domingo, 9 de septiembre de 2018

Irán y sus grandes narices en Medio Oriente

Irán: víctimas de guerras en el extranjero



Strategy Page




A fines de agosto, el canciller apareció en un programa de televisión y acusó a otras naciones de imponer sanciones porque los iraníes han elegido una forma diferente de vivir y administrar sus asuntos (extranjeros y domésticos). Esto condujo a una respuesta rápida y generalizada en los medios de Internet en idioma iraní, todos señalando que los iraníes no eligieron porque no podían elegir y de eso trataban todas las protestas actuales. Incidentes como este son embarazosos para el gobierno, especialmente en cómo muestran que no se está logrando ningún progreso para persuadir a los iraníes a que dejen de protestar. El 29 de agosto, los funcionarios electos recibieron la orden (por parte del Líder Supremo) de encontrar una solución a los problemas económicos y hacerlo rápidamente. Anteriormente, el presidente electo admitió que los iraníes habían "perdido la fe en la república islámica" (que en realidad es una dictadura religiosa).

Los intransigentes, especialmente el IRGC (Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní), enfatizan (al realizar más ejercicios de entrenamiento IRGC a gran escala) la necesidad de estar preparados para reprimir las protestas con fuerza. Mientras tanto, el gobierno dirigido por políticos (a quienes los clérigos mayores permitieron postularse para un cargo) está tratando de evitar el uso de la fuerza. Esta situación extraña tiene que ponerse en contexto. El gobierno iraní es básicamente una dictadura religiosa que tomó el control en la década de 1980 y apenas ha lidiado con la disminución de la popularidad. El gobierno tiene muchas facciones, algunas mucho más radicales que la mayoría. Finalmente, la pérdida de ingresos petroleros (después de la caída de los precios de 2013 y ahora las sanciones renovadas) podría arruinar lo suficiente como para desencadenar una rebelión popular. Eso podría ponerse muy desagradable ya que el gobierno tiene un ejército de fanáticos religiosos (el CGRI) para lidiar con tales disturbios. IRGC es más que la "guardia real" de la dictadura iraní. Originalmente fundado para hacer el trabajo sucio de los clérigos, y vigilar a las fuerzas armadas iraníes, y a la población en general, el CGRI ha crecido hasta convertirse en un estado dentro de un estado. El IRGC no solo tiene 150,000 miembros armados, también controla miles de millones de dólares en negocios dentro de Irán, y ejecuta numerosas operaciones terroristas fuera del país.

Puede confiarse en el CGRI, o al menos en grandes partes de él, para seguir órdenes y asesinar civiles rebeldes. Los clérigos gobernantes están decididos a evitar perder el poder como hicieron las dictaduras comunistas de Europa del Este en 1989. Los clérigos se han asegurado de que la mayoría de los iraníes lo sepan y cuál será el precio de la rebelión. Pero los clérigos ahora deben lidiar con otro problema antiguo en Irán, la deslealtad entre los "guardianes" de los gobernantes. ¿Quién protege a los guardias? En Irán, nadie y eso es ahora un problema muy real para el público en general, así como para los clérigos mayores no electos que gobiernan en el nombre de Dios, pero solo con el apoyo del CGRI. Por el momento, los principales clérigos creen que solo una pequeña minoría del CGRI es un peligro. Pero eso podría cambiar, porque la facción "peligrosa" ha estado creciendo en números y audacia. Los intentos de purgar el IRGC de estas personas peligrosas han fallado. El IRGC protege el suyo, hasta ahora. Esa actitud está comenzando a cambiar a medida que 2018 avanza. A mediados de año era de conocimiento público que un número creciente de comandantes de la policía y del CGRI abandonaban o huían del país con sus familias para evitar tener que ordenar la matanza de manifestantes. Los iraníes saben que su historia está llena de guerras civiles. Pero hasta ahora ninguno ha involucrado demócratas versus fanáticos religiosos. Lo desconocido es más aterrador que conocer tu propia historia.

Mientras Irán oficialmente culpa a los Estados Unidos por la mayoría de sus problemas (algo con lo que la mayoría de los iraníes no están de acuerdo) los líderes iraníes empeoran la situación al negarse a que los líderes de ambas naciones se reúnan para tratar de encontrar una salida a la disputa. El presidente estadounidense ha ofrecido dos veces reunirse con su homólogo iraní, sin condiciones previas. El líder supremo iraní se niega a permitirlo y dice que las negociaciones con los Estados Unidos están prohibidas. Esto también es impopular con la mayoría de los iraníes.

En el parlamento, los miembros instan al gobierno a preparar algún tipo de sistema alimentario de emergencia para los iraníes más pobres (muchos de los cuales se unen a las continuas protestas callejeras). El gobierno impuso un racionamiento de alimentos durante la guerra de Irak de los años ochenta, aunque aparentemente ese extremo ahora no es necesario. Pero se necesita algún tipo de ayuda para los desempleados sin recursos. Los MP (miembros del parlamento) pueden ser un grupo selecto (solo los candidatos aprobados por la dictadura de las religiones pueden participar en las elecciones) tienden a mantenerse en contacto con sus electores y proporcionan al gobierno una evaluación realista de cómo se sienten los iraníes. En este momento parecen estar asustados (acerca de su gobierno) y enojados (con su gobierno).

Ruina de Rial

Hubo un gran problema hace cinco años con el tipo de cambio (cuántos rials locales costaban comprar un dólar). En 2013, la escasez de divisas hizo que el gobierno eliminara la baja tasa de cambio "oficial" de dólares (12.260 riales por dólar) y la reemplazara con una más alta (24.779 rials) que todavía estaba por debajo del mercado (33.000) y la aplicación del tipo de cambio oficial se hizo menos frecuente. Entonces, como ahora, ese tipo de cosas perjudica a algunos programas gubernamentales críticos, como la atención médica (que debe importar la mayoría de los suministros médicos y pagarlos en dólares). Ahora es mucho peor, con el dólar costando 150,000 riales en el mercado negro. A comienzos de 2018 costó 45,000 riales para comprar un dólar. Eso aumentó a 110,000 rials a finales de julio, se recuperó un poco (a 90,000 rials) en agosto pero hasta ahora en septiembre se ha estado moviendo bruscamente en la dirección equivocada y el gobierno parece incapaz de lidiar con eso, principalmente por el retorno de sanciones económicas . Ese gas forzó cambios en los patrones de gasto. Antes de la crisis actual, el presupuesto de defensa se disparó a $ 15 mil millones en 2017. Si bien es uno de los presupuestos de defensa más bajos de la región, se triplica cuando se agrega el dinero gastado en apoyar guerras extranjeras (Siria, Iraq, Yemen, Líbano, Gaza y muchas operaciones más pequeñas en todo el mundo).

Ninguna otra nación en las regiones gasta tanto en guerras extranjeras. El hecho de que Irán siga gastando más en defensa y guerras extranjeras no es un secreto para la mayoría de los iraníes y una razón principal para las continuas protestas. Los iraníes han notado que el gasto que impacta directamente en las vidas de los iraníes comunes ha disminuido y eso empeora a medida que el rial se debilita. Hasta ahora, el gobierno ha respondido ordenando el gasto de unos $ 20 mil millones en artículos necesarios para el iraní medio (artículos de medicina y cuidado infantil). Si bien el gobierno admitió que algunos de los problemas económicos fueron causados ​​por la mala administración y otros problemas internos (el término "corrupción" se evita en los anuncios oficiales), la mayor parte de la culpa recae en Estados Unidos por revivir las sanciones y librar una guerra económica contra Corrí. También se culpa a Israel (junto con los EE. UU.) Por controlar los medios mundiales y causar todo tipo de historias falsas sobre la mala forma en que se encuentra la economía iraní. El gobierno tiene un problema aquí porque las crecientes protestas se basan en no confiar en el gobierno, corrupción y mala administración.

Las exportaciones de petróleo ya están cayendo y fueron tan bajas como 1.7 millones de BPD (barriles por día) en agosto. El levantamiento de las sanciones a principios de 2016 ha sido bueno para Irán. En 2016 las exportaciones de petróleo aumentaron a dos millones de BPD, un nivel no visto desde 2012. La producción total de petróleo aumentó a 3.8 millones de BPD. Las exportaciones en general se duplicaron rápidamente en los niveles de 2015. El gobierno está haciendo planes para lograr pronto un crecimiento anual del PIB del ocho por ciento. Todo eso se canceló una vez que los EE. UU. anunciaron (en mayo) la reactivación de las sanciones. En ese momento, la producción de petróleo era de 4,5 millones de BPD y ahora está disminuyendo porque los clientes regulares de petróleo están reduciendo los pedidos. Incluso China e India, dos grandes clientes que dijeron que desafiarían las sanciones, han suspendido las órdenes porque las sanciones aumentarán los costos de envío y también aumentarán el riesgo de que Irán entre en guerra. Las sanciones significan que el costo de los seguros aumenta y menos compañías navieras están dispuestas a proporcionar buques tanque para mover el petróleo sancionado. Algo que a la dictadura religiosa no le gusta insistir es que antes de que asumieran el control después de la revolución de 1979, la producción de petróleo superaba los 6 millones de BPD y se acercaba a los siete millones. Los clérigos han manejado mal la economía durante más de treinta años y esa es una razón por la que ya no pueden culpar a los extranjeros por todos los problemas.

Rechazado en Siria

En Siria, ningún mercenario iraní aparentemente está siendo utilizado en la batalla final de la guerra civil; para recuperar la provincia de Idlib de los rebeldes. Turquía insistió en no involucrarse con Irán. Rusia y Siria persuadieron a Irán para que aceptara esto. Los presidentes de Irán, Rusia y Turquía se reúnen hoy en Irán para decidir cuál será su estrategia común en Siria y las tropas sirias se reúnen en el noroeste para recuperar la provincia de Idlib de la última gran fuerza de rebeldes que queda en Siria. No se publicaron las discusiones sobre cómo los tres países operarán en Siria una vez que la guerra civil haya terminado oficialmente. Eso sucederá una vez que Idlib vuelva a estar bajo el control del gobierno sirio.

Rusia advirtió que los rebeldes se están preparando para usar armas químicas, mientras que los Estados Unidos señalaron que la evidencia disponible indica que las fuerzas sirias de Assad son más propensas a usar armas químicas. Los estadounidenses amenazan con una retribución rápida de que Siria vuelva a usar armas químicas. Hasta ahora, el ejército sirio ha movido más de 2.000 vehículos blindados (visibles desde el aire) a la frontera de Idlib. Rusia y Siria proporcionarán apoyo aéreo para la ofensiva de Idlib y Turquía mantendrá el control de su frontera. Irán repitió su determinación de mantener las fuerzas militares en Siria a pesar de la negativa de Israel a aceptar eso y la voluntad de seguir bombardeando las instalaciones iraníes. Hasta ahora, Irán no ha podido evitar estos ataques aéreos y los funcionarios israelíes están de acuerdo (con fotos satelitales disponibles comercialmente e informes de testigos oculares de Siria) que la actividad militar iraní ha disminuido considerablemente desde julio. Esta reducción en la actividad aparentemente está relacionada con el descontento en Irán y el éxito iraní en ocultar algunos aspectos de su desarrollo.

Rusia se está alejando de Irán en general porque Irán se está convirtiendo más en un pasivo que en un activo. Trabajar estrechamente con Irán en Siria fue principalmente sobre el tratado de 2015 que levantó la mayoría de las sanciones contra Irán y permitió a Rusia hacer muchos más negocios en Irán. Eso no funcionó ya que la corrupción dentro de Irán retrasó muchos de los nuevos negocios esperados y los estados petroleros árabes señalaron que cualquiera que estuviera realmente cerca de Irán obtendría mucho menos negocios de los estados árabes en general y del petróleo árabe. estados (que controlaban más petróleo que Irán) en particular. Luego, los estadounidenses se retiraron del tratado de 2015 a principios de este año y están restableciendo muchas de las sanciones. Las naciones europeas están descubriendo que el resurgimiento de las sanciones en los Estados Unidos hace que sea imposible para muchas empresas europeas hacer negocios en Irán. Luego están las continuas amenazas iraníes de atacar a Israel, especialmente desde bases recién establecidas en Siria. Israel ha dejado en claro que no permitirá que esas bases permanezcan y ha advertido a Rusia que se mantenga al margen cuando los ataques aéreos israelíes golpeen a los iraníes en Siria. Ahora Rusia, los estadounidenses e Israel han acordado cooperar para sacar a Irán de Siria. Turquía e Iraq también preferirían esto. Hasta hace poco, había pocos comunicados de prensa u otros anuncios oficiales sobre esto, pero se puede ver cómo se desarrolla el plan, ya que Irán se encuentra abandonado en Siria y bajo creciente ataque. Rusia tiene intereses a largo plazo en el Medio Oriente y oportunidades en Siria debido a acuerdos ya hechos con el gobierno de Assad. Rusia ha estado en buenos términos con Israel durante mucho tiempo y lo considera más importante que cualquier cosa que Irán tenga para ofrecer.

Rusia dejó en claro por más de un año que está del lado de Israel cuando se trata de Siria y de un acuerdo de paz a largo plazo. A pesar de que Israel ha llegado a la conclusión de que la presión rusa no persuadirá a Irán a retroceder en sus esfuerzos por aumentar las fuerzas militares iraníes controladas en Siria y luego lanzar ataques contra Israel. Pero Rusia cooperará con Israel y tiene un canal abierto con los líderes militares iraníes. Esto significa que los rusos pueden explicar, en términos que los iraníes puedan entender mejor y aceptar, cuál es su posición militar frente a Israel. Eso explica la reciente retirada iraní de sus fuerzas mercenarias y de operaciones especiales desde la frontera israelí. Como cuestión práctica, esto significa que Irán retiró las tropas fácilmente identificables y resolvió trabajar en nuevas técnicas para disfrazar mejor sus fuerzas para que puedan acercarse a la frontera israelí. Irán aprovecha el hecho de que los aviones rusos manejan la mayor parte del reconocimiento aéreo y electrónico de las fuerzas progubernamentales. Los rusos pueden mostrar lo que revelaron sus fotos de alta resolución y multiespectrales de las tropas iraníes y agregar lo que eligieron sus escuchas electrónicas. Todo lo que los rusos dirán sobre los israelíes es que los israelíes son aún mejores en este aspecto. Cuánto mejor no dirán los rusos. En parte es porque no están seguros y Rusia no quiere enojar a Israel, que ha estado en buenos términos con Rusia por mucho más tiempo que Irán.

Los Assad señalan que en el vecino Líbano las recientes elecciones nacionales devolvieron al multimillonario cristiano Saad Hariri a su puesto como primer ministro. A pesar de que Hariri tiene un poder limitado como primer ministro porque Irán respalda a Hezbollah, domina al gobierno hasta el punto en que no solo tiene un veto sobre cualquier cosa que la mayoría (que no apoya a Hezbollah) quiere, sino que también puede aprobar casi cualquier nueva ley (o Irán) quiere. La mayoría de los libaneses no quieren otra guerra civil (como la devastadora de 1975-90) y Hezbollah e Irán aprovechan al máximo esa situación. Los Asad temen que terminarán como Líbano si se permite a Irán construir una rama siria de Hezbollah. Poniendo esto en perspectiva, Hariri comentó recientemente que preferiría tratar con los rusos (sobre asuntos locales) que con los Assad.

Israel ha advertido que no permitirá que se cree un Hezbolá sirio y que atacará a las fuerzas iraníes en Líbano, Siria e Irak para evitarlo. Esto es especialmente cierto ya que Irán busca establecer sus misiles balísticos de corto alcance en estos tres países y amenazar a Arabia Saudita, así como a Israel con ellos.

Irak se escapa

El actual entusiasmo iraquí por combatir la corrupción está perjudicando los esfuerzos iraníes para expandir su influencia dentro de Iraq. Esto se debe a que los grupos pro Irán en Irak han justificado durante mucho tiempo el comportamiento ilegal para poder servir a su mentor, Irán. Esto ha llevado a los comandantes del ejército iraquí a ser más agresivos al tratar con unidades respaldadas por Irán PMF (Fuerzas de Movilización de los Pueblos). La mayoría de las unidades PMF se formaron a finales de 2014 para luchar contra ISIL. Desde entonces, el PMF ha sido incluido en la nómina del gobierno, a pesar de que casi la mitad de ellos también cuentan con el apoyo del dinero y el equipo iraníes. Desde que el gobierno comenzó a pagar a los milicianos de PMF, el PMF se convirtió en parte de las fuerzas de defensa. Técnicamente, el ejército puede ordenar unidades PMF pero hasta hace poco, el PMF respaldado por Irán a menudo ignoraba esas órdenes. En algunos casos, los comandantes de PMF amenazarían a los oficiales del ejército. Teniendo en cuenta los resultados de las recientes elecciones (los partidos a favor de Irán lo hicieron mal) y el creciente descontento popular en Irán, las actitudes han cambiado. Los oficiales del ejército iraquí no solo están ordenando a las unidades PMF pro-Irán que retrocedan, sino que usen la fuerza para que el PMF cumpla. Hasta ahora, esto no ha ido mucho más allá de los enfrentamientos armados (que a menudo funcionan) y el arresto ("secuestro" según los iraquíes pro iraníes) de los hombres del PMF que desobedecen las órdenes del ejército. Aparentemente, los resultados electorales anti-Irán han llevado a los comandantes pro-Irán PMF a ser aconsejados (por Irán) a jugar bien con el ejército y retroceder. Esto se considera temporal, ya que no hay señales de que los grupos PMF pro Irán dejarán de recibir órdenes de Irán. Los iraquíes creen que las unidades pro-Irán PMF están retrocediendo como parte de un esfuerzo iraní para persuadir a Irak para que se oponga a las renovadas sanciones económicas estadounidenses sobre Irán. Los líderes iraquíes estaban bajo una gran presión política de parte de Irán para ignorar las sanciones estadounidenses, aunque solo fuera porque el cumplimiento perjudicaría a la economía iraquí. Esa presión causó cierta vacilación por parte de los líderes iraquíes hasta que se dieron cuenta de que la mayoría de los iraquíes prefería a los estadounidenses a los iraníes. Después de todo, cuando Iraq les pidió a los estadounidenses que se fueran en 2011 lo hicieron. Los iraníes no son muy cooperativos en ese sentido y durante siglos han estado tratando de abrirse camino en lo que ahora es Iraq.

Los manifestantes iraquíes antigubernamentales siempre estaban enojados con Irán. En parte esto se debió a las milicias respaldadas por Irán en Iraq, cuyos líderes a menudo hablan de imponer una dictadura religiosa en Irak y generalmente ignoraron toda la corrupción. Los manifestantes en mayoría chiíta de Basora también critican a Irán por detener las exportaciones de electricidad a principios de julio. Irán cortó la electricidad porque los funcionarios iraquíes corruptos no habían pagado gran parte de ella. Además, se estaba desarrollando una escasez de electricidad en Irán. Iraq necesitaba importar electricidad porque durante mucho tiempo (la era de Saddam) no había muchas plantas de energía eléctrica en Basora porque era un área de mayoría chiíta y los chiítas estaban privados de recursos durante la era de Saddam (cuando la minoría árabe sunita gobernado). Pero después de que Saddam fuera derrocado en 2003 y los políticos chiitas ganaran el poder, la corrupción impidió la construcción de plantas de energía. Irán pensó que cortar el poder, especialmente porque tenían una buena razón, aumentaría la ira contra el gobierno iraquí. Pero los manifestantes vieron a través de las intenciones iraníes y lo agregaron a la larga lista de razones por las que a los iraquíes chiítas no les gusta Irán. Después de unas semanas, Irán restauró las exportaciones de electricidad.

La conexión fraguando en Yemen

Un buque de guerra estadounidense detuvo el 28 de agosto una pequeña embarcación en el Golfo de Adén y descubrió que transportaba mil AK-47 y los tres hombres que operaban el barco se dirigían a una de las pequeñas islas frente a la costa yemení, cerca del puerto del Mar Rojo. Hodeida, donde los barcos de pesca locales pasan de contrabando las armas, en pequeños lotes, a las aldeas costeras aún controladas por los rebeldes. La patrulla naval frente a Yemen tiene que lidiar con cientos de pequeñas embarcaciones que operan cerca de ellos cada día, más de las que se pueden registrar. Pero se han detectado y atrapado suficientes desde 2015 para dejar en claro que esta ruta de contrabando todavía estaba activa. En reacción a la última intercepción, los sauditas aumentaron sus patrullas navales cerca de la isla y buscaron más barcos de pesca. Si nada más hace que los pescadores descarguen su carga de armas ilegales por la borda antes de que el grupo de abordaje les alcance. Algunos barcos se negaron a ser registrados y son disparados. Esta forma de contrabando es más importante a medida que las fuerzas del gobierno se acercan a expulsar a los rebeldes de Hodeida y hacer posible que todas las cargas sean inspeccionadas exhaustivamente. Eso cortará el suministro de componentes de misiles balísticos iraníes que, en los últimos dos años, han permitido más de doscientos de estos misiles balísticos de corto alcance.

Una contribución iraní muy poco informada al esfuerzo rebelde chiita es un esfuerzo efectivo de manipulación de los medios. No tan masivos o bien equipados como los creados por China y Rusia (los principales practicantes de esto) pero los iraníes hacen bastante buenas noticias sobre los acontecimientos en Yemen para favorecer, en la medida de lo posible, a los rebeldes chiítas. Los iraníes saben lo que atrae a los medios de comunicación, especialmente en Occidente, y lo que no. Por lo tanto, cada vez que un ataque aéreo de la coalición mata a civiles (o rebeldes que pueden describirse como tales), los iraníes ven que las imágenes y las historias se suministran a los medios de comunicación de todo el mundo. La cobertura de las desagradables cosas que los rebeldes chiítas hacen contra civiles hostiles en las áreas que controlan no se denuncia porque no se permite la presencia de periodistas en las áreas rebeldes. Por lo tanto, solo después se sabe que los rebeldes usaban civiles como escudos humanos o les permitían usar una carretera que los rebeldes saben que es constantemente vigilada y la mayoría de los vehículos que se ven en ella son alcanzados por un ataque aéreo. La política de "golpear cualquier cosa que se mueva" puede aislar a una fuerza rebelde bajo ataque y hacer que los rebeldes sean más fáciles de vencer.

Los iraníes también enviarán historias de civiles controlados por los rebeldes que pasen hambre cuando se puede culpar a la coalición, al gobierno yemení o al oeste. Otra técnica es hacer afirmaciones falsas de daños por misiles balísticos Shia o ataques con UAV contra objetivos saudíes o de los EAU. Al final, se descubre que estos reclamos son falsos, pero Spin Masters sabe que si logras algo de tracción con la historia inicial eso es lo que la mayoría de la gente recordará. La verdad no es lo que cuenta aquí sino el suministro de lo que los editores están buscando en este momento.

Últimamente, la máquina de giro iraní ha tenido problemas, principalmente en Irán. Los iraníes en general han notado que las guerras en el extranjero que su gobierno está librando, especialmente en Siria y Yemen, fueron más pruebas de muchas mentiras que los iraníes recibieron sobre el estado de la tecnología militar iraní. En Siria no había aviones de guerra iraníes ni sistemas antiaéreos. Todos los éxitos aéreos se llevaron a cabo por modernos aviones de combate rusos operados por la Fuerza Aérea de Rusia. Hubo algunos UAV iraníes en acción, pero todo lo que parecían hacer cuando se usaba contra los israelíes es rápidamente derribado. Mientras tanto, la Fuerza Aérea israelí bombardeaba regularmente las bases iraníes. En Yemen, los pilotos árabes en los aviones de guerra modernos usaban bombas inteligentes para golpear regularmente a los rebeldes chiíes respaldados por Irán. Peor aún, más de un centenar de misiles balísticos fabricados en Irán habían sido disparados contra Arabia Saudita y todos fueron derribados por los Arabas utilizando los sistemas de defensa aérea del Patriot estadounidense. Estas críticas están causando más iraníes a dudar de las noticias del gobierno que salen de Siria e Irán y los medios occidentales recogen esa crítica popular en Irán y hacen la vida imposible a los Spin Masters iraníes.

China

China está obteniendo una mayor presencia económica en Irán ayudando a Irán a lidiar con el retorno de las sanciones. Los problemas económicos en Irán son en parte el resultado de que los estadounidenses reanudaron la mayoría de las sanciones en noviembre, lo que incluye la prohibición de comprar petróleo iraní. Irán ya ofrece descuentos a sus clientes para atraerlos a desafiar a los estadounidenses. China buscará, y las naciones asiáticas proamericanas obtendrán exenciones. Estados Unidos anunció esta decisión en marzo y eso desencadenó un pánico financiero en Irán, que ya sufría de corrupción gubernamental masiva y décadas de mala gestión de la economía.

6 de septiembre de 2018: los rebeldes chiíes respaldados por Irán en Yemen se negaron a presentarse a las conversaciones de paz patrocinadas por la ONU en Suiza hasta que la coalición árabe que apoya al gobierno de Yemen satisfaga las demandas de los rebeldes de un acceso más libre al aeropuerto de Sanaa controlado por los rebeldes. Eso le permitiría a Irán contrabandear más armas vía aérea. A Irán realmente no le importa si se logra la paz en Yemen porque Yemen es la guerra extranjera menos costosa que el IRGC apoya y le permite a Irán disparar misiles balísticos a Arabia Saudí y salirse con la suya.



5 de septiembre de 2018: en Yemen, rebeldes dispararon otro misil balístico iraní a Arabia Saudita. Al igual que con más de cien cohetes iraníes y misiles balísticos, fue interceptado por un sistema de defensa aérea saudita. En este caso, la interceptación tuvo lugar en una zona residencial y 23 civiles resultaron heridos por la caída de escombros. Esa basura se recogerá y se agregará a la creciente evidencia de que Irán estaba suministrando a los rebeldes componentes que se ensamblan en territorio controlado por los rebeldes con la ayuda de expertos iraníes y libaneses (Hezbolá).

4 de septiembre de 2018: Israel reveló que desde 2017 habían llevado a cabo más de 200 ataques (generalmente desde el aire) contra las fuerzas iraníes en Siria. Muchos de estos ataques no fueron hechos públicos por nadie, especialmente aquellos contra convoyes o posiciones de tropas en el campo. Israel publicó estos datos para enfatizar que luchará para evitar que Irán establezca una versión siria de Hezbollah. Los israelíes creen que Irán está utilizando a miles de sus mercenarios extranjeros (principalmente afganos, pero también iraquíes y otros árabes).

3 de septiembre de 2018: Estados Unidos advirtió a Rusia, Siria e Irán que no atacaran la provincia de Idlib, la última área retenida por los rebeldes en Siria. Esta advertencia fue principalmente para Siria y su uso de armas químicas. Rusia está principalmente allí para proporcionar apoyo aéreo a los sirios que atacan. Rusia también está tratando de intimidar a los estadounidenses. Irán se está ocupando de esto y mientras que Turquía apoya la eliminación de los terroristas islámicos de Idlib, los turcos solo van a defender su frontera contra los millones o más de refugiados que esperan huir de la lucha. Turquía no los dejará entrar. Francia también protestó por la ofensiva y también amenazó con tomar represalias militares. En los últimos dos años, los EE. UU. Han bombardeado dos veces a las fuerzas sirias en represalia por los sirios que usan armas químicas y amenazan con hacerlo nuevamente si los sirios usan armas químicas en Idlib. Aparentemente, Siria planea hacerlo para reducir las bajas entre sus propias tropas.

1 de septiembre de 2018: en el este de Siria (provincia de Homs), un convoy militar iraní fue alcanzado por un ataque aéreo. Esto mató a cuatro sirios, un iraní y tres mercenarios extranjeros. Al menos once personas resultaron heridas. El ataque aéreo pudo haber ocurrido porque el convoy estaba demasiado cerca de la base estadounidense de operaciones especiales de Tanf, en el lado sirio de la frontera iraquí cerca de la frontera con Jordania. Las fuerzas estadounidenses allí informaron que habían sido disparadas por fuerzas desconocidas, pero no hubo daños y no respondieron al fuego. Por lo tanto, sigue siendo un misterio cuyos aviones de guerra hicieron la acción. Los estadounidenses tienen algún tipo de apoyo de las tribus sunitas en Siria e Irak y eso se debe principalmente a mantenerse informados sobre lo que está sucediendo en el área alrededor de Tanf. Irán ha ayudado (con sus mercenarios) a las fuerzas de Assad a tratar de eliminar la base de Tanf, pero estos esfuerzos han fallado. Los estadounidenses tienen demasiada potencia aérea y demasiada vigilancia aérea y terrestre en torno a Tanf. Los EE. UU. Han declarado una zona de "fuego libre" que significa que cualquier fuerza Assad / iraní que se encuentre dentro de los 30 kilómetros de Tanf será atacada automáticamente. Las fuerzas iraníes y Assad rara vez prueban esta zona de fuego libre. Ellos saben que funciona. Si bien nadie se atribuyó el mérito del ataque aéreo, ahora se cree que es israelí, pero los israelíes a menudo tratan de ocultar su participación.

31 de agosto de 2018: en el sudeste (frontera de Baluchistán paquistaní) las tropas de IRGC se enfrentaron con separatistas suníes iraníes que tenían su base en Pakistán y regresaban a Irán para llevar a cabo un ataque. Cuatro de los separatistas murieron y tres resultaron heridos, mientras que los sobrevivientes huyeron a Pakistán. La fuerza de IRGC sufrió a uno herido.

28 de agosto de 2018: en el este de Siria (provincia de Deir Ezzor), mercenarios iraníes han estado combatiendo con tropas del ejército sirio (Assad) por el control del cruce de Al Bukamal hacia Irak y la lucha ha estado sucediendo, esporádicamente, durante semanas. Aparentemente hay una disputa entre los Assad e Irán sobre quién controlará los cruces fronterizos de las rutas que forman parte de la ruta terrestre del Irán hacia el Mediterráneo. Esta ruta es esencial para apoyar cualquier expansión militar iraní en Siria y el Líbano.

27 de agosto de 2018: Israel lanzó fotos satelitales que muestran una nueva instalación de ensamblaje de misiles balísticos que se está construyendo en Siria, en la costa mediterránea de Baniyas. La nueva instalación es similar en diseño a las plantas de ensamblaje de misiles existentes en Irán. La una es que Siria está a unos seis meses de su finalización. Estas plantas de ensamblaje utilizarían componentes fabricados por Irán para producir misiles balísticos de combustible sólido, incluido el Zolfaghar (rango de 700 kilómetros), el Fateh 110 que puede ser lanzado desde camiones que los transportan y tienen un alcance de 300 kilómetros. También hay Zelzal-3 montados en camión con un alcance de hasta 250 kilómetros. Los tres pueden alcanzar objetivos de Arabia Saudita e Israel desde Irak y Siria. La necesidad de que Israel vigile estas instalaciones de asamblea en Siria y el Líbano también condujo al descubrimiento de cómo Irán estaba lidiando con el ataque aéreo israelí
El comandante iraní de IRGC dijo que sus fuerzas controlaban el Golfo Pérsico y el Estrecho de Hormuz. Los funcionarios estadounidenses negaron que Irán tuviera tal control y que si intentaban afirmar tal control fracasarían.

26 de agosto de 2018: Siria e Irán firman un acuerdo de cooperación militar. Los detalles no fueron revelados aunque se habló de que Irán ayudaría en los esfuerzos de reconstrucción. Eso será difícil teniendo en cuenta las crisis económicas en Irán y las crecientes protestas populares contra los costosos esfuerzos en el extranjero de Siria.

El parlamento iraní eliminó al ministro de finanzas (por no proteger a la economía del impacto de las sanciones renovadas) y está buscando uno nuevo. Eso será difícil porque no hay soluciones fáciles para estos problemas, que en gran parte son causadas por fuerzas externas (las sanciones) y las soluciones internas más efectivas implicarían frenar la corrupción (principalmente entre los comandantes del CGRI, el liderazgo clerical y sus familias) y mala administración por los clérigos mayores.

25 de agosto de 2018: en el noroeste (provincia de Kurdistán) un contrabandista kurdo fue asesinado por una mina terrestre y otros tres kurdos resultaron heridos. Los contrabandistas llevaban mercancías al norte de Iraq (las provincias autónomas kurdas).

21 de agosto de 2018: Irán anunció un nuevo avión de combate Kowsar diseñado y fabricado localmente. Se parecía mucho a uno de los 40 o más combatientes operacionales F-5 que tiene Irán, pero con un nuevo trabajo de pintura y algunas modificaciones estructurales. Irán ha estado haciendo este tipo de cosas durante más de una década. Estos nuevos aviones de combate iraníes parecen ser un proyecto de trabajo para ingenieros desempleados. El nuevo avión se basa generalmente en la reorganización de partes en un viejo F-5 fabricado en los Estados Unidos (que era más o menos equivalente a un MiG-21 de la era de 1950). El nuevo luchador, como muchos otros proyectos de armas iraníes, es más para PR que para mejorar el poder militar. Se cree que estos anuncios están hechos en gran medida para aumentar la moral dentro de Irán. Eso ha perdido su eficacia porque muchas de las críticas detalladas de estos nuevos aviones se publican en sitios web en idioma iraní.

19 de agosto de 2018: Un funcionario estadounidense confirmó que Estados Unidos, Israel y Rusia acordaron que no se le debe permitir a Irán establecer una presencia militar permanente en Siria. Aparentemente, el gobierno sirio está de acuerdo con esto ya que ha habido algunos enfrentamientos recientes entre las fuerzas de Assad y los mercenarios iraníes.

El líder supremo ayatolá Ali Khamenei reemplazó al comandante de la fuerza aérea. Ese es el quinto comandante militar superior reemplazado en el último año, todo aparentemente relacionado con un estudio a fines de 2017 sobre las vulnerabilidades iraníes a los ataques aéreos. El estudio fue publicado en una revista militar iraní para que todos pudieran ver y esto generaría sugerencias útiles para las soluciones. La lista de vulnerabilidades era básicamente una lista de todas las armas, desde misiles balísticos hasta bombas inteligentes y bombas especializadas (como las que acortan las líneas de transmisión eléctrica) que tienen los Estados Unidos e Israel. Muchas de estas armas avanzadas han sido obtenidas por los estados árabes del Golfo y desde 2015 los árabes han demostrado en Yemen que realmente han aprendido cómo usarlos. Eso incluye los sistemas antimisiles Arab Patriot que han interceptado más de cien misiles balísticos fabricados por Irán desde Yemen hasta Arabia Saudita. El Líder Supremo ha notado el problema y ha estado exigiendo que los comandantes superiores encuentren soluciones. Eso aparentemente no ha sucedido y mientras más comandantes sénior sean reemplazados, indicará una falla continua.

14 de agosto de 2018: Las renovadas sanciones estadounidenses contra Irán dañarán a los afganos que trabajan en Irán, pero no interferirán con la nueva ruta comercial desde Afganistán, vía Irán hasta el puerto de Chabahar. Los estadounidenses hacen excepciones para estas sanciones y, en este caso, Pakistán es visto como una amenaza mayor para Afganistán que Irán. La mayor parte del tráfico de camiones que solía pasar por Pakistán hasta el puerto de Karachi ahora usa la nueva ruta vía Irán a Chabahar (construida por India e Irán principalmente para tráfico a Afganistán y Asia Central). Al menos $ 5 mil millones de dólares en comercio hacia y desde Afganistán usarán Chabahar cada año. Pakistán es el gran perdedor aquí, especialmente desde que recientemente aumentaron el tráfico en los bienes afganos que se desplazan a través de Karachi. Esta India asumirá la administración del puerto, lo que asegura que los estadounidenses no lo cerrarán. Además, desde mediados de enero, Pakistán ha cerrado los principales cruces fronterizos al tráfico afgano que ingresa a Pakistán. Sin embargo, se permite la entrada de productos paquistaníes a Afganistán y ahora los afganos están considerando bloquear eso y depender de los vínculos comerciales a través de Irán y Asia Central. Esta es una guerra comercial no declarada de Pakistán. La razón principal es el creciente comercio con India y el cambio de Karachi a Chabahar para las importaciones y exportaciones afganas.

Pakistán está dispuesto a discutir mejores relaciones con Irán, pero mientras tanto, Pakistán ya tiene considerables lazos financieros y militares con Arabia Saudita

sábado, 8 de septiembre de 2018

EA: La élite del Ejército entre 1962-73

La élite del Ejército argentino (1962-1973)


por Daniel Mazzei | Cuadernos de Marte




Resumen: La “Revolución Libertadora” marca un corte abrupto en la historia institucional del Ejército argentino. Las purgas masivas de oficiales peronistas y la reincorporación de oficiales antiperonistas en 1955-56 provocaron un efecto disruptivo en el escalafón del Ejército. La sangría de recursos continuó durante los años siguientes en las luchas facciosas del campo antiperonista y culminó en los conflictos internos de septiembre de 1962 y abril de 1963. El triunfo de la llamada facción azul significó el comienzo de una larga década de relativa estabilidad, en la que la institución estuvo bajo el control de oficiales de la facción triunfadora. El artículo se propone, en base a información biográfica (edad, origen geográfico, etc.) y profesional (arma, especialidad, promoción), trazar un perfil de los generales que conformaron la élite del Ejército, durante la etapa de predominio de los oficiales de la facción azul, entre septiembre de 1962 y mayo de 1973.


La élite del Ejército Argentino (1962-1973) 

En 1964, José Luis de Imaz publicó el libro Los que mandan2, su trabajo más destacado, en el que analizaba –siguiendo el camino trazado por C. Wright Mills3– a las élites del poder en Argentina. De Imaz dedicó dos capí- tulos a analizar la estructura social y profesional de las Fuerzas Armadas. Ha transcurrido casi medio siglo y no hay trabajos que hayan profundizado el estudio de las élites militares argentinas. Este trabajo se propone comenzar a llenar ese vacío historiográfico trazando un perfil socio-profesional de un sector de las Fuerzas Armadas (el Ejército) a lo largo de poco más de una década. El período que analizaré corresponde a una etapa de la historia institucional del Ejército argentino, que comienza en 1962 con el triunfo de la facción conocida como azul, y finaliza en mayo de 1973 con el triunfo del Frente Justicialista de Liberación, que realiza una profunda depuración del Alto Mando del Ejército. Para este estudio socio-profesional del Ejército argentino tomaré en cuenta las quince promociones del Colegio Militar de la Nación (de la 60 a la 74) a las que pertenecían los oficiales que alcanzaron los grados de general de brigada y/o general de división entre diciembre de 1962 y diciembre de 1972. 4 Un total 2.054 subtenientes que egresaron del Colegio Militar entre 1934 y 1947. Algunos de estos jóvenes oficiales abandonaron tempranamente el Ejército para incorporarse a la Infantería de Marina. 5 Muchos otros ingresaron a la Aeronáutica, creada en 1944 como tercera fuerza armada, independiente del Ejército. Esto último significó la baja de quienes pertenecían al arma de Aviación y de varias decenas de oficiales que habían egresado originalmente de las otras armas y habían solicitado su pase a ella. 6

Si tomamos en cuenta las quince promociones incluidas en esta muestra, se alejaron de los cuadros del Ejército 279 oficiales subalternos. De esta forma, con las cifras corregidas, permanecieron en la fuerza 1775 oficiales. Ellos serán la base de nuestro estudio.







1. El perfil socio-profesional de la élite del Ejército

En el Ejército argentino luego del egreso del Colegio Militar de la Nación, y de no mediar inconvenientes, los ascensos se producían de manera casi automática en los grados inferiores. Los integrantes de una misma promoción ascienden juntos al grado inmediato superior en forma rutinaria al menos hasta teniente coronel. 7A diferencia de otros Ejércitos del mundo el “desgranamiento” ocurre fundamentalmente a partir del ascenso a coronel. 8 A esa altura de la carrera las exigencias aumentan y se producen importantes porcentajes de eliminación. 9 Para acceder al generalato la selección es mucho más rigurosa y son los propios generales, integrantes de las Juntas de Calificaciones, los que deciden quienes se convertirán en sus pares. 10 Las Juntas Superiores de Calificación realizan una evaluación “objetiva” y otra “conceptual” a partir de procedimientos informales como la estima que un oficial tiene entre sus pares (“prestigio”). En muchas oportunidades, más que los méritos profesionales juegan las lealtades personales, las solidaridades por arma o promoción, e incluso factores externos como la situación familiar irregular, o los “méritos revolucionarios”. 11 Para poder medir el impacto de este proceso de selección debemos considerar que, durante el decenio analizado, algo más de un 40% de los oficiales alcanzó el grado de coronel, y sólo uno de cada cuatro de ellos ascendió a general. Este reducido grupo de oficiales superiores constituyen la élitedel Ejército. 12
¿Qué característica tenía esa éliteque condujo al Ejército por algo más de una década? Para responder a esta pregunta, y establecer las tendencias prevalecientes dentro de ese grupo de generales, analizaremos una serie de variables independientes que nos permitan trazar el perfil socioprofesional del mismo.

Las armas: infantería versus caballería

Durante su primer año en el Colegio Militar todos los cadetes se incorporaban a las compañías de Infantería. Al comenzar el segundo año los mejores alumnos podían elegir a que arma querían pertenecer. Este privilegio también se les concedía a los hijos de militares que optaran por seguir la misma especialidad que su padre. El resto se distribuía por sorteo.
En nuestra muestra los subtenientes de infantería representaban casi el 40% de los egresados del Colegio Militar, en tanto los subtenientes de caballería alcanzaban el 24,2%. 13 Pero si tomamos en cuenta a los oficiales de esas mismas promociones que alcanzaron el grado de general de brigada advertimos una mayor paridad entre los porcentajes de la infantería (31,1%) y la caballería (30,3%).  En el grado de general de división la superioridad de los oficiales provenientes de la caballería es ampliamente superior (46,5%) que la de los de infantería y artillería (20,9% cada uno).
Las cifras son aún más elocuentes si tomamos en cuenta la cima de la pirámide del Ejército: los cuatro Comandantes en Jefe del período 1962-1973 pertenecieron al arma de caballería.






¿Cómo se explica esta abrupta caída en los porcentajes de oficiales de infantería entre el comienzo y el final de su carrera militar? Para responder a esta pregunta hay que remitirse, en primer lugar, a la situación política del Ejército entre 1955 y 1963. Además, si bien la rivalidad entre infantería y caballería es tan antigua como el Ejército mismo, durante la primera presidencia del general Perón alcanzó niveles superiores a los conocidos hasta entonces. La caballería había sido siempre el reducto aristocrático del Ejército, caracterizado por un alto espíritu de cuerpo logrado a partir del desarrollo de actividades hípicas, como la equitación o el polo. Si bien no hay estudios empíricos que muestren diferencias de clase en el origen de los oficiales de caballería con respecto a los de las otras armas, es entre los jinetes donde aparecen con más frecuencia apellidos de la burguesía pampeana junto a otros de origen patricio que se remontan a los tiempos de la Guerra de la Independencia (Laprida, Álzaga, Sánchez de Bustamante, González Balcarce, etc.). 14

Fue entre estos oficiales de caballería, donde se produjo el principal foco de resistencia al gobierno del general Perón.15 Esto quedó en evidencia en 1951 cuando, tras el fracaso del intento revolucionario del general Benjamín Menéndez, fueron dados de baja casi un centenar de oficiales del Ejército y la Aeronáutica. La mayoría de los implicados en la conspiración habían sido reclutados en los cursos de la Escuela Superior de Guerra y la Escuela de Caballería de Campo de Mayo. De los 82 jefes y oficiales subalternos (desde mayores hasta subtenientes) que vieron interrumpidas sus carreras, 62 (76,5%) eran oficiales de caballería, y tan sólo cuatro pertenecían a la infantería (4,9%).     
              
El derrocamiento de Perón, en septiembre de 1955, significó un nuevo cimbronazo para los cuadros del Ejército. En noviembre de ese año, 180 oficiales antiperonistas fueron reincorporados automáticamente “por méritos revolucionarios”, ascendidos y repuestos en el escalafón en el orden que tenían al ser retirados. De ellos, 66 alcanzarían el grado de general. 16

Paralelamente, los antiperonistas iniciaron su revancha. Antes de fin de año fueron retirados el 87% de los generales en actividad, así como los oficiales más cercanos al entorno presidencial. En febrero y marzo de 1956, las Juntas de Calificaciones establecieron el retiro obligatorio de cientos de oficiales y suboficiales acusados de ser peronistas. Muchos otros vieron truncadas sus carreras al no ser considerados para el ascenso. La eliminación de jefes de probada capacidad, permitió que esas vacantes fueran ocupadas por otros oficiales desactualizados o, en algunos casos, menos capacitados, provocando un efecto disruptivo en el escalafón del Ejército.

Fueron pasados a retiro obligatorio unos 500 oficiales del Ejército.  A los efectos de este análisis consideraremos únicamente a aquellos que pertenecían a las promociones 60 a 74 y fueron incluidos en los decretos masivos de retiro obligatorio promulgados en febrero de 1956, y a los amnistiados y/o ascendidos con retroactividad durante el tercer gobierno peronista (1973-1976). Un 53% de los afectados pertenecían al arma de Infantería, el 21,7% a la caballería y el 15,6% a la artillería.



Una segunda depuración masiva de oficiales de infantería se produjo tras las luchas facciosas por el control institucional que culminaron con los enfrentamientos entre azules y colorados (1962-1963). En esas circunstan cias pasaron a retiro obligatorio cientos de oficiales de Ejército de todas las jerarquías. Ciento cuarenta de ellos pertenecían a las promociones 60 a 74 del Colegio Militar. El 42,85% eran oficiales superiores del arma de infantería y sólo el 15,71% pertenecían a la caballería.



Entre ambas purgas fueron retirados obligatoriamente o dados de baja 338 oficiales de las promociones que forman nuestra muestra. El Cuadro VI permite observar que el impacto sobre la infantería no fue solamente cuantitativo (165) puesto que había más oficiales de infantería que de las otras sino en términos porcentuales de los egresados por cada arma. Si tomamos en cuenta las cifras corregidas del Cuadro II. fueron eliminados por motivos políticos, entre 1955 y 1963, el 19% de los egresados de las promociones 60 a 74 del Colegio Militar. Considerando las armas individualmente sólo la infantería supera esa media con 23,3%, mientras que las otras cuatro armas se encuentran por debajo de esa media.



Las cifras de la eliminación de oficiales de infantería por motivos políticos entre 1955 y 1963 permiten una primera aproximación a la pregunta que planteábamos al comenzar este apartado sobre la reducción del por centaje de oficiales de esa arma entre el momento del egreso del Colegio Militar y el ascenso al grado de general de división. También debemos tener en cuenta que a partir de septiembre de 1962 el Ejército quedó en manos de la victoriosa facción azul liderada (mayoritariamente) por hombres de caballería (y, en menor medida, de artilleros) que se hicieron del control de la Junta Superior de Calificaciones. Desde esa posición de privilegio limitaron el acceso al generalato de oficiales del arma de infantería (que habían sido mayoría entre los colorados), al menos hasta 1967.
En el período estudiado la cantidad total de generales en actividad provenientes de la caballería fue siempre superior o igual a la de sus pares de infantería. Ello se debe a que los primeros siempre fueron mayoría entre los generales de división, y, probablemente, a una mayor permanencia en
el grado por parte de estos. Pero para comprender la verdadera relación de fuerzas entre las armas es necesario analizar la composición del generalato por armas, año por año. El Gráfico II nos muestra un aumento en la participación de los infantes entre los generales de brigada a partir de 1967, superando incluso a la caballería. Este crecimiento ocurrió a expensas de la artillería (al menos hasta diciembre de 1972), y en menor medida de la caballería. Es necesario destacar que este incremento en el núme
ro de generales de brigada de infantería es posterior al golpe de Estado de1966 que había marcado el final de la división facciosa entre azulesy colorados.







No obstante, a nivel de generales de división -que es donde se encuentra el poder real del Ejército- la participación de la caballería nunca descendió del 50% y alcanzó un 70% en a comienzos de 1972. 18 Esto les permitía controlar la Junta Superior de Calificaciones y, de esa forma, seleccionar a quienes estaban en condiciones de alcanzar la cumbre de la fuerza.



Las promociones

Algunas promociones del Colegio Militar contaron con oficiales destaca dos en el plano intelectual y profesional. Otras, fueron muy afectadas por las purgas de peronistas y colorados. Entre 1962 y 1973 la media de integrantes de una promoción que alcanzó el generalato es del 10%. Para los
generales de división el porcentaje se reduce al 3,5%. Si tomamos esas cifras como referencia podemos establecer que unas han sido más exitosas que otras.19
El “éxito” de una promoción no sólo puede medirse por la cantidad de generales que produjo sino también por el papel destacado de algunos de sus integrantes en la conducción del Ejército. Es el caso de las promociones 64, 65 y 68 del Colegio Militar. A las dos primeras corresponden los coroneles que desempeñaron un papel fundamental  en  la crisis militar de septiembre de 1962. La mayoría de ellos integraron, con el grado de coronel, el núcleo de la facción azul que contó con el apoyo de apenas un puñado de generales “modernos”. Es, sin embargo, la promoción 68 la que se destaca por sobre todas, no sólo por el elevado porcentaje de generales que produjo (19% de sus integrantes originales) sino por los destinos que ocuparon muchos de ellos durante el período. Además, esta camada de oficiales (que en 1962 eran coroneles “modernos” a cargo de regimientos) se transformó en mayoritaria dentro del generalato a partir de 1967, y conservó un peso fundamental al interior del mismo hasta mayo de 1973, cuando todos sus integrantes fueron pasados a retiro. También merece destacarse la promoción 63. Seis de sus siete generales (85%) fueron promovidos a general de división. Este elevado porcentaje se explica en el hecho que fueron ellos quienes conformaron ese núcleo de generales “modernos” (ascendidos en diciembre de 1961) que rodeó a Juan Carlos Onganía, y que habría de tener un papel protagónico en los sucesos que culminaron  con  el  derrocamiento  del  presidente  Illia.  Por el contrario, muchas otras promociones exhiben porcentajes muy inferiores a la media.
En algunos casos, como el de las promociones 60 y 61, se debió a las purgas de oficiales peronistas de 1956. También registran bajos porcentajes las promociones 69, 70 y 71, lo que puede explicarse por la gran cantidad de generales de una promoción anterior (68), cuya permanencia en el grado por un lapso superior al normal no generó las vacantes suficientes dentro del generalato como para facilitar el ascenso de coroneles de esas promociones al grado inmediato superior.




Edad

José Luis de Imaz en su estudio sobre el sector militar de la sociedad señalaba que, entre 1936 y 1961, la edad mínima a la que se podía ascen der a general se había reducido de 54 a 44 años. 20 Este acelerado proceso de rejuvenecimiento se originó en las modificaciones de las leyes orgánicas del Ejército de 1944, 1950 y 1957 que disminuyeron los tiempos mínimos establecidos para ascender al grado inmediato superior. Para Imaz esto se comprende “[...] a tenor de los cambios en el campo bélico, que exigen oficiales superiores más jóvenes capaces de asimilar las nuevas técnicas”.21 No obstante, más allá de las modificaciones  reglamentarias, fue ron los sucesivos conflictos internos que afectaron al Ejército a partir de 1955 los que favorecieron ese proceso. En estas purgas antiperonistas algunas promociones (61 y 62, por ejemplo) perdieron hasta un 30% de sus integrantes. Los vacíos producidos en el escalafón fueron cubiertos por oficiales más modernos y en muchos casos menos calificados que, de no ser por esa circunstancia, nunca habrían alcanzado el grado de coronel. 22
Muchos oficiales fueron ascendidos prematuramente. Así, en 1957, fueron promovidos a coronel oficiales que pertenecían a las promociones 62, 63 y 64. Al año siguiente, ascendieron juntos a coronel miembros de las promociones 64, 65 y 66. De esta forma, en solo tres años (1956-1958) fueron promovidos oficiales de seis camadas diferentes, egresadas entre diciembre de 1935 y diciembre de 1939.
Si tomamos en cuenta a todos los coroneles ascendidos a general de brigada entre 1962 y 1972 la edad de estos oscila entre un mínimo de 43 y máximos de 49 años. En la primera mitad de ese período los promedios son inferiores a los 48 años. A partir de entonces se produjo un paulatino aumento en esos promedios que superaban, en 1972, los 48,7 años. Esta tendencia se mantuvo para los 43 generales de división promovidos durante ese mismo período cuyas edades oscilan entre los 46 y 52 años. También en este caso se observa un gradual envejecimiento, con promedios superiores a los 50 años, a comienzos de la década de 1970.





El aumento paulatino de los promedios de edad fue una consecuencia directa de la estabilidad lograda por el Ejército durante la comandancia de Onganía que determinó el fin de las purgas masivas. Así, los coroneles de las promociones 60 ó 61 llegaron al generalato con cuatro años de antigüedad en ese grado, mientras que los de las promociones 73 y 74 demoraron seis o siete años. Por su parte, entre 1963 y 1965, los generales de brigada pasaban tres años en ese grado antes de ascender, y, por el contrario, entre 1970 y 1972 debían esperar cinco años antes de ser promovidos a general de división. Se trata del inicio del proceso de “envejecimiento” del generalato que se prolonga hasta nuestros días. 23

El origen geográfico

Según Imaz “[…] la creencia generalizada es que la mayoría de los generales argentinos provienen de las familias tradicionales del interior. Nada más inexacto”. 24 En efecto, los militares argentinos provienen, fundamentalmente, del medio urbano y litoraleño. 25 Luego de analizar dos muestras que incluyen a más de dos mil cadetes del Colegio Militar y a casi ciento ochenta generales podemos afirmar que seis de cada diez oficiales que alcanzaron ese grado habían nacido en la Capital Federal o la provincia de Buenos Aires. En el Gráfico VI comparamos la distribución geográfica de la población nativa según el III Censo Nacional de Población de 1914 26 con la cantidad de subtenientes y generales. Es evidente que algunos distritos aparecen sobrerrepresentados. El caso más destacado es el de la Capital Federal. Los porteños, que eran el 15% de los argentinos nativos en 1914, representaban el 40% de los egresados del Colegio Militar. Este crecimiento se produjo a expensas de la mayoría de las provincias con excepción de Mendoza, Salta y San Luís, y de algunos territorios nacionales muy poco habitados. Si consideramos a quienes alcanzaron las máximas jerarquías en sus carreras los porcentajes no sufren alteraciones con excepción de la provincia de Mendoza cuyo porcentaje crece un 75% entre subteniente y general.




Orden de mérito

Morris Janovitz, en su clásico estudio The Professional Soldier, estableció que en el Ejército de los Estados Unidos el desempeño académico no aseguraba una exitosa carrera posterior ni aumentaba las posibilidades de alcanzar el generalato. 27 Para llegar a esta conclusión, Janovitz dividía las promociones en cuartos, según el orden de méritos de los subtenientes que egresaban de la Academia Militar. Si bien el indicador de Janovitz es relativo -puesto que no tiene en cuenta ni la calidad, ni el tamaño de las promociones- puede ser útil para el caso argentino. Ello se debe a que en el Ejército Argentino el sobrepaso en el escalafón es algo poco habitual, y los oficiales superiores que alcanzan el generalato lo hacen, habitualmente, en el mismo orden de mérito que egresaron del Colegio Militar.
Si utilizamos el método de Janovitz descubrimos que en la Argentina, a diferencia del caso estadounidense, las posibilidades de alcanzar el grado de general aumentaba significativamente para aquellos oficiales que se ubicaron entre los primeros lugares de su promoción al iniciar su carrera,
en el Colegio Militar de la Nación. Más del 50% de los generales se habían ubicado entre los primeros de sus respectivas promociones, mientras que menos del 10% lo hicieron entre los últimos.

Los Estudios Superiores

Al alcanzar al grado de capitán la mayoría de los oficiales del Ejército rendían exigentes exámenes de ingreso a alguna de las Escuelas Superiores del Ejército en las cuales p dían diplomarse de Oficial de Estado Mayor (OEM), Oficial Ingeniero Militar (OIM), u Oficial de Informaciones del Ejército (OIE). 28 Para Imaz la aprobación de estudios superiores -en alguna de las tres especialidades- era una de las “normas informales” para acceder al generalato.29 Según su estudio en 1936 y 1941 el 90% de los generales era Oficial de Estado Mayor o Ingeniero Militar. Durante el gobierno peronista ese porcentaje bajó hasta el 82%, y tras la “Revolución Libertadora”, se redujo al 71%. Ese descenso se inició durante el peronismo cuando -según Imaz- jugaban “las amistades y enemistades, y la lealtad o inconsecuencia con el régimen instaurado”. 30 Durante la etapa posteriorocurrió algo similar pero con signo político inverso. Esta tendencia decreciente se quebró para el período 1962-1973, gracias a la estabilidad lograda en ese período que permitió el regreso a las “normas informales” anteriores a la etapa peronista. En ese lapso el 95% de los generales se había diplomado en alguna de las Escuelas Superiores.

Imaz destacaba también el mayor peso de los Ingenieros Militares. Estos, que representaban apenas el 3% en 1941 y el 15% una década después, alcanzaron un tercio de los generales en actividad en 1961. Este aumento bien pudo originarse en los cambios técnicos operados en el Ejército y la ampliación de la esfera de las fábricas militares; pero tampoco debemos olvidar que, por sus funciones específicas, los Ingenieros Militares fueron menos perjudicados por las purgas y los planteos ocurridos a partir de 1955. La estabilidad alcanzada a partir de 1962 redujo la cantidad de Ingenieros Militares entre los generales a un cuarto, con un mínimo del 18% en 1966.

Por otra parte, es significativo destacar el gradual crecimiento de los Oficiales de Inteligencia (OIE), que pasaron del 2,7% de los generales en actividad en 1964, al 14% en 1972, debido a la importancia que adquieren, en ese período, los “servicios de informaciones”, a partir de la incorporación de la “Doctrina del Enemigo Interno”.

Según estas cifras menos del 5% de los generales no había egresado de alguna de las Escuelas Superiores. Son los llamados troperos, que pasan toda su vida militar en destino con mando de tropa. El más destacado de los troperos es Juan Carlos Onganía, líder indiscutido del grupo azul.
Puede extrañar que, a partir de lo expresado con anterioridad, un “tropero” haya alcanzado la Comandancia en Jefe del Ejército (y luego la presidencia de la Nación), pero Onganía es la excepción que confirma la regla: había egresado en el último cuarto de su camada (84 entre 110), y se destacaba por su austeridad y su perfil de profesionalista que nunca había tenido participación activa en la política interna del Ejército. Su ascenso a coronel primero, y a general después se vio favorecido por las vacantes creadas en las purgas de 1955 y 1956. Por otra parte, su elevación a la máxima jerarquía no siguió los caminos habituales -cooptación de sus pares- como ocurrió con todos los demás generales. En su caso no que daba ningún general de división en actividad. Todos habían sido retirados entre septiembre y octubre de 1962. Por lo tanto, la llegada de Onganía a la cumbre de la pirámide castrense se vio favorecida por las circunstancias: era el general más antiguo entre los que acompañaron a los coroneles azules de Campo de Mayo. Era el jefe de un levantamiento victorioso.





Los reincorporados

Durante la etapa estudiada, el grupo de los oficiales reincorporados a fines 1955 (que incluía a todos los involucrados en el intento revolucionario de septiembre de 1951) alcanzó posiciones importantes al interior de la élite militar. Se trataba de un grupo homogéneo de oficiales antiperonistas unidos, en muchos casos, por sólidos lazos de amistad forjados durante los años compartidos en la cárcel de Rawson, o bien en el exilio uruguayo. 

Entre 1962 y 1972 ascendieron a general de brigada 20 oficiales reincorporados. 31 Ellos representan casi el 15% de los promovidos a ese grado. A ellos debemos sumarle varios generales que habían participado de la conspiración del general Menéndez y lograron continuar sus carreras porque no se encontraron pruebas en su contra (López Aufranc o Manuel Laprida, por ejemplo). La influencia de este grupo se dejó sentir hacia finales de la década de 1960, durante las comandancias de dos de ellos, Alsogaray y Lanusse. Durante la gestión de este último 6 de los 20 oficiales (30%) ascendidos a general de división habían sido reincorporados.

Finalmente, en 1973 seis de los once generales que componían la cúpula, incluido  Lanusse,  habían  sido  reincorporados;  y  uno  de  los  restantes (López Aufranc) había sido separado de la Escuela Superior de Guerra durante el peronismo. De esta forma el grupo de los reincorporados había alcanzado, aunque de manera efímera, el control absoluto del Ejército. Todos ellos, así como la mayoría de los generales de brigada que habían sido reincorporados por la “Revolución Libertadora”, fueron pasados a retiro durante la presidencia de Héctor Cámpora.

A partir de las siete variables analizadas podemos trazar el perfil del general prototípico del período 1962-1973. Podemos definirlo como un joven oficial de Caballería (menor de 47 años), porteño o bonaerense, ubicado entre los primeros de alguna de las promociones dominantes del período (63, 64 y 68), egresado de la Escuela Superior de Guerra, con una actuación destacada en los sucesos de septiembre de 1962 y abril de 1963, y de larga militancia antiperonista. Si bien solo un general, Julio Rodolfo Alsogaray, reúne todas estas características, son varios los que, en mayor o menor medida, responden a esta tipología: Alejandro Lanusse, Alcides López Aufranc, Tomás Sánchez de Bustamante, Osiris Villegas, Mariano de Nevares, José Rafael Herrera, Juan C. Uriburu, entre otros. Ellos integraban esa élite azul que se reprodujo en la conducción del Ejército a partir del control de los ascensos y los retiros, y ocupó los primeros lugares del escalafón hasta el 25 de mayo de 1973.

2. El poder de la caballería

Más allá de las variables y los porcentajes debe tenerse en cuenta un aspecto cualitativo: ¿qué lugar ocuparon los oficiales de la caballería en la estructura de mandos del Ejército? Un primer dato es evidente: los cuatro Comandantes en Jefe del período eran oficiales de caballería. El siguiente nivel a analizar es el de los generales de división. En este caso, como se desprende del Gráfico III, representaron entre el 50% y el 70% anual durante todo el período estudiado. Pero aún en ese grado no todos los destinos tienen la misma relevancia. No es lo mismo (en términos de poder real dentro de la fuerza) el comando de un Cuerpo de Ejército o la jefatura del Estado Mayor, que la representación ante la JID, o la Dirección General de Fabricaciones Militares.

Para poder comprender el poder alcanzado por los oficiales de la caballería en la etapa analizada tomaré en cuenta solo los seis destinos que considero eran fundamentales en el Ejército argentino: el Comando en Jefe, la Jefatura del Estado Mayor General, y el comando de los cuatro Cuerpo de Ejército. Estos destinos fueron ocupados por 32 generales, 16 de los cuales eran de caballería. Además estos mantuvieron el control durante la mayor parte del período en el Primer Cuerpo que era el más poderoso e influyente políticamente. Algo similar ocurre con el Quinto Cuerpo, que controla toda la Patagonia. En los casos del Segundo y Tercer Cuerpo, si bien tuvieron comandantes de otras armas, la mayor parte del período analizado estuvieron al mando de hombres de caballería. Tan solo el Estado Mayor General, verdadero corazón de toda institución armada, pero sin poder de fuego quedó bajo el control de oficiales de otras armas. Un hecho para destacar es que tras el asesinato del general Juan Carlos Sánchez, en abril de 1972, los seis destinos analizados quedaron a cargo de generales de caballería hasta fin de ese año. El período coincide con el momento de mayor tensión política de la “Revolución Argentina” y con el “Regreso” de Perón a la Argentina.




Sobre este tema, en 1967, Rogelio García Lupo publicó en Marcha un artículo en el que planteaba la hipótesis de que el Ejército estaba dirigido por una suerte de logia de generales de caballería. 32 García Lupo afirmaba que “es imposible intentar una explicación de la conducta del Ejército argentino sin detenerse en el análisis de una de sus ramas más originales y sin la menor duda la más activa de todas, como es la Caballería”.33 Para ello describe sus tradiciones y símbolos, y analiza los vínculos sociales y económicos de algunos de sus integrantes más prominentes.

Muchos de los planteos de esta investigación están inspirados en ese viejo artículo, pero no creo que haya una conspiración ni “una logia protegida por el secreto”, como sugiere García Lupo. ¿Cómo explicar entonces el predominio de la caballería durante toda una década? Para comprender esta situación hay que tomar en cuenta el proceso de socialización que realiza el Ejército a partir del Colegio Militar de la Nación. Desde el segundo año los jóvenes cadetes comparten el escuadrón donde anudan sólidas amistades. Estas relaciones se profundizan al egresar del Colegio Militar cuando los subtenientes o tenientes son destinados a lejanas guarniciones de frontera donde comparten su vida con un puñado de camaradas, la mayoría de su propia arma. Al llegar al grado de capitán comparten un año en la escuela de su arma correspondiente. Además de las amistades que se anudan entre pares en estos primeros destinos, se establecen redes de lealtades entre jefes y subordinados que se prolongan a través de los años. 34 Particularmente en el caso de la caballería estos vínculos se fortalecen a través de la práctica de equitación y, fundamentalmente, del polo.

Cuando estos oficiales jefes alcanzan posiciones relevantes en la estructura del Ejército tienden a rodearse de oficiales de su mayor confianza que, en muchos casos, son compañeros de arma o de promoción, o bien a quienes han conocido en destinos anteriores. En el caso que estamos analizando estas relaciones interpersonales moldeadas desde el Colegio Militar existe un elemento adicional: varias decenas de oficiales (la mayoría de caballería) compartieron años de prisión tras el fracasado levantamiento de 1951. Tres o cuatro años de confinamiento generaron lazos aun más íntimos de los habituales.

La llegada a la comandancia en jefe de Onganía, quien había pasado toda su carrera en regimientos y que no ha tenido oportunidades de relacionarse con oficiales de otras armas y especialidades (ya sea en el Estado Mayor, o bien en alguno de los centros educativos del Ejército) favoreció la designación en destinos destacados de hombres de su confianza y conocimiento (y por lo tanto de su propia arma). A esto debe agregarse que en la coyuntura en la que alcanzó la comandancia del Ejército (1962-1963) los oficiales superiores que habían arriesgado su carrera en la crisis de azules y colorados reclamaron su parte. La mayoría de ellos pertenencían a la caballería y a la artillería.

Si bien a partir de 1967 esta situación se revirtió parcialmente y la participación de la infantería en el generalato equiparó (y a veces superó) a la de oficiales de caballería, estos dominaron siempre los principales destinos de la fuerza. Este proceso alcanza su máxima expresión durante la comandancia de Alejandro Lanusse, quien siemprecontroló la Junta Superior de Calificaciones favoreciendo a hombres de su confianza. “Cano”, como se lo conocía en el Ejército, siempre se manejó de manera arbitraria y eligió a sus colaboradores entre hombres a quienes conocía de destinos previos aun cuando hubieran peleado por la facción coloradaen 1962, como el caso del infante Carcagno quien fuera subordinado suyo en el Tercer Cuerpo de Ejército. Pero había un elemento adicional que favorecía el acceso a la cumbre: el antiperonismo. Videla, Viola, o Pomar no eran oficiales de caballería pero eran antiperonistas, y ese fue el elemento que favoreció su llegada al generalato. Y en ese punto, los oficiales reincorporados en 1955 - en su mayoría jinetes - tenían una ventaja a los ojos del general Lanusse: estaban “probados” en las duras circunstancias de la cárcel o el exilio.

En tiempos de vigencia de la Constitución el predominio de un arma sobre otras es más dificultoso puesto que los ascensos a las máximas jerarquías dependen del Senado y las decisiones responden al Poder Ejecutivo. La inexistencia de Senado y el hecho de que el Ejecutivo fuera ejercido, como en el caso de Lanusse, por el propio Comandante en Jefe del Ejército favoreció el proceso que describí más arriba. Este puede elegir a su sucesor y a quienes componen el Alto Mando, en tanto los generales de división y de brigada a quienes alcanzan esas jerarquías. Estos procesos de perpetuación del poder de un grupo o una camarilla, un arma en este caso, finalizan habitualmente por la intervención de un elemento externo a la propia fuerza. Eso es, precisamente, lo que ocurrió en mayo de 1973 cuando el gobierno constitucional eliminó a casi toda la cúpula y a los elementos lanussistas del generalato, y en su reemplazo designó a un oficial de infantería, moderadamente populista, de pasado colorado.


Bibliografía:

  • Cruces, N. (1993). 70 años para siete días. Buenos Aires: Planeta. 
  • De Imaz, J.L. (1964). Los que mandan. Buenos Aires: Eudeba. 
  • Figueroa, A. (1994). Promociones egresadas del Colegio Militar de la Nación (1871-1994). Buenos Aires: Ejército Argentino.
  • García Lupo, R. (1986). Mercenarios y monopolios en la Argentina. Buenos Aires: Legasa.
  • Grecco, J. y González, G. (1990). Argentina: El Ejército que tenemos, Buenos Aires: Sudamericana.
  • Janovitz,  M.  (1967).  El  soldado  profesional,  Buenos  Aires:  Editorial Bibliográfica Argentina.
  • López, E. (1987). Seguridad nacional y sedición militar. Buenos Aires: Legasa.
  • Rouquié, A. (1982). Poder militar y sociedad política, tomo 2, Buenos Aires: Emecé.
  • Wright Mills, C. (1978). La elite del poder (8ª reimpr.). Buenos Aires: FCE.


Notas al pie

2
De Imaz, J.L. (1964). Los que mandan. Buenos Aires: Eudeba
3
Wright Mills, C. (1978) La elite del poder (8ª reimpr.). Buenos Aires: FCE.
4
En esa época los aspirantes tenían edades que iban desde los 16 a los 20 años, y habían superado exámenes de ingreso en distintos lugares del país. Hasta 1937 los jóvenes cadetes pasaban entre cuatro y cinco años en el Colegio Militar, según sus capacidades. Ese año se eliminó el curso preparatorio por lo que -desde entonces- todos debieron cursar cinco años, y, tras el egreso la promoción 63, el Colegio Militar de la Nación fue trasladado desde San Martín a su actual emplazamiento en El Palomar.
7
El reglamento de 1944 establecía que “no podrá ascender el oficial que, en su grado, no haya acreditado aptitudes y demostrado condiciones para desempeñar con eficiencia el inmediato superior”. Según ese mismo texto la antigüedad intervendría únicamente para establecer el orden de mérito de dos oficiales con idénticos antecedentes. Para el caso de los subtenientes recién egresados del Colegio Militar de la Nación “se establecerá por el orden de mérito de la clasificación del egreso”. Sin embargo los ascensos se daban por antigüedad y no por mérito puesto que, “las calificaciones son poco representativas pues el sistema ha degenerado y, especialmente de capitán para arriba, la mayoría de los calificados obtiene la nota máxima de 100 puntos u otra muy próxima“.  Ver Cruces, N. (1993). 70 años para siete días. Buenos Aires: Planeta, p.158. Este sistema determina que los oficiales más capacitados de una promoción nunca podrán sobrepasar -salvo casos excepcionales- a otros menos competentes de la anterior. Al respecto el teniente general Martín Balza afirmaba en 1990 que “el 70 por ciento del personal mostraba en su legajo el máximo puntaje y el 30 por ciento restante también tenía excelentes calificaciones”. Citado en Grecco, J. y González, G. (1990) Argentina: El Ejército que tenemos, Buenos Aires: Sudamericana, p.85.
8
Según el decreto 9608/64 (publicado en el Boletín Público Secretaría de Guerra nº 3429) el porcentaje de ascensos al grado superior (entre los oficiales de la 1ª fracción en condiciones de ascender) es del 100% para subtenientes, tenientes y tenientes primeros, del 80% para capitanes; 75% para mayores, y del 55% para tenientes coroneles.
9
No coincido con Alain Rouquié cuando afirma que “existen cuellos de botella fuertemente disuasivos en el nivel de capitán/mayor que provocan deserciones masivas”. Rouquié, A. (1982). Poder militar y sociedad política, tomo 2, Buenos Aires: Emecé, p.312. Por el contrario, parece más acertada la afirmación de Néstor Cruces en su crítica al sistema de ascensos del Ejército: “Lo que ha fracasado es el Ejército como maquinaria de seleccióny ha permitido que algunos oficiales que sólo eran aptos para llegar hasta capitán o mayor, pero no más, alcanzasen jerarquías superiores y a veces llegaran al generalato”. Cruces, N. (1993) 70 años para siete días. Op.cit., p.154.
10
Las Juntas de Calificaciones funcionan de la siguiente manera: a) una Comisión de Armas establece un orden de mérito por especialidad y por grados; b) una Comisión de Grado establece un orden de mérito por grado; c) todos los generales en actividad elaboran un “orden de mérito consolidado” que ratifica o no las decisiones de la Comisión de Grado; d) la Junta Superior de Calificaciones (integrada por los generales más antiguos) establece un informe definitivo. En períodos constitucionales la decisión final para los ascensos a coronel y general la tiene el Senado de la Nación que puede modificar los pliegos de ascensos
11
“[...] Si los candidatos que compiten [...] Son muy capaces puede ser que [un coronel] no ascienda a pesar de merecerlo dada la frecuente rigidez del número de vacantes. Si la fracción es menos dotada, podrían llegar a ascender algunos que no estén en con diciones de ejercer cabalmente sus nuevas responsabilidades. [...] [l]a imposibilidad de sobrepaso lleva a las juntas a elegir entre una base numéricamente rígida que puede cambiar mucho en calidad de año a año”. Cruces, N. (1993) 70 años para siete días. op.cit., p.160.
12
Cuando nos referimos a la élitemilitar seguimos a Janovitz para quien “como en cualquier otra actividad, en la profesión militar puede afirmarse que una pequeña proporción de hombres constituye una élite. El término élite se refiere a aquellos que poseen el poder real y potencia en mayor medida [...]. A causa de la estructura formal de la organización militar, la élite militar incluye a los militares de más elevada jerarquía”. Ver Janovitz, M. (1967). El soldado profesional, Buenos Aires: Editorial Bibliográfica Argentina.
13
Hasta 1936 sólo existían las cuatro armas tradicionales. Para incorporarse a la Aviación del Ejército se debía realizar un curso luego de egresar del Colegio Militar. En 1942 se creó el arma de Comunicaciones, independiente de la de Ingenieros. Muchos oficiales egresados como ingenieros se incorporaron a la nueva arma.
14
Los únicos estudios importantes sobre el origen social de los militares argentinos corresponden a de Imaz, J.L. (1964) Los que mandan. op.cit., p.58, y Rouquié, A. (1982) Poder militar y sociedad política, tomo 2. op.cit., p. 325-338.
15
No compartimos la explicación de Rogelio García Lupo para quien “Existe alguna relación inconsciente entre la beligerancia de la Caballería y el modo en que los oficiales y jefes del arma recibieron la noticia de que los caballos habían quedado en el pasado.
[...] Cuando el peronismo adhirió a la teoría de De Gaulle sobre los blindados [...] el rito de honrar al caballo fue uno de los componentes - junto con la posición social del arma -de la hostilidad hacia el gobierno”. García Lupo, R. (1986). Mercenarios y monopolios en la Argentina. Buenos Aires: Legasa, pp.79-80.
16
Sobre las reincorporaciones y los ascensos posteriores véase López, E. (1987). Seguridad nacional y sedición militar. Buenos Aires: Legasa, pp.111-126
17
La ley 20.508, reglamentada por el decreto 1.332/73, estableció la amnistía y el ascenso retroactivo de cientos de oficiales retirados por razones política entre 1955 y 1973. En este trabajo sólo hemos incluido a aquellos que pasaron a retiro durante la “Revolución Libertadora” (16/9/1955 al 30/4/1958).
18
El cálculo de los oficiales que integran el Alto Mando se realizó incluyendo junto a los generales de división al Comandante en Jefe que tenía el grado de teniente general.
19
Estos porcentajes han sido calculados sin tomar en cuenta, en cada promoción, a los oficiales que abandonaron el Ejército para pasar a la Infantería de Marina o la Aeronáutica.
22
Sobre el ascenso de oficiales menos calificados, Adolfo Druetta sostiene que  “[...] Junto con el descabezamiento de los oficiales peronistas en las categorías de jefes [...] Pudo haberse eliminado por anticipado a muchos oficiales que ocupaban mejores posiciones de mérito en el egreso, lo cual demostraba mayores potencialidades castrenses que sus compañeros de más bajas calificaciones, en el punto de partida profesional”. Citado por López, E. (1987). Seguridad nacional y sedición militar: op.cit., p.128.
23
Julio R. Alsogaray fue promovido a general a los 43 años. En la actualidad a esa edad sólo es posible alcanzar el grado de teniente coronel, y un oficial superior puede alcanzar el grado de general entre los 50 y los 55 años.
24
de Imaz, J.L. (1964) Los que mandan. op.cit., p.55.
25
de Imaz llega a esta conclusión a partir de una muestra de 250 casos de generales en un período de 25 años.
26
Utilizamos las cifras del Censo Nacional de 1914 por ser este el más cercano a la fecha de nacimiento de los generales de nuestra muestra que oscilan entre 1914 y 1926. Los porcentajes serán calculados sobre argentinos nativos, puesto que sólo de ese grupo son reclutados los oficiales del Ejército.
27
“[...] Existen pocos indicios que permitan relacionar la superioridad intelectual en las academias con el desempeño posterior en la carrera [...] Afirmase que una encuesta realizada entre graduados recientes de West Point muestra que hay escasa correlación , o no la hay en absoluto, entre los resultados académicos y el desempeño eficaz posterior”. Janovitz, M. (1967) The Profesional Sodier. op.cit., p.139.
31
Los oficiales reincorporados que llegaron a general entre 1962 y 1972 fueron: Alejandro Lanusse, Gustavo Martínez Zuviría, Joaquín Correa, Manuel Soria, José R. Herrera, Elbio Anaya, Tomás Sánchez de Bustamante, Juan Carlos Uriburu, Eduardo Catán, Roberto Tiscornia, Fernando Urdapìlleta, Carlos Delía Larroca, Ricardo Echeverry Boneo, Carlos Aguirre, Carlos G. Suárez Mason, Félix Olcese (todos “revolucionarios del 51”), Juan E. Guglialmelli, Mariano De Nevares, Manuel Rojas Silveyra, y Federico Mourglier. A todos ellos debemos sumarle a Julio R. Alsogaray que ya integraba el generalato desde 1961.
32
García Lupo, R. (1986) “El poder de la caballería”. En García Lupo, R., Monopolios y mercenarios en la Argentina. op.cit., pp.71-96. El artículo fue publicado en Marcha, de Montevideo, el 20 de octubre de 1967.
33
García Lupo, R. (1986) Monopolios y mercenarios en la Argentina. op.cit., p.72.
34
El mejor ejemplo es el caso de Lanusse quien ubicará en puestos estratégicos a quienes lo acompañaron en la cárcel, y a sus dos jefes de regimiento en abril de 1963 (López Aufranc y Sánchez de Bustamante), como sus más inmediatos colaboradores en la conducción del Ejército en 1973.