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sábado, 8 de febrero de 2025

Guerra Antisubversiva: Las efectivas tácticas que dieron la victoria en el Operativo Independencia

Argentina, radiografía de una técnica contraguerrilla

Ayer noticia

Basado en el trabajo de Alberto Carbone || Defensa.com


El inicio del conflicto

En 1972, el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo, de ideología trotskista-guevarista) estableció un foco de guerrilla rural en Tucumán, a 1.000 km de Buenos Aires. Para erradicarlo, el Ejército Argentino (EA) lanzó el 9 de febrero de 1975 la “Operación Independencia”, la cual duró 21 meses, concluyendo oficialmente el 24 de noviembre de 1976 con la eliminación total de la guerrilla.

Desde una perspectiva militar, la operación no incluyó grandes batallas. El EA adaptó su estrategia a la del enemigo, abandonando la rigidez táctica y empleando pequeñas unidades móviles, pero conservando la ventaja de su estructura regular.

El éxito no solo fue militar, sino también ideológico: al aislar al ERP del apoyo campesino, este quedó vulnerable. Contrario a la estrategia de Mao Tse-tung, que comparaba a la guerrilla con un pez en el agua, el EA logró lo contrario: un pez sin agua no sobrevive.


Guerrilla urbana

A fines de los años 60, surgieron en Argentina diversas organizaciones clandestinas, aprovechando un contexto político y socioeconómico favorable para la lucha armada.

Entre ellas, el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), de línea trotskista, rompió en 1970 con la Cuarta Internacional y creó su brazo armado, el ERP.

Hasta 1972, el ERP actuó en el ámbito urbano, al igual que otras organizaciones clandestinas. Argentina se convirtió en un foco de guerrilla urbana sin precedentes en Sudamérica.

En 1973, se registraron 190 secuestros, generando a los grupos insurgentes ganancias por 38 millones de dólares. En 1974, el ERP obtuvo 14,2 millones de dólares por el rescate del director de Esso Argentina, Víctor Samuelsson.

Sin embargo, el rescate más alto lo lograron los montoneros (peronistas de izquierda), que en julio de 1975 obtuvieron 60 millones de dólares por los hermanos Juan y Jorge Born, empresarios del sector agrícola.

La guerrilla urbana en América Latina tomó experiencia de los Tupamaros en Uruguay y de los grupos radicales brasileños, influidos por Carlos Marighela, autor del primer manual del guerrillero urbano.

Tras el fracaso de la guerrilla rural en Bolivia, Venezuela y Perú, la lucha armada se trasladó a las ciudades, donde la mayor parte de la población se concentraba.

No obstante, el ERP decidió cambiar su estrategia, sumando a la lucha urbana la creación de focos rurales, buscando generar “zonas liberadas”, inspirados en la experiencia maoísta.

Una ceremonia en un campo guerrillero. Frente a la guardia formada, un miembro del ERP, armado con un fusil, se apresta a estrecharle la mano a uno de sus jefes.

El objetivo del foco rural

El plan de establecer un foco rural fue ideado por Roberto Santucho, líder del ERP y secretario general del PRT. Pese a la oposición interna, logró imponerse con el siguiente esquema estratégico:

  • Convertir la guerrilla en un ejército revolucionario popular.
  • Formar cuadros político-militares reclutados en la zona.
  • Obtener reconocimiento y apoyo internacional.
  • Crear un poder paralelo al Estado.

Se eligió el suroeste de Tucumán como la región inicial para desarrollar la estrategia.

Localización de la provincia de Tucumán en el inmenso mapa argentino.

El escenario: Tucumán

La provincia de Tucumán, en el centro-norte de Argentina, tiene 34.000 km² y 800.000 habitantes, cifra que crece en la zafra azucarera (mayo-noviembre) con trabajadores migrantes de Bolivia y Paraguay.





El clima cálido y lluvioso, junto con su geografía, la dividía en dos zonas:

  1. Llanura, con las principales ciudades, industrias y cultivos (especialmente caña de azúcar).
  2. Zona montañosa, con bosques densos y terrenos propicios para la guerrilla.

El ERP consideró que las condiciones socioeconómicas favorecían el reclutamiento local, siguiendo los métodos establecidos por Mao Tse-tung:

  • Terror selectivo.
  • Propaganda ideológica.
  • Jerarquías paralelas.
  • Adoctrinamiento revolucionario.




La producción más importante de la provincia, y particularmente en los dos departamentos seleccionados por Santucho, es la azucarera, con grandes establecimientos (ingenios) para la industrialización de la caña. Existen, asimismo, otras industrias, destacándose en Famaillá una fábrica textil, con 1.800 obreros.
En general, la zona elegida favorece las actividades guerrilleras foquistas, tanto por las características del terreno como por la idiosincrasia de la población. Por otra parte, el ERP consideró que las condiciones socio-económicas le otorgaban un elemento —población— potencialmente proclive para su captación y reclutamiento.
Los métodos para la captación y reclutamiento de la población tienen vigencia universal desde que los codificó Mao Tse-tung.
Un experto español (Andrés Cassinello Pérez, Operaciones de Guerrillas y Contraguerrillas”) enumeró esos métodos así: terror selectivo; exhibición y empleo de fuerzas; propaganda ideológica; establecimiento de jerarquías paralelas; identificación con las aspiraciones populares; crítica y autocrítica de la actuación personal; estudio en grupos de las ideas revolucionarias.

Entrega de un banderín.

El foco guerrillero debe desarrollarse en tres etapas:
• Asentamiento: Un escaso contingente inicial debe comenzar a reconocer el terreno y clima, al par que se va montando el aparato logístico. Esto debe realizarse con el máximo secreto y aislamiento de la población. Esta etapa culmina con la construcción mínima de una zona de operaciones y el comienzo de pequeñas acciones.
• Desarrollo: Formación del foco guerrillero y expansión del mismo a otras áreas; formación y coordinación de guerrillas urbanas; creación del poder dual.
• Ofensiva: Creación del ejército popular revolucionario; generalización de la insurrección de masas; operaciones clásicas contra las fuerzas armadas; toma del poder.

Compañía de Monte RRJ

En 1972, el ERP intentó establecer una base en la zona con un grupo liderado por Ramón Rosa Jiménez, pero fue detectado por la policía y su líder murió en el enfrentamiento.

En 1973, se inició un segundo intento, completando un reconocimiento del terreno y estableciendo una unidad de monte en marzo de 1974 con 20 hombres.

Para mayo de 1974, el ERP consideró completada la primera fase y pasó a la acción abierta, creando la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez (Ca. RRJ), que el 30 de mayo tomó la localidad de Acheral, logrando un éxito propagandístico.

Simultáneamente, el ERP intensificó su actividad urbana, con atentados y ataques contra destacamentos policiales y militares.

El 20 de enero de 1974, un comando de 60-70 guerrilleros atacó el Regimiento Blindado 10 en Azul, matando a su jefe y secuestrando al Tte. Cnel. Igarzábal, quien luego fue asesinado.

Tres hombres del ERP. De das Taconas, a la izquierda,


El desarrollo del foco guerrillero

A lo largo de 1974, el ERP llevó a cabo una serie de atentados y ataques, operando con sus compañías urbanas en Gran Buenos Aires, Córdoba y Rosario. Estas unidades lograron ejecutar diversas acciones, incluyendo asaltos a destacamentos policiales y cuarteles militares.

El golpe más impactante ocurrió el 20 de enero de 1974, cuando un comando de 60 a 70 guerrilleros atacó el Regimiento Blindado 10 en Azul, a 350 km al sur de Buenos Aires. Durante el asalto, los insurgentes asesinaron al jefe del regimiento, a su esposa y a un soldado. Además, secuestraron al Tte. Cnel. Roberto Igarzábal, jefe de un grupo de artillería blindada, quien posteriormente fue ejecutado por sus captores.

Sin embargo, pese a la intensificación de su actividad urbana, la dirigencia del ERP, liderada por Santucho, decidió priorizar la consolidación del foco guerrillero rural en Tucumán. Con este objetivo, concentraron sus recursos en la reorganización y mantenimiento de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez (Ca. RRJ), lo que debilitó progresivamente sus estructuras urbanas.

Este traslado de esfuerzos provocó una pérdida sostenida de personal y recursos en las células urbanas, un factor clave que contribuyó a la derrota final del ERP.

Foco en Catamarca

El 11 de agosto de 1974, el ERP lanzó una serie de ataques coordinados. En Tucumán, un grupo de guerrilleros se desplazó hacia el este con la intención de tomar el Regimiento de Infantería Aerotransportado 17, ubicado en la provincia vecina de Catamarca. Simultáneamente, una compañía urbana del ERP, que operaba en Córdoba, atacó un polvorín en Villa María.

Ambos intentos fracasaron. En Catamarca, los insurgentes fueron detectados por la policía antes de llegar al cuartel, lo que frustró su plan.

Al día siguiente, tropas del Ejército Argentino, que perseguían al grupo que intentó tomar el Regimiento 17, lograron emboscarlos y derrotarlos en el combate de Piedra Blanca, a 12 km al noreste de la ciudad de Catamarca.

Estos enfrentamientos resultaron en graves pérdidas para el ERP, tanto en efectivos como en armamento y pertrechos, debilitando aún más su capacidad operativa.

Cadáver de un guerrillero muerto en combate en campo abierto. El ERP estuvo, durante algún tiempo, seguro de su triunfo.

Santucho, en persona, se trasladó al foco guerrillero con el objetivo de reorganizar la unidad de monte. La nueva compañía, compuesta por 60 a 80 combatientes, fue estructurada en tres sectoresNorte, Centro y Sur— que operarían de manera semiindependiente.

Tras un breve período de asentamiento y adaptación, el ERP comenzó a actuar abiertamente, tomando pequeñas localidades y eliminando a los pocos efectivos policiales presentes en la zona.

Esta estrategia se intensificó a finales de 1974 y principios de 1975, cuando parte de los efectivos de la unidad de monte fueron trasladados a Tucumán, con el fin de reforzar la guerrilla urbana en la capital provincial.




El aumento de la actividad guerrillera llevó al ERP a ejercer un control casi total sobre la zona. Como parte de su estrategia para establecer un poder paralelo, la guerrilla implementó una serie de medidas simbólicas y operativas, incluyendo:

  • Distribución de tierras.
  • Cobro de impuestos y peajes a vehículos de pasajeros.
  • Adoctrinamiento de la población mediante sesiones propagandísticas.
  • Desfiles y ceremonias en los pueblos, donde izaban sus propias banderas.
  • "Juicios revolucionarios" para condenar y ejecutar a policías y pobladores que se les oponían.

Una crisis política y un país al borde del colapso

En paralelo, Argentina vivía un contexto de profunda inestabilidad. El 1° de julio de 1974, tras la muerte de Juan Domingo Perón, el poder pasó a manos de su esposa y vicepresidenta, Isabel Perón. Su ineficaz conducción aceleró un proceso general de descomposición.

La inflación alcanzó el 400% anual, con devaluaciones de la moneda hasta dos veces por semana. Mientras tanto, la actividad de los grupos terroristas se intensificó, provocando una escalada de violencia en todo el país.

A la acción de la extrema izquierda, se sumó la aparición del terrorismo de extrema derecha, representado principalmente por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).

El país quedó sumido en un clima de violencia permanente, con secuestros, atentados con explosivos, asesinatos, huelgas y copamientos de localidades, transformándose en una crisis sin precedentes.

Jefes del ERP, con el rostro enmascarado, en el curso de una rueda de prensa dada en el propio Buenos Aires desvergonzadamente con la imagen de San Martín detrás.

El contexto general del país favorecía el crecimiento sin obstáculos de la guerrilla rural. El gobierno, por razones políticas, subestimó el conflicto en Tucumán, tratando los ataques y atentados del ERP como simples asuntos policiales.

En consecuencia, la responsabilidad de combatir a la guerrilla recayó en la policía, cuyo accionar indiscriminado y descoordinado terminó generando un efecto opuesto al esperado.

Lejos de debilitar al ERP, la situación hizo que muchos pobladores rurales se sintieran más seguros en las zonas bajo control guerrillero que en aquellas donde operaban las fuerzas policiales.



Operación Independencia

Con el país en crisis tras la muerte de Perón el 1° de julio de 1974, la violencia se incrementó. El gobierno de Isabel Perón, inicialmente, trató el conflicto como un problema policial, pero la situación se volvió insostenible.

El Ejército Argentino exigió intervenir, iniciando la Operación Independencia el 9 de febrero de 1975.

El plan contemplaba:

  1. Aislar la zona guerrillera: La guerrilla vive de la población civil de la zona afectada. De esta población, que la protege por simpatía o por temor, se abastece, se informa y se sirve para ocultarse. Conclusión: es preciso arrebatarle el apoyo de la población civil.
  2. Cortar los suministros y refuerzos: La guerrilla opera en combate condicionando sus acciones a las del ejército regular, en acecho de sus fallos, debilidades, descuidos o rigideces, para golpear con sus fuerzas en puntos vulnerables. Conclusión: es preciso volverse irregular, apartarse de la rutina, aligerar el equipo, condicionar la propia acción a la del enemigo, y todo esto conservando las ventajas de las unidades regulares.
  3. Hostigar hasta su aniquilación: La guerrilla no es una razón, sino una resultante. Luego hay que descubrir su causa y hacerla desaparecer.


Soldado del 10 Regimiento de Caballería Motorizada, montando guardia tras un ataque del ERP, en el que resultó muerto un coronel y heridos varios soldados.

Tres Frentes de la Operación Independencia

La Operación Independencia se desarrolló en tres frentes simultáneos:

  1. Acción psicológica sobre la población.
  2. Acción cívica para consolidar el control territorial.
  3. Operaciones militares directas contra la guerrilla.

La acción psicológica se basó en el uso de propaganda para influir en emociones, opiniones y actitudes de diversos sectores —tanto favorables como neutrales o enemigos— con el objetivo de generar apoyo a la estrategia nacional. Según la doctrina de la Escuela de Guerra Especial del Ejército de EE.UU., el blanco de estas operaciones era el individuo.

El Ejército Argentino centró su discurso en un eje ideológico claro: presentar a la guerrilla como una fuerza extranjera, que intentaba imponer violentamente una ideología ajena a la identidad nacional.

Este mensaje apelaba al nacionalismo, reforzándolo con el fuerte sentimiento religioso de la población tucumana, lo que ayudó a desvincular a la comunidad del ERP y debilitar su influencia.



La acción psicológica fue reforzada con una serie de medidas destinadas a consolidar el control sobre la población, entre ellas:

  • Identificación y documentación obligatoria.
  • Puestos de control en caminos y carreteras.
  • Registros domiciliarios.
  • Creación de una red de informantes dentro de la población civil.

Estas acciones tenían un objetivo claro: quebrar el dominio del ERP y reducir el temor de la población hacia la guerrilla.

Según un oficial del Ejército Argentino, estas estrategias fueron determinantes para fomentar la colaboración de la población:

"La presencia del Ejército marcó un cambio. Cuando la gente vio que imponíamos el orden y alejábamos la presión de la guerrilla, comenzó a denunciarlos voluntariamente."

Uno de los resultados clave de esta táctica fue la creación de una red de informantes espontáneos, con un rol fundamental desempeñado por las mujeres:

"Las madres, esposas y novias fueron el principal objetivo de la acción psicológica. En los hospitales, al hablar con los médicos o incluso en consultas con dentistas, muchas de ellas proporcionaban información clave para sorprender a los guerrilleros."

Posteriormente, los hombres también comenzaron a colaborar, consolidando la estrategia de inteligencia militar contra la insurgencia.


La acción cívica se basó en una serie de principios fundamentales, orientados a fortalecer el sentido comunitario y fomentar la autogestión local. Entre sus ejes principales se encontraban:

  • Apoyo a proyectos impulsados por la propia población.
  • Implementación de planes adaptados a las necesidades locales.
  • Promoción del trabajo comunitario en el campo y las aldeas.

Esta estrategia buscaba atacar las causas subyacentes que facilitaban el reclutamiento guerrillero.

A diferencia del ERP, que intentaba captar apoyo mediante obsequios y asistencialismo, el Ejército Argentino optó por una política de autosuficiencia, enseñando a la población a asumir sus propias responsabilidades y a mejorar sus condiciones de vida sin depender de actores externos.


Fin del ERP y muerte de Santucho

El 10 de octubre de 1975, en el combate de San Gabriel del Acheral, el foco guerrillero colapsó. En noviembre, la lucha antisubversiva se extendió a todo el país.

El 23 de diciembre de 1975, el ERP intentó asaltar el Batallón de Arsenales 601 en Monte Chingolo, pero fracasó, sufriendo más de 100 bajas.

El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas tomaron el poder. El ERP, debilitado, perdió su última estructura en 1976, con la muerte de Santucho el 19 de julio en un enfrentamiento con el Ejército en Buenos Aires.

El 24 de noviembre de 1976, la Operación Independencia finalizó oficialmente, marcando el fin del ERP en Argentina.




El 10 de octubre de 1975, el combate del arroyo San Gabriel del Acheral marcó el desenlace de las operaciones iniciadas dos días antes y fue el punto de quiebre del enfrentamiento militar. A partir de esta batalla, el foco rural del ERP comenzó a desintegrarse.

La zona de combate se ubicaba al este de la Ruta Nacional 38, la principal vía de comunicación que conecta la capital tucumana con Córdoba. Este sector había sido el núcleo de operaciones del ERP, con bases establecidas en el cordón del Aconquija, desde donde descendían hacia la ruta para llevar a cabo sus incursiones.

La localidad de Acheral, situada junto a la carretera, era un punto estratégico en la región. A unos 4 km al este, se encontraba el ingenio Santa Lucía, un enclave donde trabajaban y residían alrededor de 4.000 personas, entre obreros agrícolas y sus familias.


El asesino Roberto Santucho, a la izquierda, uno de los jefes y teóricos  principales de la guerrilla hasta su muerte.

El 8 de octubre de 1975, a unos 2 kilómetros del ingenio Santa Lucía, en una quinta naranjera del paraje Las Mesadas, el Ejército Argentino (EA) abatió en combate a Jorge Carlos Molina, uno de los jefes del ERP.

Al día siguiente, en la misma zona, el EA emboscó y eliminó a Asdrúbal Santucho, hermano del líder guerrillero Roberto Santucho, junto con el jefe y segundo jefe de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez (Ca. RRJ). En la misma acción también cayó el técnico de comunicaciones del ERP.

Finalmente, el 10 de octubre, con su estructura de mando prácticamente desmantelada, la unidad de monte del ERP fue atrapada en una encerrona en un cañaveral cercano al arroyo San Gabriel del Acheral. El enfrentamiento y el posterior rastrillaje causaron un elevado número de bajas entre los guerrilleros.

El 24 de octubre, el EA informó que desde el inicio de la Operación Independencia habían sido abatidos 104 combatientes del ERP.

Para noviembre de 1975, el panorama para el ERP se tornó aún más crítico. La lucha antisubversiva se extendió a nivel nacional con la participación activa de todas las Fuerzas Armadas.

Ante esta situación, Roberto Santucho decidió lanzar una ofensiva en el Gran Buenos Aires, con el objetivo de recuperar prestigio y obtener un importante botín de armas y material bélico mediante el asalto a una unidad del EA en el conurbano bonaerense.



Para ejecutar esta operación, el ERP adoptó una estrategia contraria a la habitual, trasladando gran parte de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez (Ca. RRJ) desde Tucumán hacia la zona urbana del Gran Buenos Aires.

El 23 de diciembre de 1975, el ERP lanzó un ataque masivo contra el Batallón Depósito de Arsenales 601 "Domingo Viejobueno", en Monte Chingolo. Sin embargo, la guardia resistió el asalto hasta la llegada de refuerzos de varias unidades militares, lo que convirtió la operación en una emboscada letal para los insurgentes, quienes sufrieron más de 100 bajas.

Posteriormente, la propia publicación del ERP, El Combatiente, reveló que el Ejército Argentino (EA) conocía de antemano los detalles del ataque, gracias a la infiltración de un espía dentro de la organización. Si bien la infiltración era una táctica común tanto en la guerrilla como en la contraguerrilla, el fracaso en Monte Chingolo marcó el inicio del colapso definitivo del ERP y aceleró la desintegración de la Ca. RRJ.

El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas derrocaron a la presidenta Isabel Perón y asumieron el poder. Para entonces, la Compañía de Monte ya estaba severamente debilitada, perdiendo estructura y cohesión.

El incremento de las deserciones obligó a sus miembros a dispersarse, operando en pequeños grupos de dos o tres personas. En lugar de llevar a cabo acciones armadas, comenzaron a infiltrarse en organizaciones laborales y movimientos de masas. No obstante, con el tiempo, estos células reducidas fueron detectadas y eliminadas.

Finalmente, el Ejército Argentino dio por concluida la Operación Independencia el 24 de noviembre de 1976. Para ese entonces, el líder del ERP, Roberto Santucho, ya había muerto junto a varios de sus compañeros, el 19 de julio de 1976, en un enfrentamiento con el Ejército en un suburbio del norte de Buenos Aires.



Los adversarios

La Operación Independencia estuvo bajo la responsabilidad del III Cuerpo de Ejército del Ejército Argentino (EA), con sede en Córdoba, mientras que la unidad operativa principal fue la Quinta Brigada, con base en Tucumán.

En la campaña participaron fracciones de casi todas las unidades del III Cuerpo, aunque en su momento de mayor despliegue, el EA solo contó con un máximo de 1.500 a 2.000 soldados en la zona de operaciones.

A diferencia de otros conflictos, las unidades no fueron rotadas desde todo el país. Solo oficiales y suboficiales de diversas guarniciones argentinas fueron enviados temporalmente al área, con el objetivo de adquirir experiencia en combate y luego transmitirla a sus subordinados en sus respectivas unidades.




Los combatientes

El Ejército Argentino (EA) basó su fuerza en soldados conscriptos, la mayoría provenientes de la misma región norteña donde operaba la guerrilla. En los primeros meses, la lucha fue particularmente difícil, ya que la guerra contraguerrillera hasta entonces solo había sido un tema teórico de estudio para los mandos militares.

Con el tiempo, la experiencia adquirida transformó la estrategia del EA. Un alto oficial reconoció que la insurgencia "nos dio nuestra razón de ser a los militares argentinos, que hacía un siglo que no peleábamos una guerra".

Por su parte, la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez (Ca. RRJ) del ERP osciló entre 60 y 80 combatientes, siendo reabastecida con nuevos reclutas tras cada enfrentamiento.

Sus filas estaban compuestas por universitarios, pequeños burgueses de clase media urbana y algunos habitantes de la zona, además de extranjeros, entre ellos chilenos, cubanos, bolivianos y paraguayos. Mientras que algunos combatían por convicción ideológica, otros habían sido atraídos por el espíritu de aventura.

"Cuando estaban bien adoctrinados, se defendían con todo", admitió un oficial que los enfrentó en Tucumán.

Sin embargo, a medida que el ERP se debilitaba y perdía apoyo entre la población, surgieron problemas de disciplina. Uno de los líderes guerrilleros, el "capitán Santiago", adoptó una postura distante e impopular, lo que generó tensiones en la unidad hasta su muerte en combate.

El Ejército Argentino capturó correspondencia en la que Santucho criticaba duramente su desempeño y le exigía mayor compromiso con la estrategia general.

Armamento y logística

El ERP obtenía su armamento de ataques a cuarteles y compras en el extranjero. Su arsenal incluía:

  • Morteros y fusiles FAL.
  • Gran cantidad de municiones y armas cortas.
  • Trampas cazabobos, granadas y lanza-granadas de fusil.

Para las comunicaciones, el ERP utilizaba radios de fabricación casera, consideradas de buena calidad técnica, y sus combatientes poseían un gran conocimiento del terreno, lo que les otorgaba una ventaja en la lucha en la selva tucumana.



A diferencia del ERP, el Ejército Argentino (EA) nunca subestimó a su enemigo en el monte tucumano. Siempre consideró a esta guerrilla la más coherente políticamente, lo que la convertía en el grupo más peligroso militarmente entre todas las organizaciones insurgentes que operaban en Argentina.

Por esta razón, la eliminación del foco rural —y con ello, la desarticulación total del ERP— se convirtió en la máxima prioridad del Ejército Argentino.

Cuando la lucha contra la subversión dejó de ser una tarea policial para convertirse en una operación militar a nivel nacional, el EA enfocó sus esfuerzos en aniquilar la estructura rural del ERP, asegurando así su colapso definitivo.


miércoles, 14 de febrero de 2024

Guerra de Vietnam: Batalla de Ap Bac

Ap Bac 1963

Parte I  || Parte II
Weapons and Warfare


 
Durante la batalla en Ap Bac, cerca de Saigón, en enero de 1963, los artilleros del Viet Cong derribaron cuatro H-21 y un Huey armado. Sin embargo, independientemente de las pérdidas, mediante la experimentación en combate real y aplicando las lecciones aprendidas por los franceses en Argelia, los pilotos estadounidenses escribieron el libro sobre el empleo táctico de helicópteros armados.

 


El batallón Viet Cong que luchó en Ap Bac en enero de 1963 estaba equipado con carabinas M1 estadounidenses, Browning BAR, Browning MG calibre .30 y al menos un mortero de 60 mm. Si bien es posible que estas hayan sido armas antiguas ex-francesas suministradas por Vietnam del Norte, creo que es más probable que un batallón de la Fuerza Principal de VC esté armado con equipos más modernos, probablemente adquiridos de fuentes de EE. UU. y/o Vietnam del Sur.

Animado por sus nuevas armas estadounidenses y alentado por sus asesores estadounidenses agresivos y confiados, el ejército de Vietnam del Sur tomó la ofensiva contra el Viet Cong. Al mismo tiempo, el gobierno de Diem emprendió una extensa campaña de seguridad llamada Programa de Aldea Estratégica. El objeto del programa era concentrar a las poblaciones rurales en posiciones más defendibles donde pudieran ser más fácilmente protegidas y segregadas del Viet Cong. El proyecto de la aldea se inspiró en un programa similar en Malaya, donde los agricultores locales habían sido trasladados a las llamadas Nuevas Aldeas durante una rebelión de los comunistas chinos malayos en 1948-60. En el caso de Vietnam, sin embargo, resultó virtualmente imposible decir qué vietnamitas debían ser protegidos y cuáles excluidos.

Mientras tanto, el Viet Cong había aprendido a hacer frente a la nueva gama de armas estadounidenses del ARVN. Los helicópteros demostraron ser vulnerables al fuego de armas pequeñas, mientras que los vehículos blindados de transporte de personal podían detenerse o desorientarse si sus conductores expuestos o ametralladores fueran alcanzados. La supervivencia de los comunistas de muchos encuentros militares se vio favorecida por el hecho de que el liderazgo del ejército de Vietnam del Sur era tan incompetente, dividido en facciones y mal entrenado como lo había sido en la década de 1950, a pesar de una mayor ayuda estadounidense. En enero de 1963, un batallón del Viet Cong cerca de la aldea de Ap Bac en el delta del Mekong al sur de Saigón, aunque rodeado y superado en número por las fuerzas del ARVN, luchó con éxito para salir de su cerco, destruyendo cinco helicópteros y matando a unos 80 soldados de Vietnam del Sur y tres asesores estadounidenses. A estas alturas, algunos periodistas estadounidenses agresivos comenzaban a informar sobre las graves deficiencias en los programas de asesoramiento y apoyo de los Estados Unidos en Vietnam, y algunos asesores de niveles inferiores comenzaban a estar de acuerdo con ellos; pero ahora también había una burocracia grande y poderosa en Saigón que tenía un gran interés en asegurar que los programas estadounidenses parecieran exitosos. Los programas estadounidenses parecieron exitosos. El comandante del USMACV, Paul Harkins, y el embajador estadounidense, Frederick Nolting, en particular, continuaron asegurando a Washington que todo iba bien. programas parecían exitosos.



Batalla de Ap Bac

Justo antes de que comenzara el nuevo año, un avión estadounidense especialmente equipado rastreó las señales de radio del Viet Cong hasta la aldea de Tan Thoi en la provincia de Dinh Tuong, la provincia donde tenía su sede la 7ª División del ARVN. Tan Thoi estaba junto a la aldea de Bac, que más tarde se llamaría Ap Bac después de que los periodistas estadounidenses que cubrían la batalla añadieran el prefijo ap (aldea). Sobresaliendo abruptamente de los arrozales llanos, las dos aldeas se destacaban como pequeñas islas en un mar verde y en calma. Los estadounidenses transmitieron la ubicación del transmisor de radio Viet Cong al alto mando de Vietnam del Sur, que luego ordenó a la 7ª División que tomara Tan Thoi a principios de enero. Los informes de inteligencia indicaron que las fuerzas del Viet Cong que custodiaban el transmisor de radio consistían en una compañía reforzada de 120 hombres. De este modo,

El Viet Cong en realidad tenía un total de entre trescientos y cuatrocientos hombres en Bac y Tan Thoi, la mayoría de ellos pertenecientes a los batallones 261 y 514. El Batallón 261 se encontraba entre las mejores unidades del Viet Cong del país, un hecho atribuible a su excelente liderazgo. Posteriormente, los asesores estadounidenses dijeron que los soldados del Viet Cong en Bac y Tan Thoi eran los combatientes comunistas más decididos que habían encontrado en más de un año. Equipadas con una serie de poderosas armas que los norvietnamitas habían introducido de contrabando en barcos a Vietnam del Sur, incluidas ametralladoras, morteros de 60 mm y granadas de fusil, las tropas del Viet Cong se desplegaron a lo largo de los canales al norte, este y sur de Bac, con las fuerzas más septentrionales en Tan Thoi. Los árboles frutales muy apretados y la densa maleza los cubrían bien y proporcionaban una protección notablemente buena contra el armamento pesado. En gruesos diques en zigzag, salpicados de árboles y construidos como diques, el Viet Cong cavó trincheras tan profundas que un hombre podía pararse dentro. Solo un impacto directo de un proyectil de artillería o una bomba podría matar al ocupante. Cavaron todos los agujeros desde atrás para que no se viera ningún rastro de excavación desde el lado de combate. Desde estas trincheras, los comunistas podían disparar fácilmente contra cualquier cosa que se moviera por los alrededores, tan abiertos y planos eran los arrozales. Un estadounidense que inspeccionó las posiciones del Viet Cong después de la batalla comentó que era similar a disparar a través de un campo de fútbol de la escuela secundaria desde la tercera o cuarta fila de gradas. Detrás de la línea de la trinchera, invisible desde el aire, corrió una zanja de riego que permitió al Viet Cong comunicarse y mover hombres y suministros rápidamente a lo largo de su línea defensiva, ya sea en sampán o a pie. La posición defensiva de los comunistas en Ap Bac, con sus diques fortificados con vistas a los arrozales abiertos, se parecía mucho a la posición desde la que habían atacado a la compañía Ranger en octubre de 1962.

El Viet Cong, en resumen, disfrutaría de tremendas ventajas sobre cualquier enemigo que intentara atacarlos. De hecho, lo más probable es que los comunistas estuvieran tratando de atraer a las fuerzas gubernamentales para que atacaran enviando señales de radio que subestimaban su fuerza. En un informe posterior a la acción, los comunistas confiaron que habían visto Ap Bac como una oportunidad muy necesaria para demostrar fuerza a los campesinos y a sus propios seguidores, ya que las victorias del gobierno durante el año anterior habían socavado gravemente el prestigio del movimiento comunista. en esta parte del delta.

Un asesor estadounidense, el capitán Richard Ziegler, trabajó con miembros del personal de la 7.ª División para redactar el plan de batalla de Vietnam del Sur. Seguros de que el Viet Cong no tenía más de 120 soldados custodiando el transmisor, los planificadores crearon un esquema operativo adecuado para atacar a un enemigo mucho más débil que el que realmente existía. Según su plan, un batallón de infantería de la 7ª División volaría en helicóptero hacia el norte de Tan Thoi y atacaría hacia el sur. Desde el sur, un regimiento de la Guardia Civil al mando del jefe provincial Dinh Tuong atacaría hacia el norte. Una compañía de infantería que viajaba con una compañía mecanizada de trece vehículos blindados de transporte de personal M-113, también bajo el mando del jefe provincial, lanzaría un asalto desde el oeste. La fuerza de ataque contaba con un total de mil doscientos efectivos, con otras tres empresas en reserva. Ninguna fuerza atacaría desde el este. Sobre la base del desempeño anterior del Viet Cong, los oficiales de Vietnam del Sur y sus asesores estadounidenses esperaban que el Viet Cong huyera hacia el este cuando fuera atacado desde otras direcciones. El Viet Cong nunca se había mantenido firme contra una gran fuerza gubernamental equipada con vehículos blindados de transporte de personal. Los aviones estadounidenses y la artillería de Vietnam del Sur golpearían al Viet Cong expuesto mientras intentaban moverse hacia el este a través de los arrozales. El Viet Cong nunca se había mantenido firme contra una gran fuerza gubernamental equipada con vehículos blindados de transporte de personal. Los aviones estadounidenses y la artillería de Vietnam del Sur golpearían al Viet Cong expuesto mientras intentaban moverse hacia el este a través de los arrozales. El Viet Cong nunca se había mantenido firme contra una gran fuerza gubernamental equipada con vehículos blindados de transporte de personal. Los aviones estadounidenses y la artillería de Vietnam del Sur golpearían al Viet Cong expuesto mientras intentaban moverse hacia el este a través de los arrozales.

Las unidades del jefe provincial avanzaron desde el sur el 2 de enero a las 6:35 horas. Una hora más tarde, mientras cruzaban los arrozales llanos, la Guardia Civil fue atacada intensamente por tropas del Viet Cong ocultas en una línea de árboles. Su movimiento hacia adelante se detuvo. Los miembros de la Guardia Civil intentaron asaltar las posiciones enemigas dos veces en las dos horas siguientes, pero fueron rechazados cada vez con un alto número de bajas, entre las que se encontraban el comandante del grupo de trabajo, que recibió un disparo en la pierna, y el comandante de la compañía de cabeza, que murió. Privado de sus mejores líderes y enfrentando un terreno que favorecía en gran medida al enemigo, el grupo de trabajo perdió todo impulso. El jefe provincial Lam Quang Tho mantuvo en su lugar a las unidades de la Guardia Civil durante el resto de la mañana y esperó el ataque de la 7.ª División. La Guardia Civil iniciaría una nueva acción ofensiva por la tarde,

El batallón de la 7ª División que tenía previsto aterrizar en helicóptero y asaltar Tan Thoi desde el norte tardó varias horas en atacar, debido a la niebla que interrumpió los vuelos del helicóptero. Como resultado, los guerrilleros pudieron concentrar tropas en el sur para defenderse de la Guardia Civil y luego concentrar tropas en el norte para defenderse de los regulares enemigos sin temor a ataques simultáneos. El batallón de Vietnam del Sur se acercó a Tan Thoi a lo largo de tres ejes separados. Tropas comunistas bien escondidas esperaron hasta que los soldados del gobierno estuvieron a veinte metros de distancia y luego abrieron fuego. Inmediatamente los atacantes fueron acorralados. En el transcurso de las siguientes cinco horas, este batallón intentó tres asaltos contra las defensas del Viet Cong, todos los cuales no lograron romper la línea del Viet Cong.

Con los ataques en el norte y el sur empantanados, el nuevo comandante de la 7.ª División, el coronel Bui Dinh Dam, intentó estirar a los defensores o encontrar un punto débil organizando un ataque desde el este o el oeste. Le pidió al coronel John Paul Vann que investigara dos posibles zonas de aterrizaje para las tropas de reserva, una al este de Bac y la otra al oeste. Sobrevolando la aldea en un avión de reconocimiento L-19, Vann decidió que la zona oeste ofrecía una mejor ubicación. Vann dijo que no vio ninguna fuerza enemiga cerca del área de aterrizaje. Una de las compañías de reserva de la 7.ª División subió a bordo de una flota de helicópteros H-21, viejas y desgarbadas máquinas de dos rotores apodadas «Flying Bananas» porque sus cuerpos de veinticinco metros de largo tenían la forma de una fruta. Los Flying Bananas arrastraron a los soldados de infantería a un lugar de aterrizaje ciento ochenta metros al oeste de la línea de árboles. Más tarde, en su informe posterior a la acción, Vann afirmó que había ordenado a los helicópteros que dejaran a los hombres a una distancia de trescientos metros de la línea de árboles, la distancia mínima en la que el fuego de armas pequeñas calibre .30 se consideraba ineficaz. pero el piloto principal lo ignoró y acercó los helicópteros. La responsabilidad de esta fatídica decisión se aclararía más adelante.

Durante su vuelo de reconocimiento, Vann no vio que el Viet Cong tenía varios puntos fuertes en el lado occidental de la línea de árboles. La compañía de reserva aterrizó directamente frente a estos puntos. Tan pronto como los Flying Bananas tocaron el suelo, comenzaron a disparar. Un grupo de Hueys, que escoltaba a los Flying Bananas para brindar apoyo de fuego, se acercó a la línea de árboles mientras ametrallaban a los guerrilleros con sus ametralladoras gemelas calibre .50 y disparaban cohetes de 2,75 pulgadas en su dirección, pero su fuego no logró reprimir al Viet Cong. . A ciento ochenta metros, el Viet Cong podría golpear los Flying Bananas expuestos con considerable precisión y efecto. Uno de los diez Bananas sufrió suficientes daños como para no poder despegar después de depositar sus tropas. Un segundo, que acababa de dejar el suelo, volvió a bajar para ayudar al helicóptero averiado y luego quedó fuera de combate. Un tercero tuvo que aterrizar a dos kilómetros de distancia como consecuencia de los impactos sufridos durante la descarga de tropas. Uno de los Huey, más blindado que los Flying Bananas, acudió en ayuda de los dos Bananas que estaban atrapados en la zona de aterrizaje, pero el fuego enemigo arruinó el rotor de cola del Huey, lo que provocó que el helicóptero girara de lado y se estrellara.

La zona de aterrizaje se convirtió en un matadero. Multitudes de soldados de Vietnam del Sur recibieron disparos cuando desembarcaban de los helicópteros, sus cuerpos y equipos se desplomaron en el lodo. “Cuando esos pobres vietnamitas salieron de los helicópteros”, señaló un oficial estadounidense después, “fue como matar patos para el Viet Cong”. Más de la mitad de los 102 hombres de la compañía resultaron muertos o heridos en las primeras etapas de la lucha. Enfrentándose a un oponente hábilmente atrincherado y necesitando cruzar ciento ochenta metros de arrozal abierto y blando para llegar a la línea de árboles, los restos de la compañía no tenían ninguna posibilidad de montar un ataque que tuviera alguna esperanza de éxito. Uno de los primeros hombres en apreciar esta verdad fue un piloto de helicóptero varado en el arrozal, el suboficial en jefe Carlton Nysewander de Pasadena, California, que había estado en combate en Corea como soldado de infantería. Cuando estaba parado en el arrozal, notó Nysewander, los pies de un soldado se hundían dieciocho pulgadas debajo de la superficie en el lodo oscuro, lo que le impedía viajar más rápido que un trote lento. Chapotear a través de arrozales abiertos a tal velocidad era asegurar la muerte a manos de los ametralladores del Viet Cong. Incluso una unidad de infantería estadounidense grande y capaz no podría haber tomado la posición del Viet Cong por sí sola, creía Nysewander, una evaluación que se validaría cuando las unidades de combate estadounidenses llegaran a Vietnam más tarde. Derrotar al enemigo en este entorno requeriría la devastación total de la aldea con grandes bombas y napalm o el empleo de vehículos blindados que podrían proteger a la infantería que avanza de las balas de ametralladora del Viet Cong y verter fuego en las defensas del Viet Cong. “Si no tenías algo para protegerte hasta que llegaste a la línea de árboles, entonces serías carne de cañón”, observó Nysewander. “Charlie había excavado muy bien. Habían hecho un trabajo maravilloso”.

Vann, que podía ver los helicópteros destrozados desde el L-19 y sabía que dos de los tripulantes estadounidenses estaban gravemente heridos, le pidió al coronel Dam que enviara a la compañía mecanizada y todas las demás fuerzas disponibles a la zona de aterrizaje. Desde una perspectiva militar, el plan de Vann era pobre, ya que la zona de aterrizaje era el lugar más difícil desde el cual atacar al enemigo, pero Vann estaba decidido a rescatar a los tripulantes del helicóptero estadounidense, sabiendo que él tenía una responsabilidad considerable por su situación. El coronel Dam tardó una hora en ordenar a la compañía mecanizada que se dirigiera a la zona de aterrizaje, supuestamente debido a dificultades de comunicación. El comandante de la compañía, el capitán Ly Tong Ba, tardó en mover la compañía, que estaba a dos kilómetros al oeste de Bac cuando recibió la orden. Su desgana fue una sorpresa para el Capitán James Scanlon y el Capitán Robert Mays, los asesores estadounidenses asignados a la compañía mecanizada, porque Ba era considerado uno de los oficiales de Vietnam del Sur más agresivos. Con Vann gritando por radio a Scanlon y Mays para que Ba se diera prisa, los dos asesores tuvieron que acosar al capitán de Vietnam del Sur para que hiciera avanzar a la compañía. Los estadounidenses no estaban seguros de lo que estaba en la cabeza de Ba. Más tarde, de manera muy plausible, Scanlon especuló: “Quizás Ba estaba pensando que debido a que los helicópteros estaban caídos y las tripulaciones estaban en peligro, los estadounidenses estaban muy emocionados y las emociones les hacían exagerar la situación”. 

Mientras los portaaviones de Ba se dirigían al este, la artillería y los ataques aéreos cayeron sobre las posiciones del Viet Cong. Para dirigir los ataques, Vann voló repetidamente un avión de observación sobre el Viet Cong a baja altura, una hazaña de tal audacia que posteriormente fue galardonado con la Cruz de Vuelo Distinguido. Sin embargo, la artillería y los activos aéreos infligieron pocos daños al enemigo. El camuflaje superlativo del Viet Cong hizo extremadamente difícil para Vann y otros identificar las posiciones de combate, y la densa vegetación y las fortificaciones del Viet Cong evitaron que las explosiones causaran una destrucción a gran escala. “Logramos fijar una posición de ametralladora e hicimos quince recorridos aéreos en ella”, señaló un asesor estadounidense. “Cada vez que pensábamos que lo teníamos, y cada vez que ese maldito artillero volvía a disparar. Vann también convocó a dos Flying Bananas y tres Hueys para rescatar a los hombres abandonados en los arrozales, pero uno de los Flying Bananas fue derribado por el fuego enemigo, convirtiéndose en la quinta y última víctima de helicóptero de la batalla. Vann luego abortó la operación de rescate en helicóptero.





A la una y media de la tarde, los vehículos blindados de transporte de personal llegaron al lugar del desastroso aterrizaje del helicóptero, su piel metálica repelió las balas del Viet Cong. Los vehículos se detuvieron para recoger a algunos sobrevivientes y descargar soldados de infantería, luego se prepararon para un asalto frontal en la línea de árboles. Mays abordó el portaaviones del teniente Cho, el más agresivo de los líderes de pelotón. Al igual que los otros estadounidenses, Mays creía que los comunistas dispararían algunos tiros a los vehículos blindados de transporte de tropas y luego huirían para salvar sus vidas, como lo habían hecho en el pasado. Los numerosos y espectaculares éxitos de los M-113 habían convertido al vehículo en uno de los enemigos más temidos del Viet Cong, que los llamaba los “dragones verdes”. Aunque habían luchado muy bien hasta el momento, el Viet Cong tenía pocas ganas de enfrentarse a los dragones ese día. Tenían, de hecho, planearon para esta batalla con la intención de evitar los M-113, ya que habían predicho que ningún M-113 podría llegar al campo de batalla antes de que terminara la lucha. Si los guerrilleros se enfrentaban a los dragones para luchar, podrían ser tragados, pero si se retiraban, tendrían que huir a través de arrozales abiertos, exponiéndose a la persecución despiadada de los dragones que escupen fuego y de los helicópteros. El coronel Hai Hoang, un destacado oficial que estaba al mando de todas las fuerzas del Viet Cong en Bac y Tan Thoi, concluyó que una retirada a través de los arrozales fangosos significaba una muerte segura y, por lo tanto, se quedarían quietos y arrojarían todo lo posible al enemigo. “No permitan que sus hombres abandonen sus posiciones de combate”, dijo Hoang a los comandantes de su compañía. “Si abandonan sus trincheras, si dejamos nuestras posiciones, perderemos”.

Poco antes de las dos, los M-113 se dirigieron hacia la línea de árboles. Soldados de infantería survietnamitas desmontados, acompañados por Scanlon, se desplegaron y corrieron hacia adelante mientras disparaban sus rifles. Era exactamente para lo que los estadounidenses habían entrenado a los vietnamitas del sur. Cuando los dos vehículos más adelantados llegaron a cincuenta yardas de la línea de árboles, un ametrallador de VC los disparó y otros miembros del Viet Cong se unieron rápidamente. Debido a que los ataques del gobierno ya se habían estancado hacia el norte y el sur, el Viet Cong pudo concentrar sus tropas en el segmento en su borde occidental donde ahora atacaban los vietnamitas del sur. Al carecer de cobertura e incapaces de ver ningún objetivo enemigo, las tropas gubernamentales desmontadas comenzaron a caer. Después de presenciar el volumen del fuego enemigo, Scanlon concluyó que los soldados de infantería serían aniquilados si continuaban cargando. Él y la unidad de infantería se retiraron detrás de los helicópteros derribados, para esperar hasta que los vehículos blindados de transporte de personal hubieran eliminado los puntos fuertes del enemigo.

Avanzando sobre la línea de árboles, la compañía de M-113 roció las posiciones enemigas fortificadas con sus poderosas ametralladoras calibre .50. Los artilleros, sin embargo, no sabían dónde disparar porque no podían ver al enemigo. Tan densa era la vegetación que ni siquiera pudieron localizar los fogonazos del Viet Cong. Las principales víctimas de las ametralladoras M-113 resultaron ser los árboles. El fuego comunista, por otro lado, golpeó a los miembros de la tripulación del M-113 con una precisión mortal. Para operar las ametralladoras calibre .50, los artilleros de la M-113 tenían que ponerse de pie en la escotilla de mando, quedando desprotegidos de cintura para arriba. En el pasado, este arreglo no había sido un problema, ya que el Viet Cong no había ofrecido una resistencia seria. Fue un defecto importante en el diseño de los vehículos estadounidenses, uno que se corregiría más tarde agregando armadura para la parte superior del cuerpo del artillero. Catorce soldados de Vietnam del Sur murieron ese día mientras manejaban las ametralladoras en los trece M-113. Finalmente, después de que el primer asalto fracasara, los vehículos se retiraron a una distancia segura y luego comenzaron a atacar en grupos de dos o tres, excepto en una ocasión en que los portaaviones se movieron al unísono. Los estadounidenses habían enseñado a los comandantes del M-113 a atacar en pequeñas formaciones, en lugar de como un grupo completo, y este enfoque funcionó cuando el Viet Cong había huido por miedo a las máquinas. Sin embargo, ahora que el Viet Cong se mantenía firme, este método permitió a los revolucionarios concentrar su potencia de fuego en un pequeño número de artilleros expuestos.

Los vehículos del Capitán Ba se enfrentaron en repetidos duelos con la ametralladora del Viet Cong en el lado derecho de la línea enemiga, que había infligido terribles bajas a los atacantes. Si se eliminara esta arma, las fuerzas del gobierno podrían flanquear a los defensores con facilidad. Los hombres de Ba le dispararon a la cabeza a uno de los artilleros del arma, pero no pudieron silenciar el arma debido a los esfuerzos de un hombre muy valiente que siguió disparando. La compañía blindada también probó otras soluciones. Un M-113 con un lanzallamas pasó dentro del alcance efectivo de la línea de árboles e intentó disparar, pero el lanzallamas no funcionó correctamente. El portaaviones de Ba y otros dos portaaviones avanzaron hasta una posición a quince metros del dique de irrigación, y desde allí los tripulantes del portaaviones lanzaron granadas contra la crítica ametralladora del Viet Cong. El Viet Cong, sin embargo, respondió con una tormenta de granadas, que obligó a los portaaviones a retirarse. Vann quería que los vietnamitas condujeran los portaaviones directamente a la posición del Viet Cong y saltaran allí, pero no lo hicieron, porque los oficiales blindados estadounidenses les habían enseñado que los soldados enemigos se abalanzarían sobre los vehículos y arrojarían granadas tan pronto como se abriera una escotilla. Finalmente, después de que dos M-113 quedaron fuera de combate, toda la compañía mecanizada se retiró a una distancia segura.

El coronel Vann y algunos de los comandantes de campo vietnamitas querían que todas las fuerzas terrestres del gobierno renovaran el ataque, basándose en la creencia de que el Viet Cong no tendría suficientes tropas para defender los lados norte, oeste y sur simultáneamente. Este plan, sin embargo, fue descartado por el comandante de cuerpo recién ascendido, el general Huynh Van Cao, que había llegado al puesto de mando de la 7ª División para dirigir la batalla. Cao prefirió usar armas pesadas contra el Viet Cong y solicitar refuerzos. Siguiendo sus instrucciones, la artillería y los aviones AD-6, T-28 y B-26 golpearon Bac nuevamente. Más tarde, algunos citarían esta decisión y decisiones anteriores en los extremos norte y sur del campo de batalla para usar una gran potencia de fuego y esperar refuerzos, como evidencia de la aversión de los vietnamitas del sur a las bajas. Si bien algunos oficiales de Vietnam del Sur desperdiciaron oportunidades durante la batalla debido a una precaución excesiva, en general, la conducta de los vietnamitas del sur en Bac y Tan Thoi no demostró una fuerte propensión a evitar pérdidas. En cada uno de los casos en cuestión, las tropas ya habían sufrido grandes pérdidas durante repetidos asaltos a posiciones extraordinariamente bien defendidas. Bajo tales circunstancias, tenía sentido que un comandante cambiara su método de ataque. Además, la mayoría de los ejércitos con una gran potencia de fuego a su disposición prefieren usarla liberalmente contra posiciones bien defendidas, en lugar de lanzar repetidos ataques de infantería, para salvar la vida de los soldados. Al comentar sobre la decisión de Vietnam del Sur de detener los ataques terrestres y llamar al aire y la artillería durante esta batalla, el teniente general Dave R. Palmer escribió:

El Estado Mayor Conjunto de Vietnam del Sur decidió enviar a la batalla una de sus unidades de reserva estratégica, el 8º Batallón Aerotransportado. Vann le pidió a Cao que hiciera aterrizar este batallón al este de Bac, para que pudiera detener al Viet Cong si intentaba retirarse hacia el este, que en la actualidad seguía siendo la única dirección en la que no había fuerzas gubernamentales. Este movimiento también permitiría a las unidades de Vietnam del Sur atacar al Viet Cong desde todas las direcciones. Cao, sin embargo, optó por dejar caer el batallón aerotransportado al oeste de Bac. Vann, y por lo tanto sus protegidos de la prensa, afirmarían que Cao había enviado a los paracaidistas al oeste con la intención de mantenerlos en su lugar en lugar de atacar, porque Cao había querido dejar escapar al enemigo para evitar más bajas de Vietnam del Sur. En realidad, Cao quería usar el batallón aerotransportado de élite, en conjunto con los M-113 y el apoyo aéreo, para empujar al Viet Cong hacia el este antes del anochecer y golpearlos con una gran potencia de fuego una vez que estuvieran al aire libre, como se preveía en el plan de batalla original elaborado por los estadounidenses y los vietnamitas del sur. Los paracaidistas recibieron órdenes claras de atacar la posición del Viet Cong tan pronto como aterrizaran. El enfoque de Cao era consistente con una máxima de Sun Tzu que él y otros oficiales de Vietnam del Sur apreciaban: "Al enemigo rodeado debes dejarle una vía de escape". Un enemigo rodeado y atrincherado lucharía con más fiereza y desde una posición defensiva mucho más ventajosa que un enemigo en retirada. Otro factor probable en la decisión de Cao sobre el batallón aerotransportado fue la pérdida de confianza en el juicio de Vann. El asesor abrasivo ya había cometido muchos errores, reprendió a sus homólogos frente a los demás,

A última hora de la tarde, los trescientos paracaidistas del 8.º Batallón Aerotransportado volaron hacia Bac en C-123 Proveedores. A medida que se acercaban los Providers con forma de ballena, el Viet Cong los acribilló con fuego de ametralladora, lo que provocó que los pilotos cambiaran de rumbo. El maestro de salto o el piloto principal no compensaron adecuadamente el cambio y, por lo tanto, cuando los paracaidistas saltaron, descendieron mucho más cerca del enemigo de lo planeado, con algunos de los paracaidistas flotando directamente sobre las posiciones del Viet Cong. El Viet Cong disparó a muchos paracaidistas mientras aún estaban en el aire o atrapados en las ramas de los árboles. Una vez en tierra, los paracaidistas sobrevivientes tenían poca cobertura del fuego enemigo de corto alcance y no podían moverse con ninguna velocidad porque el agua en los arrozales les llegaba a las rodillas. Algunos intentaron atravesar el perímetro del Viet Cong, pero, a pesar de su valentía y sus excelentes habilidades militares, no pudieron avanzar mucho en tales condiciones. “Seguían tratando de avanzar”, dijo Fletcher Ware, un capitán estadounidense que se lanzó en paracaídas con el 8. ° Batallón Aerotransportado, pero “no podían moverse muy rápido y simplemente los estaban interceptando”. El batallón sufrió rápidamente cincuenta y dos bajas, incluidos Ware y Russell Kopti, el otro asesor estadounidense presente. Los combates esporádicos continuaron hasta la puesta del sol. incluidos Ware y Russell Kopti, el otro asesor estadounidense presente. Los combates esporádicos continuaron hasta la puesta del sol. incluidos Ware y Russell Kopti, el otro asesor estadounidense presente. Los combates esporádicos continuaron hasta la puesta del sol.

El coronel Hai Hoang sabía que las fuerzas del gobierno a su alrededor se estaban fortaleciendo y que el gobierno tenía tropas al norte, oeste y sur, pero no al este. Muchos de sus guerrilleros habían resultado muertos o heridos, y los demás tenían poca munición y energía. Después de que el cielo se volvió negro, ordenó a todas sus fuerzas que se reunieran en Tan Thoi. Desde allí, al abrigo de la oscuridad, se dirigieron hacia el este con la mayoría de sus muertos y heridos. Ninguna bala ni bomba impidió su huida.

En total, ochenta soldados del gobierno de Vietnam del Sur murieron y ciento nueve resultaron heridos durante la batalla de Ap Bac. Las bajas entre los asesores estadounidenses ascendieron a tres muertos y seis heridos. Basado en el número de cuerpos de Viet Cong recuperados y los informes de testigos civiles dentro de las aldeas, el Coronel Vann estimó que la batalla se había cobrado la vida de más de cien Viet Cong. Esta estimación puede haber excedido el total real, ya que algunos de los hombres que Vann contó como muertos pueden haber sido soldados heridos que habían sido evacuados en camilla u otros medios auxiliares. Por otro lado, las fuentes comunistas, que son inconsistentes entre sí, casi con certeza subestimaron las pérdidas del Viet Cong por un amplio margen, presumiblemente para alegrar sus logros. una práctica tan común del lado comunista como del lado del gobierno. Hai Hoang informó que solo dieciocho de sus hombres habían muerto, mientras que el comandante de la región militar comunista, Le Quoc San, dijo que solo doce Viet Cong habían muerto y trece habían resultado heridos. Las bajas comunistas reales deben haber superado el centenar y pueden haber sido sustancialmente mayores. Apoyan esta conclusión los informes civiles, la evidencia de que un gran número de fuerzas del Viet Cong fueron objeto de fuego de armas pesadas y una declaración de Le Quoc San de que Hai Hoang había querido atacar a las tropas aerotransportadas durante la noche, pero decidió no hacerlo debido a pérdidas sustanciales del Viet Cong sufridas ese día. 

El ataque del gobierno a Ap Bac constituyó un fracaso táctico, ya que las fuerzas gubernamentales no aniquilaron al Viet Cong y sufrieron grandes pérdidas a pesar de tener muchas más tropas y mucho mejor armamento. Por otro lado, Ap Bac fue una derrota para el Viet Cong en un sentido estratégico. A principios de 1963, las fuerzas regulares del gobierno superaban en número a los regulares del Viet Cong en aproximadamente diez a uno, sin embargo, la proporción de bajas del gobierno y del Viet Cong en Ap Bac no era superior a dos a uno, por lo que el Viet Cong perdió una porción mucho mayor. de su fuerza armada total. Las bajas del gobierno en Ap Bac ascendieron a solo unas pocas centésimas del uno por ciento de la fuerza total.

Poco después de que terminara la batalla, el coronel Vann les dio a Sheehan, Halberstam y otros reporteros una versión muy distorsionada de los hechos, en la que todos los fracasos del día fueron culpa de los vietnamitas del sur. “Fue una maldita actuación miserable”, dijo Vann a los periodistas, “como siempre lo es. Esta gente no escuchará. Cometen los mismos malditos errores una y otra vez de la misma manera. Vann buscó exponer las fallas de Vietnam del Sur como un medio para presionar a los vietnamitas del sur para que aceptaran los cambios que él favorecía. También estaba tratando de eludir la responsabilidad por los resultados desagradables del día echando toda la culpa a sus homólogos de Vietnam del Sur, a quienes estaba especialmente resentido por no haber podido superar las dificultades creadas por sus errores. Los periodistas se lo tragaron. Sheehan, por ejemplo, escribieron que los asesores estadounidenses culparon a los comandantes de Vietnam del Sur por una "falta de agresividad" y que los estadounidenses estaban "decepcionados y enojados porque las tropas de Vietnam del Sur fallaron en una de sus pruebas más importantes después de más de un año de entrenamiento". La inacción de los sudvietnamitas en Ap Bac, continuó diciendo Vann a los periodistas, fue el resultado de graves defectos en el gobierno de Diem. “Los asesores sienten que todavía hay demasiada interferencia política en el ejército vietnamita y que la promoción depende con demasiada frecuencia de la lealtad política más que de la capacidad militar”, escribió Halberstam en el New York Times. “Se dice que algunos comandantes sienten que no serán ascendidos y pueden perder el mando si sufren demasiadas bajas”. ” y los estadounidenses estaban “decepcionados, y enojados, de que las tropas de Vietnam del Sur fallaran en una de sus pruebas más importantes después de más de un año de entrenamiento”. La inacción de los sudvietnamitas en Ap Bac, continuó diciendo Vann a los periodistas, fue el resultado de graves defectos en el gobierno de Diem.

jueves, 25 de enero de 2024

Guerra aérea en Mozambique, 1962-1992 (1/2)

Mozambique, 1962-1992

Contribuido por Tom Cooper | ACIG



La guerra hoy en gran parte olvidada en Mozambique duró más de 30 años, primero enfrentó a los rebeldes nacionalistas e izquierdistas locales contra las autoridades coloniales portuguesas, y luego a los rebeldes nacionalistas contra un régimen izquierdista. Sin embargo, es una de las pocas guerras africanas de este tipo que ha encontrado un final.

En nuestros días, Portugal es un país pequeño, pero debe recordarse que una vez antes fue a la vez, la primera y la última de las grandes potencias coloniales europeas. Los descubrimientos inspirados por Enrique el Navegante en el siglo XV y principios del XVI, convirtieron a Portugal en lo que fue durante varios siglos el tercer imperio más grande del mundo, en el que los militares lucharon en numerosas guerras, la mayoría de las cuales se olvidan en el mundo de habla inglesa en la actualidad. Aunque las fuentes portuguesas son extensas, por lo general están (y de manera bastante comprensible) escritas en portugués, y por lo tanto son inaccesibles para los de afuera.

Si bien no hay intención de que este artículo discuta la política colonial portuguesa, para propósitos de orientación, se deben describir varios hechos básicos. Por ejemplo, desde principios de la década de 1950, la doctrina colonial portuguesa era que los territorios de ultramar no eran "colonias", sino partes integrales de Portugal o "provincias de ultramar", con leyes especiales adaptadas a su nivel particular de desarrollo, pero gobernadas desde Lisboa. . También debe mencionarse que en el momento en que Portugal estaba gobernado por el Dr. António de Oliveira Salazar: aunque siempre negaba que su régimen fuera totalitario, hoy todas las fuentes autorizadas tienen pocas dudas sobre la postura derechista y autoritaria de Salazar, sobre la hecho de que solo hubo una muestra de una asamblea nacional en Lisboa, así como que toda la oposición fue reprimida por la policía secreta (Política Internacional de Defensa del Estado, o PIDE).

No obstante, los portugueses se enorgullecían de su tolerancia racial, y hasta cierto punto esta afirmación estaba justificada: incluso si existía una especie de segregación racial, no existían leyes oficiales como las del Apartheid en Sudáfrica. Todas las provincias africanas conservaron sus propias costumbres, idiomas y religiones, y tenían un número considerable de los llamados "asimilados", africanos que aprendieron portugués, aceptaron el cristianismo, demostraron que podían proveer para sí mismos y sus familias, pero también firmaron el declaración de lealtad: como tal, se les concedieron todos los privilegios y responsabilidades de la ciudadanía portuguesa.

Por tales razones, y también por el hecho de que durante los 500 años que estuvieron en África, los portugueses experimentaron revueltas e incluso invasiones, pero siempre triunfaron al final, cuando se produjeron una serie de levantamientos en sus provincias de ultramar a principios de la década de 1960. fueron lentos para reconocer los signos de la época. Es decir, fueron exactamente estos "asimilados" los que se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo en otras colonias africanas y se mostraron simpatizantes de la causa del nacionalismo africano, especialmente cuando las colonias portuguesas se rodearon cada vez más de países independientes: los portugueses necesitarían 13 años para darse cuenta de lo que realmente estaba pasando.

Portugal fue la primera potencia colonial europea en llegar a África y, con España, la última en retirarse. La durabilidad de su imperio en África puede atribuirse a una creencia genuina en una "misión civilizadora" y la determinación de que este papel histórico debe cumplirse. Los portugueses siempre afirmaron que su versión del imperialismo era única ya que no estaba basada en la discriminación racial y apuntaba a la asimilación total de los africanos. En realidad, la asimilación cayó lejos de la realización. La esclavitud fue abolida solo en 1878 y reemplazada por un sistema restrictivo de mano de obra contratada. A partir de 1931, las colonias se consideraron oficialmente como provincias de ultramar que elegían a los representantes de la Asamblea Nacional en Lisboa, y la constitución de 1933, que estableció el Estado Novo de Antonoi de Oliveira Salazar, dividió a la población en indigenas (nativos) y noa. indigenas Para 1961, menos del uno por ciento de la población en colonias se había convertido en asimilados: por el contrario, se formaron varios grupos nacionalistas, con el tribalismo como su poderoso impulso. Sin embargo, los portugueses ignoraron los signos del tiempo: después de todo, sus colonias contribuyeron masivamente a la economía, siendo el único sector que regularmente registró un superávit comercial. Incluso si Angola era considerada más rica que Mozambique, la última provincia tenía al menos la misma importancia.

FRELIMO

Mozambique, un territorio de la mitad del tamaño de Francia, fue una colonia portuguesa desde 1498, pero se convirtió en la última de las "provincias de ultramar" en la que surgieron movimientos nacionalistas. Los tres grupos originales, formados en 1960 y 1961, han tenido fuertes bases regionales. En 1962, los nacionalistas de Mozambiquan se unieron en el Frente de Libertacao de Mocambique (FRELIMO), encabezado por Eduardo Mondlan, un sureño, educado en Sudáfrica y los Estados Unidos, así como en Portugal. FRELIMO fue originalmente un movimiento frágil, debido a las diferencias étnicas e ideológicas entre los miembros, algunos de los cuales dejaron de formar movimientos de escisión menores, como el COREMO apoyado por los chinos.

Las diferencias dentro de FRELIMO fueron masivas no solo en lo que respecta a la ideología, sino también en lo que respecta a la estrategia de la organización. Mientras algunos activistas pedían un ataque relámpago en la capital, otros querían incitar a los campesinos contra los colonos portugueses, mientras que un tercer grupo, que incluía a Samora Machel, abogó por una prolongada lucha de guerrillas a lo largo de líneas clasistas comunistas. Después de feroz argumento, la última idea ganó el día. Por lo tanto, los rebeldes prepararon un plan para los levantamientos en todo el país. Esto no tenía perspectivas de éxito, por varias razones, la más importante de las cuales era que el FRELIMO solo tenía una fuerza de combate en miniatura, que apenas se conocía en el país, así como que todos los países vecinos cerraron sus fronteras para sus activistas. .

La situación cambió solo después de la independencia de Tanganyka (más tarde Tanzania): Julius Nyerere, el primer presidente de la nación en ciernes, simpatizó con FRELIMO y comenzó a proporcionar santuarios a los nacionalistas de Mozambiquan. Esto permitió que el núcleo original de una milicia armada, unos 250 combatientes en total, se enviara gradualmente a Argelia para su entrenamiento. Mal equipados, comenzaron las operaciones el 25 de septiembre de 1964, en la llanura de Muende, donde se realizaron pocas incursiones transfronterizas. A lo largo del tiempo, los rebeldes recibieron varias bases en Tanzania, la mayor de las cuales fue en Nachingwea. La mayor parte de la infiltración de FRELIMO en Mosambique tuvo lugar a través del río Ruvuma. Sin embargo, como su organización dependía en gran medida del apoyo de la tribu Makonde, que se extendía a lo largo de la frontera con Tanzania, y con su ruta de penetración restringida a las remotas provincias del norte de Cabo Delgado y Niassa, los rebeldes no pudieron hacer mucho más, pero declararon un número limitado de “zonas liberadas. Estos eran poco más, pero los lugares donde su apariencia era más o menos tolerada por los portugueses o por otras tribus que vivían en el norte y centro de Mozambique, principalmente los macuas.

Por lo tanto, FRELIMO no pudo penetrar en las áreas al sur de las provincias de Cabo Delgado y Niassa hasta 1967, cuando la mayor parte de la actividad de la guerrilla se limitaba a incursiones de corto alcance de pequeños grupos, mientras que solo había un número mínimo de activistas que vivían permanentemente en territorios controlados por portugueses. .

FAP en la selva

A pesar de las advertencias sobre una posible insurgencia, así como el sangriento levantamiento en Angola, la reacción inicial de los portugueses ante FRELIMO fue vacilante, en gran parte debido a la falta de recursos militares, hasta que los niveles de tropas en Mozambique pudieran incrementarse. Las pocas unidades pequeñas del Ejército y la Policía disponibles en Cabo Delgado y Niassa se retiraron a los puestos de avanzada defendidos y se apoyaron en ataques aéreos con bombas y napalm y ocasionales incursiones a pie, todas destinadas a la contención.

La Fuerza Aérea Portuguesa (FAP) tenía muy pocos activos en Mozambique a principios de los años sesenta. A fines de 1961, solo había un puñado de tejanos norteamericanos T-6G y Douglas C-47 desplegados en Beira. Estos volaron sus primeras salidas operativas a principios de 1963, apuntando a las pocas bases tempranas que FRELIMO estableció en el norte. En 1964, los portugueses aumentaron su fuerza en el país a 16.000 soldados y desarrollaron aeródromos en Nampula y Vila Cabral. La FAP siguió el patrón al aumentar el número de aviones desplegados a alrededor de una docena de T-6G, ocho Lockheed PV2 Harpoons, una docena de Dornier Do.27s y algunos helicópteros Aérospatiale SA.316B Alouette III.


Los Mk.IV de Harvard construidos en Canadá desplegados con FAP en Mozambique se veían exactamente como los ejemplos desplegados en Angola. Para propósitos COIN, usualmente estaban armados con vainas de ametralladoras y bombas de luz. El ejemplo aquí servido en Mozambique a principios de la década de 1960 y se sabe que fue destruido, en circunstancias desconocidas, el 22 de octubre de 1967. (Ilustración de Tom Cooper)


Entre 1964 y 1966, cuando los rebeldes comenzaron a operar en unidades del tamaño de una empresa, la guerra continuó a un ritmo muy lento. FRELIMO estableció un comando central en 1966, sin embargo, para coordinar mejor las actividades en diferentes regiones, y aumentó de tamaño a 8,000 hombres para el año siguiente. La mayoría de los últimos fueron entrenados en Tanzania, donde el campo de entrenamiento principal estaba ubicado en Kongwa. La ayuda soviética se hizo evidente, principalmente en forma de AK-47 y morteros medianos de 82 mm, más tarde también cañones de 75 mm y RPG-7 (o, más generalmente, tipo 69, su versión china). Sin embargo, el arma más efectiva de los guerrilleros era la mina.

El poder aéreo se usó para cerrar las rutas de suministro de la guerrilla a través de las fronteras y como reacción inmediata a los ataques de la guerrilla, pero los activos desplegados resultaron cada vez más insuficientes. Cuando la FAP se involucró en la crisis que rodeaba la declaración de independencia de Rhodesia, en 1966, y los PV-2 del Esquadron 101 en Beira volaron patrullas para evitar la intervención británica en Mozambique, tuvieron que ser reforzados por ocho Republica F-84G de Esquadron. 93.


Como se entregó originalmente desde los EE. UU., la mayoría de los PV2 de la FAP se pintaron en color azul "Medianoche" de la Marina de los EE. UU. A lo largo del tiempo, desempeñando varios papeles diferentes en Portugal, muchos tienen diferentes patrones de camuflaje y sus equipos han sido muy diferentes. Algunos retuvieron sus torretas de ametralladoras en la parte posterior, en otros se eliminaron. Las series fueron siempre en blanco, en el rango 46xx, aplicadas en aletas, lado superior del ala derecha y lado inferior de la izquierda. El ejemplo que se muestra aquí, serie 4617 (BuAer No. 37233) fue uno de los Arpones que sirvió con FAP en Mozambique, a principios de los años sesenta. Se estrelló en febrero de 1963. (Ilustración de Tom Cooper)

El 2do congreso

En 1968, el FRELIMO se reorganizó durante su 2º Congreso, con la división de los sectores civil y militar y la milicia se desplegó en sectores, cada uno de los cuales tenía su propio “batallón”, compuesto por tres compañías de 150 hombres, cada una con Su propia base. Los combatientes "regulares" fueron respaldados por la milicia popular local. Esta reorganización fue lo más importante posible, pero también fue necesaria, porque Zambia se independizó y la nueva nación comenzó a proporcionar bases para FRELIMO también. De este modo, los rebeldes pudieron infiltrarse en la provincia de Tete, dos veces más grande que California, lo que representó una amenaza para el importante proyecto de la Presa de Cabora Bassa, que proporcionaba una gran cantidad de riego, navegación y energía, y estaba protegido por nada menos que 15.000 portugueses. tropas. Esta presa incluía la construcción de un enorme lago artificial, parcialmente para formar una barrera contra las posibles penetraciones rebeldes desde Zambia. Los rebeldes comenzaron a recibir cohetes de 122 mm hechos por los soviéticos, y estos se utilizaron con frecuencia para atacar la represa. Por lo general, disparados desde el rango máximo de 16 km, nunca interrumpieron seriamente el trabajo. Sin embargo, el compromiso de la FAP en Mozambique fue, mientras tanto, más alto que en Guinea de Angola.

La unidad principal de FAP en el país era Esquadrón 101, establecida en 1966 y equipada con Arpones y varios T-6G. Sin embargo, el posterior despliegue de FAP en Mozambique se basó en el concepto de aeródromos, Bases Aéreas (BA) y Aérodromos-Bases (ABs), que eran los principales centros de operaciones, en lugar de en escuadrones. Beira se convirtió en BA.10 en 1961, y luego incluyó el Esquadron 101, mientras que el AB.5 también se formó allí, antes de mudarse a Nacala, en 1965. Vila Cabral fue AB.6 hasta que se mudó a Nova Freixo, en 1965 , mientras que AB.7 se formó en Tete, en 1967, simultáneamente con AB.8, se formó en Lourenco Marques, en el sur. Posteriormente se convirtió en la segunda base de transporte más importante de Mozambique, con Escuadrilha 801, mientras que Nord Noratlases operaba desde BA.10. Se utilizaron muchos otros aeródromos, incluidos Mueda y Porto Amelia en el norte, así como otras 40 franjas adecuadas para avionetas en todo el país.

Fiats portugueses

La campaña de los rebeldes en la región de Tete durante 1968 se vio inhibida por la migración de una gran parte de la población nativa a Malawi, así como por la lucha interna dentro de FRELIMO, que causó la muerte de al menos uno de sus comandantes principales. Sin embargo, el movimiento fue reconocido oficialmente por la Organización de Estados Africanos (OEA), que aumentó significativamente su prestigio.

La lucha interna dentro de la organización rebelde alcanzó su punto álgido a principios de 1969. Después de que los tradicionalistas fueron expulsados, durante el Segundo Congreso, y su líder Kavandame pasó a los portugueses, el 3 de febrero de 1969, el líder de FRELIMO, Mondlane, fue asesinado por un libro bomba. en su base en Dar-es-Salam. Le sucedió Samora Machel, mucho menos moderada, a finales de año. Bajo el liderazgo de Machel, los rebeldes se volvieron mucho más audaces en sus ataques. Usando Zambia como base, lograron salir de las provincias del norte.

Inicialmente, los portugueses reaccionaron ante ataques viciosos; la situación de los rebeldes empeoró aún más cuando la General Kaulza de Arriaga, más tarde conocida como la "Pantera Rosa", se convirtió en el comandante de la fuerza de tierra, en mayo de 1969. El pilar de las operaciones aéreas portuguesas en 1968 y durante la mayor parte de 1969, seguía siendo el Venerables T-6 Texans y Dornier Do.27s. Hasta ese momento, las tácticas de FAP consistían principalmente en la detección y el enlace, tareas en las que sobresalían los Do.27. Los ataques a los grupos guerrilleros fueron emprendidos principalmente por T-6G, armados con vainas de ametralladoras y cohetes. También se usó el napalm, ya desde una etapa temprana de la guerra. Durante las operaciones más extensas, los paracaidistas fueron derribados por Noratlases, pero más a menudo las tropas fueron transportadas por helicópteros Alouette III, gran número de los cuales se basaron en Nacala. Los portugueses obtuvieron un total de 30 Noratlases, incluyendo 18 ejemplos de ex alemanes occidentales: la marca de elefante LTG.62 no solo se retuvo en varios aviones sino que también se aplicó en algunos suministrados de otras fuentes.

Sin embargo, con FRELIMO ampliando sus áreas de operaciones y obteniendo armas más pesadas, se requerían aviones más avanzados. El 25 de diciembre de 1968, los primeros ocho Fiat G.91R-4 llegaron a Beira, desmontados y almacenados en contenedores. A pesar de las festividades de Navidad y Año Nuevo, solo seis días después, todos se reunieron y se transfirieron a AB.5, entrando en servicio con el recién establecido Esquadron 502 "Os Jaguares", comandado por el capitán Fernandes. Esta unidad se unió a los 501 Tigres de Esquadra, equipados con T-6 y Do.27 omnipresentes, para constituir el Grupo Operacional 5001. Los Fiats pronto estuvieron en combate, volando un gran número de salidas de combate y usando el napalm ampliamente: dado el tamaño de El territorio que debían cubrir, sus pilotos tenían un enorme trabajo en las manos.


Inicialmente, a su llegada a Mozambique, los G.91R-4 de la FAP se pintaron con un gris tropical claro en general, un color que era el más importante para disminuir los efectos del sol. El avión también llevaba una gran insgnia nacional, mientras que varios Fiats del 702 Esquadra (incluidos los ejemplos 5425 y 5429) fueron vistos con la insignia de la gran unidad, un escorpión negro, también en el fuselaje central. El ejemplo representado aquí, 5404, se vio en Beira, a principios de los años setenta. Para las operaciones de ataque en Mozambique, los FAP G.91s usualmente estaban armados con cuatro ametralladoras de 12.7 mm, cuatro bombas de 50kg (llevadas en pilones externos) y dos tanques de lanzamiento (en los pilones internos). (Ilustraciones de Tom Cooper)


Nudo gordiano

Para detener la propagación de la influencia de FRELIMO, el General Arriaga preparó una operación importante, "Nudo Gordiano". Esto fue lanzado el 10 de junio de 1970, en el norte de Mozambique. Participaron unos 10.000 soldados, pero las principales fuerzas de combate fueron las de las élites de paracaidistas, comandos, marines y fusileros navales portugueses, mientras que principalmente estaban formados por tropas negras. También se hizo un uso extensivo de unidades de guerrilleros capturados o abandonados para penetrar en sus antiguas bases. La caballería se desplegó para cubrir los flancos de las patrullas y donde el terreno era demasiado difícil para el transporte motorizado. Las bases rebeldes conocidas fueron sometidas a fuertes bombardeos aéreos y de artillería, luego se enviaron tropas heliborne para rodear y eliminar a los guerrilleros. Gordian Knot vio una excelente coordinación de bombarderos ligeros, helicópteros y patrullas de tierra reforzadas. Fiats y T-6 estaban presentes para atacar a los escapadores, pero no se realizaron ataques contra las bases de FRELIMO en los países vecinos. La operación duraría siete meses, especialmente durante la estación seca, y se extendió a la provincia de Moxico. Los portugueses finalmente informaron que 651 fueron asesinados (una cifra de unos 440 probablemente estaba más cerca de la realidad), y 1.840 capturados, por la pérdida de 132 portugueses. El general Arriaga también afirmó que sus tropas habían destruido 61 bases de guerrillas y 165 campamentos, mientras que se habían capturado 40 toneladas de municiones en los primeros dos meses.

Durante Gordian Knot, la FAP fue reforzada por ocho Fiat G.91R-4 adicionales, entregados directamente a Tete AB. Estos combatientes entraron en servicio con el recientemente establecido Esquadra 702 "Os Escorpiones", comandado por el capitán. Azabuja, en septiembre de 1970. Los "Escorpiones" formaban parte del Grupo Operacional 7001, que de otra manera incluía el Esquadra 701 "Moscordos", equipado con T-6, Do.27 y Cessna 185, así como con Esquadra 703 "Os Vampiros", equipados con los helicópteros Alouette III y Aérospatiale SA.330B Puma.

Además de ataques aéreos contra las bases FRELIMO y las misiones de reconocimiento armado, los FAP Fiats se desplegaron en un papel de reconocimiento, equipados con cámaras de cámaras K-20. Estos no solo permitieron fotografiar áreas detrás de las fronteras de Mozambiquan, sino que también cartografiaron toda la parte del país a lo largo de la frontera con Zambia. Sin embargo, las misiones de apoyo cercano fueron casi desconocidas, principalmente debido a una cooperación muy pobre entre la FAP y el ejército. Los soldados portugueses no solo estaban mal equipados, sino que también nunca existió el enlace entre los pilotos y las fuerzas terrestres, y no hubo esfuerzos para mejorar la situación.

De este modo, el FPLM continuó extendiendo su influencia hacia el sur a lo largo del río Zambeze, aunque a veces a un precio mucho más alto, pero no pudo penetrar más allá de las regiones fronterizas de Cabo Delgado y Niassa, donde los portugueses estaban bien preparados para enfrentar la amenaza. En 1971, los portugueses lanzaron dos ofensivas adicionales, Garotte y Apio. Ambos comenzaron con bombardeos de artillería y aire, seguidos de asaltos heliborne bien coordinados, remoción de minas y consolidación a pie, y causaron graves daños a la infraestructura de FRELIMO en el norte. Pero no lograron destruir la capacidad de infiltración de la guerrilla, lo que provocó que los críticos de Arriaga comentaran que sus antecesores habían logrado los mismos resultados a un costo y esfuerzo mucho menores.

Búsqueda y destrucción

Los portugueses se esforzaron por despejar la Provincia de Tete, en parte debido a la presión rodesiana en sus filas superiores, pero no tuvieron éxito. Los principales latinos portugueses en Mozambique carecían de la comprensión de la naturaleza de la guerra de guerrillas: aunque muchos de ellos ya habían prestado servicio en Angola y Guinea, nunca integraron las experiencias británicas de Indochina, ni siquiera las experiencias estadounidenses de Vietnam. Las acciones portuguesas se basaron en la toma de decisiones de los comandos locales, que generalmente necesitaban días, si no semanas, para preparar las operaciones luego de recibir información sobre la aparición de los grupos FRELIMO. Nunca actuaron de inmediato en un momento de alerta, con el resultado de que en el momento en que se iniciaron la mayoría de las operaciones, las aves solían volar. Los ataques se emprendieron solo a la luz del día, y los locales amenazaron indiscriminadamente: durante sus operaciones, los portugueses destruyeron cualquier cosa en su camino, ganado, cultivos y aldeas. Los lugareños serían redondeados para ser interrogados y cualquier persona que actuara de manera sospechosa sería arrestada. Aquellos que intentan escapar serían considerados como "terroristas que huyen", y la mayoría de las veces son fusilados; si escapaban, nadie intentaba seguirlos. Sin sorpresa, cualquiera que haya experimentado tales operaciones de "búsqueda y destrucción" probablemente se convierta en un partidario de FRELIMO.

Mientras tanto, la FAP comenzó a utilizar aviones para la guerra química y psicológica. En diciembre de 1971, y nuevamente en mayo de 1972, los transportes portugueses lanzaron millones de folletos sobre el sur de Tanzania, atacando al presidente Nyerere y pretendiendo representar los puntos de vista de la oposición interna. El 30 de abril de 1972, seis fumigadoras registradas en Sudáfrica volaron desde Johannesburgo a Nacala y luego a Mueda, desde donde operaron con la escolta de la FAP, comenzando el 6 de abril. Su tarea consistía en privar a la guerrilla de alimentos mediante la fumigación del poderoso herbicida basado en 2,4-D Convolvotox. Los fumigadores de cultivos usualmente fueron escoltados por FAP T-6G, uno de los cuales fue derribado durante una operación de ese tipo, el 14 de abril, por disparos antiaéreos desde una aldea al otro lado del río Rovuma, en Tanzania. Tres días después, los portugueses devolvieron el golpe: los G.91 atacaron el pueblo con bombas de 50 kg y 100 kg. Sin embargo, los pilotos sudafricanos abandonaron Mozambique luego de que otro T-6G de escolta y uno de los desempolladores fueron golpeados por el fuego de tierra, el 17 de abril.

Campaña Corazones y Mentes

A finales de la década de 1960, la estrategia portuguesa comenzó a cambiar lentamente. En 1968, el general Antonio de Spinola comenzó a aplicar la política de concentración de la población en aldeas estratégicas o aldeas defendidas. Spinola inició una campaña coordinada de "corazones y mentes", denominada "Programa Aldeamentos", basada en la construcción de nuevas aldeas y en la mejora de las granjas, el establecimiento de centros médicos, la inmersión de ganado y un esfuerzo de construcción de carreteras que alcanzó una tasa de 1.400 km por año. En 1972, más de los EE. UU. había construido en seis años en Vietnam o en Gran Bretaña en 12 años en Malaya. Contrariamente al general Arriaga, Spinola creía que la guerra se podía ganar, pero tenía dudas sobre si era factible una solución puramente militar. Sin embargo, el hecho fue que aunque un millón de personas, alrededor del 15% de la población de Mozamiquan en ese momento, se reasentó, la campaña de desarrollo civil de Spinola no solo sufrió un contratiempo, sino que también fracasó: según las evaluaciones contemporáneas, hasta un tercio de La comida cultivada en los Aldeamentos fue directamente a la guerrilla, por ejemplo.

Las preocupaciones de Arriaga y los oficiales que compartieron su opinión aumentaron cuando, el 9 de noviembre de 1972, FRELIMO, que aún no cuenta con más de 8.000 combatientes, lanzó una gran ofensiva en la provincia de Tete. La respuesta del ejército portugués fue feroz, lo que llevó a represalias dramáticas en las aldeas a través del apoyo a la guerrilla. Debido a las atrocidades, así como al hecho de que los portugueses estaban muy contentos de dejar que los insurgentes controlaran la selva mientras se aferraban a las ciudades, los enlaces de comunicación y los puntos fuertes, los insurgentes difundieron su influencia. Para 1973, estaban operando en las provincias de Beira y Zambezia, amenazando incluso la línea de ferrocarril con Rhodesia. Varias veces, por lo tanto, las fuerzas portuguesas y rodesias se unieron a sus esfuerzos en las principales operaciones de búsqueda.

Los portugueses tenían más de 150,000 hombres en África para 1970: en proporción a la población portuguesa, esto representaba un nivel de tropa cinco veces mayor que la presencia estadounidense en Vietnam en el mismo año. Más de 70.000 tropas estaban estacionadas en Mozambique. Pero todo el esfuerzo fue en vano: los observadores contemporáneos concluyeron que el esfuerzo de los portugueses en esta guerra fue de la más baja calidad de todas sus guerras en África de finales de los años sesenta y setenta. Para 1973, el alto mando había perdido el control: como consecuencia, Arriaga fue destituida en julio, pero el daño ya estaba hecho. Aún así, su derrota era de todo menos segura, incluso si existía la creencia de que esta guerra no se podía ganar.

SA-7s

En 1973, la FAP tenía 16 Fiat G.91, 15 T-6, cinco Noratlas y siete transportes C-47 / DC-3, 14 Alouettes y dos Pumas desplegados en Mozambique. La fuerza aérea estaba ahora más activa que nunca, y Fiats de Esquadras 502 y 702 volaron docenas de salidas de combate cada mes. En consecuencia, a partir de 1973, las unidades FRELIMO regulares en el norte de Mozambique, mientras que bien cuentan con el apoyo de China, comenzaron a recibir los MANPAD SA-7. Los primeros SA-7 fueron encontrados en acción por el Maj. Costa Joaquim y el Teniente Macario. No se sabe que el arma haya causado pérdidas a la FAP, incluso si obliga a los pilotos portugueses a cambiar sus tácticas. En uno de los casos, un SA-7 en uno de los motores golpeó a un DC-3 que transportaba agregados militares extranjeros y miembros del alto mando militar portugués. El avión lisiado logró aterrizar con seguridad y más tarde fue reparado. El único Fiat que se sabe que se perdió en el curso de combate en Mozambique fue el G.91R-4 “5429”, volado por el teniente Emilio Lourenco: su avión fue destruido mientras volaba una huelga contra posiciones de FRELIMO, el 15 de marzo de 1973. Debido a una detonación prematura de las bombas que lanzó. El piloto fue asesinado.

La FAP sufrió otra pérdida el 8 de enero de 1974, cuando el Douglas VC-47B "FAP-6161" (14134/255579) se estrelló cerca de Vila Cabral, en circunstancias desconocidas. Fiats adicionales podrían haber sido dañados en un ataque espectacular de los morteros FRELIMO contra AB.10, en 1974, cuando los rebeldes incendiaron el depósito de combustible local. Se sabe que tres G.91R-4 de reemplazo se entregaron posteriormente a bordo de los transportes FAP Boeing 707.

El ataque contra AB.10 no fue una sorpresa: a fines de 1973, las unidades FPLM estaban operando no muy lejos de Beira, y en la primavera de 1974 los rebeldes lanzaron una ofensiva hacia el sur, explotando la resistencia portuguesa, especialmente después. El golpe de estado en lisboa. Para entonces, la guerra le había costado a Portugal 11,000 muertos y 30,000 heridos o discapacitados, y el ejército portugués estaba cada vez más desmoralizado luchando en una guerra a miles de kilómetros de su hogar. Los soldados profesionales se enfrentaron a reclutas poco entusiastas y subalternos contra la guerra, así como a la creciente indiferencia en el hogar, pero también a la creciente hostilidad de parte de los colonos blancos con quienes el ejército tenía poca simpatía. El último cuestionó el coraje, la moral y la integridad de los militares, y odió su creciente dependencia del ejército en las tropas negras. La guerra también tuvo efectos muy adversos en la ya debilitada economía portuguesa, especialmente porque el gasto en defensa aumentó del 25% en 1960, a más del 40% en 1967. Los civiles portugueses se encontraban entre los más gravados de Europa. Además, las críticas internacionales dañaron el prestigio internacional de Portugal, poniendo al gobierno bajo una feroz presión. Era hora de que Portugal desocupara sus posesiones africanas.

Finalmente, se organizaron negociaciones para acordar un alto el fuego y los términos de independencia. El alto el fuego en Mozambique entró en vigor el 8 de septiembre de 1974. Comenzó un éxodo de asentamientos portugueses, que mantuvo a la FAP ocupada durante los meses siguientes. Además de volar a miles de civiles de regreso a Portugal, los transportes de la FAP también evacuaron los G.91R-4s del Esquadron 702 a Angola, mientras que los Fiats de Esquadron 502 fueron enviados a Portugal.


Tras la aparición de los MANPAD SA-7 en Mozambique, la mayoría de los Fiats se pintaron de nuevo en color "verde oliva anti-radiación", de los cuales había dos versiones, la más clara, que se muestra aquí, y el tono más extendido, bastante similar al " Bronce verde "en uso en helicópteros del ejército estadounidense. El tamaño de las insignias nacionales y otras marcas se redujo considerablemente. Sin embargo, el aspecto de las instrucciones especiales sobre los aviones camuflados de esta manera no es del todo claro, entonces la evidencia fotográfica es insuficiente. (Ilustraciones de Tom Cooper)


Mapa de los aeródromos más importantes, instalaciones y áreas de guerras en Mozambique, con designaciones portuguesas de aeródromos locales. (Mapa de Tom Cooper, basado en Encarta 2003)

Independencia

Mientras tanto, en la escena política, los portugueses lanzaron un intento de última hora para formar partidos políticos africanos más moderados en lo que pronto se convertiría en su antigua colonia. Este intento fracasó: cuando Mozambique se independizó, el 25 de junio de 1975, y el poder se transfirió a FRELIMO, que en el mejor de los casos representaba menos del 10% de la población local, Machel se convirtió en presidente sin aparente oposición formalizada.

El nuevo régimen reorganizó rápidamente el FPLM en el ejército oficial de Mozambiquan: los Forcas Armadas de Mocambique (FAM). Esta era una pequeña fuerza armada de entre 20.000 y 24.000 combatientes, entrenados en líneas convencionales y armados con equipo de fabricación soviética. No tenía una estructura de rango (esto se introdujo solo en septiembre de 1985, cuando también se estableció el cuerpo de oficiales de Mozambiquan), y consistía en el Ejército centralmente controlado, el Ejercicio de Mozambique, las fuerzas territoriales y las milicias, y la Guardia de Fronteras (Tropas de Guarda). Frontiera). Las fuerzas aéreas y navales también estaban organizadas, pero desempeñaban un papel mucho menos importante, entonces el principal deber de FAM era mantener al régimen de FRELIMO en el poder.

Al igual que los militares portugueses antes, el FAM no estaba entrenado ni equipado para pelear una guerra COIN, y se organizaba sobre la base de comandos provinciales, cada uno de los cuales informaba directamente a la sede de la FAM. Cada comando provincial controlaba las principales unidades del ejército dentro de sus límites, los únicos elementos controlados centralmente eran ocho brigadas de infantería motorizada, una brigada blindada y una docena de batallones independientes, además de tropas especiales, incluida la Guardia Presidencial en Maputo.

Debido a decisiones completamente irracionales e irresponsables de Machel, la FAM pronto se involucraría en la próxima guerra. A saber, las relaciones de Machel con Moscú ya eran muy estrechas desde fines de la década de 1960, pero ahora se establecieron vínculos muy distinguidos, y el país estaba claramente dirigido hacia el bloque comunista. Esto estaba causando una seria falta de afecto entre muchos miembros de FRELIMO, especialmente los tradicionalistas. Tal desafección fue brutalmente reprimida después de la independencia y, sin sorpresa, ya el 17 de diciembre de 1975, hubo un golpe abortivo en Lourenco Marques. A mediados de 1976, el gobierno de Machel abolió el derecho de propiedad privada, y poco después se cerró la frontera con Rhodesia. No pasó mucho tiempo hasta que los combatientes alienados de FRELIMO comenzaron una insurgencia en la provincia de Manica.

Externos de Rodesia

Este fue solo el comienzo de los problemas para el régimen en Maputo. A saber, para contrarrestar el apoyo del gobierno de Machel a los insurgentes de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU), y su brazo armado, el Ejército de Liberación Nacional Africana de Zimbabwe (ZANLA), que estaban librando una guerra contra el régimen blanco en Rhodesia, la Organización Central de Inteligencia de Rhodesia ( CIO) concibió un fuerte movimiento de insurgencia que entró en funcionamiento dentro de Mozambique. De este modo, los rodesianos se unieron a una serie de bandas de luchadores de resistencia poco organizadas en lo que oficialmente se conoce como Resistencia Nacional de Mocambique - RENAMO. Sin embargo, este título no era muy conocido en el público de la época, razón por la cual durante la mayor parte de finales de la década de 1970, los movimientos insurgentes de Mozambiquan se denominaban más comúnmente "Resistencia Nacional de Mozambique" (MRM) o " Resistencia Nacional de Mozambique ”(MNR). El primer líder de RENAMO fue André Matsangaisse, ex comandante del pelotón FRELIMO, castigado por robo y expulsado de FAM antes de ser colocado en un campo de reeducación en Gorongosa. Matsangaisse se unió a la rebelión por motivos nacionalistas al escapar de la detención a Umtali. Reconocido por los rodesianos como un líder fuerte, una de sus primeras acciones fue liderar una redada contra el campo de detención en Gorongosa de la que escapó, liberando a más de 500 prisioneros, la mayoría de ellos combatientes de FRELIMO. Al menos 300 decidieron unirse y lo siguieron de regreso a Rhodesia.

Desde el principio, los agentes de la CIO comprendieron que el sentimiento contra el régimen aún era demasiado débil. Por lo tanto, la agencia creó una poderosa estación de radio de 400kW, llamada "Big Bertha", la Voz da Africa Libre (Voz de África Libre) y comenzó a transmitir propaganda antigubernamental en portugués desde un transmisor en Gwelo. La nueva estación de radio pronto se hizo tan popular entre los mozambiqueños, que el gobierno solicitó la asistencia de técnicos de Alemania Oriental para bloquearla. Sin embargo, el poderoso transmisor desafió todos estos esfuerzos: paso a paso, Voz da Africa Libre tuvo éxito en enfocar el sentimiento anti-régimen y traer a los combatientes de FRELIMO cada vez más descontentos a la selva.

Cuando comenzó la guerra, la FAM no tenía una doctrina COIN definida. Por supuesto, los militares intentaron abordar los problemas de administración de la seguridad, pero no lograron siquiera esta tarea: la FAM no logró mantener las comunicaciones terrestres para permitir el movimiento y el reabastecimiento de tropas; no pudo contener la propagación de las operaciones de RENAMO; y su capacidad para contraatacar a las fuerzas de RENAMO se mantuvo limitada en el mejor de los casos hasta bien entrada la mitad de los años ochenta.

Además de enfrentar una insurgencia interna, el régimen en Maputo y la FAM se encontraron también en el extremo receptor de toda una serie de huelgas de Rhodesia contra ZANLA y los campamentos del Ejército Revolucionario Popular de Zimbabwe (ZIPRA) en el país. La primera huelga significativa a campo traviesa realizada por la Fuerza Aérea de Rhodesia (RhAF) se produjo el 28 de febrero de 1976, cuando los Hawker Hunters atacaron la base de ZANLA en Pafuri, en el marco de la Operación "Small Bang", una redada realizada por fusiles africanos de Rhodesia y Selous Scouts. A fines de mayo de 1976, el RhAF también golpeó un depósito de armas ZIPRA. El 9 de agosto, los Selous Scouts de Rodesia atacaron un campamento de ZANLA en la curva del afluente del río Pungwe, matando a 600 efectivos y provocando que el recordatorio huyera en la Operación "Eland".

Se realizó una serie de redadas de diferentes escalas en tamaño y ferocidad entre octubre de 1976 y mediados de mayo de 1977. Los helicópteros y cazadores ingleses ingleses de RhAF, helicópteros y varias unidades del Ejército de Rhodesia, incluido el Servicio Aéreo Especial (SAS), Rhodesian Light Infantería (RLI) y Selous Scots - fueron desplegados para golpear varios objetivos. La situación culminó con la Operación "Azteca", cuando Selous Scouts golpeó objetivos de ZANLA alrededor de Mapai, con la intención de restringir el movimiento de la organización hacia el sudeste de Rhodesia. Mientras que los rhodesios perdieron una cantidad de aviones civiles y RhAF mientras luchaban contra guerrilleros dentro de sus propias fronteras, a mediados de los años 70, la primera pérdida RhAF durante las operaciones dentro de Mozambique ocurrió la tarde del 30 de mayo de 1977, cuando C-47A "R3702" fue derribado tras un ataque a los guerrilleros de ZANLA en el marco de la Operación Azteca. El motor de estribor de la aeronave fue golpeado por un RPG-7 durante la salida del campo de aviación de Mapai, y el avión se estrelló, matando a Flt.Lt. Collocott, uno de los tripulantes. A la mañana siguiente, los Cazadores del Escuadrón No.1 RhAF llevaron a cabo ataques en las bases de FRELIMO y ZANLA alrededor de Jorge de Limpopo, pero no pudieron detectar las posiciones de mortero del enemigo. Azteca terminó el 2 de junio, con un limitado éxito rodesiano.

En otoño de 1978, Rhodesian SAS se desplegó en varias misiones dentro de Mozambique. Por lo general, los operadores se lanzaban en paracaídas para encontrar objetivos y designarlos para las huelgas de Hunter y Canberra. Algunas de estas operaciones combinadas, principalmente "Melon" y "Dingo", resultaron no solo en pérdidas considerables para ZANLA y ZIPRA, sino también en pérdidas pesadas y destrucción de varias unidades FAM. A fines de noviembre, se lanzó la Operación Dingo contra objetivos en Zambia antes de que los Cazadores de Rodesia y Canberras regresaran para golpear el campamento ZANLA en Tembue, NE del lago Cabora Bassa, en Mozambique. Aunque equipados con un número significativo de piezas de artillería antiaérea y SA-7, los militares de Mozambiquan, los rebeldes ZANLA y ZIPRA se mostraron prácticamente indefensos contra los ataques de Rhodesia. Han perdido inmensas cantidades de armas y sufrieron considerables bajas causando a cambio pequeñas pérdidas de Rhodesia. Más tarde se convirtió en la razón directa para el establecimiento de la Fuerza Aérea de Mozambiquan como una rama armada.

Sin embargo, el proceso de fundar la Fuerza Aérea de Mozambiquan resultó ser una tarea larga y compleja, y tardaría años en completarse. Antes de que llegara el momento, por lo tanto, la mayoría de los mozambiqueños y los rebeldes que apoyaban podían disparar cada vez más SA-7 en aviones RhAF que los atacaban. Sin embargo, debido al excelente entrenamiento de los pilotos de Rhodesia, muy pocos MANPADs se acercaron a sus objetivos, y la mayoría de los ataques realizados durante la próxima ofensiva de Rhodesia en Mozambique prácticamente no tuvieron oposición. La situación cambió completamente durante la última incursión de Rhodesian a gran escala, Operación Uric. Esto provocó ataques violentos de RhAF Hunters y Canberras contra objetivos en el área de Mapai, el 5 de septiembre de 1979, incluidas estaciones de radar FAM, emplazamientos de armas antiaéreas y almacenes: se produjeron daños inmensos en varias instalaciones utilizadas para apoyar las infiltraciones en Rhodesia. Sin embargo, esta operación también señaló el "principio del fin" para los rodesianos, por lo que no se consideró como un éxito, especialmente cuando los últimos comenzaron a sufrir pérdidas inaceptablemente altas. Un Alouette III de RhAF fue derribado ya en el primer día de la ofensiva, por un RPG-7, y un helicóptero de transporte Puma de la Fuerza Aérea Sudafricana involucrado en el apoyo a la operación de Rhodesia fue derribado al día siguiente, matando a 12.

Entre el 28 de septiembre y el 3 de octubre de 1979, Canberras y unos cazadores volaron una serie de ataques contra la enorme base en Chimoio, con unos 6.000 guerrilleros de ZANLA.

La Expansión de la RENAMO

Mientras que el estado de la insurgencia mozambiqueña en 1977 y 1978 estuvo dominado por los intereses de Rhodesia, y las fuerzas armadas de Rhodesia alcanzaron diferentes objetivos en el país casi a voluntad, surgieron otros grupos opositores, entre ellos el Partido Revolucionario de Mozambique (Partido Revolucionario de Mozambique). Mocambique, PRM), activa en las provincias de Niassa y Tete, mientras que elementos de la etnia Makonde lanzaron una rebelión en el norte. A principios de 1979, el gobierno de FRELIMO se vio obligado a admitir que tenía un grave problema de seguridad. Sin embargo, su mayor medida de seguridad resultó ineficaz, y los rebeldes se activaron en todo el país, principalmente en las provincias de Manica, Sofala, Zambezia y Tete.

La primera acción importante de RENAMO se llevó a cabo el 23 de marzo de 1979, en las afueras de Beira, con el apoyo del personal de seguridad de Rhodesia. En el mes siguiente fue saboteada la línea ferroviaria Tete-Mutarara. La FAM reaccionó con un ataque fallido contra la base rebelde principal en el Macizo de Gorongosa. Esto no impresionó a nadie, pero durante el resto del año la mayoría de los combates se concentraron en esta área, y alrededor de la ciudad de Macossa (que luego cayó en manos de los rebeldes), incluso si la insurgencia se extendió a las regiones de Beira, Tete. Chimoio, y Maputo.

En octubre de 1979, la FAM lanzó otro intento de destruir la base principal de RENAMO en Gorongosa Masif. En el transcurso de feroces batallas, el 18 de octubre, Matsangaisse fue asesinado, y cuatro días más tarde, la base tuvo que ser abandonada, después de que todos los no-mozambiqueños fueran trasladados en avión a Rhodesia, a pesar del esfuerzo de suministro masivo de RhAF. Los rebeldes reaccionaron con un ataque feroz contra Espungabera, en la frontera con Zimbabwe, a unos 150 km al SE de Chimoio, el 1 de diciembre, durante la cual se hizo evidente la antipatía de sus combatientes por el régimen en Maputo. Todos los funcionarios de FRELIMO y simpatizantes capturados fueron decapitados y sus cabezas empaladas en estacas; Todas las instalaciones e infraestructura del gobierno fueron destruidas.

Hasta 1980, la mayoría de los ataques de los insurgentes y los contactos con el fuego ocurrieron a través de las tierras altas de Manica y el Macizo de Gorongosa en el extremo sur de Malawi, los rebeldes atacaron infraestructura como ferrocarriles, puentes, centrales eléctricas y líneas eléctricas. Durante el año, el control del RENAMO pasó del CIO de Rhodesia a los servicios de inteligencia de Sudáfrica. Durante el período de toma de posesión, la FAM se impuso a los rebeldes durante algún tiempo, y en julio atacó el campamento de Montaña de Sitatonga, superándolo en el proceso. Nada menos que 272 rebeldes fueron declarados muertos y 300 capturados en lo que aparentemente fue una operación exitosa, a pesar de la pérdida de un avión observador FAPM de tipo desconocido a fuego en tierra, el 11 de octubre. Sin embargo, dentro del período más breve posible, los insurgentes se encontraban bajo la tutela y recuperación de Sudáfrica: la rápida regeneración de RENAMO fue apoyada por un esfuerzo a gran escala para entrenar a los insurgentes en el Transvaal oriental (bajo los auspicios del 5º Regimiento de Reconocimiento de Sudáfrica) Ejército), y manténgalos operativos dentro de Mozambique con la ayuda de una red de suministro considerable. Después del entrenamiento en Transvaal, los combatientes de RENAMO fueron llevados a la frontera en transportes y helicópteros SAAF, y luego se desplegaron en combate. Por lo tanto, hasta 1981, los rebeldes estaban recuperando la iniciativa.