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miércoles, 19 de febrero de 2025

Argentina: Hora de reformar y actualizar las Fuerzas Armadas

Reforma de las Fuerzas Armadas: ¿estamos a tiempo?

En los últimos 40 años, desde el más alto nivel del Estado, nunca se les expresó a las FF. AA. cuál es su razón de ser en la estructura del Estado, ni para qué están.

*Escrito por el Do-Tank Tabula Rasa (Daniel Martella, Luis Soage y César Yagüe) || Infobae


Las Fuerzas Armadas (FF. AA.) han dado -y dan a diario- sobradas muestras de que cumplen las órdenes que reciben, de que están subordinadas al control civil de la defensa y, por ende, de su acabada comprensión y aceptación de este concepto. Esta última cuestión, pese a que muchos no lo crean y mal que le pese a otros, ha dejado de ser hace décadas tema de conversación en los cuarteles. Es así porque no corresponde que sea de otra manera y las FF. AA. lo han asimilado, comprendido, aprendido; lo enseñan, lo repiten y a ningún militar hoy se le ocurriría pensar de otra manera. Esto puede ser expresado con total seguridad y certeza. El que aún crea que no es así debe profundizar su conocimiento de las instituciones armadas.

Sin embargo, desde el año 1983, a las Fuerzas Armadas de la República Argentina se les ha indicado desde el más alto nivel de la conducción del Estado, de manera clara y detallada, qué es lo que no deben hacer, dónde no deben participar, cómo no deben hacer las cosas, con quiénes no pueden entablar relaciones, qué áreas están excluidas de sus procesos de reunión de información, qué armamento no deben poseer, qué temas no deben formar parte de sus planes de estudio, y qué ejercitaciones combinadas no deben realizar.

Como resultado de tantos "no", a lo largo de los años las FF. AA. han transitado un agónico camino hacia la obsolescencia.



Costumbres argentinas

En los últimos 40 años, desde el más alto nivel del Estado y en especial desde el Sillón de Rivadavia, nunca se les expresó a las FF. AA. cuál es exactamente su razón de ser en la estructura del Estado, ni se les dijo claramente para qué están.

Esto ha ocurrido pese a que la Constitución Nacional es explícita cuando se refiere a la atribuciones del Poder Ejecutivo y establece que el Presidente es el Comandante en Jefe de todas las Fuerzas Armadas de la Nación; y pese a que la Ley de Defensa Nacional prescribe taxativamente que es también al Presidente de la Nación a quien le compete en su carácter de Jefe Supremo de la misma y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, la Dirección de la Defensa Nacional y la Conducción de las Fuerzas Armadas. Tengamos en cuenta que esta atribución constitucional hacia las FF. AA. genera de manera tácita una responsabilidad directa diferenciada hacia ellas, habida cuenta de que no hay en la Constitución mayores referencias hacia otros organismos u organizaciones del Estado. Genera una relación directa del Presidente y las FF. AA. respecto de los ciudadanos que constituyen la Nación. Y esta relación no debiera ser meramente declamativa, sino que tiene que ir necesariamente acompañada de la definición explícita de para qué las quiere el Estado.

Que a las FF. AA. les asignen anualmente una partida presupuestaria determinada no significa que se las tenga en cuenta o que se las valore adecuadamente como parte integrante del Estado. Particularmente, cuando esa partida presupuestaria no responde a ninguna imposición específica proveniente de requerimientos definidos por el máximo nivel de conducción del país. Sólo significa que se les asigna una suma para que sea gastada de acuerdo con prioridades definidas, a propuesta de cada Fuerza, para cumplir con las misiones que dicha Fuerza ha definido como su prioridad. Eso sí, esta suma debe ser aprobada por el Estado; de allí puede originarse la confusión generalizada.

Para que esta situación no continúe con su ejecución consuetudinaria, desde el máximo nivel deberían fijarse prioridades para las FF. AA.y estas deberían ser conocidas y aceptadas por todos los niveles de decisión. Preste atención el lector: no estamos hablando de un incremento de la partida presupuestaria. La asignación que se otorgue, pobre o abundante, debe serlo en pos de un para qué superior; en función de un Master Plan que no solamente indique para qué las necesita el Estado, sino también que oriente su adiestramiento, doctrina, organización, equipamiento y despliegue.

Hace más de 30 años que las FF. AA., con su lógica, tratan de deducir, cual Oráculo de Delfos, lo que el Poder Ejecutivo pretende de ellas. Por ello, de los discursos de inauguración de las sesiones ordinarias del Honorable Congreso de la Nación, de los discursos de la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, de los discursos pronunciados con motivo de los aniversarios de cada componente del Instrumento Militar, e incluso de las expresiones públicas de los distintos presidentes, las Fuerzas (de manera independiente y cada una por su cuenta) extrajeron frases y concluyeron, en forma autónoma, cuál era su misión.



Y rasguña las piedras

La forma en la que, presupuestariamente, el Estado argentino se ha relacionado con su brazo armado durante más de tres décadas es haberle asignado un porcentaje (muy bajo, por lejos, el menor de toda América Latina) para que haga lo que pueda con ello. Es decir, el Estado ahogó en un sinsentido presupuestario al instrumento al que deberá recurrir cuando, acabadas las opciones diplomáticas, tenga que disponer la defensa armada ante el avasallamiento de su soberanía.

Sin una misión definida, se hace prácticamente imposible construir los argumentos que den sustento a reclamos en materia presupuestaria. Sin esa clara, precisa y expresa definición, las FF. AA. no pueden definir los medios necesarios para los fines que se les imponen. El fin orienta el desarrollo de los medios y su ausencia transforma las acciones en gestos sin sentido.

Si se hubiera seguido la secuencia indicada, nadie podría sorprenderse hoy por el alto porcentaje de dinero de la asignación presupuestaria que se destina a sueldos. Tampoco podrían sorprenderse por el grado de mantenimiento de los elementos que el Estado puso a disposición de las FF. AA. hace más de 50 años para pelear una guerra que nunca fue definida y que hoy no existe la más mínima posibilidad de que se pelee.

De esa manera el Estado y el Pueblo de la Nación no deberían sorprenderse de que sus FF. AA ."de repente" estén en una situación terminal. Sí, terminal.

Para ser justos, debemos también expresar que esta situación no es sólo responsabilidad de los distintos decisores estratégicos que ha tenido nuestro país desde hace más de 30 años, ni tampoco de sus ministros de Defensa. El desliz no ha sido solo de los civiles que han descuidado el último recurso que tiene el Estado para oponerse a una voluntad ajena a los intereses de la Nación.

Analizando con rigor científico, teniendo en cuenta los pasos para efectuar los pedidos presupuestarios anuales, los Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y del Estado Mayor Conjunto tienen su cuota de responsabilidad, en particular este último, quien tiene la función expresa de asistir y asesorar al ministro. Ellos, que son los responsables de presentar las necesidades de las organizaciones bajo su comando, debieron haber expresado su desacuerdo ante las reducciones a lo requerido. Y justificar, argumentando cuál era la situación de cada una de sus Fuerzas, las causas por las cuales la reducción efectuada dejaba indefensa a la República, aprovechando, como mínimo una vez al año, la evidente oportunidad para expresar que lo hacían sin una clara misión definida por aquél a quien le elevaban el presupuesto.



Lamentablemente, por motivos nunca absolutamente claros, prefirieron aceptar lo que les ordenaban gastar mediante el presupuesto. Ninguno de los cuatro Jefes de Estado Mayor que tiene la Nación expresó nunca a la ciudadanía, ante la cual juró defender la bandera hasta la perder la vida, que el dinero que se les otorgaba no era el suficiente o que no se le daba una misión clara para conducir la organización que comandaban. Hacerlo no habría implicado deslealtad; al contrario, es lealtad elevada a la máxima expresión.

Bajo esta mirada, la de priorizar la protección de su país y sus ciudadanos como General de la Nación y no como General del Estado de un determinado gobierno, la inmolación del general Pierre de Villiers, jefe del Ejército de Francia que en julio de 2017 dimitió por los recortes presupuestarios ordenados por el presidente Emmanuel Macron, puede ser considerada, a ojos de muchos militares argentinos, como un sincericidio y no como lo que es, un acto de hidalguía republicana motivado por la responsabilidad hacia los subalternos y al pueblo de Francia. Esto no fue siquiera imaginado como un acto de insubordinación ni muchos menos. El General tuvo la habilidad de enmarcar perfectamente su reclamo, plantearlo e irse a su casa con la admiración y el respeto de sus pares y de los ciudadanos por los cuales, llegado el momento y por una decisión política, iba a hacer entregar las vidas de sus hombres y mujeres.

Entre muchas causas por las cuales nuestros cuatro jefes de Estado Mayor no pudieron expresar su desacuerdo por los fondos asignados, se encuentra el hecho de que su misión (la misión del Ejército, de la Armada, de la Fuerza Aérea y del Estado Mayor Conjunto) fue autoimpuesta. Nunca el para qué provino de una fuente de instancia superior a quien reclamarle porque la plata no alcanzaba para lo que pretendía de las FF. AA. Y así administraron los siempre escasos recursos, para repartir la frazada que ayer cubrió los pies y hoy el pecho, pero siempre las FF. AA. pasaron frío.

¿Quién en su sano juicio puede ser el responsable de conducir una organización sin saber exactamente para qué existe realmente la misma? Por ello, y extraídas de la más pura coyuntura, se crearon misiones subsidiarias, secundarias e incluso, en el caso del Ejército Argentino, se habló de "capacidad de disuasión creíble". Si la disuasión no es creíble, no es disuasión. Un oxímoron.



Cuando pase el temblor

Nuestro Estado tiene por delante un gran desafío: crear futuro. En materia militar debe desarrollar el sistema que le permita enfrentar lo que viene, debe concentrarse en los fines y concebir medios acordes a nuestra realidad, en el marco de una visión geopolítica regional y global. Quebrar la inercia de la indiferencia es un desafío de todos como parte integrante de una única voluntad, la de construir un futuro para las generaciones venideras.

La política exterior y la de defensa deben formar parte de un único pensamiento estratégico y geopolítico. Argentina debe transitar las próximas décadas en el marco de fuertes alianzas políticas, económicas y de seguridad. Por consiguiente, conceptos renovados deben motorizar el posicionamiento de nuestro país y de la región.

No es objeto de esta nota el definir un para qué. Sin embargo, estamos convencidos de que esto debería ser expresado considerando al menos la defensa de la vida, los bienes y los recursos naturales de la República, integrándose con el mundo y la región para defender intereses comunes, accionando en forma sistémica (léase, con estructuras cívico-militares) y además teniendo aptitud para enfrentar amenazas definidas en el aire, mar, tierra, ciberespacio y espacio.

El para qué de nuestras Fuerzas Armadas es condición sine qua non para su desarrollo y este sólo puede definirse conociendo el escenario global, regional y local proyectado a 30 años. Un mundo hiperconectado en el que todo sucede en tiempo real, sumado a un tsunami científico tecnológico sin precedentes impondrá, con toda seguridad, la necesidad de crear nuevos instrumentos.

La obsolescencia del Instrumento Militar puede ser una oportunidad. Se debe avanzar en un análisis dejando de lado los paradigmas actuales y desarrollar un método en el que se determinen las amenazas y factores que conforman los escenarios (futuros posibles), se defina una visión (futuro deseado) y se conciban los recursos necesarios para su logro.

En los próximos 20 años seremos testigos de mayores cambios en ciencia y tecnología que en los últimos dos milenios y presenciaremos transformaciones sin precedentes. Lo obsolescente ya forma parte de nuestro día a día, sólo basta con observar la evolución de nuestro teléfono inteligente. Teniendo presente esto, cabe preguntarse qué sistemas debe crear el Estado y para qué. Con certeza, no son los mismos que desde el siglo XX intentan evolucionar y quedan rezagados por una realidad vertiginosa.

A las tres dimensiones espaciales que conocemos se le ha sumado el ciberespacio y, mientras tanto, la órbita espacial se consolida como un ámbito de desafío tecnológico militar. Estas son realidades y no debemos ignorar cómo se configura el escenario en que las FF. AA. deberán actuar.

El mundo transita por la dificultad de solucionar problemas globales sin contar con organizaciones supranacionales con autoridad suficiente para hacerlo. Ejemplo de ello es el cambio climático. A esto se le suma un sector privado hiperactivo que desafía lo público en la generación de ideas y soluciones concretas. La población mundial comparte información y conocimiento en tiempo real y demanda a sus gobiernos respuestas inmediatas.

Crear nuevos instrumentos es el gran desafío. Asumamos la obsolescencia de nuestras Fuerzas Armadas y comencemos a crear futuro.

La mayor certeza de lo aquí expuesto es una sola: así no debemos seguir.

Una cabeza de playa ocupada por 649 valientes y reforzada recientemente por una patrulla de 44 intrépidos marinos reclama que asumamos, de cara al futuro, un compromiso colectivo que trascienda su legado.



jueves, 30 de enero de 2025

Argentina: Tremendo error del Ministerio de Defensa

El ministro Petri dio de baja a 23 militares condenados por delitos de lesa humanidad y hay malestar en el Ejército

La medida se tomó al quedar firme las sentencias judiciales contra cuatro generales y 19 coroneles retirados; lo pidió la Procuraduría de Investigaciones Administrativas; hay casos de militares que combatieron en Malvinas
Por Mariano De Vedia || LA NACION




Polémica decisión del ministro de Defensa, Luis Petri


En una decisión que generó “sorpresa y preocupación” en sectores castrenses por la cantidad de oficiales involucrados, el ministro de Defensa, Luis Petri, ordenó “dar de baja de las filas del Ejército” a cuatro generales y 19 coroneles –todos retirados– que habían recibido condenas de la Justicia por delitos de lesa humanidad. La medida fue dispuesta mediante la resolución 72/2025, a instancias de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), por tratarse de casos que llegaron a sentencia firme.

Entre los militares comprendidos en la resolución se encuentran el general de división Eduardo Rodolfo Cabanillas, condenado a prisión perpetua por su participación en el centro clandestino Automotores Orletti, y los generales de brigada Néstor Rubén Castelli, Teófilo Saá y Federico Antonio Minicucci. “Se cumplió una orden judicial. Todos recibieron, además de la pena de prisión, la inhabilitación absoluta, por lo que corresponde aplicar la baja militar”, explicó a LA NACION una fuente cercana al ministro de Defensa. Las voces que reivindican a los militares afectados, en tanto, señalan que “eran oficiales jóvenes en ese tiempo y no tenían poder de decisión”.
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En tanto, entre los fundamentos de la resolución firmada por Petri este lunes se señala que la Procuraduría de Investigaciones Administrativas solicitó el 30 de octubre del año pasado, mediante un oficio, “disponer la baja del personal de oficiales jefe y oficiales subalternos que han recibido sentencia judicial firme por causas de lesa humanidad”, de acuerdo con lo prescripto en la Constitución Nacional. Se cita, además, el decreto 721/2016, que delega en el ministro de Defensa la disposición de los “retiros y bajas obligatorias de los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas”.

En su mensaje, la Procuraduría de Investigaciones Administrativas le recordó al ministro de Defensa que “la obligación de separar de sus cargos a los agentes implicados en graves violaciones a los derechos humanos constituye una obligación autónoma del Estado argentino, conforme al derecho Internacional”.


Reacciones y argumentos

“Que te den de baja es ofensivo. Hay combatientes de Malvinas e, incluso, el coronel Horacio Losito fue condecorado”, sostuvo una fuente castrense, al transmitir la molestia que generó la decisión del ministro.

“Ninguna familia va a quedar desamparada. Al aplicarse la baja a los oficiales, los haberes que percibía el personal militar retirado pasarán a sus esposas, que cobrarán la misma suma como pensión”, afirmaron fuentes del Ministerio de Defensa, con la intención de aquietar el mal humor que causó la decisión. Recordaron que en todos los casos se trata de sentencias firmes, convalidadas por la Corte Suprema de Justicia.






Incluso, insistieron cerca de Petri: “No fue sorpresa para nadie. Todos lo sabían desde que fueron notificados de la sentencia firme”.

A los cuatro generales dados de baja se suman los coroneles retirados Miguel Ángel Fernández Gez, Humberto José Román Lobaza, Mario Alberto Gómez Arena, Pascual Oscar Guerrieri, Oscar Lorenzo Reinhold, Ramón Ángel Puebla, Carlos Alberto Ozaran, Gustavo Fontana, Horacio Hugo Maderna, Jorge Omar Lazarte, José Héctor Fidalgo, Jorge Daniel Rafael Carnero Sabol, Héctor Salvador Girbone, Carlos Enrique Pavón, Horacio Losito, Ricardo Guillermo Reyes, Rafael Julio Manuel Barreiro, Carlos Alberto Arias y Luis Ángel Gaspar Zírpolo.

“El Gobierno mantiene su decisión de avanzar con la memoria completa. La decisión se basa en una orden de la Justicia y el ministro de Defensa no puede no acatar las sentencias”, sostuvo una fuente gubernamental. En la gestión de Petri venían trabajando con este tema, en diálogo con la Procuraduría de Investigaciones Administrativas durante todo 2024, según pudo averiguar LA NACION.

El descontento militar

Pese a que la baja es una consecuencia de los fallos judiciales, la decisión de Petri generó malestar en sectores del Ejército. “El gobierno de Javier Milei afirmaba en su discurso que venía a reivindicar a las Fuerzas Armadas. Con esta decisión, no solo deshonra a quienes dieron todo por la Nación, sino que profundiza las heridas ya abiertas”, graficó un militar retirado.

La fuente advirtió, además, que se trata “del mismo gobierno que quebró la obra social militar, dejando un agujero de más de $100.000 millones”, en alusión a la grave crisis del Instituto de la Obra Social de las Fuerzas Armadas (Iosfa), y que “mantiene a los haberes militares en el último lugar”, al resumir expectativas que quedaron en el camino en el primer año de gestión.

El coronel Losito es uno de los militares condenados y dados de baja que peleó en la guerra de Malvinas. “El Gobierno expulsa del Ejército a un militar que recibió dos balazos, en la pierna y en la cabeza, que siguió combatiendo gravemente herido y cuya vida fue salvada gracias a las transfusiones de sangre realizadas por los ingleses”, explicó una fuente del Ejército. “Lo salvaron los británicos en el campo de batalla y hoy lo condenan los propios”, resumió la fuente militar.

jueves, 19 de diciembre de 2024

Fuerza Aérea Argentina: Presentan al primer F-16 Block 10


El F-16 marca un antes y un después en la Defensa, redefiniendo el poder aéreo argentino





El Ministro Luis Petri (@luispetri) recorrió los hangares de la VI Brigada Aérea en Tandil e inspeccionó el primer F-16B MLU Block 10. Un hito histórico que refuerza las capacidades operativas de nuestras Fuerzas Armadas tras décadas sin una inversión de esta magnitud.



Con su tecnología avanzada, versatilidad en combate y capacidad supersónica, el F-16 se convierte en la columna vertebral del sistema de defensa aérea argentino, para proteger nuestra soberanía frente a las amenazas del siglo XXI. Este es el camino: Fuerzas Armadas equipadas, adiestradas y al servicio de la Nación.



sábado, 12 de octubre de 2024

Argentina: Soldados ciudadanos para una Fuerza de Defensa Argentina

Hacia la creación de las Fuerzas de Defensa de la República Argentina

por Esteban McLaren para FDRA


Soldados femenino y masculino de una imaginadas Fuerzas de Defensa de la República Argentina

La idea de vincular directamente a los ciudadanos con la defensa nacional no es nueva. En diversos países como Israel y Suiza, se han implementado modelos de defensa que otorgan un papel central a los ciudadanos en la protección de la nación. En este ensayo, exploraremos cómo estos modelos podrían inspirar un replanteamiento de las Fuerzas Armadas en Argentina, abordando cómo la participación ciudadana puede reforzar el compromiso democrático, reducir costos mediante la optimización institucional y, de ese modo, mejorar la eficiencia del gasto en defensa.

Una cuestión relevante en todo el planteo es la unificación de todas las ramas de la defensa en un componente mas interrelacionado: desaparecen la fuerza aérea, armada y ejército y nace un embrión en donde todos los cruzamientos posibles entre las viejas tres fuerzas se fortalecen. Nace el concepto de soldado ciudadano, un tipo de ciudadano comprometido por sus propios intereses, en temas de defensa que puede estar participando activamente (mediante la educación y capacitación militar, entrando en los rangos de cada rama) o pasivamente, siendo apoyo a las actividades de defensa. Asimismo, emergen elementos directos de interacción entre civiles y militares para arraigar más el concepto de defensa en la consciencia social. A este corpus orgánico se le añade las actuales fuerzas militarizadas de seguridad como la gendarmería y la prefectura las cuales se plegaran al concepto anterior siendo ambas, la seguridad y defensa, dos servicios públicos puros, obligación indelegable, provistos por el Estado Nacional. 

Esta interrelación permite definir carreras de vida compatibles con distintos servicios. Uno puede iniciar su vida como soldado en la rama naval, siendo marino pero luego, y acreditando la preparación necesaria, podría acceder a otra rama como la aérea si así fuese conveniente para los intereses del país. Asimismo, una vez en retiro efectivo de la fuerza, podría desempeñarse naturalmente en el ámbito de la seguridad provincial o nacional, dado que su preparación militar ya le da por convalidado muchas áreas de la función policial.

Finalmente, este esquema permite la confluencia de inteligencia recabada sin que ello afecta la operatividad de unidad independientes decididos por un nuevo órgano central de inteligencia. En ese sentido, la inteligencia es una arma tanto o más importante que cinco mencionadas previamente.

1. La Organización de la Defensa en Israel y Suiza

1.1 Israel: Compromiso democrático y participación ciudadana

En Israel, la noción de un "ejército del pueblo" está profundamente arraigada en la cultura nacional. La conscripción es universal, y tanto hombres como mujeres deben cumplir con el servicio militar obligatorio al alcanzar la mayoría de edad. Este sistema ha creado un sentido compartido de responsabilidad en la defensa nacional. La relación entre el ciudadano y el Estado en temas de defensa es directa, y este sistema ha permitido a Israel mantener una fuerza militar altamente efectiva, alineada con las necesidades estratégicas del país.

Este enfoque tiene una relación directa con el fortalecimiento de la democracia. Al incluir a todos los ciudadanos en la defensa, se asegura una amplia representación de diferentes sectores de la sociedad, lo que evita la creación de una élite militar aislada. Además, el compromiso cívico de servir en el ejército fomenta una cultura de participación y cohesión nacional.


1.2 Suiza: Defensa civil y reducción de costos

Suiza ha adoptado una política de neutralidad armada que implica una organización militar altamente descentralizada. Al igual que en Israel, el servicio militar es obligatorio, pero su enfoque principal es la defensa territorial. Cada ciudadano que ha cumplido con su servicio militar se convierte en parte de la reserva nacional y mantiene sus armas en casa. Este sistema minimiza los costos administrativos y de mantenimiento, ya que no requiere una gran estructura militar activa durante tiempos de paz.

La estrategia de Suiza permite reducir los costos de solapamiento de instituciones militares. La descentralización y la participación de la población civil permite una respuesta rápida y coordinada ante cualquier amenaza externa, lo que optimiza los recursos financieros y mejora la eficiencia. Además, su modelo de defensa tiene un fuerte componente local, con milicias regionales que se movilizan de forma rápida y eficiente​​.

2. Propuestas para la República Argentina

El contexto estratégico de Argentina es diferente al de Israel y Suiza, pero existen principios de estos modelos que podrían ser aplicables, especialmente en un contexto de crisis económica y necesidad de optimización del gasto público.

2.1 Compromiso cívico en la Defensa

En Argentina, el servicio militar obligatorio fue abolido en la década de 1990. Sin embargo, reintroducir un sistema de conscripción podría no ser la solución adecuada. En su lugar, podría adoptarse un sistema de servicio voluntario ampliado, donde se incentive la participación en tareas de defensa, apoyo en desastres naturales y actividades comunitarias. Este sistema, similar al modelo suizo, permitiría a los ciudadanos tener un vínculo más directo con las Fuerzas Armadas, fortaleciendo su papel en la defensa territorial y la protección civil.

La creación de milicias regionales o unidades de defensa civil también podría ser un complemento viable. Estas unidades, compuestas por ciudadanos capacitados, podrían responder rápidamente a amenazas internas o desastres naturales, mejorando la capacidad de reacción del país ante emergencias.



2.2 Reducción de costos y eficiencia institucional

Uno de los principales desafíos para Argentina es reducir los costos asociados al mantenimiento de una estructura militar tradicional, al mismo tiempo que se garantiza una defensa efectiva. La descentralización y el uso de tecnologías emergentes, como los sistemas de información y drones para la vigilancia fronteriza, permitiría a las Fuerzas Armadas argentinas ser más eficientes sin aumentar significativamente el gasto​​.

El modelo suizo de almacenamiento de armas y equipos en manos de reservistas podría ser adaptado, evitando los altos costos de mantenimiento de grandes instalaciones. Además, una fuerza de defensa más flexible, con unidades especializadas en regiones críticas, como la Patagonia o las fronteras norteñas, permitiría una mejor cobertura del vasto territorio argentino​​.

3. La Educación Militar y los Liceos Militares


3.1 Reforma de la Educación Militar

La educación militar en Argentina, que se imparte principalmente en los liceos militares, podría reorientarse hacia un enfoque más integral, que incluya formación en liderazgo, tecnología y defensa cibernética. Los liceos militares, que históricamente han sido un semillero de oficiales, podrían abrir sus puertas a una mayor diversidad de estudiantes, promoviendo valores democráticos y de servicio cívico más allá de la formación militar tradicional.

La formación militar debe adaptarse a las necesidades del siglo XXI, incorporando materias como la seguridad informática, el análisis de inteligencia y la gestión de crisis, asegurando que los futuros oficiales estén preparados para enfrentar las nuevas amenazas del entorno global​.

3.2 Integración de la Educación Militar en la Sociedad Civil

La educación militar no debe estar aislada de la sociedad civil. Los liceos militares podrían servir como centros de formación para ciudadanos interesados en colaborar en la defensa civil o en tareas de apoyo en casos de desastres naturales. Esto no solo ampliaría el papel de estas instituciones, sino que también fortalecería los lazos entre las Fuerzas Armadas y la población civil.

4. Involucramiento civil en la Defensa Nacional

Un sistema de defensa nacional eficaz no depende únicamente de sus fuerzas armadas regulares, sino también del compromiso de su ciudadanía. Argentina podría implementar un sistema de "defensa total" como el suizo, en el que la sociedad civil tenga un papel activo en la protección de la nación.

Esto podría incluir programas de formación en defensa civil, donde los ciudadanos aprendan habilidades básicas de protección, primeros auxilios y apoyo logístico, que podrían ser activados en situaciones de emergencia o conflicto.

El involucramiento de la población civil en la defensa es un tema central en cualquier reforma que aspire a crear una fuerza de defensa eficiente y democrática. Para Argentina, el modelo suizo ofrece una guía útil. Un sistema en el que los ciudadanos reciban formación básica en defensa y luego se integren en una reserva activa permitiría al país mantener una capacidad de respuesta rápida sin los costos de un ejército profesional grande.

Además, este enfoque tendría beneficios adicionales en términos de cohesión social y de compromiso democrático. Al hacer que la defensa sea una responsabilidad compartida, se reforzaría el sentido de pertenencia y de responsabilidad entre los ciudadanos, algo que es crucial en un sistema democrático. La defensa no sería vista como una responsabilidad distante, sino como algo en lo que todos los ciudadanos participan activamente.


4.1 La defensa territorial y las milicias civiles

Como se mencionó anteriormente, las milicias regionales podrían ser una solución eficiente para la defensa territorial. Estas unidades estarían formadas por ciudadanos que recibirían entrenamiento periódico y mantendrían equipo básico de defensa en sus hogares, similar al modelo suizo. Esto no solo reduciría los costos operativos, sino que también aumentaría la capacidad de respuesta del país.

5. El caso de los países Bálticos

Estonia, Letonia y Lituania han adoptado el concepto de "defensa total" para involucrar a la ciudadanía en la seguridad nacional. Este enfoque busca movilizar a la sociedad civil para que participe activamente en la defensa del país, especialmente frente a las amenazas de grandes potencias como Rusia.


 

  1. Conscripción y participación civil: Los estados bálticos han restablecido o mantenido sistemas de conscripción para integrar a sus ciudadanos en las fuerzas armadas. Estonia y Lituania continúan con el servicio militar obligatorio, y Letonia está introduciendo cursos de defensa nacional para estudiantes de secundaria, con el objetivo de aumentar el conocimiento sobre seguridad y crear un sentido de compromiso cívico con la defensa.

  2. Preparación y ejercicios nacionales: Las maniobras militares y ejercicios como "Siil" en Estonia y "Lightning Strike" en Lituania simulan movilizaciones y crisis a gran escala, integrando a reservistas, fuerzas voluntarias, políticos y representantes de organizaciones civiles. Estos ejercicios no solo preparan a los militares, sino que también fortalecen las redes sociales y organizacionales dentro de la población civil, esenciales para implementar el concepto de defensa total.

  3. Conexión entre fuerzas armadas y sociedad: La participación de civiles en la defensa va más allá del combate directo. El entrenamiento civil, la mejora de la preparación ante emergencias y la colaboración entre las fuerzas armadas, el gobierno y las organizaciones civiles son fundamentales para que la población esté lista para apoyar en caso de invasión o crisis. Este enfoque se basa en la creación de una relación sólida entre la sociedad y las fuerzas de defensa.

  4. Desarrollo de la resiliencia: El artículo destaca la importancia de educar a los ciudadanos sobre las amenazas y la defensa nacional, asegurando que estén preparados para contribuir, ya sea en roles de combate o en apoyo logístico, humanitario o informativo. Este enfoque busca disuadir la agresión al fortalecer la capacidad de resistencia de toda la nación, no solo de las fuerzas armadas.


En conclusión, el modelo de defensa total de los estados bálticos es un ejemplo de cómo la integración de la ciudadanía en las estrategias de defensa puede crear una sociedad más resiliente y mejor preparada para enfrentar amenazas modernas. Se puede leer más detalles en Small Wars Journal​ (Small Wars Journal).

4. Cambios necesarios en Argentina para implementar el concepto de fuerzas de defensa

Para reorganizar la defensa de Argentina basándose en modelos combinados de Suiza e Israel, sería necesario implementar varias reformas legales y estructurales que permitan adaptar los principios de alta participación popular en la defensa y flexibilidad profesional dentro de las Fuerzas Armadas. A continuación, detallo algunas propuestas clave que podrían integrarse en un marco legal y organizativo adecuado:

4.1. Participación Popular en la Defensa (inspirado en Suiza)

  • Establecer una "Guardia Nacional Ciudadana": Crear una legislación que permita la formación de una Guardia Nacional o Reservistas con base en la ciudadanía, donde los ciudadanos puedan voluntariamente recibir formación militar básica y especializada. El enfoque estaría en voluntariedad, manteniendo la participación opcional pero incentivada con beneficios educativos, profesionales y fiscales.
  • Centros de Instrucción Militar Civil (CIMC): La ley debe crear centros de entrenamiento accesibles para la población civil donde puedan entrenarse en técnicas militares básicas y de defensa territorial. Esto implicaría una red de centros a nivel regional y municipal para asegurar la formación continua.

4.2 Soldado Voluntario en lugar de Servicio Militar Obligatorio

  • Regulación del servicio militar voluntario: Se requeriría una ley que defina claramente el acceso voluntario al servicio militar, asegurando beneficios competitivos como becas de estudio, acceso preferencial a empleo público y privado, además de incentivos económicos para los voluntarios.
  • Reservas Activas y Pasivas: Se debe definir un marco que permita a los ciudadanos elegir entre diferentes modalidades de servicio, como la reserva activa (con entrenamientos anuales obligatorios) o reserva pasiva (con menor compromiso).

4.3 Participación Civil en Entrenamiento y Capacitación

  • Reforma a la Ley de Defensa Nacional: Implementar una reforma que permita que universidades y centros educativos técnicos desarrollen currículos conjuntos con las Fuerzas Armadas para incluir formación militar en áreas específicas como ciberseguridad, logística, comunicaciones y gestión de crisis​​.
  • Educación militar para civiles: Implementar un programa de formación militar no solo para los ciudadanos voluntarios, sino también para sectores estratégicos de la sociedad, como ingenieros, médicos, informáticos y profesionales de la salud. Esto permitiría a los civiles contribuir con habilidades especializadas.

4.4 Alta Rotación entre Ramas de Defensa

  • Carrera militar flexible: Las leyes de carrera militar deberían permitir la movilidad entre ramas del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina, permitiendo a los militares cambiar de especialización durante su carrera. Este enfoque podría estructurarse mediante un "Sistema de Desarrollo Profesional Militar Integrado", similar al enfoque de las fuerzas de defensa israelíes​​.
  • Escuelas conjuntas de defensa: Desarrollar academias conjuntas donde los futuros oficiales y soldados puedan formarse en diversas ramas desde el inicio de su carrera, facilitando la transición entre diferentes especializaciones.

4.5 Participación civil en el diseño de herramientas y estrategias de defensa

  • Creación de consejos de innovación en defensa: Crear marcos legales para integrar a civiles (académicos, científicos, empresarios) en la innovación tecnológica y el diseño de estrategias de defensa. Estos consejos servirían como think tanks para la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías militares. La defensa debe ser parte integral de los servicios públicos que el Estado brinda a los ciudadanos y ellos mismos pueden y deben participar de su diseño y conformación posterior a recibir educación especializada en el tema.
  • Cooperación Público-Privada en Defensa: Fomentar y legislar la cooperación entre el sector privado y el Estado para el desarrollo de tecnologías duales, que tengan aplicaciones tanto militares como civiles. Esto incentivaría la innovación y la modernización de las fuerzas de defensa mediante la colaboración con la industria y las universidades.

4.6 Fortalecimiento del Control Civil sobre las Fuerzas Armadas

  • Estructura de control democrático: Reflejar en la legislación la importancia de un control civil fuerte sobre las Fuerzas Armadas, garantizando la transparencia en las decisiones estratégicas y presupuestarias, y asegurando la rendición de cuentas al parlamento y al ejecutivo​.

Estas reformas permitirían a Argentina adaptar una estructura de defensa moderna, flexible y participativa que se beneficie de la fortaleza de modelos suizos e israelíes, manteniendo al mismo tiempo un enfoque voluntario y civil en el desarrollo de su capacidad militar.

5. Nuevo organigrama militar

Las fuerzas pasarían a organizar en una forma más entrelazada en aspectos de equipamiento pero también de personal. 





El concepto del "ciudadano soldado" puede representar una visión transformadora para las Fuerzas Armadas Argentinas, que promueve una interacción más estrecha entre los ciudadanos y la defensa de la nación, potenciando tanto la eficiencia en la seguridad como el fortalecimiento de la democracia. Este enfoque reconoce que la defensa no debe ser solo tarea de una elite profesional, sino una responsabilidad compartida por todos los ciudadanos, quienes, con espíritu altruista y guiados por un sentido de deber cívico, se comprometen con la protección y defensa de la patria. La idea del ciudadano-soldado aboga por un servicio militar optativo, donde los individuos seleccionan voluntariamente integrarse en las filas militares, la policía o la gendarmería, con la posibilidad de moverse entre estas carreras en diferentes etapas de su vida profesional.

Esta transformación implica un cambio significativo en la manera en que se concibe el servicio de protección civil y militar. Ya no se trata únicamente de una obligación impuesta por el estado, sino de una oportunidad para que los ciudadanos contribuyan activamente a la seguridad nacional, mientras se benefician de un salario y una formación continua. Esto no solo incentivaría una mayor participación en la vida militar, sino que también reforzaría los principios democráticos, ya que estos ciudadanos-soldados conservarían voz y voto en los asuntos públicos, participando en la vida civil y, al mismo tiempo, siendo reservistas a lo largo de su vida.

Un aspecto crucial de este modelo es el sistema educativo, el cual debe estar diseñado para facilitar el intercambio entre carreras. Los ciudadanos podrían comenzar como soldados del componente terrestre o infantes de marina, avanzar hacia roles especializados como comandos o pilotos de combate, y eventualmente, al retirarse, pasar a roles en la seguridad civil, como en la policía provincial o la gendarmería. Esta flexibilidad promovería una fuerza laboral altamente capacitada, capaz de adaptarse a diversas funciones de seguridad a lo largo de su carrera, enriqueciendo tanto a las fuerzas armadas como a las fuerzas policiales.

Este enfoque se alinea con las tendencias observadas en operaciones militares modernas, donde la guerra de grandes potencias y la competencia en todos los dominios (tierra, mar, aire, ciberespacio y espacio) requieren fuerzas ágiles, versátiles y bien entrenadas. La integración de ciudadanos-soldados no solo aumentaría la disponibilidad de personal capacitado para responder a diversas amenazas, sino que también fortalecería el tejido social y democrático del país. Al integrar a los ciudadanos en las estructuras de defensa, las Fuerzas Armadas no solo mejoran su capacidad operativa, sino que también refuerzan su legitimidad ante la sociedad.

La formación del ciudadano-soldado es una inversión en la resiliencia de la nación. Estos reservistas de por vida actuarían como un vínculo entre las fuerzas militares y la sociedad civil, promoviendo un entendimiento mutuo y una mayor cohesión social en tiempos de paz y conflicto. Además, esta formación crearía líderes cívicos con una comprensión profunda de la defensa nacional, capacitados para tomar decisiones informadas en foros públicos y políticos, promoviendo una mayor transparencia y responsabilidad en la gestión de la seguridad nacional.

Asimismo, y tal como ocurre con las fuerzas francesas, especialmente La Légion Étrangère, sus veteranos reciben pensión y vivienda en barrios especiales donde cohabitan con colegas de la profesión. Debido a los problemas de stress post-traumático (PTSD), el Estado también debiera brindar atención psicológica y socioeconómica, algo tan necesitado por los veteranos de Malvinas que fueron dejados de lado por la mayor parte de las administraciones civiles desde 1984.

En resumen, el modelo del ciudadano-soldado no solo mejoraría la capacidad de defensa de Argentina, sino que también contribuye significativamente al fortalecimiento de su democracia. Ser militar estaría plenamente integrado al tejido social. Una visión así situaría a la nación en el camino hacia una fuerza de seguridad más integrada, flexible y democrática, preparada para enfrentar los desafíos del siglo XXI, desde la competencia en tiempos de paz hasta los conflictos armados, siempre con un pie firme en la protección de la patria y el fortalecimiento del bienestar cívico.

6. El concepto del Soldado Ciudadano en los estudios de defensa

Imagina a un carpintero que deja su taller, a un maestro que cierra su libro de clases, o a un agricultor que abandona su campo para ponerse un uniforme y empuñar un arma. No son soldados profesionales, pero cuando su nación los necesita, se convierten en los defensores de su hogar, su familia y su libertad. Esta es la esencia del soldado ciudadano, una figura tan antigua como las civilizaciones y que sigue siendo relevante en el mundo moderno. En los estudios de defensa, este concepto despierta intensas reflexiones sobre el rol del individuo común en la protección de su país, la conexión entre los civiles y las fuerzas armadas, y el peso que implica la responsabilidad de defender la patria.

6.1 De la vida cotidiana al campo de batalla

El soldado ciudadano simboliza la idea de que, en tiempos de crisis, cualquier persona puede ser llamada a defender lo que más ama. Lejos de ser un soldado entrenado para la guerra desde la juventud, el soldado ciudadano es un hombre o una mujer común que, ante la necesidad, transforma su vida civil para unirse a la defensa nacional. Desde la Antigua Roma, donde los ciudadanos luchaban por la República, hasta los Minutemen que resistieron en la Revolución Americana, la historia está repleta de ejemplos de ciudadanos que se levantaron en armas cuando las circunstancias lo exigieron.

6.2 Milicias y fuerzas de reserva: La base del soldado ciudadano moderno

En el presente, la figura del soldado ciudadano sigue viva en las milicias, las reservas militares y las guardias nacionales de varios países. En lugares como Suiza, Israel y los Estados Unidos, los ciudadanos entrenan periódicamente para estar listos en caso de emergencia. Estos ciudadanos-soldados llevan una vida normal, pero saben que podrían ser llamados al servicio en cualquier momento. En estos países, el deber cívico y la defensa nacional se entrelazan, y millones de personas se preparan mental y físicamente para ese llamado inesperado.

La paradoja es fascinante: estas personas no son soldados de carrera, pero desempeñan un papel clave en la defensa de sus naciones. Es como si la vida cotidiana y la guerra se cruzaran en un punto crucial donde el carpintero, el maestro o el agricultor no tienen más opción que empuñar un rifle y defender su hogar.



6.3 El poder de la democracia y el control ciudadano sobre la fuerza militar

Uno de los pilares del concepto de soldado ciudadano es la noción de que el ejército debe ser, en esencia, un reflejo de la sociedad. La democracia busca evitar que las fuerzas armadas se conviertan en una clase separada y autónoma. En su lugar, el soldado ciudadano actúa como un puente entre el ejército y la vida civil. Son personas comunes que se mantienen conectadas con las realidades cotidianas de la población. De esta manera, los ciudadanos tienen mayor control sobre su fuerza militar, evitando que se vuelva un poder distante y aislado.

6.4 ¿Ciudadano o profesional? Un debate eterno

El soldado ciudadano plantea una pregunta crucial en el campo de la defensa: ¿es suficiente tener una fuerza compuesta mayoritariamente por civiles entrenados, o es más efectivo depender exclusivamente de soldados profesionales? La crítica más común a los soldados ciudadanos es que, debido a que no entrenan constantemente, podrían no estar tan preparados para los desafíos del combate moderno como sus contrapartes profesionales.

Sin embargo, la otra cara de la moneda es que estos ciudadanos traen consigo una pasión y un compromiso que los soldados de carrera no siempre pueden igualar. Ellos están defendiendo su hogar, su familia, su modo de vida. Este debate, que ha existido desde los tiempos antiguos, sigue siendo relevante en la actualidad. ¿Qué es más valioso: la experiencia o el espíritu de lucha?

6.5 Ejemplos históricos y contemporáneos: La relevancia del soldado ciudadano

En momentos clave de la historia, los soldados ciudadanos han demostrado su valía. En la Guerra Civil Americana, en las Guerras Mundiales, y en innumerables movimientos de resistencia, fueron estos ciudadanos comunes quienes lucharon en primera línea. En tiempos contemporáneos, países como Finlandia o Israel han perfeccionado este modelo, combinando a sus reservistas con soldados profesionales para formar una defensa eficaz.

6.6 La dimensión ética del soldado ciudadano

El concepto de que cualquier persona pueda ser llamada a luchar también plantea preguntas éticas: ¿Es justo pedir a los civiles que arriesguen sus vidas? ¿Cómo se equilibran los derechos individuales con el deber colectivo de defender la nación? Estas preguntas no tienen respuestas fáciles, pero el soldado ciudadano sigue siendo una figura central en muchos sistemas de defensa, donde se considera que proteger la patria es tanto un privilegio como una obligación.

6.7 Impacto social: El legado del soldado ciudadano

La idea del soldado ciudadano no solo afecta a los militares, sino también a la sociedad en su conjunto. Cuando los ciudadanos están entrenados y preparados para la guerra, existe una conciencia nacional sobre la importancia de la defensa. Además, la participación de civiles en las fuerzas armadas fortalece el vínculo entre la sociedad y el ejército, lo que refuerza la unidad nacional.

El soldado ciudadano es un recordatorio de que, en los momentos más oscuros, el destino de una nación puede depender de personas comunes. Su sacrificio y su valentía son un testimonio del poder del deber cívico, y su historia, una que sigue escribiéndose, nos enseña que la defensa de la libertad es, en última instancia, una responsabilidad compartida.


7. Conclusión

El establecimiento de un modelo de defensa basado en la participación ciudadana, similar a los de Israel y Suiza, ofrece una oportunidad para que Argentina modernice su sistema de defensa, optimice los recursos y fortalezca el compromiso democrático. Estos cambios no solo mejorarían la eficiencia del gasto en defensa, sino que también crearían una fuerza militar más flexible y capaz de responder a las amenazas contemporáneas. Además, una mayor integración entre la educación militar y la formación cívica fortalecería el vínculo entre los ciudadanos y la nación, asegurando que la defensa sea vista como un deber compartido y no como una responsabilidad exclusiva de las fuerzas armadas profesionales.

La pertenencia a las fuerzas de defensa debe ser automotivada, por auto-selección: quiénes sientan el llamado de las armas deben ser quienes la integren. Debe ser un motivo de análisis permanente la consistencia de dicha motivación con la ejecución real de las funciones asignadas. Un esquema voluntario de este tipo puede sufrir infiltraciones obviamente no deseadas. Tal y como se sufrió durante la guerra contra la subversión en Argentina, debe cuidarse que organismos de extrema izquierda infiltren las fuerzas para desviarlas de su función originaria. Un organismo de este tipo puede auto-preservarse evitando el reclutamiento de miembros con mínimos antecedentes en estos sectores asociados recurrente e irremediablemente a la agitación social.

En definitiva, este modelo también podría adaptarse a las particularidades de Argentina, asegurando que los costos se mantengan bajos mientras se maximiza la eficiencia operativa, permitiendo al país mantener una postura de defensa fuerte y cohesionada en el siglo XXI.


Bibliografía

Para profundizar en los conceptos de defensa ciudadana, compromiso democrático y la optimización del gasto en defensa a través de la participación civil, te recomiendo los siguientes recursos:

  1. Artículos académicos sobre la participación civil en la defensa:

    • "Conscription in Israel" (Springer): Este artículo describe el sistema de conscripción en Israel, donde el servicio militar obligatorio ha sido clave para integrar a la sociedad en la defensa nacional. El servicio militar no solo asegura la disponibilidad de personal, sino que también refuerza el compromiso de los ciudadanos con el Estado​ (SpringerLink).
    • "Total Defense: How the Baltic States Are Integrating Citizenry Into Their National Security Strategies": Aunque el enfoque está en los países bálticos tal como fue citado anteriormente, este artículo resalta cómo la participación ciudadana, a través de la conscripción y la capacitación, mejora la preparación general para situaciones de crisis y defensa nacional, lo que podría ser útil para analizar la implementación de modelos similares en Argentina​ (Small Wars Journal).
  2. Libros y estudios de caso sobre el modelo suizo de defensa:

    • "Participation and Swiss Democracy" (JSTOR): Este estudio destaca cómo la participación ciudadana está profundamente integrada en el modelo democrático suizo, incluyendo la defensa, con su sistema de milicias que permite mantener bajos costos de defensa mientras se garantiza una respuesta efectiva en caso de necesidad​ (Small Wars Journal).
  3. Modelos de defensa comparados:

    • "The Israeli Democracy Index 2022" (Israel Democracy Institute): Este informe ofrece una visión comprensiva de cómo las fuerzas armadas de Israel, a través de su sistema de conscripción, han mantenido un equilibrio entre el poder militar y el compromiso democrático. Es un buen punto de referencia para entender cómo el modelo israelí se podría adaptar a otros contextos ​(Small Wars Journal)​(SpringerLink).

martes, 4 de junio de 2024

Argentina: Nueva escala salarial en las FF.AA.

El Gobierno oficializó las escalas salariales que recibirán los miembros de las Fuerzas Armadas en el mes de junio.

El Cronista




La decisión se oficializó a través de la Resolución Conjunta 14/2024 publicada el pasado 4 de abril en el Boletín Oficial con la firma de los ministros de Defensa, Luis Petri, y Economía, Luis Caputo.

Los haberes que las Fuerzas Armadas recibirán en junio serán los mismos que los de abril, mes en que recibieron un  aumento de 21%.  

En su momento, junto a esta suba, el Gobierno también definió las nuevas escalas salariales para la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, el Servicio Penitenciario y la Policía de Establecimientos Navales.
Sueldos de las Fuerzas Armadas en junio: cuánto cobran la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea este mes

 Este fue el segundo aumento consecutivo que recibieron las Fuerzas Armadas en lo que va del año: a fines de enero se había anunciado una suba del 16% y en abril un incremento del 21%.  

Sueldos de las Fuerzas Armadas: todas las escalas para junio 2024

En el anexo de la Resolución Conjunta 14/2024, las carteras de Defensa y Economía detallan las escalas salariales correspondientes al haber mensual de junio para el Personal Militar de las Fuerzas Armadas.

A continuación, todas las escalas para el Ejército, la Marina (Armada) y la Fuerza Aérea:
Fuerzas Armadas - grado    Haber mensual a partir del 1° de junio
Teniente General, Almirante, Brigadier General    $ 1.797.729
General de División, Vicealmirante, Brigadier Mayor    $ 1.603.177
General de Brigada, Contralmirante, Brigadier    $ 1.460.655
Coronel, Capitán de Navío, Comodoro    $ 1.279.406
Teniente Coronel, Capitán de Fragata, Vicecomodoro    $ 1.112.380
Mayor, Capitán de Corbeta    $ 876.371
Capitán, Teniente de Navío    $ 725.809
Teniente Primero, Teniente de Fragata, Primer Teniente    $ 645.564
Teniente, Teniente de Corbeta    $ 581.997
Subteniente, Guardiamarina, Alférez    $ 527.099
Suboficial Mayor    $ 898.864
Suboficial Principal    $ 796.863
Sargento Ayudante, Suboficial Primero, Suboficial Ayudante    $ 706.430
Sargento Primero, Suboficial Segundo, Suboficial Auxiliar    $ 621.383
Sargento, Cabo Principal    $ 557.862
Cabo Primero    $ 500.648
Cabo, Cabo Segundo    $ 463.379
Voluntario 1ra., Marinero 1ra.    $ 422.075
Voluntario 2da., Marinero 2da.    $ 390.591

Sueldos de la Policía Naval: todas las escalas para junio 2024


La normativa también abarca a los trabajadores del Personal de la Policía de Establecimientos Navales. Todas las escalas:

viernes, 24 de mayo de 2024

Argentina: Demostración del TAM 2CA2 en el RCT 8

Demostración del TAM 2CA2






Ayer, en el Regimiento de Caballería de Tanques 8 de Magdalena del @Ejercito_Arg, asistimos a una demostración del TAM 2CA2, que incluyó una impresionante prueba de tiro. Nuestra defensa continúa modernizándose, consolidando al TAM como un vehículo de combate de vanguardia.







viernes, 26 de abril de 2024

Francia: Visita del LPH Tonnerre y FFG Guépratte al puerto de Buenos Aires

El grupo operativo “Jeanne d’Arc”

Embajada de Francia


El grupo operativo “Jeanne d’Arc” está compuesto por el portahelicópteros anfibio Tonnerre (que embarca helicópteros, vehículos blindados y 150 militares del ejército de Tierra) y la fragata de tipo La Fayette (FLF) Guépratte. Cada año, realiza una campaña de formación de los jóvenes oficiales de marina que terminan su formación a bordo.

Para su edición 2024, y durante casi cinco meses, del 19 de febrero al 15 de julio, este Grupo se desplaza en misión operativa en los espacios atlántico y pacífico con especial atención en América del Sur. Se dedicará a fases de formación (para los 160 cadetes de la Escuela Naval francesa), de operación (como la lucha contra el narcotráfico en Caribe o para asegurar la seguridad marítima en el Golfo de Guinea) y de cooperación con nuestros principales socios estratégicos.

El objetivo es también demostrar que la Armada francesa, cuarta marina del mundo y primera en Europa, puede desplegarse en todas las zonas marítimas del mundo y, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, atender a sus responsabilidades.

La escala del grupo en Buenos Aires destaca que Argentina es para Francia un socio mayor en América latina. En un contexto en el cual Argentina y Francia tienen intereses y desafíos comunes en el escenario internacional, la cooperación militar bilateral tiene una gran importancia. Interacciones navales de alto nivel serán entonces implementadas entre ambas Marinas después la escala en Buenos-Aires.
Ejemplos de misiones pasadas realizadas por el grupo Jeanne d’Arc

  • Participación en el ejercicio multinacional de seguridad LAPEROUSE en el espacio Indo-Pacífico con otros 6 buques de combate estadounidenses, australianos, británicos, indios y japoneses.
  • Ejercicios bilaterales: participación en ejercicios de tiro con el Ejército de Singapur; ejercicios de combate urbano con el 328º Batallón de Paracaidistas del Ejército de Indonesia; preparación de entrenamientos de defensa aérea con los F35 de la Real Fuerza Aérea Australiana.
  • Operaciones de lucha contra el tráfico de drogas: incautación de una tonelada de droga en el Océano Índico el 3 de marzo de 2023, y más reciente en marzo 2024.
  • Asistencia y rescate: 4 náufragos rescatados al este de la isla de Santa Lucía en junio del 2023; participación en la misión de ayuda al departo voluntario de nacionales franceses y europeos (así como de un ciudadano argentino) en Haití en marzo 2024.



Presentación de los buques que forman parte del grupo naval Jeanne d’Arc


1) El Tonnerre, segundo de una seria de tres buques y en servicio activo desde 2007, tiene las características siguientes: 22 000 toneladas, 200 metros de eslora, una tripulación de 220 marinos y puede embarcar hasta 900 soldados de la Infantería de Marina.

Sus capacidades militares son compuestas de: 16 helicópteros (de ataque y de transporte táctico), 13 tanques o 60 blindados livianos, lanchas anfibias de desembarco, cañones de 20 mm, misiles antiaéreos de corta alcance. Dispone también de un hospital de 70 camas con 2 bloques de operatorio.

Este buque está equipado de un sistema de mando operacional (Combat Managment System) que le permite mandar una operación conjunta e interaliada.


©Charles Wassilieff/Marine Nationale/Défense

2) El Guépratte es una de las cinco fragatas de la clase La Fayette y fue asignada en 2001. De 3 600 toneladas de desplazamiento y 125 m de eslora; con una tripulación de 150 marinos, una propulsión de cuatro motores diésel (velocidad 25 nudos), sus armamentos incluyen un lanzamisiles superficie-aire Crotale de medio alcance, ocho misiles antibuque Exocet MM 40 Block 3, un cañón de 100 mm, dos cañones de 20 mm y sistemas de guerra electrónica. Embarca un helicóptero de ataque Panther.




Visita del Ministro de Defensa a los buques franceses


El Ministro Luis Petri visitó el Buque Francés Tonnerre, un buque insignia de la Armada Francesa. Durante su despliegue en el océano Atlántico, el Tonnerre llevó a cabo diversas operaciones, incluyendo la evacuación humanitaria de personal en Haití, entre ellos un ciudadano argentino. Esta visita es un testimonio de la larga tradición de cooperación naval entre Francia y Argentina. La misión Jeanne d’Arc 2024 continuará su rumbo hacia Ushuaia.




jueves, 4 de mayo de 2023

Argentina: El terrorismo peronista que persiste

Ni derechos ni humanos

El pedido del Ministerio de Defensa al Ejército para que informe detalladamente aspectos vinculados con el acto que motivó la remoción del respetado general retirado Rodrigo Alejandro Soloaga de la presidencia de la Comisión del Arma de Caballería raya en una clarísima y renovada persecución política contra quienes reclaman, desde hace muchísimos años, que sean respetados los derechos humanos de todos por igual.

La cartera comandada por el asesino ex-terrorista Montonero Jorge Taiana no solo exige la lista de militares y civiles que concurrieron al acto en el que el militar ahora sancionado expresó públicamente su acompañamiento y respaldo a los militares detenidos por causas de lesa humanidad, además de agradecer a ellos y a sus familias que sigan enfrentando “con estoicismo” las deplorables condiciones de detención en que viven. Es largamente sabido que muchos de ellos siguen sin condena a pesar del paso de las décadas y que no pocos se encuentran desahuciados clínicamente, sin que se les permita terminar sus días en sus domicilios a pesar de sus edades avanzadas y la irreversibilidad de sus cuadros de salud.

También se intima a la fuerza a entregar un “listado del personal militar premiado, condecorado y a quienes se les hayan dado distinciones, sus motivos y copias digitales de sus legajos personales completos”, requiriendo “toda la información obrante sobre la Comisión del Arma de Caballería (integrantes, actas y documentación)”, los nombres de los veteranos de Malvinas invitados, presentes, condecorados, premiados o distinguidos y copia digital certificada de sus legajos.

El Gobierno pretende sostener y fundamentar la desproporción de su requerimiento cuando no solo extiende el inexplicable castigo a los asistentes a un acto por el cual ya había decidido remover a quien honorablemente presidía la citada comisión de retirados del arma de Caballería, al entender capciosamente que reivindicó la dictadura militar, sino que también pide explicaciones con posterioridad a haber ejecutado la dura sanción.

El mensaje enviado al jefe del Ejército asegura que los dichos del general Soloaga “contrarían no solo un amplísimo consenso nacional que sostiene las políticas de memoria, verdad y justicia que el Estado nacional viene llevando adelante desde 2003″ –como si el kirchnerismo fuera fundante de esos derechos y su exclusivo defensor–, sino que representan “una reivindicación del terrorismo de Estado”.

Resulta deleznable que, una vez más, se vuelva sobre un tema delicado y sumamente profundo y sensible para manosearlo tan torpe como maliciosamente.

Lo ha dicho con claridad el presidente del Foro Argentino de Defensa, Santiago Lucero Torres: “Es nocivo para la democracia que quienes atentaron contra ella en el pasado, asesinando civiles, militares, jueces y líderes políticos y sindicales hoy sean puestos a dirigir nuestras Fuerzas Armadas y sancionar a nuestros militares con una clara vocación de venganza”.

“El rencor, el odio y la venganza no son buenos consejeros, llevan a las personas a cometer errores e injusticias”, coincidió por su parte el Foro de Generales Retirados, que cuestiona a Taiana por haber omitido mencionar que Soloaga “es un héroe, veterano de la Guerra de las Malvinas y del combate de La Tablada en defensa de la república y la democracia durante el gobierno constitucional del doctor Alfonsín”.

“Claramente –sostienen los generales retirados en un comunicado firmado por su titular, José Luis Figueroa– que no hay apología del terrorismo, agradecimientos ni un juicio o adjetivación alguna para interpretar en un sentido u otro en los dichos de Soloaga”, los que han tenido como finalidad “un mensaje piadoso”. Y acotan que “la imposibilidad de un acto misericordioso” hacia los militares detenidos “representa una corriente negacionista que impide el encuentro, la concordia y cancela la posibilidad de alcanzar la verdad”.

Concluye ese texto con un párrafo que suscribimos: “En estas circunstancias, invitamos a la concordia, al apaciguamiento de los espíritus de aquellos que aún permanecen atados a los enfrentamientos pasados entre argentinos, abordando el futuro desde una perspectiva franca de la historia, para acercarnos a la verdad, a fin de juzgar al pasado y sus protagonistas con justicia, basado en un principio tan básico, antiguo, como olvidado de igualdad ante la ley”.

Seguir conculcando la libertad de expresión de los militares, entre otros tantos sectores, y negarles sus derechos no es ni democrático ni republicano. Ni siquiera humano.