El Gobierno está a un paso de comprar más de 100 vehículos de guerra para el Ejército: cómo son los Strykers
Los rodados blindados 8X8 son fabricados por una empresa estadounidense y cuentan con un importante armamento. Son uno de los productos más buscados en el mercado militar
Por Federico Galligani || Infobae
Los vehículos Stryker son muy usados por las fuerzas armadas de los Estados Unidos y de otros países (REUTERS)
Luego de varias negociaciones y análisis por parte de las autoridades de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa, el Gobierno está a un paso de comprar más de 100 vehículos de combate para modernizar la flota del Ejército, en medio de las conversaciones para tratar de ingresar a la OTAN.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes oficiales, en las próximas 48 horas se podría firmar una carta de intención para la adquisición de rodados blindados 8x8, con tecnología anti-tanques, algunos de los cuales serán nuevos y otros, usados.
Si bien todavía hay varios modelos en carpeta, quienes están al frente del proceso se inclinan casi de manera definitiva por los Strykers, que son fabricados por la empresa estadounidense General Dynamics Land Systems y utilizados por varios países.
La incorporación de estos vehículos para el Ejército, según indicaron a este medio, está “al mismo nivel que los F-16 que se sumaron a la Fuerza Aérea″, ya que le permitirá a la Argentina “contar con una gran movilidad y capacidad de despliegue de tropas” mucho mayor a la actual, lo cual es importante teniendo en cuenta que se trata de la octava nación con mayor territorio del mundo.
Serán, al menos, 109 vehículos los que se comprarán y que irán arribando al país en tandas, aunque primero las autoridades nacionales evaluarán las diferentes ofertas, por lo que se espera que el trámite demore varios años.
Estados Unidos es el principal operador de estos vehículos militares
“Una de las principales prioridades de Argentina es modernizar a sus fuerzas militares. Hay mucho equipamiento antiguo que no ha sido modificado y esa es claramente una de las cosas con las que Argentina quiere avanzar. Estamos muy entusiasmados por eso”, destacó meses atrás la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, en diálogo con DEF.
En diciembre del año pasado, el Parlamento de Bulgaria aprobó la compra de 198 vehículos blindados Stryker de Estados Unidos por un valor de 1.208 millones de dólares, aunque estos rodados también son utilizados por las fuerzas armadas de Canadá, que cuentan con una variante denominada LAV III (por las siglas en inglés de vehículo blindado ligero).
El rodante de guerra es un blindado de transporte de tropas diseñado por General Dynamics Land Systems, los cuales destacan por su alta movilidad, versatilidad y capacidad para operar en diversos terrenos y condiciones de combate.
El Stryker está equipado con un motor diésel turboalimentado Caterpillar de 350 caballos de fuerza, que le permite alcanzar velocidades máximas de aproximadamente 100 km/h en carretera y una autonomía cercana a los 500 kilómetros con un solo tanque de combustible.
Su tracción en las ocho ruedas proporciona una capacidad todoterreno mejorada, lo que es vital para operaciones en terrenos irregulares o poco accesibles, y tiene una longitud aproximada de 6,95 metros, un ancho de 2,72 metros y una altura de 2,64 metros.
Con un peso operativo de alrededor de 19 toneladas, su diseño modular permite su adaptación a diferentes configuraciones, lo que lo hace apto para una variedad de misiones.
La adquisición de los rodados se sumará a los F-16 que se compraron paras las Fuerzas Armadas
El armamento del Stryker varía según su modelo y función específica, siendo el estándar el M1126 Infantry Carrier Vehicle (ICV), que está equipado con una estación remota de armas denominada Common Remotely Operated Weapon Station (CROWS), la cual puede montar una ametralladora M2 calibre .50 o un lanzagranadas automático MK19 de 40 mm, proporcionando así capacidad de ataque a distancias medias.
En cuanto a las cualidades defensivas, tiene un blindaje que protege contra armas ligeras y esquirlas de artillería, aunque algunas versiones han sido mejoradas con sistemas de blindaje reactivo para mayor protección contra explosivos improvisados (IED) y amenazas de RPG.
El Stryker también puede ser configurado para funciones específicas, como el M1128 Mobile Gun System, equipado con un cañón de 105 mm, o el M1135 Nuclear, Biological, Chemical Reconnaissance Vehicle (NBCRV), diseñado para detectar y analizar amenazas químicas y biológicas, aunque estos no son los que está buscando la Argentina.
En operaciones, este 8x8 se utiliza habitualmente para transportar tropas con rapidez y seguridad, proporcionando soporte de fuego móvil y desempeñando funciones de reconocimiento y evacuación médica.
Las altas autoridades de las Fuerzas Armadas están muy interesadas en la compra de estos vehículos, para dar un mensaje de apoyo al Ejército, que se vio relegado en el último tiempo, a partir de los F-16 que se adquirieron para la Fuerza Aérea y los P3 Orion que se incorporaron a la Armada.
La Compañía de Comunicaciones Mecanizada 9 realizó ejercicios tácticos y una sesión de tiro MOTE en la Guarnición Ejército Comodoro Rivadavia, empleando el Sistema de Comunicaciones e Informática Particular (SCIP).
El Grupo de Artillería Blindado 11 realizó actividades de adiestramiento operacional en sus instalaciones de la localidad Comandante Luis Piedra Buena, utilizando material blindado VCA Palmaria y con cañones SOFMA 155 mm.
La actividad incluyó prácticas de planificación y tareas de abastecimiento, así como la ocupación de distintas posiciones de fuego.
Cascos EA-1 y EA-2 de la empresa ITP Argentina S.A 🇦🇷
Actualmente el Ejército Argentino está en proceso de reemplazo de sus
actuales cascos M1, PASGT y ACH/MICH por esta nueva línea de cascos de
Fabricación Nacional basado en compuestos de Aramida y Twaron.
Adiestramiento operacional con vehículos mecanizados
Fuente: EA
El Regimiento de Infantería Mecanizada 24 desplegó sus medios en el ejercicio final "Tormenta Fueguina III", realizado en el campo de instrucción General Adalid, en Comandante Luis Piedrabuena.
Durante esta operación conjunta, se llevaron a cabo ejercicios tácticos en el terreno utilizando vehículos mecanizados, con el objetivo de fortalecer y evaluar las capacidades operativas de la Unidad.
El Ejército Argentino realiza importante despliegue en toda la región como parte de los ejercicios anuales
Una de las zonas elegidas para los ejercicios fue la estación marítima de Puerto Deseado Diario Crónica
El Ejército Argentino realiza importante despliegue en toda la región como parte de los ejercicios anuales
Puerto Deseado, (C).- En un esfuerzo por fortalecer la operatividad y logística de las Fuerzas Armadas, efectivos militares han llevado a cabo una serie de ejercicios en toda esta región, abarcando desde La Plata hasta Río Gallegos. El general de Brigada, Miguel Ángel Salguero, comandante de la Tercera División del Ejército, y el coronel Mayor Claudio Cervigni, al mando de IX Brigada Mecanizada 9, han estado al frente de estas actividades.
Durante su visita a Puerto Deseado, Salguero explicó que la intención de su recorrido es supervisar las distintas guarniciones y coordinar esfuerzos logísticos. “Estamos realizando una ejercitación programada, que se lleva a cabo simultáneamente en Santa Cruz, Chubut y Buenos Aires, con un enfoque particular en lugares clave para el planeamiento de la defensa”, señaló.
A lo largo de casi diez días, el general ha recorrido diversas guarniciones, iniciando su viaje en Santa Cruz y continuando hacia Chubut, donde ya visitó Comodoro Rivadavia. Las actividades de adiestramiento operacional se han realizado en varias localizaciones, incluyendo Bahía Solano, Sarmiento y Río Mayo.
En Puerto Deseado, los ejercicios han incluido operativos en la zona de Tellier y la estación marítima, donde se llevó a cabo un alistamiento del personal y de los vehículos de combate. Este ejercicio permitió a los soldados familiarizarse con el puerto y coordinar con las autoridades locales, como Prefectura Naval y la Armada Argentina, en un esfuerzo conjunto para facilitar operaciones marítimas futuras.
El coronel Mayor Cervigni enfatizó que la naturaleza del ejercicio es principalmente logística, evaluando la capacidad del muelle y la aptitud de los buques para operar en la zona. “Este tipo de entrenamiento es crucial para que los jefes de regimiento puedan planificar despliegues efectivos en caso de ser necesarios”, afirmó.
Los militares destacaron la importancia de estar preparados, especialmente en una región tan rica en recursos como la Patagonia. Recordaron también un ejercicio realizado hace mes y medio en Bahía Blanca, donde se integraron diferentes fuerzas armadas, sumando alrededor de 5000 efectivos en un despliegue que involucró buques, aviones y tropas de diversas provincias.
Con estos ejercicios Cervigni destacó que las Fuerzas Armadas buscan no solo preparar a sus efectivos, sino también establecer vínculos sólidos con otras agencias y garantizar una respuesta efectiva ante cualquier eventualidad en la vasta y rica región patagónica.
El Grupo de Artillería Blindado 9 desplegó dos baterías de tiro, una equipada con vehículos autopropulsados VCA Palmaria y la otra con piezas remolcadas de 155 mm CITER, para instrucción en el terreno.
En paralelo, se desarrolló el Curso de Coordinación de Apoyo de Fuego y de Observación Adelantada, a fin de sumar instrucción técnica a las ejercitaciones operacionales del Grupo.
El tanque Sherman en Argentina y los últimos M-4/105"Sherman" del Ejército Argentino: ¡El "Sherman Potenciado"!
Al concluir la Segunda Guerra Mundial, el mercado se inundó de material bélico de última generación, apenas utilizado y disponible a precios irrisorios. Esta situación llevó a que proyectos como el tanque argentino DL-43 "Nahuel" se volvieran impracticables. Aunque los costos de producción del "Nahuel" no eran inalcanzables, la lógica del momento era contundente: el equipo militar sobrante era más barato, su incorporación inmediata, y la red de soporte logístico, vasta y consolidada. Intentar competir con esa oferta era insensato, y para 1945 el ambicioso proyecto "Nahuel" había quedado sepultado.
En este contexto, la decisión posterior del general Perón, ya en la presidencia, de abandonar el "Nahuel" y optar por adquirir blindados en Europa, fue estratégica y pragmática. Sin embargo, ese camino no resultó tan sencillo como aparentaba. Aunque Argentina había sido un proveedor confiable de materias primas durante el conflicto, en el ámbito Aliado persistía la desconfianza hacia el país. La simpatía del Grupo de Oficiales Unidos (GOU) por las potencias del Eje y la resistencia de Argentina a sumarse al bando Aliado hasta el final de la guerra habían dejado cicatrices. Esta percepción provocó una reticencia marcada en algunos sectores a vender equipo militar a Argentina, mientras que otras naciones lo obtenían sin trabas.
Durante la posguerra, factores políticos de carácter bilateral entraron en juego. Mientras Gran Bretaña, asediada económicamente por las deudas de guerra, buscaba reconfigurar su posición en el orden global, Argentina surgió como un inesperado salvador. La deuda impagable que Gran Bretaña acumuló con Argentina se convirtió en una poderosa carta de negociación para el general Perón. Pese a la hostilidad que Gran Bretaña mantenía incluso en tiempos de paz, Perón decidió extender una mano hacia ese antiguo adversario, aprovechando la oportunidad de saldar la deuda con material bélico que, de otro modo, habría sido inalcanzable.
Este astuto movimiento permitió a Argentina adquirir desde aviones bombarderos y cazas hasta radares, cañones y tanques, entre ellos los icónicos M-4 "Sherman". Hoy, esta decisión se percibe como una jugada maestra en la consolidación de una ventaja militar en la región, sin provocación a los países vecinos. La mayoría de las tropas se mantuvieron en Buenos Aires y sus alrededores, demostrando la intención de fortalecer la defensa nacional sin crear tensiones.
Sin embargo, hubo una oportunidad perdida. En un contexto en el que el imperio británico se desmoronaba, Perón no aprovechó la coyuntura para reclamar pacíficamente las Islas Malvinas. Al llegar 1955, Argentina había saldado sus deudas con Estados Unidos y el Reino Unido en oro, pero la deuda británica original permanecía, en gran medida, impaga. La retirada británica del mundo no llegó al Atlántico Sur, donde lograron mantener su último bastión colonial. En lugar de consolidar el desarrollo de una industria militar propia, Argentina se encontró atrapada con proyectos obsoletos y un poder que nunca reclamó del todo.
En ese contexto único, Argentina recibió sus primeros tanques "Sherman" de origen estadounidense entre 1946 y 1947, aunque con una particularidad: no provenían directamente de los Estados Unidos, sino que habían sido adquiridos por Gran Bretaña bajo la Ley de Préstamos y Arriendo, que facilitaba armamento a cambio de concesiones estratégicas en colonias británicas.
Los tanques M-4 "Sherman" —cuyas primeras unidades salieron de la línea de producción en junio de 1941— llegaron en excelente estado, muchos de ellos sin apenas uso. Gran parte de estos vehículos habían sido destinados a formar unidades belgas de combate; sin embargo, cuando Bélgica fue liberada y la guerra en Europa concluyó en mayo de 1945, gran parte de estas fuerzas aún estaban en formación, dejando una considerable cantidad de tanques sobrantes en depósitos al aire libre. Fue en esos lugares donde, en 1946, oficiales del Ejército Argentino tuvieron la oportunidad de seleccionar cuidadosamente los modelos más adecuados para sus necesidades.
Finalmente, en 1947, arribaron a Argentina alrededor de 450 tanques M-4 (algunas fuentes varían y señalan entre 400 y 500 unidades), en su mayoría de los modelos A1 y A3, adaptados por los británicos con radios, orugas reforzadas y otros accesorios como cajas portaequipajes y redes de camuflaje. Al inspeccionarlos en suelo argentino, se encontraron dentro de los tanques objetos personales de las tripulaciones previas.
Una parte significativa de los "Sherman" estaba equipada con el cañón estadounidense M-3 de 75 mm. Sin embargo, al menos 206 unidades venían con el cañón británico M-1A1C de 17 libras (76.2 mm), conocidas como "Firefly". Estos tanques se distinguían fácilmente por su torre T-23, de mayor tamaño para acomodar el retroceso del cañón más largo, y por la extensión en la parte posterior que albergaba un contenedor blindado con equipo de radio. Además, se les había agregado una escotilla en el techo para el artillero y se había retirado la ametralladora frontal en el casco, permitiendo una tripulación de cuatro hombres y espacio adicional para municiones.
El "Sherman Firefly" destacó en combate por su efectividad antitanque, superando al "Sherman" estándar al ser capaz de enfrentarse, bajo ciertas condiciones, a los temidos tanques alemanes "Tiger" y "Panther". Esta ventaja era particularmente notoria cuando el Firefly lograba atacar por los flancos o la parte trasera de estos blindados, o incluso de frente a distancias moderadas. Sin embargo, esta capacidad venía con una limitación: el cañón del Firefly, aunque formidable en combate antitanque, tenía una granada HE (alto explosivo) menos potente que el cañón M-3 del "Sherman" estándar, lo que reducía su versatilidad en otros roles de combate.
Debido a esta diferencia, los regimientos acorazados preferían mantener una proporción en la que, al menos, dos tercios de sus escuadrones o compañías de tanques estuviesen equipados con los "Sherman" estándar con cañón M-3 de 75 mm, mientras que el tercio restante utilizaba los "Sherman Firefly" con el M-1A1C de 76.2 mm. Esta combinación equilibraba las capacidades de fuego de cada unidad, maximizando tanto la potencia antitanque como la versatilidad general en el campo de batalla.
El cañón inglés M-1A1C de 76.2 mm del "Sherman Firefly" empleaba la misma munición antitanque que los cazatanques M-10 y M-18, derivados del M-4, como la M42A1 HE de 10.2 kg y la perforante M-62 APC-T de 11.3 kg con un proyectil de 7 kg. Además, existía la muy demandada munición perforante de alta velocidad T-4 HVAP-T, de 8.6 kg y con un proyectil de núcleo de tungsteno de 4.3 kg, también conocida como AP "cebado" o "hiperproyectil". No obstante, esta munición, ideal para enfrentar a tanques como los "Tiger" y "Panther", estaba generalmente reservada para los cazatanques, y los Firefly rara vez recibían más de 2 o 3 proyectiles T-4 por tanque antes de 1945.
Estas municiones fueron cruciales para enfrentarse a los blindados pesados alemanes, aunque en realidad, los vehículos blindados alemanes más comunes continuaron siendo modelos como el PzKpfw IV, el "Hetzer" y el Stug III, este último un cañón de asalto adaptado como cazatanques y ampliamente utilizado, con más de 20,000 unidades producidas. La M-62 APC-T permitía al cañón del Firefly penetrar hasta 98 mm de blindaje a 500 metros, mientras que la T-4 HVAP-T podía alcanzar 150 mm a la misma distancia. A 1,000 metros, la M-62 penetraba 90 mm, mientras que la T-4 llegaba hasta 132 mm. Sin embargo, estos proyectiles ofrecían un poder explosivo y de fragmentación inferior a la munición HE de 75 mm disparada por el cañón M-3.
El Mando Acorazado del Ejército de los Estados Unidos evaluaba que el cañón M-1 de 76 mm, si bien tenía mayor capacidad de penetración que el M-3 de 75 mm, era menos versátil para misiones generales. El proyectil HE de 76 mm pesaba 5.6 kg y contenía 390 gramos de explosivo, comparado con el M-48 HE de 75 mm, que pesaba 6.62 kg y contenía 666 gramos. Además, el cañón de 76 mm generaba un fuerte rebufo que dificultaba la visibilidad después del disparo, levantando una nube de polvo que limitaba la cadencia de fuego entre 8 y 30 segundos. Su longitud y características hacían que solo se pudiera almacenar un 70% de la munición que cabía del cañón de 75 mm, y además complicaba la labor del cargador, reduciendo ligeramente la velocidad de disparo.
Por todo esto, si el cañón de 76 mm se adoptaba en todos los tanques de una división, se reconocía que estos sufrirían una desventaja al atacar objetivos que no fueran blindados enemigos.
La mira telescópica M-70, con un aumento de 3x y un alcance útil de hasta 1,000 metros, proporcionaba una puntería eficiente en el "Sherman Firefly", aunque no alcanzaba el nivel de precisión de las avanzadas miras alemanas. Su desempeño era confiable en la mayoría de situaciones, aunque presentaba dificultades al apuntar con el sol en contra. A pesar de sus limitaciones, cumplía adecuadamente con los requisitos del campo de batalla.
Es importante destacar que la M-70 no estaba disponible en todos los modelos de "Sherman". Los tanques equipados con esta mira se distinguían fácilmente por un mantelete del cañón más ancho, lo que los hacía reconocibles entre las demás unidades y les otorgaba una ventaja adicional en precisión dentro de su rango operativo.
Además de las municiones HE, APC-T y HVAP-T previamente mencionadas, los tanques "Sherman" también podían emplear la munición fumígena de fósforo blanco M-89 WP, conocida como "Willie Peter". En los modelos equipados con el cañón M-3 de 75 mm, la disposición de los proyectiles era variada y optimizada para la accesibilidad y el combate. Estos tanques albergaban 12 proyectiles alrededor de la pared interior de la torre y otros 8 en un estante bajo el cañón. Además, había un estante en la barbeta izquierda para el cargador con capacidad para 15 proyectiles y otros dos estantes en la barbeta derecha, destinados al jefe del tanque, con capacidad para 15 y 17 proyectiles respectivamente.
La reserva de munición se encontraba en la santabárbara, ubicada bajo la cesta de la torre, detrás del asiento del ametrallador de casco. Aunque de difícil acceso para el personal de la torre, esta sección almacenaba 30 proyectiles adicionales, elevando la capacidad total del "Sherman" con cañón M-3 a 97 proyectiles.
En el caso de los modelos "Firefly" con el cañón M-1A1C de 76.2 mm, la capacidad de almacenamiento era menor, con un total de 71 proyectiles. Aunque esta cifra era inferior a la de los modelos estándar, seguía siendo una cantidad considerable que permitía mantener su efectividad en combate durante enfrentamientos prolongados.
Los parámetros balísticos y la diversidad de variantes de los "Sherman" fueron cuidadosamente evaluados por los oficiales argentinos que, en 1946, viajaron a Bélgica para seleccionar los tanques destinados al Ejército Argentino. La variedad de subvariantes del M-4 y de calibres de cañón no fue una casualidad improvisada, sino una elección estratégica que se mantuvo como el estándar del Ejército hasta la modernización de los "Sherman" en 1977-78. La incorporación de los 56 tanques ligeros AMX-13 entre 1967 y 1969, equipados con el cañón GIAT CN-105 D1504 de 105 mm de baja presión, cargador automático y sistemas de puntería mejorados, aportó significativamente a la capacidad blindada argentina. Sin embargo, aunque mejoraron el arsenal acorazado, la capacidad militar argentina ya era obsoleta frente a estándares internacionales, siendo efectiva solo en el contexto sudamericano.
En cuanto al sistema motriz de los "Sherman" argentinos, existen pocas certezas hasta su repotenciación en 1977-78. Los modelos que llegaron al país incluían tanto el M-4A1 con carrocería de fundición —reconocible por sus bordes redondeados— como el M-4A3 (76)W con carrocería soldada, caracterizado por sus bordes rectangulares. Ambos modelos utilizaban orugas M-4A3E8, que ejercían una presión sobre el terreno de 0.77 kg/cm², significativamente menor a los 0.98 kg/cm² de las orugas originales. Este tren de rodaje, con suspensión de ballestas horizontales espirales (HVSS), era notablemente superior al original, aunque en esencia mantenía similitudes con el sistema del tanque medio M-3 "Lee", del cual deriva el M-4 "Sherman".
La cuestión del motor instalado en los "Sherman" argentinos es compleja, ya que estos tanques podían operar con cualquiera de los motores estándar para el modelo. Así, algunos "Sherman" M-4 y M-4A1 estaban equipados con el motor radial de aviación Wright-Continental R-975 "Whirlwind" de entre 350 y 400 hp, originalmente diseñado para equipar aviones y utilizado también por la US Navy y el US Marine Corps. Ante la escasez de este motor, algunos modelos "Sherman" fueron equipados con el motor diésel GM Twin 6-71 de 375 hp, dando origen al M-4A2, aunque no se tiene constancia de que este modelo haya llegado a Argentina. Este motor fue popular en el programa de Préstamos y Arriendos desde abril de 1942 y fue usado ampliamente en el frente del Pacífico por el USMC.
En paralelo, a partir de junio de 1942 se incorporó el motor Ford GAA V8 de 450 hp, que originó el modelo M-4A3, preferido por el US Army. Posteriormente, en 1943, surgió el modelo M-4A4 con el motor Chrysler A-57 multibancada de 370/425 hp, una configuración compleja que unía cuatro motores de automóvil y requería un casco más largo. Este modelo fue mayormente suministrado a Gran Bretaña y utilizado por el British Army; no llegó a Argentina, ya que los "Sherman" argentinos provenían de los depósitos belgas y no incluían esta variante, aunque es posible que algún ejemplar disperso haya llegado accidentalmente en los envíos.
Con base en un análisis detallado y razonado, es probable que los "Sherman" argentinos —específicamente los modelos M-4A1 y M-4A3 (76)W— estuvieran equipados con los motores a gasolina Wright-Continental R-975 "Whirlwind" y Ford GAA, respectivamente. El M-4A1, caracterizado por su carrocería de fundición y bordes redondeados, habría utilizado el motor radial R-975, mientras que el M-4A3 (76)W, con su carrocería soldada y líneas rectangulares, habría sido propulsado por el robusto motor Ford GAA V8. Esta combinación de motores respondería a las necesidades operativas y técnicas del Ejército Argentino en ese período, maximizando las capacidades de los tanques en función de los modelos recibidos.
En cuanto a la protección, el "Sherman" contaba con un blindaje básico de 51 mm en la parte frontal del casco y 38 mm en los laterales, mientras que en el mantelete M-34A1 de la torre alcanzaba los 89 mm. El blindaje de la torre variaba, con 71 mm en la parte frontal y 51 mm en los lados. En los modelos más recientes de "Sherman," el blindaje frontal del casco se incrementó a 63 mm. Sin embargo, este nivel de protección resultaba insuficiente frente a los cañones de los tanques alemanes medianos de la época, que podían penetrar el blindaje del "Sherman" a cualquier distancia típica de combate. Incluso el cañón L-60 de 50 mm de los PzKpfw III (que seguía en producción en 1943) y las distintas piezas de 75 mm en otros modelos de blindados representaban una amenaza. Aunque el "Sherman" había sido diseñado originalmente para resistir el cañón antitanque Pak 36 de 37 mm, que fue exitoso en 1940, ya en 1942 había quedado obsoleto y reemplazado por armas de mayor calibre, como los de 50 mm y 75 mm.
Para las tripulaciones de "Sherman," este blindaje limitado era una preocupación constante, que solo se intensificó con la aparición de armas como la mina lanzable Panzerwurfmine (L), los lanzacohetes antitanque portátiles "Panzerfaust" de 100 mm y 150 mm, el "Raketenpanzerbüchse" de 88 mm y los ligeros cañones lanzacohetes Raketenwerfer 43 "Püppchen". Estos dispositivos antitanque aumentaron la vulnerabilidad del "Sherman" y obligaron a sus tripulaciones a confiar en la maniobra, la precisión y las tácticas agresivas para sobrevivir en combate. Esta adaptación en el combate transformó a los tanquistas estadounidenses en operadores altamente competentes, una habilidad que luego replicaron sus homólogos argentinos, quienes hasta el día de hoy destacan por su iniciativa y predisposición ofensiva.
El añadido de planchuelas de blindaje lateral de entre 25 y 35 mm apenas ofrecía una mejora ligera, con un efecto más psicológico que real sobre la protección del "Sherman". Respecto a los modelos "Sherman" M-4A3E2 "Jumbo", que poseían un blindaje frontal formidable de 152 mm, refuerzos laterales de 38 mm adicionales y una torre mejorada similar a la T-23, se construyeron solo 254 unidades, ninguna de las cuales llegó a Argentina.
Como se mencionó anteriormente, Argentina recibió alrededor de 450 tanques "Sherman" M-4A1 y M-4A3, de los cuales 206 eran del modelo (76)W "Sherman Firefly" (incluyendo algunos M-4A1 (76)W "Firefly"). Estos tanques llegaron en diversas condiciones de conservación y mantenimiento, lo que hizo que muchos quedaran inoperativos con el tiempo. Estos, junto a los 12 DL-43 "Nahuel" —desprogramados en 1955 sin conservarse siquiera uno como pieza de museo—, fueron canibalizados para mantener el resto de la flota en funcionamiento. Para 1962, solo quedaban operativos 266 tanques "Sherman," de los cuales 152 eran "Firefly".
El Ejército Argentino era plenamente consciente de la obsolescencia de su fuerza acorazada, que se componía casi exclusivamente de estos tanques "Sherman," además de vehículos ligeros multipropósito "Bren Carrier" y semiorugas blindados M-3/M-5, conformando una especie de “museo acorazado” en servicio activo. Esta situación era insostenible, aunque se veía mitigada por la ausencia de amenazas de guerra reales en el contexto regional y por las limitaciones operativas similares de los países vecinos.
Para mediados de la década de 1960, la primera generación de tanques de batalla principales (MBT), como el "Centurion," el M-48 "Patton" y el T-54/55, comenzaba a quedar anticuada frente a diseños aún más avanzados que ya incorporaban cañones de mayor calibre, entre 105 mm y 115 mm. Estos tanques, dos generaciones por delante del "Sherman," evidenciaban el rezago de las capacidades acorazadas de Argentina. La falta de actualización material se hizo evidente para las autoridades argentinas tras dos eventos aparentemente menores, pero significativos. Por un lado, el resurgimiento del extremismo castroguevarista en 1963, que aunque desarticulado en 1964, dejó un saldo de vidas argentinas perdidas y marcó el inicio de un conflicto que se prolongaría. Por otro lado, la incursión de Carabineros chilenos en territorio argentino en litigio en Laguna del Desierto, que culminó en un enfrentamiento armado. Aunque el conflicto fue breve y solo involucró a las fuerzas de seguridad, la movilización militar chilena y los actos de hostilidad —incluyendo un sobrevuelo intimidatorio de cazabombarderos de la Fuerza Aérea de Chile sobre el crucero argentino ARA "La Argentina"— revelaron una postura expansionista que Argentina no pasó por alto.
El gobierno de Arturo Illia, así como los gobiernos argentinos en las dos décadas siguientes, tomaron nota de esta situación, lo que impulsó una serie de medidas para modernizar y fortalecer las capacidades defensivas. Entre estas iniciativas surgió el "Plan Europa," que incluyó la adquisición de cazatanques AMX-13, equipados con cañones de 105 mm, dando inicio a una renovación en la caballería acorazada argentina.
Este contexto llevó a considerar la necesidad de un MBT moderno, y luego de evaluar varias opciones extranjeras, surgió la decisión de diseñar un tanque de fabricación nacional. Fue hacia 1969 cuando líderes visionarios, con un profundo sentido patriótico, tomaron la determinación de apostar por el desarrollo del Tanque Argentino Mediano (TAM). Esta iniciativa no solo promovía el fortalecimiento defensivo, sino también el desarrollo tecnológico, la generación de empleo y la reinversión de recursos en la industria nacional. En su tercera presidencia, el general Juan Domingo Perón dio un paso decisivo al aprobar el proyecto del TAM, consciente de las amenazas reales que Argentina enfrentaba, tanto en el ámbito de la guerra irregular contra el extremismo como en el creciente desafío planteado por Chile y el Reino Unido.
Sin embargo, el contexto político se volvió inestable tras la muerte de Perón. Su sucesora, María Estela Martínez de Perón, enfrentó una situación complicada: fue objeto de boicots internos y traiciones dentro del propio peronismo, además del acoso constante de grupos extremistas que incluso declararon la guerra al país. Estos factores contribuyeron a un estado de desgobierno que debilitó las iniciativas de defensa y modernización militar, sentando las bases para una etapa de inestabilidad que marcaría profundamente la historia argentina.
En este punto, los veteranos tanques M-4 "Sherman" volvieron a cobrar protagonismo con el surgimiento del programa de "Sherman Potenciados," una iniciativa de recuperación y modernización desarrollada a nivel nacional. Este programa tenía como objetivo extender la vida útil de estos blindados mientras se aguardaba la llegada y puesta en servicio del TAM (Tanque Argentino Mediano).
Tras el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976, el Proceso de Reorganización Nacional continuó con varios de los proyectos heredados, tal como lo había hecho previamente Perón en sus administraciones. El Proceso no solo mantuvo estos proyectos, sino que los mejoró y añadió muchos otros, fortaleciendo así el poderío militar de Argentina en un periodo de importantes desafíos internos y externos. Este esfuerzo de modernización permitió a las fuerzas armadas disponer de una fuerza acorazada más confiable y capaz hasta que el TAM pudiera finalmente integrarse plenamente en el arsenal argentino.
En 1977, la tensión con Chile debido al conflicto del Canal de Beagle hacía que una guerra pareciera inevitable, pese a los esfuerzos de los presidentes de ambos países, el general Jorge Rafael Videla y el general Augusto Pinochet Ugarte, quienes lograron evitar el conflicto y, con el tiempo, resolvieron la disputa pacíficamente. En ese contexto, el TAM estaba todavía en fase de prototipo, recién traído de Alemania, y su despliegue operativo a gran escala aún se proyectaba a varios años en el futuro.
Mientras tanto, Chile contaba con una fuerza acorazada que incluía no solo los tanques M-4 "Sherman" antiguos, sino también modernos M-41 equipados con cañones de 76 mm, y había comenzado a recibir una pequeña partida de los poderosos AMX-30 con cañón de 105 mm. Chile también había mostrado interés en adquirir los M-51 "Super Sherman" israelíes, que también montaban cañones de 105 mm, buscando equilibrar sus fuerzas con los futuros TAM argentinos.
Ante la demora en la incorporación masiva de los TAM y la creciente capacidad blindada de Chile, el Proceso de Reorganización Nacional tomó una medida provisional: modernizar 120 tanques M-4A1 y M-4A3 (76)W que estaban en mejor estado, extendiendo su vida útil por otros 15 a 20 años y manteniendo un equilibrio estratégico con Chile. Además, Argentina adquirió 118 cazatanques Steyr SK-105A1 y A2 "Kürassier" de fabricación austriaca, fortaleciendo de forma significativa su capacidad defensiva y, a la vez, evitando que Chile pudiera adquirir estos mismos vehículos, en los cuales también había mostrado interés. Estas decisiones provisorias demostraron una estrategia efectiva para cubrir el período de transición hasta la entrada en servicio del TAM, asegurando una defensa blindada robusta ante cualquier eventualidad.
En 1978, Argentina fortaleció su capacidad de caballería blindada mediante la modernización de 120 tanques "Sherman" disponibles. Esta actualización se centró en dotarlos con un cañón francés FTR L-44/57 de 105 mm y 44 calibres de longitud, mejorando notablemente su poder de fuego. La modernización incluyó también una dirección de tiro avanzada, potes lanzagranadas fumígenas para generar cortinas de humo y un nuevo motor diésel Poyaud V-8 de 520 hp, lo cual aumentó su movilidad y rendimiento.
Además, se les equipó con orugas mejoradas y sistemas de comunicación modernos, adaptando los "Sherman" a los estándares tácticos de la época y extendiendo su vida operativa. Estas mejoras hicieron que los "Sherman Potenciados" pudieran mantenerse relevantes en el contexto regional, proporcionando a Argentina una capacidad blindada más competitiva mientras se avanzaba en la incorporación del Tanque Argentino Mediano (TAM).
Para esta conversión se utilizaron chasis de ambas versiones disponibles, seleccionando a los que se consideraban más aptos, logrando un resultado heterogéneo, que se ve más complicado para un actual análisis expositor habida cuenta las diversas modificaciones de carácter local que las unidades operativas le efectuaban luego a los ejemplares ya modificados, debido a las peculiaridades de cada zona de operación (y ello era algo que el diseño TAM debía solventar), y como resultado del cual hubo un amplio espectro de submodelos diferentes.
El tren de rodaje se mejoró y conservó el sistema de amortiguación HVSS de los modelos viejos. Se adoptaron orugas del tipo T-49 con conectores de 1-1/4" con guías angostas, con zapatas y eslabones desarrollados de los que se iban a fabricar para el TAM, de modo tal de generar un estándard para una normalización logística. También se efectuaron reparaciones al casco. Los equipos de comunicación de nueva generación se estandarizaron, y se mejoró el sistema de iluminación; no se adoptó una configuración de protección NBQ debido al alto costo necesario para lograr tal hermeticidad. Algunos vehículos en la decada del 80 recibieron arados barreminas "Urdan" de origen judío, y palas topadoras en funciones de barreminas, e incluso muchos de los "Sherman Potenciados" que se los dotó con tal modificación, fueron asignados a unidades TAM para ejecutar aperturas de brechas en áreas minadas o de obstáculos antitanque. En la torre se montó el poderoso cañón francés FTR L-44/57 de 105/44 mm. con freno de boca y de 1.500 mts. de alcance antitanque, y construido bajo licencia en FM (Fabricaciones Militares) de Río Tercero, Córdoba, Argentina, conservándose el mantelete original M-34A1 pero efectuándose profundas modificaciones en una cuna reforzada, y con contrapeso de masa para compensar longitud y peso del cañón; se redistribuyó el alojamiento interno de munición (conservando la santabárbara del casco). Recibió nuevos visores de puntería telescópicos, y nuevos episcopios de visión. Se le insertó un portaequipajes externo en la parte posterior de la torre, liberando espacio en torre y casco que antes era ocupado por herramientas e insumos. Los 4 potes lanzagranadas externos, 2 por lado, podían disparar diferentes tipos de granadas (antipersonal fragmentada, carga hueca y fumígena-incendiaria). La ametralladora coaxial Browning M-1919 de 7.62×54 mm se reemplazó por la FM MAG 60-40 de 7.62×51 mm., la misma que monta el TAM.
Complementariamente se instalaron cajas soportes externos de herramientas, y sobre el frente del alojamiento de la transmisión, pegados a los guardabarros, se ubicaron los anclajes para las barras de soporte del cañón principal así como las correas de sujeción de estas barras. Todas estas modificaciones, en especial el montaje del nuevo cañón y los contrapesos, comportaron un incremento de peso hasta las 46 toneladas, que fue bien compensado por la nueva planta motriz y transmisión; y las nuevas orugas, que distribuían mejor el peso sobre el suelo. También recibió provisión para colocar a popa depósitos de combustible externo para así poder conservar el nivel de autonomía, aunque muy rara vez se los utilizó.
El "Sherman" tuvo una extensa y variada carrera operativa, participando en múltiples conflictos a lo largo de varias décadas y continentes. Inicialmente desplegado en combate durante la Segunda Guerra Mundial, su presencia se extendió a conflictos como la Guerra Civil Griega, la Guerra Árabe-Israelí, la Guerra de Corea y la Guerra Civil China. También fue utilizado en la Guerra de Indochina y la Guerra de Suez, y jugó un rol en la Crisis del Líbano de 1958.
Este tanque, de diseño estadounidense, continuó participando en conflictos durante la segunda mitad del siglo XX, incluyendo la Revolución Cubana, la Guerra de Argelia y los conflictos indo-pakistaníes de 1965 y 1971. Además, fue un actor en la Guerra de los Seis Días de 1967 y en la Guerra de Yom Kipur o de Ramadán. Su uso se extendió a la Guerra Civil Libanesa y la Revolución Sandinista, demostrando su adaptabilidad y perdurabilidad en una variedad de entornos y conflictos.
El "Sherman" también estuvo involucrado en numerosos incidentes bélicos y situaciones políticas en varios países donde estuvo en servicio, evidenciando su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de combate y escenarios. Su amplia trayectoria es un testimonio de su relevancia histórica y de su impacto en el desarrollo de blindados en conflictos modernos.
En Argentina los "Sherman", "Sherman Firefly" y "Sherman Potenciados" formaron la espina dorsal de la caballería blindada argentina durante muchos años y las típicas columnas de tanques formaron el paisaje en varios golpes de Estado. Una de las intervenciones más recordadas hoy fue durante los famosos alzamientos carapitandas de Semana Santa, que al contar con gran cobertura mediática se pudo ver la movilización de "Sherman Potenciado" en la zona de operaciones mesopotámica, sin mayor percance. Pero sin lugar a dudas la intervención más significativa de los "Sherman" de nuestro Ejército fue en los cruentos enfrentamientos de 1963, conocidos como Azules y Colorados, en el que dos bandos en disputa política del poder llegaron al lamentable choque armado, siendo los M-4A1 y M-4A3 (76)W fundamentales en la resolución bélica, y donde algún ejemplar resultó destruido. En este choque armado, entre otros tristes méritos (tristes por que al fin y al cabo era una lucha fraticida), es de destacar, durante los combates en las localidades de Magdalena y Punta Indio, provincia de Buenos Aires, el 2 de abril de 1963, a los M-4 del Regimiento de Caballería Blindada 8, que en tal operaban casi 60 tanques, tras sufrir varios ataques aéreos de cazas navales "Corsair" y "Panther" procedentes de la relativamente cercana Base Aeronaval de la Armada en Punta Indio, que destruyeron por lo menos 2 tanques "Sherman" (y un camión M-35 cargado de soldados), respondiendo con sus más de 50 ametralladoras antiaéreas M-2 calibre .50, y apoyados por 12 cañones antiaéreos Bofors L-60 de 40/60 mm del GADA 1 (Grupo de Artillería de Defensa Aérea), lograron el derribo de 2 cazas reactores Grumman F-9F "Panther" y 1 caza pistonero Vought F-4U "Corsair" de la Armada Argentina. A continuación, y sin pensárselo dos veces, el Tanques 8, con apoyo de Fuerza Aérea Argentina (cazas Gloster F.Mk-IV "Meteor", North American F-86F "Sabre" y bombarderos AVRO 694 "Lincoln"), marcharon sobre Punta Indio y tras violentos combates tomaron por asalto la unidad aeronaval.
Finalmente, después de más de 50 años de servicio a la Nación, los tanques "Sherman" han sido desprogramados de las fuerzas activas. Aunque 70 unidades del "Sherman Potenciado" se mantienen en reserva y teóricamente podrían ser movilizadas, esto parece poco probable, dado el limitado y lamentable presupuesto destinado a la Defensa Nacional en Argentina. La situación actual ha llevado a que incluso el material blindado en servicio se encuentre en condiciones parciales de operatividad, con más de un tercio de los TAM fuera de servicio y la mayoría de los AMX-13 desprogramados sin un reemplazo adecuado.
La falta de mantenimiento afecta profundamente la capacidad operativa del Ejército, y esto genera serias dudas sobre el estado de conservación del equipo almacenado y retirado del servicio activo, que sin el cuidado necesario probablemente se encuentre en un estado de abandono aún mayor. Esta situación crítica resalta la necesidad de una revalorización de las políticas de defensa para asegurar la operatividad y la modernización de las fuerzas blindadas argentinas.
Algunos tanques "Sherman" y "Sherman Potenciados" han encontrado una nueva vida como piezas de museo, siendo en algunos casos especialmente valorados por su relevancia histórica y simbólica. Un ejemplo destacado es el de la localidad de Presidente Roque Sáenz Peña, donde el compromiso patriótico del intendente llevó a restaurar un "Sherman Potenciado" como legado para la comunidad, promoviendo el interés por la historia nacional. En varias unidades militares, algunos ejemplares aún son puestos en marcha durante actos protocolares, e incluso algunos cumplen funciones como barreminas, equipados con sistemas de barrido "Urdan" KMT-3 de origen israelí. Sin embargo, en otras localidades, estos tanques se encuentran en un estado de abandono deplorable y vergonzoso, una situación que debería ser corregida por las autoridades competentes.
Curiosamente, los "Sherman Potenciados" argentinos tuvieron una sobrevida inesperada en Paraguay. Hace algunos años, una cantidad significativa de semiorugas blindados M-3/5 Potenciados y tanques "Sherman Potenciados" fueron donados por el Ejército Argentino al Ejército Paraguayo, que los utilizó de manera intensiva hasta que eventualmente fueron desprogramados. Sin embargo, ante el surgimiento de un movimiento extremista narco-castroguevarista en el noreste de Paraguay, algunos de estos tanques "Sherman Potenciados" fueron reactivados para operaciones de seguridad. Tres de estos blindados volvieron a prestar servicio operativo hasta su desactivación final en abril de 2018, cuando fueron nuevamente pasados a reserva.
Este hecho no solo evidencia la robustez y el valor de combate que aún conservaba el M-4 "Sherman" pese a su obsolescencia, sino que lo convirtió en el último modelo de su tipo en prestar servicio regular en un ejército en el mundo. Un digno testimonio de la calidad y durabilidad de su diseño, que casi 80 años después sigue siendo un referente histórico y técnico en la historia de los blindados.
Características generales M-4 "Sherman":
Tipo: Tanque mediano.
Año: 1940
Servicio: 1942–1955 en USA;
1945-2018 en otros países. Paraguay es el último usuario que lo retiró del servicio en abril 2018. Algunos países como Argentina conservan ejemplares almacenados en reserva.
Diseñador: Departamento de Artillería del US Army.
Fabricante: American Locomotive Company;
Baldwin Locomotive Works; Detroit Tank Arsenal; Federal Machine and Welder Company; Fisher Tank Arsenal; Ford Motor Company; Lima Locomotive Works; Pacific Car and Foundry Company; Pressed Steel Car Company; Pullman-Standard Car Company.
Valor unitario: entre 44.556 y 64.455 U$D de 1945, según la variante.
Producción: Febrero de 1942 a julio de 1945; 49.234 ejemplares construidos.
Peso: entre 30.3 tns. y 38.1 tns. según la variante.
Largo: entre 5.84 mts. y 6.27 mts. según la variante.
Ancho: entre 2.62 mts. y 2.99 mts. según la variante.
Alto: entre 2.74 mts. y 2.97 mts. según la variante.
Tripulación: 5 (comandante, artillero, cargador, conductor, radioperador/ametralladorista); o 4 en el "Firefly" (sin radioperador/ametralladorista).
Blindaje: 12.7 mm mínimo hasta un máximo de 152 mm (190 mm con planchas agregadas) según la variante.
•Armamento: 1 cañón M-3 75/40 mm (97 a 104 proyectiles); o un cañón M-1, M-1A1, M-1A1C, o M-1A2 de 76.2 mm/17 Libras (71 proyectiles); 1 ametralladora Browning M-2HB de 12.7×99 mm (300 a 600 proyectiles); 1 o 2 ametralladoras Browning M-1919A4 de 7.62×54 mm (6.000 a 6.750 proyectiles). •Aparato motor:
Modelo M4: Motor radial naftero de 9 cilindros Continental R975-C1 o -C4 de 350 o 400 hp a 2.400 rpm.
Modelo M-4A2: Motor Detroit Diesel Series 71 General Motors 6046 de 375 hp a 2.100 rpm.
Modelo M4A3: Motor lineal naftero de 8 cilìndros Ford GAA V8 de 450 hp a 2.600 rpm.
Modelo M4A4: Motor naftero multibancada de 30 cilìndros Chrysler A57 de 370 hp a 2.400 rpm.
Modelo M4A6: Motor diésel radial de 9 cilìndros Caterpillar D-200A (Wright R-1820 Cyclone) de 450 hp a 2.400 rpm.
Relación potencia/peso: 11.53 a 14.87 hp/tn según la variante.
Velocidad máxima: 35 a 48 kph en carretera, según la variante.
Combustible: 522 a 662 lts según la variante.
Transmisión: Manual Spicer sincronizada de 5 marchas adelante y 1 marchas atrás
Amortiguaciòn: Muelles verticales VVSS (Vertical volute spring suspension) o Suspensión de muelles horizontales HVSS (Horizontal volute spring suspension)
Características generales del "Sherman Potenciado".
Todos los datos son idénticos a los ejemplares base M-4A1 y M-4A3 (76)W, menos las siguientes variaciones:
Peso: 46 toneladas.
Tripulación: 4 efectivos.
Armamento: Un cañón FTR L44/57 de 105/44 mm.; 1 ametralladora Browning M-2HB 12.7×99 mm. en el techo de la torreta; 1 ametralladora coaxial MAG 60-40 7.62×51 mm.; 4 potes lanzagranadas de 77 mm. fumígenas/antipersonal.
Aparato motor: Poyaud 520-V8 diesel de 520 hp.
Velocidad: 48 kph en carretera; 20 kph campo traviesa.
Combustible: 500 lts + 200 lts adicionales.
Sherman Potenciados argentinos recién desactivado en el Ejército Paraguayo, que es el último Sherman en prestar servicio de primera línea en el mundo.