Ejercicio operacional en Chubut
EA
La Compañía de Comunicaciones Mecanizada 9 realizó ejercicios tácticos y una sesión de tiro MOTE en la Guarnición Ejército Comodoro Rivadavia, empleando el Sistema de Comunicaciones e Informática Particular (SCIP).
Fuente: EA
El Regimiento de Infantería Mecanizada 24 desplegó sus medios en el ejercicio final "Tormenta Fueguina III", realizado en el campo de instrucción General Adalid, en Comandante Luis Piedrabuena.
Durante esta operación conjunta, se llevaron a cabo ejercicios tácticos en el terreno utilizando vehículos mecanizados, con el objetivo de fortalecer y evaluar las capacidades operativas de la Unidad.
Una de las zonas elegidas para los ejercicios fue la estación marítima de Puerto Deseado
Diario Crónica
El Ejército Argentino realiza importante despliegue en toda la región como parte de los ejercicios anuales
Puerto Deseado, (C).- En un esfuerzo por fortalecer la operatividad y logística de las Fuerzas Armadas, efectivos militares han llevado a cabo una serie de ejercicios en toda esta región, abarcando desde La Plata hasta Río Gallegos. El general de Brigada, Miguel Ángel Salguero, comandante de la Tercera División del Ejército, y el coronel Mayor Claudio Cervigni, al mando de IX Brigada Mecanizada 9, han estado al frente de estas actividades.
Durante su visita a Puerto Deseado, Salguero explicó que la intención de su recorrido es supervisar las distintas guarniciones y coordinar esfuerzos logísticos. “Estamos realizando una ejercitación programada, que se lleva a cabo simultáneamente en Santa Cruz, Chubut y Buenos Aires, con un enfoque particular en lugares clave para el planeamiento de la defensa”, señaló.
A lo largo de casi diez días, el general ha recorrido diversas guarniciones, iniciando su viaje en Santa Cruz y continuando hacia Chubut, donde ya visitó Comodoro Rivadavia. Las actividades de adiestramiento operacional se han realizado en varias localizaciones, incluyendo Bahía Solano, Sarmiento y Río Mayo.
En Puerto Deseado, los ejercicios han incluido operativos en la zona de Tellier y la estación marítima, donde se llevó a cabo un alistamiento del personal y de los vehículos de combate. Este ejercicio permitió a los soldados familiarizarse con el puerto y coordinar con las autoridades locales, como Prefectura Naval y la Armada Argentina, en un esfuerzo conjunto para facilitar operaciones marítimas futuras.
El coronel Mayor Cervigni enfatizó que la naturaleza del ejercicio es principalmente logística, evaluando la capacidad del muelle y la aptitud de los buques para operar en la zona. “Este tipo de entrenamiento es crucial para que los jefes de regimiento puedan planificar despliegues efectivos en caso de ser necesarios”, afirmó.
Los militares destacaron la importancia de estar preparados, especialmente en una región tan rica en recursos como la Patagonia. Recordaron también un ejercicio realizado hace mes y medio en Bahía Blanca, donde se integraron diferentes fuerzas armadas, sumando alrededor de 5000 efectivos en un despliegue que involucró buques, aviones y tropas de diversas provincias.
Con estos ejercicios Cervigni destacó que las Fuerzas Armadas buscan no solo preparar a sus efectivos, sino también establecer vínculos sólidos con otras agencias y garantizar una respuesta efectiva ante cualquier eventualidad en la vasta y rica región patagónica.
Fuente: Ejército Argentino
El Grupo de Artillería Blindado 9 desplegó dos baterías de tiro, una equipada con vehículos autopropulsados VCA Palmaria y la otra con piezas remolcadas de 155 mm CITER, para instrucción en el terreno.
En paralelo, se desarrolló el Curso de Coordinación de Apoyo de Fuego y de Observación Adelantada, a fin de sumar instrucción técnica a las ejercitaciones operacionales del Grupo.
Oficiales de la Fuerza integraron el planeamiento y comprobación en el terreno junto con miembros de la Brigada Mecanizada XI del Ejército Argentino.
Gaceta Marinera
Santa Cruz – Del 24 al 28 de octubre, oficiales pertenecientes a la Fuerza de Infantería de Marina Austral (FAIA) participaron en el planeamiento y posterior comprobación en el terreno de lo planificado conjuntamente con los oficiales pertenecientes a la Brigada XI «Brigadier General Juan Manuel de Rosas» del Ejército Argentino, en el marco del ejercicio “Tormenta Fueguina II”.
Dicha participación se dio por invitación del Comandante de la Brigada Mecanizada XI, Coronel Mayor Gustavo Adrián Sivori, como parte de la comprobación de planes vigentes y el fortalecimiento de las operaciones conjuntas entre las Fuerzas Armadas.
Durante la ejercitación, los participantes realizaron actividades conjuntas de planeamiento junto a los Jefes y Planas Mayores de los Regimientos de Infantería Mecanizado N° 24 y N° 35, el Regimiento de Caballería Blindado N° 11, el Batallón de Ingenieros Mecanizado N°11, el Grupo de Artillería Blindado N°11 y el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado N° 11; todos enfocados en la protección y defensa de los puntos estratégicos de la región.
En este contexto se buscó, además de entrenar la visión táctica, comprobando que las maniobras planificadas en la carta se correspondan con el terreno, promover la cohesión, cooperación y coordinación entre las unidades navales y terrestres.
La Armada Argentina expuso la complejidad de la planificación y ejecución de una operación de incursión anfibia sobre la playa La Mina, en cercanías de la ciudad de San Julián, desde el punto de vista de una Fuerza de Tareas Anfibias y la Fuerza de Desembarco.
Como uno de los aspectos a ver especialmente y dentro de los objetivos de la excursión, los oficiales fueron distribuidos e integrados en las Unidades del Ejército participantes, donde pudieron adquirir e intercambiar experiencias en el terreno.
Para la Fuerza de Infantería de Marina Austral, la ejercitación realizada con la Brigada Mecanizada XI del Ejército Argentino constituyó un hecho fundamental para mantener el vínculo de camaradería y profesionalismo ya existente, entre los miembros de ambas Fuerzas.
Disputa histórica: El conflicto territorial surgió a raíz de un estudio aerofotogramétrico realizado en 1947 por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, el cual reveló la presencia del cordón Mariano Moreno (descubierto en 1915) y trazó un mapa siguiendo la divisoria continental de aguas. Este estudio confirmó que el área pertenecía a la vertiente atlántica, ya que las aguas fluían hacia el río de las Vueltas, que desembocaba en el lago Viedma y de ahí al océano Atlántico.
A finales de 1949, la Gendarmería Argentina notificó a los colonos chilenos que habitaban la cuenca de la laguna que debían regularizar su situación ante el Estado argentino, indicándoles que se dirigieran a Río Gallegos para ello.
En 1953, el Instituto Geográfico Militar de Chile publicó un mapa provisional que, por primera vez, ubicaba la laguna del Desierto en territorio argentino. Este cambio se basaba en el estudio estadounidense de 1947, alineando el límite con la divisoria continental de aguas. Hasta entonces, los mapas chilenos seguían los criterios del laudo arbitral previo. Sin embargo, en 1956, Chile retiró ese mapa y en 1958 emitió una nueva versión que movía ligeramente el límite más al este, respecto a la posición de 1953.
Por su parte, Argentina siguió utilizando el mapa del demarcador británico hasta 1969, sin representar la existencia de la laguna. A partir de ese año, adoptó el mapa elaborado por los estadounidenses en 1947, el cual coincidía con el límite chileno de 1953.
Aumento de las tensiones: A principios de la década de 1960, ambos países habían aumentado su presencia en el área en disputa. Argentina estableció un puesto de Gendarmería cerca del Lago del Desierto, mientras que Chile realizó patrullas en la región.
Versión chilena
El incidente en Laguna del Desierto en octubre de 1965 comenzó cuando un colono chileno, Domingo Sepúlveda, informó a los Carabineros de Chile sobre la presencia de gendarmes argentinos en su casa, quienes lo habían amenazado y exigido que se presentara ante las autoridades argentinas por estar en territorio disputado. Esto llevó a una respuesta por parte del Prefecto de Coyhaique, quien junto a un grupo de carabineros, se trasladó a la zona en conflicto para investigar.
Sr. Sepúlveda, chileno ilegal que inició el incidente. Sus hijos todavía habitan suelo argentino.
Pese a la cautela de las fuerzas chilenas, la situación escaló cuando la prensa argentina acusó a los carabineros de haber invadido suelo argentino, provocando una reacción patriótica en Argentina. La tensión aumentó con incidentes como la captura y tiroteo contra el teniente chileno Manríquez y la muerte de Merino Correa. En paralelo, se produjo un incidente similar en el valle de California, lo que motivó una protesta diplomática de Chile.
A pesar de las tensiones, los presidentes de Chile y Argentina, Eduardo Frei Montalva y Arturo Illia, se reunieron en Mendoza el 30 de octubre de 1965, donde acordaron continuar con la comisión mixta para resolver las disputas fronterizas en un plazo de cinco años y discutir un arbitraje internacional para el problema del Canal Beagle, aunque este último acuerdo no se concretó. (Diario de Puerto Montt)
Existen otras versiones, típicamente manipuladas por fuentes chilenas, en las que aducen como versión argentina a dichos inventados por otras fuentes también de origen chileno (por ejemplo, Wikipedia). Al final de esta nota se encuentra el video con los protagonistas de la familia Sepúlveda, que todavía no entiendo por qué los dejaron seguir habitando suelo argentino, donde comentan como testigos presenciales el número de carabineros que fueron movilizados al lugar. El primer grupo eran 18 carabineros y luego 11 fueron llamados a retirarse por sus jefes quedando 7 en el retén. La versión de testigos presenciales es la que se tomará por válida, como corresponde a cualquier proceso de recolección de información (ver video debajo).
Patrulla Chilena: En noviembre de 1965, una patrulla de Carabineros de Chile compuesta por 18 miembros ingresó al área en disputa cerca del Lago del Desierto. Su misión era afirmar la soberanía chilena sobre la región. Al poco tiempo reciben órdenes de replegarse la mayoría y quedan siete oficiales en el puesto Punta Norte del Lago.
Respuesta argentina: Los gendarmes argentinos en un número de poco más de 30 miembros se enfrentaron a la patrulla chilena, lo que resultó en un tenso enfrentamiento. Las tropas partieron desde ciudad de Buenos Aires en vuelo directo a la región donde desembarcaron a poco más de 30 km, caminando la distancia a pie y caballo. Se acercaron sigilosamente al retén. Los que inician el fuego son los chilenos antes el grito a viva voz de que se encontraban en territorio argentino. Ambos bandos estaban fuertemente armados y no estaban dispuestos a dar marcha atrás, al principio.
Choque: La situación se intensificó cuando estallaron los disparos. Durante la escaramuza, un carabinero chileno, el teniente Hernán Merino Correa, murió y varios otros fueron capturados y detenidos por las fuerzas argentinas con uno huyendo a todo galope. Este incidente marcó el pico del conflicto y provocó importantes tensiones diplomáticas entre las dos naciones.
Los reclamos y protestas diplomáticas no se dejarían de escuchar, presumiéndose el aprestamiento de 500 carabineros chilenos del otro lado de la frontera, mientras que se dispone el envío de efectivos de la Gendarmería Nacional hacia Río Gallegos, que culminaría con ese fatídico sábado 6 de noviembre.
“Entréguense porque están rodeados. Esto es Gendarmería Nacional y están en Territorio Argentino”, grita con fuerza a los carabineros chilenos el alférez Luis Quijano, un correntino que había elegido la Gendarmería como carrera y modo de vida.
La respuesta fue una descarga de fusil FAL por parte del teniente Hernán Merino Correa que motivó la inmediata reacción de los gendarmes argentinos. Miguel de los Santos Garcilazco de 77 años quien entonces era gendarme y participó del enfrentamiento, recuerda vívidamente los acontecimientos, al ser entrevistado en vivo por “Ahora Calafate”.
“Llegamos a Río Gallegos, transbordando en forma inmediata a otro avión con destino a la Estancia San José. Atravesamos el Río de Las Vueltas en una Moto niveladora con todo el equipo hasta la Estancia La Florida y desde allí a pie hasta el Puesto Arbilla.
Todo se realizó perfectamente sincronizado. Avanzamos en tres grupos de 12 hombres y un francotirador. Uno de estos auxiliares, a 70 metros observó mediante larga vista al Teniente de Carabineros que era el único que se encontraba parado dándonos la espalda. Ellos estaban confiadísimos habiendo dispuesto un nido de ametralladora. Entonces Quijano les grita que están en territorio argentino, que se entreguen porque están rodeados”.
Merino gira disparando el FAL, que por fortuna no estaba en ametralladora sino lo cortaba en dos a Quijano. Inmediatamente como respuesta recibe de tres a cuatro impactos, dos de ellos de FAL. El golpe de las balas es fortísimo y al recibir los disparos al unísono voló de tres a cuatro metros hacia atrás.” Este testigo contempló la reacción del teniente, los impactos recibidos y su caída con nitidez dado que observó toda la escena a través de su catalejo.
El oficial chileno muerto
“Manrique fue herido cuando corrió a tomar la ametralladora y uno de los carabineros que se encontraba más alejado montó a caballo y escapó. Luego nos acercamos los 30 eliminando cualquier posibilidad de reacción.”
Tanto el testimonio de Garcilazco, como el del comandante principal Quijano son fundamentales a la hora de recordar lo acontecido. También se destaca el testimonio de Néstor Alberto Baró que en ese entonces con solo dieciocho años se encontraba a cargo de las comunicaciones, relatando paso a paso la operación al comando que se encontraba expectante en la Estancia La Florida, ratificando los dichos del Alférez Quijano. Asimismo, integró el grupo de avanzada para la recuperación de toda la zona hasta el límite internacional.
Los efectivos chilenos fueron conducidos a Río Gallegos en calidad de prisioneros, junto al sargento Manríquez que se encontraba herido y el cadáver del teniente Merino Correa. Aquí permanecieron hasta el lunes 8 de noviembre, día en que fueron entregados a las autoridades chilenas. (Ahora Calafate, Diario Castellanos)
El 06 de Noviembre de 1965, sucumbió en defensa de nuestra soberanía el Teniente de Carabineros Hernán Merino Correa, quien fue asesinado por efectivos de la Gendarmería Argentina, mientras cumplía una misión de soberanía en el sector de Laguna del Desierto, Región de Aisén. Misión que fue asignada en respuesta a una denuncia realizada por un colono chileno, quien había sido conminado por gendarmería argentina para aclarar la inscripción de su propiedad ante las autoridades trasandinas, siendo que esta se encontraba en territorio chileno. Exigencias y presiones que tenían por finalidad que nuestros colonos hicieran abandono de sus tierras, para poner término a la presencia de chilenos en el sector.Las diferencias son infantiles, completamente exageradas en las cifras: disminuye el número de chilenos de 7 a 5 y aumenta el número de argentinos de 36/7 a 90 (¡otros sitios araucanos llegan a 100!). Ahora los carabineros dicen que no querían abrir fuego. Por esta versión, el muerto chileno ha sido un blanco azaroso del encuentro pese a que, según el mismo relato, iba armado con un fusil detrás de un oficial que decía que no quería abrir fuego. Asimismo, los argentinos dispararon "a todo el grupo". De haber sido así, las bajas debieron haber sido muchas más. Ya dedicaremos un artículo completo a estas incongruencias chilenas.
Esta fue la razón principal por la cual fue enviada a la zona una patrulla de cinco carabineros, al mando del Mayor de Carabineros Miguel Torres; quienes cumpliendo con su misión institucional de defender nuestra soberanía se hicieron presentes en el lugar, en el cual instalaron una avanzada e izaron nuestro pabellón nacional. De forma permanente la avanzada chilena fue sobrevolada por aviones argentinos, lo que mantenía en permanente atentos al personal de Carabineros.
La alerta finalmente llego, cuando dos niños –hijos de colonos- informaron a Carabineros que habían visto agazapados en el bosque a efectivos argentinos que se acercaban lentamente al lugar. La unidad argentina estaba compuesta por alrededor de 90 efectivos, lo que dejaba una proporción de 18 a 1 en desmedro de la patrulla chilena.
Ante esta alerta, el Mayor Torres se internó en el bosque y a viva voz pidió hablar con el oficial argentino a cargo, indicándoles que no tenían intención de enfrentarse con ellos, a fin de buscar una salida pacífica a la situación. Al no recibir respuesta, el Mayor Torres siguió avanzando y en ese momento se le unieron el Sargento Manriquez y Teniente Merino, quien empuñando su fusil le dijo a Torres “Yo lo apoyo mi Mayor” y se puso detrás de él.
El Sargento Manriquez le gritó a los argentinos que podían salir, a fin de conversar, ya que ellos no tenían intención de disparar. Al momento de terminar con sus palabras, se escuchó una ráfaga de fusil, que rompió con el tenso silencio, la cual dio directo en el pecho del Teniente Merino. A continuación los argentinos comenzaron a disparar en grupo, con la finalidad de dar de baja en forma definitiva al personal de Carabineros. Los tiros alcanzaron al Sargento Manriquez, quien cayó herido. Mientras tanto el Teniente Merino agonizaba y moría minutos después. (FDRA-Historia)
Control del Territorio: La Gendarmería Argentina (GNA), al momento del incidente, se realizó en 48 horas un enorme esfuerzo para desplegar tropas desde su asentamiento en Buenos Aires en transporte multimodal (dos tipos de aviones, camiones, caballos, a pie) sin detenciones hasta la zona de conflicto para acceder a la zona en conflicto en la zona del Lago del Desierto. Con el claro objetivo de restablecer la soberanía argentina en una región en disputa, al detectar la presencia de una patrulla de Carabineros de Chile en el área, realizó reconocimientos adecuados para realizar un acercamiento a las fuerzas invasoras completamente indetectados. Considerando que la presencia chilena violaba el control argentino sobre esa zona, se realizó una acción directa para detener este proceso. Esto muestra una disposición a mantener la presencia activa y el control del territorio por parte de la Gendarmería, incluso frente a la incertidumbre de la delimitación fronteriza.
Respuesta en situación de confrontación: Durante el encuentro, se produjo un tiroteo entre ambos grupos, que resultó en la muerte de un carabinero chileno y la captura de otros. La respuesta de la Gendarmería se caracterizó por ser rápida y firme, lo cual puede ser interpretado como una muestra de determinación para enfrentar la presencia de fuerzas chilenas en lo que consideraban territorio argentino. Por otra parte, el uso de la fuerza fue en respuesta a una agresión de las fuerzas invasoras, lo que legitima aún más la conducta de GNA.
Disciplina y cumplimiento de órdenes: El accionar de la Gendarmería durante el incidente fue acorde con las directrices de mantener el control y la soberanía en áreas disputadas, reflejando una actitud disciplinada ante una situación de confrontación. Los gendarmes actuaron conforme a las órdenes de patrullaje y defensa del territorio, cumpliendo su rol de primera línea en la protección de las fronteras, lo cual era especialmente relevante en una época en la que las disputas limítrofes entre Argentina y Chile estaban latentes. Es de destacar el enorme esfuerzo realizado, la gran profesionalidad de su accionar y el resultado completamente ventajoso para los intereses de Argentina.
Resultado estratégico: El incidente del Lago del Desierto fue utilizado por Argentina como un argumento para reafirmar su posición sobre la soberanía de la zona, lo cual implicó un componente estratégico importante. La acción de la Gendarmería, al capturar a los carabineros y llevarlos a territorio argentino, reforzó momentáneamente la presencia argentina en la región y sirvió como una herramienta de presión en las negociaciones diplomáticas posteriores. Por otra parte, fue tomar el toro por las astas de un asunto que planteaba desarrollar una acción de hecho consumado, es decir tomar un territorio, para luego sentarse a negociar con ese territorio bajo ocupación. A largo plazo, la firmeza demostrada en el incidente fue valorada como un acto de defensa de la soberanía nacional por parte de la Argentina.
El desempeño de la Gendarmería Argentina en el incidente del Lago del Desierto puede ser evaluado como una actuación decidida y firme en la defensa del territorio considerado argentino. Su respuesta rápida y su disposición para enfrentar una patrulla extranjera en una zona disputada reflejaron un compromiso con las funciones de patrullaje y control fronterizo. Sin embargo, la decisión de recurrir al enfrentamiento armado implicó un riesgo de escalada diplomática, lo cual subraya las dificultades de actuar en zonas limítrofes sensibles. A pesar de las consecuencias negativas a nivel diplomático, la Gendarmería cumplió su rol de forma efectiva desde una perspectiva de control territorial y reafirmación de la soberanía.
Aquí tienes dos incidentes fronterizos en Sudamérica que involucran enfrentamientos armados entre guardias fronterizos y que resultaron en bajas:
Incidente entre Perú y Ecuador (1995) – Durante la Guerra del Cenepa, un conflicto armado entre Perú y Ecuador en la región fronteriza de la Cordillera del Cóndor. Las tensiones por la delimitación de la frontera entre ambos países resultaron en varios enfrentamientos armados. Las tropas fronterizas se enfrentaron en múltiples ocasiones, lo que provocó bajas en ambos bandos. Este conflicto se resolvió oficialmente en 1998 con la firma del Acuerdo de Paz de Brasilia.
Incidente entre Colombia y Venezuela (2009) – En agosto de 2009, se registró un enfrentamiento entre fuerzas armadas de Colombia y Venezuela cerca de la frontera, en la región de La Guajira. Según informes, guardias venezolanos abrieron fuego contra un puesto colombiano, lo que resultó en la muerte de al menos dos soldados venezolanos y varios heridos. Este incidente elevó las tensiones diplomáticas entre ambos países.
Estos eventos subrayan cómo las tensiones en las fronteras pueden llevar a enfrentamientos armados, incluso en tiempos de relativa paz.
Señor Arbilla: Propietario de la Estancia "La Florida" - usurpada por ciudadanos chilenos primero y tropas del mismo origen después.
El operativo se inicia apenas enterados en Buenos Aires de la presencia extranjera en esa región de la Patagonia. Las tropas del Destacamento N°1 "Buenos Aires" es despachado desde el Aeropuerto Militar de "El Palomar" en diversos DC-3 de transporte a Río Gallegos. Desde allí, aviones más pequeños los trasladaron a la Estancia "La Florida", a unos 30km del lugar del conflicto. Aquí inicia la galería fotográfica del evento.
4 de noviembre de 1965. El comandante Sr. Marcelo Durval Barquet presenta la Fuerza de Tareas al Comandante Poggio acompañado al Primer Alférez Pierre.
El Jefe del Destacamento N°1 arenga a la tropa que viajará al sur argentina en la "Operación Laguna del Desierto" en defensa del territorio nacional.
Comienza el embarque en camiones del Ejército Argentino con rumbo al Aeropuerto Militar de "El Palomar"
Noten el casco suizo de las tropas de GNA.
Yo, acompañado de un Suboficial conductor de los camiones del Ejército nos embarcamos. Bajo mi brazo: mi bandera.
01 Noviembre 1965: Continúa el embarque del primer contingente
01 Noviembre 1965: Comandante Mayor Poggio, Comandante Prefecto González y Primer Alférez Pierre. Los pilotos marchas sus aeronaves. El Coronel Tomás Sánchez de Bustamante saludó al personal embarcado.
01 Noviembre 1965: Terminó el primer embarque. El
Coronel Tomás Sánchez de Bustamante, el Primer Alférez Pierre, Comandante Prefecto
González y el Comandante Mayor Poggio observan el despegue del primer contingente.
Los días 2, 3 y 4 se continuó el embarque de material de guerra y víveres con destino al sur argentino.
Recorrido de los vuelos hacia la zona del conflicto
Cuando llegaron camiones del Ejército, se trasladó todo el material de guerra y víveres desde la Estancia Canigó.
Así cruzaban los camiones el Río de la Vuelta.
04 Noviembre 1965_ Un gendarme adelantado en avanzada regresado informando haber detectado a Carabineros dentro del territorio - Estancia La Florida
La aparición de un baqueano fue oportuna para recorrer los primeros caminos.
06 Noviembre 1965. Se comienza a preparar el avance hacia la zona de operaciones
El cruce del Río de la Vuelta o Eléctrico, constituía un verdadero calvario porque zigzagueaba por todo el valle.
El avance a la zona de operaciones se hacía dificultosa.
Trayecto desde Río Gallegos a Estancia "La Florida"
El primer aterrizaje en la Estancia "La Florida", en una rudimentaria pista reacondicionada por Ejército. A la izquierda Alférez Quijano.
06 Noviembre 1965. Alférez Quijano, periodista Landívar de la Revista Gente y el personal que integraba la avanzada, a las afueras de la laguna "El Cóndor".
Desplazamiento desde la Estancia "La Florida" hasta la zona del conflicto.
El Alférez Eduardo Martín avanza en proximidades de los Carabineros
El personal toma posiciones sobre el objetivo ocupado por Carabineros de Chile.
El sargento segundo Miguel Manrique Contreras yace herido.
El Suboficial Primero San Martín lee el cartel colocado por Carabineros. El cartel reza: "Carabineros de Chile
Retén Lago O'Higgins
Avanzada L. Desierto"
Lugar donde se guarecían los Carabinas, detrás de la casilla
Parte interior de la casilla. Alojamiento del Teniente y el Mayor.
Otro de los lugares donde dormían los Carabineros
Conforme lo acordado por los gobiernos, no habría Carabineros en la zona. En la mesa de la cocina quedaron más de 15 masas de pan. Nunca pensaron en abandonar la zona.
El Mayor Torres Fernández, abrumado, no cesaba de fumar.