domingo, 21 de febrero de 2021

Malvinas: Tierra del Fuego durante 1982... Río Grande bajo amenaza de ataque

Una historia poco conocida: ¿qué pasó en Tierra del Fuego en 1982?

Oscar Mastropierro
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
oscarmastropierro@gmail.com

Carlos Tear
Universidad del Salvador
earcarlos@gmail.com

Daniel Argemi
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
daniel.argemi@fibertel.com.ar

 


Infantes de marina del BIM 2 en prácticas durante el verano de 1982


La guerra de las Malvinas incluyó los archipiélagos del Atlántico Sur: Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. El conflicto bélico tuvo un carácter fundamentalmente aeronaval por las particularidades del espacio geográfico donde se llevó adelante. Los combates más relevantes fueron terrestres, en Darwin, en las alturas próximas a Puerto Argentino, y la batalla aeronaval entorno a las Islas.
Mucho se ha escrito y analizado sobre las acciones militares de la Argentina y Gran Bretaña en las Islas Malvinas. Menos conocido, poco investigado y con mucho por hacer son los intentos de invasión británica a la Isla Grande de Tierra del Fuego, en el área de la ciudad de Río Grande, sobre la costa del
océano Atlántico.
El presente trabajo busca dar a conocer los hechos ocurridos en Tierra del Fuego durante el mes de mayo de 1982, cuando comandos británicos intentaron atacar las instalaciones militares argentinas
ubicadas en la ciudad de Río Grande.

Inicio del conflicto del Atlántico Sur

Una vez llevada adelante la recuperación de las Islas Malvinas y Georgias del Sur por parte de la Argentina los días 2 y 3 de abril de 1982, el Reino Unido decidió enviar una fuerza de tareas para
desalojar a los argentinos, como había ocurrido en 1833. La fuerza naval se componía de más de 100
buques de diferente tipo. Las naves más modernas de la flota, incluidos dos portaaviones, fueron
enviados al Atlántico Sur, en un derrotero que duró algo menos de un mes.
El día 4 de mayo se produce el primer gran golpe por parte de la aviación argentina cuando dos aviones Super Etendard de la Armada hundieron al buque más moderno e insignia de la flota británica con un misil Exocet, el destructor Sheffield. En ese momento la Argentina contaba con 3 aviones Super Etendard y 5 misiles Exocet. Debido al embargo militar establecido por Gran Bretaña, mediante el cual se prohibía la venta de armamento a nuestro país, Francia no adquiridos, con lo cual la Argentina perdió gran parte del potencial aeronaval con el que podría haber contado. Fue una falta de previsión, en realidad, por parte de las autoridades del país que tendrían que haberse dado cuenta que esto iba a ocurrir.
Los aviones Super Etendard operaban desde la Base Aeronaval Almirante Quijada, con asiento en la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego. Posteriormente, desde esa misma Base y con el mismo sistema de armas, se producirían los ataques al portacontenedores Atlantic Conveyor y al portaaviones Invencible.
 

El objetivo a proteger: los pilotos y Super Etendard con sus Exocets

 

La Base Aeronaval Almirante Quijada, Río Grande, Tierra del Fuego

La importancia que adquirió la base de Río Grande a partir del hundimiento del destructor Sheffield fue trascendente. Se convirtió, a partir de allí, en un objetivo militar británico. Su comandante en 1982 era el Capitán de Fragata Alfredo Dardo Dabini (Martini, 1992: 124). Su misión fue la de constituirse en base de apoyo contribuyendo al despliegue, proyección de control de medios de la Aviación Naval, Fuerza Aérea Argentina y Prefectura Naval Argentina e integrar el Sistema de Sostén de Logístico Móvil Operativo como aeródromo de recepción, reenvío y evacuación de personal y material, a fin de contribuir al desarrollo de las Operaciones Aéreas Navales en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS).
Desde Río Grande se realizaron los vuelos de exploración previos al 2 de abril. A partir de los primeros días de abril se inició el despliegue de las distintas unidades aéreas a la base, como así también de una unidad de defensa antiaérea del Ejército Argentino, otra de la Fuerza Aérea y una de la Armada.
Por parte de la Armada operaron en la base la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque, la Segunda (Super Etendard) y Tercera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque (A4Q), la Primera y Segunda Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil, la Escuadrilla Aeronaval de Exploración, la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, la Escuadrilla Aeronaval de Propósitos Generales y la Escuadrilla Aeronaval de Reconocimiento.
La Fuerza Aérea operó con un Escuadrón de MV Dagger de la VI Brigada Aérea, un Escuadrón Canberra MK-62 de la II Brigada Aérea y el Escuadrón Fénix de la II Brigada Aérea. Por su parte, la Prefectura operó con aviones Skyvan y helicópteros Puma.
Para la defensa terrestre y antiaérea el Comando de la Infantería de Marina destacó personal que contaba con una Compañía de Vigilancia y Seguridad de la Base de Punta Indio, un destacamento de Artillería Antiaérea, un destacamento de artillería antiaérea del Ejército y Fuerza Aérea, una compañía de Ingenieros del Ejército y desprendimientos de la Brigada de Infantería de Marina n.° 1 (Martini,
1992: 556).
Si bien el promedio de personal presente era del orden de 850 hombres, la base llegó a alojar hacia fines de mayo 1200 hombres de las tres Fuerzas Armadas y la Prefectura Naval Argentina, siendo su capacidad prevista para sólo 400. El excedente debió alojarse en bunkers o en diferentes lugares de la ciudad (Martini, 1992: 555). Esta situación generó serios problemas con los servicios que se debían prestar. Se ranchaba en el comedor de la Base y en el de la Aeroestación Civil en cuatro turnos por comida.
La Central de Operaciones de Combate (COC) de la Base era un bunker enterrado, construido como los demás con troncos y maderas, cubiertos por polietileno grueso y tapado con tierra. Consistía en dos grandes salas unidas por un pasillo formando una gran “H”, saturadas de equipos, teléfonos, tableros, mesas de trabajo y un gran “plotting” circular donde estaba representada toda el área de operaciones. Conocida como “el pozo”, en ella pasaban la mayor parte del día el Comandante y su Estado Mayor. El pozo era un hervidero de actividades: planes, órdenes, tensiones, alegrías y amarguras.
Después del 1 de mayo, cuando desembarcó el Grupo Aeronaval Embarcado, el Comandante de la Aviación Naval, desplegó al sur sus unidades aéreas, destacando a las Segunda y Tercera Escuadrillas
Aeronavales de Caza y Ataque a Río Grande y a la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina (S2E y EMB 111) a Río Gallegos, constituyéndose la Base Aeronaval Almirante Quijada en la principal base de operaciones de la Aviación Naval.
A fines de abril, la Base de Río Grande estaba lista para operar dando apoyo y control a todas las aeronaves que operaban en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), bajo el Comando del Comandante de la Aviación Naval (Martini, 1992: 129).


La Brigada de Infantería de Marina n.° 1

La Brigada de Infantería de Marina n.° 1 era la más importante unidad táctica que disponía la Infantería de Marina dentro de su organización. Por su capacidad y disponibilidad de medios orgánicos, constituía la Reserva Estratégica Operacional en Tierra del Fuego (Muñoz, 2005: 38-39). Su comandante era el Capitán de Navío Miguel Pita, que había actuado como segundo comandante y jefe de Estado Mayor en la Operación Rosario (Muñoz, 2005: 37).
Finalizadas las acciones de la Operación Rosario, inmediatamente se comenzó a analizar y a preparar la participación que tendría la Brigada en los acontecimientos que se avecinaban. Existía la certeza que su participación sería prioritaria. Primeramente se descartó la idea de utilizar toda la Brigada en la isla Gran Malvina ya que no cumplía las condiciones de aptitud y de aceptabilidad (Pita, 1984: 160). El 14 de abril de 1982 el Comandante del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) designa como Reserva Estratégica Operacional del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur a las unidades de la Brigada. Estas directivas estipulaban que la Reserva Operacional Terrestre del Teatro debería estar organizada sobre la base de dos elementos de maniobra: el Batallón de Infantería de Marina n.° 1 (BIM 1) y el Batallón de Infantería de Marina n.° 2 (BIM 2), un elemento de apoyo de fuego y un elemento de comando y apoyo logístico (Pita, 1984).
Las previsiones de empleo de esta Reserva del Teatro estaban concebidas para Malvinas y Tierra del Fuego, en ese orden de prioridad. A medida que trascurrió el tiempo, la Brigada debió incorporarse a las previsiones y consecuentemente a los planes de defensa del área de Río Grande (Pita, 1984: 162). La sucesiva importancia que fue adquiriendo la Base Aeronaval Río Grande se inició con la llegada de los aviones Super Etendard. Todo fue coincidente con el movimiento de la Brigada. Esta se encontraba ubicada en sus alojamientos disponiendo de todos sus medios en oportunidad de producirse el ataque al destructor Sheffield (Pita, 1984: 162).
De la directiva recibida surgió que el empleo de la Brigada como Reserva no sería empeñada como gran unidad de batalla en conjunto, sino fraccionada como unidades de tareas o equipos de combate. Todo ello, en el caso de que fuera factible cruzar desde Río Grande a la zona de combate en las islas. A pesar de ello, a mediados de mayo el comandante de la Brigada recibió, ya desplegado con todos sus efectivos en la zona de Río Grande, una carta personal del Comandante de la Infantería de Marina, indicándole que previera su posible cruce a la zona de combate en la isla Soledad, aun cuando el dominio del mar y la superioridad aérea era indiscutibles por parte de las fuerzas británicas (Muñoz,
2005: 43).
Una vez llegadas a Río Grande, las unidades se distribuyeron de la siguiente manera (Pita, 1984:
161):

  • Estancia José Menéndez: BIM 1, Compañía de Exploración y Compañía Antitanque;
  • Campamento Central de YPF: BIM 2;
  • Frigorífico ex CAP: Batallón de Apoyo Logístico, destacamento del Batallón de Vehículos Anfibios, Batallón Comando de la Brigada, Compañía de Comunicaciones;
  • Planta de Aguas Corrientes, ex puesto Tropezón: Batallón de Artillería de Campaña.
  • Alojamientos del ex frigorífico CAP Oveja Negra: puesto Comando de la Brigada y alojamiento del personal.

Para el área de Río Grande se concibió un Plan de Defensa con unidades desarrollando su organización del terreno en posiciones defensivas, pero disponiendo una Reserva Mecanizada Motorizada sobre la base del BIM 1, de los vehículos anfibios y de la Compañía de Exploración que contaba con 12 Panhard con cañón de 90 mm y con comunicaciones que permitían una fluida conducción. Esta reserva estaba en condiciones de incidir con velocidad y potencia en todo el ámbito concebido para la defensa (Pita, 1984: 162).

El dispositivo de defensa de Río Grande

El puesto de comando de la Base Aeronaval Río Grande era una construcción fortificada, construido en 1980 a varios metros bajo tierra en uno de los laterales de la pista principal. Este bunker supuestamente a prueba de bombas, tenía todo lo necesario para conducir las operaciones (Muñoz, 2005: 49). Para su defensa aérea, contaba con seis montajes cuádruples de cañones antiaéreos de 20, 30 y 40 mm.
Durante las horas de oscuridad los aviones que no estaban afectados a operaciones de vuelo, eran dispersados en distintos lugares, a fin de minimizar los efectos de un eventual sabotaje. Era esta una maniobra complicada, riesgosa y fatigante, pero necesaria.
De acuerdo con la probable amenaza de ataques, los mandos de la Base establecieron tres esquemas de dispersión de aeronaves: cercano, medio y lejano (Muñoz, 2005: 53).
Cercano era dentro del aeródromo. Medio, en las inmediaciones, utilizándose los caminos de acceso a la Base, y lejano cuando los aviones debían ser remolcados a la ciudad de Río Grande, cosa esta que ocurrió una sola vez. La dispersión cercana o media se cumplió restringidamente por las enormes dificultades que significaba un traslado nocturno, arrastrando con tractores las delicadas máquinas con el consiguiente peligro de indeseados deterioros y además porque las aeronaves debían estar listas a operar de vuelta en la base antes del crepúsculo matutino. Respecto a la única dispersión lejana, ésta ocurrió en fecha cercana al 17 de mayo, cuando todos los aviones fueron llevados a la ciudad de Río Grande donde quedaron estacionados en la calle cerca de una plaza y frente a un frigorífico donde durmieron los pilotos (Muñoz, 2005: 53).
Es de imaginar el esfuerzo que significó para el personal de mantenimiento y apoyo terrestre, quienes debían trabajar toda la noche dispersando y replegando aviones en condiciones meteorológicas generalmente adversas. Estos complicados, riesgosos y fatigantes movimientos contaron siempre con el notable aporte de los efectivos de Infantería de Marina, quienes dispusieron todas las medidas de prevención y seguridad para lograr que dichas aeronaves no sufrieran algún percance y también permanecieran ocultas a miradas ajenas en las rutas y accesos que rodean Río Grande. La Fuerza Aérea mantuvo su comando de Operaciones de Combate en la Torre de Control Civil donde montó un radar de control aéreo de mayor alcance que el de la Base, con lo que se complementó el control aéreo hasta 200 millas (Muñoz, 2005: 53)


BAEN Rio Grande

Fuera de las pocas ocasiones en que los aviones fueron dispersados, los mismos permanecían en
un hangar donde dos de ellos siempre se encontraban alistados para salir a operar, en tanto los otros
quedaban en reserva. Sin perjuicio de ello casi diariamente uno de los Super Etendard volaba a última
hora de la tarde, con su misil Exocet colgado del ala derecha, hacia la Base Aeronaval Comandante
Espora donde lo aguardaba un equipo de técnicos del Arsenal Aeronaval n.° 2 para ponerlo en el banco
de pruebas. Cumplido el trámite, la aeronave volvía a Río Grande antes de la finalización del día
(Muñoz, 2005:54).
El apresto y desplazamiento de las unidades de Infantería de Marina se concretó de la siguiente
manera:

  • El BIM 1 debió constituirse en Reserva General, sobre vehículos, con el agregado de la Compañía de Exploración y la sección de misiles Mamba de la Compañía Antitanque. Todos ellos se encolumnaron sobre el camino que, desde la zona próxima a la Planta de Aguas Corrientes, conecta con la ruta complementaria que nace frente a la Base Aeronaval, con la finalidad de empeñar dichos efectivosen las inmediaciones de ésta, a la orden del comando de Brigada y ante la posibilidad de acciones delenemigo por medio de helitransporte (Muñoz, 2005: 59).
  • El BIM 2 debió aprestar de inmediato una compañía sobre vehículos y desplazarla al cruce de la Ruta Nacional 3 con la avda. San Martín; la Compañía Antitanque le agregó un grupo de cañones de 105 mm sin retroceso y se destacaron efectivos para dar seguridad perimetral al radar de la Fuerza Aérea. Con los efectivos restantes del batallón se constituyó una reserva local sobre la planicie ubicada entre el campamento YPF y la localidad de Río Grande para incidir sobre la Base Aeronaval o posibles lugares de helidesembarco y, por último, el Batallón Logístico debió proveer de inmediato trescamiones para incrementar la capacidad de transporte del batallón (Muñoz, 2005: 59).

Luego del hundimiento del Crucero Gral. Belgrano, sus buques escoltas, los destructores Bouchard y Piedrabuena fueron destinados al patrullaje de la costa de Tierra del Fuego desde San Sebastián hasta Cabo San Pablo como “piquetes radar” (Muñoz, 2005: 61).

Noche del 16 de mayo: submarino y desembarco de comandos

El día 16 de mayo el mar se presentaba calmo. El destructor Bouchard se encontraba entre cabo del
Medio y cabo Domingo, a dos millas de la costa.
A las 16:30 el jefe de armas submarinas y otro oficial que lo acompañaba detectaron, en la popa
del buque, una emisión sonar que consistió en un pim sonar cada cinco o siete segundos, por períodos
de quince a treinta minutos discontinuos. A las 17:10 se repitió la situación pero en esa oportunidad se
logró una escucha hidrofónica (Facchín, 2012: 131-132).
Minutos después, entre las 19:05 y las 19:10, en total oscuridad y en el período de emisión establecido, el radarista y el oficial de guardia de la central de informaciones de combate (CIC) observaron que se producía un eco pequeño e intermitente a tres mil yardas (2700 metros) del buque.
Inmediatamente, por el canal de comunicaciones que conectaba las centrales de información de combate del Bouchard y el Piedrabuena, se solicitó autorización para continuar emitiendo y para verificar el contacto. A medida que pasaban los minutos, el contacto dejó de ser intermitente. A las
19:12 se convirtió en tres ecos nítidos, con un punto muy intenso y una “V” que salía en la dirección contraria a su movimiento relativo, típico de los botes tipo "gomón", que tantas veces habían observado, desde los repetidores, los operadores radar. Mediante una febril tarea del equipo de la CIC se pudo determinar una velocidad de 18 nudos (1 nudo equivale a 1852 metros por hora).  Los tres ecos se movían en formación, firmes y con un movimiento inteligente (imposible de imitar por fenómenos naturales o por la fauna). Pasaron a mil doscientas yardas (1100 m) del buque como punto más próximo y se alejaron hasta tres mil yardas (2700 m) (Facchín, 2012: 132).




A las 19:14, cuatro minutos después de la detección, se cubrió combate, pero el sonar le agregó más dramatismo a la situación: a las 19:18, se informó un rumor hidrofónico. En ese momento los ecos se encontraban a cuatro mil yardas (3657 m). El radar de tiro logró adquirir los blancos a las 19:22 y, simultáneamente, se le solicitó al Oficial en Comando Táctico (OCT), que era el comandante del destructor Piedrabuena, la autorización para abrir fuego con la batería principal, los cañones de 127,2mm. En la CIC, se hicieron esfuerzos denodados para mantener el contacto ya que, para esos
momentos, sólo se conservaba un eco firme y dos intermitentes, pero manteniendo la navegación en formación y el rumbo y la velocidad calculados (Facchín, 2012: 133).
En la proa se estaba levando anclas para poder tener libertad de maniobra a fin de perseguir los blancos y de evitar la exposición a un eventual ataque submarino. Era muy probable la presencia de una unidad de ese tipo, dado que los acontecimientos de la mañana y de la tarde, sumados al rumor hidrofónico detectado, indicaban la presencia de un submarino en la zona (Facchín, 2012: 133).
A las 19:25 se recibió la autorización para abrir fuego y, con contacto firme en el radar de control de tiro, el comandante dio la orden al jefe de artillería para que la batería principal del buque desempeñara,
por primera vez en toda la guerra, la función que merecía. De esta manera, se abrió fuego con dos salvas de dos cañones y, luego, de un tercero. Quienes estaban en acción debieron redoblar sus
esfuerzos para mantener la cerrada vigilancia sobre los botes. La respuesta no se hizo esperar y los tres ecos se abrieron en forma de abanico, alejándose del buque y los radares pudieron observarlos sólo intermitentemente (Facchín, 2012: 133-134).
Se trató de mantener el contacto que, en pocos segundos, se hicieron inconsistentes. Se decidió ir a su encuentro, pero la niebla impedía la búsqueda visual, a pesar de haber encendido todos los reflectores disponibles, fondeando a las 20:40, prácticamente en el mismo lugar que ocupaba el buque antes de la persecución (Facchín, 2012: 134).

La Operación Plum Duff: noche del 17 al 18 de mayo

Después del ataque al Sheffield, la opción de atacar el continente fue observada de manera creciente
como el único método factible de impedir el despliegue de más misiles Exocet contra la Fuerza de
Tareas. La idea de utilizar el mismo método de ataque que comandos ingleses habían realizado en la
isla Borbón contra aviones argentinos parecía el más indicado para llevar adelante. El Almirante
Woodward consideró que la tarea era vital para la supervivencia de los barcos de la Fuerza de Tarea y la
victoria final (Hutchings, 2008: 124).
El plan, denominado en código Operación Mikado, requirió que el Escuadrón “B” del SAS fuera
cargado en dos aviones C130 que serían “aterrizados de emergencia” en la pista de aterrizaje de Río
Grande. El objetivo de los comandos era localizar y destruir los aviones Super Etendard y los misiles
Exocet allí ubicados. Una vez lograda la misión, el escuadrón se retiraría cubierto por la noche e irían a
Chile en los C130 si sobrevivían al ataque aéreo, o a pie al oeste si los C130 no podían volar. Los planificadores evaluaron que al aproximarse a la base aeronaval desde el este, a bajo nivel, los C130 podrían permanecer dentro de la cobertura del radar argentino en Río Grande, tan cerca como unas 30 millas. Una vez que los C130 fueran detectados, las fuerzas argentinas tendrían un máximo de seis minutos de tiempo de advertencia del ataque aéreo, evaluados como apenas suficientes para una respuesta efectiva. En cuanto los C130 se detuvieran, tres de los grupos del escuadrón B localizarían y
destruirían los aviones y los misiles, mientras que el cuarto grupo atacaría las instalaciones donde se encontraban los oficiales, matando tantos pilotos argentinos como fuera posible (Hutchings, 2008: 130-
131).
Para que la Operación Mikado pudiera tener éxito, un equipo encubierto necesitaba ser introducido
antes del asalto. La operación Plum Duff fue planificada.
Para una operación de tanto riesgo, de tan alto perfil y políticamente sensible para recibir la aprobación final, la inteligencia precisa fue un requisito esencial. Con ese fin, como operación previa, un equipo de voluntarios sería introducido en la Argentina para llevar a cabo un reconocimiento en las cercanías del blanco. Su misión sería confirmar la presencia de los Super Etendard y los misiles Exocet y evaluar la fuerza y el aprestamiento de las fuerza de defensa argentinas. Si el equipo identificaba una oportunidad de destruir los aviones sin mayor asistencia adicional, entonces lo iba a hacer y estarían equipados para ello. Si no era así, entonces la fuerza de ataque principal se desplegaría en los C130.



Una cantidad de opciones para el despliegue del equipo de reconocimiento fueron consideradas por la
célula de planificación en el Reino Unidos para incluir la introducción por paracaídas o submarino. Ambas fueron descartadas pronto en el proceso de planificación: la opción del paracaídas no se podría lograr sin que el avión de entrega fuera detectado por el radar, eliminando así, los elementos de sorpresa y ocultamiento; y la opción del submarino era impracticable por las aguas poco profundas mar adentro en la costa de Tierra del Fuego y la falta de disponibilidad de un submarino convencional en el marco de tiempo requerido. Esto dejó al despliegue por helicóptero como la única opción práctica (Hutchings,
2008: 131).
La operación Mikado comenzó cuando el helicóptero Sea King de la Escuadrilla Aérea Naval 846 serie ZA 290 partió en la noche del 17 al 18 de mayo desde el portaaviones Invencible rumbo al continente, llevando un equipo de nueve hombres del SAS, vestidos con indumentaria bélica ártica noruega y cargados de armas, municiones, equipos de comunicaciones satelitales y mochilas Bergen con comida (Muñoz, 2005: 107).
La partida del helicóptero ocurrió a la medianoche, desde una posición cercana a la Isla Beuchene, aproximadamente unas 30 millas al sur de la Isla Gran Malvinas. Inmediatamente después de la partida del helicóptero, el Invencible y sus escoltas, Brilliant y Coventry, viraron para dirigirse inicialmente al
este y luego al noreste para reunirse con la Fuerza de Tareas a más de 300 millas de distancia (Hutchings, 2008: 144).
Al llegar a algo más 50 millas al este del lugar donde los comandos debían descender del helicóptero,
al sur de la bahía San Sebastián, los pilotos notaron un brillo verde directamente delante de ellos. A 4 millas de distancia descubrieron que se encontraban próximos a una plataforma de exploración
petrolera off shore de la Argentina. Esto hizo que debieran maniobrar hacia el norte para hacer un aterrizaje al norte de San Sebastián. Se encontraban sobrevolando la parte sur del yacimiento de gas
Carena (Hutchings, 2008: 144-145).



La noche del 17 al 18 de mayo, el Bouchard permanecía fondeado en la misma posición que el día
anterior, a una distancia mínima de la costa de dos millas náutica (Facchín, 2012: 134).
Aproximadamente a las 04:08, el operador radar informó al oficial de guardia CIC que había
detectado algo y le solicitó que se aproximara al repetidor. El oficial del radar Decca, que con su emisión podría discernir mejor que había detectado. Poco después se confirmó el eco y ambos radares se mantuvieron en emisión. Se informó del hallazgo al destructor Piedrabuena y se requirió la confirmación a nueve millas de distancia, información que llegó un minuto después. El oficial de guardia CIC ordenó comunicarse con la aeronave por todas las frecuencias posibles sin obtener ninguna respuesta. Asimismo ordenó intentar comunicarse con Río Grande para preguntar si era una aeronave amiga e informar a la Base acerca de la presencia detectada. Ante la imposibilidad de establecer contacto en los circuitos establecidos en el plan de comunicaciones, el oficial de guardia CIC sugirió al Oficial Control de Tiro que informara a Río Grande. Mientras tanto, la aeronave, que podía ser un helicóptero según su perfil de vuelo, continuaba con su trayectoria hacia tierra firme (Facchín, 2012: 135).
A las 04:22, tras una intensa labor, el Bouchard comunicó que había logrado comunicarse con Río Grande y que no había aeronaves amigas volando sobre la zona. La noticia incentivó al equipo CIC para mantener el eco a toda costa (Facchín, 2012: 135).
El desvío al norte agregó aproximadamente veinte minutos al vuelo y consumió gran cantidad de combustible. Fue a las 4:30 horas cuando finalmente avistaron la costa argentina. Llegado al extremo
norte de la Bahía San Sebastián, giró hacia el sur para volar 18 millas al lugar de aterrizaje en el extremo sur de la bahía (Hutchings, 2008: 146).
A las 04:46, el Bouchard informó que la aeronave detectada había descendido y se había perdido cerca de la estancia "La Sara". Mientras tanto, continuaban los ajustes en los equipos de detección, a fin de encontrar un eco en la mancha ámbar que aparecía en el repetidor. Poco después, la aeronave volvió a elevarse y resurgió la tensión para detectarla. Se pudo sostener durante apenas diez minutos. Luego, a
las 05:02, el Bouchard informó que estaría en la frontera con Chile (Facchín, 2012: 135-136).
Debido a la densa niebla que cubría las proximidades de Río Grande esa noche la velocidad del helicóptero, lo mismo que la visibilidad, se reducían. La superficie en tierra a cualquiera de los lados del helicóptero era la misma: sin rasgos distintivos y vacíos de contrastes. Ascender el helicóptero para volar sobre la capa de niebla y en un nivel mejorado de luz ambiente nos habría expuesto a la detección del radar AN/TPS 43 que se sabía estaba en Río Grande y, en consecuencia, no era una opción.
El piloto aterrizó el helicóptero sabiendo que era la última oportunidad de realizar un aterrizaje seguro mientras permanecía en control total del aparato. La ubicación planificada para el descenso por el equipo de las Fuerzas Especiales era un punto cerca de una estancia aislada, unas 12 millas al noreste
de la Base de Río Grande.
En un clima y condiciones de luz cada vez más adversos, volaron a un punto a 7 millas de distancia del destino planificado. El jefe de los SAS sabiendo de las dificultades para ubicar las coordenadas, decidió abortar la misión porque no tenía confianza en que el helicóptero estuviera exactamente donde los pilotos decían que estaban (Hutchings, 2008: 146). Abortada la misión por decisión del jefe de los SAS, la prioridad era salir del área lo más rápido posible y volar a Chile.

La Operación Mikado

En tierra, las alertas dieron lugar a que el 16 de mayo en horas de la noche se impartieran, a los comandantes subordinados de la Infantería de Marina, las directivas para un patrullado que se implementó de la siguiente forma:

  • Batallón de IM n.° 1: patrullado margen sur del río Grande desde el puente sobre la ruta nacional n.° 3 a lo largo de la ruta complementaria b y control del mencionado puente sobre la ruta nacional n.° 3 (Muñoz, 2005: 62).
  • Batallón de IM n.° 2: patrullado costero y ruta nacional n.° 3 desde instalaciones del radar de la Fuerza Aérea hasta estancia Las Violetas. Instalar un puesto de control de tránsito sobre la ruta nacional n.° 3 en puente sobre río Chico; mantener seguridad cercana al radar de Fuerza Aérea (Muñoz, 2005: 62).
  • Compañía de Exploración: patrullado de la ruta nacional n.° 3 y costa desde frigorífico CAP hasta Punta María. Instalar puesto de control de tránsito sobre la ruta nacional n.° 3 en Punta María (Muñoz, 2005: 62).
  • Batallón Logístico: patrullado zonas aledañas al frigorífico CAP y control de Puente Nuevo (Muñoz, 2005: 62).

Las diferentes unidades, en la noche del 16 y 17 de mayo, informaron la realización de sus movimientos sin que se registraran novedades.
La operación Mikado consistía en un audaz golpe a la Base de Río Grande, donde se desembarcarían dos equipos de quince comandos del SAS, cuya misión sería destruir la pista e instalaciones con equipos de demolición e incendio (Fernández Real, 1997: 26).



Hay versiones que dicen que se buscaron radioperadores que hablaran con modismos argentinos para hacer el aterrizaje en la pista, ya que tenían grabaciones de las efectuadas por los C130 argentinos.
Los incursores quedarían en las cabeceras con sus turbohélices en marcha mientras grupos especializados descendían con vehículos Land Rovers por las rampas traseras. La pista se destruiría en la mitad de su longitud para impedir el despegue de los cazabombarderos argentinos, pero dejando un margen suficiente como para que los aviones Hércules ingleses pudieran salir, ya que estas máquinas tienen la posibilidad de operar en costa distancia (STOL) (Fernández Real, 1997: 27).
Se había previsto que los dos aviones atacantes siguieran rutas de aproximación y aterrizaje similares a las habituales de las máquinas argentinas. Pero para brindar un apoyo de guía final, se iba a instalar un pequeño radiofaro de guía satelital con VHF en un punto desierto del Estrecho de Magallanes, para lo cual se desplegó secretamente el helicóptero Sea King de la operación “Plum Duff” (Fernández Real, 1997: 27).
Los aviones británicos partieron de la base de la isla Ascensión equipados con sistemas Omega y provistos de lanzas para reabastecimiento en vuelo.
Sin embargo, al no recibir del helicóptero Sea King las comunicaciones en claves previstas para
coordinar la operación, y como esa parte de la misión era fundamental, se hizo abortar el operativo y los
dos aviones Hércules con sus equipos regresaron a su base (Fernández Real, 1997: 28).

Consideraciones finales

Toda la base aeronaval Río Grande estuvo a punto de ser blanco de un desembarco aéreo, pero a efectos
de evitar un estruendoso fracaso, algún previsor estratega del mando británico decidió, en el momento oportuno, dar marcha atrás con este tipo de operación y optar por una última posibilidad de desembarco
anfibio (Muñoz, 2005: 122).
El sistema de seguridad implantado por el comando de la Brigada de IM y de la Fuerza de IM había dado resultado. La actividad de sistemáticas y ofensivas patrullas lograron, aun sin saberlo en un principio, que los atrevidos comandos británicos se vieran impedidos de desarrollar cómodamente su plan acción. Pese a ello, cuando se tuvo la información confirmada, el día 26 de hombres de la  tripulación del helicóptero Sea King se habían entregado a las autoridades chilenas y no
se mencionaban en absoluto otros efectivos que pudieran haber transportado, ello confirmó aún más la
presunción de que, antes de entrar en territorio chileno, dicha máquina enemiga, a pesar de que se habría posado aún por breves momentos en territorio nacional, había dejado en tierra un grupo de comandos. Todo ese tiempo se tuvo el pensamiento de que dichos incursores clandestinos se encontrarían
infiltrados para tratar de observar la actividad del área; quizás intentar en lo posible alguna acción punitiva o al menos imp0lantar la imprescindible baliza que pudiera guiar a aviones de gran porte trayendo el grueso de una fuerza invasora (Muñoz, 2005: 123).
La presencia de las unidades de la Infantería de Marina y la patrulla de los dos destructores en la costa de Río Grande hizo fracasar en dos oportunidades el intento de ataque proyectado desde el mar y desde el aire el 16 y 17 de mayo de 1982 por las fuerzas británicas (Facchín, 2012: 136).
A pesar del celoso resguardo de información de los británicos, se puede conjeturar que, si bien la noche del 17 al 18 de mayo los aviones y sus pilotos estaban cumpliendo un programa de dispersión lejana que hubiese dificultado la destrucción por parte de los comandos británicos, algo muy diferente ocurrió la noche del 16 de mayo. Durante esa noche, el destructor Bouchard, al detectar los ecos de tres botes y luego de abrir fuego, probablemente impidió que los comandos desembarcados de un submarino pudieran llevar a cabo su cometido. A partir de ese momento, la sorpresa se había perdido y, al menos en los destructores, el nivel de alerta era mayor que el que se tenía antes de la noche del 16 de mayo (Facchín, 2012: 142).
Importa destacar la trascendencia que los mandos británicos le dieron a este operativo, pese a su frustración, pues los pilotos del helicóptero Sea King caído recibieron una condecoración que sigue en importancia a la Cruz de la Reina Victoria dentro del rango del honor militar inglés (Fernández Real,
1997: 30).
Pese a que la decisión de destinar a la Brigada de Infantería de Marina n.° 1 al área de Río Grande causó en un principio cierta desilusión entre sus integrantes, quienes siempre abrigaron la esperanza de ser empleados en Malvinas, más adelante llegaron a apreciar como una acertada coincidencia el hecho de ser destinados a ese lugar como Reserva Estratégica Operacional del Teatro de Operaciones, lo que les permitió, debido a la proximidad con la Base Aeronaval Almirante Quijada, poder participar juntamente con los efectivos de la Fuerza de Infantería de Marina n.° 1 y brindar, con todos los medios que disponía, una adecuada protección a la misma (Muñoz, 2005: 43).

 

Bibliografía

  • Facchin, E. L. y Speroni, J. L. (2009). “El Bouchard y el fracaso de la operación británica Mikado”, Boletín del Centro Naval, n.° 823, Buenos Aires, pp. 41-52.
  • Facchin, E. L. (2012). Un buque, dos banderas, mil combates. Bouchard “D 26”. La historia nunca contada del destructor ARA “Bouchard” en la guerra por Malvinas, Buenos Aires, Edición de Autor.
  • Fernández Real, O. (1997). “Misión secreta británica durante Malvinas”, Aeroespacio, año LVI, n.° 518, Buenos Aires, pp. 26-30.
  • Hutchings, R. (2008). Special forces pilot. A flying memoir of the Falklands War, Barnsley, England Pen & Sword. 
  • La Gaceta Malvinense (2012). “Alocución del Sr. Contraalmirante de Infantería de Marina Don Luis Alberto Carbajal, Comandante del Batallón de Infantería de Marina Nro. 1 en 1982. 6 de octubre de 2012”, Asociación de Veteranos de Guerra de Malvinas, año XI, n.° 44, Buenos Aires, p. 16. 
  • Martini, H. A. (1992). Historia de la Aviación Naval Argentina (conflicto del Atlántico Sur),T III. Departamento de Estudios Históricos de la Armada, Buenos Aires. 
  • Muñoz, J. (2005). ¡Ataquen Río Grande! Operación Mikado, Buenos Aires, Instituto de Publicaciones Navales. 
  • Pita, M. A. (1984). “Intervención de la Brigada de Infantería de Marina Nro. 1”, Boletín del Centro Naval, n.° 739, Buenos Aires, pp. 41-52.

sábado, 20 de febrero de 2021

Primera Guerra Chechena: POW rusos

 

SGM: Fuerza Tigre, la RAF sobre Hiroshima!

Fuerza Tigre

W&W




Se modificaron dos fuselajes (HK541 y SW244) para llevar un "tanque de silla" dorsal con 5455 L (1,200 galones) montado en la popa de un toldo modificado para aumentar el alcance. El No. 1577 SD Flight probó la aeronave en India y Australia en 1945 para su posible uso en el Pacífico, pero el tanque afectó negativamente las características de manejo cuando estaba completo y luego se utilizó un tipo temprano de reabastecimiento de combustible diseñado a fines de la década de 1930 para hidroaviones comerciales. Era estructuralmente defectuoso, lo que se encontró en los primeros aterrizajes a plena carga con colapsos del tren de aterrizaje.





Avro Lancaster B I (FE)

Anticipándose a las necesidades de las operaciones de la Tiger Force contra los japoneses en el Lejano Oriente (FE), una variante tropicalizada se basó en aviones de producción tardía. El B I (FE) tenía radio modificada, radar, ayudas a la navegación y un tanque de 400 gal (1.818 L) instalado en la bahía de bombas. La mayoría fueron pintadas con superficies superiores blancas y superficies inferiores negras con una demarcación baja entre los colores.

El Ministerio del Aire del Reino Unido hizo que Avro diseñara un Lancaster 'tropicalizado' con la torreta de ametralladora en la parte superior media que fue reemplazada por un tanque de combustible de 400 galones y el avión tenía a Gee, Loran y la mitad "Rebecca" del sistema de balizas Rebecca / Eureka. Este plan fue considerado por Avro Lancaster Mark I Far East (FE), el Avro Lincoln fue considerado Lancaster Mark VII FE. El Mark VII tenía idénticos Gee, Loran y "Rebecca"

Un Lancaster Mark I Far East (FE) completamente trucado tenía un rango de ida de 3,180 millas.

El Tiger Force tenía un radio de acción de al menos 1,000 millas con el Lancaster Mark I Far East (FE) y el Lincoln Mark VII FE eran mejores. Operando desde Okinawa, la RAF Tiger Force realmente no necesitaba reabastecimiento de combustible aire-aire, incluso si trajeron algunos de los kits de reabastecimiento de combustible aire-aire.

Rebecca quería decir que los bombarderos británicos podrían balizar la bomba en apoyo de las tropas en tierra en Kyushu. Las balizas UPN-1/2 de 10 cm en la lista de deseos del general Kenney para Olympic significaban que el bombardeo tipo "gato y ratón" de Gee-H estaba sobre la mesa, si el Lancaster Mark I Far East (FE) también tenía radar H2S.

Durante la Conferencia de Quebec de septiembre de 1944, Winston Churchill propuso que una vez que Alemania fuera derrotada y la atención aliada se volviera hacia la derrota de Japón. Propuso transferir una gran parte del Comando de Bombarderos o unos 500 a 1000 bombarderos pesados ​​al teatro del Pacífico. La propuesta fue rápidamente aceptada por el presidente Franklin D. Roosevelt.

A finales de 1944, la victoria era más una cuestión de tiempo que una cuestión de ser alcanzada y el 20 de octubre de 1944 se tomó la decisión de formar una fuerza de bombarderos muy grande denominada "Tiger Force".

Inicialmente compuesto por veintidós escuadrones formados en tres grupos de bombarderos. Una Royal Air Force (RAF), una Royal Canadian Air Force (RCAF) y una que contienen escuadrones de la Royal Air Force, Royal Australian Air Force (RAAF), Royal New Zealand Air Force (RNZAF) y South African Air Force (SAAF) . La fuerza se redujo a diez escuadrones de bombarderos en dos grupos que consistían en escuadrones de la RAF y RCAF y luego se revisó para incluir solo ocho escuadrones.

Tiger Force estaba basado en Okinawa y usaría Avro Lancaster, el recién llegado Avro Lincoln y Consolidated Liberator. Los deberes de escolta de los cazas serían proporcionados por las unidades de la Fuerza Aérea del Lejano Oriente de EE. UU. y la Primera Fuerza Aérea Táctica de Australia, así como por otras unidades de la Commonwealth.

Las marcas de aeronaves para Avro Lancaster y Lincoln serían superficies superiores blancas con partes inferiores negras. Todo Tiger Force debía cancelarse antes de ser desplegado. Este esquema de color se utilizó en muchos Lancaster y Lincolns de la RAF de la posguerra.


Bombardero Avro Lincoln

El principal usuario fue la Royal Air Force y el Lincoln B. Is de producción se entregaron a partir de febrero de 1945. Para el día VE, se habían realizado pruebas en vuelo de 50 y se habían entregado a unidades de mantenimiento u organizaciones especializadas como la Unidad de vuelo de telecomunicaciones en Defford, la aeronave. Unidad de desarrollo de torpedos en Gosport, a Rolls-Royce en Hucknall para pruebas de motores y, por supuesto, a Boscombe Down. La Unidad de Desarrollo de Bombarderos en Feltwell recibió sus primeros Lincolns el 21 de mayo de 1945 y el primer escuadrón de la RAF. No. 57 en East Kirby, recibió una asignación inicial de tres Lincoln B. II para su Lincoln Trials Flight en agosto de 1945. El B. II estaba propulsado por motores Merlin 66 o 68 y estaba equipado con la torreta dorsal Bristol B17, Boulton Paul Torreta trasera 'D' y radar Mk IIIG H2S.

La rendición de los japoneses y la disolución del "Tiger Force" destinado al Pacífico, junto con los retrasos en la puesta en servicio del Lincoln, significó que el tipo no se utilizó operativamente durante la Segunda Guerra Mundial.

Según un artículo en Air Pictorial (10-74) de Bruce Robertson, la Orden de Planificación de Batalla del 15-08-1945 era:

  • No.5 Grupo RAF:
  • Comunicaciones Flt 3 Austers
  • Ala 551 (que se formará en Conningsby, operativa el 01-01-46)
  • 83 Escuadrón- 20 Lancasters
  • 97 Escuadrón- 20 Lancasters
  • 627 Escuadrón- 30 Mosquitos B.35 (P.F) (desp. En Woodhall Spa)
  • 552 Ala RAF (que se formará en Metheringham, operativo 01-01-46)
  • 106 Escuadrón- 20 Lancasters
  • 467 Escuadrón (RAAF) 20 Lancasters
  • 544 Escuadrón - 20 Mosquitos PR (Met) 34 (formando en Benson)
  • 553 Ala RAF (Se formará en East Kirkby y se desplegará en la construcción de 1946)
  • 57 Escuadrón - 20 Lincolns B.II
  • 460 Escuadrón (RAAF) - 20 Lincolns B.II
  • 554 Ala RAF (se formará en Spilsby, estará operativo el 01-01-46)
  • 75 Escuadrón (RNZAF) - 20 Lancasters
  • 207 Escuadrón - 20 Lancasters

El ala de misiones especiales de la RAF (en formación en Waddington) se llamará adelante a finales de 1945

  • 9° Escuadrilla - 20 Lancasters
  • 617 Escuadrón - 20 Lancasters
  • No.6 Grupo RCAF:
  • Comm.Flt 3 Austers
  • 661 Wing RCAF que forma Yarmouth, Nueva Escocia, estará operativo el 01-01-46
  • 432 Escuadrón RCAF - 20 Lancasters
  • 434 Escuadrón RCAF - 20 Lancasters
  • 662 Wing RCAF (ala de acumulación de fuerza)
  • 419 Escuadrón RCAF - 20 Lincolns B.II
  • 428 Cuadrado RCAF - 20 Lincolns B.II
  • 663 Wing RCAF (formando Debert) para empleo a principios de 1946
  • 420 Escuadrón RCAF - 20 Lincolns B.II
  • 425 Escuadrón RCAF - 20 Lincolns B.II
  • 664 Ala de la RCAF (formando Scoudouc, New Brunswick) para su despliegue a principios de 1946
  • 405 Escuadrón RCAF - 20 Lincolns
  • 408 Escuadrón RCAF - 20 Lincolns
  • … Ala de la RCAF (se organizará más adelante)

también se estaban formando cuatro MU: 381 - 382 - 383 - 384.

Tiger Force estaba destinado a estar estacionado en Okinawa.

El general Spaatz solicitó específicamente que la RAF tuviera dos escuadrones de Lancaster "Tallboy" operativos en Okinawa antes del 15 de octubre de 1945. Les pidió que atacaran objetivos específicos en el continente japonés antes de la invasión de Kyushu el 1 de noviembre de 1945.

Les pidió que eliminaran varios puentes importantes entre Tokio y Shimoniseki, así como el Túnel Kammon que une Honshu y Kyushu utilizando sus bombas "Tallboy" y "Grand Slam".

Los escuadrones 9 y 617 de la RAF fueron seleccionados para esta tarea.

Había dos problemas importantes que enfrentaba Tiger Force:

  • La 20° Air Force (Marianas) estaba buscando más bases avanzadas y
  • Mighty Eight ya había formado un núcleo central en Okinawa mientras entrenaba en los EE. UU. con el B-29.

La Tiger Force habría sido solo "un pequeño complemento del Mighty Eight" (BR)

El lanzamiento de las bombas atómicas selló el destino de las Fuerzas Tigre.

Se suspendieron los envíos, se retiraron los barcos en el mar, se redujeron los cuarteles generales y Tiger Force se disolvió oficialmente el 31 de octubre de 1945.


Hiroshima 1945 - El ataque atómico británico

Ésta es la historia de los secretos "Lancaster negros", una unidad de la RAF especialmente entrenada que iba a lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. ¿Por qué? ¡Porque el B-29 Superfortress estadounidense no pudo hacerlo! Descubra cómo surgió esta extraordinaria situación y cómo los estadounidenses lograron finalmente realizar la misión. El Dr. Mark Felton es un conocido historiador británico, autor de 22 libros de no ficción, incluidos los bestsellers "Zero Night" y "Castle of the Eagles", ambos actualmente en desarrollo en películas de Hollywood. Además de escribir, Mark también aparece regularmente en documentales de televisión de todo el mundo, incluso en The History Channel, Netflix, National Geographic, Quest, American Heroes Channel y RMC Decouverte. Sus libros han sido el telón de fondo de varios documentales de radio y televisión.

viernes, 19 de febrero de 2021

SGM: El PzKpfw III en filmaciones operativas

Frente Oriental: La Luftwaffe sobre el Mar Negro

Operaciones marítimas de la Luftwaffe en el Mar Negro

W&W

El invierno oriental de 1941-42 fue severo y los niveles operativos de la Luftwaffe cayeron drásticamente, incluso dentro de los climas más cálidos de los tramos meridionales del Frente Ruso. A finales de noviembre de 1941, el personal de mando de V.Fliegerkorps, un componente de Luftflotte 4, había comenzado a trasladarse de Rostov a Bruselas. La intención era convertirlo en un cuerpo dedicado a la minería, hasta que su comandante, el general der Flieger Robert Ritter von Greim, recibió órdenes directas de Göring de establecer un personal de operaciones tácticas de emergencia de la Luftwaffe para contrarrestar una creciente amenaza soviética contra el este de Crimea, donde Red Las tropas del ejército habían realizado algunos desembarcos fortuitos, aunque exitosos, a pesar de que la Luftwaffe había colocado minas en los alrededores de Kerch. El 26 de diciembre, las tropas soviéticas irrumpieron en la costa norte de la península de Kerch, estableciendo cinco cabezas de puente hasta un batallón de efectivos cada una. Si bien todavía se dedicaban enormes recursos a someter a Sebastopol, los alemanes se vieron momentáneamente desequilibrados por la capacidad soviética de desembarcar tropas en vigor, apoyadas por artillería naval.

Sonderstab Krim, organizado apresuradamente por Greim, situado en Sarabuz Russkiy, al noroeste de Simferopol, tenía cuatro responsabilidades principales en apoyo del IV.Fliegerkorps del general der Flieger Kurt Pflugbeil. Se trataba del mantenimiento del reconocimiento sobre el Mar Negro y las zonas costeras de la península de Crimea; la interdicción del suministro marítimo soviético y los movimientos de tropas, así como los que utilizan la "ruta de hielo" sobre el estrecho de Kerch congelado; ataques a las concentraciones de tropas en la posición de Parpach y las zonas de retaguardia; y ataques de cazas contra aeródromos soviéticos de primera línea. Junto con las unidades de caza y bombarderos en picado, Greim controlaba los bombarderos de III./KG 27, III./KG 51 e I. / KG 100, aunque la situación era complicada en términos de equipamiento y estándares de entrenamiento. No existía un sistema de suministro establecido para equipar a las unidades reunidas bajo el mando de Greim, y los pocos aeródromos de avanzada de Crimea disponibles para la Luftwaffe eran inadecuados para las principales operaciones de bombarderos. La situación del suministro nunca se resolvió. El III./KG 27 del Mayor Erich Thiel tuvo sus He 111 reutilizados para permitir misiones anti-envío después de haber apoyado previamente el avance terrestre de la Wehrmacht, pero la unidad no poseía bombas ni detonadores adecuados para ataques anti-envío. Un problema similar plagó a III./KG 51, parte del único Kampfgeschwader equipado con Ju 88 en el teatro del sur de Rusia. Además, el III./ KG 51 del Mayor Ernst Freiherr von Bibra fue trasladado entre la pista de aterrizaje preparada apresuradamente en Saki y su ubicación anterior en Nikolayev para ayudar a contrarrestar una ofensiva terrestre soviética. Por último, el I./KG 100 del mayor Helmut Küster, una unidad especializada en instalación de minas, no poseía tripulación aérea entrenada en operaciones anti-envío. El pequeño mando Fliegerführer Süd de Von Wild también estaba subordinado al Sonderstab de Greim, que poseía el reconocimiento entrenado necesario y el avión torpedero 6./KG 26.



Sin embargo, aunque las aeronaves y las tripulaciones disponibles para Greim pueden haber carecido del equipo o la formación específica necesaria para sus tareas, estaban lejos de ser ineficaces. Durante enero, el I./KG 100 del comandante Helmut Küster comenzó a realizar operaciones de vuelo contra el envío y las concentraciones de tropas de Focsani, Rumania, antes de trasladarse a la base de avanzada en Saki, inicialmente prevista como punto de partida para los ataques contra el envío. Desde allí continuaron montando repetidos bombardeos a pesar de los frecuentes ataques aéreos en el aeródromo. El Staffelkapitän de 8./KG 100, Hptm. Hansgeorg Bätcher, se distinguió el 20 de febrero al hundir un carguero que se dirigía a Sebastopol, estimado en 2.000 TRB. A raíz de las demandas de Luftflotte 4 de que se destruyeran todos los buques de suministro, el 6 de febrero Bätcher atacó un petrolero de 7.500 GRT avistado cerca del puerto de Kerch, pero se encontró con un denso fuego antiaéreo. Dando vueltas fuera del alcance visual, aceleró los motores hasta justo por encima de la velocidad de estancamiento para hacer una aproximación lo más silenciosa posible, y atacó una vez más, liberando sus bombas SC500 manualmente, sin control de bombardero. Una sola bomba cayó en el medio del barco, dañando gravemente el petrolero, que Bätcher regresó para rematar el 20 de febrero, su cargamento de combustible aún atrapado dentro del casco afectado y enviado al fondo.

Tal vez como era de esperar, la existencia de Sonderstab Krim fue breve y plagada de problemas, y fue disuelta por Göring el 11 de febrero después de ser paralizada aún más por una red de suministro ineficiente, personal de comunicaciones inadecuado y una falta de preparación que puso de relieve la naturaleza de emergencia reunida apresuradamente de el personal. No obstante, el Sonderstab reclamó la destrucción de 25.000 toneladas de barcos enemigos, setenta y seis aviones enemigos, 335 vehículos y catorce baterías de artillería, así como los trenes y concentraciones de tropas atacadas durante su breve existencia. Greim avanzó hacia el apoyo del Grupo de Ejércitos Centro frente a Moscú, formando Luftwaffenkommando Ost después de reunirse con el resto de su personal. A la medianoche del 18 de febrero, el Fliegerführer Süd del Oberst von Wild asumió el mando de todas las unidades aéreas de la Luftwaffe en Crimea, y los bombarderos torpederos de 4. y 5. / KG 26 volaron a Saki desde Grecia para unirse al 6. Staffel durante ese mes, reforzando el fuerza de torpedo disponible. El primer éxito del II./KG.26 reunido se produjo la noche del 1/2 de marzo, cuando el SS Fabritzius de 2.434 toneladas fue torpedeado y gravemente dañado, siendo reclamado como un "transporte de 6.000 toneladas". El barco siniestrado quedó varado en la desolada costa cerca de Bol’shoy Utrish, donde fue azotado aún más por los fuertes vientos y quedó abandonado. El 23 de marzo, el vapor 2690GRT Vasilii Chapaev partió de Poti con escolta de destructores, llevando aproximadamente 250 soldados hacia Sebastopol. A cuarenta millas del faro de Kherson fue alcanzada por un torpedo II./KG 26 y se hundió, con veintiséis miembros de la tripulación y ochenta y seis soldados muertos. El número de víctimas en el transporte marítimo soviético cosechado por el KG 26 durante las siguientes semanas fue lento y constante, y con frecuencia implicó grandes pérdidas de vidas entre las tropas soviéticas que fueron transportadas por cualquier medio al infierno de Sebastopol.

La cooperación entre el personal de von Wild y el almirante Black Sea (almirante Schwarzes Meer; vizeadmiral Friedrich-Wilhelm Fleischer hasta mayo de 1942) fue rápida y eficiente. Sin embargo, todavía tenía el sello de las incómodas relaciones entre la Kriegsmarine y la Luftwaffe, y era considerablemente más difícil cuando se enlazaba con el mando de Luftflotte 4 ya que, una vez más, se estableció un camino relativamente complicado para las solicitudes operativas de la Kriegsmarine para aviones marítimos.

El 2 de febrero de 1942, la Luftflotte 4 solicitó la incorporación de un oficial de enlace naval "para garantizar una estrecha cooperación entre Luftflotte, [Marine] Gruppe Süd y el almirante Schwarzes Meer". Los barcos-S, los submarinos y los dragaminas estaban a punto de entrar en actividad en el Mar Negro después de ser trasladados laboriosamente desde Alemania por carretera, canal y vía fluvial. Marinegruppenkommando Süd (MGK Süd) solicitó el destino de un oficial de flota, el puesto ocupado temporalmente por K.K. von Bothmer, jefe de personal de Seekommandant Ucrania y un hombre de gran experiencia con probadas habilidades logísticas. En mayo, el almirante central Robert Eyssen lo reemplazó como enlace designado, y el comandante de la Luftwaffe Werner Securius se encontraba entre los oficiales junto a los que trabajaba. Tras las solicitudes iniciales de que los aviones estuvieran disponibles para el reconocimiento marítimo, el personal de Fleischer recibió una firme reprimenda de la Luftwaffe, que dejó en claro que solo Eyssen, como oficial de enlace, era responsable de tales apelaciones. Se informó a Fleischer que las solicitudes directas a Lutflotte 4 o Fliegerführer Süd sólo debían realizarse "en casos urgentes". A cambio, tras esta reprimenda, en el Diario de la Guerra del Mar Negro del Almirante se señaló con aspereza que "las operaciones navales no deben ser reveladas por el uso descuidado del teléfono por parte de la Luftwaffe".

Afortunadamente, von Wild no solo apreció plenamente los requisitos navales, sino que también poseía un temperamento claramente adecuado a su función, y estableció una relación cordial con sus homólogos navales. Von Wild, cuyo personal informó una dotación de dieciocho oficiales y 200 hombres el 18 de marzo de 1942, continuó las operaciones de torpedos contra el tráfico de convoyes soviéticos alrededor de Sebastopol durante todo marzo, pero con un éxito limitado. Aunque existía un espíritu de cooperación voluntaria entre von Wild, Fleischer y su personal respectivo, el número de aviones disponibles para Fliegerführer Süd para operaciones marítimas fluctuaba enormemente, dependiendo de la situación en otros puntos del frente sur de Rusia, aunque los hidroaviones y Los hidroaviones de Aufklärungsgruppe 125 (Ver) permanecieron en servicio de forma permanente desde noviembre de 1941. La falta de aviones de reconocimiento marítimo adicionales disponibles directamente para la Kriegsmarine se reflejó en un mensaje telefónico del Mayor Securius el 3 de abril, en el que informó que cuatro Cant Z Es probable que los hidroaviones .501 Gabbiano, un Dornier Do 24 y dos Heinkel He 114 entren en funcionamiento durante el día siguiente. Además, se podrían agregar seis Blenheims, si la Fuerza Aérea Rumana los pusiera a disposición en su aeródromo de Craiova.

Además, el 12 de marzo, el personal de operaciones de la Luftwaffe dio a Luftflotte 4 instrucciones de que los centros de gravedad de las operaciones antibuque en el Mar Negro serían los puertos de Sebastopol, Kerch y Kamysh-Burun y sus rutas marítimas cercanas; Sebastopol es el punto de máximo esfuerzo. Las misiones anti-envío en la extensión más amplia del Mar Negro debían detenerse, y el reconocimiento aéreo solo se llevaría a cabo en áreas donde los bombarderos o torpederos podrían interceptar de manera confiable objetivos avistados. El reconocimiento de largo alcance iba a ser el peldaño más bajo de la escala operativa de la Luftwaffe.



La Luftflotte 4 de Löhr, y por extensión gran parte de la fuerza de Fliegerführer Süd, actuaba como artillería voladora para operaciones terrestres, y Fliegerführer Süd montó operaciones anti-envío que, aunque individualmente bastante exitosas, el general Hermann Plocher describió más tarde en su estudio de posguerra de la La Luftwaffe en Rusia tiene el efecto de simples "incursiones molestas", dado el tamaño de la Flota Soviética del Mar Negro y su equivalente mercantil. Aunque esto puede subestimar un poco la efectividad de tales ataques contra el envío, que se `` sintieron con mucha fuerza '' según un estudio del Estado Mayor del Ejército Rojo de 1943 sobre la campaña de Crimea de 1942, la fuerza ofensiva disponible para von Wild para operaciones marítimas dedicadas nunca permitiría operaciones decisivas. No obstante, entre el 19 de febrero, cuando von Wild se hizo cargo de todas las operaciones aéreas de Crimea, y el 9 de agosto de 1942, el Fliegerführer Süd había realizado 3.481 misiones, afirmando que se habían hundido sesenta y ocho buques mercantes por un total estimado de 131.500 GRT, así como veintidós buques militares. También reclamaron daños infligidos a otros cuarenta y tres comerciantes, quince buques militares, incluidos dos cruceros pesados ​​y un crucero ligero, y un dique seco flotante en el puerto de Sebastopol. Además, además de operaciones terrestres contra trenes, columnas de transporte con ruedas, emplazamientos de artillería y posiciones defensivas soviéticas, en cincuenta y seis misiones nocturnas especiales 351 aviones habían arrojado 270 minas en el estrecho de Kerch, ochenta y nueve en el puerto de Sebastopol y 279 en el Volga. Río cerca de Stalingrado (predominantemente colocado por KG 100), ya que la Luftwaffe operaba en apoyo del avance del Sexto Ejército hacia la ciudad.

El mando de Von Wild quedó al descubierto durante mayo, cuando Wolfram von Richthofen se trasladó a Simferopol a la cabeza del VIII.Fliegerkorps. El tempestuoso comandante de la Luftwaffe debía operar independientemente de la estructura de mando de Luftflotte 4, y solo debía responder ante Göring, algo que irritaba profundamente a Alexander Löhr y su personal. Al mando de todas las operaciones ofensivas de la Luftwaffe de Crimea, von Richthofen eliminó inmediatamente a varios de los Staffeln multiusos que habían sido asignados al Fliegerführer Süd. El efecto de esto lo sintió profundamente el almirante Black Sea:

1 de mayo: El oficial de enlace naval del Fliegerführer Süd informó que desde hoy las fuerzas aéreas en Crimea estaban subordinadas al VIII.Fliegerkorps. Solo dos bombarderos Gruppen quedaron en manos de Fliegerführer Süd para ataques a barcos y reconocimiento marítimo. Esta medida solo es válida durante la ofensiva de Kerch prevista, cuando el reconocimiento marítimo debe restringirse al área frente a Sebastopol y Crimea hasta la península de Kerch, el mar de Azov y la costa noreste hasta Novorossisk. En vista de las asignaciones de convoyes que se llevarán a cabo, esta reducción en el reconocimiento aéreo sobre el Mar Negro es muy lamentable, ya que los aviones que despegan de las bases búlgaras y rumanas solo pueden volar hasta 32 ° Este. Además, solo unos pocos aviones están disponibles para esa tarea, por lo que el reconocimiento de ninguna manera dará una imagen completa. Por el momento, los movimientos e intenciones del enemigo deben deducirse de los informes de la estación principal de búsqueda de dirección naval, Constantza.


La estrella militar de Von Richthofen estaba en ascenso. Se había ganado la confianza y el apoyo totales de Adolf Hitler, gracias a su inquebrantable obediencia a las instrucciones (incluida la infame "orden de no retirada" de Hitler a las puertas de Moscú en el invierno de 1941) y su eficacia como líder militar. Sus métodos fueron directos, brutales y de gran éxito. A él le pasó la tarea de reducir Sebastopol en apoyo del Undécimo Ejército de Feldmarschall Erich von Manstein y salvaguardar la península de Crimea del contraataque soviético. Lo que antes había sido un objetivo estratégico periférico ahora estaba adquiriendo mayores proporciones de lo que se esperaba anteriormente.

Von Richthofen se dedicó inmediatamente a su nueva tarea y también registró rápidamente sus duras observaciones sobre el estado de preparación del Fliegerführer Süd. El 27 de mayo grabó:

No se ha hecho nada en los últimos meses y, a pesar de las órdenes al Fliegerführer Süd, todavía no se ha hecho nada en las últimas semanas.

Para complicar las cosas, al día siguiente von Wild envió bombarderos torpederos Heinkel para atacar un crucero soviético avistado y destructores que transportaban tropas con destino a Sebastopol, pero no pudo obtener ningún resultado. Los refuerzos del Ejército Rojo se descargaron con éxito en la ciudad portuaria sitiada, y von Richthofen estaba furioso:

Fliegerführer Süd intentó [hundirlo] con el II./KG 26, el antiguo grupo de Lüneburg. Absolutamente patético. ¡¡Dispararon 29 torpedos sin éxito !!

A pesar de la dura opinión de von Richthofen, von Wild había establecido un excelente entendimiento con sus contrarios navales, incluido el establecimiento de un pequeño centro de comando naval-aéreo en Saki, creado bajo el liderazgo conjunto de von Wild, Kaptlt. Heinz Birnbacher, comandante de la flotilla de barcos 1.S recién llegados, y Capitano di Fregata Francesco Mimbelli, comandante de la 4ª Flottiglia MAS italiana, que también había llegado recientemente al Mar Negro. Las relaciones se mantuvieron localmente buenas entre los servicios, MGK Süd señaló que "existe cooperación entre las fuerzas navales y aéreas en la zona operativa, y sin fricciones". Sin embargo, von Richthofen claramente subestimó el nivel en el que la Luftwaffe, la Kriegsmarine y la Regia Marina podían interactuar con éxito, y el 10 de junio emitió órdenes que el Konteradmiral Eyssen pasó rápidamente al Almirante Black Sea:

Como es imposible estar siempre informado si los submarinos y las fuerzas ligeras de las armadas alemana e italiana están en aguas de Crimea, el Comandante General VIII.Fliegerkorps ha dado órdenes que prohíben a sus aviones realizar ataques de cualquier tipo contra submarinos o fuerzas ligeras: incluidos los buques rusos en todo el Mar Negro.


El vizeadmiral Hans-Heinrich Wurmbach, que había asumido el cargo de almirante del Mar Negro durante mayo, estaba molesto por las instrucciones de mano dura de la Luftwaffe.

No hay ninguna razón válida por la que estos ataques aéreos contra submarinos y fuerzas ligeras deban prohibirse en toda la zona del Mar Negro, ya que en la actualidad los S-boats y submarinos alemanes e italianos solo operan en la zona de Crimea.

Se le pidió a Eyssen que solicitara que las instrucciones prohibitivas se aplicaran únicamente en la zona de Crimea (al norte de 43 ° 30 'N y al oeste de 35 ° 40' E), y que Aufkl.Gr. 125, que operan desde Constanta, pueden continuar sus operaciones antisubmarinas regulares incluso dentro de esta área, ya que trabajaron en estrecha colaboración con el Destacamento de Deberes Especiales Navales regional y se les proporcionó constantemente información detallada sobre todos los movimientos navales del Eje. Casi sorprendentemente, dada la naturaleza alcista de von Richthofen, en dos días se le concedió su solicitud.

Elementos del Aufkl.Gr. Del Oberst Gerhard Kolbe. 125 se había trasladado al Mar Negro en noviembre de 1941, Stab / A.F.Gr. 125 con sede en Constanta (equipado con He 114, Ar 196 y BV 138), y el BV 138 de 3./Aufkl.Gr. 125 con sede en Varna. Los hidroaviones y hidroaviones operaban turnos rotativos de vuelos de reconocimiento, y el 5 de junio BV 138 7R + DL se estrelló con un fallo de motor. Se avistó un bote de goma dos días después de que la aeronave fuera catalogada como vencida, y Schnellboote S72 y S102 hicieron sus salidas inaugurales al Mar Negro en un intento de rescatar a la tripulación después de una solicitud urgente de Kolbe, ya que el mal tiempo impidió una búsqueda aérea.

Fliegerführer Süd estuvo muy involucrado en agregar todos los aviones posibles al bombardeo de Sebastopol, particularmente después de que von Richthofen fue ascendido y puesto al mando de Luftflotte 4 el 28 de junio. El austriaco Alexander Löhr fue trasladado a los Balcanes, donde se convirtió en comandante del Duodécimo Ejército de la Wehrmacht. Al final, von Richthofen no estaría presente para supervisar el asalto final a la devastada ciudad portuaria, ya que el impulso de Hitler hacia los centros productores de petróleo del Cáucaso, Fall Blau, estaba a punto de comenzar, y la sede del VIII.Fliegerkorps ya se había trasladado a Jarkov en preparación. von Wild una vez más recibe el mando de todas las operaciones aéreas de Crimea. Entre el 2 de junio y el 3 de julio, Fliegerführer Süd concentró sus ataques en el almacenamiento de petróleo, las instalaciones de agua y electricidad, las defensas de artillería y las posiciones antiaéreas enemigas y los aeródromos, por delante del avance de la infantería del Eje, y también atacó a la navegación dentro del puerto sitiado. Durante este período se realizaron 23.751 incursiones, y además de infligir daños considerables y extensos en las instalaciones e infraestructura en tierra, cuatro destructores, un submarino, tres MTB, seis barcos costeros y cuatro cargueros por un total de 10,00GRT fueron reclamados como hundidos, por la pérdida. de treinta y un aviones de la Luftwaffe. Sebastopol finalmente cayó el 4 de julio, cuando se rompió la última barrera terrestre defensiva soviética. Aunque los combates esporádicos de focos aislados de tropas del Ejército Rojo continuaron durante los días siguientes, la ciudad portuaria finalmente quedó en manos alemanas.

El Mar Negro siguió siendo un campo de batalla disputado, y el 1 de agosto de 1942, Fliegerführer Süd controló III./LG 1 (treinta y dos Ju 88), II./KG 26 (20 torpederos He 111H-6, diez de 6./KG 26 habiéndose trasladado a Grossetto), Stab. y 2./Aufkl.Gr. 125 y, brevemente, Oblt. La formación de Hans-Ulrich Rudel Ergänzungsgruppe / StG. 2 (veinte Ju 87). La noche del 2 de agosto tuvo lugar el ataque más concentrado de los torpederos de la Luftwaffe en el Mar Negro, cuando entre seis y diez aviones del II./ KG 26 atacaron al crucero soviético Molotov, que bombardeaba a las fuerzas del Eje en la Bahía de Feodosia. Solo un Heinkel llevaba bombas, el resto estaba armado con torpedos, pero sus hábiles maniobras evasivas frustraron cada lanzamiento de torpedos. Un avión de 4./KG 26 fue alcanzado por fuego antiaéreo y se estrelló en llamas, los restos continuaron ardiendo durante tres minutos después de golpear el agua. El crucero fue sacudido por la explosión de un torpedo a las 0127 horas, lo que frecuentemente se atribuye a los Heinkels atacantes, sobre todo por el informe posterior a la acción compilado por el capitán del barco. Sin embargo, las tripulaciones aéreas alemanas no plantearon tal reclamación, y parece que un ataque separado de los torpederos MAS italianos fue responsable del impacto que voló aproximadamente a veinte metros de la popa del barco. El MAS 568 de Sottotenente di Vascello Legnani había sido alertado de la presencia del crucero por otros barcos de la misma flotilla, y golpeó su costado de babor con un par de torpedos antes de desaparecer en la oscuridad, lanzando esporádicamente cargas de profundidad ya que Legnani creía erróneamente que él estaba siendo perseguido por destructores dedicados a cubrir el Molotov.

Este ataque frustrado marcó la última gran acción de torpedos dentro del Mar Negro, aunque la línea del frente permanecería en disputa hasta 1944. Las unidades navales del Eje Pequeño se enfrentaron continuamente con la Flota Soviética del Mar Negro, sus principales barcos se retiraron hacia el este cuando la Wehrmacht invadió los puertos occidentales. Sin embargo, a pesar del relativo éxito de Fliegerführer Süd y la cooperación interservicios firmemente establecida con la Kriegsmarine, el puesto fue abolido en agosto de 1942, casi al mismo tiempo que von Wild fue hospitalizado por enfermedad. No volvió al servicio activo hasta noviembre, como Lufttransportführer I (Südost), Atenas. El 15 de octubre se estableció el nuevo puesto de Fliegerführer Krim en Kerch, encargado de las operaciones aéreas en apoyo de Fall Blau, y encabezado por el general der Flieger Konrad Zander, que regresó.

A medida que las operaciones de la Luftwaffe se extendían por el Cáucaso, se formó una unidad ad hoc inusual durante la segunda parte de 1942. El Oberleutnant Hans Klimmer fue nombrado Staffelkapitän de Küstenfliegerstaffel Krim, creado a partir de veinticuatro tripulaciones en entrenamiento con el Focke-Wulf Fw 58 Weihe. Con base en la base aérea de Bagerovo en la península de Kerch, esta pequeña unidad ayudó a llenar las filas de una Luftwaffe severamente sobrecargada, patrullando la costa de Crimea, organizando misiones de reconocimiento armado y ASW sobre el Mar Negro, y proporcionando escolta aérea para convoyes de transporte desde Odessa a Crimea. Con el tiempo, la unidad se alejaría de las misiones náuticas, y a partir de octubre se le encargaría el bombardeo nocturno de las concentraciones de tropas soviéticas cerca de Tuapse.

jueves, 18 de febrero de 2021

Ración militar: Prueba de sabor asquerosa de una ración individual MRE del ELP Tipo 13 chino de 2018




Fideos con vegetales y pedazos de carne de cerdo verdosas y muy mal olientes. Otra vez, como la Tipo 09, estas raciones chinas aparentemente tienen muy baja calidad y están podridas (NdA: por favor recordar esto por si algún genio del MinDef argentino llega a sugerir la adquisición de raciones chinas).
Este Menú 3 de la ración Tipo 13 MRE china es verdaderamente una de las raciones de peor calidad para un gran ejército en el mundo. Voluminosos, con sobrepeso, de baja calidad y la mitad no comestible por completo. El ELP chino lo logra de nuevo con otra ración deficiente. Pero esta vez realmente logran esa noción más que nunca. Y esta no es la primera vez que me encuentro con este problema con estas raciones de ELP. Pero ciertamente es la última vez que seré lo suficientemente tonto como para consumir comida china verde. Este mes me comí una ración de emergencia del Ejército de los EE. UU. de 112 años (aún editando - 6 horas de metraje en 2 cámaras ...) y no me enfermé ... Comí este menú 3 Tipo 13 y me enfermé. Dejemos que eso se hunda un poco en el control de calidad de China en los alimentos para sus raciones.

miércoles, 17 de febrero de 2021

Corea del Sur: Estrategias defensivas en la península

Corea del Sur, capacidades convencionales y el futuro de la península de Corea

Ian Bowers y Henrik Hiim || War on the Rocks





En agosto de 2020, el ministro de Defensa de Corea del Sur reveló que su país había "logrado desarrollar un misil balístico con suficiente alcance y la ojiva más grande del mundo para proteger la paz en la península de Corea". El nuevo "Frankenmissile" es parte de la estrategia convencional de contrafuerza y ​​contravalor de Seúl, que está destinada a mantener en riesgo la infraestructura de armas nucleares de Corea del Norte, así como su liderazgo, independientemente de Estados Unidos.

Esta estrategia a menudo es pasada por alto por los legisladores y analistas, quienes están más enfocados en discutir las promesas de Kim Jong Un de desarrollar nuevas capacidades nucleares y de misiles y cómo la nueva administración del presidente Joe Biden debería abordar el tema nuclear. Sin embargo, como destacamos en un nuevo artículo de International Security, la estrategia de Corea del Sur tiene cada vez más un impacto determinante en la estabilidad estratégica de la península de Corea y en las perspectivas de desnuclearización.

Elementos de la estrategia de Corea del Sur

El enfoque de Corea del Sur tiene tres componentes centrales. Los dos primeros, la estrategia Kill Chain y el sistema de Defensa Aérea y de Misiles de Corea, se revelaron en 2012 y el tercero, la estrategia Coreana de Castigo Masivo y Represalias, se anunció en 2016 después de la quinta prueba nuclear de Corea del Norte. La estrategia Kill Chain implica la detección de ataques con misiles inminentes de Corea del Norte y luego la destrucción preventiva de las capacidades de lanzamiento de misiles del país. La Defensa Aérea y de Misiles de Corea es un sistema de defensa de misiles en capas en gran parte autóctono, mientras que el componente final, la estrategia Coreana de Castigo Masivo y Represalias, implica el uso de múltiples capacidades cinéticas y no cinéticas para atacar las instalaciones de liderazgo de Corea del Norte siguiendo cualquier ataque.

En 2019, la administración de Moon Jae-in cambió el nombre de Kill Chain y las estrategias coreanas de castigo masivo y represalias en un esfuerzo por reforzar las iniciativas de reconciliación en la península. Sin embargo, no hubo alteraciones significativas en los planes de adquisiciones o aparentemente en la intención operativa de los tres componentes más allá de una declaración del gobierno de que estas capacidades ahora se enfocarían en amenazas omnidireccionales y no solo en Corea del Norte. Sin embargo, la amenaza del norte todavía domina el pensamiento estratégico de Corea del Sur y, aunque el gobierno de Moon enfatiza continuamente el compromiso con Pyongyang, las inversiones de Corea del Sur en armamento avanzado solo se han intensificado durante su presidencia. Corea del Sur ha mejorado drásticamente sus capacidades de ataque de precisión, invirtiendo en una gama de activos avanzados de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, así como en una fuerza floreciente de misiles balísticos y de crucero lanzados desde el aire, el mar y tierra.

Es comprensible que Corea del Sur busque una capacidad de disuasión independiente dados los beneficios que ofrece. Aunque una estrategia de contrafuerza convencional sigue siendo extremadamente difícil de poner en práctica, es probable que tenga un efecto disuasorio, ya que incluso la más mínima posibilidad de que un ataque fracase o de que Corea del Sur pueda tomar represalias catastróficas puede quedar en manos de los líderes norcoreanos. Por lo tanto, puede reducir el riesgo de intentos de Corea del Norte de "desacoplar" a Estados Unidos y Corea del Sur y de un ataque nuclear de Corea del Norte en caso de que Estados Unidos abandone sus compromisos de seguridad en la península. Un beneficio adicional a largo plazo de que Seúl desarrolle una capacidad disuasoria es que las capacidades avanzadas de misiles reforzarán su latencia nuclear y facilitarán el camino para obtener una disuasión nuclear creíble si Corea del Sur alguna vez quisiera construir la bomba.

La búsqueda de Seúl de una capacidad de contrafuerza convencional también es, en parte, una protección contra el abandono de Estados Unidos. Para ser claros, esta cobertura está sucediendo con cierto grado de consentimiento y apoyo de los EE. UU. y bajo la manta de seguridad proporcionada por las fuerzas convencionales y nucleares de EE. UU. Corea del Sur está coordinando tanto su estrategia como sus adquisiciones con Estados Unidos y, por el momento, confía en Estados Unidos para obtener datos cruciales de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Las capacidades de Corea del Sur pueden trabajar en conjunto con las fuerzas estadounidenses en caso de que surja una emergencia en la península. Por ejemplo, en junio de 2020, el Ministro de Defensa de Corea reveló la existencia de ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur destinados a mejorar las respuestas conjuntas de defensa antimisiles, aunque las capacidades surcoreanas no están conectadas en red con los sistemas estadounidenses. Pero, de manera vital para Seúl, si ocurriera el abandono, Corea del Sur tendría una capacidad defensiva independiente.

La floreciente carrera armamentista coreana

Al mismo tiempo, la estrategia de contrafuerza y ​​contravalor de Corea del Sur también puede afectar negativamente la estabilidad estratégica en la península al impulsar una carrera armamentista nuclear convencional emergente. Pyongyang no permitirá que Seúl adquiera el capacidad para neutralizar su disuasión ganada con tanto esfuerzo y está buscando reforzar la capacidad de supervivencia y la penetrabilidad vis-à-vis el sur. En los últimos años, Corea del Norte ha enfatizado fuertemente el desarrollo de nuevos misiles de corto alcance y ha probado el lanzamiento de varios misiles simultáneamente en un esfuerzo por superar los sistemas regionales de defensa antimisiles. De hecho, los planes recientemente anunciados por Corea del Norte para desarrollar armas nucleares tácticas y su continua búsqueda de misiles balísticos lanzados desde submarinos deben entenderse como parte de esta carrera armamentista. Si bien los esfuerzos nucleares de Corea del Norte fueron impulsados ​​originalmente por Estados Unidos, la amenaza convencional de Corea del Sur está teniendo un efecto creciente en la trayectoria del programa de armas del Norte.

Si se opera de forma independiente de los Estados Unidos, la estrategia de contrafuerza y ​​contravalor de Corea del Sur también puede aumentar los riesgos del uso nuclear durante una crisis. Debido a que se supone que la estrategia debe emplearse de manera preventiva, puede estresar severamente a los líderes tanto en Seúl como en Pyongyang y aumentar los riesgos de que se produzcan malentendidos y se cometan errores. La estrategia puede incentivar aún más a Corea del Norte a adoptar una doctrina y arreglos de comando y control que mejoren la supervivencia pero aumenten los riesgos del uso nuclear, por ejemplo, al delegar la autoridad de lanzamiento más abajo en la cadena de mando. En una crisis, los temores de Pyongyang de una huelga convencional decapitadora de Seúl podrían crear una mentalidad de "úselo o piérdalo". Las amenazas contra los líderes de Corea del Norte, incluida la familia gobernante Kim, pueden exacerbar algunos de estos riesgos. Dado que los líderes norcoreanos se muestran escépticos sobre sus perspectivas de supervivencia, pueden ser extremadamente cautelosos a la hora de establecer comunicación durante una crisis o conflicto y ver pocas razones para negociar el fin de las hostilidades.

Las capacidades convencionales de Corea del Sur también presentan un desafío poco reconocido, pero potencialmente insuperable, para cualquier esfuerzo por desnuclearizar a Corea del Norte. Incluso si la administración Biden pudiera de alguna manera persuadir a Corea del Norte de que Estados Unidos no representa una amenaza existencial, las fuerzas convencionales cualitativamente superiores de Corea del Sur brindan a Pyongyang un fuerte incentivo para mantener su disuasión nuclear. Tradicionalmente, Pyongyang se ha basado en su gran arsenal de artillería dirigida a Seúl como un elemento de disuasión convencional contra Estados Unidos y Corea del Sur. Las capacidades convencionales avanzadas actuales y previstas de Corea del Sur mejorarán en gran medida su capacidad para mitigar esta amenaza, otorgando una prima aún mayor a las armas nucleares para Corea del Norte.

En consecuencia, si Estados Unidos quiere asegurarse de que cualquier iniciativa de desnuclearización tenga éxito, es posible que deba persuadir a Corea del Sur para que emprenda reducciones de armas convencionales, particularmente con respecto a las capacidades ofensivas. Incluso los objetivos que no llegan a la desnuclearización, como limitar las ambiciones nucleares de Corea del Norte, pueden ser difíciles de lograr sin limitar el desarrollo de Corea del Sur. Eso es una tarea difícil. Primero, sería inaceptable para los líderes surcoreanos. Incluso con una nueva administración de Estados Unidos que será menos desdeñosa con sus aliados, persisten los temores de abandono, lo que deja a Corea del Sur con un impulso fuerte y comprensible de desarrollar un disuasivo convencional independiente. Además, muchas de las capacidades que está adquiriendo Corea del Sur le brindan opciones disuasorias que también pueden usarse contra una China cada vez más asertiva. En un momento de crecientes tensiones y rivalidad entre las grandes potencias en el este de Asia, la opción racional de Corea del Sur es reforzar sus capacidades convencionales, no debilitarlas, incluso si cambian las relaciones en la península. En segundo lugar, las reducciones de armas de Corea del Sur socavarían potencialmente otros objetivos importantes de Estados Unidos. Estos incluyen no solo reforzar la disuasión contra Corea del Norte, sino también una mayor distribución de la carga y el fortalecimiento de la capacidad de sus aliados para hacer frente a una China en ascenso. De hecho, como destacó el recientemente desclasificado Marco Estratégico de Estados Unidos para el Indo-Pacífico, Estados Unidos ha tratado de ayudar tanto a Corea del Sur como a Japón a adquirir capacidades convencionales avanzadas.

Considere los desarrollos convencionales en la península de Corea

Para comprender completamente el problema nuclear de Corea del Norte, los analistas deberían ampliar su enfoque más allá de la relación entre Estados Unidos y Corea del Norte. Si bien Corea del Sur se ha esforzado por presentarse como un árbitro pacífico entre Estados Unidos y Corea del Norte en los últimos años, ahora es un estado poderoso y tecnológicamente avanzado que está creando sus propias relaciones estratégicas, no solo con el norte sino con otros países. actores regionales. Las capacidades convencionales de Corea del Sur están ahora cada vez más entrelazadas con el programa nuclear de Corea del Norte y con la construcción masiva de sistemas convencionales en toda la región.

Por supuesto, llevar las armas convencionales de Corea del Sur a las discusiones sobre desnuclearización complica aún más lo que ya es un problema perenne y difícil. Sin embargo, los observadores de Corea deberían aceptar que ya no se trata solo de las armas nucleares: las capacidades avanzadas de armas convencionales en la península de Corea tendrán un impacto cada vez más poderoso en la forma en que todos los actores de Asia oriental entienden su seguridad futura.

Acrobacia: Aviones Aliados en vuelo bajo sobre un canal

martes, 16 de febrero de 2021

SGM: Las hazañas de un héroe argentino en la RAF

Las hazañas de un piloto argentino en la Segunda Guerra Mundial: 30 peligrosas misiones y una noche con Rita Hayworth

Stanley Coggan tiene 97 años, vive en Lomas de Zamora, es hijo de ingleses y cuando los nazis atacaron Gran Bretaña viajó para enrolarse en la RAF sin saber pilotear: “Había que atacar a Hitler en su cancha”. En su última incursión fue herido, permaneció un mes internado y salió del hospital cinco días antes de la rendición alemana. Las fabulosas memorias de un guerrero por la libertad

Stanley Rowland Coggan con una maqueta de un avión Halifax, su preferido (Foto: Gustavo Gavotti)

El día que terminó la Segunda Guerra Mundial en Europa, cuando los nazis se rindieron en Berlín ante el Ejército Rojo, Stanley Rowland Coggan se arrodilló y dio las gracias mirando al cielo. Era el 8 de mayo de 1945, y hacía apenas 5 días que había dejado el Royal Sussex Hospital de Brigthon. Permaneció allí durante un mes, para curar las heridas recibidas en la última de sus 30 misiones como piloto de la Royal Air Force (RAF). Esa incursión sucedió el 3 de abril y debió aterrizar de emergencia su bombardero Lancaster -que “olía a aceite y municiones”- en Dover, Inglaterra, con su pierna izquierda casi destrozada.

Hoy, Stanley tiene 97 años. Los cumplió el 8 de enero. Vive en un primer piso de Lomas de Zamora junto a su hijo Danny. En su casa hay cascos y espadas vikingas y frases en danés, que recuerdan la sangre ancestral de quien fue su esposa, Klytia Beatriz Norma Von Borowski Rosenthal. Tiene clavado en la pared un platito con el escudo del Colegio San Albano de esa localidad -donde hizo la primaria-, una institución que aportó 127 ex alumnos para las tropas aliadas en el conflicto bélico. También está el diploma que la Corona Británica le entregó a su padre Norman por combatir en la Primera Guerra Mundial y, junto al mismo, el que le dieron el 6 de septiembre de 2018 en el Congreso de la Nación Argentina por su participación en la Segunda Guerra. En un cuadrito, a un lado, tiene las insignias que usó durante los combates. Pero su reliquia favorita es la maqueta de su avión preferido, el Halifax, uno de los dos que le tocó pilotear entre 1944 y 1945.

Es hora pico y el ruido del tránsito de los que regresan desde Capital por la tarde se cuela por la ventana abierta. Dentro, Stanley no se demora en asegurar que “La guerra es una de las peores cosas que existen”. Sin embargo, no se arrepiente de haber participado:

-Yo había visto, en la Diagonal Sur, frente al hotel Nogaró, desfiles de nazis argentinos. Hicimos lo que creímos mejor en ese momento. Terminamos con un dictador, con su destructiva manera de gobernar. Lo que hizo en Europa, Hitler lo quería hacer en todo el mundo. Y antes que viniera a Sudamérica, preferí ir a combatirlo allá. Había que agarrarlo en su propia cancha. Hacer lo mismo que nuestros padres en la guerra del 14. No podíamos permitir que los nazis ganaran. Yo participé para eliminarlo. Puse mi granito de arena. Pero a lo que hice de forma individual no le doy importancia. Desde Argentina fuimos tres mil personas a luchar…

De esa cantidad, la mayor parte fueron hijos de británicos nacidos en nuestro país, que viajaban como podían a Europa para combatir al nazismo. Murieron 237, incluidas 8 mujeres.

Coggan con 19 años en enero de 1943, cadete de la Royal Air Force.

Su historia comienza cuando la familia Coggan llegó a la Argentina en 1903. Eran de Epworth, en el condado de Lincolnshire. Su abuelo, John, trabajaba como maquinista de locomotoras. Estaba casado con una escocesa llamada Gayle, que arribó un par de años después con dos hijos. Y su destino fue Remedios de Escalada, donde estaban los talleres del Buenos Aires Great Southern Railway, hoy Ferrocarril Roca. Allí nació Stanley, el 8 de enero de 1924, “en una casa de la calle Uriarte 235”, recuerda con una memoria envidiable.

Su relato lo lleva al hombre que lo inspiró toda su vida: “Mi padre, Norman, había combatido en la guerra del 14, en el Regimiento de Húsares de Caballería 18, donde la mayor parte de los caballos eran argentinos. Cuando terminó, regresó en 1919 a la Argentina y viajó a Mendoza, donde conoció a mi madre. Era socio de BAGS (Buenos Aires Great Southern), un club que estaba frente a la estación de Escalada, donde empecé a hacer deportes a los 3 años: tenis, rugby, fútbol, cricket y bowls (bochas inglesas). Allí hubo una gran pelea de box en el año ’27, donde combatió Firpo, que organizó mi tío Jack… En el año ’31 comencé la escuela en el St. Alban´s y el secundario lo hice en el Otto Krause, donde me recibí como Técnico mecánico industrial”.

-Usted combatió en la Royal Air Force. ¿Desde cuándo tiene amor por los aviones?

-¡Yo no sabía pilotear! El amor por los aviones llegó recién cuando ingresé en la RAF. Fíjese que después de la guerra no volé más un avión. Un poco porque después de mi último aterrizaje y mi estadía en el hospital me declararon “unfit for flying” (“no apto para volar”), y porque tampoco tuve necesidad ni me llamó la atención hacerlo como deporte o pasatiempo. Al llegar me ofrecieron un cargo como instructor en Córdoba, pero no acepté.

-¿Y por qué eligió volar entonces?.

-Vea… Para mí, el mar es para disfrutar en las playas, y le tengo respeto. Así que no fui a la Marina. No me gusta el encierro, no quería estar en trincheras ni tanques, por eso no quería ir al Ejército. Entonces pensé: quiero estar cerca de Dios, yo sabía que me iba a ayudar porque soy creyente, juego para su equipo, jaja... Por él llegué a los 97 años. Y me decidí por la RAF, cuyo escudo dice “Per ardva ad astra” (“Ante la adversidad, hacia las estrellas”) y el Bomber Command, que tiene como leit motiv la frase “Strike hard, strike sure” (“Pega duro, pega seguro”).

Stanley en la Navidad de 1945, en Londres, con una caja enviada por su padre

En julio de 1942, Stanley se presentó en la Embajada Británica de Buenos Aires para ofrecerse como voluntario.
Le dieron un pasaporte de aquella nacionalidad por ser hijo de ingleses y lo enviaron al hospital Británico para hacerse estudios. “Di categoria A1, apto”, cuenta.

Ese mismo mes terminó su aprendizaje para ser Técnico en Mantenimiento de locomotoras, vagones y coches. El 30 de noviembre finalizó el secundario en el Otto Krause. Todas las piezas fueron encajando como un rompecabezas, y el 10 de diciembre de 1942 partió hacia Inglaterra en el barco Moreton Bay. “Cuando me fui a la guerra, me vino a despedir el reverendo Charles Armour (De la Iglesia Presbiteriana Escocesa San Andrés de Temperley). ¡Era un gran jugador de rugby! Él me regaló una Biblia que siempre guardé en el bolsillo superior izquierdo de mi uniforme. Todavía la tengo”, recuerda, y sus ojos adquieren un brillo especial.

Sus 18 años los cumplió a bordo. En el viaje se hizo amigo del jefe de mozos, un tal Fred. “Me hizo la torta de cumpleaños… ¡y qué torta me hizo! En ese momento, sólo sabía que su apellido era Lennon… Con el tiempo me enteré que era el papá de John, que trabajaba en barcos mercantes”. Fue la primera vez que, sin saberlo, se cruzaría con personas o lugares relacionados con Los Beatles. Pero no la última.

Arribó al puerto de Avonmouth -cerca de Bristol- el 11 de enero de 1943. Cuatro días después viajó a Londres en tren y se presentó en la Royal Air Force. “Cuando llegamos, el primer lugar donde nos mandaron fue a una avenida llamada Abbey Road. Allí nos hicieron formar y pasamos cuatro o cinco noches en un caserón con rejas y doble entrada que había ahí. Muchos años después, ese lugar fue el estudio donde grabaron Los Beatles y se sacaron la famosa foto cruzando la calle”.

Stanley en su casa de Lomas de Zamora. Tiene 97 años (Foto: Gustavo Gavotti)

Después de aclimatarse rápidamente al invierno de Londres, lo derivaron a un centro de cadetes para comenzar a aprender lo que hasta ese momento desconocía, pero tozudamente había elegido como destino: pilotear aviones. “Estaba alegre, sereno y feliz. El futuro dependía de mí y de la ayuda de Dios para estar más cerca de él. Sabía que me cuidaría”, cuenta, mientras hojea mentalmente en su memoria.

Lo anotaron -relata- en un grupo llamado “Flight” junto a 33 cadetes. Primero superó un entrenamiento físico muy riguroso en Heaton Park, Manchester. “Allí conocí a muchos argentinos. Todos esperábamos viajar para nuestra segunda etapa de entrenamiento como pilotos. Formamos un equipo de fútbol y jugamos contra un grupo de cadetes ingleses… ¡y les ganamos!”

El 20 de abril del ’43 se embarcó en el Queen Mary rumbo a Edmonton, en la región de Saskatchewan, Canadá. “El entrenamiento podría ser allí, en Sudáfrica o en Florida, Estados Unidos. Se hacía en esos tres países porque tenían los Lancaster y los Oxford, y por seguridad”.

Las insignias que usó Stanley: de la R.A.F. y de los dos grupos de bombarderos donde actuó en la Segunda Guerra Mundial

En ese destino permaneció 4 meses junto con mil cadetes. Y realizó 150 horas de vuelo. “Volé con un profesor y solo, de día y de noche, en distancias cortas y largas que incluían acrobacia aérea y en formación. De ahí fui a la Senior Flying Training School en Alberta, donde cumplí otras 130 horas de vuelo. Recibí por fin mi brevet de piloto con el 91% de efectividad, y mis compañeros me revolearon en una lona para festejar”.

En una licencia en los entrenamientos, viajó a Nueva York con un compañero canadiense. Los recuerdos se vuelven dulces: por el momento, el enemigo aún era lejano. “Una noche fuimos a un teatro llamado Stage Door Canteen. Allí iban muchos soldados aliados. No se podía beber alcohol, y no cerraba demasiado tarde. Esa vez estaba Rita Hayworth. Su nombre verdadero era Margarita Cansino y era hija de un español. En un momento preguntó si alguien hablaba castellano y mi compañero me señaló. Lo increíble es que me invitó a bailar, así que tuve ese honor. Bailamos ‘Manisero se va…” (tararea) y ‘Solamente una vez’. Cuando terminamos, me dijo que bailaba muy bien (se ríe)...”

Coggan con otros miembros de la RAF que llevaban la insignia B.L.A.V. "British Latin American Volunteers"

Pero aquel breve recreo duró poco. En el Queen Mary regresó a Escocia. “En el Operational Training Unit (OTU) se designó la tripulación de nuestros aviones: el skipper -como le decíamos al piloto-, alguien a cargo de las bombas, un aeronavegante que nos decía ‘adónde estamos y adónde vamos’, un ingeniero de vuelo, un operador de radio y dos artilleros para los cañones de 20 milímetros en las torretas dorsales, de techo y cola”, cuenta con su inocultable acento británico.

Desde el 1° de abril de 1944, el Escuadrón 640 del Bomber Command Group 4 (Grupo de Bombarderos 4), asentado en la base de Leconfield en Yorkshire (al noreste de Inglaterra), incrementó sus actividades. La primera misión la tuvo tres días después, piloteando un cuatrimotor Halifax.


Filmación inglesa del hundimiento del acorazado Von Tirpitz de la marina nazi en Noruega. De esa acción participó Coggan con un bombardero Halifax (Universal)

El 4 de abril, partieron de la base con el objetivo de atacar al acorazado Von Tirpits de la Armada nazi. Había sido alcanzado por los disparos de una escuadrilla de aviones Barracuda lanzados desde un portaaviones británico días antes, lo que obligó a su tripulación a fondear para hacerle reparaciones en un fiordo cercano a la localidad de Altafjord, en Noruega. Estaba protegido por sierras de 150 metros de altura en forma de picos, difíciles de sortear.

A la misión se sumaron bimotores Mosquito y Barracudas de la aviación naval. Para el ataque se utilizaron bombas Tallboy y Blockbusters de 4 toneladas cada una. “Fueron dos aviones por vez, uno por izquierda y otro por derecha. Entraba primero al fiordo el de la izquierda… Había sol y buena visibilidad. Fue tal la velocidad empleada que de las 8 bombas que arrojamos, dos dieron en el blanco: una entró por la chimenea y otra dio en la proa, haciéndolo volar con una explosión extrema que enrareció el aire”, recuerda Stanley.

Con el Halifax completó, entre el 5 y el 22 de abril, 14 misiones más. Destruyeron desde el Cañón Gran Bertha (flagelo nazi de la Primera Guerra Mundial que había sido reacondicionado en Calais), dos submarinos de 5 mil toneladas, lanzaderas de bombas V1 y V2 (armas letales de Hitler) y posiciones nazis en Francia. Coggan recuerda especialmente cómo lograban desactivar las bombas V1 en el aire: “Un piloto de la RAF, voluntario argentino llegado de Rosario e hijo de británicos probó tocar la bomba con la punta del ala derecha de su avión Gloster Meteor, desestabilizando su giroscopio, lo que la hacía caer a tierra sin daños. La velocidad del Gloster Meteor era de 600 mph y la bomba alcanzaba las 350 mph, por lo que era posible desactivarla en vuelo… Más de mil bombas fueron destruidas así, y otras tantas en un depósito subterráneo por aviones Mosquito de otros grupos”.

El diploma que en 2018 le entregaron a él y otros combatientes argentinos en la Segunda Guerra Mundial en la Cámara de Diputados de la Nación

Luego, el OTU lo envió a la Unidad 2, en East Kirby, para sumarse al Escuadrón 12 del Grupo 2 de Bombarderos, que volaba en aviones Lancaster, “que eran más potentes. Se hicieron 14 mil y se perdieron 5 mil”. Estando allí llegó la invasión a Normandía, donde actuó en varias misiones.

Las dos primeras las hizo el mismo 6 de junio, mientras las tropas alcanzaban las playas de Dunkerque. La primera, con 60 Lancasters, fue sobre la retaguardia nazi en Cherbourg. La segunda, a Trappes, donde había una concentración de tropas de las SS. Los alemanes perdieron allí 6 cazas y más de 50 mil hombres.

Stanley Coggan junto al embajador británico Mark Kent, que tuiteó la foto de ese encuentro

En los tres días siguientes, destruyeron tres lanzaderas de bombas V1, los depósitos donde guardaban ese armamento y el sistema ferroviario que usaban los nazis para transportarlas.

“La aviación, con sus constantes ataques, significó mucho en esa etapa de la guerra. El traslado de tropas aerotransportadas en cantidades nunca vista llenaron el aire con sus paracaídas. Empezó la guerra aérea, que fue muy efectiva, con 100 aviones volando de día y 1.000 de noche para destruir la industria nazi”, señala Stanley.

Luego de esa incursión descansó por un lapso de casi 40 días. La misión del 27 de julio fue para apoyar el avance de 4 ejércitos rusos desde el este, con la ayuda de la aviación de los Estados Unidos. Fueron 200 Lancasters los que lanzaron 4 mil toneladas de bombas y clusters incendiarios sobre la refinería de petróleo de Ploetsi, al este de Rumania, que estaba en manos de los nazis. Al ser destruida, Hitler no dispuso de combustible para abastecer a sus tropas.

Al día siguiente, la operación fue contra una fábrica de combustible para las bombas V2 en la localidad de Peenemunde, al noreste de Alemania. Los Lancaster fueron modificados para recorrer ida y vuelta 3.000 kilómetros “y garantizar un feliz regreso”, dice Coggan. “Cargamos menos bombas y en su lugar se colocaron tanques de combustible. Fue una ocurrencia propuesta por Winston Churchill y aceptada por quienes organizaron la misión”, completa. El ataque fue encarado por 300 Lancasters y 27 aeronaves no regresaron. “De los 162 tripulantes de ellas se salvaron 70, porque llegaron con sus aviones al mar y fueron rescatados por pescadores polacos y lituanos. 21 eran compañeros del Escuadrón 12 y regresaron a East Kirby, donde hicimos un gran festejo”, señala.

Para los 70 años del fin de la Segunda Guerra recibió un diploma de The Royal British Legion por su participación en el conflicto

Las incursiones se hicieron constantes: entre el 30 de julio y el 23 de agosto, los Lancasters atacaron depósitos de material bélicos, áreas de fabricación de bombas, apoyaron la invasión aliada al sur de Francia y la recuperación de Paris y destruyeron puentes con bombas incendiarias.

Los dos meses siguientes, por la gran cantidad de nieve caída en la base de East Kirby y reparaciones en las pistas, Coggan no voló. En ese tiempo, se dedicó a realizar cursos especiales para combatir en el Pacífico contra los japoneses. Volvería a hacerlo recién el 22 de diciembre de 1944, cuando 100 Lancasters atacaron barcos alemanes en reparación; y el 28, ya directamente lanzando bombas sobre Berlín. En Europa, el fin de la contienda se acercaba. Hitler estaba acorralado.

Stanley recibió 1945 en Glasgow, celebrando Hogmanay, la tradicional fiesta que los escoceses heredaron de los vikingos para el festejo de Año Nuevo. Enero y febrero, con la situación en Inglaterra más aliviada, los dedicó a entrenar rugby. “Participé en un torneo que Churchill pidió hacer entre franceses, ingleses, neozelandeses, sudafricanos, australianos, la Royal Air Force, la British Army y la Royal Navy. Ocho equipos. Yo estaba como reserva del equipo de la RAF. Pero se lesionó el centro y entré a jugar. La cuestión es que llegamos a la final. Jugamos contra el equipo de los Kiwis, que tenían 13 All Blacks. Faltando tres minutos, iban ganando 6 a 3. Pero le pasé la pelota al wing, que estaba a cinco metros mío. Corrió e hizo el try. Después lo convirtieron y ganamos 8 a 6 (en esa época, un try convertido valía 5 puntos). ¡No sabés la fiesta que hubo en Londres!”, asegura, y lamenta que no haya registros de ese torneo.

Coggan con la Biblia que le regaló el reverendo John Armour, de la Iglesia Presbiteriana Escocesa de Temperley. La tuvo en todas su misiones guardada en su bolsillo izquierdo y aún la conserva. (Foto: Gustavo Gavotti)

Ese año, con Hitler acorralado, sólo habría una incursión para Stanley. La última. La trigésima. El 30 de abril de 1945, 150 Lancasters bombardearon el centro fabril de Hamar, que a su vez era un hub ferroviario que tenía 14 líneas de la cuenca del río Ruhr. Arrojaron 800 toneladas de bombas. La destrucción fue completa y lograron desarticular la industria nazi.

A pesar de su posición contraria al nazismo, para Stanley esa misión tuvo un sabor agridulce, y no sólo por el desenlace y las heridas que lo dejaron fuera de combate. “Yo fui criado entre ferroviarios y fue como bombardear mi propia casa. Creo que me afectó tanto que por eso mi avión fue alcanzado por las defensas antiaéreas, que destruyeron uno de los motores y me hirieron en una pierna. Tuve que pedir ayuda al Comando Central. Venía con la pierna izquierda inmovilizada, me ayudaba el bombardero, que era el segundo piloto. Querían que bajara en el Canal de Mancha, sobre el agua, pero les dije que tenía combustible y alcancé a la zona llamada White Cliff Dover, donde la RAF tenía un regimiento muy grande a orillas del mar. Pude cruzar el canal tirando cosas para hacer mas liviano el avión. Lo lancé sobre un terreno especial que tenía mucha cal y tiza que era anti incendios. Igual, apenas tocamos tierra se hizo una gran humareda. Por fortuna, todos los tripulantes llegaron bien. Menos yo, que terminé hospitalizado”.

En el Royal Sussex Hospital de Brighton, recuerda, “estuve muy bien atendido. La caba y sus dos ayudantes eran extraordinarias”. Y si, quedaron secuelas. “Cuando me declararon ‘unfit for flying’ (no apto para volar) también me dijeron que si llegaba a los 80 años iba a sentir el golpe que recibí. Fue tal cual. Mirá, resulta que me sacaron una esquirla de la pierna, casi la pierdo. Gracias a Dios puedo caminar”.

Stanley Coggan en su casa junto a Danny, su único hijo (Foto: Gustavo Gavotti)

Esperó un año en Inglaterra antes de volver. En ese tiempo estudió Mantenimiento y Organización Industrial en la Universidad de Londres, becado por Shell, compañía para la que trabajó en nuestro país en Comodoro Rivadavia y Dock Sud- y en Venezuela.

El regreso a la Argentina fue en el barco Tamaroa, que salió de Tillbury Docks, un puerto casi en la desembocadura del río Támesis. “Éramos 300 personas. Tendría que haber partido el 27 de julio del año 46, pero salió el 29. Era un barco seco: ¡no tenía bebida ni nada! Sólo jugo de naranja y de tomate. Cuando llegó a Buenos Aires quedó varado al lado del Muelle de Pescadores cuatro días. Nos tuvieron que sacar persona por persona. Ahí me reencontré con mi padre y mi hermano. Pero la primera persona que vi, cuando bajé a la Dársena Norte fue a miss Reid, la vicedirectora de Saint Alban’s College… (por primera vez en la charla, se le llenan los ojos de lágrimas cuando la recuerda) Me estaba esperando… Volver y encontrarse con centenares de personas y ver a la vicedirectora de tu colegio primario, eso no me lo voy a olvidar jamás…”

Al poco tiempo, Stanley encontró el amor. “A mi esposa la conocí el regresar de la guerra, en un baile que se hizo en Remedios de Escalada a beneficio de la Asociación de Tuberculosis de la Argentina. Fui con un amigo, la vi y bueno, desde ahí no nos separamos más hasta que se fue. Era muy linda… (es el segundo recuerdo que lo hace lagrimear) Ya casi 18 años que me dejó…”.

Stanley ya está cansado de contar. Se excusa diciendo que se acuesta temprano. La tarde cayó y se despide al pie de la escalera. El viejo guerrero se irá a dormir con sus recuerdos. Y con su gloria.



Humor: Carga frontal medieval (acumulativa)