Historia del A-4C Skyhawk C-321: Del Bloqueo de Cuba a la Guerra de Malvinas
El A-4C Skyhawk C-321 tuvo una trayectoria excepcional, operando en dos fuerzas aéreas y participando en dos crisis militares clave. Inicialmente en servicio con la Armada de los Estados Unidos (USN), tuvo un papel destacado en la Crisis de los Misiles en Cuba (1962). Más tarde, fue adquirido por la Fuerza Aérea Argentina (FAA), participando en la crisis del Canal de Beagle (1978) y en la Guerra de Malvinas (1982), donde integró la escuadrilla que atacó al portaaviones HMS Invincible.
1. Servicio en la US Navy (1960-1971)
El BuNo 147741, fabricado para operaciones en portaaviones, fue asignado a varias unidades de la US Navy. En 1962, se desplegó en el portaaviones USS Shangri-La en el Mediterráneo y participó en el bloqueo de Cuba.
El BuNo 147741 haciendo «toque y motor» abordo del portaaviones USS John F. Kennedy (CVA-67) mientras volaba con el escuadrón VA-83 Rampagers (foto: US Navy, 1967)
A diferencia de otros A-4 utilizados en Vietnam, su actividad operativa se concentró en misiones en el Atlántico y el Mediterráneo, sirviendo en los escuadrones VA-46 "Clansmen" y VA-83 "Rampagers", entre otros. En la Base Naval Cecil Field, Florida, fue parte del primer escuadrón en lanzar misiles aire-superficie AGM-12 "Bullpup".
En 1971, tras 11 años de servicio y 3.824 horas de vuelo, el A-4C fue retirado y almacenado en la Base Aérea Davis Monthan (Arizona), donde permanecería hasta su venta a Argentina.
El BuNo 147741 con las distintivas marcas escocesas del escuadrón VA-46 «Clansmen» en el plano de la deriva, fotografiado en la pataforma de NAS Cecil Field, Florida (foto: USN, circa 1960).
2. Transición a la Fuerza Aérea Argentina (1974-1978)
La Fuerza Aérea Argentina (FAA) compró el avión en diciembre de 1974, en el contexto de una modernización de su flota. Antes de su envío, fue despojado de tecnología sensible en Lockheed Aircraft Services (California).
Una vez en Argentina, fue restaurado y puesto en condiciones operativas en el Área Material Río Cuarto (ARMACUAR), realizando su primer vuelo el 29 de marzo de 1978.
A diferencia de su versión original, el avión recibió equipamiento británico y israelí, incluyendo:
Sistema de tiro Marconi para misiones aire-aire y aire-tierra.
Sistema de navegación OMEGA.
Misiles aire-aire IAI Shafrir I de origen israelí.
Perdió, sin embargo, tecnologías clave de su versión estadounidense, como:
Sistema de bombardeo a baja altitud (LABS).
Radar APG-53.
Misiles AIM-9 Sidewinder.
Sistemas de alerta radar y contramedidas electrónicas.
El C-321 entró en servicio el 19 de mayo de 1978 en la IV Brigada Aérea (Mendoza), participando en entrenamientos y pruebas con los misiles Shafrir I en Bahía Blanca.
En la plataforma de El Plumerillo (Mendoza), el día que entró en servicio operativo con la Fuerza Aérea Argentina(foto: Vía Jorge Núñez Padín, 19/05/1978).
3. Crisis del Canal de Beagle (1978)
El A-4C C-321 fue desplegado a Puerto San Julián (Santa Cruz) el 13 de diciembre de 1978, junto a otros once Skyhawks, en el contexto del conflicto con Chile por el Canal de Beagle.
El avión estuvo en estado de alerta para misiones de ataque, aunque la guerra no se produjo debido a la mediación papal.
Equipado con misiles IAI Shafrir I en sus pilones subalares exteriores, el C-321 fue uno de doce A-4C Skyhawk desplegados en Puerto San Julián por la crisis del Canal Beagle(foto: vía Fernando Benedetto, circa 12/1978)
4. Guerra de Malvinas (1982): El ataque al HMS Invincible
En abril de 1982, al estallar la Guerra de Malvinas, el C-321 regresó a Puerto San Julián, completando siete salidas de combate.
La misión más audaz: El ataque al HMS Invincible
El 30 de mayo de 1982, el C-321 integró la escuadrilla "Zonda", en un ataque conjunto entre la FAA y la Armada Argentina contra el portaaviones británico HMS Invincible.
Orden de batalla:
Cuatro A-4C Skyhawk (FAA).
Dos Super Étendard (COAN) armados con un misil AM-39 Exocet.
Dos KC-130H Hércules como aviones cisterna.
Primer plano de la trompa que muestra las marcas de unidad y misión usadas por el C-321, como se observaron en la ceremonia de las 100.000 horas de vuelo del A-4 Skyhawk en la Fuerza Aérea Argentina (foto: Carlos Ay, Villa Reynolds, 29/11/1985)
Fase de ataque:
La formación despegó desde la Base Aeronaval Río Grande (Tierra del Fuego) y voló a baja altura para evitar la detección británica.
El Super Étendard disparó un misil Exocet contra el portaaviones, seguido por el ataque de los A-4C con bombas de 250 kg.
Según fuentes británicas, el portaaviones no fue alcanzado, aunque la fragata HMS Avenger recibió impacto de bombas.
Dos Skyhawks fueron derribados por misiles Sea Dart británicos, pero el C-321 (pilotado por el 1er Teniente Ernesto Ureta) y el C-318 lograron escapar tras maniobras evasivas.
El C-321 aterrizó en Río Grande tras 3 horas y 40 minutos de vuelo, en lo que sigue siendo una de las misiones más audaces de la FAA.
Detalle de la instalación del misil Matra Magic II durante su pruebas de certificación(foto: Matra vía Carlos Ay, El Plumerillo, 05/1983).
5. Últimos años y modificaciones (1983-1995)
Tras la guerra, el C-321 continuó operando en la V Brigada Aérea (San Luis), junto con otros Skyhawks supervivientes.
Modernización y nuevos armamentos:
1983: Se realizaron pruebas con el misil francés Matra R550 Magic II y bombas Matra Durandal BLG-66 Belouga en Mar del Plata y Mendoza.
1987: Recibió la actualización "Halcón I", reemplazando sus cañones Colt de 20 mm por DEFA 553A-4 de 30 mm, aumentando su poder de fuego.
Esta modernización lo convirtió en un A-4C "Variante Halcón", mejor adaptado a la guerra moderna.
El C-321 con la actualización “Halcón I”(foto: Paolo Rollino, Villa Reynolds, 26/11/1990).
6. Fin del C-321: Accidente fatal (1995)
El 10 de marzo de 1995, el C-321 sufrió una falla de motor mientras volaba cerca de la ciudad de San Luis.
El piloto, Primer Teniente Mario Bordagaray, intentó recuperar el control, pero la aeronave se estrelló, resultando en su fallecimiento.
Restos del avión fueron preservados en el Museo de los Veteranos de la Guerra de Malvinas en Villa Mercedes (San Luis), como tributo a su historia.
Restos de la cola del C-321 en el Museo de los Veteranos de la Guerra de Malvinas en Villa Mercedes (foto: Guillermo Canosa, 09/10/2022).
Conclusión
El A-4C Skyhawk C-321 fue uno de los aviones más emblemáticos de la Fuerza Aérea Argentina, con un historial de servicio que abarcó más de tres décadas y dos conflictos internacionales.
Desde su participación en la Crisis de los Misiles (1962) hasta el ataque al HMS Invincible (1982), su historia refleja el papel clave de la aviación de combate argentina.
A pesar de su trágico final en 1995, el C-321 sigue siendo un símbolo de coraje y determinación en la historia de la aviación militar argentina.
Perfil del C-321 que con el esquema de pintura utilizado por la escuadrilla “Zonda” para el ataque al portaaviones británico HMS “Invincible” el 30/05/1982(Arte: Javier “Javo” Ruberto). Fuente: La mayoría de las fotos y un resumen del texto proviene de este artículo de Gaceta Aeronáutica
El Scharnhorst fue un buque capital clave de la Kriegsmarine durante la Segunda Guerra Mundial, categorizado variablemente como acorazado y crucero de batalla debido a su tamaño, potencia de fuego y velocidad.
Construido en los astilleros Kriegsmarinewerft de Wilhelmshaven, la quilla del barco fue colocada el 15 de junio de 1935 y, tras un período de un año y cuatro meses, fue botado el 3 de octubre de 1936, culminando su finalización en enero de 1939.
El Scharnhorst encontró su fin en la Batalla del Cabo Norte el 26 de diciembre de 1943, donde fue hundido por la Marina Real.
Diseño
El Scharnhorst nació en el contexto estratégico y político de mediados de la década de 1930. El Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial había impuesto severas restricciones a las capacidades navales alemanas. Alemania, en virtud de las limitaciones del tratado, tenía prohibido construir una armada que pudiera representar una amenaza para sus vecinos europeos.
Su fuerza naval se limitaba a seis acorazados pre-dreadnought, seis cruceros ligeros, doce destructores y doce torpederos, lejos de lo necesario para ser una fuerza dominante en el mar.
Sin embargo, cuando Adolf Hitler llegó al poder, las ambiciones de Alemania trascendieron estas restricciones. En 1934, Hitler inició un programa clandestino de rearme naval que eventualmente daría origen a la formidable Kriegsmarine, o la Armada alemana.
Como parte de este programa, en 1935 se colocó la quilla del Scharnhorst en el astillero Kriegsmarinewerft en Wilhelmshaven, marcando el inicio de la construcción de una nueva clase de buques de guerra.
Scharnhorst fotografiado en 1939. Imagen de Bundesarchiv CC BY-SA 3.0
Los acorazados de clase Scharnhorst, que incluían al Scharnhorst y su barco gemelo, el Gneisenau, fueron diseñados para superar a los barcos más poderosos de los adversarios potenciales de Alemania, particularmente Francia y el Reino Unido.
El diseño buscó lograr un equilibrio entre velocidad, blindaje y potencia de fuego, tres aspectos cruciales que determinan la fuerza de un acorazado.
Se priorizó la velocidad para garantizar que el barco pudiera superar en velocidad a cualquier barco enemigo al que no pudiera superar en armamento.
El Scharnhorst, botado el 3 de octubre de 1936, fue un testimonio de la capacidad de ingeniería alemana. El Scharnhorst fue finalmente puesto en servicio en la Kriegsmarine el 7 de enero de 1939, listo para participar en el inminente conflicto global que sería la Segunda Guerra Mundial.
Especificaciones técnicas
El Scharnhorst estaba repleto de importantes avances técnicos. Entre sus características más destacables se encontraban su tamaño, con aproximadamente 235 metros de eslora y un desplazamiento de más de 32.000 toneladas, y su formidable velocidad de más de 31 nudos, lo que lo convirtió en uno de los acorazados más rápidos de su época, un logro digno de destacar teniendo en cuenta su tamaño.
La velocidad fue posible gracias a la planta motriz del barco, que constaba de 12 calderas de alta presión y tres turbinas con engranajes que generaban unos impresionantes 159.551 caballos de fuerza en el eje.
Esta capacidad de combinar tamaño, potencia y velocidad no tenía precedentes y fue fundamental para definir las funciones tácticas del Scharnhorst. Su alta velocidad le permitió a la nave utilizar tácticas de “ataque y fuga”, en las que podía usar su velocidad superior para acercarse a un enemigo, desatar un ataque devastador y retirarse rápidamente antes de que el enemigo pudiera responder de manera efectiva.
Scharnhorst en el puerto, 1939.Imagen de Bundesarchiv CC BY-SA 3.0
Otro aspecto significativo del diseño del Scharnhorst era su armamento. Contaba con nueve cañones SK C/34 de 28 cm montados en tres torretas triples, dos a proa y una a popa. Estos cañones, aunque no eran los más grandes en uso en ese momento, destacaban por su alta cadencia de fuego y su excelente rendimiento general.
Además, el Scharnhorst estaba equipado con doce cañones SK C/28 de 15 cm, dieciséis cañones antiaéreos SK C/33 de 10,5 cm y numerosos cañones antiaéreos más pequeños, lo que le proporcionaba una fuerte capacidad defensiva en capas contra los aviones enemigos.
Esto fue particularmente importante durante la Segunda Guerra Mundial, una época en la que el poder aéreo comenzó a desempeñar un papel más significativo en la guerra naval.
El Scharnhorst tenía un cinturón de blindaje de hasta 350 mm de espesor y un blindaje de cubierta de hasta 50 mm. Este esquema de blindaje integral fue diseñado para proteger al barco de torpedos, bombas y proyectiles enemigos.
La innovación también se extendió a las capacidades de mando y control del Scharnhorst. El barco estaba equipado con sistemas de comunicación y control de tiro avanzados (para la época), que mejoraron la precisión de sus cañones y permitieron una coordinación eficaz con otras unidades navales alemanas.
Historial operativo
El Scharnhorst entró en servicio en la Kriegsmarine, la marina de guerra de la Alemania nazi, el 7 de enero de 1939. Sus primeros meses de servicio estuvieron marcados por el entrenamiento y las pruebas en el mar. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, el Scharnhorst y su buque gemelo, el Gneisenau, fueron movilizados para interrumpir el flujo de barcos enemigos y proyectar poder naval para Alemania.
El primer combate importante del barco tuvo lugar durante la Operación Weserübung, la invasión de Noruega en 1940. En el curso de esta operación, el Scharnhorst y el Gneisenau, su buque gemelo, hundieron con éxito el portaaviones británico HMS Glorious y sus dos destructores de escolta. La destrucción del Glorious marcó uno de los pocos casos durante la Segunda Guerra Mundial en que los acorazados pudieron hundir un portaaviones operativo.
Dos Handley Page Halifax realizan una incursión a plena luz del día en dirección al dique seco donde están atracados los Scharnhorst Gneisenau.
En 1941, el Scharnhorst y el Gneisenau participaron en una importante operación de asalto al comercio denominada Operación Berlín. Esta operación tenía como objetivo los buques mercantes aliados en el océano Atlántico, con el objetivo de interrumpir las líneas de suministro críticas. La misión se consideró un éxito, ya que el dúo hundió o capturó 22 barcos, con un peso total de más de 115.000 toneladas de registro bruto.
Quizás la operación más audaz y notable en la que participó el Scharnhorst fue la Operación Cerberus en 1942, conocida como la Atravesada por el Canal. Los barcos alemanes, entre ellos el Scharnhorst, el Gneisenau y el crucero pesado Prinz Eugen, tuvieron que navegar a través del Canal de la Mancha, uno de los tramos de agua mejor defendidos del mundo, para llegar a la seguridad de los puertos alemanes.
A pesar de los esfuerzos británicos por interceptarlos, todos los barcos llegaron a Alemania.
Hundimiento del Scharnhorst
El último y más trágico enfrentamiento para el Scharnhorst fue la batalla del Cabo Norte en diciembre de 1943.
Esto marcó el final de uno de los acorazados más formidables de la Kriegsmarine, la Armada alemana, y tuvo un enorme efecto en el equilibrio del poder naval en los océanos Atlántico y Ártico.
A finales de 1943, el Scharnhorst estaba estacionado en Noruega, preparado para interceptar e interrumpir los convoyes del Ártico que suministraban materiales vitales desde el Reino Unido a la Unión Soviética.
El 25 de diciembre, el almirante Bruce Fraser, comandante de la Flota Nacional Británica, recibió información sobre una posible salida del Scharnhorst.
El Scharnhorst, comandado por el capitán Fritz Hintze, zarpó de Altenfjord, Noruega, en la madrugada del 26 de diciembre de 1943, acompañado de cinco destructores. Su objetivo era el convoy JW55B, un convoy de buques mercantes británicos con destino a la Unión Soviética.
Sin que los alemanes lo supieran, el almirante Fraser había preparado una emboscada con su fuerza, que incluía el acorazado HMS Duke of York y varios cruceros y destructores.
La batalla del Cabo Norte tuvo lugar en medio de un mar embravecido y una visibilidad reducida debido a la nieve.
El primer enfrentamiento se inició con los cruceros británicos, liderados por el HMS Belfast, que utilizaron un radar para detectar al Scharnhorst y dispararon proyectiles estelares para iluminar el acorazado y exponer su posición. Después de un intenso bombardeo de los cruceros, el Scharnhorst intentó retirarse, pero fue interceptado por el Duke of York.
Acorazado británico HMS Duke of York.
Los cañones del Duke of York causaron graves daños al Scharnhorst, incluida la inutilización de una de sus salas de calderas, lo que redujo considerablemente su velocidad. El Scharnhorst continuó luchando, pero estaba rodeado por buques de guerra británicos y fue alcanzado repetidamente.
A las 19:45 aproximadamente, el Duke of York lanzó una salva mortal que dañó las torretas delanteras del Scharnhorst y provocó un corte de energía. El golpe final llegó cuando los destructores británicos lanzaron torpedos que causaron daños irreparables.
Alrededor de las 19:50, el Scharnhorst se hundió bajo las gélidas olas del mar de Barents. De los casi 2.000 hombres que iban a bordo, los británicos sólo rescataron a 36. La destrucción del Scharnhorst supuso una victoria crucial para los aliados, ya que puso fin de manera efectiva a la amenaza naval de superficie de Alemania en el Atlántico Norte y el Ártico.
Encontrando el Scharnhorst
Tras el hundimiento del Scharnhorst durante la batalla del Cabo Norte en 1943, el pecio permaneció intacto en el fondo del mar de Barents durante varias décadas. Era un sombrío monumento submarino para los casi 2.000 marineros que habían perecido durante esa fatídica batalla.
Durante mucho tiempo se desconoció la ubicación exacta del naufragio debido a las difíciles condiciones del mar de Barents y a la profundidad a la que se había hundido el barco. No fue hasta el año 2000 cuando un equipo de la Dirección Noruega del Petróleo localizó finalmente el pecio, que estaba explorando la zona en busca de posibles yacimientos petrolíferos.
Identificaron un objeto de gran tamaño a una profundidad de aproximadamente 290 metros (950 pies) que era consistente con las dimensiones del Scharnhorst.
En 2019, una expedición dirigida por el Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina realizó un estudio detallado del naufragio utilizando tecnología robótica submarina avanzada.
La expedición capturó imágenes de alta resolución y videos del naufragio, revelando los destrozados restos del Scharnhorst con asombrosos detalles.
En la actualidad, los restos del Scharnhorst se consideran una tumba de guerra y están protegidos por el derecho internacional. Por lo tanto, es ilegal perturbar el lugar o retirar cualquier objeto de él.
¿Dónde está el Scharnhorst ahora?
El naufragio del Scharnhorst, un crucero blindado alemán de la Primera Guerra Mundial, se encuentra actualmente frente a las Islas Malvinas. Sigue allí desde que lo hundió la marina británica hace 105 años. El descubrimiento del naufragio proporciona un recordatorio histórico de las batallas navales que tuvieron lugar durante la Primera Guerra Mundial.
En
la década de 1960, la guerra de Vietnam demostró que los rápidos, pero
ruidosos y poco maniobrables aviones convencionales de ataque y reacción
a tierra no eran eficaces para combatir a las guerrillas del Viet Cong,
muy bien escondidas en la densa jungla de la región. Así, las
industrias de aviones militares de todo el mundo comenzaron a
desarrollar diversos proyectos para satisfacer esta demanda.
En
1966, la Dirección Nacional de Fabricación e Investigación Aeronáutica –
DINFIA, de Argentina, estableció parámetros para la creación de un
avión de ataque ligero, lo que dio como resultado el proyecto “AX-2”. (o
“A-X2” en algunas fuentes), un avión diseñado específicamente para la
misión de contrainsurgencia (COIN). Para agilizar el proceso se tomó
como base el diseño del transporte bimotor IA 50 Guaraní II de
fabricación nacional.
El
primer vuelo del prototipo AX-2 tuvo lugar el 20 de agosto de 1969. En
aquel entonces el avión había pasado a llamarse FMA IA 58 “Delfín”, poco
después rebautizado como “Pucará” (palabra del indígena En lengua
quechua significa “Fortaleza”). La aeronave sería fabricada por la
entonces “Fábrica Militar de Aviones – FMA” (actualmente “Fábrica
Argentina de Aviones – FAdeA”). Impulsado por dos motores turbohélice
Garrett TPE331 de 575 CV, no alcanzó las prestaciones esperadas. Para
corregir el defecto, el segundo prototipo fue equipado con el propulsor
Turbomeca Astazou más potente, de 965 CV, realizándose el primer vuelo
de la aeronave con los nuevos motores el 6 de septiembre de 1970. Los
resultados fueron satisfactorios con este nuevo propulsor, el primer
prototipo fue repotenciado con el Astazou y se eligió el motor para la
producción, cuyo primer avión en serie voló a mediados de 1974. Recibió
el distintivo de llamada A, de Ataque y. Se matricularon desde la A-501
hasta la A-607.
El
Pucará es de construcción convencional, fabricado íntegramente en metal
(principalmente duraluminio). Las alas tienen siete grados de diédrico
en los paneles exteriores y están equipadas con aletas ranuradas en el
borde de salida. El IA 58 tiene un fuselaje esbelto, una cola en “T” y
una cabina tándem (asientos uno detrás del otro); La tripulación utiliza
asientos eyectables cero/cero Martin-Baker Mk 6AP6A y cuenta con
controles duales y buena visibilidad en la cabina. El diseño
aerodinámico muy limpio permite al Pucará alcanzar velocidades
relativamente altas y una buena estabilidad de vuelo, parámetros
superiores a los del norteamericano Rockwell OV-10 Bronco, otro avión de
la misma categoría. Por otro lado, el IA 58 no dispone de un
compartimento de carga en el interior del fuselaje como se pedía en el
avión estadounidense.
El AX-3 fue el único equipado con radar de navegación para poder cruzar el Atlántico y asistir en 1981 a la exposición aérea de Le Bourget. Luego se perdería en un accidente.
El
Pucará fue diseñado para operaciones en pistas cortas y montañosas. El
tren de aterrizaje triciclo retráctil, con una sola rueda de morro y dos
ruedas principales retraídas en las góndolas del motor, estaba equipado
con neumáticos de baja presión para adaptarse a las operaciones en
terreno accidentado, mientras que las patas del tren de aterrizaje eran
altas para estar equipadas con una buena potencia. carga de armas. Se
podrían instalar tres cohetes JATO debajo del fuselaje para permitir
despegues extracortos (hasta 80 metros, menos que un campo de fútbol).
El combustible se suministra mediante dos tanques en el fuselaje con una
capacidad combinada de 800 litros y dos tanques autosellantes en las
alas de 460 litros.
Los
cañones y ametralladoras del Pucará recordaban a los aviones de la
época de la Segunda Guerra Mundial, y consistían en dos cañones Hispano
804 de 20 mm montados debajo de la cabina con 270 disparos cada uno y
cuatro ametralladoras Browning FN de 7,62 mm montadas a los lados del
fuselaje con 900 disparos. cada. Se equiparon tres puntos de anclaje
para transportar una variedad de armas, como bombas, cohetes o tanques
de combustible externos, con un punto de anclaje de 1.000 kg de
capacidad montado debajo del fuselaje y los dos puntos de anclaje
restantes de 500 kg de capacidad debajo de las alas. La carga máxima de
armas externas fue de 1.620 kg. El armamento del avión se guiaba
mediante una mira muy sencilla.
Las
primeras unidades fueron entregadas en mayo de 1975 a la Fuerza Aérea
Argentina (FAA), equipando al 2° Escuadrón de Exploración y Ataque,
perteneciente a la III Brigada Aérea, en la BAM (Base Aérea Militar)
Reconquista, ubicada al norte de la provincia de Santa Fé. El nuevo
avión hizo su debut operativo a finales de 1975, cuando varios Pucaras
llevaron a cabo ataques contrainsurgentes desde Córdoba contra
guerrillas comunistas del ERP. provincia de Tucumán como parte de la
“Operación Independencia”, con énfasis en un ataque de un elemento (dos
aeronaves) realizado con bombas y napalm (bombas incendiarias de
gasolina gelatinosa) contra posiciones guerrilleras en la Sierra de
Tucumán. Durante el Conflicto de Beagle (una “cuasi guerra” entre
Argentina y Chile, a fines de 1978, por la disputa por la posesión del
Canal Beagle, en la frontera sur del país) se desplegaron dos
escuadrones de Pucaras, con diez aviones cada uno. a la Patagonia y
puesto en preparación para el combate.
En acción en la Guerra de las Malvinas (1982)
Durante
el conflicto en el Atlántico Sur se entregaron alrededor de 60 IA 58,
pero entre 34 y 45 aviones (según diferentes fuentes) estaban
operativos. Inicialmente se revisaron doce Pucaras y se enviaron al
Teatro de Operaciones de Malvinas (TOM), todos ellos, así como todas las
aeronaves de la FAA, subordinadas a la “FAS – Fuerza
Aérea Sur", con sede en el BAM Comodoro Rivadavia, que coordinó las
operaciones aéreas de la Fuerza Aérea Argentina en la región durante la
guerra.
Inicialmente
volando en escuadrones de cuatro aviones, realizaron vuelos directos
desde el continente a BAM Malvinas en Puerto Argentino (como pasó a
llamarse Port Stanley, la capital de las Islas Malvinas, después de la
“Operación Rosario” llevada a cabo el 2 de abril de 1982). Volaban a muy
baja altura para evitar los radares enemigos y eran guiados por aviones
del “Escuadrón Fênix”, ya que los Pucaras no contaban con radar y sus
instrumentos de navegación eran bastante sencillos. Como podían volar a
más de 3.500 kilómetros en configuración de transferencia, con tanques
externos, hicieron el viaje con relativa facilidad, a pesar de que el
vuelo duró casi tres horas sobre un mar helado.
Pucaras en BAM Malvinas
Como
el Pucará podía operar en pistas cortas y sin pavimentar, los aviones
fueron desplegados en otros lugares además del aeropuerto de Stanley,
ahora transformado en base aérea, el BAM Cóndor (ubicado en la Pradera
del Ganso) y el de Puerto Calderón (Borbón). Pista de aterrizaje de la
isla o Pebble). Durante el mes de abril de 1982, los Pucaras realizaron
misiones de patrullaje y reconocimiento, además de entrenarse
extensamente para combatir a los británicos que ya se acercaban a las
islas en una gran y poderosa Task Force.
El
1 de mayo de 1982, un ataque aéreo británico llevado a cabo por un
revolucionario caza de despegue corto/aterrizaje vertical Sea Harrier
FRS.1 de British Aerospace (BAe) en el BAM Cóndor destruyó un Pucará que
se encontraba en la pista preparada para el despegue, matando a su
piloto y el personal de tierra que estaba cerca de él. En el ataque de
comandos británicos del SAS (Special Air Service) a Puerto Calderón, el
15 de mayo, dos Pucarás más fueron destruidos y otros cuatro sufrieron
graves daños y no fueron reparados, poniendo fin a las operaciones
aéreas en ese aeródromo.
El
21 de mayo, se perdieron dos Pucaras más, uno derribado por un misil
tierra-aire portátil (MANPADS) FIM-92A Stinger y otro derribado por un
Sea Harrier. El 24 de mayo, otro Pucará resultó dañado por un ataque
aéreo británico y quedó fuera de servicio. Para reemplazar las pérdidas
del Pucaras, se enviaron más aviones desde el continente a las islas,
llegando el último escuadrón con ocho aviones al BAM Malvinas el 29 de
mayo.
Pucará en vuelo rasante en Malvinas
Dos
Pucaras participaron en el derribo de un helicóptero Westland Scout de
los Royal Marines con disparos de cañones y ametralladoras el 28 de mayo
mientras se encontraba en una misión de evacuación de heridos durante
la Batalla de Pradera del Ganso (Goose Green). Esta fue la única
victoria argentina aire-aire confirmada de la guerra.
Uno
de estos Pucaras chocó contra un cerro en el vuelo de regreso a Port
Stanley y quedó destruido, siendo que los restos mortales del piloto (el
teniente Miguel Giménez, según las fuentes, responsable del
derribamiento del Scout) no fueron encontrados hasta 1986, siendo
enterrado con todos los honores militares en el cementerio argentino de
Port Darwin por su familia, los primeros argentinos en visitar las islas
desde el final de la guerra.
El
mismo 28 de mayo, un Pucará fue derribado por fuego de armas pequeñas
luego de que lanzara cohetes contra tropas británicas (sin causar
víctimas), durante la Batalla de Pradera del Ganso. El piloto fue
expulsado y capturado por los británicos, convirtiéndose en prisionero
de guerra.
Pucará en las Malvinas – Carlos A García
Dos
Pucaras participaron en el derribo de un helicóptero Westland Scout de
los Royal Marines el 28 de mayo mientras se encontraba en una misión de
evacuación de heridos durante la Batalla de Pradera del Ganso (Goose
Green). Esta fue la única victoria argentina aire-aire confirmada de la
guerra
El
1 de junio dos Pucaras se perdieron en una colisión durante el despegue
en la pista helada del BAM Malvinas, sin víctimas mortales. Aún con las
pérdidas, los argentinos continuaron cumpliendo misiones de apoyo a las
tropas terrestres hasta el fin de las hostilidades, el 14 de junio.
En
la mañana de ese mismo día, los argentinos planearon un ataque (que
habría sido el 13 de junio, pero por mal tiempo se pospuso para el día
siguiente) contra las tropas inglesas con los últimos cuatro Pucaras en
condiciones de volar, que Luego huiría al continente, despegando de
Puerto Argentino (que ya estaba siendo rodeado por los británicos) con
municiones, bombas, cohetes y combustible extra, pero la misión fue
abortada ante el anuncio del fin de la guerra, cuando el Los aviones
estaban a punto de despegar.
Aeródromo de Puerto Argentino en las Malvinas, en 1985, con restos de Pucaras argentinos aún visibles
Pucará destruido en ataque del Sea Harrier
El
A-523, uno de los Pucarás dejado fuera de combate en el ataque del SAS a
Puerto Calderón (Isla Bordón), el 15 de mayo de 1982. El camuflaje
bicolor (realizado aproximadamente con pintura de automóvil) fue
aplicado apresuradamente antes de que la aeronave sido enviado a las
islas. Fotografía tomada después del conflicto.
NÚMERO
FECHA
CAUSANTE
PILOTO/HECHO
A-506
01/05/82
Destruido por colapso del tren de aterrizaje
Cap. Grunert/Sobrevivió
A-527
01/05/82
Destruido por bombas de un Sea Harrier
Ten. Jukic/Muerto
A-517
01/05/82
Destruido por colapso del tren de aterrizaje
Ten. Giménez/Sobrevivió
A-502
15/05/82
Destruido en el ataque a Isla Bordón
Estaba sin piloto
A-520
15/05/82
Destruido en el ataque a Isla Bordón
Estaba sin piloto
A-523
15/05/82
Destruido en el ataque a Isla Bordón
Estaba sin piloto
A-529
15/05/82
Destruido en el ataque a Isla Bordón
Estaba sin piloto
A-552
15/05/82
Destruido en el ataque a Isla Bordón
Estaba sin piloto
A-556
15/05/82
Destruido en el ataque a Isla Bordón
Estaba sin piloto
A-531
21/05/82
Derribado por un MANPADS (Stinger)
Cap. Benítez/Eyectó
A-511
24/05/82
Derribado por un Sea Harrier (Ward)
Maj. Tomba/Eyectó
A-509
24/05/82
Destruido por bombas de un Harrier (¿?)
Estaba sin piloto
A-537
01/06/82
Destruido tras colisionar con una colina
Ten. Giménez/Muerto
A-555
28/05/82
Derribado por armas ligeras
Ten. Cruzado/Eyectó
Leyenda:
Maj. = Mayor
Cap. = Capitán
Ten. = Teniente
Pérdidas del IA 58 Pucará en la Guerra de Malvinas
En
total, la Fuerza Aérea Argentina perdió 14 Pucaras en situaciones de
combate, con la muerte de dos pilotos más siete operadores terrestres de
la FAA, además de cuatro heridos, para un total de 13 bajas. Los
Pucaras registrados A-514, A-523, A-528, A-529, A-532 y A-536 sufrieron
accidentes menores e incidentes diversos, algunos fueron reparados,
otros fueron canibalizados para mantener la flota en vuelo y sus
fuselajes utilizados. como señuelo para los ataques aéreos ingleses. Los
Pucaras, matriculados A-515, A-522, A-533 y A-549, eran los únicos
aviones en condiciones de volar, aunque precarios, y que llevarían a
cabo el ataque abortado los días 13 y 14 de junio. Ninguno de los Pucará
que salieron de Argentina hacia las islas regresó al continente, ya que
fueron capturados por los ingleses como “bonos de guerra”. Algunos
fuselajes fueron enviados a museos en Inglaterra o probados en vuelo por
la Royal Air Force británica (RAF – Royal Air Force).
Además
de estos 24 aviones perdidos en las islas, otros dos Pucaras (A-526 y
A-540) se perdieron en accidentes cuando realizaban patrullas de
observación aérea frente a las costas de Argentina continental durante
la guerra, con la pérdida de sus respectivos pilotos. , los Aspirantes
(Alférez ) Valko y Marchesini.
En
mayo de 1982, en plena guerra, la Fuerza Aérea Argentina, en
colaboración con la Armada Argentina, equipó un prototipo (AX-04) con
pilones para montar torpedos Mark 13. El objetivo era su posible uso
como avión torpedero. mejorar las capacidades antibuque de las fuerzas
aéreas argentinas en la guerra. Se llevaron a cabo varias pruebas, pero
la guerra terminó antes de que los técnicos pudieran evaluar la
viabilidad del proyecto.
Después de la guerra
Con
26 aviones perdidos durante la Guerra de las Malvinas, además del
embargo de armas endurecido por Inglaterra, Argentina tuvo muchas
dificultades para producir y equipar más Pucaras, principalmente con
armas modernas, aun así la producción continuó hasta 1986, habiendo
recibido la FAA un total de 108 aviones. A finales de la década de 1980
estaban operativos entre 50 y 60 aviones.
Argentina,
a mediados de los años 1980, consideró equipar al Pucará con el misil
antibuque Martín Pescador MP-1000 de fabricación nacional, entonces en
desarrollo por el CITEFA (Instituto de Investigaciones Científicas y
Técnicas de las FFAA). Fuerzas Armadas), pero debido a la profunda
crisis económica que azotó al país, el desarrollo del misil fue
cancelado en la década de 1990. 1990.
Aún
con las claras limitaciones del Pucará demostradas en las Malvinas,
como la fragilidad del conjunto de su tren de aterrizaje, la falta de
sofisticados sistemas de aviónica y navegación por instrumentos, el bajo
rendimiento de los motores, por ejemplo, el avión era deseado por
varios países, principalmente por su bajo precio de adquisición, y
exportado a Colombia, Uruguay y Sri Lanka.
Pucara de Uruguay
La
Fuerza Aérea Colombiana (FAC) utilizó tres Pucarás ex-FAA entre 1989 y
1998, siendo vendidos los fuselajes en 2003 a Uruguay, cuya Fuerza Aérea
Uruguaya (FAU) ya operaba Pucarás desde 1981, desactivando sus aviones,
totalizando ocho aviones. en 2017. La Fuerza Aérea de Sri Lanka (SLAF)
operó cuatro aviones también ex-FAA entre 1993 y 1997, cuando el avión
participó activamente en la guerra civil del país. Dos aviones fueron
derribados por los rebeldes y uno se perdió debido a la explosión
prematura de una de sus bombas. El único avión superviviente fue
retirado del servicio y conservado. Pucaras de Sri Lanka
Varios
países intentaron adquirir Pucará, pero por diversos factores no se
concretaron las ventas. Entre estas propuestas fallidas está la de
Brasil. En 1990, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) anunció la compra de 30
IA-58A como parte del Proyecto SIVAM, para la implementación de radares
de vigilancia aérea y el establecimiento de escuadrones de cazas y de
ataque ligero en la Amazonía brasileña, pero con el desarrollo del
Embraer EMB 314 (A-29) Super Tucano, el pedido fue cancelado.
En
Argentina, durante la década de 2000, se estudiaron, pero sin éxito,
varios proyectos para actualizar y modernizar los veteranos aviones aún
en funcionamiento. En 2019, la Fuerza Aérea Argentina se vio obligada a
retirarse del servicio, principalmente por falta de repuestos para los
motores turbohélice Turbomeca Astazou (que llevaban años sin
producirse), los últimos Pucaras (entre 30 y 40 aviones) en
funcionamiento. .
Aun
así, existe un proyecto para “resucitar” al veterano avión de ataque y
contrainsurgencia, ahora con funciones de avión de vigilancia y patrulla
fronteriza, denominándose el proyecto “Pucará Fénix”, con el fuselajes
reacondicionados y repotenciados con motores Pratt & Whitney Canada
PT-6A-62 mejorados, nuevas hélices de cuatro palas, un módulo
electroóptico Fixview y un sensor de infrarrojos (EO/IR) y enlace de
datos. La actualización fue autorizada inicialmente por el gobierno
argentino en 2021, pero actualmente está en suspenso, y la FAA tiene la
intención de actualizar entre 20 y 25 aviones, que podrían volar durante
otros 15 a 20 años.
Conclusiones
El
FMA IA 58 Pucará fue otro avión innovador fabricado por Argentina, que
produjo un avión de bajo costo operativo y muy eficiente, que fue capaz
de enfrentar una fuerza moderna como la de Inglaterra en la Guerra de
Malvinas en 1982. Aún con las limitaciones del proyecto. , como se
describió anteriormente, los Pucará lograron preocupar a los ingleses
durante el conflicto, principalmente debido a que estuvieron asentados
en las islas durante la guerra.
La
robustez de su fuselaje y la facilidad de manejo por parte de las
tripulaciones de tierra, además de poder manejar una amplia variedad de
armas sencillas, fueron los puntos positivos del proyecto, pero la falta
de una versión con aviónica más avanzada y motores más potentes fue
decisiva para el relativo fracaso de las exportaciones del avión a
varios países, muy diferente del moderno y más dinámico avión brasileño
Embraer EMB 314 Super Tucano, un gran éxito de exportación a nivel
mundial.
En
2024, ningún país opera el Pucará hasta la fecha, a pesar del “Proyecto
Fénix” de Argentina, que pretende continuar la historia de un avión
guerrero que, a pesar de que el proyecto tiene más de 50 años, aún puede
continuar su impresionante historia.
AGRADECIMIENTO
: Al Sr. Víctor Hugo Martinón (VGM = Veterano de la Guerra de
Malvinas), quien contribuyó con relatos personales sobre el traslado de
Pucará del continente a las islas. FUENTES:
<https://en.wikipedia.org/wiki/FMA_IA_58_Pucar%C3%A1>. Consultado el 18/04/24.
<https://escuadronfenix.org.ar/avion-pucara-ia-58-en-malvinas/>. Consultado el 20/04/2024.
<http://malvinasguerraaerea.blogspot.com/2019/09/la-fuerza-aerea-argentina-retira-lo-ia-58.html>.
Consultado el 24/04/2024.
<https://canalmilitarizando.com/2022/05/23/o-sas-em-acao-no-atlantico-sul-o-ataque-a-ilha-pebble/>.
Consultado el 24/04/2024.
<https://canalmilitarizando.com/2022/04/30/cumprindo-com-o-seu-dever-para-defender-a-patria-a-forca-aerea-sul-da-argentina-durante-a-guerra
-das-malvinas-malvinas/>. Consultado el 24/04/2024.
<https://www.gbnnews.com.br/2020/05/eu-sobrevoei-port-stanley-antes-da.html>. Consultado el 26/04/2024.
*Profesor
de Historia en el Estado de Ceará y en la Ciudad de Fortaleza,
Historiador Militar, entusiasta de la Aviación Civil y Militar,
fotógrafo aficionado. Brasileño con alma paulista, actualmente reside en
Fortaleza-CE. Escritor con artículos publicados en varios sitios web de
Defensa.
El Ejército entrega el primer escuadrón de tanques TAM 2C-A2 a la fuerza operativa
En el Cuartel Militar de Boulogne, se realizó la presentación de diez unidades de la nueva versión del Tanque Argentino Mediano, tras un proceso de modernización que renovó su capacidad de combate. Ministerio de Defensa
El Ejército Argentino se encuentra en una etapa de actualización tecnológica para alcanzar y mantener estándares internacionales. En este contexto, uno de los principales proyectos es, sin duda, la modernización de nuestros “caballos de acero”: el TAM.
Hoy, el jefe del Ejército entregó a su fuerza operativa diez tanques modernizados a su versión TAM 2C-A2, así como los dos prototipos de las versiones TAM 2C y TAM 2C IP.
Desde el momento en que las nuevas tripulaciones del Regimiento de Caballería de Tanques 8 embarquen en los tanques, el salto cualitativo alcanzado pondrá en manos de nuestros jóvenes un sistema de armas moderno y actual, que los exigirá en su capacitación para el empleo profesional del vehículo en toda su dimensión. Los oficiales, suboficiales y soldados que integrarán las dotaciones de los nuevos TAM 2C-A2 han debido realizar cursos y jornadas de perfeccionamiento para poder operar los distintos sistemas.
El proceso de modernización se ha llevado a cabo en los talleres de la Dirección General de Investigación y Desarrollo y de la Dirección de Arsenales en el Cuartel de Boulogne.
El diseño original del Tanque Argentino Mediano, que data de fines de la década de 1970, representó un avance cualitativo y cuantitativo acorde con los sistemas de armas utilizados por las principales fuerzas militares del mundo.
Sin embargo, con el paso de los años, surgió la necesidad de modernizar este vehículo en consonancia con los avances tecnológicos y las nuevas doctrinas de guerra. En respuesta a este desafío, la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DIGID) formó un equipo de trabajoa fin de optimizar los aspectos más críticos del TAM: la tecnología a disposición de los operadores para el tiro, la seguridad y la visión en la conducción del tanque.
Se buscó equiparlo para el combate moderno “todo tiempo”, es decir, tanto en condiciones diurnas como nocturnas y frente a condiciones meteorológicas adversas.
Se realizaron diversas evaluaciones técnicas, que incluyeron someter al tanque a distintos escenarios de combate. Estas comprobaciones pusieron a prueba el arma contra blancos ubicados a distintas distancias y condiciones y obtuvieron como principal conclusión la necesidad de modernizar determinados aspectos del tanque.
Cuando llegó el momento de concretar estas implementaciones, se eligió la opción más conveniente para la Fuerza,que, además de ofrecer una solución integral, brindaba una vasta experiencia en sistemas empleados en conflictos actuales y agregaba la capacidad de realizar los trabajos en la Argentina.
Modificaciones en el interior del TAM 2C-A2
A diferencia del primigenio TAM, esta nueva versión cuenta con un interior completamente renovado. La gran novedad se encuentra en su sistema de tiro en movimiento, que responde a las irregularidades del terreno, estabilizando la torre en todo momento. Asimismo, posee cámaras térmicas necesarias para operar en todo tiempo.
Los beneficios que esta actualización genera para las Fuerzas
El TAM 2C-A2 le proporcionará a Argentina capacidades de combate mejoradas, ya que permite operar en una amplia variedad de entornos y condiciones, incluyendo excesivo humo, explosiones y niebla. Además, dicha versión ofrece mayor precisión, un alcance efectivo superior, menor propagación del fuego y la posibilidad de rastrear y localizar objetivos automáticamente.
La concreción de esta importante etapa del proyecto destierra la idea de la obsolescencia próxima del sistema de armas tanque y lo transforma en un vehículo decisivo en el campo de combate moderno.