, puede ser configurada con distinta clase de armamento para cumplir una amplia gama de tareas.

La incorporación del primero de cuatro aviones Orion

Respecto del Ejército, se informó la modernización y repotenciación de los tanques TAM 2C A2. “Se presentó el primer escuadrón, compuesto de 10 unidades modernizadas y dos prototipos adicionales en el cuartel de Boulogne. Este avance forma parte de un proceso de actualización tecnológica, que optimiza aspectos clave como el sistema de tiro en movimiento, cámaras térmicas, y capacidad de combate todo tiempo”, se informó.

Se presentaron la modernización de los tanques TAM 2C

Además, se adquirieron a Estados Unidos dos vehículos orugas para el Ejército, con capacidad para transportar 14 personas, que fueron entregados a la Compañía de Cazadores de Montaña 6, en Primeros Pinos, en Neuquén, y a la Compañía de Cazadores de Montaña 8, en Puente del Inca, Mendoza. También se sumó un avión Diamond DA-62 para la Dirección de Aviación del Ejército que servirá para levantamiento cartográfico. Y se aumentaron los días de entrenamiento de 981 horas (41 días) en 2023, a 1656 horas (69 días) en 2024, que representa “un incremento de 675 horas (28 días), un 69% más”.

En el caso de la Armada Argentina, el documento del Ministerio de Defensa precisó que “se adquirieron dos nuevas lanchas de instrucción de cadetes (LICA)”. Además, el Servicio de Hidrografía Naval incorporó dos lanchas construidas en los talleres navales estatales de Tandanor, para realizar campañas hidrográficas y relevamiento en áreas críticas del litoral argentino. Según se informó oficialmente, Altair y Sirius cuentan con “capacidad para instalar sondas multihaz para garantizar la seguridad náutica”.

De acuerdo con el informe de gestión, la Armada Argentina pasó en 2023 de tener 25 buques navegando, a tener en el primer año de gestión 33. Entre los buques que mencionó el documento que retomaron sus funciones operativas están los destructores ARA Almirante Brown y La Argentina, las lanchas patrulleras ARA Clorinda y Concepción del Uruguay, el buque hidrográfico ARA Austral, y las lanchas de instrucción para cadetes ARA Ciudad de Zárate y Ciudad de Berisso, más las dos nuevas LICA.

En tanto, hubo conversaciones con el gobierno Francia para interiorizarse sobre la posibilidad de adquirir una flota de submarinos, debido a que todas las unidades quedaron desafectadas luego del hundimiento del ARA San Juan, donde murieron los 44 tripulantes. El tema estuvo presente en el encuentro de Milei y su par, Emmanuel Macron, según pudo confirmar Infobae. “Hay interés, pero se está trabajando en el financiamiento, porque hoy no disponibilidad de recursos para encarar una operación de ese tipo”, explicaron fuentes oficiales.

lunes, 16 de septiembre de 2024

Argentina: Novedades en el Presupuesto de Defensa para 2025

Proyecto de presupuesto para el área de Defensa 2025






El presupuesto de defensa de Argentina para 2025 muestra una reducción en términos de dólares, pero a pesar de ello, se plantean ambiciosos proyectos de reequipamiento y una mayor actividad operativa. La estrategia apunta a equilibrar la restricción presupuestaria con un uso más eficiente de los recursos, en parte gracias al financiamiento externo y a la implementación de créditos internacionales para cubrir necesidades críticas de las Fuerzas Armadas. Aunque muchos de los proyectos dependen de conseguir financiamiento, las fuerzas proyectan una modernización considerable para los próximos años.

El Proyecto de Presupuesto de Defensa de Argentina 2025 refleja una reducción del gasto público, incluyendo el presupuesto asignado a la Jurisdicción Defensa, aunque se prevé fortalecer el reequipamiento militar mediante créditos externos. El presupuesto asignado a Defensa es de 2.811.882 millones de pesos, equivalente a aproximadamente 2.214 millones de dólares según el tipo de cambio previsto. Esto representa un 0,31% del Producto Bruto Interno (PBI) argentino, proyectado en unos 700.000 millones de dólares con un crecimiento del 5% para 2025, y un 2,4% del gasto total del Estado nacional.


En comparación, el presupuesto de 2023 para defensa ascendía a 541.630 millones de pesos (unos 2.927 millones de dólares en ese momento), pero debido a la alta inflación y devaluación del peso, esa cifra fue ajustada hasta alcanzar los 1,43 billones de pesos a lo largo del año. Para 2024, se estima un gasto en defensa de 2.377.357 millones de pesos (aproximadamente 2.600 millones de dólares), lo que implica que el gasto de 2025, aunque menor en dólares, subirá un 18,3% en pesos, siguiendo la inflación proyectada.

Sin embargo, el presupuesto refleja una disminución en los fondos asignados para el alistamiento operacional de las tres fuerzas armadas. El Ejército, por ejemplo, pasa de 152.000 millones de pesos en 2023 (unos 820 millones de dólares) a 773.500 millones en 2025 (alrededor de 610 millones de dólares). La Armada desciende de 72.000 millones (unos 392 millones de dólares) a 380.000 millones (aproximadamente 300 millones de dólares). La Fuerza Aérea también verá una reducción, pasando de 66.000 millones (unos 356 millones de dólares) a 289.000 millones de pesos (cerca de 227 millones de dólares).

Observaciones en operatividad

A pesar de la reducción presupuestaria, se proyecta una mayor actividad operativa en todas las fuerzas. El Ejército planea realizar 11 días de adiestramiento en campaña y 14 días en guarnición para sus unidades, con un ejercicio táctico en el terreno, comparado con los 3 días de campaña y 15 días en guarnición planeados en 2023. La Armada espera realizar 480 días de navegación, 43,2 días de campaña para la Infantería de Marina y 2.200 horas de vuelo, en contraste con los 60 días de navegación, 5 días de campaña y 1.100 horas de vuelo previstos en 2023. La Fuerza Aérea también aumentará significativamente su actividad, pasando de 40.160 horas de vuelo en 2023 a 143.316 horas en 2025.

El Estado Mayor Conjunto proyecta 1.060 horas de vuelo y 297 días de navegación en operaciones antárticas, además de 170 horas de vuelo y 222 días de navegación para el control aéreo de los espacios marítimos y fluviales, sumado a la realización de seis ejercicios conjuntos.


Compras y equipamiento

El presupuesto incluye 18.288 millones de pesos destinados a la Armada para los pagos por los aviones P-3 Orion. También se planean importantes adquisiciones y modernizaciones en todas las fuerzas. Algunos de los proyectos más destacados incluyen:

  • La Armada Argentina destinará 137.200 millones de pesos para la compra de ocho helicópteros ligeros, aunque su adquisición se pospone hasta 2025.
  • El Ejército Argentino invertirá 657.422 millones de pesos en la compra de helicópteros medianos para reemplazar los Bell UH-1H, con la intención de incorporar unos 20 UH-60 Black Hawk.

  • Además, se asignarán 380.097 millones de pesos para la compra de blindados 6x6 u 8x8, junto con 22.604 millones para la adquisición de tres drones Clase II.

  • Otros proyectos del Ejército incluyen la modernización de vehículos y armamento, como la inversión de 1.242 millones de pesos para adquirir una estación meteorológica para mejorar la precisión de la artillería de campaña, y la compra de 3 sistemas antidrones por 900 millones de pesos.
  • En cuanto a logística, se destinarán 175.000 millones de pesos para la compra de 1.000 camiones 4x4 para reemplazar la línea de Unimog 416, y 1.200 millones de pesos para modernizar los vehículos Mercedes Benz 230G.


La Fuerza Aérea Argentina planea asignar 24.334 millones de pesos para adquirir equipos y armas para los F-16 Fighting Falcon, además de 44.694 millones para la actualización de la infraestructura necesaria para la incorporación de los F-16. También se destinarán 17.591 millones de pesos para la compra de seis aviones de transporte mediano, y 14.724 millones para la recuperación de la flota de aviones IA-63 Pampa II y Pampa III.


Operaciones con crédito público

Una parte significativa de los proyectos de reequipamiento dependerá de créditos externos. Entre los proyectos más destacados se incluyen:

  • 310 millones de dólares para adquirir un buque anfibio. Es el modelo holandés LST 100 sobre el que ya se había anticipado interés.



  • 2.310 millones de dólares para recuperar la capacidad submarina. Por ese valor de pueden encargar 3 SSK Scorpene del tipo de los encargados por Indonesia.

  • 1.400 millones de dólares para la compra de dos fragatas. Es el valor casi exacto de 2 FREMM italianas, las mismas que encargó la US Navy.
 
También se destinarán 81 millones de dólares para la compra de dos buques portacontenedores para reemplazar a la clase Costa Sur. Asimismo, como ya se venía anunciando, se destinarán 163.286.767 dólares para la construcción de la Base Integrada Ushuaia.



Fondef

El Fondo Nacional de la Defensa (Fondef), por su parte, recibirá 35.230 millones de pesos del tesoro nacional en 2025, distribuidos en 22.306 millones para el Ejército, 5.000 millones para la Armada, 12.169 millones para la Fuerza Aérea y 1.594 millones para el Estado Mayor Conjunto. Aunque el Fondef es un mecanismo clave para financiar la modernización militar, se observa que los montos asignados están por debajo de lo estipulado por ley, debido a que no se ha reglamentado completamente la normativa.




viernes, 5 de julio de 2024

Crisis del Beagle: Análisis de la preparación de las Fuerzas Armadas de Chile (1960-1978)


Análisis de la preparación de las Fuerzas Armadas de Chile (1960-1978)


El período comprendido entre 1960 y 1978 fue una época crucial para las fuerzas armadas chilenas, marcada por importantes acontecimientos políticos y militares. Este ensayo examina la preparación del ejército de Chile antes del conflicto de Beagle en 1978, centrándose en el gasto militar, la inversión en equipos e infraestructura, la moral de las tropas, el entrenamiento de reclutas, las capacidades de movilización y una evaluación del Orden de Batalla (ORBAT) en comparación con las fuerzas argentinas.


Gastos militares

El gasto militar de Chile durante este período estuvo influenciado por una serie de factores internos y externos. La década de 1960 vio un gasto moderado debido a limitaciones económicas y prioridades políticas centradas en el desarrollo social bajo las administraciones del presidente Jorge Alessandri y el presidente Eduardo Frei Montalva. Sin embargo, el panorama geopolítico de América del Sur, incluidas las tensiones fronterizas con Argentina y Bolivia, requirió una inversión básica en defensa. Recordemos que para la década de los 1960 Chile registraba niveles de pobreza "africana" en la población, producto de las malas administraciones democráticas. Esos pobres inundarían las villas miseria argentinas durante finales de los 1970 y principios de los 1980.

El golpe militar de 1973, que llevó al poder al general Augusto Pinochet, marcó un punto de inflexión en el gasto militar. El régimen de Pinochet dio prioridad a la fuerza militar para consolidar el poder a nivel interno y prepararse para posibles conflictos externos. El gasto militar aumentó significativamente, alcanzando aproximadamente el 4% del PIB a mediados de los años setenta. Este aumento del gasto tenía como objetivo modernizar las fuerzas armadas y garantizar la preparación para cualquier disputa territorial, como el inminente conflicto con Argentina por el Canal de Beagle.


Inversión en equipamiento e infraestructura

El ejército chileno llevó a cabo importantes esfuerzos de modernización entre 1960 y 1978, centrándose en actualizar equipos y mejorar la infraestructura. El Ejército de Chile invirtió en nuevo armamento y vehículos, pasando de equipos obsoletos de la Segunda Guerra Mundial a armas más modernas. Este período vio la adquisición de tanques AMX-30 de Francia, vehículos blindados de transporte de personal M113 estadounidenses y varios sistemas de artillería, mejorando la potencia de fuego y la movilidad del ejército. Durante este período también se vivió la humillación de la fallida compra de cazatanques SK-105 Kurassier austríacos, frustrada por la inteligencia argentina en uno de los casos históricos más notables de desarmar al enemigo utilizando el material adquirido para atacarte. Los SK-105 fueron originalmente pagados por el Ejército de Chile (ECh) y luego recomprados por el Ejército Argentino (EA) a un precio mayor, invirtiendo como nunca en su propia supervivencia: esos cañones de 105mm que iban a abatir los Sherman argentinos ahora apuntaban a sus dueños iniciales.



La Fuerza Aérea de Chile (FACh) también priorizó la modernización, adquiriendo aviones avanzados como el Hawker Hunter y el F-5E del Reino Unido y USA, respectivamente. Para ejemplificar la pobreza extrema de recursos que detentaba el poder militar chileno podemos analizar la Operación Atlante de 1974. En ella se trasladó seis cazas Hawker Hunter desde el Reino Unido hacia Chile, marcando un supuesto hito por ser la primera vez que un avión monomotor a reacción cruzó el Atlántico sin reabastecimiento en vuelo. Se cubrieron 13,577 km en once etapas, destacando el tramo de 1985 km entre la isla de Ascensión y Recife, Brasil. Este evento permitió a los 500 habitantes de la isla presenciar el primer aterrizaje de un reactor monomotor. El riesgo potencial de accidente o directamente de perder toda esa escuadrilla en un impredecible cambio climático en el Oceáno Atlántico es completamente irresponsable, cercano al infantilismo. Sin embargo, este evento es anotado en el historial de la FACh como una épica cuando simplemente no se tenía presupuesto para embarcarlos y derivarlos sin riesgo alguno para las tripulaciones hacia su destino final. Ese era el nivel de la FACh que esperaba ser destrozada por la FAA en un potencial conflicto tal como lo sugeriría Matthei treinta años después. Posteriormente en los 80s llegarían los Mirage 50 de Francia, los que fueron adquiridos también con sobreprecio debido a las sanciones internacionales. Estas adquisiciones tenían como objetivo establecer la superioridad aérea y proporcionar un apoyo eficaz para las operaciones terrestres. La Armada también recibió importantes inversiones, incluida la adquisición de submarinos, fragatas y sistemas de misiles, que fueron cruciales para mantener el control marítimo en la disputada región del Canal de Beagle.

Las inversiones en infraestructura incluyeron la construcción de nuevas bases, la mejora de las instalaciones existentes y el desarrollo de redes logísticas para apoyar el rápido despliegue y el mantenimiento de operaciones militares. Estas mejoras fueron cruciales para mantener un estado de preparación y garantizar que las fuerzas armadas pudieran responder eficazmente a cualquier amenaza.

En la Armada de Chile, particularmente el astillero Asmar en Talcahuano, se preparó para un posible conflicto. La reparación y reacondicionamiento de buques, afectados por restricciones de importaciones militares impuestas por EE.UU. bajo la Enmienda Kennedy, fueron esenciales. La narración incluye anécdotas de la interacción con altos mandos y la innovación de ingenieros y técnicos para superar las limitaciones y preparar la flota naval chilena en una época de pésimos presupuestos de defensa. La colaboración con la industria nacional y el ingenio para mantener y mejorar la capacidad militar de Chile subraya la importancia del esfuerzo colectivo en tiempos de tensión.

Durante la década de 1960, la Armada de Chile adquirió varios buques y submarinos que reforzaron significativamente su capacidad naval. Entre ellos se incluyeron dos destructores de la Clase Almirante del Reino Unido, dos submarinos de la Clase Fleet, dos destructores de la Clase Fletcher y cuatro destructores escolta tipo APD de los Estados Unidos.

A partir de 1954, la Aviación Naval chilena experimentó un renacimiento, operando activamente con helicópteros en misiones de guerra antisubmarina, exploración y rescate. Esta integración de la aviación con las unidades de superficie marcó un avance importante en las capacidades operativas de la Armada.

Un hito destacado de esta década fue la incorporación de sistemas de misiles antiaéreos en los destructores de la Clase Almirante. En 1962, en el Arsenal Naval de Talcahuano, se les instalaron montajes cuádruples para lanzar misiles SAM Sea Cat de fabricación británica, convirtiendo a Chile en la primera nación latinoamericana en equipar sus buques con misiles.

En la década de 1970, la flota chilena incluía dos cruceros de la clase Brooklyn y dos destructores de la clase Almirante, con la adición ocasional de destructores APD. En 1974, llegaron desde Estados Unidos dos destructores de la clase Sumner. Además, Chile adquirió el crucero “Latorre” de Suecia, consolidando una flota poderosa y diversificada.

El uso de misiles en tácticas navales adquirió relevancia global en 1967, durante la Guerra de los Seis Días, cuando una lancha rápida egipcia hundió un destructor israelí con misiles de largo alcance. Esto impulsó a Chile a equipar sus naves con misiles franceses MBDA Exocet MM-38, asegurando su competitividad tecnológica.

Durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, se encargó a astilleros británicos la construcción de dos fragatas de la clase Leander y la modernización de los destructores de la clase Almirante. Entre 1968 y 1970, estos barcos fueron equipados con lanzadores de misiles Exocet MM-38 y modernos sistemas de detección submarina. Estos avances tecnológicos exigieron una capacitación intensiva del personal naval en electrónica y sistemas digitales, mejorando así la competencia y preparación de la Armada.

El 11 de septiembre de 1973, la Armada de Chile, junto con las otras ramas de las Fuerzas Armadas y Carabineros, participó en el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende. El Almirante José Toribio Merino se integró a la Junta Militar de Gobierno que se formó.

A mediados de la década de 1970, la situación con los países vecinos empeoró, especialmente con Argentina debido al Conflicto del Beagle. La Armada, al mando del Vicealmirante Raúl López Silva, movilizó la flota a la zona del Cabo de Hornos y desplegó a la Infantería de Marina en las Islas Picton, Lennox y Nueva para contrarrestar la Operación Soberanía de la Flota del Mar Argentina. Interesante cómo una flota cuyo principal buque era un crucero ligero de la SGM sin capacidad submarina efectiva podría derrotar a otra flota con portaaviones y capacidad submarina completa.

Durante este período, Chile adquirió aviones de exploración marítima Embraer P-111 de Brasil y helicópteros Alouette de Francia, fortaleciendo así su capacidad de vigilancia y defensa marítima. Estos equipos y las nuevas adquisiciones reforzaron significativamente la capacidad operativa y de respuesta de la Armada de Chile frente a posibles amenazas regionales.



Moral y preparación de las tropas

La moral de las tropas es un factor crítico en la efectividad militar, y durante el período previo al conflicto de Beagle, las fuerzas armadas chilenas enfrentaron desafíos y oportunidades en este sentido. El golpe militar de 1973 tuvo un profundo impacto en la moral y la estructura de las fuerzas armadas. La purga de los supuestos opositores políticos y el establecimiento de un gobierno militar condujeron a un ejército más políticamente alineado e ideológicamente unificado. Sin embargo, la naturaleza represiva del régimen también generó miedo y desconfianza dentro de las filas.

A pesar de estos desafíos internos, el enfoque en el profesionalismo y la capacitación mejoró la moral general. El gobierno militar invirtió fuertemente en programas de capacitación, tanto a nivel nacional como a través de asociaciones internacionales. Los oficiales chilenos recibieron capacitación en Estados Unidos y Europa, aportando conocimientos y experiencia valiosos para mejorar los programas de capacitación nacionales. Este énfasis en el profesionalismo y la preparación ayudó a fomentar un sentido del deber y la capacidad entre las tropas.

Capacidades de movilización y entrenamiento de reclutas

La dependencia de Chile del servicio militar obligatorio jugó un papel importante en su preparación militar. El servicio militar obligatorio aseguró un flujo constante de personal hacia las fuerzas armadas, lo que permitió el mantenimiento de un gran ejército permanente y reservas. El entrenamiento de los reclutas era riguroso y se centraba en la aptitud física, la disciplina y las habilidades técnicas necesarias para la guerra moderna. La formación básica se complementó con cursos especializados, garantizando que los reclutas estuvieran bien preparados para sus funciones dentro de la estructura militar.

Las capacidades de movilización fueron otro aspecto crítico de la preparación. El ejército chileno desarrolló sistemas eficientes para la rápida movilización de reservistas, lo cual fue esencial para responder a la amenaza potencial planteada por Argentina. Se llevaron a cabo simulacros y ejercicios periódicos para garantizar que los planes de movilización pudieran ejecutarse sin problemas y de manera efectiva. Estos preparativos incluyeron el establecimiento de reservas y el mantenimiento de reservas estratégicas de equipos y suministros.

Orden de batalla comparativo (ORBAT)

Un análisis del Orden de Batalla (ORBAT) de Chile y Argentina revela importantes ideas sobre las fortalezas y debilidades relativas de las dos fuerzas militares. En 1978, el Ejército de Chile estaba compuesto por varias divisiones bien equipadas, centrándose en unidades mecanizadas y blindadas capaces de moverse y desplegarse rápidamente. La Armada tenía una flota equilibrada con submarinos, destructores y fragatas modernos, lo que proporcionaba una sólida capacidad de defensa marítima. La Fuerza Aérea estaba equipada con una combinación de aviones interceptores y de ataque a tierra, capaces de apoyar operaciones tanto defensivas como ofensivas.

El Ejército de Chile estaba estructurado en divisiones y brigadas con un enfoque defensivo en caso de invasión. Las unidades estaban distribuidas estratégicamente a lo largo del país, particularmente en las zonas fronterizas. Sin embargo, se enfrentaban a desafíos significativos, como la falta de equipamiento moderno y suficientes suministros para una guerra prolongada. A pesar de esto, se destacaba la alta moral y el entrenamiento de las tropas, quienes estaban preparadas para defender el territorio nacional con determinación.

En 1952, Chile recibió 21 tanques M-24 Chaffee que fueron asignados al Destacamento Blindado N.º 2 en Antofagasta, unidad que se convertiría en la Escuela de Blindados en 1969, funcionando como tal hasta 1975. Durante su servicio en la Escuela de Blindados, estos tanques experimentaron un desgaste considerable debido a su uso intensivo en los cursos de formación de oficiales, suboficiales y clases. Se revelaron sus principales deficiencias: los motores acoplados y el giro estabilizador.

En 1975, la Escuela de Blindados se trasladó a Santiago, específicamente al cuartel de Santa Rosa. Este traslado incluyó una redistribución del material entre las unidades blindadas, por lo que todos los M-24, incluidos aquellos en desuso o que estaban exhibidos como monumentos, fueron transportados a Santiago para ser repotenciados. Este proceso incluyó la recuperación de motores Cadillac, sistemas eléctricos y cañones, permitiendo que los M-24 volvieran a ser utilizados como tanques de entrenamiento en la Escuela de Blindados y en los Cursos de Alféreces Blindados de la Escuela Militar.

Sin embargo, poco tiempo después se decidió sustituir los motores Cadillac por motores diésel. Se evaluaron tres prototipos: Mercedes Benz, Cummins Diesel y Maco con Detroit Diesel, sometiéndolos a pruebas rigurosas de movilidad, funcionamiento en altura y autonomía. Finalmente, se seleccionó el prototipo Maco Detroit Diesel. A pesar de estas mejoras, los M-24 Chaffee llegaron al final de su vida útil, ya que su cañón de baja presión de 75 mm y su delgado blindaje solo los hacían aptos para entrenamiento, no para enfrentar amenazas contemporáneas.

En 1964, a través del Pacto de Ayuda Militar (PAM), Chile recibió 10 tanques M-41 A1, asignados a la Escuela de Mecanizados de Santiago. Estos tanques se destacaron en la Parada Militar de ese año, impresionando tanto a los espectadores por su apariencia como a los profesionales por sus avances tecnológicos, incluyendo su capacidad de girar rápidamente sobre su eje, su freno de boca y la cámara evacuadora de gases, además de un moderno sistema de control de fuego con mandos hidráulicos precisos. En comparación con los tanques M-3, M-4 y M-24, los M-41 A1 representaban un avance significativo.


Tanque M-24 Super Chaffee con su nuevo cañón de 60 mm, Peldehue, 1989

En 1970, llegó una segunda partida de 40 tanques M-41 A1/A3 a Chile, distribuidos al Regimiento Granaderos de Iquique y al recién creado Batallón Blindado N.º 5 en Punta Arenas. Gracias a su versatilidad y confiabilidad, estos tanques se emplearon exitosamente en diversos terrenos y escenarios rigurosos en Arica, Iquique, Antofagasta, Santiago, Concepción, Punta Arenas y Puerto Natales. Las tripulaciones apreciaban los M-41 por su amplitud, comodidad, buena movilidad y rapidez, alcanzando velocidades de hasta 70 km/h en caminos. A pesar de ser clasificados como tanques de reconocimiento, durante muchos años fueron los mejores tanques del Ejército chileno, hasta la llegada de los AMX-30.

Los M-41 podían enfrentar a la mayoría de los tanques enemigos potenciales, excepto el T-54/55 soviético, para el cual debían acercarse más para aumentar la efectividad de sus proyectiles antitanque. Sin embargo, debido al alto consumo de su motor Continental y su baja autonomía, entre 1987 y 1989, se reemplazó su motor por uno Detroit Diesel más eficiente. Pese a esta actualización, la llegada de los tanques Leopard 1-V los dejó obsoletos, al igual que a la mayoría de los otros modelos de tanques. Eventualmente, los M-41 fueron relegados a los pelotones de exploración blindados y finalmente retirados del servicio en 2005, con la nostalgia de muchas generaciones de militares.


M-41 en Punta Arenas en los 70s

Los tanques M-24 y M-41 jugaron roles significativos en la formación y operaciones del Ejército chileno a lo largo de varias décadas. A pesar de sus limitaciones y eventual obsolescencia, contribuyeron al desarrollo de las capacidades blindadas de Chile, marcando una era de transición y modernización en las fuerzas armadas del país. La evolución de estos tanques refleja no solo los avances tecnológicos y tácticos, sino también los desafíos y adaptaciones necesarias para mantener la eficacia operativa frente a amenazas cambiantes y condiciones exigentes.

En 1970, llegaron a Chile 60 APC M-113 Al, los que fueron desembarcados en Iquique y Punta Arenas para complementar las compañías de tiradores blindados dotadas de semiorugas M-3 de los Regimientos Blindados N° 1 Granaderos, N° 8 Exploradores y N° 5 Punta Arenas. Los EE-9 también fueron movilizados desde el Norte a Punta Arenas y, en otra prueba de desesperación extrema, los mismos fueron tripulados y "comandados" por jóvenes conscriptos que ni siquiera llegaban a suboficiales. Algo así estamos viendo hoy en Ucrania de parte de rusos que montan a cualquier soldado al frente de sus blindados y terminan siendo más que carne de cañón para videos de streaming.


EE-9 Cascavel chileno


En comparación, el ejército argentino era más grande y estaba mejor financiado. El Ejército argentino contaba con un mayor número de unidades blindadas y mecanizadas, apoyadas por amplios sistemas de artillería y defensa aérea. La Armada Argentina también fue formidable, con un número importante de combatientes de superficie y submarinos. La Fuerza Aérea Argentina tenía una flota de aviones más grande y diversa, incluidos cazas y bombarderos modernos capaces de realizar operaciones de largo alcance.

A pesar de estas disparidades, la estrategia militar de Chile enfatizó la calidad sobre la cantidad, enfocándose en mantener una fuerza altamente profesional y bien entrenada. El énfasis estratégico en defender puntos geográficos clave, como la Cordillera de los Andes y los puntos de estrangulamiento marítimos críticos, tenía como objetivo compensar la superioridad numérica de Argentina. Las inversiones de Chile en equipos modernos y entrenamiento tenían como objetivo garantizar que sus fuerzas pudieran operar eficazmente en el terreno y las condiciones desafiantes de las posibles zonas de conflicto.

Los preparativos y estrategias del ejército chileno en la víspera de un potencial conflicto con Argentina durante la crisis del Canal de Beagle en 1978 fueron ingentes. El estado de alerta máxima y la disposición de las fuerzas armadas chilenas, que incluían el despliegue de tropas y material bélico en puntos estratégicos a lo largo de la frontera con Argentina fue algo presente en la población. Los planes de contingencia abarcaban tanto la defensa de territorio nacional como la realización de operaciones ofensivas, mostrando la determinación de Chile de proteger su soberanía ante cualquier agresión.

Uno de los puntos destacados es la coordinación y comunicación entre las distintas ramas de las fuerzas armadas chilenas. La planificación detallada y el establecimiento de una cadena de mando clara fueron cruciales para garantizar una respuesta efectiva y coordinada en caso de ataque. El liderazgo militar, encabezado por altos mandos con experiencia y conocimiento táctico, jugó un papel vital en la preparación de las tropas y en la implementación de estrategias defensivas y ofensivas. Esta preparación incluyó ejercicios militares, simulacros de combate y la movilización de reservas para fortalecer las posiciones defensivas.

Debe tenerse en cuenta siempre las limitaciones y desafíos enfrentados por las fuerzas armadas chilenas, como la falta de equipamiento moderno y la dependencia de suministros extranjeros, afectados por embargos y restricciones internacionales. A pesar de estas limitaciones, el ingenio y la determinación de los militares chilenos fueron destacados, mostrando cómo lograron superar obstáculos mediante la adaptación y el uso eficiente de los recursos disponibles. La moral y el compromiso de las tropas, junto con el apoyo de la población civil, fueron elementos clave para mantener la defensa del país en un momento de alta tensión. Existe, de todos modos, evidencia de una logística paupérrima a tropas convocadas en el Sur: los oficiales realizaron maltratos excesivos a sus conscriptos y la provisión de munición no superaba las pocas decenas de cartuchos. Para una paralelo, unos pocos años después en Malvinas se agotaron municiones reservadas para meses de operaciones en unas pocas noches.

Finalmente, una reflexión merece siempre las consecuencias de la crisis y cómo la resolución pacífica del conflicto evitó una guerra que podría haber tenido resultados devastadores para ambas naciones. La intervención de mediadores internacionales y la voluntad de ambas partes de buscar una solución diplomática subrayaron la importancia de la negociación y el diálogo en la resolución de disputas territoriales. La crisis del Canal de Beagle se convierte en un ejemplo de cómo la preparación militar y la diplomacia pueden coexistir y conducir a la paz, evitando el sufrimiento y la destrucción que conlleva una guerra. Para Chile, fue un susto del que aprendería: el financiamiento de las fuerzas armadas quedaría supeditada a un porcentaje fijo de las exportaciones cobre. Los altos mandos chilenos entendieron claramente que estuvieron a punto de perder todo lo extraído de sus vecinos en el siglo 19.

Conclusión

El período comprendido entre 1960 y 1978 vio avances significativos en la preparación de las fuerzas armadas chilenas. El aumento del gasto militar, las inversiones sustanciales en equipo e infraestructura, la mejora de la moral de las tropas y el entrenamiento efectivo de los reclutas y las capacidades de movilización contribuyeron a un estado de preparación para un conflicto potencial. Si bien Chile enfrentó desafíos, incluida la agitación política interna y las limitaciones inherentes de una fuerza militar más pequeña, su enfoque estratégico en la modernización y el profesionalismo proporcionó un elemento disuasorio creíble contra la agresión.

En el contexto del conflicto de Beagle de 1978, las fuerzas armadas de Chile estaban al límite preparadas para defender los reclamos territoriales. Las inversiones estratégicas y los preparativos realizados durante este período fijaron dentro de sus limitaciones que Chile pudiera mantenerse cierta firmeza frente a Argentina, aprovechando sus fortalezas en conocimiento del terreno y posicionamiento estratégico. El ejército argentino era más grande y estaba mejor financiado, el énfasis de Chile estaba en su defensa desesperada y la defensa estratégica proporcionó algún contrapeso equilibrado que, en última instancia, contribuyó a evitar un conflicto abierto a través de medios diplomáticos.

El conflicto de Beagle sirve como un estudio de caso sobre la importancia de la preparación militar y la planificación estratégica, demostrando que incluso las naciones mal gestionadas pueden defender eficazmente sus intereses mediante una cuidadosa inversión en sus fuerzas armadas. La capacidad de Chile para prepararse y gestionar la amenaza de guerra durante este período subraya el valor de un ejército profesional y bien preparado para mantener sus consideraciones respecto a la soberanía y la seguridad nacionales.

J.L.