miércoles, 26 de febrero de 2014

Revolución Libertadora: Las acciones en Curuzú Cuatiá

Curuzú Cuatiá





En la madrugada de aquel agitado 16 de septiembre, un camión militar se aproximó lentamente al aeródromo de Gualeguay con sus luces apagadas. Junto a la pista de aterrizaje esperaba expectante un grupo de oficiales revolucionarios.
El vehículo, conducido por el coronel Eduardo Arias Duval, se detuvo y varias personas descendieron de él. Se trataba del general Pedro Eugenio Aramburu, el coronel Eduardo Señorans, el subteniente Carlos B. Chasseing y el propio Arias Duval, sin contar a los soldados fuertemente armados, que viajaban en la parte posterior.
Quienes esperaban junto a la pista se aproximaron a los recién llegados y después de intercambiar unas pocas palabras, se encaminaron hacia el monomotor Piper que al comando del teniente primero Enrique Méndez, aguardaba con los motores encendidos en la cabecera, listo para despegar.
Los individuos cargaron el equipaje y el armamento e inmediatamente después abordaron la máquina, tomando ubicación en su interior.
Ni bien encendió el motor, Méndez se dio cuenta que había sobrepeso y por eso ordenó descargar todo aquello que fuera prescindible. Los tripulantes bajaron varios bultos que apilaron junto a la pista y enseguida volvieron a abordar, comprobando con desazón que la máquina seguía sobrecargada y, por consiguiente, sin posibilidades de despegar. Así se lo explicó Méndez al general Aramburu y este le dijo que en su condición de piloto, fuese él el encargado de decidir.
Señorans, que escuchaba la conversación se volvió hacia el Dr. Eduardo Bergalli, dirigente radical y único civil a bordo y le pidió que bajara. El hombre intentó oponerse pero, debido a su condición, se le exigió descender rápidamente porque llevaban retraso y no querían demorar más la partida.
Muy a su pesar, el dirigente abandonó la aeronave y junto a él hizo lo mismo él el teniente primero Catani, por ser el oficial más joven.
Una vez libre de la sobrecarga, el avión cerró sus compuertas y dando máxima potencia a su motor, comenzó a rodar por la pista, justo en el momento en que la policía de la provincia de Entre Ríos, llegaba a gran velocidad con el objeto de impedir su partida.
El avión ganaba velocidad cuando los agentes descendieron de sus móviles y abrieron fuego alcanzando el fuselaje e hiriendo en la pierna al capitán de fragata Aldo Molinari.
El monomotor se elevó sin problemas y cuando en el horizonte comenzaba a clarear, su piloto puso rumbo a la vecina provincia de Corrientes, más precisamente a Curuzú Cuatiá, una de las dos ciudades fundadas por el general Belgrano durante su expedición al Paraguay.
Molinari se tomaba la pierna cuando advirtió a sus acompañantes que estaba sangrando. Arias Duval, que viajaba en el asiento del copiloto, se incorporó y se ubicó a su lado para hacerle un torniquete con dos pañuelos y de esa manera detuvo momentáneamente la hemorragia.
A las 08.05 el avión se estabilizó y casi enseguida, el teniente Méndez, notó que frente a ellos se formaba un frente de tormenta con unas amenazantes nubes obscuras, razón por la cual, encendió la radio para escuchar el parte meteorológico.
En esos momentos, la voz del locutor transmitía un mensaje oficial que daba cuenta del levantamiento militar en la provincia de Córdoba, que el mismo comenzaba a ser controlado por las fuerzas leales y que reinaba la calma en el reino del país. Los tripulantes se miraron sorprendidos justo cuando Méndez iniciaba un rodeo para evitar la tormenta virando un tanto a la izquierda, maniobra que les permitió distinguir a lo lejos, la localidad de Rosario del Tala.
Sobrevolaban el curso del río Mocoretá, cuando el coronel Señorans explicó a los pasajeros que de acuerdo a lo acordado al planificarse la operación, la señal que confirmaría que el lugar se hallaba en manos rebeldes era una ambulancia estacionada junto a la pista de aterrizaje.
Veinte minutos después, el monomotor comenzó a descender aunque con muy poca visibilidad debido a la densa capa de nubes que cubría el sector y casi enseguida divisaron el aeródromo, notando una extraña quietud y lo que era peor, ninguna ambulancia detenida su lado.
El aparato comenzó a volar en círculo mientras sus ocupantes discutían la situación. Aramburu, que viajaba sentado en la parte posterior se había mantenido en silencio durante todo el viaje y recién habló cuando sus camaradas se percataron de la situación, preguntándole a Molinari cual era su parecer. El marino respondió que a su entender, lo más acertado era aterrizar y seguir adelante con los planes. Después de escucharlo, el general meditó un momento y después de unos segundos de meditación, ordenó el aterrizaje.



En tierra firme, el decidido mayor Juan José Montiel Forzano tenía todo listo para iniciar la sublevación a la hora convenida. Se había estado moviendo aceleradamente desde el día 14 poniendo al tanto de los planes a los oficiales y civiles sublevados, entre ellos el mayor de Zapadores Constantino Passoli, los capitanes Eduardo Rezzonico, Claudio Mas, José Eduardo Montes, Joaquín Vallejos y Francisco Balestra, Pedro E. Ramírez (hijo del ex presidente de la Nación Pedro Pablo Ramírez), Julio César y José Rafael Cáceres Monié (hermanos del militar), Mario de León, Juan Labarthe y Enrique Arballo.
A las 0 horas del 16 de septiembre, procedió a capturar los cuarteles del Destacamento de Exploración Blindado de la localidad y a detener a sus principales autoridades, encabezadas por los tenientes coroneles Carlos Frazer, Julio César Uncal y Carvajal y los mayores Tomás Rodolfo Orsi, Nadal, Hogan, Rodríguez e Idelbo Eleodoro Voda junto a varios capitanes y tenientes. Acto seguido, reunió a los 180 suboficiales de la unidad en el patio principal del Destacamento de Exploración, y los invitó a plegarse al alzamiento, cosa que la mayoría, rechazó. Ante tal situación, ordenó su detención desarmándolos y encerrándolos en el depósito de materiales frente a los cuales dispuso montar una fuerte custodia para asumir la comandancia inmediatamente después, distribuyendo cargos entre sus seguidores.
Todo estaba bajo control cuando el avión en el que viajaba el general Aramburu tocó tierra, a excepción de la Agrupación Blindada, su Escuela y sus talleres, con sus dotación de 50 tanques y vehículos semioruga, ubicada en uno de los extremos de la población, con el arroyo Curuzú Cuatiá de por medio.
Montiel Forzano despachó hacia allí al mayor Eduardo Samyn al frente de un grupo de oficiales mientras los comandos civiles ocupaban la Municipalidad, la comisaría, el Correo, la estación del ferrocarril, el Banco y la oficina de teléfonos, sin hallar oposición.
La Escuela y la Agrupación Blindada cayeron sin derramamiento de sangre y de esa manera, toda una División, con sus cañones, morteros y tanques, quedó en poder de las fuerzas rebeldes. Poco después el teniente coronel Jorge Orfila, jefe del Distrito Militar, se subordinó a Montiel Forzano, poniendo a sus órdenes a la policía y los comandos civiles.
Sin pérdida de tiempo, se despachó hacia el aeródromo a una sección al mando del teniente José Luis Picciuolo, con instrucciones de recibir al general Bengoa y llevarlo inmediatamente al Destacamento. El alto oficial debía ponerse al frente de las fuerzas sublevadas, abordar los trenes y encaminarse hacia Paraná primero y Rosario después, para reunir a las tropas que a las órdenes del general Lonardi, marcharían desde Córdoba hacia a la Capital Federal, pero una vez más el alto oficial nunca apareció.
A las 10.00 horas se hizo presente en la estación aérea el coronel Héctor Solanas Pacheco, que venía de la estancia “El Carmen” para interiorizarse de lo que acontecía, a y después de escuchar que nada se sabía de Bengoa, emprendió el regreso.



Quien quedó vivamente sorprendido por lo que acontecía en la Agrupación Blindada Escuela de Curuzú Cuatiá fue su comandante, el coronel Ernesto Sánchez Reinafé cuando a poco de llegar a Buenos Aires, supo por boca del general Francisco Antonio Imaz, que su guarnición se había sublevado.
Se le ordenó regresar de inmediato y junto al general Carlos Salinas y el coronel José Eduardo Tabanera, comandantes de la División Blindada y de Artillería del Cuerpo Mecanizado respectivamente, hacerse cargo de la situación. De ese modo, sin pérdida de tiempo, se dirigieron al Aeroparque Metropolitano y una vez allí abordaron un avión civil LV bimotor y partieron rumbo a Corrientes.
Sánchez Reinafé había sido víctima de una maniobra de distracción de Montiel Forzano, quien le había hecho llegar un mensaje en el que se le ordenaba presentarse urgentemente en Buenos Aires para una reunión en el Ministerio de Ejército.
El avión que conducía a Salinas y Sánchez Reinafé despegó de la capital cerca de las 12.00 y una hora después, sobrevolaba Curuzú Cuatiá arrojando panfletos del gobierno, que anunciaban el fracaso del alzamiento. Eso y los comunicados oficiales emitidos por las radios, dando cuenta de que las fuerzas leales se estaban imponiendo, hicieron cundir el desconcierto en la guarnición blindada, hasta tal punto que varios oficiales, entre ellos el capitán Nicolás Granada y los tenientes Alberto Rueda, Shefferd y Juan Rocamora, rebeldes hasta ese momento, abandonaron la conjura y se apresuraron a liberar a los 180 suboficiales que custodiaban.
Lo que hasta el momento había sido un movimiento pacífico se transformó en un baño de sangre. Los suboficiales, enajenados, abandonaron los talleres en los que habían estado encerrados y profiriendo insultos y vivas a Perón corrieron a los arsenales para proveerse de armamento, reduciendo previamente a los oficiales Rubén Molli y Carlos Zone, que en esos momentos montaban guardia. Desde ese punto se encaminaron hacia los portones de acceso, apoderándose de la entrada principal, controlando con ello los accesos a la unidad.
Al ver eso, el mayor Samyn corrió hasta el pueblo donde se hallaban reunidos los altos mandos rebeldes y los puso al tanto de lo que estaba ocurriendo1.
Sumamente agitado, Samyn informó que la guarnición había vuelto a manos leales y que el caos y la confusión dominaban la Agrupación, por lo que Detang le aconsejó a Solanas no esperar más y hacerse cargo inmediatamente de la situación mientras Montiel Forzano partía presurosamente para ponerse al frente de sus tropas.
Las circunstancias eran en extremo complejas ya que era el general Aramburu y no Bengoa quien se había presentado para tomar el mando en Corrientes y eso tornaba más confusa la situación.
Haciendo caso omiso y siguiendo adelante con lo que se había planificado, Montiel Forzano se puso al frente de una columna de siete vehículos semioruga, cuatro cañones, personal de Zapadores y del Destacamento de Exploración y al frente de ella atravesó la población para alcanzar el extremo opuesto, cuando las tropas leales, al otro lado del arroyo, efectuaban aprestos.
Dos de los blindados se dirigieron hacia el sector, uno al mando del teniente primero Jorge Cisternas y el otro al del subteniente Juan Carlos González, al tiempo que un camión leal conducido por el teniente Juan Rocamora, partía a toda velocidad desde la vecina Escuela, embistiendo violentamente la baranda divisoria lateral para bloquear el puente. Ambas fuerzas abrieron fuego y se trabaron en duro combate con los suboficiales, apostados en los talleres, disparando contra los tanques. Uno de ellos subió corriendo al blindado del subteniente González y dese la torreta disparó a quemarropa. La bala impactó en una saliente del interior y eso salvó milagrosamente al oficial. El teniente Villamayor, abatió al agresor desde su blindado cuando el efectivo leal estaba a punto de efectuar un segundo disparo. El sujeto cayó pesadamente a tierra en el preciso momento en que los tanques abrían fuego con sus cañones y ametralladoras pesadas de 7,65 mm. Uno de ellos disparó contra el carrier de Villamayor en momentos en que Montiel Forzano trepaba por él. Los rebeldes devolvieron el fuego y obligaron a sus adversarios a replegarse mientras la lucha crecía en intensidad llegando, incluso, al combate cuerpo a cuerpo.

La gran cantidad de bajas que se produjeron, obligó a las partes a efectuar un repliegue táctico con el objeto de reagruparse y evaluar la situación. Fue en ese preciso instante, que Montiel Forzano se trasladó hasta una casilla cercana y se comunicó con el Grupo de Artillería para ordenarle que atacase la Escuela disparando por encima de la población.
La orden no llegó a cumplirse porque en esos momentos el coronel Arias Duval se hizo presente con el objeto de solicitar un parlamento. No soportaba la idea de que se estuvieran matando entre amigos y compañeros de armas y por esa razón, pidió dialogar. Montiel le explicó que había solicitado el bombardeo a la Escuela y que le resultaría sumamente difícil detenerlo pero a los pocos minutos, logró establecer un nuevo enlace telefónico y contuvo a tiempo la acción.
Arias Duval, ex subdirector de la Agrupación, tenía muchas amistades entre los suboficiales y por esa razón intentó entablar diálogo. Seguido por el capitán José Eduardo Montes, salió al exterior enarbolando una bandera blanca, pero al verlos avanzar, los suboficiales les dispararon, obligándolos a buscar cobertura detrás de un árbol. Desde esa posición hicieron señales agitando la bandera y el fuego cesó.
Arias Duval y Montes cruzaron el puente y después de ser recibidos por las avanzadas del enemigo, se encaminaron hacia su puesto de mando escoltados por hombres fuertemente armados. Inmediatamente después, ingresaban en la Escuela donde los esperaban el jefe de la Compañía de Tiradores, capitán Nicolás Granada y el teniente Mario Benjamín Menéndez2 y entablaron conversaciones en tono cordial pero firme en las que quedó claro que los jefes leales nada querían saber con la revolución y exigían la inmediata liberación del coronel Frazer, detenido en la cercana comisaría.
Arias Duval accedió y mandó buscar al oficial quien, al cabo de unos instantes (que se hicieron extremadamente largos), se hizo presente para incorporarse a las tratativas. Se acordó que tanto la Escuela como los talleres se mantendrían al margen de la contienda y que los prisioneros de ambos bandos serían liberados.

En horas de la tarde, el mando leal se hallaba reunido en el casino de oficiales de la VI División de Caballería, organizando la represión.
Lo constituían el general Astolfo Giorello y los coroneles Sánchez Reinafé y José Bernardo Tabanera, quienes decidieron movilizar al Regimiento 9 de Caballería y a un grupo de artillería de apoyo infiltrando previamente entre la población y los cuadros rebeldes, a varios suboficiales vestidos de civil, para obtener información. Estos últimos fueron eficientes a la hora de cumplir su cometido y una vez de regreso, dieron cuenta que las fuerzas amotinadas aún no habían sido desplegadas y que tenían algunas dificultades para organizarse.
Eso era, precisamente, lo que los jefes leales deseaban escuchar y lo que los decidió a ponerse en marcha sobre Curuzú Cuatiá.
Una larga columna de vehículos, integrada por dieciocho camiones, diez ómnibus y al menos cinco automóviles particulares, se puso en movimiento  desde los cuarteles que fue detectada por un avión de reconocimiento cuando se desplazaba a la altura de la localidad de Justino Solari3.
Ni bien el piloto transmitió la información, el general Aramburu solicitó al teniente Méndez que la confirmase, orden que el joven oficial se apresuró a cumplir sobrevolando minutos después la larga hilera de vehículos, e incluso a elementos de Artillería avanzaban en tren desde Paso de los Libres.
La noticia produjo confusión entre los mandos rebeldes que, sumamente preocupados, dudaban entre aguardar el ataque en posiciones defensivas o salir al encuentro de esas fuerzas para sorprenderlas en el camino. Finalmente, se optó por esta última alternativa, alistando para ello a catorce vehículos semioruga, siete piezas de artillería y varios camiones para transportar la tropa4.
Cuando todo estuvo listo, el general Aramburu ordenó al coronel Solanas Pacheco que permaneciese en los cuarteles a cargo de la guarnición y poco después abordó uno de los camiones con el que partió a enfrentar a las fuerzas leales.
Eran más de las 18.00 y el cielo se hallaba cubierto por espesas nubes cuando Solanas Pacheco y Roger Detang, vieron a la larga hilera de vehículos alejándose en dirección a la ruta. Cuando la misma desapreció de vista, el primero procedió a efectuar una recorrida por las instalaciones, visitando en primer lugar al capitán Molinari, que se reponía de sus heridas satisfactoriamente en el hospital local (aunque con bastante dolor), e inmediatamente después regresó al cuartel.
Recién entonces se percató que tenía a su cargo una heterogénea tropa de soldados y suboficiales y que cundía la confusión en sus filas por lo que, según refiere Ruiz Moreno, le comentó a Detang el hecho, solicitando su consejo en base a su experiencia como combatiente de la Segunda Guerra Mundial.

-Esto para vos debe ser algo normal pero no para mí – le dijo al francés- Considero la situación extremadamente difícil.
-Te confieso que es la situación más jodida de mi vida – le respondió aquel - En la guerra conocíamos al enemigo, pero estos que nos rodean nos pueden disparar en cualquier momento.

Mientras tenía lugar esa conversación, las fuerzas revolucionarias seguían su avance encabezadas por el blindado de Montiel Forzano y el mayor Néstor Vitón, jefe del Grupo de Artillería. De acuerdo al plan, la columna se introdujo en una arboleda que se extendía a un lado del camino y tomó posiciones para emboscar en ese punto a las tropas del general Giorello que llegaban desde Mercedes. Allí quedaron Aramburu y su estado mayor mientras Montiel Forzano se adelantó para explorar.
El bravo oficial llegó hasta las líneas del enemigo que al ver su carrier, se replegaron a gran velocidad. En ese preciso momento llegó a su lado un jeep conducido por el capitán José Eduardo Montes que traía una orden de Aramburu según la cual, debía regresar a la mayor brevedad posible.
Montiel obedeció y una vez en presencia de su superior, supo que los vehículos comenzaban a quedarse sin combustible y que como estaba obscureciendo, la situación se tornaba desventajosa.
-Considero conveniente regresar al cuartel – dijo Aramburu.
Montiel Forzano se sintió bastante decepcionado al escuchar esas palabras porque había venido a luchar y estaba dispuesto a hacerlo.

-Mi general, le pido autorización para organizar un ataque sobre las posiciones enemigas con cinco semiorugas. Sé donde está el enemigo.
-No sé si eso es conveniente. Se me ha informado que la columna leal se detuvo en la localidad de Baibiene y que están posicionando sus cañones y ametralladoras junto al camino.
-Es posible, pero creo que saldrán huyendo cuando sientan nuestros disparos sobre sus cabezas.
Aramburu titubeó unos segundos y al final concedió.
-De acuerdo. Proceda5.
Montiel Forzano partió decidido a cumplir su misión. Tenía pensado abandonar el camino principal y flanquear las posiciones del enemigo a través del campo y atacarlo por detrás y para ello ordenó cargar combustible y colocar cuatro ametralladoras en cada blindado.
Cuando los soldados se hallaban abocados a esas tareas, se le acercó un sargento para informarle que el general Aramburu requería nuevamente su presencia. Sumamente contrariado el oficial se dirigió al puesto de mando para escuchar una vez más, por boca de su superior, que la incursión debía abortarse.
-Hemos analizado su plan y creemos que es irrealizable. Se ha resuelto suspender el ataque.
Montiel Forzano quedó desconcertado pero como buen militar que era, acató la orden. Para eso había un general allí y por algo adoptaba esa decisión. Incluso se produjo un hecho que pareció darle la razón a Aramburu que antes de salir de los cuarteles, los vehículos que componían la columna habían cargado combustible pero en esos momentos, sus tanques se hallaban prácticamente vacíos, prueba fehaciente de que habían sido saboteados y de que se debían adoptar medidas urgentes para evitar un descalabro.
Cumpliendo las órdenes de Aramburu, la columna dio media vuelta y en plena noche emprendió el regreso.
Una vez en los cuarteles, los rebeldes hallaron nuevas pruebas del sabotaje. Los suboficiales habían derramado el combustible de los depósitos y no había una sola gota de nafta y para peor, Rolando Hume, que había sido enviado por el Dr. José Rafael Cáceres Monié a la localidad de Justino Solari para requisar todo el gas oil del lugar, había caído prisionero de las avanzadas leales y no se tenían noticias de él. En vista de ello, Aramburu decidió despachar a Solanas Pacheco para que intentase volcar al general Giorello a la revolución, pues había indicios de que era proclive a ello.
Acompañado por Detang y Carlos Passeron, Solanas subió a un automóvil particular y se dirigió hacia Baibiene para cambiar allí sus uniformes por ropas de civil y seguir viaje en medio de la noche.
El automóvil se encontraba a solo 30 kilómetros del cuartel de Curuzú Cuatiá cuando ráfagas de ametralladoras lo obligaron a detenerse. Al ver que se les acercaban varios soldados apuntándoles con sus armas, Detang descendió con las manos en alto, gritando con su típico acento francés que eran tres hacendados en viaje de negocios.
Los soldados rodeaban el automóvil en momentos en que un suboficial abría la puerta trasera del rodado e iluminada su interior con una linterna. Al reconocer a Solanas, llamó al coronel Juan José Arnaldi, director de la Escuela de Caballería a cargo del operativo, quien al llegar al lugar ordenó a los ocupantes del rodado, descender inmediatamente.
-¡Quedan los tres detenidos! – dijo.
Desarmados y bajo rigurosa vigilancia, Solanas Pacheco, Detang y Passeron fueron conducidos hasta tres vehículos militares en los que iban a ser trasladados a la localidad de Mercedes en calidad de detenidos. La guerra para ellos, había finalizado.

Mientras tanto, en Curuzú Cuatiá Montiel Forzano, siguiendo órdenes directas del general Aramburu, organizaba a toda prisa el ataque a las tropas leales apostadas en Paso de los Libres.
El oficial rebelde se hallaba planificando la ofensiva en el Destacamento de Exploración de Caballería, cuando alrededor de las 23.00 se hicieron presentes dos suboficiales para informar que elementos del Grupo de Artillería y del Batallón de Zapadores habían desertado para plegarse a las fuerzas gubernamentales que acababan de liberar a todos los prisioneros y que al frente de ellos avanzaban hacia el lugar, fuertemente armados.
Montiel Forzano y sus compañeros ignoraban que en ese preciso instante, los suboficiales leales rodeaban el Casino y se preparaban para abrir fuego y sin perder tiempo le pidió a un mensajero que se dirigiese inmediatamente hasta el puesto de mando del general Aramburu para decirle que debía retroceder hasta el Destacamento de Exploración y prepararse para resistir la embestida gubernamental. Al saber la novedad, el general reunió a sus oficiales y los puso al tanto de la situación, a saberse: las tropas leales habían quedado inmovilizada, no había combustible y fuerzas procedentes de Paso de los Libres, Mercedes y Monte Caseros convergían sobre el sector.
-Todo ha terminado. Quedan en libertad de acción. Quien desee dirigirse a Córdoba, puede hacerlo.
Para evitar quedar rodeado, el comando rebelde se desconcentró apresuradamente mientras afuera comenzaban a escucharse disparos.
Aramburu abordó un jeep junto al teniente coronel Carlos Ayala y los capitanes Claudio Mas y José Eduardo Montes y partió hacia Paso de los Libres sin decir cuales serían sus siguientes pasos. El coronel Señorans se dirigió hacia el aeródromo, acompañado por el piloto Enrique Méndez y los tenientes Hernández Otaño y Castelli, para abordar el avión que los había traído desde Buenos Aires y volar hacia Córdoba, pero lo encontraron rodeado por tropas gubernistas y por esa razón, ganaron el campo y se alejaron rumbo a la estancia de Eduardo Cazes Irigoyen.
Quien decidió permanecer en su puesto fue el coronel Arias Duval, en su carácter de ex subdirector de la Escuela Blindada. Sabía que iba a caer prisionero y que sufriría las consecuencias pero no estaba deseaba e entregar el mando a los suboficiales sino que lo haría personalmente con un oficial competente.
Así lo hizo y cuando el mayor Nadal, jefe de los talleres de la agrupación, se hizo presente, Arias Duval procedió a traspasarle el control de la unidad militar y se puso a su disposición. Nadal, que era su amigo, no dispuso su arresto sino que, por el contrario, lo obligó a subir a un jeep y él mismo en persona, lo condujo hasta los límites de la guarnición.
Arias Duval escapó en la noche, a campo traviesa y se escondió en un rancho cercano a la ruta que conducía a Monte Caseros, donde permaneció oculto hasta el 18 de septiembre cuando abordó un tren con destino a Paraná decidido firmemente a llegar a Córdoba para sumarse a la lucha.
Montiel Forzano, que hasta último momento mantuvo la esperanza de llevar a cabo un ataque sobre las fuerzas enemigas, desistió de su plan y abordó otro jeep para encaminarse a Goya en compañía de varios oficiales, sabiendo que el capitán Francisco Balestra los esperaba con un avión particular listo para partir en cuanto llegasen.
Cuenta Ruiz Moreno que a causa del agotamiento, Montiel Forzano se quedó dormido ni bien el jeep se puso en marcha y que recién se despertó sobre el puente del arroyo Santa Lucía cuando un pelotón peronista detuvo su marcha y lo hizo prisionero junto al conductor y sus acompañantes.
Las fuerzas de Perón ganaron la batalla de Curuzú Cuatiá, el coronel Frazer se hizo cargo de la Agrupación Blindada y su Escuela y de ese modo, la población y su guarnición volvieron a manos del gobierno. A las 02.00 del día siguiente le entregó el mando al coronel Sánchez Reinafé, cuya primera medida fue el envío de un telegrama urgente a la capital, notificando con satisfacción, que la unidad militar se hallaba nuevamente en manos leales.


Notas

  1. Entre los presentes se encontraban el coronel Solanas Pacheco, el mayor Montiel Forzano y el veterano francés de la Segunda Guerra Mundial, Robert Detang, quienes en esos momentos intercambiaban información con el recién llegado general Aramburu.
  2. Sobrino nieto del general alzado en 1951 e hijo del eminente médico y catedrático de Chañar Ladeado, de igual nombre y apellido, se haría célebre, veintisiete años después, por su poco convincente desempeño como gobernador del archipiélago de Malvinas durante la guerra del Atlántico Sur.
  3. La localidad lleva el nombre de Mariano I. Loza. El piloto que tripulaba el avión de reconocimiento era Julio Delage, instructor civil del aeroclub de Curuzú Cuatiá.
  4. De acuerdo a lo pactado con la Agrupación Blindada, los tanques no serían utilizados.
  5. Isidoro Ruiz Moreno, op. cit, pp. 145-146.


Kiowa Warriors a la venta en un futuro cercano


Pentágono busca poner fuera de servicio a los U-2, A-10 y Kiowa Warriors, retrasando las adquisiciones de F-35C
Por: Jon  Hemmerdinger

El gobierno de EE.UU. demora la adquisición de los Lockheed Martin F-35Cs por dos años, y deja en tierra a sus flotas de antiguos Fairchild Republic A-10, Lockheed U-2 y Bell OH- 58D Kiowa Warriors bajo la propuesta de presupuesto del Departamento para el año fiscal 2015 de Defensa de EE.UU .

Los cambios, que deben ser aprobados por el Congreso de EE.UU., fueron anunciados por el secretario de Defensa de EE.UU. Chuck Hagel, durante una conferencia de prensa 24 de febrero.

 Las detracciones y retrasos, una respuesta a los recortes presupuestarios de los Estados Unidos, son parte de un amplio plan esbozado por el Pentágono hoy para reducir el tamaño de la milicia de EE.UU.

Hagel dice que el papel de reconocimiento U- 2 de gran altitud será cumplido por los vehículos aéreos no tripulados RQ-4 Global Hawk de Northrop Grumman, y los oficiales de la USAF han dicho papel de apoyo aéreo cercano del A-10 puede será asumida por los  F- 35As de la USAF y otra aeronave.

Hagel también dice que ha aprobado un plan para transferir helicópteros Boeing AH-64 Apache de la Guardia Nacional al ejército a cambio de Sikorsky UH-60 Black Hawks del ejército.

El Pentágono tiene la intención de reducir la velocidad general de las adquisiciones de los F-35 Joint Strike Fighter a 24 aviones hasta el año fiscal 2019, dice Hagel.

De lo contrario, sin embargo, el programa Joint Strike Fighter seguiría quedando en gran parte intacto bajo el plan del Pentágono.

Hagel dice que los cambios "permitirá a los militares proteger a nuestro país", sino emerge un "aumento de los niveles de riesgo" en el corto plazo .

"El ejército seguirá sufriendo carencias en la formación y mantenimiento, poniendo énfasis en la fuerza y [​​que afectan a] nuestra capacidad [para asegurar] la disposición global."

Se espera que los detalles específicos sean lanzados el 04 de marzo, cuando el presidente Obama lance su propuesta de presupuesto.

El presupuesto debe ser aprobado por el Congreso de EE.UU. , que a menudo no se atreve a aprobar retiros de aeronaves.

Flight Global

Nota del administrador: Puede ser una alternativa muy interesante para equipar a muchas aviaciones del ejército en Latinoamérica (pienso específicamente en el CAE del EA) con un helicóptero de ataque ligero y excelentemente equipado para exploración y reconocimiento.

Ejército: Mujeres, T-72 y Abrams de Irak

Blindados del Ejército iraquí

Un T-72 iraquí abre fuego de prácticas




La tripulación iraquí de un tanque M1A1 completa el entrenamiento de fuego vivo para la fase 1 del programa Entrenar al Entrenador del M1A1 Phase 1 el 31 de Marzo 2009.


La tripulación irakí del tanque M1A1 Abrams demuestran las capacidades de fuego durante el primer entrenamiento del curso el 31 de Marzo en el Besmaya Range Complex, Irak.



Mujeres en el EIk






El nuevo arsenal de origen americano del ejército iraquí







M1A1M iraquí



M109 iraquí

Fusil de asalto: ¿Por qué bullpups?

¿Por qué bullpups? 
© Anthony G Williams 

Este artículo se basa en el material en Assault Rifle: the Development of the Modern Military Rifle and its Ammunition con la adición de algunos otros pensamientos puesto que esto fue publicada. 

Durante la Segunda Guerra Mundial llegó a ser obvio que los fusiles de acción a cerrojo usados como estándar por todos los ejércitos excepto los EE.UU. eran anticuados. De hecho, el StG 44 alemán, que estaba en servicio disperso para el final de la guerra, acentuó las ventajas de automático así como el fuego semiautomático. La lógica de esto llevó a varios ejércitos en el desarrollo de los cartuchos menos de gran alcance que generaban menos retroceso, para permitir un fuego automático más controlable. 

Paralelamente a estos progresos, atrajeron a los británicos a la idea de un fusil que fue hecho mucho más corto que el estándar (mientras que conservara el mismo largo del cañón de arma de fuego) montando el cañón de arma de fuego y la acción retroceden hacia atrás lejos en las culata, que le permitirían reemplazar al arma de metralleta así como el fusil: esto se conoce como el disposición "bullpup". Los fusiles de acción por cerrojo (Mauser) de este tipo habían sido hechos desde el siglo XIX, y parece que el "bullpup conocido" fue aplicado a tales armas en los EE.UU. en los años 20, aunque el origen exacto sea obscuro. 


 
El fusil EM-2 de los británicos de 7mm 

La primera tentativa seria de aplicar la disposición bullpup a un fusil militar de fuego selectivo fueron los británicos con su EM-2 de 7mm de finales de los 40, que consiguieron hasta formalmente la adopción para el ejército Británicos en 1951 antes de que esta decisión fuera invertida después de un cambio de gobierno. La adopción de la OTAN del cartucho de demasiado gran alcance americano 7.62x51 puso esta idea en suspensión por algún tiempo. Durante los años 70 se ponía de manifiesto que la OTAN iba a seleccionar un cartucho nuevo, de menor potencia para complementar a la ronda 7.62x51. Fue aceptado por la mayoría que la ronda 5.56x45mm americana sería elegido, como esto había estado en el servicio de los EE.UU. por más de una década ya, así que un número de nuevos fusiles fueron diseñados alrededor de este cartucho. Algunos de ellos eran bullpups: los británicos produjeron qué sintieron bien a la familia SA80 (principalmente el rifle L85 y la ametralladora ligera L86), Steyr de Austria produjeron el AUG y Francia los futuristas FAMAS. Todos éstos fueron adoptados para el servicio, el Steyr alcanzó muchas ventas de exportación, pero a otros proyectistas permanecieron con la disposición tradicional. 

Otra generación de diseños del rifle comenzó a emerger en los años 90. Una vez más éstos demostraron una mezcla del bullpup y de los estilos tradicionales. Rusia permaneció con el plan tradicional con el AN-94 de producción limitada, al igual que Heckler y Koch con la exitosa gama de G36. La FN retrocedió hacia atrás ambos caballos, continuando el desarrollo de armas tradicionales, culminando en los fusiles SCAR de USSOCOM en 5.56mm y 7.62mm, pero también desarrolló el bullpup F2000. Otros bullpups también emergieron, cuyo tres modelos significativos lo hicieron en producción: SAR-21 de Singapur, Tavor TAR-21 de Israel y el 5.8mm chinos QBZ-95 (también disponibles en 5.56mm como el QBZ-97). 

Claramente, hay una divergencia de opiniónes sobre los méritos relativos de los disposiciones tradicionales y bullpup. Este artículo es una tentativa de fijar sus pros - y - contra, y considera si todas las opciones todavía se han explorado. 

Pros - y - contra 
La disposición tradicional tiene el alimentador y la acción delante de la mordaza del gatillo y de pistola. Esto es realmente un efecto posterior a partir de los días de fusiles de la acción del perno, en los cuales el mango del perno necesario debia estar cercano al gatillo para la operación rápida; esto significó inevitable que el alimentador y la acción estaban en frente. En fusiles bullpup la acción y el alimentador están situados detrás del gatillo, dentro de la culata, de tal modo produciendo un arma mucho más corta para el mismo largo del cañón de arma de fuego que el tipo tradicional. 

La foto abajo muestra el M16 (arriba) y el L85: a pesar de su largura total más corta, el L85 tiene un cañón de arma de fuego levemente más largo 

 

Las ventajas en reducir el largo varían según el diseño, como se muestra abajo. Los largos se demuestran en centímetros primero, con pulgadas en ménsulas. "Orden de longitud" está con las culatas dobladas o telescopadas (en lo posible). Con cualquier plan, cuanto más largo es el cañón de arma de fuego, el más alto será su porcentaje de la largura total (columna final). 

 

La reducción significativa en la largura total que el bullpup ofrece es objetivamente obvias, pero varias críticas se levantan a menudo contra este tipo de disposición. 

El caso en contra del bullpup 

  • En la mayoría de los bullpups, los cartuchos disparados se pueden expulsar solamente al lado derecho del arma, así que significa que no pueden ser disparados por zurdos pues los casquillos pegarían la cara de los tiradores (puede ser adaptado más para los zurdos, pero que tarda tiempo). Esto significa que los usuarios no pueden cambiar hombros al fuego alrededor de la esquina de un edificio, por ejemplo. 
  • Los cambios del alimentador también son discutidos por alguno para ser más torpes. 
  • Las culatas necesario rectilíneas significan que el tirador no puede avistar a lo largo de la parte superior del cañón de arma de fuego, así que si se utilizan miras del hierro tienen que adherir para arriba arriba sobre el cañón de arma de fuego y el tirador por lo tanto tiene que exponer a más de su cabeza "sobre el parapeto". 
  • Los autores de lucha de la bayoneta también apuntarán al largo más corto del arma, así que significa que usted tiene que conseguir más cercano al enemigo. 
  • Los que utilizan los fusiles tradicionales a menudo demandan que sienten mejor equilibrados con el peso hacia adelante. 
  • También se indica con frecuencia que los bullpups tienen gatillos peores que las pistolas tradicionales, afectando la capacidad de tirar con precisión. 
  • Los bullpups tiene la acción al lado de la cabeza de los tiradores, algo que se encuentra incómodo, y las versiones de cañón corto tienen la boca absolutamente cerca del tirador, así que significa que la ráfaga de la boca puede ser más de un problema. 
  • Manteniendo la acción bien lejos de las culatas permite que las culatas se telescopen en etapas, para variar el largo del tirón para adaptarse a diversos usuarios o a diversas circunstancias (e.g. utilizando blindaje de cuerpo abultado). 


La caso a favor del bullpup 

Hay por supuesto argumentos contrarios: 

  • La carencia de la capacidad de cambiar hombros se puede utilizar en la práctica muy poco por los soldados ordinarios en comparación con fuerzas especiales. La mayoría de los soldados en combate tienen bastante apuro el pegar del objetivo cuando disparan de su hombro generalmente, aún menos de su lado "incorrecto", así que muchos ejércitos entrenan solamente en disparar a partir de un hombro. En todo caso, el FN F2000 supera esta objeción siendo genuino ambidextro sin ningunas modificaciones o ajustes que son requeridos. Esto es alcanzada adoptando un tubo delantero de la eyección, que lleva las cajas gastadas al frente del arma antes de que se expelan. Algunos han determinado esto como fuente potencial de problemas, pero las pruebas de usuario denunciadas hasta ahora indican que es un sistema robusto y seguro. 
  • El cambio del alimentador no es necesariamente más difícil (he visto a soldados británicos cambiar de alimentadores muy rápidamente; puede solamente haber una diferencia de una fracción de segundo), y algunos usuarios prefieren la localización "interna" mientras que puede hacerla más fácil cambiar los alimentadores al viajar adentro y disparando de un vehículo, o de detrás de cubierta. 
  • Los fusiles militares se están publicando cada vez más con miras ópticas, así que mira de hierro hacen esta la objeción es menos importante. En todo caso, los fusiles militares del plan tradicional también tienen un montado alto de la mira hasta hoy en día, porque tienen generalmente culatas rectilíneas, en las cuales la tapa de la culata continúa en una línea recta del cañón de arma de fuego, en vez de ser pescado con caña hacia abajo como en la mayoría de los fusiles más viejos. 
  • Las bayonetas son demasiado inaplicables ahora a las situaciones modernas del combate para que su longitud importe. 
  • El balance del arma es, en gran parte, una cuestión de lo que las utilizan. Los usuarios de Bullpup prefieren generalmente hacia atrás el equilibrio del peso, estando a favor que sea más fácil esperar con una mano, o de períodos extendidos, y hacen el fusil más rápido cambiar puntería. Cuál es indudable verdad es que un bullpup lejos más uniformemente está balanceado una vez el lanzagranadas del debajo-cañón de arma de fuego, las miras ópticas y el otro comienzo táctico kit (e.g. antorchas) siendo agregado: un fusil tradicional entonces llega a ser masivamente pesado en la delantera. 
  • Mientras que los disparadores de algunos bullpups pueden no ser buenos, la mayoría son enteramente aceptables para su (en comparación con tiro al blanco) propósito militar. El autor ha pasado tiempo en un alcance que disparaba varios fusiles militares modernos - bullpup y tradicional - en sucesión rápida, y nunca ha notado cualquier diferencia en las acciones del gatillo. 
  • Lo más perceptiblemente posible, los autores del bullpup precisarán que el despliegue cada vez mayor de tropas en helicópteros o vehículos armados, junto con las necesidades del combate urbano, puso un premio en compacticidad, según lo demostrado por el hecho de que el Ejército del EE. UU. está cambiando gradualmente del fusil M16 a la carabina M4. 
  • Los fusiles tradicionales pueden igualar solamente un largo de los bullpup brevemente usando las culatas que se pueden doblar junto al cañón de arma de fuego, o a veces sobre la capota de ella. los fusiles de las culatas plegables son tan cortos como los bullpups para los propósitos que llevan, pero tardan uces par de segundos para que las culatas sean reveladas antes de usar (esencial obtener cualquie clase de exactitud), y por supuesto en combate urbano las existencias/acción necesitan ser in place, así que el rifle está en integral. Además, éstos las culatas plegables son comúnmente del tipo "esquelético" (es decir consisten en un marco abierto) con el cual puede ser menos rígido y cómodo disparar que culatas reparadas. No todos los fusiles pueden utilizar culatas plegables de todos modos porque la acción puede extender en las culatas(e.g. el M16 y el M4). En tales casos telescopar las culatas se puede utilizar en lugar de otro, pero éstos no entregan tal reducción en longitud como las culatas plegables, y no pueden igualar la compacticidad de un bullpup. 
  • La única otra opción para alcanzar una longitud corta con un plan tradicional es reducir perceptiblemente el largo del cañón de arma de fuego, al detrimento de la balística y de la eficacia, especialmente en alcances más largos. Esta ruta ha sido seguida por el Ejército del EE. UU. con la carabina M4. Sin embargo, con las culata extendida el M4 está los 5.5cm (2 pulgadas) más de largo que un L85 mientras que teniendo un cañón de arma de fuego que sea el 15cm (6 pulgadas) más corto. 


Colt IMP

¿Bullpups alternativos? 
Hay otros tipos de disposición del bullpup que ayudarían a conseguir sobre la objeción substancial principal a ellos: ¿los problemas de cambiar al disparo de zurdos (a excepción del FN F2000 según lo observado arriba)? Dos opciones/alternativa posibles han ocurrido al autor (bien puede haber más). 

  • Uno es tener las casquillos disparados expulsados directamente hacia arriba, de una manera tal que golpeen la cara inferior angulosa de un apoyamejillas y de tal modo estén desviadas a un lado, lejos del tirador. Los lados de la conmutación entonces serían una cuestión de girar el apoyamejillas encima, que tardaría un par de segundos. Poner una almohadilla/cojín de goma en la cara inferior/superficie del apoyamejillas amortiguaría el shock y animaría a las casquillos que reboten bien lejos del arma. El apoyamejillas también proporcionaría protección contra la explosión de una recámara. La principal preocupación con este enfoque sería asegurarse de que no haya riesgo de que el casquillo despedido rebote de nuevo en la culata y provoque una detención.
  • Una variante de la anterior: tener un arreglo de expulsión superior como la opción 1, pero teniendo el cargador en ángulo lejos de la vertical de modo que, para el rodaje de mano derecha, el cargador se inclina hacia la izquierda y el arma expulsa hacia la derecha. El aspecto un poco complicado del diseño sería para que sea posible girar la el cargador (y por lo tanto la eyección) hacia el lado opuesto. Esto se ha hecho al menos en un arma experimental, sin embargo: la PDW bullpup Colt IMP de la década de 1960, en la que el cargador y la empuñadura de pistola podría girar + / - 38 grados fuera de línea. Esto inspiró el desarrollo de la pistola Bushmaster ARM se muestra aquí. Tener el cargador en ángulo de la vertical causaría un desequilibrio menor, pero debe hacer cambios de revistas más fácil, especialmente mientras se está acostado boca abajo.
  • Otra solución podría ser dar vuelta la culata al revés de modo que la eyección sea hacia abajo. El alimentador montado superiormente sería un tambor algo que encajonado, y podría hacer servicio doble como apoyamejillas  e modo que el tirador pudiera cambiar hombros sin la necesidad hacer cualquier ajuste. Esto fortuito ofrecería un alimentador de gran capacidad sin la desventaja generalmente del largo excesivo debajo del arma, y los procesos gravedad-ayudados de la alimentación y de la eyección deben ser más seguros que un arma convencional.
  • La última opción ha sido sugerido por el desarrollo de la nueva Beretta ARX -160, que utiliza un diseño tradicional, pero tiene puertos de expulsión individuales con eyección conmutable: simplemente accionando un interruptor cambia el lado en que expulsa el arma. Este parece no ser un lujo extravagante para un arma tradicional, sino una característica muy útil para un bullpup. Se podría combinarse con la idea de la carrillera o apoyamejillas pivotante en la Opción 1, de modo que el cambio de la carrillera sobre automáticamente cambia la dirección de eyección (tal vez con sólo mover el extractor). Al igual que en la opción 1, la carrillera también protegería la cara del tirador de los gases que se escapan de la ventana de expulsión sin usar, así como proporcionar alguna protección si se hace lo suficientemente fuerte como para resistir la explosión de una cámara (como con el SAR- 21). Por último , la posición de la carrillera proporcionaría un control visual obvia de qué lado se creó el arma para expulsar .
Si la solución del FN F2000 es adoptada, o algo diferente como ésos sugerida arriba, está claro que los bullpups completamente ambidextros pueden ser ofrecidos. 

Esto deja una desventaja práctica del bullpup: el hecho de que las culata no se puedan ajustar según largo. Mientras que podría ser discutido que no es necesario porque la gran mayoría de fusiles convencionales en servicio no ofrece esto de todos modos, está claro que el Ejército del EE. UU. ha decidido a que esto es una característica de mérito, así que un bullpup debe ofrecer ideal esto. Por supuesto sería posible diseñar un bullpup con el levemente delantero montada acción para ofrecer el sitio para un elemento que se telescopa en el extremo, pero éste aumentaría la largura total del arma, que se debe evitar si en todo posible. 

Una aproximación alternativa sería ofrecer una mordaza de pistola y una unidad del gatillo que pueden resbalar hacia un cierto grado a lo largo del largo del pistola, alterando efectivamente la longitud del tirón. El mayor problema que éste causaría sería asegurar una conexión segura, de buena calidad con el fiador. Esto sería directo si un sistema eléctrico del gatillo fue adoptado; mientras que el pensamiento de esto daría a muchos soldados experimentados palpitaciones, los sistemas eléctricos están llegando a ser cada vez más esenciales para los soldados modernos y se convertirán aun más en el futuro. En todo caso, una mordaza resbaladiza se podía manejar incluso con un gatillo convencional. En un bullpup, una barra de la transferencia se requiere para transmitir el movimiento del disparador al fiador en las culata. Para diseñar una barra con una serie de orificios, para ofrecer los puntos que conectan de la opción/alternativa para el mecanismo del gatillo, no debe causar dificultades indebidas. 

Conclusiones 

En resumen, todos los diseños de armas tienen sus propias ventajas y desventajas que deben sopesarse contra otros para determinar el mejor compromiso global. La principal ventaja de un bullpup es un ahorro de alrededor de 20 -25cm (8-10 pulgadas) de longitud total para la misma longitud de cañón es muy significativo en el combate moderno, en el que las tropas estén luchando a corta distancia en una localidad en un momento (que requieren un arma compacta) continuación, tendrá que responder al fuego de largo alcance ya que dejan (que requiere un largo cañón). La otra ventaja importante bullpup es el equilibrio de peso muy superior cuando se agregan UGLs y otros accesorios cada vez más comunes en las armas. Por otra parte, con un diseño optimizado del tipo que he sugerido más arriba, ya no se necesitan las objeciones prácticas graves en el diseño bullpup: las planteadas por los partidarios de rifles tradicionales pueden o bien ser tratados, o al ser examinadas no ser significativas y por lo general se reducen a sus preferencias personales.

Un pensamiento final: el actual interés en la posibilidad de un nuevo cartucho de propósito general a largo plazo para sustituir tanto el 5.56x45 y 7.62x51 aumenta en el caso de la solución bullpup. Se podría argumentar que un fusil de 7,62 mm, que se destinen directamente al fuego de largo alcance, no tiene que ser compacto, mientras que una carabina de 5.56mm, está optimizado para los rangos relativamente cortos, no está en desventaja en gran medida por un cañón corto. Sin embargo, un rifle de uso general en un calibre de uso general tendría que ser corto para el combate urbano, pero tienen un largo cañón de balística óptimos a largo plazo. Esto sólo se puede lograr en un cañón utilizando el diseño bullpup, a menos que los soldados son de esperar para llevar a dos barriles de diferentes longitudes y mantener el intercambio de ellos como los cambios de rango.


Fuente

martes, 25 de febrero de 2014

AAM: Fairey Firestreak (UK)



Fairey Firestreak 



El misil aire-aire Fairey Firestreak británico fue desarrollado a partir de 1951 por la De Havilland como respuesta al requerimiento OR.1117. Era la versión operacional del proyecto Blue Jay. La especificación original OR.1056 era muy exigente y fue simplificada en el Blue Jay. 



El Firestreak entró en servicio en 1958. Era un misil de primera generación con un sensor IR montado en un telescopio con 15 grados de ángulo off-boresight enfriado por nitrógeno suplido por la aeronave. El sensor es cubierto por un domo octogonal de vidrio y puede ser apuntado por el radar antes del disparo. 



La ojiva de 22kg fue instalada alrededor del tubo de salida y puede ser accionada por un con una espoleta de proximidad infrarroja. El motor Pagpie permitía que el misil alcanzara 6-8km pero sólo engancha por atrás. 

Fue sustituido por el Red Top a partir de 1964 pero todavía fue usado de forma limitada hasta 1988 para mejorar la aerodinámica del Lightning. Fue usado por el Reino Unido, Arabia Saudita y Kuwait en el Lightning y en la Royal Navy en los Sea Vixen, Javelins y Sea Venon. 

 
Un Lightning disparando un Firestreak

Datos Técnicos: 
Largo 3.18 m 
Diámetro: 0.22 m 
Envergadura: 0.7 m 
Peso: 136 kg 
Velocidad: Mach 3 
Alcance: 1.2/8 km 
Ojiva: 22,7kg (no oficial) 
Fabricante: Hawker Siddeley 

 
El Firestreak equipó a los Lightning hasta 1988. Nunca fue usado en combate 

Fotos del Firestreak en servicio en los Lightings en los 60's 
 
 
 


Cazas BAC Lightning portando dos misiles De Havilland Firestreak en la BAM Coltishall en los 60s'

Pruebas de disparo de misil De Havilland Firestreak en 1957

Sistema de Armas

Cine militar: Falcon contra Kfir en Iron Eagle (1986)



Iron Eagle (1986)

Una pequeña escena de combate aéreo simulado entre F-16 Netz e IAI Kfir para la película Iron Eagle (1986). Simplemente para ver algunas lindas escenas de un potencial candidato para la FAA y del avión de combate principal de la FACh, para traducirlo a términos regionales.



Revolución americana: Uniformes americanos

   

UNIFORMES DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA 

Artillería Continental
1777-1783 


Al principio de la revolución americana las fuerzas que sitiaban a los Británicos en Boston eran de artillería muy débil. Había un número de compañías dispersas de la artillería de la milicia, y algunos de éstos pronto fueron combinados para formar unidades importantes y efectivas. En abril de 1775, el Tren Unido de la Artillería de Providence fue formado de la banda del tren de Providence (Rhode Island) de Artillería, Providence Fusileers, y Massachusetts formó a regimiento de seis compañías bajo el coronel Gridley. En junio del mismo año, Philadelphia tenía una compañía de 150 hombres con dos piezas de campaña de seis libras y cuatro de doce libras. Nueva York creó a compañía bajo el capitán John Lamb en julio de 1775, y, en marzo del año siguiente organizaron a una segunda compañía debajo de capitán Alexander Hamilton. Muchas de estas compañías atestiguaron la acción -- Los hombres de Gridley en Bunker Hill, los hombres de la compañía del Lamb en Quebec, y de Hamilton en Trenton. 

Ningún otro brazo de los servicios debe tanto a un hombre al igual que la artillería a Henry Knox. Coronel designado de general Washington, él asumió el control la artillería de Massachusetts. Bajo liderazgo de Knox el regimiento se convirtió en una unidad bien entrenada de la lucha. Knox fue a la fortaleza Ticonderoga y trajo detrás 59 piezas de artillería para el uso del ejército antes de Boston. Era con estas cañones que las tropas de Washington podían fortificar las alturas de Dorchester y acelerar la evacuación de Boston de general Howe. 

Había cuatro regimientos en la artillería continental. Los destacamentos de estos regimientos lucharon en casi todas las acciones posteriores de la guerra. First Regiment de coronel Charles Harrison de combate en Camden y la colina de Hobkirk en Carolina del Sur, Second Regiment del coronel John Lamb vio acción en las fortalezas Clinton y Montgomery en Nueva York, Fourth Regiment de coronel Thomas Proctor participó en la campaña de Sullivan y en la batalla de Brandywine, mientras que el tercer regimiento de coronel John Crane era regimiento de Massachusetts de Knox. 

Nuestra placa demuestra la artillería en las cubiertas azules hechas frente con rojo, con los botones y los atascamientos amarillos. Este vestido fue adoptado por la tabla de la guerra en 1779. Era el vestido usado cuando los abastecimientos estaban disponibles de Francia. Las cubiertas negras también fueron usadas a veces en lugar de la duro-a-obtención azul marino. 

[REFERENCIAS: Colector e historiador militares. Vol. 3, caída, 1965; Vol. XIV, No. 2, Summer, 1962. La guerra de la revolución. Sala de Christopher L.] 


 
Artillería continental, 1777-1783 

[FUENTE: The American Revolution, 1775-1783. Pinturas de Jean Leffel, basadas en las ilustraciones de H. A. Ogden y Lt. Charles M. Lefferts. Fotolitos impresos en Zurich, Suiza. Descripción históricca por Harry W. Barker, Jr. ] 

Organizaciones de compañías independientes
Guardia a pie del Gobernador, fusileros de Virginia, Minutemen
1774 - 1775 


El fusilero demostrado aquí revestido en una camisa verde de caza era una contribución americana única a la ciencia de la guerra en el siglo XVIII. Su arma era el fusil largo desarrollado por el escopetero de Pennsylvania desde el cañón rayado europeo corta, pesada. Este fusil fue pensado para ser utilizado en un alcance mucho mayor que el mosquete de ánima lisa generalmente. Permitió al tirador seleccionar su objetivo, en vez de disparar ciegamente a una masa de hombres.

El éxito de esta táctica disturbaba absolutamente a los británicos. No obstante es efectivo el fusil estaba en alcances más largos, tenía varias desventajas que lo previnieron que era más ampliamente utilizado. Además de su alto costo, no fue diseñado para utilizar una bayoneta y llevaba más tiempo cargarlo.

El vestido usado por este hombre no es distintivo a los hombres de Virginia; era un vestido común del hombre de la frontera o del guardabosques.

La diferencia entre la compañía de Virginia de Morgan, la compañía de Maryland de Cresap o el batallón de Pennsylvania de Thompson era muy pequeña. Los hombres ellos mismos eran todo el ferozmente independiente y no tenían más no más de deseo de someter a las órdenes en campamento que tuvieron que el rey. Los hombres de Morgan eran especialmente bien sabido. Marcharon a Quebec con Benedicto Arnold y lucharon en las batallas que llevaban a la rendición de Burgoyne.

La figura asentada en el rojo, tan de cerca asemejado el granadero británico o más fusilier, es una pieza de las compañías uniformadas que existieron en Connecticut antes de la guerra. Levantaron a una compañía de los protectores del pie en 1771 y un segundo en 1775. Estas compañías siguen siendo piezas de la legión continental.

La figura derecha en la camisa marrón corta es un miembro de la Tropas de Caballería Ligera de Philadelphia fundada en 1774 bajo mando de Abraham Markoe, un danés. Esta tropa sirvió como escolta a George Washington en su viaje asumir el mando del ejército. También participaron en que invierno terrible en la fragua de la lima hoya, donde estaban sus servicios muy importante debido a su conocimiento del área. Todavía existen hoy como unidad activa del protector nacional de Pennsylvania.

[REFERENCIAS: Colector e historiador militares. Vol. 3, caída, 1965; Vol. XIV, No. 2, Summer, 1962. La guerra de la revolución. Sala de Christopher L.]



[FUENTE: The American Revolution, 1775-1783. Pinturas de Jean Leffel, basadas en las ilustraciones de H. A. Ogden y Lt. Charles M. Lefferts. Fotolitos impresos en Zurich, Suiza. Descripción históricca por Harry W. Barker, Jr. ]



 Regimiento de artillería de Massachusetts, 1775-1776 “Artillería de Knox”


Este regimiento fue formado el 19 de mayo de 1775, consistiendo en diez compañías y 417 hombres bajo el mando del coronel Richard Gridley. El 17 de noviembre de 1775, coronel Henry Knox tomó mando y lo llevó a cabo hasta el 27 de diciembre de 1776, cuando le hicieron general de brigada y jefe de la artillería en el ejército continental. Cuando reorganizaron al ejército en 1776, este regimiento se convirtió en la 3ro artillería continental debajo de coronel John Crane.

Durante el período 1775-1776, los hombres no usaron ningún uniforme excepto lo que podrían conseguir, pero los oficiales adoptaron una cubierta azul hecha frente con rojo y forrada con el paño blanco. Estas cubiertas fueron cortadas adentro cualquier estilo que el individuo eligiera pues no había regla, pero los botones eran ser cerda joven y los ojales y atar iguales. Las cubiertas fueron cortadas con los manguitos apretados y las faldas llenas, en general, siguiendo la manera del día.

En 1778, este regimiento era conocido como uno del mejor alineado en el ejército. Los hombres entonces usaron las cubiertas azules hechas frente con rojo, y forradas con blanco, con los cinturones cruzados blancos, las plumas rojas en sus sombreros, las culatas y los chalecos blancos de la sarga, los guardapolvos de lino blancos o las polainas.

Usaron más adelante el uniforme de regla de la artillería adoptado para toda la artillería de acuerdo con la orden general de Washington de octubre de 1779. Esta orden estaba casi como dado sobre salvo que las cubiertas debían ser hechas frente y ser forradas con rojo, y los ojales limitan con la cinta amarilla para los hombres, y la cerda joven para los oficiales. Los botones para los hombres estaban de peltre con las cartas levantadas los “E.E.U.U. ” en ellos, en este tiempo.

[REFERENCIAS: Cartas de Henry Burbeck, oficial en el regimiento antedicho, escrito en 1845-1848, e impreso en el Herald de Nueva York, 15 de junio de 1913; descripciones de desertores, de la gaceta de Providence, del 19 de julio de 1779, y del Connecticut Courant, el 24 de noviembre de 1778, poste impreso.]


[FUENTE: Uniforms of the Armies in the War of the American Revolution, 1775-1783. Lt. Charles M. Lefferts. Limited Edition of 500. New York York Historical Society. New York, NY. 1926.]



 Primer regimiento de Georgia de infantería de línea continental, 1777 


En la ausencia de autoridad, podemos decir que es dudosa si antes del año 1780 este regimiento usó la ropa uniforme o un vestido regimental. No hay duda que los oficiales, o algunos de ellos, tenían cubiertas azules o negras para el vestido, ajustada o hecha frente con rojo, pero en el campo el vestido de la camisa o del fusil de la oscilación fue usado por los oficiales y los hombres.

Luego de 1777, les suministraron con los guardapolvos o las polainas largos, de lanas en el tiempo frío, y del lino o del pato basto blanco en verano, reemplazando las culatas de cuero demostradas en el retrato. Sus armas estaban en mosquetes británicos generales como se muestra, y sus cinturones también fueron capturados de los Británicos. En el dibujo, demuestran el hombre con los cinturones británicos regulares del ejército usados en ese período.


[FUENTE: Uniforms of the Armies in the War of the American Revolution, 1775-1783. Lt. Charles M. Lefferts. Limited Edition of 500. New York York Historical Society. New York, NY. 1926.]



 Tercer Regimiento de Línea Continental de Nueva York, 1775 

Este regimiento, conocido también como “Ulster regiment,” o “3ro Yorkers,” era uno de los regimientos americanos de los cuatro por la Provincia de Nueva York en el comienzo del verano de 1775, para el servicio continental. Estos cuatro regimientos de Nueva York bajo el mando del general de brigada Montgomery y estaban con él en todos sus movimientos, terminando en el asalto de Quebec.

Cada regimiento tenía una diversa cubierta uniforme coloreada, las distinciones en los colores que eran como sigue:

El 1r regimiento., columna Alexander McDougall, azul, frente en rojo.
El 2do regimiento., Cnel. Goose Van Schaick, azul marrón claro, hecho frente.
El 3ro regimiento., columna James Clinton, gris, hizo frente a verde.
El 4to regimiento., columna James Holmes, marrón oscuro, escarlata hecho frente.

Para finales de agosto, 1775, suministraron todos los hombres las cubiertas uniformes, y aunque hubiera una escasez de armas, de tiendas de campaña, y de muchos artículos de la ropa, muchas de los hombres fueron equipados totalmente, según las indicaciones del dibujo, que puede ser descrito como sigue:

La cubierta regimental del paño basto de los colores dados los arriba, blancas pañuelos o existencias de lino, los chalecos y las culatas de la perforación de Rusia, de lana hogar-hace punto medias, zapatas inferiores, un sombrero de fieltro con la corona inferior y borde ancho armados el percutor para arriba, las mochilas y los haversacks de la lona pintada, y las cantimploras de madera.

General Montgomery estuvo satisfecho mucho con su aspecto, y se dice para haber comentado que tenían “detectaron el aire de asiduos.”

Muchos de los sobrevivientes de la campaña canadiense de 1775-1776, oficiales y hombres, servidos en diversos mandos a través de la guerra.

Proporcionaron más adelante estas tropas de Nueva York los chalecos y las culatas del ante, o los guardapolvos de lanas, y las manoplas y los casquillos de lana. Muchos también usaron el vestido del fusil para el servicio.

Sus colores estaban de la seda blanca, amarilla, azul, y verde.


[REFERENCIAS: Gorrón del congreso provincial de Nueva York, I, 59, 75, 385, 505, II, 37; Nueva York en la revolución (F.G. Mather, ed., 1900, p.70; Papeles públicos de George Clinton, IV, 120; Archivos americanos de la fuerza, 4to S., III, 447, 451. Hay una fotografía de la bandera hermosa del regimiento en los colores regimentales de Gherardi Davis en la guerra de la revolución, de la placa VIL.]
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lunes, 24 de febrero de 2014

Corea del Norte: Las torturas en los gulags norcoreanos


Sobreviviente de gulags de Corea del Norte hace desgarradores dibujos de lo que sucede adentro
 Michael Kelly - Business Insider


"La tortura de la bombeo. Después de sentarse, se pone de pie cerca de un centenar de veces."

Un panel de las Naciones Unidas ha acusado a Corea del Norte de los crímenes contra la humanidad , incluyendo la exterminación sistemática, "asesinatos, esclavitud, tortura, encarcelamiento, violación, abortos forzados y otros actos de violencia sexual, ... y el acto inhumano de causar intencionalmente la inanición prolongada."

El informe se basa en un año de audiencias públicas con cerca de 80 testigos, así como entrevistas confidenciales con otros 240 víctimas, entre las personas que habían pasado tiempo en los campamentos y expertos en prisiones de Corea del Norte.

Kim Kwang -il, un hombre de 48 años de edad, quien pasó dos años en una prisión de Corea del Norte, desertó a Corea del Sur en febrero de 2009 y, posteriormente, estuvo con artistas profesionales que dibujaron bocetos basados en sus recuerdos de la tortura y de las condiciones de vida de prisioneros. Algunos de ellos fueron incluidos en el informe.

La ONU obviamente escuchó lo suficiente como para decidir que las imágenes realmente ilustran las atrocidades que se están cometiendo. Son similares a las imágenes publicadas por antiguos prisioneros en 2012.

Kim Kwang-il dijo a la ONU que "en realidad tiene peor trato que las imágenes que se muestran en el libro."

Eso es difícil de imaginar.

"Castigo incomunicado. Capturando ratones desde el interior de la celda."

"Los cadáveres son llevados al crematorio."

"Los ratones se comen a los ojos, nariz, orejas y dedos de los cadáveres."

"Para salir de la inanición y el hambre, buscan serpientes y ratas y se los comen."

"Escala, avión, moto. " Los sobrevivientes dijeron a la ONU que tenían que permanecer en dolorosas posturas en tensión con los brazos extendidos hasta que se derrumbaban de agotamiento.


"Centro de retención".


En esta posición, llamada "tortura de paloma," los prisioneros son golpeados en el pecho hasta que vomitan sangre.