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domingo, 3 de agosto de 2025

Cazas modernos ¿Por qué seguimos modernizando aviones antiguos?

¿Y qué pasa con los "Sushkas" rusos?

Roman Skomorokhov || Revista Militar


Nota: En ruso, "Сушка" (Sushka) es un apodo coloquial y afectuoso para los aviones de combate Sukhoi, cuyo nombre en ruso comienza con "Су" (Su), como Su-27, Su-30, Su-35, etc.

 

¿Por qué ciertos veteranos del aire se niegan a desaparecer?

Es una pregunta que, lejos de ser retórica, plantea una reflexión profunda sobre la dinámica de la aviación militar moderna. En plena era del siglo XXI, cuando los cazas de quinta generación ya no son prototipos sino activos en servicio —y los conceptos de sexta generación se pasean en simulaciones, prototipos y plataformas de prueba—, uno esperaría un paisaje aéreo dominado por siluetas furtivas, sensores fusionados y arquitecturas centradas en redes.

Y sin embargo, la realidad es otra.

Lejos de los titulares, los cielos siguen poblados por aeronaves que, en teoría, deberían estar en museos y no en hangares operativos. Cazas que nacieron en la Guerra Fría —y algunos, incluso antes— siguen modernizándose, volando y, en muchos casos, combatiendo. La respuesta inmediata es obvia: modernización y ahorro presupuestario. Pero la persistencia de estas plataformas va más allá de una simple cuestión de economía.

El ejemplo reciente de Azerbaiyán es ilustrativo. En lugar de adquirir un sistema de armas de última generación, el país celebró la compra de 24 cazabombarderos JF-17C, una plataforma desarrollada conjuntamente por Pakistán y China. El anuncio fue presentado como una modernización significativa de la flota aérea azerí. Pero una mirada técnica revela otra realidad: el JF-17, aunque mejorado en su variante "Block III", sigue siendo una aeronave que opera con una arquitectura de cuarta generación, equipada con radar AESA, sí, pero muy lejos en capacidad integral de plataformas como el Rafale, el F-16V o incluso versiones avanzadas del MiG-29 o Su-30.

La elección, más allá de las capacidades, es también estratégica y geopolítica. Pakistán —un actor emergente en la industria aeronáutica militar— ofrece una alternativa viable, asequible y con pocos condicionantes políticos. Para países con presupuestos restringidos o con limitaciones diplomáticas, este tipo de opción es no solo aceptable, sino la única posible.

Así, los veteranos del aire no mueren porque aún tienen un propósito claro. Porque bajo nuevas capas de pintura, radares actualizados y enlaces de datos integrados, siguen cumpliendo misiones vitales a una fracción del coste de un caza de quinta generación. No se trata de nostalgia. Se trata de pragmatismo operacional, autonomía estratégica y presión presupuestaria.

En este contexto, los cazas no desaparecen. Se adaptan. Evolucionan. Y sobreviven.



En esencia, lo que Azerbaiyán ha adquirido es un MiG-21 evolucionado. Es cierto: el diseño ha atravesado múltiples iteraciones, desde el J-7 chino hasta el actual JF-17C. El fuselaje ha sido rediseñado con una toma de aire lateral en lugar de la tradicional entrada frontal, se ha incorporado aviónica moderna, un radar AESA y una cabina digitalizada. Sin embargo, el corazón del avión sigue anclado en el pasado.

El motor que impulsa al JF-17 es el RD-93, una variante modificada del RD-33 soviético, conocido por propulsar al MiG-29 desde los años 70. En esta versión, el motor fue reconfigurado con una caja inferior para adaptarse a la estructura monomotor del nuevo diseño, pero sus parámetros básicos de empuje y eficiencia se mantienen en línea con estándares de hace más de cuatro décadas.

Como resultado, la carga útil del avión es modesta: apenas 3.000 kg distribuidos en ocho puntos de anclaje. En un entorno donde los cazas modernos como el Rafale o el F-15EX pueden superar los 9.000 kg, el JF-17 se sitúa en un nivel de capacidades muy contenido. Y sin embargo, la decisión de adquirir 24 unidades no es irrelevante.

Para la Fuerza Aérea de Azerbaiyán, esta flota representa una capacidad de disuasión creíble y una mejora cuantificable frente a sus vecinos regionales —con la excepción de Turquía, cuya integración industrial y tecnológica con Occidente la sitúa en otra categoría.

Pero esta no es una excepción aislada. Los Su-24 rusos siguen volando misiones de ataque en conflictos contemporáneos, demostrando que la vigencia de una plataforma depende menos del año de diseño y más de su modernización continua y la doctrina de uso. De igual modo, en otros países siguen operativos cazas como el F-4 Phantom, el MiG-21, o el Su-17/20/22, a veces en versiones remozadas, otras casi en sus configuraciones originales.

¿Son estas plataformas el resultado de un reciclaje inteligente o simplemente costuras bien disimuladas sobre estructuras ya obsoletas?

La línea es delgada. Pero lo cierto es que mientras cumplan su misión, y mientras los presupuestos, las amenazas y las alianzas dicten los límites del arsenal aéreo de muchos países, estos veteranos seguirán en el aire.
No como reliquias, sino como respuestas pragmáticas a un entorno operativo realista.


Mirage 2000DRMV



Hace apenas unos días, y con una puesta en escena cuidadosamente orquestada, la Fuerza Aeroespacial Francesa (Armée de l'Air et de l'Espace) presentó oficialmente la versión modernizada de su veterano avión de ataque: el Mirage 2000D RMV. Fue un acto cargado de simbolismo… y quizás, con un leve matiz de ironía estratégica.

Para finales de este mismo año, el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia espera contar con 50 unidades plenamente modernizadas de esta plataforma, que pese a sus años de servicio —y a un diseño que remonta a las últimas décadas del siglo XX—, sigue siendo considerada por el Estado Mayor como un medio eficaz para misiones de ataque a tierra y apoyo aéreo cercano.

Desde luego, el Mirage 2000D es un avión que goza de una reputación bien ganada: fiable, preciso y robusto. Su rendimiento en conflictos recientes ha demostrado que, con actualizaciones estructurales y electrónicas adecuadas, aún puede cumplir un rol relevante en el campo de batalla moderno.

Ahora bien, en términos puramente técnicos, su arquitectura aerodinámica, aviónica de base y carga útil no pueden competir con las de una nueva generación de cazas multifunción, como el Rafale F4/F5 o sus homólogos internacionales. El Mirage, por más que se revitalice, pertenece a otra era. Pero eso no invalida la decisión francesa. Al contrario.

La elección de extender su vida útil responde a una lógica estratégica clara: disponer de una plataforma secundaria con capacidades probadas, adaptada a misiones específicas, sin incurrir en los costes ni en la presión logística que implica aumentar la producción o despliegue de sistemas más avanzados.

En definitiva, el Mirage 2000D RMV no es una reliquia reciclada, sino una solución transicional y plenamente consciente dentro del modelo operativo francés. Y aunque su tiempo como punta de lanza pueda haber pasado, aún queda espacio para que este veterano siga cumpliendo misiones con eficacia quirúrgica en los teatros donde no se requiere lo más nuevo, sino lo más fiable.




Mirage 2000D RMV: El último rugido de un veterano optimizado

La pregunta ya no es si el Mirage 2000D debía haberse retirado, sino cuánto tiempo más permanecerá operativo y, sobre todo, por qué. La respuesta oficial es clara: al menos hasta 2035. Pero si atendemos al ritmo real de renovación de flotas, el calendario se torna flexible. Francia ha planificado desde hace casi dos décadas su transición hacia el Rafale como plataforma única, pero ese proceso ha sido lento y desigual. A ello se suma el desarrollo —todavía incierto— de un UCAV de nueva generación, y más adelante, la llegada del sistema de combate aéreo europeo FCAS, aún en fase conceptual.

Así, lo que en teoría sería una transición escalonada y ordenada, en la práctica es un mosaico operativo que sigue necesitando a los Mirage. Y todo indica que lo seguirá haciendo incluso más allá de 2040, siempre que la estructura lo permita.

El Mirage 2000D, derivado del Mirage 2000N nuclear, fue originalmente concebido como un avión de ataque todo tiempo con armamento convencional. Con el paso del tiempo, y bajo el programa de actualización DRMV (Rénovation Mi-Vie), se ha transformado en una plataforma optimizada para ataques de precisión, reconocimiento y apoyo táctico, equipada para seguir siendo relevante en entornos modernos.

Mejoras clave del Mirage 2000DRMV:

  • Misiles aire-aire MICA IR y próximamente MICA NG, con capacidad todo aspecto e inmunidad a contramedidas.

  • Bombas guiadas Paveway II (GBU-48, GBU-49, GBU-50) de origen estadounidense, con capacidades de guía láser y GPS.

  • Integración de la cápsula TALIOS, utilizada también en el Rafale, que combina funciones de designación de blancos y reconocimiento en tiempo real, con imágenes de alta resolución transmitidas vía Link 16.

  • Cabina digitalizada, con pantalla de instrumentos modernizada y sistema de presentación montado en el casco Thales Scorpion, ya en uso por la USAF.

  • Nuevo depósito ventral combinado, que reemplaza al antiguo pod ASTAC, ahora con capacidad dual: combustible adicional + sensores ELINT para inteligencia electrónica estratégica.

No obstante, algunos elementos clave permanecen sin cambios, como el radar Antelope 5 de seguimiento del terreno, lo que limita parcialmente la evolución de sus capacidades aire-aire.

Rendimiento frente a la inversión

El coste del programa DRMV ronda los 530 millones de euros (aproximadamente 590 millones de dólares). Aunque no parece desorbitado, teniendo en cuenta que extiende una capacidad táctica crítica por al menos una década más, lo cierto es que los avances tecnológicos incorporados no representan una revolución, sino una optimización puntual de subsistemas ya conocidos.

El misil MICA, por ejemplo, entró en servicio en los años 90. Las bombas Paveway II son tecnologías probadas desde la década de 1970. La modernización no persigue una supremacía tecnológica, sino garantizar operatividad fiable y sostenida en teatros de combate activos como Oriente Medio o África.

De disuasión nuclear a ataque de precisión

El Mirage 2000D nace de una transición doctrinal: desde el Mirage 2000N —plataforma nuclear sin capacidad para armas convencionales— hacia una arquitectura flexible multirrol. Este rediseño estructural incluyó la instalación de HOTAS, pantallas multifunción, y nuevos sistemas de guerra electrónica.

Inicialmente armado con misiles AS30L y bombas guiadas BGL 1000, el Mirage 2000D pronto fue adaptado para portar bombas estadounidenses GBU-12/24, así como el misil de crucero SCALP-EG, que ha sido empleado recientemente con eficacia en Ucrania.

Trayectoria operativa y futuro

Producción: 1993–2001, con 86 unidades construidas.
Teatros principales: Afganistán, Sahel (Operación Barkhane), Irak y Siria (Operación Chammal).
Modernización DRMV: Reducción de flota de 71 a 50 aeronaves.
Primera entrega modernizada: 2021.
Base actual: BA 133 Nancy-Ochey, noreste de Francia.

Con el retiro del Mirage 2000N (2018) y del Mirage 2000C (2022), y la reducción progresiva de los Mirage 2000-5F, el Mirage 2000DRMV se convierte en el último exponente de la saga Mirage en servicio francés. Su despliegue en bases como H4 (Jordania) o Al Dhafra (EAU), en sustitución de modelos más antiguos, confirma su vigencia táctica inmediata.

El Mirage 2000DRMV no es una plataforma de vanguardia, pero tampoco es una reliquia funcional. Es un equilibrio entre la tradición y la necesidad, un testimonio del ingenio francés en maximizar la vida útil de sus sistemas con intervenciones quirúrgicas y coherentes. Hasta que los Rafale estén en número suficiente, y mientras el FCAS siga en el horizonte, el Mirage continuará patrullando los cielos, cumpliendo su rol con precisión quirúrgica y dignidad operativa.


El verdadero problema no es el Mirage. Es el Rafale.

Más concretamente, la incapacidad de la industria aeronáutica francesa para producirlo al ritmo necesario. Desde su entrada en producción en 2005, el Dassault Rafale ha sido promocionado como la columna vertebral futura de la Fuerza Aérea y la Marina francesa. Sin embargo, casi dos décadas después, solo se han fabricado 175 unidades. Lo que debería haber sido una transición fluida y sostenida se ha convertido en un embudo logístico.

Los números hablan por sí solos. En términos de producción, 175 aviones en 20 años equivalen a una media de apenas 9 unidades por año. Si bien se trata de un caza polivalente altamente sofisticado, comparable al Eurofighter o al F/A-18E/F, este ritmo de fabricación es insuficiente para cubrir simultáneamente las necesidades francesas y las exportaciones firmadas.

Veamos el panorama actual usando algo tan temible como una calculadora:

Compromisos de entrega del Rafale:

  • Fuerzas Armadas Francesas (Armée de l'Air et de l'Espace + Marine Nationale):

    • Pedido total: 180 unidades

    • Entregadas: 137 (95 para la Fuerza Aérea y 42 para la Armada)

    • Pendientes: 43 unidades

  • Clientes internacionales:

    • India: 36 pedidos – 24 entregados → 12 pendientes

    • Qatar: 36 pedidos – 23 entregados → 13 pendientes

    • Grecia: 24 pedidos – 18 entregados → 6 pendientes

    • Croacia: 12 pedidos – 6 entregados → 6 pendientes (aunque con aviones de segunda mano)

Total pendiente de producción: 86 aviones

A una tasa promedio de 9 Rafale por año, Dassault Aviation necesitaría al menos 10 años para cumplir completamente con los pedidos existentes. Solo para completar los 43 aviones restantes destinados a las fuerzas francesas, se requerirán 5 años más de producción sostenida.

¿Consecuencia?

El Mirage 2000D RMV —un avión cuyo ciclo operativo debió cerrar hace años— tendrá que seguir en servicio activo hasta 2035 como mínimo. La lógica no miente: no hay suficientes Rafale para sustituirlo a corto plazo, y con nuevos pedidos (como el reciente contrato con Emiratos Árabes por 80 aviones), el calendario podría incluso extenderse más allá de lo previsto.

El Mirage no tiene elección. Le ha tocado una última misión estratégica: mantener la capacidad operativa francesa en misiones de ataque, apoyo y reconocimiento, mientras su sucesor real aún se encuentra en la línea de montaje.

La pregunta ya no es si podrá hacerlo, sino cuán apto está para resistir esa carga operativa prolongada. Su actualización RMV le ha dado una segunda vida, pero el desgaste estructural, los límites de crecimiento tecnológico y la obsolescencia de algunos subsistemas siguen ahí, agazapados bajo una nueva capa de pintura digital.

Lo cierto es que el Mirage 2000DRMV no está volando hacia el retiro, sino hacia su último gran esfuerzo operativo, una misión extendida por necesidad, no por elección. Y hasta que la línea de producción del Rafale logre alcanzar el pulso que Francia y sus socios requieren, el viejo caza delta tendrá que mantenerse firme... una vez más.


¿Es el Mirage un buen avión? Lo fue. Hace 30 años.

No hay duda de que el Dassault Mirage 2000 fue, en su momento, una plataforma destacada: aerodinámicamente refinado, confiable, con una arquitectura delta que lo distinguía de sus pares y con capacidades avanzadas para su época. Pero la pregunta actual no es si fue un buen avión. Es si todavía puede desempeñar un rol significativo en el entorno operativo contemporáneo.

¿Puede cumplir misiones hoy? Sí… pero solo en ciertos contextos.

El Mirage 2000D, incluso en su versión modernizada DRMV, puede cumplir con eficiencia tareas como apoyo aéreo cercano, interdicción táctica o reconocimiento armado. Para operar en escenarios como Siria, Irak, o el Sahel africano, donde el adversario carece de defensa aérea moderna, sigue siendo una opción viable, rentable y operativamente útil.

Es el arquetipo del "suficientemente bueno", en un equilibrio delicado entre costo operativo bajo, facilidad logística y experiencia táctica acumulada.

¿Y en combate de alta intensidad? Esa es otra historia.

Cuando el Mirage 2000 entra en escenarios con presencia de defensas aéreas modernas o cazas de última generación, la ecuación cambia. El avión carece de sigilo, no tiene radar AESA, su arquitectura electrónica tiene límites evidentes y su capacidad de supervivencia depende más de la táctica que de la tecnología.

El armamento, por su parte, no acompaña del todo la modernización de la célula:

  • El MICA, aunque fiable, fue desarrollado en los años 80. Su rival natural, el AIM-120 AMRAAM, ha superado varias generaciones de mejora y es empleado por más de 30 países.

  • Las bombas guiadas Paveway II, aunque precisas, no son precisamente una tecnología de vanguardia.

  • El Mirage no puede portar una carga ofensiva comparable a plataformas más recientes como el Su-30SM o el Rafale, a menos que sacrifique combustible interno y se recargue con depósitos externos.

¿Y su rendimiento en comparación?

Incluso frente a aeronaves de similar generación, como el Su-24M ruso —que lo supera en autonomía, capacidad de carga y tipos de armamento integrados—, el Mirage queda limitado a un rol secundario. Compararlo con cazas como el Su-30SM2 o el Su-35S simplemente no tiene sentido: juegan en ligas distintas.

Entonces, ¿por qué sigue volando?

Por una razón simple: porque no hay con qué reemplazarlo aún.

Francia no ha producido Rafale al ritmo necesario para cubrir tanto su propia demanda como la de sus clientes internacionales. Y hasta que eso no cambie —lo cual, a la velocidad actual, tomará años—, el Mirage 2000DRMV seguirá cubriendo las brechas, aunque cada vez con más limitaciones operativas.

¿Es una situación única? Para nada.

Otros países también mantienen en vuelo plataformas veteranas por las mismas razones: limitaciones presupuestarias, falta de personal técnico, o ausencia de alternativas viables. F-4 Phantom en Turquía e Irán, F-5 en Arabia Saudita, Taiwán o Brasil, Su-17 en Vietnam y Polonia. En muchos casos, estos cazas cumplen roles secundarios o son utilizados para entrenamiento avanzado, pero rara vez son enviados al frente en conflictos de alta intensidad. Y si lo son, sus tasas de supervivencia son mínimas, como lo ha demostrado ampliamente el caso ucraniano con MiG-29 o Su-25 en variantes antiguas.



Conclusión: el veterano sigue volando, pero no por elección.

La prolongación del servicio del Mirage 2000 no es una decisión técnica, sino una consecuencia directa de restricciones estructurales: falta de producción, falta de financiación, falta de alternativas inmediatas. Y mientras esto no se resuelva, la Armée de l’Air et de l’Espace seguirá confiando en una plataforma que ya ha superado su apogeo.

Celebrar la modernización de 50 unidades Mirage 2000DRMV como un “refuerzo sustancial” de la capacidad de combate de Francia es, como mínimo, una declaración optimista. Especialmente en un contexto donde el presidente Macron plantea enfrentar amenazas convencionales rusas en Europa.

Uno podría bromear con la posibilidad de reactivar incluso los Mirage III como escolta en futuros despliegues. Pero, evidentemente, frente a cazas contemporáneos como el Su-35S, no hay cabida para nostalgias. En una guerra real, la brecha tecnológica se convierte en una sentencia táctica.

martes, 29 de julio de 2025

Geoestrategia israelí: La campaña entre guerras 2013-2023 (2/4)

La campaña entre guerras en una encrucijada

CBW, 2013­2023: ¿Qué nos espera?


Ofer Shelah y Carmit Valensi || Memorandum 227 (2023)
INSS


La primera etapa: De la guerra civil en Siria a la entrada de Rusia en la arena

El primer ataque israelí en Siria, atribuido al período de armas químicas y biológicas, ocurrió en enero de 2013, casi dos años después del estallido de la guerra civil. El objetivo, según fuentes extranjeras, era un convoy que transportaba misiles antiaéreos SA­17 de Siria al Líbano, afirmación que los sirios negaron, aunque admitieron que se había llevado a cabo un ataque israelí dentro de su territorio.(20) Unos días después, el entonces ministro de Defensa, Ehud Barak, insinuó que efectivamente se trató de un ataque israelí y declaró: «Dijimos que creemos que no se debe permitir la transferencia de armas avanzadas a Hezbolá... Cuando decimos algo, lo decimos en serio».(21)
Durante los primeros años, los ataques fueron relativamente escasos: según la mayoría de las fuentes, hubo seis ataques en 2013 y dos en 2014 (Figura 1). Los objetivos en esos años fueron transferencias de misiles antiaéreos, misiles antibuque P­800 Oniks, con los que es posible atacar buques y objetivos costeros en Israel, y misiles tierra-tierra Fateh­110 o Scud­D.(22) Durante ese tiempo, las "reglas del juego" en el ámbito del norte comenzaron a tomar forma: Israel se sentía libre de atacar los envíos de armas avanzadas o revolucionarias a Hezbolá, manteniendo la libertad de decidir qué armas entraban en esa categoría.
Por ejemplo, los convoyes que transportaban misiles antitanque o cohetes tierra­-tierra no fueron atacados.
El régimen sirio, totalmente absorto en la guerra civil, no respondió a los ataques. Por su parte, con el tiempo, Hezbolá, que ha disfrutado La disuasión mutua con Israel desde la Segunda Guerra del Líbano (2006), que sólo rara vez fue violada, definió sus líneas rojas: ataques dentro del territorio libanés (ya que se considera defensor de la soberanía del Líbano) y el asesinato de personal de Hezbolá en Siria.

Figura 1. Ataques en Siria, 2013-2017


Guerra química y biológica en las Fuerzas de Defensa de Israel: de las operaciones individuales al concepto sistémico

En esos años, surgió en las FDI un debate sobre la necesidad de formular una doctrina integral para sus operaciones entre las principales campañas.

En 2012, el Director de la División de Planificación de la Dirección de Planificación, Coronel (res.) Shay Shabtai, publicó un artículo en el que afirmaba que «entre guerras, las FDI operan basándose en un conjunto de principios —algunos de ellos obsoletos e irrelevantes— que no convergen para formar una doctrina única y coherente. Ha llegado el momento de que las FDI consideren este intervalo como una campaña a todos los efectos» y propósitos y formular una doctrina de combate, tanto a nivel del Estado Mayor como a nivel nacional”.23

Este discurso fue el trasfondo de la primera inclusión de la campaña entre guerras en los documentos básicos de las FDI, encabezada por el documento de la Fuerza de Defensa de Israel, entonces Jefe de Estado Mayor Gadi Eisenkot en agosto de 2015. Según este documento, la campaña entre guerras es parte del estado de rutina, uno de los tres estados de función del ejército (rutina, emergencia y guerra):24

La lógica del uso de la fuerza en la campaña entre guerras es mantener y potenciar las ventajas de la campaña anterior con una serie de objetivos u objetivos secundarios destinados a evitar la guerra:

a.    Para debilitar los elementos negativos del poder.
b.    Reducir la acumulación militar del enemigo. c. Crear condiciones óptimas para la victoria en una guerra futura.
d. Crear legitimidad para las acciones de Israel y anular la base legítima de las acciones del enemigo. 25
El documento establece que el principio del uso de la fuerza en la campaña entre guerras es una combinación de: “a. acción encubierta y secreta en todos los ámbitos
y dimensiones fuera de las fronteras del Estado de Israel; esta política se basa en inteligencia y tiene como objetivo perjudicar los esfuerzos e iniciativas del enemigo. b. acción abierta para crear disuasión – [lo que] demuestra los límites de la moderación de Israel”.26 El documento enfatiza el elemento de encubrimiento de la acción, dirigido principalmente a prevenir la escalada hacia una guerra total, así como la cooperación y actividad internacional en los ámbitos “blandos” – cognitivo, económico y legal.

Estas definiciones indican cómo se consideraba la campaña de entreguerras en esta etapa: como una actividad rutinaria de seguridad con objetivos relativamente limitados, y cuya esencia es evitar la guerra y debilitar al enemigo, tanto física como cognitiva y legitimativamente. El Jefe de Estado Mayor Eisenkot subrayó la importancia de no dejarse arrastrar a la guerra en el proceso de toma de decisiones, y posteriormente escribió que «cualquier caso de verse arrastrado a una guerra total, e incluso a una guerra de desgaste, significa un fracaso de la doctrina de la campaña de entreguerras». 27

Hezbolá en sus primeros años: Énfasis en los combates en Siria

En 2012, casi al mismo tiempo que Israel iniciaba los ataques en Siria para detener el envío de armas al Líbano, la participación de Hezbolá en la guerra civil se intensificó y, en consecuencia, sus operativos constituyeron una presencia considerable en Siria. La participación militar de Irán y Hezbolá se debió, ante todo, a la preocupación por la supervivencia del régimen de Bashar al­ Assad: Hezbolá lo consideró un preámbulo necesario para la continuidad del eje liderado por Irán, que incluye a Siria y a sí mismo, y su capacidad de sobrevivir y fortalecerse en el futuro.

Más allá del objetivo de salvar a Assad, Hezbolá temía que la guerra civil en Siria se extendiera al Líbano, y le preocupaba especialmente la penetración de las fuerzas de la yihad global en el Líbano: Al Qaeda y, posteriormente, ISIS. En etapas posteriores, la organización, siguiendo instrucciones de Irán, identificó el potencial de Siria como una estación de transferencia de armas, bienes y operativos enviados desde Irán al Líbano. Este eje terrestre constituye una arteria importante para el desarrollo militar de Hezbolá y para su capacidad de mantener su poder militar
y político.

Durante el primer año tras el estallido de la guerra civil, Hezbolá mantuvo un perfil bajo, debido principalmente a las presiones políticas internas libanesas. Sin embargo, debido a la creciente preocupación por la supervivencia del régimen de Assad. El régimen decidió aumentar significativamente el número de fuerzas: ya en mayo de 2013 se estimó que unos 5.000 combatientes participaban en las batallas en la zona de al-­Qusayr, operando en compañías y batallones.

Figura 2. Número de víctimas mortales de Hezbolá durante la guerra civil siria


El despliegue ruso en Siria comenzó a fines de 2015, el año en que el número de miembros de Hezbolá muertos alcanzó su pico máximo, con 313 muertes (Figura 2).28 El hecho de que casi la mitad de los operativos de Hezbolá murieran cerca de la frontera sirio­libanesa, en combates destinados a prevenir una propagación del terrorismo yihadista al Líbano, ayudó a obtener legitimidad interna libanesa para la participación de Hezbolá en los combates en Siria. 29

Definiendo las líneas rojas

En sus dos primeros años, la campaña entre guerras se transformó en una campaña continua, en la que ambos bandos establecieron límites: por parte de Israel, la transferencia de armas revolucionarias a Hezbolá, reservándose Israel el derecho a definir sus implicaciones; y por parte de Hezbolá, el asesinato de miembros de Hezbolá o ataques dentro del Líbano. Sin embargo, la dinámica de los límites es compleja y su definición es flexible, especialmente cuando no son físicos, y más aún cuando no se consideran pretexto suficiente para la guerra. La zona gris que surge, cuando cada bando interpreta el límite a su antojo, crea un "ámbito de contención" en el que la acción contundente del otro bando no necesariamente conduce a un estallido a gran escala ni se deja sin represalias. Al mismo tiempo, cada bando tiene derecho a continuar con lo que está haciendo —en este caso, Hezbolá con sus esfuerzos de desarrollo militar—, partiendo de la conclusión de que, de hecho, Israel teme la guerra y se ha conformado con la campaña entre guerras.

Así, a pesar de los ataques, y tal vez porque estaba claro que eran el límite de la actividad militar que Israel estaba dispuesto a lanzar (dado que por definición, toda acción en la campaña entre guerras se medirá según el criterio de “no conducir a la guerra”), Hezbolá continuó su aumento de fuerzas, tanto en general como en sus intentos de armarse con lo que Israel definió como armas que cambiarían el juego.

El Proyecto de Misiles de Precisión y “Sol de Invierno”: Probando las Líneas Rojas

En 2014 y 2015, la campaña entre guerras comenzó a centrarse en una nueva amenaza, que Israel consideró más grave que antes: el “proyecto de precisión”. En una sesión informativa de agosto de 2019 en la que expuso el proyecto en detalle, las FDI afirmaron que las primeras acciones en este contexto por parte del eje liderado por Irán incluyeron intentos de transferir a Hezbolá misiles de precisión completos a través del territorio sirio, incluyendo algunos fabricados en plantas sirias. Una parte significativa de estos intentos fueron frustrados en operaciones de armas químicas y biológicas hasta finales de 2015.

Dado el fracaso de estas acciones iraníes y la adhesión de Israel a la postura roja, tras no operar en el Líbano, Irán y Hezbolá decidieron transferir la producción de misiles al propio Líbano, de dos maneras: la conversión de misiles "tontos" en misiles de precisión y la producción completa de misiles de precisión de largo alcance . En 2018, en un discurso ante la Asamblea General de la ONU, el primer ministro Benjamín Netanyahu expuso la existencia de tres plantas de producción de este tipo. (31)

El "proyecto de precisión" demuestra tanto los logros como las limitaciones de la campaña entre guerras. Por un lado, es indiscutible que, al menos hasta 2020, Hezbolá poseía un arsenal de misiles de precisión de alta trayectoria mucho menor del que esperaba y planeaba tener para entonces. El Jefe de Estado Mayor Eisenkot resumió esto al final de su mandato diciendo: "Puedo afirmar con seguridad que, en este momento, Hezbolá no tiene capacidades de precisión, salvo en cantidades pequeñas e insignificantes. Esperaban tener cientos de misiles de mediano y largo alcance". 32

Por otro lado, la transferencia de la producción al Líbano planteó a Israel un dilema: ¿Estaba
dispuesto a atacar lo que, en palabras de algunos de sus portavoces, se convirtió casi con seguridad en una escalada que podrícaadessoembboeclalir,en una guerra? Israel se abstuvo de atacar dentro del propio Líbano, y hoy no está claro cuánto ha aumentado el arsenal de misiles de precisión de Hezbolá en los últimos años.

Al mismo tiempo, los intentos de una campaña semiencubierta en suelo libanés también conllevaron, al menos en un caso, un peligro real de escalada. En agosto de 2019, se atacaron sitios con drones en el barrio de Dahiyeh en Beirut, donde, según filtraciones posteriores a los medios, se almacenaba equipo para el proyecto de precisión.33 (Además, un operativo de Hezbolá murió en una redada en Siria). Nasrallah respondió de inmediato, esta vez con una amenaza directa: "Si Netanyahu cree que la historia ha terminado porque no hubo víctimas mortales, se equivoca. Si nos quedamos de brazos cruzados ante esta violación, el Líbano estaría en un camino peligroso, en el que cada dos días un dron con trampa explosiva vendrá y atacará objetivos en nuestro territorio... No permitiremos que esto suceda en suelo libanés". 34 Unos días después, se dispararon misiles antitanque contra un puesto avanzado de las FDI y contra una ambulancia militar con soldados. Los misiles fallaron su objetivo, pero el mensaje claro fue que cruzar descaradamente una línea roja llevaría a la organización al riesgo de una escalada.

Este incidente fue precedido por un suceso que demuestra aún más la prudencia de ambas partes. El 18 de enero de 2015, seis miembros de Hezbolá murieron en un ataque aéreo cerca de Quneitra, entre ellos Jihad Mughniyeh, hijo del exjefe de Estado Mayor de la organización, Imad Mughniyeh. Un general iraní también murió en el ataque. Israel no se responsabilizó del ataque.

Sin embargo, a diferencia de acciones anteriores, el “ámbito de contención” de Hezbolá fue limitado, debido a la línea roja de matar a su personal, la identidad de los muertos y la naturaleza abierta del ataque (a plena luz del día y con uso de aviones). Nasrallah prometió venganza, y esto efectivamente ocurrió diez días después, cuando se dispararon misiles antitanque contra un convoy de las FDI cerca del Monte Dov, matando a dos soldados de la Brigada Givati. Un miembro de la FPNUL murió en la respuesta de las FDI.
Dos días después del suceso, Nasrallah pronunció un discurso en el que esbozó la política de respuesta de su organización: "Nos mataron a plena luz del día, los matamos a plena luz del día. Nos mataron alrededor de las 11:30 de la mañana, los matamos".

Los atacaron a las 11:30. Se enfocaron en dos autos, nosotros en dos autos. Mataron e hirieron; nosotros también seremos mártires… No queremos la guerra, pero no somos débiles ni le tememos. Aparentemente, la lección que se desprende del "Sol de Invierno" —nombre que las Fuerzas de Defensa de Israel dieron a estos sucesos— es que ambas partes saben bien cómo delinear los límites del uso de la fuerza para evitar una guerra a gran escala. Sin embargo, un análisis más detallado del
incidente revela que las fuerzas de Hezbolá dispararon varios misiles antitanque Kornet contra el convoy de vehículos de las FDI (en diversos informes, su número se estimaba entre 4 y 7). Esto podría haber provocado un mayor número de bajas, lo que probablemente habría provocado una respuesta más contundente y letal por parte de Israel, así como el peligro de escalada, especialmente evidente para los líderes de Hezbolá, que sufrieron en carne propia los acontecimientos de la Guerra del Líbano de 2006.

La conclusión es que, incluso en esta etapa relativamente temprana de la campaña entre guerras en el norte del país, Hezbolá demostró que, bajo ciertas condiciones, estaba dispuesto a ceder el control de la situación para mantener sus límites, incluso a costa de arriesgarse a una escalada que no deseaba. Esto también se aplicó al tiroteo en la ambulancia en 2019. El atentado terrorista en el cruce de Meguido el 13 de marzo de 2023 (llevado a cabo por un agente de Hezbolá infiltrado desde el Líbano) debe interpretarse en un contexto similar.

Estos casos y otros ilustran la naturaleza problemática de una campaña en curso contra las capacidades llevada a cabo bajo una directiva estricta de abstenerse de una guerra total: atacar las formas en que el enemigo se arma también lo lleva a sacar conclusiones y, como resultado, a cambiar sus acciones; para seguir impidiéndole armarse, Israel también debe cambiar su modus operandi, de una manera que se acerque más a cruzar las líneas rojas, lo que a su vez podría conducir a una escalada.

En consecuencia, Israel se ve obligado a elegir entre la continuación de una campaña eficaz contra las capacidades y un riesgo creciente de escalada, y suele optar por concesiones en cuanto a acciones efectivas; por ejemplo, abstenerse de atacar las "fábricas de precisión" en suelo libanés. El enemigo logra armarse (aunque quizás no tanto como desearía) y, al mismo tiempo, concluye que está protegido dentro del marco de las líneas rojas, porque Israel teme a la guerra. Esta comprensión, en sí misma, aumenta la probabilidad de errores de cálculo y una escalada involuntaria.

El enemigo, por otra parte, muestra continuamente su disposición a correr el riesgo de una escalada, porque supone que Israel hará todo lo posible para evitarla.
Nasrallah expresó esto en un discurso en mayo de 2023, cuando dijo (en respuesta a los comentarios del jefe de Inteligencia Militar de las FDI) que “Ustedes no son los que amenazan con una guerra a gran escala; somos nosotros los que lo estamos haciendo”.36




domingo, 1 de junio de 2025

Invasión a Ucrania: Operación Telaraña, la destrucción de la aviación estratégica rusa

La operación Telaraña

Agustín Antonetti
@agusantonetti

con modificaciones de Esteban McLaren

Ucrania afirmó que su operación "Telaraña" del 1 de junio de 2025 destruyó más de 40 aviones rusos, incluidos bombarderos estratégicos, en bases como Belaya y Olenya, con daños estimados en $2 mil millones. Videos muestran aviones en llamas, pero Rusia no ha confirmado las pérdidas, lo que genera cierta incertidumbre. La operación, antes de las conversaciones de paz, parece de carácter estratégica.

La operación se planificó por 18 meses y el ataque incluyó 5 bases aéreas con una base aeronaval incluida. Uno de los blancos estaba a 3 mil kilómetros de Ucrania (cercano a la frontera de Mongolia). Los drones entraron de contrabando en Rusia por camiones conducidos por camioneros rusos a los que se le pagó para que fueron a ciertos destinos. Llegados a estos lugares, el techo de los containers se abrió y los drones salieron hacia sus blancos con completo desconocimiento de los conductores respecto a su tarea de porta-drones.




Ucrania acaba de realizar una de las operaciones militares más increíbles de la historia. 

Ha destruido cerca del 40% de toda la aviación estratégica rusa en apenas un solo ataque. 

Es un golpe devastador para Rusia. 

La operación bautizada como "Telaraña" fue un plan maestro del SBU (Servicio de Seguridad de Ucrania) supervisado por el presidente Zelensky en persona.

El ataque se planificó durante más de un año y medio infiltrando drones sin que nadie lo sospechara.



Ucrania contrató a un ciudadano ruso para llevar un camión lleno de drones FPV (sin saber lo que transportaba) hasta las cercanías de las bases aéreas clave. Desde ahí, activaron los drones y golpearon los aeródromos como Bélaya en Irkutsk y otros puntos estratégicos.







El objetivo: destruir la AVIACIÓN ESTRATÉGICA rusa.  

Según el SBU, se destruyeron 41 AVIONES, incluyendo bombarderos Tu-95, Tu-22M3 y aviones de reconocimiento A-50.

Esto equivale a un daño de miles de millones de dólares. Rusia no podrá reemplazarlo en un largo tiempo.






El ataque no solo pulverizó los aviones clave, sino que demostró que las defensas aéreas de Putin son un colador. 

Ucrania operó dentro de territorio ruso, a miles de kilómetros de la frontera, sin perder UN SOLO AGENTE.









Este ataque es muy importante porque estos aviones (como los Tu-95 y Tu-160) son los que lanzan los misiles de crucero contra la población civil en Ucrania. 

Sin ellos, la capacidad de Putin para atacar ciudades ucranianas desde el aire queda críticamente debilitada.

Y hay más: Ucrania no solo atacó los aviones, también golpearon depósitos de combustible, como el de Engels-2, que abastece a sus bombarderos. 

Sin combustible especializado, los aviones que sobrevivieron son poco más que chatarra estacionada.



Lo increíble de esto es que Ucrania realizó la operación con drones BARATOS, algunos no llegan ni a los 500 dólares, contra aviones que valen MILLONES.

Hoy la guerra aérea acaba de cambiar.








Todavía en estos momentos, civiles se aproximan a los restos de camiones cargados con drones y trampas bobas que explotan...



miércoles, 28 de mayo de 2025

Lecciones estratégicas de la guerra en Ucrania para la defensa global

Lecciones militares y estratégicas del conflicto en Ucrania

Esteban McLaren





El conflicto en Ucrania ha proporcionado valiosas lecciones en el ámbito militar y estratégico, destacando el papel de la guerra urbana, el impacto de la tecnología y la evolución de las tácticas de combate. A continuación, se presentan los principales aprendizajes extraídos del conflicto, organizados en diferentes áreas clave.

El conflicto en Ucrania ha servido como un laboratorio en tiempo real para la evolución de la guerra moderna, ofreciendo valiosas lecciones militares y estratégicas en múltiples áreas. Desde el combate urbano hasta el papel de la tecnología, pasando por la logística y la guerra de información, este conflicto ha demostrado la continua adaptación de las fuerzas en combate y la importancia de la innovación en la conducción de operaciones militares.

La guerra urbana en Ucrania

El combate urbano ha sido uno de los aspectos más críticos del conflicto, evidenciado en batallas como las de Mariúpol, Bajmut y Járkov. A diferencia de los conflictos convencionales en los que el control del terreno se basa en el dominio de grandes extensiones abiertas, la guerra urbana ha obligado a una reconsideración de las tácticas tradicionales. Las fuerzas ucranianas han utilizado una estrategia basada en la movilidad y dispersión para maximizar sus ventajas y minimizar sus vulnerabilidades frente a un enemigo con superioridad numérica y de fuego. En ciudades devastadas por los bombardeos, las tropas defensoras han aprovechado el terreno para establecer posiciones fortificadas en edificios en ruinas, utilizando túneles y sótanos para moverse sin ser detectadas.

Una de las lecciones clave que han emergido del conflicto es el uso de la infraestructura civil como parte integral de la estrategia defensiva. Los edificios altos han sido empleados como puntos de observación y plataformas de tiro para francotiradores y equipos de artillería ligera. De igual forma, los sistemas de alcantarillado han permitido el movimiento encubierto de tropas, facilitando emboscadas y operaciones de infiltración detrás de las líneas enemigas. El uso de barricadas improvisadas y vehículos destruidos ha dificultado el avance de las tropas mecanizadas, obligándolas a ralentizar su ritmo y exponiéndolas a ataques coordinados.

El combate en áreas urbanas también ha demostrado la importancia de la comunicación en tiempo real y la necesidad de una coordinación efectiva entre unidades dispersas. Los defensores han empleado radios de corto alcance, aplicaciones de mensajería encriptadas y redes de drones para transmitir información sobre los movimientos del enemigo. Esta conectividad ha permitido una toma de decisiones más ágil y una capacidad de reacción rápida a los cambios en el campo de batalla.

El impacto de la tecnología en el conflicto

Uno de los aspectos más innovadores de la guerra en Ucrania ha sido el uso de tecnología avanzada en todos los niveles de combate. En particular, los drones han transformado la manera en que se llevan a cabo las operaciones militares, desempeñando funciones que van desde el reconocimiento hasta el ataque directo. Ucrania ha utilizado drones comerciales modificados para la vigilancia del campo de batalla, lo que ha permitido identificar posiciones enemigas y dirigir fuego de artillería con una precisión sin precedentes.

Por otro lado, los drones kamikaze han jugado un papel determinante en la ofensiva. Modelos como el Shahed-136, utilizados por Rusia, y los drones FPV empleados por Ucrania han demostrado ser efectivos para atacar posiciones fortificadas, vehículos blindados y centros logísticos enemigos. La capacidad de estos dispositivos para evadir sistemas de defensa aérea y alcanzar objetivos con precisión los ha convertido en una herramienta clave en el conflicto.

A la par del desarrollo de los drones, la guerra electrónica ha cobrado una importancia sin precedentes. Ambos bandos han implementado sistemas de interferencia para bloquear señales de GPS, comunicaciones y drones enemigos. En este sentido, la doctrina militar ha evolucionado para incluir estrategias de protección contra ataques electrónicos y la integración de sistemas antidrones en unidades de combate. Las tropas en el terreno han aprendido a utilizar medidas de mitigación como el cambio constante de frecuencias de comunicación, el uso de contramedidas electrónicas y la implementación de redes de comunicación resilientes.

Otro elemento tecnológico fundamental ha sido la guerra cibernética. Desde el inicio del conflicto, Ucrania y Rusia han utilizado ataques cibernéticos para deshabilitar infraestructuras críticas, manipular información y afectar la moral del enemigo. Hackers ucranianos han lanzado ofensivas contra bancos, medios de comunicación y sistemas de transporte rusos, mientras que Rusia ha dirigido ataques contra redes eléctricas y sistemas gubernamentales en Ucrania. Estas operaciones han demostrado que el ciberespacio es ahora un dominio de combate tan importante como el terrestre, aéreo o marítimo.

Logística y sostenimiento en un conflicto de alta intensidad

El conflicto en Ucrania ha resaltado la vulnerabilidad de los centros logísticos en la guerra moderna. Ambos bandos han atacado con éxito depósitos de municiones, centros de reabastecimiento y líneas de comunicación, con el objetivo de privar al enemigo de los recursos necesarios para continuar la lucha. Estos ataques han puesto en evidencia la necesidad de adoptar un enfoque más flexible en la gestión del suministro y la distribución de recursos en el campo de batalla.

Las fuerzas ucranianas han aprendido a dispersar sus suministros en múltiples ubicaciones para evitar que un solo ataque pueda afectar de manera significativa su capacidad operativa. Asimismo, han empleado técnicas de reabastecimiento móvil, utilizando vehículos ligeros y drones para entregar municiones, medicinas y equipos a las tropas en primera línea sin necesidad de depender de grandes convoyes logísticos.

Otra lección importante ha sido el alto consumo de municiones en un conflicto de alta intensidad. La guerra ha demostrado que los enfrentamientos prolongados pueden agotar rápidamente las reservas estratégicas de armamento, lo que ha obligado a ambos bandos a buscar alternativas para reponer sus arsenales. Ucrania ha dependido en gran medida del apoyo de aliados occidentales para obtener nuevas armas y municiones, mientras que Rusia ha recurrido a proveedores externos como Irán y Corea del Norte para mantener su capacidad ofensiva.

Operaciones de información y guerra híbrida

El conflicto en Ucrania ha puesto de manifiesto la creciente importancia de las operaciones de información y la guerra híbrida. Las redes sociales han sido utilizadas de manera extensiva como una herramienta de comunicación y propaganda. Ucrania ha empleado plataformas como Twitter y Telegram para coordinar movimientos civiles, compartir inteligencia y fortalecer la moral de sus tropas. La difusión de imágenes y videos en tiempo real ha permitido a Ucrania mantener el apoyo de la comunidad internacional y contrarrestar la narrativa rusa sobre el conflicto.

Por otro lado, Rusia ha llevado a cabo una campaña de desinformación con el objetivo de generar confusión y sembrar dudas en la población enemiga. Mediante la manipulación de noticias, la difusión de rumores y el uso de cuentas falsas en redes sociales, Moscú ha intentado influir en la percepción pública y justificar sus acciones militares. Esta estrategia ha demostrado que la información puede ser utilizada como un arma tan poderosa como cualquier sistema de armamento convencional.

Un aspecto clave de la guerra híbrida en Ucrania ha sido el papel de la resistencia civil. En las zonas ocupadas, la población ha desempeñado un papel fundamental en la recopilación de inteligencia, el sabotaje de infraestructuras y la interferencia en la logística enemiga. La capacidad de movilizar a la población civil para apoyar las operaciones militares ha demostrado ser un factor determinante en el desarrollo del conflicto.

Conclusión

El conflicto en Ucrania ha demostrado que la guerra moderna se desarrolla en múltiples dimensiones y requiere una constante adaptación para mantenerse a la vanguardia. La guerra urbana sigue siendo un desafío significativo, en el que la movilidad y el uso del entorno juegan un papel crucial en la supervivencia y efectividad de las tropas. La tecnología, especialmente los drones y la guerra electrónica, ha redefinido la forma en que se llevan a cabo las operaciones, brindando nuevas oportunidades pero también nuevos desafíos.

La logística ha demostrado ser un factor determinante en la capacidad de sostener operaciones prolongadas, y la guerra de información ha adquirido un protagonismo sin precedentes en la manipulación de la percepción pública y la moral de los combatientes. Estos aprendizajes influirán en la doctrina militar futura y en la planificación de conflictos de alta intensidad, estableciendo nuevos paradigmas sobre cómo se libran las guerras en el siglo XXI.

 

lunes, 28 de abril de 2025

SSN/SSBN: Comparación internacional

¿Quién es el más genial ahí abajo?


Román Skomorokhov || Revista Militar




Nuestro estimado amigo Peter Suciu ha vuelto a deleitarnos con su conocimiento sobre submarinos armados con misiles de crucero. En su reciente artículo, presenta un top 5 de estas unidades, basándose —según parece— en nuestra propia clasificación de SSGN (submarinos nucleares con misiles de crucero), una categoría algo forzada, aunque no de nuestra invención.

Dado que todavía formamos parte de este mundo —y que algunos de nuestros propios buques figuran en su lista— nos tomaremos la libertad de discrepar en ciertos puntos y hacer algunos comentarios al respecto.

Quizás convenga comenzar señalando que Peter ha mezclado en su ranking dos tipos de submarinos: los verdaderos portadores de misiles de crucero y los submarinos de ataque nuclear, cuyas misiones son, en realidad, bastante distintas.

"Los 5 mejores submarinos de ataque que dominan las armadas modernas"

La confusión surge porque algunos submarinos de ataque están equipados con misiles de crucero, aumentando su capacidad de atacar objetivos terrestres. Además, tanto en la Armada soviética como en la rusa se utilizó el término "submarinos multipropósito", lo cual no ayudó a esclarecer la diferencia.

Pero no hay que perder de vista algo esencial: los submarinos nucleares cuyo armamento principal (recalcamos: principal) son los misiles de crucero, están concebidos como plataformas submarinas de ataque de alta precisión, capaces de apoyar a fuerzas terrestres a cientos de kilómetros del frente de batalla. De forma similar a cómo nuestros buques lanzamisiles de la Flotilla del Caspio apoyaron operaciones en Siria —aunque, en este caso, desde las profundidades del océano.

Y no hablamos de una capacidad menor: un ejemplo contundente es el Ohio reconvertido, que en lugar de portar 24 misiles balísticos intercontinentales Trident II, ahora alberga 150 misiles de crucero Tomahawk. Eso, señores, es un "Salvo" con mayúscula.

Recordemos: los objetivos principales de un SSGN están, y siempre han estado, en tierra.


En cuanto a los submarinos de ataque nuclear, sus principales objetivos son precisamente bajo el agua y en el agua. Los principales son precisamente los submarinos de misiles estratégicos (SSBN) y los SSGN ya mencionados. Precisamente para la destrucción de estos buques se crearon los submarinos de ataque con sus armas principales: sonares de largo alcance y torpedos guiados.

Sí, el desarrollo de la tecnología ha llevado al hecho de que ahora es fácil cargar un misil antibuque de crucero en un tubo de torpedos y enviar saludos a un portaaviones desde debajo del agua. Pero esto sigue siendo un arma secundaria.

Teniendo en cuenta que el señor Suciu simplemente tomó y mezcló representantes de ambas clases, ¿qué se puede esperar de ellos? De los estadounidenses con base en tierra, no van a flot.ru ni llevan gorras de marinero, así que perdonaremos y corregiremos.

Así pues, submarinos nucleares con misiles de crucero .

En la actualidad, solo hay cuatro clases de portamisiles de crucero "limpios" en el mundo. Es difícil organizar una competencia entre ellos simplemente porque hay barcos, y hay... barcos que son peores.

Submarino de la clase Ohio


Sin duda, se trata del más peligroso de todos los submarinos de su clase. Y el más grande. Tiene 170 metros de largo y 18 toneladas de desplazamiento.

Naturalmente, se trata de cuatro submarinos del proyecto, que pasaron de ser submarinos estratégicos a ser portadores de misiles de crucero. No es el más rápido de los submarinos nucleares existentes, ni por encima ni por debajo del agua, pero el Ohio lleva una carga de munición aterradora, lo que le permite resolver una amplia variedad de tareas de combate, pues 154 misiles de crucero Tomahawk, colocados en los antiguos silos de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales Trident, es mucho.



Pero 22 de los 24 tubos se utilizan para los Tomahawks. Los dos restantes se utilizan como esclusas de aire para expulsar a los nadadores submarinos o a los vehículos especiales.

Los barcos no son nuevos. Los barcos convertidos en SSGN tienen entre 40 y 45 años, lo que ciertamente no es poco, pero con el cuidado y el mantenimiento adecuados, los barcos siguen siendo un arma muy peligrosa.

Al menos hasta que los submarinos de la clase Columbia ocupen su lugar.

Submarinos del proyecto 885 Ash


El propio estadounidense Peter reconoce que el submarino Yasen es uno de los mejores y más peligrosos del mundo. Señala que el proyecto tardó mucho en desarrollarse, pero que, por alguna razón, el submarino Yasen-M, que contaba con un equipo y un armamento más modernos, se puso en servicio inmediatamente en lugar del Yasen. Y a los estadounidenses no les gusta mucho la diferencia entre el Severodvinsk y el Kazan.

A diferencia de los submarinos más antiguos construidos a finales del período soviético, los submarinos de la clase Yasen-M fueron diseñados como buques multifunción que podían llevar una variedad de armas, incluido el último misil de crucero hipersónico de largo alcance, el Tsirkon. Están equipados con diez tubos lanzatorpedos y ocho tubos de lanzamiento verticales para misiles de crucero, y también pueden equiparse con misiles de crucero Kalibr-PL (40) u Oniks (32) como armamento principal de ataque.

El Kazan también está equipado con un sistema de lanzamiento vertical UKSK (3P-14B), compuesto por 8 módulos SM-346, lo que abre nuevas perspectivas para nuevos tipos de armas.

Por supuesto, el Yasen es mucho más rápido y silencioso que el Ohio, que se desarrolló en los años 60 y 70 del siglo pasado. Y aunque el Yasen tiene menos silos de misiles, la cuestión aquí es qué se carga en ellos. Y en este aspecto contamos con desarrollos más modernos de nuestro lado, lo que nos da cierta ventaja.

Submarinos del proyecto 949A "Antey"



Por un lado, los barcos no son menos viejos que el Ohio, por otro lado, la mitad de los Antey restantes están siendo modernizados en el marco del Proyecto 946AM. Como parte de esta modernización, los monstruos supersónicos antibuque P-700 Granit de siete toneladas (24 piezas) pueden ser reemplazados por 72 misiles Onyx o Zircon.

El P-700, un misil veterano que lleva en servicio más de 40 años, es sin duda un arma problemática para el enemigo, a pesar de que ahora es más fácil de detectar e interceptar. Pero aquí, como en el caso del Kh-22 Burya: si vuela, ya está. Eche el ancla, como dicen.

Los barcos modernizados también recibirán sistemas mejorados de información y control de combate Omnibus-M y sistemas de navegación Symphony-3.2, así como un nuevo sistema de control de tiro, equipos de comunicación, equipos hidroacústicos, de radar y electrónicos. La idea detrás de esta modernización global es poner a los Anteis al mismo nivel tecnológico que los submarinos de la clase Yasen, y es muy posible que esto suceda.

Submarinos de la clase Virginia


El más reciente representante de la clase SSGN, el submarino más moderno de la Armada de los Estados Unidos, combina un armamento equilibrado con una colección impresionante de innovaciones tecnológicas: sensores y cámaras reemplazando los tradicionales periscopios, eliminación de la hélice convencional a favor de chorros de agua, entre otras mejoras. Se trata, sin duda, de un buque sumamente avanzado.

En cuanto al armamento, la situación también es destacable: cuenta con cuatro tubos lanzatorpedos, fácilmente adaptables para misiles antibuque Harpoon, además de 12 tubos de lanzamiento vertical para misiles Tomahawk. Y, con la introducción de la modificación Block V, se incorporará un nuevo sistema de lanzamiento VPM en la sección media del submarino, permitiendo albergar otros 28 Tomahawks. Esto, sumado a los lanzadores VPT ya existentes, elevará el total a una impresionante capacidad de 40 misiles listos para el ataque.

En conjunto, el diseño ofrece una impresión de gran éxito. Sin embargo, si lo comparamos con sus contrapartes rusas, resulta inferior en poder de fuego. A pesar de ello, los estadounidenses producen submarinos clase Virginia a un ritmo envidiable, algo que, lamentablemente, no podemos decir de nuestros astilleros: en 24 años, la Armada de EE. UU. ha incorporado 24 submarinos Virginia, acumulando así una potencia de fuego que nuestros submarinos apenas podrían soñar.

Y considerando que una versión mejorada de la clase Virginia está prevista para aparecer hacia 2030 —o poco después—, no cabe duda de que este modelo tiene un futuro prometedor.

De hecho, estos son los cuatro verdaderos representantes actuales de la clase SSGN en el mundo. ¿Cómo, entonces, se arma un Top 5? Pues como hizo nuestro amigo Peter: añadiendo buques que poco o nada tienen que ver con los SSGN.
¿Quién es el mejor dentro de esta clase? Basta con mirar las cifras para sacar conclusiones por uno mismo.


NombreDesplazamiento, en superficie / sumergido, tVelocidad, superficie / sumergido, nudosProfundidad operativa / máxima, mTripulación, personasArmamento TAMisilesFabricados, unidades
"Ohio" (EE. UU.)16,764 / 18,75012 / 25240 / 5001654x533 mm154 misiles de crucero "Tomahawk"4
"Virginia" (EE. UU.)7,900 / 10,20014 / 25250 / 5001354x533 mm12 misiles de crucero "Tomahawk"24 (10 en construcción)
885 "Yasen-M" (Rusia)8,600 / 13,80020 / 35500 / 6506410x533 mm32 misiles "Oniks" o 40 "Kalibr"5 (4 en construcción)
949A "Antei" (Rusia)12,500 / 14,70015 / 32500 / 6001074x533 mm, 2x650 mm24 misiles "Granit" o 72 "Oniks"8 (2 en reserva)


De las cifras se desprende claramente que, en cuanto a mecanización y automatización, así como en cuanto a características de rendimiento, el Yasen está a la cabeza. El barco es más rápido que sus competidores y se sumerge a mayor profundidad. La cuestión del bajo nivel de ruido está abierta, pero no es la más importante de los métodos de detección modernos, aunque hay motivos para discutir al respecto.


La cuestión de su aplicación en términos de ataque a objetivos terrestres también es bastante interesante.



  • 4 misiles Ohio dispararán un total de 616 misiles.
  • 24 Virginias dispararán 288 misiles.
  • 5 "Yasens" dispararán 160 "Onyxes" o 200 "Calibers".
  • 8 Atlanteans 949AM modernizados lanzarán 576 Onyxes.

¿Qué es más serio, 904 Tomahawks o 736 Onyxes? El Topor es un buen misil, pero es subsónico y, por lo tanto, fácil de detectar e interceptar. A diferencia del Onyx, que, como ha demostrado la práctica ucraniana, no es interceptado en absoluto por los modernos sistemas de defensa aérea de la OTAN. Por ahora, al menos. Entonces, en este sentido, la ventaja numérica de los submarinos estadounidenses no es tan notable como parece.

Por lo tanto, en términos de eficiencia de uso, los barcos rusos parecen algo más ventajosos. Por supuesto, los estadounidenses tienen sus ventajas, como sonares más avanzados. Sin embargo, la tarea principal de los SSGN es ponerse en posición y destruir todo lo necesario en tierra (o agua).

Depende de usted decidir quién es mejor.


Ahora pasemos a la segunda parte, en la que Peter Suciu decidió colocar los SSGN, ya que los submarinos de ataque también pueden lanzar misiles de crucero.

¿Qué es un submarino de ataque nuclear?




En primer lugar, se trata de un arma para contrarrestar a los SSBN con misiles balísticos y a los SSGN con misiles de crucero. Además, no es menos eficaz que un buque antisubmarino con helicópteros, y en algunos aspectos incluso superior a los buques de superficie. Un submarino nuclear puede permanecer en una zona de patrulla durante semanas sin delatarse. Y si un submarino enemigo acaba en el alcance del sonar y los torpedos del submarino, su tripulación tendrá grandes problemas.


Por supuesto, los torpedos y misiles de los submarinos de ataque nuclear se pueden utilizar contra buques de superficie, pero hay que saber perfectamente qué tipo de objetivos deben ser. Al menos a nivel de un crucero pesado o un portaaviones. Aunque también se pueden utilizar contra un destructor.

Hoy en día, más de dos docenas de países utilizan submarinos de ataque, pero no todos los construyen ellos mismos. Últimamente se ha puesto de moda alquilarlos, si no comprarlos. Pero veamos qué sale al mar hoy en día y lo bonitos y perfectos que son estos barcos.

Proyecto 945A "Cóndor"


Los submarinos más caros y de mayor profundidad de la Armada Soviética y después de la Armada Rusa. Estos submarinos fueron diseñados especialmente para buscar y destruir submarinos nucleares estadounidenses con misiles balísticos.

Los submarinos eran únicos debido a sus ligeros y duraderos cascos de titanio con una distancia decente entre los cascos ligeros y duraderos. Esto les permitió sumergirse a mayores profundidades, y también redujo el nivel de ruido emitido y aumentó la resistencia a los ataques con torpedos.

En el momento de su desarrollo, los Condor eran un orden de magnitud más fuertes que sus oponentes estadounidenses, los superaban en velocidad y profundidad de inmersión, y habrían representado una seria amenaza en caso de combate. El único inconveniente del proyecto es su pequeño número: solo se construyeron cuatro submarinos, dos siguen en servicio y dos están en reserva. Nada mal para los barcos producidos en los años 80.

Proyecto 971 submarinos Shchuka-B


Es curioso, pero lo que nosotros llamamos "Pike" en la OTAN se llama "Shark". Por cierto, el nombre occidental sería más preciso, porque el barco resultó estar lejos de ser común.

Esta serie de submarinos nucleares multipropósito de tercera generación puede considerarse parientes de pleno derecho de los submarinos 945 Barracuda, pero con un casco de acero. Construidos entre 1983 y 2001, los Shchuka-B se convirtieron en el principal tipo de submarinos nucleares multipropósito de la flota rusa durante mucho tiempo, casi hasta la década de 2020, cuando apareció el Yasen.

En comparación con los submarinos de tercera generación, el Shchuka-B supera a todos los proyectos similares tanto en sigilo como en armamento. Algunos expertos comparan el Shchuka-B no con su competidor directo, el submarino estadounidense Los Ángeles, sino con los proyectos mucho más avanzados Seawolf y Virginia. Y hoy, en términos de sigilo, el Shchuka-B no es en absoluto inferior a los submarinos más modernos.

Submarinos de la clase Astute


Los submarinos, se mire por donde se mire, son los más modernos tanto en antigüedad (están en servicio desde 2010) como en equipamiento. Están repletos de multitud de innovaciones tecnológicas, entre ellas un sistema de vídeo de alta tecnología en lugar de un periscopio óptico, que permite a la tripulación ver el horizonte y obtener una visión de 360 ​​grados.

Además, a diferencia de otros submarinos nucleares, los submarinos de la clase Astute utilizan el blindaje antirruido más avanzado (según los expertos de la OTAN). Cada casco está cubierto con 39 placas acústicas que enmascaran las emisiones del sonar del buque y permiten a los submarinos moverse casi en silencio. Además,

cuentan con el complejo EW más moderno con nuevos señuelos de BAE Systems y armamento compuesto por torpedos pesados ​​Spearfish y los últimos misiles de crucero Block IV Tomahawk, que son capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 1 km.

El motivo de especial orgullo para los ingenieros británicos es el sonar de nueva generación, que ha demostrado su eficacia en los combates de entrenamiento con submarinos estadounidenses de la clase Virginia, obteniendo victorias convincentes en los entrenamientos.

Un barco potente y moderno que es un arma eficaz.

Hablemos ahora de aquellos que definitivamente no entrarán en la lista de los mejores. Algunos aún no lo han logrado y otros nunca lo lograrán.

Submarino Tipo 093 (China)



Por supuesto, considerar a los submarinos chinos al mismo nivel que los británicos o los rusos es un gran cumplido. Sin embargo, los submarinos Tipo 093 ya se están convirtiendo en buques bastante preparados para el combate, ya que, además de reactores nucleares, también tienen revestimiento antirruido, amortiguación antivibración y un sistema de propulsión por chorro de agua, lo que aumenta ligeramente la longitud total del submarino, pero reduce el nivel de ruido.

En Estados Unidos, el Tipo 093 está clasificado como submarino con misiles de crucero (SSGN), pero muchos expertos cuestionan la posibilidad de sistemas de lanzamiento vertical, lo que se explica por el casco muy corto del submarino en comparación con sus análogos.

Pero en general, los submarinos chinos pueden, en el mejor de los casos, competir con los submarinos soviéticos de los años 80.

Submarinos clase Suffren (Francia)



Los submarinos nucleares más nuevos, cuya construcción comenzó en 2007, y el primero se puso en funcionamiento en 2020. Los barcos son prometedores e interesantes, pero aún se encuentran en pruebas, por lo que no hay nada en lo que basarse más allá de los datos tabulares. En general, es demasiado pronto para sacar conclusiones.

Submarinos de la clase Seawolf


Los submarinos de la clase Seawolf, diseñados para contrarrestar los submarinos soviéticos con misiles balísticos y reemplazar a los envejecidos submarinos de la clase Los Ángeles, se consideran los mejores de los mejores barcos jamás construidos para ese propósito.

Los barcos tenían un diseño modular que permitía futuras actualizaciones, incluidas nuevas armas y sistemas de sonar más sofisticados, y por lo tanto el proyecto era "a prueba de futuro". Los barcos eran muy silenciosos, con una velocidad silenciosa de unos 20 nudos, lo que es impresionante incluso hoy, y más aún en 1997.

El único inconveniente de la clase Seawolf era su precio prohibitivo, lo que llevó a que 26 de los 29 barcos planificados fueran desechados. 3.500 millones de dólares era demasiado.

NombreDesplazamiento, en superficie / sumergido, tVelocidad, superficie / sumergido, nudosProfundidad operativa / máxima, mTripulación, personasArmamento TAMisilesEn servicio, unidades
Proyecto 945A "Kondor" (Rusia)7,600 / 9,10010 / 32520 / 600726x533 mmMisiles de crucero S-10 "Granit" y torpedos-cohete RPK-6 "Vodopad"2 + 2 en reserva
Proyecto 971 "Shchuka-B" (Rusia)8,140 / 12,70012 / 33480 / 600624x533 mm, 2x650 mmMisiles de crucero "Kalibr-PL" lanzados desde tubos de 533 mm4 + 6 en reparación
"Astute" (Reino Unido)6,500 / 7,80012 / 30300 / 350986x533 mmMisiles "Tomahawk" Bloque IV en lugar de torpedos5 + 2 en construcción
"Suffren" (Francia)4,750 / 5,30014 / 25300 / 350604x533 mmMisiles de crucero MdCN, Exocet SM-39 Bloque 21 + 5 en construcción
"Seawolf" (EE. UU.)8,600 / 9,20020 / 35300 / 4901408x650 mmMisiles "Tomahawk" y misiles antibuque "Harpoon"3


Es bastante lógico no tener en cuenta los submarinos estadounidenses Los Angeles, que están siendo desmantelados, y aunque quedan 24 de estos submarinos de 62, su desmantelamiento completo no está lejos. Además, las modificaciones II y III de estos submarinos ya estaban equipadas con un lanzador de 12 tubos para Tomahawks, que convirtió inmediatamente al submarino en un SSGN.

Tampoco vale la pena perder el tiempo con el "Trafalgar" británico, que se encuentra en orgullosa soledad y también a la espera de su desmantelamiento.

Y los submarinos rusos (heredados) de los proyectos 671/RT/RTMK, de los que quedan 2 de 48, pueden dejarse en paz.

Y deseo a los camaradas chinos éxito en una tarea tan compleja y emocionante como la de "alcanzar y adelantar" a los creadores de tendencias de la construcción de submarinos. Creo que lo lograrán.

Entonces, ¿dónde nos encontramos con la pregunta "¿Quién es el mejor"?



Si hablamos de submarinos con misiles de crucero (SSGN), entonces en la lista de cuatro SSGN, el ruso Yasen-M está claramente a la cabeza.



El submarino ruso es mucho más reciente que el Ohio, que entró en servicio hace más de 40 años, y, en cuanto al Virginia, todavía se encuentra en proceso de construcción, por lo que resulta difícil determinar cuál de los dos es superior.

En varios aspectos, el Yasen supera claramente al Virginia; en otros, los estadounidenses mantienen la ventaja, especialmente en el campo de los torpedos, donde históricamente han liderado. Respecto al nivel de ruido, ambas partes han mostrado cortesía mutua: elogian discretamente las capacidades de los submarinos del "potencial adversario" y se mantienen en silencio cuando la conversación se adentra en los avances más recientes en tecnología sonar.

Hoy en día, es extremadamente complicado establecer con certeza qué sistema es superior: nuestro complejo Irtysh-Amphora o los conjuntos de sonar OSA de los Estados Unidos.

Así, el Yasen-M y el Virginia podrían situarse perfectamente en el mismo escalón del podio. Sin embargo, si nos centramos en la misión principal de un SSGN —apoyar operaciones terrestres mediante ataques de misiles de crucero—, entonces la balanza se inclina a favor de los misiles de fabricación rusa, que superan claramente a los Tomahawk en prestaciones.

Por tanto, si hablamos de la mejor plataforma para lanzar una salva masiva de misiles de crucero hacia el enemigo y causar el mayor daño posible en el punto de impacto, el título se lo lleva el Yasen-M.



En cuanto a los submarinos nucleares multipropósito de ataque, cuyo principal objetivo es buscar y destruir SSBN y SSGN, en este caso, lamentablemente, ni los submarinos del Proyecto 971 ni los del Proyecto 945, incluso con todos los esfuerzos para modernizarlos, están completamente seguros de poder competir. Al fin y al cabo, los submarinos son de los años 80 y 90 del siglo pasado, con todo lo que ello conlleva.


Las modernizaciones se están llevando a cabo, pero lentamente. El mismo K-461 "Volk", construido en 1991, fue puesto en reparación en 2014, y se espera que la reparación y modernización finalicen en 2028.

Al mismo tiempo, las capacidades de los submarinos británicos y franceses más nuevos, especialmente el Astute, sobre el que hay más o menos datos disponibles, suscitan inquietudes. El Suffren todavía tendrá que no solo completar todo el ciclo de pruebas, sino también servir durante algún tiempo.

El Astute ya ha demostrado sus capacidades, aunque a los aliados estadounidenses, acostumbrados a ser los primeros en todo y en todas partes, no les haya gustado lo que se ha mostrado, pero lo cierto es que el barco resultó ser un éxito y prometedor. Y, en general, es bueno que los británicos no construyan barcos en cantidades comparables a las de los estadounidenses.


El submarino francés todavía tiene que demostrar sus virtudes y corregir sus defectos, que (a juzgar por el Charles de Gaulle) serán suficientes.

Al mismo tiempo, los submarinos rusos aún tienen un largo camino que recorrer desde el tablero de diseño hasta la botadura. Hoy por hoy, lo único que la flota rusa puede ofrecer en la caza de portamisiles estadounidenses son viejos submarinos soviéticos, algunos modernizados, pero todos con más de 30 años de servicio.

No obstante, el éxito en la creación del Yasen y su evolución hacia el Yasen-M, así como el desarrollo del SSBN Borei, permiten mantener la confianza en que, tarde o temprano, un nuevo submarino ruso saldrá al encuentro de los buques estadounidenses. Por supuesto, cuanto antes suceda, mejor. Está claro que no es tarea de un año ni de unos pocos trabajadores, pero como solían decir nuestros vecinos, un viaje de mil li comienza con un solo paso.

Así es como vemos las cosas. Quizá nuestra perspectiva no se parezca mucho a la de Peter Suciu, pero ¿qué le vamos a hacer? Al menos, nosotros no mezclamos todo en el mismo saco, como suelen hacer los estadounidenses. Los submarinos son asuntos muy delicados: no se los puede tratar como si fueran latas de guiso texano. Hay que saber respetarlos.