Mostrando las entradas con la etiqueta SSN. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta SSN. Mostrar todas las entradas

sábado, 18 de octubre de 2025

Producción naval: La construcción del SSN multipropósito clase Virgina Block V

Construcción de submarinos nucleares multipropósito Virginia Block V

 

Aspecto del diseño del submarino de clase Virginia


Desde finales de los noventa, empresas estadounidenses han construido submarinos nucleares multipropósito del proyecto Virginia. A medida que avanzaba la construcción, el proyecto original se revisó varias veces y nuevas versiones de los submarinos entraron en producción. Recientemente, comenzó la construcción de los primeros buques de la siguiente modificación, el Bloque V. Se espera que entren en servicio en la segunda mitad de la década actual y tengan un impacto positivo en la capacidad de ataque de la Armada.

Nueva modificación

Recordemos que el submarino nuclear líder del proyecto Virginia se puso en quilla en septiembre de 1999 y se puso en servicio en octubre de 2004. Hasta la fecha, los astilleros estadounidenses han fabricado y entregado al cliente otros 22 submarinos de este tipo.

Los submarinos Virginia se construyeron según diferentes versiones del proyecto, designadas como "bloques" con números del 1 al 4. El actual es el Bloque IV. Desde 2020 hasta la fecha, la Armada ha recibido cinco submarinos de esta serie. Se espera la entrega del sexto en los próximos meses, y en pocos años el número de submarinos de este tipo se incrementará a 10.

A principios de la década de 2010, la Armada comenzó a desarrollar una nueva versión del proyecto Virginia, denominada Bloque V. Este proyecto pretendía mejorar el diseño y las características básicas del submarino. También se pretendía mejorar el sistema de armas y aumentar el número de misiles a bordo.

La aparición de la nueva variante Virginia estuvo directamente relacionada con los planes de la Armada para otros submarinos. Así, en la década de 154, cuatro submarinos nucleares estratégicos de la clase Ohio se modernizaron, durante la cual perdieron sus misiles Trident. Se instalaron nuevos lanzadores para 15 misiles de crucero Tomahawk en los silos vacíos. A pesar de su número limitado, la modernización del Ohio afectó significativamente el potencial de ataque no nuclear de las fuerzas submarinas de la Armada.


Puesta en servicio del USS Oklahoma (SSN-803), agosto de 2023

Según los planes del Pentágono, cuatro submarinos de la clase Ohio con misiles Tomahawk serán dados de baja para finales de la década de 1920. Se propuso crear una versión mejorada del submarino de la clase Virginia con mayor capacidad de munición para reemplazarlos. Se espera que el abandono de los submarinos antiguos y el inicio de la operación de los nuevos permitan evitar una brecha significativa en la capacidad de ataque.

Planos de construcción

El trabajo de diseño del proyecto Virginia Block V se completó a mediados de 2017. Poco después, el 2 de diciembre, el Pentágono firmó dos contratos a la vez para la construcción de los primeros submarinos de la nueva modificación. Huntington Ingalls Industries Newport News Shipbuilding y General Dynamics Electric Boat iban a construir los submarinos USS Oklahoma (SSN-802) y USS Arizona (SSN-803), respectivamente.

Exactamente dos años después, se firmaron dos contratos más para los siguientes cuatro cascos. Tres de ellos serán construidos por HII Newport News: estos serán los submarinos USS Barb (SSN-804), USS Wahoo (SSN-806) y USS Silversides (SSN-807). Hasta ahora, a GDEB se le ha confiado la construcción de un solo submarino, el USS Tang (SSN-805).

Debido a la carga de trabajo de otros pedidos, así como a la pandemia y la cuarentena de 2020, los preparativos para la construcción de nuevos submarinos se retrasaron. El primer buque de la nueva serie, el Arizona, se puso en quilla en el astillero GDEB el 7 de diciembre de 2022. Unos meses después, el 2 de agosto de 2023, se puso en quilla el Oklahoma en el astillero HII de Newport News, y el 17 de agosto se inició la construcción del submarino Teng.

A principios de la década pasada, se supo que el Pentágono planeaba construir 12 submarinos nucleares de nuevo modelo. Ya se han firmado contratos para seis de ellos. Tres buques se están construyendo desde 2022-23 y estarán listos en la segunda mitad de la década actual. También están en marcha los preparativos para la construcción de los tres siguientes, cuya entrega está prevista para la década de 1930.


Diagrama de la sección del casco con lanzadores adicionales

Los seis submarinos restantes aún se encuentran en la fase de preparación del contrato. Se espera que se encarguen en los próximos años, pero la construcción no comenzará hasta finales de la década. Incluso sin problemas ni dificultades, la serie completa no estará terminada hasta mediados de los años treinta o después.

Objetivos del proyecto

El Pentágono y los contratistas ya han revelado las principales características del proyecto Virginia Bloque V. A diferencia de versiones anteriores de la modernización del Virginia, esta implica no solo la sustitución del equipo, sino también una reconstrucción significativa de toda la estructura. En general, se están rediseñando tanto el casco como su contenido.

El nuevo proyecto contempla la instalación de diversos medios y sistemas, lo que requirió un aumento del casco. Una sección adicional, ubicada en el centro del casco, aumenta su eslora de 115 a 140 m. Al mismo tiempo, el desplazamiento del buque también aumenta, de 7900 a 10400 toneladas.

Hasta donde se sabe, la planta motriz y los sistemas generales del submarino modernizado pueden mejorarse, pero no sufrirán cambios radicales. Gracias a esto, las principales características operativas y técnicas se mantendrán al mismo nivel.

La sección adicional del casco alberga cuatro lanzadores del Módulo de Carga Útil Virginia. El VPM se desarrolló basándose en la experiencia adquirida en la modernización de los submarinos de la clase Ohio. Es similar a los lanzadores Ohio y tiene características similares. El dispositivo, con un diámetro aproximado de 2,2 m, alberga siete celdas verticales para los contenedores de transporte y lanzamiento de misiles Tomahawk. Los nuevos lanzadores aumentan así la carga total de munición del submarino Virginia en 28 misiles de crucero.


Disposición del submarino Virginia Block V

Si bien incorpora una nueva sección con lanzadores, los submarinos conservan el armamento estándar de las modificaciones anteriores. La parte delantera del casco conserva un lanzador vertical para 12 misiles. También cuenta con cuatro tubos lanzatorpedos de 533 mm. Estos se utilizan para disparar diversos tipos de torpedos, así como para lanzar misiles UGM-84 Harpoon.

Potencial de impacto

La Armada planea reemplazar gradualmente los submarinos de otras clases a medida que se retiran, incluyendo el Ohio, una versión multimisión del submarino. La información disponible proporciona una idea de cómo los nuevos buques impactarán las capacidades generales de ataque de la fuerza submarina.

En primer lugar, los nuevos submarinos Virginia reemplazarán a los antiguos buques de la clase Los Ángeles. Los submarinos de estos proyectos llevan 12 misiles de crucero Tomahawk. Por consiguiente, existe la oportunidad de reemplazar los submarinos por igual y mantener el número total de armas de misiles desplegadas. Sin embargo, esta oportunidad solo se podrá materializar si cada buque dado de baja recibe un reemplazo.

Los cuatro submarinos de la clase Ohio que están a punto de retirarse llevan un total de 616 misiles Tomahawk. Los 12 nuevos submarinos Virginia Bloque V recibirán 28 misiles adicionales cada uno, para un total de 336. Esto conlleva ciertos riesgos. La Armada retirará submarinos con muchos misiles mucho antes de que estén disponibles reemplazos con menos armas.


Uso de armas de misiles

Ya se sabe que la construcción de los Virginias no se detendrá con la serie Bloque 5. Se están realizando trabajos preliminares en la siguiente versión de este proyecto. Aún se desconocen sus detalles, pero se puede suponer que el Bloque VI conservará los lanzadores VPM y una mayor carga de munición.

La construcción de 10 a 12 submarinos de este tipo permitirá que la dotación total de combate de las fuerzas submarinas vuelva a su nivel anterior. Sin embargo, el Ohio será dado de baja en los próximos años, y los Virginias de la futura sexta serie no entrarán en servicio antes de finales de la década de 1930. Esto significa que la dotación total de combate de las fuerzas submarinas se reducirá durante muchos años, y con ella, su capacidad de ataque.

Planes y realidad

Así, Estados Unidos continúa construyendo submarinos multipropósito del actual proyecto Virginia y los moderniza periódicamente para mejorar sus características técnicas y capacidad de combate. Recientemente, comenzó la construcción de los primeros buques de la nueva serie Bloque V, que entrarán en servicio en unos años.

Sin embargo, la construcción de nuevos submarinos no resolverá todos los problemas apremiantes. En un futuro próximo, la Armada estadounidense se enfrentará al problema de reducir el número de portamisiles de crucero y su munición total. Aún no está claro cómo se resolverá este problema, pero es evidente que los submarinos Virginia Bloque V desempeñarán un papel fundamental en este asunto.

sábado, 9 de agosto de 2025

Ucronías Argentinas: ¿Y si los planes de adquisiciones pre-Malvinas se hubiesen mantenido en democracia?


¿Los Mirage 2000 hubiesen reemplazado a los Mirage III/Dagger/Finger?

¿Y si Argentina no hubiera frenado su rearme? Un análisis contrafáctico sobre las Fuerzas Armadas 1983–2025


Cuando el 14 de junio de 1982 el general Mario Benjamín Menéndez firmó la rendición argentina en Puerto Argentino, culminaba no solo la Guerra de Malvinas sino una etapa entera en la historia militar del país. Para muchos, esa derrota marcó un punto de inflexión definitivo. Lo que siguió fue la desarticulación de una política de defensa ambiciosa, un retroceso estratégico y la progresiva pérdida de capacidades militares. Pero ¿qué habría pasado si Argentina hubiese seguido el rumbo que venía trazando hasta ese momento? ¿Cómo serían hoy sus Fuerzas Armadas si la política de adquisiciones militares de los años setenta y principios de los ochenta no se hubiese interrumpido? 

Una ucronía es una narración o hipótesis histórica alternativa que imagina cómo habría sido la historia si un hecho real hubiese ocurrido de manera distinta o no hubiese ocurrido. Si digo "ucronías argentinas", lo primero que viene a la cabeza son escenarios ficticios de historia alternativa en los que algún hecho clave de la historia argentina ocurre de otra manera y cambia el curso de los acontecimientos. Ya hemos trabajado en este blog muchos escenarios ucrónicos, sobre todo asociados a la crisis del Beagle (haga clic en 12345... entre otros). Quedan muchos más por analizar pero hoy nos enfocaremos en añadir racionalidad a un período larguísimo de la historia argentina reciente que no la tuvo.

Este ejercicio contrafáctico propone una hipótesis alternativa: un país que, tras la recuperación democrática, opta por continuar y profundizar su proceso de modernización militar, no como instrumento de agresión, sino como pilar de disuasión regional, soberanía tecnológica y autonomía estratégica. Para explorar esa posibilidad, es necesario retroceder al momento previo a la guerra y comprender qué tipo de arquitectura militar estaba gestándose.

 

La Argentina que se armaba: visión y planificación hasta 1982

Durante la década de 1970 y los primeros años de la siguiente, la Argentina trazó un proyecto de modernización militar que combinaba adquisiciones de tecnología extranjera de punta con un incipiente desarrollo nacional. Se trataba de una política que, aunque encuadrada dentro de un régimen autoritario, respondía a una visión geopolítica más amplia, compartida por diversas líneas internas de las Fuerzas Armadas y parte del espectro político. En el contexto de la Guerra Fría, y bajo la doctrina de defensa nacional autónoma, el país aspiraba a convertirse en una potencia militar regional con proyección atlántica. 


Daggers argentinos, el núcleo de la defensa aérea por 30 años

En la Fuerza Aérea, se adquirieron cazas Mirage III y Dagger, se diseñó el IA-63 Pampa como entrenador jet y plataforma liviana de ataque, y se contemplaba la compra del Mirage 2000, un avión de cuarta generación que habría convertido a la aviación argentina en una de las más modernas del hemisferio sur.

En la Armada, el eje era la incorporación de destructores MEKO 360 y corbetas MEKO 140 —ambos de origen alemán—, junto con un ambicioso plan submarino. Este preveía la construcción de seis submarinos TR-1700, dos en Alemania y cuatro en el astillero Domecq García de Buenos Aires, con la intención de desarrollar posteriormente una versión nuclear. La existencia del portaaviones ARA 25 de Mayo completaba una doctrina de proyección naval oceánica, inédita en la región.

El Ejército, por su parte, modernizaba su parque blindado con el Tanque Argentino Mediano (TAM), desarrollado junto a Alemania y fabricado en la planta TAMSE, acompañado de sus vehículos complementarios: el VCTP, el VCA 155 de artillería autopropulsada y unidades logísticas blindadas. El objetivo era construir una fuerza mecanizada versátil, equipada cada vez con más componentes nacionales.

Era una política de defensa integrada, sostenida por una incipiente base industrial y tecnológica, con empresas como CITEFA, INVAP, Astilleros Río Santiago, Domecq García y Fábrica Militar de Aviones. Malvinas interrumpió este proceso. Pero si no lo hubiese hecho, ¿cuál sería el resultado?

 

1983–1990: Consolidación democrática y rearme progresivo

Imaginemos un escenario donde el gobierno de Raúl Alfonsín decide no desmontar el aparato de defensa, sino someterlo a control civil democrático y convertirlo en una herramienta de soberanía moderna. Se reconfigura la doctrina militar hacia un enfoque defensivo, se castiga la represión ilegal, pero se mantiene el plan de reequipamiento.

Los submarinos TR-1700 se terminan según el cronograma original: dos llegan desde Alemania (como en la realidad), y los otros cuatro son completados en el astillero nacional entre 1987 y 1992. Esto convierte a la Armada en la única de América Latina con una flota oceánica moderna y capacidad disuasiva submarina extendida.

Paralelamente, se concreta la adquisición de 36 Mirage 2000, que comienzan a llegar en 1987, reemplazando progresivamente a los Mirage III y Dagger. La Fábrica Militar de Aviones inicia una línea de producción mejorada del IA-63 Pampa, con aviónica modernizada y versiones artilladas para apoyo cercano. 


Imaginando un IA-63 Pampa NG, armado con radar y lanzamisiles en las alas

El Ejército continúa fabricando el TAM y sus derivados, completando más de 500 unidades hacia 1990. Se inician además procesos de mejora electrónica, sensores nocturnos y enlace digital. La doctrina de brigadas blindadas se actualiza bajo normas OTAN, con ejercicios binacionales regulares junto a Chile y Brasil.

 

1990–2001: Profesionalización y liderazgo regional

Durante la década de los noventa, en este escenario contrafáctico, la Argentina adopta una política de profesionalización militar sin renunciar a su capacidad operativa. El gobierno de Carlos Menem, en lugar de reducir el presupuesto de defensa, lo racionaliza. Se introduce una carrera militar universitaria y se vinculan institutos de investigación militar con universidades nacionales. 

Para los años 90s debido a la experiencia de Malvinas se haría clara la necesidad de contar con un avión AWACS tanto para la FAA como para las operaciones del COAN. La necesidad ya se había presentado en 1985 cuando hubo sugerencias de intercambiar los dos DDG Tipo 42 de la ARA (ARA Santísima Trinidad y ARA Hércules) por un avión AWACS E-4 de Arabia Saudita. Obviamente el trueque nunca hubiese sido autorizado por el Congreso de Estados Unidos pero si presentaba la primera evidencia que era necesaria esa plataforma para nuestras fuerzas armadas. En los 90s, cambiado el escenario internacional, con las relaciones carnales de la administración Menem y el estado de socio extra-OTAN, esta necesidad, ahora sí, podría haberse negociado con el mismo país en la forma de los E-2C Hawkeye. Aviones altamente versátiles que podrían haber cumplido inicialmente de manera más que aceptable ese rol en el contexto de nuestro país.



La industria de defensa comienza a exportar: el TAM y el VCTP se podría haber vendido a países de África y Asia, el Pampa pudo tranquilamente haber encontrado mercados en Centroamérica, y piezas electrónicas desarrolladas por INVAP se integran a sistemas de vigilancia aérea y misiles de países socios. Esto permite sostener la inversión sin depender exclusivamente del presupuesto nacional. TAMSE inicia también la modernización y generación de capacidades largamente esperadas como los vehículos de defensa aérea (SPAAG), MRLS y obuses autopropulsados (TAM VCA) todos basados en la célula TAM, para gestionar distintas capacidades de ataque y defensa de los regimientos de caballería de tanques. También se modificarían los excedentes de M113 como SPAAG al estilo de los actuales Korkut turcos (foto abajo) así como la estandarización de la torreta blindada de 20mm (Torblin).



En paralelo, se mantienen las inversiones estratégicas: se inicia el desarrollo del primer reactor nuclear naval argentino, pensado como etapa previa al primer submarino nuclear. Se modernizan los MEKO 360 con sistemas AEGIS ligeros y misiles de crucero de medio alcance.

La Fuerza Aérea comienza a evaluar reemplazos para el Mirage 2000 con miras a 2010. Un camino que se analiza es adquirir el AMD Rafale debido a la gran confianza en los sistemas franceses, aunque las limitaciones presupuestarias post-1998 hacen más viable una asociación regional con Brasil para desarrollar un avión de combate sudamericano (posiblemente derivado del Gripen sueco).

 

2001–2010: Crisis y resistencia estratégica

La crisis económica de 2001 golpea duramente al país. Sin embargo, en esta línea contrafáctica, el Estado Mayor Conjunto cuenta con una reserva estratégica para continuidad de programas esenciales, sostenida por exportaciones y cooperación internacional.

La construcción del primer submarino nuclear argentino continúa a ritmo lento pero constante, y se logra botar en 2009 el ARA Santa Fe, equipado con propulsión nuclear luego de haber estudiado instalar la propulsión híbrida AIP de origen sueco. La Armada, aunque con operaciones reducidas, mantiene presencia efectiva en el Atlántico Sur.

De la Meko 360, que por problemas de motorización británica, podían ser reemplazados en los 1990/2000 por la clase Meko 200 con motorización norteamericana para luego poder llegar a modelos más modernos como la FREMM para los 2020s.

La Fuerza Aérea moderniza la flota de Mirage 2000 y produce localmente una versión del Pampa con radar multimodo y capacidad aire-aire. Se inician proyectos con Israel para incorporar drones de ataque ligeros y misiles BVR, en una estrategia que privilegia calidad por sobre cantidad.

El Ejército implementa el programa TAM 2C, con blindaje reactivo, sensores térmicos y mando digitalizado. Las brigadas de montaña y selva se modernizan con apoyo logístico aéreo propio, incluyendo helicópteros ligeros de fabricación nacional.

 

2010–2025: Soberanía tecnológica y reafirmación del poder disuasivo

En el período reciente, esta Argentina contrafáctica afianza su autonomía estratégica. La cooperación con Brasil y Suecia da lugar a la producción conjunta de 24 cazas Gripen NG adaptados a los requisitos argentinos, con transferencia de tecnología completa. Esto permite retirar finalmente los Mirage 2000 y mantener una flota mixta de Gripen y Pampa III+.

¿Gripens argentinos sobre Buenos Aires?
 

La Armada recibe en 2015 el segundo submarino nuclear, ARA Santiago del Estero con reactor compacto CAREM, con capacidad de lanzar misiles de crucero. Tal vez misiles franceses SCALP comprados y adaptados gracias a un contrato. Se evalúa la reactivación de la capacidad portaaviones mediante la adquisición de un buque ligero STOVL de segunda mano modernizado en Tandanor, adaptado para operar drones y aviones de despegue corto.

ARA Santiago del Estero, un Tipo TR-1700 ampliado con un reactor CAREM, morro más hidrodinámico y sistemas mejorados

La industria nacional lanza el satélite SARA-D para comunicaciones militares cifradas, y se establece una red C4ISR nacional que integra a las tres fuerzas. INVAP provee radares 3D para todo el país y el sistema de defensa aérea ya cubre el 85% del espacio nacional con misiles de corto y medio alcance.

La política exterior argentina se reposiciona: participa activamente en misiones de paz bajo mandato de la ONU, exporta sistemas de defensa livianos a África y mantiene una relación estratégica con países como India, Egipto e Indonesia.

 

Un escenario subversivo pero, por lo menos, con entrega de material

¿Qué habría pasado si, a pesar del ascenso de gobiernos de izquierda —como efectivamente ocurrió—, se hubieran concretado finalmente las repetidas promesas o intentos de adquirir material militar no occidental? Esto en un contexto político marcado por una fuerte desconfianza hacia las Fuerzas Armadas.

Durante el gobierno peronista se evaluaron diversas alternativas: los Mirage F1 españoles, el IAI Kfir Block 60 israelí, el KAI F/A-50 Golden Eagle surcoreano, y finalmente el CAIC JF-17 Thunder de origen chino-pakistaní. De todos ellos, el que estuvo más cerca de concretarse fue el último.

Pilotos argentinos llegaron a volar el JF-17 en Pakistán, y de haberse adquirido, las unidades habrían operado desde la Base Aérea Militar de Tandil. Sin embargo, la cantidad prevista nunca superó los 12 aviones más 2 adicionales, por lo que habrían conformado el único escuadrón de combate real del país, junto a un puñado de entrenadores Pampa III —estos últimos con capacidad de combate extremadamente limitada.


De haberse optado por este camino, lo más probable es que se hubieran adquirido vehículos blindados 6x6 Guaraní de la empresa brasileña IVECO, y quizás una cantidad limitada de VN-1 8x8 para equipar unidades de despliegue rápido. Pero no mucho más que eso.

En cuanto a la Armada, no se preveían incorporaciones significativas, salvo quizás algunos viejos avisos de origen ruso. Todas las naves de clase Meko se hundirían del puro óxido.

El principal problema de seguir esta vía habría sido el alejamiento total de la esfera de influencia de la OTAN, lo que implicaría una colisión directa con Estados Unidos. Un factor estratégico a considerar es que abrir esa puerta habría llevado con alta probabilidad a que Washington refuerce militarmente a Chile, en un intento de equilibrar la presencia de equipamiento chino en la región.


El acuerdo surcoreano

Otro escenario puede haber sido la cooperación con Corea del Sur. Un emergente productor de aviones de combate luego de haber ganado experiencia muy valiosa en la producción bajo licencia de los KF-16 en las instalaciones de KAI. El país ofrece los flamantes entrenadores avanzados y de ataque ligero F/A-50 Golden Eagle. Equipados con una pieza del legendario motor F404 de los F/A-18 Hornet, Argentina decide que es una buena opción para reemplazar a los todavía omnipresentes aviones A-4AR Fightinghawk. 

Aviones F/A-50 Golden Eagle argentinos volando sobre Santa Rosa, La Pampa.
 

Coproducidos en la FAdeA reestatizada, los aparatos tendrían su propio centro de mantenimiento en el Área Material Río Cuarto, teniendo estos aviones las capacidades de entrenar tripulaciones y plena capacidad de combate ligero. Con una extensión de este acuerdo, la KAI (ávida por extender sus operaciones en los cuatro puntos cardinales) ofrecería participar en el desarrollo del caza KF-21, un bimotor de altas prestaciones bimotor con dos motores F-404. Con unos pocos cientos de millones de dólares de co-financiamiento y el envío de un gran equipo de técnicos argentinos para la participación del diseño y adaptación de la aeronave a las necesidades de las fuerzas armadas argentinas. Basta con ver los esfuerzos enormes que ha hecho Corea del Sur para obtener el contrato de cazas peruanos donde llegó a oferta 24 F/A-50 y 24 KF-21 por menos de 4 mil millones USD.

El KF-21 sería rebautizado en Argentina como Proyecto SAIA-20, una adaptación del viejo SAIA-90 que ya preveía que la FAA debía contar un caza pesado de altas prestaciones bimotor, precisamente, equipados con los dos motores que portaba el F/A-18. El sueño podría haber vuelto a ser realidad. El modelo nacional estaría equipado con bombas Dardo III, radar AESA diseñado por INVAP y diversa aviónica desarrollada en conjunto con KAI y Elbit. El avión producido y adaptado para las fuerzas armadas argentinas podría haberse denominado IA-81 Shotel, que significa Flecha en el lenguaje de los legendarios Patagones. Si, ya va siendo hora al fin de sacar toda la nomenclatura de los araucanos (ahora autodenominados mapuches) los nombres de los productos militares argentinos. 


Un KF-21 Boramae coproducido en Argentina e imaginado localmente con el nombre IA-81 Shotel ("Flecha" en lenguaje Aonikenk) volando sobre la ciudad de Jujuy. 

Finalmente, el mismo acuerdo podría extenderse a tecnología de guerra terrestre, como los tanques K2 Black Panther como complemento de los TAMs. En términos de la Armada, diversos sistemas navales se analizarían para su adquisición, entre ellos USV y UUV así como sistemas de sonar. Corea del Sur es, sin dudas, de las industrias más productivas en términos militares del Mundo.

La Argentina militar de 2025: balance final del escenario contrafáctico

En este presente alternativo, Argentina contaría con una fuerza militar moderna, profesional y plenamente subordinada al poder civil. No se trataría de un país militarizado, sino de una nación que supo construir poder disuasivo inteligente y base industrial nacional.

Su aviación de combate empezaría a integrar tecnologías de quinta generación en drones y sensores, lanzaría desde sus propios vectores sus satélites y micro-satélites militares, su flota submarina aseguraría la soberanía atlántica, y su Ejército dispondría de una capacidad de maniobra mecanizada, artillada y digitalizada inédita en América Latina. Todo esto sostenido por una industria de defensa competitiva, con exportaciones anuales por encima de los 500 millones de dólares.

Además, el país ha fortalecido su posición geopolítica: no dependería de alianzas militares con potencias externas, mantendría la iniciativa en la cuestión Malvinas en foros internacionales, y sería visto como garante de estabilidad regional.

 

Reflexión final: entre el “pudo haber sido” y las lecciones para el futuro

Este ejercicio contrafáctico no busca idealizar una carrera armamentista, ni ignorar los desafíos éticos, económicos y políticos que implica sostener un complejo militar moderno. Pero sí propone repensar el abandono sistemático de capacidades estratégicas que Argentina sufrió durante décadas, muchas veces no por necesidad, sino por desidia, desconfianza o inercia política.

Argentina debió seguir con los planes de inversión y encarar el abastecimiento de la industria militar mundial. ¿Qué diferencia había en el complejo militar argentino de finales de los 1980s con el complejo militar turco actual? ¿Por qué el KAAN turco de hoy no pudo haber sido en SAIA-90 en 1990s? La democracia argentina ha sido el aprendizaje durísimo de 40 sufrir el país la administración de un banda organizada de delincuentes e incompetentes que no lograron casi ningún objetivo socialmente deseable: ¡no mejoró la educación, ni la vivienda, ni la justicia ni tampoco creció la economía! Los únicos que mejoraron su vida fueron los propios políticos.


¿Esta era la línea de sucesión para la FAA si no hubiese la democracia desmantelado todo el complejo militar argentino?


Sin dudas el sector más castigado fue la defensa con el desmantelamiento casi completo de toda la infraestructura de producción militar. De haber seguido mínimamente un nivel de gasto militar acorde, los Mirage III hubiesen sido suplantados por los Mirage 2000 y luego complementados con F-16s reemplazando los A-4 y, mas cercano en nuestros tiempos, el salto final hacia el Rafale, el Gripen (sin tecnología británica) y, por que no, el KF-21 o los F-16 Block 70. De lado de las fuerzas terrestres, la modernización del TAM ya debió haber llegado a finales de los 90s, con la incorporación de Leopard 2 en los 2000s con modernizaciones hasta el día de hoy. De lado de las fuerzas navales, las Meko se debieron vender en los 90s por la motorización británica y su reemplazo por Meko 200 primero con motorización americana para llegar a los 2020s con FREMM francesas o italianas. Ello junto a incorporar algún LPH, LST ó LPD, tal vez usado de Francia o Italia. 

Hoy debiéramos tener una fuerza respetable, pequeña, altamente móviles y profesionales, sin necesidad de tener tanto poder de proyección como en los 80s pero si con capacidad de disuasión frente a la Royal Navy en las Malvinas: esa es nuestra hipótesis de conflicto permanente y el desafío más importante en el futuro. La Argentina de 2025 podría haber sido muy diferente. Con voluntad, planificación y control democrático, el país pudo haber mantenido su autonomía tecnológica y su capacidad de defensa sin recurrir al militarismo ni a aventuras geopolíticas irresponsables. Demás está añadir, ninguno de estos escenarios (ni ningún escenario de crecimiento económico) es factible bajo un gobierno populista, sea del partido o alianza de partidos que sea.

Hoy, en un mundo cada vez más incierto, donde la disuasión sigue siendo parte del lenguaje internacional, mirar atrás no es solo nostalgia: es una advertencia. Lo que se pierde una vez, cuesta generaciones recuperarlo. Y en defensa, como en historia, las decisiones no tomadas también escriben el destino.


Por Esteban McLaren (con colaboración de Warbook2023 y OpenIA )

sábado, 24 de mayo de 2025

Malvinas: Los submarinos enfrentados

Submarinos en la Guerra de las Malvinas

Poco después de que Argentina invadiera la isla de Georgia del Sur a finales de marzo de 1982 y al mismo tiempo que llevaba a cabo la Operación Rosario a principios de abril para apoderarse de las islas Malvinas, Inglaterra envió sus primeros submarinos de ataque de propulsión nuclear al Atlántico Sur para ejercer una zona de exclusión marítima (ZET) de 200 millas alrededor de las islas.

En 3 semanas, los submarinos ya estaban en la zona de operaciones y llegaron mucho antes que los demás barcos, incluido el transporte de fuerzas especiales del SBS.

El primer submarino nuclear británico enviado a las Malvinas fue el HMS Spartan, el 1 de abril, que zarpó de Gibraltar, donde recibió una recarga de torpedos.

Dos submarinos nucleares más partieron de Faslane en Escocia, el HMS Splendid y el HMS Conqueror. El HMS Splendid fue asignado a cazar al portaaviones argentino ARA 25 de Mayo.

Según el comandante del submarino, el portaaviones argentino estaba “en sombra” y estaba en la mira de su periscopio. La única razón por la que no fue hundido fue porque no hubo tiempo suficiente para confirmar la posición del objetivo en relación a la zona de exclusión y obtener autorización para el ataque y terminó perdiendo contacto.



HMS Conqueror

El submarino HMS Conqueror, que zarpó el 4 de abril, fue el responsable del hundimiento, el 2 de mayo de 1982, del crucero argentino ARA General Belgrano, que navegaba fuera de la zona de exclusión marítima impuesta por Londres.


Mapa que muestra la zona de exclusión marítima y la ubicación del ARA Belgrano cuando fue detectado por primera vez y luego hundido

El submarino argentino ARA San Luis, un IKL-209 de construcción alemana, dio problemas a las fuerzas británicas, al punto de que agotaron sus reservas de armamento antisubmarino en falsos contactos.

Pero el ARA San Luis no pudo realizar ningún ataque exitoso debido a fallas de los torpedos.

El único otro submarino argentino operativo, el ARA Santa Fe clase “Balao” de la Segunda Guerra Mundial, fue alcanzado por fuerzas británicas frente a la isla Georgia del Sur y luego se hundió en el muelle.


ARA San Luis y el portaaviones ARA 25 de Mayo al fondo

lunes, 28 de abril de 2025

SSN/SSBN: Comparación internacional

¿Quién es el más genial ahí abajo?


Román Skomorokhov || Revista Militar




Nuestro estimado amigo Peter Suciu ha vuelto a deleitarnos con su conocimiento sobre submarinos armados con misiles de crucero. En su reciente artículo, presenta un top 5 de estas unidades, basándose —según parece— en nuestra propia clasificación de SSGN (submarinos nucleares con misiles de crucero), una categoría algo forzada, aunque no de nuestra invención.

Dado que todavía formamos parte de este mundo —y que algunos de nuestros propios buques figuran en su lista— nos tomaremos la libertad de discrepar en ciertos puntos y hacer algunos comentarios al respecto.

Quizás convenga comenzar señalando que Peter ha mezclado en su ranking dos tipos de submarinos: los verdaderos portadores de misiles de crucero y los submarinos de ataque nuclear, cuyas misiones son, en realidad, bastante distintas.

"Los 5 mejores submarinos de ataque que dominan las armadas modernas"

La confusión surge porque algunos submarinos de ataque están equipados con misiles de crucero, aumentando su capacidad de atacar objetivos terrestres. Además, tanto en la Armada soviética como en la rusa se utilizó el término "submarinos multipropósito", lo cual no ayudó a esclarecer la diferencia.

Pero no hay que perder de vista algo esencial: los submarinos nucleares cuyo armamento principal (recalcamos: principal) son los misiles de crucero, están concebidos como plataformas submarinas de ataque de alta precisión, capaces de apoyar a fuerzas terrestres a cientos de kilómetros del frente de batalla. De forma similar a cómo nuestros buques lanzamisiles de la Flotilla del Caspio apoyaron operaciones en Siria —aunque, en este caso, desde las profundidades del océano.

Y no hablamos de una capacidad menor: un ejemplo contundente es el Ohio reconvertido, que en lugar de portar 24 misiles balísticos intercontinentales Trident II, ahora alberga 150 misiles de crucero Tomahawk. Eso, señores, es un "Salvo" con mayúscula.

Recordemos: los objetivos principales de un SSGN están, y siempre han estado, en tierra.


En cuanto a los submarinos de ataque nuclear, sus principales objetivos son precisamente bajo el agua y en el agua. Los principales son precisamente los submarinos de misiles estratégicos (SSBN) y los SSGN ya mencionados. Precisamente para la destrucción de estos buques se crearon los submarinos de ataque con sus armas principales: sonares de largo alcance y torpedos guiados.

Sí, el desarrollo de la tecnología ha llevado al hecho de que ahora es fácil cargar un misil antibuque de crucero en un tubo de torpedos y enviar saludos a un portaaviones desde debajo del agua. Pero esto sigue siendo un arma secundaria.

Teniendo en cuenta que el señor Suciu simplemente tomó y mezcló representantes de ambas clases, ¿qué se puede esperar de ellos? De los estadounidenses con base en tierra, no van a flot.ru ni llevan gorras de marinero, así que perdonaremos y corregiremos.

Así pues, submarinos nucleares con misiles de crucero .

En la actualidad, solo hay cuatro clases de portamisiles de crucero "limpios" en el mundo. Es difícil organizar una competencia entre ellos simplemente porque hay barcos, y hay... barcos que son peores.

Submarino de la clase Ohio


Sin duda, se trata del más peligroso de todos los submarinos de su clase. Y el más grande. Tiene 170 metros de largo y 18 toneladas de desplazamiento.

Naturalmente, se trata de cuatro submarinos del proyecto, que pasaron de ser submarinos estratégicos a ser portadores de misiles de crucero. No es el más rápido de los submarinos nucleares existentes, ni por encima ni por debajo del agua, pero el Ohio lleva una carga de munición aterradora, lo que le permite resolver una amplia variedad de tareas de combate, pues 154 misiles de crucero Tomahawk, colocados en los antiguos silos de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales Trident, es mucho.



Pero 22 de los 24 tubos se utilizan para los Tomahawks. Los dos restantes se utilizan como esclusas de aire para expulsar a los nadadores submarinos o a los vehículos especiales.

Los barcos no son nuevos. Los barcos convertidos en SSGN tienen entre 40 y 45 años, lo que ciertamente no es poco, pero con el cuidado y el mantenimiento adecuados, los barcos siguen siendo un arma muy peligrosa.

Al menos hasta que los submarinos de la clase Columbia ocupen su lugar.

Submarinos del proyecto 885 Ash


El propio estadounidense Peter reconoce que el submarino Yasen es uno de los mejores y más peligrosos del mundo. Señala que el proyecto tardó mucho en desarrollarse, pero que, por alguna razón, el submarino Yasen-M, que contaba con un equipo y un armamento más modernos, se puso en servicio inmediatamente en lugar del Yasen. Y a los estadounidenses no les gusta mucho la diferencia entre el Severodvinsk y el Kazan.

A diferencia de los submarinos más antiguos construidos a finales del período soviético, los submarinos de la clase Yasen-M fueron diseñados como buques multifunción que podían llevar una variedad de armas, incluido el último misil de crucero hipersónico de largo alcance, el Tsirkon. Están equipados con diez tubos lanzatorpedos y ocho tubos de lanzamiento verticales para misiles de crucero, y también pueden equiparse con misiles de crucero Kalibr-PL (40) u Oniks (32) como armamento principal de ataque.

El Kazan también está equipado con un sistema de lanzamiento vertical UKSK (3P-14B), compuesto por 8 módulos SM-346, lo que abre nuevas perspectivas para nuevos tipos de armas.

Por supuesto, el Yasen es mucho más rápido y silencioso que el Ohio, que se desarrolló en los años 60 y 70 del siglo pasado. Y aunque el Yasen tiene menos silos de misiles, la cuestión aquí es qué se carga en ellos. Y en este aspecto contamos con desarrollos más modernos de nuestro lado, lo que nos da cierta ventaja.

Submarinos del proyecto 949A "Antey"



Por un lado, los barcos no son menos viejos que el Ohio, por otro lado, la mitad de los Antey restantes están siendo modernizados en el marco del Proyecto 946AM. Como parte de esta modernización, los monstruos supersónicos antibuque P-700 Granit de siete toneladas (24 piezas) pueden ser reemplazados por 72 misiles Onyx o Zircon.

El P-700, un misil veterano que lleva en servicio más de 40 años, es sin duda un arma problemática para el enemigo, a pesar de que ahora es más fácil de detectar e interceptar. Pero aquí, como en el caso del Kh-22 Burya: si vuela, ya está. Eche el ancla, como dicen.

Los barcos modernizados también recibirán sistemas mejorados de información y control de combate Omnibus-M y sistemas de navegación Symphony-3.2, así como un nuevo sistema de control de tiro, equipos de comunicación, equipos hidroacústicos, de radar y electrónicos. La idea detrás de esta modernización global es poner a los Anteis al mismo nivel tecnológico que los submarinos de la clase Yasen, y es muy posible que esto suceda.

Submarinos de la clase Virginia


El más reciente representante de la clase SSGN, el submarino más moderno de la Armada de los Estados Unidos, combina un armamento equilibrado con una colección impresionante de innovaciones tecnológicas: sensores y cámaras reemplazando los tradicionales periscopios, eliminación de la hélice convencional a favor de chorros de agua, entre otras mejoras. Se trata, sin duda, de un buque sumamente avanzado.

En cuanto al armamento, la situación también es destacable: cuenta con cuatro tubos lanzatorpedos, fácilmente adaptables para misiles antibuque Harpoon, además de 12 tubos de lanzamiento vertical para misiles Tomahawk. Y, con la introducción de la modificación Block V, se incorporará un nuevo sistema de lanzamiento VPM en la sección media del submarino, permitiendo albergar otros 28 Tomahawks. Esto, sumado a los lanzadores VPT ya existentes, elevará el total a una impresionante capacidad de 40 misiles listos para el ataque.

En conjunto, el diseño ofrece una impresión de gran éxito. Sin embargo, si lo comparamos con sus contrapartes rusas, resulta inferior en poder de fuego. A pesar de ello, los estadounidenses producen submarinos clase Virginia a un ritmo envidiable, algo que, lamentablemente, no podemos decir de nuestros astilleros: en 24 años, la Armada de EE. UU. ha incorporado 24 submarinos Virginia, acumulando así una potencia de fuego que nuestros submarinos apenas podrían soñar.

Y considerando que una versión mejorada de la clase Virginia está prevista para aparecer hacia 2030 —o poco después—, no cabe duda de que este modelo tiene un futuro prometedor.

De hecho, estos son los cuatro verdaderos representantes actuales de la clase SSGN en el mundo. ¿Cómo, entonces, se arma un Top 5? Pues como hizo nuestro amigo Peter: añadiendo buques que poco o nada tienen que ver con los SSGN.
¿Quién es el mejor dentro de esta clase? Basta con mirar las cifras para sacar conclusiones por uno mismo.


NombreDesplazamiento, en superficie / sumergido, tVelocidad, superficie / sumergido, nudosProfundidad operativa / máxima, mTripulación, personasArmamento TAMisilesFabricados, unidades
"Ohio" (EE. UU.)16,764 / 18,75012 / 25240 / 5001654x533 mm154 misiles de crucero "Tomahawk"4
"Virginia" (EE. UU.)7,900 / 10,20014 / 25250 / 5001354x533 mm12 misiles de crucero "Tomahawk"24 (10 en construcción)
885 "Yasen-M" (Rusia)8,600 / 13,80020 / 35500 / 6506410x533 mm32 misiles "Oniks" o 40 "Kalibr"5 (4 en construcción)
949A "Antei" (Rusia)12,500 / 14,70015 / 32500 / 6001074x533 mm, 2x650 mm24 misiles "Granit" o 72 "Oniks"8 (2 en reserva)


De las cifras se desprende claramente que, en cuanto a mecanización y automatización, así como en cuanto a características de rendimiento, el Yasen está a la cabeza. El barco es más rápido que sus competidores y se sumerge a mayor profundidad. La cuestión del bajo nivel de ruido está abierta, pero no es la más importante de los métodos de detección modernos, aunque hay motivos para discutir al respecto.


La cuestión de su aplicación en términos de ataque a objetivos terrestres también es bastante interesante.



  • 4 misiles Ohio dispararán un total de 616 misiles.
  • 24 Virginias dispararán 288 misiles.
  • 5 "Yasens" dispararán 160 "Onyxes" o 200 "Calibers".
  • 8 Atlanteans 949AM modernizados lanzarán 576 Onyxes.

¿Qué es más serio, 904 Tomahawks o 736 Onyxes? El Topor es un buen misil, pero es subsónico y, por lo tanto, fácil de detectar e interceptar. A diferencia del Onyx, que, como ha demostrado la práctica ucraniana, no es interceptado en absoluto por los modernos sistemas de defensa aérea de la OTAN. Por ahora, al menos. Entonces, en este sentido, la ventaja numérica de los submarinos estadounidenses no es tan notable como parece.

Por lo tanto, en términos de eficiencia de uso, los barcos rusos parecen algo más ventajosos. Por supuesto, los estadounidenses tienen sus ventajas, como sonares más avanzados. Sin embargo, la tarea principal de los SSGN es ponerse en posición y destruir todo lo necesario en tierra (o agua).

Depende de usted decidir quién es mejor.


Ahora pasemos a la segunda parte, en la que Peter Suciu decidió colocar los SSGN, ya que los submarinos de ataque también pueden lanzar misiles de crucero.

¿Qué es un submarino de ataque nuclear?




En primer lugar, se trata de un arma para contrarrestar a los SSBN con misiles balísticos y a los SSGN con misiles de crucero. Además, no es menos eficaz que un buque antisubmarino con helicópteros, y en algunos aspectos incluso superior a los buques de superficie. Un submarino nuclear puede permanecer en una zona de patrulla durante semanas sin delatarse. Y si un submarino enemigo acaba en el alcance del sonar y los torpedos del submarino, su tripulación tendrá grandes problemas.


Por supuesto, los torpedos y misiles de los submarinos de ataque nuclear se pueden utilizar contra buques de superficie, pero hay que saber perfectamente qué tipo de objetivos deben ser. Al menos a nivel de un crucero pesado o un portaaviones. Aunque también se pueden utilizar contra un destructor.

Hoy en día, más de dos docenas de países utilizan submarinos de ataque, pero no todos los construyen ellos mismos. Últimamente se ha puesto de moda alquilarlos, si no comprarlos. Pero veamos qué sale al mar hoy en día y lo bonitos y perfectos que son estos barcos.

Proyecto 945A "Cóndor"


Los submarinos más caros y de mayor profundidad de la Armada Soviética y después de la Armada Rusa. Estos submarinos fueron diseñados especialmente para buscar y destruir submarinos nucleares estadounidenses con misiles balísticos.

Los submarinos eran únicos debido a sus ligeros y duraderos cascos de titanio con una distancia decente entre los cascos ligeros y duraderos. Esto les permitió sumergirse a mayores profundidades, y también redujo el nivel de ruido emitido y aumentó la resistencia a los ataques con torpedos.

En el momento de su desarrollo, los Condor eran un orden de magnitud más fuertes que sus oponentes estadounidenses, los superaban en velocidad y profundidad de inmersión, y habrían representado una seria amenaza en caso de combate. El único inconveniente del proyecto es su pequeño número: solo se construyeron cuatro submarinos, dos siguen en servicio y dos están en reserva. Nada mal para los barcos producidos en los años 80.

Proyecto 971 submarinos Shchuka-B


Es curioso, pero lo que nosotros llamamos "Pike" en la OTAN se llama "Shark". Por cierto, el nombre occidental sería más preciso, porque el barco resultó estar lejos de ser común.

Esta serie de submarinos nucleares multipropósito de tercera generación puede considerarse parientes de pleno derecho de los submarinos 945 Barracuda, pero con un casco de acero. Construidos entre 1983 y 2001, los Shchuka-B se convirtieron en el principal tipo de submarinos nucleares multipropósito de la flota rusa durante mucho tiempo, casi hasta la década de 2020, cuando apareció el Yasen.

En comparación con los submarinos de tercera generación, el Shchuka-B supera a todos los proyectos similares tanto en sigilo como en armamento. Algunos expertos comparan el Shchuka-B no con su competidor directo, el submarino estadounidense Los Ángeles, sino con los proyectos mucho más avanzados Seawolf y Virginia. Y hoy, en términos de sigilo, el Shchuka-B no es en absoluto inferior a los submarinos más modernos.

Submarinos de la clase Astute


Los submarinos, se mire por donde se mire, son los más modernos tanto en antigüedad (están en servicio desde 2010) como en equipamiento. Están repletos de multitud de innovaciones tecnológicas, entre ellas un sistema de vídeo de alta tecnología en lugar de un periscopio óptico, que permite a la tripulación ver el horizonte y obtener una visión de 360 ​​grados.

Además, a diferencia de otros submarinos nucleares, los submarinos de la clase Astute utilizan el blindaje antirruido más avanzado (según los expertos de la OTAN). Cada casco está cubierto con 39 placas acústicas que enmascaran las emisiones del sonar del buque y permiten a los submarinos moverse casi en silencio. Además,

cuentan con el complejo EW más moderno con nuevos señuelos de BAE Systems y armamento compuesto por torpedos pesados ​​Spearfish y los últimos misiles de crucero Block IV Tomahawk, que son capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 1 km.

El motivo de especial orgullo para los ingenieros británicos es el sonar de nueva generación, que ha demostrado su eficacia en los combates de entrenamiento con submarinos estadounidenses de la clase Virginia, obteniendo victorias convincentes en los entrenamientos.

Un barco potente y moderno que es un arma eficaz.

Hablemos ahora de aquellos que definitivamente no entrarán en la lista de los mejores. Algunos aún no lo han logrado y otros nunca lo lograrán.

Submarino Tipo 093 (China)



Por supuesto, considerar a los submarinos chinos al mismo nivel que los británicos o los rusos es un gran cumplido. Sin embargo, los submarinos Tipo 093 ya se están convirtiendo en buques bastante preparados para el combate, ya que, además de reactores nucleares, también tienen revestimiento antirruido, amortiguación antivibración y un sistema de propulsión por chorro de agua, lo que aumenta ligeramente la longitud total del submarino, pero reduce el nivel de ruido.

En Estados Unidos, el Tipo 093 está clasificado como submarino con misiles de crucero (SSGN), pero muchos expertos cuestionan la posibilidad de sistemas de lanzamiento vertical, lo que se explica por el casco muy corto del submarino en comparación con sus análogos.

Pero en general, los submarinos chinos pueden, en el mejor de los casos, competir con los submarinos soviéticos de los años 80.

Submarinos clase Suffren (Francia)



Los submarinos nucleares más nuevos, cuya construcción comenzó en 2007, y el primero se puso en funcionamiento en 2020. Los barcos son prometedores e interesantes, pero aún se encuentran en pruebas, por lo que no hay nada en lo que basarse más allá de los datos tabulares. En general, es demasiado pronto para sacar conclusiones.

Submarinos de la clase Seawolf


Los submarinos de la clase Seawolf, diseñados para contrarrestar los submarinos soviéticos con misiles balísticos y reemplazar a los envejecidos submarinos de la clase Los Ángeles, se consideran los mejores de los mejores barcos jamás construidos para ese propósito.

Los barcos tenían un diseño modular que permitía futuras actualizaciones, incluidas nuevas armas y sistemas de sonar más sofisticados, y por lo tanto el proyecto era "a prueba de futuro". Los barcos eran muy silenciosos, con una velocidad silenciosa de unos 20 nudos, lo que es impresionante incluso hoy, y más aún en 1997.

El único inconveniente de la clase Seawolf era su precio prohibitivo, lo que llevó a que 26 de los 29 barcos planificados fueran desechados. 3.500 millones de dólares era demasiado.

NombreDesplazamiento, en superficie / sumergido, tVelocidad, superficie / sumergido, nudosProfundidad operativa / máxima, mTripulación, personasArmamento TAMisilesEn servicio, unidades
Proyecto 945A "Kondor" (Rusia)7,600 / 9,10010 / 32520 / 600726x533 mmMisiles de crucero S-10 "Granit" y torpedos-cohete RPK-6 "Vodopad"2 + 2 en reserva
Proyecto 971 "Shchuka-B" (Rusia)8,140 / 12,70012 / 33480 / 600624x533 mm, 2x650 mmMisiles de crucero "Kalibr-PL" lanzados desde tubos de 533 mm4 + 6 en reparación
"Astute" (Reino Unido)6,500 / 7,80012 / 30300 / 350986x533 mmMisiles "Tomahawk" Bloque IV en lugar de torpedos5 + 2 en construcción
"Suffren" (Francia)4,750 / 5,30014 / 25300 / 350604x533 mmMisiles de crucero MdCN, Exocet SM-39 Bloque 21 + 5 en construcción
"Seawolf" (EE. UU.)8,600 / 9,20020 / 35300 / 4901408x650 mmMisiles "Tomahawk" y misiles antibuque "Harpoon"3


Es bastante lógico no tener en cuenta los submarinos estadounidenses Los Angeles, que están siendo desmantelados, y aunque quedan 24 de estos submarinos de 62, su desmantelamiento completo no está lejos. Además, las modificaciones II y III de estos submarinos ya estaban equipadas con un lanzador de 12 tubos para Tomahawks, que convirtió inmediatamente al submarino en un SSGN.

Tampoco vale la pena perder el tiempo con el "Trafalgar" británico, que se encuentra en orgullosa soledad y también a la espera de su desmantelamiento.

Y los submarinos rusos (heredados) de los proyectos 671/RT/RTMK, de los que quedan 2 de 48, pueden dejarse en paz.

Y deseo a los camaradas chinos éxito en una tarea tan compleja y emocionante como la de "alcanzar y adelantar" a los creadores de tendencias de la construcción de submarinos. Creo que lo lograrán.

Entonces, ¿dónde nos encontramos con la pregunta "¿Quién es el mejor"?



Si hablamos de submarinos con misiles de crucero (SSGN), entonces en la lista de cuatro SSGN, el ruso Yasen-M está claramente a la cabeza.



El submarino ruso es mucho más reciente que el Ohio, que entró en servicio hace más de 40 años, y, en cuanto al Virginia, todavía se encuentra en proceso de construcción, por lo que resulta difícil determinar cuál de los dos es superior.

En varios aspectos, el Yasen supera claramente al Virginia; en otros, los estadounidenses mantienen la ventaja, especialmente en el campo de los torpedos, donde históricamente han liderado. Respecto al nivel de ruido, ambas partes han mostrado cortesía mutua: elogian discretamente las capacidades de los submarinos del "potencial adversario" y se mantienen en silencio cuando la conversación se adentra en los avances más recientes en tecnología sonar.

Hoy en día, es extremadamente complicado establecer con certeza qué sistema es superior: nuestro complejo Irtysh-Amphora o los conjuntos de sonar OSA de los Estados Unidos.

Así, el Yasen-M y el Virginia podrían situarse perfectamente en el mismo escalón del podio. Sin embargo, si nos centramos en la misión principal de un SSGN —apoyar operaciones terrestres mediante ataques de misiles de crucero—, entonces la balanza se inclina a favor de los misiles de fabricación rusa, que superan claramente a los Tomahawk en prestaciones.

Por tanto, si hablamos de la mejor plataforma para lanzar una salva masiva de misiles de crucero hacia el enemigo y causar el mayor daño posible en el punto de impacto, el título se lo lleva el Yasen-M.



En cuanto a los submarinos nucleares multipropósito de ataque, cuyo principal objetivo es buscar y destruir SSBN y SSGN, en este caso, lamentablemente, ni los submarinos del Proyecto 971 ni los del Proyecto 945, incluso con todos los esfuerzos para modernizarlos, están completamente seguros de poder competir. Al fin y al cabo, los submarinos son de los años 80 y 90 del siglo pasado, con todo lo que ello conlleva.


Las modernizaciones se están llevando a cabo, pero lentamente. El mismo K-461 "Volk", construido en 1991, fue puesto en reparación en 2014, y se espera que la reparación y modernización finalicen en 2028.

Al mismo tiempo, las capacidades de los submarinos británicos y franceses más nuevos, especialmente el Astute, sobre el que hay más o menos datos disponibles, suscitan inquietudes. El Suffren todavía tendrá que no solo completar todo el ciclo de pruebas, sino también servir durante algún tiempo.

El Astute ya ha demostrado sus capacidades, aunque a los aliados estadounidenses, acostumbrados a ser los primeros en todo y en todas partes, no les haya gustado lo que se ha mostrado, pero lo cierto es que el barco resultó ser un éxito y prometedor. Y, en general, es bueno que los británicos no construyan barcos en cantidades comparables a las de los estadounidenses.


El submarino francés todavía tiene que demostrar sus virtudes y corregir sus defectos, que (a juzgar por el Charles de Gaulle) serán suficientes.

Al mismo tiempo, los submarinos rusos aún tienen un largo camino que recorrer desde el tablero de diseño hasta la botadura. Hoy por hoy, lo único que la flota rusa puede ofrecer en la caza de portamisiles estadounidenses son viejos submarinos soviéticos, algunos modernizados, pero todos con más de 30 años de servicio.

No obstante, el éxito en la creación del Yasen y su evolución hacia el Yasen-M, así como el desarrollo del SSBN Borei, permiten mantener la confianza en que, tarde o temprano, un nuevo submarino ruso saldrá al encuentro de los buques estadounidenses. Por supuesto, cuanto antes suceda, mejor. Está claro que no es tarea de un año ni de unos pocos trabajadores, pero como solían decir nuestros vecinos, un viaje de mil li comienza con un solo paso.

Así es como vemos las cosas. Quizá nuestra perspectiva no se parezca mucho a la de Peter Suciu, pero ¿qué le vamos a hacer? Al menos, nosotros no mezclamos todo en el mismo saco, como suelen hacer los estadounidenses. Los submarinos son asuntos muy delicados: no se los puede tratar como si fueran latas de guiso texano. Hay que saber respetarlos.