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sábado, 4 de octubre de 2025

Crisis del Beagle: ¿Y si...? Conjeturas sobre la guerra del fin del Mundo

Soldados argentinos ocupan Puerto Natales en 1978.

Y si hubiésemos ido a la guerra: El conflicto no desatado entre Argentina y Chile en 1978 y sus consecuencias



Por EMcL - FDRA


Hubo mapas, hubo planes, hubo órdenes escritas. Hubo tropas listas para cruzar la frontera, armamento cargado, y miras puestas en el canal Beagle. En diciembre de 1978, Argentina y Chile estuvieron a horas —quizás minutos— de iniciar una guerra de consecuencias imprevisibles. Y, sin embargo, no ocurrió.

Este artículo se sumerge en ese conflicto no desatado, en ese capítulo borrado de la historia por la intervención de último momento del papa Juan Pablo II. Pero la pregunta persiste: ¿qué habría pasado si no mediaba nadie? ¿Quién tenía más chances de ganar? ¿Qué papel habrían jugado Perú, Bolivia o Brasil? ¿Y si Chile se rendía? ¿Y si resistía con éxito?

"Y si hubiésemos ido a la guerra"
no es solo un ejercicio de historia contrafactual. Es una reconstrucción detallada y argumentada de escenarios reales que estuvieron a punto de concretarse. Con base en fuentes documentales, estudios militares y análisis geopolíticos, proponemos una línea de tiempo crítica y múltiples hipótesis sobre el desenlace de una guerra que no fue, pero pudo ser.

Lo invitamos a recorrer uno de los mayores “¿y si?” estratégicos del Cono Sur. Lo que sigue no es ficción: es el pasado que casi fue historia.


0. El Beagle como epicentro: contexto, cronología y escenario hipotético

Línea del tiempo esencial

  • 1881 – Se firma el Tratado de Límites entre Argentina y Chile, que fija el canal de Beagle como frontera, pero no delimita con precisión la jurisdicción de las islas al sur del canal. (Wikipedia)

  • 1958 – Incidente del islote Snipe: enfrentamiento menor entre fuerzas argentinas y chilenas en el canal. (Wikipedia)

  • 1971 – Argentina y Chile acuerdan someter el diferendo del Beagle a arbitraje internacional. (Wikipedia)

  • 2 de mayo de 1977 – Se publica el laudo arbitral favorable a Chile sobre las islas de Picton, Lennox y Nueva, y derechos marítimos adyacentes. Siniver (2024)

  • Enero de 1978 – Argentina declara “nulo e írrito” ese laudo. Secretaría de Estado

  • 20 de febrero de 1978 – Acuerdo de Puerto Montt (Chile y Argentina acuerdan seguir negociando). (ONU)

  • 12 de diciembre de 1978 – Reunión de ministros exteriores prevista en medio de fuerte tensión. (CIA)

  • 22 de diciembre de 1978 – Argentina lanza la Operación Soberanía, una acción militar planeada para invadir las islas en disputa y medir la reacción chilena. La operación es abortada pocas horas después. (Wikipedia)

  • 9 de enero de 1979 – Acta de Montevideo: los dos países aceptan la mediación papal. (ONU)

  • 1982 – Guerra de Malvinas: Chile respalda diplomáticamente a Reino Unido, lo que influye en las relaciones regionales. (Wikipedia)

  • 29 de noviembre de 1984 – Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina: acepta el laudo arbitral y fija fronteras marítimas y derechos de navegación. (Fuente)

Esta cronología refleja cómo, en los hechos, la guerra fue evitada. Pero al imaginar que el conflicto realmente se hubiera desatado, abrimos múltiples líneas hipotéticas.




1. ¿Quién tenía más probabilidades de ganar?

En la literatura especializada encontramos un consenso matizado. Argentina partía con ventajas cuantitativas: mayor número de tropas, armamento más abundante y capacidad de movilización en varios frentes. Según estudios estratégicos contemporáneos de esa época, su Ejército patagónico ya estaba preparado para operaciones ofensivas sobre las islas en disputa. (CIA)

Por otro lado, Chile contaba con dos factores defensivos cruciales: la difícil geografía (cordillera y zonas inhóspitas) que dificultaba el avance argentino, y una línea logística relativamente corta dentro de territorio nacional, lo que favorecía su capacidad de resistencia. Además, la cohesión militar chilena bajo Pinochet resultaba más estable que la de la junta argentina, inmersa en divisiones internas. Siniver (2024)

Algunos análisis de teoría de crisis (“brinkmanship”) aplicados al caso del Beagle concluyen que una guerra rápida y relámpago podría favorecer a Argentina en los primeros movimientos; pero que una guerra prolongada revertiría esa ventaja inicial. En esos modelos se considera que el desgaste logístico, el costo humano y la presión internacional tienden a favorecer al defensor cuando el terreno favorece esa estrategia. Corbacho (2003)

Por lo tanto, en un escenario ideal (ofensiva rápida bien coordinada, sorpresa y falta de reacción efectiva chilena), Argentina podría haber conquistado las islas y algunas zonas del sur chileno. Pero la probabilidad de una victoria estratégica total era baja. En una guerra extendida, Chile tenía mayores chances de revertir posiciones. Estos temas los hemos investigado a lo largo de diversos posteos en este blog.



2. Intervención de Perú o Bolivia: ¿posible cerco andino?

Una de las grandes incógnitas de este conflicto hipotético es el rol que hubiesen desempeñado los vecinos del altiplano. Perú, por entonces bajo el gobierno militar de Francisco Morales Bermúdez, mantenía una relación ambigua con Chile, marcada por las secuelas de la Guerra del Pacífico. Bolivia, aún con heridas abiertas por la pérdida de su litoral en ese mismo conflicto, tenía un interés histórico en recuperar acceso soberano al mar.

Existen documentos y declaraciones posteriores que indican que Argentina sondeó informalmente a ambos países sobre una eventual alianza. Algunos sectores del Ejército boliviano veían en el conflicto una oportunidad para presionar a Chile. En el caso de Perú, las relaciones eran frías con Chile, pero no lo suficiente como para justificar una entrada automática en la guerra.

La situación hubiese sido difícil para Chile. En 1978, Argentina sumaba un contingente de +132.000 hombres; Perú disponía de 89.000 y Bolivia de 22.500. Distribuir los 85.000 hombres con que contaba Chile para tal número de enemigos, parece altamente difícil. Hubo, además, una serie de escándalos de espionaje que involucraron a Chile en el Perú, y algunas decisiones de los países del entorno revelaban que todos estaban tomando posiciones, de alguna manera, ante la proximidad de la crisis.

La mayoría de los estudios coinciden en que una intervención directa de Perú o Bolivia era improbable al inicio del conflicto. Sin embargo, si Argentina lograba avanzar con éxito sobre el sur chileno, una victoria parcial podría haber incentivado una ofensiva coordinada desde el norte. No por alianzas explícitas, sino por intereses convergentes. Esta posibilidad, aunque baja, no era descartable. El cerco andino pudo haber sido una realidad si el conflicto se prolongaba.

Sin haberse decidido jamás por un compromiso concreto con Buenos Aires, y viendo milagrosamente como zafaba el país de la debacle en la Patagonia sobre el extremo sur de Chile, Lima no tuvo más remedio que quedar expectante. En editorial del diario peruano "El Correo" del 2 de abril de 2005, el director del medio, Aldo Mariátegui, recordaría:
    

"Si la guerra estallaba, era casi seguro que nuestro país se hubiera visto arrastrado a ella junto a Bolivia, mientras que los chilenos hubieran movido a sus aliados ecuatorianos".
    

"Por ello, la intervención papal evitó una muy probable guerra generalizada en Sudamérica, un horror insano que nos ahorró Juan Pablo II y que debemos agradecerle para siempre".


De este modo, al posponerse el problema del Beagle con esta oferta de mediación papal, la más calurosa hoguera de hacer justicia peruana frente al robo de territorio por parte de Chile comenzó a extinguirse a partir de ese año de 1979, aún cuando las tensiones persistían. 

Las relaciones históricas entre Chile, Perú y Bolivia aportan pistas interesantes. Bolivia, aún resentida por la pérdida de su costa en la Guerra del Pacífico, y Perú, que históricamente ha tenido tensiones con Chile, podrían haber visto en el conflicto una oportunidad regional.

Sin embargo, los estudios que revisan ese escenario coinciden en que la intervención abierta de Perú o Bolivia al inicio del conflicto habría sido muy improbable. Los costos políticos, militares y diplomáticos eran enormes. Además, ambos países enfrentaban limitaciones internas y no contaban con fuerzas desplegables de largo alcance para sostener una guerra en el extremo austral.

Dicho esto, si Argentina hubiese tenido éxito en sus primeras operaciones (por ejemplo, ocupando las islas o parte del sur chileno), un apoyo táctico desde el norte podría haber emergido. Un “cerco andino” podría haber sido viable en fases posteriores, no al comienzo. La ayuda probable habría sido logística, apoyo diplomático, incluso presiones sobre Chile desde el frente altiplánico, más que envíos masivos de tropas.




3. ¿Intervención de Brasil, EE. UU., Reino Unido u organismos multilaterales?

Una de las hipótesis de escalamiento del conflicto del Beagle recae muchas veces en la intervención de actores del tercer nivel. Analistas, sobre todo trasandinos, confiaban en que si el conflicto se prolongaba sería aprovechada por terceros actores para intervenir, siempre sospechando en ayuda de Chile. El primer corazoncito se depositaba en Brasil. Así como Perú y Bolivia aprovecharían la guerra para recuperar el territorio indignamente robado por Chile un siglo antes, Brasil podría cobrárselo con Argentina. Del mismo modo, el Reino Unido anticiparía que el conflicto se extendería a Malvinas e intervendría contra Argentina. Estados Unidos también tal vez podría intervenir para desalentar el conflicto entre dos socios regionales, como lo hace muchas veces para desactivar otros conflictos entre socios, como el caso de Turquía y Grecia. Finalmente, otra opción sería la intervención activa de la ONU al final como en el caso de la guerra de Corea.

Brasil

Brasil observaba el conflicto con preocupación. En plena dictadura militar y aliado de Estados Unidos en la Guerra Fría, el régimen brasileño tenía razones para evitar una alteración del equilibrio regional. Aunque públicamente neutral, Brasil mantenía mejores relaciones con Chile que con Argentina y tenía acuerdos tácitos de cooperación con las Fuerzas Armadas chilenas.

Una intervención brasileña directa era improbable, pero no imposible. Lo más probable es que, frente a una ocupación prolongada del sur chileno o una guerra abierta en todo el territorio andino, Brasil hubiese presionado diplomáticamente a favor de una solución rápida. En el escenario más extremo, podría haber desplegado tropas en su frontera para contener cualquier desborde, aunque sin cruzar a territorio enemigo.

Brasil, en 1978 bajo régimen militar, observaba el deterioro del equilibrio regional con preocupación. Mantenía relaciones más fluidas con Chile que con Argentina, lo que lo inclinaba a actuar como mediador o contenedor antes que como agresor directo. Una intervención militar brasileña sobre territorio chileno era extremadamente poco plausible. Lo más probable era una presión diplomática fuerte o despliegues en su frontera para evitar contagios o flujos de refugiados. Asimismo, sería probable que, si pudiese, Brasil proveería de armas a Chile si es que pudiese lograr una ruta logística segura. Asimismo, debe destacarse que para el momento de la crisis Brasil carecía de diferendos limítrofes con Argentina, es decir, no tendría excusa válida para iniciar una conflicto.

Estados Unidos

En plena Guerra Fría, EE. UU. jugaba un rol central en América Latina. Su prioridad habría sido evitar que un conflicto local escalara en una crisis mayor que afectase sus intereses estratégicos. Como muchas fuentes diplomáticas señalan, EE. UU. probablemente hubiese emitido condenas a la agresión, impuesto sanciones o bloqueos diplomáticos al agresor, y presionado por negociaciones y ceses del fuego. En el mejor de los casos, podría haber ofrecido mediación bajo auspicios de la OEA o la ONU. No hay indicios claros de que hubiese enviado tropas, salvo en escenarios extremos o bajo mandato internacional. Del mismo modo de controlar que se eviten conflicto entre sus socios políticos, la intervención cumpliría un rol apaciguador.

Estados Unidos habría jugado un rol determinante, aunque complejo. Washington mantenía canales con ambos regímenes militares y habría buscado evitar un conflicto que desestabilizara su "patio trasero" durante la Guerra Fría. Lo más probable habría sido una presión fuerte, quizás en el marco de la OEA, junto con sanciones diplomáticas o comerciales.

Reino Unido

El Reino Unido tenía un vínculo indirecto con el conflicto, principalmente vía su relación con Argentina (sobre todo por el tema de las Malvinas) y el reconocimiento del laudo arbitral. Es improbable que hubiese intervenido con fuerza militar en América del Sur en ese momento, salvo como apoyo simbólico diplomático o a través de presiones internacionales. El gobierno de ese momento todavía era laborista en el país, es probable que una intervención militar directa no hubiese ocurrido pero sí una movilización precautoria de la Royal Navy (con su grupo de portaaviones) a las islas Malvinas para prevenir cualquier aventura militar de nuestro país. 

El Reino Unido mantenía una relación distante en lo diplomático con Argentina pero cercana en lo militar: la proveía de armas navales (sus mejores destructores Tipo 42 y bombarderos Canberra), especialmente en temas de soberanía (como las Malvinas), y hubiese evitado tomar partido. 

ONU / organismos multilaterales

La ONU podría haber adoptado resoluciones para condenar la agresión, imponer sanciones o desplegar fuerzas de observación o paz en un escenario extremo. Pero en 1978 no existía un mecanismo automático para enviar fuerzas de intervención en conflictos interestatales sin acuerdos amplios. En un conflicto prolongado y sangriento, la presión para un cese del fuego y supervisión externa habría sido intensa.

En suma, la intervención extranjera directa en combate era poco probable salvo escalaciones dramáticas. La intervención diplomática activa y la mediación internacional eran mucho más probables.

La ONU, si bien podría haber condenado el conflicto, difícilmente habría actuado militarmente. No obstante, una guerra prolongada y sangrienta podría haber motivado la creación de una fuerza de paz para supervisar un cese al fuego.

4. Si Chile se hubiese rendido: ¿Que exigencias máximas podía solicitar Argentina?

¿Quién tenía mayores probabilidades de ganar una guerra entre Argentina y Chile en 1978?

La literatura especializada, tanto argentina como internacional, ha analizado largamente los escenarios potenciales del conflicto. En términos estrictamente numéricos, Argentina contaba con una ventaja considerable en tropas, blindados, aviación y recursos logísticos. Su Ejército era el más grande del Cono Sur y se encontraba desplegado en varias zonas del país con capacidad de rápida movilización. Además, la Armada argentina era, al menos en cantidad, superior a la chilena, mientras que la Fuerza Aérea contaba con más unidades operativas en ese momento.

Sin embargo, la superioridad numérica no garantiza la victoria. Chile, aunque más limitado en recursos humanos y materiales, tenía ventajas defensivas clave. Primero, su geografía: la Cordillera de los Andes es una formidable barrera natural. Segundo, una doctrina militar orientada a la defensa territorial con líneas logísticas más cortas y eficientes en su propio territorio. Tercero, el factor de cohesión interna: mientras que Argentina tenía fricciones entre sus distintas ramas militares y una dictadura inestable, Chile, bajo el mando férreo de Pinochet, mostraba una cadena de mando más cohesionada.

Los estudios de estrategia militar concluyen que en caso de una guerra corta, con ofensivas rápidas, Argentina podría haber ocupado territorios chilenos en el sur —especialmente el área de Punta Arenas— e incluso capturar las islas disputadas. Pero en una guerra prolongada, las limitaciones logísticas argentinas, la geografía hostil y una probable reacción internacional habrían revertido esa ventaja inicial. La victoria rápida era improbable. La victoria total, inverosímil. 

¿Qué hubiese ganado Argentina si Chile se rendía?

Si se hubiese producido una rendición chilena —escenario extremo aunque no improbable— Argentina habría impuesto condiciones territoriales y geopolíticas. El objetivo inmediato habría sido asegurar la soberanía de las islas del Canal Beagle (Picton, Lennox y Nueva), además de zonas estratégicas en el sur patagónico. Algunas proyecciones incluso mencionan la ocupación del Estrecho de Magallanes, dándole a Argentina control completo sobre la navegación entre el Atlántico y el Pacífico.

Además del territorio, se habrían exigido concesiones diplomáticas y comerciales: control de rutas marítimas, tratados favorables para la navegación y quizás acuerdos sobre explotación pesquera y recursos marítimos. En un escenario más ambicioso, Argentina podría haber intentado establecer una zona desmilitarizada en el sur chileno o imponer restricciones al rearme chileno.

Sin embargo, la ocupación prolongada del territorio chileno habría sido inviable en términos políticos y logísticos. La resistencia local, la presión internacional y los costos humanos y económicos habrían transformado una victoria táctica en un problema estratégico.

Aún obteniendo estas conquistas, debe tenerse en cuenta que como ha sido tradición en la cultura chilena, no perderían un segundo hasta fin de los tiempos de realizar reclamos diplomáticos de cualquier tipo, marca y color. Los reclamos infundados (Lago del Desierto) o mágicamente creados (Hielos Continentales) han sido una constante en el patrón cultural chileno. 

Finalmente, viendo a más largo plazo, la mejor victoria que hubiese podido tener Argentina hubiese sido la cesión de la Antártida chilena (nombrada Antártica en Santiago). Eso hubiese dejado el tratado Antártico con la región en disputa sólo por dos naciones, el Reino Unido y Argentina. La liberación del sur del canal de Beagle del yugo chileno hubiese dado un paso natural desde el sector continental Atlántico hacia las bases del continente blanco y hubiésemos ahorrado tener que jugar la actual farsa de un país jugando pequeños juegos de mezquindades como ya nos tiene acostumbrado el país lateral. Bien valía la pena ir a la guerra por sólo este objetivo de largo plazo.

Si Chile se hubiese rendido: exigencias máximas de Argentina

En el escenario más favorable para Argentina—una rendición chilena—las condiciones de paz que Buenos Aires podría haber exigido hubiesen sido ambiciosas:

  1. Soberanía plena sobre las islas del Canal Beagle — Picton, Lennox y Nueva, con definición clara del canal como frontera.

  2. Control parcial o total del Estrecho de Magallanes, para asegurar la soberanía sobre rutas marítimas interoceánicas de extremo sur.

  3. Zonas costeras del sur chileno (por ejemplo en toda la isla de Tierra del Fuego) con bases navales argentinas o zonas bajo administración argentina.

  4. Derechos de navegación asegurados para buques argentinos en aguas del Pacífico adyacentes, con tratados favorables de libre paso.

  5. Compensaciones económicas: reparaciones por daños de guerra, indemnizaciones, acceso preferencial a recursos marítimos (pesca, potenciales hidrocarburos).

  6. Limitaciones militares para Chile, como restricciones al rearmamento en el sur o creación de zonas desmilitarizadas, supervisadas internacionalmente.

  7. Cláusulas diplomáticas y de reconocimiento que obligaran a Chile a reconocer formalmente la victoria argentina, declarar vacíos ciertos tratados y aceptar una redefinición de fronteras marítimas favorables a Argentina. Cesión de todo el espacio antártico chileno a Argentina.

     

No obstante, mantener una ocupación extensa del territorio chileno hubiese sido extremadamente costoso y políticamente inviable en lo más mínimo a mediano plazo, por la resistencia interna, la presión internacional y el desgaste logístico humano y militar.

5. ¿Qué hubiese ganado Chile si rechazaba el ataque argentino?

En caso de un contraataque exitoso chileno, o al menos una defensa que frustrara el avance argentino, Chile habría obtenido no sólo la legitimidad internacional sobre su soberanía en el Beagle, sino un fortalecimiento simbólico y político de gran calibre. El mejor resultado posible sería la consolidación de sus derechos sobre las islas en disputa, acompañado de un reforzamiento militar y diplomático en la región.

En un escenario de victoria parcial o total, Chile podría haber presionado por concesiones argentinas en áreas fronterizas donde aún existían ambigüedades, además de reforzar alianzas regionales. Incluso es plausible imaginar que Chile hubiese solicitado compensaciones económicas o logísticas por los daños sufridos, o promovido una condena regional a la agresión argentina.

Políticamente, una victoria chilena habría reforzado al régimen de Pinochet, dándole mayor margen interno y externo. Por contraste, una derrota argentina habría debilitado aún más a una Junta ya dividida, acelerando el desgaste del régimen militar y probablemente alterando el curso que llevaría a la guerra de Malvinas cuatro años después.

Si Chile rechazaba el ataque: ganancias máximas para Chile

En el escenario de una defensa exitosa con contraataques efectivos, Chile podría reclamar condiciones ventajosas al final del conflicto:

  1. Confirmación y reforzamiento de su soberanía sobre Picton, Lennox y Nueva — el reconocimiento internacional de su propiedad sobre las islas disputadas.

  2. Concesiones territoriales menores en zonas limítrofes donde hubiese disputas poco claras o franjas terrestres limítrofes que pudieran ser negociadas.

  3. Compensaciones económicas por daños de la agresión argentina, indemnizaciones por destrucción de infraestructura, pérdidas civiles o militares.

  4. Obligación argentina de reconocer tratados de navegación favorables a Chile o cesión de derechos en algunas rutas marítimas limítrofes.

  5. Garantías de no agresión y limitaciones militares argentinas en el sur, tal vez supervisión internacional en ciertas zonas.

  6. Reparaciones políticas: apoyo chileno en foros internacionales, condenas de agresión argentina y un reforzamiento de la posición diplomática de Chile.


Además, políticamente sería una victoria simbólica de gran magnitud, fortaleciendo el régimen de Pinochet y debilitando la legitimidad de la junta argentina. Una derrota argentina —pese a sus recursos— habría acelerado el desgaste de su gobierno militar.

 

6. Finalizando

En diciembre de 1978, el Cono Sur estuvo a un suspiro de presenciar un enfrentamiento bélico que pudo haber cambiado el rostro geopolítico de Sudamérica. La tensión entre Argentina y Chile por la soberanía de las islas del Canal Beagle alcanzó un punto álgido, al borde de la guerra abierta. La intervención diplomática del papa Juan Pablo II evitó el estallido final. Pero, ¿qué habría pasado si esa mediación no hubiese llegado a tiempo? ¿Qué escenarios se habrían desplegado si el primer disparo hubiese sido respondido? Eso hemos estado intentar responder en este blog en diversos posteos.

Este conflicto no desatado sigue siendo uno de los mayores "y si" de la historia sudamericana reciente. Las condiciones estaban dadas, las tropas movilizadas, y las órdenes redactadas. Sólo una inesperada mediación papal evitó que el fuego se abriera en la Patagonia. El análisis de sus posibles consecuencias nos recuerda cuán delgada es, a veces, la línea entre la paz y la guerra.

¿Quién habría ganado? Es posible que nadie. Es posible que Argentina. Es imposible que Chile.

miércoles, 1 de octubre de 2025

Malvinas: Reino Unido podría perder las islas en 20 años

¿Por qué Gran Bretaña perderá las Malvinas en los próximos 20 años?


Este hilo explica por qué es probable que Gran Bretaña pierda las Islas Malvinas, probablemente en los próximos 25 años, pero a más tardar en 2065. En teoría, podríamos evitarlo, pero probablemente no tomaremos las medidas necesarias, así que las perderemos.



Fuente

Primero lo primero: es improbable que nos enfrentemos (en un plazo estratégicamente relevante) a la posibilidad de perder las islas militarmente. Puede que seamos débiles militarmente, pero desde la guerra de 1982, hemos reforzado las defensas de las islas, centradas en la base de la RAF Mount Pleasant.



Estas defensas incluyen cuatro cazas Typhoon estacionados permanentemente, además de un avión cisterna de reabastecimiento en vuelo; transporte aéreo estratégico; cabezas de radar remotas; misiles antiaéreos de alcance medio Sky Sabre; una lancha patrullera clase River de la Royal Navy, así como destructores/fragatas que se instalarán en la base periódicamente.





Un batallón de infantería también está estacionado allí. Abajo, el oficial al mando de 2 fusiles habla como compañía de reclutamiento con un oficial de 2 PARA, típicamente ágil. Un batallón puede no parecer mucho, pero los soldados británicos son de élite; superan a la infantería argentina.



Buenos Aires está a décadas de igualar esto, especialmente considerando que cualquier aumento de poderío militar argentino podría contrarrestarse reforzando la presencia británica en las islas y sus alrededores, incluso sin el gasto militar adicional que aparentemente tenemos planeado. Pero ¿y si Argentina se organizara económicamente. ¿Y si comprara de China el tipo de avión de combate de quinta generación con sistema AWACS que aparentemente estaba al alcance de Pakistán? ¿Y si expandiera significativamente su ejército y comprara equipo moderno para él? ¿Y si...




...aprovechara la democratización del ataque de precisión y la vigilancia, posibilitada por misiles y drones de diversos tipos? Si los hutíes pueden conseguir tales misiles, y los ucranianos fabrican tales drones en su país, en teoría, también podrían hacerlo los argentinos.





El estado británico no se está tomando este riesgo lo suficientemente en serio. El uso masivo de misiles y drones degradaría rápidamente la posición en Mount Pleasant y, en última instancia, desbordaría la capacidad de la RAF para disputar el aire, abriendo el camino para que los cazabombarderos de la Fuerza Aérea Argentina comiencen a deambular.





Sin embargo, si Argentina comenzara a desarrollar un arsenal de este tipo, Gran Bretaña podría responder estacionando allí más activos defensivos, así como una defensa puntual contra drones recientemente desarrollada, y distribuyendo activos alrededor de las islas. Finalmente, podría desplegar sistemas capaces de...




...suprimir los fuegos argentinos en tierra firme. Además, un desembarco disputado de marines es una de las cosas más difíciles que un ejército puede intentar. Los argentinos podrían desarrollar toda la tecnología de drones y misiles que quisieran, pero ¿llevar soldados a través de 480 kilómetros de mar abierto?




Esto sería imposible sin superioridad aérea, pero incluso si se lograra, superar el fuego antibuque terrestre del Reino Unido no sería un hecho. Además, es dudoso que Argentina pueda detectar los submarinos nucleares cazadores-asesinos de la Marina Real, que son los mejores del...




...mundo después de los submarinos más avanzados de la Armada estadounidense, en un futuro próximo. Mientras no puedan, enviar una fuerza marítima a las Islas es una tarea difícil (siempre y cuando Gran Bretaña tenga tiempo de desplegar activos allí antes del Día D).

Entonces, ¿cómo podríamos perder las Malvinas?




Probablemente desde 2014, el orden mundial ha pasado de ser unipolar (como lo había sido desde 1991 a más tardar) a multipolar. Las grandes potencias en este sistema son Rusia (con diferencia la más débil de las tres), China y Estados Unidos (los dos últimos aportan sus pares).



Eso significa el regreso de una despiadada competencia por la seguridad entre las grandes potencias. Sudamérica no será inmune a esta competencia. Si no sabe quién es el almirante Alvin Holsey (abajo), debería saberlo. Es el comandante del Comando Sur de EE. UU., responsable de toda Latinoamérica.




El poder de Estados Unidos, por supuesto, se basa en sus enormes recursos naturales, su impresionante tamaño económico, fuerza y ​​profundidad, y su poderoso ejército. Sin embargo, también se basa en su independencia de rivales cercanos. Siempre ha comprendido la importancia de esto.

Por eso proclamó la Doctrina Monroe —que establecía que las potencias extranjeras no podían interferir en el hemisferio occidental— en 1823, mucho antes de tener la capacidad de aplicarla. Y, desde entonces, ha librado guerras, anexado territorios, fomentado golpes de Estado, apoyado revoluciones...



...y dictadores, financiado guerrillas, traficado drogas y bloqueado naciones para asegurar que Latinoamérica se comporte bien. Nada ha cambiado, ni tampoco el deseo de Washington de controlar los recursos naturales cruciales de Sudamérica, como el petróleo, el mineral de hierro, el cobre, el litio, el niobio y el uranio.

Pero hay un problema. China es ahora el principal socio comercial de la mayoría de los países sudamericanos. También está construyendo redes 5G, puertos, corredores logísticos y, lo peor de todo, invertir en todos esos recursos naturales y enviarlos a China, no a Estados Unidos.




Con toda esta inversión, comercio y suministro de equipos, viene la influencia. Si un país es tu mayor socio comercial, te proporciona tu red nacional de telecomunicaciones y construye y opera infraestructura crucial, eso le da cierta ventaja, ¿no?

No hace falta decir que Washington detesta esto y ha decidido competir, tan despiadada y despiadadamente como siempre. Lo más destacado es que Estados Unidos está intentando fomentar un golpe de estado contra el gobierno venezolano en este momento. O quizás se esté preparando para invadirlo.




Está castigando a Brasil con sanciones porque el presidente Lula, de tendencia izquierdista y pro-BRICS/sur global, ha procesado al expresidente derechista y pro-estadounidense Jiar Bolsonaro. Está presionando a México y ayudó a instalar una administración ultrapro-estadounidense en Ecuador y Perú.




Argentina es una pieza importante del rompecabezas. Exporta productos agrícolas, petróleo y gas, y, crucialmente, forma parte del Triángulo del Litio. Argentina también controla las salidas del sistema fluvial Paraná-Paraguay, por donde transita un gran volumen de las exportaciones de la región.



El reciente rescate financiero de 20.000 millones de dólares a Argentina demuestra la importancia del país para Washington. El presidente Javier Milei es un firme partidario de Estados Unidos. Ha buscado conectar a Argentina con la órbita estadounidense mediante la compra de F-16 y la cooperación militar en el río Paraná.



Es evidente que Washington desea mantener un régimen proestadounidense en Argentina; es evidente que seguirá compitiendo por influencia en Sudamérica de forma más amplia. A estas alturas, debería haber empezado a hacerse evidente cómo Gran Bretaña podría perder las Malvinas "diplomáticamente".

Corre el año 2045. La economía argentina ha experimentado un fuerte crecimiento durante más de 15 años, gracias al gas de Tierra del Fuego, el litio y un gobierno que supo no solo gestionar la economía, sino también competir con Estados Unidos y China, asegurándose la inversión de ambos.

Con este crecimiento económico llegó la reforma militar. El país se centró en una amplia y variada fuerza de drones y misiles, complementada con un pequeño número de cazas chinos de quinta generación y un ejército moderno con capacidad expedicionaria. El Reino Unido ha seguido estos acontecimientos con alarma.

Ha tenido que comprar y desplegar más sistemas de defensa A2/AD y de punto, construir pistas austeras en la isla para distribuir sus aviones de combate y desplegar muchos más activos. El equilibrio de poder sigue estando del lado del defensor, pero los gastos para mantener las Malvinas aumentan.

En este punto, Argentina da un gran impulso para iniciar negociaciones sobre la soberanía de las Malvinas. Los países del Sur Global apoyan este esfuerzo "anticolonial". También lo hace China, ahora la mayor economía del mundo y un poderoso actor diplomático. Pekín ve una oportunidad de lograr una victoria fácil contra EE. UU., que naturalmente estará dividido al respecto (como lo estuvo Washington en 1982 hasta que Galtieri jugó un juego diplomático estúpidamente). Alguien más que ve una oportunidad de lograr una victoria es España, que presiona con fuerza para ganar que la UE apoye el caso de Argentina. Madrid espera que el precedente conduzca a la obtención de la soberanía sobre Gibraltar. Públicamente, Washington se mantiene neutral al respecto. En privado, sin embargo, le dice a Buenos Aires que utilizará su relación especial con Londres para argumentar el caso de Argentina. En Londres, le dice a un Primer Ministro con el rostro pálido que EE. UU. no apoyará al Reino Unido; el coste estratégico para Estados Unidos sería simplemente demasiado alto, y que, en opinión de la Administración, ha llegado el momento de transferir la soberanía.

Whitehall (la casa de gobierno británica) no está disgustado con este giro de los acontecimientos. No se ha hecho nada para desarrollar las islas ni explotar sus potenciales recursos naturales. El gasto de mantener estas rocas sin valor es simplemente demasiado alto, opina el Tesoro. Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores está igualmente complacido. Le disgusta la forma en que estas disputas sobre remanentes imperiales sin valor consumen capital diplomático. Si Gran Bretaña se librara de ellos, podríamos tener una posición moral más sólida y desempeñar un papel más importante en el fomento de la cooperación internacional.

Con el país diplomáticamente aislado, las habituales traiciones dentro del establishment dificultarían la vida. Para 2045, quedarían pocos veteranos de la Guerra de 1982 que pudieran expresar su desaprobación o influir en la opinión pública: incluso los más jóvenes que lucharon en las Malvinas serían octogenarias. Las historias del Yomp, la tragedia del HMS Sheffield, el hundimiento del Belgrano o la heroica carga del coronel H. Jones en Goose Green simplemente se habrán desvanecido de la memoria pública.

Y así es como perdemos las Malvinas.

FIN

@MartinSkold2 @policytensor @arisroussinos @tomough @edwardstrngr @proud_diplomat @iwelsh @timdavies_uk


martes, 8 de octubre de 2024

Geopolítica: La triple frontera y el crimen

Encrucijadas del submundo: redes oscuras y comercio ilícito global en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay


Rashmi Singh y Jorge Lasmar || Small War Journals


En febrero de 2021, el Centro de Terrorismo, Crimen Transnacional y Corrupción (TraCCC) de la Universidad George Mason lanzó un proyecto titulado "Centros de Comercio Ilícito" para estudiar los centros seleccionados de comercio ilícito y economías ilícitas en todo el mundo. Se eligieron cuatro centros geográficos para la primera etapa de este proyecto, con un equipo internacional de expertos a cargo de la investigación en cada ubicación:
  • América Central: Panamá, Guatemala y Belice
  • América del Sur: La Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay)
  • Oriente Medio: Dubái (EAU)

Europa del Este: Ucrania

La investigación sobre la zona de la Triple Frontera (TBA) entre Argentina, Brasil y Paraguay fue liderada por los autores y produjo un informe exhaustivo titulado "La Triple Frontera: Un centro de comercio ilícito con impacto global". [1] En general, el proyecto buscó mapear la ecología de los centros seleccionados, identificar sus características comunes y divergentes, y comprender cómo las economías ilícitas de estos centros[2] promueven daños con alcance y consecuencias locales, regionales y globales. Así, para cada centro, el proyecto exploró la naturaleza y las características clave de los comercios ilícitos dominantes, los principales actores involucrados, las características centrales del entorno propicio, y evaluó las respuestas locales, nacionales, regionales e internacionales a los desafíos y amenazas planteados por la actividad del comercio ilícito.

Nuestro trabajo sobre la frontera transfronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay comenzó reconociendo que representa sólo una de las muchas fronteras triples de Brasil. No obstante, también era obvio que esta triple frontera en particular desempeñaba un papel fundamental dentro de la red mundial de comercio ilícito. La frontera transfronteriza se caracteriza por una enorme diversidad de productos ilícitos que circulan a través de ella. Como resultado, nuestro trabajo decidió centrarse en el movimiento de drogas (marihuana y cocaína) como productos de alto riesgo y alta recompensa y los cigarrillos como un producto de bajo riesgo y alta recompensa. Otros productos, como armas, productos electrónicos, bebidas alcohólicas, juguetes, alimentos, pesticidas, etc. eran significativos, pero se dejaron deliberadamente fuera de nuestro estudio.


La Triple Frontera (TBA). Fuente: https://alchetron.com/Triple-Frontera

Nuestra investigación descubrió que la TBA como centro neurálgico se caracteriza por una combinación particular de fronteras internacionales aisladas, porosas y difíciles de monitorear junto con la presencia de tres centros urbanos clave (Puerto Iguazú en Argentina, Foz do Iguaçu en Brasil y Ciudad del Este en Paraguay), una impresionante infraestructura de carreteras y tres aeropuertos internacionales que la conectan con las principales ciudades del Mercosur y el resto del mundo. Esta combinación peculiar la hace particularmente atractiva tanto para el comercio lícito como para el ilícito, y la región representa una fuente, un punto de tránsito y un destino para una amplia variedad de bienes y servicios legales e ilegales. De hecho, tal vez la característica más sorprendente de la región es la interacción casi perfecta entre los mercados lícitos e ilícitos que no solo coexisten en el mismo espacio sino que utilizan la misma infraestructura (dura, blanda, crítica y humana) y se benefician de los mismos conjuntos de características facilitadoras.

La región muestra una clara convergencia delictiva y policriminalidad. En otras palabras, diferentes grupos delictivos organizados (GCO) utilizan las mismas rutas, modos de transporte, modus operandi y, a menudo, incluso intermediarios y empresarios para participar en diferentes negocios ilícitos al mismo tiempo. Con frecuencia, se contrabandean múltiples productos ilícitos hacia, a través de o desde la TBA como parte del mismo envío, aunque con diferentes destinos finales. Los productos ilícitos, como armas y drogas, a menudo se ocultan y se trasladan con el enorme flujo de carga lícita que atraviesa este centro. Además, existe una enorme diversidad de GCO involucrados en el tráfico en esta región. Algunos son actores locales o regionales, mientras que otros tienen alcance global, ya sea de forma independiente o mediante alianzas forjadas con mafias globales y grupos mafiosos. El caso del Comando del Primer Capital (PCC) brasileño es un claro ejemplo. El PCC ha ido ganando cada vez más control sobre el mercado de la cocaína en la TBA y la llamada Ruta del Sur, que lleva la cocaína desde los países andinos a los principales puertos marítimos de la región, como Paranaguá, Itajaí, Santos, Buenos Aires y Montevideo, y luego a África, Europa y más allá. Sin embargo, la alianza del PCC con grupos como la 'Ndrangheta italiana no sólo le ha permitido consolidar su control sobre el mercado de la cocaína en Brasil y la TBA, sino también ampliar su alcance y presencia en África, Europa y más allá. A su vez, la alianza de la 'Ndrangheta con el PCC, en un matrimonio de conveniencia perfecto, le ha permitido tener acceso directo a la cocaína que sale de los países del Cono Sur.

Cada grupo controla un lado del flujo de cocaína, lo que garantiza que no haya riesgo de competencia. En otras palabras, las alianzas dinámicas forjadas entre los grupos delictivos organizados locales, regionales y globales funcionan como multiplicadores de capacidad y alcance para todos los grupos ilícitos involucrados. Por ejemplo, la alianza entre el PCC y la 'Ndrangheta ha fortalecido a ambos grupos: el PCC gana más de mil millones de dólares anuales y la 'Ndrangheta controla casi el 80% de toda la cocaína que ingresa a Europa y ostenta un patrimonio neto estimado de 72 mil millones de dólares en 2021.[3] Estas mismas estructuras y vulnerabilidades también son explotadas por organizaciones terroristas conocidas, como Hezbollah, con el resultado de que la región también se caracteriza por la convergencia de redes criminales y terroristas clave.

Los flujos ilícitos en la región también se ven facilitados por la presencia de un entorno propicio extremadamente complejo. Así, además de su entorno geográfico muy particular, la zona franca se caracteriza por la presencia de dos zonas de libre comercio (ZLC) que sirven para facilitar la producción y el transbordo ilícitos.[4] La mala gobernanza y la corrupción en todos los niveles de los sectores público y privado crean un entorno de impunidad y otorgan protección a los comerciantes ilícitos y a los funcionarios gubernamentales corruptos. Los diversos grados de inestabilidad económica crónica, junto con las características del mercado local, como el uso de empresas fachada, las deficiencias en la vigilancia y las inspecciones aduaneras y una economía intensiva en efectivo que facilita el lavado de dinero, se combinan para difuminar las líneas entre los mercados blanco, gris y negro en la zona franca, lo que facilita aún más el comercio ilícito. El resultado es que el centro sufre niveles de violencia superiores a la media, incluidos homicidios, y las consecuencias de esta criminalidad se extienden a toda la región. Si bien existen diferencias clave entre los tres principales centros urbanos y países que conforman este eje, principalmente debido a las diferencias en la legislación, la accesibilidad y la vigilancia de los flujos humanos y comerciales, todas las partes de la zona del TBA están fuertemente vinculadas a redes de comercio internacional legales e ilegales. Por último, nuestra investigación también demostró claramente que Paraguay, con su entorno legislativo y de seguridad sumamente permisivo, funciona como eje de gran parte del comercio ilícito en este eje.

Rutas

En general, las mercancías ilícitas y de contrabando cruzan las fronteras internacionales que componen la TBA utilizando una combinación de rutas de transporte terrestre, aéreo y acuático. Dado el vasto e intrincado sistema fluvial de esta región, Argentina, Brasil y Paraguay tienen presencia naval en la TBA.

El hecho de que Paraguay, como país mediterráneo, mantenga una armada específicamente para la zona de influencia es prueba suficiente de la importancia de monitorear la vasta red fluvial y el riesgo de seguridad que caracteriza a esta región. La mejor manera de entender las rutas y los modos de transporte clave utilizados en la zona de influencia es visualizarla como una serie de círculos concéntricos en expansión.

El principal punto de transporte son los cruces fluviales formales, como el Puente de la Amistad , que cruza el río Paraná entre Brasil y Paraguay, y el Puente Tancredo Neves , que cruza el río Iguazú, que fluye entre Brasil y Argentina. Sin embargo, incluso estos llamados cruces formales están mal vigilados, en parte como resultado de la indiferencia del Estado y/o de una corrupción profundamente arraigada, y en parte debido a una grave falta de recursos estatales que, cuando se combina con el tremendo flujo de bienes, vehículos y personas que se mueven a través de estos puentes, los vuelve profundamente vulnerables. Por ejemplo, entre 30.000 y 40.000 personas y 20.000 vehículos cruzan diariamente el Puente de la Amistad , y menos del 10% del equipaje personal o de las cargas de los vehículos se inspecciona. Las aduanas también tienden a ser controladas por el lado brasileño, mientras que el gobierno paraguayo ignora deliberadamente el contrabando desenfrenado que cruza el puente. Si bien el cruce entre Brasil y Argentina está más estrictamente regulado, también se caracteriza por un alto flujo de personas, lo que nuevamente hace que monitorear el movimiento de bienes ilícitos sea enormemente difícil.

               Ciudad del Este. Fuente: Google Maps

La permeabilidad de los pasos fronterizos formales en la TBA, especialmente entre Brasil y Paraguay, es sólo un ejemplo menor de lo increíblemente porosos que son los pasos informales. La frontera, especialmente a lo largo del río Paraná y el embalse de la represa de Itaipú, está densamente arbolada y salpicada de innumerables ensenadas que albergan innumerables puertos clandestinos y puestos de vigilancia, que a menudo funcionan a plena vista de las autoridades de ambos países. El lago Itaipú funciona como una colmena de contrabando no sólo porque actúa como una frontera natural entre Brasil y Paraguay, sino también porque su gran tamaño hace que la vigilancia y el control fluviales sean difíciles, si no imposibles. Los bosques que rodean el lago permiten a los contrabandistas ocultar sus mercancías ilícitas antes de transportarlas a través de las numerosas granjas privadas en expansión y mal vigiladas que rodean el lago, hacia las carreteras nacionales que les dan acceso a centros urbanos clave o a pistas de aterrizaje clandestinas diseminadas por toda la región.

En algunos casos, como en Argentina, los ríos ofrecen un acceso más fácil al resto del país y por lo tanto son el medio de transporte preferido. En todos los casos, a la red de puertos clandestinos y pistas de aterrizaje utilizadas para el tráfico de mercancías ilícitas se suma la infraestructura estatal de carreteras, puentes, aeropuertos, puertos y grandes embarcaciones.

La TBA está conectada mediante esta infraestructura de transporte encubierta y abierta a algunos de los puertos marítimos más grandes e importantes de América Latina, incluidos los puertos brasileños de Santos y Paranaguá, el puerto argentino de Buenos Aires y Montevideo en Uruguay. Este corredor entre la TBA y estos puertos marítimos es un elemento importante de la dinámica de los flujos ilegales en América Latina.

Las mercancías ilícitas, especialmente la cocaína, llegan desde los países del Cono Sur, a menudo a través de la TBA hasta estos puertos y de ahí a Europa, América y otros mercados. Los contenedores suelen contaminarse en los puertos marítimos, aunque a medida que la seguridad se vuelve cada vez más estricta, esta dinámica está cambiando a la contaminación en el mar o incluso cuando los contenedores se transportan por carreteras. Esta amenaza de contaminación interior fue lo suficientemente crítica como para que los gigantes navieros MSC y MEDLOG anunciaran que suspenderían sus operaciones interiores en enero de 2022.[5] De manera similar, las mercancías de contrabando, como las falsificaciones, llegan a tierra en estos puertos marítimos antes de ser transportadas hacia el interior de la TBA utilizando la misma combinación de rutas aéreas, terrestres y acuáticas. Esta dinámica es evidente en los tres países de la TBA (Argentina, Brasil y Paraguay), aunque Paraguay también se destaca por las grandes cantidades de mercancías ilegales que llegan a través del Aeropuerto Silvio Pettirossi de su capital, Asunción. El río Paraguay, que pasa por Asunción, es una arteria clave para el contrabando de mercancías, especialmente hacia el sur, hacia Argentina. La corrupción arraigada en el país ha permitido que Asunción se convierta en un centro de tránsito clave para armas, drogas y otros productos ilícitos que pasan por Paraguay y llegan a Brasil, Argentina y el resto del mundo.

Actores clave en la TBA

Si bien muchas organizaciones criminales, mafias, grupos similares a mafias y otros actores ilícitos tienen vínculos con la zona de influencia o presencia en ella, su existencia, alcance y capacidades son tremendamente dinámicos y varían con el tiempo y con los cambios en los patrones más amplios de flujos ilícitos. En todos los casos, las relaciones entre los diferentes grupos (de alianza o competencia) también son oportunistas y varían con el tiempo. Las guerras territoriales entre facciones rivales son comunes, con el resultado de que las ciudades y pueblos de ambos lados de la zona de influencia se caracterizan por algunas de las tasas de homicidios más altas, tanto en sus respectivos países como en la región en general.

Todos los grupos delictivos organizados clave de Argentina, Brasil y Paraguay operan en el centro. También hay un flujo y reflujo continuo de mafias regionales e internacionales y grupos similares a la mafia en la región. De hecho, la mayoría de los grupos delictivos organizados internacionales clave tienen presencia directa o algún nivel de representación en la TBA. En general, y en función de su composición, los actores ilícitos en esta región pueden distinguirse en cuatro categorías clave:
  1. Grupos criminales integrados exclusivamente por paraguayos.
  2. Grupos liderados por no paraguayos, lo que se convierte en un determinante clave de su identidad ( por ejemplo , chinos, bangladesíes, nigerianos, colombianos, serbios, etc.).
  3. Grupos que son identificables por su nombre, independientemente de la nacionalidad de sus líderes y/o miembros ( por ejemplo , el PCC y el CV).
  4. Trabajadores autónomos y empresarios, que son personas que participan en actividades ilegales en la región sin formar parte formalmente de ningún OCG.
Los grupos criminales integrados exclusivamente por paraguayos a veces están compuestos por familias locales y/o personal policial y militar, en cuyo caso se los denomina clanes. Algunos clanes de la TBA están compuestos por fuerzas de seguridad locales uniformadas y son conocidos por vender protección y apalancamiento a grupos criminales de la región, así como por sus profundas conexiones con el establishment político, lo que les otorga una impunidad virtual para apoyar y participar en una variedad de actividades ilícitas. Una investigación realizada en 2022 identificó un total de cinco clanes familiares locales y dos clanes compuestos por fuerzas de seguridad en Ciudad del Este.[6]

Los grupos liderados por extranjeros en la región suelen ser denominados "mafias", aunque este es un término inexacto y es mejor categorizarlos como grupos similares a la mafia. En los últimos 20 años, los grupos delictivos organizados no paraguayos que operan en este centro incluyen grupos de Bangladesh, Chile, China, Colombia, Córcega (Francia), Costa de Marfil, Ghana, Italia, Japón, Corea, Líbano, Libia, Nigeria, Perú, Rusia (principalmente chechena), Serbia, Taiwán y Ucrania. Uno de los grupos más poderosos de la región en este momento, identificable por su nombre, es el brasileño Primeiro Commando da Capital (Primer Comando de la Capital o PCC), que lentamente está tomando el control de las penitenciarías de la región y está fuertemente involucrado en el traslado de marihuana paraguaya, así como de cocaína, desde Colombia, Bolivia y Perú a Brasil y más allá, a través de la TBA. El Comando Vermelho es el segundo grupo más poderoso de Brasil que opera en el centro, aunque otros grupos más pequeños como el Bala na Cara (BNC) de Brasil, el Primero Grupo Catarinense (PGC) y el Clan Rotela de Paraguay también son operadores destacados. Además de estar involucrados en el tráfico de drogas y armas, estos grupos también están asociados con una serie de otras actividades ilegales, incluido el lavado de dinero, la falsificación, los robos a bancos y la extorsión. El clan Rotela controla una proporción significativa del tráfico de drogas tanto dentro como fuera del sistema penitenciario de Paraguay, lo que potencialmente lo convierte en el único grupo criminal capaz de enfrentar el control cada vez mayor del PCC en las penitenciarías de Paraguay.[7]

La última categoría de trabajadores autónomos y emprendedores suele referirse a personas que pertenecen a la región y aprovechan las oportunidades que ofrece la economía criminal para ganarse la vida. En ocasiones, aprovechan los vínculos sociales y/o familiares con funcionarios estatales corruptos para facilitar sus actividades ilícitas. En otras ocasiones, se les contrata porque pueden acceder a zonas y/o servicios que facilitan el contrabando. Se los puede encontrar en todos los lados de las fronteras de la zona de libre comercio y se extienden mucho más allá de la región. Sin duda, son un componente clave de la empresa criminal en este centro. La Operación Tupp de 2022 de la Policía Federal brasileña es un excelente ejemplo de cómo los trabajadores autónomos facilitan las actividades ilícitas dentro y fuera de la zona de libre comercio. La operación investigó a un grupo criminal que utilizaba aeronaves pequeñas y modificadas para transportar cocaína tanto dentro de Brasil como a otros países. La red criminal involucraba a una serie de actores, entre ellos pilotos, comerciantes, empresarios y trabajadores independientes, siendo estos últimos responsables de adquirir y modificar las aeronaves que se utilizaban para transportar la droga, así como, en algunos casos, de identificar y contratar a los pilotos, además de registrar fraudulentamente las aeronaves compradas.[8]

Una última categoría notable de actores en la zona del TBA que merecen una mención son aquellos que están vinculados al Estado. En otras palabras, se trata de políticos corruptos o individuos vinculados de alguna forma a las estructuras de gobernanza nacional o regional del Estado. Pueden ser funcionarios de aduanas o del poder judicial, miembros de las fuerzas armadas o de la policía, como se mencionó anteriormente, o funcionarios de otros departamentos gubernamentales. Tal vez el ejemplo más notorio de esta categoría sea el expresidente de Paraguay, Horacio Cartes, quien supuestamente es el mayor productor de tabaco ilícito de la región, y su empresa, Tabesa, es responsable de casi el 50% del tabaco de contrabando vendido en Argentina y Brasil.[9] La presencia de estos actores políticos corruptos en la zona del TBA ayuda a facilitar el funcionamiento de los grupos delictivos organizados y las organizaciones terroristas en la región sobornando a jueces, comprando documentos falsificados y participando en una gran cantidad de actividades ilícitas, incluidas aquellas que se superponen con actividades económicas legítimas. Estas superposiciones entre actores ilícitos y políticos sucios han generado un ambiente caracterizado por la protección política y la impunidad ante la justicia, lo que con el tiempo ha llevado a la constante degradación del estado democrático de derecho en la TBA.

El nexo entre crimen y terrorismo

El nexo entre el crimen y el terrorismo es un tema controvertido cuando se habla de la TBA, principalmente porque los tres países difieren considerablemente en su clasificación del terrorismo y de las organizaciones terroristas. Dicho esto, si bien los tres países tienen un historial de negar la presencia de varios grupos terroristas en la región, organizaciones como la Interpol, el Tesoro de los Estados Unidos y el Departamento de Estado han afirmado durante mucho tiempo la existencia de vínculos entre grupos terroristas proscritos y la TBA. La mayoría de las veces, estos vínculos son ideológicos y/o financieros, aunque el centro también ha estado vinculado durante mucho tiempo a la planificación operativa de varios ataques terroristas en la región, incluido el infame atentado con bomba en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires en 1994.

Al igual que en el caso del crimen organizado, la particular composición geográfica, económica y social de la zona también la hace vulnerable y atractiva para las organizaciones terroristas. Como resultado, hay evidencia de que varias organizaciones insurgentes y terroristas se mueven a través de la zona y/o operan directa o indirectamente en ella. Las FARC colombianas, por ejemplo, han estado arraigadas desde hace mucho tiempo en la economía ilícita de la zona, no sólo a través del contrabando de armas y drogas, sino también gracias a vínculos directos con otros grupos que operan en esta zona. Así, las FARC han estado vinculadas al Partido de Patria Libre , el grupo extremista que estuvo asociado con el secuestro y asesinato en 2005 de Cecilia Cubas, la hija del ex vicepresidente paraguayo, Raúl Cubas.

Hezbollah, por poner otro ejemplo, también tiene vínculos de larga data con la zona y sus miembros pueden camuflar su presencia y sus actividades nefastas integrándose en la importante comunidad árabe que reside aquí. Así ocultos, pueden sacar ventaja de la próspera economía de mercado negro que ya existe en la zona fronteriza. Hay algunas estimaciones de que el Hezbollah libanés gana más de 6.000 millones de dólares anuales a través de remesas extranjeras. La zona fronteriza es una zona claramente identificada como una de esas fuentes de remesas y un porcentaje sustancial de esas remesas en esta zona puede vincularse a actividades ilegales, que van desde el contrabando de productos libres de impuestos, el contrabando de armas, el tráfico de drogas, la falsificación y el blanqueo de dinero.

En los últimos años, varios casos relacionados con Hezbolá han surgido de la TBA. Por ejemplo, el caso de la red Barakat, supuestamente liderada por el notorio Assad Ahmad Barakat, la representación personal del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Assad Ahmad Barakat había estado en la lista de financiadores del terrorismo del Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde 2004 y fue identificado por el Departamento Antiterrorista de Paraguay como uno de los principales recaudadores de fondos para Hezbolá en la TBA. Estuvo prófugo durante más de una década, y finalmente fue arrestado por la policía brasileña en Foz do Iguaçu en 2018. Assad Ahmad Barakat estaba vinculado a la piratería de DVD, piratería en general, falsificación, tráfico de drogas, crimen organizado, juego ilegal y extorsión. La red Barakat en su conjunto estaba involucrada en lavado de dinero, hawala y fraude documental en la región, y hay informes que indican que transferían aproximadamente 20 millones de dólares estadounidenses al Hezbollah libanés anualmente. La red también estaba vinculada a los atentados de la AMIA de 1994 y varios miembros de la familia fueron implicados y/o extraditados a los Estados Unidos bajo acusaciones de posesión de propaganda de Hezbollah o de participar en tráfico de drogas, lavado de dinero y lavado de dinero basado en el comercio (TBML) y luego remitir los fondos adquiridos a Hezbollah, ya sea directamente o a través de un paraíso fiscal relacionado con Hezbollah en el Caribe.[10]

El nexo entre el crimen y el terrorismo en la zona de transición no sólo está representado por la participación de organizaciones terroristas proscritas en actividades económicas ilícitas, sino también por alianzas estratégicas dinámicas con las OGC que ya están activas en el centro. Sabemos, por ejemplo, que el PCC y el CV brasileños mantienen vínculos estratégicos con Hezbolá y sus organizaciones hermanas en la zona de transición. También hay informes de cooperación entre Hezbolá y Los Zetas de México y el Cártel de Sinaloa, El Envigado y las FARC de Colombia, y con Los Soles de Venezuela.[11] También hay informes de colusión entre agentes de Hezbolá en la zona de transición y las élites empresariales de esta región, especialmente en relación con el movimiento de cigarrillos ilícitos fuera del área. Como se dijo anteriormente, si bien gran parte del nexo entre el crimen y el terrorismo se manifiesta como apoyo financiero y/o ideológico, también hay evidencia que vincula a la zona de transición con la planificación operativa y la ejecución de ataques terroristas.

En este sentido, cabe mencionar el reciente caso de la Operación Trapiche de 2023. Lanzada a principios de noviembre de 2023 por la Policía Federal brasileña (PF), las primeras etapas de la operación condujeron a la detención de tres ciudadanos brasileños y a la emisión por parte de la PF de órdenes de arresto internacionales contra otros dos sospechosos. Todos los sospechosos estaban siendo investigados por su presunta asociación con Hezbolá y por planear ataques contra objetivos de la comunidad judía en Brasil siguiendo las directivas de Hezbolá. A medida que avanzaban las investigaciones, surgieron sospechosos en todo Brasil, al igual que sus vínculos con la TBA y Paraguay. Por ejemplo, un sospechoso recibió instrucciones de ataque desde un número de WhatsApp de Paraguay. Otro sospechoso clave ya estaba siendo investigado antes de que se lanzara oficialmente la Operación Trapiche por financiar actividades terroristas relacionadas con Hezbolá mediante el contrabando de cigarrillos electrónicos a Brasil a través de la TBA[12]. Se cree que las rutas y el modus operandi para el contrabando de estos cigarrillos electrónicos a Brasil son los mismos que los utilizados para las drogas y los cigarrillos blancos ilícitos (conocidos como "blancos ilícitos"). que se producen legalmente en un país y luego se introducen de contrabando en otros mercados.

Cocaína, marihuana, cigarrillos y la TBA: una visión general de la amenaza

Si bien pudimos delinear las características generales del comercio de cocaína y marihuana en este centro, fue muy difícil proporcionar una estimación confiable del volumen y el valor de este comercio.

  • La cocaína y la TBA
La cocaína suele producirse en los países andinos (Colombia, Bolivia y Perú) y Paraguay funciona como un punto de tránsito clave para el traslado de esta droga hacia Brasil, Argentina y Uruguay, a menudo, aunque no exclusivamente, a través de la Frontera Este. Por ejemplo, la cocaína se traslada a través de Brasil hacia sus principales puertos marítimos no sólo desde la Frontera Este, sino desde todas las regiones fronterizas con Bolivia, Perú y Colombia. Brasil, Argentina y Uruguay funcionan como destinos finales y puntos de tránsito para esta cocaína. Brasil y Uruguay, en particular, han surgido en los últimos años como una fuente clave para grandes envíos de la droga destinados a Europa, África y el resto del mundo. Brasil también está surgiendo como un mercado en crecimiento para el consumo de cocaína. Nuestra investigación ilustró claramente que la cocaína funciona como un impulsor clave del crimen organizado en esta región. También facilita delitos conexos como la corrupción, los homicidios, el lavado de dinero, el fraude y contribuye a un ciclo creciente de violencia letal por parte de los grupos delictivos organizados y las fuerzas de seguridad en la región.

El papel fundamental de la TBA en el contrabando de cocaína parece estar vinculado al creciente papel del PCC en el centro y a su control no sólo del comercio regional sino también de las rutas tradicionales de transporte terrestre, especialmente la Ruta Sur. Cuando se combina con el control que el PCC ya tiene de los principales puertos marítimos y ciudades costeras de Brasil, este cambio ha llevado a un aumento exponencial de los envíos de contenedores y la contaminación. Los puertos marítimos de Argentina y Uruguay también están siendo explotados cada vez más para los envíos de cocaína, con la participación de grupos criminales locales que negocian acuerdos con entidades regionales y/o globales más grandes, como el PCC y la 'Ndrangheta. El resultado general ha sido un aumento constante de las cantidades totales de cocaína andina transportada a Europa y otras partes del mundo.
  • La marihuana y la TBA
La marihuana que pasa por este centro se produce localmente en Paraguay para el consumo regional, y Brasil y Argentina constituyen los mercados más importantes para este flujo ilícito, ya que alrededor del 80% de toda la marihuana producida se traslada a Brasil [13]. Si bien Paraguay es actualmente el mayor productor de marihuana de Sudamérica, menos del uno por ciento de su propia población consume la droga, que está profundamente estigmatizada y socialmente sancionada. [14] No debería sorprender, entonces, que casi el 94% de todo el cultivo de cannabis de Paraguay se concentre en el noreste del país, a lo largo de los 438 km de frontera seca con Brasil. [15]

El negocio de la marihuana en esta región se ha fragmentado con el tiempo y hoy está dirigido por cientos de grupos pequeños y medianos. Estos grupos se benefician de los vínculos con las autoridades locales corruptas y la élite empresarial de la región, que a menudo están involucradas en la producción y el comercio de la droga. Como la mayor parte de la marihuana producida en Paraguay se exporta a sus vecinos inmediatos (Brasil, Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay), su transporte se caracteriza por el llamado "tráfico hormiga", mediante el cual pequeñas cantidades de la droga son transportadas por individuos que utilizan los medios limitados que tienen a su disposición: bicicletas, motocicletas e incluso transportadas en mochilas por individuos a pie. Más recientemente, hay algunas pruebas de que los grupos delictivos organizados brasileños como el PCC y el CV están tratando de controlar el cultivo de cannabis en la región, además de tratar de dominar el mercado mayorista. Ambos grupos trabajan con una serie de redes e individuos para vender el cannabis. Hay evidencia que sugiere que el PCC está muy involucrado en el traslado de marihuana desde la TBA a Brasil utilizando transporte aéreo y terrestre. Más recientemente, también se han descubierto varias plantaciones ocultas de marihuana en el norte de Argentina, en la provincia de Misiones, fronteriza con Paraguay. Se ha afirmado que los grupos delictivos organizados están experimentando con el cultivo de la droga en el lado argentino de la frontera para evitar tener que trasladarla a través de fronteras que están marcadas por una vigilancia y controles cada vez más estrictos.
  • El tabaco y la TBA
Por último, Paraguay, y especialmente su lado de la triple frontera, es conocido por su papel central en el comercio ilícito de tabaco en América Latina. Conocido por su multitud de imitaciones de marcas de cigarrillos conocidas, Paraguay produce al menos 65 mil millones de cigarrillos al año, pero consume apenas 2,5 mil millones de cigarrillos al año.[16] El resto se contrabandea a países de América Latina donde los impuestos más altos que se aplican a los productos de tabaco permiten a los contrabandistas socavar con éxito el mercado legal. En otras palabras, el comercio ilícito de tabaco es una de las principales y más lucrativas prácticas ilegales en Paraguay, y una de las que tiene un impacto de largo alcance. Se estima que el negocio del tabaco en Paraguay tiene un valor anual de más de 4,5 mil millones de dólares. Los informes sugieren que el 90% de todos los cigarrillos producidos en Paraguay ingresan al mercado negro. Esto representa un enorme 20% del comercio ilícito de cigarrillos en todo el mundo.[17]

Tabacalera del Este (también conocida como Tabesa) y su principal distribuidor, Tabacos del Paraguay, dominan el mercado negro de cigarrillos paraguayos. Se trata de una operación familiar dirigida por el expresidente Horacio Cartes y supuestamente produce cigarrillos tanto para la exportación legal como para el contrabando ilegal, aunque la empresa lo ha negado constantemente. La TBA es fundamental para las operaciones de contrabando de cigarrillos de Paraguay, con al menos cuatro rutas de contrabando importantes que parten de este centro y conducen a Brasil, Estados Unidos, a destinos en América Central y el Caribe y, finalmente, a través del Atlántico, a Europa y más allá.

Dado que las autoridades se centran en el tráfico de drogas y armas, los grupos delictivos organizados consideran que los productos de tabaco son una actividad de bajo riesgo y alta rentabilidad, que conlleva menos riesgos de prisión y sentencias más cortas, pero que sigue prometiendo ganancias lucrativas. Como resultado, existe una tendencia a que los grupos delictivos organizados se involucren cada vez más en el contrabando de tabaco para ganar dinero rápido, que a menudo se redirige a la compra de armas y drogas.[18] Esta diversificación no es benigna y conlleva claros riesgos para la salud pública y la economía de un estado. Además, el comercio ilícito de cigarrillos no solo utiliza la misma logística y las mismas rutas que el tráfico de armas y drogas, sino que también existen claras intersecciones entre el contrabando de cigarrillos y delitos como la malversación de fondos, la falsificación, el tráfico de armas y drogas, y las mismas personas participan simultáneamente en varias de estas actividades.[19] Al mismo tiempo, es interesante señalar que en las incautaciones en toda América Latina se encuentran cada vez más grandes cantidades de cigarrillos de contrabando originarios de China. Esto parece indicar que los grupos delictivos organizados chinos pueden estar infiltrándose en el comercio establecido en el continente, y también indicaría una creciente competencia entre los grupos mafiosos locales tradicionales y los grupos de fuera de la región que están tratando de penetrar el mercado.

Conclusiones y recomendaciones de política

Nuestro proyecto demostró el papel fundamental que desempeña la zona de libre comercio dentro de la red mundial de comercio ilícito. Su ubicación geográfica, la presencia de fronteras aisladas , porosas y difíciles de controlar, combinadas con la presencia de centros urbanos y una infraestructura bien desarrollada de carreteras y aeropuertos, hacen de la zona de libre comercio una base óptima de operaciones para las entidades delictivas. La criminalidad de la región se ve facilitada aún más por la presencia de un conjunto diverso de actores lícitos e ilícitos y un entorno propicio caracterizado por la corrupción, el lavado de dinero, la presencia de zonas de libre comercio, la proximidad a zonas de cultivo y/o centros de fabricación, grandes volúmenes de productos que se mueven a través de la región y una economía local con un alto nivel de uso de efectivo. Como consecuencia, varios mercados delictivos interconectados se originan, transitan por o terminan en la zona de libre comercio, lo que la convierte en un centro enormemente complejo de comercio ilícito donde las líneas entre los mercados blanco, gris y negro suelen ser increíblemente borrosas.

También constatamos que tanto las redes del crimen organizado como los grupos terroristas de la región están altamente globalizados y tienen la capacidad de coordinar sus actividades a escala mundial. Las altas tasas de innovación en tácticas, capacidades e intercambio de información de estas redes les permiten adaptarse rápidamente al cambio y contrarrestar rápidamente las respuestas estatales. Los grupos delictivos organizados que operan en la zona del África Occidental también son cada vez más heterogéneos y a menudo incluyen una serie de actores diversos, lo que los vuelve estructuralmente más fragmentados y complejos. Su estructura globalizada en red también alienta la externalización de la delincuencia y cada vez interactúa más con los mercados y actores locales. Dada esta realidad dinámica y compleja, nuestra recomendación clave en materia de políticas es la necesidad de un esfuerzo de recopilación de inteligencia centrado y una respuesta interinstitucional paciente, a largo plazo y basada en la inteligencia. Se trataría de un enfoque colaborativo de toda la sociedad que involucrara no sólo a diversas instituciones gubernamentales sino también a la participación activa del sector privado, las ONG y los individuos. Hay mucha verdad en el cliché de que las amenazas en red requieren respuestas en red. En consecuencia, las medidas políticas adecuadas para abordar la compleja matriz de amenazas de la zona del Triángulo Norte deben incluir y coordinar respuestas locales, nacionales, regionales e internacionales. ___________________________________________________________________

Notas finales

[1] Rashmi Singh y Jorge Lasmar, La zona de la triple frontera: un centro de comercio ilícito con impacto global. Centro contra el terrorismo, el crimen transnacional y la corrupción (TraCCC), Universidad George Mason (2024).

[2] Los centros de comercio ilícito pueden definirse como áreas geográficas que poseen varias características clave, entre ellas: “ una alta concentración de flujos ilícitos de productos y servicios y una fuerte presencia de actores delictivos y una amplia gama de otros facilitadores, a menudo de la economía legítima , que brindan actividades de apoyo para las transacciones ilícitas”. Vale la pena recordar que, si bien los centros pueden compartir muchas características comunes, también se diferencian entre sí debido a atributos que son particulares de cada ubicación. “ Centros de comercio ilícito: resumen del proyecto ”. Centro de terrorismo, delincuencia transnacional y corrupción (TraCCC), Universidad George Mason. Mayo de 2023,
https://traccc.gmu.edu/wp-content/uploads/2023/05/Hubs-of-Illicit-Trade-Executive-Briefing-19052023-FINAL.pdf[3] Douwe den Held, “Los intermediarios de la cocaína: la columna vertebral flexible del imperio del tráfico de la 'Ndrangheta”. InSight Crime . 23 de noviembre de 2022, https://insightcrime.org/es/investigaciones/los-intermediarios-de-la-cocaína-la-columna-vertebral-flexible-del-imperio-del-trafico-de-la-ndrangheta/

[4] Cabe señalar que las zonas de libre comercio se identifican cada vez más como una amenaza emergente clave en el sector financiero. Daniel Neale, “Zonas de libre comercio: una caja de Pandora para el dinero ilícito ” . Global Financial Integrity . 7 de octubre de 2019, https://gfintegrity.org/free-trade-zones-a-pandoras-box-for-illicit-money/ .

[5] Entrevista anónima 2.

[6] Juan Martens, Roque Arnalso Orrego, Ever Villalba, Ricardo Veloso, Luís González y Francisco Delgado, “El terror y la acumulación social del miedo: gobernanza criminal en tres ciudades fronterizas del Paraguay con Argentina y Brasil . ” Dilemas : Revista de Estudos de Conflito e Controle Social. Número especial 4 , 2022: págs. 233–60 , https://doi.org/10.4322/dilemas.v15esp4.52507 .

[7] “¿Qué es lo que se sabe sobre el clan Rotela?” Última Hora . 17 de junio de 2019, https://www.ultimahora.com/que-es-lo-que-se-sabe-el-clan-rotela-n2826203.html

[8] Patricio Reis y Ana Paula Rehbein, “Quadrilha suspeita de adaptar aviões para o tráfico internacional trabalhava como freelance para traficantes, diz PF.” Globo (G1). 31 de marzo de 2022, https://g1.globo.com/to/tocantins/noticia/2022/03/31/quadrilha-suspeita-de-adaptar-avioes-para-o-trafico-internacional-trabalhava-como-freelance- para-traficantes-diz-pf.ghtml

[9] Benoît Gomis y Natalia Carrillo Botero, “Fumando a escondidas: el negocio del tabaco en Paraguay alimenta el mercado negro en América Latina”. Foreign Affairs . 5 de febrero de 2016, https://www.foreignaffairs.com/articles/paraguay/2016-02-05/sneaking-smoke ; Vanessa Neumann y Stuart Page , “Las muchas cabezas criminales de la Hidra dorada ” . Counter Extremism Project . Mayo de 2018, https://www.counterextremism.com/sites/default/files/The%20Many%20Criminal%20Heads%20of%20the%20Golden%20Hydra%20%28May%202018%29.pdf .

[10] Matthew Levitt, “Las redes criminales de Hezbolá: idiotas útiles, secuaces y facilitadores del crimen organizado”, capítulo 7 en Beyond Covergence: World Without Order

Hilary Matfess y Michael Miklaucic, eds. Washington, DC: National Defense University, NDU Press 2016 , págs. 155-178 ; Pablo A. Baisotti, “La triple frontera: un refugio criminal ” . Small Wars Journal . 12 de noviembre de 2021, https://smallwarsjournal.com/jrnl/art/triple-border-criminal-haven .

[11] Florencia Montaruli, “La punta del iceberg: el narcoterrorismo de Hezbolá en América Latina al descubierto ” . IranWire . 7 de abril de 2021, https://iranwire.com/en/features/69307/ .

[12] Maria Zupello, “Operación conjunta del Mossad y la policía brasileña frustra ataques de Hezbolá contra la comunidad judía en Brasil ” . The Investigative Project on Terrorism . 9 de noviembre de 2023, https://www.investigativeproject.org/9350/ipt-exclusive-joint-mossad-brazilian-police-op ; Entrevistas anónimas 15 y 16.

[13] M ax Radwin, “La producción de drogas está en auge en Paraguay, y también la violencia relacionada con las drogas ” . Washington Post , 17 de agosto de 2017, https://www.washingtonpost.com/news/worldviews/wp/2017/08/17/drug-production-is-booming-in-paraguay-and-so-is-drug-violence/ .

[14] Índice de Crimen Organizado, https://ocindex.net/

[15] Juan Alberto Martens, “Entre grupos armados, crimen organizado e ilegalismos: actores e impactos políticos y sociales de la violencia en la frontera noreste de Paraguay con Brasil”, Revista sobre acceso a Justiça e Direitos Humanos nas Américas . 2019 : págs. 65–87 , https://repositorio.conacyt.gov.py/xmlui/bitstream/handle/20.500.14066/2479/PINV15-151.pdf?sequence=1&isAllowed=y

[16] Felipe Umaña, “Revisitando el nexo entre crimen y terrorismo en la zona de la triple frontera” (The Fund for Peace, 2012) ; Op. Cit., Gomis y Botero “Fumando furtivamente ”, nota 9.

[17] Stanislaw Kosmynka, “El problema del crimen organizado en la triple frontera sudamericana: Paraguay, Brasil y Argentina ” . Estudios Internacionales . Vol. 25, núm. 1. 2020 : págs. 9–28, https://doi.org/10.18778/1641-4233.25.02 .

[18] Entrevista anónima 6.

[19] “Relatório Anual 2021 Do Conselho Nacional de Combate à Pirataria . ” Brasil: Ministério da Justiça e Segurança Pública, 2021 , https://www.gov.br/mj/pt-br/assuntos/sua-protecao/combate-a-pirataria/relatorio-anual/relatorio-anual_final_-2021- editorado.pdf

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