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lunes, 21 de octubre de 2024

Espionaje: Casos resonantes en Sudamérica

Espionaje en América del Sur: Historias atrevidas que moldearon el continente





Introducción

El espionaje ha sido una herramienta clave en las relaciones internacionales, jugando un rol fundamental en la política, la guerra, y la diplomacia. En América del Sur, una región marcada por conflictos internos, dictaduras militares, y rivalidades geopolíticas, las historias de espionaje no solo son intrigantes, sino que también han tenido impactos profundos y duraderos. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta el siglo XXI, las operaciones de espionaje en este continente han moldeado el curso de su historia. En este informe, exploraremos cuatro de las historias de espionaje más atrevidas y fascinantes de América del Sur: la red de espionaje nazi en Argentina durante la Segunda Guerra Mundial, la Operación Cóndor, el espionaje de la CIA en Perú durante el gobierno de Velasco Alvarado, y las operaciones de espionaje en la Guerra de las Malvinas. Estos casos destacan no solo por su audacia, sino también por sus profundas repercusiones políticas y militares.

1. La Red de Espionaje Nazi en Argentina durante la Segunda Guerra Mundial

Contexto Histórico
Durante la Segunda Guerra Mundial, Argentina ocupó una posición ambigua en el conflicto. A pesar de ser parte del continente americano, donde predominaba el apoyo a los Aliados, Argentina mantuvo una postura de neutralidad durante la mayor parte de la guerra. Esta neutralidad, sin embargo, se vio afectada por una serie de factores internos y externos que la convirtieron en un terreno fértil para las actividades de espionaje nazi. Argentina tenía una gran comunidad de inmigrantes alemanes, muchos de los cuales simpatizaban con el régimen nazi. Además, sectores de la élite argentina, incluyendo militares y políticos, mostraban simpatías hacia las potencias del Eje, lo que permitió a Alemania establecer una red de espionaje significativa en el país.
Desarrollo del caso
La red de espionaje nazi en Argentina fue una de las más sofisticadas y peligrosas de América Latina. Estaba compuesta por una variedad de agentes que operaban bajo la cobertura de empresas, organizaciones culturales y comunitarias alemanas. Uno de los agentes más conocidos fue Wilhelm Heimlich, quien actuaba como un enlace clave entre los espías alemanes en Argentina y la inteligencia militar en Berlín. Esta red se dedicaba a recolectar información sobre las actividades aliadas en América Latina, así como a sabotear los esfuerzos que pudieran apoyar la causa de los Aliados.

El espionaje nazi en Argentina no se limitó a la recolección de información. También se llevaron a cabo actos de sabotaje, como el intento de destrucción de barcos aliados en puertos argentinos. La red utilizaba códigos cifrados, radios clandestinas y agentes encubiertos para llevar a cabo sus operaciones. Sin embargo, a medida que la guerra avanzaba y la presión internacional sobre Argentina aumentaba, el gobierno argentino, bajo la presión de Estados Unidos y el Reino Unido, comenzó a tomar medidas para desmantelar estas redes.

Uno de los eventos clave fue la operación "Bolívar", un plan de inteligencia alemán para establecer una red de espionaje en toda América Latina, con Argentina como su centro neurálgico. Esta operación, aunque ambiciosa, fue finalmente detectada y neutralizada por los servicios de inteligencia aliados, con la colaboración de agentes argentinos. La captura de espías nazis en Argentina y la intervención en sus comunicaciones codificadas contribuyeron significativamente a la reducción de la influencia nazi en la región.
Impacto político y militar
El desmantelamiento de la red de espionaje nazi en Argentina tuvo importantes repercusiones tanto en la política interna como en las relaciones internacionales de Argentina. Internamente, aumentó la presión sobre el gobierno para que tomara una posición más clara a favor de los Aliados, lo que eventualmente llevó a Argentina a declarar la guerra a Alemania en 1945, aunque de manera simbólica y tardía.

Externamente, las actividades de espionaje nazi en Argentina deterioraron las relaciones con Estados Unidos y el Reino Unido, que veían al país como un refugio para los agentes del Eje. Esta situación complicó la posición diplomática de Argentina en la posguerra y afectó su relación con las potencias aliadas en los años posteriores.
Razones por las que es fascinante

Este caso es fascinante no solo por la audacia y la amplitud de las operaciones de espionaje nazi en un continente alejado del frente europeo, sino también por las implicaciones geopolíticas que tuvo. La capacidad de Alemania para establecer una red tan extensa en América Latina muestra la importancia estratégica que esta región tenía durante la Segunda Guerra Mundial. Además, la eventual desarticulación de esta red resalta la efectividad de la cooperación internacional en la lucha contra el espionaje enemigo.

2. La Operación Cóndor

Contexto histórico

La Operación Cóndor fue una campaña de represión política y terrorismo de Estado llevada a cabo por las dictaduras militares de América del Sur en las décadas de 1970 y 1980. Esta operación fue una respuesta directa a la creciente influencia de los movimientos de izquierda en la región, y a la percepción de que el comunismo estaba ganando terreno en América Latina, especialmente en el contexto de la Guerra Fría. La Operación Cóndor fue coordinada principalmente por Chile bajo el régimen de Augusto Pinochet, con la colaboración de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Estos países, bajo regímenes autoritarios, compartían información de inteligencia y colaboraban en la persecución, captura, tortura y asesinato de opositores políticos.

Desarrollo del caso
La Operación Cóndor fue esencialmente una red transnacional de espionaje y represión. Los servicios de inteligencia de los países participantes compartían información sobre exiliados políticos, activistas y sospechosos de ser subversivos. Esta red permitía a las dictaduras seguir el rastro de sus enemigos más allá de las fronteras nacionales, llevando a cabo secuestros, torturas y asesinatos en terceros países.

Un aspecto crucial de la Operación Cóndor fue su carácter clandestino y la complicidad internacional. Estados Unidos, a través de la CIA, estuvo involucrado indirectamente en la operación, brindando apoyo logístico y entrenamiento a los servicios de inteligencia latinoamericanos. Aunque la participación directa de Estados Unidos en las operaciones más brutales de Cóndor ha sido negada oficialmente, existen numerosos documentos desclasificados que indican que las autoridades estadounidenses estaban al tanto de los crímenes cometidos bajo el paraguas de esta operación.

Un caso emblemático de la Operación Cóndor fue el asesinato de Orlando Letelier, un ex ministro del gobierno de Salvador Allende en Chile, quien fue asesinado en Washington D.C. en 1976. Este asesinato, llevado a cabo por agentes de la DINA, la policía secreta chilena, con la colaboración de operativos estadounidenses, es un claro ejemplo de cómo la operación extendió sus tentáculos hasta el corazón de Estados Unidos.
Impacto político y militar
La Operación Cóndor tuvo un impacto devastador en los derechos humanos en América del Sur. Se estima que miles de personas fueron asesinadas, desaparecidas o torturadas bajo esta operación. Políticamente, la operación consolidó el poder de las dictaduras en la región, permitiéndoles eliminar a sus opositores más vehementes y mantener un control férreo sobre sus sociedades.

Militarmente, la Operación Cóndor fortaleció la cooperación entre los ejércitos y las fuerzas de seguridad de los países participantes, creando una red de colaboración que persistió incluso después de la caída de las dictaduras. Esta operación también sirvió como un ejemplo de cómo los regímenes autoritarios podían coordinarse para enfrentar amenazas percibidas, utilizando el espionaje y la represión como herramientas principales.
Razones por las que es fascinante

La Operación Cóndor es fascinante por su escala, brutalidad y la complicidad internacional que involucró. Es un ejemplo extremo de cómo el espionaje y la represión pueden ser utilizados para mantener el poder político a través de la eliminación sistemática de la disidencia. Además, la operación muestra las profundas conexiones entre los regímenes autoritarios de América del Sur y sus vínculos con potencias extranjeras durante la Guerra Fría, lo que añade una capa de complejidad geopolítica a la historia.

3. El Espionaje de la CIA en Perú durante el Gobierno de Velasco Alvarado

Contexto histórico

Durante las décadas de 1960 y 1970, Perú fue testigo de una serie de transformaciones políticas y sociales significativas bajo el gobierno revolucionario del General Juan Velasco Alvarado. Velasco llegó al poder en 1968 mediante un golpe militar y rápidamente implementó una serie de reformas radicales, incluyendo la nacionalización de industrias clave y una ambiciosa reforma agraria. Estas políticas socialistas alarmaron a Estados Unidos, que estaba profundamente preocupado por la expansión de la influencia soviética en América Latina durante la Guerra Fría. Como resultado, la CIA intensificó sus operaciones en Perú, utilizando el espionaje para desestabilizar el gobierno de Velasco y proteger los intereses estadounidenses en la región.

Desarrollo del caso
Las operaciones de espionaje de la CIA en Perú durante el gobierno de Velasco fueron extensas y variadas. La CIA reclutó a informantes dentro del gobierno peruano, infiltró organizaciones civiles y utilizó recursos económicos para financiar la oposición al régimen de Velasco. Una de las principales preocupaciones de la CIA era la nacionalización de la industria petrolera, que afectaba directamente a empresas estadounidenses que operaban en Perú. La agencia también estaba alarmada por las estrechas relaciones de Velasco con la Unión Soviética y Cuba, que representaban una amenaza directa a los intereses geopolíticos de Estados Unidos en la región.

Uno de los métodos más efectivos utilizados por la CIA fue la manipulación de la prensa y la propaganda. A través de sobornos y la infiltración de periodistas, la agencia logró influir en la opinión pública peruana, presentando a Velasco como un dictador autoritario y fomentando el descontento social. Además, la CIA llevó a cabo operaciones encubiertas para debilitar la economía peruana, exacerbando la crisis económica y creando condiciones favorables para un golpe de estado.

Finalmente, en 1975, un grupo de oficiales militares descontentos, apoyados indirectamente por la CIA, derrocó a Velasco. Este golpe marcó el fin de las reformas radicales en Perú y el retorno a políticas más alineadas con los intereses estadounidenses. La intervención de la CIA en Perú es un ejemplo clásico de la estrategia de contrainsurgencia de Estados Unidos durante la Guerra Fría, donde el espionaje y las operaciones encubiertas se utilizaron para moldear el destino político de las naciones en desarrollo.
Impacto político y militar
El impacto político de las operaciones de la CIA en Perú fue profundo. El derrocamiento de Velasco representó una victoria para Estados Unidos en su lucha contra la expansión del socialismo en América Latina. Políticamente, el golpe puso fin a las reformas radicales y restauró un régimen más conservador y alineado con los intereses occidentales.

Militarmente, el caso de Perú subrayó el papel de las fuerzas armadas como actores clave en la política latinoamericana, particularmente en contextos de inestabilidad económica y social. La intervención de la CIA también reforzó la percepción de que Estados Unidos estaba dispuesto a intervenir en los asuntos internos de los países latinoamericanos para proteger sus intereses estratégicos.
Razones por las que es fascinante

El espionaje de la CIA en Perú es fascinante por su complejidad y por las implicaciones geopolíticas que tuvo en la región. Este caso ilustra cómo el espionaje se utilizó no solo para recolectar información, sino también para influir activamente en el curso de los eventos políticos. Además, el derrocamiento de Velasco es un recordatorio de la influencia de la Guerra Fría en América Latina y de cómo las superpotencias utilizaron tácticas encubiertas para asegurar su dominio en el hemisferio occidental.

4. El espionaje en la Guerra de las Malvinas (1982)

Contexto histórico

La Guerra de las Malvinas fue un conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido que tuvo lugar en 1982 por la soberanía de las Islas Malvinas. Este conflicto, aunque breve, fue extremadamente intenso y se caracterizó por la alta tecnología y el espionaje utilizado por ambas partes para obtener ventajas estratégicas. Para Argentina, la guerra representaba una oportunidad para reafirmar su soberanía sobre las islas, mientras que para el Reino Unido, era un asunto de honor nacional y control territorial. El espionaje jugó un papel crucial en el desarrollo y desenlace del conflicto.

Desarrollo del caso
El espionaje en la Guerra de las Malvinas fue sofisticado y vital para ambas partes. Desde el principio, el Reino Unido empleó sus vastos recursos de inteligencia, incluyendo satélites espía, interceptación de comunicaciones y la colaboración de servicios de inteligencia aliados, como la NSA de Estados Unidos. Una de las operaciones más exitosas fue la interceptación de comunicaciones militares argentinas, lo que permitió al Reino Unido anticipar movimientos estratégicos y tácticos del enemigo.

Por su parte, Argentina también realizó esfuerzos significativos para espiar a las fuerzas británicas. Aunque carecía de la tecnología avanzada de sus contrapartes británicas, Argentina utilizó agentes encubiertos en Europa para obtener información sobre los preparativos británicos y utilizó redes de espionaje en América Latina para tratar de monitorear las actividades de la flota británica.

Uno de los momentos más críticos de la guerra fue la utilización de inteligencia por parte del Reino Unido para coordinar ataques precisos contra las fuerzas argentinas. La inteligencia obtenida permitió a los británicos lanzar ataques aéreos y navales que resultaron decisivos, como el hundimiento del crucero argentino ARA General Belgrano, un punto de inflexión en el conflicto. La guerra, que culminó con la rendición de las fuerzas argentinas y la recuperación británica de las islas, fue un ejemplo claro de cómo el espionaje puede influir directamente en los resultados militares.
Impacto político y militar

El espionaje en la Guerra de las Malvinas tuvo un impacto significativo en el resultado del conflicto. La capacidad del Reino Unido para interceptar y utilizar información clave le dio una ventaja decisiva, que fue fundamental para su victoria. Políticamente, la victoria británica reafirmó el control del Reino Unido sobre las Malvinas, fortaleció el gobierno de Margaret Thatcher y tuvo un profundo impacto en la política interna de Argentina, contribuyendo a la caída de la dictadura militar que gobernaba el país en ese momento.

Militarmente, la Guerra de las Malvinas fue un conflicto moderno en el que la inteligencia y el espionaje jugaron un papel central, demostrando la importancia de la tecnología de información en la guerra contemporánea. La guerra también resaltó las limitaciones de las capacidades militares de Argentina, que no pudo igualar la superioridad tecnológica y de inteligencia del Reino Unido.
Razones por las que es fascinante

La Guerra de las Malvinas es fascinante por la rapidez y la intensidad con la que se desarrolló, así como por el papel crítico que jugó el espionaje. Este conflicto demuestra cómo la inteligencia puede ser un factor decisivo en la guerra moderna, donde la información a menudo es tan valiosa como el poderío militar. Además, la guerra tuvo profundas consecuencias políticas y sociales, no solo para los países involucrados, sino también para la comunidad internacional.

Conclusión

El espionaje ha sido una herramienta esencial en la historia de América del Sur, moldeando no solo la política interna de los países, sino también sus relaciones internacionales. Desde la red nazi en Argentina hasta la Guerra de las Malvinas, estas historias de espionaje destacan por su audacia y sus profundas repercusiones. A lo largo de la historia, el espionaje ha sido una constante en la lucha por el poder y la influencia en América del Sur, y estos casos sirven como recordatorio de las complejas y, a menudo, oscuras dinámicas que han dado forma al continente.

La historia del espionaje en América del Sur es una historia de intriga, poder y, en muchos casos, tragedia. Estos eventos, aunque a menudo ocultos a la vista del público en su momento, han tenido un impacto duradero en la región, influyendo en el curso de su historia de maneras profundas y a veces inesperadas. A medida que la tecnología avanza y las tensiones geopolíticas continúan, es probable que el espionaje siga siendo una herramienta clave en la política internacional de América del Sur, y nuevas historias de espionaje continúen emergiendo en las décadas por venir.

EMcL para FDRA

viernes, 14 de junio de 2024

Guerra Fría: Auge y caída de TRIGON

TRIGON: El espía de la CIA que canalizó secretos soviéticos a Estados Unidos

Rosemary Giles, autora invitada
War History Online

 
Crédito de la foto: 1. Agencia Central de Inteligencia / Wikimedia Commons / Dominio público (coloreado por Palette.fm) 2. Управление по сооружению Московской окр. ж. д. / Wikimedia Commons / Dominio público

La muerte de Aleksandr Ogorodnik parecía sacada de una película de espías, claro está, porque era un agente secreto. Operando bajo el nombre de espía "TRIGON", se le considera uno de los agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) más exitosos de la Guerra Fría, transmitiendo grandes cantidades de información valiosa a los estadounidenses. Cuando sus enemigos lo descubrieron, tomó una pastilla de cianuro en lugar de confesar lo que había hecho.


Aleksandr Ogorodnik


 

Aleksandr Ogorodnik. (Crédito de la foto: Agencia Central de Inteligencia / Wikimedia Commons / Dominio público)

Aleksandr Ogorodnik, nacido en 1939, creció para asistir al Instituto de Asuntos Exteriores de Moscú, Unión Soviética. Finalmente se encontró trabajando en el Ministerio de Asuntos Exteriores soviético (SMFA) en Bogotá, Colombia. En un país mucho más libre que aquel en el que creció, Ogorodnik supuestamente disfrutó de su vida allí , entablando un romance con la local Pilar Suárez Barcala.

Fue ella quien lo puso en el radar de dos agencias de inteligencia diferentes.

Mientras estaba en la SMFA, Ogorodnik fue contactado tanto por el Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia como por la CIA , quienes esperaban que aceptara espiar a la Unión Soviética para ellos. Tuvieron éxito, aunque las fuentes varían respecto a si aceptó de buena gana o si fue chantajeado por agentes colombianos.

Comenzó a trabajar para el otro bando en 1973. Como ocurre con cualquier espía, recibió un nombre en clave: TRIGON.


Un espía conocido como TRIGON


 
Desfile militar en el Kremlin. (Crédito de la foto: Michel Artault / Gamma-Rapho / Getty Images)

Aleksandr Ogorodnik recibió una formación eficaz en espionaje básico, incluida la forma de fotografiar documentos con una cámara tipo bolígrafo. Sin embargo, hubo poco de importancia en sus primeras caídas.

No fue hasta 1974, cuando fue trasladado de regreso a Moscú, que el espía conocido como TRIGON se volvió realmente útil. Estacionado en el Ministerio de Asuntos Exteriores soviético en la ciudad, tenía acceso casi ilimitado a los documentos ultrasecretos que pasaban por su escritorio a diario.

La responsable inmediata del caso de Ogorodnik fue Martha Peterson, la primera mujer agente de la CIA destinada a Moscú. Los dos nunca terminaron reuniéndose, sino que se comunicaron a través de puntos muertos, pasando elementos e información a través de una ubicación secreta designada. Una de las cosas que le pasaron a Ogorodnik fue un bolígrafo que contenía una pastilla de cianuro, que había solicitado poco antes de regresar a la Unión Soviética.

Si bien aceptó seguir espiando, quería asegurarse de poder protegerse si lo atrapaban.


Un acto de traición


 
Hana Koecher, Karl Koecher y Ronald Kessler. (Crédito de la foto: Ronald Kessler / Wikimedia Commons CC BY-SA 4.0)

Aleksandr Ogorodnik y Martha Peterson trabajaron juntos durante casi dos años sin problemas. Peterson no levantó ninguna bandera porque, en ese momento, la KGB no creía que las mujeres pudieran ser espías. A lo largo de este tiempo, Ogorodnik ascendió hasta llegar al Departamento de Asuntos Globales, lo que le proporcionó acceso a los planes de política exterior que posteriormente transmitió a Peterson.

A pesar de sus años de éxito, el tiempo de Ogorodnik como espía finalmente terminó cuando el traductor de la CIA Karl Koecher pasó su nombre al Servicio de Inteligencia Checo, para quien había estado trabajando en secreto. Luego compartieron esta información con la KGB. No está claro exactamente cuándo detuvieron a Ogorodnik, tal vez a finales de 1973 o principios de 1974, pero la CIA empezó a notar diferencias en sus informes.

Creyeron correctamente que había sido comprometido.


Fin del espía conocido como TRIGON


 

Pico de entrega muerta, una de las muchas formas en que se pasaban artículos entre agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) durante la Guerra Fría. (Crédito de la foto: Agencia Central de Inteligencia / Wikimedia Commons / Dominio público)

Mientras dejaba un punto muerto para Aleksandr Ogorodnik el 15 de julio de 1977, Martha Peterson fue capturada por la KGB y llevada para interrogarla. Recordó haber sido “acosada por estos tres hombres que me agarraron. Sabían exactamente dónde estaba el paquete y había toda una camioneta llena de gente trajeada”. Fue liberada ilesa, pero obligada a regresar a Estados Unidos inmediatamente.

No fue hasta mucho más tarde que la CIA se enteró de lo que le sucedió a Ogorodnik el 22 de junio de 1977. Supuestamente, mientras lo interrogaban, dijo que le daría a la KGB una confesión completa de su espionaje. Para escribirlo pidió su bolígrafo, el que contenía la pastilla de cianuro.

Cuando se lo dieron, mordió la tapa que contenía el veneno y murió casi instantáneamente.

Al recordar al espía en sus memorias, Peterson dijo: "TRIGON murió a su manera, un héroe". Después de regresar a Estados Unidos, siguió siendo agente de la CIA y se jubiló en 2003.




miércoles, 3 de enero de 2024

Helicópteros soviéticos en servicio mundial (1/3)

Helicópteros Mil en Servicio Mundial

Parte 1
por Tom Cooper
26 de noviembre de 2004, 06:39

Afganistán


El típico Mi-17 afgano de finales de la década de 1980 se veía así. También se vieron ejemplos de la misma versión y con un camuflaje muy similar 555 y 768, el último de los cuales también tenía una ametralladora montada en la nariz y supresores de escape. El ejemplo que se ve aquí, serializado 763, fue derribado sobre Panjsher Valley, en 1986.


Dostum-Golboddin Militia Air Force Mi-8 visto a mediados de la década de 1990. Este helicóptero fue capturado por los talibanes en algún momento de 1995 o 1996: sobrevivió no solo a ellos sino también a la embestida liderada por Estados Unidos en 2001 y fue visto por última vez a principios de 2004 en el oeste de Afganistán, todavía con el mismo camuflaje y las mismas marcas lado derecho del fuselaje se aplicó justo detrás de la cabina), aunque en condiciones inoperativas.


Ya en 1989 las fuerzas de Jamiat-e-Islami (dirigidas por Ahmad-Shah Massoud), se vieron sorprendentemente reforzadas cuando dos pilotos del DRAAF desertaron con ellos al valle de Panjshir. Aunque el apoyo de repuesto era mínimo, y ya a mediados de la década de 1990 ambos estaban fuera de servicio, los dos helicópteros sobrevivieron y permanecieron con Jamiat hasta 2001. Este helicóptero fue visto por última vez en el mismo año, con campos verdes de camuflaje rociados con mucha oscuridad. color verde.


Hezb-e-Wahadat Mi-17MD, visto en 1996 o 1997. Se sabe que Hezb-e-Wahadat recibió el apoyo de Irán durante la década de 1990, y es posible que este helicóptero también haya sido adquirido a través de Teherán.


Emirato Islámico de Afganistán - o "Talibán" - Mi-25 de la Fuerza Aérea (IEAAF) visto sobre Kabul, durante un desfile a principios de 2001. Lamentablemente, no hay marcas claramente reconocibles: es posible que tenga un color completamente blanco " roundel" detrás de las alas cortas, o que en su lugar se aplicó una serie de cuatro dígitos.




Argelia


En los últimos tres años, la empresa sudafricana ATE y la Fuerza Aérea de Argelia han actualizado alrededor de 30 Mi-25 y Mi-35 a Mi-24 Mk.III o el llamado estándar "Super Hind". En esta configuración, se reemplazó toda la documentación técnica y de soporte de repuesto, así como todo el sistema de armas del helicóptero, y también se instalaron nuevas armas, incluido un cañón de 20 mm y ATGM Mokopa.


SN-36 es uno de los 40 Mi-17 y Mi-171 que Argelia compró durante la década de 1990 a Ucrania y Rusia. El tipo jugó un papel cada vez más importante durante la larga guerra antiterrorista en ese país, principalmente transportando tropas de comando y brindándoles apoyo de fuego.




Angola


Mi-24 angoleño en colores típicos de Hinds suministrados a Angola durante la década de 1980 y la mayor parte de la década de 1990.


El último lote de (supuestamente) 12 Mi-24 y 14 Mi-35 se suministró a Angola a partir de noviembre de 2000. Muchos de estos helicópteros se suministraron con este patrón de camuflaje bastante inusual. Tenga en cuenta también la adición de difusores de escape, anteriormente una característica habitual en los helicópteros angoleños, pero luego requerida debido a la adquisición de SA-14 MANPAD por parte de UNITA. La serie, "H-377", también indica claramente el alto desgaste de los Mi-24 angoleños desde la década de 1980 (la serie más baja conocida es "H-302", vista en un Mi-24D derribado en 1985).



Armenia


Mi-24P armenio como se ve a veces a fines de la década de 1990.




Azerbaiyán




Burkina Faso


Burkina Faso recibió al menos dos helicópteros Mi-4 a mediados de la década de 1970. Uno de ellos fue visto en estado de abandono y aproximadamente con este camuflaje en Uagadugú, a mediados de la década de 1990. Se desconoce si las superficies inferiores estaban pintadas de azul claro o gris claro, como es habitual en este tipo, o si se aplicó algún tipo de marcas nacionales en la parte inferior del fuselaje.


Desde finales de la década de 1990, la Fuerza Aérea de Burkina Faso opera al menos dos Mi-17. Llevan un camuflaje que se muestra aquí y las series BF-2001 y BF-2002.




CIA (Estados Unidos)


Desde el comienzo de la participación directa de EE. UU. en Afganistán, la CIA ha organizado un pequeño brazo aéreo, equipado con al menos dos transportes An-32 y varios helicópteros Mi-8/17, adquiridos de diferentes fuentes dentro de la antigua URSS. Este Mi-17 se utiliza, junto con varios otros ejemplos, para transportar paramilitares de la CIA (pero también miembros de otros servicios especiales específicos de EE. UU.) por Afganistán, desde octubre de 2001.




Congo-Brazzaville


Casi nada se sabe sobre varios Mi-8 y Mi-17 Congo-Brazzaville adquiridos probablemente en Ucrania en 1997. La única fotografía disponible muestra este Mi-17 (sin filtros de entrada, pero equipado con un cabrestante montado sobre puertas de babor) de un ángulo tan alto que solo se pueden distinguir muy pocos detalles del patrón de camuflaje alrededor de la cabina. La posición de la marca, si se aplica alguna, es una suposición; no se sabe si hay algún tipo de seriales o códigos.




RD Congo (Antiguo Zaire)


Uno de los tres Mi-24 suministrados a Zaire en 1997, 9T-RM.2, fue volado por mercenarios serbios durante la guerra contra los rebeldes de RDC.




Croacia




Costa de Marfil




Cuba





Ecuador


La Aviación del Ejército ecuatoriano tiene varios Mi-17 en servicio, en serie en el rango E-481 a E-484. Estos helicópteros vieron


martes, 11 de julio de 2023

Invasión a Ucrania: La batalla del aeropuerto de Hostomel

Batalla del Aeropuerto Antonov



Tropas aerotransportadas rusas sobre la pista del aeropuerto

La Batalla del Aeropuerto Antonov , también conocida como la Batalla del Aeropuerto Hostomel , fue un enfrentamiento militar que ocurrió en el Aeropuerto Antonov en Hostomel, Óblast de Kiev , durante la ofensiva de Kiev de la invasión rusa de Ucrania .

El 24 de febrero de 2022, pocas horas después de que el presidente de Rusia , Vladimir Putin, anunciara el inicio de una "operación militar especial" en Ucrania, tropas rusas de las Fuerzas Aerotransportadas Rusas (VDV) realizaron un asalto aéreo al aeropuerto de Antonov con el objetivo de capturarlo. El aeropuerto tenía un valor estratégico ya que estaba ubicado a menos de 10 kilómetros (6,2 millas) fuera de la capital, Kiev, lo que permitiría a las tropas rusas transportar por aire más tropas y equipo más pesado para amenazar directamente a la ciudad. Sin embargo, el ejército ucraniano respondió con un contraataque que rodeó a las fuerzas rusas sin apoyo y repelió el ataque inicial. El ataque se reanudó al día siguiente con otro asalto aéreo del VDV combinado con un asalto terrestre de refuerzos blindados provenientes de la frontera bielorrusa, rompiendo las defensas ucranianas. Luego, el aeropuerto fue capturado por las fuerzas rusas. A pesar de esto, la inesperada resistencia ucraniana frustró los planes de una rápida capitulación de Kiev, y el aeropuerto resultó demasiado dañado para ser utilizado como pista de aterrizaje funcional. El Antonov An-225 Mriya, el avión más grande del mundo, fue destruido en su hangar durante la batalla.

Introducción

El Aeropuerto Antonov, o el Aeropuerto de Hostomel, es un importante aeropuerto internacional de carga ubicado en la ciudad de Hostomel, justo en las afueras de la capital de Ucrania, Kiev. El aeropuerto era propiedad y estaba operado por la empresa estatal Antonov, la compañía estatal ucraniana aeroespacial y de defensa aérea. El aeropuerto acogió al único Antonov An-225 Mriya, el avión más grande del mundo y también se utilizó como pista de aterrizaje para la Fuerza Aérea de Ucrania.

Como Hostomel se encuentra a las afueras de Kiev, a unos 10 kilómetros de distancia, y podría brindar un acceso rápido a la capital, era estratégicamente importante. En el tiempo previo a la invasión rusa de Ucrania, la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) obtuvo información detallada sobre los planes de ataque rusos. El director de la CIA, William J. Burns, viajó a Ucrania en enero de 2022 e informó a los líderes ucranianos que Rusia tenía la intención de capturar el aeropuerto Antonov para un puente aéreo, lo que permitiría a las fuerzas rusas moverse rápidamente a Kiev para "decapitar al gobierno". Según Kyrylo Budanov, Jefe de la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania, el banquero Denys Kireyev, obtuvo información el 23 de febrero de 2022 de fuentes rusas de que la invasión rusa de Ucrania comenzaría el 24 de febrero y que el aeropuerto Antonov sería el lugar del ataque principal de la invasión. Los analistas creían que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el resto del liderazgo ruso asumieron que una operación tan rápida desorganizaría a Ucrania, lo que provocaría el colapso del ejército ucraniano y permitiría a Rusia instalar un gobierno títere. El analista de Madison Policy Forum, John Spencer, argumentó que esto habría asegurado una victoria militar para Rusia, aunque probablemente hubiera producido una insurgencia masiva en Ucrania. Sin embargo, las advertencias de la CIA y Kireyev ayudaron al ejército ucraniano a prepararse para un ataque al aeropuerto Antonov. Independientemente, el aeropuerto solo albergaba una pequeña guarnición de unos 300 soldados de la Guardia Nacional, ya que el resto había sido trasladado al frente en el este de Ucrania. La instalación de defensas en el aeropuerto y su guarnición se vio obstaculizada por la Empresa Estatal Antonov, cuyo liderazgo inicialmente bloqueó la entrada de las tropas de la Guardia Nacional. El ejército ucraniano solo pudo guarnecer completamente el aeropuerto el 23 de febrero, un día antes de la invasión rusa. 


Aeropuerto de Hostomel en 2012

Batalla

24 de febrero

El 24 de febrero de 2022, alrededor de las 05:30 hora local, el presidente Putin anunció una "operación militar especial" para "desmilitarizar y desnazificar" Ucrania. Alrededor de las 8:00 am, llegó una formación de 20 a 34 helicópteros rusos para asegurar el aeropuerto Antonov en Hostomel, un suburbio de Kiev, en un intento de crear un puente aéreo en el que las tropas y el equipo pudieran reunirse a menos de 10 kilómetros (6,2 millas) de Kiev. La formación de helicópteros consistía en Mi-8 que transportaban potencialmente de cien a varios cientos de tropas aerotransportadas rusas escoltadas por helicópteros de ataque Ka-52 . Los paracaidistas posiblemente consistieron en el 11.ª Brigada de Asalto Aéreo de la Guardia y/o 31.ª Brigada de Asalto Aéreo de la Guardia. El asalto aéreo fue capturado en video por civiles y soldados. Volando a baja altura, los helicópteros rusos se acercaron desde el río Dniéper y fueron inmediatamente atacados por fuego de armas pequeñas y MANPADS ucranianos . Los helicópteros rusos respondieron lanzando bengalas. Se registraron varios Mi-8 recibiendo golpes y golpeando el agua. Al menos un Ka-52 fue derribado; sus dos pilotos expulsados. Cinco Mikoyan MiG-29 de la 40.ª Brigada de Aviación Táctica de Ucraniatambién interceptó la formación, supuestamente derribando al menos dos helicópteros más y acosando al apoyo aéreo ruso destinado a apoyar el aterrizaje.


Vista de la cabina dentro de un helicóptero de ataque ruso Ka-52 que realiza una salida de vuelo bajo sobre el aeropuerto Antonov el 24 de febrero. El Ka-52 brindaba apoyo aéreo cercano a las fuerzas rusas que desembarcaban y cubría un helicóptero de transporte ruso Mi-8 lleno de paracaidistas rusos. El Ka-52 evadió múltiples MANPADS antes de ser golpeado por uno y realizar un aterrizaje de emergencia en un campo cercano. La tripulación desmontó el Ka-52 y ocupó posiciones defensivas para esperar la evacuación por parte de otro grupo de ataque de helicópteros rusos en su camino hacia el aeropuerto Antonov. A la izquierda de la imagen central, el hangar que contiene el Antonov An-225 Mriya se puede ver en la distancia.

Al llegar a Hostomel, los helicópteros rusos prepararon el aterrizaje aerotransportado atacando con cohetes el aeropuerto. Algunas defensas aéreas ucranianas en el aeropuerto fueron precisamente golpeadas y destruidas durante este ataque inicial; Los funcionarios ucranianos concluyeron más tarde que la inteligencia rusa había contratado a un empleado del aeropuerto para revelar estas posiciones. Aunque el bombardeo con cohetes protegió con éxito los aterrizajes, no logró debilitar significativamente las defensas ucranianas alrededor del aeropuerto. 

Una vez desembarcados, las unidades aerotransportadas rusas comenzaron a tomar el aeropuerto. Los aproximadamente 300 defensores ucranianos no estaban bien equipados e incluían muchos reclutas que nunca habían estado en combate. Solo pudieron ofrecer una resistencia limitada, aunque un miembro de la guardia nacional, Serhiy Falatyuk, derribó con éxito un helicóptero ruso con un 9K38 Igla , supuestamente "levantando el ánimo" de los reclutas. A medida que se intensificaron los combates, las defensas aéreas ucranianas se volvieron más efectivas. El helicóptero del comandante ruso, el capitán Ivan Boldyrev, fue alcanzado y obligado a realizar un aterrizaje de emergencia. A medida que los paracaidistas rusos aterrizaban en números crecientes y se dispersaban, la guarnición ucraniana se vio abrumada. Las fuerzas rusas pudieron así asegurar el aeropuerto. El reportero británico de la CNN, Matthew Chance, captó de cerca a los soldados rusos que aseguraban el perímetro del aeropuerto e intentó obtener algunos comentarios de ellos. Este éxito se debió a que el ejército ucraniano fue tomado por sorpresa por la velocidad del ataque ruso inicial, a pesar de los preparativos realizados después de la advertencia de la CIA. Luego, los paracaidistas comenzaron a prepararse para la llegada de 18 aviones de transporte estratégico Ilyushin Il-76 que transportaban tropas frescas de Rusia.



A pesar de superar la resistencia ucraniana inicial, los paracaidistas continuaron siendo atacados por civiles armados locales y el 3er Regimiento de Propósitos Especiales. Los ucranianos también comenzaron a bombardear el aeropuerto con artillería pesada. El general ucraniano Valery Zaluzhny reconoció el peligro de la cabeza de puente rusa en Hostomel y ordenó a la 72.ª Brigada Mecanizada al mando del coronel Oleksandr Vdovychenko que organizara un contraataque. En el "momento crítico" de la batalla, la 4ª Brigada de Reacción Rápida de la Guardia Nacional lanzó un contraataque ucraniano a gran escala,  respaldado por la Fuerza Aérea de Ucrania. Al carecer de vehículos blindados, las fuerzas rusas dependían del apoyo aéreo para evitar los avances ucranianos. Dos Su-25 rusos fueron vistos atacando posiciones ucranianas. Los aviones de combate ucranianos que sobrevivieron a los primeros ataques con misiles rusos participaron en el suministro de apoyo aéreo a las unidades de la Guardia Nacional; estos incluían al menos dos Su-24 y un MiG-29. Los ucranianos se apresuraron a enviar más tropas al aeropuerto para apoyar el contraataque. Estos refuerzos incluyeron la Legión Georgiana y una unidad de las Fuerzas de Asalto Aéreo de Ucrania. Con la batalla en curso, los rusos los Il-76 que transportaban refuerzos no pudieron aterrizar; posiblemente se vieron obligados a regresar a Rusia.


Las unidades militares ucranianas rodearon el aeropuerto e hicieron retroceder a las fuerzas rusas por la noche, lo que obligó a las tropas aerotransportadas rusas restantes a retirarse a los bosques fuera del aeropuerto. El comandante de la Legión georgiana, Mamuka Mamulashvili, afirmó más tarde que sus hombres se quedaron sin municiones en la batalla, por lo que usó su automóvil para atropellar a los paracaidistas rusos en retirada. Más tarde, la 4ª Brigada de Reacción Rápida publicó en su página de Facebook una imagen de sus soldados celebrando la victoria, mientras sostenían una bandera ucraniana acribillada a balazos. 

El Antonov An-225 Mriya , el avión más grande del mundo , estaba en el aeropuerto en el momento de la fase inicial de la batalla. Inicialmente, un piloto de Antonov confirmó que estaba intacto , a pesar de los combates. Sin embargo, el 27 de febrero, un comunicado de prensa de Ukroboronprom afirmó que el Mriya había sido destruido por un ataque aéreo ruso. El 4 de marzo, el canal de televisión estatal ruso Channel One Russia transmitió imágenes que mostraban que el Mriya había sido destruido. 

25 febrero 2022

Las tropas de la Guardia Nacional de Ucrania cubren la salida del personal del aeropuerto y los funcionarios públicos.

El 25 de febrero de 2022, las fuerzas terrestres mecanizadas rusas que avanzaban desde Bielorrusia combinadas con otro asalto aéreo del VDV tomaron el control del aeropuerto después de romper parcialmente las defensas ucranianas en la Batalla de Ivankiv. Algunos de los vehículos blindados fueron emboscados antes de llegar a Hostomel, deteniendo a los refuerzos por un tiempo, pero sin embargo entraron al aeropuerto y ayudaron a expulsar a los defensores ucranianos. Según el Ministerio de Defensa ruso, la captura se produjo tras un operativo en el que participaron unos 200 helicópteros. Se anunció la cifra de unas 200 bajas ucranianas y ninguna baja del lado ruso. Esta afirmación fue recibida con escepticismo, y Timur Olevsky, un periodista que presenció la batalla, refutó rotundamente esta afirmación. Sin embargo, las fuerzas terrestres rusas establecieron un punto de apoyo en Hostomel y comenzaron a ocupar puestos de control dentro de la ciudad. Se especuló que los defensores ucranianos podrían haber saboteado la pista antes del avance de las fuerzas terrestres rusas. 

El Ministerio del Interior de Ucrania inicialmente negó que el aeropuerto hubiera sido capturado por completo por las fuerzas rusas, afirmando que había estado "cambiando de manos" y que la batalla continuaba. El Ministerio del Interior también insistió en que la afirmación rusa de las bajas masivas de Ucrania era "una mentira absoluta", mientras que el Ministerio de Defensa de Ucrania declaró que el aeródromo estaba demasiado dañado para ser utilizado por las tropas rusas. Más tarde ese mismo día, Ucrania confirmó que las fuerzas rusas tenían el control del aeropuerto. 


Análisis

El analista de seguridad Andrew McGregor describió la batalla por el aeropuerto Antonov como un "desastre aéreo ruso". Según él, la operación rusa inicial tenía como objetivo asegurar un acceso temprano de las fuerzas de invasión a Kiev para terminar toda la guerra en uno o dos días. En cambio, la inteligencia rusa no pudo evaluar la concentración real de defensores ucranianos alrededor del aeropuerto y asumió solo defensas simbólicas. Como la fuerza de desembarco inicial era demasiado pequeña para mantener la localidad, mientras que el ejército ruso no pudo asegurar el transporte aéreo para los refuerzos ni evitar los contraataques ucranianos, esto llevó a la destrucción de la primera fuerza de desembarco. McGregor argumentó que el hecho de no tomar el aeropuerto Antonov y otro aeropuerto en Vasylkival comienzo de la invasión terminó la oportunidad de Rusia de llevar el conflicto a una conclusión rápida.


Los investigadores del Atlantic Council también argumentaron que la capacidad de Ucrania para defender el aeropuerto durante dos días "posiblemente impidió una captura rápida" de Kiev por parte de Rusia.  Michael Shoebridge del Instituto Australiano de Política Estratégica argumentó que "el ataque rápido estaba destinado a paralizar al gobierno central y desmoralizar a las fuerzas ucranianas", pero que esta operación fracasó. El director asociado del Royal United Services Institute, Jonathan Eyal, describió el fracaso inicial de Rusia para tomar el aeropuerto como "un punto de inflexión" en la guerra. El periodista Patrick J. McDonnell afirmó que "Rusia perdió la batalla por Kiev con su asalto apresurado" al aeropuerto.  Agencia France Presse declaró que "A las puertas de Kiev, el aeropuerto de Gostomel era donde Rusia esperaba lograr una victoria decisiva sobre Ucrania. [...] Fue en Gostomel y los suburbios circundantes de Kiev donde el avance de Rusia desde el norte vaciló y luego fracasó". Los investigadores Stijn Mitzer y Joost Oliemans argumentaron que la operación fracasó no solo por la defensa ucraniana inicial en el aeropuerto, sino también porque el avance ruso se estancó en la posterior Batalla de Hostomel. Como resultado, una gran cantidad de tropas y equipos rusos quedaron esperando en el aeropuerto de Antonov, sujetos a constantes bombardeos ucranianos. Mitzer y Oliemans expresaron la creencia de que las batallas por el aeropuerto y la ciudad de Hostomel "rompieron la espalda del asalto ruso a Kiev". El investigador Severin Pleyer sugirió que la Batalla del Aeropuerto Antonov mostró las fallas generales del ejército ruso durante la invasión, incluidas las dificultades con los principales sistemas de armas, fallas en logística, coordinación y planificación, así como la falta de liderazgo y entrenamiento. Según él, la lucha por el aeropuerto también puso de manifiesto que los grupos tácticos del batallón ruso no son aptos para la guerra, ya que dificultan la coordinación y la comunicación.


El curso de la Batalla del Aeropuerto Antonov se comparó con
la Operación Market Garden de la
Segunda Guerra Mundial ( paracaidistas aliados en la foto). 

Por el contrario, CNN describió la caída del aeropuerto como "la primera gran victoria lograda por los rusos" en la invasión. The Washington Post también declaró que "todavía, los rusos tenían su cabeza de puente" después de capturar el aeropuerto. El comandante ucraniano Oleksandr Syrskyi argumentó más tarde que la caída del aeropuerto "desempeñó un papel negativo" para las fuerzas ucranianas, pero que "el fuego de artillería dirigido a la pista y los lugares de desembarco retrasó significativamente el aterrizaje y frustró el plan para capturar Kiev". Jeremy Kofsky, investigador del Instituto de Guerra Moderna de la Academia Militar de los Estados Unidos. Argumentó que en ambos enfrentamientos, el aterrizaje inicial de los paracaidistas fue exitoso y capturó temporalmente el área objetivo, pero los errores en la planificación (en particular, las evaluaciones defectuosas de la voluntad y la capacidad de resistencia de los defensores) hicieron que una fuerza de paracaidistas se viera abrumada. Como resultado, la fuerza atacante solo pudo apoderarse del objetivo en una fecha posterior cuando se había vuelto mucho menos significativo estratégicamente, lo que resultó en problemas importantes para la estrategia ofensiva general de los atacantes.

Tropas rusas avanzan por el aeropuerto

El periodista Andreas Rüesch también argumentó que la Batalla del Aeropuerto Antonov, junto con otras batallas durante la invasión, refutó el mito de las capacidades extremas y la casi invencibilidad de las Fuerzas Aerotransportadas Rusas, afirmaciones que habían sido ampliamente fomentadas por la propaganda en
Rusia. En referencia al primer día de lucha, Pleyer describió la batalla como la peor derrota infligida a las Fuerzas Aerotransportadas Rusas en la historia reciente. ​​Citando fuentes ucranianas y un paracaidista ruso capturado, The Moscow Times informó más tarde que al menos 60 soldados de la 31ª Brigada de Asalto Aéreo de la Guardia murieron durante la batalla por el aeropuerto.  El New York Timesinformó que, según "altos funcionarios estadounidenses y ucranianos y el libro de registro ruso capturado", alrededor de 300 paracaidistas rusos murieron en la batalla en general. 

Varios días después de la captura del aeropuerto, las fuerzas rusas pudieron restaurar parcialmente sus campos de aterrizaje para que los aviones los usaran, aunque el aeropuerto sirvió principalmente como un centro para almacenar equipos y albergar tropas.

Secuelas

A pesar de la pérdida del aeropuerto, las fuerzas ucranianas continuaron enfrentándose a las fuerzas rusas en Hostomel. Testigos presenciales grabaron videos de supuestamente una columna de tanques rusos ardiendo en la distancia y Mi-24 ucranianos disparando cohetes contra posiciones rusas. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, afirmó que las fuerzas ucranianas desplegaron BM-21 Grad en Kiev para bombardear a las fuerzas rusas que ocupaban el aeropuerto. Olevsky declaró que cree que las bajas tanto para los rusos como para los ucranianos pueden ascender a cientos. 

El 26 de febrero de 2022, las fuerzas ucranianas afirmaron que la unidad del Grupo Alfa de Ucrania destruyó una columna de vehículos blindados rusos cerca de Hostomel. Sophia Fedyna, miembro de Verkhovna Rada , alegó que los Spetsnaz rusos capturaron a algunos miembros de la Guardia Nacional de Ucrania y vestían sus uniformes. Pidió a los ciudadanos y combatientes ucranianos que hablaran solo en ucraniano para ayudar a identificar a los saboteadores rusos.

A partir del 27 de febrero de 2022, el aeropuerto permaneció bajo control ruso cuando los enfrentamientos comenzaron a trasladarse a las ciudades de Bucha e Irpin al sur, donde las fuerzas ucranianas afirmaron haber detenido los avances rusos, impugnando a las fuerzas rusas en Hostomel en medio de intensos combates. El 27 de febrero, el Servicio de Seguridad de Ucrania publicó una supuesta conversación interceptada de las fuerzas rusas en Hostomel informando bajas y solicitando ser evacuadas. El mismo día, las fuerzas ucranianas bombardearon el aeropuerto con artillería y afirmaron haber destruido equipos, vehículos y personal rusos. Al día siguiente, un convoy militar ruso que se extendía 64 km llegó al aeropuerto en preparación para un asalto a Kiev. 

En las próximas semanas, el aeropuerto fue parcialmente reparado, pero no fue utilizado como pista de aterrizaje. El aeropuerto sirvió principalmente como base de operaciones avanzada, equipo de alojamiento y tropas. 

Al 28 de marzo de 2022, las imágenes de satélite no mostraban fuerzas rusas dentro del aeropuerto. El 29 de marzo, el viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, anunció la retirada de las fuerzas rusas del área de Kiev, incluido el abandono del aeropuerto de Hostomel. 

El 2 de abril, las fuerzas ucranianas habían recuperado el control del aeropuerto tras una retirada rusa a gran escala a lo largo del eje de Kiev. En su precipitada retirada, las tropas rusas destruyeron gran parte de su propio equipo, mientras que los ucranianos capturaron intacto otro material. Además, otros equipos rusos habían sido destruidos por ataques de artillería ucranianos antes de la retirada. En general, Rusia perdió al menos siete vehículos blindados de combate, 23 vehículos de combate de infantería , tres vehículos blindados de transporte de personal, un cañón antiaéreo, dos piezas de artillería de campaña, tres helicópteros, así como 67 camiones, vehículos y jeeps en el aeropuerto de Antonov. 


Estado del AN-225

Antonov An-225

En los primeros días desde el comienzo de la batalla, se desconoció el estado del AN-225, el avión más grande del mundo, que tiene su base en el aeropuerto, con informes mixtos sobre su destino. Aunque posteriormente se afirmó que la aeronave estaba intacta, más tarde las autoridades aeroportuarias, la empresa pública Ukroboronprom y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmaron su destrucción.


Fecha 24-27 de febrero de 2022
Lugar Aeropuerto Antonov
Coordenadas 50°36′13″N 30°11′31″E
Resultado

Victoria táctica rusa

  • Rusia toma el control del espacio del aeropuerto.
  • Destrucción del Antonov 225.

Victoria estratégica ucraniana

  • Fracaso del avance de las VDV sobre Kiev.
  • Bombardeos ucranianos incapacitan el aeropuerto para su uso militar.
  • Fuerzas rusas abandonan el aeropuerto para el 31 de marzo.
Beligerantes
Flag of Russia.svg Rusia Flag of Ukraine.svg Ucrania
Comandantes
Bandera de Rusia Vladímir Putin Bandera de Ucrania Volodímir Zelenski
Unidades militares
Middle emblem of the Armed Forces of the Russian Federation (27.01.1997-present).svg Fuerzas Armadas de Rusia Emblem of the Ukrainian Armed Forces.svg Fuerzas Armadas de Ucrania
Fuerzas en combate
Primera ola de asalto
  • 20–34 helicópteros
  • Numerosos Mi-8
  • Varios Ka-52
  • Cien a varios cientos de tropas aerotransportadas
  • Al menos dos Su-25

Segunda ola de asalto

  • 200 helicópteros (Según Rusia) 
  • Numerosos tanques y vehículos blindados.
  • Número desconocido de tropas terrestres
Número desconocido de tropas terrestres, tanques y vehículos blindados
  • Varios BM-21 (Según Rusia)
  • Al menos dos Su-24
  • Varios MiG-29 
  • Al menos dos Mi-24
Bajas
Según Ucrania:
Varios helicópteros derribados